- La marginalidad en Cuba
- Los elementos de la marginalidad que en el análisis de la novelística de Guillermo Vidal Ortiz
- El tratamiento que le da Guillermo Vidal a la marginalidad en su novelística
- Conclusiones
- Notas y referencias
La marginalidad en Cuba
El término marginalidad tiene una larga historia que va desde su nacimiento en el seno de la Antropología Cultural, hasta convertirse en un tema interdisciplinario, pasando por materias como Economía, Sociología, Psicología Social entre otras.
El uso del término suele tener tres grandes referentes: en primer lugar, se suele ver una estrecha vinculación entre marginalidad y pobreza, cuando en realidad se trata de fenómenos superpuestos, coincidentes, pero de ninguna manera equivalentes; en segundo, están las interpretaciones de los teóricos, abundantes descripciones del fenómeno y variados intentos de interpretar sus causas en las sociedades contemporáneas; y como último aspecto, la palabra marginalidad sugiere estar al margen; por otra parte, sin embargo, expresa un efecto de exclusión. La mayoría de los autores han persistido en que se trata de que ambos fenómenos apuntan a la presencia de grupos humanos o de sectores en los márgenes del sistema, por lo cual ha habido un uso indistinto de marginalidad y exclusión.
Existen numerosas nociones de marginalidad: de la marginalidad que implica un status más o menos formal en el seno de una sociedad y traduce una situación que puede ser transitoria: más acá de la marginalidad, la noción de integración (o de reintegración), que indica la ausencia (o la pérdida) de un status marginal en el seno de la sociedad; o por el contrario, más allá, la noción de exclusión, que señala una ruptura respecto al orden social[1]
El vocablo empezó a usarse principalmente con referencia a características ecológicas urbanas que degradan las condiciones ambientales e inciden en la calidad de vida de los sectores de población segregados[2]
El término marginalidad se usa también en relación a las condiciones de trabajo y al nivel de vida de este sector de la población. Se percibió entonces su incapacidad para satisfacer las necesidades humanas básicas.
Muchos autores, a nivel mundial, han realizado y realizan estudios sobre el tema, aunque no todos lo hacen desde una misma perspectiva, ya que unos lo trabajan desde el punto de vista de la economía, la salud, el empleo, la violencia y otros desde las migraciones, la sexualidad, la droga, los problemas familiares, condiciones de las viviendas, la educación, la prostitución, etc., lo cual evidencia la amplitud que el tema puede abarcar. Dentro de ellos podemos encontrar autores de diferentes disciplinas y especialidades, como lo son el economísta Alfred Marshall, el profesor universitario argentino Esteban Valentino, el sociólogo estadounidense Robert Ezra Park, la investigadora española Dra. María Luisa Martínez Frías, el guatemalteco Marcelo Colussi, el parisiense Diego Caicedo, el argentino Carlos del Moral, el sociólogo italiano-argentino Gino Germani, el abogado e investigador argentino José Nun, el investigador peruano Aníbal Quijano. Estos tres últimos muy reconocidos mundialmente.
Además se están estudiando otras formas de marginalidad, no engendradas por la pobreza. En Europa, se manifiestan mucho estas conductas desde el punto de vista político y de las mafias. El problema de la drogadicción está siendo igualmente objeto de estudio, no sólo en Europa y en América Latina, sino también dentro de los EEUU. Realmente la marginalidad es un tema muy importante para los científicos sociales en estos momentos y tiene una marcada actualidad a nivel mundial.
En la nación cubana se puede decir que el origen de la marginalidad estuvo en la época colonial y en las desigualdades que emergieron dentro del sistema capitalista de la República Neocolonial[3]
En Cuba no siempre se abordó este tema, ya que con el triunfo de la Revolución se convirtió en una temática delicada y hasta cierto punto tabú, porque con la aparición de una nueva sociedad se idealizó la existencia de la marginalidad.
Pero desde los años noventa la marginalidad ha aflorado. El Centro de Estudios Demográficos, por ejemplo, ha estudiado el problema del mercado negro, los barrios que han surgido por las migraciones internas (Hay un Centro de Estudios Migratorios que ha analizado el componente de marginalidad que puede haber dentro de las migraciones.), dónde se han constituido, por qué se han ubicado precisamente en estos lugares. Desde otros puntos de vista, el Centro de Estudios de la Juventud ha estudiado los problemas de la prostitución, sobre todo la femenina. Existe una corriente de historia social en la que hay involucrados muchos jóvenes que están trabajando sobre el problema de la criminalidad, la prostitución y el juego.
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