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Epidemiología y prevención del maltrato infantil (página 3)

Enviado por antonio saez


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Tabla 6.

Indicadores de Maltrato Infantil en el mundo.

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Tomado de El Estado Mundial de la Infancia 2008. UNICEF, Nueva York, 2008

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Tomado de El Estado Mundial de la Infancia 2008. UNICEF, 2008.

Tabla 7

Salud y Objetivos de Desarrollo Del Milenio

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Adaptado de la Organización Mundial de la Salud, Health and the Millennium Development Goals, OMS, Ginebra, 2005, pág 11 La violencia contra la infancia es uno de los más agobiantes problemas actuales del mundo moderno. "Esta condición de violencia crónica es la más perversa violación de los derechos humanos en el mundo actual "– afirma CAROL BELLAMY – Directora Ejecutiva del UNICEF que toma diferentes formas de expresión que producen sufrimiento en la infancia. Podemos citar datos del Estado Mundial de la Infancia 2008, presentado el pasado martes 22 de enero de 2008, que reflejan la situación de la infancia cruda y brutalmente diferente del ideal al que todos aspiramos, tales como :

  • 53.000 niños murieron en 2002

  • 275 millones de niños padecen violencia familiar cada año

  • 40 millones de niños menores de 15 años sufren de abuso y negligencia

  • 20 al 65 por ciento de los escolares han sido agredidos física o verbalmente

  • 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años han sido sufrido violencia sexual

  • 100 a 140 millones de niñas a quienes se les ha practicado alguna forma de mutilación genital.

  • 2 millones los menores que son utilizadas para la prostitución y pornografía, y cada año entran en la industria del sexo otros 2 millones de menores mas.

  • 1.2 millones de son víctimas de tráfico de seres humanos.

  • 218 millones de niños trabajan y 126 millones realizan trabajos peligrosos

  • 130 millones no van a la escuela

  • 100 millones viven en la calle

  • Los conflictos y la violencia les impiden disfrutar de una vida familiar segura, y traicionan su confianza y su esperanza, y 10 millones de niños son refugiados

  • El VIH/SIDA mata a sus progenitores, a sus maestros, a sus doctores y a sus enfermeros. Y también les mata a ellos. 15 millones son huérfanos del SIDA

  • La amenaza que pesa sobre muchos niños y niñas desde el nacimiento, 55 por ciento de los recién nacidos no son registrados al nacer.

  • Más de un millón de niños y niñas son detenidos en todo el mundo por las autoridades policiales.

La panorámica es desesperanzadora. 1 de cada 5 niñas, y 1 de cada 7 mujeres son víctimas de violación a lo largo de su vida. El problema es de tal magnitud que no puede sernos ajeno. Podemos afirmar con rotundidad ante esta realidad que "nacer mujer en el año 2.008 es un alto riesgo". Las niñas crecen bajo la amenaza de la violencia. Se hacen mujeres en un ambiente social que las debilita física, psicológica y socialmente. Esta realidad repercute en el desarrollo social, económico y sanitario del país. (Sáez Crespo, 2000)

Además, la violencia produce también graves efectos personales, sociales, económicos, ambientales y de salud:

  • Amenaza la convivencia democrática,

  • Es un factor de riesgo para la seguridad y bienestar,

  • Produce efectos económicos directos por la atención a las víctimas y las secuelas que produce, el castigo y el gasto en el control de las agresiones, así como los gastos indirectos que produce al NO destinar estos recursos a proyectos de desarrollo social,

  • Tiene repercusión sobre el potencial de Desarrollo Humano y Económico.

Pero la violencia es una conducta aprendida, que puede modificarse, mediante la Educación, porque éste es el momento en el que se está modelando la personalidad del adulto. La prevención de la violencia ocupa así un primer plano en nuestra actividad socio-sanitaria con la población infantil, y consistirá en:

  • Eliminar los factores de riesgo esenciales: la miseria, la marginación, la ignorancia y la injusticia, ya que afecta con más rigor a los más pobres, en las grandes ciudades y desalienta la inversión.

  • Actuar sobre el medio: Al tiempo que la familia y la escuela procuran transmitir valores y forjar actitudes de convivencia, tolerancia ante las divergencias, solidaridad, honestidad, respeto por los derechos de los demás, con objeto de contribuir, entre todos, al desarrollo económico y social, a los niveles nacional, local y comunitario.

  • Desarrollar Medidas Legislativas: Control y represión de la violencia.

  • Facilitar la Participación de la Sociedad Civil en la Prevención y Reconstrucción del capital social.

  • Y sobre todo, mediante la Educación en Valores y la Promoción de Estilos de Vida saludables.

Por ello, la Junta Directiva de la Asociación Española de Medicina e Higiene Escolar y Universitaria, en el marco del Congreso Internacional de Alcorcón (Madrid), decidió sumarse con otras organizaciones a la Resolución del Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi A. Annan, al proclamar el Año 2.000 "Año Internacional de la Cultura de la Paz" y la Década 2.000 al 2.010 "Década Internacional para la Cultura de la Paz y No-Violencia para los Niños", mediante la siguiente DECLARACIÓN: "La Asociación Española de Medicina e Higiene Escolar y Universitaria como Asociación Científica que trabaja por la defensa de los derechos, el bienestar y la felicidad de la infancia, y que hace llegar la voz del escolar y el joven universitario a la Comunidad Internacional, se propone trabajar a favor de la Paz y No-Violencia en la vida diaria de cada niño y niña, en los hogares, en las escuelas, en la comunidad y en la programación televisiva, como el mecanismo a nuestro alcance para la construcción de la Paz desde la Comunidad Educativa Escolar." (Sáez Crespo, 2002)

Tenemos una gran responsabilidad, ya que la edad escolar es el momento más importante en desarrollo de la persona, y de estos primeros años dependerá el futuro de la sociedad del Tercer Milenio, que por vocación nuestra, nos han sido encomendados. Y es que, "No hay obligación más sagrada que la que el mundo tiene para con los niños. No hay deber más importante que velar por que sus derechos sean respetados, su bienestar esté protegido, sus vidas estén libres de temores y necesidades, y puedan crecer en paz" (Kofi A. Annan, 2.000).

"El mundo que vamos a dejar a nuestros hijos depende, en gran medida, de los hijos que dejemos a nuestro mundo". Las esperanzas del futuro están depositadas en los niños y niñas escolares de hoy y en su preparación para afrontar los retos del siglo entrante. En el umbral del siglo XXI, la prevención del MTI y la promoción de los Buenos Tratos, necesita más que nunca de nuestro empeño y apoyo.

3.1.1. Mortalidad

La mortalidad general por causa de la violencia en el mundo, según estimaciones (OMS, 2003), fueron más de 1,6 millón de personas, lo que significa que cada día más de 4.000 personas en el mundo tuvieron una muerte violenta:

  • 870 000 suicidios, la decimotercera causa de muerte

  • 560 000 homicidios, con una tasa de 8,8 por cada 100 000 habitantes

  • 310 000 muertes consecuencia directa de conflictos bélicos

  • 170 000 violencia colectiva o atentados, y

  • 57 000 defunciones son atribuidas a menores de 15 años.

Estos datos provienen principalmente de países con registros de defunciones. Por lo que las cifras constituyen sólo la punta del iceberg. La información disponible viene de países de altos ingresos, con sistemas de información, y la mayoría de las formas de violencia contra la infancia son más frecuentes en contextos de bajos ingresos, que no cuentan con sistemas de notificación y datos de mortalidad.

La violencia es un aspecto prevenible de la condición humana, o se puede reducir su impacto mediante enfoques centrados en la Salud Pública (WHO, World report on violence and health, 2002) mediante la descripción de la magnitud del problema y su impacto sobre la salud, analizando los patrones de violencia prevalente a lo largo del ciclo de la vida como se presenta en la Figura 3, que se interactúan entre sí. Por lo que al prevenir un tipo de violencia, en un momento evolutivo, puede ayudar a prevenir otros tipos de violencia o factores de riesgo.

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Figura 3. Violencia a lo largo del ciclo de la vida

WHO. Third Milestones of a Global Campaign for Violence Prevention Report 2007

Las estimaciones de los homicidios de niños a nivel mundial indican que los lactantes y los niños de 0 a 4 años corren un riesgo mayor, con tasas que equivalen a más del doble de las observadas en los niños de 5 a 14 años. (Tabla 8)

Tabla 8

Tasas estimadas de homicidios y suicidio por edades en el mundo, 2000

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Fuente: Proyecto de la Carga Mundial de Morbilidad (OMS, 2003)

El riesgo de maltrato mortal de los niños menores de 5 años varía según el nivel de ingreso del país y la región del mundo:

  • En los países de ingreso alto, la tasa de homicidios es de 2,2 por 100 000 para los varones y de 1,8 por 100 000 para las niñas.

  • En los países de ingreso mediano o bajo las tasas son de dos a tres veces más altas: 6,1 por 100 000 para los niños y 5,1 por 100 000 para las niñas.

Las tasas más altas se encuentran en África: 17,9 por 100 000 para los varones y 12,7 por 100 000 para las niñas. Aunque habitualmente no se investigan muchas de las defunciones de menores, ni se llevan a cabo exámenes posmortem, lo que dificulta establecer con precisión la cantidad de muertes causadas por el maltrato de menores en un país determinado.

Las causas más comunes de muerte atribuidas al maltrato de menores, son:

  • 1. Lesión en la cabeza,

  • 2. Traumatismo en el abdomen, y

  • 3. Sofocación intencional.

3.1.2. Carga Mundial de Morbilidad

Los datos sobre el MTI provienen de diversas fuentes, tales como las estadísticas oficiales, los informes de casos y las encuestas basadas en la población.

  • Las estadísticas oficiales a menudo revelan poco acerca de las características del maltrato de menores. Esto obedece en parte a que en muchos países no hay ningún sistema jurídico o social con la responsabilidad específica de registrar informes sobre el MTI, Además, existen diversas definiciones jurídicas y culturales del maltrato y negligencia en los distintos países. Hay también pruebas de que sólo una proporción pequeña de los casos de maltrato de menores se informa a las autoridades, aunque exista la notificación obligatoria.

  • Los informes de las Agencias Internacionales dependientes del sistema de las Naciones Unidas, con motivo de la evaluación de los Objetivos para el Desarrollo del Milenio en el 2005, contamos con estimaciones sobre la protección de la infancia, desde la eliminación de la pobreza y el aumento del acceso de los niños a la educación escolar, hasta la eliminación de la desigualdad basada en el género y la reducción de la mortalidad infantil que tienen relación con el MTI. El MTI, contra niños y niñas, daña su salud física y mental, desestabiliza los entornos seguros de aprendizaje y hace estragos en la igualdad entre los géneros.

Para UNICEF, "protección de la infancia" se refiere a las labores de prevención y respuesta a la violencia, la explotación y el abuso contra niños y niñas, como por ejemplo la explotación sexual, la trata, el trabajo infantil y prácticas tradicionales perniciosas como la mutilación genital de la mujer y el matrimonio adolescente. Entre los datos más significativos, del Informe sobre la Situación Mundial de la Infancia, 2008, señalamos:

  • En el Caribe, un 96% de las personas dedicadas a la atención a la infancia creen que el castigo corporal refleja que los padres y madres están "lo bastante atentos como para invertir tiempo en formar adecuadamente a sus hijos". (UNESCO, 2005).

  • Según datos del Informe de Educación Para Todos (2007) 130 millones no van a la escuela.

  • En Asia, al menos 60 millones de niñas han "desaparecido" debido a la selección prenatal del sexo, el infanticidio o el abandono. (UNICEF, 2005)

  • A nivel mundial, el 20% de las mujeres y entre el 5% y el 10% de los hombres sufrieron abusos sexuales durante la infancia (UNICEF, 2006).

  • La OIT calcula que, en 2004, 218 millones de niños trabajan y 126 millones de niños y niñas de 5 a 17 años de edad realizan trabajos peligrosos. (Oficina Internacional del Trabajo, 2006).

  • La OMS, estima entre 100 y 140 millones de chicas han sufrido algún tipo de mutilación/corte genital y UNICEF en 2005 indicó que en el África subsahariana, Egipto y el Sudán cada año 3 millones de muchachas y mujeres son sometidas a mutilaciones/cortes genitales (UNICEF Innocenti Research Centre, 2005).

  • En documentos elaborados en numerosos países de todas las regiones del mundo se señala que entre un 80% y un 98% de los niños sufren castigos corporales en el hogar y que un tercio o más de ellos recibe castigos corporales muy graves aplicados con utensilios. (OMS, 2006).

  • Basándose en datos de un amplio abanico de países en vías de desarrollo, el Análisis realizado para el Estudio por la Encuesta Mundial sobre Salud Escolar ha mostrado recientemente que entre el 20% y el 65% de niños en edad escolar dijo haber sufrido acoso físico o verbal durante los 30 días anteriores a la encuesta (CDC-OMS, 2006). El acoso entre compañeros es frecuente también en los países industrializados. (Currie C y otros. HBSC, 2004)

  • La OMS calcula que 150 millones de chicas y 73 millones de chicos menores de 18 años tuvieron relaciones sexuales forzosas o sufrieron otras formas de violencia sexual con contacto físico en 2002 (Andrews G y otros. "Child sexual abuse", 2004).

  • Encuestas basadas en la Población

Las encuestas basadas en la población son un elemento esencial para determinar las dimensiones reales del problema del MTI.

El maltrato físico

Las estimaciones de los casos de maltrato físico de menores obtenidas en las encuestas basadas en la población varían considerablemente. En una encuesta efectuada en 1995 en los Estados Unidos, se preguntó a los padres cómo castigaban a sus hijos (Straus y cols. 1998). A partir de esta encuesta se obtuvo una tasa de maltrato físico de 49 por 1 000 niños cuando se incluyeron los siguientes comportamientos: golpear al niño con un objeto en un sitio que no eran las nalgas, patearlo, vapulearlo, y amenazarlo con un cuchillo o arma de fuego.

Las investigaciones existentes indican que en muchos otros países las tasas no son inferiores y pueden en verdad ser superiores a las estimaciones del maltrato físico en los Estados Unidos. Recientemente se han obtenido, entre otros, los siguientes resultados en todo el mundo:

  • En una encuesta transversal entre menores de Egipto, realizada por Youssef y cols. en 1998, el 7% de los niños y niñas informaron que eran golpeados o atados por sus padres y 26% comunicaron que habían sufrido lesiones físicas como fracturas, pérdida del conocimiento o discapacidad permanente a causa de los golpes o ataduras.

  • En un estudio efectuado Hahm y Guterman en la República de Corea el 2001, se preguntó a los padres acerca de su comportamiento hacia sus hijos. Dos tercios de los padres informaron que azotaban a sus hijos y 45% confirmaron que los habían golpeado, pateado o vapuleado.

  • La encuesta en hogares de Rumania realizada por la Oficina Regional de la OMS para Europa (Browne y cols., 2002) encontró que 4,6% de los niños informaron sufrir malos tratos físicos graves y frecuentes, como ser golpeados con un objeto, ser quemados o privados de alimentos. Casi la mitad de los padres rumanos admitieron que golpeaban a sus hijos "habitualmente", y 16%, que los golpeaban con objetos.

  • En Etiopía, 21% de los escolares urbanos y 64% de los escolares rurales informaron que tenían magulladuras o tumefacciones en el cuerpo como resultado del castigo administrado por sus progenitores, según datos publicados por Ethiopian Medical Journal de Ketsela y Kedebe en 1997.

Los datos que son más comparables provienen del proyecto de "Estudios Mundiales del Maltrato en el Entorno Familiar (WorldSAFE siglas de World Studies of Abuse in the Family Environment)", elaborado por Sadowski, Hunter, Bangdiwala y Muñoz en 2004, examinaron las tasas de incidencia del Castigo Corporal usando la Escala de Tácticas en el Conflicto Padre/Madre-Niño (Parent-Child Conflict Tactics Scale), con informes presentados por las mismas madres durante el periodo de los seis meses anteriores una investigación efectuada en colaboración en diversos países. Los investigadores de Chile, Egipto, Filipinas y la India aplicaron un protocolo básico común a muestras basadas en la población de las madres de cada país, con el fin de establecer tasas de incidencia comparables de formas severas y más moderadas de castigar a los niños. Específicamente, los investigadores midieron la frecuencia de comportamientos de castigo de los padres, sin catalogar los castigos severos como maltrato, usando la Escala de Tácticas para Conflictos entre Padres e Hijos (Straus, 1998 y Hunter, 2000). En estos estudios también se recopilaron sistemáticamente otros datos con el propósito de determinar los factores de riesgo y protectores.

En la tabla 9 se presentan los resultados obtenidos en los cuatro países que participaron en este estudio, sobre la incidencia relativa de los comportamientos disciplinarios notificados espontáneamente por los padres. En cada país se usaron preguntas redactadas de manera idéntica. Se comparan los resultados con los de una encuesta nacional realizada en los Estados Unidos usando el mismo instrumento formulado por Straus (1998). Está claro que el castigo severo por los progenitores no está confinado a unos pocos lugares o una sola región del mundo. Los padres en Egipto, en zonas rurales de la India y en Filipinas informaron con frecuencia que, como castigo, habían golpeado a sus hijos con un objeto en una parte del cuerpo diferente de las nalgas por lo menos una vez en los seis meses previos. Este comportamiento también se informó en Chile y en los Estados Unidos, si bien con una tasa mucho menor.

Tabla 9

Resultado del Estudio Mundial del Maltrato Infantil (WorldSAFE, 2004)

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Las formas más crueles de violencia —como asfixiar a los niños, quemarlos o amenazarlos con un cuchillo o arma de fuego— se notificaron con frecuencia mucho menor.

Las notificaciones similares hechas por los padres en otros países confirman que el castigo físico severo a los niños existe en proporciones significativas dondequiera que se ha investigado. En Italia, según las Escalas de Tácticas para Conflictos, la incidencia de la violencia grave era de 8% (Bardi y Borgognini-Tari, 2001). Tang indicó una tasa anual de violencia grave contra los niños, según lo informado por los padres, de 461 por 1 000 en China (RAE de Hong Kong en 1998). Kim realiza el estudio, para comparar las tasas de violencia contra los niños de escuelas primarias de China y la República de Corea, con las Escalas de Tácticas para Conflictos, pero se hicieron las preguntas a los niños en lugar de a sus padres. En China, la tasa de violencia grave informada por los niños fue de 22,6%, mientras que en la República de Corea llegó a 51,3%.

Los datos del estudio de WorldSAFE revelaron las características de formas más "moderadas" de castigo físico en diferentes países, según se observa en la tabla 8. El castigo moderado no se considera maltrato en todo el mundo, si bien algunos profesionales y padres consideran inadmisibles tales formas de disciplina En este aspecto, el estudio de WorldSAFE indicó una divergencia mayor entre las sociedades y las culturas. Dar nalgadas a los niños fue la medida disciplinaria más comúnmente notificada en los países, con la excepción de Egipto, donde otras formas de castigo, como zamarrear a los niños, pellizcarlos, darles un golpe con la mano abierta en la cara o la cabeza, se usó con mayor frecuencia. No obstante, ambos padres en las zonas rurales de la India informaron que abofeteaban a sus hijos o les pegaban en la cabeza con la mano abierta casi con la misma frecuencia con que les propinaban nalgadas, mientras que en los otros países las bofetadas y los golpes en la cabeza ocurrían menos a menudo.

Las formas moderadas y severas de castigo no están limitadas a la familia o el ámbito doméstico. Gran parte de los castigos excesivos los administran los docentes y otros responsables del cuidado de los niños en las escuelas y otras instituciones.

El abuso sexual

Las estimaciones de la prevalencia del abuso sexual varían enormemente según las definiciones usadas y la manera en que se recopila la información. Algunas encuestas se realizan con niños, otras con adolescentes y adultos que informan sobre su niñez, mientras que en otras se pregunta a los padres acerca de lo que pueden haber experimentado sus hijos. Estos tres métodos diferentes pueden producir resultados muy distintos.

Por ejemplo, en la encuesta entre familias rumanas ya mencionada, se encontró que 0,1% de los padres admitieron haber abusado sexualmente de sus hijos, mientras 9,1% de los hijos informaron que habían sufrido abuso sexual (Browne y cols. 2002.). Esta discrepancia quizá se explique en parte por el hecho de que a los niños se les pidió que incluyeran el abuso sexual por otras personas además de sus padres.

Entre los estudios publicados de adultos que informaban retrospectivamente sobre su propia niñez, las tasas de prevalencia del abuso sexual en la niñez entre los varones varían de 1% (Pederson y Skrondal, 1996) —usando una definición restringida de contacto sexual que implica presión o fuerza— a 19% (Goldman y Padayachi, 1997), cuando se empleó una definición más amplia.

En las mujeres adultas, las tasas de prevalencia a lo largo de toda la vida de la victimización sexual en la niñez varían de 0,9% (Choquet M y cols, 1997), usando la violación como definición del abuso, a 45% (38) con una definición mucho más amplia. Los resultados informados en los estudios internacionales realizados desde1980 revelan una tasa media de prevalencia a lo largo de toda la vida de la victimización sexual en la niñez de 20% en las mujeres y de 5% a 10% en los varones (Finkelhor, 1994).Estas variaciones amplias en las estimaciones de la prevalencia publicadas podrían ser resultado de diferencias reales del riesgo que existe en las distintas culturas o de las diferencias en la forma en que se efectuaron los estudios. La inclusión del abuso por los pares en la definición de abuso sexual de los niños puede aumentar la prevalencia en un 9%, según Fergusson, y la inclusión de los casos donde no se produce contacto físico puede aumentar las tasas en alrededor de 16% (Russell, 1986.)

El maltrato emocional

El maltrato psíquico de los niños ha recibido aun menos atención mundial que el maltrato físico y el abuso sexual. Los factores culturales parecen influir en las modalidades no físicas que los padres eligen para disciplinar a sus hijos, algunas de las cuales pueden ser consideradas psíquicamente nocivas por personas de otros ambientes culturales. Por consiguiente, es muy difícil definir el maltrato emocional. Además, las consecuencias del maltrato psíquico, cualquiera que sea su definición, probablemente diferirán mucho según el contexto y la edad del niño. Hay datos que indican que gritar a los niños es una respuesta común de los padres en muchos países. Maldecir a los niños e insultarlos es un comportamiento que parece variar mucho más.

En los cinco países del estudio WorldSAFE, la tasa de incidencia más baja de insultos dirigidos a los niños en los seis meses anteriores fue de 15% (tabla 10). Sin embargo, las prácticas de amenazar a los niños con abandonarlos o dejarlos fuera de la casa y echar llave a la puerta variaron mucho entre los distintos países. En Filipinas, por ejemplo, las amenazas de abandono fueron notificadas frecuentemente por las madres como una medida disciplinaria. En Chile, solo cerca de 8% de las madres recurrían a este tipo de amenazas.

Tabla 10.

Maltrato Emocional

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Son sumamente escasos los datos sobre el grado en que los padres u otras personas a cargo en diferentes culturas y partes del mundo emplean métodos disciplinarios no violentos que no representan maltrato. Los datos limitados del proyecto de WorldSAFE indican que la mayoría de los padres utilizan prácticas disciplinarias no violentas, tales como explicar a los niños por qué su comportamiento estaba equivocado y decirles que no deben actuar así, cancelar prerrogativas y usar otros métodos no violentos para corregir los problemas de conducta (tabla 11). En otras partes, por ejemplo en Costa Rica, los padres admitieron que empleaban el castigo físico para disciplinar a los niños, pero señalaron que era el método que menos les gustaba (Lopez SC et al. 2000)

Tabla 11.

Maltrato psicológico

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La negligencia y el abandono

Muchos investigadores incluyen la negligencia y el abandono o el daño causado por la falta de cuidado por parte de los padres u otros cuidadores como parte de la definición de maltrato (Menick, 2001; Sumba y Bwibo, 1993; Wolfe, 999. ).

Condiciones tales como el hambre y la pobreza están a veces incluidas en la definición de descuido. Dado que las definiciones varían y las leyes sobre la notificación del maltrato no siempre establecen la notificación obligatoria del descuido, es difícil estimar las dimensiones mundiales del problema o comparar de manera válida las tasas de los distintos países. Por ejemplo, se ha investigado poco cómo los niños y los padres u otras personas a cargo pueden diferir al definir el descuido.

En Kenya, en el 2000, el abandono y el descuido eran los aspectos más comúnmente citados del maltrato de menores cuando se preguntó sobre el tema a los adultos de la comunidad en el estudio "Awareness and views regarding child abuse and child rights inselected communities in Kenya". En este trabajo, el 21,9% de los niños informaron que habían sido abandonados por sus padres.

En el Canadá, Troemé y Wolfe, en 2001, realizaron un estudio nacional de los casos notificados a los servicios de protección de la infancia encontró que, entre los casos comprobados de descuido:

19% fueron de descuido físico,

12% de abandono,

11% de descuido de la educación y

48% de daño físico resultante de que uno de los progenitores no había proporcionado una supervisión adecuada.

  • Estudio Mundial sobre la Violencia en los niños (ONU, 2006)

Ante la dispersión de datos e investigaciones, el 12 de febrero de 2003 el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan, designó a Paulo Sergio Pinheiro dirigir un estudio mundial sobre la violencia contra los niños. El objetivo del estudio es realizar un análisis exhaustivo de la prevalencia, la naturaleza y las causas de la violencia contra los niños. Basado en los derechos humanos de los niños a la protección contra toda forma de violencia, el estudio aspira a fomentar la toma de medidas para prevenir y eliminar la violencia contra niños y niñas, incluida la violencia en el hogar, la escuela, las instituciones, el lugar de trabajo y la comunidad. Las principales conclusiones del "Informe del estudio de la violencia contra los niños" (ONU, 2006) en 117 países son:

  • La falta de datos sistemáticos sobre la violencia contra los niños.

  • La asignación insuficiente de recursos financieros y humanos, y la escasez de programas destinados a prevenir y combatir la violencia contra los niños.

  • Faltan medidas de rehabilitación para los niños que han sido víctimas de malos tratos y abusos.

  • Los castigos corporales siguen siendo una práctica ampliamente aceptada y practicada dentro de la familia.

  • La violencia contra la mujer en la familia continúa siendo generalizada y surtiendo un efecto negativo en los niños.

  • Existen leyes anticuadas relativas al abuso sexual.

  • En las escuelas continúan administrándose regularmente castigos corporales.

  • Casos de violencia contra menores en la administración de la justicia: los niños son víctimas de tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, por parte de agentes de policía o en las comisarías, lugares de detención o cárceles. Con frecuencia, la edad mínima de responsabilidad penal es excesivamente baja.

  • Aumento de la participación de menores en la industria del sexo, incluidas la prostitución y la pornografía.

  • Aumento del número de niños de la calle y la vulnerabilidad de éstos a la violencia, la tortura, el abuso sexual, la explotación, el asesinato y el secuestro.

  • Persistencia de las prácticas tradicionales nocivas, como la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados o precoces, la violencia por causa de la dote, el infanticidio de niñas, y la esclavitud.

  •  3.2. MTI EN ESPAÑA

En España, siguiendo las directrices y compromisos internacionales sobre los Acuerdos Internacionales de Protección al Menor (Ver ANEXO LEGISLATIVO), la Ley General de Sanidad, Ley 14/1986 de 25 de abril, en su artículo 8.1 reconoce, en general, la importancia del conocimiento epidemiológico de los problemas que tienen implicaciones en salud, entre los que se integra el maltrato infantil. El Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad y Consumo aprobó en 1999 dentro del Plan contra la violencia doméstica, el "Protocolo de actuación sanitaria ante los malos tratos domésticos" 5 que no contemplaba la especificidad del maltrato infantil tanto en sus aspectos clínicos como de intervención legal y social.

La frecuencia real de MTI en la infancia es difícil de cuantificar en nuestro país, tanto a nivel nacional como autonómico, debido fundamentalmente a los factores:

  • Los datos se obtienen de los expedientes de protección al menor existente en cada Comunidad Autónoma, y en la literatura se reitera que los casos que llegan a los servicios sociales son apenas el 20 % del total. (Tabla 12)

  • El personal sanitario que atiende las lesiones, puede no detectar los casos de MTI, y/o no denuncia el caso;(Tabla 13)

  • La familia oculta las lesiones por miedo a la denuncia y no solicita asistencia sanitaria.

  • No contamos todavía con estudios sistemáticos ni registros suficientes y homologados. La información aportada proviene básicamente de los Anuarios Estadísticos de la Secretaria de Estado y Seguridad del Ministerio del Interior, que, aunque proporciona información básica sobre la problemática, no es todo lo detallada que se requeriría.

Tabla 12.

Factores que Influyen en Conocimiento del MTI

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Observatorio de la Infancia, 2006

Tabla 13.

Factores por los que se detectan pero no se da parte.

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Observatorio de la Infancia, 2006

El Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia tiene como objetivo el desarrollo del Programa Nacional de Epidemiología de la Violencia en el ámbito familiar, ofreciendo los datos sobre la incidencia y prevalencia del MTI en la familia española.

3.2.1. Mortalidad

La incidencia de menores muertos en el ámbito familiar ha crecido un 77,78 % en el último quinquenio, 2000 a 2004

Tabla 14

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Incidencia de la Mortalidad de Menores en el ámbito familiar en España

Los niños asesinados, por grupos de edad, han sido:

Tabla 15

Distribución por Tramos de Edad

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3.2.2. Incidencia y Prevalencia

La incidencia de menores maltratos en el medio familiar, entre 2001 y 2005 ha aumentado en un 146,29 %, como puede observarse en la tabla 12

Tabla 16.

Incidencia de 2001 a 2005

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La Prevalencia ha seguido una evolución similar, con un incremento entre 2001 y 2005 del 133,33 por ciento, como puede observarse en la tabla 17

Tabla 17.

Prevalencia de 2001 a 2005

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La prevalencia en España, según el Programa Nacional de Epidemiología de la Violencia en el Ámbito Familiar dirigido por el Centro Reina Sofía, fue de 7,16 niños maltratados por cada 10 000 menores de 18 años.

La distribución por Comunidades Autónomas destacan Melilla y Ceuta con una prevalencia más alta de 15,19 y 12,92 por 10 000, respectivamente. La Comunidades con prevalencias mas bajas son, Cantabria y Madrid, con unas tasas de 2,41 y 5,46 por 10 000 menores. (Tabla 18)

Las causas son:

  • la Negligencia (86,4 %),

  • Maltrato Emocional (35,4 %), y

  • Maltrato Físico (19,9 %).

  • Los casos de abuso sexual representan el 3,6 % de todos los casos de MTI. Si bien, hemos de tener en cuenta que un víctima puede padecer uno o más tipos de maltrato a la vez.

Tabla 18

Incidencia y Prevalencia de los Tipos de Maltrato Infantil, según Comunidad Autónoma.

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La distribución del MTI según sexo, es mas frecuente en los chicos. Las principales características de la población menor víctima de MTI son: niños con problemas de escolarización, padecer trastornos mentales, u otro problema de salud, y tener alteraciones en el desarrollo psico-físico para su edad.

La evolución de la prevalencia por cada 1000 menores, en el período de 1997 a 2004 ha aumentado 108,67 %

Tabla 19

Evolución de la Prevalencia de MTI

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

Incremento 97-04

0,33

0,37

0,4

0,39

0,36

0,61

0,66

0,79

108,67 %

Se triplica el número de niños y niñas maltratados en el ámbito familiar. Las cifras sobre maltrato infantil en el ámbito familiar siguen aumentando, como demuestran los datos recogidos entre los años 2001 y 2005. La franja de edad que sufre un incremento mayor es la de los menores de trece años: en el año 2001, el número de menores de trece años víctima de malos tratos en el ámbito familiar fue de 1.162 y en el 2005 se contabilizaron 2.960 casos.

Tabla 20

Número de Menores Maltratados por Grupos de Edad.

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Las chicas siguen siendo las principales víctimas Los datos sobre menores maltratados en el ámbito familiar por grupos de edad y sexo, confirman la tendencia de que las niñas no sólo siguen siendo las principales víctimas de los maltratos, sino que la distancia respecto a los niños sigue aumentando. En el año 2001 el 55% de las víctimas de maltrato fueron niñas y el44% niños. En el año 2005, 4.077 víctimas de malos tratos fueron niñas (63"3%), frente a 2.361 niños (36"7%).

Tabla 21

MTI en España. Distribución por Sexo. 2001, 2003 y 2005.

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Por tipología, el delito con mayor número de víctimas es el denominado "contra las personas". Según datos del Ministerio del Interior para el año 2004, de un total de12.375 registros de delitos contra la libertad sexual, clasificados en función de la tipología: delitos contra las personas, a la libertad e indemnidad sexual, o contra la libertad, el principal delito es el denominado "contra las personas" con un 54% de los casos, incluyendo dentro de este subgrupo las lesiones, con 2.586 casos. En este tipo de delito, el grupo de edad con más víctimas es el de 18 a 20 años, con 1.373, seguido del grupo de edad de 16 a 17 años. En los grupos de edad menores de 13 años (35%), y de 13 a 15 (24%), el delito principal del cual son víctimas es el denominado "contra la libertad e indemnidad sexual". Esta tipología de delito comprende el abuso sexual y las agresiones sexuales, como principales actos. Finalmente, dentro de los delitos contra la libertad, destacan los "malos tratos habituales en el ámbito familiar", con 675 casos.

Tabla 22

Población Infantil Víctima por Tipo de Delito y Edad.

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El abuso sexual, principal tipo de delito contra la libertad e indemnidad sexual. Los datos relativos a la población infantil víctima de delitos contra la libertad sexual muestran que el abuso sexual es el principal tipo de delito, seguido de la agresión sexual y el exhibicionismo, como se expone en la tabla 23

Tabla 23

Población Infantil Víctima de Delitos contra la libertad sexual por Tipología de Delito.

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En las tres situaciones anteriormente mencionadas, las chicas son las más afectadas, con un porcentaje del 78% respeto el total. A pesar de una ligera disminución en el número de víctimas por agresión sexual y exhibicionismo, los abusos sexuales han aumentado como se observa en la tabla 24

Tabla 24

Población Infantil Víctima de Delitos contra la libertad sexual por Tipología de Delito.

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Finalmente, queremos citar el estudio de Félix López (1996) sobre "Abusos sexuales a menores". Lo que recuerdan de mayores que, aunque se remonta a datos del año1994, nos ha parecido interesante puesto que ofrece información cruzada por sexo y grupos de edad. Como observamos en la tabla 21, el abuso sexual se da también en edades tempranas. De los 4 a los 5 años, el porcentaje de niñas víctimas de abuso sexual en el ámbito familiar se situaba en un 4,43% y un 2,24% los niños. De los 6 a los 7 años, el 12,32% de las víctimas fueron niñas y 6,72% niños.

Tabla 25

Distribución de las Víctimas de Abusos Sexuales. España, 1994.

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Fuente: López F. Abusos sexuales a menores. Universidad de Salamanca. Subdirección General de Publicaciones del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 1996

Desde el punto de vista del modelo ecológico del estudio del MTI es interesante analizar las variables del contexto relacional familiar y social. Es de destacar la frecuencia de MTI en las familias monoparentales, en la que la pareja del agresor ha abandonado el hogar, que viven en una vivienda deficiente, no mantiene una buena relación familiar, ni con el entorno social de las personas del barrio. Tabla 26.

Y por último, desde el modelo ecológico para el análisis del MTI, estudiamos las características de la población víctima como, edad, sexo, nivel de escolarización, padecer trastornos mentales, u otro problema de salud, tener un desarrollo psico-físico adecuado para su edad, que se presenta en la tabla 27.

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Los estudios encuestas basadas en la población por OMEP – España (Sáez crespo, 1998) sobre la Actitud de los españoles ante el castigo físico infantil como forma de disciplina familiar (Juste, Morales y Costa, 1997), de ámbito nacional, nos ofrece las siguientes conclusiones:

El 40 % contestó que algunas veces era necesario, y el 1,7 % contestó que era necesario muchas veces, como método educativos empleados con sus hijos, con la siguiente distribución:

  • El 16,5 % de los padres presentan un alto riesgo de emplear métodos violentos con agresiones físicas hacia sus hijos (cachetes, bofetadas, palizas y golpes).

  • El 17,1 % de los padres presentan un alto riesgo de recurrir a la agresividad y violencia psicológica con sus hijos (desprecios, minusvaloración, muestras de desafecto, humillación en público).

  • El 16,5% de los padres presentan alto riesgo de recurrir a ambos tipos de MT.

  • El perfil de las personas que responden afirmativamente corresponde, en el primer caso a una mujer; de edad comprendida entre 30 y 40 años, con estudios primarios, conviviendo con una pareja, y pertenecientes a la clase social de obreros cualificados.

Según datos del "Informe sobre situación Maltrato Infantil en las Familias Españolas", de noviembre 2005, sobre 14.114 llamadas sobre maltrato infantil recibidas en el Teléfono del Menor Anar entre los años 1994 y 2005, revela que 17 de cada 10.000 menores españoles sufre maltrato físico, psíquico, abuso sexual o situación de abandono, la mayoría son niñas (75,6%), sobre todo adolescentes: 14-17 años (72,6%), que son vejadas principalmente por progenitores masculinos.

Las principales causas por la que los menores llaman son:

  • 58.86% son por maltrato físico,

  • 30.32% por abuso sexual,

  • 7.69% por maltrato psicológico y

  • 3.11% por abandono.

La distribución por grupos de edad y tipo de maltrato es:

  • El maltrato físico es mayor en las mujeres de entre 14-17 años (36,8%),

  • El maltrato psicológico (29,8%) y

  • El abuso sexual (34,1%). la proporción de mujeres triplica a la de hombres abusados.

En cuanto a los agresores, y sin desglosar los tipos de maltrato:

  • el padre (27,7%),

  • la madre (22,7%).

  • vecinos, amigos y conocidos (4,7%), y

  • las parejas de la madre.

Los menores que sufren cualquiera de las formas de maltrato presentan los siguientes factores asociados:

  • problemas psicológicos, como ansiedad y miedo; sufren gritos, insultos y vejaciones y tienen problemas de rendimiento escolar.

  • situaciones de vejación infantil,

  • un entorno familiar caracterizado por alcohol, drogas y trastornos psiquiátricos y problemas de relaciones familiares,

  • sobre todo entre padres en procesos de separación.

Los responsables del informe ponen de relieve el alto porcentaje de abusos sexuales revelados en este trabajo, frente a otras investigaciones que rebajan la proporción de agresiones sexuales infantiles. A su juicio, el hecho de que la línea telefónica de ayuda al menor sea confidencial hace que "la transmisión" de este tipo de abusos, "que suelen ser un tema tabú y por lo tanto difícil de comunicar", se realiza de una manera más "fácil y frecuente".

Podemos concluir sobre el MTI en España que:

  • Es más frecuente en niños que en niñas;

  • Muchos de los menores sufren más de un tipo de MT al mismo tiempo;

  • El MT físico es más frecuentes en menores de2 años, y

  • El abuso sexual es más frecuente a partir de los 9 años y sobre todo, entre los 12 y los 15 años;

  • Hay una acumulación de factores de riesgo (Tabla 9) y escasos recursos de apoyo.

  • El MT emocional es más frecuente en familias con problemas de pareja y enfermedades mentales.

Respecto al abuso sexual, las características son:

  • Más frecuente en el medio urbano, que en el rural (60 % frente al 40 %).

  • Tienen lugar sobre todo en el interior de las casas o de vehículos.

  • Ocurrieron una sola vez en el 56 % de los casos, frente al 44 % que se repitieron.

Las lesiones de piel y mucosas representan la forma más frecuente de MT físico; las quemaduras, las formas más espectaculares, y los traumatismos craneoencefálicos provocados, la causa de muerte más frecuente. Y la localización más frecuente de las lesiones son: glúteos, nalgas y caderas, cara, extremo proximal del brazo y piernas, espalda, cuero cabelludo, manos y pies, oídos, genitales, nariz y boca.

La Negligencia es la forma de MT más común, seguida del MT físico y del MT emocional.

3.3. MTI EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El Programa de Atención al Maltrato Infantil desde el Ámbito Sanitario de la Comunidad de Madrid se inició en 1998. Previamente la Consejería de Sanidad venía realizando desde principio de la década de los 90 diferentes actividades relativas al maltrato infantil como cursos, seminarios y publicaciones (Bosch Marín, 1980; Sáez Crespo, 1984; Sáez Crespo, 1986; Abad y cols. 1993; Oñorbe y cols. 1995; OMEP, 1997) pero existía una demanda creciente de los profesionales sanitarios de formación acerca de aspectos clínicos y de intervención en los casos de maltrato infantil.

El Sistema de Protección de Menores, corresponde por ley a las Comunidades Autónomas, siendo el Instituto Madrileño del Menor y la Familia la entidad responsable de protección de menores en la Comunidad de Madrid.

El Instituto Madrileño del Menor y la Familia, dependiente en 1998 de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales y, actualmente, de la Consejería de Servicios Sociales, comenzó en 1998 el Programa de Atención al Maltrato Infantil desde el Ámbito Sanitario. El Programa se inicio en colaboración con el Instituto Nacional de la Salud de Madrid, las Concejalías de Servicios Sociales y Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Madrid, y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El Programa contempla, entre otros, el establecimiento de un registro acumulativo de casos detectados desde el ámbito sanitario. El 1 de enero de 1999 se inició el Registro de Notificación de Riesgo y Maltrato Infantil, que incluye el maltrato físico, la negligencia, el maltrato emocional y el abuso sexual, desarrollado una hoja de notificación como un instrumento de recogida de información para la detección de casos.

En la Comunidad de Madrid, el académico, Prof. Ángel Nogales, presentó en la Real Academia Nacional de Medicina, el 23 de enero de 2001, los aspectos epidemiológicos del MTI en la Comunidad de Madrid, que registró desde enero de 1.999 a junio de 2.000, comparándolos con los informes anuales del Defensor del Menor y la Familia de la Comunidad de Madrid de los años 1997 a 1999 (Nogales, 2001.), que resumimos en la tabla 28. En el período de enero de 1999 a junio de 2000 se contabilizaron 539 notificaciones, de las que 25 fueron repetidas, y su distribución por causa, son: 200 casos de negligencia, 187 de maltrato físico, 143 de abusos sexuales y 126 de maltrato emocional.

Tabla 28

Informe Anual del Defensor del Menor de la CAM y Nogales (2001)

TIPO DE MALTRATO

1997

1998

1999

1999 a 1.6.2000

TOTAL EXPEDIENTES

130

97

84

514

M. FÍSICO

Entre Iguales

Por Adultos

34

9

25

39

12

27

43

2

41

187

M. EMOCIONAL

Entre Iguales

Por Adultos

26

4

22

24

5

19

15

2

13

126

ABUSO SEXUAL

Entre Iguales

Por Adultos

27

6

21

12

1

11

15

2

13

143

NEGLIGENCIA

200

USO PORNOGRÁFICO DEL MENOR

2

6

M. INSTITUCIONAL

43

20

5

La distribución de las notificaciones según sexo, son:

241 varones (48 %)

256 mujeres (52 %)

Y la distribución de los casos de MTI, por grupos de edad, es:

0 – 3 años: 147 casos

4 – 7 años: 100 casos

8 a 11 años: 100 casos

12 a 15 años: 90 casos

16 a 18 años: 27 casos

No costa la edad: 27 casos

Posteriormente, Díaz Huertas y cols. (2001) estudian la puesta en práctica de la hoja de notificación y registro del periodo de el 1 de enero de 1999 hasta el 31 de diciembre de 2000 y con la población de referencia son todos los niños, enfermos o sanos, que sean atendidos en los centros sanitarios de la Red Pública de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid.

Los resultados fueron 670 notificaciones, que distribuidas por año, son:

1999: 350

2000: 320

Según el tipo de notificación, se distribuyen:

Sospecha: 461 (68,8%)

Casos: 209 (31,2% casos)

La frecuencia, según el tipo de maltrato, se expone en la tabla 29

Tabla 29

Frecuencia según las diferentes tipologías de maltrato infantil.

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En 185 casos (27,7%) se notificó más de una forma de maltrato infantil, siendo las asociaciones más frecuentes el Maltrato físico con el Maltrato emocional (59 casos) y el Maltrato emocional con la Negligencia (58 casos). La asociación menos frecuente fueron Abusos sexual con el Maltrato físico (15 casos).

La distribución del MTI, por grupos de edad, se presenta en la tabla 30

Tabla 30

Notificaciones por grupos de edad.

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En la prevalencia por grupos de edad (tabla 31) ofrecen una notificación mayor en el grupo de 0 a 3 años y una notificación menor en el grupo de 16 a 18 años. Esto es debido al seguimiento realizado por Programa del Niño Sano y a la mayor frecuentación de las consultas en la infancia temprana. En el grupo de 16 a 18 años de edad, las notificaciones se deben fundamentalmente a los casos de abuso sexual y las derivadas de situaciones de violencia entre iguales que el profesional sanitario considera como casos de maltrato infantil.

Tabla 31

Prevalencia de maltrato infantil por edades.

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La mujer presenta una mayor frecuencia de maltrato (52,5%). En el caso del Abuso sexual, el grupo de mujeres muestra una mayor notificación, representando el 69,4% de este tipo de notificación.

Con la puesta en marcha del Programa de Atención al MTI en la Comunidad de Madrid, desde el ámbito sanitario, con la hoja de notificación, ha permitido detectar y comunicar los nuevos casos, conocer las recidivas e integrar los servicios sanitarios y sociales.

Actualmente, contamos con un registro centralizado de casos que permite el estudio epidemiológico del MTI desde el ámbito sanitario en la Comunidad de Madrid. Así como una mayor implicación de los profesionales de la salud en la detección y tratamiento, asegurando la atención social a los niños. Todo ello, se ha visto favorecido con el establecimiento del sistema estandarizado de notificación de todos los casos a los servicios sociales.

Etiología

Se han formulado diversas teorías y modelos para explicar los incidentes de maltrato dentro de las familias (factores personales, familiares y socio-culturales). La mayoría de los estudios efectuados para se han realizado en familias en las que han intervenido servicios de protección infantil, lo que han llevado a un "error sistemático" o sesgo de selección del profesional que identifica y señala dicho abuso.

Se admite que no hay características demográficas, familiares o personales que excluyan la posibilidad de abuso en niños. El modelo que mejor explica la presencia de factores de riesgo que pueden inducir al abuso es el modelo ecológico descrito anteriormente. Aplicando al MTI, el modelo ecológico considera varios factores, como las características de cada niño y su familia, las de su cuidador o perpetrador, la índole de la comunidad local y el ámbito social, económico y cultural (Garbarino y Crouter, 1978; Belsky, 1980).

Este modelo considera la existencia de diferentes niveles ecológicos que están encajados unos dentro de otros interactuando en una dimensión temporal. Existen en este sistema factores compensadores (factores protectores) que actuarían según un modelo de afrontamiento, impidiendo que los factores potenciadores (factores de riesgo o de vulnerabilidad) que se producen en las familias desencadenen una respuesta agresiva hacia sus miembros. La progresiva disminución de los factores compensadores podría explicar la espiral de violencia intrafamiliar que se produce en el fenómeno de maltrato infantil.

La escasa investigación en este campo indica que, en una serie de países, algunos factores son bastante uniformes en cuanto al riesgo que implican. No obstante, es importante observar que estos factores, que se enumeran a continuación, tal vez se asocien solo estadísticamente y no exista un vínculo causal. (National Research Council, 1993; Sáez, 2001).

4.1. FACTORES PREDISPONENTES:

4.1.1. Características de los padres:

  • Padres inmaduros (20 – 30 años) RR: 3

  • Embarazos no deseados.

  • Padres egocéntricos.

  • Escasa adaptación ante la frustración.

  • Fondo de agresividad.

  • Sufrieron MT en su infancia.

  • Depresión o problemas emocionales.

  • Baja autoestima.

  • Expectativas poco realistas sobre el niño.

4.1.2. Características de los hijos:

  • Ilegitimidad.

  • Niños con discapacidades físicas y / o psíquicas.

  • Gemelos.

  • Enfermedades crónicas (especialmente VIH/SIDA).

  • Niños adoptados o en custodia.

  • Niños hiperactivos.

  • Mal ajuste escolar.

4.2. FACTORES DESENCADENANTES:

4.2.1. Fallo en la dinámica familiar:

  • Familias "rotas".

  • Amor y afectividad.

  • Factores psico-sociales.

4.2.2. Ambientes marginales con problemática social:

  • Paro.

  • Miseria humana.

  • Incultura.

  • Hacinamiento.

  • Alcoholismo.

4.2.3. Otros factores asociados:

  • Los padres agresores, han sufrido MT en su infancia.

  • El agresor mas frecuente es la madre.

  • Las edades más expuestas son entre 2 y 6 años.

  • Son más frecuentes en familias de 4 o más hijos.

  • Se produce con mayor frecuencia en el hijo mayor.

En la figura 4 se presentan las situaciones de riesgo psicosocial recogidas en la CIE-10, susceptibles aumentar las conductas de maltrato en la infancia y adolescencia. La presencia de 5 factores o más multiplica por 5 la probabilidad de presentar malos tratos en la infancia (Brow y cols., 1998)

Figura 4. Porcentaje según presencia de factores de riesgo

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Tomado de Brow J, Cohen P, Johnson JG, Salzinger S. Child Abuse Negl 1998

Desde el modelo eclógico, el Informe del estudio de la violencia contra los niños, presentado por Paulo Sergio Pinheiro en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 26 de Agosto de 2006, destaca la importancia de los siguientes factores relacionados con la violencia letal: (UNU, 2006)

4.3. FACTORES DE RIESGO

Según los datos de la OMS en el año 2002 en el Informe "Global Estimates of Health Consequences due to Violence against Children", la tasa de homicidios de niños fue el doble en los países de bajos ingresos que en los países de altos ingresos (2,58 frente a 1,21 por cada 100.000 habitantes). Las tasas más altas de homicidio infantil se dan en los adolescentes, especialmente en los varones entre 15 y 17 años (3,28 en el caso de las chicas, 9,06 en el de los chicos) y en los niños entre 0 y 4 años (1,99 en el caso de las niñas y 2,09 en el de los niños).

Algunos estudios, recopilados por Krug en 2004, indican que los niños pequeños corren mayor riego de sufrir violencia física, mientras que la violencia sexual afecta principalmente a los que han alcanzado la pubertad o la adolescencia. Los chicos corren mayor riesgo de sufrir violencia física que las chicas, mientras que las chicas están más expuestas a sufrir violencia sexual, abandono y prostitución forzosa. Los modelos socioculturales de conducta y los estereotipos de comportamiento, así como factores socioeconómicos tales como el nivel de ingresos y el nivel educativo tienen gran importancia.

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