Teoría de la propiedad (de la inteligencia), fuente epistemica de la “nueva concepcion de la historia” (página 3)
Enviado por Justo Amado Castillo Freire
La historia, no obstante, es cínica: no le interesa los medios sino los fines; ésta, podía ir a la automatización por el derrotero socialista –racionalidad- o por el capitalista –criminalidad-; en los hechos se ha servido de los dos; mientras que su desenlace lo hace por sendero intermedio: socialdemócrata (la capacidad de entender la coyuntura y de ubicarse, no adaptarse, sino de establecerse crítica, proactivamente –técnico-administrativamente-, en ella [En verdad, no es que el individuo se adapta a la cultura {E. Fromm}, sino que ésta lo moldea]). En la coyuntura, la historia se va, avanza sola: se ha tornado proceso cuasi sin sujeto (y no es radicalmente sin sujeto [consciente], puesto que la historia es la presencia y actividad sometida a leyes, de éste –del ser humano); es el mérito de la Revolución de Octubre, del socialismo de Lenin-Stalin (incluso del seudo socialismo Jruschov-Gorbachov): haber removido los obstáculos puestos por el carácter de las relaciones sociales al flujo del proceso progresivo de las fuerzas productivas: el aseguramiento del movimiento metahistórico.
En ese sentido la participación de la voluntad en el proceso de "construcción" de la historia hoy es opcional: la acción adversa es la de marionetas (que por necesidad de acumular, sobrevivir y divertirse, mueven sin saberlo, ciegos, la rueda de la historia [luego de 1956, la humanidad, in abstracto, es una entidad manipulada por la historia]); solamente la conciencia del proceso y la adhesión a él, confiere libertad y soltura al "ser" y a la vida (sin conciencia [" el pájaro canta, sin saber que canta " –E. Galeano: 2015 {Excelente Señor: los pocos días que nos quedan, estarán dedicados a honrar más su memoria}], el neosocialismo es el sujeto, mientras que quienes tienen claridad –que son contados con los dedos en el mundo, si acaso [¿quién cree en y asume el supuesto de la metahistoria, en su orden?]- sobre los hechos, constituyen la voluntad con razón).
El proceso natural, al que pertenece la historia, se personaliza, cuando el ser dotado de neocórtex lo deriva: toma conciencia de él, sale de él (generaliza su ser, en primer lugar y niega su esencia: el trabajo no es más necesario para la historia, en segundo) al anularlo en su momento social (la revolución) y lo vuelve formal cuando revierte el proceso de subsunción en la robótica (el proletariado, una vez cumplida su misión histórica [el socialismo de Lenin-Stalin, se niega en la robótica]): la nada (el trabajo: fuerza en potencia) se ha vuelto todo: el saber absoluto, la libertad. La mente en la coyuntura, por su parte, debe ubicarse en la cumbre del proceso histórico hipotetizado, para deducir su razón y la tarea (pero antes el "súper ser humano" ha de pasar por la esfera lúdica [Sodoma y Gomorra; adoración al becerro de oro {automatización: disponer de todo en forma gratuita} en espera del retorno de Moisés con las Tablas de la Ley], la que luego también es topada por la racionalidad).
Con el triunfo de la conciencia sobre el "ser", con el conocimiento de éste, las oscilaciones presentes en el movimiento contradictorio entre conciencia y materia, también cesan: amargo preludio paradójicamente triunfal, que anuncia que el período mayor: el metaciclo universal (Universo viable y óptimo –R. Penrose- en curso), está por concluir. Con la legalización profusa en el Planeta del matrimonio homosexual, la humanidad se antela a instalarse en la etapa neohedónica, que necesariamente viene (de este fango un sector mayoritario ungido, de alta racionalidad, saldrá avante; segmento humano que superará la esfera de la emocionalidad, que actuará de modo providencial), desestructuración de la familia monogámica: institución egoísta, convenientemente clasista, actualmente en desbandada, que debe ceder paso a la instalación abstracta de la transparente actividad del sexo libre comunitario, reproductivamente inviable (muchas usos sexuales extramatrimoniales vienen siendo fuente de crecimiento personal [Sitios web de experiencias sexuales extramatrimoniales se incrementan: personas casadas que buscan tener coito con otras]).
En efecto, sin trabajo, eliminadas las guerras, implantado un chip en la cabeza a través del que el entorno social insufla toda la conciencia (saber) del mundo en cada nuevo individuo de modo que pasa a conocer de golpe, el ser humano: ¿en qué ocupa, cómo entretiene a la inteligencia? (la población masivamente ingresa en la etapa hedónica). Si no habría nada ya que conocer, se volvería inútil la presencia de la inteligencia (del neocórtex, de la propiedad de la reflexión, de tantas unidades de pensamiento) como también el sexo reproductivo (pero, "El señor alabado sea", falta mucho por investigar, de modo que la vida, "Aleluya", puede con utilidad seguir; "Alá te protegerá": un círculo científico reducido es el sujeto continuum).
Una vez cerrada la reyerta especulativa, retórica, a lo interno de la última forma funcional de elite, en la especie toma el lugar de dínamo, la antinomia entre hedonismo y frugalidad estoica (el antónimo de hedonismo es la racionalidad); proceso de oposición y lucha de contrarios, en el que vencerá la racionalidad (en realidad, R. Descartes vuelve a la vida, y en ella se queda) y la cual empujará el proceso en sus últimos tramos (en verdad, ¿qué sería de Dios sin el Diablo? Este último es el que hace posible –en el supuesto escatomitológico- la vida de Aquel, tanto como de la del ser mediación [marioneta] de la realización de esta contradicción: el ser humano, al entretenerlo). La realidad entera ha arribado a su zenit. El producto del viacrucis hacia la formación de la dimensión compleja, cede lugar al sumun esencial, tanto en la historia (naturaleza [biodiversidad] y especie humana [articulación variadamente estamental]- se descomplican) como en la lógica (en la mente colectiva natural/artificial se simbolizan "las pocas, hermosas y sencillas leyes, que permiten la elucidación del Universo").
Dos tesis principales es pertinente plantearse, en el marco de las presentes cavilaciones: 1) el rumbo (progreso positivo), la razón (producir la "conciencia de sí" y del Universo) y el "fin" (producto y término) de la vida humana (conciencia completa, libertad, dominio efímero de la naturaleza: pasar a regir por un momento el proceso de la materia [el desarrollo positivista, tecnocrático de las fuerzas productivas {"Teoría de las espirales", robótica, biónica, computación cuántica, telemática, neurogenética, nanotecnología, IA, interfaz inteligencia natural-inteligencia artificial, aeronáutica espacial} conducen al ser humano hacia dicha posición]; luego ésta se vuelve "intangible" [situación similar a la de Darwin: el eximio naturalista aseveró, que para dar crédito a su teoría debía hacerse abstracción de la Paleontología; en el presente caso, para asumir la idea del ser humano como regente del Universo, debe ignorarse su inmensidad {la Cosmología}]); y, 2) que la burguesa es la fase prometeica hominizadora (aún en su índole posmoderna de "depredador financiero" –J. Beinstein-, o esquizoide –B. Echeverría) par exellence de la vida (A. Leontiev).
El primer supuesto (capitis diminutio) ha receptado objeción: -"El ser humano nunca llegará a ser Dios, porque su inicio es contingente: empezó a existir. La esencia de Dios es sólo existir". Réplica a la tautología lógica: la esencia de la Materia "es sólo existir" en (auto)movimiento contingente: ¡credos y dioses pasarán, pero la Materia no pasará! (quién produce el concepto es la humanidad [el neocórtex colectivo en la práctica social del trabajo], pero la humanidad tuvo un origen y no es inmortal); la mayor parte de este cinetismo ocurre de modo mecánico, puesto que otra forma ad infinitum, es intolerable: la anquilosante invariabilidad de la eternidad, la monotonía de lo perfecto, el ejercicio reiterativo de rememoración de lo sabido: "porque no existe progreso en la historia del conocimiento sino una sublime y continua recapitulación" –Eco, U. El nombre de la rosa- (el ser humano que llegue a ser "Dios", transcurridos cerca de una decena de miles de años [C. Sagan], de inmediato debe ponerse a pensar en realizar su libertad: seguir en su "ser" [inmortalidad] o dejar de ser en coherencia con el arribo del Big Crunch ["todo estará escrito ya" –"Teoría M" {o similar}: "que explica todas las cosas"-: no habrá razón para la existencia de la inteligencia; en realidad, "nos aburrimos, necesitamos dar otra excitación a nuestras vidas", incluso si el ser humano llegue a desantropomorfizarse]; un estado de ella [materia compacta: Bosón de Higgs] y una parte-forma de él [movimiento], producen al ser, que los simboliza y crea la idea de Dios).
La actitud de credibilidad respecto de la ruta humana, de su función y el desenlace de la praxis histórica, ha sido deleznable y permanentemente puesta en cuestión. El escepticismo en torno de la capacidad, valía y poder humanos, viene de atrás: expresa evidente y masivo complejo de inferioridad, que desgraciadamente se mantiene vigente y el cual, ejecutará sus lances en el próximo futuro. Por ejemplo, Hegel sostiene que el instrumento de la mente no es adecuado para abarcar idealmente al Universo (limitaciones en la herramienta cognitiva de la inteligencia); en palabras del filósofo:
" el infinito no puede ser compre[he]ndido en el concepto , es preciso indagar la facultad de conocer para ver si es capaz de realizar semejante tarea; se debe aprender a conocer el instrumento antes de comprender la labor que por su medio ha de llevarse a cabo; porque si el instrumento fuese insuficiente, todo esfuerzo resultaría estéril." [Hegel, Fiederich. Lógica];
Godel blande el presupuesto de la incompletitud del lenguaje (la simbología, por deducción matemática, es limitada); R. Lanz sentencia, que el ser humano es incompetente en su pretensión científicamente multidisciplinaria ("la imposibilidad de una epistemología filosófica" –sic); de Hipona asume, que no se puede trasvasar toda el agua del mar a un hoyo hecho por un niño en la playa; R. Báez dice, que hablar en términos de "absoluto" (futurizar) es una conducta sospechosamente metafísica (incapacidad de pensar en las dimensiones "completas", últimas de la realidad [posición análoga asumen los doctores de la reacción, por ejemplo: Weber, Aron, ]); la Biblia dice, que al ser humano le está permitido acceder hasta un cierto límite al conocimiento (esta demarcación concuerda con el linde de la capacidad cerebral individual; debe entenderse, que se dice que tal frontera está dada por la capacidad natural [y por la coyuntura de la lucha de clases y del estado de desarrollo de las fuerzas productivas], mas no por el nuevo instrumento de la mente creado por el propio ser humano por manipulación de su naturaleza biológica y por la producción de la inteligencia artificial).
Marx sostiene, que la mente del ser humano, sea de forma segmentada como en su carácter colectivo, no se halla en el mundo únicamente para realizar descubrimientos, formulaciones teóricas, realizaciones e inspiraciones pírricas, parciales y aisladas en referencia con el mundo. Por ejemplo: revelar el fenómeno de la circulación de la sangre o representarse estructura genética ; el invento del telescopio por Galileo, el microscopio por Leeuwenhoek, reproducir los rudimentos de la vida in vitro por Stanley Miller-Fox (Horgan, John. El fin de la ciencia), su origen: "combinación entre metabolismo, membrana y replicación"; la Marsellesa del gran corso N. Bonaparte, la Internacional de Lenin; el socialismo de Stalin; tan sólo realizar el poder del neocórtex en la esfera estética (El Vals Invitación a la danza [qué hermoso: música nítida, diáfana, de ensueño {bella coreografía}] del Karl María von Weber, la interpretación de la más bella pieza musical jamás creada [fuerza de carácter: la voluntad {Así se templó el acero –N. Ostrosky}]: la obertura Egmont de la opera Fidelio de Ludwig van interpretada por la Filarmónica de Berlín a las órdenes H. von Karajan; la telúrica pieza musical boliviana: Mi Raza, el filme Si yo fuera diputado con Mario Moreno "Cantinflas"); esta sería una conclusión incluso mezquina sobre el poder del cerebro humano y en torno de su misión.
El desarrollo humano consiste en pasar del hedonismo a la racionalidad (en la naturaleza: "Las variaciones más exitosas se transmiten a las generaciones siguientes"), para lo cual se debe reducir el trabajo de los sentidos al mínimo necesario sólo para conservar la vida: es el requisito para que opere la fría racionalidad (convertir en "Dios" a una persona mediante la anulación de los sentidos (A. Moreano: Apocalipsis perpetuo): la vista para que no mire la belleza de las flores, el oído para que no escuche el trinar del ruiseñor, el olfato para que no perciba la feromona, el tacto para que no sienta la sensación de la seda, el gusto para que no experimente el placer del almíbar. Y tiene sentido). Antes en una "sociedad", en un individuo, lo trascendente era el trabajo, la producción; hoy lo es el conocimiento. En efecto, las preocupaciones de la humanidad se hallan paulatinamente en modificación ("van a ir cambiando"): del hedonismo, del ecologismo, incluso de la política hacia una urgencia superior: la producción de la idea.
La ley que preside esta transición entre leyes, es la determinación de la concreción de un proceso (de la automatización), de un sistema (del burgués de reproducción): mediación en el desenlace del progreso en el plano de las condiciones materiales artificiales de sustento dinámico de la vida: desarrollo de las fuerzas productivas de modo coetáneo con la acción de la voluntad: la lucha de clases (la Revolución de Octubre, el socialismo de Lenin-Stalin); vertebración entre historia y conciencia; entre estructura y sujeto; su punto culmen es la ciencia y la técnica (capitalismo: motor principal del progreso; socialismo: motor dual del mismo): conocimiento plasmado en la producción del robot inteligente autónomo (la "riqueza" pasa a ser producida por la máquina, una vez que el ser humano ha creado su alter ego real: el robot inteligente autónomo [automatización: traslado del trabajo humano a la máquina; desarrollo de las fuerzas productivas y lucha de clases: reemplazo del trabajo vivo por muerto {tendencia a la baja de los retornos; composición orgánica absoluta del capital}]; el modo de producción ha cambiado, efecto de la plasmación de la potencia del neocórtex colectivo, desplegado en la práctica histórico-social del trabajo). El ser humano se queda libre, escotero, para emprender de una vez por todas su verdadera misión: comprenderlo todo, dominar a la naturaleza.
En el instante en que los cerebros se conecten en red (desaparecen los secretos, se generalizan las sensaciones), se crea un nuevo banco potente, amplio, de conocimientos; se integran cuantitativamente los procedimientos de trabajo propios, particulares de esas mentes –Homero, Heráclito, Herodoto, Hipatia, Aristóteles, Kepler, Newton, Hegel, Darwin, Marie Curie, Mendel, Marx, Beethoven, Mileva Maric, Rosalin Franklin, Sagan, Penrose, por ejemplo- (la realidad es tan extensa [verdad relativa/verdad absoluta –Lenin], que sólo se puede aprehenderla subjetivamente en su entera magnitud a través de la vía cognitiva de las "aproximaciones sucesivas" –interpolaciones), que cualitativamente dan lugar a un supra método más poderoso de reflexión; y, si a estos nuevos "hardware y software" se aúna un potente centro de inteligencia artificial, se ha creado el "cerebro de ´Dios´": ha nacido Lucifer (la especie non plus ultra).
Es práctico superar la barrera comprensiva, especulativamente puesta por Hegel-Godel-Lanz-de Hipona-Báez-Religión a la mente (la conexión en interfaz entre inteligencia natural-IA modifica el limitado instrumento de la mente humana volviéndole infinitamente poderoso –factótum-; el ser humano ideará nuevas formas de representarse el mundo, como antes ha ido de la matemática elemental a la infinitesimal –ahora se habla de la fractal (Fibonacci), la que sostiene la Teoría de las Súper Cuerdas, de la "espirales". No sólo un cerebro por separado, sino la humanidad en su conjunto -Hawking- se hallan en condiciones de concebir y abarcar el producto-abstracción de los "grandes números"; pues, la evolución marcha al absoluto " porque así lo quiere Dios" -de Chardin-. Por tanto, la teoría clasista de antes en la gnosis, hoy pasa a ser la expresión de los intereses de toda la humanidad: la "cuestión humana" (que es lo mismo, que decir: la "cuestión de la inteligencia").
Un palo es la extensión del brazo de quién desea alcanzar una fruta yacente fuera del rango de influencia de su mano. El teléfono, en cambio, cumple el papel de "sinapsis" entre conciencias (pero el portento más favorable es la ciudad: la ciudad burguesa hiperurbanizada, necrótica, en verdad, tramado de cerebros con vicios y demás, cascarón del que permanentemente eclosiona el desarrollo de la ciencia y de la técnica, de la conciencia); ese instrumento de comunicación es una tecnología mucho más eficaz: la forma desarrollada de sí, que permea la conexión en interfaz entre cerebros; en ese sentido, el teléfono celular (la Tablet) por ahora, es un medio de formación de "redes cerebrales", por el cual se potencia el proceso del pensar -la "nube electrónica", las "redes sociales" (fuerzas productivas del pensamiento; el cerebro, órgano versátil y plástico, despliega mucho más su potencialidad, en tanto más instrumentos y conexiones con otros tiene a su haber)-: la asociación de paradigmas, de patrones, de sistemas de ideas, de mundos subjetivos, de universos de pensamiento, entre unidades completas de inteligencia. Un ordenador (del ábaco a la computadora) es la proyección del cerebro: de las funciones intelectuales (la tecnología, que en un principio se usa para utilizar/transformar la naturaleza, pasa a ser empleada para "conocer y dominar a la naturaleza").
El cerebro es un órgano productor de cerebros, de inteligencia: mejoramiento de la natural por vía de manipulación neurogenética, mediante la de la creación de inteligencia artificial y, finalmente, por la de la singularidad (V. Vinge): integración de los tres portentos antes citados. En una palabra, de igual modo como el ser humano ha recurrido a la propia naturaleza haciéndola "para sí", como instrumento para alcanzar objetivos que no han estado inmediatamente a la mano (los semovientes, los metales, las fuerzas y leyes naturales), en un futuro (como ya se piensa y se hace: los agujeros de gusano, el Universo encorvado, las murallas cósmicas; la neurogenética, la producción artificial de telomerasa, la criogenización, la vitrificación, la robótica, la inteligencia artificial) encontrará el medio en la propia realidad, que le permita abarcar con su mente a todo el inmenso, insondable, remoto Universo.
El ser humano históricamente se auto esculpe como "Dios" mediante el progreso de las fuerzas productivas: inteligencia ontologizada en la práctica inmanentemente antitética, histórico-social de la producción conducente a satisfacer necesidades crecientes y en renovación constante ("condena histórica del destino" [En realidad, Dios se está esculpiendo en estos precisos momentos en la evolución del ser humano y llegará a "Ser el que Es", cuando el ser humano alcance su cima: el saber total, la perfección y la libertad –acto y potencia: "y la Carne se hizo verbo": la Antropología se hace "Teología" {empero: o las leyes cósmicas aniquilan al ser humano, o éste acelera el paso, domina dichas leyes y se pone a salvo de cualquier anomalía estocástica, imprevisible, que sobre él pueda sobrevenir eliminándole, con la liquidación del proceso y precisamente allí la ciencia y la técnica –no Eros ni la Biblia- tienen la palabra; expuestos de otro modo los hechos, se trata de la entera vigencia del gran frente de lucha entre la emocionalidad y la racionalidad}]).
Este hecho se comprehende en el movimiento contradictorio propio, ascendente de la Materia (La realidad [la materia, el Universo, el mundo] es finita: su proceso [movimiento cíclico, regular] es infinito); pues, no existe "Dios" antes del Big bang, tampoco lo hay luego del Big crunch: el Universo, se dota de su regente racional, en el proceso de desarrollo material/espiritual del producto máximo de su realización: la especie humana. El individuo es el resultado de la transformación de una porción despreciable de materia mecánica a forma consciente, y móvil para el que toda la jerga de leyes, procesos y componentes cósmicos, no son más, que presupuestos "para sí": para la producción del sujeto y su obra; en verdad, la Tierra es el centro del Universo y el ser humano es la médula de ésta (en sentido análogo al comprehendido en las rítmicas líneas de El principito [ese relato hermoso, del piloto galo: Antoine de Saint Exupéry, que se leía cuando niños]: su flor es la única; la humanidad [la Tierra] es exclusiva).
"¡Salve Oh [Tierra] ! ¡mil veces! ¡Oh [Tierra]…!
¡gloria a ti! Ya tu pecho rebosa
Gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir" (Juan León Mera: eximio poeta ecuatoriano).
El proceso de conjunto. 1) En la Materia: apertura del ciclo (formación del Universo [gran explosión; cuatro primeros segundos del Universo]: determinación, equilibrio dinámico [fijación de las siete constantes cósmicas {valores de la velocidad de la luz y de la gravedad; campo eléctrico; la constante planckiana; la masa del protón, del electrón y del neutrón}; formación de las cuatro fuerzas principales {gravedad, electromagnetismo, decaimiento fuerte y débil}; la contradicción que mueve al Cosmos: entre electromagnetismo y gravedad]); 2) en la naturaleza: de la proto célula, a la biología pluricelular, al homínido y al ser racional; 3) en la historia (progreso: ascenso de las etapas inferiores a las superiores): barbarie, formaciones humanas: comunidad primitiva (sistemas equivalenciales), esclavismo, feudalismo, capitalismo y comunismo; 4) en la lógica: mitología clásica, formación ideológico-religiosa, positivismo científico, cosmovisión filosófico-materialista total: la idea absoluta; cese del proceso ordenado universal, conclusión según el modelo formal gaussiano: momento final degenerativo (el proceso se deshace tal como se hace –sic).
En la Realidad (noción en la que se comprehende la Materia, el Universo, la Naturaleza, la Historia y la Conciencia en sentido deductivo/inductivo, pues, en el conocimiento la totalidad [abstracta] vuelve a ser de otro modo) todo está dispuesto en forma pre y metadeterminada cuasi escatológica, para que la realidad alcance su yo alterno: la idea (momento en que ésta –como cuando el ser humano alcance por fin la libertad al conocer y dominarlo todo- realmente existe). ¿Cómo funciona todo, concebido el hecho completo, en términos no solamente filosóficos? ¿Muerte térmica del Universo? Segunda ley de la Termodinámica (en realidad: de la "materiodinámica"): ¿entropía absoluta? ¡De ningún modo! La materia: "ni se crea ni se destruye, sólo se transforma". Por tanto: Big bang, Big crunch, Big rip; ciclo repetitivo infinito: Universo oscilante, de acordeón, corazón material: sístoles y diástoles sempiterno. La esencia de la Materia es existir, ser, permanecer; "nada hay eterno fuera de la materia en perpetuo dinamismo y de las leyes con arreglo a las cuales se mueve y cambia" (F. Engels: Dialéctica de la naturaleza). La Palabra pasará, pero la Materia no pasará.
Una pregunta cosmofilosófica queda por responder: ¿por qué existe la realidad? Tal vez esta interrogante sea el último "secreto de Dios" (Deuteronomio –sic), que deba ser profanado, desencriptado (por la nueva Eva, por Atenea-Apolo supramodernos, por el neoPrometeo, por el posthumano: por Lucifer). Esa la vital interrogante, que devanará los sesos futuros (IN [inteligencia natural]-IA [inteligencia artificial] de consuno, en un solo cuerpo). Si a una persona se le interroga: ¿por qué existe Ud.?, contestará: debido a que tuve un padre y una madre, que copularon; esa respuesta, no puede darse respecto de la realidad, pero la misma será producida; luego de lo cual el Angel cae (nadie puede refutar esta hipótesis, tan sólo se limitará a decir: "es una opción, una posibilidad"). Respecto de la inquisición, dos actitudes importan: 1) la búsqueda de solventarla y, 2) asumir una posición indiscutible, bíblica, coránica, upanisadica, popolvhica. ¿En dónde reside, cuál es el criterio de veracidad en la intrincada problemática, en la post "epistemología" de la mente? Siempre hay un principio en el pensar (éste, es puramente lógico); los primeros brotes emergen de modo espontáneo, de manera axiomática, sin otra determinación, que la especulativa, pero son los supuestos que permiten fácticamente pensar (obviamente, a partir de lo que no se quiere –no se puede- pensar –L. Althusser).
Para entender el Universo en forma fáctica (asumirlo como "cosa" –E. Durkheim), previamente debe figurárselo en su totalidad (tomar distancia de él, abarcarlo completamente con la mirada: colosal tarea por emprender); hacia allá van los viajes interestelares, el desarrollo de las ciencias positivas y su integración transdisciplinaria ("singularidad"). A medida que mejore la comprensión de la estructura de la realidad y de su funcionamiento, más cerca se estará de la respuesta de la inquisición puesta. En este último caso, es posible que la pregunta no sea pertinente, puesto que es probable que una forma particular, finita, terrena, humana, de ser, se la ubique como atributo en el plano absoluto de los hechos (por ejemplo: el ser y dejar de ser [el proceso de un género de existencia de la materia] de una forma individual orgánica [el cerebro humano está modelado en el algoritmo: nacer, crecer, multiplicarse y decesar; o sea, si algo existe, es porque tuvo un inicio {un creador; empero Lamarck aquí tiene la razón: la generación "espontánea"}, su nacimiento: esa noción se la extiende a la materia; pero "la esencia de ésta –de la materia- es sólo existir" en permanente movimiento cíclico]).
¿La población crece al azar o existe una determinación detrás? ¿Crecer y crecer mientras haya recursos (necesidades del capital) y lugar, y viabilidad gamética? ¿Qué sentido tiene esta multiplicación humana? El incremento del quantum poblacional posee su límite en el desborde que conduce a la migración: la ocupación de nuevas zonas. En la actualidad el límite es el planeta (¿?) y/o el estado de desarrollo de la ciencia y de la técnica; su necesidad es aventurarse en el Cosmos con el fin de dominarlo intelectivamente (Ley de la población: "El progreso de la humanidad –en cada etapa histórica- está en relación con la densidad de la población"; con 10 millones de habitantes, al promediar el siglo actual, la persona desborda su ser doméstico y trasciende en sentido geográfico, terráqueo y cognitivo; en realidad, surcará el Universo). Ahora bien, no deja de experimentarse escozor existencial al abordar esos temas; tanto, que se preferiría tener el modelo mental de cristianos, de hinduistas, del propio de los pueblos originarios bolivianos: "imaginario" construido con estructuras hedónico-míticas, a efecto de hallarse exento de tal tribulación (se comprende el papel estabilizador del ánimo, inherente al pensamiento mítico-religioso).
"¡Yo escribo lo que debe ser dicho!": ¡en su parlante me convertiré!: el ser humano será El que Es. "¡… tengo razón!" (Paráfrasis de: 1.- las expresiones del venerable George; y, 2.- de Ubertino de Casale: "-Willan de Baskerville, sin medir las consecuencias, para sí o para alguien más, siempre debe probar, que tiene la razón-" [Eco, Umberto: El nombre de la rosa]). La humanidad debe empezar a pensar en grande sobre sí misma, a sacudirse del hedonismo (mítico-religioso, ecologista-antrópico, burgués-concupiscente, socialista-estético [antes de la madurez {40 años} sólo el cerebro derecho se ha realizado]) y a resaltar sus talentos racionales, con los cuales ha sido y se ha favorecido a sí misma; que aplique los programas de reingeniería mental, incluso generados por la administración estratégica y el marketing burgués para trabajar sobre el cerebro derecho de su nómina (y del "cliente externo") y "agregar valor" ("poner en valor" –sic-, su capacidad intelectual) al proceso de explotación, para despejar de su "imaginario" (sic) ideas escolásticas de subordinación, de deshumanización racista, de manera que se "eleve su autoestima" y sepa que es su destino realizar la tarea más grande al interior del funcionamiento de la materia: comprenderla, dotarla de conciencia, dirigirla.
Y, si por alguna circunstancia aleatoria, este "fin de fines": la producción del saber absoluto y el dominio sobre la naturaleza (K. Marx: Los grundrisse), quedase a medias o directamente no realizado –por desaparición letal temprana de la especie (suicidio colectivo: "Dios no quiera" –sic), del "clima organizacional" necesario, de la "civilización frugal del saber objetivo integral y la verdad", debido, por ejemplo, al calentamiento global ("huella ecológica" –sic) o al "invierno nuclear"- se deberá presuponer, en perspectiva "teleológica": que hacia allá se iba, que esa frontera debía alcanzarse (otear la esperanza y ponerla en la predicción), y que en otro proceso universal será (siempre será, como una vez producidas ciertas acciones humanas, incluso fuera de su época, acogen con sutileza, con dulzura, con magnanimidad a la conciencia, son su remanso: las últimas notas musicales, arpegios: bellas, diáfanas, nítidas de Cuadros de una exposición del gran compositor ruso, de las estepas siberianas, Modesto Musorgsky).
El desarrollo material no es para siempre; sin embargo el proceso en el que éste se inscribe es permanente, en tanto es cíclico, repetitivo, ad infinitum: eslabones encadenados de acuerdo al modelo formal gráfico gaussiano, en los que el fin es el comienzo (la magnitud de movimiento ["tiempo"] implicado es astronómico, la mayor parte y dimensión de éste, no es significado). Las leyes conocidas de la materia: electromagnetismo, gravitación, decaimiento Beta, la atracción de protones y la unión entre éstas –Strong Unification Five (SU5)- (lo particular se realiza y expresa en lo general y viceversa) y la tabla periódica de los elementos, por ejemplo, mutatis mutandis, constituyen atributo y realidad abstractos; por tanto, los referidos son contenidos comunes de lo existente en cualquier sitio del Universo, o de los universos paralelos, cuantos haya.
Los procesos, en consecuencia, deben ser similares en otros lares del Cosmos, contrariamente al exceso de fantasía con el que se suele abordar el hecho (si en otra parte del Universo o en otro momento hay, hubo o habrá vida inteligente [principio antrópico: sistema solar, tamaño y ubicación del "blue planet", temperatura, existencia de atmósfera, etc. -Ing. D. Moya], el ser que los detente debe ser un clon del ser humano terrestre o éste debe serlo de aquel: si para pensar se necesita de neocórtex [es la única manera de hacerlo], éste habrá de generarse en un organismo apropiado específico: bípedo, vista estereoscópica, manos con dedos opuestos: el pulgar al resto, etc., es decir, en la antropofísica humana [No sólo que el mismo material {la tabla periódica de los elementos químicos}, que compone la Tierra debe hacerlo con el Universo, sino que los mismos procesos {estructuras} hacia la inteligencia deben operar en otro punto del Cosmos, en que suceda]; en una palabra, solamente en la conformación antropomórfica puede yacer y actuar la inteligencia).
Terminada exitosamente la faena, la controversia dada entre creencia y heretismo, se resuelve de modo simple, dialógico, comprensivo. De existir la "Providencia", Esta recibiría a aquella generación de inteligencia natural, mixta o artificial triunfante con alborozo y la integraría en su seno, pues, seguramente Dios le diría a la humanidad atea, científica, postpolítica, buena, de ese entonces (también que el ser humano llegue a ser "santo", "salvo", depende del desarrollo y del estado de las fuerzas productivas; la ciencia y la técnica alteran la naturaleza humana): "venid benditos a gozar de mi Reino, porque aunque sea tozudamente negándome, han luchado por retirar de la escena histórica los regímenes divididos en clases en los que la dominación ha explotado a los más pequeños: mis hijos, por pretender instaurar una forma humana de bienestar para todo el prójimo, y por cuanto me han encontrado, han llegado a conocerme, por esfuerzo personal, con el uso de la propiedad única que he puesto en Uds.: la inteligencia", aplicada en el hacer científico y técnico, incluso con la oposición de quienes han dicho actuar a mi nombre: el calvinismo-luteranismo (ahora bien, el problema teológico no radica en la no creencia en Dios; la verdadera tragedia es, para moros y cristianos, que este "Ser" no existe).
Quito, septiembre del 2015.
Autor:
Ing. Justo Castillo Freire
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