Fundamentos en torno a los estudios culturales comunitarios y la sistematización de experiencias
Enviado por Msc.Victor Sanchez Rodriguez
- Análisis teórico en torno a la definición de cultura y sociocultura
- Etapas del proceso de estudios comunitarios
- Bases epistemológicas de la sistematización de experiencias socioculturales
- Bibliografía
Análisis teórico en torno a la definición de cultura y sociocultura
La palabra cultura se origina en el latín, cultüra, pero el concepto mismo que representa ha variado constantemente de significado y de connotación, haciendo patente que las palabras son cosas vivas que se renuevan constantemente.
La palabra cultura (en castellano) proviene de la palabra cultüra, Latín (L), cuya última palabra trazable es colere, L. Colere tenía un amplio rango de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se separaron, aunque sobreponiéndose ocasionalmente en los sustantivos derivados.
La palabra principal colere se convirtió en cultura, que significaba básicamente cultivo, o pedazo de tierra cultivada, y su significado primario fue labranza, como tendencia natural al crecimiento de los sembradíos hechos por el hombre, tuvo también un significado subsidiario medieval de honor y adoración, por ejemplo, en inglés cultura como 'adoración' se lee en Caxton (1483); posteriormente, con la Ilustración la misma palabra cultura comenzará a aplicarse –originalmente con un sentido metafórico– para expresar el gusto por el conocimiento o la sapiencia.
Como vemos, desde su uso en el tiempo del Imperio Romano hasta la Europa del Siglo XVI, se impone el significado de cultura como la preocupación de la gente por la producción agrícola y a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX todavía designa en Francia a una parcela de tierra cultivada.
Sin embargo, ya desde el Siglo XVII, la palabra cultura comienza a ser usada también en un sentido metafórico: de cultura referido a la acción de cultivar la tierra, a cultura como acción de cultivar el conocimiento, o el espíritu, como se diría entonces tanto en Francia como en Inglaterra. En un comienzo, la palabra es usada seguida por el complemento de la cosa cultivada: "cultura de las artes", "cultura o cultivo de las letras", "cultura de las ciencias".
Con la Ilustración, además, cultura comienza a ser usada para reforzar la idea del ser humano como ser racional, como el único ser capaz de acrecentar su conocimiento mediante el uso de su voluntad y su intelecto en las artes, las letras y las ciencias. Esta vez por metonimia, quien conoce de artes, de ciencias, o es refinado, tiene cultura. Así, la cultura pasa a ser el carácter distintivo de la especie humana que progresa y se eleva por sobre su estado natural de salvajismo o de ignorancia.
En el siglo XVIII, "cultura sigue empleándose en singular, lo que refleja el universalismo y el humanismo de los filósofos: la cultura es algo propio del hombre (con mayúscula), más allá de cualquier distinción de pueblos y clases.
A inicios del Siglo XIX, aparte de ser usada como sustantivo que designa a un pedazo de tierra labrantía, cultura se asocia a la idea del progreso y la civilización. Cuanto más mentes cultivadas e instruidas hayan, como portadores de gran cultura, más progreso posible, y por lo tanto, más penetrante y amplio el mundo civilizado. En un momento, cultura y civilización llegaron a confundirse. Si se es civilizado se es culto y viceversa.
Con el tiempo este sentido de la palabra cultura se asentó con fuerza, especialmente entre las clases altas y nobles de la Europa de influencia francesa, pero la expresión cultura desarrollaría aún varios significados, con sentidos que a menudo se pierden o se bifurcan hasta constituir verdaderos antónimos.
El origen del concepto humanista estético de cultura se encuentra precisamente en la forma que la Ilustración impactó en las letras francesas. Al elaborarse un concepto "universalista" de cultura, que dice que todos los seres humanos son portadores de cultura, sin establecer grados de evaluación entre ellos.
La complejidad del concepto cultura hace que un amplio espectro de problemas aparezcan interrelacionados dentro de éste: su esencia, carácter histórico y manifestaciones; vínculos con la producción y satisfacción de las necesidades; nexos entre cultura material y espiritual, cultura y ciencia, cultura y valores, cultura y desarrollo, cultura y educación.
La cultura como concepto se ha interpretado en ocasiones como la diversidad de manifestaciones artísticas y literarias que forman parte de un determinado organismo cultural. Otros consideran que esta se limita al lenguaje cotidiano. Para la etnografía, la cultura es todo lo hecho por las manos y el intelecto del hombre, a diferencia de los dones de la naturaleza. Los arqueólogos, los historiadores y los filósofos, la identifican con la actividad material de los hombres a través de la cual puede inferirse su vida e identificar la superestructura de la sociedad.
En la realidad, existe una diversidad de perspectivas de análisis del término, que obligan al investigador social a asumir un enfoque que generalice la riqueza conceptual del término. La teoría marxista sobre la formación económico-social, presupone que las relaciones sociales de producción (la organización que adoptan los hombres para el trabajo y la distribución social de los frutos) constituyen el fundamento de la superestructura jurídica- política– ideológica.
Estos nexos determinan la calidad de la cultura imperante en cada época histórica. La sucesión de formaciones económico-sociales conllevó a la transmisión de los valores culturales de una a la siguiente, en medio de estas se introducen cambios y transformaciones del hombre en correspondencia con sus necesidades sociales. La cultura es el resultado de la actividad del hombre, en el que el mismo produce y se reproduce así mismo, sus propias relaciones y su propia cultura.
De importancia capital por su naturaleza orientadora desde una perspectiva teórico metodológica en los estudios sobre la cultura lo constituye la sistematización de los rasgos esenciales de la cultura enunciados por la Doctora Rafaela Macías (Macías, Rafaela, 2007) estos son los siguientes: la cultura se le encuentra tanto en el hombre como en las cosas, a la cultura se la ve tanto en los procesos como en los objetos, se la concibe tanto como lo estable, lo tradicional y como lo novedoso, se la analiza tanto desde el punto de vista informativo como desde el punto de vista semiótico, se la considera desde la axiología y desde la tecnología, choque de especial agudeza entre dos concepciones; la axiológica o valorativa y la tecnológica como actividad humana independientemente de cual sea su valor y en la literatura se considera la cultura como un concepto polisémico en el que esta la cultura material, la cultura espiritual, la cultura física, la cultura artística, la cultura política, la cultura moral, la cultura de la producción, la cultura del consumo, la cultura de las relaciones humanas, la cultura de los servicios, la cultura del consumo y hasta la cultura de la basura
La cultura ha sido referenciada como un conjunto de elementos de orden espiritual, material y afectivo que caracteriza a una determinada comunidad, clase, grupo social o familia y que tienen su expresión a través de los hábitos, habilidades, costumbres y conocimientos, manifiestos en todas las acciones que realizan las personas en los diversos ámbitos de la vida social. En la cultura, se visualiza la calidad de vida en los niveles macro y micro y se refleja en las actitudes que asumen los hombres para conservar, defender, promover los bienes y valores de su patrimonio. (Martínez 2001:9)
Analizar las comunidades desde la cultura, como lo plantean los Estudios Culturales de Comunidades, permite adentrarse en los diversos ámbitos de la vida del ser social en virtud de que las características de esta se manifiestan en los conocimientos transmitidos de una generación a otra, la memoria colectiva; la herencia social que hace posible la integración de los miembros de una comunidad, impregnándoles sus normas de comportamiento, valores, sabiduría y habilidades, la síntesis de los valores materiales y espirituales de una sociedad determinada, la personalidad de cada pueblo, de cada comunidad donde se desenvuelven sus miembros en el proceso de conocimiento y transformación.
Para los estudios de las comunidades se debe de partir de un enfoque integrador para estudiar la realidad, asumiendo una visión totalizadora, que toma en cuenta en su análisis todo el conjunto de relaciones sociales en cada uno de los ámbitos de la vida comunitaria: histórico, económico, político, social, afectivo, emocional, intelectual, espiritual, espacial, temporal, en última instancia desde su eje transversal la cultura.
Desde una concepción epistemológica que transcurre por un "proceso de descripción, caracterización, análisis y generalización" lo cual nos indica una concepción dialéctica del conocimiento científico de la realidad, porque va del mundo de las apariencias que genera una descripción, a la esencia del fenómeno al cual se arriba mediante el análisis y la generalización, lo que lleva implícito el propósito de establecer las diferentes facetas del fenómeno y la conexión general que existe con los demás, junto al proceso interno de su desarrollo.
La cultura es el resultado de la actividad que es una forma específicamente humana de relación activa con el mundo circundante, cuyo contenido es su cambio y transformación racional. La actividad del hombre supone determinada contraposición del sujeto y el objeto de la actividad. El hombre se contrapone al objeto de la actividad como material que debe recibir nuevas formas y propiedades, y se transforma así en cultura producto de la actividad.
Es por ello que la cultura como proceso y como concepto es un producto del devenir histórico de los pueblos. Desde el surgimiento de este (como concepto) en la antigüedad clásica, ha sobrepasado diferentes etapas que lo han enriquecido, pero al mismo tiempo se ha vuelto cada vez más abstracto. En este sentido los estudiosos de este tiempo, en su intento de aportar nuevas definiciones a un concepto tan abierto, se han deslizado hacia la reiteración.
Una de las definiciones más completas de cultura es la del destacado antropólogo Edward Taylor, con ella funda la Escuela Antropológica Británica. Taylor expresa que "Cultura o civilización, tomada en su amplio sentido etnográfico, es ese complejo de conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad" agregando a continuación la idea fundadora de la Antropología: "La condición de la cultura en las diversas sociedades de la humanidad, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, constituye un tema apto para el estudio de las leyes del pensamiento y las acciones humanas".
En su tesis, Taylor asume que la cultura es compleja porque en ella están expresadas todas las formas de creación humana existentes, de modo que la enumeración de formas de la cultura convierte a la definición en una repetición de todo lo que el término complejo de conocimientos ha expresado desde el inicio de la cita. El conocimiento no sólo expresa lo que el hombre ha podido aprender de su propia obra humana sino el resultado, es decir, el producto material o inmaterial de su creación. Sin embrago, el autor no vincula la definición de cultura con la praxis social y no la asume como un acto de socialización, solo se limita a la detallada enumeración de manifestaciones de la cultura explicitada en el texto antropológico. El enfoque de Taylor responde a una perspectiva antropológica, en la cual aparecen estrechamente relacionadas las leyes del pensamiento y las acciones humanas.
A partir de un enfoque marxista, el filósofo Doctor Rigoberto Pupo, define a la cultura "como un resultado de la actividad humana y es ser esencial y medida del desarrollo alcanzado por el hombre en su quehacer práctico- espiritual". (Pupo: 2005, 23).
La tesis del eminente filósofo cubano sobre la relación cultura – actividad humana considera, es un aporte que supera las limitaciones de otros a autores. La actividad humana es la fuente de la cultura, es decir, no existe cultura sin actividad psíquica o física, las dos en sus más variadas expresiones. La cultura para el filósofo Rigoberto Pupo es medida del desarrollo alcanzado por los pueblos, expresión de su creatividad. Sin embargo, es preciso reconocer que el desarrollo es también una categoría compleja que está en dependencia del paradigma con el cual se intente evaluar, debido a que puede suponerse que una cultura puede estar en un alto nivel de satisfacción de la necesidades del hombre de acuerdo con sus ideales y estar en peligro de extinción; al mismo tiempo, una cultura o grupo humano concebido como tal puede vivir una etapa de desarrollo en un estado infrahumano y como cultura su supervivencia estar más asegurada.
Otra definición de cultura es la elaborada por el Dr. C Oscar Barzaga Sablón, partiendo de una postura filosófica y axiológica señala: "Como cultura entendemos al conjunto de valores y bienes materiales y espirituales creados por el hombre en su actividad social y la apropiación del mundo que nos rodea, en el contexto de un nivel determinado de desarrollo humano alcanzado. De esta manera el hombre convierte en "cultura" en el sentido genérico de esta palabra, todo lo que él hace y todo lo que él toca, es el resultado del proceso de socialización". (Barzaga: 2008, p. 5).
La concepción del Dr. Barzaga identifica a la cultura con el valor resultado de la actividad humana. Una actividad que es, en primer lugar, un hecho social. La visión axiológica del filósofo holguinero, nos permite considerar que la cultura responde a las necesidades que tienen los actores sociales en uno u otro tipo de sociedad y esta expresa, a su vez, la significación socialmente positiva que tiene para un grupo humano, el conjunto de valores creados por cada uno de ellos. Esta definición enriquece a las anteriores al enfocar a la cultura desde una perspectiva socializadora.
El análisis de las definiciones de cultura de los autores anteriores definen un sistema de argumentos teóricos que, según mis consideraciones parciales, permiten identificar a la cultura como concepto y proceso que tienen carácter histórico- social. Esta condición está dada en que la cultura ha sido conservada y transformada, en dependencia de las necesidades sociales que ha tenido el hombre como sujeto histórico. La cultura es, de hecho, una expresión de la herencia trasmitida y transformada por los pueblos de una época a otra en circunstancias disímiles y enriquecedoras. Esto hace que en su doble dimensión de concepto y proceso, tenga un carácter eminentemente complejo, la cual no puede valorarse en toda su magnitud si no es a través de una visión trans e interdisciplinar, que lejos de dividirse según el objeto de estudio de las diferentes disciplinas científicas, estas facilitan la visión integradora de la cultura como un fenómeno social.
Desde el punto de vista teórico, podemos expresar que el principal aporte de los estudios de la cultura es que estos consideran a la misma como un resultado parcial, en tanto proceso, de la actividad social de los hombres. Considerar al sujeto como el creador de la cultura es uno de los grandes aportes de la filosofía a la historia de la humanidad porque esto significa diferenciarlo del resto de las especies y es ahí donde está el principal valor del ser humano, su condición de sujeto creador de valores culturales a través de la actividad. En este acto no solo el hombre crea cultura sino que se forma y transforma a sí mismo.
Un aporte significativo de la filosofía marxista es la función axiológica de la cultura. Tener conciencia en la actualidad de la importancia de la cultura, nos permitirá proyectar nuevas estrategias que prioricen el cuidado y desarrollo de la especie humana como el principal valor de la civilización actual. Esto significa hacer una introspección en las formas de la conciencia social y valorar, entre otros aportes, cómo la religión, componente estructural de la cultura, ha contribuido a mantener la identidad de los pueblos frente a los procesos hegemónicos y desestabilizadores que las culturas elitistas intentan imponer al mundo.
Los estudios culturales surgieron marcados por el sentido clasista de una sociedad que comenzaba a dar señales de cierta ruptura de algunos sectores sociales con sus tradiciones culturales y sus orígenes se encuentran en Inglaterra. Sus causas están dadas en los peligros que corría la clase obrera inglesa ante el consumismo cultural portado por las nuevas tecnologías, dígase, la televisión y la radio. Como respuestas a estos desafíos, se desarrolló un fuerte movimiento a favor de la promoción de la literatura inglesa en las escuelas fundamentalmente, como vía para enfrentar la visible ruptura que se estaba produciendo con las tradiciones literarias más significativas para la cultura inglesa.
Los fundadores de este Centro de Estudios Culturales fueron William Hoggart y Raymond Williams. Ellos asumieron esta terminología para denominar las prácticas culturales. Las obras Uses of literacy, escrita en el año 1957, y Cultury and Society, en el año 1958, del primero y segundo respectivamente, permitieron divulgar las tradiciones y formas culturales de la clase trabajadora inglesa.
Los orígenes de los estudios culturales se sitúan tradicionalmente en un triunvirato de estudiosos activos en el campo de las investigaciones literarias e históricas, Grossberg, Nelson y Treichler que consideran a los Estudios culturales son un campo interdisciplinar, transdisciplinar y a veces contradisciplinar, que actúa en medio de la tensión de sus mismas tendencias para acoger un concepto de cultura que sea amplio y antropológico y, a la vez, restringido y humanista."
A diferencia de la antropología tradicional, han desarrollado, a partir de los análisis de las sociedades industriales modernas, metodologías declaradamente interpretativas y valorativas, pero a diferencia de lo que ocurre en el campo humanista tradicional, rechazan la coincidencia de la cultura con la alta cultura, sosteniendo que todas las formas de producción cultural necesitan un estudio que avance en relación con otras actividades culturales y con estructuras históricas y sociales. De ese modo, los Estudios culturales se han comprometido con el estudio del inventario completo de las artes, creencias e instituciones de la sociedad, al igual que de sus actividades culturales.
Las categorías más utilizadas en la actividad actual de los estudios culturales son: la historia de los estudio culturales, la sexualidad, la nacionalidad y la identidad nacional, el colonialismo y el poscolonialismo, la raza y la etnicidad, la cultura popular y su audiencia, la ciencia y la ecología, las identidades políticas, la pedagogía, las políticas de la estética, las instituciones culturales, las políticas de la disciplina, el discurso y la historia y la cultura global en la edad posmodema. Los años setenta, marcan un momento significativo en los estudios culturales. En él están las teorías desarrolladas por los Post-Estructuralistas franceses para estudiar las prácticas sociales y culturales.
El Doctor en Ciencias Sociológicas Ciro Labrada sintetiza el análisis realizado entorno a la cultura y a los estudios socioculturales al determinar los rasgos esenciales expuestos por los estudiosos del tema antes mencionados, que posibilita ir conformando una posición científica que se resume de la siguiente manera: (Labrada Silva, Ciro.2007)
1. Algunos autores entienden la cultura como un saber acumulado en determinadas esferas de la vida, lo cual mutila su alcance.
2.- Al ser la cultura un fenómeno tratado desde diferentes enfoques, escuelas, concepciones hay una posición que la concibe, como los rasgos distintivos de determinadas formas de vida, emparentadas con la acepción antropológica, su aprehensión queda diluida en la gran amplitud de los elementos que abarca. Sin embargo, asumirla de esta manera supone entender que toda persona o grupo humano es portador en calidad de productor de su propia cultura, traducida en una forma concreta de ser, pensar y manifestarse.
3.- En el concierto de concepciones se destaca la que considera a la cultura como expresión de la calidad de determinado sistema social, como el resultado del desarrollo alcanzado, tanto social como individual.
Por las razones antes explicadas el concepto de sociocultural en la literatura científica aunque es ampliamente utilizado, se utiliza desde una perspectiva sociológica, antropológica o culturológica y no está definido en calidad de concepto y solo se concibe como la unidad de lo social y lo cultural, dando lugar a disímiles interpretaciones, que redundan en aspectos abordados en las definiciones anteriormente analizadas. El análisis realizado nos permite determinar rasgos esenciales de lo sociocultural:
Expresa lo sociocultural el nivel de socialización alcanzado por individuos y grupos humanos.
El nivel de desarrollo alcanzado por personas y grupos sociales que se expresa en sus ideas, conducta y actuación y su capacidad de impulsar el cambio social.
El nivel de desarrollo alcanzado en la producción material, la instrucción, la ciencia, el arte, la literatura, la conciencia social, en sus organizaciones e instituciones.
La actitud de la humanidad hacia el medioambiente.
El conjunto de valores materiales y espirituales creados por la humanidad en el curso de la actividad humana como expresión del a relación naturaleza y sociedad.
El modo y estilo de vida: hábitos, costumbres y tradiciones.
El sistema de valores determinados por su nivel de desarrollo social alcanzado.
Por el uso eficiente de los sistema de gestión de la información y del conocimiento.
Estos rasgos del concepto sociocultural permiten proponer una definición del mismo que consideramos que no es acabada, pero nos permite abordar nuestro objeto de investigación desde una perspectiva científica.
Definimos lo sociocultural como: el nivel de desarrollo alcanzado por la producción material, que expresa el nivel de socialización logrado por individuos y grupos humanos reflejado en el conjunto de valores materiales y espirituales creados, su actitud hacia el medioambiente y el uso eficiente de los sistema de gestión de la información y del conocimiento, que implican cambio y progreso social.
Bajo esta concepción, el hombre se considera como sujeto histórico capaz de conocer y transformar su realidad con su particular modo de concebir el mundo, de pensar y de sentir propios de su cultura. Se considera al hombre como parte del orden cósmico y se aspira a una integración permanente que solo se logra mediante una relación armónica con el resto de la naturaleza. La cultura occidental pretende separar y especializar distintos aspectos de la relación del hombre con la naturaleza: el poeta le canta a la luna, el astrónomo la estudia; el pintor recrea formas y colores del paisaje, el agrónomo sabe de la tierra; el místico reza… y no hay forma de unir todo eso en una actitud total. (Bonfil1989: 56).
Las comunidades ocupan un lugar central en los estudios socioculturales. Este último se constituye en un factor del desarrollo comunitario que abarca la delimitación y solución de sus problemas públicos. La producción reproducción de la cultura solo se puede comprender desde un enfoque comunitario. Es la comunidad el espacio donde se desarrolla la actividad humana y, por consiguiente, de la práctica social. Es donde el hombre elabora una segunda naturaleza o naturaleza humanizada, en la cual, el sujeto social no solo crea objetos que le permiten satisfacer sus necesidades materiales, sino que igualmente, se está reproduciendo constantemente a sí mismo, a través del enriquecimiento de su conciencia social y la diversificación de sus relaciones sociales. Es por ello que el estudio de la comunidad permite la asimilación del conocimiento, como la transformación y creación de valores culturales.
Es por ello que analizaremos a continuación diferentes enfoques entorno a la definición de comunidad y determinar el que más se ajusta a nuestra a la necesidad de abordar desde una perspectiva científica el objeto de investigación.
El estudioso de la comunidades F, Vialich la define en su obra " Desarrollo de la comunidad y el proceso de planificación urbana en América Latina" como el "Grupo de personas que viven en una geografía específica y cuyos miembros comparten actividades e intereses comunes donde pueden o no cooperar formal e informalmente, para la solución de los problemas colectivos."
De esta definición se desprende que la comunidad se caracteriza por:
a. Ser un grupo de personas no un agregado social, con un determinado grado de interacción social.
b. El compartir sentimientos, creencias, intereses y actitudes.
c. La residencia en un territorio específico.
d. La posesión de un determinado grado de organización.
El destacado especialista en trabajo comunitario Ander- Egg define a la comunidad como: "una agrupación organizada de personas que se perciben como unidad social cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento, objetivo o función común, con conciencia de pertenencia, situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interacciona más intensamente entre sí que en otros contextos." Pág. 46)
Los criterios de autores cubanos se generalizar entorno al concepto de comunidad como "una unidad social constituida por grupos que se sitúan en lo que podríamos llamar la base de la organización social". Consideran que: las razones de su organización se vinculan a los problemas de la vida cotidiana, es decir, sus miembros tienen intereses y necesidades comunes: alimentación, vivienda, trabajo, servicios y tiempo libre, que derivan en tareas y acciones comunes que van acompañadas de una conciencia de pertenencia, cuyo grado varía, sus miembros comparten un cierto sistema de orientaciones valorativas que tiende a homogeneizar o regular de manera semejante su conducta, forman parte de una organización social mayor y está atravesada por múltiples determinaciones institucionales y de la sociedad en general, pues no existen comunidades aisladas.
A pesar de los aportes realizados por los autores cubanos al concepto de comunidad, consideramos que la definición de la Dra Rafaela Macías es la que nos permite realizar un análisis mucho más profundo del objeto de investigación, al incluir en la misma las características socioculturales de la comunidad, aspecto este que no está presente en las definiciones abordadas por otros autores. Comunidad es un Grupo social determinado por su diversidad a pesar de lo cual comparten: características socioculturales comunes, comunidad de códigos culturales, comunidad de tradiciones, participación en torno a tareas comunes, relaciones de cooperación, implicación de las personas que integran y autoidentificación comunitaria. (Macías Reyes, Rafela.2003,)
El fin de la comunidad es su desarrollo, este ha sido definido de diferentes formas que a continuación expondremos de manera general:
El desarrollo a partir de la concepción de la comunidad como sujeto y objeto del mismo, es decir la propia comunidad identifica su problemática, propone los cambios y las medidas y finalmente los ejecuta.
El desarrollo a partir de una propuesta externa de cambios en la cual se toman en cuenta las iniciativas de la población, si las hay, y si no, se inducen, recabando la cooperación voluntaria de los comunitarios.
En realidad es necesario analizar la comunidad con un enfoque histórico- concreto y espacio- temporal definidos por cuanto los problemas y necesidades cambian y se transforman continuamente. Las tendencias en el desarrollo de la comunidad son las siguientes:
? Encontrar maneras efectivas de estimular, ayudar y enseñar a la gente a adoptar nuevos métodos y a aprender nuevos conocimientos.
? Ayudar a la gente a adaptar su forma de vida a los cambios que afecten o que les han sido impuestos.
? Asegurar que el sentimiento o el espíritu de la comunidad no se destruya.
? Prestar mayor atención a las costumbres y creencias de la gente, a sus maneras tradicionales de organizarse a sí misma para la acción y a sus deseos reales en cuanto distinto del concepto que tiene la organización de sus necesidades.
Para Ezequiel Ander- Egg el desarrollo de la comunidad se entiende tanto como proceso como técnica social, inclinándose por el análisis del mismo como técnica social o sea "como conjunto de procesos operativos destinados a desarrollar la o las comunidades en donde se aplica esa metodología. Pero la aplicación de la misma produce siempre un proceso". (Ander Egg, Pág.67)
El nivel de desarrollo de una comunidad se expresa en dos vertientes fundamentales.
1) Su nivel de desarrollo material, las condiciones materiales de vida y el nivel de vida que es capaz de proporcionarle a sus integrantes.
2) Sus cualidades como sujeto social, o sea, sus posibilidades de ejercer una acción conjunta, organizada, consciente y transformadora sobre su propio desarrollo y que incluye: la acción sobre sus condiciones materiales de vida, mejorándolas, desarrollándolas, perfeccionándolas y creando condiciones para el despliegue de su desarrollo material y la acción sobre las condiciones espirituales, el perfeccionamiento de la educación de sus miembros, principalmente los más jóvenes, la creación de un clima positivo de relaciones entre sus habitantes.
El análisis anterior evidencia que entre los supuestos para el desarrollo comunitario no se encuentra el enfoque sociocultural, a partir de un proceso de socialización y resocialización, por lo que consideramos que el desarrollo comunitario es inseparable de los procesos antes mencionados.
En los Estudios socioculturales de comunidad se considera al hombre como un sujeto creador de productos intelectuales, espirituales y materiales autor de su propio desarrollo, no como un objeto pasivo en espera de que se le conozca y se le indiquen caminos para paliar sus insatisfacciones. Es importante destacar el papel socializador que desempeña la comunidad y lo sociocultural como expresión del grado de socialización y resocialización alcanzado por la misma en los marcos del desarrollo la cultura, lo que implica necesariamente el abordaje de la problemática del desarrollo desde lo cultural.
La comunidad como grupo social básico creado por vínculos económicos, étnicos, ideológicos, tradiciones y costumbres entre otros, proporciona a sus miembros protección, seguridad y socialización. La misma es una fuerza humanizadora, creadora y dinámica de renovación de la sociedad. Su función educadora, reguladora y socializadora, supone un conjunto de personas que aceptan, defienden y transmiten una serie de valores y normas interrelacionados a fin de satisfacer diversos objetivos y propósitos.
La comunidad socializa al individuo, este es un reflejo del desarrollo alcanzado por la comunidad, es por ello que cultura, comunidad y socialización constituyen condición indispensable para el desarrollo del hombre y de la comunidad, lo sociocultural es una medida del grado de socialización alcanzado por los hombres que interactúan en la comunidad. La comunidad genera modelos de producción y reproducción de las relaciones sociales y de los hombres mismos, que es la cultura. El desarrollo comunitario solo ocurre en marcos de una cultura y esta solo existe vinculada a una comunidad.
El aprendizaje cultural en las diversas formas en la comunidad es uno de los mecanismos de socialización. Este consiste en la adquisición de reflejos, de hábitos, de actitudes que se fijan en la persona y dirigen su comportamiento.
El proceso de socialización en la comunidad consiste en el hecho sociocultural de que el individuo aprende en el contacto con la sociedad y en los marcos de una cultura. El proceso de aprendizaje social se desenvuelve con la gente y entre la gente y por consiguiente, implica siempre relaciones sociales. Los agentes de socialización están representados por la familia, la escuela, las empresas, las instituciones y organizaciones, los grupos de edad, los medios de comunicación social, las asociaciones y los grupos. Unos y otros, van dejando su huella en el individuo, en mayor o menor grado, según las circunstancias espacio-temporales en que se efectúe la inserción de las relaciones entre los hombres.
La socialización y la resocialización es un proceso que dura toda la vida e implica un influjo recíproco entre una persona y sus semejantes. La aceptación de las pautas de comportamiento social tiene importancia en el plano objetivo, por la socialización transmite la sociedad su cultura de generación en generación; y en la vertiente subjetiva nos encontramos ante un proceso que tiene lugar en la persona. Es por ello que lo sociocultural no es simple fusión de dos conceptos lo social y lo cultural, es por naturaleza el grado de socialización alcanzado por el hombre que se expresa en el nivel de desarrollo alcanzado por la comunidad en los marcos de una cultura.
El proceso de socialización en la comunidad como hecho sociocultural es un proceso de diferenciación y la integración. El orden social queda mantenido en buena medida mediante la socialización y no debido al control social. La mayoría de los miembros de una sociedad se conforman con los valores del grupo. A lo largo de su vida, el hombre va compartiendo valores con los miembros de su grupo.
La socialización y resocialización es un modo de transforma mundo, es un sistema de valores, creencias, normas, implica la solución de problemas, vinculados a un proyecto de vida comunitaria, en interacción con el proyecto de vida de cada individuo, es una expresión de la diversidad social, de participación social que implica que el hombre comunitario es sujeto y objeto de su propio desarrollo, en el que participa en la planificación, organización y control de los recursos de los que dispone la comunidad, es una forma democrática, que implica el establecimiento de relaciones de poder, expresión de identidad, que equivale a relaciones de convivencia democráticas, es expresión de la relación sostenible entre naturaleza, hombre y comunidad.
Con respecto a los estudios comunitarios existen diversas metodologías, estas no se diferencian significativamente entre sí, es por ello que no profundizaremos en las mismas y a continuación haremos referencia a una de ellas que consideramos representativa, que es la expuesta por Ezequiel Ander- Egg (Ver Metodología…, Págs. 99-101) que destaca cuatro fases: estudio, investigación, diagnóstico, programación, ejecución y evaluación.
Propone además el siguiente esquema de acción:
1. Investigación preliminar, aproximación a la problemática de la comunidad; captación de los problemas obvios vividos por la comunidad.
2. Diagnóstico preliminar; captación de situaciones problemas más evidentes que permiten una acción inmediata.
3. Planificación de las acciones preliminares.
4. Ejecución del plan preliminar
5. Evaluación preliminar
6. Investigación general
7. Diagnóstico general
8. Planificación general
9. Ejecución del plan general
10. Evaluación general.
Para el estudio de comunidades no existe una metodología única, en la misma se recogen los momentos más importantes de las investigación acción participación (IAP), que son estudio de carácter fundamentalmente cualitativos, en el que el conocimiento se construye, es la adecuación de la metodología general para la investigación de los fenómenos sociales, por eso sólo mostraremos el esquema de las etapas del proceso que nos indica.. 103)
Etapas del proceso de estudios comunitarios
1. Formulación del problema
2. Diseño de la investigación
3. Constitución del equipo de investigación.
4. Elección de los instrumentos metodológicos
5. Organización del material de consulta e investigación.
6. Elección del tipo de muestreo y de la unidad de muestreo.
7. Prueba previa de instrumentos y procedimientos.
8. Preparación de la comunidad, de la organización o grupo en el que y con el cual se realizara la investigación.
9. Obtención y recolección de los datos
10. El conocimiento proveniente de la práctica: Iniciación de tareas preliminares y de la inserción-inmersión dentro de la comunidad.
11. Clasificación, codificación y tabulación de datos.
12. Análisis, elaboración e interpretación de los datos.
13. Elaboración del informe contentivo los resultados de la investigación y del diagnóstico.
Lamentablemente en la metodología de los estudios comunitarios no aparece la gestión dela información del conocimiento de manera sistematizada, es decir, la producción del conocimiento a partir de la sistematización de experiencias, esta solo es considerada no como una metodología sino en calidad de técnicas para comprender la realidad sociocultural. Esta concepción se refleja en la obra "Trabajo en comunidad: análisis y perspectivas" de Roberto Follari, Jeannette Hernández y F. Sánchez Peralta (Universidad Autónoma de Sinaloa, México, 1984, Pág. 112-113), se plantea un esquema general de desarrollo metodológico a partir de la clasificación de las técnicas a emplear, las que se identifican como: técnicas para conocer, técnicas para actuar y técnicas para sistematizar el conocimiento. Las técnicas para conocer son las que permiten el acercamiento más efectivo y la comprensión más acertada de la realidad. Las clasificadas "para actuar" posibilitan la aproximación transformadora de la realidad, siendo por ello un elemento importante en la acción y las técnicas para sistematizar el conocimiento las define como aquellas que permiten realizar la práctica teórica, proceso vital para el enriquecimiento conceptual y en el cual se conjugan los elementos empíricos de la acción con la teoría propia de cada ciencia o tecnología.
El análisis anterior evidencia que entre las metodologías para la Gestión de la información y del conocimiento sociocultural, los estudiosos del tema no incluyen la transformación de las experiencias, hábitos, costumbres, tradiciones y otras diversas manifestaciones culturales en conocimientos científicos a través de la sistematización de experiencias, para la transformación de la sociedad. La sistematización es también un importante fenómeno cultural, que incide significativamente en el proceso de producción, reproducción del conocimiento cultural y la solución de problemas comunitarios. Nuestro estudio en este sentido, revela una relación muy poco abordada que es la sistematización de experiencias socioculturales de las comunidades.
Bases epistemológicas de la sistematización de experiencias socioculturales
En la bibliografía internacional algunos autores, en particular como (Crespo, 1987), (Jara, 1998); (el más referenciado) (Barrnechea, 1992), (González y Morgan, 1998), (Martinic, 1998), (Alforja, 2002), (Guiso, 2001), (Vargas,2009) abordan de una u otra forma el tema de La sistematización de experiencias. La mayoría las referencias internacionales en diagnósticos municipales que se acercan un tanto a la identificación de problemas muestran los éxitos del proceso en los contextos a los cuales fueron aplicados, bajo sistema de relaciones de propiedad y sistemas políticos diferentes al de Cuba, por lo que aplicar dogmáticamente estas prácticas en las condiciones cubanas, pudiera resultar quizás más perjudicial que beneficioso.
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