El tratamiento a la educación sexual de los niños de 3er año de vida
Enviado por Teresa Ramos Rodríguez
- La evolución de la sexualidad
- La educación sexual. Concepto. Surgimiento y desarrollo
- Fundamentos teóricos y metodológicos de la preparación del personal docente en la educación preescolar
- La preparación de las docentes en talleres como vía de trabajo metodológico en la educación preescolar
- La educación sexual de los niños de 3er Año de vida
- El papel de la autoestima
FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS QUE SUSTENTAN LA PREPARACIÓN DE LAS DOCENTES PARA PROMOCIONAR LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA EDUCACIÓN PREESCOLAR Y CARACTERIZACIÓN DEL ESTADO INICIAL DE PROBLEMA
La evolución de la sexualidad
Para comprender la evolución de la sexualidad en las diferentes edades de vida, debemos partir que la sexualidad humana forma parte de la personalidad del individuo y su desarrollo no se produce de manera aislada del desarrollo de la personalidad.
Algunos enfoques que intentan explicar el desarrollo psicosexual son:
El enfoque biológico: el cual defiende que la conducta del individuo están programadas desde el nacimiento. Milton Diamond considera que las hormonas que actúan en la etapa fetal originan en el cerebro diferencias en el orden sexual que constituyen formas de conductas posteriores del individuo. El destacado científico J. Money señala que si bien la programación prenatal de las características sexuales ocurre, en la mayoría de los sujetos el factor que más influye en la configuración de género es el aprendizaje.
Enfoque cognoscitivo – evolutivo: según este enfoque el desarrollo psicosexual va paralelo al progreso intelectual de la niña o niño, se refiere a la existencia de una continuidad en el desarrollo cognoscitivo, que le permite al pequeño crecer y comprender el mundo que le rodea. La inteligencia de las niñas o los niños pequeños es sensitivo motor, se va desarrollando hasta lograr primero un pensamiento prelógico, después lógico y posteriormente en la adolescencia un pensamiento de tipo hipotético deductivo o abstracto.
Durante el primer año de vida que prima el pensamiento sensitivo motor, la niña o el niño va descubriendo el mundo mediante sus sentidos y movimientos, la exploración va dirigida inicialmente a su cuerpo: "Se descubre" las manos, los pies, los genitales y a medida que cambia la postura varia su relación con el mundo que le rodea y con los adultos.
En el recién nacido cobra gran importancia el tacto, el olfato, el oído. Esta es la razón por la que la exploración de los objetos se realiza con la boca en su inicio, a diferencia a la interpretación psicoanalítica.
Más adelante se inicia una percepción subjetiva de los hechos cuando aparece la palabra y se va consolidando el pensamiento lógico – concreto que se desarrolla con la adquisición de conceptos de conservación, tiempo, frecuencia y espacio. Según este grado de desarrollo del pensamiento explican las preguntas de las niñas y los niños relacionadas con la sexualidad al igual que se pueden preguntar con el mundo que le rodea.
Enfoque sociocultural: según los sociólogos William Simón y John Gagnon, difunden la tesis de que el ambiente cultural es la influencia primaria en el desarrollo psicosexual, en lugar de la naturaleza biológica del ser humano.
Describen el desarrollo psicosexual de acuerdo con las etapas de edad: niñez, adolescencia, adultez enfatizan en la conducta aprendida.
Por otra parte, Erik Erikson expresa que las personas no desarrollan identidad sexual en situaciones de aislamiento sino a través de interacciones con otras personas y en diferentes situaciones, al mismo tiempo están encontrando su identidad sexual, están desarrollando aspectos de su identidad sexual.
Enfoque dialéctico.
Entre el ser humano y su sexualidad existe una relación dialéctica, la cual puede ser identificada en diferentes momentos del proceso evolutivo del individuo, desde su concepción hasta su muerte.
Entre las dimensiones de la sexualidad biológica, psicológica y social existe una interrelación activa, de comunicación entre los diferentes documentos, donde unos influyen, determinan y condicionan a los otros, ninguno de los componentes es determinante por si mismo sino que interactúan dialécticamente aunque uno de ellos en un momento del desarrollo humano puede jugar un papel preponderante con la continuidad del desarrollo.
La sexualidad es una importante dimensión de la vida humana, fuente permanente de comunicación, afectos y satisfacciones, que influyen de forma significativa en el estado de salud y bienestar de cada persona. Cuando la educación sexual es descuidada o abandonada a la casualidad, la insuficiente preparación de las niñas y los niños para el encuentro con el otro sexo y con la propia sexualidad, cristaliza en diversos problemas, trastornos y conflictos, que trascienden el placer de lo individual y se evidencian de una forma u otro nivel social.
El término sexualidad es uno de los que casi todos consideran que conocen o que tienen una idea de él, pero que no siempre son capaces de definir, y es que la palabra sexualidad es la que se incorpora en el vocabulario envuelta en un manto de mitos, temores, signos de interrogación y tabúes, en vez de informar, explicar con claridad lo que esa palabra significa.
Es evidente que la reconceptualización de la sexualidad infantil a partir de un enfoque humanista crítico y una comprensión configuracional de la personalidad fundamentada en una perspectiva histórico-cultural acerca de la relación entre la educación y el desarrollo de la personalidad se tienen en cuenta las características de la edad, los niveles de desarrollo actual y potencial de los niños preescolares, el contexto socio-histórico y las potencialidades que ofrece el programa educativo del círculo infantil para integrar la educación de la sexualidad.
Según Engels, el amor sexual individual se ha formado sobre la base de la monogamia. Sin embargo, las mejores condiciones sociales para él sólo han llegado a crearse en el socialismo, donde el hombre y la mujer disfrutan de igualdad de derechos, liberados de diferencias y categorías económicas, religiosas o de clases, en esta sociedad puede crearse una comunidad basada exclusivamente en los motivos del amor, la atracción, la comprensión y el respeto mutuo. El amor entre el hombre y la mujer se diferencian de todas las demás formas de amor por el factor sexual. El carácter recíproco del amor se caracteriza por la necesidad de dar y recibir que experimentan ambos miembros de la pareja. El amor es para desarrollo psíquico no menos importante que la alimentación para el desarrollo físico. Un niño que se priva de todo cariño sufre grandes daños psíquicos.
Históricamente la sexualidad ha sido reprimida, impidiendo la construcción sana, responsable, gratificante y enriquecedora de la personalidad. Sobre la base de estos presupuestos y en contraposición con las formas tradicionales de concebir y educar la sexualidad mediante fórmulas sexistas, preconcebidas unilateralmente y ajenas a las necesidades y potencialidades del individuo en particular, es que se propone en la actualidad un enfoque de la sexualidad y su educación que articule el yo con el nosotros, lo individual con lo social, lo interno con lo externo, en esencia, la libertad con la responsabilidad, potenciar al unísono el crecimiento personal con el social.
Se han creado condiciones objetivas y subjetivas favorables para el desarrollo de nuevas concepciones referentes a la educación de la sexualidad, la cual se relaciona con todos los componentes de la persona, de manera que no es posible concebirla ni actualizarla al margen de la formación total del hombre. "Asumirla como una iniciación a la higiene, aislarla de la personalidad, considerarla como una realidad desligada de cualquier contexto social o familiar, significa decretar su defunción desde el principio". [1]
La problemática que se aborda referente al sexo, la sexualidad y su educación, forma parte en su conjunto de un tema capaz de atraer la atención de "aquellos que aparentemente se encuentran más seguros porque sostienen que poseen una posición moderna frente al mismo"
Al respecto, el destacado pedagogo ruso A. S. Makarenko (1967) consideraba que: "la educación sexual constituye uno de los problemas pedagógicos más difíciles ( ) se convierte en difícil cuando se enfoca por separado, desvinculada del conjunto de los demás problemas educativos, atribuyéndole una importancia excesiva". [2]
También este pedagogo destaca que la vida sexual debe estar en armonía con la familia y el amor, de ahí que determine que el objetivo de la educación sexual sea el de: "Configurar la formación espiritual del niño, de modo que en el futuro considere el amor como un sentimiento profundo, serio y lo realice para alcanzar su felicidad y placer dentro del marco de la familia". [3]De lo expuesto aquí se pueden resaltar dos elementos que son piedras angulares para el desempeño de cualquier acción educativa: el ejemplo y la educación general del sentimiento del amor, estos deben estar presentes en el diseño de cada actividad que ha de realizarse para la conformación de proyectos de trabajo para la orientación de la familia acerca del tema que nos encontramos investigando.
En tal sentido, la educación de la sexualidad puede ser un instrumento que facilite la comprensión del papel que jugamos en el mundo como seres sexuados y de los determinantes históricos-sociales que marcan las actitudes y roles. En el caso específico de las familias resulta necesario emprender acciones que permitan organizar el sistema de influencias educativas que propicien su orientación y educación sexual, pues existe el criterio de que "es una asignatura pendiente en las familias y en los centros."[4].
Los reflejos sexuales están operando desde el mismo inicio de la infancia, antes del nacimiento. Moster, Sansón y Kolodry investigadores norteamericanos muy conocidos, que se han dedicado al estudio de la sexualidad en su libro "Sexo y amor humano" señalan algunos ejemplos que permiten comprender esta afirmación.
En algunos estudios realizados con ultrasonidos han dado evidencias de que el reflejo de erección ocurre en los varones algunos meses antes del nacimiento. Otros recién nacidos varones tienen erecciones pocos minutos después del nacimiento incluso antes de cortarle el cordón umbilical y en las hembras recién nacidas tienen lubricación vaginal y erección del clítoris en sus primeras 24 horas.
Han sido varios los estudiosos (médicos, psicólogos, pedagogos y biólogos) que han propuesto conceptos que intentan definir la sexualidad humana. Pero cuando hablamos de sexualidad humana es un hecho humano, es decir, inherente a una persona con características biológicas, familiar, social y con un desarrollo específico de su personalidad. Por ello coincidimos con la profesora Anameli Monroy (México) cuando dice que la sexualidad humana, son características biológicas, psicológicas y socioculturales que permiten comprender al mundo y vivirlo a través del ser social, como hombres o mujeres. Es una parte de la personalidad e identidad y una de las necesidades humanas que se expresa a través del cuerpo, es elemento básico de la feminidad o masculinidad, del auto imagen, de la autoconciencia, del desarrollo personal. Estimula las necesidades de establecer relaciones interpersonales significativas con otros.
La primera forma de unión entre hombres y mujeres lo constituye el matrimonio por sexo y, como su mismo nombre indica, solo la necesidad sexual une a hombres y mujeres. Sin constituir una "pareja". Esto da lugar a la familia consanguínea.
De acuerdo a Franklin Martínez Mendoza, en su articulo Métodos Educación Sexual en el Circulo Infantil, que aparece en l a Revista Simientes 5-82 .La Educación Sexual puede definirse en su sentido más general ,como la formación en el desarrollo en el individuo de cualidades ,normas ,valores y rasgos más o menos estables de la personalidad, con respecto a su sexo ,al opuesto y al conjunto de normas que la sociedad establece en este sentido . Forma parte de la Educación Moral , por lo que no puede circunscribirse a simple información o transmisión de conocimientos en el área sexual, sino el desarrollo de una actitud, de un comportamiento, de una manera de ser y de pensar en esta dirección.
A partir de lo planteado por el autor opinamos que es necesario preparar a los docentes y que estos preparen a las familias para que eliminen de sus formas de actuación que solo la educación sexual se refiere a la formación de un nuevo ser humano, sino cuando se le enseña que el hombre debe respetar a la mujer por ser más terna y delicada ,que papá ayuda a mama´ en las tareas de la casa , cuando respondemos a sus preguntas o inquietudes con respecto al sexo , o se viste de de determinadas maneras .
Puede tenerse una amplísima información sexual, sin embargo, la conducta del individuo ser socialmente negativa al respecto, en este caso no se puede hablar de que existe una verdadera educación sexual.
Plantea Franklin Martínez en el artículo ya mencionado que. Que el círculo infantil como primer eslabón en la formación y educación comunista del niño y la niña en nuestra sociedad desempeña una importante función en su educación sexual, de ahí que se hace necesario desarrollar las mejores vías o formas para compartir estos conocimientos y formar las cualidades que deseen obtener en este importante componente de la vida.
Nosotros estamos de acuerdo con ese planteamiento pero además consideramos que en la familia tienen los niños su primera edición ,adquieren sus primeros conocimientos relacionados con el sexo y se debe aprovechar estas potencialidades para brindar las primeras formas de educación sexual .pues se le debe permitir las relaciones entre las hembras y los varones ,de manera adecuada ,sana y natural ,lo que influye decisivamente en la percepción y el aprendizaje de su similitudes y diferencias dentro del marco de una educación colectiva.
En su primer año de vida, el niño investiga su cuerpo, lo toca, lo chupa, lo mira.
Así vemos al bebé tomarse con ambas manos sus pies y jugar largo rato con ellos .Sin embargo, si en vez de tocarse los el pie, toca sus órganos genitales, nos asustamos, nos ponemos nerviosos y le decimos que no se toca. Es necesario saber que es normal que el niño o la niña explore sus genitales del mismo modo que lo hace con el resto de su cuerpo.
En este caso es recomendable observar si tienden a detenerse en esas áreas y si comienza a convertirse en hábito y sin decirle nada hay que darle una ocupación, un juego, una actividad ,es preciso detenerlo pero sin referencias negativas a lo que estaba haciendo. Es perjudicial para el desarrollo futuro el miedo profundo a los genitales
Formado por estas prácticas educativas incorrectas, que pueden constituir la causa de trastornos sexuales posteriores, y a menudo solo pueden suprimirse en la juventud y en la edad adulta con tratamiento psicoterapéutica.
Por eso los padres y educadoras debieran ignorar las manipulaciones de los párvulos en los genitales, pasarla por alto ,no reaccionar negativamente a ellas, Ha desviar la atención infantil de dicha manipulación , con mucho tacto pedagógico .En el caso de una manipulación exagerada de los genitales ,se recomienda indagar las causas ,que en la mayorías de los casos, consiste en inflamaciones que ocasionan prurito. También puede sospecharse de la presencia de parásitos, y en los varones hay que eliminar una posible fimosis o adherencia.
La mayor parte de los pedagogos que se ocupan de la educación en las edades más tempranas de la vida, mencionan la necesidad del desarrollo de una relación de confianza entre las educadoras y el niño, y la necesidad de que se forme un sentimiento básico de la vida que surge en los lactantes como suma de la experiencias emocionales de su vida.
Las primeras actitudes que la niña o el niño forman con respecto al sexo opuesto y al propio, de los conocimientos iniciales, de las primeras normas y valores que se le inculquen dependerán en mucho el contenido de su pensamiento y de su acción en el futuro ya que la premisa básica de la personalidad del individuo se forma en la edad preescolar y lo referente al área sexual no escapa de dicha afirmación.
Es por ello que decimos que el círculo es mucho más efectivo en la educación sexual que el hogar, porque en el medio que se desenvuelven entre hembras y varones, pues permite de manera natural las primeras relaciones entre ambos sexos, la actividad conjunta entre hembras y varones, las primeras posibilidades de detectar las diferencias sexuales y la enseñanza de los primeros conocimientos y la actitud más temprana hacia lo sexual como parte de la educación del individuo. En su acción generalizadora la corteza cerebral no solo memoriza la región de la boca y de los genitales como fuente de impulsos armonizantes, mediante la concientización de lo cotidiano ,que va desarrollándose gradualmente, sino también la carga emocional que los educadores les dan, por ejemplo la educación de la higiene corporal La eliminación de la ropa que entorpece los movimientos ,y de los pañales húmedos que producen escozor y frío en ,la piel, constituyen reacciones positivas del educador sobre las molestias del niño, más aún si después le producen sensaciones agradables al pasarle la mano con agua y jabón para limpiarlo y al aplicarle crema en la región genital y anal .Las palabras y los gestos cariñosos que acompañan estas operaciones de aseo pueden proporcional una situación emocional positiva en el bebito.
En cambio, si al asear al niño el adulto expresa repugnancia y asco, estas zonas adquieren una significación emocional negativa. Aunque el adulto solo dirige su rechazo a la eliminación de desechos, el niño la transfiere a los órganos sexuales. En no pocos adolescentes y adultos se producen influencias negativas sobre la debido a haberse considerado esta región como tabú, a la privación de amor que vivieron en la niñez más temprana, a los libido, perjudiciales para las futuras sensaciones de placer sexual, castigos y al miedo, a la suciedad.
El juego es una vía que posibilita la diferencia del sexo en las niñas y los niños por lo que es de gran importancia la correcta organización y dirección del mismo. En los círculos infantiles y en la familia, adquirido gran popularidad el juego de roles, que usándose debidamente recobra gran significación pedagógica, puesto que contribuye en el desarrollo de la personalidad .El niño aspira penetrar en el papel del adulto quiere actuar por un modelo y al hacerlo se identifica con este. En el juego el niño muestra su comprensión del mundo de los adultos, desarrolla sus conocimientos y capacidades, amplía su caudal de patrones de conducta y adquiere ideas para su comportamiento futuro. Llega a comprender las normas de la conducta social gracias a la acción en que se ve envuelto.
Las respuestas a preguntas sexuales resultan importantes para la educación sexual en la niñez temprana, así como en etapas posteriores del desarrollo Cuanto más pequeños son los niños, más naturales son también con respecto a la sexualidad. Por eso es importante familiarizar a los niños lo más pronto posible con la importancia biológica de los genitales, y sobre todo educar a las hembras en el orgullo por su futuro papel en el proceso de reproducción .El rol sexual no nace en los niños, sino que está determinado por las condiciones educativas y sociales. Por medio del juego los niños muestran su compresión del mundo de los adultos, los imitan y así llegan a conocer las normas de conductas sociales, amplían su caudal de patrones y adquieren ideas para su comportamiento futuro.
Los juegos de roles hábilmente dirigidos por los adultos imparten conocimientos, transmiten actitudes respecto al papel de cada cual referente al sexo opuesto o al suyo propio.
Los padres y educadoras deben estar bien preparados para provocar una adecuada influencia educativa en el momento oportuno, haciendo las aclaraciones con sencillez y naturalidad.
Ejemplo: "si un niño asume el rol fundamental de la peluquera, el adulto con mucha naturalidad le resalta las cualidades del peluquero y sus diferentes acciones".
Siempre que hace las acciones hay que elogiarlo. Así lo hace mamá si es una niña, y así lo hace papá si es un varón (el barbero, el médico) Así papá ayuda a mamá, "Así ayudan los niños a las niñas".
De nosotros mismos nada es más natural que el cuerpo sin embargo, estamos llenos de tabúes y artificialidad, hay partes del cuerpo que nos dan pena, nos dan asco .Mientras más natural sea el tratamiento que damos a las cuestiones corporales, más cómodamente podrán la niña y el niño ir resolviendo sus dudas, inquietudes o temores que le puedan surgir acerca de ellos. Por eso es muy importante familiarizar a los niños lo más temprano posible con la importancia biológica de los genitales y sobre todo educar a los niños en el orgullo de su futuro papel en el proceso de la reproducción. El niño que no tiene posibilidades de conversar sobre su cuerpo o sobre el del otro sexo, presenta mucho más pasibilidades de ser luego un adulto inhibido y al que todo le da vergüenza.
Algunas personas piensan que las relaciones sexuales de los niños no son sanas, no son buenas, influyendo así que el niño tenga necesidad de buscar información en la calle o a través de sus amiguitos o vecinos.
El niño debe saber que nos puede preguntar por igual por qué la luna sale de noche y como nace un niño.
A veces no se habla a un niño con naturalidad del sexo a partir de su cuerpo, pero en cambio está la preocupación de que sean bien mujercitas o bien hombrecitos. Sin embargo son conductas que no tienen nada que ver con la infancia, así los adultos trasladan a los infantes hábitos y costumbres de la adultez y no de la niñez. El padre le enseña al niño como piropear a las muchachas en la calle, la mamá viste y arregla a la niña como si fuera una mujer y le celebra su fondillito o sus piernotas. Se les pregunta si tiene novio a las niñas o novias a los varones y cuantas tienen.
Es mucho más saludable y beneficioso, que se les enseñe a jugar pelota o a llevarlos al parque, en lugar de vestirlos como adultos .Es necesario vestirlos como niñas o niños con prendas cómodas y sencillas en vez de celebrarle sus atributos corporales de hembras o varones, enseñarles a desarrollar habilidades corporales propias de la infancia, jugar a la rueda-rueda, juegos tradicionales, cantar, etc.
Con respecto al tema de la sexualidad Adeliz Beatriz Ascua Morales, en el artículo sexualidad y sexismo en la educación preescolar, que aparece en la Revista con Luz Propia no "2 planteó ·"como manifestación de la personalidad, sexualidad tiene su núcleo esencial en la conciencia, en el sentimiento de la masculinidad, o feminidad , sea, es la identidad genérica , la cual representa una formación psicológica predominante inductora del tipo motivación al, que se conforma a través del proceso de desarrollo de la personalidad y se caracteriza por la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, por una estabilidad e integralidad relativa, por la mediatización conciencia directa o indirecta, por reflejar la individualidad irrepetible de la historia vital de cada persona."
Más adelante apuntó "cada persona se proyecta como un ser femenino o masculino portador de determinados valores, actitudes sentimientos, criterios y modos de actuación, en dependencia de las particularidades de su identidad genérica la cual matiza todas y cada una de las esferas de su identidad personal y social, no restringiéndose exclusivamente a la vida amorosa.
Haciendo un análisis de las ideas antes expuestas y teniendo en cuenta el papel que juegan los adultos como guía y ejemplo de en la formación de la personalidad del niño podemos plantear que cuando conocemos a un niño casi nos imaginamos como son los adultos y docentes que inciden en su formación, sin temor a equivocarnos.
El modelo que ejerce la familia tiene gran importancia para la educación sexual, Educar la capacidad para amar requiere que el hombre también sea objeto de amor, pues los niños y las niñas que se crían sin que estén rodeados de amor de sus padres, son seres espiritualmente mutilados, ansiosos, etc.Cuando se le da cariño al niño y él lo comparte, luego lo expresa en su gozo de vivir y en su estado anímico fundamental.
El niño en sus primeros años de vida necesita mucha dedicación, pues esta etapa es muy sensible para su desarrollo y queda muy marcada en su vida. La identidad genérica se forma a partir de los conocimientos y valores acerca de los atributos sexuales, biológicos que el individuo asimila desde su nacimiento de los modelos de conducta de la sociedad como propios de uno u otro sexo las cuales son trasmitidas por la familia, el círculo y las demás fuerzas educativas de la comunidad.
Nuestra identidad influye en todos los aspectos de la vida de relación, también en el bienestar y el orgullo que experimentemos de ser como somos. Conocernos bien, y aceptarnos nosotros mismos, nos ayudará mucho para mantener comportamiento sexuales seguros .Reflexionemos también sobre el respeto que merece la orientación sexual. En ocasiones las representaciones del sexo debido a su acondicionamiento natural, no siempre coinciden con las características sexuales esenciales, haciendo referencia a aspectos secundarios, creando esteriotipo de la vida sexual que afecta de forma l de cada persona que nos rodea.
La educación sexual. Concepto. Surgimiento y desarrollo
La pedagogía cubana debe, a partir de la utilización de las potencialidades educativas del trabajo con la familia y la comunidad, contribuir a la educación sexual de sus niños, y mantener estilos de vida saludables que constituyan actitudes dignas de imitar.
Un objetivo esencial del Programa Director de Promoción y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación es la inserción de la educación para la salud en el trabajo con los niños, esta dirección aún constituye una preocupación para la correcta formación integral de la personalidad.
En el trabajo de educación para la salud que se desarrolla con los niños de edad preescolar, uno de los ejes temáticos priorizados es la educación sexual como parte orgánica e inalienable la preparación del ser humano para la vida, que le permita vivir su sexualidad de modo autodeterminado y enriquecedor de si mismo y de su contexto social.
Se define en el Proyecto "Educación Formal para una conducta sexual responsable" sobre educación sexual como "proceso activo que potencia al individuo para el encuentro pleno y responsable con el otro sexo y con la propia sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y las de su contexto social, garantizando el protagonismo y la capacidad de elegir los límites personales de su sexualidad, así como el respeto de las personas con la cuales se relaciona". [5]
Teniendo en cuenta la definición anterior, así como las características de los niños de edad preescolar se define en esta tesis como educación sexual: Proceso activo que prepara al niño para un futuro encuentro pleno y responsable con el otro sexo y con la propia sexualidad, propiciando y estimulando el desarrollo de emociones, sentimientos cualidades y nociones en correspondencia con sus necesidades y la del contexto social, así como representaciones, hábitos higiénicos culturales y el respeto hacia las demás personas con las cuales se relaciona y consigo mismo.
Para fundamentar el logro del concepto de educación sexual asumido se tienen en cuenta los siguientes principios:
Carácter socializador y personalizado.
Carácter Humanista.
Carácter desarrollador.
Tomar como base las necesidades educativas actuales y potenciales, y estructurarse a partir de las vivencias del sujeto.
Una alta calidad, el espacio interactivo y comunicativo.
Ser activo e implicar al sujeto.
Tomar en consideración el sistema de influencias educativas del contexto familiar, comunitario y social en sentido general.
Motivar la autonomía, la autorrealización y la creatividad.
Carácter sistémico y sistematizado.[6]
Es de interés en esta tesis referir estos principios por la connotación que tienen como fundamentación del concepto asumido por la autora.
Se asume los objetivos dados por Colectivo de autores el la revista de Sexología y Sociedad los cuales se harán referencia a continuación:
Objetivos de la Educación Sexual.
Lograr que se identifique como miembros que pertenecen a su familia y su grupo de compañeros y amigos.
Desarrollar habilidades y hábitos que propicien actitudes y comportamientos cooperativos, igualitarios y responsables
Asumir de manera responsable todo tipo de actividad social.
Valorar la cooperación, que den ayuda y respuesta en sus relaciones con los demás y actúe en consecuencia
Conocer su cuerpo de manera sencilla.
Contribuir a la formación de normas sobre el cuidado de la salud e higiene.
Identificarse como miembro que pertenecen a su familia estableciendo relación de amor y respeto hacia los que los rodea.
Realizar valoraciones críticas ante tendencias discriminatorias.
Fomentar normas de respeto por las mujeres y los hombres. Conversar acerca de los trabajos que mamá y papá hacen cada día y valorar sus esfuerzos.
Contribuir al desarrollo de hábitos y bienestar corporal y de nutrición.
Fomentar normas de respeto por los hombres y mujeres que luchan por el bienestar y defensa de nuestro país.
Familiarizarse con la reproducción de algunos seres vivos.
Contribuir a la formación de normas sobre el cuidado de la salud.
Familiarizarlos con las atenciones de nuestro estado para el cuidado y la conservación de la salud del pueblo.[7]
Los objetivos de la educación sexual a los cuales se hace referencia permite tomar posiciones de lo que se quiere lograr con el niño al concluir un periodo de su vida para sentar las bases de su formación permitiéndole tomar posiciones correctas ante la vida por lo que es importante tener conocimientos desde sus orígenes para poder conducirlos a una mejor preparación.
La sexualidad evolucionó junto con la mentalidad del ser humano. Comenzó en la prehistoria como una simple satisfacción del impulso reproductivo. Luego ocupó un sitio en las creencias religiosas. Más tarde fue perseguida y reprimida por la sociedad. En la actualidad, la civilización intenta desarrollarla de una manera plena y racional, para superar los excesos a que ha conducido, en parte, la revolución sexual.
Se ha investigado poco sobre la vida sexual de los seres humanos en la prehistoria. Es probable que la preocupación por la sexualidad no contara demasiado en las primeras comunidades cavernarias. Eso permite deducir, al menos, el modo de vida de pueblos en estado primitivo que subsisten hasta nuestros días.
Hay que pensar en la vida totalmente insegura de los primeros hombres. El sustento debía buscarse día a día en un ambiente hostil. La persecución de la caza y la búsqueda de frutos obligada a un constante cambio de refugios. Bajo estas condiciones, la unión sexual difícilmente significaba algo más que en una satisfacción inmediata para la búsqueda de placer.
En ese momento, la humanidad estableció una concepción capital para la civilización: identificó a la mujer (que da vida a nuevos seres) con la tierra (que engendra los alimentos). De esta relación simbólica nació un culto a la sexualidad femenina que sólo desplazarían, y no del todo, las religiones judaica, cristiana e islámica.
Por lo tanto, el hombre recién convertido en agricultor era más creativo y estaba menos angustiado. Creó las artes y la magia. También estaba agradecido con la tierra y con la mujer, que la simbolizaba. Así que ambas recibieron la adoración de los hombres.
Con una visión del mundo menos desesperante, el goce sexual pudo ocupar un papel más importante dentro de la vida social. La función sexual adquirió entonces carácter de fiesta y ritual. Llevó a elevar el misterio sexual a divinidad. La fertilidad femenina era el símbolo más alto de la fertilidad de la tierra, la "madre origina"
Entre los múltiples descubrimientos e invenciones de esta cultura no podía faltar la educación sexual. Griegos y latinos no conocían la importancia de desarrollar una sexualidad plena. Buscaban, por lo tanto, cumplir el ideal de la vida sexual. Educaban a sus hijos en el conocimiento de las funciones sexuales. Provocaban exaltar el erotismo.
"Es obvio -dijo Engels- que la belleza personal, la individual, las inclinaciones comunes, etc., han debido despertar entre los individuos de sexo diferente el deseo de relaciones sexuales, que tanto para el hombre como para las mujeres no era por completo independiente con quién establecer las relaciones más íntimas. Pero de eso a nuestro amor sexual moderno aún media muchísima distancia".[8]
El psicólogo Sigmund Freíd también dio a conocer sus revolucionarias teorías sobre la sexualidad humana, que conmocionaron la mentalidad de la sociedad occidental. Lo positivo fue que estas explicaciones de la conducta condujeron a la verdadera revolución sexual. Hombres y mujeres comenzaron a preocuparse por extender mejor el desarrollo de sus capacidades y habilidades sexuales.
El inicio del siglo XX fue también el principio del importante movimiento de liberación femenina. Este sentó las bases para situar a la mujer en un plano de igualdad con el hombre. La mujer pudo, entonces, comenzar el conocimiento y desarrollo de su sexualidad de una manera más auténtica. Lentamente empezaron a desecharse los tabúes sobre el cuerpo y su capacidad sexual.
La década de 1960, con sus movimientos juveniles de transformación política, económica y ética, trajo un cambio decisivo. La sexualidad se consideró desde entonces como una cualidad única del ser humano para lograr una unión anímica y física con sus semejantes. [9]
Con el triunfo de la Revolución nació también la preocupación gubernamental con relación a la educación sexual de la población; ya desde 1961 con la publicación de la revista Mujeres se comenzó a divulgar temas relacionados con la prevención de las ITS (infecciones de transmisión sexual), llamadas en ese momento enfermedades venéreas. Fue en 1962 en que la Federación de Mujeres Cubanas convocó a un grupo de especialistas de la salud pública y es a partir de esos momentos que se inician los programas de Educación Sexual, Planificación Familiar y Salud Reproductiva. Resaltan en estos momentos los trabajos del Dr. Celestino Álvarez Lanjonchere quien trabajó en la organización de la educación sexual en estos primeros años.
En 1970, Master y Johnson marcaron un hito en su género en cuanto al tratamiento de los problemas de educación sexual, que antes requerían de terapéuticas muy prolongadas y con escasos éxitos. La televisión pasa a ocupar un papel de primer orden en el marco de la revolución sexual, ya que se presentaban programas que abordaban el tema. Las películas se tornaron más audaces y en la primera fila de comercialización de los aparatos de video, los filmes pornográficos ocupan la primera plaza en ventas dentro de las distintas categorías.
En abril del 1971 cuando se celebró el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura se analizó la necesidad de introducir este eje temático en la escuela. Esto sirvió de antecedente para que en 1972 se organizara el Grupo Nacional para el Trabajo de Educación Sexual que con un enfoque multidisciplinario e intersectorial dirigió las acciones, que en este sentido se acometían; en 1989 este grupo se definió como Centro Nacional de Educación Sexual quien coordina y dirige este trabajo en el país.
En el I Congreso del Partido Comunista de Cuba en la tesis sobre política educacional, al referirse a los principios básicos del sistema de educación se plantea; "así como la formación correcta en orden a las relaciones de las personas de uno u otro sexo en lo que respecta a una sana educación sexual"[10] De esta forma se declaró la necesidad de contribuir a la educación sexual como parte de la política educativa del país. Desde finales de la década de los 80 del siglo XX, se manejó en Cuba la idea de penetrar íntegramente el currículo con las concepciones contemporáneas sobre la sexualidad. Esto permitió que en el último perfeccionamiento de los planes, programas y libros de textos se tuviera en cuenta un sistema de contenidos sobre la sexualidad, contempladas también en las orientaciones metodológicas para el maestro, luego, en la segunda mitad de los años 90 se expresó una concepción propias sobre los ejes transversales, que incluyeron a la educación sexual entre los definidos para la enseñanza general. En los procesos de perfeccionamiento llevados acabo en le educación cubana, se han incluido de manera creciente, contenidos sobre la sexualidad humana en los programas de las asignaturas Biología, Fundamentos de Marxismo -Leninismo, Educación Cívica y El mundo en que vivimos de la Educación General Politécnica y Laboral . La experiencia acumulada en cuanto a este enfoque curricular resalta la efectividad de estos esfuerzos. Sin embargo, se ha demostrado que en el presente un problema esencial radica en las dificultades de las docentes para su aplicación.
El propósito de este programa se centró en promover la igualdad entre hombres y mujeres, el fenómeno del bienestar de la infancia: el derecho de disponer de la información y de los medios necesarios para hacer lo que se corresponde con la atención que se brinda a los problemas de salud sexual y reproductiva, a los principios del Programa de Atención de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de 1994. La capacitación progresiva de las docentes del país, y la instrumentación de los programas curriculares y extracurriculares de educación de la sexualidad de los niños, adolescentes y jóvenes junto a la preparación de la familia contribuyó al desarrollo de formas de vida sexuales más plenas y responsables en estos importantes grupos poblacionales.
En 1998 se aplicó en todo el país como Programa Nacional el Proyecto Educación Formal para una Conducta Sexual Responsable extendiendo la estrategia y sus acciones de educación de la sexualidad a la totalidad de los centros docentes de todos los niveles del Sistema Nacional de Educación, desde la educación preescolar hasta el decimosegundo grado, incluyendo los centros de atención a educandos con necesidades especiales.
Uno de los logros más significativos del proyecto lo constituyó la disminución de la deserción escolar (bajas) por motivo de matrimonios, embarazos y abortos. El Proyecto no solo tuvo impacto en los conocimientos de los alumnos, sino especialmente en su proyecto de vida y en su comportamiento.
Con la instrumentación del proyecto se elevaron las acciones de la escuela, encaminadas a la preparación de la familia y a las relaciones de comunicación en lo referido al tratamiento de los temas de sexualidad. Se aprecian dificultades que indican la presencia de mitos, tabúes y estereotipos sexuales en los padres y madres que son transmitidos a sus niños, los que deben ser combatidos más fuertemente por la escuela en sus acciones con la familia.
En nuestros días, la manifestación de la sexualidad ocupa un lugar importante dentro de la vida cotidiana. El cuidado por desarrollarla en forma libre y plena se hace cada vez más evidente y necesario en la civilización moderna.
En el mes de marzo del año 2003 se celebró en nuestro país el XVI congreso Mundial de Sexología donde se debatieron numerosos temas entre los que estuvo presente la educación sexual para los niños. En el mismo se abordaron los muchos mitos y tabúes que rodean al tema de la sexualidad y se abogó por muchos participantes la necesidad de incluir la educación sexual como parte de la política pública de los diferentes países.
Entre las principales barreras que limitan adelantos en este sentido, se mencionaron los aún vigentes enfoques reduccionistas en la comprensión de la sexualidad humana y la concepción tradicional de considerar la educación sexual solo como una asignatura independiente y no como conocimiento básico incluidos en diferentes materiales.
La psicóloga Rondón, Iliana, perito en delitos sexuales del Instituto de Medicina Legal expresó que un elevado porcentaje de casos de abuso sexual, pudieron evitarse si al niño, niña y familia se les enseña en qué consiste el abuso sexual y sus formas de manifestarse.[11]
Según las investigaciones de los especialistas a lo largo de más de 15 años en la mayoría de los hechos de abuso sexual existe una relación cercana entre víctimas y victimarios, el delito ocurre en el entorno habitual del menor, los métodos no suelen ser crueles, y no en muchos casos se trata de niños carentes de afectos. Más de la mitad de las víctimas son del sexo femenino y proceden de hogares con pautas de crianzas, estilos de comunicación y riesgos negligentes.
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