Proyecto para favorecer la autoestima en el adulto mayor amputado
Enviado por Indalecio Alejandrez Mesa
- Resumen
- Introducción
- Insuficiencias Detectadas
- Marco teórico
- Muestra y metodología
- Análisis de los resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
La presente investigación se realiza para dar tratamiento y mejorar la autoestima a personas adultas que por diversas causas han sido amputado de algunos de sus miembros, esta se enmarca en el Consejo Popular # 2 del Municipio de Manzanillo, esta constituye un valioso instrumento en manos de los profesionales que prestan su servicios a este tipo de personas, además aporta valiosas recomendaciones metodológicas que favorecen la labor de profesor de la Cultura Física en el entorno comunitario.
El presente trabajo tiene como objetivo: elaborar un proyecto recreativo para favorecer la autoestima en el adulto mayor amputado de la comunidad del Consejo Popular # 2 en Manzanillo, para lo cual se seleccionaron a 13 adultos mayores limitados físicos motores amputados, con una edad entre 60 y 80 años que representan el 100% de la población seleccionada.
Para cumplimentar este propósito se utilizaron varios métodos entre los que se
encuentran del nivel teórico:
Histórico-lógico; Analítico-Sintético; Inductivo-deductivo; del nivel empírico: entrevista, encuesta, Test Inventario de autoestima de Coopersmith,TEST VA Grajales-Valderrama 2000, Criterio de especialistas ;Tratamiento estadístico-matemático: Estadística descriptiva
Los métodos estadísticos y matemáticos utilizados fueron: Estadística, utilizando el paquete estadístico SPSS, soportado en una PC Pentium IV. Para la valoración del proyecto recreativo se utilizó el criterio de especialistas.
El proyecto recreativo elaborado constituye un importante instrumento para los profesionales que atienden el trabajo comunitario para favorecer el nivel de autoestima de los adultos mayores limitados físicos motores amputados pertenecientes a la comunidad del Reparto Vázquez del municipio Manzanillo.
Summary
The objective of the following work lies on a recreative work to favour the self-believe in amputate old persons., from the community and Popular Town Hall 2 in Manzanillo .For this purpose were selected 13 physically limited amputate old persons, between 60 and 80 years old which represent 100% of the choose population.
To accomplish the purpose of the work were used some methods, such as , the ones of theorical level as follows: Historical –logical, analysis –synthesis, and the ones from the empiric level , such as the interview ,inquiry , Inventary test of self – believe form Coopersmith,Va Grajales- Valderrama 2000 test, Specialists Criteria ,Stadistic- Mathematic treatment through the descriptive Stadistic.
The stadistic and mathematic methods used were : Stadistic, using the Stadistic package SPSS ,supported in a Pentium IV PC. For the valuation of this recreative project was used the specialist criteria.
The elaborated recreative project constitutes an important instrument for the professionals who attends the communitary work in order to favour the self –believe in physically limited amputate old persons who belong to the community of Vazquez community in Manzanillo municipality.
El fenómeno demográfico del adulto mayor, es una cuestión del estado cubano que suscita su interés por la recreación social en estas edades, uno de los rasgos más característicos de nuestra sociedad actual, como lo es el envejecimiento de su poblacional.
A lo largo de la existencia de la humanidad se han buscado herramientas que proporcionen una mayor calidad de vida desde el punto de vista de la alimentación, vivienda y otros componentes de gran importancia que brinden a las personas una estancia feliz y armónica en el área que le ha tocado vivir.
Con el triunfo de la Revolución se le dio a todos los problemas sociales que existen en nuestro país una respuesta dentro de los límites permisibles, con el objetivo de que todos seamos partícipes de los resultados a alcanzar para tener una sociedad cada vez más justa y duradera.
Uno de los problemas más sensibles en nuestras comunidades, es el referido a las personas con discapacidad. Aun persiste en nuestra sociedad el rechazo o la apatía hacia las personas que no se encuentran aptas física y mentalmente.
El defecto físico no solo cambia la actitud del hombre hacia el mundo, sino, también, influye en las relaciones con otras personas, su infelicidad varía, ante todo su posición y la orientación hacia el medio, provocando en ocasiones una desviación social.
Relacionado con todo esto, les falta comunicación con los coetáneos y con otros escolares o vecinos de mayor edad, porque se les aísla de diversas maneras. Además, la sociedad no está diseñada para ellos: no pueden compartir en escuelas, o en espectáculos culturales o en eventos deportivos en los que la arquitectura o las distancias dificultan el acceso de la silla de ruedas.
El peor enemigo de los discapacitados físico-motores son las barreras psicológicas y no las barreras arquitectónicas.
Ante tantas complicaciones que les plantea la vida, no todo depende de que los familiares los subvaloran, o los resguardan o esconden; también ellos adoptan diversas estrategias que influyen en la formación ulterior de su personalidad. Muchos no luchan, no se sobreponen, y se adecuan a la ayuda más o menos afectuosa de sus allegados. Pero otros buscan con tesón soluciones para desplazarse, para compartir y jugar, para desenvolverse en la vida diaria, para aprender y en cuanto están en un ambiente estimulante, aceptante, que les da confianza en sus posibilidades, ¡avanzan de una manera sorprendente!
Las limitaciones físico-motoras constituyen una de las principales discapacidades que afectan a la población mundial.
Los discapacitados con limitaciones físico-motoras, requieren de métodos especializados y a su vez novedosos e interesantes de forma que los conduzcan a elevar su autoestima, a reconocer que sí pueden vencer las dificultades que presentan, a elevar la motivación por las diferentes actividades propias de su edad, hasta llegar a estadios superiores que les permita alcanzar un equilibrio adecuado.
Son muchos los estudios que se han realizado sobre la aceptación de los discapacitados por la sociedad. Uno de los problemas más sensibles detectados en nuestras comunidades lo constituye este tema, ya que son marginados de toda actividad generalmente cuando estos se incorporan se siente apartados del resto de las personas.
Las limitaciones físico-motoras constituyen una de las principales discapacidades que afectan a la población mundial. En Cuba el estudio psicosocial de las personas con discapacidad, realizado en todo el territorio nacional en el año 2003, por orientación del Comandante en Jefe Fidel Castro, reveló que las limitaciones físico-motoras ocupan el segundo lugar entre todas las discapacidades, superada solamente por los portadores deficientes intelectuales (retraso mental).
La conceptualización de las limitaciones físico-motoras es un asunto complejo, que por su connotación involucra a especialistas de las más variadas disciplinas científicas y técnicas, entre ellos a médicos, psicólogos, pedagogos, sociólogos, etcétera.
La implementación de una propuesta en la comunidad para la atención de los discapacitados según sus limitaciones físico-motoras se debe contemplar dentro de los objetivos y planes de desarrollo del INDER, su implementación científica y la creación de condiciones para ellos, son objeto de estudio de diversas investigaciones de especialistas y técnicos, dado la diversidad de respuestas que en forma óptima deben darse en la realización de estas personas con alguna discapacidad.
La misma se fundamenta en el empleo de acciones comunitarias como herramientas que utilizaremos con el fin de estimular, impulsar y lograr su desarrollo social de la población.
A su vez consideramos de gran importancia para nuestra investigación el trabajo comunitario que es un conjunto de acciones teórica (de proyecciones) y práctica (de ejecución) dirigida a la comunidad con el objetivo de solucionar la problemática de los discapacitados.
Para llevar a cabo esta investigación se realizó un estudio en la comunidad fundamentalmente en la atención recreativa deportiva que reciben los discapacitados, así como la integración de los mismos y la familia a las actividades comunitarias, esto permitió conocer algunas limitaciones o problemáticas que afectan desde el punto de vista social y humano a la participación de aquellas personas con dichas afecciones, permitiéndole un mejoramiento así en su recuperación físico-motora.
A partir de las apreciaciones antes mencionadas se pudo observar el déficit de actividades recreativas deportivas en la comunidad, se constata la existencia de pocas instalaciones deportivas y la no existencia de medios ni áreas para la realización de otras modalidades recreativas. Esto se debe en gran medida a que no existe una planificación y organización de las actividades deportivas-recreativas en la comunidad.
Nuestro país instruye a la sociedad en la participación de las actividades recreativas deportivas, así como crea espacios para incorporar a los discapacitados a las diferentes labores sociales, no obstante, aún existe desconocimiento sobre la atención que se les brinda a los discapacitados. A pesar de todo esto son otras las barreras que pueden obstaculizar la participación de las personas con discapacidad para contribuir al óptimo aprovechamiento de esta propuesta, todo ello influye en la participación de los discapacitados en las actividades que se realizan en la comunidad.
Todo esto, conduce a la necesidad, en el caso de las personas con determinada discapacidad físico-motora, de organizar los programas teniendo en cuenta las peculiaridades que presentan en el desarrollo de su personalidad. Uno de los logros más importantes en la comunidad, sería acercarnos a través de las actividades comunitarias, a las personas que nos necesitan y especialmente a estos discapacitados.
Esta propuesta permitirá a especialistas, técnicos y a la familia trasmitir de forma asequible conocimientos y desarrollar habilidades para propiciar en el discapacitado formas de actuación y que se sienta útil dentro de la sociedad, lo que significa que el personal especializado que atiende esta tarea debe trabajar para lograr la unidad entre lo afectivo-recreativo, que el especialista atiende a la adquisición de los conocimientos, el desarrollo de las habilidades, hábitos, así como los intereses de los discapacitados, motivaciones, sus preocupaciones, trasmitirle afecto, como condiciones para lograr un proceso integral en el desarrollo de su personalidad.
En la esfera internacional se llevan a cabo diferentes investigaciones en torno a la recreación,
por autores como: Becker.R (1992), Novo, M (1996), Canal, P (2000), Ballesteros, C (2000) y
López, M (2000), Osorio (1999), y otros. Estos autores realizan análisis teóricos generales,
descontextualizados, en los que hacen referencias a elementos relacionados con los valores
éticos- ambientales no siempre definiéndolos en este término, ni determinando cuáles conforman este grupo, además tampoco lo relacionan con la calidad de vida
En Cuba los que tienen 55 años y más vivieron en su niñez momentos difíciles que pusieron en riesgo su infancia y muchos de ellos la perdieron al tener que convertirse en obreros desprovistos de toda clase de protección paternal por la necesidad imperante en aquella época.
Pertenecer al grupo de la Tercera Edad, conformado por adultos mayores presupone a todas aquellas personas que están en edad de jubilarse o desvincularse de actividades laborales o que sin estar sujetos a una actividad específica, perciben claramente que "no pueden realizar determinadas tareas", que sus pares comienzan a sufrir como ellos una involución natural, igual que el mismo proceso de la vida, en cuanto al nacimiento, infancia, adolescencia, juventud y adultez.
Cada una de estas etapas de la vida, contiene en sí, ajustes, acomodamientos en los planos psicológicos, afectivos, volitivos y por otro lado a éstos se corresponden diferentes niveles de maduración, aprendizaje, crecimiento, autonomía e independencia. Procesos todos que se dan en forma natural y espontánea, según pasan los año
En el adulto mayor limitado físico motor amputado, se le presenta una preocupación recurrente "no ser tenido en cuenta", "no ser necesitado", esta sensación de "no servir", se traduce en una autoestima inadecuada, siendo esta una de las dificultades más marcadas desde el punto de vista psicológico, lo cual no debe ser desatendido ya que es un compromiso ineludible que compete a todos, y no hay forma más clara de ver las cosas, cuando se puede "poner en el lugar del otro" y en ese lugar, el "del otro". Preguntarse "¿cómo le gustaría ser tratado, reconocido, estimulado?"
En la sociedad cubana se realizan grandes esfuerzos orientados al bienestar social del adulto no sólo en el aspecto material, sino en su participación activa de acuerdo con sus posibilidades objetivas. El Estado adopta medidas para que las personas en edad de jubilación que deseen seguir trabajando puedan hacerlo.
Co auspiciada por la Central de Trabajadores de Cuba y la Asociación de Pedagogos, la Universidad del Adulto Mayor realiza un proyecto educativo que comprende el estudio de planes o módulos temáticos que contribuyen a la actualización y superación científico -técnico contemporánea con vista a lograr la plena reinserción en la vida social del hombre y mujeres de la tercera edad.
El Instituto Nacional de Deporte Educación Física y Recreación (INDER) como organismo rector de la actividad física y el deporte debe contribuir al cumplimiento de los roles que le corresponden en el desarrollo social del país. En las circunstancias sociales actuales se deben incrementar como fin principal, crear hábitos por la actividad física y recreativa de la población adulta.
En la provincia de Granma se desarrollan proyectos de investigaciones con este fin, centrados en el trabajo comunitario, se destacan en la Facultad de Cultura Física el desarrollado por Montero Fuentes, O (2004) en la comunidad Carlos Manuel de Céspedes y Brig. Escalona J (2006)en Rosa la Bayamesa, dichas investigaciones facilitan la masificación de las actividades en la zona para el bienestar físico, mental y social, pero agrupan personas de todas las edades y aunque tienen cabida los adultos mayores no está concentrada toda la atención en estas edades, sino en la población general.
La presente investigación se orienta al estudio de una población muy particular dentro del grupo etáreo de la tercera edad; los adultos mayores limitados físico motor amputados. En la revisión bibliográfica realizada se constata que se conocen investigaciones con los limitados físicos motores amputados, hechas por Clínicas para rehabilitación del miembro afectado, se ha observado un progreso verdadero en cuanto a los métodos para el cuidado total de estas personas amputada. Se destacan: Lisfranc, Pirogoff Syme, Chopera, Griffi-Stoke, Kira 1946 entre otros, en particular llaman la atención las investigaciones de deporte terapéutico desarrolladas en el siglo XIX por Biesalsky y en el siglo XX por Hoske. Sin embargo en el contexto específico de la Cultura Física se desconocen investigaciones que relacionen al adulto mayor amputado y a la recreación.
La atención al limitado físico motor amputado es dirigida por la Asociación Cubana de Limitados Físicos Motores (ACLIFIM), la cual tiene como misión la plena integración social de las personas con discapacidad físico – motriz logrando la equiparación de oportunidades. Su objetivo fundamental es la agrupación y organización de estas personas con el fin de incorporarlas o reincorporarlas a una vida socialmente útil.
La revisión del manual del coordinador de esta asociación y entrevista realizadas a coordinadores miembros de la ACLIFIM y limitados físico motores amputados de la comunidad del Reparto Iser del municipio Bayamo permiten constatar que:
Los objetivos definidos en el manual en función de promover medidas de sensibilización social en favor de las personas con discapacidad establecer relaciones de coordinación y cooperación con las instituciones y entidades estatales para el disfrute pleno de estos sujetos. Y ayudar a los asociados en su adaptación física y psicológica no siempre se materializan ya que existen dificultades para el desarrollo de las actividades por parte de la asociación a partir de la insuficiente participación y apoyo de otras instituciones (entre ellas el INDER), todo esto repercute en un estado de satisfacción negativo de los asociados, desinterés y poca motivación por las escasas actividades recreativas que se realizan, lo que agudiza los problemas de exclusión que a nivel social, (familiar y comunitario) sufren estos sujetos manifestando conductas depresivas, desaliño personal, enojo e iras sin tener motivos aparentes, autovaloración inadecuada, poca auto aceptación personal, abandono de su personalidad. Lo cual finalmente se traduce en la manifestación de una inadecuada autoestima incidiendo negativamente en el bienestar físico y psíquico en la calidad de vida.
El Programa de la ACLIFIM, contempla variadas actividades recreativas, pero no señala en cuanto a la elaboración de un proyecto con el objetivo de mejorar el estatus psicológico del limitado físico motor.
Ausencia de un enfoque integrador bio-psico-social en el establecimiento de dimensiones e indicadores para la evaluación del impacto del Programa para el Adulto.
Ausencia de indicadores de carácter psicológico y social para la evaluación del impacto del Programa para el Adulto Mayor.
No existe una correspondencia de la aplicación práctica del Programa para el Adulto Mayor con los objetivos que en materia de educación física exigen los documentos normativos.
Se aprecia una tendencia hacia el aislamiento del adulto mayor con limitaciones físicas motoras.
Situación Problémica: La ausencia de la formación psicológica del sujeto con limitaciones físicas motoras, así como la tendencia al aislamiento y el pobre tratamiento hacia esta problemática referente a la recreación, ha condicionado el siguiente problema científico: ¿Cómo favorecer el nivel de la autoestima de los adultos mayores limitados físicos motores amputados desde la Cultura Física.
Como objeto de estudio: El proceso de recreación física.
Por lo que se declara el siguiente objetivo de la investigación: Diseñar un proyecto recreativo que contribuya a favorecer el nivel de autoestima de los adultos mayores limitados físicos motores amputados pertenecientes a la comunidad del Reparto Vázquez del municipio Manzanillo.
Lo que se delimita como campo de acción: La autoestima a través de un proyecto recreativo para los adultos mayores limitados físicos motores amputados.
Por lo que elaboramos la siguiente Hipótesis de trabajo:
Con el diseño de un proyecto recreativo basado en los gustos y necesidades, para podemos potenciar la autoestima hasta el 70 a 80 en el nivel I de los adultos mayores limitados físicos motores amputados pertenecientes a la Consejo Popular No. 2 del municipio Manzanillo.
Para darle respuesta a la Hipótesis se elaboran las siguientes tareas científicas:
1. Estudio de los fundamentos teóricos metodológicos que han caracterizado los estudios de la autoestima como formación psicológica.
2. Caracterización del estado actual de la muestra objeto de estudio
3. Diseño y aplicación del proyecto recreativo a la muestra que se investiga.
4. Valoración de la factibilidad del proyecto recreativo en la muestra objeto de investigación.
Aporte Práctico:
Un proyecto recreativo para favorecer la autoestima del limitado físico motor amputado.
Novedad científica:
El proyecto recreativo estuvo dirigido al adulto mayor limitado físico motor amputado para favorecer la autoestima, mediante actividades recreativas en la comunidad.
Justificación del trabajo:
La falta de un proyecto recreativo y el favorecimiento de la autoestima del adulto mayor en los limitados físicos motores amputados a través de una propuesta, permite solucionar un problema no abordado suficientemente hasta el momento en la comunidad en que se desarrolla.
Estructuración de la tesis
La tesis está estructurada en tres capítulos: en el primero se elabora el marco teórico el sustento teórico sobre la autoestima, la discapacidad como limitación motora, la recreación y las características para elaborar el proyecto, enfatizando en las coordinativas especiales a partir de la revisión bibliográfica de la literatura vinculada con la problemática que se investiga.
En el segundo capítulo se aborda la selección de la muestra objeto de estudio, los métodos utilizados para obtener la información relevante en el proceso investigativo y dar solución al problema que se investiga, así como la metodología empleada, y en particular para la elaboración del proyecto recreativo.
En el capítulo tres se expresan de forma sintética, los resultados de la aplicación del método de criterio de usuario y especialistas. Los resultados avalan la propuesta del proyecto recreativo y los retos que tiene dicho proceso en los momentos actuales en el entorno comunitario, con sus conclusiones con elementos relevantes de la investigación, la inferencia del análisis de los resultados obtenidos a partir de la aplicación de los instrumentos para dar solución a la problemática planteada y las recomendaciones tributan a como perfeccionar los resultados obtenidos.
CAPITULO I:
1.1. La autoestima como formación psicológica y sus manifestaciones en el adulto mayor limitado físico motor amputado.
1.1.1. La autoestima como formación psicológica de la personalidad
Desde la antigüedad, los hombres han dirigido su atención a complejos problemas de la psiquis humana y este interés no se ha debilitado con el paso del tiempo, sin embargo, la temática de la autoconciencia o del yo como hecho científico, ha sido insuficientemente elaborada en el grupo etáreo objeto de investigación, ya que resultan indiscutibles las grandes dificultades que plantean para la investigación, en cuanto a sus peculiaridades en este fenómeno profundamente interno, propio de la subjetividad humana en sus aspectos más íntimos.
Como expresa I. S. Kon (1986): "las investigaciones empíricas del yo siguen siendo incompletas, su metodología no siempre es suficientemente rigurosa, el aparato conceptual no es unánime y las concepciones teóricas alternativas no logran reducirse a un común denominador". Esta expresión resulta plenamente aplicable a estos días, a pesar de que las indagaciones sobre la autoconciencia y sus diversos modos de expresión han proliferado en los últimos años, convirtiéndose en el centro de numerosos estudios de corte persono lógico.
En Cuba deben destacarse los notables aportes de investigadores como F. González, Diego. González, G. Roloff, M. Suárez y Ma. T. García (1991) al estudio de la autoconciencia y la autovaloración, incluido el análisis de sus regularidades y características más relevantes en diferentes períodos etáreos y en el adulto mayor limitado físico motor, específicamente amputado.
No obstante, aunque las investigaciones sobre la autoconciencia y sus manifestaciones particulares han progresado en número y proyección, en contraste con otros problemas-objeto de análisis de la ciencia, aún se les dedica insuficiente espacio y solo alcanzan un lugar modesto en el desarrollo de la psicología y la pedagogía contemporáneas.
El análisis de la autoestima y sus regularidades ha sido casi patrimonio absoluto de la Psicología, mientras que resulta de valor indiscutible develar las exigencias y especificidades de una pedagogía de la autoestima, dirigida a la potenciación de los recursos y facultades humanas desde las primeras edades de la vida. Por otra parte, los estudios sobre la autoestima dedicados al adulto mayor limitado físico motor amputado resultan escasos y aislados.
Esto fundamenta en gran medida la importancia del presente trabajo, particularmente, el fenómeno de la estima personal, como expresión de la autoconciencia, ha tenido una profusión muy notoria en el Occidente. Esto resulta claramente comprensible, ya que el tránsito de una sociedad industrial a una de información, del trabajo físico al intelectual como actividad predominante del trabajador y el surgimiento de una economía global caracterizada por el cambio rápido, los acelerados progresos científicos y tecnológicos, así como por un nivel de competitividad sin precedentes, crean elevadas demandas a los recursos psicológicos humanos y muy en especial, a la estimación personal del trabajador, lo que supone su responsabilidad personal, autonomía, autoconfianza y competencia.
Sin embargo, es la opinión del autor, que en la actualidad la autoestima y su desarrollo, no pueden considerarse sólo objetivos de primera línea para los países capitalistas o para las ciencias sociales en el Occidente. La autoestimación es un fenómeno universal, y a la vez una fuerza poderosa dentro de las personas. Constituye un factor decisivo para el desarrollo de la sociedad, ya que la realización de ésta, resulta imposible si sus miembros no se valorizan positivamente a sí mismos y no confían en los poderes de su mente o su cuerpo.
En las últimas décadas, educadores, psicólogos y otros profesionales de ciencias afines se han interesado por el autoconcepto, la autoestima y la medida de estas propiedades, incentivados esencialmente por la creencia de que estos aspectos están muy vinculados al proceso educativo en general y más específicamente a la "educación afectiva".
Autores como H. Gardner (1995) proclaman hoy la validez de la teoría de las "inteligencias múltiples" y dentro de éstas destacan la trascendencia de la inteligencia intrapersonal. Otros como D. Goleman,(1996), comentan sobre el papel relevante de la inteligencia "emocional", que incluye el autodominio, la autonomía, la decisión, la capacidad para ser empático, la firmeza, la autoconfianza. Estas categorías, sin temor a equivocaciones, admiten la inclusión de la autoestima en tanto demanda para una existencia plena y autorrealizada de cada hombre.
En la actualidad resulta muy controvertida la lucha entre el considerar el autoconcepto y la autoestima como formaciones meta cognitivas (y como tal, relacionadas en primer término con la regulación cognoscitivo-instrumental) o como emocionales (y así vinculadas prevalentemente a la esfera de la regulación afectivo-motivacional)
Autores como F. González (1982), I. S. Kon (1986), V. Satir (1989), G. Roloff(1987), J. Lafarga (1993), B. Young (1991), N. Branden (1997) y otros, enfatizan el punto de vista acerca del cual la autovaloración y la autoestima son formaciones motivacionales particulares y que por ende su papel principal en la regulación consiste en brindar un sentido a las acciones del hombre, inducirlas y orientarlas. Otros autores, en cambio, enfatizan en el elemento racional y/o perceptual de estos conceptos. Por ejemplo, M. Rodríguez y R. Bermúdez (1996) hiperbolizan el aspecto meta cognitivo de la autoconciencia y la autovaloración, partiendo del peso específico que tiene en estas formaciones, el conocimiento que la persona obtiene de sí. De esta manera señalan: el proceso meta cognitivo explica cómo el sujeto experimenta su proceder en un contexto en forma de autopercepción, autoestima y autoconcepto. Se considera la autovaloración como forma de instrumentar la meta cognición, por lo tanto, esta es una instrumentación más, a saber, la de valorar, perteneciendo a la unidad psíquica denominada instrumentación ejecutora.
Sin pretender negar en absoluto, el papel de los procesos y funciones cognitivas en la autoconciencia y sus diversas formas de expresión, el autor considera imprescindible destacar el papel orientador y estimulador del comportamiento que estos asumen, el rol actitudinal de los mismos y su relación con el sistema de valores que porta el sujeto concreto. Por otra parte, en el caso particular de la autoestima, se considera que el significado de los componentes emocionales resulta mucho más evidente. Por tal razón, se considera muy atinado el punto de vista de Jourard (1993) al destacar que la estima personal es una compleja respuesta cognoscitiva-afectiva; o que en calidad de respuesta emocional, incluye también componentes cognoscitivos. Un criterio análogo es sustentado por R. B. Burns (1993) y J. Machargo (1993) al referirse al autoconcepto.
Lo anterior significa que en la autoestima, como en el autoconcepto, se da la unidad entre lo meta cognitivo y lo meta emotivo, sin enmarcarlos absoluta e irrevocablemente en uno u otro plano. No obstante, para el autor la esencia de la autoestima en particular, consiste en su fuerza motivadora, en su rol inductor, y por ende en su posibilidad de inspirar un tipo u otro de comportamiento. Esto no niega, en modo alguno, su papel en la regulación ejecutora de la actividad o en la competencia mostrada por el sujeto en una u otra área vital.
Sobre la base de lo apuntado se concluye entonces que la autoestima no es una formación básicamente meta cognitiva sino afectiva, no esencialmente ejecutora sino inductora, porque ella no decide el éxito por sí misma, si bien es obvio que influye de manera notoria en éste, al constituirse en un móvil de las actuaciones humanas.
La autoestima incide en el sentido de que impulsa el comportamiento a través del sello de seguridad y autoconfianza que infunde al sujeto, que es una alta garantía para tener buenas ejecuciones, por cuanto la persona se cree capaz de hacerlo y poseedora de los recursos y potencialidades necesarias para ello, así como merecedora de un desenvolvimiento eficaz. La autoestima implica conocimiento de sí, pero trasciende ampliamente a este. Supone auto aceptación, auto aprobación, amor hacia lo que es y hace la persona, auto gratificación. Más que autoconocimiento supone una polaridad afectiva positiva respecto al yo, sentimientos y actitudes manifiestas hacia el propio sujeto y su comportamiento; vivencias de valía personal, de importancia, competencia, respeto y excepcionalidad.
Lo anterior apunta hacia las funciones de la autoestimación, en estrecho vínculo con los componentes básicos de la misma. La autoestima, como se ha señalado, implica componentes intelectuales (meta cognitivos: autoconocimiento, autopercepción, autoconcepto) y componentes emocionales (vivencias y actitudes orientadas hacia la propia persona). Estos componentes están en relación directa con sus funciones, valorativa y reguladora, ya que la autoestima basada en el conocimiento de sí y la autovaloración, determina la dirección del comportamiento humano y le da una orientación a su existencia. En tal sentido apunta Nathaniel Branden (1993) que la autoestima es aquello que "influye sobre nuestras elecciones y decisiones significativas y, por ende, modela el tipo de vida que creamos"
Desde W. James (1983) en las postrimerías del siglo XIX, diferentes pensadores y estudiosos de la temática han brindado conceptualizaciones acerca de la autoestima. Una de las definiciones más difundidas la brinda Stanley Cooper Smith (1997) en su libro "The antecedents of self-esteem". El autor entiende por autoestima la evaluación que efectúa y generalmente mantiene el individuo con respecto a sí mismo. Expresa una actitud de aprobación o desaprobación e indica en qué medida el individuo se cree capaz, importante, digno y exitoso. En resumen, la autoestima es un juicio personal de dignidad, que se expresa en las actitudes del individuo hacia sí mismo.
Este concepto, si bien resulta valioso para la comprensión de la autoestima y sus componentes principales, no distingue con claridad entre autovaloración y estima personal. Un intento más reciente, destinado a definir la autoestima, corresponde a Richard L. Bednar, M. Gawain Wells y Scott R. Peterson, en su libro " Self Esteem: Paradoxes and Innovations in Clinical Theory and Practice (1997) ". En el mismo señalan: "Definimos la autoestima como un sentido subjetivo de auto aprobación realista. Refleja cómo el individuo se ve y se valora en los niveles fundamentales de la experiencia psicológica (…) Entonces, "la autoestima es fundamentalmente un sentido perdurable y afectivo del valor personal basado en una autopercepción exacta.", en esta definición se aprecia un balance más favorable entre los aspectos valorativos y vivenciales. Sin embargo, de tácito acuerdo con N. Branden (1997), se considera que resulta cuestionable la aseveración rotunda y absoluta de que la autoestima está basada en la realidad. Sobre la base del concepto ofrecido por estos autores, habría que aceptar que si no se posee una autopercepción exacta no existe la autoestima, lo cual es erróneo. Por supuesto que una autoimagen legítima y objetiva es un momento importante y favorecedor para una elevada autoestimación.
Nathaniel Branden (1997), conocido como el "Padre de la Autoestima", entiende que esta es la experiencia fundamental de que las personas pueden llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias (cuando está plenamente consumada).
En consecuencia resume la autoestima como:
1)- La confianza en la capacidad de pensar, en la capacidad de enfrentarse a los desafíos de la vida.
2)- La confianza en el derecho a triunfar y a ser felices; el sentimiento de ser respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar las necesidades, a hacer valer los principios morales y a gozar del producto de los esfuerzos.
En esta definición está mucho más perfilado el componente afectivo-motivacional de la autoestima, lo cual no supone la ignorancia del papel del componente intelectual en calidad de su basamento mismo.
Conforme a lo anterior, en este trabajo el autor define que la autoestima es una formación psíquica predominantemente afectivo-motivacional, pero a la vez conformada por elementos intelectuales, de carácter meta cognitivo (autopercepción y autoconcepto), que constituye una fuente de autoafirmación y autorrealización permanentes para el ser humano. Basada en la percepción evaluativa de sí mismo, la trasciende, e implica una actitud positiva o negativa hacia la propia personalidad y sus actuaciones, expresada en un determinado grado de confianza, respeto, consideración, aceptación y amor incondicional hacia el yo.
Muchos autores, al referirse a la autovaloración, el autoconcepto o la autoestima, han alertado acerca de la inconveniencia de considerarlos solo desde un punto de vista general. Es decir, señalizan lo desacertado de aludir únicamente a un nivel global de la autoestima o del autoconcepto, y lo beneficioso de referir estas formaciones a esferas particulares de la personalidad y la actividad humana.
Así, Wrenn (1993), por ejemplo, comenta que el individuo posee muchos autoconcepto y no solo uno. En toda persona, desde su punto de vista, existe una jerarquía bastante consistente de autoconcepto.
O. González (1989), por su parte, destaca que la autovaloración, como fenómeno complejo, incluye los diferentes aspectos de la personalidad del sujeto y los resultados que alcanza en los distintos campos de su actividad. En tal sentido hace referencia a una autovaloración en sentido general y a autovaloraciones parciales, en las que se reflejan la forma de actuar o comportarse el individuo en un aspecto específico.
Señala la misma autora que resulta interesante advertir que no necesariamente existe una relación directa entre un tipo y otro de autovaloración. Así, un sujeto puede tener una elevada y correcta valoración de sí en su rendimiento docente, mientras que la referida a su posición social en el grupo puede resultar completamente errónea.
Numerosos adultos mayores llegan a la edad de la jubilación y se sienten todavía en plenitud para la realización de sus trabajos. Frecuentemente se encuentran personas de edad avanzada que están plenamente en forma, lúcidas, llenas de iniciativas y planes de trabajo. Muchos hombres y mujeres científicos, literatos, escritores, investigadores, políticos, hombres de campo, mujeres dueñas de casa, etc., aunque ven disminuidas sus potencialidades físicas al llegar a la vejez, sienten sin embargo que su mente sigue activa, y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas. A pesar de que aun se sienten con fuerzas, capaces de de seguir dando su aporte, el estado les indica a través de leyes que ha llegado el momento de ceder el puesto a gente joven Orosa Traiz (2003), esta situación se ha revertido. En Cuba en los dos últimos años, debido al déficit de fuerza laboral y al envejecimiento de la población.
Una de las primeras necesidades de todo ser humano es la de sentirse aceptado, querido, acogido, perteneciente a algo y a alguien, sentimientos estos en los que se basa la autoestima; que consiste en saberse capaz, sentirse útil, considerarse digno.
Por lo tanto no puede haber autoestima si el individuo percibe que los demás prescinden de él. Así lo veía Maslow (1954) en su famosa pirámide de necesidades, donde describe un proceso que denominó autorrealización y que consiste en el desarrollo integral de las posibilidades personales, pero la autoestima (inserta en el sistema actitudinal de la personalidad) es un todo muy complejo. Todo el valor afectivo – emotivo que ella encierra no se limita sólo a efectos anímicos (lo que ya es bastante importante) sino que proyecta sus múltiples consecuencias también hacia lo físico.
Estudios modernos prueban que el enfermo se recupera mejor si además de los cuidados médicos y fármacos cuenta también con toda esa red de arropamiento acogedor que representa la mano tierna y cariñosa dispuesta a brindarle un amor incondicional. No sólo el enfermo se recupera mejor cuando es atendido con cariño, sino que a causa del buen querer, una persona puede permanecer inmune a la enfermedad, que aquella otra carente de esta experiencia amorosa. En el caso de los amputados estos planteamientos tienen una gran vigencia pues una adecuada atención y actitud de la familia y la comunidad hacia ellos los pondría en mejores condiciones para su recuperación y para mantenerse activos socialmente.
La autoestima en el adulto mayor.
Dentro de los desórdenes afectivos que presentan los adultos mayores, es infrecuente que se aluda a la deficiente autoestima de los mismos, a pesar de que ésta apenas se contempla en los programas interventivos dirigidos a accionar sobre la personalidad del adulto mayor y su rendimiento. Así, Clara Inés King de Larrarte (1995) puntualiza, en relación con este tipo de personas, que "aunque no tienen un disturbio emocional primario, con frecuencia sus conductas son inapropiadas, tienen sentimientos de poca valoración y generalmente los acompaña una gran tensión emocional."
Siendo el incremento de la autoestima una necesidad esencial del adulto mayor objeto de investigación, exige de un análisis teórico y de reflexiones en torno a su papel en la regulación de la conducta de los mismos.
El proceso natural de llegada a la etapa del adulto mayor, es vivido con temores y recelos , en parte por las actitudes asumidas socialmente que en alguna medida menosprecian la llegada a esta etapa de la vida, considerando a quien transita por ella, una persona para no ser tenida en cuenta "los mal llamados viejos".
Una de las dificultades más marcadas desde el punto de vista psicológico en el adulto mayor son las relacionadas con el nivel de autoestima. Hablar de autoestima en la tercera edad es un compromiso ineludible que compete a todos, porque todos llegan a ser parte de ella, y no hay forma más clara de ver las cosas, que poniéndose en el lugar del otro y preguntándose ¿Cómo le gustaría ser tratado, reconocido, estimulado?
Al adulto mayor que puede conservarse sano, autónomo e independiente, se le presenta una preocupación recurrente: no ser tenido en cuenta, no ser necesitado, esta sensación de "no servir", se traduce a medida que pasa el tiempo, en abandono, conductas depresivas, desaliño personal, enojos e iras sin tener motivo aparente. Y por otra parte una gran dificultad para acostumbrarse a vivir sin compañía o bien, en su propia casa pero sin el compañero o compañera, en el caso del matrimonio que uno de los cónyuges hubiese fallecido.
En el adulto mayor, la autoestima sigue condicionando la satisfacción, independientemente de cual sea el tema central de cada una de estas etapas. Al constituirse por percepciones y afectos relativamente permanentes acerca de sí mismo, una parte importante de la autoestima personal se desplaza sin mayores alteraciones a lo largo de la vida, mientras que otro tanto sufre leves modificaciones.
La pérdida de un ser querido, por ejemplo, puede incidir de manera importante en la vida afectiva de sus parientes más cercanos. El sentimiento de culpabilidad -presente en la pareja o el padre- sobreviene después de la pérdida, convirtiéndose en una incesante fuente de mortificación y desamparo, al punto que llega a desarrollar un importante rencor contra sí mismo. La falta crónica de trabajo, puede despertar gradualmente una sensación de hastío intolerable, carcomiendo la certeza que el sujeto puede tener acerca de sus verdaderas capacidades.
Sea o no de manera consciente, el juzgarse y rechazarse a sí mismo provoca un tremendo dolor. Un adulto normal, en tales condiciones, se inhibe de asumir riesgos sociales, académicos o profesionales. Junto a su vida afectiva, la sexualidad sufre importantes trastornos. Como se señaló anteriormente, el adulto levanta barreras defensivas. Puede enrabiarse consigo mismo y con el mundo, o sumergirse en un empeño perfeccionista.
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