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Suicidios (Perú) (página 2)


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La actitud de los hombres ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría «en la flor del pecado»; por eso el hombre de la edad media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres, inclusive en las oraciones medievales se rezaba «líbranos Señor de la muerte repentina».

Las antiguas civilizaciones sacralizaron la muerte, la domesticaron, queriendo restarle dramatismo e integrarla en un sistema de ritos y creencias que tenían por objeto convertirla en una etapa más del destino, por ello, rechazaban y condenaban el suicidio: el cuerpo del suicida era castigado, arrastrado por el suelo, y no tenía derecho a ser sepultado en la Iglesia. solo en el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor, o de otras formas de suicidio como el duelo.

En sociedades donde la sacralidad era la cosmovisión vigente, es lógico que el comportamiento suicida se rechazara, pues el hombre no tenía permitido modificar su destino, que estaba en las manos de Dios, tampoco se le reconocía al ser humano el derecho de imponer a la sociedad la presencia intempestiva de la muerte por una decisión personal, una sociedad así, no permitía que el individuo la forzara moralmente ni a ella ni a Dios.

El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, según refiere la historia, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio, y en el Lejano Oriente los japoneses se hacían el harakiri para lavar la deshonra.

Fue a partir del siglo XIX cuando se perdió ese sentido de socialización, inserto en la ritualidad. La sociedad emergente rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. De este modo, la sociedad occidental se había desvinculado de la muerte y del suicidio en particular.

El suicidio era, tiempo atrás en occidente, algo vergonzoso para la familia; era sinónimo de debilidad, de enfermedad, de conducta inadecuada y por ello pocos o casi nadie lo daban a conocer. Actualmente las cosas son distintas, ya que este acto se ve como un síntoma de enfermedad y se acepta, se denuncia, lo que ha aumentado las cifras de manera alarmante. Es un problema en el que parece haber consenso entre sociólogos, psicólogos, psiquiatras, antropólogos y demógrafos, cuando lo consideran como un rasgo de la modernidad, uno de los males del siglo.

Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo del acto, y no sólo una consecuencia casi ineludible. Así, los hombres bomba y los mártires no son considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia. Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra, y en estos casos, los muertos no son proscritos por la religión ni por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir muerte así como la propia para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio y sería posiblemente penado con la cárcel.

EPIDEMIOLOGIA:

Según cifras de la OMS en el 2002, la tasa mundial de suicidios es 15/100,000 habitantes. En cuba la cifra es de 11/100,000 habitantes, en Puerto Rico 10/100,000 habitante.

En el Perú la cifra es en el año 2005 es de 337 suicidios, hasta agosto del 2006 se habían realizados 175 varones (72%) y 69 mujeres (28 %).

Las edades fluctuaron entre los 18 a 33 años (50%) y los menores de 18 años (12%), el 62% eran solteros y el 72% residían en Lima. Con una ideación suicida en Lima de 30.4 y en los Andes 34.2%

Los motivos más frecuentes eran los conflictos de pareja (50%), y el desempleo (25%). Entre los métodos empleados el ahorcamiento era el más frecuente (45%), el envenenamiento (25%) y por arma de fuego (12%).

El 50% o más de ingesta cáusticas en adultos con intención suicida, tienen historia de enfermedad psiquiátrica o problemas sentimentales. En alcohólicos puede ocurrir accidentalmente. Los pacientes con intento de suicidio generalmente ingieren grandes cantidades de sustancias cáusticas, produciendo severas injurias en esófago y estómago. La distribución de la edad es de tipo bimodal, ocurriendo en menores de 5 años de edad y adultos jóvenes de 20 a 30 años.

Según últimos estudios, el mayor número de suicidios en el interior ocurre en Junín. Por eso los profesionales de la salud tratan de hacer todo para disminuir esa cifra cada historia es diferente, pero el método casi no difiere: Veneno o una viga para colgarse. El centro del Perú, en particular Huancayo, se ha convertido en un lugar donde el número de suicidios, en lo que va del año, se elevó considerablemente: 71. Si se tiene en cuenta que en todo el país los suicidios suman 330, según el Instituto Guestalt de Lima (IGL), entonces los ocurridos en el valle del Mantaro representan el 20% de esa trágica cifra.

El problema alcanzó tales dimensiones que cincuenta psicólogos de las universidades de Huancayo levantaron sus carpas en la plaza Huamanmarca para escuchar a las personas que buscan un consejo.

Para Mercedes Jesús Peña, decana del Colegio de Sociólogos de Junín, se trata de un problema muy complejo porque la población se ha convertido en hipersensible por causa de factores históricos (terrorismo), climatológicos (desastres naturales), económicos (pobreza) y emocionales (depresión, alcoholismo, esquizofrenia, celos). "Todos los actores sociales, empezando por las autoridades, deben trabajar para cambiar esto, por lo que se sugiere campañas educativas a largo plazo en los centros educativos, incluso itinerantes en las comunidades y pueblos alejados El psicólogo Saúl Jesús Mallqui manifestó que, durante la campaña realizada en Huancayo, se pudo conocer que la falta de comunicación al interior de las familias causa gran estrés entre sus miembros. Indicó que una persona con depresión debe buscar a alguien en quien confiar y desfogar todo lo que tiene reprimido.

Problemas familiares entre las parejas, que muchas veces llegan hasta la agresión física, son observados por los hijos, quienes se llegan a convencer de que son culpables y por ello creen que si se matan, sus padres vivirán más felices.

El sociólogo Rubén Santana Onoc dice que una perspectiva muy errónea de la realidad –que se arrastra desde la época de la violencia política, en que la gente se acostumbró a convivir con la muerte y que las nuevas generaciones heredaron– es la causa por la que los pobladores de esta parte del país atentan contra su vida, convirtiendo el suicidio en una práctica que se considera normal.

Los adultos que tienen problemas económicos, familiares, sentimentales o de salud cometen suicidio para librarse de la carga y ese mal ejemplo es el que transmiten a los jóvenes.

Eso lleva, por ejemplo, a casos como el suicidio de adolescentes por causas tan inverosímiles como que les compraron un objeto que no les gustaba, les prohibió salir a una fiesta, los reprendieron por mal comportamiento, sacaron malas calificaciones o tuvieron decepciones amorosas.

De otra manera no se puede explicar cómo es que un adolescente de 14 o 15 años planifique quitarse la vida; es decir, escoja el lugar, llegue hasta allí provisto de los productos para matarse como veneno y alguna bebida para mezclarlo y escriba una carta de despedida. Es decir planifica el hecho con tal frialdad que no corresponde a su edad.

El menosprecio por la vida se refuerza a través de los medios masivos de comunicación, que difunden diariamente crímenes cuyos autores apenas son sancionados, lo cual da la sensación de que la vida no vale nada.

La psicóloga Carmen Aliaga Arroyo, que forma parte del servicio de serenazgo de Huancayo, mencionó que el estrés y la depresión alteran el proceso cognitivo y los jóvenes optan por matarse, por lo que –dijo– es necesario desarrollar trabajos preventivos. "Una persona que quiere suicidarse sufre insomnio, dolor de cabeza, falta de apetito, no tiene motivación, por ello es necesario las palabras de aliento, hay que darnos un tiempo para nuestros hijos, enseñarles los valores",

Huancayo, Arequipa y Trujillo concentran la mayor cantidad de suicidios en el interior, reveló el jefe del Programa de Prevención del Suicidio del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, Freddy Vásquez Gómez.

El suicidio constituye un problema de salud pública muy importante pero en gran medida solo la prevención y el manejo de factores solucionaran este problema. Entre los factores de protección contra el suicidio cabe citar una alta autoestima y unas relaciones sociales ricas, sobre todo con los familiares y amigos, el apoyo social, una relación estable de pareja y las creencias religiosas o espirituales. La pronta identificación y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales son una importante estrategia preventiva. Asimismo, existen datos que demuestran que la formación del personal de atención primaria en la identificación y el tratamiento de las personas con trastornos del estado de ánimo puede hacer disminuir los suicidios entre los grupos de riesgo, y así se ha observado en países como Finlandia y el Reino Unido. Las intervenciones basadas en el principio de conexión social y el fácil acceso a la ayuda, como las líneas de ayuda benévola y los programas de chequeo telefónico de las personas de edad, han tenido resultados alentadores. Además, las intervenciones psicosociales, los centros de prevención del suicidio y la prevención escolar son todas ellas estrategias prometedoras.

Teorías psicológicas:

Formulaciones no psicoanalíticas según Freud:

Hablan de un agotamiento que restringe el campo de la conciencia, lo que ocasiona una depresión orgánica. Refieren también a la incapacidad de adaptación, desequilibrio en la voluntad de vivir; de protesta y hostilidad infantil; narcisismo; compensaciones de impulsos homicidas contra miembros de la familia y niños.

Formulaciones psicoanalíticas según diferentes autores:

-Freud postula que la depresión y el consiguiente suicidio son resultado de un gran impulso agresivo contra un objeto interior, que era amado y ahora es odiado.

-Menninger habla de un instinto de muerte y postula tres elementos del suicidio: Un deseo de matar, un deseo de ser matado y uno de morir.

-Zilborg considera al suicidio como una forma de frustrar las fuerzas externas, y de conseguir la inmortalidad.

-O"Cannor dice que la sensación experimentada por la persona de alcanzar por medio del suicidio la omnipotencia, nos retrae a un narcisismo de la autoridad.

-Gorma hace resaltar la impotencia de la pérdida de un objeto de amor:

– Emile Durkheim en su obra El suicidio (1897), señala que los suicidios son fenómenos individuales que responden esencialmente a causas sociales. Las sociedades presentan ciertos síntomas patológicos, ante todo la integración o regulación social ya sea excesiva o insuficiente del individuo en la colectividad. Por tanto el suicidio sería un hecho social.

Durkheim comienza su estudio con una definición de suicidio como: «Todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma y que, según ella sabía, debía producir este resultado». Ejemplo de un acto positivo: dispararse en la cabeza; ejemplo de un acto negativo: rehusar a ingerir cualquier medicina hasta dejarse morir.

Durkheim distingue cuatro clases de suicidios:

  • suicidio egoísta, típico de sociedades deficientes o carencia de integración social

  • suicidio anómico, característico de falta de regulación social (anomia), o sea, las normas sociales no son interiorizadas como propias por parte del individuo

  • suicidio fatalista, cuando existe un alto grado de regulación social

  • suicidio altruista, característico de sociedades con alto grado de integración social.

El suicidio sería el medio para recuperarlo-Bergler habla de suicidio introyectivo e histérico.

Factores psicológicos influyentes en el suicidio.

Incluyen no solo la personalidad y las constelaciones psicosomáticas del individuo, sino también las motivaciones de su comportamiento suicida.Las motivaciones interpersonales se producen cuando el suicida trata de provocar una acción por parte de otras personas y un cambio de actitud o sentimientote las mismas, o ambas cosas a la vez. Por lo tanto se considera al comportamiento suicida como medio de influencia, persuasión, cambios, etc. sentimiento o conducta de otro que suele ser alguien con una estrecha relación con el suicida como por ejemplo miembro de su familia, A veces, puede ocurrir que el objeto de esa conducta sea más general e incluso puede ser la misma sociedad.Según Freud la agresión es una "reacción primordial "del ser humano, entre su imposibilidad de evitar el dolor o buscar el placer. Posteriormente, sus investigaciones lo llevaron a la conclusión de que en todo individuo existe un instinto innato de destrucción y de muerte.

Para otros psicólogos, la conducta agresiva se encuentra vinculada a la frustración. Dollard desarrolló la hipótesis de que la intensidad de la agresión es inversamente proporcional a la intensidad de la frustración que para él es una interferencia q incide a llevar a cabo una respuesta de acercamiento al objetivo de un determinado momento.

Actualmente se postula que la frustración origina un estado emocional que "predispone" a actuar de forma agresiva, pero solo en determinadas condiciones y en personas propensas.

El aprendizaje juega un papel fundamental en la conducta agresiva. Seres humanos y animales pueden aprender a evitar reaccionar de forma agresiva ante situaciones que originan una respuesta hostil, y pueden de forma paralela actuar de manera agresiva frente a situaciones que no provocan violencia.

Causas que lleven al suicidio:

Los medios de comunicación forman una parte sumamente importante en la recepción de información y de datos q constituyen nuestro bagaje cultural. Los medios masivos, influyen en su comportamiento y en sus actitudes ante la vida misma. Lo ayudan a tomar decisiones y lo pueden empujar a determinar sus pautas de comportamiento a través de estereotipos o por la información que se le proporciona al individuo.

Un caso muy común es la gran influencia que ejercen los noticieros y este medio de comunicación masivo por excelencia y por presentar una imagen del mundo deteriorada y muchas veces de modo morboso, solo para atraer la atención del público.

Cabe mencionar que el resultado del proceso de emisor, receptor y o retroalimentación, que ejercen os medios masivos en los individuos, actúan como refuerzo de las actitudes en el ser humano, haciendo que estos sean positivos o negativos en su desarrollo social.

Un suicida puede llegar a tener gran influencia por parte de los medios al orillarlo a la depresión, al temor, la angustia, la agonía y hasta la imitación de estereotipos que por estar en la televisión peden ser un ejemplo a seguir para los televidentes.

  • Dificultad de integración social por parte del suicida.

  • Desórdenes mentales

  • Incapacidades físicas mal asimiladas, etc.

  • Otras causas

El suicidio en la juventud ha aumentado y algunos se lo atribuyen al abuso de las drogas y el alcohol.

Es más acerado afirmar que los mismos factores que llevan a las personas al alcohol o a las drogas, las lleven a intentos de cometer actos suicidas. Los factores de aislamiento social o psicológico y los estados depresivos tienen una mayor importancia en momentos de cometer el suicidio. El aislamiento psicológico producido a veces por la ruptura de los lazos afectivos, por las carencias endémicas de afecto o por la frustración de determinadas expectativas.Desde el punto de vista ético, la causa más inmediata suele ser la desesperación, situación extrema a la que se llega por diversas influencias. Dejando de lado los casos patológicos (trastornos mentales habituales o esporádicos de difícil valoración moral) y el reconocimiento de la frialdad y cálculo, muy pocas veces coexisten con un gesto contrario al instinto de conservación del hombre. Tampoco puede excluirse el hecho de decisiones trágicas tomadas con la deliberación suficiente de quien sabe lo que hace y por qué lo hace. Como causa principal a las que se reducen todas las demás, a de señalarse el concepto materialista de la vida y la consiguiente insatisfacción que producen los fracasos. La angustia y la ansiedad que provocan el suicidio son efecto de una exagerada sensibilidad o de falta de ideales, acabando por quitar todo sentido a la existencia, cuando se cae en una apreciación de los acontecimientos.

La comunicación en el acto suicida:

El comportamiento suicida, aparece más claro cuando se considera como una forma de comunicación.

En la mayoría de los casos el suicidio, es como una larga cadena de acontecimientos, acompañada de muchas comunicaciones a lo largo de este proceso, el acto suicida acaba convirtiéndose en una comunicación que puede tener muchos sentidos y gran importancia.

La comunicación en la conducta suicida se clasifica según:

Su forma: Puede ser verbal (incluyendo escrita); no verbal y comportamental.

Si es directa o indirecta: Puede ser abierta y clara, implícita e indirecta. Son formas de comunicación el retraimiento, la donación de objetos estimados, las alusiones a cosas que no necesitan, fantasías de muerte, sepultura o recate de situaciones peligrosas.

Sustancias o contenido: Puede contener expresiones de culpabilidad explicaciones del acto suicida o instrucciones para las demás personas, por ejemplo testamentos o cartas de los suicidas.

Objeto de la comunicación: En las situaciones más interpersonales la comunicación ya dirigida a una persona o personas concretas; cuando las motivaciones son intrapersonales, la comunicación va más bien dirigida a la sociedad en general.

Finalidad: Puede ser patente o indirecta, a veces se trata de un pedido de auxilio, un deseo de que lo contengan y lo rescaten, un medio para manifestar la hostilidad y el odio, una imputación final de culpa, un modo de humillar a otros o hacerles sentirse culpables, o una forma de echarse así mismos culpas de absorber a otros y de espiar los delitos propios.

Características del suicidio:

El comportamiento de la actividad suicida, comprende la autodestrucción total (muerte), la autodestrucción (no muerte), la mutilación y otras acciones dolorosas y no dolorosas, las amenazas, indicaciones verbales de las intenciones de destruirse, depresión e infidelidad y pensamientos de separación, partida, ausencia, consuelo y alivio.

Clínicamente una vez que se han roto las defensas psicológicas, es mayor la posibilidad de que la persona se deje vencer por la tensión emocional cuando esta aparece. El comportamiento es más grave debido a sentimientos de culpa o porque es necesario poder comunicar algo con impacto equivalente.Normalmente una persona suicida se descubre a si misma comunicando su tendencia a través del comportamiento, o verbalmente antes de que se produzca un acto específico.

El suicida típico presenta un deseo de morir y vivir a la vez; desesperación, impotencia e imposibilidad de hacer frente a los problemas, agotamiento físico o psicológico, ansiedad, tensión, depresión, rabia, culpa, caos y desorganización, estados de ánimo cambiantes, reducción del cognitivo, pérdida del interés por actividades normales, malestar físico, etc.En los sentimientos de culpabilidad existe una imagen negativa de si mismo, actitudes y expectativas negativas frente al medio ambiente, al futuro y así mismo, desamparo y desesperanza.

Existe también una pasividad, una falta de iniciativa o pérdida de interés de objetos y planes de acción. Hay una paralización de la voluntad.

En el comportamiento suicida, se observa una pérdida de la libido, trastornos de sueño, pérdida del apetito, molestias psicosomáticas, abatimiento y la incapacidad de alegrarse o de anticipar alegría.

Tipos de suicidio:

  • Suicidio egoísta:

La inclinación al suicidio se agravia de debido a un debilitamiento de las creencias tradicionales y al estado de individualismo moral resultante de ello, este desaparece respondiendo a la instrucción a otras necesidades. El hombre busca instruirse, cuando su doctrina religiosa no responde a esta necesidad, por haber perdido cohesión, se mata.

En la religión se protege al hombre contra el deseo de destruirse porque forma parte de una comunidad, de una sociedad, no porque se predique el respeto de su persona.

La sociedad en este caso religioso, está constituida por un conjunto de creencias y prácticas comunes a sus fieles. Este conjunto es tradicional y, por lo tanto, obligatorio. Mientras más numeroso y fuerte sea, mayor capacidad preservadora y de integración logrará una sociedad.

  • 1. Suicidio egoísta en la familia.

En el suicidio puede observarse un acto de desesperación, determinado por las dificultades de la existencia. El matrimonio conlleva una serie de dificultades y responsabilidades. Por esta razón, en épocas pasadas llegó a afirmarse que el matrimonio y la vida familiar multiplicaban las probabilidades de suicidio. Veremos a continuación que esta afirmación resulta falsa.

  • Los matrimonios demasiados precoces ejercen una influencia negativa sobre el suicidio: los matrimonios prematuros determinan un estado moral de acción nociva.

  • A partir de los 20 años las personas casadas, corren un riesgo menor ante el peligro de suicidio: Esta inmunidad se debe a una de las siguientes causas:

  • La acción de la familia, neutraliza la acción o inclinación al suicidio, o bien, le impide manifestarse.

  • La selección matrimonial: Sólo son admitidos al acceso a la vida familiar aquellos que ofrecen serias garantías de salud, tanto física como moral.

  • En cuanto a la viudez podemos destacar que los hijos "atan" a la vida a su padre o madre, pero a la vez hacen más profunda la etapa de crisis por la que este/a está atravesando. La familia, que antes funcionaba como un "sistema de organizador" del todo, ahora está "desconcertada" por la falta de una pieza elemental.

  • Mientras más fuertemente esté constituida una familia, ejerce una preservación "poderosa" frente al suicidio.

2.- Suicidio egoísta en la sociedad.

Está comprobado a través de la historia, que el suicidio es poco frecuente en aquellas sociedades que se encuentran en proceso de evolución y de concentración. Contrariamente, se multiplican en aquellas en etapa de desintegración. Pero cabe destacar que no todas las crisis políticas o nacionales inducen al suicidio, sólo influyen en esta decisión aquellas en que existan las pasiones.

Las conmociones sociales, las grandes guerras populares, etc. generan y avivan el sentimiento colectivo, concentran las actitudes de una sociedad hacia un mismo fin, determinando así una integración social más fuerte. Por esta razón el individuo piensa menos en si mismo y más en el objetivo común que se desea alcanzar.

  • El suicidio varía en forma inversa según el grado de integración

  • Religioso

  • Doméstico o familiar

  • Político o social

  • La sociedad se desintegra en la medida en que el individuo se desprende de la vida social, pretendiendo imponer su personalidad sobre la personalidad colectiva.

  • Se llama egoísmo al estado en el que el yo, individual se afirma con exceso sobre el yo social. Por esta razón se denomina "egoísta" al tipo particular de suicidio que resulta de una individualización desmesurada.

  • El resultado que se obtiene del individualismo excesivo es favorecer la acción de las causas del suicidio.

  • El sentimiento de inutilidad frente a la sociedad en que nos desarrollamos puede generar deseos, acciones suicidas "si la vida no vale la pena ser vivida, todo se convierte en un pretexto para deshacernos de ella.

  • En este tipo de suicidio, el egoísmo es la causa generadora.

  • Es suicidio es excepcional en el niño y disminuye en el anciano debido a que tienen menos necesidades de completarse con algo exterior a ellos mismos, se bastan por si solos, por lo tanto están menos expuestos a carecer de lo necesario para vivir.

  • La mujer puede vivir aislada más fácilmente que el hombre, esto se debe a que ella tienen "menos vida común" que el hombre, entonces se "penetra" menos en la misma. La sociedad le resulta menos necesaria porque está menos "impregnada" de sociabilidad. Contrariamente, la estabilidad moral del hombre depende de más condiciones, por lo que es vulnerable con más facilidad.

  • Suicidio altruista

Así como una individualización excesiva conduce al suicidio, aquella persona que se encuentra demasiado ligada a la sociedad puede suicidarse también. Pero para que el individuo se sienta tan "insignificante" en la vida colectiva como para suicidarse, es necesario primero que el grupo lo "absorba", que forme una masa compacta y continua, todos sus integrantes (no son grupos numerosos) comporten todo, hasta la vida misma, ideas, ocupaciones, etc. En estos grupos, al poseer estas características resulta sumamente fácil y constante la "vigilancia colectiva". El individuo resulta ser distinto de sus compañeros, forma parte de un todo, sin valor por si mismo. Así su persona deja de tener valor. Para estas personas, los atentados que provienen de individuos particulares, resultan insignificantes; mientras que las exigencias colectivas resultan sumamente importantes, y por tanto, la sociedad le "exige" poner fin a su vida ante el menor motivo.

Para quienes practican este tipo de suicidio, la virtud máxima es no tener apego a la existencia, quien renuncia a ella sin que las circunstancias la soliciten es la persona más virtuosa. Así podemos divisar una primacía social al suicidio, que se ve alentado. El individuo se sacrifica únicamente por el placer del sacrificio. El sujeto aspira a despegarse de su ser personal para "lanzarse" a otra cosa que es considerada como su verdadera existencia y su existencia propia.

La naturaleza del suicidio altruista proviene de la "esperanza", pues responde a la expectativa de que más allá de esta vida hay mejores perspectivas. Además, implica el entusiasmo y una fe impaciente en su satisfacción mediante actos de gran energía.

  • Suicidio altruista:

  • Obligatorio

  • Facultativo

  • Agudo

Estima en modo todo aquello que interesa sólo al individuo.

  • Suicidio anómico

La sociedad no sólo atrae hacia sí los sentimientos y la actividad de los individuos, sino que también es un poder que los regula. Esta regulación, mantiene una profunda relación con la tasa total de suicidios.La crisis económica no influye de manera considerable al suicidio. Las crisis financieras no conducen al suicidio por empobrecer a la gente, sino porque son crisis, rupturas del orden colectivo, del equilibrio que impulsan a la muerte voluntaria.

Una persona no puede vivir ni ser feliz si sus necesidades no son suficientemente proporcionadas a sus medios. La tendencia a la vida es el resultado a todas las demás tendencias y, consecuentemente, se debilita si las otras se relajan.

En ninguna sociedad se ven igualmente satisfechos los grados de la jerarquía social. Sin embargo, la naturaleza humana es casi la misma en todos los ciudadanos. Esta naturaleza no es la que asigna un límite a las necesidades; por lo tanto cuando dependen exclusivamente del individuo, son ilimitadas.

Debido a que nuestra necesidad es imposible contener desde afuera, se constituye para sí mismo como "una fuerte de tormentos", porque los deseos ilimitados son insaciables, no encuentran limitación, sobre pasando indefinidamente los medios de que disponen.

Este estado de indeterminación se relaciona primero con las exigencias de la vida física, Perseguir un fin inaccesible provoca un continuo y permanente estado de descontento, este fin puede sostenerse por un tiempo, pero al repetirse las decepciones causadas por la experiencia, se abandonará. Es imposible permanecer en un estado alcanzado por mucho tiempo, debido a que "mientras más tenemos, más deseamos poseer". Esto se debe a que las satisfacciones, más que calmar, estimulan las necesidades. En la búsqueda de estas satisfacciones siempre encontramos obstáculos y en la medida en que estos se ausenten, se estará unido a la vida mediante un hilo muy tenue que puede "cortarse" en cualquier momento.

Es necesario que, así como en el organismo regula las necesidades físicas, exista un "poder regulador" para las necesidades morales. Este poder no puede ser otra cosa que moral, por lo tanto, la conciencia es la única que puede proveer los medios para constituirlo. Los hombres consienten la limitación de sus deseos, debido a que no se consideran aptos para transgredir estos límites. Además, esta aceptación deviene deque esta limitación no se la dictan ellos mismos sino que proviene, es recibida de una autoridad que respetan y en algunos casos, veneran. Es la sociedad, por mediación de sus integrantes, la que desempeña este papel moderador, ya que es el único "poder moral" superior al individuo y cuya superioridad es aceptada por este. Es la única "autorizada" para declarar el derecho y señalar a las pasiones su límite. En consecuencia moral de las sociedades; sobre la cuál se asientan el bienestar de los trabajadores, opiniones, ideas admitidas. Es bajo este contexto de que cada individuo fija el punto extremo hasta el cual pueden llegar sus ambiciones, y si posee una sana construcción moral, sabe que no es correcto exigir más allá de esos límites. De esta manera señala sus pasiones, objetivos y términos, pero esta determinación no es rígida ni absoluta.La limitación relativa y la moderación resultante de ella, genera que los hombres "se sientan contentos con su suerte" y a la vez, los estimula a llevarla mejor a cabo. Este contentamiento genera un sentimiento de tranquilidad y actividad, un placer de ser y de vivir, constituyendo en estos signos, las características de la salud.

Los casos de desastres económicos generan que algunos individuos, desciendan a una situación inferior a la que antes se encontraban. Por esta razón, deben reducir sus experiencias, restringir sus necesidades, aprender a contenerse, su educación moral debe rehacerse. En este momento se sienten "excluidos", la sociedad no puede en un instante plegarlos a esta nueva vida y enseñarles a ejercer sobre si mismos ese aumento de conciencia al que no estamos acostumbrados.

La pobreza no protege contra el suicidio, porque es un freno por si misma; los deseos están obligados a contar con los medios. Mientras menos uno posee, menos inclinaciones se vayan a extender sin límites el circuito de sus necesidades. La impotencia, el obligarnos a la moderación, nos ha situado a ella y, como la mediocridad es normal, nada viene excitar el deseo. En oposición, mientras menos limitado se encuentra uno, más "insoportable" parece la limitación.

Control del suicidio:

Los controles pueden ser externos o internos:

-Controles externos: Son aquellos por medio de los cuales la sociedad influye en el individuo para que acepte su situación y continúe viviendo. Ej.: tabúes, religión, mitos, costumbres, familia, hijos, la compresión, el apoyo, interés y preocupación

-Controles internos: Pueden ser los ideales, las normas, la conciencia, la moralidad y los sentimientos de responsabilidad de la persona. Además la estructura de su personalidad puede ser tal que de a la persona flexibilidad, adaptabilidad, independencia y sentimientos de autoestima que le permitan soportar. Por el contrario, una persona puede ser más vulnerable a causa de su personalidad rígida, excesiva dependencia concepto pobre de si mismos.

Psicología de los supervivientes:

El suicidio provoca diversos sentimientos y reacciones entre las personas estrechamente unidas con la víctima y un impacto al superviviente. Las reacciones de los cercanos pueden ser muy variadas: se pueden tratar de sentimientos profundos de pérdida, acompañados con gran tristeza, de rabia por sentir que lo hacen a uno responsable de lo sucedido o porque la víctima rechazó lo que se le ofrecía, culpa, vergüenza o confusión, acompañados de un sentimiento de responsabilidad por la muerte, sentimiento de fracaso e impotencia por ser incapaces de ofrecerle lo que el otro necesitaba, alivio por quedar libre de molestias y demandas insistentes de la víctima, el sentimiento de sentirse abandonado ambivalencia, reacciones de duda, obtención en negar que se ha dado el suicidio y posible en el superviviente.

Entre los que estaban más distantes en relación con la víctima se puede producir rabia, porque el suicida ha eludido sus responsabilidades sociales y morales o por verse acusados como responsables o por sentirse acusados por los no intereses en su prójimo; culpa por pensar que no se ha apreciado lo suficiente a la víctima, repulsión resultante de la elección del suicida de prescindir de ellas; desosiego por una vaga necesidad de auto examen para determinar lo que estaba errado o racionalizar malestar sentido y expulsarlo de si mismo.

Depresión y Suicidio:

Es la forma extrema de huida de una situación vital y de una tensión emocional intolerable es el suicidio. El acto del suicidio ha de considerarse como un intento de "superación" de una situación que resultó incontrolable, incluye el uso de energía, planificación y depresión desprovistas de intentos de superación.A las personas expuestas al peligro del suicidio les sobreviene un número mayor de acontecimientos vitales, amenazadores, indeseables y desvalorables.El 80% de los suicidios anunciados han de considerarse como llamadas de auxilio, "intentos de control".

Los siguientes motivos pueden impulsar a las personas afectadas por el peligro del suicidio.

-El deseo de vivir, pero en mejores circunstancias.

-El deseo de no sufrir, de no resultar una carga para nadie.

Se ponen en cambio los siguientes sentimientos:

-Las responsabilidades existentes

-Los proyectos de vida que aún no han sido abandonados

-El miedo a la acción

-La condena social del suicidio

-Las tareas no consumadas.

En la ancianidad se acumulan las características que afectan desfavorablemente a las situaciones vitales y los factores de tensión psíquica que pueden provocar ideas de suicidio:

-La jubilación.

-La pérdida de funciones y obstáculos.

-Los prejuicios del ambiente.

-El aislamiento social

-El alojamiento en asilos

-La pérdida del cónyuge

-La ayuda familiar

-Sensibilidades personales

-Una elaboración resignada de las experiencias

Todos estos sentimientos incrementan la tensión de tal forma que se considera al suicidio como última salida. La vejez no produce forzosamente depresiones.La tendencia al suicidio es el mejor signo de la presencia de una tensión extraordinaria o que una carga emocional muy elevada, produce precisamente, tales indicaciones.

El suicidio y la ley :

En muchos países como España si un suicidio puede ser evitado por otra persona, debe hacerse. En caso contrario podría ser considerado como un caso de omisión del deber de socorro, lo que está tipificado como delito en diversas legislaciones. Este hecho es justificado en que un intento de suicidio podría ser debido, por ejemplo, a un estado de locura transitorio, a un estado depresivo muy grave u otras situaciones análogas.

De igual manera, en legislaciones como la chilena, el auxilio al suicidio es punible según señala el art. 393 del Código Penal: «El que con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide, sufrirá la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo, si se efectúa la muerte».

Valoraciones morales :

La teología dice que para algunos el suicidio consiste en «darse la muerte directamente a sí mismo»; y aclara que aunque ambas opiniones son semejantes, encierran matices distintos. Mientras que para los primeros el suicidio directo es siempre intrínsecamente malo, para los segundos, el suicidio directo es siempre pecaminoso, pero el suicidio indirecto, no lo es. Precisamente, debemos entender que el suicidio directo es aquel en que el ser humano busca mediante un acto que de suyo es capaz de causarla; mientras en el indirecto, la persona se da muerte sin procurarla libremente.

Suicidios en el Perú

En lo que va del año, más de 100 suicidios se han registrado en el Perú, debido a decepciones amorosas, conflictos de pareja, celos, problemas económicos, enfermedades terminales, entre otras causas, cuyo trasfondo en el 80 por ciento de los casos es la depresión, informó hoy el Instituto Guestalt de Lima (IGL).

El psicoterapeuta Manuel Saravia Oliver, director de dicho centro especializado en salud mental, señaló que el suicidio representa un problema de salud pública muy importante en el país, ya que el 90% autoeliminaciones se debe a problemas mentales no diagnosticados ni tratados oportunamente.

"Se estima que diariamente se reportan entre dos y cuatro casos nuevos, muchos de los cuales no llegan a formar parte de las estadísticas oficiales", mencionó además que el suicidio puede evitarse si fortalecemos una buena autoestima de la población, si se mantienen relaciones saludables entre los familiares y amigos, si hay una relación estable con la pareja y si se respetan las creencias religiosas o espirituales."La familia juega un factor sumamente importante para la prevención del suicidio, ya que el 90% de personas que se han autoeliminado han expresado sus propósitos a través de amenazas dentro del hogar".

Respecto al perfil de un suicida, indicó que, por lo general, éste es demasiado sensible ante el fracaso, se siente inferior a los demás, ya que ve el futuro con temor y vergüenza, e incluso se deprime con mayor facilidad.

El especialista sostuvo que tienen más factores de riesgo aquellos menores que provienen de hogares donde hubo situaciones de violencia, como abandono de uno de los padres, maltrato físico o psicológico, entre otros problemas.Igualmente otro grupo poblacional más vulnerable es el de las mujeres. "Antes la relación era que por cada tres varones existía un mujer; sin embargo, ahora se estima que por cada dos hombres, tenemos una fémina".

Saravia advirtió que una identificación precoz y un tratamiento oportuno de los trastornos mentales son una importante estrategia preventiva. "Debemos prestar atención a las personas con trastorno de estado de ánimo para poder ayudarlos". Recomendó a los familiares y amigos de personas deprimidas, tomarse en serio todas las amenazas relacionadas al suicidio, indagar el riesgo en todo paciente que presenta accidentes frecuentes y consumo reiterado de alcohol o drogas. También sugirió considerar la posibilidad del suicidio en aquellas personas que han sufrido acontecimientos traumáticos previos, tales como duelo reciente, pérdidas u otros acontecimientos estresantes.Rechazó que la intención de quitarse la vida ocurra por un acto impulsivo, ya que "el suicida lo va maquinando en el transcurso de días, meses y hasta años. Por ello, hay que estar alertas a los cambios de ánimo y, sobre todo, al aislamiento social", acotó. "En todos los casos, los intentos de suicidio tienen serias consecuencias también sobre familiares y amigos, dada la carga emocional que suponen y el temor que despierta la posibilidad de repetir los intentos, lo que suele tener un efecto muy profundo y duradero".Otros estudios en el INSM-Honorio Delgado y Hogushi revelaron que en los últimos años se ha incrementado la atención hacia los trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes, detectándose un aumento paulatino de la incidencia de dichos trastornos En un estudio, donde se evaluaron niños y adolescentes atendidos en servicios de psiquiatría entre los años 1992 y 2001, se encontró que la frecuencia de consultas por depresión aumentó de 0,5% a 15,4%; mientras que las consultas por problemas de hiperactividad y déficit de atención aumentaron de 1,2% a 13,6% a lo largo de los años. Asimismo, la convergencia de trastornos en un mismo individuo también se incrementó durante el periodo de años analizado.

El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), se considera un desorden de etiología multifactorial, frecuente en niños.

Generalmente el diagnóstico no suele establecerse hasta que el niño comienza la escuela primaria y la situación de aprendizaje formal requiere patrones de comportamiento muy definidos. Los métodos de medición de prevalencia y los criterios diagnósticos de este trastorno son aún controversiales; el DSM IV considera una prevalencia entre 3 y 5% de niños en edad escolar, pero hay un alto grado de variabilidad. De acuerdo a diferentes autores la prevalencia varía entre 3 y 30% en la población general. En la mayoría de estudios hay predominio de varones sobre mujeres y en algunos con una relación de 3,88/1.

La depresión es un trastorno psiquiátrico prevalente en las diversas etapas de la vida: niñez, adolescencia y adultez. En nuestro medio se han realizado estudios sobretodo en el grupo de adultos y adolescentes. Los trastornos del ánimo en niños en edad preescolar son extremadamente raros, estimándose que la tasa de depresión mayor es de 0,3% en la comunidad y 0,9% en población clínica. En la población en edad escolar la prevalencia de depresión mayor es 2% y en adolescentes 5%

Según el Estudio Epidemiológico Metropolitano en Salud Mental 2002 (EEMSM) el episodio depresivo es el trastorno clínico más frecuente en adolescentes (8,6%), de ellos 29,1% "alguna vez en su vida ha presentado deseos suicidas", mientras que 3,6% de los adolescentes que intentaron hacerse daño alguna vez, considera aún el intento de suicidio como una posibilidad de solución a sus problemas En otro estudio realizado en adolescentes de la ciudad de Huancayo, se encontró una prevalencia de 12,08%, de acuerdo a puntajes obtenidos en el Inventario de Depresión para niños y Adolescentes de Kovacs (CDI) y gracias a la aplicación concurrente de una entrevista semi-estructurada. Otro estudio encontró una prevalencia de síntomas depresivos en niños en edad escolar de hasta 36,4%.

Una de las repercusiones graves de la depresión en niños y adolescentes, es el suicidio. En un estudio realizado en pacientes menores de 18 años, que fueron admitidos en el Hospital Nacional Cayetano Heredia por intento de suicidio; se encontró depresión mayor en 91,7% y distimia en 79,2% como diagnósticos más frecuentes.

Existen estudios que describen comorbilidad psiquiátrica como anorexia nerviosa, desorden de ansiedad por separación, ansiedad generalizada y TDAH, con depresión mayor. Inclusive algunos han encontrado mayor frecuencia de TDAH en niños menores con depresión y mayor frecuencia de trastornos por dependencia y abuso de sustancias, en adolescentes con depresión.

En niños con TDAH se ha descrito síntomas de depresión entre 14,7 y 75%, dependiendo del estudio epidemiológico o clínico. Sin embargo, no todos los investigadores han obtenido estos resultados. Además, la depresión es el diagnóstico mas frecuente en pacientes con intento suicida por esta razón es importante investigar si los niños con TDAH y síntomas depresivos pueden tener mayor riesgo.

El objetivo de este estudio fue determinar la frecuencia de síntomas depresivos en pacientes con TDAH, y su asociación con la edad, sexo y comorbilidad psiquiátrica.

Suicidios en Jóvenes y personas de mediana edad:

Se pueden hallar motivaciones para el suicidio entre personas de todas las sociedades, aunque predominan en personas jóvenes y de mediana edad. Su estado emocional es de dependencia, falta de madurez, impulsividad, etc. Con su conducta suicida expresan rabia o sus sentimientos de repulsión para forzar un cambio en la persona que los rechaza o le provoca sentimientos de culpa. Este comportamiento es de características verbales.

Es menos frecuente la explicación o la necesidad de expresar el remordimiento que la persona siente por haber hecho algo en sus relaciones con otros, y con respecto a la muerte, no obstante su comportamiento suicida por lo general la persona no quiere morir.

La acción suicida del individuo quiere dar a entender las presiones y tensiones interiores y satisfacer necesidades internas (lo típico es que esto ocurra después de haber sufrido la pérdida de un ser querido, o que se sienta incapaz de hacer trabajo alguno). Su estado anímico de depresión, retraimiento, agotamiento físico y emocional; puede presentarse como necesidad de explicación y penitencia por su sentimiento de culpa.Hay casos de suicidas que es difícil distinguir si predominan motivaciones interpersonales o intrapersonales. Parece ser que ambas actúan de igual forma, pero no con la misma fuerza en los diferentes momentos. Muchas veces se observan síntomas de dependencia frustrada, hostilidad y agresividad; tal vez por la repulsión sentida o masoquismo, así como el elemento de ordalía que es visible en gran ambivalencia, en cuanto a morir y en la fuerte tendencia a entregar la propia fuerza al destino.

La agresión es una conducta cuya finalidad es causar daño a un objeto o persona. La conducta opresiva en el ser humano, puede interpretarse como una manifestación de un sentimiento o pulsión de destrucción, como reacción que aparece ante cualquier tipo de frustración o como respuesta aprendida ante situaciones determinadas.

Internet influye en el 10% de suicidios de adolescentes y niños:

El director del Centro de Prevención del suicidio del Hospital Hideyo Delgado Noguchi, Freddy Vásquez, advirtió que entre los niños y adolescentes que desean incurrir a la penosa práctica del suicidio, el 10% de estos lo hacen influenciados por lo que ven en Internet.

De acuerdo al especialista, jóvenes de distintas partes del mundo difunden imágenes suicidas y comparten sus malas experiencias, incluso aconsejan que acabar con la vida propia es la mejor alternativa de solución ante cualquier depresión, conflicto o problema.

Vásquez mencionó que las primeras personas que advierten una alteración en el comportamiento del niño o adolescente suicida son los amigos y profesores, recomendó brindar confianza a la persona afectada y dialogar con ella.

Vázquez mencionó que más del 50% de los suicidas tienen la plena convicción de querer acabar con su vida y el resto utiliza la tentativa de suicidio para llamar la atención de su entorno.

Suicidios en el anciano:

En la edad geriátrica tienen lugar un gran número de suicidios, con respecto al resto de población general. Suicidio y depresión suelen estar estrechamente unidos, aunque existen también otras razones que motivan al anciano a poner fin a su vida. Constituye un importante problema de salud pública y en los países desarrollados se encuentra entre las diez principales causas de muerte.

Las tasas de suicidio en ancianos han disminuido resto a décadas previas, aunque todavía son altas, sobre todo si la comparamos con otros grupos etarios. La cifras de casos anuales dados por las estadísticas siempre son menores que las que realmente se creen verdaderas.

Las tentativas de suicidio en el anciano son menores que a otras edades, y en cambio las cifras de suicidios consumados son mayores. Cualquier gesto de intencionalidad autolítica ha de ser tomado con absoluta seriedad en los ancianos. Por tanto, la mayoría de personas que comentan alguna posibilidad de suicidio necesitarán ayuda y nunca debería infravalorarse esta intencionalidad en el anciano.

Existirán dos formas fundamentales de presentación del hecho suicida en el mayor:

  • El acto autolesivo directo: en estos casos los ancianos suelen elegir métodos duros, procurando que la muerte sea segura con escaso margen de error. Los métodos preferidos elegidos para consumar el suicidio en España son el ahorcamiento y el uso de armas de fuego. Otros son la precipitación desde altura y el envenenamiento. Esta forma de suicidio se da sobre todo en los varones.

  • El suicidio pasivo silencioso: alude a la intención, a menudo enmascarada, de poner fin a la propia vida por medios no violentos, generalmente mediante el abandono de la satisfacción de necesidades básicas o el incumplimiento de tratamiento médicos esenciales. Esta forma de suicidio aparece frecuentemente desencadenada por situaciones de importante sufrimiento psíquico, como la presencia de enfermedades físicas, sobre todo si conducen al enfermo al encamamiento, o bien al ingreso en una residencia. El suicidio pasivo es una forma autolítica tan letal como el suicidio activo.

Existen varios factores de riesgo identificados como favorecedores de suicidio, los cuales tendrán cada uno su peso individual sobre cada paciente. El reconocimiento de éstos, puede ayudar a realizar un diagnóstico precoz, y por tanto, una intervención eficaz para prevenir este problema. Estos son:

  • Edad: parece claro que la década que circunda los 65 años, edad de la jubilación y de la entrada en la categoría de anciano, es la que acumula un mayor número de suicidios.

  • Sexo: existe un riesgo de 3-4 veces mayor en los varones.

  • Estado civil: los ancianos viudos, solteros o separados, presentan mayor riesgo de suicidio frente a los casados. En cambio las mujeres presentan el mismo grado de riesgo independientemente de su estado civil.

  • Factores sociales: existe una relación inversa entre el nivel de integración social y el suicidio. Vivir solo, bajo nivel socioeconómico y la escasa protección social son determinantes sobre el riesgo de suicidio. La salida definitiva del domicilio habitual hacia la casa de los hijos o a una residencia, condiciona en el anciano también importante estrés psicológico que puede llevar al suicidio.

  • Antecedentes previos de otros intentos de suicidio.

  • Existencia de alguna enfermedad física, que pueda estar ejerciendo influencia en la tentativa suicida a través de los síntomas que condiciona, o por precipitar clínica depresiva. La presencia de dolor es un condicionante importante en el contexto de la enfermedad física que puede preceder al suicidio.

  • Existencia de alguna enfermedad psiquiátrica de base: existen evidencias que vinculan fuertemente la depresión y el suicidio en los ancianos, hasta el punto que es considerada como la primera causa, o el factor de riesgo fundamental, de los intentos autolíticos. Padecer depresión supone un riesgo de suicidio de alrededor de cuatro veces más que padecer otras enfermedades psiquiátricas. Mientras que con respecto a la población general, la depresión eleva el riesgo de suicidio a treinta veces más.

  • Situación de duelo: la pérdida del esposo o esposa supone un alto riesgo de suicidio. La aparición desde el principio de sintomatología depresiva de gran intensidad, desproporcionada, o su permanencia en el tiempo más allá del tiempo esperable (aproximadamente dos meses), son datos a tener en cuenta para detectar aquellos ancianos con más probabilidades de llevar a cabo el acto autolítico durante la fase de duelo. El primer año de viudedad es el que conlleva el mayor riesgo de conductas autolíticas.

Síntomas que se presentan en el suicida:

Entre estos cambios se mencionan la tristeza, la ideación suicida, la planificación del suicidio, la amenaza suicida, el escribir notas de despedida, la entrega de posesiones valiosas, el aislamiento, el incremento del consumo de alcohol, drogas u otras sustancias adictivas, los trastornos del sueño y el apetito, por sólo mencionar algunos.

No hay un síntoma específico ni característico, pero la presencia de los pensamientos suicidas o ideas suicidas como también se les conoce es uno de los más importantes, por lo que siempre deben ser exploradas.

E. Ringel en 1947 describió el llamado Síndrome Presuicidal que aparece en toda persona que va a cometer suicidio y consiste en fantasías suicidas, constricción del intelecto y del afecto, es decir, planificación del suicidio, con incapacidad de encontrar otras opciones y disminución de la agresividad hacia los demás para volcarla sobre si mismo.

Principales formas de suicidio:

Las principales formas son por armas de fuego, ahorcamiento, ingestión de sustancias tóxicas e inhalación de los gases de vehículos de motor.

Los métodos para cometer suicidio dependen de su disponibilidad, del acceso que tenga el sujeto a dichos método. En la elección influye también el tipo de enfermedad que presente el sujeto pues las que se acompañan de grave desorganización de la personalidad, como la que presentan algunos esquizofrénicos, los métodos suelen ser extremadamente cruentos, con mutilaciones horribles. Otro factor que influye es el antecedente familiar que tenga el sujeto de la utilización de un método determinado por varios de sus miembros así como el entorno socio-cultural, que puede tener un método preferido para cometer suicidio, Ej. El fuego en la región del oriente cubano, o el ahogamiento en las mujeres nórdicas.

Comportamiento del suicida:

El comportamiento suicida incluye el deseo de morir, la representación suicida, la idea suicida, la amenaza, el gesto, el intento suicida, el suicidio frustrado, el suicidio accidental y el suicidio consumado.

Mitos y creencias:

  • Los suicidas son cobardes

Se dice que los suicidas son cobardes porque se desconocen muchas características de estas personas. Los suicidas no son cobardes, ni tampoco valientes, ya que la cobardía y la valentía son atributos de la personalidad que n se cuantifican por las veces que un sujeto se quita la vida o deja de quitársela. Estas son creencias erróneas.

  • Frecuencia de sexo en el suicidio

El suicidio es más frecuente en los hombres en proporción de tres a uno, aunque para un futuro se ha pronosticado que esta proporción llegue a 3,9 hombres por cada mujer. La causa no es bien conocida, pero en ella pueden influir factores de tipo biológico, como puede ser la presencia de la testosterona, hormona masculina que incrementa la agresividad y también de factores socioculturales, como son la menor capacidad del hombre de buscar ayuda, de expresar sus sentimientos, su elección de métodos más mortales, etc.

  • Herencia y suicidios

No está demostrado que el suicidio se transmita genéticamente, por lo que esta tendencia no se puede heredar. Ahora bien, lo que si se puede transmitir es la tendencia a padecer una enfermedad mental en la que el suicidio sea un síntoma y que los estilos de vida dañinos pongan en evidencia (abuso de alcohol, drogadicción, etc.).

  • Las estaciones del año influyen en el suicidio

Si es cierto, principalmente en los países nórdicos, en los cuales la luz solar dura muy poco tiempo cada año. Eso influye en la disminución de la producción, por parte del organismo, de determinada sustancia que influye sobre el estado de ánimo, ocasionando la llamada depresión estacional, cuyo tratamiento principal es la fototerapia.

  • Afecta a la sociedad el suicidio de un individuo

Siempre hay afectación. Si se trata de personalidades públicas (artistas, políticos) pueden traer epidemias de suicidios entre sus admiradores y admiradoras en el caso de los artistas o desestabilización social en el caso de los políticos. Cuando no son personalidades públicas, se afectan al menos seis personas por cada sujeto que se suicida, principalmente familiar y amigo.

Con la publicación de la tragedia "Romeo y Julieta" de William Shakespeare numerosos adolescentes, identificados con los personajes y sus turbulentos amores terminaron sus vidas por suicidio.

Willian Farr en 1843 consideró que "no hay una mejor evidencia que el efecto imitativo de la conducta suicida".El término "Efecto Werther" fue acuñado por D.P.Phillips en 1974 para describir el efecto de la sugestión en la conducta suicida.Johan W.von Goethe en 1774 publicó su novela "The sorrow of young Werther"(Las penas del joven Werther) en la que se cuenta la historia de un joven talentoso quien desesperanzado por pasiones amorosas, se suicida mediante un disparo en la cabeza. Su venta tuvo que ser prohibida en diversos lugares de Europa porque desencadenó numerosos suicidios en jóvenes mediante el mismo método.

El "Efecto Yukiko" es un término similar al anterior y utilizado en el Japón para referirse a la imitación de la conducta suicida. Numerosos suicidios en adolescentes y jóvenes sucedieron después de las noticias sensacionalistas del suicidio de Yukiko, estrella japonés de rock.

Las noticias sensacionalistas sobre el suicidio de una personalidad pública puede precipitar el suicidio de personalidades vulnerables, sobre todo adolescentes y jóvenes por lo que se recomienda: no debe aparecer la noticia en primera página , no deben aparecer fotos del fallecido , no se debe describir el método utilizado con lujo de detalles , no deben ofrecerse explicaciones simplistas ni únicas pues responde a causas biológicas, psicológicas y sociales no debe justificarse el suicidio con valores morales dignos de imitarse como el valor, amor, dignidad, honor, no deben recalcarse únicamente los aspectos positivos de la personalidad del difunto sino también los posibles padecimientos que facilitaron el suicidio como el abuso de drogas y alcohol, intentos suicidas previos, ingresos psiquiátricos, no debe aparecer la palabra suicidio como sinónimo de éxito, salida, opción, solución, no se debe ofrecer el suicidio como una forma de solucionar las dificultades de la vida.

Depresión y suicidio:

No todas las personas que se suicidan están deprimidas, ni tampoco todas las personas que se deprimen realizan un acto suicida. Pero la depresión es una enfermedad que conlleva riesgo de suicidio en el 10% al 30% de los que la padecen, fundamentalmente aquellas depresiones consideradas graves.

Aunque los deprimidos constituyen un importante grupo con riesgo de suicidio, no son los únicos que cometen suicidio, pues también pueden padecer de esquizofrenia, alcoholismo, trastorno de ansiedad, trastorno disocial o límite de la personalidad, por mencionar algunos.

Entre el 1% a 2% de los que intentan el suicidio se suicidan durante el primer año, y entre el 10% al 20% durante toda su vida. Hay personas que repiten el intento y otros que se convierten en grandes repetidores pues intentan contra su vida en múltiples ocasiones, mientras que otros no vuelven a intentarlo nuevamente.

Conclusiones:

  • Al concluir nuestra investigación logramos ampliar nuestros conocimientos respecto de los trastornos mentales que inducen a la depresión y al posterior suicidio.

  • Al hablar de trastornos mentales nos referimos a aquéllas afecciones o síndromes físicos y conductuales que causan angustia y deterioro en importantes áreas del funcionamiento psíquico. También se caracterizan por afectar el equilibrio emocional, el rendimiento intelectual y la adaptación social.

  • El suicidio representa un problema de salud pública muy importante en el país, ya que el 90% autoeliminaciones se debe a problemas mentales no diagnosticados ni tratados oportunamente. Huancayo, Arequipa y Trujillo concentran la mayor cantidad de suicidios en el interior del País siendo Los motivos más frecuentes; los conflictos de pareja (50%), y el desempleo (25%).Entre los métodos empleados el ahorcamiento era el más frecuente (45%), el envenenamiento (25%) y por arma de fuego (12%).

  • Respecto de la depresión podemos afirmar que este término adquiere distintas significaciones en función de la sociedad en que se da, esto se debe a que está relacionada con las presiones presentes en determinadas culturas.

  • Esta patología se refiere a una situación psíquica morbosa en la que se altera el estado de ánimo, en tanto que este disminuye, y en la que la sintomatología se centra sobre la vivencia de la tristeza y la inhibición psíquica.

Bibliografía:

  • *Texto base para la elaboración del trabajo: "El malestar en la cultura" de Sigmund Freud

  • *URKHEIM, Emilio. "El suicidio". Bs. As. Schapire Editor. .971 (3º edición).

  • JACKSON, Stanley. "Historia de la melancolía y la depresión". Madrid. Turner. 1.989

  • LAPPER, J. T. "Efectos de las masas, poder y limitaciones e los medios modernos de comunicación". Madrid. Aguilar S.A. 1.974Experiencia grupal.

  • Estudio Epidemiológico de suicidios en el Perú. 2005. Hospital Noguchi.

 

 

 

Autor:

Víctor José Campos Flores

Maestría en gestión de servicios de salud

Curso salud pública

2009

Partes: 1, 2
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