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Nosotros y los Otros, caso del Pueblo Garífuna


    Nosotros y los otros: El caso del Pueblo Garífuna – Monografias.com

    Nosotros y los otros: El caso del Pueblo Garífuna

    Este trabajo no pretende ofrecer un análisis completo de las manifestaciones raciales en contra del Pueblo Negro Garífuna de Honduras, teniendo en consideración la casi total ausencia de fuentes primarias y secundarias, Temporalmente se partirá el trabajo desde el 12 de marzo de 1994, fecha en la cual el Estado hondureño ratifica su adhesión al Convenio 169 de OIT Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, convirtiéndose un año después en ley de la Republica.

    Es importante destacar que el Pueblo Garífuna de Honduras surge producto de la dinámica impuesta por la violenta presencia de la conquista europea en el continente, sobremanera inglesa, quienes junto a los franceses utilizaron las Antillas Mayores y Menores como puntos de avanzada, apertrechamiento y bodega para realizar sus actividades comerciales y pillaje en el continente, este caso en especial se desarrolló en la actual isla de San Vicente, donde negros de origen africano esclavizados e indígenas Arawakos o Caribes Rojos sincretizan sus culturas y con el transcurso del tiempo formaron lo que hoy conocemos como el Pueblo Garífuna.

    Su presencia en Honduras se inicia el año de 1797, expulsados de la isla que los vio nacer, llegaron un 12 de abril al sitio conocido como Punta Gorda, en el actual departamento insular de Islas de la Bahía; desde donde casi inmediatamente se adentraron en la parte continental de Honduras para seguidamente ocupar parte de las actuales Repúblicas de Nicaragua, Guatemala y Belice.

    Especialmente en Honduras los Garífunas "se ubican en los departamentos de Cortés, Islas de la Bahía, Colón y Atlántida, con una población aproximada de 250,000 miembros concentrados en 53 comunidades; cabe señalar que buen número de estos viven en los Estados Unidos de América, principalmente en las ciudades de New York y San Francisco"

    Para entender la complejidad del racismo en Honduras y más específicamente el que sufre el pueblo Garífuna, nos obliga a definir el Racismo como supuesto teórico base cuyo origen " no es un fenómeno universal sino de carácter histórico y encuentra condiciones favorables para su desarrollo en la modernidad, expandiéndose con el colonialismo."

    Por lo cual entenderemos como racismo el "conjunto de discursos y comportamientos que se pueden expresar en forma de doctrinas, prejuicios, estereotipos, estigmas, practicas de segregación y violencia, en términos de sus niveles de articulación de acuerdo a sus particularidades referidas a la diferencia en la que sutilmente y abiertamente se muestra el elemento de superioridad e inferioridad. En sus expresiones extremas se plantea la eliminación física y/o cultural, violando el derecho a la diferencia y una relación de poder como elemento central."

    Es importante tomar en cuenta que el Estado hondureño a partir de la ratificación del Convenio 169 de la OIT, se definirá como un estado "multicultural que tiene una política cultural pluralista, el principio filosófico es el pluralismo y esa pluralidad es asumida en términos de susceptibilidad de regularse en normas jurídicas para la política cultural, la educación debe ser transformadora de la realidad, uso de metáforas para la multiplicidad (arco iris, crisol), uso del universalismo de carácter procidemental, se valoran normas democráticas, formas de dialogo, los valores, los derechos humanos."

    Pero a criterio del mismo Bilbeny se aplican dos políticas de multiculturalidad, por lo que consideraría que el Estado hondureño en este caso aplica la política de " cultura básica, cimentada en el reconocimiento y promoción de la diversidad"

    En este sentido el Estado hondureño reconoce a los negros Garífunas como una entidad étnica diferenciada, minoritaria, económicamente empobrecida, con alto índice de analfabetismo y turísticamente atractiva para nacionales y extranjeros.

    En la practica se ve el diferencialismo como una política para ocultar un fondo racista y de una profunda ignorancia de la diversidad y los derechos colectivos e individuales de los Pueblos Indígenas y negros de Honduras, imponiendo proyectos de desarrollo desde una óptica "desarrollista" e inconsulta en las comunidades "beneficiadas", planteando reformas constitucionales para negar el derecho a tierras y territorios y favorecer una política de desarrollo del turismo (industrialización sin chimenea) a favor del gran capital nacional y extranjero.

    Así pues, en el marco de la celebración de los 200 años de la presencia del Pueblo Garífuna en Honduras, el presidente de turno Carlos Roberto Reina Idiaquéz, en el discurso dirigido a centenares de Garífunas reunidos en la comunidad de Punta Gorda dijo: "en Honduras debemos jactarnos de que no existe el sectarismo, la xenofobia y el apartheid, por eso somos un país con una maravillosa cultura de la tolerancia. La alegría de y el carácter extrovertido que caracteriza al Garífuna ha favorecido el aire taciturno y la timidez de los Toltecas y Lencas, y el carácter de ambos nos ha favorecido a todos, lo que nos debe sentir felices de ser mestizos."

    Queda evidenciado en ese discurso que el presidente de Honduras identifica erróneamente a los negros Garífunas, como un Pueblo que se caracteriza o diferencia únicamente por "la alegría y el carácter extrovertido", desconoce que en nuestro territorio no existen ni existieron los Toltecas y caracteriza a los Lencas como "taciturnos y tímidos"; desconoce a su vez la existencia de los otros Pueblos Indígenas de la actualidad y finalmente considera que Honduras es una nación multiétnica de mayoría mestiza (incluyéndose él) al decir "lo que nos debe sentir felices de ser mestizos".

    Desde la conformación de la Organización Fraternal Negra de Honduras –OFRANEH-, con la finalidad de proteger los intereses y derechos culturales, sociales, económicos y políticos de los Garífunas, se inicia importante secuencia de reclamos que junto a las demás organizaciones políticas de Pueblos Indígenas de Honduras obtienen que el gobierno liberal de Carlos Roberto Reina Idiaquéz promueva y logre que el Poder Legislativo permita la suscripción del Convenio 169 de la OIT, por lo cual "la emergencia de un movimiento negro en la década de los 1980`s y 1990`s, al exigir reconocimiento y derechos en base a la diferencia nacional y cultural autóctona, ha cuestionado los valores de Honduras como una nación esencialmente mestiza. El Estado, bajo los regímenes de Carlos Roberto Reina I. (1994-1997) y Carlos Roberto Flores Facusse (1998-Presente) ha respondido a estas criticas reimaginando la nación como multiétnica y promoviendo las diferencias culturales mediante algunos programas como por ejemplo, la educación bilingüe. Sin embargo, al mismo tiempo, el Estado ha implementado políticas económicas neoliberales que acostumbran a menoscabar los derechos autóctonos a la tierra y los recursos"

    Es importante mencionar que dentro de esa propuesta de aceptación de la multiculturalidad por el Estado Hondureño, el poder ejecutivo por medio del Fondo Hondureño de Inversión Social –FHIS- ha creado un programa para la atención de la problemática indígena, consistente en la implementación de programas "desarrollistas" en las comunidades indígenas y negras, y como resultado negativo sobresale la corrupción de dirigentes nacionales y locales e indirectamente la división del movimiento indígena que creen fomentar.

    Por la vía de protección de los Derechos individuales y colectivos, al interior del recién creado Ministerio Público (1994) se conforma la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultura (1995), con el objetivo de "El insoslayable deber de promover la acción de la justicia en beneficio de los Pueblos Indígenas de Honduras, en la doble dimensión de sus Derechos, o sea, los que tienen como colectividad y como individuos pertenecientes a la misma…"

    Esta institución se enfrenta a la dificultad de que no existe una Ley especial para la protección de los Pueblos Indígenas y Negros, y el Poder Legislativo no ha reformado las Leyes Secundarias para que contengan y expresen el espíritu del Convenio 169 de la OIT, del cual tanto el Estado como indígenas se sienten orgullosos de su existencia, aunque ha criterio muy particular es una figura jurídica decorativa, los logros y avances obtenidos a favor de estas "minorías" es más producto de la buena voluntad de algunos funcionario que de la definición de una política Estatal.

    Algunas manifestaciones de racismo quedan evidentes en los medios de prensa escrita, no solo desde la posición de algunos funcionarios estatales, sino que de habitantes comunes como sucedió el 1 de Abril de 1997 en un artículo periodístico en el cuál se escribe que "Si hay una nación Latinoamericana donde la discriminación racial esta lejos de producirse, esa es Honduras… donde los descendientes directos de los garinagus (Garífunas) ocupan lugares en varias Secretarías del Gobierno, de que el embajador de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas es un Garífuna…¿Acaso no son negros muchos de nuestros mejores deportistas?"

    Lo que no logra entender la Sra. Laínez Rojas es que el racismo en Honduras no es igual al racismo que en Estados Unidos de América, Europa o África, por que son distintas las realidades históricas que los crean y por otro lado considera el racismo solo por la diferencia fenotípica, quizás influenciada por la renovada tendencia de encontrar y esconder diferencias culturales en aspectos del genoma humano, por otro lado si bien es cierto que muchos de los deportistas negros son Garífunas, no escribe nada al respecto de las expresiones del resto de la sociedad dominante (no indígena) cuando estos deportistas no logran su cometido, apareciendo en escena manifestaciones de odio y discriminación como "Tenias que ser negro", "Saquen a ese negro", pero cuando el objetivo se logró se hace alusión a la "garra catracha" nacionalizando el acontecimiento; o incluso cuando por las calles se ve pasar a un (a) Garífuna con un (a) blanco (a) se hace alusión al color de la piel comentando "Que mala pareja son", entre otras cosas.

    Citando esos mismos medios de prensa en Honduras es muy común encontrar en la "página roja"· en alusión a un ilícito cometido por un Garífuna en el que aparece antes del nombre propio "hombre o mujer de raza negra" o simplemente de "raza", no sucediendo lo mismo cuando se refiere a ilícitos cometidos por ciudadanos no indígenas o mestizos.

    Otros autores ocultan el racismo dentro de la filosofía "integracionista" culpando a los Garífunas y a los demás Pueblos Indígenas de practicar una filosofía de "subordinación" ante la gran mayoría mestiza; Carlos Geremías Girón, editorialista de uno de los medios escritos de mayor circulación en el país afirma que "En Honduras, más bien, lo que hay es una barrera cultural que ha impedido la integración de las personas de color al mundo de la mayoría india o mestiza. La forma de percibir y aún de pasar la vida, es diferente entre ellos y nosotros. La costumbre de hablar una lengua para la mayoría incomprensible les aísla y hace que el indio se margine de cualquier conversación y se involucre en cualquier actividad con la inseguridad que produce el no saber que es lo que realmente hablan dos o mas Garífunas. Sin quererlo quizás, pero así los negros se encierran en su propio mundo y se vuelven esquivos y autosuficientes…"

    De esto se puede percibir además que el Sr. Carlos Geremías Girón Tiene profundas lagunas históricas al desconocer todos los procesos de eliminación lingüística aplicados desde la óptica de la "mayoría mestiza dominante" por el Estado hondureño, en la cual los profesores de educación primaria castigaban a los indígenas y negros que se comunicaran entre sí en su lengua, bajo el supuesto que se estaban burlando o dirigiendo negativamente del monoparlante. O posiblemente sin saberlo los no indígenas creen que "a pesar de todo los aborígenes australianos o de otro lugares de nuestro planeta son inferiores culturalmente a nosotros y esto se refleja en que sus lenguas son menos complejas, flexibles, ricas y potentes que las nuestras"

    Y que el justo derecho al uso de su lengua debe quedar confinado al espacio del núcleo familiar.

    No sabía a caso este "editorialista" las penurias por las que pasará un Garífuna al enfrentarse a un proceso jurídico en el cual defensor y acusador dirimen la causa en la lengua dominante, ignorando la cosmovisión del otro; sin querer abundar en el análisis en las distintas normas jurídicas propias de los Garífunas.

    En Honduras aún no existen juzgados, defensores y acusadores (operadores de la justicia) que desarrollen su actividad respetando patrones lingüísticos y culturales de los miembros de los pueblos indígenas y negros, involucrados en un asunto penal, civil, administrativo, etc. siendo esto un mandato expreso en el Convenio 169 de la OIT y otros tratados internacionales suscritos por Honduras.

    Es una constante los planteamientos de autodiscriminación producto de que la mayoría dominante que controla el poder, desconoce o alegan desconocer la diferencia, por lo cual la salida más fácil al impase es la homogenización de la sociedad nacional.

    El uso cotidiano de términos referidos al color de la piel "blanco", "indio", "negro", se presentan condiciones especialmente y es nuestro interés sobre la polarización blanco y negro por ejemplo, cuando un blanco ha tenido un día arduo de trabajo se refiere a que ha "negreado" pero cuando ve una persona blanca o mestiza que esta holgazaneando la identifica como que es "Tan haragán como un negro". Esta condición asumo, es producto del desconocimiento de los patrones culturales de los negros Garífunas, porque no saben que entre estos existe y se práctica el matrilinealismo y que los hombres se ocupan de la pesca, actividad que realizan en horas de la noche hasta el amanecer, por lo que cuando los no indígenas visitan las comunidades seguramente encontraran a la mujer Garífuna realizando labores agrícolas y al hombre descansando placidamente en una hamaca a la sombra de un cocotero y refrescándose con la brizna marina, esto por otro lado asocia a los Garífunas con la diversión.

    Retomando el papel racista del Estado, el año recién pasado quedó expresada la intención de privatizar el hábitat funcional de los Negros Garífunas al proponerse en la Cámara Legislativa la reforma constitucional del Artículo no. 107 (referido a la adquisición de propiedades por extranjeros en zonas costeras y fronterizas) poniendo a las comunidades Garífunas en el cibermercado internacional a efecto de la política neoliberal globalizante, sin importar la sobrevivencia cultural de los negros, ya en 1995 la comunidad Garífuna de Triunfo de la Cruz , departamento de Tela, las autoridades municipales extendieron el casco urbano municipal abarcando dicha comunidad, para así esa autoridad municipal pudiera vender los lotes de tierra que ancestralmente ocupaban estos, a una compañía con abundante capital que desarrollaría allí un enorme complejo turístico en el que la participación de los Garífunas estaría confinada a la de aseadores, botones, bailarines, entre otras.

    La movilización en ambos casos ha logrado detener esas vías de privatización de las tierras, en el primero de los casos el Congreso Nacional a prometido no volver a discutir la reforma constitucional al Artículo 107 y en el segundo caso el proyecto turístico esta paralizado.

    Retomando las normas jurídicas que implementa el Estado es muy común escuchar entre los juristas hondureños que "todos somos iguales ante la Ley", anteponiéndose al pomposo reconocimiento de Estado multietnico, no podemos ser todos iguales ante la ley si presuponemos que existe diversidad y la ley oficial no es más que una imposición que irrespeta la diferencia que Rodolfo Stavenhagen, citando a J. H. Burgues, plantea "Que cada grupo cultural tiene derecho a mantener y desarrollar su propia cultura, sea cual fuere la forma que se inserta en o relaciona con, las demás culturas; en un contexto más amplio. Esto ha llegado a denominarse la identidad cultural"

    Cuando se consulta a un maestro que sirve clases en cualquier escuela primaria a la que asisten "blancos" y "negros" sobre el rendimiento de unos y otros, casi inmediatamente hará referencia al bajo rendimiento y ausentismo o deserción de los "negros" y si preguntas la razón tendrás por respuesta " que son haraganes". Claro que es un análisis subjetivo e imparcial , pues, no se han tomado en cuenta aspectos fundamentales como que las clases son impartidas en la lengua dominante y desde el modelo educativo dominante.

    Dicho de otra manera, los resultados académicos y la deserción escolar estaría mas propiamente atribuidos a la diferencia cultural con que se entiende la lengua dominante y a que el modelo educativo impuesto es aculturizante y enfrentado a la cosmovisión de los otros, sin relacionar aspectos sociales y económicos, como el rechazo, la discriminación, la intolerancia, desnutrición, etc.

    Estos argumentos denota y alimentan teorías sobre la inferioridad racial de los Garífunas, que fomentan el conflicto entre "nosotros y los otros", sin que aun el Estado y las organizaciones de la sociedad civil presenten la posibilidad y viabilidad de concebir soluciones cimentadas en el respeto, la tolerancia, la consulta, la participación y la justicia.

    Hay otro estereotipo que es muy común en Honduras se puede percibir cuando en una ciudad como Tegucigalpa (capital del país) un grupo de Garífunas son requeridos por la Policía Nacional Preventiva, hay una predisposición a que los Garífunas son consumidores de drogas o narcotraficantes, miembros de alguna "mara" (pandillas juveniles), o cuando se presenta una denuncia en la Policía de Investigación Criminal por algún ilícito, el formato de este ente de represión tiene un recuadro de "raza" para identificar al denunciante y/o al denunciado.

    Finalmente otra situación que pone en evidencia manifestación entre racismo es cuando se ventilan en la mesa de negociaciones temas como "autodeterminación" y "autonomía", "Tanto los Estados como los Gobiernos temen la autodeterminación de grupos subnacionales porque para ellos significa el rompimiento de las unidades territoriales nacionales existentes. Sin embargo, muchos grupos étnicos en realidad no desean separarse de un Estado existente, simplemente reclaman el derecho a una participación igual, o resolver sus propios asuntos y a preservar su identidad cultural dentro de las estructural estatales existentes. Esta es la autodeterminación interna, la controversia contrapone un enfoque centrado en el Estado y uno en el Pueblo. Las ideas de "separatismo" y "secesión", así como conceptos relacionados tales como "autonomía" y "soberanía" se relacionan con la organización política de los Estados. Por otro lado la autodeterminación implica las necesidades, aspiraciones, valores y objetivos de as comunidades sociales y culturales que llamamos "Pueblos". Como relacionar esto niveles de análisis de manera significativa es uno de los retos no resueltos en estos tiempos"

    De mucha utilidad seria el análisis que plantea Stavenhagen tanto para uso de quienes sustentan el poder estatal como para las denominadas "minorías étnicas" y terminar con el mito de Estado nacional que los liberales del Siglo XVIII, llegaron al mundo moderno.

    A manera de conclusión hemos hecho un esfuerzo por desnudar una realidad cotidiana en Honduras sin posibilidades de mayores fuentes documentales, sin ser esta una pretensión que ocasione conflictos étnicos, si no por el contrario nuestro interés es para motivar en la generalidad de la población hondureña el conocimiento de manera profunda y sistemática de la historia y realidad actual de los Pueblos Indígenas como vía para disminuir los niveles de racismo que se experimentan.

    Bibliografía

    • 1. Barahona, Marvin y Ramón Rivas. "¿Existe un movimiento indígena en Honduras?: Una interpretación de la protesta indígena". Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, MDC, 1998.

    • 2. Bilbeny, Norbet, "Hacia una democracia transnacional". Conferencia para el Diplomado en Diversidad Cultural," México, D.F., julio del 2000.

    • 3. Castellanos, Alicia. "Convivencia y conflictos en el mundo desarrollado". Conferencia para el Diplomado en Diversidad Cultural. México, D.F., julio del 2000

    • 4. Moreno C., Juan C. "La dignidad e igualdad de las lenguas". Alianza Editorial, Madrid, 2000

    • 5. Stavenhagen, Rodolfo. "Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas", C. N. D. H., México 2000.

    • 6. Stavenhagen, Rodolfo. "Conflictos Étnicos y Estado Nacional: Conclusiones de un análisis comparativo". Conferencia para el Diplomado en Diversidad Cultural, México, D.F. Julio del 2000

    • 7. Wieviorka, Michel. "Racismo y exclusión". Revista de Estudios Sociológicos, Vol. XII N. 34 Colegio de México, 1998.

    • 8. Trifolio de la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural, Ministerio Público, Honduras, C.A.

    • 9. Castellanos, Alicia. "Convivencia y conflictos en el mundo desarrollado". Conferencia para el Diplomado en

    • 10. Diversidad Cultural. México, D.F., julio del 2000

    • 11. Castellanos, Alicia, op. cit.

    • 12. Bilbeny, Norbet, "Hacia una democracia transnacional". Conferencia para el Diplomado en Diversidad Cultural," México, D.F., julio del 2000.

    • 13. Bilbeny, Norbert. Op. cit.

    • 14. "Garífunas entregan al presidente su Plan Nacional de Desarrollo". La Tribuna, 14 de abril de 1997, Tegucigalpa, M.D.C.. Véase también Carlos Roberto Reina "Doscientos años después" El Heraldo, 20 de abril del 2000, Tegucigalpa, M.D.C.

    • 15. Barahona, Marvin y Ramón Rivas. "¿Existe un movimiento indígena en Honduras?: Una interpretación de la protesta indígena". Editorial Guaymuras, Pág. 212, Tegucigalpa, MDC, 1998.

    • 16. Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultura, Op. Cit.

    • 17. "No hay tal discriminación de los negros en Honduras. Rosa Laínez Rojas. El Tiempo, 11 de Abril de 1997, San Pedro Sula, Honduras

    • 18. Carlos Geremías Girón, "Sobre los Garífunas". El Tiempo 9 de Abril de 1997, San Pedro Sula, Honduras.

    • 19. Moreno C., Juan C. "La dignidad e igualdad de las lenguas". Alianza Editorial, Madrid, 2000 Pág. 11

    • 20. Stavenhagen, Rodolfo. "Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas", C. N. D. H., México 2000. Pág. 15

    • 21. Stavenhagen, Rodolfo. "Conflictos Étnicos y Estado Nacional: Conclusiones de un análisis comparativo". Ponencia para el Diplomado en Diversidad Cultural, México, D.F. Julio del 2000 pp.29-30

     

     

    Autor:

    Carlos Mauricio Palacios Barahona

    Ponencia para el Diplomado en Diversidad Cultural, México, D.F. Julio del 2000