- Resumen
- Introducción
- Problema científico
- Fundamentación Teórica
- Vaginosis bacteriana
- Diseño metodológico
- Recomendaciones
- Conclusiones
- Discusión de los resultados
- Referencias bibliográficas
Resumen
En la presente investigación de carácter descriptivo, prospectivo y longitudinal se hace un análisis de la importancia de la repercusión que pueden generar los diagnósticos de las Infecciones de Transmisión Sexual en las familias y el afrontamiento a los diferentes eventos vitales que atraviesan. El objetivo general está relacionado con la conformación de un estudio sobre lo expresado anteriormente. Se exponen algunas de las posiciones teóricas que sirven de base para el estudio del estrés familiar. Se enfatiza en la necesidad del estudio del estrés familiar, no visto como algo siempre desfavorable, y se presenta una propuesta sobre la forma de tratar el tema desde una perspectiva sistémica, proponiendo un modelo de evaluación de la repercusión de estos eventos en la salud familiar. Este estudio confirma la importancia de un análisis profundo de la realidad de esta población, poniendo el acento en los adolescentes, que aunque conocen las consecuencias de sentirse en riesgo, no tienen un cambio de actitud frente al problema. Además, los jóvenes están en un período de la vida donde se puede trabajar desde lo social, demostrándoles los principios éticos que sustentan el valor de la vida. Es por eso que se proyecta el presente trabajo desde una posición ético-social con énfasis en los aspectos éticos que se deben tener presentes en el abordaje de los problemas familiares.
Introducción
La familia en su desarrollo va transitando por diferentes etapas y cada una de ellas tiene sus especificidades, sus tareas y sus momentos de desequilibrio o reajuste interno, denominados crisis normativas. En el tránsito por este ciclo vital, la familia oscila entre períodos de estabilidad y períodos de cambios, caracterizados estos últimos por contradicciones internas que son necesarias e imprescindibles para propiciar su desarrollo(1).
Estas contradicciones surgen a partir de eventos familiares que constituyen hechos de alta significación para el individuo y la familia, y que provocan cambios en el ritmo cotidiano de la vida familiar que originan momentos de estrés, al tener la familia que enfrentarlos reestructurando sus procederes habituales.
Es importante tener en cuenta la presencia de estos momentos en la vida de una familia en el estudio de cualquier grupo familiar, dentro de los que se aprecian los eventos conocidos como normativos o transitorios, que son los relacionados con los acontecimientos normados y esperados del desarrollo familiar, que se erigen como críticos puntos de transición a lo largo de todo el ciclo vital.
Los no transitorios o paranormativos, que son los provocados por los acontecimientos que no guardan relación directa con las etapas del ciclo vital, también llamados accidentales.
Para mantener un adecuado estado de salud ante estos eventos es necesario que la familia movilice sus recursos, y que sea capaz, ante una nueva situación, de tomar las decisiones relacionadas con el enfrentamiento adecuado a la situación, lo cual puede ser una fuente generadora de estrés familiar.
Un acontecimiento de la vida es un hecho que traduce particular significado para cada familia, y en ese sentido origina procesos críticos caracterizados por modificaciones en la estructura y el funcionamiento familiar, implica ajustes en los roles y genera nuevos mecanismos de afrontamiento para incorporar la nueva situación.
La adolescencia es un concepto relativamente moderno; fue definida como una fase específica en el ciclo de la vida humana a partir de la segunda mitad del siglo pasado, estando ligado este hecho a los cambios políticos, económicos, culturales, al desarrollo industrial y educacional, al papel que comienza a jugar la mujer y al enfoque de género, en correspondencia con la significación que este grupo poblacional tiene para el progreso económico-social.
En las últimas generaciones es manifiesta la aparición cada vez más temprana de la maduración sexual y la participación activa de los jóvenes en la esfera social, cultural y económica, por lo que representa un desafío importante para los países y en particular para los sistemas de salud, cómo contribuir a que esta etapa transcurra exitosamente, con satisfacción de la calidad de vida y de sus necesidades de salud, bienestar y desarrollo.
En las últimas décadas se ha desarrollado un movimiento dirigido a la individualización de este grupo poblacional y se han elaborado y ejecutado programas integrales de salud para adolescentes.
Este proceso ha estado motivado por el mejoramiento en los principales indicadores de salud, el nuevo enfoque de riesgo y la prioridad dada a las acciones de promoción de salud y prevención por una parte, unido a la necesidad de atención de los adolescente y jóvenes por su participación dentro de la fuerza productiva y social.
El interés por la protección y el desarrollo de los niños y jóvenes y la demanda para que los países adopten una serie de acciones en favor de la niñez y la adolescencia, reflejado en la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, la 1ra Cumbre Mundial en Favor de la Infancia en 1990 y la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en 1994, en el
Cairo, han contribuido también a que se consideren los niños y adolescentes como un grupo particular en la sociedad, con derecho al disfrute del más alto nivel de salud física y mental, educación y desarrollo, a ser atendidos y en el caso de los adolescentes a participar en la identificación y solución de sus problemas.
La evaluación de las generaciones mayores de los problemas que afrontan los jóvenes siempre a lo largo de las civilizaciones ha sido un complejo fenómeno social lo que en determinadas familias y circunstancias ha devenido en un problema de salud directamente relacionado con la familia y la educación. Su extensión y relevancia demanda de una vocación sanitaria en los profesionales de la salud y la educación con un gran componente social.
Existen a lo largo de los años patrones que se han considerado medidores morales y de gran significado de dignidad para los grupos que hoy definimos como familia. Dentro de estos patrones se excluyen todo lo relacionado con relaciones precoces sexuales, embarazos en la adolescencia y las tan temidas Infecciones de transmisión Sexuales, que no son mas que un limitado numero de riesgos a los que se exponen este grupo poblacional al que hoy nos referimos.
El problema de las Infecciones de Transmisión Sexual es muy difícil de abordar y obtener logros, a menos que se analice el punto de vista social, buscando nuevos resultado y cambios desde la perspectiva del individuo y su familia con una mirada en el contexto socio-económico en el que se desenvuelve. Como problema de salud exige de una política de promoción, prevención específica y de un tratamiento particularizado en cada caso. Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son una de las causas principales de enfermedad agudas en las poblaciones jóvenes sexualmente activas.
La OMS y el ONUSIDA consideran que la vigilancia de las ITS es un componente clave de los sistemas de vigilancia del VIH y el SIDA
Tomando en cuenta lo alarmante de sus complicaciones, no significa tanto para el desenvolvimiento familiar adecuado como los ya determinados problemas sociales que esto lleva a pareado a los componentes del núcleo familiar.
Por ello las condiciones de apoyo familiares son fundamentales para que los jóvenes se desenvuelvan adecuadamente y el desarrollo de los programas de salud sea exitoso.
Muchas de estas generaciones hoy marchan a la cabeza de la listas de conflictos y contradicciones, pero esencialmente positivas. No es solamente un período de adaptación a los cambios corporales, sino una fase de grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y socia.
Es el tiempo de probar cosas nuevas, el tiempo de crecer, desarrollarse física y sexualmente, alcanzar la madurez, ser independientes y aún dependientes, plantea nuevas visiones y magnitudes, es el tiempo de reír, de soñar, pero también de dudar, de buscar y obtener información muy preciadas para el desarrollo exitoso de sus vidas.
Los adolescentes necesitan desarrollar una autoestima adecuada, saber, conocer, presentan tendencias ambivalentes, son incapaces de escuchar consejos ni orientaciones por lo que suelen cometer errores en ocasiones de gran trascendencia.
Es difícil establecer límites cronológicos para este período de acuerdo a los conceptos convencionalmente aceptados por la Organización Mundial de la Salud; la adolescencia es la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos fases: la adolescencia temprana (10-14años) y la adolescencia tardía (15-19 años)
Las características y comportamiento de esta etapa están dadas por la búsqueda de sí mismos y de su identidad, afirmación de su personalidad, necesidad de independencia, desarrollo sexual, capacidad reproductiva, tendencia grupal, concreción de proyectos de vida y una actitud social reivindicativa con elaboración de escala de valores en correspondencia con su imagen del mundo.
Dentro del temible mundo de las enfermedades sexuales se evidencia una relación directamente proporcional sobre los pacientes que padecen de ITS y después desarrollan el VIH.
Los cálculos nacionales sobre la prevalencia del VIH en países con epidemias generalizadas se basan en los datos obtenidos por los sistemas de vigilancia que se centran en las mujeres embarazadas que acuden a cierto número de centros de atención prenatal. El ONUSIDA y la OMS, en estrecha consulta con los países, emplean un método de seis pasos para estimar la prevalencia entre los varones y las mujeres.
Un número creciente de países ha adoptado ese método para efectuar las estimaciones nacionales. Dentro de ellos Cuba donde se respetan los derechos íntegros de la familia sin condición de sexo o genero, dando esto a la enfermedad un curso adecuado para coger las pautas de cómo encaminar el trabajo con los grupos erarios de sexo así como la familia en general
Últimamente, algunos países han efectuado encuestas nacionales de población que incluían la prueba voluntaria del VIH.
Los resultados han sido comparados con los cálculos de la prevalencia del VIH entre adultos basados en sistemas de vigilancia centinela. No hay una regla de oro para la vigilancia del VIH. Todos los cálculos sobre el VIH deben evaluarse críticamente, tanto si se basan en encuestas nacionales como en datos de vigilancia centinela.
Las encuestas nacionales ayudan a configurar el panorama de la epidemia. Si se efectúan a intervalos de tres o cuatro años, dichas encuestas pueden servir como elementos valiosos de los sistemas de vigilancia y contribuir a mejorar los cálculos de los niveles y tendencias.
Además permite hacer una adecuada valoración de los comportamientos individualizados de la ITS VIH SIDA en cada uno de los territorios afectados.
Para obtener el mínimo de resultados tenemos necesariamente que contar con el sustento definitivo de la humanidad que es la familia.
La presencia de estos momentos normativos en la vida de una familia es considerada como una variable evolutiva necesaria a tener en cuenta en el estudio de cualquier grupo familiar.2
Si además sabemos que ocurren también eventos no normados o accidentales, consideramos muy importante conocer el impacto de estos acontecimientos o eventos, y reconocer que esta repercusión o impacto puede darse de muy diversas maneras en la salud familiar.
El impacto de los eventos en la familia, puede ser tanto favorecedor, como obstaculizador en la salud familiar. La familia alcanzará la salud en la medida en que sea capaz de enfrentar de manera eficiente y adecuada los acontecimientos de la vida.
Queremos insistir en que no consideramos el estrés que estos eventos puedan provocar como algo intrínsecamente desadaptativo y perjudicial. El estrés, al que muchas veces nos referimos como la tensión o desequilibrio ante las crisis familiares, puede propiciar que el individuo o la familia desarrolle recursos adaptativos que nunca habían supuesto tener, lo cual le permite ganar en firmeza, y utilizar estos aprendizajes en posteriores crisis, haciendo que se crezcan o desarrollen como consecuencia de este.
De ahí que consideremos que el estrés no es bueno o malo, sino conocer bien, en qué cantidad, en qué momentos de la vida y bajo qué circunstancias sociales y familiares resulta perjudicial o beneficioso. Aunque ciertas presiones y demandas ambientales producen estrés en un número considerable de familias, siempre se ponen de manifiesto las diferencias individuales, familiares y sociales.
En cuanto a intensidad y tipo de respuesta. Las personas, las familias y los grupos difieren en su sensibilidad y vulnerabilidad a ciertos tipos de acontecimientos, así como en sus interpretaciones y reacción ante los mismos.
La interacción de estos elementos lleva al desenlace que es la crisis. La crisis familiar implica, alteración y desequilibrio en el sistema familiar, e insiste en resaltar que no es lo mismo la crisis que el estrés que esta pueda provocar, dado que existen familias que toleran mejor el estrés que otras.
El estrés por sí mismo no tiene connotación negativa; solo cuando aparecen síntomas de alteración del equilibrio familiar y esta se torna disfuncional, se puede hablar entonces de una crisis.
La acumulación de tensiones y estresores familiares al punto de sobrepasar la capacidad de ajuste del sistema familiar, lo hace entrar en crisis, y está asociada con el deterioro del funcionamiento familiar y del bienestar de sus miembros.
También encontramos el modelo teórico desarrollado por P.G. Boss, quien define el estrés familiar como "el estado de tensión que surge en las familias cuando el estado de desequilibrio de estas es alterado por sus transiciones a través del ciclo vital", acentuando que el estrés es un cambio que no tiene en sí connotaciones positivas ni negativas, y que todas las familias deben enfrentar situaciones de estrés de manera permanente.
Boss considera que en el estrés familiar intervienen componentes externos de la familia, como pueden ser el momento histórico social en que esta se desarrolla, la cultura de la familia y el contexto económico; así como también, componentes internos del sistema familiar, como la estructura familiar, la dinámica interna de su funcionamiento, el sistema de creencias y valores, y la percepción del evento estresante.
La teoría del estrés familiar hace referencia a los efectos de la acción del estrés en la familia y a las crisis como respuesta familiar a este. Enuncia los conceptos de vulnerabilidad a dichas crisis y el poder de recuperación, la acción de la familia para reducir la intensidad de las situaciones demandantes, por mantener los recursos existentes, buscar otros adicionales y reestructurar cognitivamente la situación.
Es importante destacar que la repercusión familiar de estos eventos y el estrés que estos generen, tendrán una relación directa con el significado que la familia les asigne, aunque es indiscutible que de todos modos el afrontamiento a los eventos producirá de alguna manera un impacto en su equilibrio.
Por eso consideramos que los supuestos teóricos de la concepción de crisis, proceso o momento crítico, se inspiran en el modelo transaccional del estrés, considerando que el grupo familiar percibe y valora las exigencias del afrontamiento a los acontecimientos de vida, y en dependencia de sus recursos, como capacidad de adaptación, apoyo social y fuerza familiar, se producirá mayor o menor afectación.
Todos los cambios a que está sujeta la familia, propios de su crecimiento y desarrollo, u otros como podrían ser los problemas de salud, cambios de su condición económica, o cualquiera de los eventos accidentales, generan demandas adicionales que constituyen momentos de riesgo y vulnerabilidad para el sistema familiar.
Nuestra posición al respecto coincide en un alto por ciento con lo planteado por estos autores. En el presente estudio consideramos que la afectación o desequilibrio que cualquier evento reporta al sistema familiar, va a ser de diferente gradiente en relación directa con la mayor o menor necesidad de cambios, modificaciones o reajustes que la familia tenga que realizar para afrontar o adaptarse al mismo.
Teniendo en cuenta estos gradientes o diferentes niveles de impacto y el significado favorable o desfavorable asignado por la familia, elaboramos nuestro propio esquema conceptual, a partir del cual consideramos que los eventos pueden aportar diferentes niveles de afectación o repercusión a la salud familiar, dentro de los que definimos: la afectación o daño a la salud, el riesgo para la salud familiar, y la no afectación a la salud o potenciación del desarrollo familiar, ya que estos eventos pueden no estar representando un problema de salud al sistema, sino por el contrario, generando su evolución a partir de la imposición de determinada cantidad de cambios o transformaciones, necesarias como fuente de desarrollo.
Cuando el evento impone algunos o pocos cambios al sistema familiar, y se le atribuye una connotación o significado positivo o favorable; o sea, si los cambios son pocos y se realizan en armonía, si las respuestas son adecuadas al estímulo y si están adaptadas, pueden ser indispensables para el desarrollo y para el funcionamiento del sistema y su adaptación al medio, por lo que no afectarían su salud.
Cuando el evento impone gran cantidad de cambios al sistema familiar, pero la familia les atribuye una connotación favorable, y/o cuando el evento impone algunos o pocos cambios al sistema familiar y estos son percibidos de manera negativa o desfavorable; o sea, sería cuando la familia, aunque perciba los cambios como favorables, tiene que realizar muchas modificaciones que podrían desequilibrarla, o cuando a pesar de que las modificaciones o reajustes sean pocos, estos tengan una connotación desfavorable para el sistema familiar, todo lo cual podría ser amenazante y poner en peligro el bienestar y la salud del sistema.
Cuando el evento impone gran cantidad de cambios al sistema familiar, y la familia le atribuye a estos un significado negativo o desfavorable, lo cual se considera como la presencia de demandas excesivas o intensas que pueden afectar la capacidad de adaptación del sistema familiar y afectar su salud.
En las crisis no siempre resultan negativas a la salud familiar, son situaciones que demandan cambios en el sistema, que generalmente significan contradicciones, desacuerdos, separación de viejos modelos de interacción, o asimilación de nuevas formas organización, y debido a esto pueden considerarse una fuente de estrés. Estas modificaciones pueden contribuir a la maduración, desarrollo y crecimiento de la familia como sistema, o pueden afectar severamente su equilibrio y constituir entonces un daño para ella.
Otros autores coinciden con nosotros en este planteamiento, como Louro B.I. quien refiere que existen familias que asumen estilos de afrontamiento ajustados ante determinadas situaciones conflictivas.
Los capaces de utilizar mecanismos estabilizadores que le proporcionan salud y bienestar, mientras que otras no pueden enfrentar las crisis por sí solas, a veces pierden el control, no tienen suficiente fuerza, y manifiestan desajustes y desequilibrios que condicionan cambios en el proceso salud-enfermedad, más específicamente en el funcionamiento familiar.7
Como vemos, un acontecimiento familiar puede favorecer la salud familiar, y en otros casos, dañarla. Por ello consideramos muy importante, para llegar a un diagnóstico certero de la salud familiar, explorar y valorar el impacto que provocan los diferentes eventos a los que se enfrenta la familia, ya sean los propios del ciclo vital o fuera de este, pues la afectación sufrida puede ser de diferentes intensidades en cada una de las áreas de la salud familiar, como los aspectos económicos, su participación e integración social, el modo de vida familiar, los planes y proyectos futuros, la armonía, la comunicación y la cohesión entre los miembros, o la salud de estos de manera individual.
La necesidad de cambios o reajustes no necesariamente tiene que ser de igual magnitud en los diferentes elementos o áreas que conforman o intervienen en la salud familiar. Así, un evento por incremento podría imponer a la familia reajustes en cuanto a los espacios habitacionales, por ejemplo, e incrementar así el índice de hacinamiento, que podría considerarse como algo negativo para el equilibrio familiar; sin embargo, a su vez, esa persona que se incorporó al sistema puede asumir roles que posibiliten una mayor participación social de la familia, o una reincorporación laboral o escolar a otro miembro que hasta ahora se veía limitado en su integración social, constituyendo esto entonces un aspecto favorable al desarrollo del sistema familiar y a su equilibrio.
Por esto consideramos que un evento podría tener diferentes niveles de impacto o repercusión en los distintos elementos que intervienen en la salud familiar, incluso con diferente sentido (favorable o desfavorable), pero que de manera holística se integran en un nivel de impacto general en la salud del grupo familiar como resultante de esta situación que atraviesan, que pudiera valorarse como el estrés que este ha impuesto a la familia como sistema.
Los procedimientos que se utilicen para abordar el proceso salud-enfermedad, no pueden abarcar solo una arista del problema. Se impone la necesidad de tratamientos teóricos, metodológicos e instrumentales multidisciplinarios y multifactoriales, que se refieran al papel de los factores psicosociales en la salud, y permitir, de esta forma, una visión más integral.
Dentro de los procedimiento integrales que debemos tener en cuenta para que el factor es el abordaje de los procesos profilácticos que de ser llevado a cabo correctamente exoneran a la familia de contraerse en estos malos momentos que se afrontan como crisis familiares y repercuten como eventos desfavorables en muchos de los casos estudiados.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) revisten interés epidemiológico ya que con ello va implícito el mecanismo de transmisión ligada a las relaciones sexuales1.
Existen tres acontecimientos que han alterado las ITS en los últimas décadas. Los avances en la microbiología, inmunología y epidemiología y la aparición del SIDA. Las ITS están entre las causas más comunes de morbilidad en el mundo. En Cuba se notifican anualmente cerca de 50 000 casos de sífilis, blenorragia y Condilomas Acuminados con una tendencia ascendente para Sífilis y Blenorragia en los últimos años.
Los estudios epidemiológicos y clínicos confirman que el uso del condón durante las relaciones sexuales es una manera eficaz de reducir estas enfermedades principalmente en la atención primaria. En muchos países del mundo inclusive en el nuestro existen dificultades en el conocimiento de cómo usar adecuadamente el cordón.
Con el uso del preservativo evitamos contraer el SIDA y otras enfermedades (ITS) si cumplimos con las orientaciones sanitarias y sexuales establecidas como la selección adecuada de la pareja, mantener una pareja estable y uso del cordón como responsabilidad de ambos.
En este estudio se establecerá como la población encuestada acepta el uso de este medio de protección y en especifico la edad, sexo, aceptabilidad y comodidad, entre otras opiniones referidas al respecto.
El autor plantea que este estudio se aplica a la situación de nuestro país, donde nuestras adolescentes se ven en esta problemática.
Peter Piot, presidente de UNAIDS, la agencia de las Naciones Unidas que La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo viven actualmente con el VIH/SIDA más de 36 millones de personas y en el año 2000 se produjeron 5,3 millones de nuevas infecciones por el VIH, de los cuales 2,2 millones afectaron a mujeres.
• De las 7500 nuevas infecciones en adultos que ocurren por día en el mundo, el 50% de los casos ocurre entre mujeres. Más personas han muerto de SIDA en 20 años de epidemia que las personas que murieron en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
• Se estima que en los últimos 20 años se han infectado con el virus del VIH 47 millones de personas.
• En el año 2000, la epidemia dejó huérfanos de madre a más de 11,2 millones niños menores de 15 años de edad.
• En América Latina y el Caribe se estima que viven con el VIH/SIDA cerca de 1,8 millones de personas, incluidos los 210.000 adultos y niños que se infectaron en 2000.
• Con una tasa del 5%, Haití tiene la prevalencia del VIH más elevada del mundo, a excepción de África Subsahariana.
El VIH se propagó entre mujeres cuyo único factor de riesgo era tener relaciones sexuales con sus maridos, que les contagiaron la infección a ellas y, en caso de embarazo, ellas contagiaron a sus hijos.
En algunas regiones de África las mujeres jóvenes presentan hasta siete veces más porcentajes de infección de VIH que los varones de su edad, lo que significa que son infectadas por hombres adultos.
Mujeres: víctimas del Sida
La mitad de los 42 millones de enfermos de Sida en el mundo son mujeres y le ha cobrado la vida a 3.1 millones de personas al finalizar el año. En África, el 58% de las personas que portan el VIH está compuesto por mujeres.
En dos décadas, la incidencia de sida ha aumentado hasta convertirse en la peor epidemia que la humanidad ha enfrentado hasta la fecha y, en la actualidad, afecta tanto a las mujeres como a los hombres. Lo más sorprendente es que, por primera vez, las mujeres constituyen el 50% de la epidemia global",
"En África, el 58% de las personas que portan el VIH está compuesto por mujeres. El rostro del sida está tomando las facciones de una mujer joven", El sida ha matado a más de 25 millones de personas desde que se descubrió por primera vez en la década de los ochenta, pero, en la actualidad, está contribuyendo a otros desastres, especialmente en Sudáfrica, el país más afectado por la epidemia.26
El sexo femenino se encuentra en un lugar cimero de adquirir esta enfermedad. Con respecto a la frecuencia del uso del preservativo en el grupo estudiado se encontró que la mayoría de las personas lo usan a veces seguidos de los que nunca lo usan y si lo aceptarían la mayoría de los encuestados lo harían para evitar las infecciones de transmisión sexual
Los mayores índices fueron para que lo usan siempre o a veces del sexo masculino y en edades comprendidas entre lo 16-25 años de edad coincidiendo con la bibliografía revisada donde se plantea que la edad en la que mas se usa el preservativo es en la de mayor actividad sexual y los que nunca lo usan son las personas de la tercera década en adelante producto a una mayor estabilidad13 así como estamos de acuerdo con respecto al sexo donde el sexo masculino tiende mas a la infidelidad y es por esto que usan mas el preservativo que las mujeres14.
Según la referencia bibliográfica el uso del condón esta relacionado con la prevención de las ITS debido a un incremento de estas, favorecidas por aspectos sociales, económicos y conductuales a nivel mundial15-16 coincidiendo con nuestro resultado presentando una mayor incidencia las que lo usan con dicho objetivo seguido
Hay varios factores psicológicos que atentan contra el uso del preservativo por parte de la población , tales como la necesidad de usar un producto que aparentemente no sea incomodo17 y no produzca pensamientos de trastorno en la sensación es placenteras que conlleva el sexo18. Esto tiene mucho que ver con el carácter y el temperamento de cada uno y con la calidad del producto terminado y que se ofrece a la población.
Otro aspecto de gran importancia es la disponibilidad permanente del producto constatando lo antes planteado en nuestro trabajo donde las personas refirieron mayormente la disponibilidad del condón en nuestras farmacias así como lo incomodo y la falta de calidad que se representan en los por cientos mas elevados.
La aplicación de una estrategia de comunicación encaminada a la Consejería Grupal en ITS-VIH-SIDA y conducida por personal de enfermería debidamente capacitado en el tema, con este fin se utilizó un sistema de métodos teóricos y empíricos tales como la observación, de esta forma se pudo valorar la importancia y relevancia de las habilidades comunicológicas en la educación sanitaria a pacientes y familiares en un medio muy sugerente donde se necesita mucho el trabajo encaminado a la prevención de estas enfermedades. Una adecuada comunicación con el paciente es considerada por la mayoría de estos profesionales independientemente de su especialidad como la habilidad clínica fundamental que los caracteriza y una de las mayores fuentes de satisfacción y suficiencia profesional.
Desde tiempos remotos la comunicación supone las bases fundamentales de la práctica de los profesionales de la salud logrando la formación de hábitos y habilidades en sus esferas de actuación y constituyendo uno de los factores más importantes que determinan la calidad de estos servicios. Teniendo en cuenta que de este modo educamos a la familia y logramos virtualizar el objetivo final de nuestros servicios.
Una adecuada comunicación con el paciente es considerada por la mayoría de estos profesionales independientemente de su especialidad como la habilidad clínica fundamental que los caracteriza y una de las mayores fuentes de satisfacción y suficiencia profesional, lo que en el caso de los recursos humanos en salud, constituye un requerimiento esencial en la utilización del método de la profesión.
La comunicación es un proceso complejo, de carácter material y espiritual, social e interpersonal que posibilita el intercambio de información, la interacción y la influencia mutua en el comportamiento humano a partir de la capacidad del hombre.
Ayudar al paciente a salir de situación como expresión concreta de los cuidados necesarios para dar las motivaciones más directas del profesional de salud y a menudo una de las motivaciones fundamentales para la elección de esta profesión. En resumen siempre que nos encontramos con un paciente nuestra principal esperanza es serle útil. (Castel A.S. 1999) La valoración de esta cita ubica al enfermero como un comunicador por excelencia.)
Tradicionalmente las estrategias de comunicación que se elaboran tienen detrás un modelo persuasivo. Sin negar la eficacia que en otros contextos puede tener este tipo de comunicación, debemos insistir en que en el espacio comunitario no es con este modelo transmisivo con el que se lograrán los cambios deseados. Las estrategias de comunicación comunitarias deben partir de un modelo de comunicación participativo, que promuevan niveles de participación más allá de la movilización por convocatoria.
La estrategia es lo que nos permite diseñar un escenario de acción examinando las certezas y las incertidumbres de la situación, las probabilidades de éxito y todos aquellos factores que puedan entorpecerlo o impedirlo. Si como señala Carlos Núñez "para construir el futuro hay que soñarlo primero".
Planear estratégicamente será "el proceso que tiene que conducir en un sentido y con un rumbo la voluntad planificada del hombre hacia el logro de objetivos generales que permitan modificar la realidad de la cual partimos sin perder el rumbo, sin perder lo esencial de esos propósitos."
"La estrategia, como el conocimiento, sigue siendo la navegación en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas."
Dentro de los principales objetivos de nuestro trabajo esta la elaboración de un plan de prevención personal para los integrantes de la estrategia así como la identificación del riesgo a enfermar y las dudas o inquietudes más frecuentes de estos pacientes.
Problema científico
¿Cómo repercute el diagnóstico de la ITS VIH SIDA en la dinámica familiar?
Preguntas científicas que guían el curso de la investigación son:
1-¿Cuáles son las concepciones teóricas sobre dinámica familiar ante las enfermedades de transmisión sexual que sirven de fundamento a la investigación?
2- ¿Cuál es el estado actual de las enfermedades de transmisión sexual en el municipio de San Antonio de los Baños relacionado con la repercusión familiar?
3- ¿Qué resultados se obtendrán con el estudio del comportamiento de las diferentes familias ante el evento de enfermedades retransmisión sexual en San Antonio de los Baños?
Fundamentación Teórica
MUNDO
La OMS estima que constituyen, a escala mundial, la causa de enfermedad mas importante en los hombres entre 15 y 44 años y la segunda, después de las maternas, entre mujeres jóvenes.
250 millones de casos nuevos anualmente en el mundo, de ellos, mas de 4 son por VIH y 3.5 de Sífilis.
En los hombres, cuando se añade el VIH al resto de las ITS, representan casi el 15% de toda la vida sana perdida en igual grupo de edad.
AMERICA LATINA Y EL CARIBE
En las Américas se estima una cifra de alrededor de 50 000 000 anualmente.
En América latina y el Caribe se reportan, anualmente, 330,000 gestantes con Sífilis y nacen 110,000 niños con Sífilis Congénita.
La clamidiasis, la gonorrea, la sífilis, la trichomoniasis, la vaginosis bacteriana, el herpes, el virus del papiloma humano y el chancro blando continúan siendo problemas de salud pública en la región y constituyen un factor impulsor en la epidemia del VIH.
EN CUBA
Existen toda una gama de causas que desencadenan las ITS:
1–BACTERIAS:
Neisseria gonorrhoeae
Chlamidia trachomatis
Treponema palidum
Haemophilus ducrey
Mycoplasma hominis
Ureaplasma urealyticum
Calymmatobacterium granulomatis
Shigella spp.
Campylobacter spp.
Streptococcus del Grupo B
Microorganismos bacterianos asociados con la vaginosis.
1. VIRUS
Virus del herpes (alfa) humano tipo 1 ó 2
(virus del herpes simple)
Virus del herpes (beta) humano tipo 5
(citomegalovirus)
Virus de la hepatitis B
Virus del papiloma humano
Virus del molusco contagioso
Virus de la inmunodeficiencia humana
2. PROTOZOOS
Entamoeba histolytica
Giardia lamblia
Tricomonas vaginalis
3. HONGOS
Candida albicans
4. ECTOPARASITOS
Phthirus pubis
Sarcoptes scabiei
Las ITS contribuyen a la propagación del VIH/SIDA. Las personas con alguna(s) de las ITS y que se exponen al VIH, tienen más probabilidades de contagiarse con el virus, y una vez que se infectan, también tienen más probabilidades de transmitirlo:
Gonorrea
Chlamydia
Sífilis
Chancro blando o chancroide
Trichomoniasis
El efecto devastador de las ITS puede ser enorme y, en las mujeres, puede producir infertilidad e incluso muerte. Entre las complicaciones se incluyen:
dolor abdominal crónico o infecundidad en mujeres;
muerte por sepsis, embarazo ectópico y cáncer de cuello de útero;
aborto espontáneo;
EPI (enfermedad pélvica inflamatoria);
infecciones que pueden producir ceguera o neumonía en recién nacidos;
estenosis de la uretra en los hombres;
infertilidad masculina;
también hay consecuencias sociales. Cuando una persona se entera que su pareja sexual tiene una ITS, pueden generarse serios conflictos interpersonales.
5. BACTERIAS:
Neisseria gonorrhoeae
Chlamidia trachomatis
Treponema palidum
Haemophilus ducrey
Mycoplasma hominis
Ureaplasma urealyticum
Calymmatobacterium granulomatis
Shigella spp.
Campylobacter spp.
Streptococcus del Grupo B
Microorganismos bacterianos asociados con la vaginosis.
6. VIRUS
Virus del herpes (alfa) humano tipo 1 ó 2
(virus del herpes simple)
Virus del herpes (beta) humano tipo 5
(citomegalovirus)
Virus de la hepatitis B
Virus del papiloma humano
Virus del molusco contagioso
Virus de la inmunodeficiencia humana
7. PROTOZOOS
Entamoeba histolytica
Giardia lamblia
Tricomonas vaginalis
8. HONGOS
Candida albicans
9. ECTOPARASITOS
Phthirus pubis
Sarcoptes scabiei
La Sífilis y la Gonorrea han disminuido, en los últimos 5 años, de 82,2 a 18,4 por 100,000 hab. y de 170,4 a 52,9 respectivamente.
Las ITS de etiología viral como el VIH, y el Herpes simple mantienen un
incremento sostenido y en el caso del virus del papiloma humano (VPH)
muestran una estabilización del reporte de casos año tras año con ligera
tendencia al incremento.
No se reportan casos de Sífilis congénita en los últimos 5 años.
ITS de Declaración Obligatoria. Años 2006-2007
Vaginosis bacteriana
Consideraciones Generales
Común en mujeres en edad reproductiva.
40-50% de todas las infecciones vaginales.
Microorganismos asociados a VB son patógenos oportunistas responsables de infecciones genitales no venéreas .
Creciente evidencia de asociación de VB con resultado perinatal adverso.
Antecedentes Históricos
Antes de 1955 cualquier descarga vaginal que no se debía a N. gonnorreae, T. vaginalis o C. albicans se conocía como vaginitis inespecífica.
1947: Henriksen aisla una bacteria a la que denominó Diplobacillus variabilis.
1955: Gardner y Dukes proponen el nombre de Haemophilus vaginalis y lo atribuyen como agente causal de las vaginitis.
1963: Zinneman y Turner sugieren el nombre de Corynebacterium vaginalis.
1980: Greenwood y Pickett por estudios de hibridización del ADN proponen un género y especie única: Gardnerella vaginalis en honor al Dr. Gardner.
1984: Westrom y col. proponen el nombre de Vaginosis Bacteriana en el Ier Simposio Internacional sobre Vaginitis en Estocolmo.
Microorganismos asociados
Gardnerella vaginalis (45-99%)
Bacilos anaerobios Gram negativos:
Bacteroides
Prevotella
Porphyromonas
Cocos anaerobios Gram positivos:
Peptostreptococos
Mycoplasmas genitales:
M. hominis (58- 76%)
U. urealyticum (62- 92%)
Bacilos anaerobios Gram positivos:
Mobiluncus (40- 60%)
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