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Pautas educativas en la familia: Educación, valores y TDA/H (página 2)


Partes: 1, 2

Proyecto familiar y de hijos indefinido e incoherente, al carecer este del perfil adecuado a las características de la dinámica de la familia, quizá por el desconocimiento de los padres de sus propias limitaciones a causa de la hiperactividad materna y paterna.

Falta de estructura y definición en lo que respecta a la gestión de la familia y de sus miembros por: Carencia de Visión y Misión familiar, falta de claridad en los objetivos familiares y educativos, indefinición en el código ético, ausencia de un sistema de reglas de convivencia y normas disciplinarias claras así como de su respectivo sistema de sanciones adecuado a la personalidad de los niños/a, contenido difuso en lo que respecta a la práctica de valores familiares, actitudes positivas y aceptables, debilidad en los hijos en el cumplimiento de responsabilidades delegadas, frágil cumplimiento de horarios y estructura inacabada en los horarios de actividades diarias de los niños.

  • Socio/afectivas

Cambio constante del personal encargado del cuidado y atención de los hijos por ausencia laboral de los padres (son empresarios), acrecentando con esto la crisis en la incoherencia e indefinición del modelo educativo familiar, por ej: Omisión por parte de ambos padres, de los esfuerzos de algunos de los empleados por la aplicación de normas, ya que no hay aprobación por parte de los progenitores por algunas intervenciones relacionadas con las normativas disciplinarias y reglas de convivencia que establecieron empíricamente los cuidadores infantiles contratados.

Resistencia por parte de los padres hacia la convivencia comunitaria, de vecindad y con grupos de iguales en espacios individuales y colectivos, lo que hace muy cerrado el núcleo familiar , dificultando aun mas las relaciones socio-afectivas de los hijos con el entorno.

  • Observaciones especiales: características de TDAH mayormente en los hijos: Pedro y María, lo que está ocasionando problemas de aprendizaje y de rendimiento escolar. Se observan en ambos padres, algunas características de este perfil, a lo cual se les explica el factor hereditario de esta condición.

Sugerencias orientadoras para la gestión de la mejora educativa y dinámica familiar

  • 1. Preguntas orientadoras al constituir una familia.

Los padres de esta familia, en un espacio de reflexión, podrán iniciar su reconstrucción del patrón educativo, a partir de sus respuestas ante estas preguntas:

Método: Conversación, diálogo, análisis entre los padres de la familia Pérez y por último síntesis escrita en torno a:

  • a. La Visión de Nuestra Familia

  • ¿Que significa una familia para nosotros?

  • ¿Cómo queremos que sea nuestra familia?

  • ¿Cuáles son las cosas más importantes (los valores y actitudes) de nuestra familia?

  • ¿Cuáles son los valores que queremos para nuestros hijos?

  • b. La Misión de Nuestra Familia

  • ¿Cómo podemos implementar (hacer realidad) los valores y actitudes de nuestra familia?

  • c. Expectativas para Nuestros Hijos

Esta es un área que tiene que ser abordada con cautela, porque por un lado están los deseos y esperanzas para los hijos y por otro lado están las destrezas y características naturales de los hijos, que a veces no concuerdan con nuestros deseos y expectativas.

  • ¿Qué deseamos para nuestros hijos?

  • ¿Qué deseamos de nuestros hijos?

  • ¿Cómo son en realidad nuestros hijos?

  • ¿Cuáles son sus fortalezas?

  • ¿Cuáles son sus limitaciones?

  • 2. El Concepto de Familia sugerido en este caso:

La Familia Pérez, puede considerar que su familia es un microsistema donde se aprenden y residen las relaciones más próximas e íntimas que una persona tiene en y con el entorno social, y constituye por tanto el primer centro educativo y por ende el modelo o patrón de valores, actitudes, actividades, roles y relaciones interpersonales que los hijos en desarrollo experimentan y replican en un entorno determinado del macrosistema social. Tanto los hijos como los contenidos adquiridos en la familia presentan características particulares y singulares de índole, espiritual, emocional, físicas y material. Esta familia es por tanto la base en la formación integral de sus hijos.

  • 3. El lugar que se aconseja, deben ocupar los valores, las actitudes, las reglas y las normas en este caso.

Los valores, reglas y normas de la familia Pérez, provienen de sus familias de origen y se transmiten de generación en generación, por lo que en este caso al ser una familia intercultural se hace necesario crear una escala consensuada e híbrida de valores y actitudes. Mediante la clara definición de los valores, de reglas y de normas y la práctica de hábitos que permitan unas actitudes positivas y constructivas, se permitirá el mejoramiento en el funcionamiento de la familia.

Debe tomarse en cuenta que la existencia explicita o no de ciertos valores y actitudes y la carencia de reglas y normas, también pueden responder a la tradición y ser el principal obstáculo para el cambio de la dinámica de la unidad.

Para la familia Pérez los valores y reglas familiares deben constituir uno de los principales fundamentos de su estructura y educación familiar, por lo que es necesario recordar que tanto valores y actitudes, como reglas y normas, están implícitos (presentes en lo que se hace o dice, pero también en lo que se omite o deja de hacer o decir), por lo que al definir claramente una escala de valores y un reglamento familiar, se permitirá concretar la expresión de los valores, desarrollar actitudes positivas, cumplimentar la regla y la norma, siendo ésta última la que encamina la practica de valores y fortalece las actitudes positivas.

Se sugiere por tanto, que las reglas familiares y las normas establecidas, constituyan los indicadores comunicacionales por excelencia. A través de ellas se determinarán aspectos como quién habla, con quién, quién tiene derecho a qué, cómo se expresaran los afectos, qué se penaliza, que se premia, a quién le corresponde hacer qué, etc.

Es por ello que a continuación se ofrece a esta familia un esquema de trabajo que le permita al Padre y la Madre clarificar los valores, actitudes, reglas, normas de conducta y convivencia, desarrollando con ello en los hijos, el soporte y la fuerza básica familiar necesarias en el desenvolvimiento psicosocioafectivo positivo del individuo.

  • 4. Método de enseñanza y aprendizaje propuesto: aplicación y práctica ejemplificada de valores y actitudes por parte de padres y niñeras ante los hijos y menos concentración y tiempo en el discurso-verbal-vertical y conferenciado sobre valores, actitudes, reglas y comportamientos.

  • Modelo de Crianza Sugerido: Autoritativo recíproco, en los cuales estas dos dimensiones deben estar equilibradas: se ejercerá un control consistente y razonado de las normas, reglas actitudes y valores establecidos a la vez que se partirá de la aceptación de los derechos y deberes de los hijos. Por otra parte se exigirá con disciplina digna, pero firme, consistente y coherente a María, Pedro Juan la aceptación de los derechos y deberes de los padres.

  • Estrategia de Aprendizaje y Enseñanza aconsejable: Fortalecer la institución de ésta familia a partir de la práctica y ejemplificación por parte de los padres ante los hijos, de los valores, reglas y normas, vistos estos como los elementos centrales en el sistema de creencias de Kevin y Juana.

Con lo anterior, María, Pedro y Juan por sus características de TDH/A, podrán ver, escuchar, vivenciar, verbalizar y emular de sus padres y educadores, los valores y actitudes relacionadas con los estados ideales de vida que Kevin y Juana han establecido. A la vez se les exigirán el cumplimiento de las sanciones disciplinarias por la falta cometida de normas, reglas y por ende de contravalores practicados, sin permitir la concesión ni la negociación.

  • Características que deben tener los Valores establecidos en la familia Pérez: La práctica de valores ante los hijos de la unidad familiar, debe responder a las necesidades que tienen los seres humanos, tomándose en cuenta en el discurso familiar de los padres como de niñeras y profesores particulares, que los valores practicados permiten establecer criterios:

  • para llegar a ser persona,

  • para el hacer en el diario vivir,

  • para convivir con los demás,

  • para conocer y aprender,

  • para evaluar a los otros,

  • para valorar los acontecimientos y

  • para otorgarnos un valor social y cultural ante nosotros mismos y ante la comunidad.

Si se enumeran y definen claramente los valores que predominaran en la Familia Pérez, estos orientaran la vida familiar, es seguro que se permitirá la comprensión y estimación de y entre los miembros de la familia, se contribuirá a la aceptación mutua entre entorno social y unidad familiar y se favorecerá la reconstrucción y reconceptualizacion del Yo de cada miembro y por tanto de la unidad.

  • 5. Pasos en la aplicación, práctica, vivencia y ejemplificación de valores como padre/madre, como pareja, como familia y ante los hijos.

  • Paso 1. Conocer y Aceptar la importancia de los valores como pilares en la institución familiar

El primer paso para vivir los valores es la conciencia de lo importantes que son. Una sociedad basada en individuos con valores es la llave para una convivencia más sana. Las leyes civiles no son suficientes. Para vivir los valores, lo primero es estar conciente de que son vitales, y que son lo que puede cambiar verdaderamente a una persona o una familia.

  • Paso 2. Analizar el conjunto de valores a titulo personal, de pareja y de familia y hacer un consenso de ellos.

Una vez que se ha aceptado la importancia de vivir los valores, hay que analizar claramente qué valores son la base de la vida en familia. Aquí podríamos establecer dos clases: los que ya se tienen, y los que se quieren construir.

Por otra parte, también debe hacerse un esfuerzo por meditar detenidamente cuáles son aquellos principios, normas y comportamientos que son fundamentales para ser mejor, para vivir mejor. ¿Cuáles se enseñaron en casa? ¿Cuáles se han ido aprendiendo con la vida? ¿Cuáles saben que existen, pero no los viven mucho, por lo tanto se discursan pero no se vivencian ni se ejemplifican? ¿Cuáles son los que les gustaría tener?

Importante: Durante esta asesoría pedagógica, tanto el Padre y la Madre de esta familia, buscaran tiempo y un lugar tranquilo, posteriormente en una hoja de papel escribirán la fecha y harán un cuadro de tres columnas. En la primera columna de la izquierda, se escribirá una lista con los valores más importantes de cada padre, sin importar el orden o si se viven actualmente, simplemente se escribirán aquellos principios familiares e individuales que consideran fundamentales. Cuando hayan terminado, en la columna del centro harán una lista con los valores que aprendieron desde niños en casa, los que han aprendido con la vida y los que han aprendido últimamente pero que no suelen vivirlos y que por tanto discursan pero no ejemplifican a sus hijos:

Una vez terminado, pasarán a la columna de la derecha, y dibujaran un triángulo escribiendo en cada vértice: Mis Fortalezas, Mis debilidades, Lo que quiero ser.

  • a) Mis Fortalezas: serán aquellos valores que ya existen en cada uno y que les definen como una persona especial y que viven continuamente.

  • b) Mis debilidades escribirán aquellos defectos que conocen en ustedes mismos y que les impiden vivir mejor los valores.

  • c) Lo que quiero ser y quiero que la familia sea, y que sean mis hijos, se escribirán aquellos valores que desean vivir en familia, y en sociedad pero que también esperan ver en sus hijos.

  • d) Consensuar como pareja los valores que caracterizarán a la familia Pérez.

  • Paso 3. El "Plan Maestro"

De la anterior definir (escribir que se entenderá en la familia, por cada valor elegido) los valores concretos que esta familia quiere alcanzar (incluye los que ya viven y los que quieren vivir).

Seleccionar 10 de estos valores para convertirlos en el decario de los valores de oro de la familia Pérez, código ético que dará refuerzo a los pilares de su familia.

Decidir y comprometerse con su pareja en la ejemplificación y vivencia DIARIA, especialmente ante sus hijos, de dichos valores, reflexionando mensualmente y en pareja la práctica de estos valores en la convivencia familiar, escolar y social enfatizando esta instropeccion en "Lo que vivo", "en lo que debo reforzar" y otra en "lo que me falta".

  • Paso 4. El examen diario

Al inicio de esta práctica, si realmente quieren vivir los valores, durante una parte del día y a nivel individual y de pareja, apartarán 10 minutos para reflexionar, su práctica, vivencia y ejemplificación de los valores en la familia. Este examen permitirá dos cosas: recordar que el propósito por el que están practicando los valores es la familia y en especial los hijos y analizar de manera realista y rápida cómo están resultando las cosas.

  • Paso 5: Mantenimiento

Si realmente consideran que los valores, las reglas, las actitudes y las normas son pilares de la familia y del éxito en la vida, es necesario hacerse el propósito de hacer una acción individual, una de pareja y una de familia en torno a los valores de cada día, y que los hijos presencien con todos los sentidos la práctica y aplicación de estos mediante pequeñas acciones de todos los días y de algunas acciones muy grandes de vez en cuando.

6. Escala de valores sugerida para llevarse a la práctica en la familia Pérez. Definiciones de los mismos. Actitudes a desarrollar en los hijos.

  • a. Valores:

Después de realizada la practica anterior es importante revisar la lista consensuada de valores y empezar a practicarla con sus hijos. Se recomienda elaborar una lista de ellos y comenzar su práctica de forma transversal, es decir en cada actividad cotidiana.

Una vez que la familia ya conoce su código ético hay que reforzar con valor, firmeza, determinación y autoridad democrática la aplicación verbal y práctica de los valores familiares así como la aplicación del sistema reglamentario y normativo que expresan esos valores. Esta escala de valores es una siembra lenta, pero esta comprobado que si se siembra en los hijos desde que son pequeños hasta que son jóvenes, la coherencia, definición, armonía y el equilibrio familiar, de pareja y como individuos predominará dentro y fuera del hogar.

  • Amor, este valor gira en torno a la creencia y fe en un ser superior (definiéndose esa superioridad ya sea como Energía, Dios, La Naturaleza, El Universo…etc.), valor y aceptación ante los desafíos, retos fracasos limitaciones, seguimiento y acompañamiento en el proceso evolutivo y los cambios de sus hijos, diálogo constante en el que predomine la escucha activa, responsabilidad ante el cumplimiento de los deberes y las consecuencias de sus actos, exigencia con dignidad ante el cumplimiento de normas, reglas y principios del hogar…no ceder, disciplina digna y con conocimiento de causa.

  • Respeto, a si mismo, al otro, a los objetos y bienes materiales, a la naturaleza. Respeto de los padres a los hijos y viceversa en lo que respecta a la individualidad, identidad y singularidad de cada miembro de la familia. Respeto ante las diferencias, respeto en y a la comunicación dialógica, gestual y verbal.

  • Veracidad, la verdad objetiva ante todo hecho, sin importar su contenido. Ante lo cual las sanciones se determinan por la gravedad de los actos, pero tomando en cuenta el reconocimiento de hablar con la verdad sin caer en las quejas, los chismes, el rumor, la imprudencia y la indiscreción. Guardar la fidelidad a la verdad de manera que esta resulte verdadera, es clave para mantener coherencia entre lo que se hace, se dice y se piensa.

  • Orden en toda actividad. Cuando hablamos de orden, no nos referimos solamente a la organización de las cosas materiales en nuestro hogar o espacio de trabajo. Somos también ordenados en la forma en que conducimos nuestra vida, en la forma de organizar nuestras ideas, al hablar, escuchar y hasta en nuestra presentación personal. No sirve de nada el orden físico, si no hay orden en la vida emocional y afectiva de la familia, por lo que la coherencia es importante, siendo este elemento crucial en los mensajes no dichos pero recibido por los hijos.

  • Paz y Democracia Familiar. Nacer en una familia sin violencia, es sin duda, la primera condición para que los niños y niñas puedan ser educados "en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad, paz y fraternidad entre las personas, y con plena conciencia de que puede optar por ofrecer sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes. El aprendizaje de la paz positiva comienza en el hogar con el desarrollo de unas buenas relaciones entre los padres que utilizan el diálogo sincero como instrumento para dirimir sus diferencias, acogiendo positivamente los argumentos de cada cual, encontrando mutuamente acuerdos satisfactorios y equitativos y mostrando su generosidad. Por otro lado, a ese ambiente equilibrado, contribuyen las relaciones entre padres e hijos. Para que el hogar constituya realmente un lugar apacible es necesario que los niños se sientan integrados en él, participen plenamente en la vida de familia y se sientan constantemente acompañados en sus propios esfuerzos y responsabilidades. La escucha activa de los sentimientos de los niños por parte del adulto, el control de comportamientos agresivos, la sinceridad en la comunicación, sin duda, contribuyen a crear las condiciones favorables para el aprendizaje de conductas pacíficas. La libertad individual, la búsqueda de satisfacciones individuales y la igualdad entre los cónyuges y los demás miembros de la familia son valores que constituyen los fundamentos de la democracia familiar.

  • Justicia entendida como una virtud, la persona justa es aquella que es sabia, prudente, fuerte, moderada… La justicia hace referencia a un orden personal completo, consiste en la incondicional invitación al respeto de los derechos humanos del otro, a la no-discriminación y a la no-violencia. Dos son los escenarios propios de la justicia:

En las relaciones entre las personas la regla de la justicia es una igualdad casi aritmética: lo que quieras para ti, quiérelo para los demás; es decir, respeta los derechos del otro como quieres que se respeten tus derechos —justicia conmutativa—.

En las relaciones de la persona con la sociedad, la justicia es proporcional: que cada persona y cada familia reciba de la sociedad las cargas y los beneficios en función de sus necesidades, de sus capacidades, de su contribución al bien común, de la importancia del papel que desempeñe —justicia distributiva—; pero al mismo tiempo que cada uno contribuya al bien común, sabiendo la deuda, los deberes que tiene ante su familia y ante la sociedad —justicia legal—

b. Actitudes

¿Qué son las actitudes?

Las actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir y actuar en consonancia con nuestros valores. Son, por tanto, consecuencia de nuestras convicciones o creencias más firmes y razonadas de que algo vale y da sentido y contenido a nuestra vida. Constituyen el sistema fundamental por el que orientamos y definimos nuestras relaciones y conductas con el medio en que vivimos.

Para el fortalecimiento de actitudes positivas y constructivas en los hijos es necesario que Kevin y Juana tomen en cuenta que las actitudes:

  • Se caracterizan por la estabilidad, consistencia y perfectibilidad. El primer rasgo distintivo de las actitudes es su perdurabilidad, su resistencia al cambio caprichoso o a la versatilidad. No obstante, todas las actitudes, especialmente al no ser positivas, son flexibles y admiten cambios y revisiones críticas que hacen posible una dinámica de perfeccionamiento gradual.

  • Toda actitud constituye una elección y una toma de decisiones, elegir entre una u otra opción, y esto sólo es posible si nuestra mente conoce, juzga y acepta un valor determinado. Al dictamen de la razón sigue la voluntad, estimulada por los procesos afectivos, los deseos y demás motivos que instan al sujeto a pasar a la acción.

  • Los hábitos adquiridos con la educación recibida tienen siempre mucha mayor fuerza que la herencia biológica. Las actitudes se califican más bien como algo adquirido, fruto de la historia de cada sujeto.

  • Determinan en buena medida el comportamiento, ya que son hábitos operativos que conducen a la acción.

  • Son un pronóstico fiable de la conducta de cualquier individuo.

  • Siempre hacen referencia a unos valores concretos.

  • Son perfectamente transferibles.

¿Como desarrollo actitudes positivas en los hijos?

Es claro que para la formación de actitudes, el primer paso que han de dar padres y educadores es fortalecer y desarrollar en nosotros mismos las actitudes que queremos ver en nuestros hijos así como despertar deseos en los hijos para que sean constantes en realizar la acción o conducta pertinente durante el tiempo necesario, hasta que los actos se conviertan en disposiciones, las disposiciones en hábitos y los hábitos en actitudes.

En la educación para los valores humanos, al hablar de cómo se educan las actitudes, se han e dar los mismos pasos:

1) Ilusionar, animar y despertar el deseo y el interés por repetir la conducta deseada. En síntesis, no es otra cosa que saber motivar, reforzando, alabando y alentando todo acto positivo con el fin de despertar en el sujeto el deseo de repetirlo. Que las acciones deseadas resulten gratificantes y capten la atención de los padres, niñeras y profesores al tiempo que se ignoran las acciones que se desean extinguir y que en modo alguno sean rentables para el hijo.

2) Facilitar la imitación de modelos positivos. Las costumbres del que habla nos persuaden más que sus razones. En la formación de las actitudes el contar con modelos positivos es determinante. "Las palabras mueven; los ejemplos arrastran".

3) Pasar a la acción. Es la acción la que transforma a las personas, y las actitudes se generan por la cantidad y calidad de acciones repetidas por el sujeto. Los procesos de enseñanza y aprendizaje para las actitudes y los valores han de ser activos, conectando la afectividad con la acción y ésta con otras actitudes positivas que ya haya asimilado y adquirido nuestro hijo.

4) Control y evaluación de la propia conducta, manteniendo una charla amistosa y crítica con nosotros mismos periódicamente para valorar los esfuerzos realizados. Valorar positivamente las actitudes que van logrando los hijos, pero mantenerse firme en la sanción y el llamado de atención ante las actitudes negativas y destructivas promoviéndole en ese momento las positivas.

5) Comprometerse individual, voluntaria y públicamente en la formación de hábitos que lleven a la adquisición de la actitud deseada.

6) Proporcionar el ambiente familiar más adecuado y las circunstancias más facilitadoras y pertinentes a las características propias de cada individuo para la formación de actitudes positivas y constructivas en los hijos.

Se sugiere el Fortalecimiento y Desarrollo de las siguientes Actitudes en la educación de los niños Pérez:

  • Trabajar en actitudes como, el amor al estudio y al trabajo, el liderazgo positivo, la aceptación hacia el otro, el respeto a las diferencias entre sus iguales, aceptación madura ante el no y el no puedo (frustración), actitud positiva y asertiva ante el fracaso y el equivoco sin menoscabo de su autoestima y valoración, el trabajo en equipo, la cooperación, el compartir lo propio, la colaboración, la autonomía, la perseverancia, la paciencia, la discreción, el respeto por el propio cuerpo y por el ajeno. Hacerle sentir el agradecimiento, el perdón y el arrepentimiento ante una acción, conducta o comportamiento inadecuado o inaceptable. Diálogo inmediato con escucha activa, seguimiento y acompañamiento ante el darse cuenta y el cambio que se necesita al cometer una falta.

  • Buenos Modales. Amabilidad, suavidad al hablar, la nobleza en sus sentimientos, la solidaridad, la utilización de las palabras por favor, gracias y perdón.

  • Gratificación ante el logro y el reconocimiento. Fortalecimiento y reconocimiento ante si mismo y ante la familia de sus actitudes y aptitudes potenciales y positivas, así como el reconocimiento ante los hijos, del rol de los padres, sus trabajo y esfuerzos por mantener a la familia como pilar educativo.

7. Integración del Modelo de Educativo familiar sugerido, con las pautas a tomar en cuenta al criar niños y niñas con Déficit de Atención con o sin Hiperactividad.

Los padres deben saber que la experiencia en la crianza y educación de los hijos es una relación interhumana, en la que intervienen padres/madres, los hijos y los medios familiar, escolar y social. Es una oportunidad de crecimiento y logro de sabiduría: los padres como seres humanos, especialmente en el caso de la familia Pérez, sienten cada situación en la vida familiar, como una experiencia nueva, que justifica recursos nuevos. Es por ello que el modelo sugerido en la educación de los hijos del matrimonio Pérez procura y permite:

  • Un trabajo personal y familiar para el desarrollo y la obtención de autoestima positiva, autonomía y libertad, a lo largo de la crianza de sus hijos; esto hará de la familia unos seres asertivos, seguros y con mayor capacidad de disfrute.

  • El éxito o disfrute de otras empresas de vida, como la experiencia conyugal, la del trabajo, la actividad académica, la amistad, etcétera.

  • Considerar que cada hijo es único; y que cada uno se trata de un ser con singularidad y unos atributos individuales, por lo que la crianza de los hijos no podrá ser en serie. Los padres son tantas veces padres, como tantos hijos tengan.

  • Conocer al niño y sus características, de acuerdo con su edad y su evolución.

  • Sin renegociar, sin ceder y sin prestarse a inconsistencias, cumplir en y con sus hijos, las sanciones y reconocimientos en torno al comportamiento y cumplimiento de las normas, reglas, actitudes y valores establecidos.

  • Conjuntamente con el cónyuge: armonizar, monitorear y supervisar en si mismos y en sus hijos las conductas, contenidos, objetivos y sistemas de gestión, corrección y evaluación educativa familiar

Sin embargo y a pesar de esta propuesta, es de vital importancia reconocer que la familia Pérez, se caracteriza particularmente por la hiperactividad, tema del que tienen que informarse Kevin y Juana al presentarse en ellos estas características en las acciones de su diario vivir.

Es por lo antes expuesto que se buscó el apoyo y la intervención de un psicólogo infantil especialmente para María y Pedro, especialista que actualmente trabaja el tema de actitudes, comportamientos y problemas de aprendizaje en María y ofrece asesoría especializada a los padres de la niña, pero, haciéndose necesario tramitar de inmediato la intervención psicológica de Pedro, no considerándose necesario hasta el momento, el abordaje en Juan.

Por otra parte, es posible que la causa de la disfunción familiar, así como de las conductas complejas y negativas en el entorno familiar y su replica en los niños, se deban al desconocimiento por parte de los padres, del perfil psicológico de todos los miembros, más la falta de una pauta clara en las normas, reglas y valores en el hogar.

Es altamente probable que esta carencia haya sido hasta el día de hoy, una barrera para lograr el óptimo funcionamiento de la familia ya que se evidencia que el comportamiento y la problemática de los 3 niños obedecen a al perfil comportamental y estilo de crianza de los padres, siendo Juan hasta el momento quien menos manifiesta problemas de aprendizaje e hiperactividad, pero mantiene la misma escala errática de actitudes y valores y falta constantemente a las normas y reglas establecidas por sus cuidadoras y sus padres.

Es por lo explicado, que se considera muy importante incluir en esta propuesta de modelo, las recomendaciones relacionadas con la educación a niños que padecen TDAH, de manera que en el modelo de autoridad a seguir se mantenga la coordinación, la coherencia, la firmeza, la consistencia y la armonía especialmente entre ambos padres y entre estos y los cuidadores de los hijos e hija, aun más al momento de aplicar el modelo sugerido en y con los niños. Igualmente es aconsejable continuar con la asesoría psicológica infantil con los padres así como con las intervenciones en los niños por parte de este especialista.

Para acabar este apartado, es importante insistir en la necesidad de que al practicar el modelo educativo propuesto es necesario recordar que es la autoridad y no el autoritarismo, la firmeza pero no la dureza, el diálogo pero no la negociación de valores, la claridad en el contenido de las normas, sanciones y reglas, más las sugerencias en las pautas educativas para niños y niñas con TDAH, las condiciones que favorecerán a todos los miembros de esta unidad familiar a superar sus problemas de disfuncionalidad.

Es muy probable que con esfuerzo, paciencia y constancia en la aplicación del modelo familiar propuesto y con las pautas educativas a niño/as TDAH, se verán poco a poco, la disminución de ciertas conductas y actitudes (consideradas como negativas y destructivas) que hasta ahora no se han podido modificar, esperando además, que esta intervención sugerida contribuya a eliminar en padres e hijos ciertos estados de ansiedad, de angustia, de desesperación, de nerviosismo, favoreciendo el clima familiar para todos, el cambio de conducta y actitudes positivas, y la adquisición de aprendizajes significativos.

Nota Importante a los padres y cuidadores de los niños de la Familia Pérez: las pautas que a continuación se describen, son importantes llevarlas a cabo con los hijos de esta familia, especialmente al presentar signos de TDAH:

Pautas sobre el comportamiento que deben adoptarse con los niños Pérez

? Hacerle saber y hacerle consciente de cuando ha hecho o realizado algo bien. Darle refuerzo positivo, es decir, alabarle, decirle lo bien que lo ha hecho, para conseguir que sea un hecho gratificante para él porque la próxima vez lo volverá a hacer correcto esperando a que le vuelvan a felicitar, es decir, esperando la recompensa de esa acción que le ha costado un esfuerzo.

? Poner unos límites o normas, claras, racionales y estables. Se deben llevar a cabo siempre para que el niño sepa dónde tienen el límite establecido de su conducta o comportamiento. Siempre serán normas importantes que se asemejen al objetivo que hemos priorizado por ser el más importante que queremos conseguir, en un principio.

? Priorizar los objetivos en grupos de dos o tres. Debemos determinar qué es lo primero y más importante que consideramos que cada uno de nuestros hijo debe cambiar en su conducta o acciones porque ésta/s están repercutiendo en su rendimiento escolar, o en la relación y comunicación con su familia. Sabemos que nos gustaría que cambiaran muchas cosas a la vez, pero hay que priorizar y dando pasos pequeños, conseguiremos poco a poca grandes cambios. Por ello, sólo determinaremos dos o tres conductas que consideremos más importantes de modificar. En el caso de María se enfaticen sus actitudes hacia la responsabilidad, la verdad y la adaptación social. En el caso de Pedro es necesario reeducarle en la paciencia y esfuerzo en el trabajo, el respeto ante los otros y ante si mismo, especialmente en lo que concierne a su cuerpo (énfasis en la adquisición de conceptos y contenidos de educación sexual, correctos y adecuados a su edad). A Juan es importante fortalecerlo en actitudes de solidaridad, tolerancia y amor a los semejantes, donde la interiorización humilde de sus capacidades y el compartir su saber con el desfavorecido, reduzcan sus actitudes negativas de competitividad, altanería y agresividad ante sus hermanos, quienes evidencian un mayor déficit en su capacidad de atención en comparación con Juan, hermanos que están conscientes de las capacidades de su hermano y de las deficiencias en ellos. Esto genera conflictos entre el grupo filial.

? Conseguir un ambiente estructurado y rutinario. Para conseguir este ambiente que vendrá bien a todos, tendremos que determinar unos hábitos o rutinas durante los días, sobre todo los escolares. Por ejemplo, si decidimos desayunar antes de vestirnos, siempre desayunaremos antes de vestirnos; si antes de jugar hay que trabajar las tareas del colegio, siempre haremos las tareas del colegio durante el tiempo que estipulemos para todos los días, y después jugará (recompensa tras haber realizado las tareas). Con este tipo de ambiente conseguiremos automatizar las conductas adecuadas y el niño ya sabrá y anticipará en cada momento lo que debe hacer sin que tenga que estar discutiendo o enfrentándose a sus padres y evitando así una situación de tira-afloja con ellos. No hay tratos, los límites se han marcado desde el principio y se deben cumplir.

? Hacerle saber siempre al niño por qué razón o razones debe hacer algo de una determinada manera. Debe conocer siempre cual es el objetivo o finalidad de su acción, qué va a conseguir, qué le va a proporcionar, por qué es importante, primero para él y después para los demás.

? Pedirle ayuda más a menudo. Es bueno que nos ayude a realizar ciertas tareas o encargos que sepamos de antemano que sabe hacer o realiza con facilidad, como por ejemplo, poner la mesa. De esta forma, como realizará correctamente el encargo se sentirá útil y orgulloso de haber ayudado y, además, le gustará nuestra felicitación o agradecimiento, que no se nos puede olvidar porque él la está esperando desde el principio. Puede que se de el caso que en ciertas tareas no se sienta con ganas de realizarlas, entonces, no le obligaremos, si le hemos pedido la ayuda como un juego. En el caso de pedirle la ayuda más en serio, como por ejemplo, que debe ordenar sus juguetes, entonces se lo pediremos por favor, sin exigencias, ni mandatos y sin gritarle, explicándole de forma racional las razones por las cuáles debe hacerlo (como hemos leído en puntos anteriores).

? Utilizar técnicas como la extinción y la eliminación de refuerzo positivo, puntos, reconocimientos o premios, antes que utilizar el castigo físico. La extinción significa no hacer caso a su conducta o petición, es decir, hacer oídos sordos o no darle importancia a lo que está pidiendo, cuando es algo incoherente o cuando esta realizando una conducta que sabe que no debería estar realizando de esa forma. Quitándole hierro al asunto (aunque nos cueste el no sulfurarnos, lo intentaremos como sea), para qué es conducta rebelde pierda importancia también para él. El niño realiza esa conducta porque sabe que pone nerviosos a los padres y los altera hasta el punto de enfrentarles con él. Lo que haremos con la extinción es modificar la idea que tiene el niño de cómo los padres van a actuar ante su rabieta o conducta errónea. De esta forma, el niño se enfrentará a una situación nueva, donde verá que por las malas ya no va a conseguir lo que quiere.

Entonces, empezará a coger la idea de que no va a conseguir nada de sus padres a través de rebeldía y rabietas porque eso ya no funciona, sino que lo conseguirá a través de hablar de forma razonada y pensada con ellos. La eliminación de refuerzo positivo, puntos o premios, la usaremos para hacerle saber que su conducta no ha sido la esperada, entonces no va a conseguir la felicitación que él tanto desea por parte de los demás (padres o profesores), o los puntos o premios con anterioridad que podía conseguir si su conducta era la correcta durante el tiempo estipulado. Esta es una forma de marcarle al niño los límites de los que antes hablábamos. Por ejemplo, si el niño tiene como premio ver la televisión 30 minutos después de hacer las tareas, siempre que haya realizado éstas de forma limpia y con buena letra, y revisamos su tarea y no ha cumplido la conducta adecuada, entonces se le eliminará el refuerzo positivo o premio, que para él era ver la tele durante 30 minutos después de las tareas.

Esto debe cumplirse, porque si no lo cumplimos no servirá de nada las técnicas que estamos usando porque el niño no pensará que hablamos en serio cada vez que le decimos que se quedará sin premio, ya que finalmente acabamos dándoselo o permitiéndoselo. Por ello, debemos mantenernos siempre firmes en los límites y decisiones acordadas desde un principio con el niño. Con el castigo o por las malas, lo único que conseguiremos es que el niño presente una conducta aún más rebelde porque se le están imponiendo las cosas, por esta razón, sólo usaremos el castigo cuando realmente sea necesario, es decir, cuando haya realizado conductas exageradamente erróneas, como por ejemplo morder a otro niño. En conclusión, debemos retirar la atención ante conductas inadecuadas y reforzar las adecuadas o positivas.

? Hacerle ser consciente de sus cambios de conducta. Le haremos conocer continuamente lo positivo que están suponiendo estos cambios en cada momento, y la evolución positiva en los distintos contextos, como casa, colegio, etc. que se ha producido desde que está intentando cambiar su comportamiento.

? Evitar la sobreprotección. Cambiaremos las conductas sobre-protectoras por las animadoras para potenciar el desarrollo de su independencia. Le daremos la orden de que realice algo o de que se calme, sólo dos veces y de buena manera. Si no lo cumple, se quedará sin premio o refuerzo. Entonces, intentará que le perdonemos y tal vez lo intente llorando. Haremos extinción y no le consolaremos porque él ya conocía de antemano cómo debía ser su conducta o lo que debía hacer en ese momento y no lo ha realizado, por lo que también conoce las consecuencias de no haberlo llevado a cabo, por ello no le permitiremos lamentaciones, ni le consolaremos, como hemos dicho anteriormente. Esta es la única forma de que automatice en algún momento su conducta independiente, porque al igual que sabe recibir premios, debe ser consciente y asumir cuando no se los ha merecido.

? No mostrarle lo peor de nosotros. Debemos evitar mostrarle nuestra ansiedad, inseguridad o nerviosismo. Estos estados de conducta provocados normalmente por tensiones en el trabajo por otros aspectos, solemos pagarlos con la gente que hay en casa (marido/mujer, niños, abuelos…). Intentaremos no mostrar estos aspectos negativos de nuestra conducta porque los niños los captan en el ambiente, y finalmente se creen que es debido a ellos y se sienten muy culpables de que su familia esté así por su comportamiento. También evitaremos tener una actitud de excesiva y continua exigencia con el niño. Sólo le podremos exigir aquellas dos o tres conductas que hemos priorizado porque son las más importantes, y de momento, las únicas que queremos conseguir modificar.

? Dar el modelo correcto. Cuando no entienda alguna consigna o petición que le hagamos, se la explicaremos detenidamente, dándole nosotros el modelo correcto, es decir, los pasos que hay que realizar, para que las próximas veces ya lo sepa realizar él sin nuestra ayuda. Intentaremos en aquellas tareas más complicadas, decir los pasos en alto mientras los vamos realizando para que vaya siendo más consciente de ellos. Esta es otra forma de potenciar y desarrollar su independencia y aumentar su autoestima al verse capaz de conseguir las cosas él sólo sin la ayuda que antes necesitaba.

? Favorecer su autonomía personal. Empezaremos por no realizarle aquellas tareas que sabemos que él/ella es capaz de realizar de forma independiente. Por ejemplo, si no sabe donde se guarda o cómo se guarda algo, le daremos el modelo correcto, y las sucesivas veces ya deberá realizarlo él sólo. Debemos hacerle valorar sus cosas, sus pertenencias y las de los demás, por lo que no debemos cuidar nosotros de ellas, ni tenerlas ordenadas, sino que deberá ser él quien lo haga. De esta manera, valorará mucho más las cosas y las usará de forma adecuada y las tendrá más o menos cuidadas y ordenadas.

? Aumentar su autoestima. Para conseguir este aspecto importantísimo en la vida de cualquier persona, valoraremos todo lo positivo que haga, hasta lo más insignificante, incluso cuando algo lo haya hecho sólo bien a la mitad. Le diremos lo bien que ha hecho la primera parte y que ya conseguiremos mejorar o hacer bien lo demás en otro momento. También le valoraremos cualquier avance que tenga en los aprendizajes escolares, o de comportamiento, por muy pequeño que sea el progreso, porque así le animaremos a que no decaiga o deje algo por imposible cuando no le sale bien del todo las primeras veces. Si le animamos, no perderá el interés y seguirá intentándolo en sucesivas ocasiones. Además, hay que hacerles conscientes en todo momento de sus avances porque los niños tienden a ser muy exigentes consigo mismos y no reconocen un pequeño avance porque no lo valoran como realmente deberían valorarlo. Con esta estrategia conseguiremos que no se frustren cuando algo no les sale porque les recordaremos todas las cosas en las que han conseguido aprender hasta ahora.

? Reflexionar sobre sus propias conductas. Cuando realizan una conducta adecuada y consiguen por consiguiente algo positivo, debemos conseguir que se pregunten qué les ha llevado a conseguir eso tan bueno. Igual haremos cuando su conducta no sea la adecuada, deberemos hacerles reflexionar sobré qué paso/s no han realizado del todo bien y por consiguiente no han conseguido la meta positiva que esperaban conseguir. De esta forma, conociendo donde hemos fallado, nos servirá para en sucesivas ocasiones modificar ese paso o parte de la conducta que no hemos realizado como acordamos en un principio para que fuera positiva.

? Ofrecer y enseñarle distintas estrategias o alternativas. Le enseñaremos las diferentes alternativas que podemos tener o estrategias a elegir a la hora de enfrentarnos a un problema para resolverlo de la manera más sencilla y adecuada, para que sus decisiones sean las mejores y no tenga consecuencias negativas la resolución de dicho problema.

? Nunca, nunca hacer comparaciones con los demás, MUCHO MENOS ENTRE ELLOS. El compararle con los demás ni con sus hermanos, ya que sólo conseguirá que no se tenga aprecio así mismo y que siempre vea que él es incapaz de realizar las mismas tareas que los demás.

? Siempre compararle consigo mismo. Es decir, le compararemos con lo que antes no sabía o no hacía y ahora sí. Siempre le haremos ver su avance y desarrollo propios que él ha ido consiguiendo con todo su esfuerzo y con su lentitud o velocidad de aprendizaje. Da igual. Cada uno somos una persona distinta y aprendemos de formas distintas, y esto no es ni mejor, ni peor.

? Ayudarle a controlar emociones. Es decir, ni lo malo es tan malo como parece, ni lo bueno es tan bueno como parece. Debemos evitar sobre todo las emociones negativas, como puede ser el sentirse culpable cuando ha hecho algo que sabía o no que no debía hacer. Le haremos saber que cuando ya hemos hecho la acción, ya no tiene solución y no podemos estar diciéndonos continuamente lo mal que lo hemos hecho y lo mal que nos sentimos, sino que lo que debemos hacer es pensar qué hemos hecho mal o por qué lo hemos hecho mal, para que no vuelva a ocurrir cuando en otro momento se produzca la misma situación o problema. Esto ayuda a tener conciencia de sus acciones y emociones.

7.2 Cuando proceder al castigo severo en los niños de esta familia, en el marco del modelo educativo propuesto.

Tal y como se pretende con esta propuesta, los hijos necesitan valores, reglas, límites y normas que les permitan orientar sus pasos hacia un futuro de bienestar emocional, en el que tanto la madre como el padre cumplen un papel fundamental.

Ya se ha dicho que a fin de educar personas, en ocasiones resulta necesario valerse del castigo severo para conseguir un fin, meta u objetivo. (Ej. En casa cenamos todos juntos a las nueve, si te quedas viendo la televisión, cenarás sólo, o por Ej. Decir la verdad me permite confiar y creer en ti, si mientes no podré confiar en ti.)

Este término de castigo severo hace referencia, por tanto, a una consecuencia desagradable o ausencia de refuerzo, precedida por el incumplimiento de una determinada norma o regla o por la práctica de contravalores.

Por lo tanto, antes de imponer un castigo severo, hemos de considerar los siguientes aspectos:

  • Autonomía emocional: ¿Dé que manera fomentamos su autonomía, sus valores y actitudes? Frecuentemente castigar físicamente a alguien es el medio para descargar nuestro malestar emocional (frustración, miedo, ira, etc.).

  • Abuso de poder: ¿Por qué no utilizamos el castigo físico como herramienta de aprendizaje entre adultos? Reducimos el uso de esta estrategia a los más débiles, e indefensos, imponiendo nuestra fuerza sobre la suya.

  • Miedo y efecto radar: ¿Qué consecuencias tiene el castigo físico? es probable que las/los niñas/os se comporten de la forma que les pedimos siempre y cuando estemos presentes, pero es más que probable que esta conducta no se generalice a otras situaciones. Recordemos además, que las personas tenemos mayor facilidad de aprendizaje cuando educamos mediante refuerzos que cuando lo hacemos por castigos.

  • Enseñanza-Aprendizaje: ¿Qué enseñamos mediante el uso de castigos físicos? Que aprenden los niños? La aceptación y normalización del castigo físico como herramienta válida para el aprendizaje, conlleva además la posible interiorización y uso de esta pauta de conducta en los niños, como consecuencia del modelado materno/paterno. Ej. si mis padres me pegan cuando no hago lo que quieren ? está bien pegar para enseñar a los demás ? yo pegaré a mi hermano cuando no haga lo que yo quiero.

Conclusión: el castigo físico, no es justificado ni debe ser aplicado en los hijos, el castigo severo será en casos extremos y justificados.

Ficha de Control, seguimiento y acompañamiento diario para los hijos Pérez

La ficha de control, seguimiento y acompañamiento diario, permite la estructuración del niño y la adquisición y cumplimiento de pautas, esto facilita el ajuste del tiempo, de las sanciones y de los reconocimientos verbales, afectivos, físicos y materiales

Ficha No 1

FICHA DE CONTROL Y SEGUIMIENTO DE ACTIVIDADES APLICADA POR PADRES/MADRES/NIÑERAS

Hijo:____________________________________

Fecha:__________________________________

edu.red

Indicadores de medición

edu.red

Sanciones y Reconocimientos

Más caritas felices que tristes…hay reconocimiento: FELICITAR

Más caritas regulares que felices….no hay nada: MOTIVAR

Más caritas tristes que felices y regulares….hay sanción.: PENALIZAR

  • Reconocimientos verbales y afectivos sobre todo: felicidades, que bien, que bonito, puedes traer a tus amigas a casa, una película en casa, un abrazo fuerte….etc.

  • Motivar: mediante dialogo positivo y escucha activa, promover el logro de la actividad, la autonomía y la autoestima.

  • Penalizaciones: no salir con su amiga, no ver tele ni jugar con videojuegos., confiscación de juegos y juguetes, tomar conciencia de la acción y sus consecuencias en forma inmediata. Tiempo muerto o inactividad absoluta durante unos minutos.

7.4 Horario de Actividades por miembro de familia.

Se sugiere la elaboración de una agenda diaria de actividades por miembro de la familia a fin de estructurar los tiempos de forma coherente y dar consistencia y estabilidad a la propuesta. Esta varía según época y período estacional o académico y tiene como característica principal la flexibilidad justificada pero no la arbitrariedad. Recordemos que si nuestra cantidad de tiempo es muy limitada la calidad de tiempo es nuestra mejor aliada.

Ficha No. 2

Horario de KEVIN Y JUANA según lo permita la agenda de sus actividades empresariales. La coherencia y complicidad en las pautas de crianza de los niños/as es lo más importante en esta pareja de empresarios

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Ficha No 3

Horario María

edu.red

Ficha No. 4

Horario de Pedro

edu.red

Ficha No 5

Horario de Juan

edu.red

Últimas consideraciones para los padres con hijos que presentan TDAH, en el marco del modelo de educación familiar propuesto

  • Practique la comunicación saludable y asertiva

  • Exprese positivamente el gran valor que usted le da a los niños y manifieste siempre las actitudes y valores propuestos, cumplimentando Uds. primero las reglas y normas establecidas, los valores y actitudes esperados.

  • Programe tiempo significativo de calidad.

  • Enseñe a su hijo y practiquen Uds. mismos, técnicas de autoayuda y relajación

  • Establezca metas realistas.

  • Muestre amor incondicional a cada uno de sus hijos, pero sea firme, consistente y coherente en el sistema disciplinar.

  • No manifieste ante sus hijos, las diferencias de opinión con su cónyuge.

  • Promueva la socialización positiva de sus hijos con pocos amigos, pero significativos.

  • Ayude a su hijo a ser solución y no problema y a solucionar los problemas que le atañen a él como persona.

  • Manifieste el elogio real del logro alcanzado y el esfuerzo realizado.

  • Desarrolle pactos con otros miembros de la familia sobre la dinámica familiar establecida.

  • Mantenga la calma, la constancia, la firmeza, la amabilidad de tono, la paciencia, la tolerancia, la consistencia y la estabilidad durante la crianza.

  • Confíe en Uds. como padre/madre, en su cónyuge, en los profesores, educadores y profesionales que le apoyan en el proceso educativo de sus hijos.

  • Tenga la fe y la confianza positiva que a largo plazo los resultados serán visibles en sus hijos/as.

  • Recuerden que sus hijos son individuos, singulares, aun cuando sean hermanos, y/o gemelos, pues cada persona es una unidad única e irrepetible en quien por factores ambientales y hereditarios, se conforma una individualidad particular y propia.

Comentario final

Actualmente se tiene constancia de la mejora de esta familia y de los resultados positivos en los esfuerzos y compromisos que estos padres tuvieron para la reeducación de sus hijos y la re-definición de su rol como padre y madre de familia. Al final el esfuerzo por nuestra mejora depende de cada uno/a de nosotros/as y del gran valor que tienen nuestros hijos/as.

 

Propuesta, Elaboración Seguimiento por:

 

 

Autor:

Ana Liliam Licona Vega

Dra. en Educación

Consultora independiente en Educación

Partes: 1, 2
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