Nuestra América en el poema dramático "Patria y Libertad" de José Martí
Enviado por José Antonio Cabrera Navarrete
- Resumen
- A modo de justificación
- Breve descripción histórico-social de Guatemala desde la conquista y colonización española hasta 1877
- Historia de una obra dramática y su periplo hasta llegar a la Patria
- Martí en el escenario guatemalteco
- "Patria y Libertad"; La obra y su universo simbólico a la luz de Nuestra América. Una mirada didáctica
- Reflexiones finales
- Citas bibliográficas y bibliografía
Resumen
El trabajo consiste en un acercamiento analítico al poema dramático "Patria y Libertad" subtitulado Drama Indio, escrito por José Martí en 1877 durante su primera estancia en Guatemala, partiendo de la definición de la Historia como una ciencia eminentemente contextual, en el que se destaca el manejo y la utilización del término Nuestra América y otros que identifican la América no anglosajona desde la óptica martiana, así como al tratamiento que reciben símbolos propios de la tierra americana, próceres de la independencia y otros, que se constituyen en elementos recurrentes en su obra, todo lo cual permite afirmar que casi 15 años antes de dar escribir su artículo "Nuestra América", las ideas de Martí acerca del tema iban madurando en torno a la necesidad de lograr la unidad como elemento indispensable para expulsar al conquistador de la "patria nueva", resaltando en el trabajo la posibilidad de utilizarlo como material de apoyo en el proceso docente con la disciplina Historia de América desde la experiencia didáctico-pedagógica de los autores sobre la temática.
Palabras Claves: Nuestra América, José Martí, Guatemala, Historia, poema dramático.
A modo de justificación
Desde las edades más tempranas los programas de estudio de los diferentes niveles de la educación general contemplan elementos para el estudio de la Historia de Cuba y de América como necesidad histórica para contribuir a la comprensión, por parte de las nuevas generaciones, del proceso que hoy tiene lugar en Nuestra América, frente a la agresiva política neoliberal unipolar que tratan de imponer en la región los centros de poder planetario.
Las ideas rectoras acerca de la necesidad de estudiar la historia de nuestro continente desde sus raíces tienen su base en su propia evolución cultural desde la época precolombina, y están presentes en el proceso de integración que, desde el respeto a la diversidad de criterios, de filosofías y de líneas estratégicas de desarrollo de las naciones latinoamericanas y caribeñas tiene lugar en tierras americanas.
Hoy esas ideas constituyen un pilar fundamental para la formación del personal docente que después impartirá las asignaturas correspondientes en los diferentes niveles del sistema de educación.
Por otra parte, es imposible concebir la enseñanza–aprendizaje de la Historia sin establecer los imprescindibles vínculos con otras ciencias sociales y disciplinas cuyo universo de conocimientos conforman el sustrato económico y político en que se desenvuelve la sociedad de una etapa o período histórico determinado.
En el caso de la obra literaria de José Martí, en ocasiones poco aprovechada como fuente de conocimientos históricos, esta relación se hace evidente en creaciones como la que ocupa el presente trabajo, forjadora de elementos y conceptos que después nutrieron el ideario martiano con una fuerza tal que llegan hasta hoy pletóricos de significado y urgidos de continuar profundizando en su estudio desde cada lugar y circunstancia.
Puede considerarse que "Patria y Libertad", producto del talento creador del Apóstol cubano es una de esas obras que nacen para perdurar en el tiempo y convertirse en útil herramienta para las clases de Historia de América, fundamentalmente en las especialidades pedagógicas de ese perfil.
Las referencias a nombres, paisajes, símbolos y significados estrechamente ligados a la forja de la nacionalidad latinoamericana y al sentido de la identidad propia de nuestras región geográfica y cultural aparecen en sucesión constante que muestran la ética que caracterizó a Martí como revolucionario y como intelectual de trascendencia más allá de su tiempo para quedarse en las mismas raíces de lo que denominó "Nuestra América", concebida casi quince años antes de escribir su universalmente conocido artículo homónimo para el periódico revolucionario "Patria".fundado por él mismo a inicios de los años 90 del siglo XIX, para divulgar los objetivos y el alcance de la obra republicana organizada y dirigida a alcanzar para Cuba y Puerto Rico la independencia del colonialismo español.
Es precisamente "Patria y Libertad" una de las creaciones martianas menos conocida y divulgada, razones que acrecientan la necesidad de su utilización en el aula, cuando se trata de la educación en valores y para fortalecer el trabajo político-ideológico en las instituciones educaciones destinadas a formar docentes, dadas las potencialidades presentes en su texto para uso didáctico, al tiempo que proporciona a profesores y estudiantes una fuente de conocimientos históricos no tradicional, como es el empleo de la literatura y del arte para guiar los análisis necesarios para la adquisición de conocimientos históricos amplios y sistemáticos desde una visión holística y transformadora.
Descodificar esa obra, desmontarla en el análisis de sus potencialidades instructivas y formativas es el objetivo del presente trabajo, que propone su utilización de manera creativa por el profesor de la disciplina, sugerir y orientar la utilización de aquellos elementos resaltados por el autor, que no deben faltar por lo que representan en sí mismos para la identidad y el sentido de pertenencia a nuestra patria grande; todo, a modo de proposición metodológica y didáctica.
Breve descripción histórico-social de Guatemala desde la conquista y colonización española hasta 1877
Los primeros documentos históricos en que aparece escrito el nombre de Guatemala son las cartas de relación que Pedro de Alvarado envió a Hernán Cortés en 1524, y que en misiva al rey Carlos V fechada en México el 15 de octubre del mismo año 1524 también nombra a la ciudad de Guatemala.
Casi tres siglos después, la historia de Guatemala recoge los avatares de una larga y compleja etapa. Tras la adopción por la región de Chiapas del Plan de Iguala, Guatemala logra su independencia junto al resto de Centroamérica, cuando la élite criolla guatemalteca declaró su independencia de la Corona Española el 15 de septiembre de 1821, bajo la guía del último representante de la corona española, Gabino Gainza, segregándose de la Provincia de Guatemala las Provincias de Comayagua (actualmente perteneciente a la república de Honduras), Chiapas (actual territorio mexicano y la actual República de El Salvador.
Sin embargo las guerras entre conservadores y liberales llevarían a la desintegración de la también conocida como Federación Centroamericana y tras un breve período de incertidumbre política, el 5 de enero de 1822, las provincias centroamericanas fueron anexadas al Imperio Mexicano, que un año después se desmoronó ante la lucha del pueblo azteca, mientras Guatemala junto a sus provincias aledañas (exceptuando Chiapas y Soconusco que permanecieron junto a México) declara de nuevo su independencia, pasando a formar parte de las Provincias Unidas de Centroamérica en julio de 1823.
Tales hechos dieron paso a una etapa de cambios políticos, sociales y económicos significativos para la región;
…cuyos habitantes contaban con una Constitución democrática, liberal y reformista. Sin embargo los sectores más conservadores no querían perder su poder económico y social por lo cual desde un principio hubo inestabilidad y desigualdad en las diversas regiones, superadas cuando la federación se dislocó en 1839 después de una revuelta dirigida por el guatemalteco Rafael Carrera, proclamado presidente vitalicio en 1854. (1)
El ascenso al poder de Justo Rufino Barrios tuvo para Guatemala una significativa importancia pues abrió una etapa de fuertes cambios internos, y el fortalecimiento de los ideales independentistas y nacionalistas desde su llegada a la presidencia el 30 de junio de 1871.
La óptica liberal-reformista asumida en su gestión favorecía los intereses de la pujante burguesía terrateniente y manufacturera que se abría paso en la producción y el comercio de diferentes productos como azúcar, cacao, café, algodón y añil entre otros renglones.
Esas acciones, y la consecuente entrega del presidente a representar al pueblo guatemalteco en sus decisiones, llevó al Apóstol José Martí a escribir en su folleto "Guatemala", publicado en México en 1878; "El Presidente suele traer entre su escolta pobres indios, pobres ladinos, que recoge por los míseros campos para que sean enseñados en las nuevas escuelas de la capital…" (Martí, 1975 (7): p.134)
Guatemala logró por esa época un florecimiento económico cuyo mayor esplendor se alcanzó al convertirse en una de las mayores atracciones de la presencia de América Latina en la Exposición Universal de París, capital de Francia a mediados de ese propio año de 1878, resaltando entre las naciones expositoras presentes, su pabellón con motivos nacionales y las muestras de sus producciones y servicios, exhibidos para regocijo de los ciudadanos guatemaltecos y para asombro del mundo que, representado por decenas de países de todos los confines, asistieron a la cita en la hermosa y cosmopolita ciudad capital gala.
Años más tarde en La Edad de Oro, la revista infantil concebida, escrita y editada por el propio Martí, el poeta publicaría otro trabajo sobre Guatemala y su presencia en la Exposición Universal de 1889, en el que resaltaría también las bondades de la nación centroamericana, como muestra de su admiración y respeto por los hijos de la tierra del quetzal, el café y el cacao.
Historia de una obra dramática y su periplo hasta llegar a la Patria
Por los escritos de Martí, puede afirmarse que el original de aquella pequeña pieza teatral titulada "Patria y Libertad" fue escrita con ánimos de cumplir un compromiso contraído al calor de sus ideales libertarios, y conociendo los senderos de la independencia guatemalteca del yugo español, de lo cual queda testimonio en su citada obra sobre Guatemala editada en 1878, al referir; "Rebusqué luego, para hacer unos cuantos versos dramáticos sobre el día patriótico, la librería nutrida del señor Mariano Padilla, americanista religioso, minucioso bibliófilo, coleccionador inteligente…"(Loran, 2012: http://magazinemodernista)
No dejó otras indicaciones o referencias que puedan servir para comprender por qué quedó relegado el drama escrito bajo aquellas condiciones. Tal vez porque no pensó en una puesta en escena de la misma, acaso porque aún ni siquiera el grande poeta y soñador revolucionario que fuera, supo vislumbrar a ciencia cierta cuánto de certeza había en aquellos bocadillos y escenarios descritos con fluidez y pasión creadora. Al respecto nada esclarecedor se ha podido determinar.
Esas circunstancias un tanto especulativas, fueron quizás la razón principal por la que el original de "Patria y Libertad" permaneció fuera de Cuba tanto tiempo, pues llegó a la isla en septiembre de 1924 en manos del actor y dramaturgo cubano de origen matancero José María Béjar, a quien lo entregara el mismo Antonio Batres citado por Martí en su mensaje a Gonzalo de Quesada, en un encuentro de intelectuales celebrado en la nación centroamericana en esas fechas.
En gesto digno de reconocimiento, el artista hizo llegar el original manuscrito por Martí y una copia mecanografiada, como donación a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, por entonces a cargo del Doctor Emilio Roig de Leuchsenring, quien lo divulga durante sus indagaciones para la edición de las Obras Completas del Maestro.
Investigaciones realizadas permiten asegurar, hasta donde se ha sido posible indagar que la obra fue escenificada en Cuba en función única, a fines de 1944 en el entonces Teatro Oriente de Santiago de Cuba, por la compañía teatral Cuadro de Comedia y Arte Dramático, fundada y dirigida por el propio teatrista José María Béjar ya citado.
Se conoce también la intensión del artista de hacer una nueva representación de la obra en el Anfiteatro Nacional de la capital cubana, empeño que no llegó a realizarse por causas organizativas y del ambiente político ya imperante en Cuba a causa del reciente golpe militar encabezado por el general Fulgencio Batista y Zaldívar el 10 de marzo de 1952.
De ello queda constancia documental en una carta fechada en La Habana el 15 de junio de 1953 en la cual se refieren esos datos, como parte del testimonio de la maestra, periodista, dirigente sindical y luchadora feminista Ofelia Domínguez Navarro, fundadora en 1930 de la Unión Laborista de Mujeres, destacándose por su lucha contra Machado, y que había sufrido persecución y cárcel, a la salida de la cual comienza su trabajo con el Partido Comunista.
Su testimonio merece el mayor respeto y credibilidad, por cuanto su trayectoria de luchadora incansable contra las injusticias y por los derechos sociales así lo atestigua, demostrada además al estar vinculada a la prensa, razón por la cual a la caída del gobierno de Machado en 1934 dirige y redacta una sección fija en el periódico "Ahora", por designación del Primer Partido Comunista de Cuba, y asume la dirección del periódico La Palabra, en sustitución de Juan Marinello, otro conocido intelectual y luchador revolucionario cubano, el 28 de febrero de 1935, al tiempo que colaboraba en otros importantes órganos de prensa sin disminuir el sentido ideológico de sus artículos y escritos.
Como datos interesantes deben apuntarse algunos aportes realizados por la investigadora Maricel Mayor Marsán, acerca de lo expuesto, quien en el año 2009 escribió;
Patria y Libertad" fue publicada por primera vez de manera íntegra en 1961, en el tomo tres de una colección de tres volúmenes de las Obras Completas de José Martí, por el Patronato del Libro Popular y la Editorial Tierra Nueva en La Habana. Anterior a esa fecha, solamente se habían publicado algunas escenas de la misma en algunas revistas de Guatemala y la revista Trópico en Cuba. En 1965, la Editorial Nacional de Cuba, en coordinación con la Editora del Consejo Nacional de Cultura y la Editora del Consejo Nacional de Universidades publica una recopilación más extensa de las Obras Completas de José Martí, en donde vuelve a ser publicado este drama teatral. Y en una segunda edición de esta colección, de un total de veintisiete volúmenes, que fue publicada por la Editorial de Ciencias Sociales del Instituto Cubano del Libro en 1975, se le añade un apéndice con una nota del propio Martí sobre el "Drama Indio. (2)
Martí en el escenario guatemalteco
Fue el escenario guatemalteco donde José Martí hablara por primera vez con regularidad del término Nuestra América, pues si bien hay referencias anteriores, en los años 1877 y 1878, durante su primera estancia allí, fue que escribió acerca del mismo en diferentes órganos de prensa, y como parte de su encendida oratoria anticolonial e independentista.
Su llegada a Guatemala bajo el gobierno de Justo Rufino Barrios, de tendencia liberal, en cuya doctrina se incluía la eliminación de todos los fueros y privilegios de que gozaba la Iglesia católica, se avenía con el desarrollo ideológico y la madurez política e intelectual del joven cubano recién llegado, que veía en aquellas medidas la posibilidad de desarrollar una enseñanza a cargo del Estado, separada de la educación católica, libre de dogmas estigmatizadores y de manquedades culturales que dotaban al proceso educativo de un marcado maniqueísmo e incapacidad para preparar al individuo para enfrentarse a la vida y sus retos cotidianos.
El programa educativo vigente estuvo marcado por la introducción del positivismo, el desarrollo de escuelas primarias, la creación de institutos de educación media en las principales ciudades del país y la modernización de la Universidad de San Carlos, con un énfasis manifiesto en las profesiones liberales.
Su ya reconocida obra intelectual, y sus ideales independentistas le granjearon la simpatía de muchos al poco tiempo de su estancia en tierras guatemaltecas, entre ellos del también cubano José María Izaguirre, residente en la nación centroamericana y director de la Escuela Normal de Ciudad Guatemala, quien lo invita a formar parte del claustro del centro, acogida de buen gusto por Martí.
La estancia martiana en la nación guatemalteca constituye una etapa poco tratada en estudios e investigaciones sobre la vida y obra del Apóstol de la independencia cubana, a pesar de que allí tuvo amistades como la del propio presidente Barrios y varios de sus ministros, de intelectuales como Valero Pujols, director del influyente diario El Progreso, y del filólogo, historiador y jurista Antonio Batres Jáuregui, a quien precisamente dejó los originales de su poema dramático "Patria y Libertad", por motivos que los autores de este artículo no pudimos esclarecer debidamente y que continúan como objetivos de investigación.
Tal fue el apego de Martí por la tierra que lo acogió en un momento difícil de su vida, que en carta de agradecimiento al director de "El Progreso", fechada el 27 de noviembre de 1877, en la que defiende su oratoria, su vehemente ideal independentista y su admiración por los próceres americanos, expresa; "Le hablo de lo que hablo siempre: de este gigante desconocido, de estas tierras que balbucean, de nuestra América fabulosa…El alma de Bolívar nos alienta; el pensamiento americano me transporta…"(Martí, 1975(7) p. 111)
En el mes de abril de 1877, José Martí recibe un pedido del presidente Barrios relacionado con la independencia del país del dominio español. A partir de aquella solicitud Martí concibió su obra dramática, que él mismo identifica como poema dramático, "Patria y Libertad", el que subtituló como "Drama Indio", escrito en 1877 hecho registrado para la historia en su carta a Gonzalo de Quesada y Aróstegui, fechada el 1ro de abril de 1895, en vísperas de partir a la manigua cubana, donde ya ardía la llama de la guerra necesaria por él organizada, y reconocida como su testamento literario, "Antonio Batres, de Guatemala, tiene un drama mío, o borrador dramático, que en unos cinco días me hizo escribir el gobierno sobre la independencia guatemalteca…"(Martí, 1975 (15) p. 123)
La amistad que unió al prócer cubano con el intelectual y político liberal guatemalteco tiene su mejor testigo en esas frases, y en el reconocimiento que hace más tarde de su talento y creatividad, interrumpida solo durante su segunda estancia en Guatemala, ya casado con la cubana Carmen Zayas Díaz-Bazán, a inicios de 1878 y que decide interrumpir en marzo de ese mismo año debido al ambiente hostil en los círculos oficiales de la nación centroamericana en su contra, y motivada por la necesidad de renunciar a la Escuela Normal, en virtud de que el presidente Barrios, había depuesto arbitrariamente al director de esa institución, el ya mencionado pedagogo cubano José María Izaguirre.
Ante lo que el estudioso cubano Roberto Fernández Retamar califica de ambiente contrario a los ideales y el modo de actuar de Martí, por los inaceptables y cada vez más evidentes "modos bruscos" del presidente Justo Rufino Barrios para ejercer el poder, el patriota cubano decide abandonar el país en 1878, cuando contaba 25 años, decisión explicada en carta a su amigo Manuel Mercado, fechada el 30 de marzo de 1878, en la cual le comenta:
Aquí, por celos inexplicables del Rector de la Universidad, hombrecillo de cuerpo y alma, a quien no he hecho más mal que elogiar en un discurso mío otro discurso-lectura suyo que no merecía elogio -me he quedado siendo catedrático platónico de Historia de la Filosofía, con alumnos a quienes no se permite la entrada en clase; y sin sueldo. En cambio, se me anuncia que se me nombrará catedrático de la Ciencia de la Legislación.-Se me abriría con esto un vasto campo, y yo sembraría en él la mayor cantidad de alma posible.-Doy gratuitamente una clase de filosofía: el mejor sueldo es la gratitud de mis discípulos. (3)
Sin embargo, a pesar de que entre los sectores conservadores guatemaltecos se representaba a José Martí como un enemigo por la prédica, el pensamiento y las enseñanzas que postulaba, los investigadores y estudiosos de la obra y la vida martiana en ese período coinciden en afirmar que no son blanco de la crítica aguda de Martí los propósitos del gobierno guatemalteco, sino más bien los excesos que en nombre del mismo llevaban al presidente Barrios por un camino equivocado, como lo demostró la historia poco después con el intento de derrocarlo mediante una conspiración que el propio Martí denunció públicamente como intento de suprimir el gobierno democrático por vías no legales ni aceptables para un ferviente defensor de los derechos individuales como él.
Entre otras, pueden valorarse esas como las razones que le hicieron tomar la decisión de abandonar Guatemala en el mes de abril de 1878, partiendo el matrimonio Martí-Zayas Díaz-Bazán de regreso a México, quedando para la historia, además de otras tantas cosas valiosas de su estancia en aquella república centroamericana, el original de su poema dramático "Patria y Libertad" que demoraría cerca de medio siglo en llegar a la Patria e integrarse al legado martiano y al patrimonio cubano más valioso junto a toda su obra intelectual y revolucionaria.
"Patria y Libertad"; La obra y su universo simbólico a la luz de Nuestra América. Una mirada didáctica
No existen evidencias de la representación en Guatemala de "Patria y Libertad", escenario escogido por al autor para desarrollar los hechos que representa, y en Cuba sólo se realizó su presentación pública casi medio siglo después de escrita, como ha quedado apuntado más arriba. Sin embargo, como señala el teatrólogo Rine Leal;
…significa su contacto decisivo con la realidad americana. Es una pieza actual, anacrónica a propósito, donde convergen en el recuerdo Hatuey y Bolívar, y donde el pueblo aparece por primera vez en la escena paseando su victoria final por calles, plazas o amplios salones del palacio colonial. Pasado, presente y futuro se funden en la unidad de lucha de los humildes y explotados, de los indios y los negros, del criollo y el buen español que ha echado raíces y familia en nuestras tierras. La fuerza telúrica del choque social, el enfrentamiento de estratos y culturas logran una fuerte dimensión épica que sitúa a Martí en su máxima expresión escénica. (4)
Sin dudas, la opinión autorizada del reconocido estudioso y teatrólogo antillano arroja luz acerca de la importancia de la obra para la conformación del universo conceptual "nuestroamericano" concebido por Martí, reforzado por la ya también citada investigadora Maricel Mayor Marsán;
Sin proponérselo, en opinión del especialista cubano, Martí estaba gestando una corriente modernista con sus nuevos aportes en "Patria y Libertad". Sostiene a viva voz la necesidad de libertad, sin amos e intrusos, para todos los países y razas de América Latina, se nutre de los problemas y realidades del continente y los utiliza en su obra, a manera de discurso didáctico, con el propósito de esparcir la semilla de la independencia en todas direcciones.
De la extensa, prolífica y multifacética obra martiana, el teatro es de las menos favorecida, pero en el caso de "Patria y Libertad" se resumen de alguna manera los criterios martianos; "El teatro tiene un hermoso privilegio: hace amena y gustosa enseñanza…Enseñe bellamente: he aquí la máxima…El teatro ha de ser siempre, para valer y permanecer, el reflejo de la época en que se produce…"(Batlle, 2004: ps.365-366)
De parecida forma opinaba el Apóstol sobre el drama, género al que pertenece dicha obra, y que consideraba en alta estima pues para él, "El único drama que sobrevive es el que se inspira directamente en la vida y se escribe con la sangre que mana de ella."(Batlle, 2004: 117)
Autor culto, pilar del Modernismo literario, corriente estilística genuinamente latinoamericanista que tantos lauros da a la América Latina por su trascendencia en las esferas intelectuales de todos los tiempos y lugares, Martí fue capaz de abrir así, el camino a la comprensión contemporánea de un término, o mejor, de toda una concepción identitaria acerca de la realidad física e intelectual de nuestra región que todavía no se agota y por contrario, se enriquece cada día, al calor de los procesos socio-políticos desarrollados en ella.
Tales presupuestos aparecen explícitamente en el contenido de la obra, concebida en dos actos y diez escenas según la versión mecanografiada, revisada para este trabajo, que aparece en la edición crítica de las Obras Completas de José Martí, editadas en 2001 por el Centro de Estudios Martianos, en el tomo 5, pues además de reflejar la situación de Guatemala entre la década del 20 e inicios del 30 del siglo XIX, pone de manifiesto las crecientes contradicciones entre la metrópoli y sus colonias en América, y los ideales independentistas de sus habitantes, identificados con la tierra en que nacieron y viven.
En la obra es fácilmente reconocible la contraposición de los personajes, emblemáticos desde sus nombres, con una clara definición entre los peninsulares, los criollos y los pobladores autóctonos americanos, con representación simbólica todos en el cuerpo de la obra.
Tales son los casos de Doña Casta de León, Don Pedro y el Sacerdote Padre Antonio de un lado; y Martino, Coana, Indiana y El Indio, del otro, así como de Pedro y Un Revolucionario como representantes del nuevo hombre americano.
Otro detalle a tener en cuenta es la alusión constante a símbolos americanos como el quetzal, los ríos y llanos, el cielo americano, mientras aparecen en boca de diferentes personajes representados en la obra, los nombres de Hatuey, Anacaona, Túpac Amaru, Hidalgo y Bolívar en alusión inequívoca a los ideales independentistas americanos frente al yugo colonial español, presentes desde la llegada misma de los europeos a nuestras tierras, utilizando anacronismos intencionados bien marcados por el autor.
También debe destacarse como fundamental, las referencias a términos como la patria grande, las tierras que van desde el Bravo a los bosques paraguayos, y sobre todo la mención a "nuestra América" en ocho momentos de la representación, todo cuando aún faltaban más de diez años para que viera la luz el trascendental artículo "Nuestra América", lo que hace pensar en "Patria y Libertad" como uno de los orígenes de ese término que cobra hoy total vigencia y pertinencia, imprescindible para hacer realidad tantos sueños de independencia todavía truncos en naciones latinoamericanas.
En esa obra el concepto de "Nuestra América" aparece una y otra vez, en diferentes escenas y voces, destacando el ideario martiano en su radicalización, viendo más allá de los intereses de clase criollos, destacado entre los pensadores de su tiempo hasta convertirse en el más preclaro y ardiente defensor del ideal bolivariano.
Incluso aparecen elementos que vinculan el pensamiento martiano con su visión de los peligros que acechaban a la causa de la libertad en esta tierras, no sólo provenientes de una Europa en plena expansión capitalista, sino de la nueva nación surgida al norte de las tierras americanas, ávida de poder y de recursos, al poner en boca de Pedro, un personaje representante del pueblo americano, una advertencia y un reto histórico de singular significación, en sus palabras de réplica al Padre Antonio, miembro del clero y defensor de la "madre Patria", que le pregunta si quería saludar feliz a la Patria;
Sí. Y de manera
Que si el déspota hispano el polvo muerde,
Muerda el polvo también todo otro déspota!. (5)
La obra de Martí posibilita trabajar aspectos como las contradicciones internas en las colonias españolas, la división clasista, el desarrollo del elemento criollo como forjador de la nacionalidad hispanoamericana desde sus raíces múltiples, realizar un análisis de sus ideas independentistas, incluyendo descendientes de españoles y otros europeos, y el papel preponderante de la Iglesia al servicio del régimen colonial.
A través del diálogo puede apoyarse el trabajo también en elementos de la educación estética referidos al teatro y sus códigos, la representación que hace el autor de las características paisajísticas del medio americano, y el sentido de pertenencia identitaria con la utilización de símbolos, nombres y paisajes de nuestras tierras.
Se puede sugerir como variante, una representación parcial, o una lectura comentada de la obra, lo que ayudará en la comprensión y la socialización de los conocimientos que puede brindar a los estudiantes.
Tales análisis posibilitarán demostrar que casi 20 años antes de aparecer su trascendental artículo "Nuestra América", ya el Apóstol tenía una idea clara de tal denominación.
Reflexiones finales
1. El empleo de la obra de teatro "Patria y Libertad" de José Martí, constituye una herramienta de invaluable valor para el trabajo en el aula que permite desarrollar en el estudiante el pensamiento lógico y habilidades como el razonamiento y el análisis contextual de la historia, en tanto representa la vigencia de las ideas martianas, nacidas de la necesidad de nuestros pueblos, de enfrentar al colonialismo español y las constantes agresiones del imperialismo.
2. Su análisis permite introducir conceptos y definiciones que se trabajan en el desarrollo de la disciplina Historia de América para la carrera de Licenciatura en Marxismo e Historia en las UCP, facilitando el fortalecimiento de la educación en valores y el trabajo político-ideológico.
3. Este tipo de actividad promueve en el estudiante el hábito de la lectura, el acercamiento a la literatura y el arte como parte de la historia y su papel indiscutible en el desarrollo socio-histórico de los pueblos, contribuyendo a enriquecer su cultura general integral, y poniendo de manifiesto la necesidad de la interdisciplinariedad que debe caracterizar a una enseñanza desarrolladora y encaminada a fortalecer y enriquecer el universo de los futuros docentes.
Citas bibliográficas y bibliografía
1.-http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Guatemala#.Consulta el 24 de mayo de 2012.
2.- J. Martí. Op.cit., pág. 115.
3.- Martí, José, 2002, Obras Completas. Edición Crítica. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, T/7, pág. 137
4.- Leal, Rine, Dos obras de teatro de Martí; Abdala y Patria y Libertad, en http://es.wikipedia.org/wiki/teatro-cubano….Consultado el 29 de mayo de 2012.
5.- S. Batlle. Op. cit., pág. 123.
Bibliografía
.- Batlle, Sergio, 2004, Aforismos. La Habana, Centro de Estudios Martianos.
.- Colectivo de autores, 1982, Diccionario de la Literatura Cubana. Dos tomos. La Habana. Editorial Arte y Literatura.
.-Herrera, Miriam (Compiladora), 2010, Ni "siervos futuros" ni "aldeanos deslumbrados". La Habana, Ruth Casa Editorial. Colección ALBA, Bicentenario.
.-Hidalgo Paz, Ibrahim, 2003, José Martí 1853-1895. Cronología. La Habana, Centro de Estudios Martianos.
.-Leal, Rine, 2007, Breve historia del teatro cubano. La Habana, Editorial Félix Varela.
.-Martí, José, 1975, Obras Completas. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, T/7 y T/15.
.-Martí, José, 2002, Obras Completas. Edición Crítica. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, T/7.
.-Valdés Galarraga, Ramiro, 2007, Diccionario del pensamiento martiano.4ta edición, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales.
.-Wikipedia. Internet. 2012.
Autor:
MSc. José Antonio Cabrera Navarrete.
Prof. Auxiliar. Facultad de C. de la Educación Media. Universidad de Artemisa.
Graduado de la Universidad Central Pedagógica "Enrique José Varona" de La Habana en 1988, ha ejercido la docencia universitaria por más de diez años. Ha publicado en revistas y memorias de eventos nacionales e internacionales acerca de la didáctica de la Historia de Cuba y de América, desde un enfoque de género así como acerca de temas relacionados con la historia de la agricultura urbana y la agroecología en la región latinoamericana y caribeña.
En 2012 fue seleccionado para participar con una ponencia en el Congreso Tecnología Universidad y Sociedad en Santo Domingo, República Dominicana, y en este 2014 le fue admitido un trabajo en el Congreso Iberoamericano de Educación a celebrarse en Buenos Aires, Argentina en noviembre.
Tiene una maestría en Ciencias de la Educación y actualmente prepara el doctorado sobre la educación de la mujer en Cuba durante la etapa 1902-1952 a través del análisis de la obra pedagógica de la notable educadora cubana María Luisa Dolz y Arango.
MSc. Ada Isabel Llaneras Pulido.
Prof. Asistente. Facultad de C. de la Educación Media. Universidad de Artemisa.
Graduada de la Universidad Central Pedagógica "Enrique José Varona" de La Habana en 1983, con experiencia de docencia universitaria por más de 20 años y con una maestría en Ciencias de la Educación. Especialista en la enseñanza de la Historia de Cuba, con varias investigaciones sobre esa línea y la pertinencia de la educación estética para la comprensión de los procesos y fenómenos históricos.
Ha participado y publicado artículos y ponencias en eventos nacionales e internacionales como el Coloquio Internacional Constitución e Independencia celebrado en La Habana en 2013, actualmente cumple misión educativa en Venezuela.
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