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La situación de los países europeos durante la primera guerra mundial (página 2)

Enviado por Rosal�a Terceiro


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Llegada de Primo Rivera al poder

Miguel Primo de Rivera se presentó al país en 1923, debido a la ansiosa demanda de un gobierno fuerte. Primo de Rivera estaba dispuesto en tan breve plazo de tiempo a restablecer el orden público y abandonar de inmediato la escena política, asumió el poder con el apoyo del ejército, y el rey Alfonso XIII lo nombró primer ministro.

Mostró cierta preocupación por el bienestar material de los trabajadores, para dirimir las disputas salariales se crearon comités paritarios, con igual participación de trabajadores y empresarios y un presidente nombrado por el gobierno. Se emprendieron numerosas obras públicas, especialmente carreteras y pantanos. Estas actividades y la expansión internacional trajeron a España una prosperidad relativa.

La adhesión regia al golpe, otorgó vía libre al primer gobierno exclusivamente militar de la historia de España, una experiencia que se prolongó hasta finales de 1925 y centró su mensaje en la recuperación del orden público y la firma de la paz exterior, aunque para ello se exigió un alto precio, como el desprecio y exclusión de políticos del parlamento, suspendió las funciones del cuerpo de oficiales, atacó la independencia del cuerpo de artillería.

Esto le llevo la enemistad de varios sectores como, las clases pudientes, el parlamento, el ejército y el mismo rey Alfonso XIII, como consecuencia presentó su dimisión y murió en Paris meses después.

Instauración de la República

La falange:

Partido político español fundado en 1933, durante la II República, que tres años después proporcionó las bases ideológicas originales al régimen dictatorial del general Francisco Franco. Sus doctrinas eran vagas, como suele ocurrir con los movimientos de este tipo.

Amalgamaban el corporativismo, la teoría de la cooperación entre las clases, en vez de la lucha de clases, y una clara afirmación de la unidad de España. Por su puesto la falange era antiliberal, antiparlamentaria y autoritaria.

La Guerra Civil Española:

Guerra Civil española, conflicto bélico que dio comienzo en julio de 1936, a raíz de la sublevación de un sector del Ejército contra el gobierno de la II República española, y que concluyó el 1 de abril de 1939 con la victoria de los rebeldes. El triunfo de éstos permitió la instauración de un régimen dictatorial encabezado por el general Francisco Franco, principal dirigente militar y político de los sublevados, que sustituyó al sistema parlamentario republicano.

La dictadura de Franco

Durante casi cuatro décadas, las que median entre 1939 y 1975, España vivió bajo las órdenes del general Francisco Franco, carismático vencedor de la Guerra Civil. El triángulo de sustentación del 18 de julio: Ejército, Falange e Iglesia, con su reparto de papeles coactivo, ideológico y legitimador, cimentó un régimen autoritario y paternalista, capaz de adaptar los ingredientes totalitarios al contexto hispano.

El caudillaje plenipotenciario de Franco condicionó por completo este diseño personal, al que se fueron añadiendo ciertas dosis de flexibilidad, a medida que la política internacional evolucionaba hacia una mayor tolerancia y posiciones antifascistas.

El golpe de estado de julio de 1936, lo fraguó un sector importante del ejército (los generales Franco, Mola, Sanjurjo, Goded…), inspirado y financiado por las clases poderosas del estado, los terratenientes y la alta burguesía, que abandonaron la vía legal y parlamentaria para decantarse por las armas, el terror y la dictadura, que llevó a la muerte violenta a miles de personas partidarias de la república y de su proyecto modernizador.

ALEMANIA DE 1919 A 1939

El interrogante de estos años es ¿Cómo consiguió Hitler asegurarse el control de Alemania? Alemania fue el único país avanzado, tanto en su nivel de vida como en su nivel cultural, que cayó en manos de una irracional dictadura.

Durante estos años dos graves desastres económicos se cernieron sobre Alemania: la desbocada inflación de 1923 y la depresión de 1930-1933.

La inflación de 1923:

Hasta 1923 la inflación estuvo asociada a una cierta prosperidad. La masa de dinero en circulación creó un alto nivel de demanda y, cuando se hizo evidente que estaba en marcha una drástica inflación, los que tenían dinero se demostraron cada vez más deseosos de convertirlo rápidamente bienes con un valor real. De esta manera se estimuló aún más la inversión y el consumo. La producción industrial aumentó rápidamente mientras el paro desaparecía. La ocupación del Ruhr, consecuencia ella misma de la inflación y la financiación de la resistencia pasiva trajo consecuencias como el colapso definitivo del marco. De esta manera la producción descendió y el número de parados aumentó.

La inflación supuso un beneficio para los productores y, sobre todo, para los propietarios directos de los medios de producción y una pérdida para los que dependían de los salarios fijos. Los prestamistas se arruinaron y los prestatarios se enriquecieron. Los fabricantes dedicados a la exportación hicieron grandes beneficios ya que el descenso en la cotización internacional del marco fue un proceso más rápido que el aumento de los precios interiores alemanes. Junto con los exportadores, también hicieron grandes fortunas los simples especuladores, especialmente en el mercado internacional de divisas. Algunas de estas fortunas demostraron su fragilidad cuando la inflación llegó a su fin, muchas de las inversiones productivas del periodo de inflación perdieron toda competitividad cuando retorno la normalidad.

A finales de 1923 se puso fin a la inflación con la creación del nuevo marco. Hasta 1926 siguió un difícil periodo de transición. El efecto inmediato de la estabilización fue poner fin a la ilimitada demanda de bienes del periodo de inflación. Inmediatamente la actividad económica decayó sensiblemente y el paro aumento. Sin embargo una vez que se puso en vigor el plan Dawes, renació la confianza internacional e el marco y los préstamos internacionales empezaron a fluir a Alemania, atraídos por los tipos de interés.

La depresión de 1929/1930:

En 1929 comenzó la depresión. El crecimiento económico de los últimos años de la década de los años veinte estaba basado n los préstamos exteriores, sobre todo de los Estados Unidos. El boom de la bolsa de Nueva York hizo que disminuyera la influencia de capitales en 1929 y que se produjera el fenómeno inverso a medida que el hundimiento se aproximaba.

Así los capitales se fueron de Alemania durante los años 1930-1931. El resultado fue que se redujo la inversión en Alemania y se crearon las condiciones para una crisis de gran envergadura en la balanza exterior de pagos. El marco se vio sometido a presiones. El gobierno respondió adoptando violentas medidas deflacionarias para mantener bajo los precios en el interior de Alemania y conservar la cotización de la divisa. Se excluyó la devaluación, imponiéndose un superávit presupuestario ante el temor de que la devaluación hiciera renacer la inflación.

Bajo el gobierno de Bruning, en 1930-1932, los sueldos de los funcionarios fueron reducidos y se impuso una reducción salarial. La demanda de productos industriales se vio por una parte reducida por la fuga de capitales, el descenso de la demanda de exportaciones resultante de la crisis. El paro afecto a seis millones o más de trabajadores. La agricultura se encontraba cercana al colapso, los precios de los alimentos producidos en el interior de Alemania eran considerablemente reducidos. Los agricultores se encontraban de nuevo cargados de deudas contraídas durante la inflación y se veían en dificultades ante la exigencia de devolver los préstamos.

República de Weimar:

La República de Weimar era nueva y no era respetada estaba asociada aun período de Depresión. La República de Weimar fue el régimen político y, por extensión, el periodo histórico que tuvo lugar en Alemania tras su derrota al término de la Primera Guerra Mundial y se extendió entre los años 1919 y 1933. El nombre de República de Weimar es un término aplicado por los historiadores posteriores, puesto que el país conservó su nombre de Deutsches Reich (Imperio Alemán).

La denominación procede de la ciudad homónima, donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919. 1933 es la fecha de término de la República, ya que, si bien la constitución de 1919 no fue renovada hasta el término de la Segunda Guerra Mundial, el triunfo de Adolf Hitler y las reformas llevadas a cabo por los nacionalsocialistas (Gleichschaltung) la invalidaron mucho antes, instaurando una dictadura totalitaria, el llamado Tercer Reich.

Para la mayor parte de los alemanes el gobierno ahondó el estigma de la derrota militar y defendieron la revisión de las condiciones impuestas en el Tratado de Versalles. Además, contaba con la abierta oposición de los militaristas conservadores y los socialistas revolucionarios. Ambos grupos intentaron frecuentemente derrocar al gobierno, como en el Putsch de Kapp (1920) y el alzamiento espartaquista en 1920 dirigido por Karl Liebknecht y Rosa.

El partido socialdemócrata:

Los únicos partidarios de la republica democrática eran los socialdemócratas junto con un puñado de intelectuales burgueses que formaban el Partido Democrático Alemán. El Partido Socialdemócrata creció antes de la guerra hasta convertirse en el más importante: en 1912 había conseguido de 35% de los votos del Reichtag. En este proceso de crecimiento el SPD había pasado de ser un grupo revolucionario hasta convertirse en una institución reformista que proyectaba conseguir el cambio social ganado votos pacíficamente en vez de utilizar la agitación y la violencia.

El Reichswehr: el ejército

El Tratado de Versallles estableció que el ejército habría de componerse de soldados que servirían durante un largo período de tiempo, limitando a 100.000 el número de sus miembros. El resultado fue el nuevo Reichswehr, que se convirtió en un cuerpo elitista. Sus organizadores se consagraron a la tarea de conseguir cuerpos de oficiales capaces, pero hombres, y más aún oficiales, cuidadosamente escogidos entre aquellos elementos de la sociedad que proporcionaran un material idóneo. En consecuencia el ejército reflejaba sus prejuicios sociales y políticos, estaba formada por clases altas y hombres apolíticos. Lo que implicaba que el ejército actuará en apoyo de los intereses nacionales.

Esta actitud se puse de manifiesto con el Putsch de Kapp:

Como "Kapp-Putsch" se designa un intento de golpe militar a comienzos de la República de Weimar, entre el 13 y el 17 de marzo de 1920, conducido por Wolfgang Kapp – un político de "derecha" – y el General Walter von Lüttwitz contra el Reichspräsident (Presidente Imperial) Friedrich Ebert, socialdemócrata. Los golpistas asumen el poder en Berlín, el Gobierno huye a través de Dresden hacia Stuttgart.El Ministro Presidente de Bavieria, un socialdemócrata, es destituido por presión de los militares, los que nombran a Kahr, un político conservador.

Los sindicatos convocan a la Huelga General, el Partido Comunista Alemán (KPD) llama a la lucha armada y desata una fuerte resistencia, especialmente en la zona carbonífera y metalúrgica "Cuenca del Ruhr", con cientos de víctimas. Al cabo de una semana, el golpe militar de Kapp fue sofocado.El golpe fracasó por la fuerte resistencia de los sindicatos, por la pasividad de la burocracia ministerial en Berlín y por la falta de planificación de los golpistas. La Asamblea Nacional de Weimar (Weimarer Nationalversammlung) fue disuelta y se llaman a nuevas elecciones para el 6 de junio de 1920.

La cuestión de Baviera:

Baviera suponía una amenaza de desordenes mucho más seria. Aquí el gobierno del Estado era de derechas. El partido católico, el partido bavaro, tenía una carácter reaccionario. En consecuencia la Ley de 1922 para la Proteccion de la República, estaba destinada a reprimir los actos de violencia contra la República, pero no tuvo una aplicación efectiva. La consecuencia fue que Baviera se convirtió en un santuario de la oposición extremista y violenta a la democracia republicana. En Baviera se hallaban concentrados muchos hombres de los Freikorp y varios grupos patrióticos militares, el más notable es el Partido Obrero Nacionalsocialista alemán de Hitler. Que combinaba un violento nacionalismo con doctrinas racistas, con un nebuloso anticapitalismo.

El inicio de la Revolución:

El 8 de noviembre Hitler anuncio que la revolución nacional había comenzado. Formo un gobierno nacional, y se reservo para si mismo la dirección política, pero fracaso. Este fracaso tuvo una táctica permanente en Hitler , nunca volvería a arriesgarse ante las autoridades.

El rasgo que llama mas la atención es que durante 1924 y 1928 es la fuerza cada vez mayor de los socialdemócratas, los más firmes defensores de la democracia republicana y la creciente perdida de importancia de los nazis. En la derecha conservadora el partido nacionalista popular alemán languidecen, este el partido de la mas pura reacción, el partido de los terratenientes y los campesinos que dependían de ellos y del mundo de las altas finanzas. Estaba apoyado por los votantes que miraban hacia las alturas con el objetivo de conseguir la igualdad y mejores oportunidades.

Stresseman:

Tras la derrota y la disolución del II Reich (II Imperio) alemán, Stresemann aceptó la recién instaurada República de Weimar, pero se opuso firmemente al Tratado de Versalles. Como líder del Partido Popular alemán del pueblo, que él fundó en 1918, se convirtió en canciller de un breve gabinete de coalición en 1923, poco después de la ocupación franco-belga del Ruhr. Abandonó inmediatamente la política de resistencia pasiva en esta zona, y como ministro de Asuntos Exteriores (1923-1929) dio una nueva orientación a las relaciones exteriores de Alemania, en coaliciones sucesivas. Convencido de la necesidad de la reconciliación de Alemania con la comunidad internacional, efectuó la evacuación del Ruhr en 1924, firmó los Tratados de Locarno en 1925 y al año siguiente logró la evacuación de parte de Renania y que Alemania fuera admitida en la Sociedad de Naciones.

Con solo sus medios se las arregló para que su partido que era de derechas y no republicano, pudiera ser considerado republicano. Ya que este era el partido del comercio y de la industria, su influencia superaba a la fuerza electoral

ITALIA DE 1919 A 1939

El fascismo en Italia se aplicó a la mayor parte de las corrientes hostiles al liberalismo y a la democracia y fue apoyado por los distintos grupos de la sociedad.

¿Representa al fascismo algunas ideas concretas?

El gobierno fascista en Italia en vez de controlar los acontecimientos, se vio arrollado por ellos. Adoptó dos líneas de acción principales:

  • De amenaza de violencia en el exterior.
  • De defensa de las desigualdades económicas en el interior.

Los fascistas aceptaban que el gobierno fascista significaba la dictadura verbal de Mussolini, este tenía convicciones vagas sobre política exterior y carecía por completo de ideas en lo relativo al gobierno interior de Italia, excepto el que tenía que desempeñar un papel importante en dicho gobierno.

Mussolini empezó a destacarse gracias a su defensa de la intervención de Italia en la guerra. En ese momento existían dos tipos de intervencionistas (posturas), estas son:

  • Los que pensaban que Italia debía tomar parte de la cruzada por la liberación de las nacionalidades, el establecimiento de la justicia internacional y la creación de un nuevo orden de coexistencia pacifica.
  • Los que veían en la guerra la oportunidad de ampliar el poder y la grandeza italiana.

Mussolini adoptó la segunda postura, y esto suponía el intento de ganarse el apoyo popular de aquellos italianos que estaban desilusionados por el resultado de la guerra y sus consecuencias. Es evidente que Mussolini no tenía sólidas convicciones acerca de los problemas sociales económicos o incluso políticos y que las posturas adoptadas por el fascismo le fueron impuestas a Mussolini y a su movimiento por las necesidades del momento.

Mussolini no era nada por si solo, era un demagogo ambicioso en busca de una fuerza política que le ayudara a subir, y si la clase trabajadora no estaba dispuesta a hacerlo los enemigos de dicha clase podían ayudarlo igualmente a conseguir sus objetivos.

En 1920 Mussolini dijo:.. "soy reaccionario y revolucionario, según las circunstancias".

Después de que Mussolini consiguiera hacerse en el poder, empezaron a haber muestras de un pensamiento fascista. Sus declaraciones filosóficas derivaban de Hegel y sus epígonos y de una aplicación arbitraria de la biología darviniana a la política (sobre la lucha competitiva en y entre los estados y sobre la obligación evolutiva que tiene el definitiva ese pensamiento fascista fue la consecuencia de la victoria fascista.

¿Cómo pudieron entonces el fascismo y Mussolini, sin ideas ni programas que ofrecer, hacerse con el poder en Italia?

La única respuesta posible fue que Mussolini y su movimiento fueron el cauce de la expresión de fuerzas económicas y sociales poderosas. Dichas fuerzas provenían de aquellos sectores de la sociedad italiana que tenían miedo a la revolución social y paradójicamente de la violencia y de la guerra. Fue así que la fuerza del fascismo nació del miedo al cambio social. Por otro lado las clases privilegiadas necesitaban una fuerza masiva para rechazar la amenaza del dominio rojo, de esta forma la reacción necesitaba el apoyo de las masas, los fascistas ofrecieron o más bien canalizaron dicho apoyo.

El fascismo debió su éxito al hecho de conseguir un número de votos y una fuerza física suficientes para resultar temibles ante los ojos de unos gobiernos y unos políticos que tenían tanto miedo a la izquierda que no sólo no deseaban tener que enfrentarse, por la derecha, con un nuevo enemigo, sino que incluso pretendían que ese nuevo enemigo se convirtiera en su aliado. El fascismo llegó a Italia porque la inflación de la posguerra estimuló una agitación activa y eficaz de las clases trabajadoras en pro de salarios más elevados en las ciudades y en el campo y porque el exceso de la población en este último provocó una lucha de clases en el medio rural. El apoyo al fascismo provenía de los que temían la revolución roja, el bolchevismo, el socialismo y la sociedad sin clases. Este apoyo fue lo suficientemente decidido como para vencer la tibia resistencia de un Estado liberal cuyos representantes temían mucho más la revolución socialista que la subversión fascista.

Durante los años siguientes Mussolini se aseguro se aseguro el grado suficiente de complicidad y colaboración por parte de los liberales, demócratas y popolari que le permitió una constante evolución hacia un Estado dictatorial de partido único. De esta forma más adelante el fascismo gobernaría sin tener en cuenta al parlamento, la revolución era toda poderosa, pero el gobierno respetaría las libertades y defendería la ley.

En 1925 y 1926, el régimen fascista continuó su evolución hacia la dictadura completa y sin tapujos. La libertad de prensa desapareció, lo que quedaba de la oposición parlamentaria acabó y los partidos antinacionalistas fueron suprimidos. Comenzó a funcionar un tribunal de defensa del Estado a principios y se ampliaron los poderes concedidos a la policía. En de 1928 toada fachada de gobierno representativo fue abandonada, al adoptarse un nuevo sistema electoral bajo el cual El Gran Concejo Fascista, un órgano de partido, tenía como misión nombrar ministros y futuros jefes de gobierno y se consultaba sobre todo tipo de cuestiones. En 1929 el régimen se consolidó con mayor éxito: el acuerdo con la Iglesia encarnado en los pactos de Letran es un ejemplo de esto, lo que permitió grandes concesiones a la iglesia, especialmente a lo que refiere a educación católica en las escuelas.

El Régimen trató de modelar a los italianos según el ideal de hombre activo, disciplinado y militarizado, de esta forma penetró así en las escuelas de esta forma "el gobierno exige que todas las escuelas, en todos sus niveles y en todas sus enseñanzas, eduquen para entender al fascismo, ennoblecerse y vivir en la revolución fascista"; bajo el fascismo el uniforme se convirtió en símbolo de igualdad.

Concepción de Estado:

La concepción fascista de la vida resalta la importancia del Estado y acepta al individuo solo en la medida en que sus intereses coincidan con los del Estado. El fascismo reafirma los derechos del Estado como expresión de la esencia real del individuo y no cree en la posibilidad ni la utilidad de la paz perpetua. Establece que solo la guerra potencia al máximo todas las energías humanas e imprime un sello de nobleza en los pueblos que tienen el valor de afrontarla.

Dice que las personas son capaces si actúan en equipo, de hacer cosas que no podrían hacer individualmente.

Estado corporativo:

El Régimen fascista proclamo haber descubierto un nuevo orden social y un nuevo modo de vida económica organizada con el Estado Corporativo. El proceso productivo no tenía porque provocar la antieconómica lucha de clases; el pensamiento fascista indicaba la manera de armonizar las demandas rivales del capital y el trabajo en la persecución de los fines nacionales. Mussolini afirma que las aspiraciones de la clase obrera debían conducir a la abolición de la propiedad privada o algún tipo de Estado fascista corporativo.

Proclamaban que el Estado corporativo significaba la abolición de los conflictos entre las clases y el fin de la lucha entre el capital y el trabajo. En éste, los representantes de los obreros y de los patronos, ayudados por funcionarios estatales, trabajarían conjuntamente en interés tanto de la producción como de la justicia social. Las huelgas fueron prohibidas legalmente y al tomar parte de ella s se incurría en un delito.

Objetivo económico:

El objetivo económico del régimen es una mayor justicia social.Frente al liberalismo, que propugna el libre juego de las fuerzas del mercado, como había postulado Adam Smith, y frente al socialismo, que supone la absorción de la vida económica por el Estado, el fascismo se presenta como una tercera vía, en la que se apoya a la empresa privada pero con una intervención estatal. 

El corporativismo se inspira en los gremios o corporaciones medievales, en los que, se afirmaba, se habían armonizado los intereses de patronos y trabajadores. De la misma manera el Estado corporativo suprimiría la lucha de clases, constituyendo al Estado en árbitro de las disputas dentro de unas instituciones comunes. El intervencionismo estatal fue una construcción jurídica de Alfredo Rocco, con las leyes laborales de los años 1926 y 1927, disposiciones que se resumen en la Carta del Lavoro (1927), que organiza las profesiones en corporaciones verticales de patronos y obreros. El Estado se reserva la última disposición 

Los planes de aumento de la producción se bautizan con denominación bélica. La "batalla del trigo" se inició en 1925; su objetivo era el autoabastecimiento para frenar la pérdida de divisas que provocaba la importación. Se consiguió con el cultivo de tierras marginales y convenciendo a los campesinos para que abandonaran otros cultivos. Una activa propaganda, en la que se presentaba a Mussolini con el torso desnudo, trabajando como agricultor, movilizó a millones de italianos en una empresa cuyo resultado feliz se identificaba con el prestigio de la nación.

Pero la batalla del trigo fue antieconómica. Parte de lo que se ahorró en compra de cereales extranjeros se perdió por el descenso en las ventas de otros productos, se abandonaron cultivos de huerta lucrativos, y en el Sur se antepuso el cereal a los pastos y a la ganadería, cuyos fertilizantes hubieran enriquecido el suelo. La agricultura intensiva, más idónea para una población en aumento rápido, provocado por la "batalla de los nacimientos", fue olvidada.

  La "batalla de la lira" consistió en establecer una cotización excesivamente alta para la moneda italiana, estableciendo una ecuación entre moneda fuerte y prestigio internacional, pero tal cotización redujo la competitividad de los productos italianos en el mercado exterior y produjo la quiebra de las pequeñas empresas

FRANCIA DE 1919 A 1939

La historia de Francia durante estos años esta rodeada de una sombría aureola. Fue un periodo con un final brusco y doloroso: la victoriosa invasión alemana y la ocupación de Francia en el verano de 1940. Las crónicas de la historia de Francia de esta época vienen generalmente presididas por la derrota de 1940. Esta es a menudo explicada como el resultado del funcionamiento del sistema democrático de la Tercera República, acusado de haber producido una desunión políticamente debilitante y gobiernos fatalmente débiles e indecisos.

Según críticas de la derecha la Tercera República permitió que los pacifistas, socialistas y comunistas socavaran los cimientos del poder de Francia, sobre todo impidieron un rearme a tiempo. Los reaccionarios nostálgicos alegan que el éxodo rural condujo a un relajamiento en este país al disminuir la masa de los recios campesinos. Así pues, Francia estaba sentenciada a la derrota antes de que la guerra empezase "la guerra estaba virtualmente pérdida de antemano".

En los años veinte, puede decirse que Francia marcho bien desde el punto de vista económico. En la medida que esta prosperidad se debió en gran parte a un proceso que todos deseaban evitar, la caída del valor del franco, casi nadie se apercibió de su completo alcance.

La situación de Francia, tras la crisis del 29/30.

Después de 1930, la situación económica empeoró. En primer lugar Francia se vio afectada por la depresión mundial que comenzó en 1929. En 1930 las exportaciones francesas descendieron una cuarta parte. En 1931 la devaluación inglesa suprimió bruscamente la ventaja con la que contaba la industria francesa en el mercado mundial gracias a la relativa baratura de sus productos sustentada por el bajo nivel al que se cotizaba el franco. La devaluación del dólar en 1933 empeoró las cosas, así comenzaron a descender las exportaciones de productos manufacturados. El colapso de los precios mundiales de los alimentos perjudicó a los productores de este sector en Francia y produjo así una reducción en la demanda interna de productos manufacturados. La principal medida que se tomó fue la reducción general de todo el gasto público, que incluía los interese de los préstamos, pero excluía los gastos de defensa y las prestaciones sociales.

El desempleo no llego a alcanzar las altas y dramáticas cotas de Inglaterra y Alemania, gracias a la marcha de muchos emigrantes que habían llegado a Francia en los años veinte. Y a una generalizada tendencia hacia la reducción del número de horas de trabajo. Los salarios disminuyeron, debido tanto a las reducciones políticas como a la disminución del número de horas de trabajo. Los trabajadores industriales no fueron la única clase social afectada, las rentas de los que vivían de la agricultura se vieron drásticamente reducidas.

El gobierno del Frente Popular de Izquierdas de Léon Blue, que llego al poder en el verano de 1936, abandonó la deflación a favor de una política que aumentase el poder adquisitivo, especialmente el de los trabajadores industriales. Bajo la presión de una serie de huelgas, el gobierno estipuló un incremento salarial. Las huelgas y la implantación de las vacaciones pagadas, junto con la fuga de capitales de Francia obligaron a una devaluación.

Partidos políticos:

Partido radical

Era históricamente el gran partido republicano, había adquirido fuerza manteniendo los principios de la gran revolución, la democracia, la libertad, la igualdad social, la razón y la oportunidad. Era hostil al catolicismo, a los grandes financieros y a los grandes terratenientes, pero se mostraba receloso ante el socialismo. Representaba al campesinado independiente y a la pequeña burguesía. Era políticamente progresista y económicamente conservador o incluso reaccionario

Frente popular:

Era una alianza de radicales, socialistas y comunistas que actuaron conjuntamente en las elecciones de 1936.

Partido Popular:

Partido adornado de atributos fascistas y ayudados por subsidios italianos, su misión era hacer frente a un inexistente plan comunista de tomar el poder de Francia.

Política exterior:

A finales de los años treinta las divisiones de opiniones acerca de la dirección de los asuntos internos franceses se vio complicada por las profundas diferencias en cuanto a la política exterior. Hasta 1936 la derecha francesa abogó por una línea dura con respecto a Alemania y por el mantenimiento a este fin de alianzas militares y del poder militar de Francia.

Hasta 1935 la izquierda francesa se mantuvo a favor de la conciliación y el desarme y de confiar la seguridad francesa a la Sociedad de las Naciones, aunque por lo menos los radicales nunca llevaran estas propuestas hasta el punto de aceptar un desarme unilateral.

Guerra Civil Española:

La Guerra Civil Española suscitó complicaciones mucho más graves. Toda la derecha francesa simpatizaba con la rebelión del ejército español contra el Frente Popular , mientras los comunistas franceses utilizaron todo tipo de medios, especialmente huelgas y manifestaciones, para obligar a Francia a intervenir al lado del gobierno republicano. Parecí probable que una intervención en España provocará un conflicto con los que apoyaban a los rebeldes españoles, Alemania e Italia.

La derecha francesa extrajo la conclusión de que los comunistas franceses bajo las órdenes de Moscú estaban deseosos de correr el riesgo de una guerra europea con tal de hacer vencer la causa de la revolución roja en España. El paso siguiente en la lógica del razonamiento fue crucial aunque fue adoptada por una parte de la derecha francesa: consecuentemente los comunistas deseaban la guerra europea para ayudar a la Internacional Comunista a extender su poder.

Relación con Hitler:

Hitler era un anticomunista decidido a aplastar al bolchevismo. Por consiguiente Francia en vez de hacer frente a la expansión alemana, debía aceptarla, intentando llegar a un compromiso con Alemania y dejando que esta destruyera Rusia. Francia podía defenderse de cualquier amenaza directa de Alemania, sobre todo si se evitaba el conflicto con Italia.

No toda la derecha francesa adoptó este punto de vista. Algunos se aferraron al antiguo planteamiento de que una Alemania agresiva necesariamente habría de intentar causar la ruina de Francia y que por tanto debía ponerse coto a la presión hitleriana: cualquiera que ayudase a resistirla debía ser considerado como un amigo de Francia, incluso Rusia.

Otros pensaban que aunque ya se habían perdido algunas oportunidades de detener a Alemania, en el futuro había que frenarla, si se pretendía que la propia Francia se viera libre de dominio nazi. Había que volver a las alianzas orientales, incluyendo en ellas a Rusia, y había que estimular a Inglaterra para que se uniera a la resistencia a los futuros avances alemanes.

Política interior:

En la política interior las divisiones entre los franceses se habían hecho menores en 1939 y la economía estaba haciendo rápidos progresos; la democracia republicana había sobrevivido y Francia seguía siendo el país de la libertad; la desunión en la política exterior quedo temporalmente silenciada por el estallido de la guerra.

Tercera República:

Se ha alegado que los gobiernos de la III República eran excesivamente débiles. La principal base de esta alegación era que estos gobiernos eran frecuentemente derrotados por votaciones adversas en la Cámara de Diputados y que, por tanto, gabinetes y ministros no eran sino efímeras e inquietas sombras sin tiempo de tomar decisiones coherentes y mucho menos de llevarlas a la práctica. Entre las dos guerras se dieron en Francia 42 gobiernos.

La Tercera República Francesa, (en francés, La Troisième Republique) (1870/75 – 10 de julio de 1940) cubre los gobiernos que rigieron Francia desde el fin del Segundo Imperio Francés hasta el establecimiento de la República de Vichy. Fue una democracia parlamentaria, que empezó el 4 de septiembre de 1870 al ser preso Napoleón III durante la Guerra Franco-Prusiana. Su mayor logro fue sobrevivir a la Primera Guerra Mundial, pero se acabó cuando no supo contener la invasión Nazi.

La Tercera República surgió debido al vacío de poder creado al ser derrotado Napoleón III en la Batalla de Sedán, terminando de esta manera el Segundo Imperio, vencido por Prusia, después de 18 años de existencia.

El nacimiento de esta República ocurre cuando el canciller Otto Von Bismarck, de Prusia, deseoso de unificar su país con los Estados Alemanes, inicia una guerra nacionalista con Francia como medio de que estos estados germanos, atrapados, no tuvieran otra opción que unirse al bando prusiano. La victoria alemana y la prisión del emperador francés aseguraron durante años la supremacía del Segundo Reich.

BIBLIOGRAFÍA

  • La era del Imperio 1875-1914". Capítulo II: La economía cambia de ritmo. Eric Hobsbawn.
  • EL SIGLO XX. EUROPA 1918-1945 R A C Parker.

Autora:

Rosalía Terceiro.

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