ESPAÑA DE 1919 A 1939
Situación política y social de España:
La temática esencial de la historia de España en estos años puede ser anunciada como el fracaso del intento hecho durante el periodo republicano de crear un sistema político razonable y libre y de combatir algunas de las causas del retraso y miseria de gran parte de la población.
De manera general se puede decir hacia 1918 España estaba regida teóricamente por una monarquía democrática, en la práctica, ni los gobiernos ni las Cortes, representaban a las fuerzas sociales. La elecciones eran manipuladas por la oligarquía proveniente de las clases medias y altas; en el caso de los trabajadores, los campesinos podemos decir que tenían sus propios cauces de expresión a través del socialismo y e anarquismo y sobre todo a través de sindicatos socialistas y anarcosocialistas. Por su parte el ejército intervenía en la política por medio de organizaciones conspiratorias de oficiales.
Grupos políticos:
Partido socialista:
Existía desde de 1879, el mismo asumió la idea de moverse dentro de los mecanismos constitucionales en su lucha por el poder político. Dentro de este encontramos al Movimiento socialista sindicalista (UGT) que es un movimiento reformista que fue fundado en 1888 y que creía en el progreso de la clase trabajadora a través de huelgas pacificas, para ellos lo necesario era desarrollar una buena organización y extender la conciencia política a través de la educación.
Cabe destacar el hecho que después de la guerra los socialistas se vieron enfrentados, con otros partidos europeos, debido a la decisión de adherirse o no a la Tercera Internacional de Moscú por lo cual un buen número de dirigentes socialistas se escindieron y formaron el partido comunista.
Anarquistas:
Con respecto a las doctrinas anarquistas es necesario advertir, que alcanzaron mayor aceptación en España que en ninguna otra parte de Europa.
Estos grupos anarquistas buscaban la libertad y la destrucción de cualquier autoridad que la limitase, especialmente el Estado. Para éstos los hombres libres cooperarían con otros hombres libres para constituirse en pequeñas sociedades que contrarían pactos voluntarios. De esta forma desaparecerían los vicios humanos originados por la subordinación, la explotación y la destrucción de la dignidad humana.
Anarcosindicalistas:
Buscaban espontaneidad, no disciplina; su finalidad era la destrucción de la opresión estatal, la atomización del poder, no su posesión
El Ejército:
El ejército intervenía en la política por medio de fluidas organizaciones conspiratorias de oficiales, para restaurar el orden o para eliminar la corrupción, con el fin de configurar la voluntad nacional. Era una institución poco común. Tenía una escasa relación con lo que se considera una fuerza armada moderna. Se mostró incapaz de mantener su dominio sobre Marruecos español sin colaboración de los franceses.
El número de oficiales era excesivo y no estaban bien pagados, pero los hijos de la clase media encontraban en él seguridad, prestigio social y sentimiento de pertenencia a un grupo elitista. Las fuerzas armadas, eran poco apropiadas para las campañas exteriores, pero podían intervenir decisivamente en la política interna. Con respecto a los oficiales que tenían pocas ocupaciones fuera de la campaña de Marruecos, meditaban sobre la s injusticias que cometían los políticos civiles.
La burguesía:
Los grupos superiores de la burguesía estaban estrechamente integrados, social y económicamente, con la aristocracia terrateniente. El desarrollo industrial de Bilbao, Barcelona y Asturias, dio origen a una clase de ricos industriales. Estos industriales colaboraron con la oligarquía rural en el control de las instituciones financieras, mientras que los grandes industriales invirtieron su dinero en la industria.
La pequeña burguesía estaba compuesta por comerciantes, tenderos, pequeños comerciantes, éstos les temían a los anarquistas, tenían esperanzas de reforma y de renovación, pero mucho temor a la subversión.
La Iglesia:
La iglesia española era una institución grande, rica y poderosa, contaba con sacerdotes, frailes y monjes. Nadie sabía cuantas propiedades rústicas, industriales y urbanas poseía. La iglesia conservaba el control sobre la educación. Se creía que los jesuitas tenían numerosas inversiones En algunas zonas rurales, seguía siendo respetada por todas las clases.
En general las mujeres de de la burguesía eran devotas, entre los hombres de la clase media y alta se conservaba cierto sentimiento religioso, y estos apoyaban a la iglesia como bastión del orden. Y efectivamente lo era, pues la jerarquía eclesiástica se distinguía pro su profundo conservadurismo, quizás relacionado con su riqueza, no compartida con el clero parroquial o quizás por la amenaza del ateismo anarquista.
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