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Bilingüismo y diglosia. Lenguas en contacto. Normalización lingüística

Enviado por Cristina Ferrís


Partes: 1, 2

  1. Lenguas en contacto
  2. Bilingüismo y diglosia
  3. La normalización lingüística
  4. Bibliografía

El término bilingüismo, aparentemente sencillo, encierra un universo tan complejo que se ha convertido en reto apasionante para sociolingüistas y educadores. En cierta forma, podríamos decir que la enseñanza de lenguas, la glotodidáctica, continúa siendo uno de los temas clave de las reformas educativas y las políticas lingüísticas. La comprensión cabal del fenómeno bilingüe requiere la perspectiva del contacto lingüístico.

Alumnos y profesores tienen, cada vez más, la oportunidad de vivenciar en el aula el contacto de lenguas no como teoría, sino como praxis. Hoy en día es frecuente que la lengua de escolarización de los discentes sea distinta del castellano. Catalán, gallego, idiomas romances extrahispánicos como rumano o portugués, semíticos como el árabe, no indoeuropeos como chino o vasco, son las lenguas maternas de muchos de ellos. Heterogeneidad creciente en las aulas, importancia cada vez mayor de las lenguas extranjeras (especialmente del inglés), creación de centros y secciones bilingües, de aulas de inmersión lingüística, etc. La realidad educativa actual ha cambiado. Los problemas de aprendizaje de lenguas, sus contactos y transferencias mutuas, ocupan una parte importante del tiempo escolar.

El estudio de la diversidad y el contacto de lenguas es una oportunidad para la transmisión de valores permanentes, como respeto, tolerancia, curiosidad científica, apreciación del patrimonio natural y social… Una ocasión para integrar y socializar.

Lenguas en contacto

El contacto de lenguas es un hecho universal. En el mundo existen unas seis mil lenguas y tan sólo doscientos estados, por lo que irremediablemente en algunos países se hablan varios idiomas. El encuentro idiomático es inevitable: las isoglosas no son barreras infranqueables. Las relaciones de contacto son estudiadas con perspectiva global por la Sociolingüística. Desde ella podemos comprender fenómenos como: bilingüismo, sustrato, pidgins, acentos extranjeros, enseñanza lingüística… Además, no es lo mismo que el contacto se produzca entre lenguas, dialectos o variedades dialectales, ni que el contexto de intercambio sea de bilingüismo o diglosia.

Las situaciones que favorecen el contacto son varias; por ejemplo, la emigración. El contacto puede ocurrir en zonas donde se hablan numerosas lenguas (Amazonas); o en países con pasado colonial (África, América); o en estados unificados, uno de los cuales impone su lengua; o en áreas turísticas (Mediterráneo); o en lugares con relaciones políticas, económicas, culturales (ONU, Bruselas, inter-cambios Erasmus, multinacionales).

En la mezcla de lenguas pueden darse distintas situaciones. Hay mantenimiento lingüístico cuando ninguna de las lenguas en contacto sufre grandes cambios. Si una de ellas invade los ámbitos de uso de la otra y la hace desaparecer (mortandad lingüística), se produce sustitución lingüística. Si de las dos lenguas en contacto surge una nueva, se da la fusión o amalgama de lenguas. Si el uso de las dos lenguas se alterna en determinadas circunstancias, hablamos de conmutación (incluye al bilingüismo y la diglosia). Los contactos lingüísticos se estudian diacrónicamente (por ejemplo, la sustitución tiene que ver con la acción de superestrato y sustrato, como en el caso de las lenguas prerromanas y el latín peninsular) o sincrónicamente (caso de la conmutación).

1.1. SUSTRATO, SUPERESTRATO Y ADSTRATO

Estos fenómenos lingüísticos son la resultante del contacto de lenguas a lo largo del tiempo y el espacio.

. La lengua de sustrato, que recibe ese nombre por analogía con las capas geológicas, la forman las características que un idioma desaparecido deja en la lengua de sustitución: palabras, hábitos fonéticos, de entonación, gramaticales… Los primeros que usaron el concepto fueron Ascoli y Schleicher (S. XIX).

. El superestrato, concepto de Von Watburg (1933), define la influencia de una lengua que, teniendo dominios propios, invade otros sin imponerse en ellos, aunque dejando algunos rasgos. Por ejemplo, el árabe o las lenguas germánicas influyeron en el latín peninsular.

. El adstrato, término reciente creado para completar los otros dos, acuñado por Valkhoff, designa la relación de dos lenguas que, por razones de proximidad o vecindad, se influyen mutuamente. Ej.: el gallego-portugués, fragmentado luego en gallego y portugués; los préstamos al español de lenguas cercanas (italianismos, galicismos, anglicismos, lusismos).

1.2. LINGUA FRANCA, PIDGIN, SABIR Y CRIOLLO

La necesidad de intercambio entre culturas diferentes ha llevado en todo tiempo a buscar soluciones comunicativas, entre las que destacan: lingua franca, pidgin, sabir y criollo. Todas, menos la lingua franca, son variantes producidas por contacto de dos o más lenguas. Ducrot y Todorov las consideran lenguas mixtas. El término pidgin procede de la pronunciación en cantonés de bussiness, negocio en inglés. El pidgin-english o inglés hablado en los puertos de China formado por vocablos ingleses adaptados al sistema gramatical chino es la lengua mixta que da nombre a la categoría.

. La lingua franca o vehicular sirve para propiciar el intercambio comunicativo entre poblaciones de diferentes lenguas. Se trata de un idioma o variedad idiomática ya existente que, por diversas razones, se convierte en lengua de contacto entre distintas comunidades. El latín en su momento y el inglés hoy son ejemplos de linguas francas.

. El sabir o pidgin incipiente tiene un valor de intercambio restringido, pues nace vinculado al comercio, para favorecer las transacciones. Su gramática no está bien definida, permite yuxtaposiciones de palabras. Cuando el proceso de mezcla no se da entre lenguas, sino entre dialectos, el resultado es una koiné (por ejemplo, el castellano, habla de transición vasco-románica según el profesor López García). Si lo que se mezclan son lenguas, se obtiene el pidgin incipiente.

. El pidgin elaborado es una lengua completa procedente de una hibridación o mezcla de elementos de distintas procedencias lingüísticas que compite en igualdad con los idiomas nacionales, con posibilidades de desarrollar una literatura de prestigio. Se crea a partir de dos o más lenguas con necesidades de comunicación que no poseen ninguna variedad en común. Hay algunos que pasan por la fase de sabires o pidgins incipientes. Otros, sin embargo, se convierten rápidamente en pidgins extendidos, como el papiamento, lengua criolla hablada por los negros de las antiguas Antillas holandesas, con el 85% del vocabulario de base española y otros elementos afroportugueses y holandeses.

. Los pidgins, por definición, no tienen hablantes maternos. Son soluciones sociales, no individuales, caracterizadas por normas de aceptabilidad. Cuando se convierten en lengua principal o única, cuando tienen hablantes nativos, entonces ya son criollos (del francés creóle), como el de las Antillas, que da nombre a la categoría. López Morales añade que «el criollo es sincrónicamente una lengua más, con variaciones diatópicas, diastráticas y diafásicas».

Al principio, la mezcla cultural y racial era considerada como motor de creación de pidgins, sabires y criollos. Pero se comprobó que la separación de hablantes y variedades lingüísticas es más determinante, pues las lenguas mixtas han proliferado donde predominó el comercio de esclavos. En África del Sur se originó un criollo, el afrikaans, a partir de la lengua de los amos, el holandés. Sin embargo, en la América hispana, por el trato de provincias que dio España a las colonias, casi no hay pidgins. Ni los hay en lugares de intensa mezcla lingüística, como Bruselas, sede institucional de la Unión Europea, o la ONU, o las legaciones diplomáticas (en estos espacios, detrás de la lengua, siempre está la representación nacional, el poder del estado, uno de cuyos símbolos es el idioma). Sí los hay, en cambio, en antiguas colonias de Francia, Holanda, Portugal e Inglaterra.

Manuel Alvar recuerda que el criollo se origina en una situación especial de bilingüismo, para la comunicación entre seres que no tienen nada en común, pues uno manda y el otro obedece. En el caso de Castilla, la lengua se trasplantó, no se impuso. Quienes la necesitaron la aprendieron. Hubo un proceso de adopción de la lengua del conquistador. Por eso en Hispanoamérica no hay apenas lenguas mixtas, se conservan solamente allí donde los grupos se aislaron:

. El palenquero (criollo de San Basilio de Palenque, originario de Angola y trasplantado por la ruta de los esclavos a Cartagena de Indias, mezcla de kikongo —variedad del bantú occidental—, portugués y español);

. El chabacano de Filipinas (o español de tienda o de trapo, hablado en las islas de Luzón y Mindanao, con influencia del vizayo, del iloco y del moro);

. El chamorro (también de Filipinas, hablado en las islas de Guam, Rota y Saipán).

Según López Morales, el proceso de criollización lleva de las formas simples a las complejas en tres fases:

1. EI sabir o pidgin incipiente es lengua segunda o suplementaria para propósitos especiales de comunicación, lengua de comercio (aunque no todos los sabires tengan ese origen). Vinculado a las urgencias comunicativas de una actividad específica, como la compraventa de ganado, nace con léxico escaso y sintaxis mínima, depauperada morfológicamente («lengua india», sin morfología flexional: Mí comprar vaca', Tú comprar mí, barato, buen precio), aunque después pueda llegar a un grado de complejidad.

2. El pidgin extendido tiene una estructura simplificada, con todo más sistemática y compleja que en la fase anterior. También posee un léxico de mayor poder referencial.

3. Ya es un criollo e incorpora léxico de la/s lengua/s dominante/s. Mühlhauser ha demostrado, por ejemplo, que el léxico del tok pisin de Nueva Guinea procede de dos lenguas dominantes, el tolai y el inglés:

TOLAI

INGLÉS

TOK PISIN

otip (techumbre de paja)

on top (sobre, encima de)

ontop (en lo alto, techo)

bolo (vientre)

belly (vientre)

bel (vientre)

López Morales resume el proceso de criollización así:

jerga (pre-pidgin)

*

pidgin incipiente {pidgin estable, estabilizado, sabir)

*

pidgin elaborado (expandido, extendido)

*

criollo (con hablantes nativos)

Una jerga puede pasar directamente a criollo, como el criollo inglés de Hawai. O convertirse en pid-gin incipiente y llegar de golpe a criollo, como el criollo inglés de Torres Straits. O atravesar cada fase, como el tok pisin de Nueva Guinea.

El término crioiloide se aplica no muy correctamente a variedades de reciente creación como singiish (inglés de Singapur) y espanglish (inglés y español hablado por puertorriqueños de Nueva York).

Un caso especial de lengua mixta creada no por coexistencia obligada de dos idiomas, sino voluntariamente, es la que usaban los sabios hebreos para comunicar la verdad a los sefardíes españoles: el ladino. Idioma sacralizado, considerado lengua calco (nunca se habló, aunque el pueblo lo entendía), el ladino tenía forma española y contenido hebreo. Perduró hasta nuestros días e incluso proporcionó préstamos a otras lenguas.

1.3. LENGUAS FRONTERIZAS

En zonas de frontera se pueden encontrar distintas situaciones: desde el bilingüismo en el que las dos lenguas en contacto se conservan inalteradas, hasta la creación de variedades fronterizas a partir de las lenguas-fuente.

En los fronterizos son frecuentes las transferencias proactivas (de L1, lengua materna, a L2, lengua aprendida) o retroactivas (de L2 a L1). Por ejemplo, en Sagunto, zona de abundante inmigración castellana, motivada por la industrialización, donde L1 =valenciano y L2=castellano, es retroactivo el mantenimiento de preposición en la completiva valenciana: Estic content de que hageu vingut < Estoy contento de que hayáis venido. Y son proactivos:

. Los calcos preposicionales: Corta el pan en el cuchillo (no con) < Talla el pa en el ganivet,

. El de partitivo: Si tienes tomates, dame tres de maduros < Si tens tomates dona-me tres de madures;

. La doble negación: Nadie no lo ha visto < Ningú no ho ha vist.

Otros ej.: el portuñol, hablado en las zonas de frontera de España y Portugal; el llanito, hablado en Gibraltar, con un español fuertemente influido por el inglés.

1.4. INTERFERENCIA, TRANSFERENCIA Y CONVERGENCIA

Uriel Weinreich, en Languages in Contact (1953), define el concepto de interferencia como desvío de la norma en alguna de las lenguas de los bilingües, el cambio en una lengua por influencia de otra. Reserva los términos lengua-fuente (F) para la que produce las interferencias y lengua-objeto (O) para la que las recibe. Y para explicar cómo se producen las interferencias, analiza una serie de elementos lingüísticos y extralingüísticos: relaciones entre el grupo bilingüe y el monolingüe, especialización de uso de cada lengua, actitud hacia el bilingüismo, separación o mezcla de lenguas en determinados contextos, tamaño del grupo bilingüe y su homogeneidad sociocultural. Las interferencias introducen elementos foráneos y obligan a reorganizar modelos en el nivel fonológico, morfosintáctico o léxico. Pueden ser de tres tipos:

. Fonológicas: El hablante de una lengua F proyecta sus hábitos prosódicos y fonéticos sobre una lengua O. Por ejemplo, a un español le costará diferenciar la [s] sorda y la [z] sonora del francés (poison/poisson, veneno/pescado-, désert/déssert, desierto/postre), porque en español no existe esa distinción. A un francés, en cambio, le costará realizar la oposición de esquema acentual del español término/termino/terminó, pues su lengua no es de acento libre.

. Gramaticales: Las más frecuentes afectan a las preposiciones. Por ejemplo, a partir de la expre-sión estaren casa, un español dirá fo be in home, en vez de to be athome.

. Léxicas: suelen ocurrir por amalgama o fusión de lenguas. Por ejemplo, para Estoy constipado, un español tenderá a decir Je suis constipé (Yo estoy estreñido), en vez de Je suis enrhumé; para Me has pisado, dirá Tu m'as pissé (Me has orinado), en vez Tu as marché sur mes pieds. Ejemplos como estos explican que, en la enseñanza de lenguas, se incluyan listas de falsos amigos.

Otra forma de interferencia es la extensión o generalización, es decir, el uso de una palabra con significado general en vez del vocablo de sentido restringido. Por ejemplo, cuando un español usa el genérico écrire en vez del restricto taper, para escribirá máquina. La polisemia también produce interferencias. Por ejemplo, el verbo llamaren español sirve en contextos distintos como: «pedir a alguien que venga», «nombrar», «hacer sonar el teléfono». Pero el catalán usa distintos verbos en cada caso:

Español

Catalán

Llama a X

Crida en X

Se llama X

Es diu X

Llaman al teléfono

Truquen al telefon

Hay también interferencias por sustitución léxica. Por ejemplo, los catalanes dicen Llévame esos bolis por Tráeme esos bolis, sustituyen traer por llevar por interferencia del catalán en el español.

Los calcos son formas de interferencia léxica que reproducen en la lengua O el significado de la lengua F por traducción directa. Así, la expresión inglesa conscientious objectors se convierte en objetores conscientes (objetores de conciencia) en traducción al español; la palabra rascacielos se forma sobre la inglesa sky-scraper, la expresión euskera hanka sartu se crea a partir del castellano meter la pata.

En vez de interferencia, el lingüista Clyne propone el concepto de transferencia, que define como el influjo de una lengua sobre otra (L1 > L2) que produce estructuras agramaticales. Por tanto, en la transferencia hay dos premisas: desvío de la norma y resultado agramatical. Si el resultado es gramatical, como en los ejemplos siguientes, entonces hablaríamos de convergencia, no de transferencia:

. Ejemplo 1: El español puertorriqueño, por influencia del inglés, usa el gerundio en función adjetiva (que Emilio Alarcos denomina gerundio del B.O.E., porque es frecuente en la prosa administrativa peninsular): decreto nombrando instructor, folios conteniendo observaciones…. Uso no recomendable, pero gramatical.

. Ejemplo 2: Los puertorriqueños hacen uso anglófono de las finales de infinitivo cuando el sujeto de la subordinada es distinto del de la principal: *EI propósito de la reunión es para yo dar a conocer mi investigación < El propósito… es que yo dé a conocer mi investigación. El ejemplo está en el límite de lo gramatical, entre transferencia y convergencia.

. Ejemplo 3: A veces, contextos agramaticales (transferencias) acaban convirtiéndose en convergencias tan características que, por frecuentes, podrían acabar alterando la norma. Por ejemplo, el árabe no posee sujeto expreso obligatorio, pero por influjo del inglés, que lo exige, el habla bilingüe angloárabe empezó a afectarse, añadiendo primero formas de sujeto en contextos opcionales para el árabe y convirtiendo después la opcionalidad en obligación, expresando sujetos allí donde la gramática árabe consideraba incorrecto.

La perspectiva de Clyne es distinta a la de Weinreich, pero sus diferencias no son insalvables. Clyne llama transferencias a las interferencias gramaticales de Weinreich. Y para las fonológicas y léxicas reserva el nombre de convergencia. Algunos lingüistas consideran que la transferencia es fenómeno del habla, no de la lengua, pues su efecto es de superficie (actuación individual del hablante), no de sistema.

1.5. PRÉSTAMOS LINGÜÍSTICOS

Como los calcos, son tipos de interferencia léxica y existen en todas las lenguas. El español, por ejemplo, los tiene de distintas procedencias. Se producen por contacto, sea directo (conversación) o diferido (lectura, medios comunicativos). Son más propios de zonas urbanas y se usan (deberían usarse) donde no existan palabras de la lengua propia. Suelen adaptarse fonéticamente al sistema de adopción (hispanizarse, en el caso del español). La asignación de género se hace según las reglas de la lengua de acogida.

Los préstamos pueden ser positivos y contribuir a la modernización lingüística y al acrecentamiento del caudal léxico por importación. Pero también pueden empobrecer la lengua receptora si se introducen innecesariamente y sustituyen unidades propias (sustitución de palabras) o si son muy abundantes o se usan como palabras-cita, sin adaptación fonética ni morfológica. Podrían entonces precipitar o anunciar un estado de moribundia lingüística, con síntomas como: progresiva desaparición de las subordinaciones, reemplazo de construcciones analíticas por sintéticas, ausencia de reacción contra la lengua invasora, aumento de casos de desvío normativo, desaparición de antropónimos autóctonos, apogeo de hipocorísticos de la lengua foránea, introducción masiva de préstamos sin adaptación, recurrencia a la lengua extranjera en el estilo cuidado… El miedo a la muerte lingüística justifica las campañas o reacciones puristas, miedo que tiene su fundamento ya que, de las seis mil lenguas que existen en el mundo, se cree que aproximadamente la mitad desaparecerán en los próximos años. Muchas de ellas sobrevivirán como lenguas amenazadas o minoritarias. Tan sólo hay diez o doce dominios lingüísticos que tienen asegurada su pervivencia, el hispánico entre ellos.

1.6. MEZCLA DE CÓDIGOS

Se trata de la mezcla de dos lenguas en el mismo discurso, como en el habla hispana de Nueva York:

I used to eat bofe y garlic con cebolla, Vino el week-end, Hablamos for a couple of hours, Mándale un christma (una tarjeta navideña).

En general, la lengua materna de los inmigrantes cuando llevan muchos años en el extranjero se ve muy afectada. Por ejemplo, los españoles que viven en Francia utilizan palabras como: valijas < valises, maletas; pubela < poubelle, papelera; batimanes < bátiments, edificios; descender < descendre, bajar; cuando mismo < quand méme, incluso, con todo; yetar < jetter, lanzar, arrojar.

Bilingüismo y diglosia

Bilingüismo y diglosia son casos concretos de la mezcla de lenguas, relacionados con el contexto en que aquella se produce, con interferencias (influencias de una lengua sobre otra) y conmutaciones (alternancia de códigos en situaciones de igualdad o dominancia). Ambas palabras significan etimológicamente lo mismo, «dos lenguas», siendo bilingüismo el cultismo latino y diglosia el griego. Pero en sociolingüística se utilizan en sentido restricto, como tecnicismos.

2.1. BILINGÜISMO

Las primeras definiciones de bilingüismo se refieren a su uso individual (por personas que emplean «de forma alternada dos lenguas», como dice F. Vallverdú) o social («uso habitual de dos lenguas en una misma región»). La definición clásica de Marouzeau, en Lexique de la terminologie lingüistique (1943) recoge ambos aspectos: «Cualidad de un sujeto o de un pueblo que se sirve habitualmente de dos lenguas, sin marcada preferencia por una u otra». Y Miguel Siguán llama bilingüe a quien sea capaz de utilizar dos o más lenguas en cualquier situación con parecida facilidad y eficacia. Pero ¿es realmente posible que un hablante se exprese igual en dos lenguas sin preferencia por una u otra? Lázaro, en Diccionario de términos filológicos, vinculó el bilingüismo a la «Capacidad que posee un individuo o comunidad de poder usar normalmente dos idiomas. Bernard Pottier lo definió como la «capacidad de comprender una lengua distinta de la materna y de hacerse comprender en ella», diferenciando el uso concurrente (indiscriminado) del preferencial (elegido en función del tema de debate o de la situación extralingüística). Lewandowski, desde una perspectiva social, amplió la definición: «en sentido más amplio, el bilingüismo incluiría también la coexistencia y contigüidad entre el dialecto, la norma y los distintos sociolectos (bilingüismo social)».

No se trata, pues, del mero uso de dos lenguas, sino también de las circunstancias en que la elección de una u otra se produce y de la forma del contacto entre ellas; y, por supuesto, de la capacidad del hablante para expresarse mejoro peor en alguna de ellas. Weinreich situó el bilingüismo en la perspectiva de la mezcla de lenguas y del plurilingüismo, fijándose en la dimensión social del fenómeno. Para él, el bilingüismo se produce cuando dos o más lenguas son utilizadas alternativamente por las mismas personas sin que la alternancia sea equilibrada (lenguas dominantes y dominadas).

W. F. Mackey propuso considerar bilingüismo o multilingüismo no como conceptos absolutos, sino relativos. Se trataría de especificar en qué aspecto un individuo es bilingüe o multilingüe, considerando elementos como:

. Número de lenguas implicadas.

. Tipos de lenguas relacionadas (afines genéticamente, distintas).

. Influencias fonéticas, léxicas, gramaticales de una sobre otra.

. Grado de posesión de cada lengua (hablante nativo, avanzado, debutante).

. Alternancia de lenguas (preferencias según situaciones, función social de cada una).

El bilingüismo debe estudiarse sincrónicamente, vinculado a los conceptos de conmutación (alternancia de lenguas), adstrato (préstamos) o dominancia. El bilingüismo supone interacción de dos códigos, A y B, con acciones recíprocas de interferencia: préstamos, modificaciones fonológicas, evoluciones macro o microscópicas.

2.1,1. Tipología

Bilingüismo individual

El hablante bilingüe puede pertenecer a una comunidad monolingüe, bilingüe o plurilingüe. En las comunidades multilingües, los hablantes cambian de una lengua a otra igual que los monolingües cambian de estilo, adaptándose a la situación comunicativa. La elección de una u otra lengua, en principio, es arbitraria, pero en la práctica puede estar regida por determinaciones de tipo social o institucional. Según Miguel Siguán, en el bilingüismo individual se diferencian grados (conocimientos bilingües del individuo, frecuencia de empleo de cada lengua) y situaciones como:

. Bilingüismo familiar (el niño está inmerso en un medio bilingüe en su vida familiar, habla dos lenguas).

. Familia monolingüe en medio lingüístico extraño (habitual en los emigrantes, el sujeto ha de aprender otra lengua después de la infancia y usarla fuera del ambiente familiar).

. Minoría lingüística autóctona (por ejemplo, minorías judías).

. Minoría lingüística inmigrada (por ejemplo, población china de una ciudad).

Medina López clasifica el bilingüismo individual por factores:

. Según la relación entre lenguaje y pensamiento: coordinado (las lenguas se aprenden independientemente, el sujeto tiene una representación conceptual para cada una; cuando recibe un mensaje en lengua a, lo entiende en esa lengua y en ella emite su respuesta); compuesto o condicionado (una de las lenguas se aprende a partir de la otra, el hablante tiene una representación común para ambas; cuando recibe un mensaje en lengua B, lo traduce primero a A para comprenderlo).

. Según la competencia alcanzada en ambas lenguas: equilibrado (idéntico grado de conocimiento y dominio de cada lengua igual que un monolingüe); dominante (mayor conocimiento de una lengua, generalmente la materna). El bilingüismo equilibrado es ideal, no se alcanza casi nunca.

. Según la adquisición de los sistemas: natural o primario (el sujeto tiene contacto con dos lenguas desde pequeño); implantado o secundario (adquiere la segunda lengua por aprendizaje).

. Según la edad de adquisición: de infancia, de adolescencia o de edad adulta. Dentro del bilingüismo infantil, hay dos tipos: simultáneo (el niño aprende dos lenguas maternas a la vez) y consecutivo (adquiere la segunda lengua a edad muy temprana, pero ha adquirido previamente la lengua materna).

. Según el uso de los sistemas: activo (utiliza las dos lenguas) o pasivo (comprende las dos, pero solo se expresa en una).

. Según la consideración sociocultural de las lenguas: aditivo (igual prestigio de las lenguas) o sustractivo (una de las lenguas está desprestigiada y puede frenar el desarrollo cognitivo del hablante).

. Según la identidad cultural: bicultural (el bilingüe reconoce su realidad bicultural) o monocultural (sólo reconoce su identidad de origen).

Karmele Rotaetxe, aunando las tipologías anteriores, propone una clasificación para el bilingüismo individual:

. De comprensión: el bilingüe comprende dos lenguas, pero sólo se expresa en una.

. De comprensión y expresión: comprende y usa las dos lenguas.

. De comprensión, expresión y pensamiento: es un bilingüismo completo, activo y coordinado.

En el proceso bilingüe pueden surgir interferencias entre uno y otro idioma: cambios de acento, uso de calcos lingüísticos, etc. Distintos motivos pueden hacer que una lengua se emplee más que otra (por ejemplo, un cambio de país de residencia), que se vaya olvidando (bilingüismo dormido), que cambie la actitud del hablante hacia las lenguas que habla (que la considere superior o inferior a otra).

Sesquilingüismo

Hockett denominó sesquilingüismo al bilingüismo pasivo que se da entre hablantes de lenguas distintas pero parecidas, como el español y el portugués. Este contacto de lenguas es sólo de capacidad lectora y puede darse en los individuos, sin que la comunidad entera sea sesquilingüista. Por ejemplo, un español puede leer y entender más o menos un texto en portugués; pero ni puede hablarlo ni comprenderlo oralmente con la misma facilidad, ni eso implica que todos los españoles sean iguales en comprensión del portugués. La base del sesquilingüismo es que la recepción lingüística requiere menos habilidad que la producción

Bilingüismo social

La acumulación de hablantes bilingües en un territorio convierte al bilingüismo en hecho social. El bilingüismo colectivo es la suma de los bilingüismos individuales, pero para que una región o territorio sea considerada bilingüe debe haber un número suficiente de hablantes que lo sean, aunque no es imprescindible que todos sus hablantes sean bilingües. Por otro lado, los individuos no se convierten en bilingües por azar, sino porque se encuentran en una situación familiar o social que impulsa a ello. De manera que hay relación causa-efecto entre sociedades e individuos. Las perspectivas psicológica y sociológica son, así, solidarias. Entre las razones para la existencia del bilingüismo social, se han apuntado las siguientes:

. La ocupación (efímera) o la colonización (más duradera) producen un efecto bilingüe. Ej.: la romanización, la hispanidad.

. El comercio: la necesidad del intercambio de productos puede llevar a los monolingües a adoptar una segunda lengua. Hoy en día, la lengua comercial internacional es el inglés, lo que empuja a un aprendizaje cuasi obligatorio de aquél.

. La superioridad demográfica: allí donde una lengua es mayoritaria, la población monolingüe, de otra lengua minoritaria, se verá impulsada a dominarla también.

. El poder, el prestigio y la riqueza que representa el grupo social dominante lleva a aprender su lengua.

. La expansión territorial y la ascendencia de una lengua (razones no lingüísticas) son factores clave que determinan: número de hablantes, poder político, económico, comunicativo, cultural, audiovisual…

. La escolarización puede empujar a favor de un modelo monolingüe, bilingüe o diglósico.

. La influencia económica y tecnológica pueden llevar al hablante a aprender una segunda lengua, vinculada al poder y solicitada en los círculos internacionales.

. La religión, hoy en día ha perdido protagonismo, pero ha jugado un papel importante. El cristianismo favoreció la expansión del latín y la evangelización de América extendió el español.

. Los medios de difusión (TV, radio, cine, prensa, telecomunicaciones, agencias de noticias) han adquirido gran importancia.

Todo esto nos lleva a pensar que las relaciones de lenguas en las zonas bilingües siempre son delicadas y dan lugar a modelos más o menos conflictivos de convivencia. Hay países con tradición bilingüe muy arraigada, como Bélgica (donde conviven flamenco y francés), Canadá (francés e inglés) e Irlanda (inglés y gaélico). El bilingüismo ideal consistiría en la utilización indistinta de dos lenguas en cualquier contexto, lo que, en líneas generales, debería corresponderse con un biculturalismo convivencial.

En cuanto a los tipos de bilingüismo social, hay principalmente dos: el bilingüismo instrumental, en que se utiliza una de las dos lenguas con fines pragmáticos (la relación con los otros), y el integrativo, que añade al uso pragmático una identificación cultural con la lengua utilizada.

En España se ha avanzado hacia el bilingüismo integrativo con la Constitución, pero históricamente ha habido momentos de diglosia o de bilingüismo conflictivo, puesto que en determinados momentos la utilización de lenguas no castellanas fue reprimida por el poder, por ejemplo, con la Ley Moyano de 1857, que obligaba a impartir la enseñanza en castellano

2.2. DIGLOSIA

El helenista Pernot fue el primero en acuñar, en francés, el término diglosia para aplicarlo a la Grecia clásica. En 1959, Charles Ferguson lo refirió a la situación lingüística en la que existen una variedad alta, culta, utilizada en la comunicación formal (literatura, religión, enseñanza, administración) y una variedad baja, popular, de uso coloquial y familiar, relegada a la oralidad. Para Ferguson la diglosia se producía dentro de la misma lengua, como ocurrió en Grecia con el griego clásico y el demótico, o en Roma con el latín culto y el vulgar, o en el Islam con el árabe clásico y el popular. Pero otros lingüistas, principalmente Gumper y Fishman, han ampliado el concepto al observar que la diglosia también se puede dar entre lengua y dialecto, como sucede con el español y el andaluz; o entre estándar y criollo, como en el caso del francés y el criollo de Haití. Según Ferguson, hay dos condiciones que favorecen la diglosia entendida como el uso discriminado de dos variedades de una misma lengua:

. La existencia de un corpus literario o sagrado.

. Un alto índice de analfabetismo.

Para él, la diglosia es un caso de extrema contracción funcional que sucede en un territorio cuando diferentes modalidades de una lengua se especializan en unas determinadas funciones de uso, privilegiándose una sobre la otra. Usos que están muy relacionados con la diafasía, o estilo adecuado a un contexto (aspecto individual), y con la diastratía, o grado de instrucción y/o estrato social del hablante (aspecto colectivo).

La diglosia es un concepto social, pero tiene repercusiones individuales en los hablantes. Un bilingüe es capaz de expresarse en dos lenguas oralmente y por escrito, aunque una de ellas predomine en un momento dado o en una etapa concreta de la vida. Pero un diglósico no tendrá la misma facilidad para expresarse en ambos idiomas y dará a cada uno una función diferente. La diglosia tiene mucho que ver con el prestigio y el contexto sociopolítico. En fundón de ello, se establece la distribución de sistemas en determinados ámbitos, se imponen relaciones de dominación, imposición, restricción, prohibición… Un código dominante y otro restringido. Uno se ofrece como norma. El otro, como pseudocódigo. Uno es demonizado, incluso se reniega de él; vive en un estado de dialectalización, utilizado sólo en usos orales. El otro, sacralizado, se enseña en la escuela, es la lengua del gobierno y los tribunales, de la literatura y el arte; se usa para fines formales, religiosos, ceremoniales. La lengua prestigiada acaba siendo el código de lo oficial, el que nadie usa en una conversación relajada, el que a nadie pertenece como idioma materno porque, adquirido en la educación formal, termina por ser una lengua-modelo, inalterable al paso del tiempo; un código tan altamente formalizado (con gramática, ortografía, reglas de escritura, terminología amplia y precisa, tecnicismos, cultismos…) que cohíbe la creatividad. Sin embargo, es la variante del prestigio y del poder, y por eso despierta anhelo lingüístico, porque poseerla significa acceder a los cargos políticos, culturales, etc.

En una situación diglósica, con una lengua muy prestigiada, superior, el individuo difícilmente podrá abstraerse de la cuestión lingüística y tendrá que tomar alguna postura. Estas son, grosso modo, las que pueden darse:

. Aceptación: el individuo acepta como normal la situación diglósica, con mayor razón si todos los que conviven con él lo hacen igualmente. En la medida en que no discuten su situación de inferioridad colectiva, la diglosia no resulta problemática.

. Intento de identificación: el individuo intenta identificarse con el grupo preponderante y trata de asumir la lengua dominante como propia. Puede sentirse satisfecho o inseguro con esta situación. En caso de inseguridad, puede llegar a una conciencia de inferioridad, angustia, fracaso, incluso complejo de culpa.

. Fidelidad a la primera lengua: la decisión puede ser satisfactoria o problemática (cuando el individuo queda resentido contra su propia lengua por las menores posibilidades que ofrece).

. Ambigüedad: actitud del que no se decide a tomar partido y oscila entre la identificación con la lengua dominante y la defensa de la primera lengua; en esta situación, más aún que en las anteriores, el individuo tiende a atribuir a su situación bilingüe y bicultural la raíz de todos sus fracasos.

López Morales considera que la diglosia es un ejemplo extremo de estratificación social de las lenguas o de jerarquía lingüística.

2.2.1. Relaciones entre bilingüismo y diglosia

J. A. Fishman amplió el concepto de diglosia aprendido en Ferguson, considerando que no tenía por qué producirse solamente entre variedades de una misma lengua. Para él, en la diglosia podían entrar dos o más lenguas y no era necesario que el código B (o segundo) estuviese constituido por lectos, registros o variantes de A (código primario). Podía incluso tratarse de lenguas completamente distintas (como en el caso del vasco y el castellano), utilizadas en contextos bien diferenciados. Esta concepción amplia de la diglosia como contacto de lenguas, de lenguas y dialectos, de variedades lingüísticas o de registros diferenciados, utilizados con un criterio claro de diferenciación funcional, permite suponer que el fenómeno diglósico está presente en todas las comunidades lingüísticas. Según Fishman, la relación entre bilingüismo y diglosia puede dar lugar a varias situaciones:

. Comunidades con bilingüismo y diglosia: son comunidades grandes y complejas, con generaciones monolingües, pero que las instituciones gubernamentales, educativas, religiosas o laborales convierten en bilingües. Ejemplo: el uso del español y el guaraní en Paraguay.

. Comunidades con diglosia y sin bilingüismo: comunidades lingüísticas con diferencias socioculturales difíciles de traspasar, donde la clase alta habla una variante ininteligible para la clase baja. Sería el caso del ruso en la época de los zares, cuando el francés fue tomado como modelo del buen hablar.

. Comunidades con bilingüismo y sin diglosia: son comunidades que usan las dos lenguas arbitrariamente, sin normas prefijadas, por eso no hay diglosia.

. Comunidades sin diglosia ni bilingüismo: casos de comunidades muy pequeñas, sin ningún con-tacto con otras, aisladas y no diversificadas. Algo poco frecuente y casi impensable hoy.

Cabe decir que las relaciones bilingüismo-diglosia pueden variar en un mismo territorio a lo largo del tiempo. Es decir, tienen desarrollo histórico. Por ejemplo, Badía i Margarit ha estudiado la situación de diglosia vivida por el catalán respecto del español durante el franquismo, pero actualmente la situación ha evolucionado hacia el bilingüismo, con la Constitución, el Estatuto de Autonomía, las leyes de normalización

2.2.2 Bilingüismo en el área española

En el caso de España, hay varias lenguas cooficiales; desde la promulgación de la Constitución de 1978, de ahí que el contacto entre castellano, catalán, gallego y vasco suela estudiarse bajo la rúbrica del bilingüismo, reservando el concepto de diglosia para el encuentro entre lengua y dialecto o entre dialectos.

Revisando los distintos currículos de educación de las CCAA, en la relación de contenidos de Lengua y Literatura, se puede observar un punto común en todos ellos: reconocimiento de la realidad plurilingüe de España y valoración del plurilingüismo como fuente de reconocimiento personal y colectivo.

2.3. LA EDUCACIÓN BILINGÜE

Partes: 1, 2
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