- Introducción
- Características del derecho a la educación
- La propuesta educativa en el Perú
- Indicadores en educación
- La educación temprana
- La metodología CATE
- Alfabetización
- La educación en Derechos Humanos
- Educación en Derechos Humanos como derecho, responsabilidad y misión
- Aspectos de la educación en Derechos Humanos
- Metodología de la educación en Derechos Humanos
- Conclusiones
- Bibliografía
PRESENTACIÒN
Este trabajo lleva como tema Los derechos fundamentales de la Educación Peruana, en donde podemos ver su definición las leyes que ampara a la Educación y todo lo referente a este Tema , espero que sea de gran ayuda para todos nosotros.
La educación no es solo un derecho humano más, indispensable para el desarrollo de las personas y las sociedades, sino que es una herramienta del cambio social.
Sin embargo en los contextos de pobreza y exclusión en los que Ayuda en Acción está presente la educación es un derecho que no se cumple.
La deficiente cobertura, especialmente en zonas rurales y barrios urbano-marginales donde faltan escuelas, profesorado cualificado y bien retribuido y equipamiento básico. Los costes que imposibilitan que las familias puedan afrontar el que sus hijos e hijas acudan a la escuela.
La baja calidad de la educación, el trabajo infantil, la discriminación de género que obstaculiza la educación de niñas y adolescentes, la discriminación por discapacidad o enfermedad o la deficiente o nula atención a las necesidades de aprendizaje de las personas adultas.
Con nuestro trabajo perseguimos el Derecho a la Educación para todos y todas; una educación básica de calidad y gratuita, que provea a las personas con los contenidos y habilidades básicas necesarias para desarrollar una vida digna, seguir aprendiendo y poder ejercer como ciudadanos y ciudadanas libres de modo crítico.
Queremos una educación
que desarrolle las capacidades personales y sociales que permitan a las personas conocer el funcionamiento del sistema social para desenvolverse cotidianamente en él, así como cuestionar y recrear positivamente sus propios roles e instituciones.
con identidad propia del territorio que facilite el fortalecimiento de capacidades y medios para transformar la realidad y superar las condiciones de pobreza y exclusión.
con equidad de género. No sólo que salve las discriminaciones e inequidades en el acceso y permanencia que sufren niñas, jóvenes y mujeres, sino una educación que promueva la redefinición de los roles y las relaciones de género en términos de respeto y diálogo.
que fomente y enseñe la gobernabilidad democrática,
que mire al desarrollo económico como a un instrumento para el desarrollo de las personas y los pueblos, pero no como un fin en sí mismo.
que fomente la cultura, protegiendo y enriqueciendo los patrimonios culturales y que atienda a los procesos de interculturalidad para promover la convivencia democrática entre colectivos con diferentes identidades.
que ejerza un papel fundamental en el medio ambiente, tanto en el desarrollo de actitudes de respeto, como en la generación y fortalecimiento de capacidades para la preservación, recuperación y manejo racional de los recursos naturales.
que ayude a prevenir las enfermedades. Una educación que combata el estigma de enfermedades como el VIH/Sida y asegure la dignidad de las personas que la padecen.
para todos y todas, pero poniendo nuestro centro en las personas excluidas y queremos que esta educación sea ofrecida / garantizada por los estados, que son los únicos responsables.
Características del derecho a la educación
SON LAS SIGUIENTES:
Disponibilidad: Debe haber escuelas o instituciones educativas que cubran la totalidad de la población. Aceptabilidad: Los programas de estudio tienen que ser adecuados culturalmente y de buena calidad, aceptables por los titulares del derecho: alumnos y padres. Adaptabilidad: Esto significa que los programas deben adecuarse a los cambios de la sociedad. Accesibilidad: No se puede prohibir el acceso a la educación ya sea por color de piel o religión que ejerza o por razones culturales o físicas
La propuesta educativa en el Perú
La propuesta educativa rural que Ayuda en Acción ejecuta contempla dos espacios pedagógicos contiguos de intervención: la educación escolar formal y la no formal, o de adultos. En ambas el objetivo es que las Comunidades Rurales se doten a sí mismas de los recursos humanos necesarios, y de las estrategias educativas oportunas, para que sean capaces de transformar sus territorios, la organización y gobernabilidad comunitaria y local, y el sistema productivo y económico, de acuerdo con sus necesidades y aspiraciones.
Asimismo, debe atenderse el reclamo de una educación propia y útil para los propósitos que la transformación del medio rural supone. Esto implica el cuestionamiento -en el Perú y en la región latinoamericana- de la forma cómo se está aplicando la educación en general y de la actual escuela estatal en medios rurales y en contextos indígenas. Desde nuestra perspectiva la educación renovada en medios rurales debe asumir un enfoque intercultural asociado a una opción por democratizar más el país partiendo del conocimiento local y del refuerzo de identidades en un diálogo e intercambio de conocimientos con saberes de otras sociedades y culturas. Será fundamental en ella la consideración de características culturales y estilos de aprendizaje de las propias comunidades originarias (incorporación de códigos y procesos epistemológicos propios) así como promover la participación equitativa de hombres y mujeres tomando en cuenta un enfoque generacional. En el caso peruano será esencial atender las demandas de atención específica que representan las actuales escuelas unidocente y multigrado, así como la ausencia de oportunidades educacionales en el nivel secundario. No hay recetas para el desarrollo rural por eso se hace necesaria la definición de una nueva agenda de actuaciones concertadas con el sector empresarial y el conjunto de la sociedad civil territorial, en la cual la planificación del desarrollo se visualice como una tarea colectiva de interés común de modo que "lo rural" se transforme en otra manera de vivir con dignidad.
81% de jóvenes de 5to año de secundaria no comprende lo que lee.
Según el Ministerio de Educación sólo el 32,2% del total de la población menor de 5 años, es atendida por el sistema educativo. La menos favorecida se sitúa entre los 0 y 3 años, sólo el 2,5% recibe atención.
El 4% de niños -entre 5 y 11 años- no asiste a un centro educativo.
El 16% de niños de último grado tiene que trabajar.
Los centros educativos en áreas rurales suman 29,766 y significan el 58% del total de Centros Educativos registrados en el Perú.
Los Centros Educativos de la zona rural ofrecen predominantemente educación primaria, el 73.5%. La Educación Inicial es ofrecida sólo por 17% de los Centros Educativos.
En la zona rural el 98% de las escuelas son de gestión estatal.
El 33% de los gastos de la educación pública es cubierto por las familias peruanas
Walter Alarcón -experto en educación, basándose en información de la Encuesta Nacional de Hogares producida por el Instituto Nacional de Estadística e Informática– estima que en el Perú más de un millón 253 mil niños, niñas y adolescentes, entre 6 y 16 años, no asisten a la escuela.
En la zona rural existe un déficit del 22.8% en la oferta de educación primaria completa. Muchos Centros Educativos Primarios no se dicta los 6 grados de primaria.
El número de docentes rurales de primaria escolarizada a nivel nacional asciende a 60,198. El 86% de éstos docentes ha obtenido títulos pedagógicos en universidades e institutos. Eso no los acredita para trabajar en zonas rurales ya que las condiciones y contextos son diferentes. Por ejemplo, en su formación no son capacitados para enseñar en escuelas multigrado y unidocentes. (El 91.7% de las escuelas primarias rurales corresponde a la modalidad multigrado y unidocente).
Los resultados iniciales de una valoración de aprendizaje realizado en el 2001 muestra que en las escuelas multigrado los alumnos rinden menos que las escuelas polidocentes.
En 1996, una valoración del aprendizaje nacional encontró que sólo el 38.5% de niños/as escolares rurales dominaron 9 de 14 competencias básicas, comparado con el 63.5% de niños/as urbanos/as que lograron esos dominios.
En los poblados más pequeños de la zona rural, los Centros Educativos unidocentes tienen un promedio de 30 alumnos atendidos por un maestro – director.
La precariedad educativa femenina sigue siendo alta. El 32% de las niñas campesinas repiten de año o abandonan la escuela. Las mujeres rurales promedian sólo 4.9% de años de escolaridad. 7 de cada 10 analfabetos son mujeres en el medio rural.
En el 2002 el actual gobierno definió el Plan Maestro de Alfabetización como programa estratégico y mecanismo para superar progresivamente la exclusión de analfabetos. El cálculo de la inversión estimada para este tema equivale a $6.35 mensual por participante. La meta anual es de 250 mil alfabetizados a través de un programa de 8 meses de duración .
Para la Fundación Ayuda en Acción la atención integral de niñas y niños desde 0 a 3 años es una preocupación prioritaria. Numerosas investigaciones dan cuenta de la importancia que tienen los primeros años de vida, ya que en esta etapa se sientan las bases del desarrollo futuro. Más del 50% de las capacidades del ser humano están en juego en los 3 primeros años de vida. En nuestro enfoque de Educación Temprana los niños y niñas son sujetos y actores de su propio aprendizaje y no sólo sujetos de reacción.
Actualmente se conoce que, desde que nacemos los seres humanos somos sujetos de acción, con capacidad de transformar el medio y de transformarnos nosotros mismos. Es desde la acción que, desde niños(as), iniciamos la exploración y a conocer y formar nuestro pensamiento. Con la pedagogía de la acción tratamos de contribuir "al advenimiento de un a inteligencia en una dimensión más humana, que rompa con la formación de una inteligencia mecanizada que no tiene en cuenta la riqueza de la extensión del pensamiento de cada niño/a", Bernard Aucouturier.
Es importante considerar que, si queremos lograr grandes cambios en los procesos educativos del país y en las acciones de las nuevas generaciones, debemos empezar por los más pequeños y orientar todas las fuerzas hacia un proceso dentro de un marco de calidad y equidad en la enseñanza.
Los niños y las niñas necesitan conocer y comprender el mundo en el que viven y actúan. Por ello, deben desarrollar capacidades para la observación y el análisis de la realidad, la construcción de sus conocimientos y la solución de problemas de la vida cotidiana. Igualmente, sentimientos de pertenencia, respeto, interés y valoración de todos los elementos que la integran.
La Educación Temprana promueve el desarrollo oportuno de las potencialidades del individuo. Al hablar de desarrollo, nos referimos tanto al niño(a) como al grupo familiar y, a todos aquellos seres humanos con los que el niño(a) interactúa cotidianamente (comunidad). Es así, que procuramos un trabajo con el niño(a) fundamentado en el apoyo con los padres, y la creación de un ambiente que facilite su desarrollo.
En la práctica construimos un espacio físico y relacional con el propósito de permitir que la autonomía se desarrolle y se manifieste. Pero, esta actividad surge ante la presencia de un adulto observador y significante que, atento a las necesidades y posibilidades de cada niño, acompaña y facilita el proceso de desarrollo y aprendizaje físico y psicológico natural y equilibrado.
Los programas de educación temprana pretenden potenciar los períodos sensitivos, que son los momentos oportunos en los que el niño asimila con más facilidad determinados aprendizajes, todo esto relacionado a dos pilares básicos, la libertad de movimiento y el vinculo afectivo.
Dentro del concepto que parte de una experiencia de trabajo con niñas y niñas menores de 3 años, podemos decir que la educación temprana implica tener una mirada diferente donde podemos ver al niño como sujeto autónomo, que tiene iniciativa y es capaz de desarrollar sus propios proyectos y donde el adulto cumple un rol secundario que lo apoya y lo respeta en su proceso de aprendizaje y desarrollo.
La metodología CATE
Con el objetivo de crear las condiciones necesarias de calidad educativa desde las necesidades y derechos de las niñas, niños y adolescentes en los centros escolares, la metodología CATE, como propuesta de innovación pedagógica de Ayuda en Acción, se sustenta en los siguientes principios:
El reconocimiento de una dinámica interacción entre el conocimiento cotidiano y conocimiento científico.
La visión de la Escuela como un espacio de construcción y gestión del conocimiento, a partir de la relación hombre-naturaleza
Los contenidos curriculares se enriquecen o reconstruyen a partir de la experiencia de los productores para conocer su mundo y mejorarlo.
La escuela ayuda a la formación de la ciudadanía propiciando mejores niveles de participación de las personas.
El compromiso de los padres en el proceso educativo-docente de sus hijos.
La investigación escolar como proceso de reflexión, análisis y producción de conocimientos.
Los contenidos del aprendizaje parten de la cultura de la comunidad, de sus ciclos productivos y de su mundo interno vivido.
Los recursos naturales, hum anos y culturales de la comunidad, son utilizables como medios del aprendizaje.
Que conocer, analizar, transformar y evaluar son los ejes orientadores de la intervención metodológica.
Los procesos evaluativos son considerados como práctica que refleja el deseo de transformación de los sujetos del proceso formativo.
Desarrollar en los niños y niñas sus capacidades creativas.
Las acciones educativas están orientadas al desarrollo integral del niño en todas sus dimensiones (biosicosocial).
La metodología CATE comprende cuatro momentos -Conocer, Analizar, Transformar y Evaluar- y a través de ellos pretende:
Desarrollar en los niños y niñas capacidades y habilidades para conocer la realidad de su entorno a través de procesos de investigación que le permita observar, ver, levantar datos e informaciones y de esta manera producir conocimientos propios.
Promover en los niños y niñas capacidades y habilidades de análisis de la información que les permita confrontar, desarrollar y sintetizar el conocimiento producido resignificándolo a un nuevo nivel de conocimiento en base a sus experiencias.
Desarrollar en los niños, niñas y padres de familia capacidades, habilidades, actitudes y valores para operar en su realidad y transformarla, haciéndola ésta más apta para el desarrollo del proceso educativo.
Desarrollar capacidades y habilidades para reflexionar, proponer y enrumbar los propios procesos de trabajo de los sujetos involucrados en el proceso educativo.Evaluar.
En el Programa de Alfabetización no sólo se busca que la persona iletrada aprenda a leer y escribir. Con el Método Reflect – Acción se generan dos procesos paralelos y entretejidos: uno de alfabetización y otro de empoderamiento. Ambos procesos se refuerzan mutuamente: el empoderamiento de las personas crea usos para la alfabetización y la alfabetización proporciona habilidades prácticas para el desarrollo del empoderamiento de las capacidades de las personas.
La Metodología Refect-Acción consiste en organizar grupos de trabajo de personas iletradas, que se reúnen 3 veces por semana. Cada grupo, integrado por un promedio de 15 personas, está a cargo de un facilitador o facilitadora de la zona que ha sido capacitado(a) por el equipo del Área de Desarrollo. Las actividades de los grupos comienzan con dinámicas de animación y participación que ayudan a los(as) asistentes a "romper el hielo".
Los(as) participantes elaboran sus propios materiales de estudio como: mapas, matrices, calendarios, diagramas, etc, en los que representan su realidad. La idea es que el proceso de aprender tenga como punto de partida el conocimiento que cada uno ya posee, así, quién participa se siente vinculado y valora sus saberes previos.
El Programa busca que se genere una formación integral, mediante la cuál los(as) participantes reconozcan, expliquen, cuestionen y propongan soluciones a la problemática de su comunidad en forma consciente, creativa y crítica; de manera directa y activa en la transformación de su medio, con un rol protagónico. Finalmente, este proyecto se suma a otros trabajos que apuntan a lograr las metas a las que el Perú se comprometió en el Foro Mundial sobre la Educación, celebrado en Dakar en el año 2000. Este compromiso colectivo debe orientar las propuestas y los esfuerzos que se realicen hoy y en el futuro hasta el 2015, para conseguir una Educación de Calidad para Todos(as). En ese sentido el presente proyecto se enmarca en las metas comprometidas por el Perú:
Aumentar en un 50% el número de adultos alfabetizados, en particular mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y a la educación permanente.
Mejorar todos los aspectos de la calidad de la educación y asegurar la excelencia, de modo que todos logren resultados de aprendizaje, reconocidos y medibles, especialmente en lectura, aritmética y competencias esenciales para la vida.
Asegurar las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a programas apropiados de aprendizaje de competencias para la vida y la ciudadanía.
La educación en Derechos Humanos
Conceptualización de educación en derechos humanos
En la historia de la educación contemporánea, la educación en derechos humanos es una de las corrientes emergentes, cuyo desarrollo ha permitido acercar a los educadores de diferentes latitudes en una preocupación común por la promoción de los derechos humanos y la paz en el mundo.
La educación en derechos humanos es el proceso consciente y programado, a través del cual las personas y los grupos sociales aprenden a desarrollar conocimientos, valores, aptitudes, orientándolos a fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y a promover la comprensión, la tolerancia, la igualdad y la paz entre los seres humanos y entre las naciones. Sólo la educación puede lograr la transformación cultural de la sociedad de tal forma que los conceptos más importantes en torno a los derechos humanos logren difundirse en forma adecuada y suficiente, efectuándose verdaderos cambios de conciencia en los adultos y sembrándose realmente una conciencia sobre aquellos derechos en los futuros ciudadanos.
La educación en derechos humanos es fundamental para la conformación de una sociedad en la que primen la tolerancia, la libertad y el respeto a los derechos humanos. Pretende no meramente transmitir conocimientos sobre los derechos humanos, sino desarrollar actitudes de respeto y compromiso hacia ellos, de forma que sirva a la transformación de la sociedad y a la resolución de los grandes problemas de la humanidad, tanto a escala local como global.
La educación en derechos humanos se percibe de forma creciente como un mecanismo esencial para promover el des arrollo humano y el desarrollo sostenible. En última instancia, de lo que se trata es de hacer conscientes a las personas y a los pueblos de que el desarrollo se ha convertido en un verdadero derecho humano; esto es, que no está vinculado a la ayuda y la caridad, sino que ha pasado a estar íntimamente unido a la justicia social y al respeto de los derechos humanos fundamentales. En este sentido, la educación en derechos humanos es un instrumento para el empoderamiento de los sectores más vulnerables, para hacerles conscientes de sus derechos y ayudarles a articular sus demandas y reivindicaciones.
El Plan de Acción del Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos, 1995 – 2004: Lecciones de vida, define a la educación en derechos humanos como:
"El conjunto de actividades de capacitación, difusión e información encaminadas a crear una cultura universal en la esfera de los derechos humanos, actividades que se realizan transmitiendo conocimientos y moldeando actitudes, y cuya finalidad es:
"Fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales;
Desarrollar plenamente la personalidad humana y el sentido de la dignidad del ser humano;
Promover la comprensión, la tolerancia, la igualdad entre los sexos y la amistad entre las naciones, las poblaciones indígenas y los grupos raciales, nacionales, étnicos, religiosos y lingüísticos;
Facilitar la participación efectiva d e todas las personas en una sociedad libre; e
Intensificar las actividades de las Naciones Unidas en la esfera del mantenimiento de la paz." (Ugarte, C., 2005, p. 123)
Es importante tener en cuenta la consideración que hace la UNESCO (1989, p. 10),en el sentido de que la educación en derechos humanos debe contemplar aspectos sociales más amplios que los que se limitan al entorno escolar, así como esfuerzos para formar aptitudes generales tanto intelectuales como sociales, como lo son:
"Discutir, escuchar y defender opiniones incluso divergentes;
Reunir, comprender y analizar material de distintas fuentes, a fin de alcanzar conclusiones objetivas y balanceadas;
Reconocer prejuicios, estereotipos y actos discriminatorios;
Reconocer y aceptar diferencias;
Establecer relaciones constructivas y no opresivas con otros;
Resolver conflictos de una manera no violenta;
Asumir responsabilidades;
Participar en la toma de decisiones; y
Entender el funcionamiento y el acceso a mecanismos de protección a los derechos humanos en el ámbito local, nacional, regional e internacional."
Educación en Derechos Humanos como derecho, responsabilidad y misión
La educación en derechos humanos, después de un largo proceso, se ha ido configurando ella misma como un auténtico derecho humano. En la actualidad, no es algo que pueda quedar al arbitrio de los Estados, sino que éstos deben promoverla obligatoriamente en todos los niveles y modalidades del sistema educativo. La educación en derechos humanos es también una responsabilidad y una misión.
La base para tal consideración se desprende de lo preceptuado en los siguientes tratados internacionales de derechos humanos:
Declaración universal de derechos humanos
El artículo 26 inciso 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada el 10 de diciembre de 1948, señala:
"La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz."
Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales
El artículo 13.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 16 de diciembre de 1966, prescribe:
"Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe capac itar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz".
Convención sobre los derechos del niño
La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1989, en su artículo 29.1 establece que:
"Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades;
Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de la s civilizaciones distintas de la suya;
Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena; y
Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural."
Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza
El artículo 5 de la Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, el 14 de diciembre de 1960, establece:
"Los Estados Partes en la presente Convención convienen: a) En que la educación debe tender al pleno desenvolvimiento de la personalidad humana y a reforzar el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, y que debe fomentar la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales o religiosos, y el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz".
Protocolo adicional a la Convención americana sobre derechos humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales "Protocolo de San Salvador"
El artículo 13 de este Protocolo adicional, adoptado por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, el 17 de noviembre de 1988, dispone:
"Toda persona tiene derecho a la educación.
Los Estados Partes en el presente Protocolo convienen que la educación deberá orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad y deberá fortalecer el respeto por los derechos humanos, el pluralismo ideológico, las libertades fundamentales, la justicia y la paz. Convienen, asimismo, en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad democrática y pluralista, lograr una subsistencia digna, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales, étnicos o religiosos y promover las actividades en favor del mantenimiento de la paz."
Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos
Esta Declaración, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 8 de marzo de 1999, reconoce y reafirma el derecho y el deber de los individuos, los grupos, las instituciones y del Estado de promover el respeto y el conocimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en tal sentido establece:
"Artículo 1. Toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a promover y procurar la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional e internacional."
"Artículo 6. Toda persona tiene derecho, individualmente y con otras:
A conocer, recabar, obtener, recibir y poseer información sobre todos los derechos humanos y libertades fundamentales, con inclusión del acceso a la información sobre los medios por los que se da efecto a tales derechos y libertades en los sistemas legislativo, judicial y administrativo internos;
Conforme a lo dispuesto en los instrumentos de derechos humanos y otros instrumentos internacionales aplicables, a publicar, impartir o difundir libremente a terceros opiniones, informaciones y conocimientos relativos a todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
A estudiar y debatir si esos derechos y libertades fundamentales se observan, tanto en la ley como en la práctica, y a formarse y mantener una opinión al respecto, así como a señalar a la atención del público esas cuestiones por conducto de esos medios y de otros medios adecuados."
"Artículo 15. Incumbe al Estado la responsabilidad de promover y facilitar la enseñanza de los derechos humanos y las libertades fundamentales en todos los niveles de la educación, y de garantizar que los que tienen a su cargo la formación de abogados, funcionarios encargados del cumplimiento de la ley, personal de las fuerzas armadas y funcionarios públicos incluyan en sus programas de formación elementos apropiados de la enseñanza de los derechos humanos."
La UNESCO, junto con el Centro de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, celebró en Montreal (Canadá), del 8 al 11 de marzo de 1993, un importante Congreso Internacional, donde se aprobó el Plan de Acción Mundial de Educación en Derechos Humanos y en Democracia. En el preámbulo de este Plan se expresa la declaración que señala el Congreso Internacional sobre la Educación en Derechos Humanos y en Democracia:
Los valores democráticos son un requisito para el ejercicio efectivo de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y es conveniente, por lo tanto conceder una atención particular a la educación en derechos humanos y en democracia.
La educación en derechos humanos y en democracia es en sí un derecho fundamental y una condición esencial para el pleno desarrollo de la justicia social, de la paz y del desarrollo. El ejercicio de este derecho contribuiría a preservar la democracia y asegurar su desarrollo en su sentido más amplio
La educación en derechos humanos y en democracia consolidaría los esfuerzos tendentes a proteger los derechos humanos y a prevenir su violación.
El proceso educativo debería ser democrático en sí mismo, basado en la participación y concebido de tal manera que permitiera a los individuos y a la sociedad civil mejorar su calidad de vida.
En el Perú, la Constitución política de 1993 establece que la educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana y dispone con carácter obligatorio la enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos en todas las instituciones educativas del país.
La Ley General de Educación, Ley 28044, en su artículo 8, en concordancia con el mencionado principio constitucional, señala que:
"La formación ética y cívica es obligatoria en todo el proceso educativo; prepara a los educandos para cumplir sus obligaciones personales, familiares y patrióticas y para ejercer sus deberes y derechos ciudadanos. La enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos es obligatoria en todas las instituciones del sistema educativo peruano, sean civiles, policiales o militares. Se imparte en castellano y en los demás idiomas oficiales."
La educación peruana tiene a la persona como centro y agente fundamental del proceso educativo. Se sustenta en los siguientes principios, de conformidad con lo preceptuado en la Ley General de Educación:
"La ética, que inspira una educación promotora de los valores de paz, solidaridad, justicia, libertad, honestidad, tolerancia, responsabilidad, trabajo, verdad y pleno respeto a las normas de convivencia; que fortalece la conciencia moral individual y hace posible una sociedad basada en el ejercicio permanente de la responsabilidad ciudadana.
La democracia, que promueve el respeto irrestricto de los derechos humanos, la libertad de conciencia, pensamiento y opinión, el ejercicio pleno de la ciudadanía y el reconocimiento de la voluntad popular; y que contribuye a la tolerancia mutua en las relaciones entre las personas y entre mayorías y minorías así como al fortalecimiento del estado de derecho".
Aspectos de la educación en Derechos Humanos
La educación en derechos humanos es al mismo tiempo, una educación para la comprensión, para la tolerancia, para la paz y para la democracia.
Educación para la comprensión
El concepto de la comprensión implica apertura a lo diverso, a lo que se distingue o incluso se opone, a los propios criterios, a los propios valores y a la propia cultura. Implica además una disposición del entendimiento hacia la aceptación -si bien no necesariamente a la identificación y asimilación- de formas de pensar y actuar que son distintas a las que caben dentro de la propia estructura cultural.
Las formas de actuar de las personas y de los grupos, son consecuencia de un conjunto de criterios de acuerdo a los cuales cada individuo ha sido formado desde los primeros días de su vida. El desarrollo de la aptitud de la comprensión permite a la persona conocer y entender esos antecedentes y, como consecuencia de ello las formas de actuar mismas, aunque ello no implica que necesariamente la persona asimile, asuma o se identifique con tales antecedentes y conductas. Por otra parte, la comprensión es un instrumento que propicia formas pacíficas de solución de conflictos, así como la solidaridad entre personas, grupo y pueblos diversos.
Educación para la tolerancia
"En su forma más simple y básica, la tolerancia consiste en reconocer a los demás el derecho a que se respete su forma e identidad" (UNESCO, 1994, p. 72). Esta es la noción pasiva de la tolerancia, la que no se aleja de su origen y la cual remite a la necesidad de soportar algo con sufrimiento.
Pero el reto de la toleran cia no sólo se refiere a soportar la convivencia de las personas que se sienten distintas entre sí, sino de descubrir cómo vivir, interactuar y alcanzar objetivos comunes dentro de la diferencia: ésa es la tolerancia activa, que no se relaciona con padecer al otro, sino con una actitud de apertura hacia él, su singularidad, incluso cuando éstas contrastan con las de uno mismo. La tolerancia en su sentido más perfeccionado y purificado de sus orígenes ya mencionados, sólo se hace presente cuando se está en disposición no sólo de soportar, sino de aceptar e incluso estar abierto a celebrar la diversidad. La educación para la tolerancia requiere de una educación para el diálogo como una forma de espacio público y de vida cotidiana en el que es posible vivir junto al otro en una situación de tolerancia mutua.
De igual manera es importante destacar la existencia indispensable, dentro de todo proyecto educativo integral, de valores tendientes a impulsar la equidad de género, pues ésta forma parte de la transformación cultural y el progreso social.
Educación para la paz
Los criterios de la educac ión para la paz deben basarse en una visión relativa, desde la cual se procure que la violencia se encuentre ausente de los postulados educativos y de la vida cotidiana de la escuela. Se puede afirmar que un esfuerzo de educación para la paz debe contemplar los siguientes elementos:
Inserción en los programas educativos, de análisis y estudios formales relacionados con los intentos históricos para alcanzar la paz; los daños de la violencia y la guerra y las formas en que la paz se puede destruir o construir, con sus correspondientes beneficios sociales.
Rechazo expreso de todas las formas de expresión de violencia. Sólo cuando se rechazan todas las distintas formas de agresión, sin importar su gravedad o la afectación directa o indirecta de integrantes de la comunidad educativa.
Medios institucionales, aplicables y eficientes, de resolución de conflictos. Se ha mencionado ya que la educación en derechos humanos no se limita a los espacios específicos destinados a ella, sino que se presenta en la totalidad del desarrollo cotidiano. En cuanto a la educación para la paz se refiere, uno de los aspectos en que ésta se promueve es a través de la forma en que se resuelven los conflictos en la comunidad; se requiere de medios por los que se garantice el respeto a las partes, la solución justa del conflicto y que sean claramente más benéficas que las alternativas violentas.
Educación para la democracia
La democracia es un derecho fundamental del ciudadano, que debe ejercerse en condiciones de libertad, igualdad, transparencia y responsabilidad, con el debido respeto a la pluralidad de opiniones y en interés de la comunidad.
La democracia, como ideal, trata fundamentalmente de mantener y promover la dignidad y los derechos fundamentales del individuo, garantizar la justicia social, facilitar el desarrollo económico y social de la colectividad, reforzar la cohesión de la sociedad, impulsar la tranquilidad nacional y crear un clima propicio para la paz internacional. Como forma de gobierno, la democracia es el mejor modo de conseguir esos objetivos; es también, el único sistema político capaz de corregirse a sí mismo.
El logro de la democracia supone una auténtica asociación entre hombres y mujeres para la buena marcha de los asuntos públicos, de modo que tanto los hombres como las mujeres actúen en igualdad y complementariedad, obteniendo un enriquecimiento mutuo a partir de sus diferencias.
La democracia se funda en la primacía del derecho y en el ejercicio de los derechos humanos. En un Estado democrático, nadie está por encima de la ley y todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
Educar en derechos humanos supone, al mismo tiempo, educar en democracia, porque ambos conceptos están indisolublemente unidos. La doctrina y la experiencia histórica muestran que sólo en un Estado de Derecho democrático es posible que se reconozcan los derechos humanos; así como sólo puede calificarse a una sociedad auténticamente democrática cuando en ella se respetan los derechos humanos.
La democracia es mucho más que una doctrina d e acción política y un régimen de organización del Estado; es además, un modo y una cultura de vida:
"Es un sistema de relaciones humanas fundado en una legalidad aceptada por todos, dentro de la que se resuelven los conflictos y a la vez se expresan aquellos calores que sustentan los derechos humanos: la igualdad, la equidad, la solidaridad y la justicia, la libertad, la tolerancia a la diversidad y el respeto mutuo".
(Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1994, p. 5)
Enfoque de la educación en derechos humanos
En lo referente a los contenidos de la educación en derechos humanos, su enfoque debe ser:
Integral, es decir, debe abordar los derechos humanos en toda su amplitud y como un todo indivisible, abarcando tanto los derechos civiles y políticos como los económicos, sociales y culturales, así como los derechos colectivos o de los pueblos.
"Interdisciplinar, abarcando la diversidad de campos interrelacionados que tienen que ver con los derechos humanos: historia, relaciones internacionales, estudios Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1994, p. 5 sobre la paz o el desarrollo, etcétera" (Tuvilla, 1993, p. 20); y
"Transversal, pues, lejos de convertirse en una asignatura más, este tipo de educación debe impregnar todo el currículum y, más aún, todos los ámbitos de la vida de la escuela, incluyendo el llamado currículum oculto, esto es, lo que se enseña con el ambiente, las relaciones sociales y las actitudes cotidianas en ella. "Más que dar instrucción sobre derechos humanos, se trata de educar para que el alumno y la alumna los aprecien, los valoren y los vivan" (IIDH, 1994, p. 34).
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