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La regionalización en el Perú, como solución al centralismo histórico (página 2)


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Sin embargo, tal como se afirma: hay que considerar que los cuadros demarcatorios de carácter político que el país ha tenido en las diversas épocas de su existencia, no siempre han correspondido a las reales exigencias de su geografía y desarrollo social; así tenemos:

1.-Demarcación en época de la Colonia

El territorio nacional en el año de 1782, estaba dividido en seis intendencias: Lima, Cusco; Arequipa, Trujillo, Huancavelica, Huamanga, Tarma y más tarde Puno. Además las intendencias se dividían en partidos, en un total de 56; las luchas por la independencia trajeron consigo la necesidad de controlar el territorio por parte de los españoles.

La división y demarcación territorial del poder político militar incumbían en aquellos años a los españoles, en vista de lo cual:

"La Real orden del 31 de mayo de 1821, señala el ultimo intento de España por adoptar su organización a los nuevos tiempos. En dicha real orden se propugna la organización de juntas encargadas de un plan de división política del territorio, teniendo presente: primero, los limites naturales (ríos, montañas, etc. segundo, que haya proporción en la extensión y las distancias; tercero: que se distribuya equitativamente las riquezas en todas las ramas, haciendo discreta combinación".

Este último intento de demarcación política del Perú por parte de los españoles parece coincidir con los planteamientos que hace Pulgar Vidal. Sin embargo dicha real orden no llego a concretarse pues ese año se proclamo la independencia.

La regionalización colonial tuvo un carácter administrativo tributario.

2.- Demarcación en la época republicana

En 1821 San Martín transformo las intendencias en departamentos y los partidos en provincias. Pero solo con la constitución de 1823 cambiaron los criterios y la legislación para la demarcación territorial. En esta constitución se adaptaron al Perú las juntas departamentales, ya vigentes en Europa, que dada su inspiración liberal otorgaban atribuciones mas o menos amplias a los organismos locales y Regionales.

A partir de entonces la historia de la regionalización del Perú, si existe alguna, será la de intentos de demarcación territorial a priori, creando y cambiando los límites y las instituciones regionales de control administrativo y político.

José Carlos Mariátegui, ilustre pensador y ensayista peruano, criticó los procesos de supuesta regionalización o descentralización. Plantea que éstos han sido productos de un simple afán organizativo del gobierno centralista. Explica como éstos procesos no se pueden llamar regionalistas, sino que son más bien feudales, ya que el gobierno central maneja en la práctica (mediante los gamonales) a las regiones, sólo que cede más poderes a los gamonales, pero no a la población que es la representativa de la región. En resumen, lo que Mariátegui ha criticado respecto a la descentralización y regionalismo, es que el regionalismo que ha existido ha sido planteado y llevado a la práctica por centralistas. También indica que las autoridades regionales estaban subyugadas en demasía al poder central y que en la práctica eran ornamentales y sin funciones características, por lo que él plantea deberían tener autoridades locales en un país con una política federalista completa.

Breve síntesis de los principales intentos de descentralización y de regionalización efectuados por los diferentes sistemas políticos y de gobierno

  • La constitución de 1828, adopto un sistemas de juntas departamentales como gérmenes de futuros parlamentos federales, otorgándoles atribuciones de orden político administrativo, eclesiástico, y judiciales; Dentro de cada territorio departamental con el objeto de limitar la influencia del poder central, especialmente en lo administrativo. El intento se trunco dado que no sé previo una descentralización económica.

  • Una ley de 1873 restableció los consejos departamentales y municipales, con algunas atribuciones para administrar la economía de los departamentos provincias y distritos.

  • Después de la guerra con Chile y bajo la forma de una ley 1880, se trato de realizar una descentralización, sobre todo fiscal de manera tal que los impuestos recaudados en cada zona fueran utilizados en provecho de la misma zona.

  • La constitución de 1919 crea los congresos regionales con el objeto de promover el desarrollo regional y local. Además promueve la división transversal del país aunque sin fundamentación práctica.

  • La constitución de 1923 establece nuevamente los consejos departamentales en los lugares que la ley señala reconociéndoles autonomía administrativa y económica.

Como se observa todos los cambios antes mencionados concuerdan con el largo debate sobre el centralismo y descentralismo, comprendido básicamente en sus aspectos administrativos. Las sucesivas transformaciones de juntas en consejos, en congresos departamentales, tuvieron como escenario territorial la demarcación y reconocimiento de los límites territoriales de cada departamento y sus respectivas sub. Divisiones como las que tenemos actualmente

La descentralización fue una oferta política que propusieron todos los partidos políticos y movimientos que participaron en las pasadas Elecciones Generales por lo cual el actual gobierno Constitucional tiene el compromiso ineludible e impostergable de impulsar este proceso en razón de importantes fines y objetivos que representan para el desarrollo y bienestar general de la Nación.

Al observar detenidamente la historia contemporánea del Perú se puede vislumbrar distintos intentos fallidos por descentralizar o desconcentrar el poder político y económico. Cabe anotar que existen diferencias entre descentralizar y desconcentrar, el primero alude al hecho de realizar una reforma profunda mediante un proceso de devolución de poderes políticos, administrativos y económicos del gobierno central a las entidades subnacionales de gobierno. Mientras que el segundo, tal como su nombre lo dice, radica en la delegación del ejercicio de las competencias desde el nivel de gobierno central hacia los niveles de gobierno subnacionales. En el Perú se apunta hacia un proceso de descentralización, que sea permanente, se realice por etapas y que tenga como objetivo fundamental el desarrollo integral del país (texto modificado del Capítulo XIV de la Constitución Política del Perú).

El Estado peruano es unitario y, al igual que la mayoría de naciones latinoamericanas, se ha caracterizado por ser centralista. Esto significa que todas las decisiones que afectaban a los distintos departamentos del país eran tomadas por el Gobierno Central desde Lima, la capital. El centralismo político, administrativo y económico, lo arrastramos desde la época colonial, cuando el Virrey concentró el poder político y económico en la capital, en cuanto recaudación de impuestos y decisiones de gobierno.

El centralismo político dio paso al centralismo económico, favoreciendo el crecimiento urbano y costeño, en desmedro de las economías regionales o locales. De este modo, el país ha oscilado entre el centralismo e intentos de descentralización sin mucho éxito. Recién en el 2001, se tomó una decisión concreta y de consenso nacional, de iniciar un proceso de descentralización en el país. Decisión que se vio plasmada en la Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre Descentralización.

La descentralización es un proceso de largo plazo y una forma democrática de organizar nuestro país. Con la descentralización las regiones podrán elegir su propio plan de desarrollo, priorizando sus necesidades.

La descentralización busca hacer frente a los problemas -y sus consecuencias- generados por el centralismo, como por ejemplo:

  • Que más de la mitad de la industria se encuentre en Lima

  • Que uno de cada tres peruanos viva en Lima

  • Que más del 90% de los ingresos esta en manos del gobierno central

  • Que más del 80% de los gastos estén en manos del gobierno central

La descentralización es, por eso, una oportunidad para un desarrollo más justo.

Por eso, la descentralización no es la realización de una o más obras en los lugares apartados de nuestro país, ni la satisfacción inmediata de las demandas que hoy existen, tampoco la simple transferencia de recursos.

En muchísimos aspectos, pues, el Perú está casi íntegramente concentrado en Lima. O, mejor, muchísimos de los intereses de los peruanos están casi totalmente reunidos en la capital y sin embargo Lima y Callao sólo comprende el 0.3 % del territorio nacional. Esta concentración demográfica creciente e incesante se debía y se debe a que un grueso sector de la población campesina de los lugares más remotos y olvidados de nuestro país se ven obligados a migrar a la capital o capitales de provincia, en busca de las oportunidades que total y absolutamente les venía negando el Estado en su lugar de origen; Ahora bien, la ciudad genera nuevas frustraciones, de las expectativas –contexto de vida nuevo y moderno, castellanización, y mayores posibilidades de esparcimiento, es un "monstruo" incapaz de resolver la demanda más acuciante de los migrantes: trabajo digno y bien remunerado, por lo que a falta de otra alternativa, los provincianos no tienen otra alternativa que informalizar total y absolutamente la ciudad, contribuyendo a su desarrollo pero paradójicamente también al caos, que cada vez se hace más insostenible; entonces al no crecer proporcionalmente la oferta de servicios, los limeños o lugareños de las grandes capitales de provincia, básicamente de los sectores medios, han visto resentida seriamente la calidad de los servicios que venían recibiendo respecto de la seguridad en la vivienda y en las calles.

El fenómeno, no obstante, genera simultáneamente otra gravísima manifestación: el resto del territorio del país, en lugar de verse cada vez más poblado, físicamente más y mejor ocupado, y racionalmente mejor explotado, quedaba, por el contrario, cada vez más deshabitado, abandonado y deplorablemente trabajado y explotado. Todo ello, en el área andina, en la Amazonía, y en las zonas de frontera, acusaba niveles dramáticos. Así, el centralismo, cobraba un altísimo costo de oportunidad –por producción no obtenida– por sobre todo, en la agricultura, ganadería y minería. Pero también un altísimo costo en términos de seguridad nacional: a más espacios desocupados, mayor vulnerabilidad y mayores costos en Defensa.

Es decir, el centralismo, en uno y otro lado de la cuestión –en el centro y en la periferia–, se presenta como un problema gravísimo y de trascendentes repercusiones, algunas de las cuales –como se verá– aún no se ponen del todo de manifiesto y otras quizá son incluso insospechadas.

Regionalización ¿Solución al centralismo?

Desde tiempo atrás, los sistemas de gobierno que imperaron en el Perú buscaron la descentralización y para ello dividieron el territorio en regiones, con miras a organizar mejor el espacio territorial; y que esto a su vez permita un desarrollo integral. En razón a ello se han planteado en la actualidad varios modelos de regionalización, basado en criterios geográficos, económicos, políticos, históricos y geopolíticos. Lo que se debe tener en cuenta es que el modelo que se asuma debe ser producto de un enfoque multidisciplinario y que cada región goce de autonomía en beneficio de su propio desarrollo. Se define como región a las unidades territoriales geo – económicas, con diversidad de recursos naturales, sociales e institucionales, integradas, histórica, económica, administrativa, ambiental y culturalmente, que comportan distintos niveles de desarrollo, especialización y competitividad productiva, sobre cuyas circunscripciones se constituyen y organizan gobiernos regionales (Ley de Bases de la Descentralización N° 27783).

Modelos de regionalización

1.- Regionalización transversal

Esta propuesta o modelo tiene como objetivo de que cada región pueda contar con recursos naturales de las tres regiones Costa, Sierra y Selva). Bajo este planteamiento surgen un total de nueve regiones político-administrativas. Para consolidar este modelo de regionalización, se hace necesario que se integre el territorio nacional con carreteras de penetración; pero este proceso tendría grandes dificultades por lo complicado de nuestra geografía, que a veces constituyen verdaderos retos a la ingeniería. Este planteamiento es propugnado Pulgar Vidal.

(En 1940, en la Tercera Asamblea General, del Instituto Panamericano de Geografía e Historia el Dr. Javier Pulgar Vidal presentó su tesis, Las ocho regiones naturales del Perú que marcó una ruptura respecto a la tradición de las tres regiones clásicas: costa, sierra y montaña. En su tesis sobre "las Ocho Regiones Naturales del Perú", estableció que en realidad existían ocho regiones bien definidas, cuya existencia ostentaba antiguas raíces toponímicas en los diversos idiomas del Perú antiguo y presente. Posteriormente precisó que en el país existen 96 zonas de vida natural, una biodiversidad tan amplia que lo convierte en uno de los países con más recursos naturales del planeta.)

2.- Regionalización geopolítica

Planteado por Edgardo Mercado Jarrín, quien considera la conformación de cinco núcleos de cohesión, bajo los criterios geoeconómicos, geohistóricos y geoestratégicos. Los cinco núcleos propuestos, son las áreas más desarrolladas en lo amplio del territorio nacional, permitiendo que estos núcleos generen influencias hacia el resto del territorio (espacio de crecimiento).

3.- Propuesta de Regionalización del Ejecutivo

Proceso que tuvo como objetivo principal lograr la descentralización político administrativa, pero debido a la falta de una adecuada planificación así como por intereses de los gobiernos de turno tanto local como nacional fue desestimada, teniendo tan solo una vigencia limitada. Para su ejecución se contó con un marco legal como es la Ley de Bases de Regionalización No 24650 que fue publicado el 11 de febrero de 1 988. Durante el proceso de regionalización no se llegó a crear la región Lima, pues existían serias pugnas con la Provincia Constitucional del Callao. A partir de 1990 se restauró el sistema departamental – creando las CTAR (Consejo Transitorio de Administración Regional), que administran los 24 departamentos. Las CTAR terminaron sus funciones el 1 de enero del 2003. En esta fecha el Perú se dividió políticamente en 25 regiones administrativas, excepto a Lima-Metropolitana que no integra ninguna región, razón por la cual la ley orgánica de regionalización debe difundir con claridad las funciones y competencias de cada gobierno regional. La sede de cada gobierno es la capital del departamento respectivo.

El estancamiento de la descentralización en la década del 90

El proceso de descentralización en cierne fue socavado en sus débiles cimientos por el autócrata ex presidente Alberto Fujimori ya que durante el Gobierno central de ese entonces se anuló anula las 11 regiones creadas en el Gobierno Aprista reemplazándolas por los Consejos Transitorios de administración Regional (CTAR) asumiendo las mismas funciones de los Gobiernos eliminados hasta que se elijan a nuevas autoridades.

Con la creación del Ministerio de la Presidencia (MIPRE) en el año 1992, los CTARES tomaron más poder debido a que este ministerio se convierte en el ente coordinador con las regiones proporcionándoles más recursos. Según la constitución aprobada en 1993, las autoridades de los CTARES debían ser elegidas en el año 1995. Esto no se dio por razones autoritarias y centralistas admitiendo más bien la creación de 12 CTARES más de las 12 ya existentes. Vale decir que todos los departamentos del Perú debían ser convertidos en regiones administradas por el Poder Central.

El presidente Regional era elegido por el Presidente de la República y esta autoridad acordaba con un Consejo de Coordinación conformada por los alcaldes provinciales. De este modo, se eliminaba al Gobierno Regional como el segundo nivel del Gobierno dando cabida a un Estado centralista instalado en la macrocefálica Lima.

Con respecto a los Gobiernos Locales (entes Provinciales y municipales), el régimen corrupto buscaba subordinar a las municipalidades quitándoles responsabilidades y entregándoles programas asistenciales buscando así la dependencia de ellas alrededor del Centro Nacional. Estos programas son:

– El Instituto Nacional de Fomento Educativo (INFES)

  • Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA).

  • Programa Nacional de Agua Potable (PRONAP)

  • Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social (FONCODES).

Es decir, que estas funciones que eran de responsabilidad de los Gobiernos Locales pasan a manos del Gobierno Central desmantelando en sus funciones a los municipios.

La descentralización en el Perú en el siglo XXI

Luego de 11 años de dictadura, en el Gobierno del presidente Alejandro Toledo se eligen por votación popular los 25 Gobiernos Regionales que tiene actualmente el Perú; es decir, que los departamentos se convierten en regiones y que a partir de ello, tanto las CETARES como el Ministerio de la Presidencia quedan completamente desactivadas. A partir de las elecciones municipales y regionales en el año 2002, se inician nuevas reformas para enrumbar una nueva república descentralista.

Las funciones del Gobierno Central debían ser la de Seguridad, Defensa Nacional, Estabilidad Económica, promoción del desarrollo del empleo, etc. Al Gobierno regional le tocaba el rol fundamental de promover el desarrollo mediante grandes proyectos de infraestructura. Además debe ser la institución impulsora del desarrollo de la región atrayendo a capitales extranjeros. Finalmente la labor de los Gobiernos Locales debían ser los servicios y la preocupación por programas sociales, llámese salud, educación, etc.

Luego con la creación de los Consejos de Coordinación Regional (CCR) y Consejos de Coordinación Local (CCL), la aprobación de los Presupuestos Participativos, la creación de organismos de participación, etc. la descentralización se va consolidando en el Perú; sin embargo, considero que este proceso está incompleto debido a las siguientes razones:

  • La superposición de competencias por la razón de que las funciones del Gobierno Regional y Local han sido tergiversadas por las actuales autoridades. Muchas veces se confunden las funciones de los alcaldes y los Presidentes del Gobierno Regional debido al desconocimiento de ellos en sus labores. Vemos que los Gobiernos Regionales no cumplen con sus labores de ser promotoras del desarrollo convirtiéndose en organizaciones burocráticas que administran los recursos otorgados por el Ejecutivo.

  • Sin embargo, nuestro país todavía sigue siendo un país altamente centralizado ya que Lima concentra el 29% de la población nacional, produce el 48% del PBI nacional, se genera el 55% del ingreso nacional, produce el 70% del PBI industrial, concentra el 52% de los servicios gubernamentales, recauda más del 90% de los Impuestos. Ante esto, las regiones solo reciben algo más de un 15% del presupuesto nacional convirtiéndolos en meros receptores de los ingresos del Poder Central.

  • Escasa participación de los ciudadanos en los asuntos de los Gobiernos Locales y Regionales e.

  • Instituciones Burocráticas ineficientes que impiden un verdadero proceso de descentralización.

Ante esto se necesitan de propuestas de solución que formen regiones que funcionen de manera eficaz y eficiente mediante:

  • La formación y consolidación de regiones que se sustenten de manera autónoma afrontando competitivamente los nuevos retos de la globalización. Esto se logrará creando macroregiones poderosas con un sustento político, económico y cultural.

  • La definición clara de funciones del Gobierno Regional y Local permitiendo cumplir sus roles adecuadamente.

  • Desconcentrar los recursos de Lima a las regiones brindando mayor poder de decisión de estos organismos en la toma de decisiones. Esto se logrará con la voluntad política de los gobernantes de turno y el papel fundamental de los legisladores de la república.

  • Incrementar la participación ciudadana a la población brindando incentivos que pueden ser económicos, otorgándoles dinero para desarrollar y financiar sus distintas organizaciones, también brindándoles no solo el derecho de opinar, sino de votar en la toma de decisiones, asistir a programas de capacitación, etc.

  • Reformar a las instituciones burocráticas del Estado con sendas reingenierías permitiéndoles ser más productivas y competitivas en esta nueva sociedad llamada de las Información y el Conocimiento.

Con estos elementos podemos consolidar una república descentralista que durante más de un siglo le fue esquivo al Perú. Antes de finalizar este ensayo, deseo hacer la comparación de nuestro país con relación a otros países en Latinoamérica mostrándoles la organización política que rigen a las distintas democracias en la región.

Referéndum sobre la integración regional y sus resultados

El 30 de octubre del 2005 se realizó el referéndum por la integración regional, con la participación masiva de más de 7 millones de peruanos. Los resultados parciales de ONPE nos indican que en 15 de los 16 departamentos ha ganado el voto por el no, con excepción de Arequipa. La consecuencia de esta orientación del voto es que este año 2005 no se conformarán regiones, sobre la base de la integración de dos o más departamentos contiguos. Esto en principio traerá consigo que en noviembre del 2006 se elegirían nuevamente 25 gobiernos departamentales, con las mismas limitaciones que siempre hemos observado (precariedad en presupuesto, autonomía, estructura de poderes, votación electoral, entre otros) con sus consecuencias en la construcción de una efectiva gobernabilidad democrática

El referéndum se ha realizado en un escenario confuso debido a las deficiencias en la información, tardía por cierto, sobre las ventajas y limitaciones de la integración regional y el propósito específico de la consulta popular vía referendo; por los vacíos normativos generados por el propio Congreso de la República.

Los motivos del NO, opinión mayoritaria que ahora retrasa el proceso de descentralización, deberán ser estudiados en profundidad. Pero el NO esconde una diversidad de motivos que no necesariamente reflejan una posición de rechazo a la necesidad de realizar la integración regional o la descentralización.

En buena medida el No viene a reflejar en algunos casos un voto de protesta porque los gobiernos regionales no consultaron las propuestas de expedientes técnicos, en otros es reflejo del temor a "perder el canon y regalías", en otros "rechazo a la supuesta selección de la sede regional". En no pocos casos ha sido también reflejo de la desaprobación de la gestión de los presidentes regionales y del propio Presidente de la República, que con sus inapropiadas declaraciones puso en evidencia la escasa importancia que su Gobierno ha otorgado a la integración regional.

La principal responsabilidad en los defectos de conducción de la descentralización y en los vacíos normativos es del Poder Ejecutivo y en particular del Consejo Nacional de Descentralización (CND), que entre otras inacciones no presentó oportunamente el Plan Nacional de Regionalización y no fue capaz de implementar una estrategia de comunicación con más anticipación. Pero el Congreso de la República es también corresponsable, por la ineficiencia en el desempeño de sus roles de representación, de normatividad y de fiscalización.

En materia de normatividad, por ejemplo, demoró demasiado en aprobar la ley de incentivos, dejando poco margen de tiempo para que los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil preparen y presenten iniciativas de propuestas para conformar y crear regiones; de otro lado el Congreso tampoco hizo nada para evitar que los gobiernos regionales aprobaran burocráticamente los expedientes técnicos y más recientemente, en la legislatura que termina, ha sido simplemente lamentable la ineficiencia de la Comisión de Descentralización. Los partidos políticos en su mayor parte han estado más concentrados en temas triviales de la coyuntura electoral que en la descentralización, desatendiendo las exigencias de la única reforma política del Estado en curso.

Los partidos políticos son responsables de que el Acuerdo Nacional se esté debilitando, pues las recomendaciones de este son inmediatamente incumplidas o nada difundidas para convertirlas en referentes de nuevos acuerdos regionales y locales.

Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil tienen también una cuota de responsabilidad en todo esto al no haberse pronunciado oportunamente ni ejercido el derecho de vigilancia social, así como promovido este proceso tomando en cuenta que se trata de implementar políticas de Estado. En un sentido más amplio, los actores principales del sistema político son, en diverso grado, corresponsables de que la descentralización y la regionalización no sea percibida por sectores significativos del país como una política de Estado, de cuyo éxito depende una oportunidad de mejorar su calidad de vida y la de todos los peruanos y peruanos.

El proceso de conformación de regiones

POTENCIALES VENTAJAS DE LA CONFORMACIÓN DE REGIONES

En esa dirección, se pueden distinguir diversas potenciales ventajas que trae consigo la integración regional:

a) Mayor eficiencia en la Gestión Regional

La conformación de regiones se efectivizara mediante la integración de los actuales departamentos, que recibirán gradualmente mayores funciones y recursos para financiar su viabilidad y sostenibilidad. En consecuencia, estas regiones constituidas tendrán la capacidad de ejercer una mejor representación de los intereses y demandas de la población residente en cada circunscripción. Con esta transferencia de poder político y económico, se podrá estimular a que los gobiernos regionales puedan asumir con mayor eficiencia el ejercicio de sus competencias, dentro de una visión de Estado descentralizado, democrático y unitario. Para ello, se tiene el reto de impulsar la política de modernización y reforma del Estado, tanto en el nivel de gobierno regional, el local como en el nacional.

b) Desarrollo social equitativo

Para lograr el desarrollo social con equidad, es una condición necesaria que exista la armonización y coordinación de las políticas sociales que serán implementadas por las distintas instancias de gobierno: nacional, regional y local. Por ejemplo, las políticas sociales nutricionales, proyectos de infraestructura social y productiva, entre otros, son compartidos por el gobierno nacional y local; mientras que las políticas de educación, salud, etc. son de competencia compartida por todos los niveles de gobierno. Por lo tanto, la conformación de regiones podrá facilitar las coordinaciones territoriales de políticas sociales, tanto de los gobiernos locales hacia los regionales, como de los regionales al nacional, para lo cual será necesario coordinar los planes de desarrollo concertados de cada región con sus respectivos planes de desarrollo local. De este modo, la implementación descentralizada de las políticas sociales, permite promover el desarrollo social equitativo, de una forma más coherente con el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, en una perspectiva de mejoramiento gradual de la calidad de vida, compatible con el desarrollo humano sostenible. De esta manera los avances en la regionalización pueden aportar condiciones favorables para enfrentar de una manera mas efectiva la lucha contra la pobreza y pobreza extrema, en suma, contra la exclusión social en general.

b) Posibilidad de ejecutar proyectos de inversión pública de competencia

La integración promueve la administración eficiente de recursos, la cual pasa por el uso adecuado de los montos destinados a los gastos de inversión. Al concentrarse los recursos en instituciones con mayor alcance espacial que los actuales gobiernos regionales de departamentos, genera que éstas tomen en consideración proyectos de mayor envergadura que involucren a gran cantidad de sus habitantes, dejando de lado proyectos de carácter local cuyo impacto económico y social podría ser menor. Entre los proyectos de infraestructura, los más importantes son los destinados a expandir la redes de comunicación y transporte, dado que estos incrementan el grado de articulación entre los departamentos que forman la región.

c) Desarrollo social equitativo

Para lograr el desarrollo social con equidad, es una condición necesaria que exista la armonización y coordinación de las políticas sociales que serán implementadas por las distintas instancias de gobierno: nacional, regional y local. Por ejemplo, las políticas sociales nutricionales, proyectos de infraestructura social y productiva, entre otros, son compartidos por el gobierno nacional y local; mientras que las políticas de educación, salud, etc. son de competencia compartida por todos los niveles de gobierno. Por lo tanto, la conformación de regiones podrá facilitar las coordinaciones territoriales de políticas sociales, tanto de los gobiernos locales hacia los regionales, como de los regionales al nacional, para lo cual será necesario coordinar los planes de desarrollo concertados de cada región con sus respectivos planes de desarrollo local. De este modo, la implementación descentralizada de las políticas sociales, permite promover el desarrollo social equitativo, de una forma más coherente con el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, en una perspectiva de mejoramiento gradual de la calidad de vida, compatible con el desarrollo humano sostenible. De esta manera los avances en la regionalización pueden aportar condiciones favorables para enfrentar de una manera mas efectiva la lucha contra la pobreza y pobreza extrema, en suma, contra la exclusión social en general.

d) Desarrollo de oferta exportable e intercambio comercial

La conformación de espacios geográficos más grandes (regiones) que los actuales departamentos, generará mercados más amplios y atractivos a la inversión. Las nuevas regiones, por tanto, serían más productivas en el sentido que podrían aprovechar las economías de escala en la producción, se podría desarrollar una oferta exportable de productos a ser colocados dentro del país (hacia otras regiones o departamentos) o fuera de él y se podrían constituir circuitos comerciales, principalmente entre las capitales de departamentos. Un caso de particular importancia, es el que involucra a las regiones de fronteras, principalmente en la zona norte, del altiplano y sur, en este caso existe el reto y la oportunidad de integrarse con miras a introducir productos en mercados mas importantes de la zona como son los casos de Ecuador, para la región Norte, y el mercado de Bolivia y Brasil, ente otros, para la región Sur Andina y región Apurímac-Cusco. En ambos casos, ya existen o están en proyecto de construirse (por ejemplo: Ejes IRSSA como la Interoceánica, entre otros) vías de comunicación importantes que podrían articular polos de desarrollo para esas futuras regiones.

La integración promueve la administración eficiente de recursos, la cual pasa por el uso adecuado de los montos destinados a los gastos de inversión, que se desarrollen actividades productivas similares para lograr una mayor competitividad en la Región y el mejoramiento gradual de la calidad de vida compatible con el desarrollo humano sostenible y recursos hídricos para la implementación de cadenas productivas; además, el sector minero es el de mayor riqueza debido a los importantes centros mineros en la zona, estando entre los más importantes del país; asimismo la Región contará con nuevos circuitos turísticos, que dinamizarán aún más este actividad.

Incentivos a la integración regional

Reconociendo que la Integración Regional es un proceso importante para el desarrollo integral del país, la Ley de Descentralización Fiscal y la Ley de Incentivos a la Integración y Conformación de Regiones y sus respectivos reglamentos incorporan los siguientes incentivos para estimular dicha integración:

A) Coparticipación en los Impuestos Nacionales.

Las regiones conformadas recibirán la asignación del 50% de los recursos efectivamente recaudados en cada región por los impuestos internos nacionales, IGV (sin IPM), ISC e Impuesto a la Renta de personas naturales (1ra., 2da., 4ta. y 5ta. Categoría).Esta coparticipación, implica que la recaudación de los impuestos mencionados en los ámbitos regionales reemplacen, en igual importe, las transferencias del gobierno central (por la fuente Recursos Ordinarios). De esta manera, las regiones conformadas tendrán mayor confiabilidad sobre sus ingresos futuros, como inicio hacia una mayor autonomía financiera y, a partir de ello, mayores capacidades para aumentar sus ingresos, mediante el desarrollo de esfuerzos fiscales y así, puedan tener una base para lograr el desarrollo socioeconómico de su espacio geográfico.

B) Incentivos a la mejora del esfuerzo fiscal para lograr un aumento y mayor eficiencia en la recaudación tributaria.

Se entiende como mejora en el esfuerzo fiscal, la diferencia positiva existente, en términos anuales, entre el total de la recaudación obtenida en cada Región (de los impuestos señalados en el punto 1) y la meta correspondiente a ella. En tal sentido, el gobierno nacional otorgará un incentivo a aquellas regiones que logren una mejora en su esfuerzo fiscal, en mérito a sus propias acciones. Estas acciones serán acreditadas por la SUNAT y formarán parte de un Convenio de Cooperación Interinstitucional, entre las regiones y la SUNAT.

C) Incentivos para el al uso eficiente de los recursos públicos.

Asimismo, recibirán un incentivo las regiones que utilicen de manera eficiente sus recursos, generando ahorros en sus gastos corrientes o de capital, las cuales podrán utilizar sus saldos en proyectos de inversión y mantenimiento de las obras de inversión durante el siguiente año en que se generó dicho saldo.

D) Incentivos para la Inversión Pública de las Regiones que se conformen.

Con el fin de estimular el proceso de integración territorial para conformar regiones competitivas sostenibles. En ese sentido se otorgará un incentivo para proyectos de inversión nuevos en las Regiones que se conformen. Por este incentivo, las regiones verán incrementado sus presupuestos de inversión significativamente. De este modo, si logran integrarse las 5 regiones que han presentado expediente técnico, se transferirá un total de S/. 210 millones anualmente desde el año 2007 hasta el 2010. En otras palabras, en conjunto recibirán en total S/.840 millones para el período 2007-2010. Dichos montos anuales serán repartidos de manera proporcional, en una quinta parte a cada región. Adicionalmente, se han considerado otros incentivos que serán otorgados a las Regiones, los mismos que podrán ir encontrando viabilidad progresivamente, a medida que se vayan consolidando el desarrollo económico regional y las capacidades de gestión financiera sostenible de sus gobiernos. (Capítulo II de la Ley de Incentivos a la Integración y Conformación de Regiones Ley Nº 28274).

Las regiones conformadas tendrán mayor confiabilidad sobre sus ingresos futuros, como inicio hacia una mayor autonomía financiera y, a partir de ello, mayores capacidades para aumentar sus ingresos, mediante el desarrollo de esfuerzos fiscales y así, puedan tener una base para lograr el desarrollo socioeconómico de su espacio geográfico.

Retos para una verdadera descentralización a través de la regionalización

El primer reto o desafío de la regionalización consiste en contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población: revertir el desarrollo socioeconómico desigual, disminuir la pobreza y pobreza extrema, mejorando la provisión de los servicios básicos, como son: la salud, la educación y alimentación, y asegurar el ejercicio pleno de los derechos y obligaciones de los ciudadanos de sociedades democráticas.

Asimismo, la integración y conformación de regiones presenta los siguientes desafíos:

1. Proveer de manera eficiente los servicios a la comunidad

Una de las oportunidades de acercar a los gobernantes a la población, es que la provisión de los servicios públicos incorpore las preferencias de los ciudadanos de una determinada circunscripción. De esta manera, se promueve la eficiencia y eficacia en la provisión de dichos servicios. El desafío consiste en que los recursos que recibirán las regiones sean utilizados precisamente en promover proyectos y servicios que hayan considerado las preferencias de los miembros de estos nuevos espacios geográficos (en los presupuestos participativos).

2. Promover la inversión privada nacional o extranjera

Para lograr el desarrollo regional a partir de la conformación de regiones, las mismas tendrán que tomar acciones, reconociendo sus entornos competitivos y globalizados, dirigidas a promover la inversión privada nacional o extranjera. Con lo cual se propicie un entorno atractivo y estable que contribuya al crecimiento regional sostenido y generador de empleo permanente, brindando así mayores oportunidades a los ciudadanos. En este sentido la inversión pública regional debe motivar a la privada, generando las condiciones favorables para la inversión, promoviendo asociaciones publico-privados para la ejecución de proyectos de gran envergadura, entre otras acciones.

3. Articulación de las políticas públicas

La armonización de las políticas económicas macro, sectoriales y sociales constituyen la condición necesaria para que la descentralización impulse el desarrollo humano (Gonzáles 2003). Para impulsar esta armonización es primordial que los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) coordinen entre sí, de acuerdo con las competencias de cada uno de ellos, apuntando hacia el logro de objetivos, como la generación del empleo, mejora del bienestar de la población, mayor calidad en la provisión de los servicios de salud y educación, entre otros. Los elementos clave por consolidar, en este sentido, son el proceso de planeamiento y presupuesto participativo.

4. Fortalecimiento de las capacidades institucionales

Uno de los problemas que dificulta la implementación de la descentralización, de manera exitosa, lo constituye las capacidades institucionales de los gobiernos subnacionales. El desafío consiste en fortalecer dichas capacidades en las regiones, de modo tal que, la transferencia de competencias y recursos del gobierno nacional a las regiones conformadas permita mantener o mejorar la calidad en la provisión de los bienes y/o servicios transferidos.

5. Expandir las bases tributarias regionales

Las futuras regiones que se conformen tendrán la potestad de recibir los incentivos fiscales señalados, lo cual genera el desafío de poder implementar en cada región acciones que tiendan a incrementar sus respectivas bases tributarias y así la recaudación. Entre las acciones que podrían realizar las regiones estarían la reducción de la evasión y elusión tributaria. Con lo cual, por este esfuerzo fiscal obtendrían mayores recursos propios para llevar a cabo obras de inversión que fomenten el desarrollo económico de la Región.

6. Liderazgo para conducir procesos de desarrollo regional

Construir la mas sólida unidad en torno a los ejes de desarrollo y proyectos estratégicos como base para forjar gobiernos regionales no solo descentralistas y democráticos, sino capaces de liderar los procesos de desarrollo regional sobre bases firmes, articulando enfoques, intereses y propuestas de actores públicos y privados vinculados por una renovada identidad regional y fomentando la diversidad de espacios y procesos de desarrollo local.

Conclusiones

En las últimas cuatro décadas hubo diversas iniciativas descentralistas que carecieron de coherencia y sostenibilidad. Avances, retrocesos y muchas frustraciones han sido el resultado predominante en esta etapa.

Enorme trascendencia para el futuro del país constituye la forma en que se plantee el establecimiento de las regiones. Esto supone contar con un modelo propio de ocupación del suelo, es decir, cual debería ser la administración política y la distribución geográfica de nuestra población, de tal forma que genere espacios integrados que potencien el uso racional de los recursos naturales y contribuyan al desarrollo económico sostenible. Lo que se haga o deje de hacer en este aspecto, tendrá impacto directo en la vida de millones de peruanos en los años venideros.

Para lograr un proceso de descentralización en nuestro país, hace falta vincular la necesaria transformación de un Estado ineficiente y excluyente, con la ampliación de los derechos democráticos y la reducción de las desigualdades sociales y económicas.

La descentralización es una dinámica social y política de gran complejidad, en la cual confluyen diversos factores económicos, fiscales, políticos, institucionales y culturales.

El referendúm dijo NO a la propuesta de regionalización propuesta por el Gobierno toledista, lo que no quiere decir que la población peruana esté en contra de la descentralización, en realidad es un rechazo a una propuesta que es meramente administrativa y con tendencia burocrática. Los peruanos queremos descentralizar el país porque es una necesidad urgente para lograr realmente un desarrollo que incluya a todos los peruanos y que permitirá potenciar los recursos que poseemos en beneficio de los peruanos.

Lima, abril del 2008.

Bibliografía

– MARIATEGUI, José Carlos. 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Obras completas, Vol. 2. Ediciones Amauta.

– PULGAR VIDAL, JAVIER. Geografía del Perú. Las ocho regiones naturales. Editorial Peisa.

– GºONZÁLEZ DE OLARTE, Efraín. 2004. La difícil descentralización fiscal en el Perú: Teoría y Práctica. Instituto de Estudios Peruanos-IEP. Lima-Perú.

– CONGRESO DE LA REPÚBLICA. 2005 "Evaluación anual y balance del proceso de descentralización". Grupo de Trabajo de la Comisión de Descentralización, Regionalización y Modernización de la Gestión del Estado. Mimeo. Lima.

– DAMMERT, MANUEL. 2003 La reforma descentralista peruana. Enfoque territorial y autonómico. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.

  • www.cnd.gob.pe

  • www.mef.gob.pe

  • www.mimdes.gob.pe

  • www.defensoría.gob.pe

 

 

 

Autor:

Elías Jesús Ponce Sanz

Abogado.

Partes: 1, 2
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