Por la senda del carbon… en mountain bike.
Indice1. Introducción 2. Preparación 3. Primer dia 4. El segundo día… 5. El tercer dia y el ultimo 6. Consejos y secretos.
Desde el 19 al 21 de Enero del año 2.001, siete santacruceños aficionados al ciclismo de aventura, recorrieron la Ruta 40 desde Río Turbio hasta Río Gallegos, haciendo de esta marcha una oda al cicloturismo. ¿Deporte o distracción? Ambas cosas. Desde los deportivo, es una realización plural, no competitiva, original y personal, hasta casi imposible de ser etiquetado. El cicloturismo es una forma de vivir, un estilo, una filosofía existencial. Es sinónimo de libertad, independencia y autonomía personal. Redescubrir sensaciones perdidas en el interior emocional, el hallar los placeres de la vida más intensos y conectarnos con nuestras personales existencias. Es una actitud física, llegada al encuentro comprensivo de nosotros mismos. La quijotesca y caprichosa acción nuestra, ha sido una asumida vergüenza al ver todos los años a cientos de turistas y de mediana a madura edad, recorrer nuestra patagonia en bici, afrontando y soportando el clima, poniéndole pecho y piernas al viento, las subidas, las descomunales distancias. El cicloturismo como actividad de ocio es una de la más compleja que podemos realizar. Forja y endurece el espíritu, templa el carácter e indica metas siempre lejanas. Para recordar estos interesantes datos: En una bicicleta se puede hacer hasta 1037 km. con la energía equivalente a 1 litro de nafta. Se usa menos energía que la que usa un auto simplemente para mantener encendidas sus luces. Se viaja 4 veces más rápido de lo que se puede caminar usando la misma cantidad de energía. Se consume la 1/50 parte de oxígeno de lo que consume un vehículo motorizado y además, sin contaminar. Se provee un motor que mejora su poder y rendimiento y aún su vida útil mientras más se usa. POR LA SENDA DEL CARBÓN…
Los ciclistas patagónicos están todos locos… Hacer actividades aeróbicas en la Patagonia Sur por las bajas temperaturas y el efecto por el enfriamiento del aire por el viento huracanado que siempre está presente en esta región, es un verdadero reto, donde la tenacidad, la disponibilidad de energías y calorías "extras" son una constante. El 46 % de los días del año el registro de los vientos supera los 25 Kmts./h. y torna casi imposible que puedan realizarse actividades al aire libre con total comodidad, salvo, valiéndose de persistencia, la que en algunas circunstancias son el resultante de notables esfuerzos. Los "locos" que amamos el ciclismo y en este particular caso, el mountain bike con el agregado de "ciclo turismo", estamos sometidos a una extraña severidad y minuciosidad, a la que se puede hasta catalogar de mística. Pedalear en invierno con varios grados bajo cero de temperatura ambiente, toparse con la peligrosa tormenta de nieve, (con blizar incluido), mantener el equilibrio en hielo, nieve y los vientos de frente de más de 70 Km. que no lo dejan avanzar, exigiéndose el ciclista un empeño similar al esfuerzo que involucraría ascender por una cuesta de más de 60°.
Varias son las anécdotas: Cantimploras "no funcionales" porque el agua a los quince minutos de ser cargados se han congelado. Pese a los pasamontañas, guantes, ropa apropiada para el invierno, etc. los que usamos bigotes, por la respiración – expiración, se nos congelan, llenándose toda la cara con partículas de hielo… ¡Jamás transpirar!. Un enfriamiento en estas condiciones puede ser una invitación a infecciones severas en las vías respiratorias. Por el efecto del congelamiento. Muchas veces las cubiertas se "pegan" en el suelo. Estas son algunos inconvenientes en los largos y duros meses de invierno, pero cuando llega la primavera y el verano todo es alegría, esfuerzo, paz. Correcta alimentación. Adecuación de una saludable dieta. Los que hemos participado de este raid o paseo desde la cordillera en Río Turbio hasta el mar Atlántico en Río Gallegos, individualmente disponemos de una disciplina alimentaria donde se observa los porcentajes correctos en macronutrientes, donde prevalecen los carbohidratos sobre las grasas y las proteínas. Los carbohidratos son los elementos de energía inmediata. Las proteínas tienen una estructura que reponen fibras y regeneran los tejidos y las grasas son la reserva. Hemos adecuado que el 50 % de los alimentos procedan de los carbohidratos, 35 % de proteínas y 15 % de grasas, de esta manera y al sabio consejo de varios médicos amigos, sabemos que los hidratos de carbono son la principal fuente de poder energético. Se los hallan fundamentalmente entre los azúcares como ser glucosa, sacarosa, lactosa, almidones como los cereales, pan, arroz, papas, legumbres secas y frutas. Todos estos alimentos inciden en el trabajo muscular. Nuestra dieta de aficionados al ciclismo en situaciones extrema sujeta a las bajas temperaturas, amén de alimentarnos correctamente para el desarrollo de nuestras tareas personales, profesionales y laborales con normalidad, se fundamenta en estas vitales cinco premisas desde el campo de las vitaminas. B1 (carne, legumbres, verdes, hígado, cereales) B2 (carne, huevos, leche y frutas,) B6 (yema de huevo, hígado,) B12 (hígado,)C (agrios y legumbres verdes) Como todo exceso, la sobre exigencia en nuestras marchas de paseo y por el promedio de nuestras edades, (todos hemos sobrepasado los 40 años), somos consientes en la pérdida de minerales y vitaminas, por el ejercicio mismo y por las falencias alimenticias a las que involuntariamente somos depositarios por el hecho de vivir en una zona, como la patagónica sur, desprovista de días soleados y de agradables condiciones climáticas y que nuestra alimentación siempre haya sido, (y aún es así) con elementos conservados, envasados, frutos y verduras con varios días post cosecha. Por eso, nos hemos instruido en que las sales como el sodio, el cloro, el potasio, el calcio, el fósforo o el hierro se encuentran en una alimentación equilibrada aunque a veces es necesario llevar a cabo una compensación.
El sodio, potasio y el cloro se encuentran en frutas secas y bebidas ligeramente saladas. El hierro lo tienen las legumbres secas, espinacas e hígado. El fósforo y el calcio provienen principalmente de la leche y el queso. Finalmente, el magnesio está en el chocolate, pan y frutos secos.
Los días previos tratamos de alimentarnos "muy bien" En los primeros días de Enero del 2001, (luego de los desajustes en las comilonas de nochebuena y año nuevo) comenzamos una organizada dieta, porque sabíamos que la exigencia iba a ser mucha y dura. La poca posibilidad de disponer en cantidad y calidad de frutas frescas y verduras durante esos tres o cuatro días en la inmensidad de la meseta patagónica del sur de Santa Cruz, nos indujo a estar bien y correctamente alimentados, es decir que nuestros músculos tuviesen de antemano las suficientes calorías y líquidos para el esfuerzo. Los músculos almacenan carbohidratos como combustible, de manera que pueden trabajar por más tiempo sin sentir cansancio. Los carbohidratos provenientes de los alimentos son transformados en glucosa (azúcar de la sangre) por su cuerpo. La glucosa es luego almacenada como glucógeno en los músculos. Este glucógeno almacenado, es utilizado por los músculos como energía en las largas sesiones de entrenamientos. Por ello almacenamos la mayor cantidad de glucosa, controlamos la grasa corpórea, la que de ser necesario, los músculos se encargarán de ella como el combustible de reserva.
Preparando las piernas… ¡Nos debíamos preparar mentalmente!. En todo instante, ya por experiencias previas o por la natural convivencia con el medio del cual formamos parte, sabíamos de los vientos, algún que otro chubasco, quizá un aguacero, todo el trayecto con camino de ripio de canto rodado de origen volcánico, salvo en los paradores (Puente Blanco y Bella Vista) la ausencia total de árboles, resguardos, etc., nos necesitaba seguros, convencidos, decididos.
Cada uno de nosotros continuó con sus diarias rutinas. 20, 45, kmts. en cada jornada, algunos por la mañana, recién amaneciendo, otros al anochecer. Preparamos las cosas con cierta antelación y con los permisos en casa y en el trabajo, dado que faltaríamos el jueves 18 de Enero (viaje en ómnibus hasta Río Turbio) y el día de la largada o el inicio. El lunes 22 de Enero, muy felices volvimos a nuestras ocupaciones donde varios oídos prestos, escucharon de nuestra aventura en dos ruedas desde a pocos kilómetros de un océano al otro y en la soledad de la soledad patagónica. Solo piernas, pulmones, chistes, risas, charlas, silencios, un parate para enlongar y cargar agua de los ríos, pescar truchas al terminar los tramos, armar las carpas, cocinar y dormir, dormir, claro, si el concierto de siete ronquidos al unísono nos lo permitían…
Deshidratación: claves para no perder energía. Es común entre los patagónicos no experimentar con frecuencia la sed. Nuestro clima no nos exige la urgente reposición de agua y sales por los efectos de la transpiración cuando hacemos actividades aeróbicas en la intemperie por las normales o bajas temperaturas, evitándose el humedecimiento de la ropa, teniéndose en cuenta que nuestros hábitos alimenticios son con frecuencia saturados en grasas y proteínas, lo que mayoritariamente fija pautas de ocio físico forzado, inactividad ósea y muscular y una existencia peligrosamente sedentaria, propensa a los desordenes cardíacos, de estrés, depresión, etc. Cometemos el error conceptual de no ingerir mayores cantidades de líquido, especialmente agua natural más allá de los desayunos, mates, cafés, y en raras ocasiones nos aproximamos a la cantidad mínima diaria de 2 litros de agua. ara el caso que nos ocupa, ingerimos durante la marcha soluciones en polvo con agregados de multivitaminas y sales, con porcentajes destacados de glucosa y sodio. La bibliografía existente indica que en actividad, en el organismo de un ciclista, el máximo de líquido que puede reponer en una hora es de 800 ml mientras pueden llegar a perderse hasta 2 litros en el mismo tiempo. Por eso es muy importante continuar la rehidratación durante varias horas después de la competencia para reponer el total de las pérdidas.
Salida desde Río Turbio. Desayuno previo, mucho y fuerte. Llegó la hora de la verdad. El ripio de la Ruta 40. El Jueves 18 de Enero del año 2001, un grupo de amigos que practican el deporte del ciclismo en Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz, más populares por "los siete locos" y dos selectos amigos, (Hugo Cequeira y Carlos Guevara) que nos acompañaron y que sus ayudas fueron imprescindibles –ver logística– viajamos por la Ruta Nacional N° 40, de ripio a Río Turbio, estudiando cada cuesta, cada curva, cada guarda ganado. El día era muy ventoso, así que supusimos que tendríamos viento a favor, de espalda, (Oeste-Este) pero que en muchos kilómetros, el vientazo patagónico nos exigirá marcha forzada cuando lo tengamos lateral y en otros momentos casi de frente. Llegamos en el car home de Héctor al atardecer a Río Turbio. Allí Elenita Ariznabarreta nos esperaba con suculentos tallarines amasados a mano, menú solicitado con antelación justamente para el aporte de hidratos de carbono previos a la aventura. Comimos indecentemente y bebimos decentemente. A las 23,30 horas todos dormíamos en la vivienda que nos facilitó el Profesor Gerardo Menna, Secretario de Deportes de la Municipalidad de Río Turbio. Con anterioridad, la locutora de LRA 18 Graciela Rancés, le hizo un reportaje a Ubaldo Pedemonte y Rigoberto Almonacid, quienes hablaron del raid y las bondades y placeres de la práctica ciclista y especialmente del cicloturismo.
Río Turbio, 19 de Enero – 06,30 AM Desayuno: ¡Mucho y fuerte!. La gente que sabe alimentarse bien, dice que el desayuno es la comida más importante del día. Un viejo y sabio dicho, y corroborado por los médicos deportólogos y los nutricionistas aluden que: "debemos desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, merendar como un bebé y cenar como un pobre".
Luego de los reiterados y oportunos trozos de pan casero con dulce de ruibarbo, tazas de café con leche, unos cuantos mates amargos y una cucharada pequeña de glucosa en polvo debajo de la lengua.
Indumentaria apropiada para esa mañana que con sus magníficos 7° C sin viento ni nubarrones que anuncien chubascos nos vestimos. Calzas, guantes, anteojos, cascos, morrales, tabletas de muslink, nueces, pasas de uva, agua, caramelos ácidos y ganas, muchas ganas de empezar… Salimos en tropel desde el barrio Las lengas en los altos del pueblo, teniendo nuestra primera y corta emoción. La hermosa bajada asfaltada de la Avenida de Los Mineros. Allí en la estación de servicio, en la entrada del pueblo, primera sesión fotográfica. Los pocos vecinos de Río Turbio que iban a esa hora al trabajo, nos miraban sorprendidos… ¡Es que rara vez se ven a tantos locos juntos!.
Partida: ¡A la aventura y llegó la hora de la verdad! 08.40 AM. Tendríamos casi 17 Km. de asfalto desde la largada hasta el aeropuerto. La marcha se inició con alegría, en una mañana espectacular, sin frío, sin viento, sin coches y camiones que esquivar y se empezaron a armarse los tándem, los grupos. En verdad, tanto Rigoberto, Aladino y Carlos, siendo lo más experimentados y preparados físicamente iban a media marcha, esperándonos. Como ellos habitualmente hacen recorridos de cicloturismo de 90, 100 o más Km. en un solo día, estaban en forma y en conocimiento, amén que suelen competir con bicis pisteras y de carreta casi todos los domingos de verano, siendo Rigoberto un clásico ganador de su categoría. Senior.
Hermoso fue pasar con las bicis al lado de la planta depuradora Ing. José Bacigaluppo, Mina 3, Dorotea hasta la primera subida, la de 28 de noviembre. Allí debutaron nuestros pulmones y piernas para que en 5 km. más se acabara el festín asfáltico para comenzar otra historia: ¡De allí en más, 274 km. de ripio nos esperan!. Nuestras asentaderas, piernas, brazos y espaldas no tienen mayores alternativas… ahora o nunca. Como la epopeya de Cortés, las naves han sido quemadas…
El ripio y la ruta 40.
Nos topamos con el canto rodado milenario de la patagonia a las 09.15 AM de ese hermoso viernes a 17 km. de iniciada la marcha. Allí comenzaron a jugar nuestras inteligencias dispuestas al servicio de la paciencia y la prudencia en resguardo de músculos, piernas, cubiertas y la planificación que debemos mantener la marcha, en nuestros lógicos y personales promedios, no gastando inútilmente energías en brabuconadas, carreras cortas, etc.
Las alforjas comenzaron a prodigar las primeras pasas de uvas secas, (energizante fantástico), trocitos de nueces y los sorbos de agua se sucedieron cada 15 minutos. Algunos de los raidistas potenciaron sus cualidades y comenzaron a darle fuerte a los pedales. Gabito, Carlos, Rigoberto y Aladino fueron de la punta. Héctor, Ubaldo y Alejandro mantuvieron el ritmo prefijado: promedio de marcha entre 18 a 25 km.
Algunos en Rospentek, otros en El Turbio comenzaron a mudar ropa. Se guardaron camperas rompe vientos, se cambiaron guantes por menos abrigados o los "sin dedos", se cargó agua, (ya nos habíamos tomado casi un litro por persona) y los ánimos estaban cada vez más intensos. Hasta allí todo en bajada, planicie, sin viento. Segunda subidita brava: La de la estancia Santa Ana. Allí el primer descanso de no más de 5 minutos para no enfriar los músculos, apenas una cadencia simple de enlongación, y la provisión desde la camioneta-casa rodante, tanto Hugo (Cequeira) y Carlos (Guevara) nos proveyeron de más agua y una banana para recuperar potasio en sangre, además de darnos ánimo y felicitarnos por lo hecho. ¡Hasta para nosotros comenzaba a ser una hazaña esa primera etapa de descanso. Una hora y media de pedalear sin parar en el enripiado camino! Con respecto a la ingesta de una banana, es notable la asimilación de potasio que inmediatamente otorga al sistema hepático y por ende al sanguíneo. Recomendable y para tenerse en cuenta… Continuamos los grupos de a dos, tres o uno, depende de las ganas y el ritmo que quiere llevar cada ciclista. La mañana se mostró excelente. El camino presenta toda su belleza de montes de lengas, valles verdes y hermosos y nos reímos de las pobres vacas las que acostumbradas a ver pasar coches, camiones, colectivos, caballos pero jamás siete locos en bici… ¡La cara de asombro que ponían las vacas cuando se agolpaban en los alambres, curiosas y sorprendidas con nosotros!… El trayecto con la magnífica vista de la cordillera con las nieves eternas a nuestras espaldas, el horizonte con ese verde fuerte, los guanacos y sus crías, los ñandúes y los numerosos charitos. El camino está excelente para el tránsito y nos topamos con los muchachos de Vialidad Provincial con sus motoniveladoras manteniendo en estado el camino. Sus bocinas y saludos fueron un estímulo muy importante.
Siempre con el ritmo que corresponde a las disponibilidades propias impuestas por cada uno, manteniendo regularidad pero sin ejercer exigencias desmedidas – falta mucho por delante – estuvimos toda la mañana pedaleando, bebiendo agua cada 15 minutos, comiendo bocados cada media hora, dado que los experimentados como regla esencial dicen que en marchas largas, debemos beber sin sed y nutrirse sin hambre. Un ataque de apetito puede ser contraproducente. Al tener necesidad de alimentos –por falta de ellos- el estómago no tarda en saciarse, comiendo más de la cuenta y un déficit de líquidos es un serio problema para el ciclista, dado que sus energías decaen, sufre deshidratación aguda, con la posibilidad seria y real de desmayarse y arruinar todo por simplemente olvidarse de beber. (En un capítulo aparte nos permitiremos recordar algunos consejos apropiados sobre los líquidos y los alimentos para la marcha).
Los morros, dos antiguos pero bellos volcanes al pie la laguna Cóndor nos acompañan a la izquierda de este primer día. Algunos coches nos cruzan, quizá demasiado fuertes y muy cerca pero no dejan de saludarnos. Una tráfic llena de rubios turistas nos aplauden y uno de ellos, un hombre de unos 50 años es el más efusivo. Lo encontramos en una parada por un pinchazo más adelante. El personaje es un español que hace estas locuras en Galicia y el país vasco y su sueño es pedalear toda una semana seguida en la patagonia. Nos dijo que nos envidia y que quizá el año que viene, si logra escaparse de esposa y nietos, se viene con su bici desde la madre patria. Intercambiamos direcciones, abrazos y deseos de buena marcha para nosotros y de felices vacaciones para él.
Rigoberto, Aladino, Gabito, Héctor y Carlos adelante, unos 10 km. Ubaldo y Alejandro atrás, a paso regular. Alejandro tuvo un tirón en la pierna izquierda, la que duele un poco pero hay que cuidarla porque falta mucho aún y Ubaldo lo viene acompañando. Llegamos a Puente Blanco. Nos vamos hasta el hotel, previa cruzada del puente que pasa por el río Gallegos donde se unen el Rúbens y el Penitente. Este lugar está considerado mundialmente como uno de los sitios de pesca de la trucha arco iris más emocionantes. Por doquier pescadores a la usanza con mosca y felizmente con devolución, carpas, casillas rodantes. En el hotel enlongamos, nos tomamos algo refrescante, (permitida y muy merecida cerveza/as) y volvemos atrás dos kilómetros por un protegido bosquecito donde armamos las carpas a orillas del río. Nos aprovisionamos de leña, preparamos el almuerzo y algunos dormirán la meritoria siesta y otros probarán suerte con la caña.
Las máquinas no presentaron inconvenientes. Correctas las cubiertas, ninguna pinchadura, todas las cadenas, asientos, rayos en perfectas condiciones. En los ciclistas apósitos, primeras manifestaciones de paspaduras, cremas, ungüentos y calmantes. Excelentes los masajes del Profesor Nacional en Educación Física Hugo Cequeira. Genial el armado de las carpas y los fideos con tuco, sopa, y mateada. A la noche, ronquidos por doquier luego de ese primer día de sol, transpiración, pulmón y palpitaciones de siete patagónicos pos cuarenta, que vivieron una jornada indudablemente inolvidable para sus íntimas satisfacciones. Duermen. Mañana, al alba, otra etapa, otro esfuerzo más, otro recuerdo del alma y la vida. ¡Duermen!.
Llegada a Puente Blanco en el primer día. Los últimos serán los primeros… Alejandro y Ubaldo cruzan el puente sobre el río Gallegos. Al fondo, en el bosque, se armó el primer campamento. Allí los 7 locos comieron y durmieron- PRIMER TRAMO – DATOS DE LA COMPUTADORA– RIO TURBIO – PUENTE BLANCO (88,300 km.) SALIDA : 08,40 AM LLEGADA : 02.45 PM TOTAL TIEMPO DE PEDALEO: 4 horas-45 minutos-08 segundos PROMEDIO DE VELOCIDAD MEDIA: 18,7 KM./H TOTAL TRAMO: 88,300 KM. Datos de la computadora de la bicicleta de Gabriel Aguirre.-
Los primeros malestares en espaldas y… "Divagarum", divagar, pensar. La caballerosidad de un gran anfitrión patagónico. Después de aquella memorable primera andanza, la opípara cena, y el fantástico reposo en las carpas armadas en las orillas del Río Rúbens, algunos descansamos como los Dioses, otros, manifestaron haber dormido en intervalos, al parecer, molestos por aquellos mortales que solemos matizar las noches con armoniosos, ostentosos y sonoros ronquidos.
Se prepararon los desayunos cerca de las siete de la mañana. Muslies, (avena, leche caliente, nueces, pasas de uvas y miel) rodajas de pan integral, dulces, café con leche y una oportuna ronda de mate en dos versiones a elección: dulces y amargos. Las cremas desinflamatorias a modo de prevención, masajes en las piernas y muslos también formaron parte del rito implementado.
Se comenzó a sentir la marcha en los lugares que más estaban expuestos… Varios comenzamos a sentir sobre todo algunas molestias en la espalda. Otros en las manos y todos en las nalgas, eufemística y elegante manera de decir que nos dolía el culito… A esta molestia, talco o vaselina. Estos elementos no amortiguan los golpes pero sí eliminan las paspaduras por fricción entre las piernas o estas con el asiento. Desarmamos las carpas, guardamos todo lo utilizado tanto en la confección de alimentos como de dormir y en una hermosa mañana soleada, sin viento, partimos para la segunda etapa: Puente Blanco – Bella Vista. Serán 87 kmts. del ripio de la Ruta 40. A las 08,42 AM del Viernes 20 de Enero del 2001 en tándem comenzamos a calentar los músculos – previa sesión de enlongación – con una marcha cuyo promedio era de 20 km./h. En la punta Rigoberto, Carlos, Gabito, Aladino. Más atrás, (unos 1000 mts.) Héctor, Ubaldo y Alejandro. Divagamos, del latín "divagarum" = pensar. El panorama cautivante y hermoso que se nos presentaba ante los ojos nos mantenía en un estado permanente de júbilo colectivo y el silencio era levemente alterado por nuestras conversaciones, las que se iniciaban con relación a lo bonito del día, el comportamiento físico, lo bien que estábamos, etc., para luego hablarnos de sueños personales, nuestras familias y demás temas que quizá, en otro lugar, en disímiles casualidades, no hubiéramos tenido esa paz, calma, armonía en nuestros decires y pensares.
Cada uno de nosotros al pedalear y tomar el ritmo de la respiración acorde al consumo de oxígeno que necesitaban pulmones y músculos, nos sumergimos en un silencioso diálogo con nosotros mismos. Ningún ruido incómodo y fastidioso, salvo el delicado que producían nuestras cubiertas sobre el canto rodado.
En nuestras mentes se desarrollaron momentos de concordancia con lo mejor de cada uno de nosotros. Mediocridades naturalmente humanas, errores, banalidades, desaciertos, etc. fueron apareciendo una a una y prestándose para su análisis y la intensión de ser superadas, erradicadas. Tuvimos la oportuna vivencia en tiempo y lugar para mejorar nuestras existencias. (Luego, a los pocos días de haber concluido este raid, muchos nos dijimos sobre esos extraños y fecundos momentos de nuestras conductas y comportamientos en la vida personal, laboral y mejoramos nuestra convivencia con el estrés). Quizá poco y nada de tiempo nos habíamos ofrecido en los últimos años para analizar y hasta meditar sobre nuestros procederes… Este fue, sin dudas, una suerte de retiro espiritual, donde cada uno convivió con un semejante con ciertas afinidades en gustos y prácticas ciclistas, pero aprendimos del otro, a su respeto y ser respetado, a la tolerancia, la avenencia, entendimiento y esa mágica acción del pensamiento reflexivo, profundo e intrínseco.
La topografía aquí se mostró algo distinta con relación al tramo del día anterior. Habían desaparecido los arboles, ríos caudalosos, manantiales oportunos para cargar cantimploras con el agua quizá más rica, (y obviamente más pura) que hayamos bebido en los últimos tiempos. El camino comenzó a presentar ciertas ondulaciones, leves pero de largos trayectos con varios metros de desnivel, lo que nos exigió por instantes otras marchas, cambios más pesados y el promedio en velocidad, (que no era precisamente la premura nuestra mayor ocupación u objetivo) fue algo más lento.
Nos cruzamos con algunos vehículos, especialmente de transporte de pasajeros y entre ellos la mayoría de medianas dimensiones, tipo car van o traffic las que en pocas ocasiones redujeron la velocidad poniendo en cierto grado de peligro a nuestro paso por dos cuestiones. El sendero no deja de ser casi de una sola mano por lo que prácticamente debíamos reducir a cero nuestra marcha y hacernos a un lado y los golpes de numerosas y consideradas piedras golpearon nuestros cuerpos. Aquí una vez más se valorizó el uso del casco protector. De no haberlos usado, sin lugar a dudas hubiésemos tenido desde golpes muy fuertes hasta algún tipo de traumatismo. Todos experimentamos sobre nuestras geografías humanas varios piedrazos…
Como nos dijimos, esta mañana, la segunda del raid también fue asombrosamente calma. Los polares, guantes y pantalones largos fueron guardados en las mochilas que portaban nuestras bicis, dando lugar a las remeras, pantalones cortos y esa natural necesidad de sol y un poco de calor que sentimos los patagónicos. Esta era una pequeña venganza o el resarcimiento a tantas horas de vientos, fríos, nieves y esos interminables días de invierno.
Consumimos cada hora una o dos tabletas de avena, granos y frutas, puñados de nueces y pasas de uva. Aquí se sintió la mayor necesidad de ingesta de agua, calculando cerca de un litro cada hora y media. Cada 20 ó 25 km. tanto Carlos como Hugo, nuestros ángeles guardianes de la ruta, nos esperaban a la vera del camino, donde y desde la casa rodante de Héctor, proveían de agua a las cantimploras, bananas, naranjas y mucho estímulo. A ellos gracias…
Luego de una planicie encantadora y con una recta de más de 12 kmts. de sentido W-E, nos encontramos con las primeras estribaciones rocosas y otrora volcánicas de los laterales del valle sobre el Río Gallegos y por encima de éste en una diferencia de cientos de metros. El descenso en bici, en un camino escarpado con curvas y contra curvas, nos motivó a un instante, (en realidad de varios minutos) para un alocado descenso en las bicis, sorteando piedras sueltas, guardaganados peligrosos y semi destruidos y llegando hasta la hostería, empapados en sudor, con los niveles de anedralina en sangre altísimos, contentos, felices.
Pocos dolores, casi ninguno. Rápidamente nuestros organismos se adaptaron al esfuerzo, lo que confirma varios enunciados como ser: "El hombre es el resultado de sus pensamientos, exigencias, disciplina y constancia". Bebimos agua, gaseosas y algunas merecidas cervezas. La consigna era la reposición de líquido y todo fue válido en materia de gustos, color y cantidad. La caballerosidad de un gran anfitrión santacruceño: Rony en Bella Vista… Al llegar, fuimos majestuosamente recibidos por el propietario del lugar, Rony Vandehrben, un excelso anfitrión patagónico, quien otorga cama y comida a pescadores de todo el mundo que llegan anualmente a su posada por los salmones y truchas de varios kilogramos que ofrece el río Gallegos a metros de la hostería. Ritos propios como la rutina de enlongación inmediatamente concluida la marcha ciclista, armado de las carpas, preparación del almuerzo, (ese día dos platos de tallarines con salsa bolognesa, sopa deshidratada de verduras, ensalada de frutas que ofrecieron varias latas que llevábamos en la camioneta motor home) y a dormir la siesta en las carpas bajo la protección y la sombra de hermosos y altísimos álamos. Héctor armó pacientemente su caña y con una mosca de su propia confección probó suerte en el río, a pocos metros del campamento. A la media hora regresó con una hermosa pieza que al ser pesada, tiene 6,200 kgs. Otros salmones que picaron el anzuelo de Héctor y como corresponde a un buen pescador, fueron devueltas al río. La seleccionada ocupó un lugar en el congelador de la hostería de Rony hasta que en una conservadora la transportó hasta Río Gallegos, donde Héctor, en sus manifestaciones culinarias, agasajó varios paladares.
A las 600 PM Rony inició el placentero culto del asado al palo homenajeándonos a los raidistas y nuestros imprescindibles e indispensables acompañantes. Los nueve "atacamos" con cuchillos, dientes y furia, (se interrumpió violenta y decididamente la disciplina dietaria en hidratos, exenta de grasas y pobre en proteínas que nos habíamos impuesto varios días antes). Rony no solo nos hizo un asado de cordero –el que devoramos íntegramente- sino que además, Mario quien se encontraba en la zona desarrollando sus tareas, nos regaló varios kilos de carne vacuna que también corrieron la misma suerte: asador, ciclistas pasados de hambre, ¡se acabó!.
La opípara cena al mejor estilo argentino y muy santacruceño, -cordero al palo- concluyó a las 10.00 PM la que continuó un tiempo más entre charlas animadas, medidas ingestas espirituosas, (sin excesos pero del mismo modo, sin retaseos a la hora de reponer contenidos en los vasos del negruzco néctar de la vid).
Medianoche en el camping de Bella Vista. En fila tres carpas y en sus interiores cuatro ciclistas en descanso: Rigoberto, Carlos, Aladino y Alejandro. En el motor home, Carlos Guevara y Hugo. En un cuarto de la hostería, Héctor, Gabito y Ubaldo. El músculo duerme, las gargantas truenan en molestos ronquidos… Mañana será otro día… el último del raid. Bella Vista – Río Gallegos. SEGUNDO TRAMO – DATOS DE COMPUTADORA-. PUENTE BLANCO – BELLA VISTA. (87,250 kmts.) Horario de salida desde Puente Blanco : 08.45 AM Horario de llegada a Bella Vista : 14.03 PM Total tiempo de pedaleo empleado : 04 h. 42´ 23´´ Promedio de velocidad: 19,8 km./h.
5. El tercer dia y el ultimo
El último tramo. El despertar luego del asado. Gran desayuno. La terrible subida de Bella Vista. La interminable recta. La belleza de Buitreras. Güer Aike y viento en contra. La llegada. Al otro día. Conclusiones.
Al amanecer, listos para el final. El asado de la noche anterior en Bella Vista estuvo soberbio. Dormimos como bebés, salvo las reiteradas y comprensibles quejas somnolientas de Ubaldo, Gabito, Carlos y Rigoberto contra los disonantes ronquidos que superaban las distancias de carpa a carpa por parte de Aladino, Héctor y Alejandro. ¡Los grandes roncadores!. Desayunamos opíparamente con nuestra dieta rica en hidratos, mateamos, enlongamos y a las 09,05 AM nos despedimos de nuestros cordiales amigos de la hostería en Bella Vista, su propietario, Orlando "Rony" Vanherden, Mario Rodríguez, y Mario Blaser. La mañana, (como las anteriores) era clara, luminosa y felizmente sin viento. El paisaje hermoso con el valle verde serpenteado por el río Gallegos y los bordes rocosos de restos de piedras volcánicas. Bellísimo.
La imponente subida. A media hora de marcha nos topamos con una corta pero muy empinada pendiente que nos exigió a máximo con el mérito que todos la ascendimos pedaleando. Llegamos a la cima jadeantes, sudorosos y exaltados. Luego de este esperado y temido trajín se formaron los grupos de acuerdo a sus regímenes de marcha distanciándonos unos kilómetros unos de otros, pero los de atrás viendo a los delanteros, dado que tuvimos como compañía una extensa recta con suaves inclinaciones por varias horas de pedaleo.
Este tramo fue particularmente perfecto. Se trata del último, el más largo y esa duda de miedos e incertidumbres que tuvimos en secreto cada uno de nosotros en sí pudiésemos hacer la "bicicleteada" completa. Cada uno tuvo sus pensamientos placenteros, sus planteos de los hechos con que hemos afrontado o no las vicisitudes del vivir, nos prometimos menos estrés, más comprensión y sosiego, menos tabaco o erradicarlo de nuestros pulmones, (en verdad el único atolondrado fumador es Alejandro, los otros seis o abandonaron o nunca fumaron). Esos días fueron de análisis y se pueden comparar con una suerte de "retiro espiritual" donde la hiper oxigenación de la sangre permitió el mejor funcionamiento cerebral, el complejo cardíaco estuvo a sus anchas, nos bajó el colesterol, nos olvidamos de los conflictos personales y hasta los solucionamos…
Desde los valles de los milenarios glaciares a la tierra de los volcanes: Buitreras. Desde nuestra partida en el valle del río Turbio hasta aquí, bordeamos valles en sentido W-E que fueron los antiguos lechos de kilométricos glaciares hace 20.000 años atrás. Hoy son fecundos valles donde han quedado como vestigios, hitos, marcadores, unas colosales piedras. Son el remanente de aquellas moreras, (frente de piedras) que estos ríos de hielo fueron arrastrando por milenios en su andar.
Al llegar al paraje reconocido en el decir popular como Buitreras, hallamos en las laderas una gran extensión en kilómetros de porosas piedras volcánicas dispersas en el lugar y notables alturas, resabios de iracundos volcanes o fumarolas. Por el lugar ocurrió un cataclismo que ha dejado el sitio con muestras de la furia que tuvo por entonces la geología y topografía de esta zona. Existen en los farallones pequeñas a medianas cuevas, refugio de pumas, guanacos y espacio de anidación de aves, prevaleciendo una especie de carroñera de la familia de los buitres.
Se sucedieron curvas, subidas, bajadas en este hermoso paisaje hasta llegar en lo alto para ver sobre el último tramo del valle con el serpenteando río Gallegos en un mediodía dominical soleado de Enero con varios pescadores deportivos, humeantes asados, chicos jugando en las orillas y multicolores carpas.
Güer Aike: final con viento en contra. Pedalemos toda la mañana del domingo sin cesar. Cerca de las 2.00 PM llegamos al destacamento policial de Güer Aike y hallamos tres realidades para los futuros y últimos 30 km. Mucho tránsito de coches y camiones, (era una tarde dominical hermosísima) y la gente se había ido de cámping a la zona, por verde, aire puro y asados. Viento. Apareció el temido viento pero en este caso no fue de espalda o lateral. El muy pícaro era de frente, de la costa, soplaba fuerte e intermitente y nos cansó más de la cuenta. Asfalto. Otra realidad. El ripio tiene sus bemoles y encantos pero rodar sobre asfalto, apenas esos 30 km. sobre la Ruta N° 3 no otorgó un regalo a nuestras piernas y espaldas. Este trayecto, paradójicamente fue el más sacrificado. Extenuados con el cuerpo que habituado pero con manifestaciones de cansancio acumulado y la ansiedad en terminar, hizo que esos escasos 30 km. fueran los de mayor esfuerzos para nuestras piernas. Y llegamos. Arribamos a la puerta de la Subsecretaría de Deportes, lugar desde donde tres días antes habíamos partido con nuestras esperanzas, deseos y algunas personales dudas sobre el éxito de nuestra intensión. Silenciosas mutuas felicitaciones. Sin mayores exclamaciones y manifestaciones, pero cada uno en sus íntimas emociones halló en ese instante el placer de haber podido. No competimos con nadie ni hicimos esto para nadie. Solo fueron tres días de armonía, sosiego, ganas, esfuerzos, lucha, perseverancia y haber erradicado el estrés, la ansiedad, hallar o recuperar la paz interior. Fue como leer filosofía, hablar y escuchar a los sabios, comprendernos y querernos más, mejor…
Cada uno volvió a su casa. Allí esposas e hijos aguardaban ávidos de anécdotas, historias. En el regreso a casa, estos siete hombres maduros sintieron que habían cambiado, mejorado, crecido. Solo en la quietud de esa tarde dominical del galleguense enero, agradecieron Dios, sus familias y a la vida, esta experiencia sublime de haber unido el Pacífico y las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes con el Atlántico. Fue el sendero del carbón, el carbón de Río Turbio hasta el puerto de Río Gallegos.
Los siete ciclistas santacruceños están en los preparativos antes de las primeras nevadas de Mayo, para salir desde el Glaciar Perito Moreno en El Calafate, hasta sus hogares, en la ciudad capital de Santa Cruz. Tercer y último tramo – Datos de computadora. Bella Vista – Río Gallegos : 118,5 km. Horario de salida : 09.20 AM Horario de llegada : 03.12 PM Velocidad promedio : 19,45 km./h
La indumentaria apropiada, alimentación, mecánica, carpas, mochilas, velocidad, etc. Vestirse como la cebolla… Los habituados y experimentados ciclistas patagónicos lo primero que aconsejan cuando descubren en las calles a un nuevo y potencial "fanático por la bici" es a vestirse, es decir, abrigarse con ropa adecuada. "Hay que ser como las cebollas!, argumentan con probada sabiduría… Si no disponemos de dinero extra para adquirir la indumentaria apropiada, (algo costosa) lo mejor para convivir con el clima de la región es salir a pedalear con varias prendas delgadas o normales superpuestas, que abriguen pero que permitan el paso del aire al andar, facilitando la ventilación o refrigeración del cuerpo, fundamentalmente en axilas, espalda y pecho.
Conviene llevar (desde adentro hacia fuera del cuerpo) una remera o camiseta de algodón, (en invierno de mangas largas con el más bajo porcentaje de fibra sintética posible), camisa, pulover de cuello cerrado con cierre metálico. Para este caso lo mejor es el modelo "Polar", que pese a ser casi en un 90 % de poliester, es un excelente abrigo térmico, buen aislante del frío y el agua, posibilitando el correcto enfriamiento del cuerpo. Por encima, u otro polar más amplio o una campera "rompe viento" que de ser necesario, hay que sacársela a los pocos minutos de andar, habiendo permitido en los primeros minutos "calentar" el cuerpo y músculos, evitándose por todos los medios la transpiración. (Enrollada en la cintura o guardada en una mochila lateral o en la espalda, pero siempre a mano por un posible aguacero o llovizna o si desciende la temperatura). Al hacer un descanso, enlongación o terminado el circuito y pasados unos pocos instantes, colocársela nuevamente para no perder el calor del cuerpo.
Calzas. Excelente abrigo para las piernas y la espalda. Existen modelos en el mercado deportivo para ciclismo con un sobre protector testicular. Esta prenda es ideal, pero la misma función cumple su similar. Buen abrigo y mejor aislante. Insustituible en los meses invernales o con sensaciones térmicas de menos de 5 °C. Con esta temperatura de sensibilidad por efecto del aire y humedad ambiente, un ciclista que transite a 20 km./k tiene una impresión térmica o dérmica de –7°C, y si la sensación es de 0°C su registro corpóreo es de –18°C. Las calzas están confeccionadas con fibra artificial, con altos porcentajes de poliester, por lo que conviene ser higienizada diariamente, dado que puede contribuir a la formación micótica en el escroto, prepucio y entre las piernas. Dependiendo de la temperatura ambiental se deben calzar pantalones deportivos o cortos. Del mismo modo, existen calzas pequeñas, (hasta la mitad del muslo) para temperaturas agradables. Al iniciar el recorrido de varias horas, es prudente aplicar un poco de talco o vaselina semi líquida en las entrepiernas, evitándose de este modo lastimaduras cutáneas por rozamiento. Al concluir la jornada, efectuar una correcta higiene sobre la zona con jabones neutros y un correcto secado. Cambiar de calzoncillos y de calza día a día.
Guantes. Indispensables. En el mercado hay de distintas calidades, marcas y costos. Los de ciclismo suelen ser costosos y no apropiados a nuestro clima, donde el requerimiento es de guantes de mayor aislación por las habituales bajas temperaturas y para nada apropiados los de dedos recortados. En verano hasta se pueden prescindir de los guantes, pero en épocas de frío, los mejores son los para las actividades como el sky, trineo, etc., (prácticos y fuertes). Recientemente apareció en uso un modelo sumamente económicos con corrugaciones de goma que otorgan una excelente adherencia y permiten la refrigeración. Se recomienda siempre el uso de guantes porque es un elemento de protección ante probables caídas y por acto reflejo, siempre se colocan las manos hacia delante o expuestas para amortiguar los golpes.
Gorras, cuellitos, orejeras y pañuelos. Cubrirse y abrigarse la cabeza de los fríos es una norma desde mediados de abril a Octubre o Noviembre y si el pedaleo es de noche o de mañana, su uso es casi en todo el año. Pasamontañas, gorras, orejeras y los recientes "cuellitos" otorgan resguardo y protección por las bajas temperaturas. Estos gorros, habitualmente de lana fina con mezcla de poliester deben cubrir gran parte o todo el pabellón auditivo, al igual que los cuellos y unos protectores tipo vincha que se ensanchan a la altura de las orejas. Como esta experiencia raidista se hizo en Enero, no fue necesario abrigar la cabeza, el cuello y las orejas. Un dato interesante. La pérdida de calor en el ser humano se produce en un 35 % en su cabeza, ocupando las orejas un 20 %. Al cubrir las orejas tenemos menos frío. De gran utilidad, dado que en verano absorben la transpiración y en jornadas gélidas cubren frente, orejas y toda la cabeza, se recomienda los pañuelos de seda para la cabeza. Atados en la nuca al estilo "pirata". Muy prácticos para con el uso de los cascos.
Camperas "rompe viento". Eficientes. Muy abrigadas, de fácil llevar, económicas, higiénicas y un excelente aislante térmico y de humedad. Se las puede llevar en un bolsillo, en la "riñonera" o en la mochila. En el mercado aparte de las comunes, se consiguen en las casas de ciclismo o de camping, versiones ex profeso con ventilación. Desventajas: Sí no cuentan con oportunos agujeros de aireación en axilas, espalda y hombros, suelen fomentar la transpiración en esas zonas, por lo que se recomienda su utilización en forma controlada, retirando la prenda al calentar enseguida el cuerpo o ir permitiendo el paso del aire con la apertura del cierre. Es aconsejable adquirir las de colores vivos o combinados para la mejor visualización de los automovilistas. Evitar los tonos que mimetizan con el medio ambiente, por ejemplo: Verdes, marrones, negras, grises.
Puloverer "Polar". Desde hace unos pocos años felizmente apareció una prenda practiquísima para nuestras latitudes. De numerosas ventajas, por lo abrigado, de fácil higiene y rápido secado, de amplia superficie de cobertura, incluyendo todo el cuello. Estos puloveres están confeccionados mayoritariamente de fibras sintéticas por lo que es recomendable evitar la transpiración. El cierre metálico permite regular por medio de la abertura la corriente de aire al andar.
Anteojos. Imprescindibles. Varios modelos y de variadas formas y estilos se hallan en el mercado. Se aconseja los semi oscuros o claros para descansar la vista. Son necesarios dado la protección ocular por el polvo, tierra y el aire natural en movimiento en nuestro andar, amén del producido por el viento. En las travesías se recomienda llevar un par de repuesto. Para los casos extremos, es decir en tormentas de nieve, (blizar) o fuertes vientos, se recomiendan las antiparras del equipo de sky. Es prudente para evitar alergias, dolores de garganta, etc. llevar una por cada día de tránsito en caminos de polvo o ripio protectores de papel descartables de boca y nariz que se consiguen en las ferreterías. Aplicable del mismo modo para los días de mucho frío y viento. Su uso es limitado dado que por la humedificación por la inspiración nasal y expiración bucal, los protectores suelen perder propiedades de aislación, dado que el papel se moja.
Medias y ropa interior masculina. Preferentemente de algodón. Cambio diario e higiene localizada entre los dedos de los pies. Por la alta concentración de humedad, tratamiento preventivo y continuo anti micótico, (hongos) con pomadas o polvos.
En los hombres se aconsejan los calzoncillos de baja incidencia de poliester, con preferencia a los de algodón. Sueltos y cómodos. Higiene y reposición diaria. Para largas travesías, es aconsejable el uso de talcos o vaselina en el escroto y las entrepiernas.
Calzado. Para los más sofisticados, (se trata de una pequeña inversión pero de practicidad) existen en el mercado zapatillas profesionales con el sistema de enganche y desenganche automático para los pedales. En el caso de las zapatillas comunes, se sugieren las que cuentan con orificios laterales a la altura del arco del pié, (para su natural aireación) y preferentemente de base sólida para evitar el arqueado del pié. En las largas marchas, suelen acalambrarse y doler los músculos y las articulaciones del mismo. Se aconseja llevar dos pares, (por posibles roturas o humedecimiento) higienizar con soluciones de agua lavandina y utilizar polvos anti micóticos.
"Riñonera". De gran utilidad. Por su cómoda disposición, podemos llevar en distintos bolsillos y de fácil acceso durante la marcha, nueces, pasas, chocolates, etc. algunos modelos portan botellas de plástico para jugos o agua.
Pantalón de poliester para lluvias o barro. Amplios, cómodos y muy útiles. Se los puede llevar en la mochila dado que arrollados no ocupan espacio. Para su uso temporario por el barro, nieve o lluvia se aconseja su uso directamente sobre la piel de las piernas para evitar la exudación. Si las temperaturas son muy bajas, se aconsejan las polainas de lona, tela o lana sobre el empeine y tobillos.
Mochilas. "Guarda todo", pero lo imprescindible. Tratar de cargar con lo mínimo. Algunas prendas necesarias, remedios, anteojos y comida de emergencia. Una o dos cámaras desinfladas y enrolladas de repuesto. En el mercado existen mochilas apropiadas para el ciclismo o las comunes, evitándose las de campamentismo o alta montaña con estructuras metálicas. Se aconseja atarlas o sujetarlas con sogas al suplemento o porta mochilas sobre la rueda trasera y evitar en lo posible llevarlas sobre la espalda, dado que dificultan la natural ventilación de esta parte del cuerpo. Del mismo modo, en el mercado existen las mochilas laterales en una o ambas ruedas y de gran practicidad, con notable volumen para portar todos los rudimentos de campamento, (carpas, bolsa de dormir, etc.).
El color de la ropa. Puede ser que nos resulte chocante y nos neguemos a usar esas remeras o camperas con colores tan fuertes. Nos pareceremos a taxis con esos habituales anaranjados, rojos, violetas y amarillos. Pero todo tiene su explicación, él ¿por qué?. La combinación de negro y amarillo es altamente visible desde cientos de metros, de allí que la mayoría de los taxis del mundo, los buzones de correo, las indicaciones viales y otros signos o consignas, sean precisamente de la conjunción de estos dos colores. La ropa de escaladores, andinistas, alpinistas, antárticos y practicantes de sky son normalmente anaranjados, (el único color que sobresale a la vista con total nitidez a cientos de metros en la argenta nieve o hielo). Lo mismo sucede con los ciclistas… Hemos comprobado cuán difícil era hallarse en la verde-grisácea estepa patagónica de la ruta santacruceña. Salvo Carlos, Rigoberto y Aladino que vestían este tipo de atuendos con estos tonos ex profeso. El resto sin saberlo, con ropajes de colores neutros o "apagados", (verdes, grises, negros) y sin desearlo, nos habíamos "mimetizados" con el medio ambiente, camuflados, lo que sin saber o querer hacerlo, reducimos nuestras personales medidas de seguridad, dado que amén de casi sin poder vernos a la distancia entre las laderas, montañas, cañadones, ofrecíamos un peligroso instante a los automovilistas, colectiveros, camiones que nos cruzaban y que nos "descubrían" apenas a pocos metros. Para la próxima experiencia, usaremos ropaje de colores vivos, fuertes y combinados, pese a que nos parezca ridículo. Es una personal e importante medida de seguridad.
Casco. Hasta con cierta razón alguien podrá argumentar que son feos, ridículos, molestos y que no hacen falta… La realidad que usar casco o no, es casi diferenciar la situación al extremo entre la vida, o la muerte. Una caída por exceso de velocidad, agotamiento, pozos, ripio suelto, choque con algún montículo, otro ciclista, etc., sin dudas, hacen que lo primero que golpeé en el suelo sea nuestra cabeza, y habitualmente del lateral izquierdo. Ninguno de nosotros felizmente en este raid sufrió accidentes de este tipo, pero en nuestras anécdotas, tenemos numerosas caídas en ruta, donde todos, ¡podemos contarlas justamente porque teníamos el casco puesto en ese instante!.
En cada oportunidad que nos cruzamos con automovilistas o camiones, sufrimos a modo de ametralladora, el disparo de varias piedras de volumen y peso considerable en nuestras humanidades. Varios piedrazos en piernas y pecho, pero al inclinar la cabeza y ofrecer a la andanada de piedras nuestra protección, éstas arremetían y rebotaban en los cascos. Nuestros protectores conservan algunas muescas para la memoria y la narración. Un dato cierto: El 69% de los ciclistas fallecidos por accidente, lo fue por heridas en la cabeza. (Royal Society for the Prevention of Accidents ). – Según un estudio realizado por la Universidad de Washington, se ha demostrado que llevar casco reduce en un 69% el riesgo de sufrir lesiones en la cabeza; en un 65% el riesgo de sufrir daños en el cerebro, y en un 74% la probabilidad de sufrir daños severos en el mismo. – Utiliza un casco que cumpla las normas de seguridad que exigen los distintos organismos involucrados en la seguridad. No ahorres en el casco. Algunas normativas de cascos son: Snell: Es la más severa, prueban personalmente todos los tipos de cascos. ANSI ( Instituto Nacional Americano de Normas) BSI (British Standards) Swedish Standards CSI Italian Standards NF AFNOR AS (Australian Standards – CONCLUSIÓN: Los investigadores de la Universidad de Washington, Seattle, dicen: " Los cascos de ciclistas son eficaces en la prevención de lesiones en la cabeza o en el cerebro en aquellos accidentes en los que está involucrado un vehículo y para cualquier tipo de accidente (…) – La ley no exige la obligatoriedad del casco ciclista, NUESTRO SENTIDO COMÚN SÍ, además por el mero hecho de pertenecer a nuestra sociedad, tendrás un seguro de accidentes gratuito que te protegerá en todas nuestras marchas y en todos tus salidas individuales durante un año.
¿Qué comemos?. Contra toda costumbre en esos hábitos que hemos adoptado en oposición de la natural alimentación, por pautas culturales solemos desayunar muy ligeramente, (algún café con leche y/o mates). Almorzar opíparamente, apenas merendar y cenar como si se acaba el mundo, para inmediatamente irnos a la cama o tirarnos en el sillón dos horas a ver tele. Mal, muy mal, dirá el sabio médico, el sabio anciano, el sabio organismo. La comida más importante del día es el desayuno. Las otras, (almuerzo, merienda y cena) son complementos y de poder hacerse, la cena deberá ser liviana, es decir de poca cantidad, (solo un plato y si se puede medio). El desayuno es la incorporación de nutrientes que nos darán las energías suficientes para el jornada y sus necesidades, obviamente, con los agregados o añadidura al medio día, a media tarde y a la noche y éste, como mínimo dos horas antes de dormir.
A la mañana, el desayuno que comíamos, (obsérvese el término: comíamos, no tomábamos) era una taza grande de Müslix". Alimento vegetariano ancestral de los habitantes de la alta Baviera y la Selva Negra alemana y que le favorecen con esta correcta dieta, una longevidad promedia a los 85 años, cuando la media en la Argentina es para el hombre de 73 años…
Este muy nutritivo y energético "cóctel" produce por taza grande con leche caliente cerca de 190 a 230 calorías. Es una mezcla de copos de maíz, avena, arroz, trocitos de chocolate, pasas de uva, cacao en polvo, salvado, vitaminas A, C, B1, B2, B12, Niacina, Ácido Fólico, Calcio, Hierro y Zinc. Agregamos al desayuno dos o tres tajadas de pan integral, dulces, y dos fetas de jamón cocido, (B12 y proteínas). Una ronda de mates, (todos sabemos de sus excelentes propiedades). Pese a que ha sido tratado en otro capítulo, con cierta regularidad y rodado en bici, comíamos tabletas de müslix, (aportan cerca de 100 calorías c/u), pasas de uva, frutas disecadas, nueces, bananas y mucho agua de beber.
Almuerzos. Esta sesión la habíamos reservado para cuando habíamos concluido el tramo y siempre fue después de las 3.00 PM. Toda nuestra dieta energética se sustentó en hidratos de carbono, debido a su respuesta y reposición urgente calórica/energética. Fideos con tuco, pan, frutas, agua y/o gaseosas, etc. Ídem para la cena, salvo en Bella Vista que nos devoramos un corderito y varios kilos de carne vacuna, (proteínas y grasas de origen animal).
En ningún momento padecimos hambre, dado que los promedios de calorías que habían calculado los consultados, (médicos amigos y bibliografía) daban un promedio de 5.500 a 7.000 calorías/día como necesidad. Téngase en cuenta que el promedio para nuestras edades, ocupaciones rutinarias, etc., contienen 3.500 calorías/día/hombre. A pesar que forman parte de la indumentaria personal, (cepillo de dientes, toallas, jabón, etc.) debemos recordar que debemos tener jarros, preferentemente metálicos, cubiertos, plato y vaso para la alimentación. Leche en polvo, miel o azúcar y coordinar previamente cuantas cacerolas habrán en el campamento, calentadores, gas, kerosene, nafta, fósforos, etc., para compartir y no llevar tanta carga. Como una doctrina de disciplina, sabíamos sobre le inmediata necesidad de recuperar energías perdidas. En estos casos es necesario: la reposición de las reservas, la restauración de sales y la rehidratación. Para esto es muy bueno consumir alimentos ricos en carbohidratos, y, especialmente, en almidones (pastas, cereales, pan). También es importante el consumo de frutas y verduras con gran cantidad de potasio.
Bebidas. La rehidratación es un punto central si las pérdidas por sudor fueron grandes, amén de las obvias necesidades de agua mínimas por el ser humano que son de 2 litros diarios. Con la transpiración y el trabajo muscular, habíamos eliminado o consumido grandes cantidades de sales, como sodio y potasio. Suelen padecerse dos serios inconvenientes entre los ciclistas que por descuido u olvido no se alimentan correcta y previamente y se hidratan antes, durante y después de la marcha. Uno supone que si no está transpirando por las bajas temperaturas ambientales o su marcha no es excesiva, no es necesario beber agua. Todo lo contrario. Los ejercitados ciclistas de largas marchas, recomiendan ir bebiendo agua cada 15 ó 20 minutos. Es prudente tener una reserva de agua confiable en calidad. En el mercado hay varias marcas y en este caso no es importante cuidarse de los niveles de sodio, dado que es éste uno de los minerales ha reponerse. No es aconsejable cambiar drásticamente el consumo de agua de red de los distintos pueblos o lugares a la que no estamos habituados. ¡Debe ser terrible abandonar un bicicleteada por diarrea!… Algunos prefieren las gaseosas, los jugos de frutas, los polvos para preparar, o bebidas especiales para alto rendimiento deportivo, pero nada supera en naturaleza como el agua y más, si ella es tomada de los chorrillos o los ríos patagónicos, con las aguas más puras del planeta. Todo un placer.
Para tener en cuenta: Un litro de agua nos puede durar de una a una hora y media. Si por más espacio de tiempo no tenemos la seguridad de reaprovisionarnos, siempre será prudente llevar de repuesto en alguna cantimplora, mochila, etc.
No está en ningún decálogo de medicina científica, pero todos los facultativos y especialmente los deportólogos y los cardíacos, aconsejan el beber un vaso de vino tinto a la noche. Excelente.
En muchas ocasiones, cuando la distancia a recorrer supera los 50 Kms. es una buena idea disponer de dos bidones. En uno se puede poner una alimentación líquida que ya venden preparada en los comercios de dietética y farmacias y en el otro agua, té azucarado o una bebida que contenga glúcidos, sales y vitaminas. Una mezcla adecuada sería jugo de frutas y té al 50%, 50 gramos de miel, 10 tabletas de glucosa y una cucharada de sal de cocina. Siempre hay que tener en cuenta que un ciclista pierde más agua de la que puede llevar en la bicicleta. En el "agotamiento" por falta de líquido los principales efectos son mareos y pérdidas del conocimiento. Algunos se bajan de la bicicleta, en el momento que les ocurre, y se sienten incapaces de volver a pedalear ese día por muy lento que lo hagan. El sudor reduce los líquidos y las sales del cuerpo por lo que el corazón se verá forzado a trabajar mas rápidamente ya que al bajar la cantidad de líquidos también bajará el volumen de sangre. El corazón se verá obligado a trabajar más rápido para que nuestro organismo reciba la misma cantidad de oxígeno y se desviará la energía necesaria, del resto de los músculos, al corazón para conseguir el aumento del ritmo cardiaco.
Existe un "anti-agotamiento" muy conocido por cualquier tipo de deportista que es la glucosa. Nunca hay que tomar glucosa mucho antes (mas de media hora) del ejercicio ya que se produciría el efecto contrario al deseado al comienzo de la marcha, aunque más tarde se proseguiría la marcha normalmente. Es conveniente tomarla, en caso de consumirla, inmediatamente antes, durante y/o después del ejercicio. La glucosa es un combustible que llega rápidamente al músculo, solo se debe utilizar cuando notemos que nos fallan o van a fallarnos las fuerzas antes de terminar el ejercicio. Es recomendable tomarla cuando se realizan distancias largas o cortas a buen ritmo. Como más rápido llega al músculo es si está disuelta en agua. En caso de desfallecimiento y no teniendo tabletas o ampollas de glucosa se tomará azúcar disuelto en agua.
Botiquín y efectos personales. En el mercado hay disponibilidad de bolsines ex profeso con remedios, calmantes, etc. para viajeros. Analgésicos: es posible que nos duela la cabeza y ello se debe a presión arterial alta, por lo que de confirmarse deberemos cancelar la marcha. Para este tema, siempre es prudente la consulta y la revisión periódica. Otras causas probables del dolor de cabeza: disminución de potasio en sangre por déficit en la ingesta de líquidos lo que se soluciona aumentando el consumo de bananas y la insolación, la que podemos evitar usando casco, gorra, etc.
Cremas protectoras y vaselina. Aplicar sobre manos, rostro, cuello y todas las áreas expuestas con crema protectora a los rayos ub. De la misma manera, con lápiz labial, proteger y mantener la humedad de los labios. Vaselina: Preferentemente sólida. Aplicar entrepiernas y escroto para evitar heridas y paspaduras por rozamiento. Concluida la jornada, higienizar la zona, secar y mudar de ropa interior, calzas y pantalones.
Malestares estomacales. Por cambios violentos y recientes en los hábitos alimenticios con preponderancia de fibras y dieta rica en hidratos de carbono, por ingerir agua de la cual nuestra colonia bacteriana estomacal no está adaptada o por situaciones de estrés, nos puede ocurrir la molesta e inoportuna diarrea. Llevar tabletas de carbón. Comer los alimentos que consumiremos durante la marcha al menos con 7 días de anticipación, (frutas, verduras, etc.) y beber agua envasada, preferentemente siempre de la misma marca u origen.
Desinflamatorios. Nuestro médico nos recetará cremas desinflamatorias, las que a modo preventivo hay que aplicar previamente en los músculos comprometidos en exceso de trabajo al igual que en la espalda a la altura de la cintura. En casos de surgir dolores muy difíciles de soportar, respetando las indicaciones del prospecto, ingerir tabletas desinflamatorias.
Calzado y medias. La mayoría de los integrantes de este raid calzaron zapatillas especiales con ganchos o ajustes automáticos a los pedales. Otros usamos las viejas y clásicas "punteras" con zapatillas comunes, tipo caminata. Imprescindible que el calzado "respire" por agujeros laterales en el arco del pie. Es conveniente usar cremas que combatan o anulen la colonia micótica o el llamado "pié de atleta". Con respecto a las medias, se sugieren las apropiadas para las prácticas deportivas.
Herramientas. Tuvimos la suerte y la comodidad que entre nosotros, venía Rigoberto. Un gran mecánico de bicicletas, (mejor deportista y amigo). Con el hecho de contar con Rigo, cualquier inconveniente serio, sabíamos que contaríamos con él y sus conocimientos. Pese a ello, es conveniente recordar que cada uno llevó una o dos cámaras de repuesto, parches c/pegamento, saca cubiertas, llaves y demás herramientas afines, (las que felizmente no fueron En algunos casos, se llevan dos juegos de cubiertas. Una, (lizas) para asfalto y otras, con tacos para barro y/o ripio, luces traseras, ojos de gato, inflador, etc. Lubricantes para la cadena, nafta y pincel para limpiar barro de cadenas, rulemanes, (de haber un tramo con agua o barro). Un querido amigo y experimentado ciclista, Claudio Canaglia, tuvo la gentileza en fruto de sus conocimientos y probada experiencia, en enviarnos estos útiles consejos que transcribo de su mensaje por e mail:
Esta es la primera de tres notas donde les damos algunos consejos para enfrentar el invierno a puro pedal. La 1 que es la de hoy habla de como vestirse apropiadamente para no salir "chivando" como si estuviéramos en el Caribe o con una semana de cama por hipotermia. La 2 va a hablar de los cuidados a tener para con la bicicleta en épocas de frío. y la 3 va a hablar sobre precauciones a tener por aquellos que tengan la enorme oportunidad de ir a pedalear en la nieve, además de una breve referencia a la importancia de las distintas partes del cuerpo para aquel vestirse "inteligentemente" del que hablamos en la nota 1. Espero que les sirva. Claudio Canaglia 1. Si tu ruta es larga, no confíes en la temperatura que haya en el momento de la partida. Lleva siempre una mochila con ropa extra, que te va a permitir guardar lo que sobra si entras en calor, o te podes abrigar si baja la temperatura o tenés que parar por alguna reparación. 2. Equilibrio Térmico. Esta dado por equilibrar el calor que vos generás y el que perdés y se logra vistiéndote por capas. Entre las capas se acumulan colchones de aire caliente que conservan la temperatura por baja conductividad de aire. 3. La primera capa debe ser de un material transpirable y que traslade la humedad a la capa siguiente alejándola de la piel. Coolmax. Thermastat, Polipropileno etc., y nunca algodón o fibras naturales que son hidrófilas y por lo tanto se quedan con el sudor. 4. La segunda capa de fibra polar, que te mantiene caliente por ser una fibra hueca, y además pesa poco. 5. Por afuera, una capa de tejido más denso y cerrado capaz de parar el viento, como Gore Tex, Isofilm, etc., siempre y cuando haga frío suficiente como para usarlo. El Gore Tex especialmente permite que la tela respire en un sentido y bloquea el paso del viento o frío en el otro. 6. Lo más importante es evitar sudar. Por mas que haga 10 bajo cero si tu cuerpo te manda que tiene calor sacate el rompeviento. El sudor al evaporarse es la causa principal para enfermarse. 7. Los chalecos son muy recomendables, protegen la parte más delicada que es el torso y permiten una buena transpiración por los brazos, son livianos y ocupan poco lugar además de brindar mejor movilidad. 8. Las piernas soportan mejor las bajas temperaturas, con lo que una buena calza larga con interior térmico bastara. 9. En las mañanas soleadas de invierno, y aunque te atrevas a llevar los "cortos", carga un juego de pierneras que te van a permitir "salvarte" en caso de que baje la temperatura, y son muy fáciles de transportar. 10. Las zapatillas son muy importantes aislando el frío de afuera del calor de nuestros pies, hay unos modelos con interior de neoprene que cubren casi hasta el tobillo y con lengüeta cerrada. 11. Cuando te pruebes zapatillas térmicas usa la media similar a la que usas habitualmente, y trata de no hacerlo a la tarde cuando el pie esta un poco mas hinchado por efecto de la gravedad. 12. Si no querés comprar zapatillas especificas de invierno, usa cubre zapatos que normalmente son de neoprene o de tejidos especiales. 13. Si vas a comprar zapatillas, aunque sea verano acordate que el taco sirve para bajar caminando en zonas barrosas y las punteras sirven para ayudarte a subir. 14. Cada 10 minutos en tu salida mové los dedos de las manos y de los pies, mejora la circulación de sangre caliente retardando el enfriamiento. 15. Para secar las zapatillas lo mejor es dejarlas toda la noche con papel seco adentro, también se pueden usar secadores de pelo o estufas pero hay que tener especial precaución con la regulación de la temperatura a las que se la somete, porque si le das mucho calor puede quedar como zapato de payaso por diferencia de dilatación entre materiales. 16. El agujero donde se fijan las trabas de las zapatillas suele no ser hermético, fijate del lado de adentro, abajo de la plantilla, y trata de cerrarlo con alguna cinta tipo la Duc Tape, y si así y todo no esta hermético, ponele Fastix o producto similar. Si esa parte no esta bien aislada, pisando un charquito podes hacer que toda tu salida sea una tortura. 17. Si el frío es muy intenso, olvidate de las trabas y usa zapatos de alta montaña con pedales de punteras tradicionales. 18. Para las manos, elegí guantes con membrana antiviento en la parte superior, la palma se protege con el agarre al manubrio. 19. Solución de emergencia para las manos, si se larga a llover, son esos guantes plásticos que se venden en las estaciones de servicio para hacer arreglos. Te super salvan!! 20. Una muy buena pero solo si hay frío tipo polar, es usar guantes de látex de esos que usa mama para lavar los platos abajo de los normales. Pero solo si hace mucho frío porque transpiras como loco. 21. Si en cambio hace poco frío pero hay barro son muy buenos los guantes esos tejidos que tienen puntitos de goma en la palma que te dan mucha adherencia. 22. Fabricate o ponele unos cubre manos para evitar el viento. Tipo los que usan las motos o podes hacerte unos con un par de hueveras, no es lo mismo pero… 23. En la cabeza, podes usar algún pañuelo tipo "pirata" debajo del casco con mayor cantidad de pliegues en las orejas. 23. También son muy buenos los cuellos de polar que a través de un cordón los podes usar de gorro si querés, y si son lo suficientemente amplios según las temperaturas podes llegar a cubrir nariz y orejas. 24. Si sufrís de los oídos, considera la posibilidad de usar tapones, pero solo si vas a lugares donde no haya trafico. 25. Los lentes son imprescindibles, porque te vas a enfrentar a salpicaduras constantes de agua, barro y piedritas que saltan del suelo y de las ruedas y siempre con la habilidad de buscar nuestras pupilas. Cuanto más envolventes sean mejor, aunque aumente la posibilidad de empañamiento. Los tonos de lentes claros, tipo amarillo, naranja o rojo, te permiten además apreciar los contrastes y aprovechar toda la luz disponible.
Autor:
Alejandro Ariznabarreta