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Individualismo (página 2)

Enviado por demarchi


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4. El misterio de la persona

Interioridad y unicidad del hombre

En el encuentro con el otro, con el tú, cada uno esta también en disposición de comprender el significado genuino del yo.

Para indicar el verdadero significado del yo, distinguen dolo de la dimensión biológica, de las funciones sociales (yo social), de la personalidad (yo psicológico), se usa preferentemente el término persona, aunque se reconoce este término no carece de equívocos.

¿Qué es lo que significa el yo en el sentido de persona? ¿Qué se quiere decir cuando se afirma que todo hombre es un ego o persona?.

Para responder no hay que conceder demasiado peso a las llamadas definiciones de la persona. Boecio, por ejemplo, lo define como "natural rationalis individuo substantia"; esta definición sitúa y cataloga, no hace otra cosa que señalar al hombre concreto sugiriendo que su singularidad, que le merece el nombre de persona, esta situada en la naturaleza racional. Por tanto será preferible recurrir a algunas características que pongan mejor de relieve el contenido positivo de la persona.

La idea de la persona va ligada en primer lugar a la unicidad de todo ser humano. Esta indica precisamente aquello que no pertenece ya a una naturaleza, aquello que rompe todas las categorías por encontrarse mas allá de ellas: el otro, el tu, alguien. Los seres de la naturaleza encuentran su inteligibilidad en las características generales de la especie. Con la idea de persona se indica algo que es absolutamente diverso del individuo. Todo hombre es también un individuo porque pertenece también a una especie. Se distingue por consiguiente de los demás individuos de la misma especie por medio de ciertas características individuales: el peso, el color, la forma… Al afirmar que todo hombre es persona se subraya que (mas allá de las diferencias categoriales e individuales) es un ser singular inconfundible e insustituible: único. Es esa unicidad la que se manifiesta de un modo trágico en la muerte de la persona querida.

La interioridad fundamenta la unicidad del hombre, que no sea "un ejemplar multicopiado" de una especie determinada, sino que cada uno tenga una manera rigurosamente singular de ser persona.

Los animales, "individuos" pertenecientes a una especie, se definen por las características generales de la especie; basta predicarlas de cada uno. Un perro no es otro: se distinguen entre si por la forma, el peso, el color, etc., por los caracteres individuantes.

Pero los animales no son mas que "momentos" en el devenir de la materia, en el sucederse de los procesos cósmicos. Son como una extensión espacial y temporal de las perfecciones de la especie; su multiplicidad es muy relativa.

Están sometidos a la causalidad intramundana: forman bloque con el contorno.

También el hombre es un "individuo", también el pertenece a una especie determinada; como individuo forma número con los demás y se distingue de los demás por el peso, el color, la forma, etc.: por los "caracteres individuantes".

Pero añadir que el hombre es "persona", afirmo algo absolutamente diverso del individuo, irreductible a las cualidades abstractas que puedo atribuirle: afirmo que cada uno, como sujeto, realiza la especie "hombre" de un modo irrepetible e irremplazable.

No parece existir "el hombre", sino únicamente "hombres".

En la esfera humana cada uno es único, idéntico, diferente, inconfundible, no sumable dentro de una especie, no sustituible por ninguna otra persona. Cada uno es igual a sí mismo y nada más. Yo soy yo y no puedo ser habitado por ningún otro, ni representado, ni sustituido por nadie: soy el único en ser yo. Lo que tengo o hago, lo puede tener o hacer otro; pero lo que yo "soy", nadie más que yo puede serlo.

La unicidad de la persona no se revela mas que en la comunión interpersonal.

La persona es por excelencia el ser de la palabra y del amor mientras que la cosa es la realidad sobre la que se habla y de la que se puede disponer.

La unicidad de la persona en el encuentro interpersonal es vivida como interioridad. Encontrar al otro, escuchar su llamada, reponderle, es siempre encontrarse frente a otro.

La interioridad es el hecho de ser el hombre un "yo" que se percibe como fuente de sus actividades, responsable de sus opciones libres, y como sujeto, centro consciente de atribución de todas las realidades que constituyen su ser.

La subjetividad hace que yo pueda sentir mis dolores y tú no puedas, que yo vea al mundo desde mi punto de vista y tú desde el tuyo.

La filosofía tradicional se refiere a la interioridad cuando define a la persona como un ser capaz de pensar y obrar conscientemente y decidir en forma autónoma.

Autoconciencia (autotransparencia o autopresencia), rasgo propio del hombre que no solamente sabe (conoce), sino que "sabe que sabe" (advierte que conoce), se da cuenta de que obra. Se da cuenta de sí mismo y atribuye a su yo todas sus actividades, al mismo tiempo que reconoce la entidades propias de las demás cosas frente a la suya.

Autodeterminación: poder que tiene el hombre de realizarse (perseguir la felicidad) saliendo por sí mismo de la indeterminación en que ordinariamente lo dejan los motivos que tiene para obrar: eso que llamamos libertad.

El animal carece de autopresencia, de interioridad: el perro conoce a su amo, pero "no sabe que lo conoce", no se lo puede expresar a sí mismo, no puede decir: "yo conozco". Por esto no vive "desde sí mismo", sino que esta siempre atento a lo que está fuera de él; porque en sí mismo no tiene ningún objeto donde vivir.

Decimos que la interioridad es lo que fundamenta la unicidad del hombre. Sobre todo el hecho de la libertad, el ser dueño de la propia individualidad y de poder moldearla: esto lo va configurando y diferenciando de los demás. Esto hace que aun entre gemelos, cada uno reaccione diversamente ante los mismos estímulos y se diferencie del otro.

Quizás estos gemelos, casi idénticos, se presten a confusión, pero la madre los distingue, porque los trata "personalmente" y, sobre todo, los ama: por el amor somos capaces de descubrir los valores y las riquezas, únicas e irrepetibles, que hay en cada persona.

Concluyendo: las cosas son "trozos de mundo"; el hombre, en cambio, percibe su radical "alteridad" frente a las cosas y frente a los demás: no forma con ellas un todo único, es un mundo aparte, siempre nuevo y original.

5. Individualismo y colectivismo

Individualismo:

El individualismo acentúa: somos un "ser-junto-a-las-cosa".

Es la antropología del yo solitario y autosuficiente, cerrado y aislado de los demás.

Para el individualismo las relaciones humanas se dan, si, pero son "accidentales", dependen de la libertad del hombre, puede abstenerse de ellas, como puede dejar de estudiar matemáticas, esas relaciones no interesan gran cosa al despliegue de la persona. No son una dimensión constitutiva del hombre.

El individualismo es una acentuación unilateral de la individualidad, no permanece a nivel de ideas, sino que crea una actitud, un hábito existencial: los individualistas se creen siempre acreedores, nunca deudores de los demás.

Descartes:

Filosóficamente decimos que el individualismo moderno se originó en Descartes, padre del racionalismo moderno, que aísla y desencarna al "yo que piensa", no da importancia a la relación con los demás, cuya existencia solo descubre a través de un razonamiento, y acentúa la relación con el mundo material.

El exponente más trágico del individualismo fue Nietzsche, la afirmación de sí se realiza necesariamente a expensas de los demás: el prójimo es un mal inevitable.

Tendencias individualistas invadieron sectores muy distintos.

John locke:

Su individualismo se tradujo en un solapado egoísmo económico, en "culto a la propiedad" que lo llevó a excluir de su sociedad a los que no poseían bienes de fortuna. Su sociedad intenta armonizar individuos originalmente autónomos.

En la época en que vivió Locke dos eran las teorías contrapuestas concernientes a la monarquía.

Según la concepción autoritaria, el rey o gobernante encarna al país y su bienestar, no esta sujeto a nadie.

Según la concepción constitucionalista, el rey junto con sus súbditos está sujeto a la constitución del país, por lo tanto los súbditos pueden apelar contra el rey a los derechos que les garantiza la constitución de su país.

Locke estaba a favor de la monarquía constitucional.

Él trata de entender su época a la luz del pasado, el estado natural del hombre.

"Para comprender rectamente el poder político y derivarlo de su original, debemos considerar cual es la condición en que están naturalmente todos los hombres y que es un estado de perfecta libertad para ordenar sus acciones y disponer de sus posesiones y personas como mejor lo estimen dentro de los límites de la luz natural, sin pedir permiso ni depender de la voluntad de ningún otro hombre".*

Al principio los hombres eran libres, no sujetos a poder político alguno. No tenían que dar cuenta a nadie de sus actos, los hombres eran iguales sin ningún privilegio sobre los demás. Sin embargo existía un límite a su libertad, que era la libertad de los demás seres humanos. Ninguno estaba autorizado para usar de su libertad de manera tal que estorbara la libertad de los demás. Empero, no había una ley positiva porque aún no existía un Poder Legislativo. La ley en cuestión era la ley natural escrita en el corazón de cada hombre, pero esta no tenía sanción, entonces esto traía a conflictos. Toda clase de razones vinculadas con la población en continuo aumento y la complejidad de las relaciones económicas hicieron difícil conservar el primitivo sistema de aislamiento. Entonces los hombres resolvieron crear una especie de comunidad que surgió cuando los hombres decidieron renunciar a su derecho individual a determinar el castigo, ejecutarlo, y confiaron este derecho a una única autoridad central. Así vino al mundo el poder político.

La finalidad de la sociedad civil es evitar y remediar esos inconvenientes del estado de naturaleza que necesariamente se siguen de que cada hombre sea juez en su propio caso, mediante el establecimiento de una autoridad a

Kwant R., "Filosofía social"

La cual en la sociedad puede recurrir cada individuo cuando ha recibido una injuria y que cada cual debe obedecer.

El dice que la monarquía absoluta que es tenida por algunos como el único gobierno en el mundo es incompatible con la sociedad civil y no puede ser una forma de gobierno civil. La autoridad central surge de una libre cesión de derechos hechas por personas libres, y por tanto no posee mas derechos que los que le han sido cedidos por esas personas. Puesto que esa cesión no creó la monarquía absoluta, esta ha surgida mediante la usurpación.

De ahí que Lucke esté a favor de la monarquía constitucional, en la cual el rey no está por encima de la ley, sino sujeto a ella lo mismo que su pueblo.

Locke afirmó que los individuos en el estado de naturaleza eran libres, eran capaces de proveer por sí mismos, que estaban maduros para disponer de sus propiedades libre y responsablemente que poseían un conocimiento claro y diferente de la ley natural, que tenian un desarrollo mental suficiente como para juzgar crímenes realizados contra la naturaleza, eran justos y equitativos. El hombre considera al individualismo como maduro y le atribuye la iniciativa de fundar una sociedad civil.

En la época de Locke comenzaron a revelarse al ciudadano posibilidades cada vez mayores. Para usar de ellas, para desarrollar sus propias iniciativas, tenía que escapar al controlo de la monarquia absoluta. El individualismo queria emerger de las masas del pueblo controlado por el monarca absoluto, tendencia que culminó en la revolución francesa. Poner tal énfasis en la libertad del individuo se habia vuelto normal para las mentes progresistas. La teoría de Locke miraba la condición original del hombre como un estado de completo individualismo y consideraba aún el orígen de la autoridad central como un resultado de la acción emprendida por individuos autónomos. Esta descripcion acerca de la condicion original del hombre omitia el carácter social de la existencia humana y el carácter comunal del desarrollo humano. No tenía en cuenta la relacion dialectica entre el desarrollo de la persona y el de la sociedad.

Jean Jacques Rousseau:

El hombre nace bueno, la sociedad lo vuelve malo. La sociedad no es algo natural, es fruto de un contrato libre.

Rousseau trabajó en un principio como educador, pero no tuvo mucho éxito. Puso entonces por escrito todas sus ideas pedagógicas en "Emilio", una novela filosofica-pedagógica, donde desarrolla sus teorías en conexión con la imaginaria educación de su imaginario discípulo Emilio.

El afirma "toda naturaleza es buena tal como sale de las manos del Hacedor del mundo, pero degenera una vez que cae en manos de los hombres".*

Él rechazaba la religión revelada y profesaba una vaga religión natural. Dice que la naturaleza es buena, toda actividad humana es buena es cuanto este en armonía con ella y será mala en cuanto le sea infiel. El da un valor positivo a los microvínculos de la vida social, como la vida familiar; pero en la vida de sociedad los lazos integrales de la familia se ven el peligro, como por ejemplo : las madres ya no tienen tiempo de criar a sus propios hijos, los padres tampoco, por lo tanto él ataca a los macrovínculos de la sociedad que aluvian al hombre de la naturaleza.

El dice que tres son las fuentes de la educación: la naturaleza, las cosas y el hombre. Mediante el crecimiento natural del hombre sus facultades llegan a ser maduras. Con el crecer del hombre, su naturaleza va desplegando su riqueza. Pero el crecimiento del hombre en madurez no es un proceso puramente interno, sino que esta influido por las cosas que lo rodean.

La educación puede tener éxito únicamente si las tres influencias trabajan juntas: la naturaleza, las cosas y el hombre deben colaborar armoniosamente hacia el mismo objetivo. Hay un solo modo en el cual las tres fuentes de la educación pueden colaborar armoniosamente: la influencia de las cosas y del hombre deben adaptarse a la de la naturaleza, entonces la naturaleza es la norma absoluta de todo el proceso de la educación.

La naturaleza que cada individuo ha recibido es buena y funciona para el como una norma. Cada uno tiene así dentro de sí mismo una norma que le permite evaluar las realizaciones sociales, las cuales son buenas en tanto están en línea con la naturaleza y malas en cuanto la deforman.

Rousseau no quiere exponer a Emilio al contacto de las ciudades, sino que lo lleva al campo ya que considera que la vida allí es superior a la degenerada vida ciudadana. La única excepción que hace es la referente a el libro "Robinson Crusoe". Ve a la sociedad como una amenaza para la personalidad del hombre.

Se dice que su individualismo fue una especie de autojustificación ya que el tuvo un poco de dificultad para abrirse a la sociedad.

Adam smith:

Fue el padre de la economía liberal, donde todo esta librado a la oferta y la demanda.

El individualismo económico es la forma mas peligrosa de individualismo, porque esta vinculado con la base material de la vida toda del hombre y por tanto se hace sentir en todos los campos. El hombre tiene que vivir en el mundo, el hombre depende del mundo en todo lo que hace. El hombre necesita un mundo adaptado a sus exigencias, transformando en su espacio vital. Esta adaptación y transformación debe ser realizada por el hombre mismo. La actividad por lo cual hace el mundo útil para si se llama "trabajo", pues este pone el mundo a su disposición. Nadie puede producir por si solo el mundo que necesita, sino que todos creamos juntos nuestro adecuado ámbito de vida. Porque el trabajo tiene un carácter social, se hace preciso una especie de sistema de división a través del cual cada hombre recibe su participación en ese mundo hecho adecuado por el trabajo. Hacer adecuado el mundo y dividir este mundo constituye lo esencial de la vida económica del hombre. Por lo tanto en cualquier cosa que el hombre haga esta dependiendo del mundo adecuado y por ende de la economía. Si el individualismo impregna la vida económica indirectamente controla la totalidad de la vida.

Decimos que la obra de Smith "La riqueza de las naciones" ha desempeñado un papel importante en la historia del capitalismo, es una de sus fuentes.

El vio que el progreso económico de un país esta estrechamente conectado como el desarrollo del trabajo productivo y que esta desarrollo depende de la división del trabajo. Esta es muy fructífera; es una necesidad, pero lente y gradual consecuencia de la inclinación del hombre de intercambiar bienes, por lo tanto la propensión a intercambiar bienes es mas fundamental al que la división del trabajo; y este intercambio es un hecho humano fundamental que solo se da entre humanos, no es factible ver que un perro intercambie huesos con otro, sino que cuando quiere obtener algo de su amo, da vueltas en torno de este moviendo la cola y trata de inducir a su amo a benevolencia. El hombre usa a veces esas mismas artes con sus hermanos, procura ganar su benevolencia cuando necesita de sus servicios; pero sería inútil esperar de su benevolencia todos los servicios necesarios; para obtener lo que queremos tenemos que apelar a su amor propio: tratamos de excitar su propio interés para hacerlos obrar a favor nuestro. El intercambio se da así: tu me das lo que necesito y yo te daré lo que tú necesitas y así ambos estaremos mejor. No apelamos a la humanidad del otro, sino a su propio interés. Solamente un mendigo depende principalmente de la benevolencia de los demás.

Smith encuentra degradante recurrir a la benevolencia del otro, dice que esta por debajo de la dignidad del hombre, el hombre es plenamente humano solo cuando recurre al amor propio del otro: tenemos algo que ofrecerle y pedimos algo a cambio.

La tendencia de cada uno a buscar el propio interés es la actitud que controla todo el sistema de intercambio. Cada hombre es un centro de interés propio y de esta manera alcanzamos un nivel de existencia digno de el.

Con esto vemos que Smith defiende el individualismo absoluto: cada uno está centrado en su propio interés.

Dice que los seres humanos deben prestarse servicios unos a otros, porque solo pueden existir el uno mediante el otro, y dice que esto es una tendencia innata.

Nadie es plenamente satisfecho con su condición, sino que todos deseam mejorar su situación y la mejor manera de cumplir este objetivo es aumentando el propio capital. Para aumentar su capital el hombre debe ser parsimonioso * en sus gastos.

La actitud económica se ve muy rotundamente en la afirmación que el hace al decir que la bancarrota es el mas humillante desastre que puede golpear a un hombre.

El hombre tiene una natural tendencia a preocuparse por el propio interés, esta domina todas las actividades sociales y todas ellas brotan de esta. Dice además que el bienestar de la comunidad brota de la tendencia de los individuos a preocuparse por su propio interés.

extrema en los gastos.

Colectivismo:

El racionalismo cartesiano acaba por aprisionar al hombre y al mundo en la telaraña del yo que piensa, desde Descartes el hombre queda aprisionado en una totalidad racional o lógica.

Partiendo desde Platón (s.IV a.de C.) ya sacrificaba al otro al servicio de la idea, hasta Hegel (m 1831) que lo diluye en una construcción conceptual abstracta, en su sistema el hombre se pierde como una gota en el océano.

En Hegel, el Estado se hace totalitario, en el sentido de que ningún aspecto de la vida del hombre, ni siquiera la conciencia, debe escapar a su control.

Carlos marx:

Hegel había absorbido al individuo en una totalidad abstracta, Carlos Marx lo disolverá luego en una totalidad social.

El colectivismo marxista reacciona contra cualquier interpretación individualista del hombre, pero cae en un terreno opuesto: absorbe al individuo en la colectividad. Para Marx, el hombre es solamente "ser social". Como individuo, no tiene una vocación diversa de la que tiene la colectividad. Es como una abeja en un colmenar. El individuo transfiere todos sus valores a la sociedad, se masifica, se pierde en el anonimato. Los problemas individuales, piensan los marxistas, son de origen burgués, y están destinados a desaparecer en la "sociedad sin clases" del futuro.

Si los individualistas no ven la sociedad, los colectivistas no ven mas que la sociedad.

En el colectivismo marxista el individuo queda desdibujado, no pasa de ser un engranaje de la máquina social, del partido. El individuo puede ser sacrificado a las exigencias de la colectividad; solo tiene que servir de "medio" a la realización de los fines de la especie. Y de hecho donde imperan estas ideas las personas con frecuencia son sacrificadas al Moloc de las estructuras, tanto o mas que en los sistemas capitalistas: en lugar del patrono y del capital, se pone al Estado, la policía, la ideología, la censura, los tanques y los campos de concentración.

Marx parte de una interpretación atea del hombre y del universo, establece come principio fundamental que el hombre y solo él es sujeto activo de la historia, esta es una producción exclusiva del hombre y además el mismo hombre es un producto de la historia, esto es, del propio hombre. La historia es la autocreación del hombre por parte del hombre. En este proceso de autocreación el trabajo es el punto focal y dinámico. No son las ideas ni la razón lo que hace encaminar a la historia, como pensaba Hegel, sino el trabajo humano manual y tecnológico, el trabajo productivo.

"El hombre se distingue del animal desde el momento que empieza a trabajar"*, esto es, desde que comienza a producir los medios para su sostenimiento.

*Esta idea ha sido desarrollada ulteriormente por Engels; "Dialéctica de la naturaleza", México 1961.

El trabajo es primeramente la transformación de un trozo de materia y el hombre se hace hombre expresándose en esa materia, por eso el trabajo es ante todo una relación entre el hombre y la naturaleza y esta relación se traduce en una relación social. El trabajo no podría ser productivo sin la creación de instrumentos y sin la división de la tarea, el trabajo se convierte así en una empresa social: unos pocos proporcionan los medios de producción y los otros proporcionan las diversas formas de trabajo. De estas relaciones primarias dependen posteriormente las demás relaciones humanas.

Con la división necesaria del trabajo resulta que los medios de producción se concentran en manos de unos pocos, a quien los demás tienen que vender su trabajo a cambio de un escaso salario, así surge la división de clases (posidentes- proletarios), los proletarios se van alienando cada vez mas, y esto en todos los campos de la vida humana, porque todos los sectores están determinados por las relaciones de trabajo.

La liberación del hombre alienado se conseguirá por la abolición de la propiedad privada, raíz de todos los males. Surgirá luego una clase única, una sociedad sin clases donde la naturaleza estará totalmente sometida al hombre y el hombre en paz con la naturaleza y con sus semejantes. (Este es el pensamiento de Marx en su juventud) concluye que en la sociedad futura quedará suprimido el trabajo.

Pero, en "El Capital" ya no piensa en la supresión del trabajo. No habrá ya esa plena reconciliación del hombre con la naturaleza. En cualquier estructura social y forma de producción el hombre tendrá que luchar contra la naturaleza y trabajar para producir, por tanto la esfera de la producción material no pertenecerá al reino de la libertad, la verdadera libertad tendrá que buscarse fuera del trabajo, en el tiempo libre.

Concluyendo podemos añadir que para Marx solo el colectivismo es capaz de superar las alienaciones sociales y económicas, porque la esencia del hombre es colectiva.

Para el hombre es solamente ser social. En sí mismo como individuo no tiene una vocación personal diversa de la de la colectividad. No tiene una perfección únicamente en cuanto individuo, el centro existencial es la colectividad, no la personalidad.

Est o Marx lo ha expresado claramente en un texto conocido de los manuscritos de 1844:

"La actividad social y el goce social no existen, ni mucho menos en la forma única de una actividad inmediatamente comunitaria y de un goce inmediatamente comunitario… Incluso cuando solo yo actúo científicamente, etc., en una actividad que yo mismo no puedo llevar a cabo en comunidad inmediata con otros, también soy social porque actúo en cuanto hombre. No solo el material de mi actividad me es dado como producto social, sino que mi propia existencia es actividad social, porque lo que yo hago lo hago por la sociedad y con conciencia de ser un ente social".*

Por lo tanto, no son los individuos los que forman la sociedad, sino que es ella la que forma a los individuos. Ellos existen únicamente en cuanto participes de la sociedad.

Si para Hegel el individuo no es mas que un eslabón en el devenir del espacio, para Marx el individuo no es mas que un eslabón de la colectividad.

La persona pierde valor y significado porque depende totalmente de la colectividad, del partido que se presenta como encarnación y expresión de la colectividad.

El individuo en línea de principio puede ser sacrificado a las exigencias de lo colectivo; hay ciertas exigencias totalitarias frente a las cuales el respeto a una persona no es mas que un sentimiento burgués.

6. Personalismo dialogal

Contemporáneamente el avance del colectivismo, se ha abierto camino la filosofía dialogal o filosofía de la intersubjetividad que realiza la síntesis de los dos extremos precedentes Podría denominarse Humanismo social.

Este difiere esencialmente del individualismo; pone de relieve la naturaleza social del hombre considerando a la persona, en primer lugar, en relación con las demás personas y, solo en segundo término, en relación con las cosas.

Pioneros de esta corriente hallamos a teólogos protestantes (Ebner, Brunner, Barth), pensadores judíos (Buber, Levinas) y filósofos católicos (Marcel, Nédoncelle, Guardini, Mounier, Laín Entralgo, etc.).

Todos ellos, proclaman la trascendencia del "tu" para al existencia humana. La verdad más profunda del hombre es su relación con los otros. Existir es co-existir. El hombre es un "ser para el encuentro": solo comprende su misterio cuando encuentra al otro hombre y crea con él una relación interpersonal.

Estos no desconocen la importancia de nuevas estructuras sociales.

El personalismo es una reacción histórica contra posiciones totalizantes, por un lado, e individualistas, por otro. Pone a la persona en el centro de la reflexión y, a partir de esa reflexión, establece una escala de valores, realiza proyecciones sociopolíticas y establece criterios para evaluar la historia contemporánea.

El personalismo dialogal, "persona en comunión", apareció en Europa al fin de la Primera Guerra Mundial (1918).

Los horrores de la guerra contribuyeron a centrar la atención en el hombre, su dignidad, sus derechos, especialmente su derecho a convivir en paz.

Emmanuel Mounier, el representante mas puro del personalismo cristiano pensaba que "el filósofo que se encierra en el yo, no encontrará jamás el camino que conduce a los otros". En la apertura al "otro" adquiere la persona su consistencia.

Para Mounier lo que mas contribuye a la realización de la persona es la comunidad.

La Afirmación De La Relación Interpersonal

M. Buber y E. Levinas figuran sin duda alguna como dos expresiones significativas del gran giro o revolución en la interpretación de la existencia humana, que caracteriza a una parte de la antropología contemporánea.

Bajo su influjo se ha afirmado decididamente el pensamiento dialogal que confiere a las relaciones con los demás la primacía en el pensamiento sobre el hombre.

Martín Buber

Su pensamiento filosófico podría denominarse "Dialoguismo".

El hecho fundamental de la existencia es el hombre con el hombre. La persona solo existe en relación con el mundo, con los otros y con Dios.

La relación "Yo-Ello" es experiencia, saber, dominio. Funciona en ella la dialéctica "señor-esclavo". Se mueve en el plano técnico, utilitario.

La relación "Yo-Tu" se produce en el encuentro.

El rechaza radicalmente la reducción del hombre a una sola dimensión, es decir a otro hombre (yo-tu). Estos se caracterizan como experiencia y encuentro respectivamente.

Él dice que la relación con el humano no es solo una relación entre las demás, sino la relación por excelencia, el hecho primario de toda antropología o filosofía..

La relación con el mundo material (yo-ello) se desarrolla como una relación dueño-esclavo.

Pero muy diversa es la relación con el tú. La relación con el otro se caracteriza por la inmediatez: el otro está inmediatamente presente, o sea no hay intermediarios en el encuentro. El tú, a diferencia de la cosa, no aparece jamás como sometida al yo o dependiente del yo. Esto supone la exclusión de todo dominio del yo, el tú es una relación en la que dos polos equivalentes se constituyen el uno al otro en perfecta reciprocidad.

La relación con Dios es la "relación fundante", sustentadora de todas las demás. El verdadero tú del yo es Dios.

En la época actual la relación "Yo-Ello" se halla gigantescamente hinchada y ha usurpado prácticamente el domino del hombre: obstaculiza la relación personal y el reconocimiento de Dios, que se ha eclipsado en la sociedad moderna.

Emmanuel Levinas

Ve en el individualismo que se remonta al "yo pienso" de Descartes, la raíz de los mayores males que afligieron a la Europa moderna, especialmente en las guerras mundiales. Querer construir un mundo sobre la primacía del conocimiento objetivo y de la técnica. Sostiene que las ontologías del Ser, del cual todos participamos, no permiten que el Otro sea Otro metafísicamente distinto; lo diluyen en una Totalidad.

Trata de superar esa antología cerrada, contraponiéndole la metafísica abierta de la alteridad, que supone el reconocimiento del Otro como "todo Otro", como un mundo aparte.

Admite una relación del yo con el mundo para dominarlo, para ponerlo a su servicio. Pero a esta relación "económica" contrapone la relación social.

La relación social va mas allá de la relación intimista "yo-tú"de Buber, que define muy bien las relaciones de amistad y de pareja, pero no las trasciende. En el "otro" están incluidas todas las personas humanas. Levinas pasa del "prójimo-individuo" al "prójimo-masas humanas", afirma enérgicamente la universalidad del otro. La injusticia que cometo con el "otro" tiene consecuencias para el "tercero", ese tercero ausente que está detrás del rostro del otro. Reconocer al "tercero", es afirmar la necesidad de crear estructuras sociales de justicia y libertad, estructuras que hagan imposible la explotación y posibiliten concretamente el reconocimiento del otro. Añade que el "otro" irrumpe en mi existencia y se impone con su sola fuerza. El "otro" es radicalmente exterior al yo y a su mundo; escapa a cualquier actividad "totalizante" del yo. El otro solo es abordado a través del diálogo, de la proximidad, del contacto, de la sensibilidad, que es "pasividad respetuosa.

El otro provoca en el yo una dimensión nueva: la experiencia moral, la responsabilidad. Frente al otro soy una conciencia pasiva, expuesta al otro, asediada por él. El otro exige ser tratado con justicia y con amor: dando origen al "tú debes"; exige desde lo alto, no como igual, sino como superior. En efecto, puede dar la vida por el otro, pero no puede exigir que el otro dé la vida por mí. El valor del otro es tan incondicional que puede justificar por sí mismo la opción del sacrificio de mi vida. Para comprender mejor su antropología debemos entender que esta, está caracterizada por dos ideas fundamentales, por un lado una crítica radical y despiadada de la egología basada en el cogito de Descartes.

¿En que se basa la egología de Descartes?. El hombre ha partido de la absolutización del yo y ha acabado en la negación del yo concreto y singular. Descartes se encuentra plenamente en el llamado "giro antropocéntrico" que tuvo lugar tras el ocaso de nueva cosmología. Con Copérnico la tierra dejó de ser considerada como el centro del universo, el hombre se consideró a sí mismo como el centro de la tierra haciendo que todo gire a su alrededor. Descartes previno que la certeza fundamental del hombre, su primera verdad es la conciencia egológica que piensa al mundo: "cogito, ergo, sum"; y dice: "advertí luego que, queriendo yo pensar de esa suerte que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad: yo pienso, luego soy, era tan firme y segura que las mas extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverlo, juzgué que podía recibirla sin escrúpulo como primer principio de la filosofía que andaba buscando".*

Afirma que la verdad fundamental del hombre está en el mismo hombre, en la persona individual que reflexiona sobre sí misma. La existencia del yo se impone con certeza indudable en el acto de pensar.

Este intento de pensar al hombre como un yo aislado y autosuficiente conduce ya en la filosofía de Descartes dificultades a la hora de concebir la comunión con los demás. La existencia del otro es conocida indirectamente, a través de las cosas materiales y objetivas.

Continuando con Levinas decimos que por otro lado, él afirma la primacía del otro como verdad fundamental del hombre. Dice que la interpretación del hombre basada en la primacía del cogito y de la orientación hacia el mundo material está marcado por la voluntad del poder viciado por el mito de la totalidad.

Levinas afirma la primacía clara del otro, indicando como "Epifanía del rostro". Esto implica:

La certeza del otro como otro se impone con su propia fuerza, e introduce así al hombre en una verdadera experiencia metafísica y religiosa;

El reconocimiento del otro no se da solamente a nivel intimista y privado, sino que debe ser esencialmente ético y objetivo: el otro exige ser .

Fundamentación Del Personalismo Dialogal

El ser con los demás y para los demás pertenece al núcleo mismo de la existencia humana.

El ser con los demás, significa que el hombre no está nunca solo. Su existencia principal está siempre orientada hacia los demás, ligado a los demás, en comunión con los demás. El otro está indudablemente presente a la existencia personal. La idea de co-existencia incluye también que la existencia se desarrolla y se realiza junto con otros en el mundo, y que el sentido mismo de la existencia está ligada a la llamada del otro que quiere ser alguien delante de mí, o que me invita a ser alguien delante de él.

La revelación del otro:

El vínculo de mi experiencia personal con el otro y la orientación hacia el otro son algo tan central que es imposible negarlo en la práctica.

El hombre original en que el otro se revela y se impone a mi existencia es el que indica Levinas cuando afirma que el pobre, la viuda, el niño, el hambriento, todo hombre quiere ser reconocido como "alguien" y que me pide que le reconozca y que sea alguien ante él. El otro no existe porque yo me haya puesto a pensar y a demostrar su existencia. Él está allí, cara a cara.

"La desnudez del rostro no es eso que se me ofrece por el hecho de que yo lo descubro- Y que por ello me ofrecía a mí, a mis poderes, a mis ojos, a mis percepciones, en una luz exterior a él mismo-, sino que es un rostro que se dirige hacia mí; y ahí es donde radica su misma desnudez. El es por sí mismo y no por referencia a un sistema". *

La certeza del otro que se impone por sí mismo es doble. Afecta a su existencia como otro ser que revela y se da a conocer independientemente de mi inteligencia; y afecta también el carácter ético de mi existencia, mediante el cual todo lo que se debe hacer para realizar la existencia va ligado al reconocimiento del otro, a ser alguien para el otro.

Estos filósofos iluminan su fenomenología desde diversos puntos de vista, entre los cuales emergen la palabra y el amor, a través de los cuales ésta evidencia puede ser iluminada.

7. Conclusión

A modo de conclusión, quería hacer hincapié en la importancia que, desde mi punto de vista, tiene el tema que he elegido: La antropología, ya que, como lo expresa su concepto, es la disciplina que toma al hombre como objeto de su investigación, para aclarar y establecer su ser y los aspectos fundamentales de su esencia o naturaleza.

Y el porqué de esta importancia, radica en el hecho de que el derecho esta dedicado al hombre, él es el único destinatario, por lo tanto, debemos conocer con claridad a que nos referimos cuando hablamos del hombre, del sujeto estudiado tanto personalmente como globalmente.

Históricamente, los interrogantes del sobre sí mismo, surgen de diversas fuentes, como de la admiración, de la frustración, de la desilusión… y todas llegan a las mas diversas respuestas, y esto es porque el hombre es un ser limitado, finito, que posee solo un grado de perfección participado del Ser divino, de ahí que es susceptible de equívocos e incertidumbres.

Asimismo, hombres de diferentes épocas, han sostenido sus teorías como verdades irrefutables, entre ellos: Platón con su dualismo, que afirma que la autentica realidad del hombre es su alma espiritual.

Sin embargo, tenemos el caso de Descartes, fue bastante diferente, ya que él, al final de su vida, sintió una especie de autocrítica respecto de su dualismo.

Finalmente, no quiero dejar de mencionar, que entre las diversas teorías, como síntesis de algunas que resultan un poco extremistas, (como el individualismo y el colectivismo), nos encontramos con el personalismo dialogal, que pone en relieve la naturaleza social del hombre, considerando a la persona en primer lugar, en relación con los demás.

"El hecho fundamental de la existencia humana no es ni el individuo en cuanto tal, ni la colectividad en cuanto tal. Ambas cosas, consideradas en sí mismas no pasan de ser formidables abstracciones. El individuo es un hecho de la existencia en la medida en que entra en relaciones vivas con otros individuos; la colectividad es un hecho de la existencia en la medida en que se edifica con vivas unidades de relación. El hecho fundamental de la existencia es el hombre con el hombre." *

Trabajo enviado y realizado por: Guadalupe Demarchi

Estudiante de Derecho

Partes: 1, 2
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