Por Francisco Avila F.
Profesor de la UNERMB
Este trabajo se realizó el 04-12-97
RESUMEN
La vía más natural por ser la más lógica para entender los secretos de la naturaleza, es la comprensión de los sistemas más simples para luego entrar con ímpetu en los más complejos. Las leyes científicas tienen capacidad predictiva mientras no aparezcan en escena las ‘fluctuaciones" que a través de ellas el azar se rebela contra dicha capacidad. A diferencia de la ciencia que debe ser un sistema "abierto’ con componentes deterministas, los científicos deben ser indeterministas, cuestionadores y buscar explicaciones divergentes, a fin de entender la esencia del "cambio" como la capacidad de transformar, de construir o de incorporar los significantes poderosos, en la complejidad del mundo. La complejidad puede tratar de conocerse mediante la ciencia, el arte, la música y la filosofía. El camino elegido depende de las habilidades del que trata de conocer dicha complejidad. La ciencia puede enseñarse a otros seres humanos pero el arte no puede enseñarse aunque se pueda comunicar a aquellos que hayan adquirido la habilidad de la contemplación. El Arte y la Arqueología se asemejan en las complejidades que tratan de indagar y comunicar. El artista y el científico se parecen en que ambos deben ser innovadores y creadores.
Tanto la Música y el Arte progresan en el mundo porque el hombre se pregunta que comunicar y como hacerlo. Mozart, fue un producto de la contingencia del azar creador y hacedor. Fue un creador – trabajador, ya que logró imágenes musicales comunicables y pudo comunicar las complejidades musicales que le inquietaban. Los grandes músicos como los grandes pintores nacen con el don de desentrañar las complejidad del mundo que les rodea.
ANALISIS DEL TEXTO DE JORGE WAGENSBERG TITULADO IDEAS SOBRE LA COMPLEJIDAD DEL MUNDO
En el ensayo de Jorge Wagensberg, salido a la luz pública en el año de 1985, tituladoIdeas sobre la Complejidad del Mundo, el autor deleita al ávido indagador de cuestiones relativas al mundo al que pertenece como humano y de las circunstancias tuópicas o ideológicas de la realidad, en aspectos tales como, el azar, el cambio, el indeterminismo y el arte.
En la complejidad del mundo se ha querido ver un obstáculo para resguardar los secretos de la naturaleza antes que un escenario para poner a prueba la inteligencia humana, su capacidad de desentrañar los enigmas y de aplicar el método científico (de inducción), a fin de estudiar los sistemas más simples y luego tratar de comprender los sistemas más complejos, en atención a la sentencia de Whitehead "La Ciencia debe buscar las explicaciones más sencillas de los fenómenos más complejos" o a lo dicho por Occam "Si dos fórmulas de distinta longitud explican un mismo fenómeno con igual mérito, la más corta es verdadera, falsa la otra". Con estas expresiones se ha querido significar que la ciencia trata de explicar los fenómenos de la naturaleza de la manera más sencilla posible. Se ha considerado que lo natural era lo determinista y reversible, y que lo excepcional e irreversible era lo aleatorio. Sin embargo, ¿Por qué lanzar por la ventana lo complejo?
Las leyes científicas deterministas predicen mientras no aparecen las fluctuaciones. En este momento el azar se rebela contra la capacidad de predicción o de reproducción. Considero que el azar es más un producto o derecho de la naturaleza que un producto de la ignorancia. A pesar de que la ciencia tiene grandes segmentos deterministas porque ha hecho el intento de representar lo conocido de la naturaleza mediante un sistema que busca la perfectibilidad, éste no es cerrado sino abierto ya que debe tener interacciones con el entorno para su continuo perfeccionamiento. En cambio, la naturaleza y los científicos deben ser indeterministas, cuestionadores del orden existente; deben buscar explicaciones divergentes a las que se dan por aceptadas y ser críticos permanentes de lo que se tiene por cierto. En otras palabras, deben ser aliados permanentes del azar epistemológico. Allí radica la esencia de la evolución de la ciencia, hacia otras dimensiones más perfectibles, con el fin de describir y entender la esencia del cambio en la complejidad del mundo.
Creo que lo complejo, aún cuando pueda catalogarse de excepcional no tiene por qué ser artificial. Aquí no coincido con el autor. Lo no simple ayuda al ser humano a poner en práctica su poder de interpretación, de inteligencia y a descubrir las leyes y principios que rigen el mundo. El hombre fue creado o echado al universo, como han dicho algunos filósofos, con herramientas de las cuales no disponen los animales no racionales, para que le hiciera frente a los enigmas e interrogantes del mundo. El poder humano de indagar ha sido su arma principal. Si no ¿Cómo se ha construido el conocimiento en el tiempo? Así ha sido desde la antigüedad, en el presente y así será en el futuro. Incluso la cibernética está ayudando a descubrir aceleradamente muchos secretos de la naturaleza, aún inexpugnables; incluso ya lo está haciendo. La llamada inteligencia artificial, está causando furor pero siempre con la guía y con la orientación que le suministren los hombres de ciencia. Es decir, la máquina no puede sustituir al hombre, a menos como dijo Skinner "que se deje sustituir por ella".
Estoy de acuerdo con el autor, en que el paradigma de la Física ha cambiado pero en desacuerdo en que se ha "invertido" en sentido estricto. Invertir quiere decir "cambiar simétricamente" y ¿quién puede asegurar con certeza que realmente eso haya ocurrido?. Es cierto, que hoy, no se puede decir, que la Física está en el extremo opuesto de las ciencias sociales a pesar de que los conceptos clásicos de tiempo y espacio, se perdieron en el vacío, a raíz de los descubrimientos de Max Planck y otros científicos, de las leyes que regulan el mundo subatómico. A partir de este momento se hizo presente el principio de la indeterminación que ha revolucionado desde entonces el ámbito de la Física Nuclear. "Si esto es cierto para la más objetiva de las ciencias, la Física, con mucha mayor razón lo será para las Ciencias Humanas, donde el hombre es sujeto y objeto de su investigación".
Al respecto se puede hacer la interrogante, ¿Cómo empieza la elaboración del conocimiento? El elemento principal en esta pregunta, se inicia con la inquietud de todo ser humano de conocer la realidad que lo rodea; por descubrir los secretos de la naturaleza así como las leyes que regulan los fenómenos que en ella se suceden. Así han actuado los hombres de ciencia, en especial, los científicos que han ganado los premios Nobel en las llamadas ciencias duras, desde que Alfred Nobel, creó dichos premios. Aquí se ha aplicado, asociando ideas, la sentencia o principio que ha guiado a la educación permanente: "entre más educación se tiene, más educación se quiere y se requiere" o este otro, "Nunca es temprano ni demasiado tarde para aprender". Para satisfacer la inquietud se pueden elegir distintas vías: el arte, la religión, la filosofía, la ciencia. La noción del círculo vicioso y del círculo virtuoso conlleva la idea de la trivialidad en el primero y de ciencia en el segundo. El Círculo Virtuoso nunca se cierra sino que el punto de llegada después de un periplo es el inicio de otro círculo ligeramente desplazado. Es similar al concepto geométrico de hélice o espiral en términos más simples.
Un ejemplo clásico de círculo virtuoso lo constituye la Termodinámica, que parte del hecho de la definición de equilibrio sistémico y luego considera exclusivamente los procesos que en su lento evolucionar consiguen el estado de equilibrio. La Termodinámica se edifica sobre la materia y se considera la ciencia del equilibrio. De manera similar, en el campo de la educación hoy en día, los educadores y especialistas en la materia prefieren hablar de procesos de construcción de conceptos, procesos de pensamiento, procesos curriculares, procesos de evaluación. Estos son principios de la educación constructivista, los cuales se oponen a la educación o enseñanza por contenidos y por objetivos conductuales, los cuales han sido lanzados a la papelera de reciclaje pero que aún tienen gran aceptación y uso entre docentes e investigadores universitarios venezolanos. En estos hechos insistiré primordialmente en la administración de la asignatura Problemática de la Educación Superior en Venezuela, del Programa de Postgrado de la UNERMB, a fin de promover el aprendizaje significativo. A repetir que la educación centrada en objetivos y en las denominadas conductas de entrada, empobrecen el proceso si se quiere formar adultos postgraduados con pensamiento independiente, con capacidad de crítica y reflexión.
Este paradigma estático (educación centrada en cambios de conducta), ha permanecido en el tiempo y se ha enquistado en la forma de trabajo de profesores que no practican otra vía distinta de planificación. Igual ha sucedido con el modelo napoleónico de universidad, que influyó ampliamente en Francia, y el que aún está fuertemente arraigado en gran parte del acontecer educativo latinoamericano y en particular en el sistema de educación superior venezolano. Es conocido ampliamente la gran subordinación de la universidad pública con el Estado en dicho modelo. Napoleón consideró al respecto, que la instrucción pública y en especial, la institución universitaria era un servicio público por lo que se constituyó en fuente primigenia de poder ya que dependía del Estado. Al respecto escribió: "…..De todas nuestras instituciones la más importante es la instrucción pública. Todo depende de ella, presente, pasado y futuro…". Así, la universidad venezolana al ceñirse a este modelo, ha estado y continúa estando ideológicamente sometida al poder y en consecuencia se le continúa asignando una función general de conservación del llamado orden social, de sus desequilibrios y desigualdades. Este modelo cumplió su ciclo de vigencia y en consecuencia debe sustituirse por otro más dinámico y adaptado a nuestras exigencias como país subdesarrollado.
Así como se entiende que el equilibrio no es regla sino excepción, también se puede concebir un sistema en no equilibrio como el conjunto de subconjuntos infinitos, en los que cada uno de éstos se considera como un sistema en equilibrio. Así aparece la Teoría del Caos. Es decir, la heterogeneidad como un conjunto suficientemente grande de homogeneidades diferentes o más aún, el nuevo y desconocido objeto como la integración de viejos objetos conocidos. De manera similar, se puede referir al Nihilismo que hace irrupción con el alemán Nietzsche, considerado como un sistema en no equilibrio puesto que es humana la tendencia a la negación absoluta de la realidad o de cualquier principio estable.
La complejidad se puede tratar de conocer o entender a través de diversas maneras: La Ciencia, el Arte, la Música y la Filosofía son cuatro de esas maneras. Pero el camino que elige el que trata de conocer dicha complejidad depende de sus habilidades innatas o adquiridas. El artista que pinta un cuadro al óleo y el contemplador que trata de indagar lo que realmente quiso pintar, son un par de elementos necesarios en el deseo de comunicar su conocimiento aunque éste sea ininteligible. Por eso, el arte puede no ser universal a diferencia del conocimiento científico. Mientras el arte necesita de pares, el científico da conocimiento universal que nadie cuestiona al cual el artista renuncia o le importa un pito. El artista tiene como norte el principio de la comunicabilidad a diferencia del científico que se apoya en la inteligibilidad y en la objetivización del mundo material. El arte se puede utilizar para mirarse introspectivamente, o como ha dicho Baudelaire "El hombre se olvida de sí mismo, se mira para verse mirar"; para contemplarse a sí mismo. Incluso la complejidad interior del propio yo.
Coincido totalmente con el autor en que la ciencia, puede enseñarse a otros seres humanos. A unos les será más fácil que a otros aprenderla. A diferencia de la obra de arte que una vez creada se independiza del que fue su creador. Aquí ahora la obra ya desprendida de su matriz, al igual que el conocimiento científico pertenece al mundo, para que recorra el orbe al lado del conocimiento científico. Sin embargo, el creador de una obra de arte no puede aislarse de su obra convertida en realidad a diferencia como lo puede hacer un científico o escritor. En este sentido, en los procesos andragógicos que se dan en el Postgrado de la UNERMB, se pretende como filosofía del mismo, que el participante se aísle, se independice cada vez más de su mediador; que tenga un pensamiento personal como adulto con objetivos y metas establecidas y planes trazados en su vida de profesional. Sin embargo, paralelamente, el subjetivismo del que hacemos gala como profesores en muchas de las actuaciones, atenta contra dicha aspiración. Especialmente en la evaluación de los aprendizajes, en la cual es muy difícil de desencajarlo del comportamiento rutinario. En esto nos parecemos abiertamente a la concepción del artista que no puede separarse totalmente de su arte. Creo que el subjetivismo no puede aislarse del proceso porque es intrínseco de la persona que evalúa. Así como es "difícil distinguir al artista del científico" (Kuhn; Gombrich; Hafner) es mucho más difícil escapar a la influencia del subjetivismo a la hora de la evaluación.
Coincido también plenamente con Wagensberg en que el arte como conocimiento o como sublimación (el arte es una manifestación de lo sublime o de lo bello) no puede ser objeto de enseñanza pero sí se puede comunicar o difundir a aquéllos que hayan adquirido la habilidad de la contemplación, que puedan captarla en su justa dimensión. La obra producida puede difundirse y allí está una de las tareas de las universidades venezolanas, muy poco dadas a difundir el arte y la música. Es difícil encontrar (por no decir inexistente) en las universidades venezolanas carreras relacionadas con la pintura, el arte o la música a diferencia del caso europeo o norteamericano, en los cuales existe una buena oferta en ese sentido. Se interesan más profundamente por el conocimiento científico porque quizás éste fue su ancestro genético. Para eso fueron creadas en la edad media. Por eso su lento evolucionar y en consecuencia todavía se consiguen instituciones de educación superior ancladas en el pasado. Todavía su acción se concentra en la edad media.
El museo, esencial para el artista también es importante (aquí no coincido con el autor) para el científico social. Este último para conocer la evolución del hombre a través del tiempo, debe tener la mente abierta para captar cuanto le sea posible en los objetos exhibidos en el museo. El arqueólogo trata también de contemplar para entender la obra de los antepasados, lo que aquéllos trataron de plasmar en paredes, piedras u otros instrumentos para comunicar la complejidad del mundo del ayer. La arqueología es la ciencia que se ocupa del estudio de los vestigios del pasado del hombre. En este sentido, existen dos aspectos que interesan a la Arqueología. Uno es el hallazgo y posesión de dichos objetos; el segundo, -y aquí es donde tiene aspectos similares con el arte- es el análisis e interpretación de dichos objetos encontrados. Incluso se estudian a través de las piezas encontradas los signos linguísticos, la cultura de las civilizaciones que existieron hace mil o más años. Aquí se debe decir, que la mente popular concibe al arqueólogo como una figura romántica, que como los trovadores, recorren el mundo en busca de ciudades enterradas o cubiertas de vegetación como resultado del paso de los siglos, en las cuales se encuentran olvidados tesoros fabulosos.
En realidad, tanto el arte como la arqueología son conocimiento. Se asemejan en las complejidades que tratan de indagar y comunicar. Quizás es por esto que esta última no fue reconocida como ciencia hasta el siglo XIX, gracias al impulso que le dieron entre otros, Enrique Schlieman, de origen alemán, descubridor de vestigios arqueológicos de la cultura micénica. Existen expertos (el alemán Juan Winckelmann) que han considerado "el estudio de las antiguedades como un arte o ciencia aparte, separados de la literatura, la pintura, la escultura y la arquitectura y de relacionar este estudio con la historia del hombre". El artista, como el arqueólogo tratan de comunicar los hallazgos inteligibles para el arqueólogo o ininteligibles para el artista. Lo que sí es cierto es que cada uno tiene su propia complejidad; cada quien en su escenario real o irreal.
El artista y el científico se parecen en que ambos deben ser innovadores y creadores. Para el artista una obra puede ser comunicable aunque no inteligible; para el científico creador, indeterminista, existen interrogantes en la naturaleza que no son predecibles. Los hombres del Cientismo que pregonaban a todo pulmón, "que no existe otro conocimiento válido que el conocimiento científico" o del Fisicalismo, corriente filosófica desarrollada en algunos hombres del Círculo de Viena, fueron eminentemente "científicos aplicadores", deterministas, puesto que defendían a ultranza la posibilidad de interpretar la realidad en un lenguaje válido para la necesaria objetividad de la ciencia. Ellos (Otto Neurah, Rudolp Carnap), los hombre del Fisicalismo, capturaron la idea de que la Física era una ciencia ejemplar que puede suministrar el lenguaje ideal al que deben ajustarse todos los lenguajes intersubjetivos. En sus pretensiones estas corrientes obviaban el conocimiento artístico o el conocimiento musical como fuente de la verdad o como foco de revolución. Estos hombres interpretaban la realidad, su complejidad determinista, a través de fórmulas de la Física pero hoy se puede ver que también puede interpretarse a través del arte, a través de la narración, y tiene la misma validez que aquélla. Aquí es donde radica la aplicabilidad de estos hechos para el mejoramiento sistemático de la educación superior venezolana. El estudiante de dicho sector, debe interpretar su complejidad del mundo de acuerdo a su postura filosófica, sin dejarse influir por la posición e interpretación del profesor para que sea un ser auténtico e independiente, no sumiso. Los docentes que creen tener la verdad consigo conciben al estudiante como un recipiente vacío al cual se debe llenar de conocimientos, son claramente conformistas, deterministas, no innovadores y no creadores, en la concepción educativa del ser humano, de acuerdo a lo dicho por Wagensberg.
El Fisicalismo se consideró una sintaxis del lenguaje científico que tenía como paradigma el lenguaje de la Física. Esto se vino abajo cuando Max Planck y otros científicos descubrieron con la ayuda de la mecánica cuántica, un conjunto de relaciones que gobiernan el mundo subatómico, similar al que Newton descubrió para los grandes cuerpos. Estos hechos se interpretaron como el fin del Determinismo Físico; fue el fin del demonio de Laplace, la ciencia había pactado con el azar. "La Realidad objetiva se ha evaporado" exclamó Heisenberg en 1958, creador de la mecánica cuántica. Esto fue una demostración más que el conocimiento científico es provisional, tímido y tembloroso, pues está sometido al vaivén de nuevas teorías, nuevos conocimientos que derrumban como castillos de naipes a los otroras absolutos. A partir de este momento se hizo famoso el Principio de la Indeterminación, cuestión que ha revolucionado desde entonces el mundo de la Física Nuclear. "Si esto es cierto para la más objetiva de las ciencias, la Física, con mucha mayor razón lo será para la Ciencias Humanas, donde el hombre es sujeto y objeto de su investigación". Con esto se demostró que lo único absoluto es la negación de lo absoluto y además se derritió la pretensión de la corrientes filosóficas del hombre deshumanizado de sustraer al ser humano como simple dato u objeto, como ha dicho Octavi Fullat (1979), en su libro Filosofías de la Educación.
Por último, me referiré a la música, la cual está considerada como el arte de combinar los sonidos y el tiempo con el propósito de producir una sensación agradable al oído humano. Se la considera al igual que el arte como una manifestación instintiva del ser humano desde la antigüedad, apenas se alcanzó un grado elemental de civilización. Ambos, la música y el arte progresan en el mundo porque el hombre se pregunta qué comunicar y cómo hacerlo. Los qué que le inquietan a ambos (música y arte) tienen que ver con el ser humano, con la vida, el entorno y la sociedad. En los cómo creo que es donde está el impacto y la magia del sonido y de la pintura.
Wolfgang Amadeo Mozart (1756-1791), a los cuatro años de edad fue presentado por su padre como concertista de clavicordio y a los seis años de edad fue aclamado en Munich donde hizo conocer un Minué de su composición. No fue menor su precocidad como compositor de sonatas, sinfonías y música de cámara compuestas antes de los diez años de edad, que se siguen ejecutando hoy día en los conciertos y que asombran al mundo actual por la originalidad y por los conocimientos musicales que revelan. A pesar de que la tuberculosis lo venció antes de los 36 años de edad, tuvo el tiempo suficiente para componer 789 composiciones musicales de distintos tipos, haciendo grandes aportes en el siglo XVIII al campo de la armonía y de la instrumentación. Nunca le importó, que el mundo le reconociera sus méritos pues murió pobre y en la miseria. Se preocupó más por el principio de la comunicabilidad que por el de la inteligibilidad o el de la objetivización; fue un indeterminista – creador.
Por eso la originalidad y la riqueza de su inspiración y de su innovadora creatividad han cimentado una celebridad que lejos de decaer con el tiempo ha de perdurar por siglos. En fin, Mozart fue un producto de la naturaleza como el azar (el cual es más un producto que un derecho de la naturaleza). No es comprensible ni explicable por Leyes Biológicas (Las de Méndel por ejemplo), no hay causalidades que expliquen la obra de Mozart. Fue, en otras palabras un producto de la contingencia del azar creador y hacedor.
Nadie puede negar que Mozart fue un creador – trabajador ya que fue capaz de lograr imágenes musicales comunicables (creador) y también de comunicar en su corta vida, las complejidades musicales que le inquietaban (trabajador); ya deslumbraba como futuro genio. Igual que los grandes artistas de la pintura, los grandes músicos nacen no se hacen. Creo que es imposible hacer músicos y pintores tipo Mozart y Dalí, a pesar de que una persona pueda aprender a pintar y otra a tocar un instrumento. Lo difícil es transmitir, comunicar la complejidad del mundo del artista y del músico. No han nacido otros Mozart, otros Beethoven, ni otros Goya o Dalí.
POSICION PERSONAL ANTE LA REALIDAD
Tengo mis propios puntos de vista los cuales a lo largo de la vida profesional, han ido cambiando algunos. Otros han permanecido casi sin variar. En primer lugar, como he sido "educador’ toda mi vida profesional (tengo 35 años en dicha actividad), he pretendido siempre buscar todo aquello que pueda mejorar mi profesión y la educación de mi país. Este ha sido mi objetivo primordial. Mi premisa inicial es que el ser humano (prefiero este término al de hombre) es el centro de atención del universo, por eso me autodefino como existencialista. La educación la concibo como el proceso que ayuda al ser humano a convertirse en intérprete de su propia existencia, es decir, en un ser auténtico; a escoger su propio camino a seguir y luego tiene la responsabilidad de realizarlo; el individuo, debe tomar conciencia que él se escoge a sí mismo.
Creo que Venezuela mejoraría ampliamente si cada habitante o al menos cada estudiante universitario abrazara estos principios del existencialismo. Pienso que la escuela no puede ser refugio del ser inauténtico ni puede ser una institución que los produzca. Asímismo, el docente existencial no puede aparecer ante sus alumnos como un ser acomodaticio, conformista e insensible; ni mucho menos debe aparecer como un ser hipócrita, disimulando bajo este disfraz su inautenticidad, ya que sería la más grande inmoralidad. Creo también que el mundo industrializado ha exigido la formación de más científicos y tecnólogos, por lo que las universidades han abandonado el aspecto afectivo y sensible.
Creo también que la educación debe desarrollar al máximo las potencialidades racionales (entre ellas el arte, la música) del ser humano a fin de convertirlo en "un buen ciudadano". La educación es el proceso mediante el cual se desarrollan actitudes y competencias para transformar neófitos en ciudadanos interesados en el bien común, conocedores de sus derechos y responsabilidades como miembros del Estado y de la sociedad a la que pertenecen. El currículo para el estudiante de la educación superior debe construirse con un gran componente de las humanidades y las artes. En dichas áreas sobresalen los aspectos éticos, morales, emocionales y estéticos del hombre.
También forma parte de mi postura filosófica, que todo aquello que no pueda llevarse a la práctica es un sofisma y no puede aceptarse como verdadero, ya que hablar de lo metafísico es hablar de lo que no puede ser verificable. Comparto muchas de las opiniones de John Dewey (1859-1952), llamado el Padre del Pragmatismo Norteamericano, quien contribuyó con sus ideas a derrotar las posiciones dogmáticas del Calvinismo, las actitudes de superioridad que caracterizaban la mentalidad de la antigua Inglaterra y las jerarquías sociales heredadas. El Pragmatismo es una teoría del significado. El significado de una afirmación que consiste en la suma de sus consecuencias verificables. Por estas circunstancias y porque los ciudadanos estadounidenses siguieron esta filosofía están al frente del mundo. Creo que la verdad es algo determinado de manera inmediata, social, cultural y pública, y no bajo el ángulo metafísico, abstracto o sobrenatural.
También creo que la verdad está sujeta a cambio, a contrastación, por lo que puede ser corregida, refinada y corregida. Los pragmatistas se basan más en datos empíricos o evidencias que en la autoridad o axiomas. Creo en la máxima pragmatista, "la educación es parte de la vida y no preparación para ella". Con respecto al docente, comparto la posición de que no es él quien sabe lo que el estudiante necesitará para el futuro sino que es un compañero más, que aprende con la interacción con los demás compañeros del grupo. El docente es apenas un compañero, quizás, con un poco más de experiencia en algunos campos del saber que el resto del grupo, a quien se le toma como orientador y guía, de las actividades del estudiante. El alumno es el centro de interés del proceso educativo y las asignaturas deben seleccionarse de acuerdo a las necesidades e intereses de aquél. La escuela o universidad debe ser un ambiente de aprendizaje democrático en el cual todos participan en el proceso de toma de decisiones. Este aspecto traduce una visión de lo que hoy se conoce como "Gerencia Participativa como práctica cotidiana en una concepción abierta y democrática del concepto de universidad".
EPILOGO
En base a todo lo anterior, y como colofón o epílogo de este trabajo, puedo preguntarme: ¿Para abordar la complejidad, cuáles principios seleccionaría? ¿Cómo me autodefino: Creador, aplicador, innovador, trabajador, determinista o indeterminista? ¿Cómo interpreto a la realidad? ¿Soy un hombre inclinado al Constructivismo y que finalmente puedo inscribirme en dicha corriente?.
Después de interpretar la realidad que quiero bajo mi posición filosófica, creo que en el campo donde me desenvuelvo como profesional, la universidad, el conocimiento científico debe prevalecer por encima del conocimiento artístico. Una de las tareas de la universidad venezolana es estar actualizada con respecto al conocimiento científico universal más avanzado; dar aportes originales a dicho conocimiento mundial y poder contribuir a la aplicación del conocimiento científico y tecnológico, a la problemática de su propio contexto cultural. Esto englobaría el concepto de excelencia universitaria, cuestión en la que Venezuela no se ha destacado. Así que en base a esto, me inclino primero, de acuerdo a las carácterísticas del país por el conocimiento científico y luego por el artístico, el musical o cualquier otro. Esta posición se debe a que nuestras universidades deben suministrar "conocimiento universal aplicable" a nuestra problemática pero al mismo tiempo que también sea "comunicable" y "difundible".
El conocimiento artístico, que renuncia a la "universalidad y a la aplicabilidad’ lo coloco en segundo lugar, dadas las carácterísticas y comportamiento en el tiempo de Venezuela en el conglomerado internacional: Consumidor de tecnología importada y repetitivo de los logros de los países adelantados que han tenido la potestad de dominar el conocimiento como fuente de poder. Pero simultáneamente, creo que se debe desarrollar una capacidad de reflexión, de crítica, es decir, de pensamiento divergente con lo establecido. Esto tiene un sentido de mejoramiento permanente; El pensamiento crítico permite ser un indeterminista – creador, posición que han asumido aquéllos seres humanos que han dado a la ciencia, al arte y a la música, los aportes que hoy se tienen. Así que soy un enfermizo indeterminista puesto que es la posición que he cultivado como actitud científica; he aplicado el concepto de círculo virtuoso. Por eso debemos desarrollarla y profundizarla al máximo en las universidades.
También me defino como hombre que aplica el principio de la inteligibilidad y de la objetivización del mundo. Creo que es imprescindible, para los venezolanos, mientras no se logren niveles aceptables de avance como país latinoamericano. Pues, como ha dicho, el Dr Arnoldo Gabaldón (1979), carecemos de la disciplina necesaria como actitud. "Somos buenos conquistadores pero malos colonizadores. Nos gusta inaugurar mucho, pero mantener poco". Las universidades en muchos casos se han quedado en la exclusiva descripción de los hechos científicos descubiertos en otras latitudes, por lo que hemos sido profundamente deterministas.
Soy partidario de que ‘no todo es predecible’, por lo que me considero creador pero si tengo un qué debo encontrar un cómo (sería a la luz de lo dicho por Wagensberg no innovador). A lo largo de mi vida de estudiante y de profesional me he topado unas cuantas veces con profesores que tienen muchos qué pero no tienen un cómo. Es decir, tienen supuestamente muchos conocimientos pero no han desarrollado la habilidad de poder comunicarlos o hacerlos entender al estudiante. ¿Y eso, para qué le ha servido al que aprende?
Aun me falta mucho para tener una idea perfectamente clara de las concepciones, principios y utopías del Constructivismo, de sus bondades y limitaciones. Seguiré investigando para saber si me sirve o no, para mejorar mi realidad, la concepción del mundo y de mi país. Hasta ahora he estado o no de acuerdo con muchas de las cosas establecidas y analizadas por Jorge Wagensberg, en el libro "Ideas sobre la Complejidad del Mundo".
BIBLIOGRAFIA
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Wagensberg, Jorge. (1985).Ideas sobre la Complejidad del Mundo. Tusquets Editores S.A. Serie Metatemas 9. Barcelona, España.
Francisco Avila F.