Indice1. Introducción 2. Vida y obra de Rosario Ferré 3. Estilo de Rosario Ferré en la novela "La Batalla de las Vírgenes" 4. El fanatismo y la pugna religiosa en la novela 5. El fanatismo como elemento social 6. Autores que desarrollan el tema de la crítica religiosa 7. Bibliografía
Un fanático es alguien que no puede cambiar de mentalidad y no quiere cambiar de tema. -Winston Churchill En el siguiente trabajo monográfico expondré varios elementos del fanatismo y la pugna religiosa en Puerto Rico. El fanático es la persona que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento, creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas y que siempre esta preocupado o entusiasmado ciegamente por una cosa. Así el fanatismo es la acción del fanático hacia una idea convertida en un ideal. El fanatismo y la pugna religiosa se ve claramente en la novela que voy a analizar y a la vez entrelazar con el tema que es La Batalla de las Vírgenes de la escritora puertorriqueña Rosario Ferré.
En nuestro tiempo aparecen con fuerza sentimientos y tradiciones religiosas que pueden haber sido enterradas por la historia y por el progreso, pero aún con la influencia de estos elementos se pueden observar características religiosas que llevan al fanatismo y a la pugna religiosa entre la Iglesia y los feligreses y hasta entre los mismos feligreses. En primer lugar habría que preguntarse las razones que nos mueven hoy a analizar las relaciones que pueden existir entre religión y fanatismo y el interés creciente por este tema, reflejado a diario en unos medios de comunicación que expresan –y al mismo tiempo actualizan– el repertorio de las imágenes del fanatismo colectivo, sus causas y efectos, sus problemas y sus soluciones, sus figuras y lugares de encuentro.
Hoy tiene mucho interés analizar las relaciones entre fanatismo e ideología, o entre fanatismo y poder, ya que pueden tratarse de una manera parecida. Por ejemplo, podríamos analizar las consecuencias de la pugna entre las dos concepciones "modernas"; la Iglesia y los feligreses. La Iglesia impone unas cláusulas para el culto y los feligreses utilizan otros medios en los cuales basar su fe. Por esto el fanatismo y la pugna religiosa existente en Puerto Rico tiende a ser una pugna entre la Iglesia central y los grupos de feligreses que siguen un ideal a base de sus creencias y vivencias. También, el elemento de la pugna religiosa se ve reflejado entre la burguesía y las clases media y pobre.
2. Vida y obra de Rosario Ferré
Al ser Rosario Ferré parte de una clase alta utiliza este elemento para poder expresar plenamente la lucha existente entre las clases sociales de Puerto Rico sobre los temas religiosos. Rosario Ferré es una novelista, poeta, cuentista, ensayista y crítica literaria que promulga una teoría literaria que rechaza todas la ideas y criticas sobre la literatura femenina de los 70. Nace Rosario Ferré en Ponce, Puerto Rico, en 1938, hija de doña Lorenza Ramírez de Arrellano y el industrialista y exgobernador de Puerto Rico, don Luis Antonio Ferré Aguayo. Recibió su licenciatura en inglés y francés de Manhattanville College, una universidad privada del estado de Nueva York. Luego ganó su maestría en literatura latinoamericana por la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, y finalmente defendió su tesis doctoral titulada "La filiación romántica de los cuentos de Julio Cortázar" en la Universidad de Maryland, recinto de College Park. Ferré madura en el seno de una familia privilegiada aunque no rica; ella y su hermano estudiaron en escuelas privadas y sus padres enviaron a los dos a universidades estadounidenses para que sus hijos aprendieran a hablar inglés como nativos. Al terminar su licenciatura, Ferré se casó con su primer esposo, el comerciante Benigno Trigo González, pero se divorciaron después de mas de una década de matrimonio; es madre de tres hijos de esta unión: Rosario Lorenza, Benigno y Luis Alfredo.
Durante la época que estudiaba en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, conoció al segundo esposo, el inminente profesor de literatura latinoamericana y autor mexicano José Aguilar Mora. El segundo casamiento también terminó en divorcio después de solo unos años. En esta época Ferré estudiaba en la Universidad de Maryland y vivía en la capital estadounidense. Es allí donde encontró su autoidentidad, como crítica literaria, como cuentista y como mujer, y conoció al tercer marido, el premiado arquitecto puertorriqueño Agustín Costa Quintano. Ferré volvió a vivir en la isla con Costa Quintano donde reside hoy día y participa activamente en varias actividades artísticas, profesionales y sociales.
Crea en varios géneros literarios-el cuento, la novela, la poesía y el ensayo– y siempre escribe de su Puerto Rico amado. Es puertorriqueña desde el fondo de su corazón y de su alma. Entre los cuentos que ha escrito se destacan Papeles de Pandora (1976), Medio Pollito (1977), Sitio a Eros (1980), Los cuentos de Juan Bobo (1981), Fábulas de la garza desangrada (1982), Sonatinas (1989) y La cucarachita Martina (1990). Además, entre las otras formas de literatura se destacan una serie de ensayos como Zona de carga y descarga (1972), La mujer y la autenticidad en el arte (1979), El exilio interior de los escritores puertorriqueños (1980), El general si tiene quien le escriba (1989), su ensayo autobiográfico Escribo porque necesito ser autora de mi propia vida (1990), Las dos Venecias (1990), El coloquio de las perras (1990) y su más reciente libro de ensayos A la sombra de tu nombre (2001). La forma peculiar de Rosario Ferré llega al extremo de escribir también en inglés con The youngest Doll (1991, versión de su primera novela La muñeca menor), House on the Lagoon (novela del 1995), Puerto Rican Literature: A Decade in Review (ensayo en el 1981), On Love and Politics (ensayo del 1987), Literature and Identity in Puerto Rico Today (ensayo en el 1989) y su ensayo-crítica Religous Sects and the Apocalypse (1994). Como si fuera poco Rosario Ferré ha escrito novelas que la han hecho ser catalogada como una de las escritoras latinoamericanas más prominentes. Entre estas novelas se encuentra una de sus obras más importantes y la primera novela que escribió titulada La muñeca menor (1979), además de contar con un repertorio de novelas como Maldito amor (1987), La batalla de las vírgenes (1993) y Vecindarios excéntricos (1998). Rosario Ferré también ha escrito biografías como Luis A. Ferré: Memorias de Ponce (1992) y ha escrito suplementos para periódicos como se puede ver en su obra De la introspección al interlocutor: Las mujeres en primera (1976) y La brujería en la literatura puertorriqueña (1988).
Desde que Ferré empezó a escribir en 1970, ha querido fomentar la participación de mujeres en el campo literario. Rosario Ferré enfoca los mismos temas en sus cuentos infantiles que en sus cuentos para adultos: problemas de reformas sociales y políticas. Por esto en todas sus obras encontramos su denuncia sobre la situación que vive la mujer en la sociedad puertorriqueña, la explotación sexual y económica, la colonización o el intento de colonización cultural. En la escritura de Rosario Ferré se puede ver como la búsqueda de la identidad propia como mujer y puertorriqueña maneja la acción de sus obras.
El estilo de Rosario Ferré se basa en la pluralidad, unidad fragmentada, equilibrio entre el pasado y el presente, el humanismo, la intertextualizacion y la ambigüedad en su propia obra literaria. Además, su pericia con el doble irónico es una nota distintiva de su obra. En fin, Rosario Ferré puede muchas veces ser catalogada como una feminista que utiliza su escritura para defender una postura que va en contra de todos los críticos literarios masculinos. Por esto Ferré no esta de acuerdo con otros críticos literarios (hombres o mujeres) en cuanto a la diferencia entre la escritura femenina y la escritura masculina. Gran parte de estos críticos creen que no hay similitudes entre las dos escrituras y que por tal razón deben ser analizadas de distintas maneras. Por esto dijo Ferré en el 1982:
"…no existe un estilo femenino, diferente al de los hombres, porque la literatura, como lenguaje y como forma, no tiene sexo.. a temas que la obseden… la literatura femenina es mucho más subversiva que la literatura delos hombres, porque a menudo se atreve a bucear en zonas prohibidas, vecinas a lo irracional, a la locura, al amor o a la muerte; zonas que en nuestra sociedad racional, productiva y utilitaria resulta peligroso reconocer que existen" (1)
De los ensayos de Ferré nace su propia teoría de la critica literaria, la cual es una mezcla de sus ideas y de las sugerencias de otras feministas. Su teoría incluye varios puntos entre los que se destacan los siguientes:
- La literatura feminista representa una búsqueda de identidad dentro de los limites del mundo androcéntrico y patriarcal en el cual los hombres las doman y las subyugan como peones en una sociedad feudal. Esta búsqueda puede ser personal e individual o puede ser colectiva, todo depende del enfoque de al autora.
- La estructura y el estilo no cambian de un autor a otro a causa de su sexo; cambian a causa del enfoque que cada escritor trae al texto que crea. Pueden variar entre un texto y otro dentro del cuerpo de obra del mismo autor.
- Los temas de la literatura feminista se basan en las experiencias de la escritora. Estas emociones y de la psique de la escritora. El tema representa la única diferencia entre la escritura femenina o feminista y la masculina.
- Los críticos literarios no deben analizar la literatura feminista o femenina de una manera distinta a la de los hombres. Toda literatura debe ser analizada a base de unas medidas generales y objetivas para poder determinar su belleza estética y su valor intrínseco; el sexo del autor no tiene nada que ver con el valor de la obra. (2)
Rosario Ferré ha recibido varios premios entre los que se encuentra el Premio del Ateneo Puertorriqueño por Papeles de Pandora (1976), el premio Liberatur Prix en la Feria Internacional del Libro en Frankfort por Maldito Amor (1992) y fue finalista del National Book Award por The House in the Lagoon.
Por esto en el 1993 Rosario Ferré aparece con La Batalla de las Vírgenes, una novela-estudio religioso interesantísimo del culto católico puertorriqueño, una obra malamente recibida por los críticos literarios puertorriqueños, pero una obra magistral e importante a la totalidad de la obra de Ferré.
3. Estilo de Rosario Ferré en la novela "La Batalla de las Vírgenes"
En La Batalla de las Vírgenes, Ferré nos presenta una subversión de todos los códigos lingüísticos, culturales, históricos y religiosos. Se puede decir que lo que tenemos en este texto es una "in-versión" del pensamiento de la liberación. La versión propuesta en Medellín que establece el diálogo con escritores "ajeno a toda preocupación moralizante o confesional, en actitud de profundo respeto a la libertad creadora"(3), se presenta totalmente invertida, y hasta subvertida en el texto de Ferré.
En el desarrollo del proceso narrativo, Ferré emplea una mezcla de voces y de textos: así, por ejemplo, la narración lineal empieza con la llegada de la protagonista a Puerto Rico (después de una ausencia de seis años) y se desarrolla durante un período de unos seis meses. El tiempo está bien marcado con fechas en el diario del párroco y fechas de los artículos en el periódico. Dentro de esta cronología, hay artículos escritos por la protagonista; hay cartas del párroco a sus superiores en Oviedo: hay cartas de éstos al párroco; y hay el diario del párroco. Además, Ferré mezcla pensamientos de los personajes (lo que no se dice) dentro del diálogo (lo que se dice). Como todo el texto posmoderno (el rechazo de la ficción mimética tradicional, favoreciendo en su lugar el sentido del artificio y la intuición de verdad absoluta y reforzando al mismo tiempo la ‘ficcionalidad’ de la ficción) , La Batalla de las Vírgenes no tiene un centro narrativo que pueda guiar al lector. Se pueden resumir los puntos claves establecidos por Ferré: A) un replanteo de la problemática puertorriqueña; B) una toma de conciencia del estado de opresión de los grupos de la periferia –el párroco, los pobres, los drogadictos, los empleados–, tanto como el de los grupos del "centro" –el arzobispo, las damas devotas, los "hijosdealgo"; C) una respuesta al pensamiento occidental en diálogo primero con las cartas del párroco a sus superiores en España, y luego en confrontación a dicho pensamiento durante la batalla final entre todas las vírgenes.
Para asegurarse de un texto sin un centro fijo, Ferré nos presenta una realidad narrativa invertida: Todo lo que parece ser no lo es. Esta técnica se observa, por ejemplo, en los nombres y en el desarrollo de los personajes. La protagonista, Mariana, no es devota a la Virgen como lo son los "marianos". Mariana "tenía un sano descreimiento de todo suceso que atentara contra las leyes de la naturaleza, fuese éste de orden mágico o religioso".(4) También contrario a los marianos, Mariana empezó a cuestionar la opresión pedagógica que sufrió en sus estudios, "se aburría porque los maestros eran malos y enseñaban a la antigua. Obligaban a las alumnas a memorizarse todo lo que decía el libro y a repetirlo como una cotorra en la clase, sin entender muchas veces lo que estaban diciendo".(5) Finalmente, contrario al pensamiento mariano, Mariana se da cuenta de que "peregrinar es siempre pasar a lo desconocido, salir hacia lo abierto"(6) y con ello empezar a entender el contexto de la vida. Sin ello se tiene la fe, que para Mariana significa ignorancia. En la persona de Mariana, Ferré invierte el marianismo. Mariana, la protagonista, no sólo participa en su realidad: ella suele controlarla.
El Padre Ángel Martínez de la Paz es el nuevo párroco jesuita que vino de España para construir la Basílica de Santa María Invicta en el Condado –área económicamente privilegiada en San Juan– ya que los jesuitas forman parte de la orden "fundada por San Ignacio de Loyola para la conversión de los herejes en esferas de influencia y poder".(7) El Padre Ángel nos presenta una doble "in-versión:" en su nombre, porque no trae paz sino matanza a la isla, y en su constante conflicto entre el pensamiento de la liberación y el pensamiento europeo. Sabe que tiene que construir la Basílica en el Condado pero quiere ayudar a los pobres del barrio de Cantera, "donde uno puede fácilmente ganarse el cielo. Cantera queda irónicamente muy cerca de lo que llaman aquí ‘la milla de oro’ de Hato Rey; la manzana de edificios más imponentes de la capital, donde se encuentran situados casi todos los bancos".(8) Su conflicto ideológico surge también del hecho de que los líderes de Cantera, muchos de los cuales son narcotraficantes, le ayudan en su proyecto de enseñar a los pobres. Los habitantes del Condado son devotos y van a misa pero no quieren ayudarle con dinero. En una última "in-version", el Padre le escribe a su hermana (con quien tuvo relaciones ilícitas en una "comunidad de base" española y que murió hace diez años): "Pensé por un momento que ella [Mariana] podría sustituirte, que en esta pequeña isla tan lejos de Europa y del mundo civilizado podía darle para atrás a las manecillas del tiempo, recrear a mí alrededor la misma existencia paradisíaca e inocente que llevaba a tu lado".(9)
Marcos, el esposo de Mariana forma parte de una familia tradicional española. Le molestan los puertorriqueños aunque tenía en la isla un buen negocio de muebles. "A pesar de ser de familia noble, era un esclavo del dinero […] cuando pensaba en vender el negocio y quedarse a vivir en España, lo que hubiese significado renunciar a la ciudadanía norteamericana, se sentía invadido por el pánico y no podía siquiera considerarlo".(10) Miembro del Opus Dei, Marcos vive entre "la civilización y la barbarie" –la problemática que presenta Ferré en la persona de Marcos es precisamente la de una definición de los conceptos "civilización" y "barbarie". La "in-version" de Marcos es Ariel. Ariel, personaje idealista, se muestra calibánico en acción y en el tratamiento de Mariana. Ariel es un artista y revolucionario. Sus piezas de teatro forman un contra-texto dialógico junto a la narrativa.
Manolo Covadonga y sus "Alacranes Eléctricos" le ayudan al Padre Ángel en el proyecto de comunidad de base en Cantera. Ellos se convierten, se vuelven los "Arcángeles Eléctricos", y pasan a proteger al Padre y a Mariana. Durante todo el desarrollo del texto, estos personajes se presentan en una doble "in-version". Siguen siendo drogadictos y narcotraficantes, pero se visten de blanco y son "puros" casi "virginales". Contrastados con los seguidores de Amita, que se visten de negro y son abiertamente violentos, los Arcángeles parecen buenos.
Amita es la fundadora de una secta pentecostal que amenaza a la iglesia católica en la isla. Ella es mestiza, grande y virgen. Tiene un hijo adoptado, Absalón, que se convierte en líder del grupo cuando muere Amita. Durante la misa en el templo de Amita, una orquesta toca la música de Pinocchio de Walt Disney. Aunque los miembros del templo de Amita se presentan de manera obviamente irónica, son ellos los que proporcionan ayuda y apoyo a los pobres de la comunidad de obreros.
Otros personajes proporcionan otras "in-versiones" textuales y lingüísticas. Matilde, la madre de Mariana, se queda muda después de presenciar una parición de la Virgen. Muere y deja "gran parte de su fortuna a la Iglesia Católica, para que con ella se construya una Basílica dedicada ala Virgen […] El nuevo Santuario […] estará dedicado a Santa María Invicta, para que acudan a venerarla por igual ricos y pobres, blancos y negros, sanos y enfermos, y se fomente entre todos la convivencia y la paz".(11) El Padre Slavko Barbaric y su asistente, Marina Pavlovic acompañan a la Virgen de Medjugorje en su viaje a Puerto Rico. Las tías de Mariana, son mujeres devotas que van a misa todos los días, pero que se preocupan más de sus negocios y maltratan a sus criadas que parecen esclavas.
El texto pone en duda los hechos desarrollados ya que algunos parecen ser sueños, ilusiones, alucinaciones. Pero todavía más que esta técnica, es con la desmitificación de la Virgen, o la problematización del concepto "virgen", que Ferré logra llegar a la contextualización de la problemática.
La desmitificación de la Virgen empieza en el epígrafe de la novela, palabras de Misericordia de Benito Pérez Galdós:
"Al ver salir a la novia tan emperifollada y a las señoras y caballeros de su compañía, cayeron sobre ellos como nube de langostas, y al padrino le estrujaron el gabán y hasta le chafaron el sombrero. Trabajo le costó al buen señor sacudirse la terrible plaga, y no tuvo más remedio que arrojar un puñado de calderilla en medio del patio".(12)
Con este epígrafe, Ferré empieza el cuestionamiento de los rituales superficiales. La "novia emperifollada" es la quintaesencia de la virgen y esta imagen de novia va a repetirse en cada etapa del desarrollo narrativo. En las primeras cinco páginas de la novela, Ferré empieza el proceso de desmitificación de la Virgen al presentarla al lector desde una diversidad de puntos distintos de vista.
Al llegar a Puerto Rico después de seis años fuera, Mariana se fija "en las cadenas cargadas de medallas de la Virgen que llevaba colgadas al cuello [el chofer de taxi]".(13) Mientras va del aeropuerto hasta su casa en el Condado, Mariana se fija también en los anuncios de la peregrinación hasta Medjugorje para ver a la Virgen de Medjugorje. Esta peregrinación se repite todos los años, y las buenas y "devotas" damas del Condado participan en ella aunque la Virgen se haya visto también en la isla. La Virgen del Pozo, como se la conocía, había visitado un barrio muy pobre. Mariana lee en el periódico La Prensa sobre la Virgen del Pozo y sobre el hecho de que dentro de seis meses tendría lugar una peregrinación para celebrar los cuarenta años de la primera aparición de la Virgen del Pozo. Se entera también de la prohibición del Arzobispo de San Juan que promete excomulgar "a todo el que le rece a la virgen del Pozo".(14) El arzobispo, junto con otras personas oficiales de San Juan, teme que la devoción a la Virgen del Pozo la organicen "revolucionarios", subversivos y quizás comunistas –los mismos que se atreven a trabajar con los pobres y oprimidos.. Mientras el chofer afirma que nadie podrá detener el movimiento, él dice, "los mexicanos tienen a la Virgen de Guadalupe, los dominicanos tienen a la Virgen de Altagracia, los cubanos tienen a la Virgen del Cobre, y en Puerto Rico tenemos a la virgen del Pozo".(15) El chofer entonces le ofrece a Mariana un poco de agua milagrosa en una botella que tenía la forma de la Virgen. En el taxi había un pequeño altar, "con velas votivas y tapete de volantitos de perlé" donde reposaba la imagen de la Virgen del Pozo.
En una "in/sub-version" de los códigos lingüísticos, Ferré cambia del español al inglés varias veces. Estos cambios lingüísticos son comunes en la literatura puertorriqueña, pero lo que llama la atención del lector en este caso es el mensaje que sale si se leen sólo las palabras en inglés: "Like a Virgin; "Spare rib"; "Vanity Fair", The Flying Dutchman", "leg ups", "Push-ups"; "panties"; "The Little Mermaid"; "cocoon"; "beauty parlor"; "White Linen, by Estée Lauder"; "double-breasted": y "marketing". Todas son palabras que se pueden emplear en una reconstrucción de la palabra virgen. Y si uno se fija en la secuencia de las palabras, se va desde "like a Virgin" hasta "marketing" en un diálogo entre el código lingüístico, el código cultural y la narrativa misma.
El proceso narrativo se desarrolla con varios argumentos y contra-argumentos como en un debate. ¿Qué Virgen es más importante, la que se aparece en Yugoslavia y lleva a muchas puertorriqueñas devotas a aquel país (aunque con las guerras raciales del país, las peregrinaciones han disminuido y esta Virgen hace ella misma una peregrinación a Puerto Rico), o la Virgen del Pozo, que se apareció treinta y tres veces en Puerto Rico en un barrio muy pobre? ¿Cuál Virgen es la verdadera, la "extranjera" o la puertorriqueña? ¿Cuál de las dos Vírgenes va a salvar a los puertorriqueños de todas las opresiones que sufren, la que aceptan los jesuitas y la iglesia oficial –La Virgen María Invicta cuya Basílica se ha planeado en el Condado–, o la que aceptan los Arcángeles Eléctricos cuya basílica ya obtuvo fondos suficientes con el dinero de las drogas? ¿Qué dinero debe usar la iglesia para ayudar a los puertorriqueños, el dinero "limpio" de los habitantes del Condado que son miembros del Opus Dei y son los opresores de los pobres en Puerto Rico, o el de los narcotraficantes que quieren ayudar a estos mismos pobres? Manolo Covadonga dice " "Haz el bien y no mires a quién… Yo soy como Robin Hood, me robo de vez en cuando algún Saab o algún BMW, lo hago desmontar en piezas y las mando a vender a Santo Domingo; pero lo hago para ayudar a mis vecinos a vivir mejor".(16) En fin, ¿quiénes son los marginados y de qué o de quién? "De hecho, en toda sociedad de clases hay distintas maneras de ser marginal; casi todos experimentan algún tipo de marginación dado que el poder verdadero y el prestigio pertenecen a una reducida minoría".(17)
Mariana dice a Ariel que es "devota a la Virgen", y Ariel le pregunta a qué Virgen es devota. Ella contesta, "A la Virgen del Pozo, por supuesto".(18) A esto él le dice, "pues tengo que confesarte que prefiero a la Virgen de la Cueva…".(19) Cuando Mariana le relata al Padre Ángel esta conversación, lo hace en el contexto de una confesión porque acaba de tener relaciones sexuales con Ariel. El Padre Ángel no puede aceptar la doble-inversion que se le presenta: Mariana era su amiga y le ayudaba en las comunidades; él la apoyó en su proceso de divorcio y le salvó la vida cuando Marcos trató de matarla. Para el Padre Ángel, ella se había tornado virgen otra vez, y ahora … El Padre decide dejar su puesto en Puerto Rico y volver a España "civilizada" pero antes va a la peregrinación que conmemora cuarenta años desde la primera vez que se apareció la Virgen del Pozo en la isla.
Las dos Vírgenes están juntas, la de Yugoslavia y la puertorriqueña. Por primera vez, los puertorriqueños, ricos y pobres, se encuentran juntos a "sus" Vírgenes. Pero cuando la gente del pueblo se da cuenta de que la Virgen extranjera viste "un manto […] recamado de aguamarinas y otras piedras preciosas",(20) ellos se sienten marginados y empiezan a gritar "¡Abajo la Virgen extranjera! y ¡arriba la Virgen puertorriqueña!(21) Lo que ocurrió entonces no se sabe bien "como dieron luego varios testigos en el cuartel de la policía".(22) El Padre Ángel salió ileso pero Mariana tuvo que ir al hospital.
El Padre Ángel vuelve a España y con él va también José Antonio, el hijo de Mariana que ahora va a vivir con su padre. Sin embargo, Mariana nos proporciona la última palabra cuando escribe una carta al Padre Ángel. Confiesa que Ariel tenía razón, "la Virgen de la Cueva es la única que existe; es la única que vale. Por la cueva de la Virgen es que nos hacemos peregrinos por primera vez, es que pasamos al espacio real del ser…".(23) La cueva es la prisión y esta "prisión es el mundo de la visión: la luz del fuego es el sol, la ascensión y la visión de cosas más allá pueden en realidad ser el progreso ascendiente del alma al mundo intelectual".(24)
Ferré desmitifica a la Virgen durante el proceso narrativo que culmina con el proceso judicial del divorcio de Mariana y Marcos. Durante el diálogo de los abogados –diálogo con reglas establecidas por el "derecho"– el Padre Ángel empieza a protestar lo que llama de "vil calumnia", y sigue gritando que "el testimonio del agente encubierto era parte de una confabulación del ala reaccionaria de la Iglesia Católica […] que daba coba a las prácticas del Opus Dei […] y que se oponía a las prácticas progresistas de la Teología de la Liberación […]".(25) El juez le dijo que se callara y el diálogo termina.
En La Batalla de las Vírgenes, Ferré nos ofrece un juego de inversiones a las normas establecidas dentro del contexto del pensamiento de la liberación y al hacerlo, reconstruye el propio pensamiento de liberación. Al desenmascarar la realidad histórica del contexto de la identidad puertorriqueña, Ferré afirma, "somos un pueblo psicológicamente complicado; no somos ni latinos ni sajones, sino una mezcla de ambos, un híbrido extraño. La influencia norteamericana va sin duda en aumento, pareja a una conciencia cada vez más aguda de nuestra puertorriqueñidad.(26) Además el titulo La batalla de las Vírgenes también es un elemento de simbolismo, ya que existe una "batalla constante entre las clases sociales de Puerto Rico por el control religioso del país. Como dice Ana Lidia Vega en su ensayo "Ciudadano dios":
"Peor me parece aun la dudosa ética del lambeojismo celestial, al que nos vemos reducidos los terrícolas cuando ansiamos arrancarle uno que otro favorcito al Jefe. Para ello, no basta con hincarse, ponerse cilicios y darse tremendos burrunazos en el pecho.[…] El miedo al castigo no es sino la otra cara del lambeojismo celestial."(27)
Es constante la lucha entre las clases sociales por controlar el ámbito religioso de una manera superficial e hipócrita.
4. El fanatismo y la pugna religiosa en la novela
En La Batalla de las Vírgenes se presenta y examina los conflictos a los que puede llevar el fanatismo religioso de una familia puertorriqueña, la cual se ve envuelta en una situación trágica a raíz de la visita de uno de sus miembros al santuario de la Virgen de Mejugorje en Yugoslavia. Las apariciones de la virgen se multiplican por toda la isla y alcanzan su apoteosis en el Santuario de la Virgen del Pozo de Sabana Grande. Además la secta de la Diosa Amita, prolifera con asombrosa celeridad, pero los problemas sociales quedan sin resolver mientras el fanatismo exacerba el contraste entre las clases sociales. Esta novela intenta ser una radiografía de una sociedad, obsesionada por los ritos externos que ha olvidado el verdadero sentido de la caridad cristiana y plantea un estado de cosas que se dan tanto en Puerto Rico, como en otras islas del Caribe.
5. El fanatismo como elemento social
Sí es cierto que, en la actualidad, y sobre todo en los EE.UU. y en algunos países sudamericanos – no tanto en Europa – desde mediados del siglo XX se ha producido una proliferación de sectas religiosas – más o menos, seudo-cristianas o que se llaman así – y que en realidad, no son más que organizaciones montadas por algunos individuos muy listos, para ganar dinero a costa de la credibilidad de unas cuantas personas necesitadas de creer en algo. Y eso, en el mejor de los casos, porque algunas han tenido resultados funestos, con masacres en masa, sacrificios rituales, etc. Esa es naturalmente, una muestra de fanatismo religioso que, desgraciadamente, se está dando no sólo entre Cristianos, sino entre Musulmanes e Hindúes. Ese fanatismo, que en algunos casos, se llama Fundamentalismo, viene siempre dado, como digo, por la credulidad de unos muchos y por la injusticia en la que vive inmersa – como siempre – la mayor parte de la Humanidad. Pero, no podemos olvidar, que esos sentimientos de injusticia, de resentimiento, de odio feroz, a veces, vienen alentados por unos cuantos pocos que, los aprovechan y aprovechan también la ignorancia de las masas, para exacerbarlos, haciéndoles – como se dice – comulgar con piedras de molino. Un ejemplo más contundente se puede ver es el de la revolución Iraní, del Ayatolá Jomeini, que consiguió cargar con varios millones de muertos entre iraníes e iraquíes, a sus espaldas, esgrimiendo la espada de fuego de un Allah inexistente, puesto que Allah, o Dios, no predica la muerte sino la vida. Un reciente ejemplo, también se puede ver con los Talibanes de Afganistán, destruyendo unos monumentos budistas milenarios, por hacer ver a sus seguidores que ellos son los que siguen la verdadera religión y, claro, demostrar su fuerza. Pero esto tampoco es nuevo. Una muestra de fanatismo medieval se puede ver en Las Cruzadas. Por el fanatismo de un monje francés, que supo convulsionar a las masas, unos pobres infelices murieron en nombre de un Dios luchando contra otros infelices que luchaban en nombre del mismo Dios, pero al que, como hablaban árabe, le llamaban Allah. Salta pues a la vista que eso no tiene nada que ver con las religiones tal como deben entenderse, ya que todas – al menos las monoteístas – predican el amor a nuestros semejantes y esto es algo que con el fanatismo se tegisversa y se dirige hacia otras direcciones, ya sea la violencia o la imposición de una religión a la fuerza.
Recientemente la pugna religiosa en Puerto Rico se intensifico ya que la Iglesia Católica, distinta de otros sistemas de gobierno políticos o institucionales, no es una democracia… ni pretende serlo. La Iglesia se rige por un sistema de gobierno jerárquico que, en muchas ocasiones ha dado buen resultado. En la base del ejercicio de su autoridad sobre los fieles está el concepto de servicio: "No he venido a ser servido, sino a servir", nos dice el mismo Jesucristo.
La pugna religiosa en Puerto Rico
Sería injusto, falso y absurdo decir que los Obispos de Puerto Rico no quieren que los católicos no sean devotos de la Virgen. Toda devoción mariana debe ser sana, balanceada y en consonancia con la doctrina de la Iglesia. Lo que aquí se debate es otro asunto.
Los "Devotos de la Virgen del Pozo" son una agrupación que basa sus actividades y estilo de espiritualidad sobre unas supuestas o alegadas apariciones y mensajes de la Virgen dadas en la década de los '50 a tres niños en un barrio de Sabana Grande. La autoridad legítima de la Iglesia (los Obispos) ha determinado que estas apariciones nunca ocurrieron, por consiguiente no ha habido ningún mensaje especial del Cielo. Cabe mencionar que, en las apariciones que la Iglesia ha aprobado, tales como Fátima y Lourdes, los mensajes de la Virgen en nada añaden al depósito de la fe y Revelación de Nuestro Señor Jesucristo. Es decir, el contenido fundamental de la fe ya lo encontramos en la Revelación: escrita y oral, terminada con la muerte del apóstol (San Juan). Hay muchos católicos prácticos que no creen en estas apariciones antes mencionadas y esto no les hace ni más ni menos católicos. Los mensajes marianos no son necesarios ni esenciales para la salvación.
En todo el proceso de relación entre los líderes del Pozo y los Obispos de Puerto Rico, creo que ambas partes han cometido una serie de errores que no aporta nada al diálogo y comunicación de las partes. Entre tanto, el pueblo católico se encuentra dividido y confundido sin saber a quién creer. Si en algo puedo aportar a este asunto, creo que lo correcto en estos momentos es tener mucha paz y espíritu de comunión eclesial. Los Obispos son nuestros líderes legítimos en la Iglesia, y están en comunión con el Obispo de Roma, el Papa. Ellos son los que tienen la responsabilidad ante Dios y la Iglesia de ser pastores del Pueblo de Dios en Puerto Rico. ¿Que lo pueden hacen mejor?… Sí, sin duda. Todos podemos ser mejores cristianos de igual modo.
Me apena decirlo, pero creo que los líderes del Pozo han manipulado a muchas personas, han manipulado la buena voluntad de la gente, han manipulado a sacerdotes que tenían el sincero deseo de ayudarles, inclusive ahora quieren manipular las decisiones del Arzobispo de San Juan, diciendo que no ha sido imparcial y solo ha continuado el mismo camino del Cardenal Luis Aponte Martínez.
A esto se añade el proyecto multimillonario de la Ciudad Mística que introduce el elemento del dinero en todo este asunto. Obviamente, el éxito de este proyecto está íntimamente ligado a la veracidad de las "apariciones" en Sabana Grande, y harán todo lo posible por defenderlas. Los líderes de la Asociación del Pozo y de la Ciudad Mística deberían recapacitar y meditar bien, en comunión sana con la Iglesia de Cristo, si esto es verdaderamente lo que Dios quiere para nosotros o si son meros caprichos comerciales. Lo curioso de los seguidores de la Virgen del Pozo es que tienen muchas características de las asociaciones sectarias.
6. Autores que desarrollan el tema de la crítica religiosa
Además de Rosario Ferré varios escritores han desarrollado el tema de la critica y sátira religiosa. Entre estos escritores se encuentran Benito Pérez Galdós con su obra "Misericordia" en la cual critica la visión incorrecta de los ritos y tradiciones religiosas antiguas. Otra escritora que ha desarrollado el tema de la critica religiosa es Ana Lydia Vega con su libro "Vírgenes y mártires" y su ensayo "Ciudadano Dios" en el cual enfatiza y critica todo tipo de relación buscado entre los sucesos humanos circunstanciales y las "fuerzas divinas". Como dice en su ensayo:
"En este fin de siglo turbulento, la intervención de lo religioso en la vida civil llega a veces a extremos insoportables. La manía de las dichosas invocaciones, por ejemplo, parece haberse posesionado de todos los organizadores de actividades publicas.[…]alguien le atribuye por adelantado el propósito y el resultado de los trabajos humanos a la voluntad de un lejano e indiferente dios."(28)
Otros autores que desarrollan este tema son: Gustavo Gutierrez con "Teologia de la liberación", Antulio Parrilla, el padre Freixedo con "Mi Iglesia duerme" y Ana Lidia Vega con su ensayo "Ciudadano dios" y "Puertorrican síndrome o cosas extrañas veredes".
En conclusión podríamos comparar el fanatismo y la pugna religiosa con el opio de las religiones. El opio es una droga que destruye lentamente el organismo humano, así mismo el fanatismo y la pugna existente en cada religión destruye las bases y los fundamentos de sus creencias. La pugna religiosa es tan común entre los feligreses de las religiones que tiende a dividir las religiones en sectores que defienden posiciones diferentes. Por esto puedo finalizar este trabajo monográfico afirmando lo que he expresado a través de todo el trabajo; el fanatismo y la pugna religiosa en Puerto Rico ha sido, es y seguirá siendo uno de los problemas fundamentales que afecta el buen funcionamiento de la sociedad y de las relaciones entre los puertorriqueños. Mientras sigan surgiendo sectas y grupos devotos de cualquier cosa que se aparezca van a haber fanáticos y van a haber problemas y pugna entre los feligreses activos de cada una de las religiones.
Ferré, R. (1976). Papeles de Pandora. México: Editorial Joaquín Mortiz. Ferré, R. (1979). La muñeca menor. Río Piedras: Editorial Huracán Ferré, R. (1979). La mujer y la autenticidad en el arte. En Revista de la Universidad de México. (pp. 25-27). México: Editorial de la Universidad de México. Ferré, R. (1990, diciembre, 28). Escribo porque necesito ser autora de mi propia vida. Claridad. pp. 16-17. Ferré, R. (1993). La Batalla de las Vírgenes. Río Piedras: Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Ferré, R. (1994, octubre, 20). Religious Sects and the Apocalypse. The San Juan Star. pp. 20. Ferré, R. (1996). La Casa de la Laguna. Barcelona: Editorial Emecé. Ferré, R. (2001). A la sombra de tu nombre. San Juan, Puerto Rico: Editorial Santillana, Inc. Toro-Sugrañes, J.A. (2000). Ferré Ramírez de Arellano, Rosario. En Enciclopedia Puertorriqueña siglo XXI (vol 3, pp. 111). Santurce: Caribe Grolier, Inc. Negron, M. M. (1998, noviembre, 16). Entendiendo a Rosario Ferré. El Mundo. pp. 54. Chaves Tesser, C. (1996). La contextualizacion del pensamiento de la liberación en La batalla de las vírgenes de Rosario Ferre. En Teología y Pensamiento de la Liberación en la Literatura Iberoamericana (pp. 51-62). Madrid: Milenio Ediciones. Heredia Corrales, S. E. (1996) Maryam de Nazaret. Salamanca: Editorial Kadmos. Larrañaga, I. (1995) El silencio de María. Madrid: Editorial San Pablo.Makarian, C. (1996) María. Madrid: Ediciones Espasa-Calpe. Martín, S. (1996) El evangelio secreto de la Virgen María. Barcelona: Editorial Planeta. Palacios, I. (1994) Apariciones de la Virgen: leyenda y realidad del misterio mariano. Madrid: Ediciones Temas de Hoy. (1999, noviembre, 25). Estalla el conflicto religioso. El Nuevo Día. pp. 70. Valdivia, Y. (1999, marzo, 14). Monumental controversia. El Nuevo Dia. pp. 46-47. http://pueblospr.turincon.com/ http://frases.org http://www.rincondelvago.com/ https://www.monmouth.edu/~pgacarti/F_Ferre_Rosario.htm
Autor:
William Javier Soto De León