El nuevo paradigma puede resolver los problemas que condujeron a la crisis, pero esto no es suficiente, pues no deja de tener importancia la atracción que ejerce la mayor sencillez, la estética, etc. La discusión objetiva sola, según Kuhn, resulta muy difícil. "… la crisis sola no es suficiente. Debe haber alguna base, aun cuando no necesite ser racional ni correcta en definitiva, para tener fe en el candidato particular que se escoja. Algo debe ser sentir, al menos a unos cuantos científicos, que la nueva proposición va por buen camino y, a veces, sólo consideraciones estéticas personales e inarticuladas pueden lograrlo" 38.
CONCLUSIONES
1 El pensamiento Kuhniano no puede inscribirse dentro de una concepción internalista o externalista del desarrollo de la ciencia. Supera desde puntos de vista bastante originales esta dicotomía, aunque como plantea su mismo ensayo se requiere mayor profundización.
2. Establece por lo anterior una ruptura con la tradicional división entre "contexto de descubrimiento" y "contexto de demostración" típica del neo-positivismo y aceptada por el popperianismo, donde el primero era considerado objeto de la sociología de la ciencia y el segundo, dominio exclusivo de la epistemología.
3. La concepción del desarrollo de la ciencia que nos ofrece Kuhn, apunta hacia una reconsideración de la noción de racionalidad, pues rompe con la idea de ella como lo inmanente a la lógica interna del proceso del conocimiento científico. La incorporación de determinantes sociales, aunque de modo limitado, a la explicación del cambio científico, supone desbordar los marcos que el positivismo asignó a la racionalidad.
4. Al ampliar su noción de ciencia como quehacer y entenderla como la actividad que realizan ciertas comunidades de tipo especial, lo social y lo individual aparecen como elementos propios de la creación científica y no llevan en sí, desde el principio, el carácter de irracionales.
EL PARADIGMA EPISTEMOLÓGICO DE HABERMAS
Jürgen Habermas (1929) propone una teoría fundamentada en la dialéctica y en la crítica dentro de la categoría de la totalidad (teoría dialéctica de la ciencia). Plantea una "filosofía de la historia orientada prácticamente" hacia la emancipación humana. En este sentido la ciencia pretende indicar los medios para alcanzar tal fin, en el marco del ámbito de la razón.
"Conocimiento e interés" (1968) apunta al planteamiento de una teoría crítica de la sociedad capitalista de la cual el análisis epistemológico es el primer paso. Habermas pretende reconstruir la historia del positivismo para analizar la relación de conocimiento e interés. Cuestión que se inscribe dentro de los temas de la filosofía moderna que siempre supuso la distinción entre conocimiento científico y conocimiento posible.
Dicha distinción se pone en entredicho con la aparición del positivismo durante el siglo XIX. La actitud cientificista que lo caracteriza presenta a la ciencia como el único conocimiento posible y reduce la tradición moderna de la teoría del conocimiento a una metodología.
Es a esta reducción epistemológica ocasionada en cierta manera por una filosofía que después de Kant dejó de pensar seriamente la ciencia, proclamándose como la ciencia verdadera, a la que Habermas va a oponer una idea de filosofía vinculada a una teoría de la sociedad, pues, considera que es tan peligroso identificar una comprensión epistemológica de la ciencia con el saber absoluto de una gran filosofía, como la comprensión cientificista de una práctica investigadora de hechos.
Habermas reconstruye los planteamientos de Marx, el positivismo, Peirce (1839-1914), Dilthey ((1833-1911)y Freud ( 1856-1939) desde la perspectiva de una autorreflexión de la ciencia. Con el fin de justificar su propuesta epistémica, esta argumentación es sintetizada por el mismo autor en el epílogo a "Conocimiento e interés" así:
A) El análisis kantiano en torno a la pregunta por las condiciones de posibilidad del conocimiento creó un tipo de razonamiento no objetivista, que no puede ser ignorado por ninguna teoría del conocimiento sin una ruptura de la reflexión.
B) Los seguidores de Kant conciben como generados tanto a las condiciones trascendentales como al sujeto mismo, pero terminan concibiendo de modo idealista el saber de sí de ese proceso.
C) Por el contrario, Marx va a superar el idealismo al atribuir la génesis de las condiciones de la experiencia posible al proceso de reproducción de la especie, pero sin alcanzar la posibilidad de la teoría del conocimiento como teoría de la sociedad.
D) El positivismo de Comte a Mach, ante la crisis de la Teoría del conocimiento, abandona la exigencia de fundamentación reflexiva del conocimiento a favor del objetivismo.
E) Paralelamente al positivismo, aparecen en el siglo XIX los principios de una teoría de la ciencia como reflexión sobre los procesos de investigación en ciencias naturales –Peirce- y en ciencias del espíritu –Dilthey-, los cuales no recurren a un sujeto del conocimiento al margen de la historia de la génesis natural y social.
F) Finalmente, el Psicoanálisis –Freud- establece una ciencia que utiliza por primera vez la autorreflexión de modo metódico.
Es clara, en todo el desarrollo de esta argumentación, la intención de oponerse a una concepción de la filosofía al modo de una teoría pura y desinteresada, cultivada al margen de la ciencia y de la sociedad 39.
El punto de partida de la reflexión crítica sobre el proceso actual de la ciencia debe reconocer que la práctica científica no puede entenderse en forma autónoma y aislada, sino que está inmersa en una totalidad más amplia que es la totalidad social, la cual condiciona la actividad de la comunidad científica y, por lo tanto, del investigador a partir de su experiencia precientífica, histórica, social y política. De aquí se derivan varias consecuencias para una fundamentación epistemológica y metodológica de la investigación.
La reflexión epistemológica de Habermas, concebida como una teoría dialéctica de la sociedad, parte de una reconstrucción de la historia, entendida como un proceso de autoconstitución del individuo y la especie humana. Dicho proceso en la doble relación del hombre con la naturaleza y del hombre con sus relaciones sociales, se va constituyendo en torno a tres medios fundamentales de socialización: el trabajo, el lenguaje y la interacción social.
Por medio del trabajo el individuo y la especie entran en contacto con la naturaleza exterior a ellos y la someten con fines de supervivencia. El trabajo implica tanto la humanización de la naturaleza como la naturalización del hombre. El trabajo obedece así a un interés técnico de lograr una emancipación del hombre frente a su entorno natural. La ciencia moderna considerada como la primera fuerza productiva, ocupa un lugar destacado en este proceso.
El lenguaje es el medio simbólico que posibilita la designación de cosas, así como la formación de la propia identidad común a los grupos humanos. Aquí, el lenguaje está apoyado en la dimensión de un saber práctico, (concepto que se aclarará más adelante), y es la expresión de un yo ejecutor de acciones comunicativas. Es en la comunicación libre como se concreta un interés práctico, entendiendo por él la posibilidad de participar en la construcción de la propia historia.
La interacción social constituye el espacio propio de las relaciones de los individuos entre sí. El interés que lo guía es el de la emancipación de toda forma de opresión 40.
En su obra "Conocimiento e Interés", Habermas elabora una crítica a la absolutización del modelo positivista de la ciencia, precisando el papel que deben asumir las distintas ciencias dentro de cada uno de los procesos básicos de afirmación de la especie antes descritos y concretando los presupuestos teóricos-metodológicos a que obedece cada una de ellas en su desarrollo específico. Con este fin distingue tres tipos de ciencias:
Las ciencias empírico-analíticas que combinan reglas para la elaboración de teorías con sus condiciones de control. A estas teorías se adicionan conjuntos de proposiciones de las cuales se deducen hipótesis susceptibles de control empírico. Este saber permite el pronóstico con la finalidad de aplicación técnica.
Las ciencias histórico-hermenéuticas tienen otro marco metodológico. La validez de sus proposiciones no se basa en la construcción de hipótesis y el diseño de experiencias para su comprobación, sino en las reglas de la hermenéutica que rigen en la interpretación de los textos. Estas ciencias permiten una apropiación de la cultura y las tradiciones, sobre las cuales se acumula la identidad de los pueblos y orientan desde este fondo común las posibles acciones de los individuos.
Las ciencias histórico-hermenéuticas intervienen en los procesos de formación mediante los cuales el hombre se apropia de la cultura y de la tradición para ubicarse mejor en la historia y asumir una actitud responsable ante ella. El instrumento de estas ciencias es el lenguaje como vehículo de comprensión, expresión y, comunicación. El método de estás ciencias no se basa, como el de las anteriores, en la causalidad natural, sino en la posibilidad de la comprensión de sentido: por esto hablamos de hermenéutica. Estas ciencias están determinadas por un interés práctico da comprensión de la cultura, de ubicación en ella, de intercomunicación con los demás. Aunque este interés es más complejo que el de las ciencias exactas, también es derivado y dependiente de los intereses plenamente sociales que determinan los fines históricos y políticos de una comunidad. El problema de este tipo de ciencias en la sociedad actual es que la educación, el lenguaje y la cultura son patrimonio de unos cuantos, para quienes ellas significan posibilidad de reflexión y de interpretación crítica de la realidad; las mayorías en la comunidad o no tienen acceso a ellas o si lo tienen se encuentran con un lenguaje y una educación ideologizadas que en lugar de propiciar la reflexión crítica son vehículos de masificación y manipulación.
Finalmente, las ciencias crítico-sociales buscan determinar cuando la legalidad establecida en el ámbito de lo social oculta relaciones de dependencia y de dominación sedimentadas de manera ideológica. El contexto que fija la validez de sus proposiciones es la autorreflexión, guiada por el interés de emancipar al hombre de toda forma de opresión.
Con estos fundamentos se pueden aclarar tres aspectos que surgen dentro de esta perspectiva: en primer lugar, la noción restringida de la práctica al interior de las llamadas ciencias naturales, según la cual aquella se entiende como observación controlada, en condiciones reproducibles por cualquier investigador y sin injerencia alguna de la subjetividad, se revela como insuficiente. Porque es en el contexto de una experiencia acumulada de forma precientífica, donde tienen origen los problemas, conceptos y orientaciones de la práctica científica. Este concepto es mucho más rico, en cuanto incluye la experiencia, historicidad y necesidades vitales de los individuos que hacen ciencia. En segundo lugar, la práctica científica se reconoce como una práctica histórica en donde la comunidad científica se desenvuelve dentro de un proceso evolutivo, determinado por múltiples factores económicos, culturales y políticos. Es aquí, frente a problemas históricos, donde los investigadores asumen compromisos prácticos con la transformación de la sociedad en que viven. Es importante tratar de clarificar la cuestión del compromiso práctico. Así como hay un interés por la predicción, que preside el interés técnico propio de las disciplinas empírico-analíticas, hay también un interés científico, serio y disciplinado, que busca comprender las situaciones para orientar la práctica social, la práctica personal y la práctica de la comunidad científica.
Carlos E. Vasco al respecto escribe: "Debemos afirmar que sí hay un interés de hacer ciencia, que más que la predicción y el control, busca la orientación y la ubicación de la praxis… A éste interés lo llama la escuela de Frankfurt "interés práctico". Si uno empieza a mencionar la palabra práctico, por lo general está desorientando al auditorio desde el principio, porque cuando uno habla de "cosas prácticas" está hablando de cosas muy fáciles de manejar, que sean muy útiles y que funcionen bien: "es una grabadora muy práctica". Entonces, es claro que la sola consideración de la palabra "práctico" puede llevar en una dirección equivocada. Se trata es de ubicar la praxis social y personal dentro de la historia y de orientar esa praxis: Por lo tanto, ese interés por más que sea teórico no está alejado de la praxis: Tan poco alejado está, que Habermas decidió llamarlo "interés práctico" a pesar de que todo el que oiga la palabra "práctico" la entienda mal" 41.
Esta larga cita nos lleva a reflexionar sobre el hecho de que la práctica científica se reconoce como una práctica histórica; pero no debe entenderse la historia de la manera como se ha enseñado: lo histórico no son sólo las casas de museo y los retratos de los próceres. "Lo histórico significa sentirse hacedor de historia en este momento. Por eso se trata de orientar y ubicar la práctica actual de los grupos y las personas dentro de esa historia que estamos haciendo y empezamos a hacer, y de la que todavía somos más bien víctimas que actores" 42. En tercer lugar, la práctica científica se revela como práctica socio-política a la cual Habermas identifica con un interés emancipatorio, es decir, la actividad científica no se fundamenta únicamente en el momento de las decisiones metodológicas y de las operaciones concretas en el campo de la ciencia, como parece afirmarlo la noción de método científico. La actividad científica tiene su raíz en la totalidad social a la cual está ligado el investigador y se halla condicionada a los intereses socio-políticos a los cuales pertenece.
Existen muchas prevenciones y descalificaciones apriori sobre el trabajo científico de otras personas que es preciso procurar entenderlas para desarrollar una actividad fructífera conjunta en el campo de la investigación. El interés emancipatorio de las disciplinas críticas es desacreditado por las personas que tienen su actividad en las disciplinas empírico-analíticas e histórico-hermenéuticas. Se lee: "Las personas que manejan muy bien el estilo empírico-analítico dicen que estas disciplinas son sólo charlatanería, y que no son ciencias sino ideologías. Los que manejan bien el estilo histórico-hermenéutico dicen también que las disciplinas empírico-analíticas son sólo instrumentos que ellos necesitan para hacer la verdadera ciencia, y que las disciplinas críticas son "mera ideología". Sin embargo, desde el punto de vista crítico es perfectamente explicable por qué estas personas tienen que desacreditar este estilo de hacer ciencia, mientras que ellos no pueden ver desde su punto de vista más estrecho, que este estilo si es científico; tienen que verlo como no científico, pues es una amenaza a su propia manera de hacer ciencia" 43.
Debemos intentar comprender que hay un tipo de actividad científica que no tiene un interés solo especulativo, simplemente de ver lo que hay ahí, describirlo, explicarlo, comprenderlo, sino que busca develar lo oculto con lo cual nos encontramos atados en la práxis histórica y buscar, encontrar la manera de transformarla.
ALGUNAS CONCLUSIONES
Una reflexión sobre la ciencia debe destacar el carácter relativo de la apropiación técnica y la comprensión práctica con respecto a los procesos de la totalidad social y es con referencia a esa totalidad como adquiere su razón de ser.
Dicha totalidad genera tres tipos de intereses que producen actividades científicas diferentes y que de ninguna manera se pueden descalificar entre sí. Conviene aclarar que no son lo mismo la ciencia empírica positiva y el positivismo. Aquella constituye un momento necesario para el desenvolvimiento de la especie humana. Mediante su acción instrumental se logra una emancipación gradual de la naturaleza, pero solamente adquiere un mayor sentido dentro de una comprensión dialéctica de la sociedad y la historia. En el momento en que se absolutiza el interés técnico se cae en el positivismo y se anula con ello toda capacidad crítica y reflexiva.
Elementos de socialización | Trabajo | Lenguaje | Interacción social | |||
Interés | técnico | Practico | emancipatorio | |||
Ciencia | Empírico analítica E A | Histórico hermenéutica H H | Critico social C S | |||
Lógica | Explicativa Buscar Causas y efectos | Comprensiva Dar significado | Emancipatoria Develar relaciones de poder | |||
Objetividad | Se fundamenta en el rigor metodológico. En la validez y confiabilidad de los instrumentos de medición, así como en el control que se haga de las variables. La objetividad determina la forma de hacer la medición | Está basada en el distanciamiento (reflexión). Se hace un proceso de retroalimentación con el fin de comprobar los conocimientos y rediseñar los instrumentos. Reconocimiento de los aspectos ideológicos y culturales que determinan las interpretaciones | Se establece a partir de la reflexión crítica que se realiza a nivel colectivo con respecto con respecto a los procesos de construcción del conocimiento y construcción de la realidad. Esto implica el reconocimiento de los intereses los juicios,, los valores y las condiciones en las cuales se produce el conocimiento | |||
Verdad | Se considera que la aplicación rigurosa del método, los instrumentos y el control de las variables garantizan la credibilidad. La obtención de un buen grado de objetividad asegura la verdad del conocimiento que se construye | La verdad en la interpretación está basada en la comprensión del método, mediado por la percepción y la auto evaluación que se haga a través de la confrontación de contenidos | Se obtiene a través de la argumentación dialógica que permite construir el consenso que es el factor mediante el cual se expresa la verdad históricamente determinada | |||
Finalidad | Elaborar explicaciones de los fenómenos de la realidad, para transformarla. Generalizar experiencias particulares y reproducir las más productivas en condiciones diferentes | Rescatar la teoría para establecer relaciones con los demás seres humanos. Comprender las experiencias humanas especificas en el tiempo y en le espacio, a través de su contexto. | Busca con la investigación hacer uso público de la razón y asi generar procesos de transformación del ser humano especifico y su medio social con el fin de construir relaciones humanas emancipadas |
Es importante hallar la relación entre los tres estilos citados, conocer hacia dónde apunta cada saber, para hacer un trabajo interdisciplinario serio. Pues, no puede decirse que el estilo empírico-analítico tiene que ver sólo con el trabajo, que el estilo histórico-hermenéutico sólo con el lenguaje, y que el estilo crítico social sólo con el poder. La práctica de las disciplinas guiadas por el interés técnico, que son la mayor parte de la ciencia moderna, sigue siendo importante; más aún que la práctica de las disciplinas empírico-analíticas, es imprescindible y básica, en el sentido de que la persona que quiere hacer ciencia al estilo histórico-hermenéutico sin tener grandes bases empírico-analíticas, está buscando una ubicación ideológica previa con un ropaje científico. La persona que quiere hacer ciencia crítica, (Emancipadora), sin tener dominio de los otros dos estilos, probablemente no está siendo un verdadero crítico, arriesgándose así a que su bien intencionada crítica, por ignorar la seriedad científica de los dos estilos anteriores, caiga siempre en la esterilidad anarquizante.
FUNDAMENTOS DE LA TEORIA CRÍTICA DE LA CIENCIA
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
GARCÍA Morente, Manuel. Lecciones preliminares de Filosofía. Editorial Moderna. Bogotá. 1984.
HABERMAS, Jürgem. Conocimiento e interés. Taurus, Madrid,1982.
HARTNACK, Justus. Breve Historia de la Filosofía. Cátedra. Madrid. 1989.
KUHN, S, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas. F.C.E. México, 1986.
STUMPF, Samuel. De Sócrates a Sartre. Historia de la Filosofía. El Ateneo. Brasilia. 1980.
UNIDAD II
Fundamentos epistemológicos de las ciencias empírico-analíticas
OBJETIVOS
– Ubicar de manera histórica la ciencia moderna y precisar sus componentes fundamentales.
– Identificar y analizar los fundamentos epistemológicos de las ciencias empírico-analíticas.
– Reconstruir la interpretación epistemológica de la ciencia moderna y su carácter explicativo elaborado en el racionalismo crítico de Popper.
En esta fundamentación epistemológica, como todas las planteadas desde la perspectiva de la Teoría Crítica de las ciencias, se pueden distinguir tres momentos:
1. Génesis histórica de este modelo de racionalidad
2. Rasgos lógicos básicos
3. Finalidad
En cuanto a la génesis histórica se puede indicar que fue Francis Bacon, en el siglo XVII quien se da la tarea en el Novum Organon de precisar las características de la ciencia moderna. Dicho autor se propone reformar la ciencia y la filosofía de su época, su posición es una crítica del saber griego y aristotélico que tenía gran influencia en la Edad Media. Pensaba que el saber estaba estancado, porque se identificaba la ciencia con la lectura de textos antiguos. En la Edad Media se imponía como norma de verdad la autoridad de ciertos autores considerados oráculos infalibles: Platón y Aristóteles en filosofía, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino en teología, Hipócrates y Galeno en medicina, Plinio en historia natural, Ptolomeo en astronomía.
La crítica contra el saber escolástico, Bacon la desarrolla en tres momentos:
A. Una referencia a las "perturbaciones del aprendizaje": El aprendizaje fantástico, el aprendizaje contencioso, el aprendizaje delicado. En el aprendizaje fantástico, el hombre se ocupa de las palabras, pone énfasis en los textos, en los idiomas y en el estilo. El aprendizaje contencioso es todavía peor, dice, porque comienza con las posiciones o puntos de vista estrechos tomados por pensadores anteriores y los utiliza como puntos de partida para argumentaciones contenciosas. Y, finalmente, en el aprendizaje delicado, los lectores aceptan que autores anteriores, que dicen tener mucho más conocimiento del que pueden probar, saben tanto como dicen, lo cual explica, por ejemplo que se acepte a Aristóteles como el dictador de la ciencia. Estas tres enfermedades, sostiene, deben curarse si queremos aliviar la mente de los errores que ellos producen.
B. Una investigación pormenorizada de los obstáculos epistemológicos a los cuales denomina ídolos: ídolos de la tribu (son los ídolos del género humano, cuando se piensa que el hombre es la medida de todas las cosas), ídolos de la caverna, (son los ídolos de la individualidad, de la subjetividad), ídolos del foro, (hacen referencia al lenguaje), ídolos del teatro, (son los ídolos culturales en general y, en particular los diversos sistemas filosóficos).
C. Una propuesta metodológica en donde la inducción constituye el aspecto fundamental, en oposición a la lógica deductiva de la Edad Media.
Después de advertir acerca de cómo los ídolos pueden distorsionar el conocimiento, Bacon estableció un nuevo método para la adquisición del conocimiento que constaría de:
– Observación
– Tablas
– Hipótesis
– Experimentación
Para Bacon, como en general para la ciencia moderna, saber es poder, se convierte este saber en tecnología. Se busca conocimiento no para contemplar sino para el dominio de la naturaleza, de las personas. El proyecto científico-técnico de la modernidad con su pretensión de dominio es uno de los elementos de discusión en el debate modernidad-postmodernidad.
Galileo, otro precursor de la ciencia moderna, propone un método que contiene:
– Observación.
– Elaboración de hipótesis, como construcción o anticipación, de los fenómenos de la naturaleza no dados por la experiencia.
– Experimentación controlada como validez de un caso particular.
Es importante resaltar que el papel de los científicos en la ciencia moderna no es pasivo, con las hipótesis los hombres de ciencia preguntan a la naturaleza para que les responda sus preguntas y no cualquier cosa.
Kant, en la CRÍTICA DE LA RAZON PURA, escribe al respecto:
"La razón se presenta ante la naturaleza, por decirlo así, llevando en una mano sus principios (que son los que pueden convertir en leyes los fenómenos entre sí acordes), y en la otra, las experiencias que por estos principios ha establecido; haciendo esto, podrá saber algo de ella, y ciertamente no a la manera de un escolar que deja decir al maestro cuanto le place, antes bien, como verdadero juez que obliga a los testigos a responder las preguntas que les dirige" 44.
En la ciencia moderna el objeto no es contemplado de manera ingenua, a partir de Kant, se descubre que el saber siempre se encuentra bajo la pre-comprensión de los objetos. Popper plantea que todo conocimiento está previsto de presupuestos, sin embargo, es Kuhn quien reflexiona sobre el papel activo de los paradigmas.
Los rasgos de la racionalidad E/A muestran unos componentes básicos: Sujeto (que propone modelos teóricos), el Objeto (sobre el cual se produce el conocimiento), el experimento (es el control que determina, verifica o falsea los presupuestos del conocimiento).
Los párrafos anteriores permiten aclarar los dos momentos que contienen las ciencias Empírico-analíticas:
El momento teórico que es la construcción de modelos teóricos (hipótesis, teorías, mediación de los modelos), articulados por esquemas de orden lógico-matemático.
El momento empírico que permite la validez del objeto decisorio de nuestras construcciones.
De lo anterior se infiere: el saber científico es la expresión de una racionalidad operatoria a nivel formal y a nivel experimental.
La explicación, en la racionalidad E/A, recoge los dos momentos anteriores.
La finalidad de las ciencias E/A es elaborar explicaciones de los fenómenos de la realidad para transformarla.
ESQUEMA DE LA LÓGICA DE LAS CIENCIAS EMPÍRICO-ANALÍTICAS
UNIDAD III
Fundamentos epistemológicos de las ciencias histórico-hermenéuticas
OBJETIVOS
– Precisar algunos rasgos básicos en torno al origen histórico del modelo de investigación hermenéutica.
– Reflexionar sobre el sentido de la comprensión en la investigación social.
– Precisar el aporte de las ciencias histórico-hermenéuticas en la interpretación de los hechos humanos y sociales.
El término hermenéutica procede del griego que designa el arte o la ciencia de la interpretación. Desde el punto de vista histórico la hermenéutica puede considerarse como resultado del desarrollo de tres campos: el arte o ciencia de la gramática, la hermenéutica de los padres de la iglesia y la hermenéutica bíblica. En un primer momento la hermenéutica estuvo asociada a la lectura de textos sagrados que transmitían voluntades, ciertas intenciones, ciertos designios a comunidades religiosas. Sin embargo, esta dimensión ligada a la tradición religiosa se traslada, en el siglo XIX, al campo de la historia y de las ciencias del espíritu (ciencias humanas) a partir de Friedrich Schleiermacher (1768-1834) y Dilthey (1833-1911). Con Dilthey la hermenéutica pasa a ocupar una posición metodologíca central en las ciencias del Espíritu. Según este autor, la hermenéutica, no es solo una técnica auxiliar en las ciencias del espíritu, sino un método alejado tanto de la arbitrariedad interpretativa romántica como de la reducción naturalista y que permite fundamentar universal de la interpretación histórica. Refiriéndonos a la historia del enfoque citado encontramos en Dilthey (1833-1911) unos criterios que permitan distinguir las llamadas ciencias naturales de las llamadas ciencia del espíritu. Refiriéndonos a la historia del enfoque citado encontramos en Dilthey (1833-1911) unos criterios que permitan distinguir las llamadas ciencias naturales de las llamadas ciencia del espíritu. 1. Las ciencias naturales se caracterizan por un esfuerzo de neutralizar la subjetividad, la experiencia vital, con la pretensión de obtener objetividad. En las ciencias del espíritu interesa el sujeto, tematizando la subjetividad, el mundo vivido. En estas ciencias la realidad se abre desde dentro, se presenta una parcial identidad entre sujeto y objeto. "Hago historia porque soy histórico"
2. Dilthey propone distinguir y relacionar experiencia y teoría en los tipos de conocimiento.
En las ciencias naturales la construcción teórica tiene que ver con la formulación de teorías, hipótesis, modelos formales. En las ciencias hermenéuticas existe una lógica de la comprensión, que tiene un movimiento circular, para el cual Dilthey introduce la expresión CÍRCULO HERMENÉUTICO. Sin embargo, es mejor concebir el movimiento de tal lógica como un movimiento en espiral. Esto es debido a que nuestros objetos del conocimiento son formas culturales que no dependen exclusivamente del investigador, sino que se forman en un proceso de intercomunicación.
Dilthey consideraba la psicología como un modelo de ciencia de la comprensión. Pues tiene la capacidad de poder reunir en mis propias vivencias las vivencias que tuvo el otro, este pensador entendía como comprensión identificarse con el otro (esto no es aceptado hoy en día).
3. Las ciencias naturales y las ciencias del espíritu se distinguen por el procedimiento: Las ciencias E/A explican, son nomológicas. A partir de unas condiciones iniciales se plantea unas hipótesis que pueden falsarse o verificarse mediante la experimentación. En las ciencias del espíritu no hay explicación sino comprensión de sentido. Yo entiendo al otro si entro en contacto con él, si me pongo en su lugar.
Frente a la lógica de la ciencias naturales, opone Dilthey una lógica propia de las ciencias del espíritu:
– Vivencias: Como categoría central que muestra significados, sentidos, intenciones.
– Objetivación: Nuestras vivencias se objetivan en el lenguaje, se hacen inteligibles para el otro.
– Comprensión: Como la revivencia empática, ponerse en el lugar del otro.
Dilthey sugiere leer no sólo en el plano histórico (macro) sino también en el plano autobiográfico (micro), pues piensa que vivir es tener experiencias, y el significado de ellas depende de su interpretación. Reinterpretamos lo que vivimos.
El lenguaje se convierte en mediador de todo proceso de comprensión e interpretación. Sin embargo, es necesario distinguir entre el lenguaje ordinario, normal, (cotidiano) con su ambigüedad imprecisión, etc. y el lenguaje formal que no admite ambigüedades ni imprecisiones. Además, el lenguaje cotidiano es auto-reflexivo. Si expreso algo y no me hago entender entonces lo modifico. En el lenguaje formal no ocurre esto, para una construcción problemática debo referirme a un metalenguaje.
En el lenguaje ordinario, según Dilthey, se pueden desatacar tres aspectos.
? El lenguaje es proposicional
? El lenguaje también puede ser expresado en la acción (textos que podemos leer nos indican intenciones de los otros)
? Hay un lenguaje no verbal como expresión de vivencia.
Las tres dimensiones del juego del lenguaje de una cultura más o menos coinciden: es una unidad del sentido. Sin embargo, en experiencias límites el juego del lenguaje se puede fracturar, se rompe y es ahí cuando reina la incomprensión. Por ejemplo, desde el punto de vista de Freud, en el sueño se producen textos y cuando despertamos tratamos de entender esos textos, pero a pesar de ser nuestros propios textos no los entendemos. Esta incomprensión tiene que ser analizada por medio de un estudio hermenéutico.
Las consecuencias e implicaciones de orden metodológico que resultan de los párrafos anteriores nos muestran la especificidad que distingue las ciencias del espíritu de las ciencias naturales. Las ciencias del espíritu tienen marcos teóricos, marcos conceptuales que se mueven en círculo, no son puramente inductivos, ni puramente deductivos, según Dilthey, son cuasideductivos.
El modelo de la lectura de un texto nos muestra que la interpretación se mueve del todo a la parte y de la parte al todo. Hay en una primera lectura un texto provisional, hay una precomprensión del texto y desde ahí vamos a las partes, a los conceptos, a los términos, categorías. Articulamos dichas partes como quien arma un rompecabezas, la comprensión empieza a fallar cuando hay partes que no encajan.
En cuanto a las categorías, en las ciencias hermenéuticas, no se definen de manera exhaustiva sino que se determinan ampliamente. Hay distintas aproximaciones. Por ejemplo, en cuanto a la cultura, ésta se puede determinar pero no agotar. Cada uno lee el fenómeno cultural desde una perspectiva distinta. De dos antologías de la poesía colombiana del siglo XIX no se puede decir que la una es falsa y la otra verdadera.
El punto de vista de Dilthey no basta para caracterizar la polémica entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. Los siguientes párrafos mostraran una visión, muy rápida, sobre dicho tema, hasta llegar a Max Weber (1864-1920) el cual desarrolla la teoría de las ciencias sociales desde el neo-kantismo.
Ni Hegel, ni Marx se interesaron por demarcar la especificidad de las ciencias de la cultura (espíritu, sociales, humanas), en contraposición a las ciencias de la naturaleza. Es posible que esta indiferencia se de a los horizontes filosóficos que constituían su propios puntos de partida. Para Hegel, la filosofía en tanto "ciencia de la experiencia de la conciencia" sufre el efecto del desenvolvimiento, la conciencia se supera englobando, conservando-aniquilando sus estadios anteriores, entre ellos la naturaleza. De la certeza sensible de la inmediata observación, se eleva hasta la percepción de las regularidades, (leyes naturales), y de allí a la experiencia histórica. La conciencia continua su peregrinar en el espíritu objetivo, en la conciencia social de las ciencias, las artes, la ética y la religión. Este proceso concluye en la comprensión de que toda cultura es producto humano, es nuestra propia realización, es el desarrollo objetivación (alienación) de nuestro espíritu. Tal autoconciencia es el espíritu absoluto y solo en esta autoconciencia radica la verdad. Para Hegel como para Marx, la especificidad de las ciencias de la naturaleza y de las ciencias de la cultura no es problemática. Tanto la una como la otra constituyen la auto objetivación social del saber. La actividad histórico social es la fuente del conocimiento, el saber incluye al interior de si mismo la razón y la experiencia, la necesidad y la libertad, las determinaciones y los fines, la imaginación y el entendimiento. La razón practica-ética y estética- son despojadas de su elaboración metafísica-abstracta para ser replanteadas desde el punto de vista de la auto-objetivación histórico-social. Al interior del mismo proceso histórico, se generan nuevas formas de la razón (como el paso de la razón mecánica a la razón dialéctica) y son renovadas las fuentes de la experiencia sobre la naturaleza y sobre la sociedad. El orden histórico-social posibilita las ciencias de la naturaleza y puede transformarse a si mismo a través de las ciencias de la cultura (ciencias humanas).
La diferencia entre las ciencias naturales y las ciencias humanas se ha constituido en problemática a partir de la disputa entre el Neo-marxismo y el positivismo. Este último ha pretendido considerar como no científicas a la mayoría de las teorías sociales por no corresponder a una verificación o a una contrastación más o menos inmediata. La polémica entre el neo- marxismo y el positivismo, en términos generales, se ha regido a través de la defensa o el cuestionamiento de los planteamientos de la "totalidad" social. Para el positivismo toda teoría sobre la totalidad social es especulativa, no es inmediatamente contrastable o verificable. Según los neo-marxistas, las hipótesis parciales y referidas a una experiencia inmediata traicionan la complejidad social, seccionan y separan los fenómenos sociales interdependientes.
El neo-kantismo asume la diferencia entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales desde una perspectiva diferente. La polémica no radica tanto alrededor de la posibilidad de construir conceptualmente la totalidad, en contraposición a las hipótesis parciales del positivismo. Para Dilthey, la especificidad de las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales radica en la contraposición entre la explicación causal y la comprensión de los motivos y razones de la acción y la representación humana. Esta oposición se reitera a través de la exposición de los procesos mecánicos en las ciencias naturales, en contradicción con el esclarecimiento psicológico que puede acceder a la interioridad del otro, través de la propia experiencia interna y, por último, el contraste entre las ciencias naturales y las ciencias sociales se expresa en la oposición entre la universalidad necesaria de las leyes naturales, a diferencia de los estudios individuales e irrepetibles de los fenómenos sociales. Aparece aquí la antinomia entre la libertad y la necesidad de la filosofía kantiana.
Kant distingue dos esferas o campos del conocimiento bien delimitados: el mundo de la naturaleza en la cual es esencial la explicación causal y el mundo de la libertad, en la cual engloba los llamados conocimientos prácticos o realizaciones de la voluntad, la moral, el derecho, la política, la estética, conjunto de conocimientos que no desmerecen en importancia pero que en la teoría Kantiana no figuran como ciencia. La libertad es aquella en la cual el hombre actúa libremente, es decir, con independencia de las leyes naturales. El hombre mediante su voluntad, libremente produce un hecho del cual el ha sido, su causa, el productor y ese hecho no estaba previsto en la causalidad natural. Kant es por esta razón un determinista, pero un determinista relativo; un determinista absoluto se ve precisado a negar la libertad. Si bien es cierto que el hombre produce, considerado como decisión de la voluntad es un acto libre, considerado como realización práctica es un hecho que se incorpora necesariamente a la causalidad natural.
Heinrich Rickert (1863-1936) realiza una crítica contra Kant y Dilthey, al plantear que la diferencia entre causalidad y libertad es una diferencia metafísica. Los fenómenos sociales no están exentos de legalidad, aunque esa legalidad es diferente en las ciencias naturales y en las ciencias sociales. Rickert, enfrenta la especificidad de las ciencias a través del problema de los valores. Las ciencias sociales son ineludiblemente valorativas, los hechos son tan abundantes y complejos que la investigación requiere de un criterio selectivo a través del cual sea posible simplificar y producir la homogeneidad de los acontecimientos sociales. El procedimiento teórico debe establecer lo que es, la realidad social, pero, solo puede producir esta objetividad a través de un fundamento valorativamente selectivo, según, Rickert, estos valores tienen un fundamento absoluto.
Wilhem Windelband (1848-1915) diferencia entre ciencias nomotéticas (las ciencias naturales) y ciencias ideográficas (ciencias sociales). Las primeras producen leyes universales y necesarias, a diferencia de las segundas que estudian los acontecimientos únicos e irrepetibles. En este sentido, las tesis de Windelband coinciden en parte con algunas de las propuestas de Dilthey.
Max Weber (1864-1920) se considera el teórico que más claridad aporta a la polémica de la valoración de las ciencias. Construye una teoría de la ciencia apoyándose en la epistemología de Kant. Sin embargo no acepta la diferencia entre las ciencias naturales y las ciencias de la cultura (o ciencias ideográficas o ciencias del espíritu, según los diversos autores) de acuerdo con los criterios estipulados por Dilthey, Rickert o Wildenband.
Según Weber la oposición entre leyes universales y acontecimientos individuales no es una diferencia valida; tanto las ciencias naturales como las ciencias humanas o sociales utilizan uno y otro procedimiento, P.E: en las investigaciones astronómicas y geológicas. Tampoco es válido el criterio que opone la explicación a la comprensión. Weber plantea que la aspiración de todas las ciencias es la explicación a través de determinaciones (causalidad).
La comprensión de las razones y los motivos de la acción humana, según Weber, están, también regidos por la causalidad. La propuesta de Dilthey, que supone la comprensión de la experiencia vivida, como la comprensión de los otros a través de nuestra propia experiencia interna, no contiene los criterios de cientificidad suficientes. La experiencia interna que intenta interpretar y comprender las acciones de los otros, tiene muchas dificultades, puede ser proyectiva: nada garantiza la unanimidad de dichas experiencias. Existen experiencias místicas a las cuales no se puede acceder. Tal comprensión es, además, vaga y ambigua. Es tanto más difícil cuanto mas se remonta a otros contextos culturales. Sin embargo, según Weber, esta forma de la comprensión no tiene que ser desechada por si misma; pero desde el punto de vista científico solo, tiene el valor de una ayuda para el acercamiento o selección de algunos problemas.
Las ciencias, para Weber, son construcciones racionales que pueden investigar tanto formas ideales-tipo, como regularidades legales y condicionamiento causales de acontecimientos individuales. La individualidad de los acontecimientos sociales, no puede ser separada de un cierto contexto de totalidad, sino que además, por accidentales que parezcan, siempre tienen una alguna forma de explicación causal (determinación), aunque esta no se exprese en la forma de una ley universal. La causalidad en las ciencias contiene múltiples formas y niveles, existe, por ejemplo, la legalidad generalizante y el condicionamiento de lo particular.
Las ciencias sociales implican hasta cierto punto- no totalmente- la comprensión explicativa. Las acciones humanas tienen un sentido este se capta cuando podemos explicar las causas internas y externan que orientan una actividad. En los fenómenos históricos intervienen tanto los procesos puramente económicos como las decisiones o impulsos de los hombres. Tal comprensión no radica en una interiorización síquica para comprender al otro. La comprensión debe realizarse a través de procesos conceptuales rigurosos, sometidos a la crítica y con controles empíricos.
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