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Epistemología (página 3)


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Estas preocupaciones llevan a Husserl a su propuesta de la fenomenología en donde trata de superar la crisis del cientificismo y se propone como objetivo "la salvación de la razón humana".

EL PROBLEMA

El desarrollo de la ciencia natural en occidente ha producido, según Husserl, una actitud errónea en el hombre europeo en cuanto a cómo es el mundo y cuál es la mejor manera de conocerlo.

Las ciencias naturales caen en el "fisicalismo", es decir el planteamiento que la naturaleza es fundamentalmente física, de ahí que el reino del "espíritu", el campo del conocimiento, la valoración moral, en resumen el campo de la cultura está causalmente basado en lo corporal. Esto significa por ejemplo que la sociología sería física social, la psicología sicofísica. Este objetivismo de la ciencia moderna, para Husserl, constituye la" ingenuidad "de la ciencia natural.

El positivismo, especialmente el positivismo lógico, redujo a la filosofía a ser una validadora del discurso científico. Husserl propone volver la filosofía a su esencia. Sócrates, Platón, Aristóteles pensaban que la misión de la filosofía es la búsqueda de normas ideales universales para el pensamiento y la conducta del hombre.

Si se recrea la vida en la Grecia antigua, prefilosófica, es característica en ella su estar ingenuamente en un mundo siempre presente. En este estado, la vida era práctica, e incluso las mitologías y las religiones primitivas servían de apoyo a las preocupaciones fundamentalmente practicas de los individuos y los grupos. En estas condiciones no había una cultura de las ideas, en el sentido de ideas que fueran más allá de los límites de la experiencia local y los intereses cotidianos. La filosofía griega, plantea Husserl, desarrolló una nueva perspectiva o actitud, consistente en elaborar una crítica universal de la vida y de sus fines.

DESCARTES Y HUSSERL

La influencia de Descartes fue decisiva en el pensamiento de Husserl. Este escribe un texto: MEDITACIONES CARTESIANAS, (1641) cuyo título remite a las MEDITACIONES METAFÍSICAS (1931) del filósofo francés, y a su papel en la formulación de la fenomenología. Sin embargo, existen otras influencias en el pensamiento de Husserl, especialmente el empirismo de Locke, el escepticismo de Hume y el pragmatismo de William James.

Mientras Descartes procuró llegar, por medio de la duda metódica, a un fundamento cierto del conocimiento, Husserl es mucho más radical ya que su preocupación es construir una filosofía sin partir de supuesto alguno. Regla fundamental de su método es "juzgar sólo según la evidencia" y no según ideas preconcebidas o presupuestos. Trata de volver a captar la vida precientífica del hombre que está llena de evidencias mediatas e inmediatas". Así, mientras que Descartes utilizó la duda sistemática, Husserl posterga todo juicio sobre sus experiencias y trata, en cambio de describirlas de la manera más completa posible, en términos de la evidencia misma.

Tanto Husserl como Descartes parten de una experiencia que gira en torno al "yo". Pero en Descartes el "yo" es el axioma primero de una secuencia lógica que le permite deducir, cómo se haría en la matemática, una serie de conclusiones sobre la realidad, para Husserl no es sino la matriz de la experiencia. Husserl, por lo tanto, pone mayor énfasis en la experiencia que en la lógica.

Husserl le critica a Descartes el haber ido más allá del "yo" pasando a la noción de substancia, de cuerpo que vincula al sujeto a una realidad objetiva, produciendo de este modo el dualismo mente – cuerpo. A Husserl le preocupa descubrir y describir la experiencia dada, tal como se presenta en la forma pura y como se le encuentra (la experiencia) como dato inmediato de la conciencia.

Mientras que Descartes parte de su famoso EGO COGITO, (yo pienso), Husserl plantea que la experiencia se describe mejor expresándolo con tres términos EGO COGITO COGITATUM, (yo pienso algo). Es decir, el análisis filosófico de Husserl se basa en la relación entre conciencia, pensar, cosa pensada y el elemento de la intencionalidad, que "crea" los fenómenos de la conciencia.

LA INTENCIONALIDAD

El punto de partida de la fenomenología es el descubrimiento de la "intencionalidad de la conciencia". Para Husserl el hecho más claro de la experiencia no es la experiencia sino que ésta siempre se refiere a algo.

El hecho más evidente del "yo" es su conciencia que es siempre conciencia de algo. Nuestra percepción de las cosas, nuestra experiencia, consiste en proyectarnos hacia determinados objetos. La conciencia intencional constituye la realidad, a partir de estructuras fundamentales de correlación entre sujeto objeto (conciencia) y de lo percibido como aquello que me es dado en el acto de percibir. Sentir es el sentir y lo sentido; duda es dudar y lo dudado; amor es el amar y lo amado; conocimiento es el conocer y lo conocido.

El análisis fenomenológico comienza con tematizar la correlación entre la subjetividad y sus correlatos. Husserl plantea que esta correlación no es estática sino que se da en un movimiento: el de la constitución.

¿Cómo se produce esta constitución? La intencionalidad se da en intenciones significativas al ser motivadas, movida la conciencia por cualquier fenómeno. Nuestra percepción primera del mundo, no está fragmentada: es un corriente constante. Los distintos objetos de la percepción son aquellas partes de la conciencia que nosotros, como sujetos, constituimos con nuestra intencionalidad. Es preciso recordar aquí que Kant había descrito de qué manera la mente organiza la experiencia, imponiendo a la experiencia sensorial categorías tales como el tiempo, el espacio, la causalidad, la unidad, etc.

Para Husserl la intencionalidad indica el compromiso activo del yo en la creación de nuestra experiencia. Por ejemplo: percibo un sonido no diferenciado, puede ser música popular o una obra clásica; recuerdo acordes que me hacen pensar una sinfonía de Beethoven, no sé cual. Si concentro aún más la atención me doy cuenta que es la quinta sinfonía, sin duda.

Este proceso de la intención significativa hasta llegar a la cosa misma es el proceso que hace pasar de la constitución de sentido hasta la afirmación de la realidad misma. La evidencia y la verdad no se dan de un golpe: son parte de un proceso complejo, que se puede descubrir, según Husserl, gracias al análisis fenomenológico.

LA REDUCCIÓN FENOMENOLÓGICA

La presencia de la intencionalidad surge del proceso que Husserl llama reducción fenomenológica (Epogé).

Mientras Descartes comenzó dudando de todo, incluso de los fenómenos del mundo, con excepción de su yo pensante, Husserl pone "entre paréntesis" toda la corriente de la vida experimentada, incluyendo en ella objetos, otras personas, y situaciones culturales. Esto significa que los considera sin juzgar si son realidades o apariencias, y sin expresar opinión, evaluación o juicio alguno sobre el mundo.

Por medio de esta toma de distancia (epogé) con respecto a los fenómenos de la experiencia, de esta liberación de todo presupuesto y prejuicio, Husserl se descubre a sí mismo como el yo, la vida consciente en la cual y a través de la cual existe el mundo objetivo en su totalidad. A diferencia de Descartes, quien deducía el mundo objetivo de su certeza última del yo. Husserl encuentra que el yo contiene el mundo, en el sentido que todo el significado y la realidad del mundo descansan exclusivamente en mis actos del pensamiento.

Afirmar, como lo hace Husserl, que sólo a través del yo puede tener sentido el ser en el mundo, conduce de nuevo a su noción de intencionalidad. Y es que el yo es conciencia y ésta siempre lo es de algo. Pero la conciencia pura debe llegar a poder descubrirse debajo de las varias capas de presupuestos y puntos de vista desarrolladas por varias culturas. Es especialmente necesario que se olviden los presupuestos de las ciencias naturales que hacen creer que los objetos originales de la experiencia son los descritos y determinados por dichas ciencias. Pero los objetos de la ciencia son abstracciones y estructuras artificiales si los comparamos con nuestra experiencia original. La reducción fenomenológica ayuda a descubrir el mundo original, primordial de la experiencia, y lo que ahí encontramos es la experiencia y sus objetos, hasta llegar al elemento irreducible de la experiencia, que es la presencia constante del yo como fuente de objetos y de sus significados. Husserl afirma, por ello, que todos los objetos aparecen como determinados por la estructura del pensar.

EL MUNDO DE LA VIDA

Para preparar un método riguroso de su filosofía, Husserl, pide constantemente la epogé ante todos los presupuestos pero fundamentalmente las premisas de las ciencias naturales. Pide que se vuelva a la forma original de la experiencia humana, a la manera pre – científica de la experiencia.

En la experiencia pre – científica, en el mundo cotidiano del hombre, en las múltiples facetas del diario vivir es donde las ciencias deben tomar sus objetos. En ese sentido, las ciencias proporcionan sólo una perspectiva de la realidad. Gran parte de los ricos y significativos elementos de la experiencia quedan sin utilizar después de que las ciencias han extraído lo que les interesa. La ciencia ni siquiera explica la naturaleza de lo que es ser un científico.

Solamente un análisis riguroso de cómo funciona el mundo de la vida en la experiencia normal del hombre y en la científica da la base adecuada para la filosofía.

LA HISTORICIDAD

El problema aparente de toda filosofía de la conciencia, de la reflexión es el de la intersubjetividad, y el riesgo que se corre en el análisis fenomenológico de las estructuras intencionales del sujeto es el quedarse cada uno encerrado en su propia subjetividad o sea caer en el solipsismo, origen de todo individualismo.

¿Cómo es posible desde la propia subjetividad hablar de otros "yo" como igualmente trascendentales? Husserl plantea que en la experiencia cotidiana constituyo otras personas con las cuales me encuentro en relaciones de igualdad o desigualdad: en ellas "introyecto" vivencias semejantes a las mías, con respecto a mí mismo como persona a "su" mundo que también es mi mundo. En esta relación encuentro que el horizonte intencional de mis vivencias se entrecruza con el posible horizonte intencional de la vivencia de los otros. El problema de la objetividad de la verdad implica tener en cuenta ese horizonte de horizontes en el cual estoy constituyendo a los otros.

Este horizonte de horizontes cobra su plena significación en la temporalidad: es allí donde mi pretensión, mi proyecto de realizar algo, aunque sea mío, tiene que contar necesariamente con los otros. Sólo en la temporalidad adquiere realidad el otro como sujeto trascendental tan originario como el yo.

PARA FINALIZAR

En Occidente se ha tenido la verdad de las ciencias naturales y matemáticas como la más consistente. La fenomenología reconoce esa verdad en su validez incuestionable en el ámbito de estas ciencias, pero critica la absolutización de esta verdad, como si todas las verdades tuvieran que entenderse a partir de aquella.

La misma verdad de las ciencias adquiere su sentido a partir del análisis fenomenológico de la experiencia cotidiana en la cual tienen significación originaria categorías como "exacto", "experimento", "hipótesis", "causalidad" etc. Por tanto la verdad de las ciencias es relativa a un sentido de verdad dado en la experiencia cotidiana. Sin embargo, esta experiencia no es algo estático sino que, desde la estructura fundamental de la temporalidad, es una experiencia histórica. Por eso, es posible una reconstrucción genética del sentido de verdad de las ciencias a partir de la experiencia histórica del sujeto.

Los principales elementos que la fenomenología aporta a la investigación cualitativa son:

  • a) La primacía que otorga a la experiencia individual inmediata

  • b) El estudio de los fenómenos desde la perspectiva del sujeto

  • c) Un interés por conocer como las personas experimentan e interpretan el mundo social que construyen en interacción

LOS PARADIGMAS Y LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS

Desde mediados de los años 20 y la década del 30, hasta finales de los años 50 y principios del 60, del siglo XX, la orientación dominante en la filosofía de la ciencia fue el neo-positivismo. A partir de la fecha la influencia del mismo empezó a decaer de forma brusca.

La crisis del neopositivismo llevó al surgimiento de algunas concepciones sobre el proceso del conocimiento científico que, en sus puntos de partida, se distinguen de modo significativo de él. Una parte considerable de las mismas conforma la dirección metodológica que se ha dado en llamar post-positivismo.

Dentro de la tradición post-positivista en la filosofía contemporánea de la ciencia, se destaca como dirección más característica, en un primer momento, la del criticismo: Karl Popper (1902-1994), Imre Lakatos (1922-1979), Evandro Agassi (1934- ), y junto a ella la que se conoce como escuela historicista: Thomas S. Kuhn (1922-1997), Stephen Toulmin (1922- ), Paul Feyerabend (1924-1994).

Se plantea que un elemento central de la ruptura del post-positivismo en general con el neopositivismo, es su consideración del conocimiento como proceso, lo cual llevó a sus representantes a la elaboración de modelos dinámicos del conocimiento científico. Esta consideración hace posible el planteamiento de nuevos problemas en la filosofía de la ciencia, como las cuestiones relacionadas con las fuerzas motrices del desarrollo del saber científico y, en general, con el surgimiento de los nuevos conocimientos. Por esta vía, cobra sentido dentro de la filosofía de la ciencia el análisis de la correlación de los factores internos y externos en el desarrollo de la ciencia.

El neopositivismo, con su planteamiento de la ciencia como un sistema de conocimientos acabados, estáticos, no daba cabida a tales análisis, limitando el estudio de la misma a la investigación de su estructura lógica. Esto está vinculado a la aceptación del principio metodológico de demarcación entre el contexto de descubrimiento (que correspondería a las proposiciones sintéticas) y el contexto de demostración (que correspondería a las proposiciones analíticas). Lo anterior implica que se investigue la ciencia sólo como sistema de conocimientos formados, rechazándose todo lo que pueda afectar la "racionalidad pura" de la misma, como los factores "ambientales" asociados a la génesis de los propios conocimientos.

LA COMUNIDAD CIENTÍFICA Y LOS PARADIGMAS

En un intento por superar la polarización del internalismo-externalismo en la ciencia, es decir, la confrontación de si la ciencia es un fenómeno autodeterminado o, por el contrario, está condicionada por el contexto social en que actúa, Kuhn une estos elementos a su ideal de sujeto histórico de dicho proceso, es por ello que éste va a ser el punto de partida de este análisis:

Para Kuhn la Comunidad Científica actúa como sujeto de la actividad científica. Este punto de partida le va a ofrecer la posibilidad de salir de un enfoque puramente inmanente de la ciencia y permitirle ampliar la concepción de ella como quehacer. Si la ciencia se analiza no sólo como determinados resultados cognoscitivos, sino como la actividad realizada por las comunidades científicas, entonces lo social y lo individual aparecen como elementos propios de la investigación y la creación en este terreno. Así se manifiesta contra el neopositivismo y desarrolla una tesis opuesta al "tercer mundo" popperiano donde los conocimientos son privados de sus sujetos portadores.

En esta misma dirección, Kuhn, se opone a la concepción metodológica de Lakatos. La ciencia normal Kuhniana no es más que un proyecto de investigación que ha logrado el monopolio absoluto, pero como Lakatos esto ocurre raras veces, y en todo caso por un tiempo corto, la noción de ciencia normal no es válida para explicar su historia. La historia de la ciencia ha sido y deberá ser una historia de programas de investigación (o paradigmas si se prefiere) en competencia; pero no ha sido y no debe convertirse en una sucesión de períodos de ciencia normal: cuanto antes comience la competencia, mejor para el progreso. El pluralismo teórico es mejor que el monismo teórico, Popper y Feyerabend están en lo cierto y Kuhn está equivocado.

Para Kuhn las comunidades científicas son las productoras y validadoras del conocimiento científico. Incluso plantea que la ciencia es una especialidad de algo diferente, puesto que tiene que ver, en primera estancia, con la actividad de un grupo determinado de científicos, más que con un conjunto de fenómenos.

En la postdata del año 1969 del texto "La Estructura las Revoluciones Científicas", expone que si estuviera reescribiendo el libro comenzaría por considerar la estructura comunitaria de la ciencia, y señala que en gran parte del ensayo ha estado subyacente la noción intuitiva de comunidad, que comparten extensamente científicos, sociólogos e historiadores. Se lee "Una comunidad científica consiste en quienes practican una especialidad científica hasta un grado no igualado en la mayoría de los ámbitos, han tenido una educación y una iniciación profesional similares" 26.

Indica, además, que las comunidades existen en muchos niveles, siendo la más global la de todos los científicos naturalistas. Deja ver todas las dificultades que surgen al tratar de definir con precisión qué es comunidad científica. Ello provoca que este concepto, al igual que el de paradigma, crisis, y otras características de su modelo metodológico, no aparezcan con la deseada solidez y exactitud; lo cual no impide, sin embargo, que apunten hacia aspectos importantes y válidos de la investigación científica.

Para el autor tratado, tanto la "ciencia normal", (períodos evolutivos), como la ciencia "extraordinaria" (períodos de transformaciones radicales, revolucionarias), son actividades basadas en comunidades. Considera, además, que el paradigma no gobierna un tema de estudio, sino un grupo de practicantes. Partiendo de este supuesto define paradigma como:

"Toda constelación de creencias, valores, técnicas, etc., que comparten los miembros de una comunidad dada" 27.

Denota una especie de elemento de tal constelación, las soluciones concretas de problemas que, empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explícitas como base de la solución de los restantes problemas de la ciencia normal 28.

El paradigma, en este sentido, cohesiona a los miembros de la comunidad, les proporciona determinados patrones conceptuales a partir de los cuales investigan la realidad. La importancia que Kuhn concede a la visión del mundo, típica de cada comunidad, que sin duda incide en el contenido de su actividad, apunta hacia algo muy importante. Si el conocimiento científico se produce en el interior de las comunidades científicas, cuya actividad posee un carácter específico, esas comunidades actúan en un momento histórico concreto y por ello no se encuentran al margen de las condiciones sociales en que se desenvuelven. El científico realiza su actividad partiendo de una determinada visión del mundo, en la que se cristaliza el conjunto de las circunstancias socio-históricas, las que influyen sobre su actividad penetrando sus productos, es decir, ese modo de ver el mundo resulta vital para comprender como el contexto socio-cultural más amplio incide en el contenido mismo de la ciencia. En la concepción de Kuhn esta idea presenta limitaciones, pues no tiene en cuenta los elementos que pueden determinar dicha visión y que se entremezclan con ella; prácticamente solo resalta como integrante de la visión del mundo científico las nociones científicas y filosóficas.

Entre los valores que comparten los miembros de una comunidad científica aparecen como los más profundamente sostenidos aquellos que se refieren a las predicciones: deben ser exactas; las cuantitativas son preferibles a las cualitativas; cuando sea posible deben ser sencillas, coherentes y probables. Considera, en la post-data de "La estructura de… pág. 283", como una debilidad de su texto original el haber prestado poca atención a valores tales como la coherencia interna y externa al considerar las causas de crisis y factores de elección entre teorías.

Con respecto a los valores, opina que, aunque éstos son por lo general compartidos por los hombres de ciencia, su aplicación a menudo se ve afectada por los rasgos de la personalidad del individuo que diferencia a los miembros del grupo 29.

Pero a la vez que su noción de la ciencia como actividad que realizan las comunidades científicas, le permite la introducción de factores socio-sicológicos en el análisis; el hecho de que estas comunidades se cohesionen alrededor de determinados paradigmas, les proporciona cierto aislamiento a las mismas, en especial en las ciencias maduras.

Los anteriores planteamientos destacan aspectos importantes, pues la ciencia como subsistema social tiene relativa independencia con respecto a las condiciones socioeconómicas. Para resolver un problema científico no basta con darse cuenta de la necesidad social, es necesario que los prerrequisitos científicos para la solución del mismo se creen dentro de la ciencia.

Además, existen problemas que emanan del propio desarrollo del sistema de conocimientos científicos y que exigen profundizar en sus propios fundamentos teóricos, en los fundamentos de investigación o en los métodos. Este tipo de problemas aumenta en la medida en que se va desarrollando la ciencia. Pero, si bien esto es así, no es posible olvidar que los problemas científicos surgen con frecuencia de las necesidades de la práctica social.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS

En la primera parte se reflexionó sobre una importante peculiaridad de la concepción de la ciencia de Kuhn: el cambio científico tiene como portador un cierto sujeto social – las comunidades científicas -cuyo grado de permeabilidad respecto a la sociedad en que se inscribe sólo se ha esbozado. Progresar en esta tarea remite a una consideración detallada de los factores que, a juicio del autor, influyen en esas comunidades.

En la obra de Kuhn existen diferentes ideas al respecto, es decir, ideas acerca de los factores que influyen en las comunidades científicas para el desarrollo de la ciencia. Dicho tema será tratado en esta parte.

Conforman esta tipología factores socio-económicos, influencias intelectuales y, por último, factores socio-sicológicos. Estos elementos se tratarán de manera breve.

"La estructura de las revoluciones científicas" más que ofrecer una explicación de las causas últimas que originan el movimiento de los conocimientos científicos, nos brinda el mecanismo de transformación de las representaciones científicas; es decir, más que los "por qué" proporciona los "cómo".

En esta obra sólo se aborda de manera colateral el papel desempeñado por el progreso tecnológico o por las condiciones externas, sociales, económicas e intelectuales en el desarrollo de la ciencia. A pesar de esto, es evidente que Kuhn se diferencia del internalismo físico, acepta la influencia de los factores socio-económicos en el conocimiento científico, considerándolos "simple escenario" de la función. Se lee: "la posesión simple de un paradigma no constituye un criterio suficiente para la transición de desarrollo… Lo que es más importante, no he dicho nada, excepto en breves comentarios colaterales sobre el papel que desempeñado por el progreso tecnológico o por las condiciones externas, sociales, económicas e intelectuales, en el desarrollo de las ciencias. Sin embargo, no hay que pasar de Copérnico y del calendario para descubrir que las condiciones externas pueden contribuir a transformar una simple anomalía en origen de una crisis aguda" 30.

Kuhn en el párrafo anterior, se refiere al hecho de que el derrumbamiento de la actividad técnica normal de resolución de enigmas no fue el único ingrediente de las crisis astronómicas a la que se enfrentó Copérnico; un estudio más serio revela también el papel de la presión social en pro de la reforma del calendario y otras influencias intelectuales. Plantea que en una ciencia madura; factores externos como éstos tienen una importancia particular en la determinación del momento peculiar del derrumbamiento del paradigma, en la facilidad con que puede ser reconocido y en el campo donde, a causa de que se le concede una atención particular, ocurre primero el trastorno.

Kuhn admite también la influencia de la tecnología en el desarrollo de la ciencia: "Debido a que las artesanías con una fuente accesible de hechos que fortuitamente no podrían descubrirse, la tecnología ha desempeñado con frecuencia un papel en el surgimiento de nuevas ciencias" 31.

En su artículo "La historia de la ciencia" explica que una tecnología u otro campo cualquiera de las condiciones de la sociedad pueda alterar por selección la importancia atribuida a los problemas de una especialidad e incluso crearles nuevos. Al hacerlo así, pueden acelerar el descubrimiento de áreas del saber en las que una teoría establecida debiera funcionar pero no lo hace, con lo cual puede precipitar su rechazo y su reemplazo por una teoría nueva. En ocasiones puede incluso dar forma a la sustancia de esa nueva teoría al asegurar que la crisis ocurra en un área de problemas y no en otra. Las condiciones externas pueden crear nuevos canales de comunicación entre especialidades ante dispares y fomentar así la fertilización cruzada, que de otro modo habría estado ausente o habría sido tardía.

Se observa el alcance de este planteamiento, que rompe con la posición internalista, los factores externos influyen al interior de la propia actividad científica. Para Kuhn existen éstas y otras muchas formas mediante las cuales la sociedad interfiere en el desarrollo científico, entre ellas el subsidio directo. No se limita a analizar la influencia del contexto social sobre la ciencia, sino que también enfatiza en el papel socio-económico que ejerce esta última a través de la tecnología. Señala que hasta finales de siglo XIX las innovaciones tecnológicas casi nunca provenían de los hombres, instituciones o grupos sociales que contribuían a las ciencias. La ciencia marchaba a la zaga de la técnica. Los que de manera real aportaron adelantos técnicos fueron sobre todo artesanos o inventores ingeniosos y, apunta, los avances decisivos en la comprensión de la naturaleza fueron resultado de la decisión de los científicos de estudiar lo que los artesanos ya habían aprendido a hacer.

De esta manera, Kuhn está destacando una cuestión importante: la ciencia es un todo único, no puede verse el sistema de conocimientos como algo independiente de la ciencia como actividad o establecimiento social. Cuando cambian las formas de organización de la ciencia lo hacen acompañadas y con la influencia de los cambios en los contenidos sustanciales, la estructura y las funciones sociales de la ciencia.

Estos apuntes presentan la significación que tienen en Kuhn los factores socieconómicos en el desarrollo de la ciencia. De ahora en adelante se centrará la atención en el papel que desempeña las influencias intelectuales en este desarrollo.

Al igual que los factores socio-económicos, en "La estructura de las revoluciones científicas", las influencias intelectuales son abordadas de manera colateral. No obstante, a lo largo de la obra se encuentran ideas interesantes que apuntan hacia esa influencia. Por ejemplo, Kuhn concede importancia al papel que desempeña una u otra filosofía en la investigación científica creadora. Así, pues, refiriéndose a los compromisos que influyen en la ciencia normal, plantea que menos locales y temporales, son los compromisos de nivel más elevado, casi metafísico, que muestran de modo regular los estudios históricos y ejemplifica su planteamiento con la influencia que tuvieron los escritos científicos de Descartes. Al respecto escribe:

"Desde aproximadamente 1630, por ejemplo, y sobre todo después de la aparición de los escritos científicos de Descartes que tuvieron una influencia inmensa, la mayoría de los científicos físicos suponían que el universo estaba compuesto de partículas microscópicas y que todos los fenómenos naturales podrían explicarse en términos de forma, tamaño, movimiento e interacción corpusculares. Este conjunto de compromisos resultó ser tanto metafísico como metodológico. En tanto que metafísico indicaba a los científicos qué tipos de entidades contenía y no contenía el universo: era sólo materia formada en movimiento. En tanto metodológico, les indicaba cómo debían ser las leyes finales y las explicaciones fundamentales: las leyes deben especificar el movimiento y la interacción corpuscular y la explicación debe reducir cualquier fenómeno natural dado a la acción corpuscular conforme esas leyes" 32.

El efecto de la concepción de Descartes se puede notar en químicos como Boyle que prestan especial atención a las reacciones que podían considerarse como trasmutaciones, es decir, fenómenos que muestran el proceso de reacomodo corpuscular que deben encontrarse en la base de los cambios químicos. En el estudio de la mecánica, la óptica y del calor se observan efectos similares del corpuscularismo.

Kuhn, destaca, al referirse a las opiniones sobre la naturaleza de la luz desde la antigüedad hasta el siglo XVII, que cada una de las escuelas correspondientes tomaba fuerza de su relación con alguna metafísica particular. (Cfr. Págs. 35, 36, 37. La Estructura de las Revoluciones Científicas).

Pero quizás la idea más significativa que aporta Kuhn, en esta dirección, es la relacionada con el papel de la filosofía en los períodos de crisis: "Creo que es, sobre todo, en los períodos de crisis reconocida, cuando los científicos se vuelven hacia el análisis filosófico como instrumento para resolver los enigmas de su campo. Los científicos generalmente no han necesitado ni deseado ser filósofos. En realidad la ciencia normal mantiene habitualmente apartada a la filosofía creadora y es probable que tenga buenas razones para ello. En la medida que los trabajos de investigación normal puedan llevarse a cabo mediante el empleo del paradigma como modelo, no es preciso expresar de manera explícita las reglas y las suposiciones" 33. Más adelante expresa que no es un accidente que el surgimiento de la física newtoniana del siglo XVII y el de la relatividad y de la mecánica cuántica en el siglo XX, hayan sido precedidos y acompañados por análisis filosóficos fundamentales.

Con esta idea de Kuhn se puede estar de acuerdo que es con los períodos revolucionarios, de desarrollo intensivo, donde los fundamentos filosóficos del saber científico adquieren una relevancia mayor. Actuando como componentes de desarrollo teórico, ellos pueden contribuir a la promoción, (o al freno), de hipótesis científicas concretas, orientan la actividad del científico por determinados cauces y actúan como reguladores ideológicos de sus conclusiones científicas. En estos períodos es en realidad cuando el investigador más necesita de la filosofía en su doble contenido: Teórico-cognoscitivo e ideológico-valorativo.

Esto no niega el papel de la filosofía en los períodos evolutivos; ante todo, ella sirve de fundamento a las investigaciones metodológicas sobre la ciencia, las que proporcionan al científico una mayor comprensión de su actividad, haciéndola más consciente y, por esa vía, contribuye a su optimización. Debe tenerse en cuenta que el positivismo lógico desdeñó siempre el papel de la filosofía rechazándola como metafísica. Esta posición de Kuhn, de hecho, rompe con el positivismo tradicional.

Kuhn aborda también el papel de las influencias intelectuales, subrayando reiteradamente la importancia que tiene la educación científica, los libros de texto y las publicaciones, en la formación del hombre de ciencia bajo determinados paradigmas: "Aún cuando las crisis prolongadas probablemente se reflejan en prácticas menos rígidas de educación, la preparación científica no está bien diseñada para producir al hombre que pueda con facilidad descubrir un enfoque original. En tanto que haya alguien que se presente con un nuevo candidato a paradigma habitualmente un hombre joven o algún novato en el campo –la pérdida debida a la rigidez corresponderá sólo al individuo" 34. Así, implícitamente reclama la inclusión de la historia de la ciencia en la preparación de científicos a través de la enseñanza.

En su concepción subraya además que la visión del mundo del científico está condicionada, entre otros factores, por la educación, el idioma, la experiencia y la cultura. Expresa que individuos educados en diferentes sociedades se comportan en algunas ocasiones como si vieran distintas cosas "…donde empiezan las diferenciaciones y la especialización de los grupos, ya no tenemos una prueba similar de la inmutabilidad de las sensaciones. Sospecho que un mero provincianismo nos hace suponer que el camino de los estímulos es el mismo para los miembros de todos los grupos" 35.

Kuhn al tratar el papel de los factores socio-económicos, estableció diferencias entre la ciencia en surgimiento y la ciencia madura. Del mismo modo al abordar las influencias intelectuales, señala que durante ese período inicial en que un campo nuevo comienza su desarrollo, los conceptos que se despliegan al resolver los problemas están ampliamente condicionadas por el sentido común de la época, por una tradición filosófica prevaleciente, o por las ciencias contemporáneas más prestigiosas.

Evidentemente, estas influencias intelectuales en el desarrollo de la ciencia exigen un tratamiento mayor. Estos aspectos y otras cuestiones de interés se tratarán entre los factores socio-sicológicos que a consideración del autor desempeñan determinado papel en el proceso de la actividad científica. Aquí emerge un interesante problema gnoseológico y metodológico: el papel que desempeña la tradición de la ciencia. El ensayo de Kuhn presenta el desarrollo científico como una sucesión de períodos establecidos por la tradición (ciencia normal) e interrupciones no acumulativas (revoluciones).

La ciencia normal es la investigación basada en una o más realizaciones científicas. Estas son reconocidas por alguna comunidad particular, durante cierto tiempo, como fundamento de su práctica posterior, pues proporcionan una red de compromisos conceptuales, teóricos, instrumentales y metodológicos. (Se podría objetar que no destaca compromisos socio-políticos y éticos). Es decir, la actividad gobernada por determinados paradigmas y en la que los científicos consumen la mayor parte de su tiempo. tiene como fines refinar, ampliar, y articular el modelo explicativo existente. De esta forma no está encaminada a producir innovaciones, por el contrario las suprime; trata de explicarlo todo a partir de los patrones conceptuales que proporciona el paradigma y los fenómenos que no encajan en él no se ven. El fracaso para llegar al resultado esperado constituye habitualmente una derrota del científico y no un fracaso de la teoría. De todo lo expuesto se deduce que en la ciencia la novedad surge con dificultad. Inicialmente sólo lo previsto e inicial se experimenta, incluso en circunstancias en las que más adelante podrá observarse la anomalía.

Así, Kuhn, está resaltando el papel de la tradición de la ciencia y oponiéndose al espíritu criticista popperiano. Este problema es complejo y lo cierto es que el conservadurismo intelectual no es ajeno, sino inherente a la actividad científica; esta tesis no puede llevarse al extremo, pero colocada en su justo lugar es realista. Sobre dicho fenómeno han llamado la atención los propios científicos. Max Plank en su autobiografía escribió: "Una nueva verdad científica no triunfa porque se logre convencer a sus opositores y hacer que vean las cosas con claridad, sino más bien porque sus opositores acaban por morir y surge una nueva generación que se familiariza con la verdad". Al abordar la emergencia de los descubrimientos científicos en su ensayo, Kuhn profundiza en esas cuestiones, y en general, en el papel activo del sujeto en el proceso del conocimiento científico y para ello analiza varios descubrimientos revolucionarios: el del oxígeno, los rayos X, la botella de Leyden. Para él, el descubrimiento de un nuevo tipo de fenómeno es necesariamente un suceso complejo que involucra el reconocimiento, tanto de que algo existe como de qué se trata; así el descubrimiento se produce a su entender, cuando tiene lugar la articulación, el experimento y la teoría. Tanto la observación y la conceptualización, como el hecho y la teoría, están enlazados de modo inseparable. De esta forma se manifiesta contra el inductivismo característico del neopositivismo y subraya la carga teórica de las constataciones empíricas. Aquí subyace la unidad entre lo empírico y lo teórico: la evaluación que el científico realiza sobre los experimentos y la propia concepción de los mismos, depende de sus modelos conceptuales; no existe experimento puro, este está permeado por la teoría. En otros momentos de su ensayo critica de forma explícita la experiencia y el lenguaje neutral de la ciencia, (lo que atenta una vez más contra el positivismo lógico), señalando que las operaciones y las mediciones que realiza un científico en el laboratorio no son "lo dado" por la experiencia sino más bien "lo reunido con dificultad". De manera mucho más clara que la experiencia inmediata, las operaciones y mediciones están determinadas por el paradigma. "La ciencia no se ocupa de todas las manipulaciones posibles de laboratorio. En lugar de ello, se seleccionan las pertinentes para la yuxtaposición de un paradigma con la experiencia inmediata que parcialmente ha determinado el paradigma. Como resultado, los científicos con paradigmas diferentes se ocupan de diferentes manipulaciones concretas de laboratorio" 36. Resulta interesante la idea desarrollada por Kuhn acerca de que las características de los descubrimientos paradigmáticos están incluidos en el proceso de percepción. De esta manera subraya que el elemento conservador es inmanente no sólo al conocimiento científico, sino también a todo el conocimiento humano y hace hincapié en el papel que desempeñan las experiencias asimiladas en la percepción, destacando el caracter racional de la misma. "Lo que ve un hombre depende tanto de lo que mira como de lo que su experiencia visual y conceptual previa lo ha preparado para ver" 37. Apunta, aquí, hacia la doble determinación subjetiva y objetiva del conocimiento.

Para llegar a estas conclusiones Kuhn examinó una rica literatura experimental, inclusive, hace alusiones a determinados experimentos sicológicos, todo ello demuestra la importancia que le concede a los análisis de éste tipo para comprender a plenitud el proceso del conocimiento científico. Subraya el papel activo del sujeto del conocimiento, al abordar el papel del paradigma. A su juicio, éste tiene como función decir a los científicos qué entidades contiene y no contiene la naturaleza y cómo se comportan éstas, al mismo tiempo que les proporciona teorías, métodos, normas. De manera consecuente, los cambios de paradigmas hacen que los científicos vean el mundo que le es propio, de manera diferente. Al cambiar los patrones conceptuales, cambia nuestra percepción de la realidad. En el proceso de la transición de un paradigma a otro destaca la resistencia a la conversión por parte de los científicos que llevan mucho tiempo trabajando, basados en el modelo explicativo anterior, y esta resistencia, precisa, no es una violación de las normas científicas, sino un índice de la naturaleza misma de la investigación. Kuhn distingue entre investigación de ciencia normal y la investigación de ciencia extraordinaria. Mientras la primera tienda a ser enmarcada en las teorías dadas, la investigación extraordinaria tiende a minar las teorías científicas establecidas. El paso a la investigación extraordinaria tiene lugar a través de un período de "crisis", definido como un período de inseguridad profesional de la ciencia normal para alcanzar resultados apetecidos. Son síntomas de ella la proliferación de versiones de una teoría y la proliferación de teorías en competencia.

Según él, las crisis tienen toda una serie de efectos sicológicos que exigen la competencia de un sicólogo más que la de un historiador. Así, está resaltando la necesidad de integrar los análisis de la ciencia desde diferentes disciplinas, para una comprensión mayor del proceso de desarrollo de la misma y, en este caso específico, reclama la presencia de la sicología en la elucidación de problemas metodológicos. También precisa que los científicos, aun cuando empiezan a perder la fe en el paradigma que rige su práctica científica normal, no renuncian a él. Una vez que ha alcanzado el estatus de paradigma una teoría científica, se declara inválida sólo cuando dispone de un candidato alternativo para que ocupe su lugar, de esta forma se manifiesta en contra del falsacionismo popperiano. Kuhn, no niega el papel esencial de la experimentación en el proceso de rechazo de una teoría científica. La decisión de rechazar un paradigma es siempre, simultáneamente, la decisión de aceptar otro y el juicio que conduce a la misma involucra la comparación de ambos paradigmas con la naturaleza y entre ellos. A su entender, la competencia entre fracciones de la comunidad científica es el único proceso histórico que da como resultado el rechazo de una teoría previamente aceptada y la adopción de otra. De esta forma, pasa a ocupar un lugar central en su análisis el proceso de elección entre dos paradigmas en competencia, es decir, el tránsito de un paradigma en crisis a otro nuevo.

Partiendo de su noción de paradigma es obvio que el tránsito de uno a otro tiene que ser un cambio revolucionario. Son precisamente estos episodios extraordinarios, en los que tiene lugar los cambios de compromisos profesionales y que conducen a nuevas bases en la práctica de la ciencia, los que Kuhn denomina en su ensayo revoluciones científicas. Para comprender las características de este proceso hay que partir de una de las tesis centrales de su modelo metodológico: la tesis de la inconmensurabilidad entre teorías sucesivas, la ruptura total. Según ésta, existe una absoluta incompatibilidad y, por tanto, discontinuidad entre el viejo y el nuevo paradigma. Es una actitud distinta a la concepción acumulativa de la ciencia común en la mayoría de los historiadores de ésta. Dicha tesis lleva, a Kuhn, a considerar que la competencia entre paradigmas no es el tipo de batallas que se pueda resolver por medio de pruebas. Señala que las discusiones entre los defensores del viejo paradigma y los del nuevo casi siempre resultan más que discusiones racionales, científicas y serias, son hábiles intentos para ganar, convencer y convertir a la parte contraria. La procedencia, la vida y la personalidad de los participantes influyen aquí, tanto como la nacionalidad, el prestigio y hasta los maestros del que quiere innovar. Con esto está enfatizando que entre las razones por las que los científicos individuales adoptan un nuevo paradigma, se encuentran algunas que están fuera de la esfera aparente de la ciencia. De esta forma, según su opinión, para descubrir cómo se lleva a cabo las revoluciones científicas hay que examinar no sólo la lógica, sino también las técnicas de argumentaciones persuasivas, efectivas dentro de grupos muy especiales que constituyen la comunidad científica. Incluso, declara, que las razones que explican que la aceptación de una nueva teoría debe implicar el rechazo del paradigma antiguo no se derivan de la estructura lógica del conocimiento científico. Aquí se manifiesta contra la reconstrucción racional de la historia de la ciencia planteada por Lakatos y, en general contra el internalismo característico de la filosofía neo-positivista.

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