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Globalización, posmodernismo, nuevas tecnologías y drogas (página 2)


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Internet Addiction Disorder fue el primer término propuesto por el Dr. Ivan Goldberg (1995) para referirse al uso compulsivo, patológico de Internet (King, 1996). Como señalábamos anteriormente la sombra de Foucalt (1963) reaparece ante la creación de una nueva red de poder/conocimiento que halla un nuevo objeto, con todas las consecuencias que esto implica.

Dice Giddens :"Una vez que la reflexividad institucional llegue a empapar virtualmente todas las partes de la vida social de cada día, casi cada modelo, patrón o hábito, puede convertirse en una adicción. La idea de adicción tiene poco sentido en una cultura tradicional, donde es normal hacer hoy lo mismo que se hizo ayer." (íbid.:76). En esta sociedad entonces "destradicionalizada" tratamos ahora no con la cocaína, o la marihuana, o el LSD, sino con la adicción a Internet.

El término adicción a INTERNET ha ido ganando seguidores en función de determinados fenómenos clínicos que comenzaron a observarse con respecto a los usos de la red. Baudrillard (1995), uno de los mayores enemigos de la digitalidad, ha dicho en una entrevista que prefiere la máquina de escribir a la CMC, ya que gusta de tomar distancia de la pantalla, para poder ver lo que escribe y evitar entonces el "meterse dentro de la pantalla" (6).

Aquellos que se metieron dentro, entraron en Internet, se conectaron, se transformaron o conocieron personas que comenzaron a pasar más tiempo "del debido" frente a sus pantallas o más bien dentro de sus pantallas, en esa característica inmersiva; temida por Baudrillard; que subrayan muchos autores ( Murray, 1997 ; Wallace, 1999 ) Comenzaron luego a percibir ciertos síntomas, no en el uso , sino en la abstinencia del uso de la misma, que comenzó a hacer pensar en el síndrome de abstinencia observado en las toxicomanías.

Dice Olievenstein : "El sufrimiento del toxicómano se reconoce aún más en el sujeto desintoxicado, el sufrimiento forma con él un dúo al menos tan temible como el que formaba inicialmente con el producto, y que le impide reencontrarse solo, desnudo, no Dios" (1998, 10).

Frente a la imposibilidad de conectarse, surgía en estas personas esa irritabilidad observable en la abstinencia, junto a una preocupación permanente por volver a conectar su computadora con los millones de ordenadores del ciberespacio.

Estados de "furia narcisista" se dejan entrever en aquellas historias, relatos y pedidos de ayuda que aparecen tanto en los textos (Greenfield, 1999; Young, 1996) como en las noticias de los medios masivos de comunicación.

Philippe Jeammet refiriéndose al narcisismo en la actualidad ha señalado : " Hoy en día, la ausencia de límites, la evolución muy rápida del sistema de valores y, sobre todo el derrumbe de las prohibiciones, han sido reemplazados por una exigencia de rendimiento…Se ha desplazado la problemática de la prohibición sobre una problemática narcisista del rendimiento. Por eso no tiene nada de sorprendente que existan menos conflictos en torno de las prohibiciones y de la culpabilidad, que conflictos en torno al temor de no poseer los recursos narcisistas para alcanzar rendimientos suficientes… Frente a este desplazamiento sobre la problemática narcisista de una problemática de la prohibición, de un conflicto de la relación de objeto, no es sorprendente que veamos crecer las conductas adictivas, es decir, conductas en las que se va a buscar un apoyo, no un objeto" (1998: 59) (negritas mías).

De alguna manera el ciberespacio se ha constituído en una suerte de apoyo para muchos de sus usuarios, a pesar de su supuesta virtualidad y en un vehículo de acortamiento de la vida offline que es vista como un obstáculo para el dearrollo personal.

Dice Alan Aycock (1993), retomando conceptos de Baudrillard:

"En el pensamiento de Baudrillard la realidad personal ha quedado subordinada a un movimiento incesante de códigos de consumo que nunca pueden ser satisfechos, que sin embargo igual generan un vacío, un infinito deseo de confrontar y poseer lo real donde solo puede haber acceso a una imagen de lo real, su pretensión de serlo" (Baudrillard, 1988: 45).

Los consumidores de esto signos deben constantemente reposicionar sus sentidos de self en una arena de inestabilidad y búsqueda de saciedad; aunque siempre hay más imágenes a ser consumidas y más deseos para ser atendidos (Baudrillard, 1981: 56).

La consecuencia, inevitable si entendida desde la perspectiva de Baudrillard, es que en la modernidad no nos relacionamos con lo real, sino con la pretensión que la ha suplantado en todos lados" (Baudrillard, 1988: 135, traducción del autor).

La cita anterior desde la perspectiva de Baudrillard creo, salvando algunas diferencias; es en algún sentido asimilable a lo que Joyce Mc Dougall (1992) ha planteado con respecto al objeto transitorio, un objeto que en definitiva es obturador y no promovedor de un movimiento de la narrativa personal.

En este sentido es un objeto tramposo en la medida que se presenta como algo capaz de colmar el vacío, pero que a la larga no lo logra. Lo interesante aquí es ver cómo si bien Baudrillard se refiere a la vida cotidiana, este aspecto guarda relación con el ciberespacio, en donde las imágenes, lo virtual ocupan el primer plano, siendo un elemento importante a pensar en relación al posible concepto de adicción a INTERNET.

La Adicción a Internet como entidad clínica

La Dra. Young ha reportado un caso de un niño de 12 años que asesinó a su madre tras serle quitada la computadora y luego puso fin a su vida dejando una nota que decía que su madre era responsable por haberle quitado "su vida". Distintos autores (Young, 2000; Greenfield, 1999; Adamse & Motta,1996 ) traen diferentes relatos de personas con variadas edades en situaciones en parte similares, que han puesto en el tapete algunas posibles consecuencias del uso de INTERNET.

Generalmente la situación de adicción se vuelve patológica cuando un tercero la denuncia. El sujeto en cuestión en principio niega la situación. Esta se problematiza cuando altera las otras series importantes en la vida como ser lazos familiares , trabajo o situación económica, pasando a ser centro de interés permanente, quedando entonces la "vida real" relegada a un segundo plano.

Tomemos a modo de ejemplo un ciclo clásico en relación a la adicción.

1. Estado depresivo, frustración 2. Consumo con placer y aumento de la autoestima 3. Sensación de control omnipotente y poderío 4. Disminución y posterior desaparición del efecto eufórico 5. Retorno a la realidad que es sentida todavía como más frustrante y penosa 6. Mayor frustración y culpabilidad 1. Estado depresivo, frustración y re-comienzo del ciclo

El ciclo de la adicción en relación a INTERNET

Ese ciclo comenzó a observarse con sujetos, cuyos historiales mostraban cómo fueron de a poco "atrapados en la red" (Caught in the net), llevándolos en muchos casos a una ruptura con los modos de vida anterior y a una ruptura de los lazos familiares, sociales y laborales, elemento éste que como señalábamos resulta relevante.

Aquel encuentro prometedor del ciberespacio para algunos comenzó a parecerse a una suerte de pesadilla silenciosa, que al comienzo fue tomada en frases en broma como "Ud es adicto si chequea su mail a las 3 de la mañana camino al baño" (7).

Retomando entonces el ciclo planteado se observa:

1. Estado depresivo, frustración

No es claro que los sujetos adictos comiencen en un estado depresivo. Esto ha generado controversias en cuanto al efecto patogénico de Internet, en el cual se ha hablado del reforzamiento, la accesibilidad 24 hrs, el anonimato y la desinhibición, como elementos que podrían hacer que sujetos sin patología previa (clínica, no dinámica) hubieran incurrido en adicción.El argumento tiene una parte falaz, ya que podríamos decir que un adicto a la cocaína, podría no tener antecedentes previos psicopatológicos y volverse adicto, en el encuentro con la droga. La otra cuestión tiene que ver con la personalidad de base que puede ser distinta y esto a su vez generar un "enganche" con la droga diferente según la personalidad previa.

2. Consumo con placer y aumento de la autoestima

Internet es básicamente placentero, de ahí que tenga posibilidades de tornarse una adicción. Aparece un aumento de la autoestima en los casos de adicciones, ya que encuentran en esta "vida alternativa" un placer, una sensacion de intimidad, pocas veces lograda y una sensación de "ser uno mismo" tambien poco común dentro de nuestra cultura, donde las personas "se quejan de no sentirse vivas" (Kohut, 1988 ) o de "no ser ellas mismas" (Winnicott, 1965).

A este respecto Greenfield (1999) y Turkle (1995) lo comparan con el teatro, donde hay posibilidades de expresión del self mayores que en la vida real. El aspecto lúdico del ciberespacio, es un elemento que aparece en esta comparación así como en otros trabajos etnográfícos (Baym, 1995; Aycock, 1993).

3. Sensación de control omnipotente y poderío

No solo eso sino que más importante, se reitera la sensacion de ser uno mismo, esto es a mi juicio, un elemento clave para entender esta adicción. Las posibilidades de juego con la identidad, aumentan el control sobre el yo, pudiendo manejarlo con distintas presentaciones, a antojo.

Esta presentación no necesariamente tiene que ver con yo ideal (Wynn, 1997 ) como generalmente se ha planteado, siguiendo los trabajos de Goffmann ( 1959), sino también aspectos del yo no desplegados en la cotidianeidad que no tienen por qué ser ideales. Estos aspectos pueden ser tanto libidinales como agresivos, perversos, psicopáticos o de sostén narcisista, etc. A este respecto Suler (1996) ha mostrado cómo en el ciberespacio, todas las categorías descriptas por Maslow puden ser satisfechas.

4. Disminución y posterior desaparición del efecto eufórico

Al desconectarse surge un síndrome de abstinencia, frente a la vuelta a la realidad. Tal como se da en toda experiencia de éxtasis, la vuelta a la realidad es dolorosa, ya que la realidad es dura y nos confronta con la "dificultad de vivir". Sin embargo, y esto es algo que complejiza la temática, los efectos de la droga podrían tener efectos beneficiosos en la vida real (Turkle, 1995; Suler, 1996 ), ya que podría brindar nuevos elementos para manejarse en la llamada vida real.

5. Retorno a la realidad que es sentida todavía como más frustrante y penosa

Ya que la vida online es una vida que para el adicto lo provee de aquellas cosas que no halla en su vida real, la vuelta puede ser vivida como más penosa en algunos casos, cuando el retorno del viaje no provee de nuevas herramientas.

6. Mayor frustración y Culpabilidad

La frustración estaría determinada por la calidad del tránsito por INTERNET. El estudio de Kraut y cols. (1998) mostraba mayor índice de depresión en los usuarios de INTERNET, pero la reinterpretación que hacen LaRose, Eastin, y Gregg, (2001) ubica el uso como fuente de sostén pasado un período de alrededor de dos años.

1. Estado depresivo, frustración y re-comienzo del ciclo

Obsesión compulsión por volverse a conectar y escapar de la realidad real. Es frecuente que se haya pasado más tiempo del previsto en conexión, tal como sucede por ejemplo en el caso del juego patológico (Greenfield, 1999 ).

El estudio de Kraut y cols. (1998) ha sido uno de los estudios más citados a la hora de referirse a los efectos del uso de INTERNET y sus consecuencias en la vida social de sus participantes. Este estudio de Carnegie-Mellon llegó a la conclusión de que Internet contribuía a reducir los lazos sociales, afectando el bienestar psicológico de los usuarios.

La mentada virtualidad de estos entornos ha ido generando en el discurso una dicotomía offline-online (Hamman, s/f) la cual encontró en este estudio, así como en otros, una fuente científica que sugería que las amistades online eran menos fuertes que las "reales", de alguna manera parafraseando los anticipos de Virilio (1997), quien se había referido a nuestra era como la del "accidente general" y la del peligro de "amar al lejano a expensas del cercano"(1997, 43).

Este estudio junto a la terminología de adicción han colaborado a crear un halo de misterio en torno a la red, exacerbado por los medios masivos de comunicación. Actualmente adicción a INTERNET es un término que empieza a manejarse a nivel de los medios de comunicación, a nivel de la red, inclusive con textos y chats, y discusiones en torno al tema.

Existen en la actualidad varios sitios web (ej: netaddiction.com , internetaddiction.com. psynternaute.com) que tratan el tema con inclusive grupos al estilo Alcohólicos Anónimos siguiendo los 12 pasos hacia la recuperación. Algunos de estos grupos funcionan paradójicamente online, lo que ha llevado a ciertas controversias en torno al tema. Es el ejemplo de la Dra. Kimberley Young quien en su sitio netaddiction.com trabaja la temática de las adicciones. Ha elaborado esta autora inclusive un número de ítems que diagnosticarían la presencia o no de un cuadro de adicción tomando como criterio el DSM IV, con el juego patológico como modelo.

Criterios diagnósticos para la Adicción a Internet

La Dra Young (1996) clasifica los Internet-dependientes si cumplen con cuatro o más de los criterios abajo mencionados durante el último año.

·  ¿Se siente Ud preocupado con INTERNET o con servicios online, pensando en ellos mientras no está conectado? ·  ¿Siente una necesidad de aumentar el tiempo online para lograr satisfacción? ·  ¿Es Ud. incapaz de controlar su uso de Internet? ·  ¿Se siente inquieto o irritable cuado trata de desconectarse o interrumpir su conexión? ·  ¿Se conecta Ud. para escapar de los problemas o disminuir sentimientos de deseperanza, culpa, ansiedad o depresiòn? ·  ¿Miente Ud. a sus familiares o amigos acerca del tiempo y la frecuencia con que se conecta? ·  ¿Corre Ud. riesgos de perder una relación significativa, trabajo, estudio u oportunidad en su carrera por su uso de Internet? ·  ¿Sigue Ud. conectándose a pesar del gasto excesivo en servicios online? ·  ¿Siente Ud. cuando no está conectado, la abstinencia, depresión, irritabilidad, malhumor? ·  ¿Pasa Ud. más tiempo conectado del inicialmente pensado?

La respuesta de Turkle (1995) a la posibilidad de pensar en una adicción a INTERNET es tajante. En una entrevista con Howard Rheingold, uno de los más célebres "habitantes del ciberespacio", ha dicho: "Las computadoras y las redes de comunicación no son drogas. Son medios complejos que diferentes personas ( y diferentes grupos sociales, políticos para el caso) usan de distintas maneras. A pesar de esto, la noción de adicción parece irresistible. X cantidad de uso de heroína no es nunca una buena cosa; la misma cantidad de actividad en Internet puede ser beneficiosa o dañina, dependiendo del contenido de los mensajes y el rol de la actividad en la vida de la persona que lo hace" (traducción del autor).

INTERNET puede ser considerado una droga? En 1969 los expertos de la OMS propusieron el término "farmacodependencia" que definieron como : "Estado psíquico y en ciertas ocasiones también físico, resultante de la interacción entre un organismo vivo y un medicamento. Esta interacción se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que compromete, siempre con mayor apremio, al usuario a tomar el medicamento de manera contínua o periódica con el fin de encontrar efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar de la privación. Este estado puede acompañarse o no de tolerancia" (Olievenstein, 1998 ,9).

Dejando de lado el aspecto "medicamentoso" los criterios de Young arriba mencionados se ajustan en parte al término de farmacodependencia que maneja la OMS. Por tanto, en primer lugar habría que definir lo que entendemos por adicción, y si esta es aplicable al caso en cuestión. Lo anterior implicaría una larga discusión en torno al tema así como mucha controversia una vez más frente a un aspecto de la red como este.

¿Adicción a qué Internet?

Quisiera entonces plantear un aspecto importante , y que tiene que ver con la premisa de unicidad de INTERNET, es decir tomarlo como un todo, un solo objeto; en este caso objeto adictivo; en lugar de referirise a sus partes constituyentes.

INTERNET es búsqueda de información, navegación por placer a través de los distintos buscadores, es herramienta de intercambio de investigación académica, es herramienta de investigación en sí misma, es el propio objeto de investigación, es chat, es comunicación por mail, es MUDS textuales, visuales, juegos, música, es video games, casinos online etc. INTERNET es muchas cosas cosas a la vez, por eso creo que hablar de adicción a INTERNET es un término vago en el sentido que no define en forma precisa el objeto adictivo y las consecuencias por tanto que esto implica.

Para tomar un ejemplo, no es lo mismo pasarse conectado a un MUD, creando personajes e interactuando que estar conectado utilizando a INTERNET como una herramienta más dentro de una investigación o como parte de las necesidades de información de una empresa financiera. Evidentemente no es lo mismo el chatear del adolescente, formar un club de fans online que el pertenecer a un listserv (8) y por tanto conectarse durante un tiempo prudencial.Algunas de las adicciones son orientadas al juego o a las competiciones, mientras que otras están más relacionadas con necesidades sociales, o extensiones del workaholicism o adicción al trabajo (Suler, 1996). En este último caso sería la adicción dentro de la adicción, donde INTERNET sería un medio facilitador para mantener la adicción original.

Este concepto de facilitador pareciera revestir importancia a la hora de posicionarnos frente a los fenómenos de la red. La www es un facilitador de innumerables asuntos. El más claro es la navegación y sus posibilidades de búsqueda de información en hipertextos o bases de datos. Otro de sus componentes el e-mail o correo electrónico, ha sido un facilitador de la comunicación a distancia, mostrando claras ventajas y diferencias por sobre sus antecesores (Suler, 1996; Wallace 1999).

No debemos olvidarnos que como se ha señalado en otro lugar la computadora no es tanto un fin en sí misma (Balaguer, 2001), sino que se ha transformado en medio de acceso a la comunicación con otros en el ciberespacio (Riva y Galimberti, 1997).

Por lo que referirnos a la adicción a Internet como una adicción al objeto computadora como tal, es situarnos en un plano de materialización de la acción, de búsqueda de un objeto tangible, y quizás perder la perspectiva social o vincular que posee la CMC.

Esta dimensión social del ciberespacio ha sido remarcada en innumerables lugares (Stone, 1991; Rheingold, 1993 ; Turkle, 1995; Riva y Galimberti, 1997) mostrando que los ciber-addictos no estan sólo navegando, están en un espacio interactivo, por lo que parte del fenómeno adictivo debiera ser entendido en función del aspecto social en juego, o en otros términos, dentro de las relaciones objetales que se traslucen en esos intercambios, por lo que entendemos que varios de los postulados psicoanalíticos pueden ser de utilidad a la hora de comprender estos fenómenos.

Precisamente los MUDS, los chats, son dentro del ciberespacio los entornos que tienen un mayor poder adictivo, junto a la pornografía y al juego compulsivo y en menor medida las compras compulsivas. Los trabajos etnográficos señalan como es en estos entornos donde se dan proritariamente los fenómenos adictivos, por lo que sería conveniente analizar qué pasa entonces en esos entornos, lo que en parte excede los objetivos de esta comunicación.

Clasificación de la adicción a Internet

En cualquier caso, las adicciones psicológicas se han relacionado más bien con el control de los impulsos, en conductas compulsivas, como por ejemplo el juego patológico. El término de adicción se ha referido en el DSM – IV (APA, 1994) a las adicciones a sustancias psicoactivas (ej. Cocaína, marihuana, etc.).

Tomando una clasificación adscribible a las drogas la ubicaríamos como una droga no tóxica, dado que no altera la conciencia del individuo, legal, en contraposición a las ilegales : marihuana, cocaína, heroína, etc.; con la salvedad de que en algunos países está prohibida (aproximadamente 45), lo cual la tornaría potencialmente ilegal.

Desde otro punto de vista, Internet entraría dentro de una adicción psicológica y no física, la dependencia sería psicológica y se observarían fenómenos de tolerancia a la droga, ya que los tiempos de conexión suelen ir en aumento a medida que se iría instalando la adicción. Los tipos de consumo actuales de drogas que suelen dividirse en experiencial, ocasional y dependiente se encuentran en la misma línea que la utilización de INTERNET.

Uno de los hallazgos más interesantes a este respecto tiene que ver con que en INTERNET, así como en otras drogas existe un sector que ha consumido y se ha retirado, por diferentes razones, entre otras, por cierta desilusión que ha atrapado a varios ex -usuarios (Wyatt, 1999; Katz, James E and Aspden, Philip,1998). Una dimensión sociológica importante para nuestro país, es que es un objeto aún caro hoy, y para el cual no hay posibilidad de tráfico.

¿Internet causa adicción o los adictos usan Internet?

"Es necesario recordar ciertas evidencias:

1. La primera es que la droga existe sin el toxicómano. El objeto droga, materia inerte, existe, ha existido en todos los tiempos, en todos los lugares. 2. Frente a este objeto, la actitud del hombre es variable dependiendo del ámbito, la ideología, el lugar, el momento sociocultural; 3. Dentro de un mismo contexto cultural, la actitud de los individuos es variable, según la vulnerabilidad personal ligada a la propia historia del sujeto frente a la falta; 4. Toda falta en el ser humano remite a una falta arcaica, en esta remisión se sitúa la especificidad de la dependencia humana. Hemos resumido esto en la siguiente ecuación: el reencuentro de un producto, una personalidad y un momento sociocultural." (Olievenstein, 1998 , 9).

¿Estas evidencias son aplicables por entero al caso de Internet?

Las caracterísiticas de accesibilidad permanente de Internet hacen de ella una droga en el sentido que venimos utilizando con características diferentes a otras.

El anonimato le confiere un carácter a la red facilitador también de la adicción, en la medida que el control social, es escaso o nulo. No hay nadie que a uno lo vea desarrollando esa adicción. En el caso por ejemplo del juego compulsivo, es notorio que la accesibilidad permanente hace de ella un claro reforzador de la conducta adictiva o más bien compulsiva en este caso. La falta de toxicidad y efectos secundarios también contribuye, junto a la baja del precio de la conexión.

Richard Davis (1997) ha propuesto el término Uso Patológico de Internet (Pathological Intenet Use) . Para este autor estos sujetos no hubieran mostrado patología de no existir la red. Sostiene que a pesar de cierta psicopatología previa, no habrían encontrado la forma de tramitar esa angustia de aislamiento. Internet ha sido para ellos una salida al mundo externo de esas fuentes conflictivas.

La falta de "control social" en la red, permite con esta droga llevar a cabo determinados actos sin vergüenza y abordar elementos inaccesibles anteriormente.(casinos y pornografía 24 hrs, etc). La red tiene aspectos identificables diferentes a tecnologías previas, que permitiría determinadas funciones de satisfacción libidinales como narcisistas en el ágora electrónica (Rheingold, 1993) siendo esta división a efectos teóricos, ya que consideramos que ambas está intimamente ligadas a la hora del encuentro en el ciberespacio.

Las motivaciones concientes pueden apuntar hacia un plano objetal mientras que a nivel inconciente puede haber una búsqueda de satisfacciones más narcisistas.

Por otro lado el propio medio, tiene sus cacterísticas que resalta determinados aspectos y va en detrimento de otros, como por ejemplo, la satisfacción de escribir en un post, foro, o una lista de por sí tiene un efecto terapéutico, en el sentido que otorga a quien lo hace la sensacion de ser "escuchado" o leído por el otro.

Ésta es una situación generada por el medio, a diferencia por ejemplo de la TV donde el grado de interactividad es nulo, o al menos escaso (Levis, 1997 ; Piscitelli, 1995).

Dentro de las satisfacciones libidinales sobresalen el cibersexo y los amoríos online, así como las necesidades de vinculación social, junto también a las famosas "war flames", que vehiculizan la agresividad (9).

Gwinnell (1999) ha señalado cómo durante la Segunda Guerra Mundial y en Vietnam muchas mujeres se enamoraban de los soldados por carta y luego establecían relaciones cercanas. Los aspectos sociales de intercambio con los otros se vuelve muy estimulante y reforzador de las conductas adictivas, haciendo difícil encontrar un momento para detenerse. (Suler 1996, Young 1996). Este aspecto "social" de la red habilita también a poder satisfacer necesidades con objetos self como los descriptos por Kohut (1971) de variadas formas.

Pareciera claro que Internet no causa, sino que es facilitador de un proceso, que puede despertarse dadas las caracteristicas del entorno. A este respecto la descripción de los casinos que hace Greenfield (1999) resulta interesante para ver el nivel de parecido con la situación en el ciberespacio. Lo facilitador lleva a que sujetos proclives, con esta droga, podrían caer en la adicción, que de no existir, probablemente no serían adictos.

Algunos apuntes finales

La red entre otras cosas provee de ciertos aspectos que la tornan un objeto de "fascinación"(Smit, 2000), lo que la hace susceptible a engarzarse con una adicción. Internet tiene cualidades reforzadoras similares a los "slots machines" o a los videojuegos.

El término de adicción, término anglosajón que Mc Dougall (10) introdujera para suplir al de toxicomanía, en francés, ya que para ella describe mejor el problema adictivo, y el concepto de objeto "transitorio" parecen en algún sentido adecuados para comprender la adicción a Internet. A pesar de ello, como hemos visto este tipo de adicción pareciera ser más compleja, pudiendo no entrar dentro de esos parámetros.

Si bien Internet en parte, aparta al sujeto de los objetos (Kraut et al, 1998), quedando sumido en un mundo narcisista de placer, la situación no culmina ahí y muchas veces el camino es de retorno a lo social. La computadora en este caso podría servir como una defensa frente a los "peligros externos", protegiendo entonces a un yo vulnerable del contacto físico "real" con los otros.

En otro orden, no es claro que pasado el efecto de la droga la depresión reaparezca aún con más fuerza; el vacío luego de la salida del estado de intoxicación.

La autoestima inflada, se va deteriorando en el caso de la droga común, pero sucede lo mismo con esta? La droga da protección al yo débil, operando como un parche frente a una realidad vivida como intolerable, la realidad de los afectos y representaciones desagradables que acechan. El objeto droga es un objeto externo que viene a calmar supliendo la falta de un objeto interno bueno, pero en muchos casos pareciera obrar también como un objeto transicional (Suler, 1996) y no "transitorio".

Comparte con otras drogas la percepción de ser como un objeto ideal, con atributos mágicos, y la ilusión de que su incorporación promete cambios, que pueden pasar por la búsqueda de "creatividad", negando los efectos destructivos, acercándolo a la concepción de "objeto transformacional" descripto por Bollas (1987).

En otra línea, pensamos que Internet pemite la expresión de determinados aspectos latentes, dormidos, patológicamente instalados que no tenían cabida anterior en otros ámbitos o espacios culturales. En este sentido consideramos que Internet "crea" una nueva dimensión adictiva en la medida que no había anteriormente instrumentos que permitieran el despliegue de determinados aspectos del self o de la personalidad, fuera del control social. Internet habilita a esas adicciones, les da cabida cultural, es un instrumento asequible para ello. En una sociedad donde la mirada, lo escópico está archipresente, Internet permite la participación voyeurística, la posibilidad de acceso a ideas, pensamientos, sentimientos, sin los riesgos que esto conlleva en el cara a cara. (King, 1996). La sensación de ser uno mismo, infinitamente reportada por los adictos a Internet es una sensación poco común en una sociedad temerosa del encuentro cercano, signada por el Sida, la violencia y lo comunitario en declive. La mayoría de los efectos desagradables de las drogas conocidas como ser : alucinaciones, taquicardia, hipertermia, fallas en la coordinación motora, alteración de la imagen corporal etc. no se encuentran presentes en este caso. Sí presenta un síndrome de abstinencia caracterizado por intensa angustia y ansiedad, una preocupación permanente por el objeto, irritabilidad y una necesidad compulsiva de retomar la conexión, que marca la dependencia.En el caso de Internet no hay tanto una pérdida de conciencia como una búsqueda de alternativas a las frustraciones de la vida real.

La cuestión de las edades de riesgo no es un tema que haya aún sido estudiado profundamente, pero es claro que es una droga accesible a partir de muy tempranas edades. Para culminar esta presentación quisiera evocar un párrafo de Turkle (1993 ) que ubica la temática en cuestión en un campo propicio para el debate.

"Las posibilidades que el medio ofrece para proyectar tanto aspectos concientes, como inconcientes del self, sugiere una analogía entre los MUDS y la psicoterapia. El objetivo de la psicoterapia no es por supuesto, simplemente proveer de un espacio para el "acting out" que expresa nuestros conflictos, sino para construir un ambiente contenido y confidencial para "elaborar"(working through) asuntos no resueltos. La distinción entre acting out y elaboración es crucial para pensar los MUDS como espacios para el crecimiento personal.

Es entonces en el contexto de esa distinción que la muy discutida cuestión de "MUDs addiction" debiera ser situada". Para Turkle la acusación de ser "adicto" a la psicoterapia o a los MUDS es justificada cuando en lugar de promover un desarrollo personal y crecimiento, se transforma en un instrumento de repetición, y no de elaboración.

Probablemente éste sea uno de los puntos que separe las aguas, y pueda, según donde uno se ubique, teñir como señalábamos al comienzo del trabajo, siguiendo a Giddens (1992) todo el campo de las actividades del hombre como potenciales adicciones, en una proliferación infinita de síndromes (Chocano, 2001) o adoptar algún otro tipo de postura frente a las nuevas realidades "reales" y "tecnológicas".

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NOTAS

(1) Turkle (1995) en La Vida en Pantalla contrapone opacidad a transparencia en relación a las nuevas interfases, relacionándolo con un manejo en la superficie, a diferencia de los programas anteriores a Windows.

(2) MUDS, sigla que corresponde a los juegos Multi User Domains, que es el correlato digital de Dragones y Mazmorras, juego de roles muy famosos en la década de los 70.

(3) El término shaman es un término en lengua Tungus que proviene de la zona de Siberia (ver Bock, 1988: 185-186).

(4) Para buena parte de la filosofía oriental los llamados "estados alterados de conciencia" no tienen que ver con una alteración, sino más bien con una trascendencia de los niveles de conciencia habituales.

(5) El término de ciberespacio, tan utilizado a diario hoy, es un concepto que aparece en el discurso tecnológico a partir de la imaginación literaria de William Gibson (1984) en la novela Neuromante.

(6) Baudrillard, Jean (1996) Baudrillard on the New Technologies: An interview with Claude Thibaut, March 6, 96 Cybersphere 9: Philosophy. Disponible en: http://www.uta.edu/english/apt/collab/texts/newtech.html.

(7) Esta frase forma parte de una serie que a modo de broma toman el tema de la adicción a Internet.

(8) Listserv es el término en inglés que se refiere a las listas de discusión por e-mail sobre distintos ejes temáticos. El número de estos ha crecido enormemente superando la cifra de los 100.000 a comienzos del año 2000.

(9) Flame-wars o guerras incendiarias se han dado en llamar a las discusiones de tono agresivo elevado, muy frecuentes en la red.

(10) Entrevista a Joyce Mc Dougall (1994). Revista Zona Erógena ZE Inv. 94., Bs.As.

 

 

 

 

Autor:

Ps. Roberto Balaguer Prestes

Partes: 1, 2
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