Globalización, posmodernismo, nuevas tecnologías y drogas
Enviado por Ps. Roberto Balaguer Prestes
- El concepto de adicción e internet en la modernidad tardía
- La adicción a internet como entidad clínica
- Criterios diagnósticos para la adicción a internet
- Clasificación de la adicción a internet
- Algunos apuntes finales
- Bibliografía
A través del cambio de las interfases, propio de las últimas décadas, con Windows como metáfora del manejo en la superficie, y por ende de una mayor opacidad (1) en la interacción hombre–computadora, las personas han podido comenzar a jugar a la deconstrucción y reconstrucción de sus personalidades en pantalla.
Tales son las afirmaciones de Sherry Turkle (1995), psicoanalista, y profesora de MIT (Massachusets Institute of Technology), quien a través del estudio de los MUDS (2) ha marcado un hito en el estudio de las dinámicas ciberespaciales. Continuando su línea de trabajo anterior (Turkle, 1984) de concebir a la computadora como un "segundo self", ha ido más allá esta vez sugiriendo que a través de las computadoras; que esta vez define como un objeto "para pensar con", un "objeto evocativo"; nos encontramos con la posibilidad de deconstrucción del self y de generar cambios en nuestra manera de concebir la vida, la sexualidad, lo animado e inanimado.
Las nociones posmodernistas de deconstrucción y perspectivismo, hallan en esta nueva tecnología un soporte físico virtual a finales de siglo XX, en la www, la gran red de redes, producto de la conjunción de intereses militares y la "contrarrevolución" de los originales hackers.
Este siglo XX en su parte final, ha sido testigo de una evolución asombrosa y vertiginosa del mundo de la simulación y de la CMC (Comunicación Mediada por Computadora) dentro de un mundo globalizado, con reminiscencias de la Aldea Global concebida por Mc Luhan (1989) y "empequeñecido" por la abolición de las categorías de tiempo y espacio conocidas hasta ahora (Virilio, 1997) generada por la digitalidad.
Castells (1996) ha señalado el proceso "esquizofrenizante" que a su juicio impone la globalización, mediatizada por la CMC. "Esquizofrenización", "accidente general" (Virilio, 1997), "identidades trastocadas" (Giddens, 1999) términos y metáforas que intentan comprender los movimientos de globalización y sus repercusiones a nivel social.
También este siglo ha sido el del auge de las drogas y por ende del discurso acerca de las drogas, con una parafernalia imponente en torno a ellas, esta última con implicancias geopolíticas, militares y académicas variadas. Las drogas , las adicciones y el adicto (del latín a-dictum o no-dicho) han ocupado las primeras planas en los medios masivos de comunicación en las últimas décadas de siglo XX.
La raíz latina en relación a lo "no dicho" ha sido con frecuencia utilizada para comprender los fenómenos de las adicciones en términos comunicacionales, es decir de aquellas cosas no dichas, no comunicadas, en algunos casos referido a la comunicación intergeneracional o a los "secretos familiares". Esto sin duda posee fuertes implicancias con una sociedad que ha resaltado la comunicación como un valor en sí mismo (Lipovetsky, 1983 ; Giddens 1992 ; Breton 1992). Giddens señala que la noción de adicto pareciera ser un producto de mediados del siglo XIX, no habiéndose hecho común hasta más tarde, habiendo precedido a la aplicación difusa del término para la adicción alcohólica. Para este autor la "invención de la categoría de adicto – en términos de Foucalt – es un mecanismo de control, una nueva red de poder/conocimiento" (1992, 75).
Sin embargo, las drogas han acompañado al ser humano desde tiempos muy remotos, en rituales en manos de los shamanes (3), o en el aspecto medicinal en las llamadas "culturas primitivas", o pre-modernas.Los denominados estados alterados de conciencia ; para la visión occidental, no así para la oriental (4); el estudio de estos rituales shamánicos, han sido objeto de estudio de la antropología y la psicología, con interpretaciones variadas acerca de los usos y costumbres, de la verdad y de los efectos de las drogas.
El "Don Juan" de Castaneda (1968) es quizás, a pesar de las críticas académicas recibidas (De Mille, 1980) uno de los pilares en relación a otra visión del fenómeno de las drogas en esas culturas.
Hoy nos encontramos en un punto donde estos dos elementos confluyen en un conjunto de síntomas o síndromes que comenzó siendo planteado como una broma , pero que poco a poco va pidiendo estatuto clínico por algunos académicos y generando un lugar dentro de la cultura del ciberespacio (5) y en el discurso de los medios masivos de comunicación.
El concepto de Adicción e Internet en la modernidad tardía
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