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Dolarización: El Ecuador como estudio de caso (página 2)


Partes: 1, 2

La dolarización en Ecuador como estudio de caso:

El Ecuador está situado en la costa pacífica del continente sudamericano, entre Perú y Colombia. La Cordillera Andina atraviesa el país de norte a sur, y de este a oeste, la línea imaginaria del Ecuador, que separa los hemisferios norte y sur del planeta. Es el país andino de menor superficie —283 600 km2—  pero uno de los mayores centros de biodiversidad del mundo, gracias a la variedad de ecosistemas presentes en su territorio: la región tropical de la costa, el altiplano andino, la selva amazónica y las Islas Galápagos, de origen volcánico.

Ecuador también es rico cultural y étnicamente. Los pueblos indígenas representan entre el 15% y el 25% de la población total, y los afroecuatorianos el 5% aproximadamente. Mestizos y descendientes de europeos completan el mosaico racial del país. En 2005, la población alcanzaba los 13,2 millones de habitantes de los cuales, aproximadamente el 40% vive en las áreas rurales.  

Economía

Ecuador es un país rico en materias primas. Las exportaciones de petróleo y de cultivos básicos como el banano han sido el principal motor de la economía ecuatoriana de las últimas décadas. Sin embargo, la caída de los precios de dichas materias primas en los mercados internacionales, combinadas con una serie de deficiencias estructurales del país —como el escaso desarrollo de otros sectores productivos y los bajos niveles de desarrollo humano y e institucional— llevaron al país al colapso a finales de los años noventa. La inflación y el desempleo se dispararon; las cifras de pobreza se duplicaron y buena parte de los bancos cayeron en bancarrota. A empeorar la situación vino el ciclón El Niño, que arrasó las áreas rurales pobres de la costa del país. La migración hacia Europa y Estados Unidos se dibujó como la única salida posible para cientos de miles de ecuatorianos.

Para poner freno a esta situación, el gobierno ecuatoriano adoptó la dolarización de la economía en 2000, que sigue vigente en la actualidad. Esta medida marcó el inicio de un periodo de recuperación económica, a la que contribuyó en gran medida el aumento del precio del petróleo y el tipo de cambio al que se adoptó la dolarización, que favoreció las exportaciones.

Los datos más recientes disponibles muestran que el sector petrolero sigue liderando el capítulo de exportaciones, suponiendo el 50% del valor total de ventas al exterior en 2004. Sin embargo, el crecimiento del sector parece haberse estancado  —apenas creció un 1% en 2005, en contraste con el dinamismo del año anterior— a causa de problemas en la empresa estatal de petróleos, la limitada inversión de las compañías petroleras privadas y la creciente oposición de comunidades indígenas locales a las actividades extractivistas. En compensación, aumentaron significativamente las exportaciones de camarones, vehículos y atún en lata, y en menor medida, la de bananos.

El Producto Interno Bruto (PIB) del país alcanzó en 2005 los 36 200 millones de dólares y su ritmo de crecimiento fue del 3,9 por ciento, entre los más bajos de la región. Por sectores, fue el sector servicios el que aportó un mayor porcentaje del PIB en 2005, un 66,2 por ciento, seguido de la industria, con un 27,5 % y en tercer lugar por la agricultura, que supuso el 6,3 por ciento. Las remesas enviadas por los emigrantes —estimadas en 1 604 millones de dólares en 2004— son hoy día la segunda fuente de divisas del país, después del petróleo, y contribuyen con un 5,3 % a la renta nacional, un porcentaje equivalente a la suma de todas las exportaciones tradicionales no petroleras.

Según el Informe de Desarrollo Humano del PNUD de 2006, Ecuador alcanzó en 2004 una renta per capita de 2 322 dólares —o 3 963 dólares en términos de paridad de poder adquisitivo—, la cifra más alta de su historia. La distribución de la renta sigue siendo muy desigual pero las diferencias entre ricos y pobres también se han reducido en los últimos años según el informe del PNUD, que asigna a Ecuador un coeficiente de Gini del 43,7 uno de los más favorables de la región latinoamericana.

Estadísticas

INP per capita, método (en dólares) 2004:

2 210,0

Población total (millones), 2005:

13,2

Población rural (millones), 2004:

4,9

Cifras de pobreza rural (en millones de personas, aprox.), 1998:

3,4

Población rural bajo la línea de la pobreza (%), 1998:

69,0

Población que vive con menos de 1 dólar al día (%), 1998:

15,8

Población que vive con menos de 2 dólares al día (%), 1998:

37,2

Población por debajo de la línea nacional de pobreza (%), 1998:

46,0

Proporción de ingresos del quintil más pobre, 1998:

3,3

Fuente: Banco Mundial

http://www.ruralpovertyportal.org/spanish/regions/americas/ecu/geography.htm

En Ecuador la dolarización comenzó a debatirse en septiembre de 1998. La propuesta vino de diversos sectores productivos del país. Desde esa fecha se comenzaron a sumar adeptos a la propuesta, pues el sucre se había depreciado en 355% desde que asumió el poder el nuevo gobierno.

Para Ecuador, el 9 de enero del 2000 es una fecha histórica. Ese día, el ex Presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, anunció a los habitantes su decisión de implantar un programa de dolarización económica.

A partir de ahí los ojos del mundo se volcaron a este pequeño país sudamericano. Análisis, estudios e informes provenientes de diferentes rincones del planeta, empezaron a hablar sobre las perspectivas de la nación con el nuevo modelo. También desde esa época en América Latina se comenzó a debatir la posibilidad

de que en la región se instaure una moneda única (el dólar estadounidense), al estilo del euro en la Unión Europea.

Con la aprobación de la Ley Fundamental para la Transformación Económica del Ecuador, a la que se denominó trolebús (en alusión a Mahuad, quien previamente fue Alcalde de Quito y puso en marcha ese vehículo como alternativa de transporte), el nuevo mandatario, Gustavo Noboa Bejarano (quien asumió el

poder en febrero del 2000 tras la destitución de Mahuad), ratificó y puso en marcha la dolarización.

Desde la vigencia de la República en 1830, Ecuador ha experimentado diversos sistemas cambiarios. La incautación de divisas, devaluaciones graduales, macro devaluaciones, bandas cambiarias o flotación sucia y la libre flotación del dólar, son algunos de ellos.

Al margen de los esquemas que aplicaran los gobiernos de turno, la dolarización informal de la economía era un hecho. Transacciones de bienes y servicios se realizaban tomando en cuenta a la divisa estadounidense como referencia, es decir la dolarización era tácita.

Su incidencia en las diversas actividades privadas y públicas se profundizó a raíz de la aprobación de la Ley de Instituciones del Sistema Financiero y Banco del Estado en 1995, durante el régimen de Sixto Durán-Ballén.

Ella trajo de la mano la posibilidad de abrir cuentas bancarias en dólares y las operaciones en esa divisa se hicieron cotidianas en la vida de los ecuatorianos. Únicamente los salarios, no se pagaban en dólares.

Ecuador en menos de diez años pasó de ser una economía poco dolarizada a otra altamente dolarizada. Frente a esa situación, en septiembre de 1998, Joyce de Ginatta, titular de la Cámara de la Pequeña Industria, planteó al régimen la alternativa de la dolarización para enfrentar la debacle de la economía e impedir que los salarios de los trabajadores continuaran pulverizándose. Durante 9 meses había portado un crespón en su vestimenta como símbolo de luto por el mal manejo económico del gobierno. Desde ese día utiliza el tricolor nacional. Hecho que reflejaba la inconformidad de los diversos sectores económicos del país con este manejo. Con su propuesta pretendía mitigar la desesperación ciudadana. Incrementos desmesurados en un mismo día en el precio del dólar, el congelamiento de los depósitos, la fuga de capitales al exterior, la desconfianza en la administración de Jamil Mahuad, fueron los causantes de ese estado de ánimo en los ecuatorianos. La diaria devaluación del sucre mantenía en vilo a los habitantes. Pese a las intervenciones del Banco Central y al drenaje de la Reserva Monetaria Internacional, el sucre se depreció en 355,53%, desde que Mahuad

asumió el poder. Es decir que los salarios al 9 de enero del 2000, se habían reducido a la tercera parte de lo que valían en dólares en agosto de 1998.

Desde el anuncio de la dolarización se estabilizó el mercado cambiario y se frenó el alza del dólar. La tranquilidad volvió a los habitantes, quienes empezaron a adaptarse al nuevo modelo. Una muestra de la creatividad y esfuerzo de la sociedad civil es la comercialización de las tablitas de conversión, que han sido de gran ayuda para la comunidad. Bancos, industrias, comercios y el ciudadano

común son los clientes del lucrativo negocio.

EVOLUCIÓN DEL TIPO DE CAMBIO DEL DÓLAR EN ECUADOR

AÑOS PRECIO EN SUCRES

Diciembre 1990 899,50

Diciembre 1991 1.301,50

Diciembre 1992 1.846,94

Diciembre 1993 2.043,78

Diciembre 1994 2.279,69

Diciembre 1995 2.926,05

Diciembre 1996 3.633,85

Diciembre 1997 4.437,44

Diciembre 1998 6.770,42

Diciembre 1999 19.917,14

Enero 2000 25.000

En Ecuador lo más destacable es la reducción significativa de la inflación en los últimos meses, esto es debido a que se han internacionalizado los precios de los productos, una de las previsiones que se tenían al implementar la dolarización. La inflación paso de un 7% en enero a un 0.2% en mayo, y la inflación acumulada en los últimos 12 meses paso de un 78,7% en enero a un 39,6% en mayo, lo que refleja una tendencia al control de esta, dejando las perspectivas de inflación para finales de este año en un 25%, y algunos la sitúan en 14%, para alcanzar inflación de un dígito a partir del 2002. Por otro lado esta la reducción considerable de las tasas de interés, en diciembre de 1999 la tasa activa referencial, que es la que cobraban los bancos por los préstamos se ubicaba en 74,97 % para sucres y 15,81% para dólares, actualmente esta se ubica en 16,14%. Esto muestra una tendencia a la baja de las tasas de interés, lo cual esta contribuyendo a la reactivación de la economía. Se espera que la economía crezca a una tasa del 3,6% en el 2001, lo cual podría estar aun más favorecido por la reciente aprobación para la construcción del oleoducto de crudos pesado, lo cual ve a generar alrededor de 50.000 plazas de trabajo en los próximos 2 años y representa una inversión de alrededor de 600 millones de dólares.

Por otro lado se esta haciendo cierta inversión en educación y salud, se esta reestructurando el seguro social, lo cual de llevarse a cabo presentaría beneficios de largo plazo para los ecuatorianos.

Los peligros que enfrentan los procesos integracionistas en América Latina con la introducción de la dolarización, fueron expuestos hoy por el experto salvadoreño Raúl Rodríguez, al intervenir en un foro de economistas en esta capital.

La dolarización va a facilitar un proceso de unificación económica y comercial con Estados Unidos como centro hegemónico, que evitaría los mercados regionales y presionaría para desintegrar los existentes, advirtió el ponente ante el III Encuentro Internacional sobre Globalización y Problemas del Desarrollo.

Rodríguez, del Instituto para el Avance y la Consolidación de la Democracia (IADES), explicó que ese fenómeno conlleva a un hundimiento aún más grave de los países latinoamericanos y a entregar lo último que nos queda de soberanos: la moneda. Este nuevo orden económico mundial se mueve hacia la formación de un banco central global en Estados Unidos, con Europa como sucursal.

Muchos países latinoamericanos verán desaparecer su banca central, lo cual significa, poner sus políticas económicas en manos de la Reserva Federal de Estados Unidos. La dolarización, en tanto no fue diseñada por los sectores más pobres, no solucionará los problemas económicos, sociales y políticos en América Latina.

Las altas tasas inflacionarias del Ecuador no han sido resueltas por la dolarización. Tampoco ha podido reducir su enorme deuda externa que alcanza el 46% de su presupuesto, a pesar de ser un país productor y exportador de petróleo cuyos altos precios en el mercado mundial se han mantenido desde el año 1999. Todo esto significa que ni la dolarización de la economía latinoamericana ni mundial constituye la panacea que va a resolver los problemas estructurales de

nuestras economías. No obstante a esto, se cree que al final, las economías latinoamericanas y caribeñas terminarán dolarizadas a mediano y largo plazo. Todas estas propuestas de dolarización responden a una política muy bien definida de los Estados Unidos que necesitan mantener la hegemonía política, económica, monetaria y militar en toda la región como forma de contrarrestar los efectos de una Unión Europea cada vez más sólida, con una marcada tendencia a diferenciarse de manera decidida de Estados Unidos, que incluso ha diseñado y puesto en operación una ofensiva política comercial que le ha llevado a negociar firmemente con el MERCOSUR de manera general y con Brasil y México en forma particular. Estas negociaciones se encuentran en etapas avanzadas.

Las economías dolarizadas traen como consecuencia la pérdida del control del gobierno sobre la economía, ya que se pierde la política monetaria; y la política fiscal estaría atada totalmente a la estricta disciplina fiscal que exigiría EE.UU.

Es decir los países perderían la posibilidad de expandir la base monetaria para remontar una coyuntura económica adversa.

CONCLUSIONES

. La importancia de hablar de dolarización, está en que no se debe de implementar esta política como salida a crisis económicas, políticas y sociales de los distintos países; sino que se tiene que pugnar a una dolarización global en América siempre y cuando esta conlleve a un mejoramiento en el intercambio comercial de bienes y servicios.

Desde un punto de vista técnico, la economía de Ecuador está irremediablemente atada al dólar. Los picos de liquidez y de endeudamiento externo asociados con la elevación de los precios de los activos son acompañados por crisis de confianza, fugas de capitales y profundos procesos de ajustes recesivos. La economía queda sujeta, entonces, a violentas fluctuaciones del producto y del empleo. Lo que demuestra una vez más que la dolarización implementada sin fundamentos económicos, sociales y políticos claves; continuaría con la inestabilidad en todo sentido; pues se ve afectada la capacidad de implementar políticas monetarias, cambiarias y crediticias autónomas, por parte del país.

Este proceso de unificación monetaria se complementaría con la postura de la liberación del comercio a nivel regional, programada para el año 2005, cuando se haga efectiva la liberalización prevista en los acuerdos del Área de Libre Comercio de las América (ALCA), que puede resultar en la formación de un sistema neocolonial; vale decir, América latina podría constituirse en un conjunto de protectorados de los EE. UU de no darse antes una unión entre los países latinoamericanos para negociar los acuerdos como bloque. Finalmente, la tarea ardua de seguir investigando y pormenorizando en el tema de la dolarización, implica según lo observado hasta el momento; que no hay alguna forma de resistir tales tendencias. La política alternativa necesariamente debería pasar por una centralización de los movimientos cambiarios que posibilitaría retomar los controles sobre el dinero y el crédito doméstico, dado que el mantenimiento de una cuenta de capitales relativamente abierta implicaría alto riesgo cambiario y tasas de interés extremadamente elevadas. Además, los países latinoamericanos deberían adoptar políticas activas de exportaciones y de sustitución de importaciones a fin de que el superávit comercial sea capaz de financiar los flujos de servicios de la cuenta de transacciones corrientes.

Ahora nos vamos a referir al caso ecuatoriano, ya que el proceso de dolarización está plenamente implementado, para describir lo que ha significado y lo que entonces podría significar en otros países.

Ecuador ha recuperado la estabilidad en los últimos meses, ha bajado la inflación significativamente y con todo esto esta regresando a la senda del crecimiento. Uno de los principales cambios que se han notado es la conciencia en los empresarios por la eficiencia, ya que en dólares no se puede exigir una alta tasa de retorno a un proyecto, estos se han visto en la obligación de mejorar sus sistemas productivos, lo que es un punto a favor del nuevo esquema ya que esta haciendo que por su propio peso haya una mejora en la mentalidad empresarial, factor fundamental para iniciar el desarrollo. ¿Por qué el desarrollo? Porque al tener una mayor exigencia en la eficiencia de los procesos productivos, se va a requerir de un recurso humano mejor capacitado, más apto, más saludable, con lo que esperamos que esto influya en una mayor exigencia al sistema educativo, la salud, etc.

De forma negativa podemos referirnos a que este proceso de dolarización ha incrementado el empobrecimiento social debido a que los salarios habían sido reducido a mas de la mitad. El prejuicio que sufrirían las exportaciones al no disponer de la devaluación para abaratar el precio de los productos locales; la sobredevaluación que se llevo a cabo ha resultado en un superávit en la cuenta corriente por lo que en este momento no es imposible evaluar hasta que punto las exportaciones ecuatorianas han perdido competitividad. Pero aun así los empresarios ecuatorianos han iniciado el experimento de las competencias de productos del exterior los que tienen precios en dólares mas baratos, esta inflación local ha hecho que muchos de los productores subieran el precio por encima del precio en países vecinos; debido a la importación los empresarios ecuatorianos se vieron en la obligación de de reducir sus precios, lo que nos hace ver que el efecto de la dolarización sin la protección de la devaluación ha sido inmediata sobre el comportamiento de muchos de los empresarios ecuatorianos.

Si bien esto no cae por su propio peso, el hecho de que exista la conciencia de esta nueva necesidad puede impulsar estos cambios tan fundamentales, pero para esto es necesario que los gobiernos que apliquen este esquema estén al tanto de estos requerimientos, si no puede pasar lo que pasa en Panamá, que a pesar de tener índices macroeconómicos excelentes, no ha traducido esto en desarrollo, apenas el 21% de los panameños alcanzan educación superior, y definitivamente no es eso lo que se busca, lo que se quiere es darle estabilidad Macroeconómica al país para que tenga un crecimiento sostenible y esto produzca desarrollo.

Bibliografía

http://www.iade.org.ar/esp/articulos/articulo%20175.html#C3 ??

Banco Mundial http://www.worldbank.org ??

Banco Central de Reserva de El Salvador http://www.bcr.gob.sv ??

Banco Central del Ecuador http://www.bce.fin.ec ??

Banco Central de la República de Argentina http://www.bcra.gov.ar ??

Superintendencia de Bancos, República de Panamá http://www.superbancos.gob.pa ??

http://www.dolarizacionecuador.com ??

http://www.ladolarizacion.com ??

Fondo Monetario Internacional http://www.imf.org ??

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina http://www.indec.mecon.gov.ar/default.htm ??

ANEXOS

Algunos conceptos referenciales:

En la sustitución de moneda los activos externos se utilizan como dinero, esencialmente como medio de pago y unidad de cuenta; esta sustitución suele presentarse en condiciones de inflación elevada o de hiperinflación cuando el alto costo de utilizar la moneda nacional en las transacciones lleva a que el público busque otras opciones disponibles.

Una vez que pasa a aceptarse la utilización de moneda extranjera en las transacciones, puede que ese uso no se abandone rápidamente. Es de señalar que el crecimiento de la dolarización en algunos países de América Latina y de Asia ha continuado y se ha acelerado en los últimos años incluso después de la estabilización de las condiciones.

La sustitución de activos se produce debido a consideraciones sobre riesgo y rendimiento de los activos nacionales y extranjeros. Históricamente, los activos expresados en moneda extranjera han ofrecido la oportunidad de protección contra los riesgos macroeconómicos, como la inestabilidad de los precios y las depresiones económicas prolongadas en muchos países en desarrollo. Incluso en condiciones de estabilidad coyuntural, los activos expresados en moneda extranjera pueden servir a esos fines si los residentes de un país consideran que hay una pequeña probabilidad de que vuelva la inflación.

Hay diferencias importantes entre dolarización extraoficial y plena dolarización, que presentan problemas de transición para los gobiernos que estudian dar el paso.

Con la plena dolarización, toda la deuda pública y privada se expresa en dólares, y tanto las cuentas públicas como las privadas tienen que convertirse en dólares de EE.UU. Para hacer la conversión, los países tienen que fijar el tipo de cambio al que se convertirán deudas, contratos y activos financieros en vigor.

Por último, la estabilidad que promete la dolarización es en sí misma relativa, pues el valor del dólar de EE.UU. como el de cualquier otra moneda fuerte que un país elija como suya fluctuará frente al conjunto de otras monedas ampliamente negociadas. En el período que ha seguido a Bretton Woods, las variaciones han sido a veces considerables.

Vamos ahora a mencionar algunas de las ventajas y desventajas más importantes de la dolarización:

La prima de riesgo.

Una ventaja inmediata que produce la eliminación del riesgo de devaluación es que reduce la prima de riesgo que paga el país sobre los empréstitos del exterior, y tanto el gobierno como los inversores privados pagarán tasas de interés más bajas. Con tasas de interés más bajas y mayor estabilidad de los movimientos internacionales de capital se reducen el costo del servicio de la deuda pública y se alienta que la inversión y el crecimiento económico sean más elevados. La magnitud de esta ventaja potencial es difícil de medir.

Señoreaje.

El país que adopta una moneda extranjera para que tenga curso legal sacrifica el derecho de señoreaje, es decir, las utilidades que percibe la autoridad monetaria por el derecho de emisión de moneda. El costo inmediato de perder ese derecho de emisión puede ser considerable y continúa con carácter anual. La dolarización afecta a dos tipos de pérdida de señoreaje. La primera es el costo inmediato sobre la masa de moneda pues, a medida que se introduce el dólar de EE.UU. y se retira de la circulación la moneda nacional, las autoridades monetarias bancos, devolviéndoles de hecho el señoreaje que se ha ido acumulando con el tiempo. Segundo, las autoridades monetarias pierden las utilidades del señoreaje futuro que produce la circulación de nueva moneda emitida cada año para satisfacer el incremento de la demanda de efectivo.

Los países que no dispongan de suficientes reservas sobre el exterior para comprar la moneda nacional y dolarizar, enfrentarían costos indirectos adicionales para poder efectuar la operación inicial de compra. Si el país carece de crédito para tomar en préstamo las reservas, se vería obligado a acumularlas mediante los correspondientes superávit de la balanza en cuenta corriente. El costo podría ser considerable en términos de inversión perdida si, como suele ocurrir en los países en desarrollo, la mejor política fuera aceptar un nivel sostenible de déficit en esa balanza.

Estados Unidos obtendría un mayor señoreaje con la dolarización de otros países. En consecuencia, se plantearía la cuestión de que las autoridades estadounidenses compartieran todo o parte de ese ingreso adicional por señoreaje con los países que adoptasen la moneda estadounidense.

Existe un precedente en los acuerdos suscritos entre Sudáfrica y otros tres estados que utilizan el rand (Lesotho, Namibia y Swazilandia).

Aunque Estados Unidos no ha suscrito ningún acuerdo con Panamá ni con ninguna otra economía legalmente dolarizada, en el Senado de Estados Unidos se han presentado algunas propuestas que prevén legislar el reembolso del señoreaje.

Estabilidad.

Por importantes que sean los márgenes de riesgo y el señoreaje, puede que la dolarización ofrezca ventajas que, si bien no serán observables de inmediato, quizás lo sean a más largo plazo. Además de elevar el costo de los empréstitos para los países en desarrollo, las crisis monetarias perturban gravemente la economía de un país.

La dolarización no elimina el riesgo de una crisis externa, pues los inversores podrían huir debido a deficiencias en la posición fiscal del país o a la debilidad del sistema financiero. Este tipo de crisis de la deuda puede ser tan perjudicial como cualquier otro y, de hecho, Panamá ha sufrido más de una.

Con todo, la dolarización ofrece la promesa de que el sentir del mercado sea más estable, pues eliminándose el riesgo cambiario se tiende a limitar la incidencia y la magnitud de las crisis y los casos de contagio. Además, las grandes oscilaciones de las corrientes internacionales de capital causan fuertes fluctuaciones del ciclo

Económico en las economías con mercado emergente incluso en ausencia de una crisis de la balanza de pagos.

 

 

Autora:

Gleydis Vázquez Barrios

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