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Martí: Homenaje al 122 aniversario de la caída en combate

Enviado por Elena Acosta


  1. De las efemérides?
  2. El amigo de Martí?.
  3. Homenajes Mambises
  4. Homenajes de la Prensa Independentista
  5. Homenajes de los Jefes Mambises
  6. Sobre los oficios de la alabanza
  7. El Partido Revolucionario Cubano
  8. El tabaco
  9. Fuentes

Boletín Homenaje al 122 aniversario d la caída en combate del más universal de los cubanos

Varadero, mayo de 2017

¨Año 59 de la Revolución¨

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De las efemérides…

MAYO.

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1º, 1889 – Día Internacional de los Trabajadores: Fue en 1889 que el primero de mayo se declaró Día Internacional de los Trabajadores en recordación a los mártires de Chicago, obreros de Estados Unidos que osaron reclamar mejoras para sus condiciones de vida y laborales en las postrimerías del siglo XIX. Sin embargo, es ese país el único del mundo en que el primero de mayo no se celebra como día especial de los trabajadores. En Cuba, la fecha es jornada de asueto, y celebración con un desfile tradicional en la mañana frente a la Plaza de la Revolución. Cada año, en la Habana, la gente no espera a que salga el sol, y por miles salen de sus casas para reunirse en diferentes puntos, desde donde parten hacia el desfile. En todos los municipios del país la gente también retumba las calles no para reclamar reformas, sino para afirmar su compromiso con el socialismo cubano

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1959 – Asiste Fidel a la reunión de los 21: La "Reunión de los 21" fue celebrada en Buenos Aires, Argentina, en un intento de integración económica auspiciado por los diferentes gobiernos del continente. En la "Reunión de los 21" Fidel expresó los objetivos que se proponía alcanzar en aquellos instantes nuestra Revolución, entre los cuales se contaba el estrechamiento de los lazos económicos con el resto de los países latinoamericanos, conforme propugnara siempre José Martí

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9, 1920 – Nace Celia Sánchez Manduley: Latido perenne en el quehacer incesante de nuestro pueblo, revolucionaria cabal, "la fibra más íntima y querida de la Revolución Cubana", como la definiera con exactitud Armando Hart, Celia Sánchez, nuestra Celia, nace en esta fecha en Media Luna, actual provincia de Granma. Martiana ferviente, de alma y de acción. Lleva junto a su padre al Pico Turquino, cimero lugar de la geografía cubana el 19 de Mayo de 1953, el busto de nuestro Héroe Nacional para perpetuar su memoria. Su pensamiento está grabado en una placa de bronce, sobre piedra, en la base del busto: "Escasos, como los montes, son los hombres que saben mirar desde ellos y sienten con entrañas de nación o humanidad¨. Combatiente del llano y de la Sierra, atenta a los sonidos de la tierra, de la gente de pueblo en la etapa del triunfo y de la edificación, continúa viva, reclamando su lugar con dulzura, confianza y lealtad hacia Cuba y Fidel.

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11, 1873 – Cae en combate Ignacio Agramonte

Camagüeyano insigne, de postura independentista, Ignacio Agramonte Loynaz tuvo un rápido e impetuoso ascenso político que declinó para asumir la vida militar, con el grado de Mayor General, y enardeció el territorio de Camagüey con importantes acciones donde sobresale el Rescate a Sanguily. En el instante de su caída heroica en Jimaguayú, maduraba la idea de una expedición hacia el occidente. Para Martí, Agramonte fue "un diamante con alma de beso". Para otro grande de la patria, el Generalísimo Máximo Gómez, con la muerte del Mayor "Cuba perdió a uno de sus más esforzados hijos y el Ejército a uno de sus más entendidos y valientes soldados".

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15, 1955 – Excarcelación de los moncadistas: Bajo fuerte presión popular el tirano Batista se ve forzado a declarar amnistía en favor de los asaltantes al Moncada, encarcelados en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, lo cual constituyó, sin lugar a dudas, la primera gran victoria del pueblo cubano contra el régimen de oprobios. Los jóvenes que no dejaron morir al Apóstol en el año de su centenario tenían ante sí otro derrotero: nuclear al pueblo y llevarlo hasta la victoria definitiva.

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17, 1959 – Ley de la Reforma Agraria: En el sitio inexpugnable de La Plata, en la Sierra Maestra, donde estuvo enclavada la Comandancia del Ejército Rebelde bajo la jefatura de Fidel Castro, se firma la Ley de Reforma Agraria, la cual fuera anunciada por el líder de la Revolución y aparecía como la segunda ley revolucionaria en su alegato La Historia me absolverá, en el sumario de la Causa 37 de 1953 radicada en la Audiencia de Santiago de Cuba. El antecedente más cercano a la Ley de Reforma Agraria lo fue la Ley Número 3 sobre el Derecho de los Campesinos a la Tierra, dictada en octubre de 1958 por el alto mando del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. En ella favorecían con la propiedad a los que cultivaban la tierra del Estado, o a los aparceros, arrendatarios, precaristas y colonos que cultivaban tierras privadas hasta cinco caballerías de extensión.

18, 1895 – Carta inconclusa de Martí a Mercado, en Dos Ríos: En esta fecha Martí escribe a su hermano mexicano, Manuel Mercado: "Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi patria y por mi deber…". La carta quedará inconclusa por la llegada del general Bartolomé Masó al campamento con trescientos jinetes. Pero en ella se reafirma el peligro que siempre vislumbró el Apóstol en el poderoso vecino del Norte. La injerencia de Estados Unidos impidió el triunfo de la contienda emancipadora cubana y cayó con fuerza sobre las tierras de América. Sólo después de cinco décadas una generación inspirada en su ejemplo, rompió todas las ataduras y conquistó la victoria definitiva.

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19, 1895 – Cae en Dos Ríos José Martí: En el campamento están Máximo Gómez, José Martí y Bartolomé Masó. Discuten planes futuros y la quietud es quebrada por tiros de una columna española en los llanos de Dos Ríos. "A los caballos, a vadear el Contramaestre y ganar el terreno donde la batalla no sea desigual" es la orden mambisa. Aunque Gómez ha pedido al Apóstol quedarse detrás, al resguardo, este se lanza al combate y cae, cara al cielo, del lado de la vida. No hay muerte para él, porque nadie como él, en este lado del mundo, en el siglo XIX, tuvo tal sentido de pertenencia latinoamericana y de pensamiento universal; por eso puede entrar vivo y vigente como ningún otro en el diálogo de las ideas en el mundo actual.

19, 1958 – Mártires del 19 de mayo: Asesinados o desaparecidos, no dieron más alternativas. Así actuaban los verdugos que sostenían el régimen nefasto del 10 de marzo. Y el ensañamiento ocurría un 19 de mayo, aniversario de la caída del Apóstol José Martí. Oscar Lucero, Jesús de la Cruz Zumaquero, Alberto Rodríguez Sarría, Gregorio Arlés Mañalich, jóvenes que enfrentaron, en desigual combate, a la gavilla de asesinos para que la patria se irguiera íntegra y firme.

Multitudes se congregan en la Habana para ver la bandera cubana izada en el castillo del Morro.

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20, 1902 – Nace la República de Cuba: El 20 de mayo de 1902, la República de Cuba surge lastrada en su soberanía por la interesada mediación del naciente imperialismo norteamericano. El peligro avizorado por José Martí pasa a ser realidad. Como escribió Máximo Gómez en su diario de campaña, los americanos amargaron, con su tutela impuesta por la fuerza, "la alegría de los cubanos vencedores y no supieron endulzar la pena de los vencidos". Nuevos mambises, con Fidel al frente, continuaron la obra iniciada por el Ejército Libertador desde 1868 para que, en 1959, se hiciera realidad la República con todos y para el bien de todos que soñó José Martí.

21, 1882 – Nombran a Maceo juez en tribunal de guerra: Este día el gobierno de Honduras nombra al General Antonio Maceo, Juez Suplente del Tribunal de Guerra de ese país. Maceo residió en Honduras y estuvo incorporado al Estado Mayor General del Ejército, desempeñando además la comandancia militar de Tegucigalpa. Pocas semanas después y en premio a su exitosa gestión dentro de las filas del ejército hondureño, Antonio Maceo sería nombrado comandante de dos puertos hondureños.

21, 1953 – Situado el busto de José Martí en el pico Turquino: La obra de la escultora Jilma Madera fue colocada en la cresta de la montaña más alta de Cuba, por un grupo de la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario Martiano y los del Instituto Cubano de Arqueología, representados por el doctor Manuel Sánchez Silveira y su hija Celia Sánchez, más tarde heroína de la Revolución.

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22, 1903 – Firma del Tratado Permanente en La Habana: Como única forma de terminar la ocupación militar de Estados Unidos se exigió la firma del Tratado Permanente que reproducía los siete primeros artículos del Apéndice Constitucional, Enmienda Platt, rematando de esa forma las cadenas que se nos imponían por la voluntad suprema de las armas. El Tratado Permanente, que señalaba cómo serían las relaciones entre Cuba y Estados Unidos al cese de la ocupación militar, fue firmado en esta fecha por duplicado, en español y en inglés, por los delegados plenipotenciarios de ambos países.

Presidente de los Estados Unidos James Polk.

24, 1959 – Reforma de la enseñanza: En el resumen del acto ofrecido por el Colegio de Doctores en Ciencias y en Filosofía y Letras, el máximo líder, Fidel Castro, se refiere de nuevo a la reforma de la enseñanza, esbozada en el alegato "La Historia me absolverá". Hacia el final del año sería aprobada por el Consejo de Ministros la primera reforma integral de la enseñanza, la Ley número 680 de 1959, que establecía un sistema nacional de educación integrado por seis grados de primaria, tres de secundaria básica, tres de secundaria superior y el nivel universitario, además del año de la educación preescolar.

25, 1903 – Muere José (Mayía) Rodríguez: Con sólo 19 años, José (Mayía) Rodríguez se incorporó a la gesta del 68 bajo las órdenes de Donato Mármol, Luis Marcano y Máximo Gómez. Junto al Generalísimo peleó en los combates de La Indiana, Las Guásimas y La Estacada, y fue ascendido a comandante-jefe del Regimiento Santiago. En el Contingente de Antonio Maceo combate en Camagüey y fue gravemente herido en la rótula, que le quedó rígida de por vida. En la tregua rígida impuesta hasta 1895 sufrió prisión y fue deportado a España. En la Guerra Necesaria, en representación de Gómez, firmó junto a Martí y Enrique Collazo la orden de alzamiento. A la muerte de Maceo fue nombrado jefe del Departamento Militar de Occidente. Al terminar la contienda vivió con penuria en una casa prestada y murió de tuberculosis.

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27, 1987 – Declarado el Cementerio Cristóbal Colón, Monumento Nacional: Situado en la barriada de El Vedado, se ubica dentro del enclave urbanístico con el desarrollo de la capital cubana, y el mismo desarrollo propició la creación de verdaderas obras de arte en panteones monumentarios y provistos de esculturas en los que abundan mármoles y artistas europeos de fama reconocida, al lado de otros tantos nacionales. Conocido internacionalmente por sus notables valores históricos, artísticos y arquitectónicos, el Cementerio Cristóbal Colón, obra del español Calixto de Loira, constituye hoy día uno de los tesoros del arte funerario más importantes del mundo.

29, 1877 – Martí en la Universidad de Guatemala: Martí está en Guatemala y la ha conquistado: las casas de las familias de más renombre están abiertas para él, a pesar de que había expresado, pesaroso: "Vengo a ahogar mi dolor por no estar luchando en los campos de mi patria, en los consuelos de un trabajo honrado, y en las preparaciones para un combate vigoroso". El, ciertamente, no esperaba tanto. Pero se entrega abierto, franco, cordial, sencillo, a todos los que le profesan amor, como José María Izaguirre y el general García Granados. Se convierte en profesor en la Escuela Normal, en la Academia de Niñas de Centro América, y en esta fecha, es nombrado catedrático de Literatura Francesa, Inglesa, Italiana y Alemana, así como de Historia de la Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guatemala.

El amigo de Martí….

Manuel Antonio Mercado y de la Paz (1838-1909). Nació en La Piedad de Cabadas, Michoacán, México, el 28 de enero de 1838 y murió en Ciudad México, el 9 de junio de 1909. En 1861 termina la carrera de Licenciado en Leyes en la capital de México y retorna a su ciudad natal, donde más tarde se le confiere el cargo de Oficial Mayor de la Secretaría de Gobierno del Estado, y es posteriormente elegido diputado al Congreso de la Unión en representación de dicho Estado. Desempeñó con extrema pulcritud diversos cargos en los Tribunales de Justicia y en el gobierno. En 1882 fue nombrado por el Presidente de la República como Subsecretario de Gobernación, cargo que mantuvo durante largos años; además fue Vicepresidente de la Academia Mexicana de Jurisprudencia, Secretario del Colegio Nacional de Abogados y Secretario del Gobierno del Distrito Federal. Fue, según sus contemporáneos, hombre humano, bondadoso y afable. A comienzos de 1875, al arribar José Martí a México, Mercado residía en la casa contigua a la de don Mariano Martí, padre del héroe, por lo que pronto se conocen y comienza así una amistad que perduraría toda la vida. Lo ayudó en muy difíciles situaciones y fue su más fiel e íntimo confidente. Más de 140 cartas avalan esto puesto que le escribió a Mercado desde los diferentes países donde residió y en sus misivas trató desde cuestiones personales de índole familiar hasta consideraciones de tipo político e incluso criterios sobre los países donde vivió y personas con que se relacionó.

Las cartas de Martí a Mercado, con excepción de la última que comenzó a escribirla el 18 de mayo de 1895 y que quedó inconclusa por producirse su muerte al día siguiente y que resultó ocupada por las autoridades españolas, permanecieron en el anonimato durante muchos años pues fueron celosamente guardadas por Manuel Mercado. No es hasta 1946 que las cartas fueron publicadas por primera vez por la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando Alfonso Mercado, hijo de Manuel Mercado, dio a conocer 129 misivas conservadas amorosamente por él y sus hermanos, por lo que, gracias a ello, se han conocido valiosísimos aspectos de la vida y el pensamiento del héroe cubano.

Homenajes Mambises

Poco conocidos e incluso, algunos desconocidos resultan los homenajes mambises a José Martí. Aquellos que en su memoria rindieron los hombres que bajo su influjo libertario, combatían desde las filas del Ejército Libertador el yugo español y que contribuyeron a reforzar el patriotismo entre sus filas. Un acto de justicia es reconocer, aquel que brindó el propio 19 de mayo su vida durante el transcurso del combate en Dos Ríos, ese ejemplo de lealtad que compulsó a los combatientes a tratar de rescatar el cuerpo del Apóstol y que condujo al propio General en Jefe a actuar como un soldado más frente a las balas enemigas; Juan Francisco Blanco (Bellito) Teniente Coronel de las filas insurrectas, quien recibe en esta intrépida acción una herida mortal de la cual no pudo recuperarse jamás, ocasionándole la muerte días después. Nueve días antes escribía en su diario Martí, de este hombre:"

… el coronel Bellito de Jiguaní (…) lo adivino leal, de ojo claro de asalto, valiente en hacer y en decir…".

Leal hasta ofrendar su vida fue Bellito, y ese ejemplo del veterano combatiente de la Guerra Grande, fue tal vez, el primer homenaje mambí a José Martí, tras su caída en combate.Fue Vuelta Grande -campamento insurrecto- testigo excepcional del recogimiento en esa noche, hecho que se condensa en las anotaciones del General Gómez, cuando anota en su diario:

"…ya nos falta el mejor de los compañeros y el alma podemos decir del levantamiento"

En tanto la Revolución crecía en Cuba su empuje y fuerza, grupos de expedicionarios se preparaban para incorporarse a la contienda insurrecta; en Key Pine, en la Florida, tras largos días de espera se concreta el 18 de julio de 1895 a las 06:00 horas la salida de una de las expediciones más exitosas de la guerra, la que desembarca en suelo cubano por Tunas de Zaza, Santi Spíritus el 24 de julio de 1895, trayendo consigo un gran alijo de armas, hombres y pertrechos de guerra. Poco conocido resulta el hecho de que esta expedición fue bautizada con el nombre de José Martí, por los propios expedicionarios en homenaje al mártir de Dos Ríos.

Casi desconocido resulta el hecho que en el taller "Mayarí", enclavado en el Escambray fueron fundidos cañones de bronce, recibiendo el primero de estos el nombre de "Martí" por decisión de sus constructores, como homenaje al Apóstol. El General Gómez conoció de su existencia, en comunicación enviada por el coronel Antonio Llano y fechada el 19 de abril de 1897.

El Ejército Libertador en su composición orgánica, denominaba con nombres a los Regimientos que conformaban las brigadas, aspecto desde el cual se rindió homenaje a José Martí; dos Regimientos, uno de infantería, y otro de caballería recibieron su nombre, llevándolo con honor durante toda la guerra.

El Regimiento de Infantería Martí perteneció a la primera Brigada de la tercera División del Segundo Cuerpo del Ejército Libertador y el Regimiento de Caballería Martí perteneció a la Primera Brigada de la Primera División del Cuarto Cuerpo del Ejercito Libertador. Este Regimiento de Caballería, acumuló sobrados méritos en la campaña libertaria y bajo las órdenes del General en Jefe, participó en la Invasión a Occidente, la Campaña de la Lanzadera y la Campaña de la Reforma, poniendo en alto el nombre del héroe de la Independencia cubana.

Homenajes de la Prensa Independentista

Desde la prensa mambisa, vehículo indispensable en la labor ideológica, también se le rindió sentido tributo al mártir de Dos Ríos, de la pluma de Fermín Valdés Domínguez, hermano del alma de Martí, salió el artículo Con el Corazón, publicado en el número del 10 de mayo de1896, según refiere el propio Fermín en su diario:

"El Cubano Libre dedica su número del 19 del presente (Mayo) a José Martí. Aparecen en dicho número más de dos artículos, de Corona el uno y otro de Tirado que se firma Demajagua, el que escribió Loynaz y mis notas"

El mencionado Corona, es el destacado periodista santiaguero Mario Corona Ferrer, quien dirigió El Cubano Libre durante toda la guerra. El artículo de Loynaz del Castillo a que hace referencia, es el titulado "En Dos Ríos", donde el autor refiere su visita a este lugar, el 19 de Mayo de 1896, por lo que se infiere que el número del Cubano Libre, aunque está fechado el 19 de Mayo, se emitió días después. Las notas a las que se refiere Valdez Domínguez, aparecieron con el título "Martí Notas de Diario".

El 30 de noviembre de 1896 aparece otro artículo titulado "Martí" de la autoría de Serafín Sánchez Valdivia quien fungía como Inspector General del Ejército Libertador y encontrándose en Oriente, visita Dos Ríos, en el final del artículo reza: "Al desplomarse en Dos Ríos aquel hombre inmaculado, atleta del patriotismo, acaso llego hasta él, como el último adolorido eco de su patria, el juramento, sin ira de una hermosa venganza por la que llegue a Cuba a ser "por su heroísmo y sus dolores, una República", como Martí nos prometía en que funden su hogar seguro el honor y el bienestar de los hombres"

Emotivo y hermoso artículo publica El Cubano Libre, el 20 de julio de 1896, bajo la firma del Mayor General Máximo Gómez, Titulado "El General Gómez y sus recuerdos" donde rinde homenaje a José Martí y a José Maceo, ambos caídos en combate.

Con "Monumento y Altar", Valdés Domínguez, rinde nuevamente tributo al Maestro desde las páginas de El Cubano Libre y reseña uno de los momentos más simbólicos del homenaje mambí a la figura del "Maestro" en todo el desarrollo de la guerra, la construcción en Dos Ríos, en el exacto lugar de su caída, de un monumento de piedra que perpetuara su memoria y señalizara para la posteridad el lugar de su caída en combate. De la mano de este artículo asistimos al descubrimiento de otros actos de veneración mambisa al Apóstol, en los esfuerzos por conservar para el futuro el lugar exacto de su caída.

Durante la campaña libertadora este lugar se convirtió, en punto de obligada peregrinación para muchos combatientes del mambisado heroico, su ubicación exacta se debió en primer lugar al capitán José Rosalío Pacheco, prefecto de Dos Ríos , el mismo del que Martí había escrito en su diario:

",,, El hombre fornido, y viril, de trabajo rudo, y bello mozo, con el rostro blanco ya rugoso, y barba negra corrida…"

(…)Rosalío va y viene, trayendo recados, leche, cubiertos, platos ya es perfecto de Dos Ríos…"

En confesión a Loynaz del Castillo, Rosalío Pacheco le describe como tras el combate fue al campo de batalla y ubicó el sitio exacto donde cayera el cuerpo de Martí, lo que definió por el rastro de sangre que había quedado tras el combate. En su memoria Loynaz escribe ",,, no había posibilidad de duda, en todo el campo de combate, no había otro charco de sangre, ni podía haberlo porque fue solo Martí el único muerto; ningún herido dejó ni podía dejar, ningún rastro de sangre. El coronel Bello- Bellito- apasionado de Martí herido y retirado inmediatamente, y de resultas se pasmó y murió, Aquí permaneció Martí, tendido en tierra desangrándose, hasta que terminado el combate fue recogido por los españoles."

En ese momento el capitán Rosalío Pacheco, con su cuchillo, recoge la sangre ya coagulada de Martí mezclada con la tierra amada, guardándola en un pomo. Las huellas dejadas por el cuchillo del perfecto marcaron de manera indeleble el lugar exacto donde cayera el Apóstol y fueron mostradas por este a Loynaz el 10 de octubre de 1895, cuando este último visitara el lugar. La visita al sagrado lugar no tenía tan solo una decisión personal, motivada por la admiración que sentía por éste, era portador en esta visita de un encargo de Cisneros Betancourt – Presidente de la República en Armas – de determinar exactamente -con información local- el lugar donde había caído Martí y enterrar allí, dentro de una botella, un acta que hiciera constar oficialmente, para asegurar a la posteridad, el lugar exacto donde levantar el merecido monumento a su memoria.

Homenajes de los Jefes Mambises

A la altura del mes de Agosto de 1896, en el segundo encuentro producido entre Máximo Gómez y Calixto García tiene lugar uno de los más sentidos homenajes a Martí, en el todas las fuerzas que participan son de caballería, siendo encabezada por los más descollantes jefes mambises que se encontraban en el territorio, entre los que podemos mencionar al Mayor General Máximo Gómez, General en Jefe del Ejército Libertador, el Mayor General Calixto García, Jefe del departamento Oriental y los generales Agustín Cebreco, Periquito Pérez, Rogelio Castillo y Enrique Collazo, además el Coronel Valdés Domínguez y otro importante grupo de jefes, oficiales y combatientes, hasta 300 jinetes aproximadamente. De este homenaje refiere Gómez en su diario:

"… Por la tarde visitó a Boca de Dos Ríos, al punto donde cayó José Martí. Allí mismo levantamos un mausoleo a piedra viva, El acto fue solemnísimo."Aníbal Escalante testimonia que desde la salida del campamento de Vuelta Grande en dirección a Dos Ríos la columna estaba organizada como sigue:

"… A la escolta de la comitiva iba el General García, con su Jefe el Teniente Coronel Cutiño Zamora, y a continuación, el Escuadrón de Caballería que integraba la del General en Jefe; luego marchaban en grupos informales los Estados Mayores de ambos jefes, y cerrando la marcha de la columna, un Escuadrón de caballería al mando del comandante Francisco Diéguez…"

Según el mismo testimonio la mayoría de los participantes desconocían el objetivo de aquella marcha, por lo que le sorprendió la orden de tomar una piedra en la rivera del rió Contramaestre; el trayecto se efectuó en gran silencio, interrumpido solo de vez en vez por la voz del General en Jefe quien relataba los sucesos relativos al 19 de Mayo del 95. Una vez en el lugar todas las fuerzas desfilaron frente al sitio que marcaba la caída del Apóstol y cada hombre fue dejando su piedra, al respecto Valdez Domínguez nos refiere:

"Casi todos formaron de dos en fondo y el general y algunos más echamos pie a tierra. Las piedras que se habían depositado al ir desfilando -cerca del lugar designado de antemano- las acercamos y algunos números la colocaron formando un cuadrilongo de Oriente a Occidente, quedando al frente, en donde se aseguró la cruz de madera "de cara al sol " como en aquel momento recordó oportunamente el General Gómez que Martí quería morir. Pronto se terminó el respetuoso trabajo de levantar el rústico monumento de piedras que simbolizaban las lágrimas y las patrióticas protestas de los cubanos congregados por el compañero y amigo del Maestro."

Concluido el sencillo monumento habló Gómez en nombre de todo el Ejército Libertador y Valdez Domínguez en su condición de amigo entrañable del "Maestro", retomando nuevamente la palabra, para excusarse, como si él lo necesitase, de no haber podido rescatar su cadáver:

"Quise llegar hasta el lugar en donde había caído, pero me envolvían las descargas del enemigo y he aquí de mi pena al no poder rescatar el cadáver de mi amigo, de mi hermano, de mi compañero queridísimo"

Desde entonces, durante toda la guerra y varios años después una rústica pirámide de piedras, lisas por la erosión del Contramaestre, se destacó en el paisaje de Dos Ríos, señalando el lugar de la caída en combate de José Martí, para Cuba y la historia.

Todos estos homenajes rendidos a José Martí en el transcurso de la guerra, contribuyeron a mantener vivo su ejemplo en las filas del Ejército Libertador así como su ideal independentista.

Un último homenaje rindieron sus compañeros de armas al Apóstol cuando años después, exactamente el 24 de febrero de 1907, al realizarse el tercer enterramiento de sus restos – el primero hecho por cubanos- asisten a la ceremonia un numeroso grupo de veteranos del Ejército Libertador, pronunciando el General Rafael Portuondo Tamayo un sentido discurso y rindiéndosele honores de Mayor General muerto en campaña, como le correspondía.[1]

Continuará….

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¨En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos sus libertades, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.¨

¨Otros propagarán vicios, o los disimularán: a nosotros nos gusta propagar las virtudes. Por lo que se oye y se ve entra en el corazón la confianza o la desconfianza…¨

José Martí. EL ALMA CUBANA, Patria, 30 de abril de 1892

Sobre los oficios de la alabanza

 La generosidad congrega a los hombres, y la aspereza los aparta. El elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta del elogio oportuno lo desanima. Sólo el corazón heroico puede prescindir de la aprobación humana; y la falta de aprobación mina el mismo corazón heroico. El velero de mejor maderamen cubre más millas cuando lleva el viento con las velas que cuando lo lleva contra las velas. Fue suave el yugo de Jesús, que juntó a los hombres. La adulación es vil, y es necesaria la alabanza.

La alabanza justa regocija al hombre bueno, y molesta al envidioso. La alabanza injusta daña a quien la recibe: daña más a quien la hace.

La alabanza excesiva repugna con razón al ánimo viril. Los que desean toda la alabanza para sí, se enojan de ver repartida la alabanza entre los demás. El vicio tiene tantos cómplices en el mundo, que es necesario que tenga algunos cómplices la virtud. Se puede ser, y se debe ser cómplice de la virtud. Al corazón se le han de poner alas, no anclas. Una manera de arrogancia es la falsa modestia, a la que pasa como a los sátiros cansados, que siempre están hablando de las ninfas. Desconfíese de quien tiene la modestia en los labios, porque ése tiene la soberbia en el corazón.

La alabanza al poderoso puede ser mesurada, aun cuando el mérito del poderoso justifique el elogio extremo, porque la justicia no venga a parecer solicitud. A quien todo el mundo alaba, se puede dejar de alabar; que de turiferarios está lleno el mundo, y no hay como tener autoridad o riqueza para que la tierra en torno se cubra de rodillas. Pero es cobarde quien ve el mérito humilde, y no lo alaba. Y se ha de ser abundante, por la ley de equilibrio, en aquello en que los demás son escasos. A puerta sorda hay que dar martillazo mayor, y en el mundo hay aún puertas sordas. Cesen los soberbios, y cesará la necesidad de levantar a los humildes.

Tiene el poder del mundo, aun cuando no es más que sombra del poder pasado o del que viene, el estímulo constante del reconocimiento de cuantos temen la soledad, o gustan de la alta compañía, o se sienten el ánimo segundón, o van buscando arrimo. El que en el silencio del mundo ve encendidas a solas la luz de su corazón, o la apaga colérico, y se queda el mundo a oscuras, o abre sus puertas a quien le conoce la claridad, y sigue con él camino.

El corazón se agria cuando no se le reconoce a tiempo la virtud. El corazón virtuoso se enciende con el reconocimiento, y se apaga sin él. O muda o muere. Y a los corazones virtuosos, ni hay que hacerlos mudar, ni que dejarlos morir. El mundo es torre, y hay que irle poniendo piedras: otros, los hombres negativos, prefieren echarlas abajo. Es loable la censura de la alabanza interesada. Cuando consuela a los tristes, cuando proclama el mérito desconocido, cuando levanta el ejemplo ante los flojos y los descorazonados, cuando sujeta a los hombres en la vida de la virtud, lo loable es la alabanza.

Y cuando a un pueblo se le niegan las condiciones de carácter que necesita para la conquista y el mantenimiento de la libertad, es obra de política y de justicia la alabanza por donde se revelan, donde más se las niega, o donde menos se las sospecha, sus condiciones de carácter.

José Martí

El Partido Revolucionario Cubano 

(José Martí, Patria, 3 de abril de 1892)

Los partidos suelen nacer, en momentos propicios, ya de una mesa de medias voluntades, aprovechada por un astuto aventurero, ya de un cónclave de intereses más arrastrados y regañones que espontáneos y unánimes, ya de un pecho encendido que inflama en pasión volátil a un gentío apagadizo, ya de la terca ambición de un hombre hecho a la lisonja y complicidad por donde se asegura el mando.

Puede ser un partido mera hoja de papel, que la fe escribe, y con sus manos invisibles borra el desamor. Puede ser la obra ardiente y precipitada de un veedor que en el ansia confusa del peligro patrio, congrega las huestes juradas, en su corazón flojo, al estéril cansancio.

Pero el Partido Revolucionario Cubano, nacido con responsabilidades sumas en los instantes de descomposición del país, no surgió en la vehemencia pasajera, ni del deseo vociferador e incapaz, ni de la ambición temible; sino del empuje de un pueblo aleccionado, que por el mismo Partido proclama, antes de la República, su redención de los vicios que afean al nacer la vida republicana. Nació uno, de todas partes a la vez. Y erraría, de afuera o de adentro, quien lo creyese extinguible o deleznable. Lo que un grupo ambiciona, cae. Perdura, lo que un pueblo quiere.

El Partido Revolucionario Cubano, es el pueblo cubano.

Su continuidad histórica, la vigencia de este Partido único y representante de nuestra Patria libre y unitaria por la que luchó y dio su vida está en el Partido Comunista de Cuba, continuador de su legado

Sabías qué:

EL DIABLO COJUELO se imprimió en La Habana, en la Imprenta y Librería El Iris, Obispo 20 y 22, el 19 de enero de 1869; es decir, en la época de libertad de prensa, establecida por decreto de 9 de enero de 1869 por el capitán general español Domingo Dulce y Garay, quien había sustituido, días antes, a Francisco Lersundi.

Según Fermín Valdés Domínguez que publicó el citado periódico, de El Diablo Cojuelo se tiró un solo número, cuyo fondo y algún suelto eran de Martí; "lo otro es del doctor Joaquín Núñez de Castro, Antonio Carrillo y O"Farrill y mío".

De La Patria Libre, donde salió Abdala y donde escribieron también, según Valdés Domínguez, el poeta, educador y patriota Rafael María Mendive y el viejo Cristóbal Madan, se tiró igualmente un solo número, en la misma imprenta arriba mencionada y en el mismo mes y el mismo año.

El tabaco

Anda ahora en la rueda de los diarios norteamericanos un artículo en que el general Chingman, de la Nueva Carolina, cuenta maravillas de las virtudes médicas de la hoja del tabaco. El artículo se publicó en un periódico que se llama "Salud y Hogar", y como no es el caso de un charlatán que quiere recomendar su panacea, sino de un hombre experimentado y agradecido que quiere popularizar un remedio simple, se han tomado en cuenta, por los médicos mismos, las declaraciones de Chingman.

Lo primero que vio hace cincuenta años fue cómo un compañero curaba con jugo de tabaco los ojos inflamados de su caballo de labor. Y luego, en tierras donde se padece mucho de irritación en los párpados, ha visto que se curaba la gente de ella, con extraña facilidad, con sólo dormir una sola noche, a veces, con los párpados cubiertos por una hoja de tabaco húmeda.

Lo que importa más que esto, por lo peligroso del padecimiento del que trata, es la cura que el general cuenta que hizo en sí propio con la hoja, de una severa erisipela en la cabeza. Lo vio su médico, y se quedó asombrado: ningún médico, le dijo, hubiera podido curar a usted antes de tres semanas. Otra vez, dice que sufría mucho de un ataque de ciática: se puso hojas de tabaco húmedas sobre la cadera, y desapareció el dolor.

Para los endurecimientos de los pies, dice el general, a quien se le endurecieron mucho en las batallas, que la hoja de tabaco convierte en suave llanura una cordillera de montañas.

Se le abrió una vez el tobillo, como diría la gente llana, y curó la luxación con la hoja del tabaco, humedecida siempre.

Pero el caso más notable de todos los que el general Chingman refiere es el de la cura, por la virtud de la hoja, de una herida de bala que recibió debajo de la rodilla, y le cortó músculo y nervios. "En aquellos días, dice, varios amigos míos habían muerto de la fiebre secundaria que seguía a sus heridas. Al poco tiempo empezó mi pierna izquierda a hincharse y a latirme, para calmar lo cual los cirujanos me dijeron que debía envolverla en paños húmedos. Se escandalizaron porque les dije que lo que me iba a poner era tabaco. Envolví bien la herida en hojas de éste, que mantenía en humedad por los paños mojados que les puse encima. A las dos horas ya no me latía la pierna ni sentía el calor quemante que había sentido en ella hasta entonces, y pude descansar como desde hacía tiempo no descansaba. Siga, siga con el tabaco, me dijeron al día siguiente los médicos cuando me vinieron a ver. Y aunque tardé algunos meses en ponerme en pie, jamás sentí dolor ni fiebre a consecuencia de la inflamación de la herida. Estoy seguro de que si se aplicara siempre el tabaco a las heridas externas, ninguna de ellas se inflamaría nunca bastante para que causase malestar el herido."

José Martí, ("La América", Nueva York, junio de 1884)

Fuentes

Inicio

http://marti.cubasi.cu/centro.htm

http://ecured/Sociedad_Cultural_Jos%C3%A9_Mart%C3%AD

http://ecured/Biblioteca_Nacional_Jos%C3%A9_Mart%C3%AD

http://ecured/Casa_Museo_Jos%C3%A9_Mart%C3%AD

http://cubaperiodistas.cu/

http://www.corodebabel.com.ar/Literatura-Iberoamericana/marti-y-la-literatura.html

http://www.cervantesvirtual.com/FichaAutor.html?Ref=274

Vitier, Cintio: Temas martianos (Segunda serie). La Habana: Centro de Estudios Martianos, 1982.

 

 

Autor:

Elena Acosta

edu.rededu.red

Centro de Capacitación Territorial

"José Smith Comas"

MINTUR – Matanzas

edu.red

Edición y Redacción: MsC. Elena de la C. Acosta Cuéllar

Dpto. de Ciencia y Cultura. Centro de Capacitación Territorial del Ministerio del Turismo ?José Smith Comas? – Matanzas

[1] http://www.cmkc.cu/Marti/InfMarti/Mart%C3%AD%203.html