- Resumen
- Introducción
- Acerca de la Frontera
- Contribuciones historiográficas: diferentes miradas
- La tierra
- El Contrabando
- El Caudillismo
- Guerra Civil
- Conclusión
- Bibliografía citada y consultada
Resumen
El presente trabajo intenta un acercamiento a una historia regional, más precisamente la zona de frontera entre los actuales países de Uruguay y Brasil, vista desde diferentes miradas historiográficas, uruguayas y brasileñas. Se plantea la coyuntura aproximada 1828 – 1836, aunque partiendo de la certeza de la imposibilidad de realizar "recortes" temporales exactos, y tomando estas fechas sólo como punto de referencia.
Se busca, en este contexto, analizar algunas de las constantes históricas, recurrentes, trabajadas por los diferentes historiadores: la tierra, el contrabando, el caudillismo, la guerra.
Palabras Clave: Región , frontera, constantes históricas
Como docente de historia, dedicada a la labor con estudiantes de Enseñanza Media, una de las preocupaciones fundamentales se centra en qué historia enseñar. Una de las finalidades más aceptadas de la enseñanza de la historia en la educación formal es la conformación de la "identidad nacional". Para ello, generalmente se recurre a los relatos oficiales, entendiendo como "oficial" aquel que el Estado aprueba y produce, se enseña en las escuelas, y se difunde en los libros de texto, como aquella verdad que los ciudadanos deben aprender. Pero en la construcción de este relato el papel de los historiadores, los docentes, los alumnos, la comunidad toda, resulta fundamental a la hora de determinar de qué manera queremos ver nuestro pasado. Este relato identitario, emocional, heroico pretende brindar un instrumento cognitivo para imaginar la nación, aumentando la identidad común, generando cohesión a través de la adhesión emocional y afectiva. Al respecto del discurso oficial, C. Demasi, expresa que esta "invención" oficial no debe dar lugar a equívocos:
"Si bien es cierto que la memoria histórica cambia con el tiempo según como
lo hace la sociedad y que esos cambios se reflejan en la obra de los historiadores,
el concepto de invención alude más a la construcción de combinaciones y adjudicación
de nuevos sentidos a los hechos, y no a la falsificación. La invención no puede ir más
allá de lo que los documentos permiten, y no actúa sobre los hechos sino que maneja
los recuerdos y los olvidos modificando la distribución de los acentos en la
construcción del relato".
Demasi, C.; (2004); p. 14.
El "estado–nación" justificó el origen de los trabajos históricos de los países iberoamericanos; los grupos dominantes tuvieron una concepción dual de los procesos que llevaron a su construcción: por un lado un espacio constitucional identificado con las áreas urbanas, no muy extenso, y en segundo lugar, otro más extenso y no constitucionalizado que se extendía a las áreas rurales. Esta concepción se remontaba al siglo XVI y había tenido éxito en la América colonial, en el siglo XIX es sólo reinterpretada de acuerdo con el moderno constitucionalismo. (Annino-Guerra; 2003; p. 153). Para el autor, las ambivalencias en la concepción de soberanía y de Estado, de federalismo, dentro del liberalismo criollo, derivaron en los problemas de gobernabilidad durante todo el siglo caracterizado por continuas tensiones entre la soberanía de los estados y la de las federaciones.
Los trabajos históricos realizados en este marco no han resultado suficientes, según Ana Frega
"A la lectura de las revoluciones de independencia en clave de empresas nacionales
conducidas por héroes, se opone la búsqueda de un nuevo modelo explicativo que
ubique los acontecimientos en su contexto regional y mundial y preste atención
a la peculiar constelación de fuerzas políticas y sociales en cada etapa"
Frega, A.; (2009); p.13.
En efecto, el descuido de la diversidad, de espacios construidos en un territorio recortado del que se consideraba "nacional", legitimó los estados como "necesaria derivación de grupos étnicamente diferenciados" y no tomó en cuenta el estudio de las tensiones entre soberanías locales y poderes centrales, los conflictos jurisdiccionales y el comportamiento de los distintos grupos sociales.(Chiaramonte; 1997; p. 61).
Para el autor
"la génesis de la preocupación por lo regional se encuentra en el concepto que posee
dos notas dominantes: la de región como totalidad histórica con distintiva
personalidad, y a la vez, como parte de otra totalidad, mayor, que sería la nación"
Chiaramonte, J.; (2008)
En el marco del abordaje de una historia regional, se pretende en este trabajo incursionar en un espacio de "frontera" (entre los actuales países de Uruguay y Brasil), intentando abandonar la idea cerrada y homogénea de región, poniendo énfasis en la diversidad constitutiva y cambiante de todo ámbito regional. (Fradkin, R.; 2006).Se intentará observar la complejidad y diversidad en que se manifiestan los procesos históricos en un determinado espacio, relacionando y conectando con los otros, para comenzar a develar nuevas miradas para continuar ahondando en la construcción de la historia; y, al decir de Sara Mata, quizá, brindar la posibilidad de re escribir los procesos macros. (Mata, S.; 2006)
Se busca dilucidar un enfoque que contemple la historiografía uruguaya y brasileña sobre este espacio en una coyuntura particular, que hemos corrido el riesgo de determinar entre "la Independencia" y la "Guerra Grande"[1]
No se pretende realizar un relevamiento exhaustivo de la producción historiográfica existente, se tomarán algunos ejemplos relevantes y significativos que permitan un primer acercamiento a la temática de la "frontera" entre los dos Estados a partir de la conformación de un nuevo estado en la Provincia Oriental. Para ello, en ocasiones, será necesario referirse a períodos anteriores, indisociables para la comprensión de la etapa que nos convoca, así como plantear un "diálogo" entre autores uruguayos y brasileños con el objetivo de dilucidar diferentes apreciaciones, que se relacionan, tanto con el momento histórico en que fueron producidos los textos, como con la mirada que se obtiene según se observe "de un lado o de otro".
El siglo XXI ha incentivado el estudio de la frontera atrayendo a investigadores de diferentes áreas. Ocupa un lugar en los medios de comunicación y los discursos políticos, pues es un tema que se actualiza ante la formación de mercados económicos y movimientos masivos de población.
Carlos Reboratti (1990) realiza un estudio sobre las fronteras agrarias en América Latina en donde proporciona un panorama sobre la evolución de la frontera en América. Opina que la frontera es un fenómeno complejo y múltiple que influyó en el pasado y lo continúa haciendo en la actualidad en el desarrollo de los países. Sin embargo, cree que la frontera es un "mundo que se va", que su desaparición está próxima porque no existen ya tierras libres. Asimismo considera que la frontera ha modelado y condicionado el desarrollo de América Latina en muchos aspectos.
Silvia Ratto (2001) plantea que se debe estudiar la frontera-región como un espacio multicultural, entendido como un ámbito de interacción de culturas diferentes, en donde centrarse en el análisis de sólo un grupo implicaría el riesgo de considerar una sola fase del proceso. Al considerar las fronteras en Latinoamérica establece que una de las características intrínsecas es la violencia y la jerarquización; ya que considera a la frontera como el ámbito de los caudillos, los hombres fuertes que dominan a su séquito de hombres. Los sectores rurales en general y la frontera en particular, fueron catalogados por los grupos dominantes en el proceso de formación de los estados nacionales, como la cuna de la "barbarie", que conspiraba contra el desarrollo de la "civilización" urbana que intentaba copiar modelos europeos.
El antropólogo Frederik Barth (1976) presenta la frontera como el lugar de enfrentamiento del "tú" con el "otro", de encuentros y desencuentros, definiciones, autoafirmación de la identidad frente al otro. Por esto las fronteras son objeto de preocupación de los estados en el sentido de control y vinculación. El área fronteriza puede abrir o cerrar el paso de flujos entre las partes:
"En ninguna parte se siente tanto lo que une y separa, como en la frontera, hay
una sensibilidad agudizada Los centros de decisión son los que piensan, pero
la frontera es la que siente".
G.I.R. (1989)
Históricamente, la realidad de las áreas de frontera, generalmente, siente el distanciamiento de decisiones nacionales; generando así economías y sociedades transfronterizas. Esas sociedades son una trama de relaciones sociales, de contradicciones estatales, de conflictos y mecanismos informales, que colocan a ese espacio como un componente importante de la geopolítica nacional.
"El espacio geográfico entre Brasil y la Provincia / Estado Oriental corresponde a
lo que Pierre Vilar ha denominado "zona-frontera". Según este historiador,
la expresión se aplica a aquellos procesos de ocupación donde si bien los
grupos "tienen fronteras mal definidas, saben perfectamente los límites de sus
terrenos de paso". Era una zona de encuentro y de exclusión a la vez, con gran
diversidad sociocultural y donde los vínculos familiares, de negocios, de amistad o
de dependencia atravesaban la frontera aún contraviniendo las disposiciones
emanadas de los gobiernos centrales"
Frega (2009); p. 132.
Contribuciones historiográficas: diferentes miradas
A partir de la decisión de observar la frontera Uruguay- Brasil entre los años 1828-1836, se comenzó con un relevamiento bibliográfico de textos sobre la época y el espacio en ambos países.
En la historiografía uruguaya se consultaron, entre otros:
"Historia de los Partidos y de las Ideas Políticas en el Uruguay. Tomo II. La definición de los Bandos (1829-1838), de Pivel Devoto, en el que el autor realiza un análisis político de la coyuntura del surgimiento del estado Oriental, la definición de los bandos y creación de los partidos tradicionales, el caudillismo y el papel de los caudillos.
"Después de Artigas (1820-1836)", de Lucía Sala, Carlos Rodríguez y Nelson de la Torre, en el que los autores, desde una mirada marxista analizan el problema de la tierra, el concepto de "revolución agraria" y la relación de los sectores dominantes y subordinados en una "lucha" (por cierto desigual) por la obtención de la propiedad.
"Historia de los Orientales. Tomo I. De la Colonia a Rivera y Oribe", de Carlos Machado, obra en la que se plantea la injerencia inglesa para el surgimiento de un "Estado tapón" y se realizada una mirada crítica al Estado Oriental en su conjunto (al Presidente Rivera y su política con respecto a la esclavitud, la tierra, la intromisión extranjera).
Esta bibliografía si bien no es específica de la "Frontera", si trabaja aspectos de la región que permiten tener un acercamiento y visión sobre la misma.
En la historiografía brasileña se relevaron:
"O Imperio Portugués no sul da América. Estancieiros, lavradores e comerciantes", de Helen Osório, en la que se analiza la frontera como región, construida por los seres humanos; se desarrollan los antecedentes coloniales y las constantes que se continúan con el surgimiento de los Estados. Se plantea que considerar la existencia de una identidad "brasileña" hacia 1830 en Río Grande sería un anacronismo. Finalmente se estudian las relaciones en la frontera durante la paz y durante la guerra.
"Brasileiros na fronteira uruguaia: economia e política no século XIX" de Susana Bleil de Souza y Fabricio Pereira Prado en "Capítulos de História do Rio Grande do Sul"; en el que los autores analizan las raíces históricas del relacionamiento entre la Banda Oriental y Río Grande, la vinculación económica (charque, contrabando), cultural, política (papel de los caudillos y guerra civil).
"O Rio Grande de Sao Pedro na primeira metade do século XIX: Estados-naçoes e regioes províncias no rio da Prata" de César Barcellos Guazzelli en "Capítulos de História do Rio Grande do Sul" y
"Fronteiras em conflito no espaco platino: da guerra dos farrapos à guerra grande" del mismo autor (Guazzelli), en "O continente em armas: una história da guerra no sul do Brasil"; obras en las que el autor investiga la situación de los latifundistas riograndenses a partir de la Cisplatina; las políticas que favorecieron a las oligarquías orientales; las indisposiciones locales frente a las autoridades de Río de Janeiro; los lazos entre caudillos de ambos estados, los acuerdos y la guerra (farrapos, blancos y colorados)
"A Estalagem e o Imperio. Crise do antiguo regime, fiscalidade e fronteira na Província de Sao Pedro (1808-1831) de Marcia Eckert Miranda, obra de la que se extraen los aportes en cuanto al estudio de la situación de Río Grande después de la conformación del Estado Oriental: sociedad militarizada, guerra permanente, sentimiento de que el Imperio "usó" y "desechó" al Estado que encontró como única salida la sublevación.
Un recorrido por la bibliografía citada, permitió observar ciertas problemáticas constantes; por tal motivo no se detallará cada obra en cuanto a su contenido, (además inabarcable para este trabajo), sino que se tomarán esas temáticas intentando mostrar los planteos que desde los diferentes autores se realizan.
Con respecto a los historiadores uruguayos citados, sus análisis se realizaron en las décadas de 1950-60-70, en una coyuntura especial que vivía el país: fin del Uruguay próspero de posguerra, crisis y autoritarismo del Estado.
Por su parte, los historiadores brasileños consultados han planteado sus trabajos en los últimos años y en muchos casos se han valido de los autores uruguayos citados.
"Conflictos por la apropiación de tierras y ganados, enfrentamientos étnicos,
luchas de facciones políticas, forman parte de un mismo proceso de
conformación estatal. Proceso que no puede restringirse a los límites territoriales
de lo que sería el Estado Oriental, sino que exige su estudio en el marco de la
región platense y el Brasil, y en su contexto mundial".
Frega; (2009) p. 167.
" essa regiâo constituiu uma fronteira, uma estremadura durante o século
XVIII. O establecimento de linhas divisórias plenamente demarcadas foram
produto da ocupaçâo de terras, da formaçâo de rebanhos e das relaçôes sociais
instauradas na construçâo desse espaço ( ) fronteira como imprecisa, móvel,
provisória e permeável, verificando vários tipos de trocas e circulaçâo de pessoas.
A deserçâo dos exércitos, o contrabando de gado e a apropriaçâo de terras foram
os fatos escolhidos que nos possibilitarâo compreender a dinâmica da fronteira"
Osório; (2007) p. 39-58
Es así que se plantearán diferentes "problemas" intentado encuadrarlos en su dimensión histórica y coyuntural: la tierra, el contrabando, el caudillismo; la guerra civil.
Desde la época colonial, y a pesar de la conciencia de las autoridades españolas e, incluso, algunos intentos para solucionar lo que se ha llamado "problema del arreglo de los campos", las disputas entre "propietarios" y "poseedores" por la propiedad de la tierra ha sido una constante en la historia de nuestro territorio. Con la Cisplatina y el posterior surgimiento del Estado Oriental, este problema, lejos de solucionarse, se enraizó, había que agregar una nueva ecuación: qué hacer con los donatarios artiguistas.
"La postergación de una rápida política en torno a la propiedad de la tierra
dio nacimiento a una gran inseguridad en toda la campaña. Ningún hacendado
estaba seguro sobre la real capacidad de cada uno al dominio de sus campos,
todos ellos de inciertos límites o simplemente con posesiones discutibles
superpuestas y contradictorias ( ) empieza a apreciarse la distancia que va de la
cepa de los grandes conductores de masas revolucionadas, como Artigas, a la
urdimbre feudal del caudillismo que se desarrolla y crece estos días, en hombres
como Rivera, Lavalleja, Laguna, y tantos otros"
De la Torre, Rodríguez y Sala; (1970) p.98-99
En general las políticas tomadas en la época para enfrentar el problema de la propiedad de la tierra, fueron ambiguas, múltiples las reclamaciones que se presentaban de unos y otros reclamando sus derechos, y la norma evitó crear una en común, era imprecisa, buscando que se pudiese resolver en cada caso, con el objetivo de ganar el agradecimiento del beneficiado; es decir el móvil económico unido al político: ese agradecimiento se reflejaría en el apoyo al caudillo, desde el oficialismo a Rivera, lo que redundaría en el fracaso de cualquier intento revolucionario
"El gran caudillo es un acaparador de tierras y un hombre para el cual
la revolución ha descubierto la contundencia del poder sobre la fuente
de redistribución de la propiedad. Acaparar tierras en una sociedad de lobos,
supone poseer la mejor dentadura y el colmillo afilado. Rivera y Lavalleja ocupan
y se dicen propietarios de más de cien leguas cuadradas"
De la Torre, Rodríguez y Sala; citado en Machado; (1997) p.167
Según Pivel Devoto (1956), si bien los hacendados constituían el núcleo más compacto del medio rural, la revolución había agraciado con tierras a los que nada poseían y, por lo tanto, sumado a las suertes otorgadas por Lecor, las grandes extensiones coloniales se habían arruinado. La situación de la propiedad era confusa, anárquica, y después de 1828, muchos de los propietarios cuyas tierras habían sido ocupadas en virtud de títulos precarios expedidos en el período revolucionario o por la voluntad de quienes se establecieron, acudieron a la justicia para que los amparase en sus derechos.
Por su parte desde la historiografía brasileña Helen Osório(2007) establece que para la situación particular de la frontera, las autoridades coloniales incentivaron la fijación de colonos independientemente de la nacionalidad u origen. Lo que interesaba era avanzar sobre los campos, apropiarse de tierras y demarcar la soberanía. Al efecto plantea la autora:
"Encontramos, entâo, governadores do Rio Grande concedendo "datas de terras" a
espanhóis, ou castellanos, assim como governadores da Banda Oriental dando
títulos de propiedade a povoadores portugueses ( ) Um desertor portugués, por
exemplo, fixado na zona-fronteira, foi agraciado com um dos títulos concedidos
pelo demarcador español Felix de Azara ao fundar Batoví"
Osório; (2007)p. 65
El avance sobre los campos, ha sido también una constante histórica, después de la Independencia del Uruguay, la calidad superior de los pastos y el precio de la tierra fueron fuertes atractivos para los riograndenses que continuaban estableciéndose en la ex Banda Oriental. Según Bleil y Pereira Prado (2004) los uruguayos mantenían relaciones económicas con los riograndenses y colocaban anuncios en los periódicos para vender sus tierras.
"As terras ao norte do rio Negro, em meados do século XIX, tornaram-se
praticamente um apéndice econômico e social do Império. A maioria dos
proprietários era brasileiro, criador de gado para abastecer charqueadas da
província, praticante da pecuária extensiva, utilizador de mâo de obra cativa
(mesmo quando a escravidâo tornou-se ilegal na República)" p.122
Para estos autores Río Grande terminará por influir, determinantemente, en la lengua, la moneda, las costumbres y el modelo productivo adoptados en la región. Asimismo plantean que la inestabilidad política de la República permitía constantes confiscaciones y embargos (por parte de las autoridades o jefes políticos uruguayos) de bienes de brasileños establecidos; por ello los líderes riograndenses se preocuparon por dar garantía a las propiedades de los brasileños en Uruguay, problemática que persistió durante todo el siglo XIX.
Por su parte Guazzelli (2007) plantea que los problemas de los estancieros de Río Grande, se relacionaron especialmente con las tierras, ya que muchos se hallaban en campos reclamados por uruguayos. Además establece la importancia relativa de los puertos que pretendían repartirse "o botim", ya que Montevideo no se recuperó como exportador de cueros y charque, y por lo tanto el puerto de Río Grande pasó a tener un peso decisivo. También analiza como comienzan a generarse enfrentamientos entre las autoridades centrales (del Imperio) con los estancieros de Río Grande, pues aunque las tierras al norte del Río Negro atraían a los riograndenses, la disputa con los orientales no interesaba a las autoridades ocupantes
"Para as autoridades do Rio de Janeiro, la Banda Oriental cumpria ainda un antigo
desejo de ampliaçâo do espaço; se a produçâo de charque, subsidiária da economia
escravista do centro, fosse viabilizada por orientais ou rio-grandenses, isso tinha
menor importância, mas nâo podiam ser admitidos transtornos à reorganizaçâo
produtiva ( )"
Guazzelli; (2007) p. 95
Y agrega el autor que la recuperación económica del Estado Oriental era desastrosa para Río Grande. Los orientales corrían con ventajas con especto a su producción que además recibía estímulos por parte del Imperio. La Corte estableció la prohibición a los criadores de Río Grande del pasaje de reses al Estado Oriental y creó puestos aduaneros para cobrar tasas de exportación muy inferiores, por lo tanto los estancieros eran perjudicados mientras los charqueadores tenían garantido su establecimiento. Asimismo establece que el control de la frontera era extremadamente difícil: el Imperio creaba obstáculos para la construcción de charqueadas en esa región. Plantea que Bento Gonçalves justificaría la revolución de los farrapos culpando a los representantes de la Corte diciendo:
"nos puseram na linha dos povos estrangeiros; desnacionalizaram a nossa província
e de fato a separaram da comunhâo brasileira, agravando a situaçâo dos rio-grandenses
que já iam de vencida pela concorência dos nossos vizinhos nos mercados gerais".
Bento Gonçalves, citado en Guazzelli; (2004) p. 99
"O comércio e as arreadas praticadas e incentivadas durante as guerras tornavam-
se "contrabando" e "roubo" em tempos de paz, atividades delitivas e perseguidas
pelas duas Coroas, a maior parte das vezes sem sucesso. A documentaçâo
existente dá conta de que vassalos dos dois impérios estavam nelas envolvidos,
indistintamente, ainda que as autoridades militares espanholas ou portuguesas,
atribuíssem aos moradores do outro lado da fronteira essa prerrogativa"
Osório; (2007) p.61-62
Desde la Colonia "la frontera seca" entre los Imperios Portugués y Español permitió e incentivó el desarrollo del contrabando, tal como expresa Osório más allá de las reglamentaciones. La realidad de frontera hace que el comercio ilegal sea una constante, que si bien tiene sus raíces en la época colonial, se mantiene hoy en día, dependiendo en la mayoría de las oportunidades de las condiciones favorables, de uno u otro lado, con respecto al valor de cambio en la moneda y al precio de los productos.
Lejos de solucionarse el "problema del contrabando", con las guerra se afianzó. El Reglamento de Tierras de 1815 prevé en su Artículo 24 "En atención a la escasez de ganados que experimenta la provincia se prohibirá toda tropa de ganado para Portugal ", lo que demuestra que durante la revolución Artiguista el tema estaba bien presente.
La época de la Cisplatina, al incorporar la provincia Oriental al Reino de Portugal, Brasil y Algarves, de alguna manera, "legalizó" el intercambio en zonas de frontera; pero el surgimiento del Estado Oriental, trajo aparejado problemas insalvables, si no se recurría al contrabando.
"Uma das demandas dos rio-grandenses era protecionismo para o charque, mais
caro que o uruguaio; havia ainda uma antiga dependência econômica dos
criadores aos charqueadores e comerciantes dos centros urbanos do litoral. A
alternativa sempre fora o contrabando. Agora, na tentativa de construir a
República, o estado Oriental era a melhor opçâo, ja que o Império ocupava a
regiâo litorânea"
Guazzelli; (2008)p. 99
Esta problemática, entre otras, será una de las detonantes para el estallido de la guerra de los farrapos y la separación de la República de Río Grande; su relación con el Estado Oriental es evidente:
"A sobrevivência da República dependia do apoio dos países
vizinhos ( ) Abastecendo de cavalos, armas, muniçôes e vestuário as
forças da República Rio-Grandense, os negociantes de Montevidéu
asseguravam para seus saladeros o aporte de reses, além de couros para a
exportaçâo. Por outro lado, a República Rio-Grandense mal superava as
dificultades da guerra "
Guazzelli; (2010) p. 99
Para De la Torre, Sala y Rodríguez, la "tierra" no juega ningún papel históricamente activo; son los hombres, los que relacionándose entre ellos, cargan las cosas – la tierra como medio de producción- con sentidos sociales. Cuando los pequeños poseedores se vinculaban a la tierra mediante la revolución, lo que hacían era vincularse entre ellos, estableciendo una alianza a cuya cabeza estaba José Artigas La mistificación de dicha relación hizo que a los hombres –los donatarios artiguistas- les fuera más significativa y más necesaria su relación con la tierra que con los hombres. Los portugueses supieron aprovechar esta mistificación y protegiendo aparentemente la relación con la tierra rompieron lo que era la base real: la relación entre los hombres (la solidaridad revolucionaria y democrática de los pobres del campo), sustituyéndola por las relaciones de dependencia personal entre cada poseedor o donatario artiguista con el "protector" o caudillo del pago y de la hora. El período de la guerra (1825-1828) no hizo más que reforzar esta tendencia, cargándola de significaciones esenciales y de accidentes históricos a lo que fue luego la lucha entre blancos y colorados. (De la Torre, Sala, Rodríguez (1970), p. 138.
El surgimiento del Estado Oriental, por lo tanto y según estos autores, consolidó esta relación:
"Los poseedores nunca creyeron en la relación de su tierra con el "título"
del propietario enemigo; ahora ven que nadie cree en la relación de su
documento de donación con la tierra. Incapaces de volver a la vieja
relación entre los hombres nacida en la revolución artiguista, se vuelcan
a la relación humana que se ha desarrollado: la relación feudal de
dependencia personal" (p.139)
Si bien los autores, reconocen que este proceso no se inició en este momento, aseguran que este es el período cualitativamente más denso, más acelerado, de pasaje de una forma a otra. Eran muchos los poseedores que polarizaban sus dependencias con Lavalleja, desde el gobierno, el objetivo era impedir que el resto de los grandes poseedores transitaran por la misma huella (p.140).
El caudillismo es un fenómeno social y político surgido durante el siglo XIX en Latinoamérica; consiste en la aparición en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes, que depositaban en "el caudillo" la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad para resolver los problemas comunes. El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia.
Pivel Devoto (1956) plantea que a partir de 1830, los caudillos, aumentaron su prestigio, a su influencia personal, se sumó la gravitación que le otorgaba el nuevo poder y la inadecuación del orden legal a nuestra realidad social. Los sectores populares, que no participaban del sistema representativo, por ello, acosados por sus problemas, buscaron en el caudillo la protección y la posibilidad de continuar en el tiempo las prácticas y costumbres adquiridas durante la revolución.
Para este autor, cuando Rivera asumió la presidencia y con la exclusión de los lavallejistas, se comenzó a configurar un estado de situación de conflicto, plantea que la concepción de Rivera de ejercer el poder de manera paternal, determinó que se estableciera en la campaña con el estímulo y la adhesión de aquellos a quienes miraba como a "sus hijos".
El norte del país significó un serio problema para la conservación del orden y las garantías debidas a las haciendas de los propietarios de la campaña que comenzaron a ser víctimas frecuentes de asaltos de los indios, que faenaban haciendas robadas, impulsados por comerciantes que, muy barato, adquirían los cueros que luego vendían, con grandes ganancias, en Montevideo. La medida fue drástica y eficaz: el extermino de estas poblaciones "molestas".
Poco después de la matanza de los indios se inicia la revolución lavallejista la que:
"si bien no se puede decir que hubiera venido a alterar la tranquilidad
del país convulsionado desde los comienzos del gobierno constitucional,
precipitó bruscamente a los bandos antagónicos, de la lucha periodística
(generada en los primeros tiempos) ya en punto muerto, al terreno de la
Guerra"
Pivel Devoto; (1956) p. 93
El movimiento fracasó, no llegó a penetrar en la masa rural entre la cual Rivera conservaba su influencia. Para el autor referido, el "partido" de gobierno salió fortalecido de la crisis por cuanto muchos ciudadanos que antes no se habían manifestado, lo rodearon en defensa de la legalidad. Lavalleja y Garzón se refugiaron en Río Grande del Sur donde contaban con la amistad del Jefe de la frontera, Coronel Bentos Gonçalves, caudillo republicano y liberal de aquel Estado.
"Los sucesos de 1832 evidenciaron la vinculación entre los nacientes
Partidos del Estado Oriental y las corrientes políticas de los países
vecinos ( ) Desde 1829 las luchas entre unitarios y federales por la
unidad y organización de la Argentina así como los intentos
segregacionistas de Río Grande del Sur se convirtieron por razones de
vecindad y vinculaciones ideológicas y personales en problemas que
afectaron de manera muy particular la existencia de nuestro país".
Pivel Devoto; (1956)p.98
Será esta la realidad que determinará que se generaran sentimientos e intereses más fuertes que el concepto de frontera política, y que según Pivel Devoto será un fenómeno que por espacio de medio siglo habría de obstar a la consolidación de nuestra independencia.
Las autoridades de Río Grande permitieron la permanencia de los revolucionarios sobre la frontera y colaboraron, el cura Caldas, nervio de los trabajos expresaba a Lavalleja:
"Nosotros aquí haremos cuanto podamos. El Coronel Gonzalvez está
completamente desidido, Bentos Manuel, no ablemos ( )solo se
aguarda que V.E. indique día y hora para ponerse en eexecución"
José Antonio Caldas a Lavalleja, enero 1833. Citado en Pivel Devoto; (1956);
p. 42
Los revolucionarios encontraron del otro lado de la frontera los recursos que les permitieron no dar tregua y continuar atacando a Rivera hasta el fin de la presidencia, pero no logaron el triunfo; tampoco hubo acuerdos. Juan Manuel de Rosas, decía en 1833 con respecto a Lavalleja
"su causa sería justa, sería seguro el triunfo, pero era ilegal; de aquí
la razón por la que todo lo perdió, ( ) dando a Frutos lo que no
tenía ni jamás pudo nadie creer que adquiriese"
Citado en Pivel Devoto; (1956); p.120
Para Guazzelli (2004) el refugio "predileto" para Lavalleja después de romper con Rivera era Río Grande donde contaba con la amistad de Bento Gonçalves
"A partir de 1832 os destinos destes estariam ligados às açôes de Lavalleja;
impelido pelas reclamaçôes do governo oriental e sem poder interferir contra os
uruguaios que se socorriam no Rio Grande, as autoridades centrais tratariam de
obstaculizar a colaboraçâo dos caudilhos da estremadura, aumentando ainda mais
o cisma que os separava"
Guazzelli; (2004) p.102
Según el autor en marzo de 1833 Rivera informaba a las autoridades imperiales sobre las incursiones de los insurrectos en la frontera, posiblemente amparados por el Comandante de Yaguarón. La corte exigió medidas duras, especialmente contra el indisciplinado Bentos que comandaba la región.
"Essa política contrária aos interesses privados dos caudilhos seria um dos
estopins da rebeliâo farroupilha; uma vez mais,como acontecia desde os
conturbados anos da Cisplatina, estavam as questôes orientais envolvendo os
chefes rio-grandenses, para os quais os assuntos da fronteira eram de cunho
privado daqueles que guarneciam com suas próprias tropas"
Guazzelli; (2004) p. 104
Y continúa el autor relatando la conexión entre caudillos uruguayos y riograndenses, avanza hasta el gobierno de Oribe y la rebelión de Rivera, y la relación estrecha con los sucesos que llevarán a la formación de la República de Río Grande:
"A situaçâo complicava-se com pronunciamiento de Rivera contra Oribe,
buscando Don Frutos o apoio do agora prestigiado Bento Manuel; isso deixava
Oribe numa situaçâo delicada, e sua opçâo seria o apoio aos rebeldes
condicionando a uma secessâo definitiva, constituindo uma unidade política
independente. Assim, a proclamaçâo da República Rio-Grandense por Netto, em
11 de setembro de 1836, teria inspiraçâo no presidente oriental ( ) A
sobrevivência da República dependia do Estado Oriental, nâo apenas como um
refúgio ás perseguiçôes, mas como mercado para os gados, couro e charque dos
farroupilhas, e o abastecimento de equipamentos bélicos e cavalhadas. Mal
começava uma guerra em que os atores eram os caudillos, seus peôes e escravos
libertos, no modelo da guerra gaucha "
Guazzelli; (2004) p. 106-107
Por su parte, Bleil y Pereira Prado, también puntualizan el relacionamiento entre los caudillos de ambos Estados:
"Convém ressaltar que, na fronteira, os problemas e suas soluçôes, ultrapasavam,
em muitos momentos, as diretrizes políticas e diplomáticas. As disputas políticas
entre Blancos e Colorados nâo apenas ocorriam no espaço oriental, mas
atravessavam a fronteira e se materializaram no cenário político rio-grandense,
através de alianzas entre os líderes políticos daquele lado da fronteira tanto do Rio
Grande, quanto da República Oriental."
Bleil y Pereira Prado; (2004) p.125
Al decir de Pivel Devoto, Rivera se movió en el escenario de frontera oscilando según las circunstancias entre los Caramurús y los Farrapos. Cuando el caudillo se lanzara por segunda vez a la revolución contra el gobierno de Oribe estaba llamado, al decir de Pivel Devoto, a convertirse en el aliado natural de los Farrapos.
"Esa aproximación, nacida de la similitud de situaciones, fue también el resultado
de las negociaciones entre el gobierno oriental y la Corte de Río ( ) La estabilidad institucional de ambos países peligraba por un fenómeno común: la guerra civil a la que no se pondría término mientras los revolucionarios emigrados encontraran auxilio en el territorio de uno u otro Estado"
Pivel Devoto; (1956); p. 163.
El 21 de Agosto de 1838 fue suscrito en Cangüé entre representantes de Rivera y de la República Riograndense un tratado que reconocía a Rivera como única autoridad existente en la República, a la vez que éste reconocía la independencia de Río Grande constituyéndose en estado de guerra contra sus enemigos.
Comenzaba la época de la Guerra Grande
Todos los autores trabajados hacen referencia a la guerra como una constante en el territorio Oriental, en el Sur del Brasil, y por lo ya expresado, de su relación con la tierra y los caudillos. Osório (2007) cuenta como ya desde la Colonia, en tiempos de paz, se intercambiaban desertores que se encontraban en sus tierras. Establece que las deserciones de los enemigos eran incentivadas y premiadas con dinero, además de ser utilizados como espías. Era frecuente que las Coronas establecieran amnistías, pretendiendo incorporar a los rebeldes a sus respectivos ejércitos. Muchos ante estos llamados retornaban a su imperio original, pero tantos otros se establecían definitivamente del otro lado.
Por su parte el equipo de Lucía Sala, continúa estableciendo relaciones firmes entre la propiedad de la tierra, las medidas tomadas desde el gobierno y el lugar que los desposeídos podían ocupar según la ley los contemplara o no; por ello hacen hincapié en las circulares de la época que, de alguna manera, pretendían, dejar "a todos contentos", propietarios y poseedores, esperando a que alguien en el futuro encontrara alguna solución. No quedan dudas a los autores hacia dónde se inclinaría la balanza, y establecen cuán lejos estaba de las oligarquías, propiciar una revolución agraria; pero el objetivo era siempre contar con efectivos en sus ejércitos. Los descontentos podían pasar al bando enemigo.
Resulta muy esclarecedor al respecto del tema, el planteo que realiza Marcia Eckert Miranda (2008) con respecto a la condición de guerra casi permanente que se vivió en la región de frontera, primero entre los Imperios, ayudando a formar una sociedad militarizada, donde el poder local se aseguraba el control del ganado, de los hombres armados y del acceso a las grandes extensiones de tierra; y luego en las sucesivas etapas vividas en la zona: revolución Oriental, guerra de la Cisplatina, luchas entre fracciones tanto en el Uruguay como en Río Grande contra la Corte.
Establece que la guerra era siempre un "buen negocio", ya que generaba oportunidades para los sectores poderosos: ganaderos, charqueadores, comerciantes, ya fuera con el acceso a tierras y ganado vacuno y caballar del territorio oriental, ya fuera por la explotación de los saladeros y charqueadas, o por los grandes beneficios obtenidos por el comercio
"A Banda Oriental tronou-se foco de interesses comuns da elite sul-rio-grandense
e da Coroa lusitana, redundando em açôes militares e num processo de
alargamento de fronteiras que protelou a revoluçâo liberal naquela regiâo"
Eckert Miranda; (2008) p. 263
La autora analiza el papel que Río Grande ocupó durante todo el proceso como "ponta-de-lança", instrumento para el éxito de la campaña militar y para el expansionismo luso-brasileño; y como con la conformación del Estado Oriental la situación benéfica con la que contaba cambió radicalmente y se profundizaron los descontentos que ya se percibían durante la Cisplatina.
"A incerteza quanto à preservaçâo das propriedades de rio-grandenses
no Uruguai, a perda do prestígio militar, as dificultades para
reconstruçâo da capacidade produtiva das estâncias, a retomada da
concorrência do charque platino no mercado nacional brasileiro e a
pesada dívida pasiva oriunda da guerra, transformada em dívida
da província , opunham as demandas da elite rio-grandense á Corte"
Eckert Miranda; (2008) p. 265
Según Eckert Miranda esta fue la coyuntura que llevó a la guerra de los Farrapos: "À Estalagem restava rebelar-se contra o Imperio" (p.266)
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