9. Los pitagórico
Pitágoras: De Mileto, la filosofía pasó a Samos, donde se cree que nació Pitágoras hacia el año 578 a.C. Varios historiadores dicen que al salir de Samos viajó por el Oriente, donde aprendió bastante de los Egipcios. Al regresar de Oriente se estableció en Crotona, ciudad de Italia, perteneciente a Grecia. Allí funda la escuela pitagórica, de carácter ascético, filósofo y científico a la vez. De él hablaron varios filósofos, entre ellos Heráclito, Platón y Aristóteles, pero rara vez se refieren directamente a su nombre, hablan con más frecuencia de "Los Pitagóricos". No se puede distinguir, entonces, entre las doctrinas de Pitágoras y la de sus discípulos.
Los Pitagóricos formaron una liga o secta, con gentes emigradas que se caracterizan por un marcado sentido de amistad y de fraternidad, y por el estilo de vida propio en el que se iniciaban sus miembros. Se sometían a una gran cantidad de extrañas normas y prohibiciones. No comían carne, ni habas, ni podían usar vestidos de lana, ni recoger lo que se había caído, ni atizar el fuego con hierro, etc.
Esta comunidad influyó bastante en la vida política de la región… tenían una tendencia contraria a la aristocracia, pero acabaron por formar una e intervenir en política. Como consecuencia de esto se produjo una violenta reacción democrática en Crotona, y los pitagóricos fueron perseguidos, muchos de ellos muertos y su casa incendiada.
Esta persecución trajo como consecuencia la dispersión, la cual dio lugar a que la influencia de los pitagóricos fuera mayor, puesto que se situaron en diversas ciudades. Pitágoras ya viejo se retiró a Metaponte, donde murió aproximadamente en el año 495 a.C.
Los principales representantes de esta escuela fueron: Euclides, Hipaso de Metaponto, Ecfanto, Alcmeón de Crotona, Arquitas de Tarento y Filolao de Tebas.
Principales elementos de la doctrina Pitagórica:
- Doctrina de la Transmigración de las Almas o Metempsicosis: Sostiene que el alma, procede de otro mundo, se ha manchado, vive encadenada al cuerpo y debe llevar una larga vida de expiación y purificación, hasta que logre liberarse del cuerpo y alcance su pureza espiritual primitiva.
La vía de purificación abarca una práctica rigurosa, que comprende:
El trabajo intelectual.
El cultivo de la música.
La práctica de la gimnasia.
- Concepto sobre el Cosmos: Es aquel que está formado por el neuma ilimitado… es uno, sin partes, compacto, pero limitado. Las cosas se formaron por el movimiento eterno que hay en el ser. Este cosmos limitado comenzó a respirar y en el aire que respiraba recibió el ser y el no ser; de este modo se rompió su unidad y comenzó a disgregarse, dando origen a la multiplicidad, a la pluralidad numérica. Ahora bien, si el mundo está lleno de contrarios, se necesita un elemento que coordine esas oposiciones, y ese elemento es armonía.
- El Número como esencia de las cosas: El arjé o principio último que sostiene las cosas en sí es el número. Aristóteles dice: "los pitagóricos conciben las cosas como números, porque conciben los números como cosas". Según ellos, el número surge de la oposición entre elementos antitéticos: par – impar, limitado – ilimitado, lleno – vacío, ser – no ser. Pitágoras hablaba de los números, partiendo de una experiencia: las cosas son números. Por eso, no diferenciaba entre números concretos y abstractos.
A fines del siglo VI a.C. surgen dos nuevas escuelas filosóficas: una jónica, la de Éfeso y otra itálica, la de Elea. Se preguntan no ya por el primer principio de las cosas, sino por el modo de ser de la realidad y su devenir.
Heráclito de Éfeso (536-470 a.C.): Se dice que era de familia real y que estaba llamado a regir la ciudad de Éfeso, pero que renunció y se dedicó a la filosofía. Se pude considerar filosóficamente como sucesor de Parménides, aunque no descarta la posibilidad de que hayan sido contemporáneos.
Se le llama "El Filósofo llorón y melancólico" y "El Filósofo Oscuro", por cuanto escribió un libro muy preciso, para que no lo entendiera el pueblo, sino sólo los intelectuales. Supremamente orgulloso e impulsivo. En varias de sus expresiones deja traslucir el desprecio por la gente del pueblo. Condenaba los cultos y ritos de la religión popular y en sus últimos años se aburrió de vivir con los hombres y se retiró a los montes.
Afirma que la realidad está en continuo cambio y movimiento, que todo fluye y nada permanece. Se apoya en famoso aforismo: "nadie se puede bañar dos veces en el mismo río, porque el río permanece, pero el agua ya no es la misma". Se puede decir que la esencia de las cosas es el devenir, el hacerse. De ahí que las cosas sean y no sean al mismo tiempo.
De todos los elementos naturales, el que le parece más acorde con el devenir es el fuego. Un fuego vivo, eterno e inextinguible es el principio y fin de todas las cosas: "ningún ser humano, ni divino ha hecho este mundo, sino que siempre fue, es y será eternamente fuego vivo que se enciende según medida y según medida se apaga.
El logos es la causa de la armonía universal, es la misma razón universal, la ley eterna, el orden necesario que rige el proceso de cambio en las cosas; tiene carácter divino pero inmanente. El devenir se produce por el enfrentamiento de los contrarios. La transformación universal sigue dos vías: una descendente, por condensación (fuego – aire – agua – tierra) y otra ascendente, por dilatación (tierra – agua – aire – fuego). Según el momento en que se encuentren las cosas en esta doble vía aparecen los contrarios que al chocar engendran nuevas realidades.
Esto lo lleva a afirmar que la guerra es el padre de todas las cosas. Afirma que el proceso general del cosmos es cíclico, que cada mundo tiene la duración de un Gran Año (10.800 años solares) y luego vuelve a repetirse todo. Heráclito es el primer filósofo que trata de estudiar el ser humano. El hombre está compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo se forma de la tierra por vía descendente. El alma del aire por vía ascendente.
El alma más perfecta es la del sabio, porque vive acercándose al logos. Aquí es aplicable su famosa frase: "los que velan tienen un mundo común y los que duermen un mundo particular". El hombre vigilante, que sigue lo común, es el que llega a "lo sabio". El mundo del sueño, que es el mundo particular no le permite al hombre superar el campo de la opinión.
Los Eleatas: La segunda escuela itálica de filosofía aparece en la Ciudad de Elea, al sur de la península. Tres hombres la harán célebre: Jenófanes, cuya obra es de carácter teológico y mora; Parménides, el principal representante y el gran metafísico de la escuela, y Zenón, el defensor dialéctico de la escuela de su maestro.
Jenófanes (570-475 a.C.): Natural de Colofón, en el Asia Menor. Se le considera el precursor de Parménides. Según la tradición era un rapsoda (poeta). Unió la filosofía con la poesía… filosofaba con versos. Después de muchos años de andar errante de ciudad en ciudad cantando sus versos se establece en Elea. Entre sus escritos se habla mucho de "Los Silloi", que son poemas satíricos. También se menciona el poema "Naturaleza", del cual se conservan algunos fragmentos.
Defiende la unidad de Dios contra el politeísmo de su tiempo y dice: "Dios es único, inmóvil y está por encima de cualquier representación humana. Sin embargo su concepción es panteísta". Encontraba inmorales y absurdos a los dioses de Homero y Hesíodo, de los que sólo se pueden aprender robos, adulterios y engaños. Se preocupa también por la ética y critica de sus contemporáneos el lujo, los placeres y los deportes por anteponer la fuerza bruta a la sabiduría y a la virtud.
Afirma que el primer principio de las cosas es la tierra, de la cual salen y al cual vuelven todas las cosas. Los vivientes nacen del fango, o sea, de la tierra mezclada con agua. Afirma que el mundo estrena cada mañana un nuevo sol. La luna es una nube densa, con luz propia, que se forma y se extingue cada mes. El arco iris es una niebla aparentemente de varios colores. Todas las cosas del mundo se destruyen periódicamente, mediante la disolución de la tierra en el océano, volviendo al fango primordial, de donde vuelven a salir indefinidamente.
Parménides (540-470 a.C.): Natural de Elea y discípulo de Jenófanes. Conoce el pensamiento pitagórico. Es el filósofo más importante de todos los pre-socráticos, con él la filosofía adquiere su verdadera jerarquía y se constituye en forma rigurosa. En sus manos la filosofía llega a ser metafísica y ontología. Son exagerados los elogios que Platón hace de él, probablemente motivado por una fina ironía, incluso, le dedica uno de sus Diálogos: "El Parménides".
Escribe un poema en hexámetros con el título tradicional "Sobre la Naturaleza", en un tono polémico contra los Pitagóricos y Heráclito. Este poema está dividido en dos partes: la primera describe el camino de la verdad, recorrido por la razón y la segunda describe el camino de la apariencia u opinión, recorrido por los sentidos. La primera parte es la más importante para conocer su pensamiento sobre el ser.
Ante el ser hay tres actitudes posibles:
- El no-ser existe, decían los pitagóricos. Parménides contradice esto y dice que el no-ser no existe. Pues el ser es porque existe y al no-ser al ser nada existe.
- El ser existe y no existe a la vez decía Heráclito. Parménides dice que esto es un absurdo porque el ser es inmóvil y sólo el movimiento permite que el ser exista y no exista a la vez.
- El ser existe y es imposible que no exista. En definitiva, según él y apoyado en su realismo, el ser existe y el no-ser no existe. Esta es la síntesis de su pensamiento.
El pensar es lo mismo que el ser, es decir, el pensar debe coincidir con el ser, porque lo que no existe (el no-ser) no se puede pensar.
Cualidades del Ser:
- Uno: Es decir, completo, sin partes, indivisible.
- Único: Si existieran dos, el uno sería y el otro no… por eso es imposible, porque el ser no puede ser y no ser al mismo tiempo.
- Eterno: Nunca ha sido ni será. De la nada no pude salir, de sí mismo tampoco, luego el ser es eterno, no ha tenido principio ni tampoco tendrá fin.
- Imperecedero: No hay nacimiento ni muerte. El nacer y el morir son nombres vanos.
- Entero e Inmóvil: El destino lo ha encadenado a ser así.
- Inmutable: Si el cambio fuese posible el ser sería y no sería. Y esto no se da porque el ser permanece siempre igual a sí mismo y permaneciendo siempre igual a sí mismo, permanece en sí mismo.
- Continuo, homogéneo e indivisible.
- Es una esfera redonda, llena, compacta, igual y homogénea en todas sus partes, que tiene un límite extremo, dentro del cual lo mantienen las ligaduras de la necesidad.
En la segunda parte del poema, se dedica Parménides al estudio del camino de la opinión, que es una especie de caricatura sobre las teorías que sobre el origen del cosmos se tenían. Este camino de la opinión es el que nos muestra los sentidos, por lo tanto es un camino de apariencias, porque todo lo que nos muestran los sentidos es ilusión y engaño, ya que la verdad sólo se llega por la razón.
La originalidad de Parménides consiste:
- En haber colocado frente a frente el ser y el no-ser, la unidad y la pluralidad, el conocimiento racional y el sensitivo, la verdad y la opinión, el mundo y las cosas.
- El descalificar por completo el testimonio de los sentidos que atestiguan la existencia de las cosas particulares y del movimiento.
- En aceptar solamente el testimonio de la razón.
- Es el primer filósofo que utiliza la abstracción.
Su gran error fue querer aplicar cualidades completamente abstractas y lógicas al ser ontológico, es decir, pasó del pensamiento a la realidad y lo normal es pasar de la realidad al pensamiento.
Zenón (490-430 a.C.): Nació en Elea. Fue famoso por su hermosura. Intervino en política dando leyes a su patria. Es el discípulo más importante de Parménides, continuador directo de su escuela. A raíz de una conspiración fracasada contra el tirano Nearco, es encarcelado y torturado. Sintiéndose perdedor, se mordió la lengua y se la escupió en la cara. Escribió varias obras en prosa: "Erides" (Discusiones), "Contra los Físicos", "Sobre la Naturaleza", "Explicación Crítica a Empédocles".
Su descubrimiento más interesante es su método, la dialéctica, que consiste en tomar una tesis aceptada por el adversario o admitida comúnmente y mostrar que sus consecuencias se contradicen entre sí. En suma, sus tesis van contra lo que ordinariamente se piensa.
Se propuso defender a Parménides, por cuanto en la época en que le tocó actuar, la filosofía de Parménides estaba siendo muy atacada, sobre todo a lo referente a la unidad del ser y la imposibilidad del movimiento. Para demostrar que el movimiento del que hablan los Pitagóricos es una ilusión, Zenón acude a cuatro argumentos fundamentales:
- Argumento de la Dicotomía: Para que un cuerpo llegue del Punto A al punto B tiene que recorrer primero la mitad del espacio, y antes la mitad de esa mitad, y así sucesivamente. Ahora bien, como el espacio es divisible hasta el infinito, es imposible que el móvil recorra un número infinito de partes.
- Argumento de Aquiles: Presenta dos móviles con distinta velocidad. Aquiles es el hombre de los pies ligeros y si en una carrera éste da una pequeña ventaja a la tortuga, nunca podrá alcanzarla, porque para cubrir esa distancia, Aquiles necesita un determinado tiempo, en el que la tortuga se ha adelantado un poco más. Para cubrir de nuevo Aquiles esa pequeña distancia necesita un nuevo tiempo, en el que la tortuga avanza otro poco, y así sucesivamente. En otras palabras, Aquiles no puede alcanzar a la tortuga porque siempre tendrá que recorrer un número infinito de mitades.
- Argumento de la Flecha: La flecha disparada del arco está quieta y no puede alcanzar el blanco. La flecha está momentáneamente quieta en cada uno de los infinitos puntos del espacio que debe recorrer. Si está quieta en cada momento, esto quiere decir que no se mueve.
- Argumento del Estadio: Dos carros se mueven paralelamente en el estadio en dirección contraria y a igual velocidad. Cada uno avanza por instantes o puntos indivisibles con relación a una serie que se supone inmóvil. Pero con relación al otro carro, se presenta la división de los instantes. De lo que se concluye que el movimiento es imposible.
La fuerza lógica de estos argumentos deja sin explicación a los adversarios. De ahí que Aristóteles llegue a tenerlo por "El Padre de la Dialéctica" y que Platón afirme que "… Zenón enredó a sus contemporáneos en las mallas de un océano de argumentos insolubles". Fue tan duro el golpe que Zenón dio a los Pitagóricos que prácticamente esta escuela desapareció.
Meliso de Samos: Es la última figura importante del eleatismo. Fue un valiente militar que en el año 440 derrotó frente a Samos a la escuadra ateniense, aunque Pericles vengó pronto su derrota. Se conservan algunos fragmentos de su poema "Sobre el Ser o Sobre la Naturaleza". Aristóteles lo califica de rústico y terco por haber confundido el ser con el mundo material.
Mantiene un concepto eleático de la unidad, la eternidad, la homogeneidad, la uniformidad y la inmovilidad del ser. Pero modifica el concepto de ser limitado y redondo como una esfera, afirmando su infinitud. Niega que el conocimiento de las muchas cosas sea un conocimiento de la verdad.
Juicio sobre los Eleatas: Entre los valores de los Eleatas está el haber tratado de buscar el arjé en algo más espiritual y elevado, a diferencia de las anteriores escuelas que lo buscaban en las cosas materiales.
Entre los aspectos negativos aparece el hecho de que consideraron la razón como única vía para llegar a la verdad, afirmando que los sentidos son ilusorios. Además tuvieron en cuenta solamente el campo lógico, descuidando el campo ontológico.
11. Los mecanicistas y anaxágoras
Empédocles (492-432 a.C.): Su vida está muy mezclada con la leyenda. Nació en un pueblo de Sicilia llamado Akragas y que se conoce hoy como Agrigento. La historia lo recuerda como un hombre político, médico, poeta, predicador ambulante, taumaturgo y filósofo. Tenía una posición preeminente, pero no se contentaba con ser rey, sino que quería ser dios. Unos lo consideraban como un semidios y otros como un charlatán. Iba por toda Sicilia y por el Peloponeso enseñando y haciendo curaciones, y muchos lo veneraban.
Cuanta una tradición que para tener un fin digno de su divinidad, se arrojó al Etna. Otra tradición dice que fue llevado al cielo, algo semejante a Elías, pero parece más bien que murió en el Peloponeso. Escribió dos poemas en dialecto jónico, cuyas diferencias de estilo y carácter han dado origen al llamado "Enigma de Empédocles". El primero "Sobre la Naturaleza" trata del problema cosmológico. El segundo titulado "Las Purificaciones" es de estilo florido y rico en metáforas y se presenta en él como un taumaturgo o como un dios, probablemente motivado por una crisis mora al ser derribado del poder y desterrado de su ciudad.
El Poema "Sobre la Naturaleza": Desarrolla los siguientes temas:
- Gnoseología: Pone su confianza a la vez en el testimonio de los sentidos y en el de la razón, aspirando a llegar por medio de ambos a un conocimiento "seguro" y a una "verdad nueva". La verdad no se alcanza con los oídos o con los ojos, pero tampoco solamente con la inteligencia, sino con ambas cosas a la vez.
- Cosmología: Dice que hay dos soles: uno auténtico, que es el fuego y otro reflejado, que es el que vemos. La noche se produce porque la tierra se interpone entre el sol y el fuego. La luz es algo que va de un lugar a otro y tarde un tiempo muy breve.
- Biología: Los seres son mortales, pero sus principios son eternos. Lo primero que hubo fueron los árboles. Se atrevió a decir que las plantas tenían sexo y que el calor era masculino. Creía en la transmigración de las almas y de sí mismo decía: "… yo he sido en otro tiempo muchacho y muchacha, un arbusto y un ave, y un pez mudo en el mar".
- Antropología: El hombre se compone de una mezcla proporcionada de cuatro elementos: fuero, agua, aire y tierra. Las partes sólidas de tierra; las líquidas de agua; el alma de fuego y de aire. Nace cuando se mezclan los elementos y muere cuando se separan, aunque los términos nacimiento y muerte son impropios. La salud depende de la armonía de los cuatro elementos en la sangre, que Empédocles considera sagrada y que, por tanto prohibe comer o beber.
La piel está llena de poros, a través de los cuales se realiza la respiración cutánea. En esos poros penetra alternativamente la sangre y el aire. La sangre es la sede de las sensaciones. Si se le saca la sangre a un animal, se le quita la vida, el movimiento y la sensación. La sangre que rodea el corazón es el centro de la vida, del alma y del pensamiento.
El ser, pues, está integrado de cuatro raíces o elementos distintos, de los cuales están compuestas todas las cosas, incluso los dioses. Lo divino y la naturaleza son una misma cosa y se identifican con un esfero redondo y eterno.
- El Amor y el Odio: Empédocles, junto con los cuatro elementos señala dos fuerzas cósmicas eternas y antagónicas: el amor y el odio. El odio separa los distintos elementos y el amar tiende a juntarlos. De la mezcla y la separación de los elementos, según la acción del amor y del odio resultan todas las cosas. En el movimiento del mundo hay cuatro períodos que se repiten cíclicamente. El ciclo del Gran Año dura 30.000 años.
Los períodos son:
- Predomino del Amor: Durante éste los elementos se mantienen unidos y mezclados dentro del ser.
- Principio de la Disgregación: Se inicia con la lucha del odio contra el amor. De aquí resulta la pluralidad de las cosas. Pero no se llega a la disgregación completa, porque continúa actuando la fuerza cohesiva del amor.
- Triunfo de la Discordia: El odio lo domina todo, todo es diversidad. Se produce la separación completa de los elementos… la unidad desaparece.
- Triunfo del Amor: Si el odio hubiese triunfado por completo, una vez desunidas todas las cosas, se llegaría a la disgregación total, pero finalmente irrumpe con fuerza el amor y triunfa plenamente, volviendo el cosmos a su primitiva unidad y armonía.
Todo resulta de la unidad o separación de los elementos. No hay nacimiento ni muerte, sino solamente mezcla o separación de los elementos. Primeramente se formaron los árboles, que se alimentan de la tierra. El frío atrae las raíces hacia dentro, y el calor del sol hace subir los tallos y los troncos hacia arriba.
Después, por obra del amor, se unieron las diversas partes de los animales (cabezas, brazos, piernas, etc.) que habían sido formadas por separado y en desorden por la discordia. Primeramente se unieron al azar, de donde resultó una serie de monstruos: bueyes con rostro humano, seres mitad hombres y mitad mujeres, pero finalmente, en virtud de una mezcla proporcionada de elementos, fueron apareciendo las especies normales.
El Poema de Las Purificaciones: En él se dirige Empédocles desde el destierro a sus amigos de Akragas y presenta muchos elementos del orfismo y del pitagorismo. Domina un concepto pesimista de la existencia; sostiene que las almas andan vagando de unos cuerpos a otros – por esta razón condena los sacrificios sangrientos y el comer carne de animales porque sería exponerse a dar muerte y a comer alguna persona de la familia –.
Este poema termina con una doctrina de la salvación, donde germinan y florecen los dioses colmados de honores y se convierten en verdaderos héroes. Sin embargo, para él, la salvación no tiene carácter universal de ella quedan excluidos los grandes malhechores, quienes tardarán largo tiempo en poderla conseguir. Tampoco será un estado en que todas se destruyen y vuelven a la unidad, con el predomino del amor, hasta que toque volver a predominar la discordia.
Finalmente afirma que no es posible acercarse a la divinidad de suerte que se vea con los ojos y se toque con las manos… Dios es un espíritu sagrado e inefable que penetra el mundo entero con el pensamiento veloz.
Anaxágoras (500-428 a.C.): Natural de Clazomene, ciudad de Asia Menor. Desde su juventud se traslada a Atenas, y fue el primer filósofo que abrió escuela allí, altamente frecuentada por la aristocracia. Entre sus oyentes figuraron: Eurípides, Protágoras, Tucídides, Mirón y Fidias. De familia noble y destinado a mandar, renunció a ello para dedicarse a la vida teorética.
En el año 431 Celó un Tucídides presentaron contra él una acusación por negar la divinidad del sol y de la luna, fue encarcelado y tuvo que pagar una multa; parece que Pericles lo liberó, pero no pudo seguir en Atenas y se fue a Lámpsaco, colonia de Mileto, donde goza de fama hasta su muerte. Allí acuñaron monedas con su efigie y pusieron un elogioso epitafio sobre su sepulcro. Igualmente dos altares en su honor: uno dedicado a la verdad y otro a la Mente. Murió en el año 428 y sus últimas palabras fueron: "en todas partes hay la misma distancia al Hades".
Fue considerado como un sabio perfecto. Cosmopolita e individualista, desarraigado de la metrópoli e indiferente a la Patria. Alguien le preguntó: "¿es que no te importa la Patria?" y le contestó: "Calla, si me preocupa la Patria… y señaló el cielo". Cuando se le preguntó para qué había nacido, contestó: "para contemplar el cielo y el orden del cosmos". Y cuando recibió la noticia de la muerte de un hijo, dijo: "ya sabía que lo había engendrado mortal". Ponía como fin de su vida la contemplación con la cual se consigue la verdad.
Gozó de gran reputación como físico, matemático y astrónomo. Se le atribuye el tratado "Sobre los Escenarios", un libro "Sobre la Cuadratura del Círculo", escrito en la cárcel, y una obra en tres libros "Sobre la Naturaleza". Anaxágoras se enfrentó con el problema de la unidad y de la multiplicidad de las cosas y marca un avance muy importante al admitir un doble principio: uno pasivo e inerte, masa caótica en que están mezclados todos los elementos de las cosas; y otro activo, motor, inteligente y regulador del cosmos, causa de la unidad y del movimiento.
Dice que nada puede provenir de una materia distinta a la que le constituye, y se pregunta: ¿Cómo va a ser posible que el pelo provenga de lo que no es pelo o la carne de lo que no es carne? Adopta el principio fundamental de Parménides y de todos los pre-socráticos: "de la nada, nada sale". Todo sale del ser… y agrega: todo está en todo; en cada cosa están contenidas todas las cosas… hay de todo en todo.
Llama homeomerías a las partículas pequeñísimas de que están hechas todas las cosas. Y dice: "si tomamos una cosa cualquiera y la dividimos, nunca llegaremos a las raíces, porque en la parte más pequeña de cada cosa hay partes pequeñísimas de todas las demás… la materia es indivisible hasta el infinito".
Los elementos no son cuatro, sino tantos como especies de cosas hay. Las cosas se producen por la agrupación de las homeomerías y se destruyen por su disgregación; se distinguen unas de otras por el predomino de alguno de los elementos. Las cosas no aumentan ni disminuyen y nada hay igual a nada… lo que se ve abre la vista de aquello que no se ve.
El principio rector del universo es el Noûs = la Mente, la cual es infinita, libre, potentísima, purísima, inteligentísima y conocedora de todas las cosas. Y aunque no obstante, la mente de Anaxágoras no es un dios trascendente, sino una fuerza cósmica. Su misión no es creadora ni ordenadora puesto que todos los elementos son eternos.
Afirma que en el principio existían todos los elementos juntos, mezclados, indistintos y compactos, pero que la Mente comunicó en un punto de esa masa un impulso de movimiento mecánico, que se fue propagando hasta producir un movimiento rotatorio en forma de torbellino, y finalmente con el movimiento rotatorio, los elementos se fueron separando y colocando por orden de densidad. Finalmente afirma que los animales proceden de semillas caídas del cielo.
12. Leucipo y Demócrito (460-370 a.C.):
Leucipo: Carecemos de datos acerca de su vida. Algunos críticos han llegado a dudar de su existencia, pero Aristóteles y Teofrasto lo consideran como el fundador de la Escuela Atomista. Escribió probablemente dos obras: "La Gran Ordenación del Cosmos" y "Sobre la Mente".
Demócrito: Natural de Abdera. Gran figura intelectual en Grecia, excelente viajero y escritor. Famoso por su longevidad, pues rebasó los cien años. Su sonrisa continua fue proverbial en la antigüedad. Se dice que para no reírse de todo, al final de su vida se sacó los ojos. Fue escritor elegante y fecundo. Entre sus obras se cuentan: "La Pequeña Ordenación del Cosmos", "Tritogeneia" (Sobre Moral), "De las Formas", "Del Entendimiento", "Del Buen Ánimo", "Preceptos".
Ambos son los representantes de la escuela atomista. Normalmente se presentan juntos, porque es casi imposible distinguir el pensamiento que pertenece a uno y a otro. Para los atomistas la realidad está conformada por unidades o partículas pequeñísimas e indivisibles: átomos. El número de átomos es infinito. Son impenetrables, indestructibles, eternos, pesados y todos de la misma naturaleza. Sin embargo se da entre ellos una infinita variedad de formas externas y de tamaños.
La dureza y el peso de los cuerpos dependen de la cercanía de los átomos. Estos átomos están situados en el espacio vacío o "no ser" y permanecen en continuo movimiento. Pero se trata de un movimiento eterno que resulta de las precisiones y de los choques entre ellos. En esta concepción mecanicista del mundo todo está determinado por las leyes de la naturaleza.
Las ideas más fuertes de su doctrina son:
- Psicología: El alma es material y está compuesta de átomos materiales y esféricos, sutiles y de móviles en todos los sentidos; es el principio de la vida y del movimiento en los animales y en los hombres; se alimenta por la respiración de los átomos de fuego esparcidos en el aire. Demócrito afirma al respecto: "… de los cuerpos se desprende constantemente una especie de pequeñísimas imágenes que penetran por los poros de los órganos sensoriales, y al encontrarse con los átomos del alma, originan el conocimiento sensible".
- Teología: En este concepto esencialmente materialista de la realidad tampoco queda lugar para un Dios personal y trascendente. No obstante, los atomistas admiten la existencia de dioses, que moran en los espacios comprendidos entre los distintos mundos, y que viven felices, sin preocuparse lo más mínimo de los hombres. Los dioses están también compuestos de átomos, más perfectos que los que constituyen los seres terrestres, y son merecedores de la veneración y del culto de los hombres.
- Ética: En los atomistas solamente cabe una moral estrictamente limitada a la felicidad en la presente vida, sin norma trascendente de conducta ni sanciones futuras. A Demócrito se le atribuyen numerosas máximas morales, muchas de ellas hermosas y cargadas de un gran humanismo. He aquí una muestra:
"… el hombre debe producir el dominio de sí mismo basándose en esfuerzo, ejercicio y moderación. Hay que mantenerse con firmeza en las adversidades conservando la grandeza del alma. No aspirar a lo inaccesible, sino desear tan solo lo que podemos alcanzar. Hay que prever las consecuencias de toda clase de excesos y refrenar la ambición. El mayor placer consiste en la contemplación de las cosas bellas. La virtud produce la paz del alma, mientras que el crimen es causa de turbación y de temor… no se debe obrar por la opinión de los demás, sino solamente obedeciendo a la propia conciencia".
- Política: Las leyes son un mal, pues restringen la libertad de la naturaleza; pero son necesarias para obligar a los hombres a obrar bien. Aunque el sabio no tiene necesidad de ellas y debe vivir libremente. Tampoco debe tener familia. La forma preferible de gobierno es la democracia, pues deja mayor libertad. El sabio no tiene patria: "toda la tierra es habitable para el hombre sabio, porque el mundo entero es la patria del alma noble".
La sofística y sócrates
En el siglo V comienza una nueva etapa de la filosofía griega, caracterizada por ocuparse del hombre y todo lo humano. Los temas anteriores sobre el ser y la constitución del cosmos son dejados a un lado por los sofistas. Volverán a aparecer en Platón y Aristóteles, pero ya cuando el tema del hombre se haya constituido en el centro de la reflexión filosófica.
Atenas se convierte en el centro cultural más importante de la época, y en ella alcanza el filosofar universal una de sus más altas cumbres con Sócrates, Platón y Aristóteles. Estos dos últimos crean sistemas tan profundamente pensados que llegan a ser la base de toda la filosofía occidental posterior.
La Sofística: Atenas se convierte en cabeza de una poderosa liga política y en centro de la vida cultural y comercial de Grecia, alcanzando el apogeo de su grandeza bajo Pericles. El predomino de la aristocracia fue sustituido por un régimen democrático en el cual los ciudadanos podían hacer oír su voz en el ágora e intervenir en los debates públicos.
El arte de la palabra, el brillo de la oratoria y el manejo de la dialéctica para la discusión adquieren gran importancia en un pueblo artista y amante del buen decir. La retórica se convertía en una formidable arma política, que aseguraba los éxitos más brillantes a quienes sabían servirse de ella en la plaza pública ente los jurados. El triunfo en los debates políticos está reservado a quienes saben sostener sus posiciones y poseen el arte de la palabra.
Los sofistas, maestros ambulantes de retórica, son bien acogidos e impresionan a todos con los numerosos conocimientos adquiridos durante sus viajes en el uso brillante de la palabra. En un principio el término sofista (sabio, intelectual) es elogioso. Pero poco a poco va cayendo en descrédito, al no interesarles la verdad en sí, sino el triunfo en el discutir. Pronto son despreciados por los verdaderos filósofos. Platón pone de relieve su vanidad y los califica de "… cazadores interesados de gentes ricas, vendedores caros de ciencia no real, sino aparente". Así mismo, Aristóteles los define como "traficantes de sabiduría aparente, pero no real".
La sofística la conocemos sólo a través de sus enemigos. Sin embargo parece que constituye una crisis real en el campo de la filosofía y de las ciencias, en cuanto se corrió el peligro de que éstas se convirtieran en utilitarismo y en retórica vacía. Los sofistas no llegan a formar escuela. Su pensamientos son muy variados y a veces opuestos.
Características Generales de los Sofistas:
- Relativismo: Nada hay fijo ni estable. Todo se muda y todo se cambia. Las esencias de las cosas son variables y contingentes.
- Subjetivismo: No existe para ellos una verdad estable y objetiva. Las cosas son como a cada uno le parecen. El hombre es la medida de todas las cosas.
- Escepticismo: No podemos conocer nada con certeza.
- Indiferentismo Moral y Religioso: No hay cosas buenas ni malas en sí mismas, pues no existe una norma de conducta. Con frecuencia eran calificados de ateos, orgullosos e indiferentes.
- Las Leyes: No son inmutables, porque no han sido establecidos por los dioses; son sólo convenciones de los hombres para poder vivir en sociedad. Los hombres no tienen más ley que la natural de sus instintos.
- Oportunismo Político: Todos los medios son buenos para conseguir el fin que cada uno se propone. El buen resultado justifica los medios para conseguirlo. La elocuencia es el arte de la persuasión y puede emplearse para el bien o para el mal. Más que servir al Estado enseñaban a emplear sus medios para el servicio de los intereses particulares, utilizando para ello el arte de mover los sentimientos y las pasiones.
- Humanismo: Tributaban una adoración hacia la palabra bella, descuidando el fondo y el contenido formal. Centraban su interés en los problemas humanos, pero no se preocupaban del hombre en cuanto tal, sino más bien del hombre político y de los problemas prácticos relacionados con la polis y la vida del estado.
- Su Finalidad: Se proponían ante todo educar a la juventud en orden a conseguir fines políticos, a formar hombres de estado, ganar pleitos, conquistar puestos, triunfar en los negocios, sin reparar demasiado en las elección de los medios.
Méritos de los Sofistas:
- Haber roto el excesivo exclusivismo con que hasta entonces se centraba el interés de los filósofos en torno al problema de la naturaleza, haciéndolo derivar hacia una reflexión sistemática de los problemas humanos.
- Difunden en el pueblo la inquietud por el discurso racional y el deseo de saber.
- Elaboran el concepto de justicia y amplían el concepto de ley, relativizando las leyes civiles particulares con la afirmación de una naturaleza común a todos los hombres que fundamenta el derecho y la ley natural.
- En la educación introdujeron el ideal pedagógico más amplio y completo que el tradicional, sacándolo de los moldes demasiados estrechos de la antigua formación gimnástica y rítmica.
- Finalmente, imprimen un gran avance a la Gramática y ala retórica al perfeccionar el uso del lenguaje y la oratoria.
14. Representantes de la Sofística:
Protágoras (481-411 a.C.): Es el más eminente de los sofistas. Hombre de gran cultura. Se dice que fue educado por los magos que acompañaban a Jerjes. Hizo varias visitas a Atenas. Fue muy apreciado por Pericles. Su libro "Sobre los dioses" fue quemado en la plaza pública.
En gramática se le atribuye haber iniciado el estudio científico y sistemático de la palabra, distinguiendo los géneros masculino, femenino, neutro y las partes de la palabra: sustantivo, adjetivo y verbo… En retórica distinguió las partes del discurso: exordio, preámbulo, disposición, exposición, discusión refutación y conclusión. Enseñó durante cuarenta años, haciéndose muy rico con sus lecciones, pues cobraba cien minas con cada curso.,
Obras: "La Verdad", "Destructores", "Contradicciones", "Sobre el Ser", "Gran Discurso".
A su obra sobre la Verdad pertenecía la famosa frase: "El Hombre es la medida de todas las cosas; de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto no son". Dice que solamente podemos conocer los fenómenos que impresionan nuestros sentidos; de aquí provienen su subjetivismo, su relativismo y su escepticismo…
Como nada es estable y cada uno percibe la realidad a su manera, no hay verdad universal, sino tantas verdades como individuos. Cada uno es la norma de su verdad. Todas las apariencias son verdaderas. Lo que es verdad para uno no lo es para otro. Tampoco existen ni el bien ni la justicia fijos y universales. Lo que unos creen bueno, a otros les parece malo. Sobre la existencia de Dios profetizaba el agnosticismo más absoluto.
Georgias (483-375 a.C.): Natural de Leontini, Sicilia. Fue enviado a Atenas como embajador para solicitar ayuda contra los siracusanos, dejando a los atenienses admirados con su elocuencia. Se le atribuye haberse presentado en el teatro de Atenas diciendo: "Preguntad…".
Escribió sobre el No-Ser o Sobre la Naturaleza, Un Epitafio, Olímpico, Arte Retórica, Elogio de Helena y Elogio a la Ciudad de Elea.
Fue tal vez el orador más brillante entre los sofistas. Profesaba una confianza ilimitada en el poder de la palabra. Defendía tres tesis:
- Nada existe.
- Aunque algo existiera no sería cognoscible.
- Aunque algo pudiera ser conocido, no podría ser expresado.
Hippias de Elis: Segunda mitad del siglo V. Visitó Atenas hacia el año 421. Fue encargado por sus compatriotas de una misión diplomática en Esparta. Famoso por su hermosura, sus fuerzas atléticas y su prodigiosa memoria. Era capaz de repetir y una lista de sesenta palabras con oírlas una sola vez. Proponía un ideal enciclopédico de educación que abarcaba todas las artes y todas las ciencias.
Retaba a distinguir a todos cuantos creyeran más sabios que él. Se presentó en los juegos olímpicos luciendo un manto, sello, anillo, cinturón, calzado y frasco de perfume, todo confeccionado por él mismo. Platón lo describe como gárrulo, petulante y vanidoso.
Escribió numerosas obras sobre las materias más variadas: "Synagogé", "El Troyano", "Sobre la Cuadratura del Círculo", "Elegía de Hippias", "Lista de Vencedores Olímpicos".
De su pensamiento extractamos lo siguiente: "… la educación es lo mejor que tienen los hombres; es la depositaria de la cultura humana… es como la siembra que prepara la cosecha, y lo que, una vez plantado en el corazón humano, florecerá toda la vida. La ley natural debe prevalecer sobre las leyes civiles que tiranizan a los hombres y les obligan a acciones contrarias a la naturaleza. Proclamaba la igualdad entre todos los hombres, griegos y bárbaros, aristócratas y esclavos".
Pródicos de Keos: Discípulo de Protágoras y rival de Georgias. Fue varias veces a Atenas como delegado de Keos. Sobresalió por el cuidado en el distinguir sinónimos. Platón lo describe como hombre rico, pretencioso y refinado, envuelto entre forros de piel. Escribió Sobre la Naturaleza y las Horas o las Estaciones, en que exponía sus teorías morales y donde se mantiene el famoso mito de Hércules ante la encrucijada de dos caminos: el ancho del vicio y el estrecho de la virtud.
Ante la vida adopta una actitud pesimista. No hay que temer la muerte, pues mientras vivimos no existe la muerte, y cuando ella existe, ya no existimos nosotros. Para triunfar en la vida es necesario el esfuerzo. Nada bueno ni bello se consigue en este mundo sino con el trabajo.
Trasímaco: Gran retórico y gramático. Estudió el ritmo de la prosa. Enseñó algún tiempo en Atenas. Se le atribuyen muchas obras entre las cuales se cuentan: "Gran Arte", "Temas para Oratoria", "Cursos para Excitar la Piedad", "Política Patria".
Platón critica severamente sus teorías morales y políticas. Para Trasímaco nada hay justo ni injusto, verdadero ni falso y no hay más derecho natural que la fuerza. Lo justo es lo que aprovecha el más fuerte y lo que conviene al gobierno constituido. La ley ha sido hecha solamente para los hombres que no tienen valor para escapar de ella. Los dioses han sido inventados por los legisladores para asustar a los hombres… si existen no tiene providencia ni se preocupan por los asuntos humanos.
Antifón: Segunda mitad del siglo V a.C. Natural de Atenas, contemporáneo y rival de Sócrates. Enemigo de la democracia. Escribió varios libros: "Sobre la Verdad", "Política", "Sobre la Concordia", "Sobre la Interpretación de los Sueños".
Sostenía la igualdad de todos los hombres y la fraternidad sin discriminación de naciones. Sostiene que el mayor de todos los bienes es estar en armonía consigo mismo y con los demás. La moderación debe probarse en la tentación, porque el que no ha experimentado el deseo ignora lo que es la templanza. Afirma la existencia y unidad de Dios: "… a la divinidad nada le falta y nada puede recibir porque es infinita y sin ningún defecto".
Critias (460-403 a.C.): Aristócrata ateniense. Primo de Platón y discípulo de Sócrates. Aborrecía la democracia. De carácter violento. Comenzó a intervenir en política y pronto fue preso y desterrado. Formó parte del régimen de los Treinta Tiranos. Fue muerto por Trasíbulo en el 403. Compuso varios poemas: "Hexámetros", "Elegías", "Constituciones". Afirma que los dioses son una creación del hombre ingenioso para atemorizar a los hombres y obligarlos a cumplir las leyes.
Ambiente Socio – Político de Atenas: A raíz de la batalla de Maratón, ganada por los atenienses, Atenas progresó rápidamente. En el año 462 el partido democrático, dirigido por Pericles, llega al poder. A partir de este momento, el pueblo tuvo mucha influencia en los asuntos del gobierno, gracias a la importancia dada al jurado popular.
Pericles, para engrandecer a Atenas, tuvo que desalojar muchas otras ciudades y trajo a Atenas muchos filósofos, que con su pensamiento le dieron gran esplendor a la ciudad, convirtiéndose en foco cultural y comercial. No obstante, había en Atenas ciertos problemas. Su anhelo de sobresalir sobre todas las demás ciudades originó serios conflictos, sobre todo con Esparta. Además, las luchas entre la oligarquía y la democracia eran continuas.
En el año 431 tuvo lugar la guerra del Peloponeso y en el 413 lo oligarcas se toman el poder y establecen la dictadura de los cuatrocientos, que poco duró porque el pueblo la derribó. A partir del 406 la democracia, que nuevamente se hallaba en el poder, comenzó a cometer errores mayúsculos, entre ellas el asesinato de diez de sus propios generales, que aunque habían ganado la batalla, no defendieron suficientemente la vida de sus soldados.
Más tarde, en el año 404, Atenas queda definitivamente sometida a Esparta y los oligarcas se toman el poder con la dictadura de los "Treinta Tiranos", los cuales duraron ocho meses, al cabo de los cuales sube al poder otra vez la democracia, dirigida por Trasíbulo, quien comete grandes errores y crea un ambiente difícil. Es en este ambiente, concretamente en el año 400, cuando se condena a muerte a Sócrates.
Ambiente Cultural: Con la democracia surgió una gran conciencia del pueblo. En adelante los edificios públicos eran los más bellos y artísticos… el arte se puso al servicio de la ciudad para elevar su nivel cultural. También la literatura progresó sobremanera y surgieron los grandes maestros como Sófocles, Esquilo, Eurípides y Aristófanes. Era una literatura pública… todas las obras se presentaban en los grandes teatros.
Al lado de la literatura estaban los debates públicos sobre los más diversos temas. En ellos intervenían los filósofos, los cuales al exponer las más extrañas y controvertidas teorías, eran tildados de atentar contra la autoridad civil y contra las tradiciones del pueblo. Con esto, los filósofos se vieron en difícil situación.
Fuentes: Sócrates no escribió nada. Al preguntarle un día por qué no escribía, respondió: "la escritura se parece a la pintura, sus personajes parecen vivos, pero si se les interroga nada responden… así son los escritos". Por esto tenemos que recurrir a las fuentes que nos hablen de él. Y estas las podemos dividir así:
- Adversas: Representadas en Aristófanes que, en su comedia "Las Nubes", ridiculiza a Sócrates diciendo que es un ateo y un sofista.
- Favorables: Sobresalen tres autores
+ Jenofonte: Tres de sus obras están dedicadas a Sócrates: "Recuerdos de Sócrates", "La Apología", "El Simposio". En estas obras Jenofonte se vale de sus propios recuerdos y de los que ha escuchado para presentar a un Sócrates que no se interesa por las especulaciones cosmológicas, sino como un personaje que vive pobremente, con sobriedad, virtuoso y creyente, aunque también a veces, lo presenta un poco vulgar, tosco y utilitarista.
+ Platón: En todos sus diálogos interviene Sócrates; pero los que más se refiere a éste, en los diálogos de la Juventud, por cuanto en ellos trata de mostrar temas que oyó directamente de Sócrates. Sin embargo, la presentación que hace de éste es muy ideologizada.
+ Aristóteles: Presenta un Sócrates al que no conoció personalmente, sino a través de sus discípulos distingue dos aspectos: Histórico: Un Sócrates que se preocupó por los problemas morales y por formar un hombre en el que se unifique la ciencia y la virtud, para asegurarle un buen ciudadano a Atenas. Idealizado: Es el Sócrates presentado por sus discípulos y a quien se le atribuyen muchas doctrinas que en realidad no fueron suyas (entre ellas, la doctrina de las ideas).
Vida: Nació en Atenas hacia el año 469 a.C. Hijo de Sofronisco, artesano escultor y de Fenáretes, quien después de la muerte de su marido se dedicó al oficio de partera. Parece que en su juventud fue escultor, pero no hay ninguna fuente que acredite esto. Heredó de su padre una gran renta, con la cual pudo vivir dedicado a la filosofía sin mayores preocupaciones económicas, pero la perdió en la guerra del Peloponeso, en la cual participó dando cumplimiento a sus deberes civiles. En el año 420 contrajo matrimonio con Jantipa.
Probablemente fue discípulo de Arquelao hacia el año 440, pero no se dejó influir por sus ideas, sino que se dedicó a estudiar el problema del hombre, concretamente, la situación del ciudadano ateniense. Deja las especulaciones sobre el cosmos y centra su atención en el hombre… esto le valió la siguiente apreciación de Cicerón: "Sócrates hizo descender la filosofía del cielo a la tierra".
Consagra su vida a la formación moral de la juventud ateniense, seguro de que allí residía el futuro del hombre mismo y de la ciudad. Les orienta hacia el conocimiento del propio sujeto y de su conducta. Repite a unos y a otros la famosa frase gravada en el frontispicio del templo de Delfos: "Conócete a ti mismo" y asegura que ese es el camino para alcanzar la virtud y la felicidad.
Tuvo una actuación digna y valiente como ciudadano y soldado, pero, sobre todo, fue el hombre del ágora, el hombre de la calle y de la plaza, que habla e inquieta a toda Atenas. Su educación fue un poco libresca. Parece que aprendió astronomía, matemática y música. Su aparente serenidad y su sonrisa inalterable encubren un fondo profundamente trágico, pues lleva en su alma todo el dolor y tragedia de Atenas. Vivía y vestía muy pobremente, nunca utilizó calzado. Su fealdad corporal se expresaba con sus dotes morales e intelectuales.
Frente a los vicios, el lujo y el afeminamiento, frutos de la prosperidad comercial de Atenas, oponía el ejemplo de una vida austera. Viendo la abundancia de objetos que se veían en los comercios exclamó: "Cuánto es lo que no necesito". Su filosofía es existencial… se centra en la verdad y el valor… alguien dice: "en Sócrates vivir y filosofar se confunden, pues afirmar de él que vive buscando la verdad, es lo mismo que decir que busca la verdad viviendo".
Vivió siempre en Atenas alejado de puestos y de cargos oficiales. Inicialmente fue un convencido de la democracia, pero cuando ésta comenzó a cometer errores, simpatizó con la oligarquía, asumió una actitud permanente de denuncia y se negó a secundar los intereses políticos del momento. Esto le trajo muchas enemistades e incluso la acusación de deshonrar a los dioses y corromper a los jóvenes. Es acusado de impiedad ante el tribunal de los Quinientos y termina condenado a muerte al ser obligado a beber la cicuta.
Pudo haberse librado de la muerte con la ayuda de sus amigos que le facilitaban la fuga, o aceptando una multa o el destierro voluntario, pero prefirió permanecer en Atenas y presentarse ante sus jueces. También pudo haberse señalado la pena, pero esto equivalía a reconocerse culpable. Ante el tribunal adoptó una actitud altanera, desdeñosa y despectiva que hizo irritar los ánimos en contra suya. Se acerca a la muerte con el autodominio que le había caracterizado toda la vida. Después de conversar ampliamente con sus familiares y amigos sobre la inmortalidad del alma, bebe serenamente la cicuta mortal.
Sócrates y los Sofistas: Se declaró adversario de los sofistas por considerarlos como los principales culpables de la decadencia de Atenas. Sin embargo no deja de tener con ellos algunas semejanzas exteriores que ocasionaron la confusión que le costó la vida.
- Sócrates coincide con los sofistas en su preocupación por la educación de la juventud, pero a diferencia de ellos, no la reduce a una formación brillante y superficial con miras a fáciles triunfos oratorios y políticos, sino que la orienta sobre todo a la práctica consciente del bien, de la justicia y de la virtud, con el fin de formar ciudadanos y buenos gobernantes.
- Tanto los sofistas como Sócrates centran su interés sobre los problemas prácticos de la conducta moral del hombre, como particular y como miembro de una comunidad social.
- En ambos, los problemas políticos tiene primacía sobre los puramente científicos. Pero hay una gran diferencia: en los sofistas se trataba de proporcionar medios para el triunfo en los negocios del estado sin reparar demasiado en su legitimidad. Sócrates, por el contrario, orienta su actividad y la de sus amigos hacia la superación individual, por medio de la vida virtuosa, a fin de hacerlos aptos para mejorar la vida de la ciudad.
Método Socrático: A Sócrates le correspondió actuar en un ambiente sofista; de ahí que su método haya sido el del diálogo, la conversación. Pero con una característica: es un método muy íntimo y muy personal que lleva a la comunicación entre personas.
Se trata de un método cortante, en el sentido que no permite largas disertaciones. A través del diálogo recurre mucho a las preguntas y en ese preguntar lleva a su interlocutor a reconocer que no sabe nada de lo que se está tratando, para luego moverlo a reflexionar por sí mismo, a que descubra pos su propio medio la respuesta auténtica.
Aristóteles considera a Sócrates como el inventor del método científico de la inducción; es decir, el método que va de las partes al todo… que parte de formulaciones particulares para llegar a afirmaciones y verdades generales.
Al método socrático se le ha llamado "Mayéutica", por cuanto pretende hacer que no se sabe nada. Comprende dos partes: comienza por colocarse en la conciencia y afirmación de ignorancia… es lo que se ha denominado "ironía socrática". Termina con la "Mayéutica", término que designa el arte de ayudar a dar a luz a la verdad. En esto parece ser deudor del oficio de su madre.
- La Reflexión del hombre sobre sí mismo: Es típico su insistente llamamiento a la interioridad. Opone modestamente su "sólo sé que nada sé" a la pretenciosa sabiduría de los sofistas y afirma que el principio fundamental de la sabiduría consiste en el reconocimiento de su propia ignorancia y el reflexionar sobre el propio yo para conocerse a sí mismo. Estimaba como próximo a la locura el ignorarse a sí mismo y creer que se sabe lo que no se sabe.
- Antropología: Sócrates tuvo un concepto muy optimista y elevado de la naturaleza y de la dignidad del hombre, como un ser privilegiado entre todos los demás seres del mundo, porque tiene razón, palabra y ciencia. Distingue entre cuerpo y alma y dice que el alma es de naturaleza divina e invisible y superior al cuerpo.
- Teología: Platón y Jenofonte se esfuerzan por defender a Sócrates de la acusación asebeia (impiedad), puesto que éste fue religioso, tuvo siempre respeto y veneración hacia los dioses de Atenas y practicó los cultos conforme a los ritos tradicionales.
Decía: "que cada uno venere a los dioses según el rito de su ciudad". Manifestó su piedad en la oración, en la obediencia y en los sacrificios. Parece que por encima de los dioses de la mitología tradicional, admiró la existencia de un Dios único, supremo, invisible y ordenador del mundo, aunque no creador.
- La Razón: Sócrates es considerado, por encima de Parménides y Anaxágoras, como el verdadero descubridor de la razón y el que abre el verdadero camino de la ciencia. Se preocupa de la exactitud, trata de eliminar las suposiciones, de explicar los términos ambiguos y los conceptos oscuros o dudosos para llegar a la claridad y a la certeza.
Distingue entre su razón particular y la razón universal, y decía: "admiro desde hace mucho tiempo mi propia sabiduría, pero desconfío cada vez más de ella". Sin embargo, tiene un optimismo completo sobre el poder de la razón y de la dialéctica para alcanzar la verdad.
- Física: Desliga por completo la ciencia moral de la ciencia de la naturaleza. Tiene un concepto optimista del universo y lo concibe como una realidad en la que reinan el orden y la armonía… orden que es definido por la razón universal y por la providencia divina. Sostiene que el orden general del universo debe estar en sintonía con la armonía de la vida individual del hombre.
- Ética: Se desarrolla en tres puntos:
+ El Bien: Sócrates no tuvo nunca un concepto claro, ni llegó a dar una definición precisa sobre el Sumo Bien. Para él no existe un bien trascendente como un ideal al cual haya que orientar la vida, sino muchos y diversos bienes. El Bien es el conjunto de bienes regulados por la razón, de cuyo conjunto resulta la vida feliz.
La característica fundamental del bien en Sócrates es la utilidad: "no hay bien que no sea bien para alguna cosa… lo bueno y lo útil se identifican". Identifica el bien como lo agradable y el mal con lo desagradable. Buscar el bien mejor y establecer una escala de bienes, implica la renuncia a otros bienes inferiores.
+ La Virtud: Sócrates le da un sentido exageradamente intelectualista y llega a identificarla con la ciencia. Dice que hay que enseñarla, porque sin la educación las mejores disposiciones naturales no logran desarrollarse, ni llegan a dar buenos frutos.
+ La Moral: Niega la existencia del mal moral, afirmando que ninguno peca voluntariamente… que el que peca lo hace por ignorancia, sencillamente porque no conoce el bien. Por tanto, no se debe castigar, sino instruir.
Tuvo cinco discípulos sobresalientes, cada uno de los cuales fundó su propia escuela. Son ellos:
- Fedón: Fundó su escuela en Elis, su ciudad natal.
- Euclides: Fundó su escuela en Megara, su ciudad natal. Unió la concepción del Bien con la del Ser y la Verdad.
- Antístenes: Fundó la escuela de los "Cínicos". La tradición lo presenta como un personaje que quiere imitar a Sócrates en todo. Se dice que enseñaba en un lugar llamado "Kinosargues" (campo de los perros). Quiso hacer descender la filosofía al nivel del pueblo y por tanto se hizo burdo en su expresión.
Identificó la virtud con la ciencia y según él, el ideal del sabio es la autosuficiencia. Predicaba, como ideal de la sociedad el establecimiento de una sociedad sin estado, sin familia. Aseguraba que el amor es libre, natural y que no puede regirse por ninguna ley, y que la mujer es un bien común.
Pero en la Escuela "Cínica" el más influyente fue Diógenes de Sínope. Este acentúo la naturalidad que predicaba Antístenes, en el sentido de que debía existir una libertad absoluta para todo.
Andaba sucio, sin túnica, simplemente con manto, un bastón y un zurrón… vestimenta que se convirtió en el uniforme de sus seguidores. Como pretendía vivir con la mayor naturalidad posible llegó incluso a comer carne cruda.
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Categoría: Filosofía
Resumen:
FILOSOFÍA ORIENTAL: Filosofía India, Filosofía China. FILOSOFÍA GRECO – ROMANA. FILOSOFÍA PRE-ÁTICA: Los Milesios, Los Pitagóricos, Heráclito y los Eleatas, Los Mecanicistas y Anaxágoras. FILOSOFÍA ÁTICA: La Sofística y Sócrates, Platón, Aristóteles. FILOSOFÍA HELENÍSTICO ROMANA:Epicureísmo, Estoicismo, Escepticismo, Eclepticismo: Cicerón, Neo-Platonismo: Plotino.
Autor:
Juan Paulo Ramírez Sánchez
Edad: 21 Jericó, Antioquia, Colombia.
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