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Finanzas públicas venezolanas; Función de las Finanzas públicas en el proceso de desarrollo (página 2)

Enviado por lisnahmens74


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5. Análisis comparativo de las variables macroeconómicas en Venezuela

En toda actividad económica existen factores importantes que varían en función de las situaciones que se presentan. La actividad económica se estudia diferenciando estos factores en variables macroeconómicas y variables microeconómicas. En las variables microeconómicas el problema básico reside en la determinación de la estructura de los precios relativos y la teoría básica es la demanda y oferta. Aquí se estudia el nivel de salario de manera individual siendo estas individualidades ejemplo el salario en diferentes zonas (rural, urbano); ocupaciones (obrero, profesional); tipos de industria (petrolera, manufacturera) La macroeconomía reside en la determinación del flujo de renta y la teoría básica es el modelo de flujo de renta circular. Las variables macroeconómicas influyen en el comportamiento económico colectivo cuyos determinantes principales son los problemas que se refieren a:

  • A la asignación de recursos entre la producción de bienes y servicios y la producción de bienes de capital (que unidos constituyen toda la economía).
  • A la tasa de crecimiento de la capacidad productiva.
  • Fluctuaciones en el nivel general de precios en cuanto a los incrementos y disminuciones de las transacciones; Por que se han incrementado en la mayoría de los países en los últimos 20 años (inflación y deflación).
  • El alto nivel de desempleo.
  • Fluctuaciones en el nivel de empleo de los diversos recursos en especial recursos como mano de obra.
  • Fluctuaciones en el nivel general de salarios.
  • Relación entre el comercio internacional y los niveles de empleo, precios y crecimiento de la economía.
  • Incertidumbre política y económica

Es importante mencionar que los ingresos y gastos gubernamentales se ven afectados por el comportamiento de otras variables macro económicas, como el tipo de cambio, los términos de intercambio, el crecimiento del PBI, etc. Las teorías macroeconómicas han sido desarrolladas en y para países prósperos. Antes de aplicarlas en Venezuela es necesario efectuarles algunas modificaciones para tomar en cuenta aspectos que en esos países pueden ser incluídos dentro de "ceteris paribus" (todo lo demás permanece constante) pero que en países pequeños con un bajo ingreso per capita adquieren una importancia decisiva. Un ejemplo de actualidad es el vano intento del BCV en controlar la liquidez mediante el aumento en las tasas de interés. En EE.UU. esto es efectivo (en realidad cada vez menos) pero en Venezuela sólo logra atraer capitales golondrina del extranjero. Para poder seleccionar la mejor política económica es necesario comparar los pro y los contra de las diferentes alternativas de acción utilizando el enfoque de sistemas y la experiencia histórica que nos muestran las estadísticas macroeconómicas. Una política económica efectiva no implica un deterioro aún mayor del (ya bajísimo) nivel de vida actual ni de un aumento en la pobreza crítica antes de poder acceder a un futuro mejor. Tampoco tiene como único objetivo:

  • Reestablecer los equilibrios macroeconómicos
  • Controlar la inflación
  • Eliminar el déficit fiscal
  • Hacer crecer el P.I.B.
  • Lograr tasas de interés positivas
  • Incentivar las inversiones extranjeras
  • Disminuir el desempleo

Desde hace 21 años, la inversión bruta fija viene cayendo, con un levísimo intento de recuperación en 1991-1992; y en 1999-2000. A este descenso se le ha añadido el mayor riesgo político, lo que la ha contraído aún más. Y es que, según Asdrúbal Baptista, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), el descenso en los niveles de compra de activos fijos obedece 'a una fractura profunda en la economía venezolana', que sólo puede ser revertida recuperando niveles de inversión pública y mediante un profundo proceso de apertura que abra al sector privado áreas que el Estado se reserva. Lo que es más: La mayor caída en la inversión bruta fija no petrolera se da entre 1979 y 1983, coincidiendo con el mayor flujo de ingresos petroleros de la historia. En el 2000, el aporte del petróleo en términos nominales ($25 millardos) será considerado el mayor de la historia y la mayor per cápita en términos reales desde el año 1981. La administración actual, como la de aquella época, apuesta a reactivar la economía mediante el gasto público, con resultados más que escasos si se ve 0,3% de crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2000 y una perspectiva de alrededor de 1% para el segundo, según la visión no sólo de Baptista, sino de otros dos economistas consultados (Luis Zambrano Sequín, Universidad Católica Andrés Bello; y Domingo Fontiveros, Consultora Data Forecast & Analítica. 'Hemos perdido completamente la capacidad de convertir el ingreso petrolero en inversión, no sólo a nivel privado, sino también en el ámbito de lo público, afirma Baptista e indica que esta variable macroeconómica es la que incide en el pobre desempeño del PIB y también en el desempleo. Según este economista, la falta de inversión (originada por escasas perspectivas de futuro en el país) condiciona el alto desempleo que se vive actualmente y el incremento de la ocupación informal. 'Podemos decir que un país está más desarrollado en la medida en que su población está mejor salariada. Aquí hemos involucionado en ese aspecto, puntualiza el profesor del IESA, quien señala que en este momento el acervo de capital por habitante se haya en los niveles más bajos desde 1950. Una política económica efectiva resulta en mejoras inmediatas y sostenidas en el tiempo en el bienestar de la mayor parte de la población. En otras palabras, no tiene ninguna lógica, y mucho menos algún mérito, controlar la inflación, por ejemplo, a costa de causarle un mayor sufrimiento a la población. Este es el mismo razonamiento errado según el cual, como los países desarrollados producían grandes cantidades de acero, al producir grandes cantidades de acero un país subdesarrollado inexorablemente pasaría a ser un país desarrollado. "Se confunde el efecto con la causa". Las políticas económicas erradas si tienen consecuencias, y muy graves. Las sufrimos todos al tener que convivir con una mayor criminalidad y un deterioro en la calidad de la vida. Pese a un explosivo incremento en el gasto público, la economía venezolana no da signos de recuperación. Y la posibilidad de que este aumento en las erogaciones del Estado se vaya por la vía de importaciones y por fuga de capitales crece en la medida en que lo hace la incertidumbre política, según analistas consultados. La falta de confianza se manifiesta en la fuga de capitales y la caída de la inversión bruta fija no petrolera (Producto Interno Bruto) que han llevado a la misma a su nivel más bajo de la historia, si se exceptúa el año 1996, en el cual un ajuste macroeconómico 'licuó' este importante indicador de la economía. El Ejecutivo Nacional hace abstracción de la realidad, al vincular la inviabilidad del presupuesto fiscal 2002 con algunas coyunturas externas como la recesión económica mundial y la caída de los precios del petróleo, sin reconocer la mediocre gestión financiera del Gobierno Central caracterizada por el crecimiento desbordado de la deuda interna en un poco más de 9.000 millones de US$, en los últimos tres años. Se estiman nuevos ingresos fiscales que suponen la reducción del presupuesto de ingresos ordinarios (básicamente petróleo) en casi 6 billones de Bs., se anuncia un paquete de medidas tributarias altamente regresivas del ingreso personal disponible (como el débito bancario y reforma de la Ley del IVA) orientadas a compensar la merma del presupuesto y para completar se anuncia la reducción del gasto de inversión en proyectos de infraestructura y desarrollo (potencialmente generadores de crecimiento y empleo). Con un escenario como el anterior, la economía venezolana en el mejor caso no crecerá en este año. Y si la economía no crece, no crecerá la tributación. Se plantea una reducción de los ingresos fiscales petroleros (por precio y volumen de crudo colocado en los mercados internacionales), lo cual obviamente supone una contracción en el producto interno bruto petrolero. Si recordamos que el petróleo, impacta globalmente a la economía en más de un 50% (de los cuales 25% son en forma directa y 35% en forma indirecta), entonces, menos dinámica petrolera, supondrá menor crecimiento en la actividad económica en general. Este cuadro se complica aún mas cuando se somete a la actividad económica al gravamen de nuevos impuestos como los anunciados, a los impactos que en la intermediación financiera en créditos tendrá el débito bancario y al desdibujamiento de la actividad crediticia que supondrá el mayor empapelamiento de la banca por efecto de las nuevas emisiones de deuda interna. De manera, que no se entiende como el Ejecutivo Nacional podrá mantener constante la meta de crecimiento del año 2002 en un contexto de importante caída en la demanda agregada interna.

  • Por caída en el consumo privado, dado el efecto regresivo que el impuesto al débito bancario y las reformas en el IVA tendrán en el ingreso personal disponible
  • Por la caída en la inversión privada:
  • Dada la incertidumbre e inseguridad que producen las leyes económicas que esperan su aprobación en la Asamblea Nacional
  • Dada la inevitable caída en la intermediación en créditos por efecto del alza de las tasas de interés y el desplazamiento del ahorro nacional a financiar la adquisición de deuda interna a expensas del crédito bancario
  • Y dada la situación de wait and see (esperar y ver que pasa) que reina en la mente de empresarios e inversionistas por efecto del deterioro de las expectativas.

Se supone además que los ingresos internos no petroleros ( impuesto sobre la renta, IVA, aduanas, etc.) crecerán por encima del presupuesto inicialmente formulado, al pasar de 10,3 a 10,4 billones bolívares. Esto menos se entiende. En el mejor escenario, el crecimiento de este año será cero. Si la economía no crece en el 2002, entonces tendrá menor capacidad para tributar, cayendo inevitablemente la tasa efectiva de tributación. La ecuación es sencilla. Las nuevas metas de ingresos fiscales lucen poco creíbles y realizables, inundando de mayor incertidumbre a los mercados cambiarios y monetarios. El nuevo endeudamiento interno, supondrá efectos nocivos para la actividad económica. Una banca que está desmonetizada, empequeñecida en términos reales, asistiendo a un proceso de evaporación de los medios pagos líquidos de la economía, que hace esfuerzos extraordinarios para captar bolívares producto del proceso de dolarización informal que vive el país, difícilmente podrá absorber tal magnitud de emisiones de deuda interna. Y en el mejor escenario para el Gobierno Nacional, una mayor intermediación del sistema financiero en títulos valores emitidos y avalados por la nación, supondrá una menor intermediación en créditos bancarios, es decir menos financiamiento para la actividad productiva (aquella) generadora de empleo y crecimiento económico. Todo lo anterior confirma que el crecimiento económico nunca está a la esquina de un ajuste fiscal. El impuesto al débito bancario (IDB). Es impensable que la meta de 1,4 billones de bolívares se alcance, en un contexto de menor dinámica económica y por ende de menor velocidad de circulación del dinero en la economía. Además, el IDB constituye un gravamen a la intemediación financiera y promueve, indudablemente, la exportación del ahorro nacional hacia el exterior. En relación con las utilidades operativas del BCV, es importante advertir que se trata de una clara monetización del déficit fiscal con alto impacto inflacionario. Cuando un déficit en la gestión financiera del Gobierno Central no puede financiarse con endeudamiento interno ni externo, entonces, suele ser crónicamente monetizado, es decir, financiado con emisión inorgánica de dinero, oferta monetaria emitida por el Banco Central y no respaldada por el producto interno bruto. Cuando el Banco Central hace emisión inorgánica, dota a los agentes económicos con un poder de compra para adquirir un producto que no se ha producido, estimulando el alza del nivel general de precios de la economía, entiéndase por ello, inflación y por supuesto la sobre-valuación del tipo de cambio, presión en el mercado cambiario y etc. De llevar a cabo esta medida le restaría credibilidad al BCV como garante de las reservas internacionales y de la estabilidad cambiaria y monetaria, al convertirlo en la caja chica del Ejecutivo Nacional. Devela su falta de autonomía institucional e introduce incertidumbre acerca de su capacidad para sostener el régimen cambiario recientemente anunciado. Igualmente, el Presidente anuncia que se tomará dos billones de bolívares de lo que potencialmente sería ahorrado en el FIEM durante el año 2002, cuando en la formulación del presupuesto de este año se dijo al país que no habrían aportes al fondo para la estabilización macroeconómica. Y para completar, se anuncia una reducción del gasto público, particularmente el gasto en proyectos de inversión e infraestructura (el cual por su naturaleza está llamado a generar empleo y crecimiento económico) manteniéndose constante el gasto corriente. Aquí lo grave no es la cantidad sino la calidad del gasto. En Venezuela existe un claro deterioro de las expectativas racionales de los agentes económicos, dado por el enrarecimiento del entorno político del país y por la incertidumbre política del Gobierno Nacional. Cuando los agentes económicos consideran que las cosas no van a marchar bien, cuando existe la percepción de que el programa económico del cual hace alarde el Ejecutivo Nacional tiene claros problemas de viabilidad, cuando el mercado se entera que se descapitaliza a la principal empresa estatal del país (PDVSA) al obligarla a pagar dividendos sobre utilidades no generadas para financiar brecha fiscal, cuando se percibe que existe un desfase en la adopción de reformas económicas estructurales y además se materializa en el ambiente político un clima de crisis de gobernabilidad, estos comienzan a descontar anticipadamente los efectos previsibles de un fracaso en el programa, y por mas antipático y antipatriótico que parezca, la mejor manera de maximizar y asegurar los haberes, es dolarizando la renta. Y ciertamente eso es lo que está ocurriendo en nuestro país; un claro proceso de exportación de la intermediación financiera hacia el exterior, fuga de capitales o lo que es más dramático un proceso de dolarización informal de la economía venezolana. En toda economía existen tres tipos de ahorro (transaccional, de precaución y de especulación) y, básicamente, el ahorro que existe en el país es transaccional y lo que es ahorro de precaución y de especulación ya se fugó hace tiempo, señalan los economistas. El mayor excedente petrolero lo único que garantiza es disponibilidad de divisas para hacer ese ahorro externo. En este entorno, donde no existe nueva inversión, es muy difícil, entonces, que a corto plazo mejore la situación económica del país Los analistas encuestados por Reuters prevén que, pese a la caída de los precios petroleros, la economía del país culminará el año 2001 con un sólido crecimiento de 3,0%, uno de los más altos de Latinoamérica, además de una inflación de 12,9%, algo menor a la del 2000. Pero la aparente salud económica es frágil, pues depende de un elevado gasto público para impulsar al sector privado, especialmente a la construcción, mientras que los conflictos entre los empresarios y el gobierno han llevado a la paridad cambiaria, más allá de la meta oficial de Bs. 750 por dólar para este año. Según una encuesta efectuada por la agencia de noticias Reuters, Venezuela, la cuarta mayor economía en Latinoamérica, crecerá apenas un 0,5% el próximo año, debido a una debacle de los precios petroleros que provocará su virtual paralización. Asimismo, los siete bancos e institutos de investigación consultados previeron que el bolívar perderá una quinta parte de su valor en 2002, debido a que los bajos precios del crudo dejarán al gobierno del presidente de la República, Hugo Chávez, con escasas divisas para defender la cotización. Un tercio del Producto Interno Bruto nacional y más de la mitad del gasto público se sustenta en la industria petrolera. El presupuesto para el año próximo se basa en una cotización media del crudo de 18,5 dólares por barril, una meta tan incierta como la situación del mercado energético. No en vano, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha convocado otra reunión extraordinaria para el 28 de diciembre, pese a haber logrado el apoyo de los productores independientes en recortar la oferta mundial de crudo en 2 millones de barriles diarios, a partir del 1 de enero.

¿A que se debe la volatilidad cambiaria en Venezuela? ¿Por que se deterioran la expectativas de los agentes económicos nacionales y extranjeros? Bien, aunque parezca trillado, la razón tiene que ver con la incertidumbre política y económica que promueve la gestión gubernamental del Ejecutivo. El sostenimiento del régimen cambiario está asociado a la viabilidad de la reforma fiscal anunciada, de su eficacia y de su credibilidad por parte de los agentes económicos. La volatilidad observada en el primer día de estreno del nuevo régimen cambiario, (donde el tipo de cambio cerró en los 981 Bs./US$) puso en evidencia de una forma desproporcionada la poca credibilidad que tiene el discurso oficial. Es claro el recurrente deterioro de las expectativas de los agentes económicos. Una rápida revisión de los anuncios del pasado martes de carnaval, nos permitirán soportar está afirmación. Para el economista y experto petrolero Alfredo Toro Hardy, "los precios no se recuperarán por la vía de recortes de producción y en todo caso, si estos llegaran a producirse, el aumento de precios petroleros no haría más que agravar la recesión económica mundial". Esto se traduciría en una menor actividad económica, y un aumento de la tendencia de caída de los precios por un menor consumo. La caída estacional de los precios a partir de abril de 2002 podría constituir un terrible escenario para el país, si no hay una recuperación de la economía. Una mala noticia: según los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional, la economía mundial no se recuperará hasta el segundo semestre de 2002. Los pronósticos de los analistas contrastan ampliamente con los cálculos oficiales, pues ninguno de ellos considera factible el objetivo oficial de crecimiento de 4,5%, para el año próximo. "El año que viene va a ser muy difícil. El gobierno enfrentará un drástico ajuste fiscal o (…) una crisis de su balanza de pagos", dijo el economista Francisco Vivancos.

6. Inflación y crecimiento.

A este fenómeno de la economía se le da el nombre de inflación, que no es más que el alza constante de los precios de los bienes y servicios de un país, lo cual hace que el dinero valga cada día menos, es decir, hace falta más dinero para comprar las mismas cosas. La inflación (como todas las variables macroeconómicas) se interrelaciona con otras variables como la liquidez monetaria, la demanda, el consumo y las tasas de interés, entre otras. Por esta causa, resulta tan difícil combatirla o conseguir una causa determinada para justificar su existencia. Existen dos razones ligadas al proceso productivo como son los elementos reales y otros de orden sociológico -como las expectativas y los temores que tienen los agentes económicos y los consumidores- que generan acciones especulativas que inciden en los precios. Para resumir, podríamos decir que el espiral inflacionario, en principio, se retroalimenta y funciona de la siguiente manera: los precios impulsan los salarios y el gasto, y éste, a su vez, eleva los precios.

¿Cómo se mide la inflación? Existe un índice para medir la inflación que consiste en una cesta de precios, catalogados de primera necesidad, y que, generalmente, es medido por el Banco Central de cada país, mensualmente. En Venezuela se llama Indice de Precios al Consumidor (IPC). En el mes de febrero del 2002 la tasa inflacionaria se situó en 1,8%, lo que duplica el índice inflacionario registrado el mes anterior, además de representar un alza de 1,3 puntos frente a la inflación de febrero del 2001. La inflación acumulada en el 2002 asciende a 2,7%. Con este resultado, sumado a los otros indicadores monetarios, la expectativa en torno a la inflación del 2002 podría situarse en torno a 30%, toda vez que el mercado cambiario hará percibir a lo largo del año los efectos de la devaluación de más de 35 puntos registrada en el mes, y a ello se sumará el factor de las altas tasas de interés, a menos que logre corregirse en los próximos meses. Simultáneamente, la tasa inflacionaria anualizada entre febrero del 2001 y febrero del 2002 se ubicó en 13,2%. Lo más peculiar de este resultado de febrero es que ocurre en medio de un escenario de escasez de liquidez en el sistema monetario, que ha sido una de las causas principales en el alza de las tasas de interés, lo que retroalimenta así la inflación. La liquidez monetaria presente en el sistema fue de 15 billones 564 millardos de bolívares a mediados del mes, de los que 7,9 billones correspondieron a dinero, y 7,6 billones a cuasidinero.

¿Qué es el PIB? Tiene mucho que ver con el ahorro que se invierte y se trasforma en desarrollo. El Producto Interno Bruto es la suma del valor de los bienes y servicios producidos por un país. El PIB nos demuestra el nivel de crecimiento de una economía. El director del Banco Central de Venezuela, Domingo Maza Zavala, estimó el miércoles 3 de abril de 2.002 que la inflación del país cerrará entre 20 y 22 por ciento este año, cifra que ató a que el tipo de cambio se mantenga por debajo de 1.000 bolívares por dólar, informó Reuters. "Podríamos tener una franja de inflación de entre 20 y 22 por ciento", dijo Domingo Maza en entrevista con la emisora Unión Radio. Explicó que el comportamiento de los precios en marzo de 2.002, cuando treparon 4,2 por ciento y la inflación fue la más alta desde octubre de 1996, no puede proyectarse para el resto del año, dado que espera que el alza de los precios tienda a estabilizarse. La inflación en el primer trimestre fue de 7,0 por ciento y la anualizada a marzo de 17,6 por ciento, cifras que dejaron atrás la meta inicial del Gobierno de 10 por ciento para todo el año, y que ahora se encuentra ajustando junto con otras variables macroeconómicas.

Sistema de flotación cambiaria La depreciación del bolívar (de -14 por ciento desde que entró en vigencia el 13 de febrero una flotación del tipo de cambio para frenar la fuga de capitales) impulsó los precios de los bienes y servicios en el país, el cuarto exportador de crudo en el planeta. El emisor estableció desde el 18 de febrero un sistema de subastas de dólares para surtir al mercado. En las primeras jornadas fueron ofrecidos 60 millones de dólares diarios, monto que ha ido reduciéndose hasta los actuales 45 millones. "No se puede proyectar linealmente a través del año los resultados obtenidos en el primer trimestre, porque es posible que el efecto de flotación cambiaria (sobre los precios) que se acusó bastante acentuado en el mes de marzo, vaya debilitándose en el transcurso de los próximos meses, si otros factores no inciden en el mercado", dijo Maza. Maza Zavala calcula que el tipo de cambio tenderá a la estabilización en "menos de 1.000 (bolívares) y eso contribuirá a que los impulsos inflacionarios se calmen". Agregó que no hay razones para que se creen expectativas en torno de un alza abrupta de la paridad, con una tasa que "se está diseñando de entre 900/950 bolívares por dólar". El tipo de cambio, que superó los 1.100 bolívares por dólar en las primeras jornadas tras la flotación, cerró el martes en 921,75/923 bolívares por dólar. Maza basó sus cálculos sobre la premisa de que hay menores requerimientos de dólares por parte de los agentes económicos. "La demanda de divisas está estabilizada en un nivel moderado. Con relación al mes de enero de 2.002 hay una disminución de la demanda de entre 40 y 50 por ciento, y eso se va a mantener en el transcurso del año", afirmó. Los requerimientos de divisas en marzo de 2002 son históricamente más bajos en Venezuela porque en ese mes se hacen importantes pagos de impuestos, por lo que muchos venden dólares para cancelar los tributos con bolívares. Maza prevé que las reservas internacionales del país aumentarán debido al alza que han experimentado los precios petroleros en las últimas jornadas, pero especificó que el efecto se sentirá a partir de mayo cuando la factura por ventas de crudo comience a hacerse efectiva. Las reservas en manos del emisor se ubicaron en 9.451 millones de dólares al primero de abril, 23 por ciento menos que al cierre del 2001. El país cuenta adicionalmente con 5.588 millones de dólares que están depositados en un fondo especial para contingencias. La nueva Ley de Hidrocarburos, que fue aprobada mediante la Ley Habilitante, representa, a juicio de los analistas, un retraso de 25 años en la legislación petrolera. El instrumento legal podría representar un declive de las inversiones de las transnacionales, porque fija una participación estatal del 51% en los proyectos y encarece, con una regalía del 20% al 30%, la explotación de los crudos pesados (además de la regalía de 16,7% impuesta a la explotación de la orimulsión). Venezuela debería respaldar sus recortes en la oferta petrolera con inversiones en el sector, para poder captar un mayor mercado cuando se recupere la demanda. El país depende más que antes de los precios del crudo, ante las bajas inversiones en los demás ramos de la economía. El Ministro de Finanzas Usón comentó que una vez que se establezcan las nuevas metas macroeconómicas, después de las medidas cambiarias y fiscales adoptadas en febrero de 2.002, será recalculado el presupuesto de ingresos para este año. Esas cifras serán presentadas a un grupo de bancos de inversión con el objetivo de mejorar las expectativas de los analistas sobre la economía venezolana, dijo. "Con las variables económicas ya en posición, nosotros anunciaríamos para la próxima semana el recálculo del presupuesto de ingresos. Cuando eso lo demos a las bancas de inversión, indiscutiblemente que las expectativas van a ser mucho mejores", afirmó. El funcionario informó que ha mantenido reuniones con bancos de inversión los últimos días y dejó abierta la posibilidad de que pueda plantearse una nueva emisión de bonos de la deuda pública externa. "Estamos haciendo eso. La banca de inversión nos está considerando que estamos en un momento bueno", dijo al ser consultado acerca de las versiones de mercado de que Venezuela está preparando una emisión por unos 1.000 millones de dólares. El gobierno del presidente Chávez ha dicho que es necesario mejorar el perfil de la deuda externa venezolana, debido a que entre el 2002 y el 2007 son fuertes los compromisos de pago.

Papeles emitidos por la nación Entre el 1º y el 22 de febrero las emisiones de Bonos de Deuda Pública Nacional con Pacto de Recompra (los Repos) alcanzaron un volumen de cuatro, a lo largo de igual número de jornadas. El monto total ofrecido rozó los 26 millardos 105 millones de bolívares, de los cuales se colocaron 4 millardos 556 millones, que equivalen a 17,45%. La tasa promedio de interés gravitó entre 29,1474%, y los plazos fueron de 28 días. Simultáneamente, se registraron tres ofertas de títulos de Deuda Pública Nacional (DPN) en tres jornadas. Totalizaron 54 millardos 823 millones de bolívares, de los que se adjudicaron 4 millardos 177 millones de bolívares, es decir, 7,62% de lo emitido. Los plazos estuvieron entre 348 y 355 días, y las tasas nominales en 30,11%. El monto adjudicado por vencer en febrero ascendió a 88,2 millardos de bolívares, y el monto total adjudicado por vencer englobó 6 billones 580 millardos 920 millones de bolívares. En el período no hubo muchas ofertas de Letras del Tesoro. El monto adjudicado por vencer en febrero fue de 138 millardos 268 millones de bolívares, y el monto total por vencer sumó 715 millardos 61 millones.

Papeles Comerciales En el período del 1º al 22 de febrero el mercado de papeles comerciales registró 12 emisiones: ocho denominadas en moneda nacional y cuatro en divisas. Las primeras totalizaron 59,2 millardos de bolívares, mientras que las segundas sumaron 23 millones de dólares. Frente al comportamiento del mismo período del mes anterior, supone una menor emisión en moneda local y el sostenimiento del mismo nivel en emisiones en dólares. Obviamente, la posibilidad de lanzar papeles en dólares está atada a que las empresas emisoras obtengan ingresos en divisas. En el período, todas las emisiones se correspondieron con programas iniciados en el 2001. Los plazos de vencimiento estuvieron entre 7 y 154 días. En cuanto al rendimiento, las tasas de interés para las emisiones en bolívares oscilaron entre 30 y 48%, lo que reflejó la tendencia al alza en las tasas, mientras que las emisiones en dólares ofrecieron una tasa entre 3,13 y 4,50%. A su vez, las calificaciones de riesgo obtenidas por estas emisiones estuvieron entre un rating de A1 y B1. Nuevamente, este mercado supondrá para las empresas emisoras un costo de alquiler del dinero inferior al que les representarían las tasas bancarias de interés, lo que podrá incentivar las emisiones en los meses siguentes.

Fondos mutuales Obstaculizados por IDB Las reinversiones en el mercado de fondos mutuales se vieron obstaculizadas en el mes de febrero, debido a la expectativa creada por la eventual implantación del Impuesto al Débito Bancario. Ciertamente, todas las transacciones que realicen las instituciones financieras con las carteras administradas de los fondos mutuales estarán gravadas con este impuesto. De esta forma, los inversionistas, que estuvieron atraídos por incrementar sus posiciones en los fondos mutuales (tanto por el alza en los rendimientos en instrumentos de renta fija, como por el alza del precio de la divisa, para el caso de fondos denominados en moneda extranjera), tuvieron que posponer indefinidamente sus aspiraciones. En general, la tendencia en el mercado apunta a reestructurar las opciones de inversión en este sentido, pero en todo caso el ánimo es a esperar que se defina la suerte de los fondos mutuales para cuando comience el régimen del impuesto al débito bancario. En todo caso, quienes poseían inversiones en los fondos mutuales pueden mantenerlas. Lo que en algunos casos estuvo detenida fue la realización de nuevas inversiones en estos instrumentos, a causa del anunciado tributo. Independientemente de ello, los valores activos netos de los distintos fondos se vieron favorecidos en el mes, por efecto del alza en los tipos de interés y el alza en el precio del dólar registraron un desplazamiento de 21,16 a 22,98 puntos en promedio (máxima de 42,50 y mínima de 15,33%). Respecto a las tasas que paga la banca por los depósitos del público (en sus niveles máximos), los movimientos fueron los siguientes: las tasas pasivas pasaron de 18,53 a 23,65% para depósitos a 30 días; se desplazaron de 18,81 a 22,71% para depósitos a 60 días, y se movieron de 19,10 a 22,31% para depósitos a 90 días. La tasa promedio para depósitos a 120 días varió de 18,74 a 20,42%; 180 días pasó de 17,50 a 19,78%, y 360 días varió de 15,89 a 18,40%. En depósitos de ahorro la tasa máxima promedio se ajustó de 8,57 a 10,29%, mientras que en activos líquidos el tipo de interés se mantuvo en 6,07%. Tras haberse decretado la libre flotación del dólar, esta situación de altas tasas de interés se corregiría si se deja que efectivamente el mercado marque el precio de la divisa, y luego se inyecte liquidez a un mercado monetario que refleja una fuerte escasez. En el mercado interbancario la tasa overnight dominante mostró un nivel mínimo de 30 puntos y máximo de 58,60%; la tasa mínima interbancaria se mantuvo entre 10 y 55%, y la overnight máxima se movió entre 40 y el astronómico nivel de 100% que, nuevamente, es expresivo de la limitada liquidez presente en el sistema.

Mercado cambiario En el mes de febrero de 2.002 el tipo de cambio tendió a desplazarse sustantivamente por efecto de la tensión en el ámbito político, lo que incidió en un fuerte descenso de las reservas internacionales, y obligó, el día 12 de febrero, a adoptar la libre flotación del dólar, dejando atrás el régimen de bandas cambiarias. Este suceso permitió en parte corregir la sobrevaluación de la moneda nacional. En total, el precio del dólar pasó en el mes, de 767 bolívares a 1.038,25, lo que representa una devaluación contundente de 35,37% en el mes (la de enero fue de 1,19%). Con este resultado, la expectativa de devaluación del año 2002 estará sujeta a que la divisa logre un nivel de equilibrio, sin intervenciones extraordinarias del Banco Central. Pero en este punto el factor en juego no es solo la corrección de la sobrevaluación de la divisa, sino la reacción de un mercado (sesgado inherentemente por el nerviosismo) ante los acontecimientos en el ámbito político. Para revertir la tendencia a la fuga compulsiva de capitales, el mejor signo que podría percibir el mercado cambiario en este momento sería un acuerdo de gobernabilidad realizado entre todos los actores de la esfera política, social, económica. En el mes de febrero del 2002 el volumen de reservas internacionales totales cayó a 10,2 millardos de dólares, sin contar los 5,6 millardos depositados en el Fondo de Estabilización monetaria.

Tasas de interés Reacción drástica En el período del 1º al 22 de febrero de 2.002 las tasas de interés del sistema financiero nacional registraron una drástica reacción tras la libre flotación del tipo de cambio: la tasa promedio del crédito al consumo (tarjetas de crédito) pasó de 32,89 a 44,51%, siendo la máxima 95% y la mínima 18. La tasa para créditos hipotecarios también se ajustó, al pasar de 38,25 a 46,48%, con máximos y mínimos entre 95 y 32%. La tasa para créditos comerciales también mostró un ascenso, al pasar de 37,24 a 51,89%, situándose sus niveles máximo y mínimo entre 95 y 19,36%. En cuanto a los créditos a tasas especiales para la pequeña y mediana empresa, la tasa activa promedio se ajustó de 33,11 a 39,57%, con extremos entre 25 y 71%. Asimismo, las tasas para créditos agrícolas

Qué son las tasas de interés reales positivas? En economía, se consideran cifras nominales aquellas que están expresadas en unidades monetarias, bolívares en el caso venezolano, "corrientes"; esto es, en cifras que no toman en cuenta la inflación. Por el contrario, cuando dichas cifras se presentan en bolívares "constantes", se ajustan tomando en cuenta la tasa de inflación de manera de realizar comparaciones más asertivas. En el caso de las tasas de interés se dice que las mismas son reales cuando toman en cuenta la inflación. Si, por ejemplo, la tasa de interés anual es de 15 por ciento y la tasa de inflación del mismo año es 10 por ciento, la tasa de interés real es 5 por ciento. Como puede notarse, si la tasa de interés es superior a la tasa inflacionaria, se habla de tasas de interés reales positivas, mientras que cuando sucede lo contrario se consideran negativas. En Venezuela hemos tenido tasas de interés reales negativas desde el año 1992, lo que se tradujo en un bajísimo incentivo al ahorro (fuente primaria de donde salen las inversiones) y en un desplazamiento importante de recursos de los acreedores a los deudores. Las tasas de interés, que se mantienen en niveles superiores al 60 por ciento, comenzarán a descender y se espera que para abril o mayo sean más accesibles para los deudores, según fuentes del Banco Central de Venezuela (BCV). El director del BCV, Domingo Maza, informó que el aumento de las tasas de interés se impulsó para contener la salida de divisas que se realizó en el país hasta febrero, ante la libre flotación del dólar. Maza aseguró a que, sin embargo, después de un mes de la liberación cambiaria el bolívar comienza a estabilizarse, y las tasas, que llegaron a más del 60 por ciento, "para abril o mayo esperamos que ya estén más bajas". El economista reiteró que tras la libre flotación del precio del dólar que asumió el gobierno el 13 de febrero pasado "ya no existen expectativas de devaluación". Agregó que además, aumentará la liquidez por el retorno de depósitos a la banca y una mayor ejecución del gasto público, factores que, dijo, ayudarán a que las tasas de interés comiencen a reducirse. Estimó que el tipo de cambio, que en la primera semana de libre flotación llegó a sobrepasar los mil bolívares por dólar, podría estabilizarse entre 900 y 920, cifra que calificó de "razonable dentro de las circunstancias de la economía". El ejecutivo explicó que durante marzo el tipo de cambio puede continuar a la baja porque empresas y ahorristas cambiarán divisas en bolívares para cancelar impuestos. El director del BCV también auguró que la inflación cerrará este año por debajo de un 20 por ciento, y que la aplicación de nuevos impuestos, también a partir de marzo y abril, "tendrá una incidencia mínima sobre los precios"

Tabla Variables Macroeconómicas Año 2.000 – 2.001

VENEZUELA

2000

2001

Año

Mayo

Mayo

Junio

Julio

Inflación (% -año completo)

16,19

12,06

12,61

12,47

13,01

Producción de petróleo crudo (1997=100)

94,23

94,43

93,72

93,50

93,30(p)

Tasa de interés nominal de depósito (promedio %)

15,87

12,61

11,70

13,26

13,10

Tasa de cambio. Fin período (Mda. loc. por US$)

699,75

711,75

715,00

718,75

725,25

Reservas internacinales con oro (US$Mlls)

15.883

14.298

13.800

13.425

13.529

Balanza comercial bienes (US$Mlls)

17.965

Cuenta corriente (mll US $)

13.365

Liquidez monetaria (M2) (miles millons)

16.285

15.161

14.409

14.856

Paridad real (1995=100)*

61,86

57,50(p)

56,92 (p)

56,60 (p)

56,10 (p)

Cotización acciones (1995=100)

393,98

455,24

480,72

463,01

464,59

Economistas opinaron que la recesión económica mundial en el 2002 golpeará la cotización internacional del petróleo y socavará la capacidad del cuarto exportador mundial de crudo para respaldar financieramente su sistema cambiario. "Nosotros este año vamos a tener unos ingresos petroleros menores que los del año pasado", dijo el economista Francisco Faraco, de la firma Faraco y Asociados. "Este año va a ser muy difícil de sostener (el sistema), en un momento en el cual las disponibilidades de divisas comienzan a mermar", añadió. Las reservas internacionales de Venezuela bajaron 22,6 por ciento a 12.289 millones de dólares entre el 2000 y el 2001, mientras el precio promedio de la cesta petrolera del cuarto exportador mundial de crudos bajó de 25,91 hasta 20,30 dólares por barril en el mismo lapso. En la primera semana del 2002, el precio de la cesta petrolera se ubicó en 16,94 dólares por barril. La expectativa presupuestaria para el año es de 18,5 dólares por barril. La baja de ingresos podría agravarse a lo largo del 2002 por una autoimpuesta reducción de los volúmenes de exportación, en el marco de los recortes de producción acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a la que pertenece Venezuela, para estabilizar el mercado. Cifras preliminares del Banco Central de Venezuela (BCV) parecen respaldar esa tesis. El superávit de cuenta corriente del país se redujo desde 13.111 millones de dólares en 2000 a 4.395 millones de dólares al cierre del 2001. Mientras tanto, las metas presupuestarias del gobierno para el año 2002, que incluyen un crecimiento de 4,0 por ciento en términos del Producto Interno Bruto (PIB), basado en gasto público, contra el 2,7 por ciento del 2001, son consideradas "irreales" por empresarios, quienes prevén una recesión. La principal asociación empresarial de Venezuela, Fedecámaras, prevé una recesión de hasta 1,9 por ciento. "Pareciera que tanto por razones de comercio, de sustentabilidad del sector externo, como por razones de estabilidad fiscal, el BCV debería revisar su esquema cambiario", añadió Faraco. Las importaciones de Venezuela en el 2001 subieron 11,6 por ciento respecto al 2000, hasta 17.282 millones de dólares. La balanza de pagos del país registró al cierre del 2001 un déficit de 2.434 millones de dólares, contra el superávit de 5.818 millones de dólares en el año previo, según el BCV. Los analistas coinciden en que el bolívar está sobrevaluado en alrededor de 30 por ciento respecto al dólar, pero advierten que el gobierno "no está dispuesto" a afrontar el costo social de la devaluación y podría aplicar controles cambiarios en caso de enfrentar problemas. Francisco Vivancos, analista de la firma Merinvest, dijo que la aplicación de controles "siempre es un riesgo, sobre todo para aquel tipo de gobiernos que pretenden no pagar la factura en el corto plazo de lo que es una realineación de la banda cambiaria o lo que es una devaluación". Durante las últimas semanas del año pasado, la demanda de dólares se disparó muy por encima de la norma del mercado, ante el temor de que se aplicaran controles de convertibilidad luego que Chávez amenazó con represalias contra los "especuladores".

7. Fortalecimiento de las finanzas públicas a través de la reforma de las empresas estadales.

La Función de las finanzas públicas en el proceso de desarrollo Las finanzas públicas pueden fortalecerse y ayudar al proceso de desarrollo creando la plataforma necesaria para la atracción de inversiones,

  • Dotar al estado de una clara transparencia en todos los asuntos públicos para combatir el flagelo de la corrupción y rescatar la confianza y credibilidad de la comunidad nacional e internacional en el más pequeño de sus actos. En este sentido, se trata de proponer una nueva ética, en la cual la práctica institucional de quienes proponen y ejecutan políticas públicas esté claramente signada por una actitud de servicio y no por la búsqueda de beneficios personales.
  • Una Ley establecida en la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público en su artículo 5, la normativa relacionada con la declaración jurada de patrimonio que todo funcionario público antes de tomar posesión de sus funciones debe cumplir (hasta ahora solo la cumplen por iniciativa propia (muy pocos)). El cumplimiento de esta normativa haría más eficiente y transparente su gestión, una vez que esta Ley y otras que se consideren necesarias se cumplan a cabalidad: Aumentar el situado que se le aporta a las gobernaciones y alcaldías, apoyar una mayor descentralización.
  • Haciendo competitivas y eficientes las empresas públicas, eliminando la burocracia que tanto daño les causa; eliminar en ellas la función de labor social que vienen desempeñando y llevarlas al terreno de la productividad
  • La creación del Fondo de Pensiones en manos de una empresa de reconocida solvencia moral y ética. En nuestro país no existe un Fondo de Pensiones que maneje los fondos de los jubilados de manera eficiente y efectiva, en su defecto el Instituto de los Seguros Sociales durante muchos años ha hecho uso de manera irracional de ellos, llegado el momento de la jubilación no hay poder legal que defienda esta anormalidad.
  • Autorizando la entrada de importantes capitales foráneos a través de las concesiones de capital extranjero que vayan a favor de nuestros estados, facilitando para ello el sistema de permisología que tantas trabas coloca para el establecimiento de estas industrias.
  • El incremento del salario acorde con las necesidades existentes, ya que está muy por debajo de las expectativas del sector laboral, en cuanto a los beneficios sociales si el estado está en capacidad de absorberlos que los cumpla de lo contrario sustituirlo por efectivo.
  • Concientización en los sindicatos existentes haciéndoles entender que si de verdad desean que la masa de trabajadores desempleados, que son bastantes, tengan un empleo estable, deben dejar trabajar las empresas, no imponerle condiciones que solo benefician a sus dirigentes, incidiendo negativamente en el ánimo de la mayoría de los empleados públicos a cumplir su labor con mística. El ejemplo que proviene de la clase dirigente no es la mejor , entonces el ciudadano común reacciona de manera inadecuada, afectados por este sector de conducción que exterioriza un alto grado de falta de compromiso con los más altos ideales de patriotismo, en el que se incluye la honestidad, transparencia en sus actos y ejemplo de vida.
  • Creación de Obras que cumplirían varios roles: se construirían sistemas ferroviarios, que enlacen nuestras empresas básicas con los mercados centrales; Hacer uso de las tierras creando centros de producción agrícola y pecuaria, construir vías de penetración adecuadas a estos centros, pero previo a ello construir la infraestructura necesaria para garantizar a sus habitantes la satisfacción de las necesidades públicas; núcleos educativos; centro de salud.
  • Para que los hospitales y centros de educación superior operen de manera eficiente crear la figura de la autogestión con personal idóneo, dotarlo con herramientas suficientes y continuidad en el suministro de insumos de manera de no paralizar sus actividades por la carencia de estos.
  • Diversificando las industrias básicas, esto conlleva a la apertura de nuevas fuentes de trabajo.
  • Facilitando la inserción de las nuevas empresas que vengan a establecerse en nuestro país. Tenemos un marco legal con el cual podemos darle cumplimiento a muchas situaciones obstáculos que se presentan el problema está en que estas leyes no se hacen cumplir.
  • Desarrollar políticas efectivas encaminadas a la protección de la ecología y del medio ambiente.

8. Conclusión

Se suele sostener la idea de que aumentando el gasto público el gobierno puede promover mayor igualdad social y enfrentar la crisis económica que en los últimos años ha afectado tanto al país, claro, tomando como ejemplo el caso de Estados Unidos que fue la receta que lo ayudó a salir de la gran recesión. Funcionó para los Estados Unidos. Esta es la prédica que trata de aplicarse también indiscriminadamente en Guatemala, en Colombia, Brasil o en Nicaragua. Pero la experiencia histórica (lejana y reciente) muestra enseguida que tales recetas tienen profundas limitaciones cuando no son, simple y llanamente, del todo contraproducentes. Venezuela resulta un caso perfecto para rebatir esa endeble tesis. Un país cuyo estado recibe directamente el enorme monto de los ingresos petroleros, Venezuela ha tenido, en ocasiones, el gasto social más alto de toda Latinoamérica. Durante la primera mitad del siglo XX se fue desarrollando así una amplia inversión en educación, salud e infraestructura física que produjo (sin duda) bastantes resultados. Pero los efectos beneficiosos de estos gastos desaparecieron desde hace unos treinta años, produciendo resultados decepcionantes. La pobreza, como resultado de una economía que no crece, ha vuelto a extenderse sin pausas. Como los ingresos petroleros son muy variables, los gobiernos, durante los años de precios bajos, se han encontrado con una estructura de gastos inflexibles que no podían satisfacer por medios normales. Constantes devaluaciones y una inflación que hoy es una de las más altas de la región, ha disminuido aún más (desde 1983 en adelante) el poder adquisitivo de la inmensa mayoría de las personas. El sector público venezolano gasta ahora, todos los años, más de 30.000 millones de dólares. Esta es una inmensa suma, que supera el producto bruto de muchos países de la región, pero que no se traduce en una mejor calidad de vida para los habitantes. Los continuos paros y acciones en defensa del nivel de ingresos, y además reclamos del pago de deudas acumuladas durante años. El gobierno ha tratado de cumplir con las deudas heredadas de gobiernos anteriores, pero, básicamente, ha impulsado una política asistencialista costosa y demagógica. La incompetencia de los funcionarios, el desorden contable, la corrupción, y la increíble politización de toda la administración pública han hecho que todo este gasto resulte improductivo. El elevado gasto público, en vez de contribuir a mejorar la situación de los más pobres, ha favorecido como siempre a determinados grupos de interés y amenaza ahora con alterar -como ya lo ha hecho en Argentina- los propios equilibrios económicos básicos. Las ilusiones de que puede servir para mejorar la calidad de vida y reducir las distancias sociales se han mostrado, una vez más, como un peligroso mito que deberíamos desenmascarar y combatir.

9. Bibliografía

Domingo Maza Zavala, Economista, Director del Banco Central de Venezuela (BCV) Leonardo Vera, Economista; Profesor de la Escuela de Economía de la UCV Luis Zambrano Sequin; Economista, Profesor de la Escuela de Economía de la UCAB CEPAL 1.994; pág. 37 Trino Alcides Díaz Superintendente del SENIAT Asdrúbal Baptista; Profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) Domingo Fontiveros, Economista; Consultora Forecast & Analítica Leonardo Buniak; Analista Financiero Alfredo Toro Hardy; Analista y Experto Petrolero Francisco Vivancos, Economista; Firma Merinvest Francisco Uson, Ministro de Finanzas Tomas Sarmiento, Analista Financiero; Firma de Análisis BBO, Servicios Financieros

 

 

 

 

Autor:

Lisbeth María Nahmens

Décimo Semestre de Contaduría Publica

Partes: 1, 2
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