–GENERAL
Disminución de la muerte feto-maternal y valoración de la vida
Valorar la libre sexualidad de los jóvenes y los adultos
–Específicos
Conocimientos profundos de los problemas físicos y psicológicos del aborto
Conozco en profundidad las alteraciones psicosexuales
Reconozco los distintos tipos de aborto
Conozco las etapas de la sexualidad
IV-FUNDAMENTACION
En este trabajo presentamos todo lo relacionado con el aborto, los métodos como éste se realiza, los efectos que causan el aborto, etc., y lo hacemos con el propósito de que podamos reflexionar muy detenidamente antes de tomar esta nefasta decisión.
En este trabajo trataremos de dar una vista clara y especifica sobre todos los efectos que puede ocasionar practicar un aborto.
Vamos a dar a conocer a la juventud, ya que muchas veces por falta de información que carece de parte de sus padres por temor a que pasen por malos pasos o desviaciones o simplemente porque no saben como hablar de esto con sus hijos dejan que ellos busquen su información, que muchas veces encuentran en revistas, libros, y televisión.
Vamos a conocer los efectos sociales, psicológicos, biológicos que puede traer cuando se practica un aborto.
Nos informaremos acerca de los distintos tipos de abortos que existen en la actualidad y debido a qué se ocasionan estos tipos de abortos, su única salida es abortar a la criatura que es una difícil situación para una madre y para su hijo.
También hablamos sobre la sexualidad, las etapas y los problemas que se pueden tener por la falta e conocimientos, como afrontar esos problemas para tener una sexualidad sana sin perjuicios y conocimientos específicos sobre todo lo referente a la sexualidad y el aborto.
VI-PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Debemos ver el problema por lo menos en dos perspectivas:
a) ¿COMO PREVENIR?
– Desarrollando un programa de orientación familiar con una adecuada educación sexual, de alguna manera esto debe ser orientado a los grupos de acuerdo a su necesidad.
– El ministerio de educación debe promulgar una ley donde exija el curso de salud sexual y reproductiva en todos los colegios.
– Hay grupos que padecen de diferentes elementos de acuerdo al nivel social que viven, pero que de manera alguna inducen a los mismos resultados que otros en otro nivel.
b) AYUDAR A LAS MADRES SOLTERAS.-
Crear centros de apoyo tanto emocional (psicológico), social y de trabajo.
Crear grupos de apoyo dirigido especialmente a los hijos y familiares de las madres solteras.
Crear una ley donde diga que una niña embarazada, pueda ser sustentada por el padre del hijo que tiene en el vientre.
VII-DESARROLLO
EL ABORTO
DEFINICIÓN.- La OMS considera como aborto a la terminación espontánea o provocada de una gestación antes de la vigésima semana contando desde el primer día de la última menstruación normal, cuando el feto no es capaz de sobrevivir fuera del vientre materno. Para esta época el feto pesa 500 gramos y con una medida total de 20 centímetros, o con una medida de la coronilla al cóccix de 16.5 centímetros, aproximadamente. Desde el punto de vista medico, se considera que la palabra aborto conlleva a la terminación de la gestación después que el blastocito se ha implantado en el endometrio, pero antes de que el feto alcance la viabilidad. En la actualidad sobreviven fetos que pesan 500 grs. Y que corresponden con embarazos de unas 24 semanas. El concepto de viabilidad se considera entonces de acuerdo con la duración del embarazo, el peso fetal y la disponibilidad de los recursos tecnológicos en el área neonatal
El aborto es la muerte de un niño o niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la etapa que va desde la fecundación (unión del óvulo con el espermatozoide) hasta el momento previo al nacimiento.
En nuestro país es importante reconocer que las complicaciones del aborto que ocasionan muertes maternas están relacionadas a procedimientos clandestinos e inseguros y su prevención no depende de un mejor control gestacional, sino en gran medida de la prevención de la causa principal, que es el embarazo no deseado.
En el Perú, se calcula que más de 30 mil gestaciones terminarían en aborto, y de ellos el 10% se practicaría a adolescentes, constituyendo una importante causa de mortalidad materna.
El embarazo no deseado en adolescentes se asocia con deficiente o nula educación sexual, sobrevaloración de la maternidad y el ejercicio de la sexualidad con poca claridad sobre el riesgo reproductivo.
TIPOS
Consideramos que el aborto puede ser clasificado en Espontáneo o Inducido y de tipo Legal o Ilegal
Aborto Espontáneo
Se considera aborto espontáneo a la pérdida de la gestación antes de las 26 semanas, cuando el feto no está aún en condiciones de sobrevivir con garantías fuera del útero materno. Un aborto espontáneo ocurre cuando un embarazo termina de manera abrupta. Un 8 y 15 por ciento de los embarazos, según las
fuentes, que se detectan terminan de esta manera, aunque un número importante y difícilmente valorable pasan desapercibidos. Existen muchas doctas opiniones que dicen que incluso el 50 por ciento de los embarazos pueden considerarse fracasados y terminar de forma espontánea.
La mayoría de los abortos espontáneos, tanto conocidos como desconocidos, tiene lugar durante las primeras 12 semanas de embarazo y en muchos casos no requieren de ningún tipo de intervención médica ni quirúrgica. De igual forma también la inmensa mayoría de los abortos inducidos se dan antes de las 12 semanas.
Causas del Aborto Espontáneo:
Las alteraciones cromosómicas constituyen la causa más común de esta alteración. El aborto espontáneo recurrente (AER) ha sido definido como la verificación de 3 o más AE reconocidos clínicamente. Datos epidemiológicos indican que el riesgo de un nuevo aborto después de un AE (aborto espontáneo) es del 24%, pero asciende a un 40% después de 4 AE (abortos espontáneos) consecutivos. También se han propuesto como causa de AER (aborto espontáneo recurrente) las alteraciones de la arteria uterina.
Entre los factores anatómicos adquiridos están las adherencias intrauterinas, los miomas, la adenomiosis, las cirugías tubarias y la endometriosis que es una enfermedad que ocurre cuando el tejido endometrial, es decir, el tejido que reviste internamente el útero y que se expulsa durante la menstruación, crece fuera de él. En el caso de los miomas, se dice que su asociación con los AER (aborto espontáneo recurrente) puede obedecer a factores mecánicos, tales como reducción de la cantidad de sangre que se irriga, alteraciones de la placenta y contracciones uterinas que determinan la expulsión fetal. Se cree que el AER (aborto espontáneo recurrente) en mujeres con endometriosis puede deberse a la secreción de toxinas o a una mayor producción de prostaglandinas, que generan contracciones uterinas y alteraciones hormonales. Sin embargo, no se sabe si el aborto es ocasionado por la endometriosis o por mecanismos inmunológicos indirectos. Los problemas de salud de la madre pueden ser las causas de un aborto.
Fumar, consumir alcohol, los traumas y el abuso en el consumo de drogas, aumentan las posibilidades de un aborto.
Aborto Terapéutico
Es el que tiene por objeto evacuar científicamente, por medio de maniobras regladas, la cavidad uterina, vaciándola de todo sus contenidos Este aborto lo verifica un médico especializado y se toman las medidas precisas para salvaguardar la vida de la paciente, seriamente amenazada. Se realiza cuando la vida del feto se considera perdida (producto muerto) o representa un gravísimo peligro para la madre.
Aborto Frustro
La retención del embrión en la cavidad uterina por lo menos durante 4 semanas después de su muerte, se conoce como aborto frustro. Definir el tiempo entre la muerte y el diagnóstico no es fácil y carece de utilidad práctica porque en la actualidad el diagnóstico se realiza con prontitud. De acuerdo con la edad gestacional, la paciente observará primero que los movimientos fetales han desaparecido, que el crecimiento uterino se detiene y que posteriormente disminuye, los cambios mamarios propios del embarazo regresan y el sangrado es escaso, de color café negruzco, el cual persiste por varios días. No es posible determinar la FCF.
No se sabe porque después que muere el feto se retiene en el útero y no se expulsa espontáneamente, al parecer el uso de progestágenos para el tratamiento de la amenaza de aborto tiene una influencia directa
Aborto Séptico
Es el aborto completo o incompleto acompañada de infección, la cual se puede manifestar por fiebre, flujo sanguinolento o purulento y dolor hipogástrico. La mayoría de las pacientes ingresan a los hospitales con el antecedente de una maniobra abortiva. El aborto séptico representa un grave problema por su elevada incidencia y por las complicaciones que produce.
Por "D & X" a las 32 semanas
Este es el método más espantoso de todos, también es conocido como nacimiento parcial. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé así extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le corta la placenta.
Aborto Inducido o Provocado
El aborto inducido, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) es el resultante de maniobras practicadas deliberadamente con ánimo de interrumpir el embarazo. Las maniobras pueden ser realizadas por la propia embarazada o por otra persona por encargo de esta.
Desde las primeras leyes a principios del siglo pasado, el aborto provocado ha ido siendo despenalizado en muchos países, tanto del primer, segundo o tercer mundo y su despenalización ha supuesto en estos países una disminución drástica de la morbilidad y mortalidad materna. A continuación veremos los siguientes métodos usados para realizar el aborto provocado.
Succión o aspiración
El aborto por succión se hace entre la 6ta y la 12va semana. Este método se lleva a cabo introduciendo un tubo a través de la cerviz (la entrada del útero), el cual está conectado a un potente aspirador que destroza el cuerpo del bebé mientras lo extrae. Después, con este tubo o con una cureta (cuchillo curvo de acero) el abortista corta en pedazos la placenta separándola de las paredes del útero y la extrae.
Dilatación y curetaje (D y C)
Este método abortivo se utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar a este último método, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Luego se sacan éstos pedazos con la ayuda de fórceps.
Operación cesárea
Este procedimiento se realiza durante los últimos tres meses del embarazo. Consiste en realizar una cesárea, no con el objeto de salvar al bebé por nacer, sino para dejarlo morir o para matarlo directamente. Como se trata de una intervención quirúrgica mayor tiene frecuentes complicaciones.
Aborto por las Prostaglandinas
Este potente fármaco se administra para provocar violentas contracciones en el útero con objeto de expulsar al bebé prematuramente y causarle la muerte. Sin embargo, a veces el bebé nace vivo, lo que el abortista considera como una "complicación".
Inyección salina
Se utiliza solamente después de las 16 semanas. El líquido amniótico que protege al bebé se extrae, inyectándose en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos y convulsiones. Esta solución salina produce dolorosas quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o casi muerto.
Aborto Legal
Se considera aborto inducido legal cuando es realizado bajo las leyes despenalizadoras del país donde se practica, cuando es realizado con consentimiento de la mujer, en un Centro Acreditado; y hay peligro para la salud o la vida de la embarazada, por causa de violación o por malformaciones fetales.
Aborto Ilegal
Se considera aborto ilegal o clandestino cuando es realizado en contra de alguna de las leyes del país donde se practica.
Cuando el aborto está prohibido por la ley, las circunstancias hacen que muchas mujeres busquen a comadronas o a médicos que se prestan a colaborar. Pero el aborto practicado en estas circunstancias es peligroso y mantiene unas
estadísticas de mortalidad y morbilidad materna infinitamente superiores a las del aborto legal.
El aborto ilegal se practica generalmente en las peores condiciones higiénicas y con las posibilidades escasas de recurrir con urgencia a un hospital. Es importante que antes de continuar con la decisión que tomes valores las circunstancias a las que te puedes enfrentar.
CAUSAS
·Bajas condiciones socioeconómicas.
· Presión de la familia y de la pareja.
· Miedo a la expectativa social (marginación, truncamiento de sus expectativas en ese momento).
·Problemas de salud.
·Violación o incesto.
·Falta de educación sexual afectiva.
·Mal uso de métodos anticonceptivos (uso de prácticas tradicionales).
·Cuando la relación con su pareja no es estable.
EFECTOS
EFECTOS FÍSICOS
CÁNCER DE MAMA:
El riesgo de cáncer de mama aumenta después de un aborto e incluso se incrementa aún más con dos o más abortos.
CÁNCER DE OVARIOS, HÍGADO Y CERVICAL (cuello uterino):
Las mujeres con un aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en comparación con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más abortos encaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmente elevados de cáncer de ovario e hígado se ligan con el aborto único o múltiple. Estos porcentajes incrementados de cáncer para el caso de mujeres que han abortado se vinculan aparentemente a la interrupción no natural de los cambios hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesión cervical no tratada.
PERFORACIÓN DE ÚTERO:
Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; es más, la mayoría de estas lesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a no ser que realice una visualización mediante laparoscopia. Esta clase de examen puede resultar útil cuando se inicia un proceso judicial por negligencia en la práctica del aborto. El riesgo de perforación uterina se incrementa para las mujeres que ya han tenido hijos y para las que reciben anestesia general durante la realización del aborto. El
daño en el útero puede complicarse en ulteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas que requieran una histerectomía, lo que de por sí puede conllevar diversas complicaciones adicionales y lesiones que incluyen la osteoporosis.
DESGARROS CERVICALES (cuello del útero):
En al menos un uno por ciento de abortos realizados en el primer trimestre se producen importantes desgarros cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor envergadura o las microfracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar a una posterior incompetencia cervical, parto prematuro y complicaciones durante el parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes.
PLACENTA PREVIA:
El aborto incrementa el riesgo de placenta previa en ulteriores embarazos (una circunstancia que pone en peligro tanto la vida de la madre como su embarazo deseado), en una escala de entre siete y quince. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte peri natal y efusión excesiva de sangre durante el parto.
EMBARAZO ECTÓPICO:
El aborto está relacionado de forma importante con un riesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Los embarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y pueden llevar a un descenso en la fertilidad.
AFECCIÓN INFLAMATORIA PELVICA:
Se trata de una enfermedad que puede poner en peligro la vida y conllevar un riesgo añadido de embarazo ectópico y reducción de fertilidad. Es por tanto razonable suponer que cuantos practican abortos previenen y tratan tales infecciones antes del aborto.
ENDOMETRITIS:
La endometritis representa un riesgo post-aborto para todas las mujeres, pero en especial para las adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer endometritis después de un aborto que las mujeres con edades entre 20 y 29 años.
COMPLICACIONES INMEDIATAS:
Alrededor de un 10 % de mujeres que se someten a un aborto provocado sufrirán complicaciones inmediatas, de las cuales aproximadamente un quinto (2 %) tienen la consideración de riesgo mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunes que pueden darse durante la práctica del aborto son: infección, efusión excesiva de sangre, embolia, desgarro o perforación del útero, complicaciones de la anestesia, convulsiones, hemorragia, lesión cervical y "shock" endotóxico.
Además de otros efectos como:
– Esterilidad.
– Abortos espontáneos. .
– Nacimientos de niños muertos.
– Trastornos menstruales.
– Hemorragia.
– Shock.
– Coma.
– Peritonitis.
– Coágulos de sangre pasajeros.
– Fiebre /Sudores fríos.
– Intenso dolor.
- Perdida de peso
– Agotamiento
EFECTOS PSICOLÓGICOS
– Llanto/ Suspiros.
– Insomnio.
– Perdida de apetito.
– Comer constantemente.
– Nerviosismo.
– Frigidez.
– Culpabilidad.
– Impulsos suicidas.
– Sensación de pérdida.
– Insatisfacción.
– Sentimiento de luto.
– Pesar y remordimiento. .
– Perdida de confianza en la capacidad de toma de decisiones.
– Inferior autoestima.
– Preocupación por la muerte.
– Hostilidad.
– Conducta autodestructiva.
– Ira/ Rabia.
– Desesperación.
– Desvalimiento.
– Deseo de recordar la fecha de la muerte.
– Preocupación con la fecha en que "debería" nacer o el mes del nacimiento.
– Instintos maternales frustrados.
– Odio a todos los relacionados con el aborto. .
– Incapacidad de perdonarse a si misma. .
– Pesadillas.
– Ataques / Temblores.
– Frustración. .
EFECTOS SOCIALES
– Disminución de la capacidad de trabajo
– Pérdida de interés en el sexo
– Abuso de los niños
– Sentimientos de ser explotada
– Sentimiento de deshumanización
– Deseo de acabar la relación con su pareja
– Aislamiento
– Intenso interés en los bebés
– Sentimientos de ser explotada
SEXUALIDAD HUMANA
La sexualidad del adolescente y del joven
Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica, por nombrar sólo algunos. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su
evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto. Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de hallazgo y eclosión; una época en que la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera una libertad y un creciente apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo de turbulencia y agitación, como quieren las concepciones tradicionales, sino que, a la vez, suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado adulto (Offer y Offer, 1975). La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre todo en la esfera de la sexualidad.
3. Aspectos psicosexuales de la adolescencia
Fantasías sexuales Los sueños y las fantasías sexuales se tornan más frecuentes y explícitos en la adolescencia, muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante. La experiencia del adolescente, en cuanto a la exploración del alcance y aplicabilidad de las fantasías, repercute decididamente en su actividad sexual y en la propia seguridad a la hora de desempeñarse sexualmente en fases posteriores.
Independencia A medida que el adolescente pugna por consolidar un sentido de identidad e independencia personal con respecto a sus padres y a otras figuras autoritarias, adquieren gran importancia las relaciones recíprocas con los compañeros y compañeras de la misma o parecida edad. Así, por ejemplo, la necesidad de libertad que experimenta el adolescente se acompaña normalmente del imperativo de ser como sus amigos, por más que en ocasiones ambas exigencias sean contrapuestas o antagónicas. Las presiones del grupo de edad a que pertenece el adolescente varían según las colectividades sociales. En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el
sexo un medio de demostrar su aptitud para tomar decisiones propias y de presentar cara a la escala de valores de la otra generación. Pero la conquista de esa libertad no es tarea fácil, ya que los adolescentes adquieren de un modo y otro un considerable legado sexual de sus mayores y de la generación correspondiente en el que se incluyen pautas discriminatorias hacia el sexo femenino y un intenso sentimiento de culpabilidad sexual. Han cambiado antes las actitudes que la conducta, puesto que hoy está muy extendida la idea de igualdad entre ambos sexos No obstante, perdura en ciertos aspectos el criterio de la superioridad del varón. Aún se espera que sea éste el que tome la iniciativa sexual, y si es la mujer la que lo hace, lo más probable es que se la tache de "atrevida" o "calentorra". Los adolescentes no se han desembarazado de todo vestigio de problemas sexuales, mala información y desconcierto en materia de sexualidad; más bien parece que hayan sustituido determinados problemas por otro contingente de dificultades.
Reacciones paternas Muchos adultos dan la impresión de sentirse amenazados por las pautas del adolescente en esta materia y tratan de regularlas de manera ilógica, como lo demuestra el hecho de que se pretenda a veces suprimir la educación sexual en las escuelas ("les llenaría la cabeza de malas ideas"), restringir la información sobre métodos anticonceptivos ("que sigan teniendo miedo a quedar embarazadas"), censurar libros y películas o, sencillamente, fingir que la sexualidad del adolescente no existe en absoluto. Por fortuna, no todos los padres adoptan una visión tan negativa de la sexualidad juvenil y en algunos casos asumen posturas más liberales. También es importante constatar que la conducta sexual del adolescente puede crear inquietud en los progenitores. A muchos padres les preocupa que sus hijos adolescentes se vean atrapados en un embarazo involuntario, conscientes de que, aun cuando él o ella dispongan de medios
anticonceptivos, quizá no los sepan utilizar eficazmente en el momento preciso. Los padres también se inquietan, y no sin motivo, de que sus hijos adolescentes puedan contraer una enfermedad venérea.
Pautas de conducta sexual
La masturbacion Kinsey y colaboradores (1953) detectaron una marcada diferencia en cuanto a la incidencia de la masturbación en los varones y en las mujeres. No obstante, la tendencia actual indica un aumento de la masturbación en las muchachas adolescentes. La masturbación cumple en los adolescentes varias funciones de importancia, como son el alivio de la tensión sexual, el constituir una forma inocua de experimentación sexual, la mejora de la autoconfianza en el desempeño sexual, el dominio de los impulsos sexuales, la mitigación de la soledad y una válvula de escape de la tensión y el estrés generales.
Las caricias (petting) Kinsey y colaboradores lo definen como el contacto físico entre varones y mujeres con miras a lograr la excitación erótica sin realizar el coito. Recientemente, un estudio basado en entrevistas con estudiantes de ambos sexos de primer año de universidad, a los que se preguntó sobre sus experiencias sexuales en el instituto de secundaria, puso de manifiesto que el 82 % tuvo estimulación genital con su pareja, y que el 40% de las muchachas y el 50% de los chicos habían tenido orgasmos durante el petting (Kolodny, 1980). El petting debe contemplarse a la luz de los cambios de actitud que hoy se observan en la conducta sexual del adolescente. Además de practicar buen número de actividades sexuales a edad más temprana que otras generaciones, muchos de los adolescentes de nuestros días han prescindido de la costumbre de "salir" o darse cita con compañeros o compañeras y de "entablar un noviazgo" formal, y se atienen a pautas de interacción social menos estructuradas.
El coito La primera experiencia coital puede constituir un episodio de dicha, goce, intimidad y satisfacción o, por el contrario, originar inquietud, desengaño y culpa. Es un error deducir que los chicos y chicas que tienen su primera relación coital a edad más temprana son por ello mismo promiscuos, ya que muchos adolescentes jóvenes se limitan a realizar la experiencia con una misma compañera en cada ocasión. También debe tenerse en cuenta que no pocos adolescentes que ya no son vírgenes realizan el acto sexual con escasa frecuencia. En el caso de algunos muchachos, sobre todo los que "probaron" efectuar la cópula por el afán de experimentar, desvelado el misterio hallan menos intrigante y apetecible la relación sexual y pasan largos periodos sin hacer el amor o copulando de tarde en tarde, impulsados a veces por el deseo de encontrar "la persona adecuada". Los adolescentes que mantienen una relación amorosa que permanece desde hace tiempo, suelen realizar el coito con bastante regularidad. En los últimos años se ha puesto de manifiesto que entre los adolescentes con experiencia sexual está emergiendo un contingente que se muestra desengañado, insatisfecho o turbado en lo que atañe a su vida sexual. En ocasiones se trata de muchachos o muchachas que esperaban tanto de esa primera experiencia que luego se sienten poco menos que frustados o estafados si la situación no resulta conmocionante. Otros padecen trastornos sexuales que les han impedido gozar del contacto íntimo. Un tercer contingente está constituido por adolescentes que en un principio gozan con la experiencia sexual, pero que pierden interés por ella cuando se dan cuenta de que la relación con el compañero o compañera tiene tan sólo una
motivación sexual, o cuando se rompe el vínculo y una parte se siente utilizada o manipulada. Buena parte de esos optan por la continencia para salir del paso, en la confianza de que cuando sean mayores- o cuando den con la pareja adecuada- las cosas serán de otro modo. Por último están los que, siendo sexualmente activos, hallan escaso o nulo el placer en las relaciones íntimas.
Experiencia homosexual Los estudios de Kinsey pusieron de manifiesto que muy frecuentemente los adolescentes varones habían tenido al menos una experiencia homosexual, en tanto que el porcentaje de experiencias lésbicas entre muchachas era muy inferior. Conviene tener presente que un encuentro aislado entre dos adolescentes del mismo sexo o una pauta efímera de actividad homosexual no basta para afirmar que el individuo tenga una inclinación de este tipo. La mayor parte de los adolescentes que han tenido experiencias homosexuales no se ven como tales y, ya adultos, su conducta es heterosexual. Aun así, hay adolescentes que albergan sentimientos de culpa y se muestran ambivalentes respecto a su orientación sexual como consecuencia de un solo episodio de ese género, lo que les turba emocionalmente. El adolescente que se inquieta ante la idea de ser homosexual reacciona de muy diversas formas. Los hay que evitan toda relación con individuos del mismo sexo a la vez que tratan de reforzar su identidad heterosexual saliendo con chicas y entregándose a contactos amorosos heterosexuales. Otros optan por evitar todo tipo de situaciones sexuales. Además, están los que se tienen por bisexuales, los que estiman que la excitación homosexual es una etapa transitoria que dejarán atrás, y, en fin, los adolescentes que recaban la ayuda de un profesional para salir de apuros. Algunos adolescentes "sienten" de manera intuitiva que son homosexuales, o bien superan el desconcierto inicial acerca de su identidad sexual y asumen de forma positiva la homosexualidad. Estos últimos suelen consultar libros sobre el tema, buscan la compañía de otros homosexuales y aspiran a introducirse socialmente en la subcultura homosexual. Estas personas se enfrentan con algunas dificultades en virtud del concepto hoy vigente sobre la homosexualidad y no confiesan sus preferencias sexuales a la familia o a los amigos (lo que se conoce como coming out, es decir, "salir a la superficie") hasta más tarde, y eso suponiendo que decidan hacerlo. La primera etapa de la edad adulta (18-30 Años)
El primer ciclo de la edad adulta, que comprende aproximadamente desde los 20 a los 40 años, es un periodo en que los individuos toman importantes decisiones en su vida (matrimonio, trabajo, modelo de vida) y pasan de las ambiciones relativamente no verificadas de la adolescencia a una madurez personal decantada por la realidad del mundo en que viven. Para la mayoría de las personas es un época de creciente
responsabilidad sobre las relaciones interpersonales y la vida de familia. En los últimos años, se observa en general una clara propensión a contraer matrimonio a una edad más tardía que en décadas anteriores. Como resultado de este fenómeno muchos jóvenes, varones y mujeres, mantienen la soltería durante un lapso de tiempo considerable, lo que sin la menor duda ha alterado las pautas de
comportamiento sexual que regían en tiempos de Kinsey. Hoy, buen número de personas entre los 20 y los 30 años consideran que la adquisición de experiencia sexual es un paso inicial que facilita la acertada elección de pareja, en contra de la idea antes vigente de preservar la virginidad. Erikson (1968) observa que el desarrollo de la capacidad para una convivencia íntima es uno de los principales objetivos del joven adulto. Por lo general, el adulto joven no se halla tan sujeto a la "presión de los compañeros de su edad en materia sexual" como lo está el adolescente, sino que predomina en él la fuerte necesidad interna de "foguearse " sexualmente. La libertad de movimientos respecto de los padres y los límites que imponen al adolescente va acompañada de un acceso más fácil a un entorno más íntimo, a un lugar en el que poder estar solo, sea un apartamento, la habitación de un motel o un centro de vacaciones, lo que conlleva de paso mayores oportunidades en el terreno sexual. Dentro de ese estado de soltería se observan varias formas comunes de comportamiento sexual: El experimentador parece evaluar los lances sexuales atendiendo a la frecuencia, diversidad y eficacia en el desempeño amoroso; él o ella dan la impresión de considerar la vida como un copioso super orgasmo sexual y su actitud es, normalmente, ésta: "Ahora es tiempo de pasarlo en grande, porque luego voy a sentar la cabeza". El buscador pugna por hallar la unión ideal (y la compañera perfecta con la que casarse) a base de continuas experiencias sexuales, confiando en dar así con lo que anda buscando. La vida en común puede convertirse en un campo de pruebas cuando se entablan relaciones sobre esta base. El tradicionalista participa de buena gana y placenteramente en la actividad sexual, pero conserva el coito para las "relaciones serias". Es posible que antes de contraer matrimonio el tradicionalista tenga varias parejas sexuales, pero siempre de una en una durante un periodo de tiempo dado. Es indudable que podrían reseñarse otros modelos o formas de comportamiento sexual, pero los tres enumerados parecen ser los más corrientes. Los primeros años del estado adulto son una época de incertidumbre sexual para unos y de satisfacción plena para otros. A veces la sexualidad se tuerce debido a sentimientos de culpa o de inmoralidad que el individuo, hombre o mujer, arrastra de antiguo. La preocupación que tenía el adolescente acerca de su idoneidad sexual no ha desaparecido del todo, y el joven adulto continúa preocupándose también de su prestancia física, dotes sexuales y destreza personal en el amor. Es posible que aún no se hayan resuelto los conflictos en torno a la identidad sexual, e incluso para los que han logrado aceptar y asumir su condición de homosexuales o bisexuales, las presiones y prejuicios sociales pueden suponer obstáculos y dificultades. Pese a la existencia de tales problemas, los jóvenes adultos son hoy más activos en el plano sexual que sus homólogos de otras épocas. Un factor determinante que contribuye a este cambio es el relativo abandono de los viejos postulados discriminatorios, según los cuales las aventuras amorosas prematrimoniales estaban prohibidas a las mujeres, pero no a los hombres. Por todo ello no sorprende que las diferencias en la banda de actividad sexual entre varones y mujeres se hayan reducido en gran medida con respecto a las que regían en otros tiempos. En la actualidad los adultos jóvenes se enfrentan con algunos conflictos sexuales suplementarios que vienen a ser una especie de reacción antagónica del lema "cualquier cosa vale" de las décadas de 1960 y1970. Por ejemplo, si bien en los últimos treinta años se ha producido un cambio de actitud espectacular en lo que atañe a las relaciones sexuales prematrimoniales, la promiscuidad sexual sigue siendo objeto de reprobación más o menos larvada. Además, si bien la mayoría de los solteros, hombres y mujeres, estiman que no es necesario querer a la pareja de turno para tener relaciones sexuales placenteras, se empieza a observar un desencanto creciente en lo que concierne al sexo fortuito o accidental y a los amores de una noche. Parece que esta tendencia se debe, al menos en parte, a la cada vez más consciente aprensión al contagio venéreo. Por otra parte, entre los jóvenes adultos homosexuales que, como grupo, tienen normalmente muchos más contactos sexuales fortuitos o accidentales que sus homólogos heterosexuales, el miedo al SIDA ha hecho que últimamente redujeran el número de sus parejas sexuales y se observara un interés más palpable por entablar relaciones "monógamas". No obstante, el miedo no es el único factor que interviene en el ámbito del sexo ocasional. Muchos de los jóvenes adultos que hemos tenido ocasión de entrevistar se muestran disconformes con otra secuela del sexo accidental, y es su naturaleza relativamente impersonal. Si bien la disminución de restricciones en la conducta sexual crea un ambiente propicio para la libertad de expresión sexual y de elección de la pareja, esta libertad no es siempre inequívocamente positiva. La libertad sexual puede ser motivo de desengaño, opresión y conflictos de la misma manera que puede producir satisfacción, en el sentido de que "en la medida que diversifica y amplía la experiencia, también diversifica y multiplica el dolor inherente a ella, los errores que podemos cometer y el daño que recíprocamente podemos causarnos. Claro está que muchas veces las situaciones de carácter sexual en la primera etapa de la edad adulta son cordiales, apasionadas, compensatorias y sin perturbaciones. Incluso el sexo accidental cumple una serie de funciones, tanto orgánicas como psicológicas, y, desde luego, no hay razón para poner reparos a las evasiones placenteras. Sin embargo, hoy empieza a dominar claramente la tendencia a mantener relaciones sexuales en un contexto de afecto mutuo, como se aprecia muy en especial en la propensión cada vez más evidente de las parejas jóvenes a "cohabitar", es decir, a la vida en común. En contraste con la vida de soltero, el matrimonio se rige por otros módulos de expresión sexual. Para bien o para mal, locierto es que la mayoría de los jóvenes adultos terminan contrayendo matrimonio. Al tiempo que la novedad de la felicidad conyugal de primera hora se diluye en el proceso de aprender a convivir, respetando los hábitos y peculiaridades mutuos – de la misma forma que los afanes primerizos por conquistar el mundo dan paso a una focalización más práctica en los pormenores de la vida cotidiana-, la relación sexual tiende a ser menos incitante y, a veces, menos gratificante para uno o para los dos miembros de la pareja. La paternidad menoscaba la intimidad, añade exigencias nuevas y llega incluso a producir agotamiento. Es difícil pensar en el sexo cuando se ha pasado la jornada vigilando los pasos de un niñito de dos años, de la misma manera que la excitación sexual se aminora o desaparece después de haber estado 14 horas seguidas trabajando. Aunque no se pierda ni se sacrifique el goce sexual, éste debe soportar el contrapeso de otras necesidades yresponsabilidades, lo cual constituye un hito experimental de primer orden en esta fase de ciclo vital. Los que no consiguen culminar con éxito este proceso de integración es probable que se sientan menos satisfechos en el plano sexual, lo que puede inducirles a buscar aventuras con otras mujeres, o recurrir al divorcio. En la actualidad estas salidas son harto comunes y bien conocidas de los investigadores. Hay parejas que dan cima al "sueño" de hallar la dicha conyugal, lo que consiguen mediante una convivencia armoniosa, educando a sus hijos, guardándose fidelidad mutua y profesándose un cariño sin fisuras. Otros matrimonios se atienen a una versión corregida de esta pauta: desaparece el amor, pero subsisten los elementos restantes. Y, en fin, los hay que experimentan con nuevas varientes del modelo ideal, bien sea renunciando a tener hijos, no observando la fidelidad mutua o relegando la dicha matrimonial a un segundo plano. La impresión que externamente causa una pareja casada y la realidad interna que preside su unión no siempre guarda una coherencia lógica. Un indicio concreto de que muchos matrimonios no son felices lo tenemos en las tasas de divorcio que se dan en nuestra sociedad. Es difícil discernir en qué medida la insatisfacción sexual es una causa primaria de divorcio, pero los consejeros matrimoniales saben bien que los problemas sexuales suelen ser un elemento común en los matrimonios que se tambalean. Por otra parte, hay personas que deciden casarse aun a sabiendas de que existe una disfunción sexual. Quizá confían en que la dificultad desaparecerá con el paso del tiempo-cosa que normalmente no ocurre- o bien adoptan una actitud de "despreocupación" que resta importancia, con toda intención, al papel del sexo antes incluso de que se consume el enlace. A partir de los 40 años, el individuo entra en un periodo de transición de la juventud adulta al estadio de la madurez.
Sexualidad
La educación sexual por muchos años en nuestro país siempre ha sido tema de discusión y a pesar de ella existe muy poco material de información sexual nacional. Hasta hace unos años la información más actualizada provenían de países desarrollados o en vías de desarrollo donde se crearon y llevaron a la práctica programas de educación sexual con un éxito (aceptable).
En estas propuestas la orientación que se da con respecto al tema de educación sexual es enfocada desde una perspectiva biologista, reduciéndose a la entrega de información relativa a la biología de la reproducción y al uso de anticonceptivos. Se parte de la premisa de que la actividad sexual es aceptable en la medida que se tomen precauciones para disminuir la probabilidad de riesgos: contagio y embarazo. No obstante, la experiencia en países desarrollados con una historia de más de veinte años de propiciar el "sexo seguro", a través del uso de anticonceptivos se ha traducido en altas tasas de embarazo adolescente y en la propagación de enfermedades de transmisión sexual (Silva, 1993).
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