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Dos Concepciones de la Educación:

Enviado por mika0144


     

    Indice1. Introducción 2. Dos Concepciones de la Educación, 3. La Didáctica 4. El Profesor 5. Conclusión. 6. Bibliografía

    1. Introducción

    Este trabajo tiene un motivo, es el trabajo final de una materia: Didáctica. Tiene también un objetivo: hacer un enfoque totalizador, una mirada macro a la dimensión didáctica de la enseñanza. Motivo y objetivo condicionan y orientan un trabajo, le dan sentido y un "para que". Intentare entonces hacer un recorrido por la didáctica, recorrido que será tanto histórico como disciplinar, para, al final, tener una mirada de conjunto, abarcativa y totalizadora.

    2. Dos Concepciones de la Educación,

    Tradicional y Moderna. El libro "Dinámica de grupos y educación" de Cirigliano y Villaverde hace una descripción de las diferencias entre la educación tradicional y moderna sumamente clarificadora, y por ello me pareció interesante comenzar este trabajo con este tema. Se entiende por educación tradicional a todo lo que de algún modo tenía vigencia pedagógica hasta fines del siglo pasado. Y por educación moderna toda la renovación, a través de diferentes escuelas, tendencias y orientaciones, que comienzan a tener aplicación y vigencia a partir de este siglo (en capítulos posteriores se enumeraran las distintas tendencias pedagógicas que caben en esta clasificación general. Cada una de estas concepciones educativas tiene una mirada diferente sobre el hombre que indudablemente va a repercutir en variables como estilo de educación, actividad escolar, metodología, fines educativos, contenidos didácticos, criterios del aprender, fines que persigue, etc. Es habitual afirmar que el concepto de hombre que tenga una sociedad o una época influirá en la educación que este reciba. En lo que hemos llamado educación tradicional se define al hombre con la aristotélica: animal racional. Y esta mirada del hombre como principalmente racional tendrá una indiscutible influencia en la educación. Por racional se entiende a todo lo que tenga relación con la inteligencia, mente, intelecto, capacidad de entender o pensar. El hombre es hombre por su capacidad racional y esta capacidad es lo que lo diferencia con las otras especies vivientes. Este ser dual, dividido en mente y cuerpo, no tiene en cuenta las circunstancias, situación o momento histórico. Es una mente dentro de un cuerpo humano.

    El estilo de educación que se deriva de esta concepción es esencialmente una educación que se dedica a cultivar, desarrollar y alimentar la inteligencia; y lo que alimenta mejor a la inteligencia son las ideas, y de tanto llenarla con ideas se la termina concibiendo solamente como memoria. Claro que esto tiene una explicación externa a la educación misma y viene dada por la sociedad que exige a la escuela que sea la trasmisora de su patrimonio cultural o sea el conjunto de contenidos que estima valioso, reducidos previamente a ideas o conocimientos depositados en libros. Estos libros pasan a la cabeza del maestro y de allí a la del alumno, a su memoria, que tiene la capacidad de retener y conservar. Así la mente es concebida como la variante del libro, y la obligación del educante es llenarla de datos, ideas, conocimientos. En esta concepción educativa el profesor viene a ser una réplica hablante del libro y quien se sabe de memoria todas esas verdades fundamentales que constituyen el patrimonio cultural. Claro que esta cultura es estática, fija, y se mantiene vigente por mucho tiempo. Las verdades que el libro contiene son mucho mas importantes que las que el alumno puede descubrir, porque lo que debía ser descubierto ya fue hecho y de modo definitivo. Ante esto lo que le corresponde al alumno es inclinarse y recibir todo aquello que otros mas inteligente que él han descubierto para siempre, su obligación es aprenderlo y repetirlo correctamente. Subyace una concepción del saber absoluto e inmanente. La clave de esta actividad escolar no es lo que haga el alumno para aprender sino la habilidad que tenga el profesor para enseñar, para hacer penetrar en las mentes las verdades que es necesario aprender. Y quien determina que es lo necesario es la sociedad pero presentado de tal modo que aparece con legalidad propia y autónoma desde los mismos conocimientos que deben saberse, precisamente, porque son verdaderos. Se confunde conocimiento científico con la realidad externa, cuando la realidad no es así, la misma ciencia ha demostrado que modelos que se creían absolutos no lo fueron tanto. El eje está en el educador y en lo que este hace, ya que es quien habla y señala lo que hay que hacer porque es él el único que lo sabe. Es preciso entonces desarrollar las habilidades del profesor para que la educación funcione. El problema no está en la materia, ya que esta se encuentra desarrollada en los libros, lo que hace falta es una persona que cuente con los métodos adecuados para que los conocimientos escritos pasen a la cabeza del educando. La didáctica inserta en esta realidad educativa utilizará como métodos didácticos al analítico, sintético, inductivo, deductivo, que son los métodos propios del pensar y no del enseñar. Estos métodos son los que usamos permanentemente en nuestra vida diaria, son funciones que el hombre lleva a cabo espontáneamente, de lo que se concluye que de didácticos no tienen nada. El proceso de conocimiento se confunde con el conocimiento en sí, como si este fuese acabado y terminado, sin considerar métodos procedimentales. Estos métodos lógicos tienen sentido en un hombre pensado fundamentalmente como Logos, como una simple entidad pensante. En esta concepción tradicional y estática el fin educativo sólo es conocido por el educador, el alumno no tiene idea cual es la finalidad de lo que aprende, ni el para que ni el porque son conocidos por él, esto marca la escisión entre fin y medios. El fin es externo a la actividad educativa. El educando solo conoce los contenidos de la lección del día, que es repetida por el profesor y que él debe a su vez aprender a repetir. La duración de la lección esta determinada por una variable temporal de cuarenta y cinco minutos basada en el criterio de resistencia de la memoria en la captación de datos. El material o contenidos de la lección es presentado en materias aisladas divididas lógicamente que representan cada una a sectores de la realidad y producen en quien aprende separaciones mentales entre las materias haciendo imposible una relación entre ellas. Esta división no permite tener una comprensión macro de la realidad, ni comprender que en realidad todo forma parte de una única realidad múltiple. El conocimiento se suministra en fragmentos o partes diferentes y diferenciadas que se guardan en la memoria en compartimentos separados por rótulos, como "física", "matemáticas", "historia" o geografía". Esta división del trabajo escolar en asignaturas tiene su correlato social en el modelo de división del trabajo o "Fordismo".

    A todo esto le importa poco lo que el alumno puede entregar al proceso, o lo que conoce, o lo que le interesa aprender. Él es sólo una máquina que efectúa correctamente la operación que se le asigna. Mientras sepa repetir en el aula la fórmula de, por ejemplo física, o la cantidad de vacas que nacen en un año en la región pampeana, poco importa que no sepa la conexión que pueden tener estos datos para su vida, para la realidad en la que se mueve cotidianamente. El alumno vive en dos esferas que no se mezclan: la escuela y la vida, cada una con un eje diferente, en donde sabe cosas que son útiles en el aula pero que no le sirven afuera de ella. Recibe elementos aislados que no puede relacionar, no participa en el sentido profundo de lo que aprende, y no sabe que hacer con esos conocimientos cuando sale a vivir. Pero en ella le sirve para "pasar" un examen. Examen que en definitiva solo termina comprobando la capacidad de memoria que tiene un alumno. No es ninguna garantía que lo que se repite halla sido entendido, ni mucho menos recordado mas allá de la instancia de la evaluación. Esta escuela que enseña las respuestas correctas no hace lo propio con el sentido y el criterio que hacen a una respuesta justa. Por lo tanto la persona mejor adaptada a ella no es necesariamente quien mejor se adapte a la realidad fuera de la escuela. El mejor producto de la educación tradicional es una persona a la que por muchos años se ha tratado como un ser individual y no como un miembro del grupo. AL que no se le dio la oportunidad de apreciar su energía, su fuerza modeladora, y muchos menos lo capacitó para actuar eficientemente en un grupo.

    Ahora veamos estas mismas características pero miradas desde una concepción moderna de la educación. A partir de los avances producidos, principalmente, en las investigaciones psicológicas el hombre deja el status de animal racional para ampliar su concepto y considerar en él al medio que lo rodea (circunscribe y condiciona. Una definición que resume el pensamiento de filósofos, psicólogos y educadores es: organismo inteligente que actúa en un medio social. En una concepción moderna es impensable un Robinson Crusoe, como lo es un hombre que pueda vivir, desarrollarse, sin un medio social. El hombre es en función de variables culturales, políticas, económicas, religiosas, sociales que interactúan e influyen en el desarrollo de su personalidad. Esta concepción contemporánea de hombre lógicamente influye en la educación. Un ser humano pensado no ya como un ente cuya principal característica es la racionalidad, sino como un organismo inteligente interactuando en su medio social tendrá otro tipo de necesidades educativas. El medio favorece u obstaculiza las tendencias activas del sujeto. Si las favorece le permite actuar, crecer y es la oportunidad para que la inteligencia, en función de la situación, planee esquemas de acción que aprovechen los beneficios al máximo y recoja los resultados del intento. Si por el contrario el medio le crea dificultades, el sujeto funcionaliza su inteligencia para tratar de superarlas. La inteligencia presenta alternativas para controlar y resolver la situación problemática. Estas alternativas son ideas que intentan restablecer el equilibrio alterado en la relación sujeto- medio. Al resolver el problema actuando, habrá tenido experiencia y es dentro de la experiencia, dentro del conjunto de errores y aciertos, donde se produce el aprendizaje. Aprender será ahora resolver activamente problemas vitales y no simple acumulación de datos descontextualizados. La experiencia como ciclo total de la actividad deja una conducta, un saber, una guía para la acción, una pauta de conducta para futuras acciones. Las experiencias que una persona vive le dejan saldos, y este saldo ayuda le ayuda a crecer, a enriquecerse anímica y espiritualmente. Este crecer es educación, por eso la experiencia coincide con educación. En este considerar a la educación como experiencia el eje del proceso educativo no estará mas en el profesor sino en el propio alumno, que es quien debe desarrollar habilidades que le faciliten aprender, investigar, comunicarse, expresarse, experimentar, actuar en grupos, etc. Indudablemente el profesor deberá desarrollar a su vez un cierto tipo de habilidades que le permitan acompañar, guiar a sus alumnos en el aprendizaje. El profesor deja de ser el centro para convertirse en mediador entre el alumno y el conocimiento.

    Los métodos didácticos que usa este profesor- mediador están asentados sobre una nueva lógica que coincide con la del método científico; lógica que permite al alumno el resolver los problemas que se les presentan, identificándose así el pensar con el método científico. Pensar es "pensar para", es pensar dentro de una situación conflictiva que necesita resolución. La obtención de solución es el aprendizaje. Esta educación moderna está inmersa en una realidad social en permanente cambio, los avances científicos son tan vertiginosos que sería imposible estar al tanto de todos. En una cultura que cambia la acumulación de datos no tiene sentido porque estos quedan obsoletos muy rápidamente. La educación estática tenía verdades halladas, sagradas, eternas. Hoy la verdad hay que descubrirla, y se la descubre investigando, siendo protagonistas activos de la educación. En una educación de esta característica es mucho mas importante las habilidades que un chico desarrolle para encontrar los datos que necesita en función de una necesidad específica que su capacidad para acumular datos desconectados en la memoria.

    Además lo importante del hoy es seguir aprendiendo y reactualizar permanentemente lo aprendido. En esta concepción educativa los fines son internos, inmanente a la actividad escolar. El alumno para aprender debe primero comprender el "para que" hace algo. Es imposible despertar el interés, llamar la atención del alumno si este no conoce el objetivo de lo que está aprendiendo. Los contenidos didácticos también serán diferentes. Ya no se tiende a la división sino a la reunión de los contenidos en áreas o unidades de trabajo. El material es instrumento para el desarrollo, coincide con el momento evolutivo del educando, con sus intereses; está pensado como la posibilidad de una actividad para el desarrollo de la experiencia. Un examen coherente con esta concepción buscará determinar si las experiencias tenidas han quedado como aptitud, como capacidad de resolver problemas nuevos. Aunque si se pueden medir conocimientos, lo mas importante es determinar la comprensión de los principios o procesos básicos. Si nos metemos a observar una clase tradicional (de las que todavía abundan) se observa que el profesor es quien habla y el alumnado está en silencio escuchando. Por el contrario en un aula donde son los alumnos quienes en grupo o individualmente están investigando un tema será el profesor quien esté callado. Acá todos tienen posibilidad de participar, aportar para el crecimiento del grupo, oportunidad de ensayar y equivocarse. Lo mas importante es la chance que tiene la persona de probarse en sus capacidades para resolver problemas. Por supuesto que es mucho mas fácil dar clases de la manera tradicional, ya que la moderna exige creatividad y desafíos constantes para crear un clima que le de oportunidades a todos de participar y crecer. El profesor que conscientemente adhiera a una concepción moderna de la educación deberá plantearse interrogantes como ¿qué deben lograr los alumnos? ¿Qué tipos de capacidades deben tener? ¿Cómo lograr que adquieran capacidad crítica, espíritu de colaboración, inventiva, capacidad para tomar decisiones, para enfrentar situaciones inéditas?.

    3. La Didáctica

    En este capítulo aré referencia a la Didáctica, su objeto, su evolución histórica, su relación con lo curricular.

    Definiciones y objetivo. Juan Amos Comenio en su obra "Didáctica Magna" (1657) la distingue como la disciplina que se constituye en el ámbito de organización de las reglas de método para hacer que la enseñanza sea eficaz. Vera María Candú la define como una reflexión sistemática y la búsqueda de alternativas a los problemas de la práctica pedagógica. Ángel Díaz Barriga sostiene que la didáctica es una disciplina con una triple dimensión: teórica- histórica- política. Es teórica porque responde a concepciones amplias de la educación, de la sociedad, del sujeto, etc. Es histórica en cuanto que sus propuestas son resultado de momentos históricos específicos, pudiéndose establecer un correlato entre sus modelos y el conjunto de condiciones sociales que los circunscribe. Y es política porque su propuesta no es aislada sino que se corresponde a un modelo político- social. Finalmente podemos citar a la profesora Alicia W. de Comilloni quien dice de la didáctica que no sólo especifica el cómo los alumnos aprenden o los docentes enseñan, sino que la didáctica enseña como se debe enseñar; no se limita ya a describir y a explicar, sino que también normaliza el cómo se debe enseñar. La didáctica es una ciencia cuyo objetivo fundamental es ocuparse de las estrategias de enseñanza, de aquellas cuestiones prácticas relativas a la metodología y las estrategias de aprendizaje. Su carácter científico se apoya en posturas filosóficas como el funcionalismo, el positivismo, así como en el formalismo y el idealismo. Sintetizando podríamos decir de ella que funciona como un eslabón transformador de la teoría a la práctica.

    Un poco de historia Haciendo un recorrido histórico de la enseñanza de la didáctica pueden observarse distintos presupuestos. Entre los años 20 y 50 la Didáctica sigue los postulados de la Escuela Nueva, trata de superar los postulados de la escuela tradicional reformando internamente a la escuela. Esta nueva perspectiva afirma la necesidad de partir de los intereses espontáneos y naturales del niño; los principios de actividad, individualización, libertad están en la base de toda propuesta didáctica. Se consideran fundamentales los aportes de la psicología evolutiva, que corrige la visión del niño- homunculus (adulto en miniatura) para centrarse en la del niño como ser perfectamente capaz de adaptarse a cada una de las fases de la evolución. Se deja de lado una enseñanza con un rol pasivo del educado para centrarse en el "aprender haciendo", donde cada uno se auto-educa activamente en un proceso natural sostenido a través de los intereses concretos- analíticos- sintéticos dentro de un proceso de escolaridad. Se hace hincapié en la atención a diferencias individuales, y se utilizan juegos educativos. En una etapa posterior, que abarca los años 60 y 80 se pasa de un enfoque humanista centrado en el proceso interpersonal, a una dimensión técnica que enfoca el proceso de enseñanza aprendizaje como una acción intencional, sistémica que trata de organizar las condiciones que mejor faciliten el aprendizaje. Su preocupación esta en los objetivos de instrucción, la selección del contenido, las estrategias de enseñanza, evaluación, etc. Se resaltan vocabulario como productividad, eficiencia, racionalización, operativización y control. El enfoque industrial se mete en la escuela y la didáctica es vista como una estrategia para alcanzar los productos previstos para el proceso de enseñanza- aprendizaje. El énfasis esta puesto en la objetividad, racionalidad y neutralidad del proceso. El referente central de la educación pasó a ser la fábrica y sobre él se construyen tanto acciones en la escuela como las conceptualizaciones referentes a la educación. Esta didáctica se descontextualiza de los problemas que el profesor asume en su vida en el aula y no proporciona elementos significativos para el análisis de la práctica pedagógica real, produciendo una separación entre teoría y práctica. A partir de los años 70 se acentúa la crítica a estas perspectivas didácticas, su efecto positivo fue la denuncia de la falsa neutralidad pretendida por el modelo tecnicista revelando sus componentes políticos- sociales. Y su aspecto negativo fue la crisis de la disciplina didáctica. En la actualidad la perspectiva fundamental de la didáctica es asumir la multifuncionalidad del proceso de enseñanza aprendizaje y articular sus tres dimensiones: técnica, humana y política en el centro configurador de su temática.

    Esta didáctica tendrá como características: Partir del análisis de la práctica pedagógica concreta y sus determinantes. Contextualizar la práctica pedagógica y procurar re-pensar las dimensiones técnicas y humanas, siempre "situándolas". Analizar las diferentes metodologías explicitando sus presupuestos, el contexto en el que surgieron y la visión del hombre, de sociedad, de conocimiento y de educación a que responde. Elaborar la reflexión didáctica a partir del análisis y reflexión sobre experiencias concretas, procurando trabajar continuamente la relación teoría- práctica. Asumir el compromiso con la transformación social, con la búsqueda de prácticas pedagógicas que hagan a la enseñanza un hecho eficiente para la mayor parte de la población. Ensayar, analizar, experimentar. Romper con una práctica profesional individualista promoviendo el trabajo común de profesores y especialistas. Buscar la forma de mantener a los chicos en la escuela. Discutir el tema del currículo en su interacción con una población concreta y sus exigencias.

    Didáctica y currículo. Los estudios sobre la didáctica y el currículo pertenecen a tradiciones distintas nacidas en espacios culturales diferentes. Se puede situar al origen de la didáctica como ciencia con objeto propio en la obra ya citada de Comenio "Didáctica Magna". El término currículo aparece por primera vez con el significado de planificación de la enseñanza en la obra de Bobbit "The currículum" en 1918. Al principio ambas disciplinas se desarrollaron de forma paralela sin que una interfiriese en el campo de la otra, refiriéndose cada una a contenidos, sujetos y finalidades diferentes. Solo a partir de los años 60 el currículo empieza a formar parte del campo de la didáctica, alternándose su incumbencia según predomine una forma u otra de entender la educación y la didáctica. La tendencia actual considera imprescindible una integración entre ambas disciplinas beneficiándose cada una con lo mejor de la otra. La didáctica es mas útil para el trabajo del aula, los estudios curriculares tienden a aspectos mas globales, exponiendo como se realiza la selección y organización del conocimiento que se debe trasmitir y como este proceso de selección no es neutro favoreciendo a unos grupos frente a otros. Hay aspectos que trascienden el trabajo en el aula pero que repercuten en él, aspectos como la cultura, la sociedad, la política, la economía, e incluso la ética y posturas ideológicas. El enfoque curricular ha de ampliar el "que", el "porque", el "para que" y desde que condiciones ha de llevarse a cabo la enseñanza, pero siempre poniendo en el centro de sus consideraciones al alumno. Para que estos contenido curriculares cumplan su objetivo se necesita una adecuada selección y el uso acertado de las mejores estrategias didácticas, que no podrán ser independientes del contenido, los objetivos ni el contexto. Es importante para alcanzar las metas pretendidas una estrecha colaboración entre la elaboración del currículo y la elección de estrategias didácticas.

    4. El Profesor

    Naturaleza de la función docente. Rol del profesor educador- animador- orientador. El papel del profesor en los procesos de cambio educativo. La formación de maestros y profesores. Función de la didáctica. Naturaleza de la función docente La docencia es un trabajo, en tanto se halla sujeto a condiciones materiales que definen y enmarcan sus interacciones. Está caracterizada por un conjunto determinados de saberes, específicos y particulares, del tipo de actividad laboral de que se trata. Educador es el profesional que intencionalmente se dedica a la actividad de crear condiciones de desarrollo de conductas deseables. Luckesi nos dice que este educador, y como tal, es objeto y sujeto de la historia y que en su tarea debe comprometerse con otros a hacer historia, él es un constructor de la historia en la medida que actúa conscientemente para ello. Este proyecto histórico de desarrollo del pueblo se traduce y ejecuta en un proyecto pedagógico. Esta particular concepción del educador tiene como consecuencia:

    1. La acción pedagógica no es una acción neutra, es una actividad ideologizada. La acción del educador no podrá ser nunca un quehacer neutral sino un quehacer ideológicamente definido.
    2. El educador no puede ejercer su actividad exento de opciones teóricas explícitas: debe elegir una opción filosófico- política ya sea por la opresión o por la liberación (Paulo Freira decía que en toda educación encontramos siempre un "para que", "a favor de quien", y un "contra que"); una opción por una teoría del conocimiento orientada a la práctica educativa, por la repetición o por la creación de modos de comprender el mundo, etc.
    3. La praxis educativa nunca es burocrática, tiene y debe ser una acción comprometida ideológica y afectivamente. Educación implica pasión.

    La escuela es el lugar de trabajo del docente, y se encuentra estructurada por medio de recursos y relaciones. En ella los docentes desarrollan su función.

    Y ¿Cuál es la función de ese trabajo? ¿Qué rol asume el docente en el desarrollo de su profesión? Veamos algunos. Rol del profesor educador. El comportamiento que se espera de un docente en la actualidad no es el mismo que en una educación tradicional, ya que como vimos en el primer capítulo su rol era fundamentalmente consolidar las realidades del entorno, reproduciendo en los alumnos las verdades culturales y científicas de los grupos sociales dominantes, en el estrecho mundo cultural de una nación. El docente hoy no tiene en absoluto las mismas exigencias, tiene una realidad cultural distinta, hay una interconexión entre las sociedades, una cultura mucho más dinámica y abierta. La aceleración de las modificaciones tecnológicas son vertiginosas y los hombres son vistos como sujetos de derecho en la historia. El docente- educador tiene como papel fundamental ser realizador de humanidad, de antropogenización en el ceno de su comunidad, en el esfuerzo científico, prudente y arriesgado por conseguir que la libertad, la decisión personal y la completa realización de cada uno sea un poco más posible que sin él. El objetivo de este profesor- educador es que los alumnos se potencien, se desenvuelvan, se realicen, usando como medios los contenidos científicos. Y para concretar estos objetivos debe estar abierto a la crítica, la creación, al cambio. Es estar dispuesto a no vivir del conocimiento y actitudes selladas en el pasado. sino a la educación como búsqueda, innovación. Que el profesor sea animador significa que sale al encuentro de la actividad del alumno haciendo que este encuentre que entre la ciencia, la experiencia, la vida y los ideales educativos hay una relación creadora y necesaria para educar. Que el profesor sea orientador quiere decir que su finalidad es, observando el trabajo programado y metodizado de los alumnos, poder orientar el aprendizaje y su desarrollo personal. El objetivo es que cada educando sepa y pueda trabajar orientando y sabiendo que aspecto de su personalidad esta potenciando.

    El papel del profesor en los procesos de cambio educativo. El papel del profesor en el campo de los cambios curriculares ha ido cambiando. Una teoría curricular mas conciente de la naturaleza práctica y contextual del currículo ha reconocido el papel relevante del profesor en los procesos reales de enseñanza. Y entiende que cualquier modelo de cambio educativo debe ocurrir en la clase e incorporar como parte fundamental del mismo la figura del profesor. Toda cultura escolar actúa como filtro sobre los proyectos innovadores provenientes desde afuera de la escuela y ejerce modificaciones sobre los mismos. Dentro de la escuela, el profesor con sus creencias e ideas sobre la educación, traduce y asimila a sus propios sistemas de pensamiento y acción para llevarlo a la práctica. Ambas instancias actúan de mediador entre teoría y práctica, entre programa y su desarrollo en el aula. Se reconocen a lo largo de la historia de innovación curricular tres grandes momentos en donde el reconocimiento como agente curricular del profesor varía.

    Se identifican con los nombres de:

    • Profesor como ejecutor.
    • Profesor como implementador.
    • Profesor como agente curricular.

    Profesor como ejecutor: Surge asociado a un desarrollo del enfoque científico- técnico, en donde se tiene una concepción del maestro bastante periférica y externalista. En este enfoque la innovación le da gran importancia a cuestiones relacionadas con el diseño y adopción de proyectos de cambio y se descuidan los procesos complejos por los cuales el maestro pone en práctica el plan innovador. El maestro es considerado sólo como un profesional técnico cuya función es la de llevar a cabo un proyecto diseñado por otros y hacerlo de la mejor manera posible. Queda de este modo relegado del proceso de elaboración del currículo convirtiéndose en un simple trasmisor del mismo a sus alumnos. En este enfoque el profesor cumple un rol pasivo al que hay que decirle que innovar y como hacerlo, pero en caso de fracaso de la innovación será sobre él en quien recarga la mayor parte de la responsabilidad.

    Profesor como implementador: Surge en la medida que se toma conciencia de que el maestro tiene algún tipo de incidencia sobre las implementaciones curriculares. Así el maestro no es ya un mero ejecutor sino un implementador activo, y, por consiguiente, había que tener en cuenta su realidad contextual y poner en práctica estrategias de implementación que le ayuden a comprender mejor la innovación y sus características. Es decir, estrategias de implementación centradas en el maestro para la puesta en práctica de los planes educativos, para que estos sean aplicados sin demasiadas alteraciones. El maestro sigue sin ser considerado en la formulación de las reformas y la implementación continúa siendo un proceso lineal. Estas estrategias no reconocen la autonomía del maestro, su rol de árbitro y de intermediario entre la teoría y la práctica educativa.

    Profesor como agente curricular: El maestro como agente curricular es aquel que toma los planes curriculares como puntos de referencia para construir sus propios planes; interpretando, filtrando y siendo árbitro entre los proyectos oficiales de cambio, las demandas de su entorno y sus alumnos, y sus ideas y prácticas educativas. Concebir a un profesor como agente curricular es darle un status de mayor relieve y considerar su participación en la propia elaboración del currículo, estableciéndose una relación de dialogo entre el mundo de la práctica y el de la teoría. En esta perspectiva cada uno, según se función, desempeña su trabajo partiendo desde diferentes posiciones, ya que cada uno tiene una finalidad, motivación y metodología diferente. El diseñador tiene como meta construir un nuevo currículo, para ello va a partir de la perspectiva teórica que desee llevar a la práctica usando su pensamiento y marco teórico. Posteriormente elabora los medios a través de los cuales esas intenciones puedan trasladarse al cuerpo curricular. El maestro, a la hora de elaborar un plan para el aula parte de su realidad concreta, su punto de partida es su imagen del aula y las actividades que allí se realizan. No piensa en relación a teorías abstractas sino en función de sus alumnos (potencialidades, debilidades, necesidades, preferencias, etc), su conocimiento de la áreas temáticas, su instrucción y sus propias competencias, utilizando su experiencia y el conocimiento de la clase concreta con quien trabaja. El maestro trata de determinar que es lo mejor para unas circunstancias muy concretas y buscar los medios para implementarlo. La función de la elaboración y diseño curricular externo a la escuela consiste en elaborar concepciones teóricas de la sociedad, del conocimiento, del maestro y del alumno, y trasladar estas concepciones a materiales curriculares coherentes que sirvan efectivamente a la práctica de los maestros. Estos materiales curriculares funcionarían como alternativas sobre las cuales los maestros podrán tomar decisiones diversas en función a su utilización en el aula. De esta manera el profesor elegirá entre los materiales disponibles aquellos que mejor se adecuen a su realidad áulica y le permitan hacer más eficiente su trabajo. La innovación, de este modo, no es vista como una imposición, sino como un proceso de desarrollo continuo en donde el maestro lleva a cabo su propia construcción personal de las propuestas innovadoras.

    Procesos de formación del profesor Definida la naturaleza de la docencia como trabajo, del rol docente y su función tanto dentro del aula como en el proceso de construcción de un currículo que definirá su acción, intentaremos ahora ver cuales son los conocimientos con los que debería contar este profesor para poder optimizar su labor. Somos concientes que para enseñar no basta con saber la asignatura, En realidad es mas que suficiente desde el punto de vista administrativo acreditar un título habilitante, pero esto no alcanza desde un enfoque profesional y mucho menos cuadra con la visión del docente como educador- animador- orientador.

    Bagaje para la formación de profesores Aunar teoría y práctica: en la formación del profesorado se hace necesario, sino imprescindible, fusionar la teoría y la práctica. Ya no basta con una formación netamente teórica porque cuando el docente entra al aula y su realidad su actividad se rige por un pensamiento práctico derivado no tanto de su saber teórico, como de su experiencia como alumno y docente (si es que la tiene). Las reflexiones teóricas deberán transformarse en teorías activas, en principios de acción, en pensamiento práctico que sirva para revisar la comunicación que se da en el aula y en cada situación en la que interviene el profesorado. Contar con recursos profesionales que hagan eficaces los esfuerzos docentes: la tarea educativa se caracteriza por llevar a cabo una constante toma de decisiones y por desarrollarse en situaciones complejas y diversas. Ante esta realidad los docentes suelen simplificar las situaciones con las que se encuentran, para lo que forzosamente tienen que disponer de ayudas operativas que economicen sus esfuerzos. Ayuda que sólo pueden provenir de una formación que dote de recursos flexibles al profesorado y sobre todo de una actitud reflexiva sobre su práctica profesional. Ampliar la tarea docente: al profesorado que le toca actuar en el sistema actual no le basta con atesorar sólidos conocimientos científicos y técnicos, ni con estar capacitado para analizar las necesidades que surjan en el aula, o poder evaluar su propia didáctica. Le hará falta además responder a una serie de exigencias tales como posibilitar que el alumnado adquiera instrumentos y técnicas de trabajo, favorecer su proceso de aprendizaje y el ejercicio del pensamiento crítico y contribuir a la interpretación y comprensión de un mundo caracterizado por la existencia de múltiples estímulos informativos. En este contexto de ampliación de las funciones docentes, el papel del enseñante- trasmisor ha quedado obsoleto. Actitud profesional basada en principios de adaptabilidad y flexibilidad: esta característica se desprende de la constatación que la práctica docente es una compleja, delicada y cambiante actividad profesional. El docente trata de propiciar en el alumnado la reconstrucción del conocimiento que este asimila acríticamente en su vida diaria. En este sentido, más que ofrecer información, el profesorado deberá propiciar la reconstrucción crítica de ese conocimiento y su organización racional. Ante un sistema social dinámico y cambiante sólo cabe un profesorado flexible y con capacidad para incorporar en sus actuaciones personales y profesionales los diferentes sentidos que pueden adoptar la construcción del conocimiento y las formas del saber contemporáneas. El dominio del marco teórico de una asignatura o disciplina no garantiza saber aplicarlos a la enseñanza. La persona que se va a dedicar a la enseñanza necesita de una formación específica, en parte, por las siguientes razones:

    1. No existe conexión directa entre los conocimientos disciplinares y las teorías implícitas en un docente sobre los diferentes fenómenos que ocurren en el aula y en la escuela.
    2. El carácter imprevisible y momentáneo de las situaciones de enseñanza y aprendizaje dificulta la actividad reflexiva del profesorado cuando se encuentra en la práctica de la clase.
    3. Es necesario contar con recursos conceptuales y metodológicos que ayuden a intervenir en situaciones educativas que son siempre singulares y, por definición, complejas.

    Formar al educador es crear condiciones para que este se prepare filosófica- científica- técnica- afectivamente para el tipo de acción particular que va a ejercer. Para ello no sólo necesita conocimientos cognoscitivos que lo ayuden en su desempeño, además le es fundamental el desarrollo de una actitud dialécticamente crítica sobre el mundo y su práctica educativa.

    ¿Educación teórica vs. educación práctica? El desempeño, la labor de docentes y profesores, como ya vimos, requiere de un bagaje esencial de conocimientos; saber la materia que se va a impartir es absolutamente necesario. Pero también es cierto que el marco de aplicación de esos conocimientos rebasa ese marco teórico. No se da una traspolación inmediata entre conocimientos adquiridos y conocimientos aplicados educativamente. El problema formativo radica entonces en que tipo de balance se establece teoría y práctica en la formación docente. Históricamente se han sostenido diversas posturas, se ha afirmado que la teoría deriva de la práctica, que la práctica se sustenta en la teoría, o que debería derivarse de ella. en todos los casos lo que se hace es priorizar un elemento por sobre el otro. En general existe y ha existido una tendencia a separar ambas actividades. Específicamente en lo que hace a la labor docente, se adjudica a la teoría la fuente de principios que habrán de dirigir la acción. En el caso de la actividad teórico- académica, la práctica es fuente de problemas y ámbito de constrastación. Esta distinción entre teoría y práctica reposa en gran medida en la distinción ocupacional entre investigación y enseñanza, en el sentido que quienes se ocupan de investigación educativa y quienes a la práctica de la enseñanza pertenecen a sectores ocupacionales diferentes. Mas allá de todas estas discusiones y tendencias históricas y actuales, de lo que se trata es de lograr modos de organizar los circuitos formativos en que ni la tendencia aplicacionista (la práctica al final como aplicación de los fundamentos teóricos) ni la tendencia ejemplificadora (la práctica al principio, y la teoría como explicación posterior) se instalen como lógicas de formación. La práctica profesional docente requiere de ambas, será necesario entonces que en la formación se articulen teoría y práctica proporcionando al futuro profesor un bagaje de conocimiento que no descuide ninguna de las dos.

    Papel de la didáctica El papel de la didáctica en la formación de profesores está muy bien desarrollado por Cipriano Luckesi y los conceptos que siguen son un resumen de su pensamiento sobre el tema. Señala que la didáctica es una enseñanza orientada al aprendizaje de los modos de conseguir, desde el punto de vista del "saber hacer", que alguna cosa sea enseñada de tal manera que el educando aprenda con mayor facilidad y, por tanto, más rápidamente. Y que esta didáctica, para asumir un papel significativo en la formación del educador no podrá reducirse y dedicarse solo a la enseñanza de medios y mecanismos por los cuales desarrollar un proceso de enseñanza- aprendizaje, sino que deberá ser un eslabón entre las opciones filosóficas- políticas de la educación, los contenidos profesionalizantes y el ejercicio cotidiano de la educación. Deberá ser un modo crítico de desarrollar una práctica educativa forjadora de un proyecto histórico, que no será hecha tan sólo por el educador, sino por el educador conjuntamente con el educando y otros miembros de los diversos sectores de la sociedad. La didáctica debe servir como mecanismo de traducción práctica, en el ejercicio educativo, de decisiones filosófico- políticas y epistemológicas de un proyecto histórico de desarrollo del pueblo. Al ejercer su papel específico deberá presentarse como eslabón traductor de posturas teóricas en prácticas educativas.

    5. Conclusión.

    Luego de haber recorrido todos estos aspectos que hacen a la disciplina didáctica, que no son todos, ni quizás los mas importantes puedo sacar, básicamente, dos conclusiones: Primero, que la didáctica no es, (así como tampoco lo es la educación, ni el currículo, ni la pedagogía) neutra. Es influida y, podría decir hasta determinada, por la política económica de la sociedad en la que se desarrolla. Me parece que asta ahora ha respondido a las expectativas del poder dominante y que es hora que sea una opción de cambio social, de implementar estrategias que concienticen para el cambio. Segundo, veo que hay una gran dicotomía entre lo que dicen los libros y lo que realmente pasa en las aulas, porque cuando leí la historia entre didáctica tradicional y moderna no me pareció que la tradicional estuviese muy alejada de las aulas, sobre todo en los niveles secundarios (hoy polimodal) y superior. También me quedaron algunos interrogantes, ¿Cómo hacer para instalar definitivamente una educación centrada efectivamente (y no solo idealmente) en el alumno? ¿Cuándo vamos a tener en cuanta lo que les pasa, que sienten, que intereses tienen? ¿Cuándo le vamos a dar una educación que les sirva para vivir? ¿Cómo los educamos: como personas útiles a la sociedad capitalista o como agentes de cambio? ¿Desde donde comenzamos el cambio? ¿Desde nosotros? ¿Desde el profesorado?.

    6. Bibliografía

    Libros: "Dinámica de Grupos y Educación", Cirugliano y Villaverde; Humanitas, 1985; Buenos Aires, Argentina. "Corrientes Didácticas Contemporáneas", Autoras varias; Paidos, 1999; Buenos Aires, Argentina. "Para Enseñar no Basta con Saber la Asignatura", F. Hernández, J. M. Sancho, Paidos, 1993, Barcelona, España. "Didáctica: Aportes Para una Polémica", Ángel Díaz Barriga; Aique, 1992; Buenos Aires, Argentina. "El currículo oculto", Jurjo Torres Santomé, Ediciones Morata, 1996, Madrid, España Apuntes: "El papel de la Didáctica en la formación del educador", Cipriano Luckesi. "La formación de maestros y profesores: Hoja de ruta", G. Diker, F. Terigi. "Sobre los aportes de la psicología del aprendizaje a la didáctica", Alicia de Camillioni. "La Didáctica y la formación de educadores. De la exaltación a la negación", Vera María Candú. "estrategias Didácticas activas y refomas educativas: revisión de un problema", José Rodríguez Diéguez. "Didáctica: del currículo a las estrategias de aprendizaje", Joan María Navarra. "Rol del profesor: educador", López Herrerías, José Ángel. "El papel del profesor en los procesos de cambio educativo", María Teresa Gonzales.

     

     

     

    Autor:

    Monica Mangiaterra