El Pensamiento Pedagógico Martiano. A favor de la Cultura Física (página 2)
Enviado por M.Sc. Ram�n G. Quevedo Leguen
En la obra martiana existe un énfasis en la unidad de la doctrina educativa del amor y la belleza con la formación y el desarrollo intelectual del hombre. En la educación, la formación moral, juega un rol fundamental el conocimiento del mundo, puesto que para Martí lo moral se expresa en los libros de ciencia y en la realidad del mundo. Porque la persuasión basada en el conocimiento, en la verdad, es una vía muy importante de la educación moral que favorece la libertad bien orientada del hombre. La formación intelectual, basada en la unidad de lo sensible y lo racional y en la creatividad, conduce no sólo al desarrollo de la inteligencia y del conocimiento, sino también a la formación de convicciones personales, de intereses cognoscitivos, de inclinaciones profesionales y de valores. Así señaló el Apóstol cómo la libertad de invención y el placer de crear estimulan el ingenio propio y la fuerza del carácter.
El ideario martiano nos habla fundamentalmente del patriotismo, pues esta fue su tarea: liberar a Cuba de España e impedir que cayera bajo el poder de los EEUU. Pero simultáneamente su lucha tenía un sentido internacionalista porque iba proyectada a defender a Latinoamérica y a todos los pueblos del mundo del afán imperialista. Expresó: "Patria es humanidad" (Martí, J. 1975, t. 5, p 468).
Otro valor que destacó fue el de la independencia y la autorrealización del individuo. Es necesario garantizar la libertad humana. Mientras ella no esté asegurada tampoco lo estará la libertad política. Fue partidario de que cada hombre fuese libre, independiente, que no lo determinase ni la lisonja, ni el premio, ni el despotismo de los gobernantes, sino la estimación de sí mismo, sus metas y reflexiones propias.
En su concepción de la institución escolar podemos apreciar dos principios que lo resumen todo:
1) La unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo (donde lo cognoscitivo es creativo a partir de la unidad de lo sensorial y la reflexión; y lo afectivo es la unidad del amor y la belleza).
2) La unidad de teoría y práctica..
1) La unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo.
El pensamiento pedagógico de José Martí tiene como uno de sus componentes esenciales la unidad del conocimiento con el afecto. Dijo: "La enseñanza ¿quien no lo sabe? es ante todo una obra de infinito amor" (Martí, J. 1975, t. 11, 82)
Concibió la enseñanza como el resultado de la unidad de lo sensorial (los hechos, la práctica) con la razón y la reflexión del estudiante. En consecuencia, la enseñanza debe promover la creatividad del alumno y no la simple memorización. Enfatizó la necesidad de que la enseñanza fuese científica.
Dijo : "…gran bendición sería, si las escuelas fuesen aquí como son en mayor grado en esto en Alemania, casas de razón donde con guía juiciosa se habituase al niño a desenvolver su propio pensamiento, y se le pusieran delante, en relación ordenada, los objetos e ideas, para que deduzca por sí las lecciones directas y armónicas que le dejan enriquecido con sus datos, a la vez que fortificado con el ejercicio y gusto de haberlos descubierto" (Martí, J. 1975, t. 11, 81).
2) La unidad de teoría y práctica.
Este es un criterio fundamental en las concepciones pedagógicas de José Martí. Aquello que se enseña debe tener utilidad para la vida actual y futura del estudiante. Además, el estudiante debe aprender a trabajar en la propia escuela. Postuló la unidad de la enseñanza y el trabajo. La escuela debe preparar para la vida.
La comunicación social. Elemento esencial para el proceso de adquisición de los conocimientos.
Martí escribió frecuentemente sobre cómo formar al ser humano mediante la comunicación social: las ceremonias públicas, los monumentos, los medios masivos de comunicación, la influencia directa sobre un auditorio y la relación entre las personas. Veamos a continuación distintos criterios del Apóstol sobre la comunicación social.
1) Propagar la virtud mediante el señalamiento y el elogio de los ejemplos positivos.
Dijo: "Otros propagarán vicios, o los disimularán; a nosotros nos gusta propagar las virtudes. Por lo que se oye y se ve entra en el corazón la confianza o la desconfianza." (Martí, J. 1975, t.5, 15)
La oratoria. Como método martiano
En sus concepciones sobre la oratoria (Martí, J. 1975, t. 19, p. 449 – 451) se manifiesta una vez más la unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo, que distingue su pensamiento sobre la formación del hombre.
Señaló que para ser buen orador son necesarias capacidades intelectuales (conocimientos amplios y pensamiento claro) y ser bueno, ser virtuoso y purificar su conducta. Es necesario que el orador estudie y conozca al auditorio (lo cual le confiere el respeto por parte de éste) y lo convenza, es necesario ser convincente.
Pero destacó la importancia del ejemplo que brinda el propio orador. "Un orador brilla por lo que habla; pero definitivamente queda por lo que hace" (Martí, J. 1975, t.13, 55).
La educación en valores no es exclusiva de un nivel educacional ni de una materia en particular, ella debe verse como un proceso continuo que se inicia desde la edad preescolar pasando por la enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria y universitaria, en la cual indiscutiblemente influyen, de forma decisiva, la familia y la sociedad.
El tratamiento del componente motivacional de las clases como eslabón fundamental, reviste de gran importancia para estimular el interés y el compromiso con la necesidad del estudio para la preparación física e intelectual personal, la integración social, el sentido del deber y la responsabilidad de los educandos.
A través del empleo de métodos activos de participación individual y grupal, de proyección participativa, con sentido de pertenencia del grupo, las reglas del trabajo en grupo, el sentido del respeto, la receptividad, la tolerancia, las confrontaciones para reafirmar ideas, adquirirlas o enriquecerlas, identifican el lugar y grado de aceptación en el grupo cada uno de sus miembros.
El desarrollo de la independencia en los estudiantes, les permite lograr cosas por sí mismo, la seguridad en sí mismo, asumir sus actos, con sentido de la responsabilidad como medida de sus deberes individuales.
En el tratamiento metodológico de las asignaturas para la integración entre lo académico, físico, lo laboral y lo investigativo debe tenerse en cuenta:
– El aporte de los contenidos a la concepción acerca de la significación del trabajo para el hombre, el desarrollo social de un país en específico, o de la humanidad en su sentido universal.
– El vínculo de los conocimientos con los fundamentos de los procesos de la ciencia, la técnica, el deporte, la producción y los servicios, a nivel mundial, nacional o de la comunidad.
– Contribución de la asignatura a la orientación vocacional y profesional de los adolescentes.
– Desarrollo de las habilidades intelectuales, de la comunicación, las manuales y las físicas, a través de la actividad.
– Despliegue del componente humanista; teniendo como base al ser humano como valor supremo, la formación de valores morales: el deber, la responsabilidad y la solidaridad en el contexto de las actividades docentes y laborales inherentes al sistema del estudio-trabajo.
La vía más idónea para la formación de un hombre la concebía Martí "hecho en lo mental, por la contemplación de los objetos, en lo moral, por el ejemplo diario" (Martí. J. 1975)
Martí abogaba por la necesidad de enseñar a pensar y a crear al alumno en el proceso de aprendizaje y a ejercitar la mente constantemente, así como a trabajar con independencia: "Y pensamos que no hay mejor sistema de educación que aquel que prepara al niño a aprender por sí. (.,,) Asegúrese a cada hombre el ejercicio de sí propio". (Martí, J. 1975)
La vía más idónea para la formación de un hombre la concebía Martí "hecho en lo mental, por la contemplación de los objetos, en lo moral, por el ejemplo diario" (Martí, J. 1975)
Martí abogaba por la necesidad de enseñar a pensar y a crear al alumno en el proceso de aprendizaje y a ejercitar la mente constantemente, así como a trabajar con independencia: "Y pensamos que no hay mejor sistema de educación que aquel que prepara al niño a aprender por sí. (.,,) Asegúrese a cada hombre el ejercicio de sí propio (Martí.J. 1975)
En este trabajo se ofrece como propuesta:
La Reflexión y el Debate; Una vía para la clase de cultura física.
Se ha dicho, y con razón, que una importante misión científica de la enseñanza de la historia es propiciar que los alumnos descubran —a su nivel escolar— el aspecto interno de los procesos que se reconstruyen sobre la base de hechos, personajes, fechas, apoyados en datos, en fragmentos de documentos escritos, testimonios orales y demás recursos que constituyen fuentes para su estudio.
Mas no sería bueno que cuando se estudiaran procesos sociales, o contenidos morales, o se buscara desde diversas facetas el potencial educativo del contenido, los escolares "no vieran" a personas de carne y hueso actuar en condiciones históricas concretas y no lograran reconstruir ese marco o escenario donde ocurren los hechos.
El alumno necesita, en primer lugar, representarse los hechos, la acción de los personajes, de las masas; saber cómo eran, poder imaginarse lo más fielmente posible su ámbito cultural; o sea, poder formarse representaciones correctas de los lugares y las circunstancias en que ocurrieron los hechos y se desarrollaron los procesos.
De modo que la dirección del aprendizaje debe prestar atención también a que nuestros alumnos conozcan los hechos, los personajes, las fechas, las costumbres, las mentalidades, el ámbito. Contar la historia, narrar lo que sucedió, no tiene que ser contrapuesto a la rigurosidad de los análisis; nadie duda que la enseñanza de la asignatura se proponga que los niños puedan explicar de manera elemental el porqué de los acontecimientos que estudian, o que se aproximen a valoraciones a su nivel sobre los patriotas que conocen, o sobre los hechos que forman parte medular de la memoria de los cubanos. Por supuesto que nos pronunciamos por una dirección del aprendizaje que ayude a que los alumnos puedan ejercer su criterio, interpretar con sus propias palabras lo que leen, escuchan, u observan. Mas contar, si se hace bien, es tan atractivo como necesario en nuestros empeños pedagógicos
Una docencia que refleje nuestro tiempo reconoce en el alumno un ser pensante y confía y estimula sus posibilidades. Así, en el camino de la formación humana de nuestros alumnos debemos concederle un notable espacio a las preguntas que surjan de sus inquietudes y en entrenarlos a encontrar por sí mismos respuestas a sus preguntas a través de la indagación que se fomente por las tareas escolares, a la vez que hacerles comprender que de las respuestas que ellos vayan encontrando pueden surgir nuevas preguntas que serán, a su vez, nuevas fuentes de aprendizaje.
Esto significa conectar el conocimiento con el esquema cognitivo previo (experiencias, conocimientos y vivencias afectivas del grupo con respecto a la temática que se aborda).
Significa asumir y asimilar el contenido no críticamente, sino, a partir de las conexiones lógicas con lo aprendido anteriormente, buscando una fundamentación de este con respecto a su experiencia anterior.
2. Proporcionar instrumentos para transformar el conocimiento en algo abierto a nuevos contenidos.
Implica proporcionar las herramientas necesarias, esto es: técnicas, vías y métodos que faciliten operar con el contenido, conectarlo con lo aprendido, aplicarlo a situaciones nuevas, descubrir el conocimiento, de modo que el aprendizaje posea auténtico significado para el que aprende.
3. Enfrentar al estudiante con textos que les enseñen formas de pensar y construir el conocimiento.
Esta característica exige la preocupación del docente no sólo en la exposición del conocimiento, sino, en texto que proporcionen formas de pensar este conocimiento, es decir, técnicas de aprendizaje, de modelación del pensamiento reflexivo y divergente.
4. Propiciar el tránsito del conocimiento común al conocimiento científico.
Se refiere al entrenamiento del estudiante en saber hacer lecturas de la realidad que aprende que les permita hacer análisis, valoraciones, generalizaciones, reflexiones, etc. de modo que puedan comprender la teoría y su consecuente aplicación práctica.
5. La organización de la actividad cognoscitiva grupal y no frontal.
Exige organizar la actividad cognoscitiva en grupos pequeños, equipos, con materiales y situaciones de aprendizajes diversos y variados de modo que cada participante y equipo complemente el contenido y se logre un auténtico ego grupal sobre el tema que se trate o estudie.
En lo Didáctico. El maestro debe.
. Debe poseer un pensamiento flexible, divergente y creativo.
. Debe ser facilitador de situaciones variadas y flexibles.
. Debe dominar la técnica de formulación de diversos tipos de preguntas
reflexivas y divergentes.
. Actuación discreta y actitud adecuada ante respuestas y reflexiones de los
estudiantes.
. Cuestionador activo en el sentido de plantearle reflexiones a través de
preguntas y situaciones variadas, de finales abiertos.
. Tener capacidad de escucha reflexiva durante las intervenciones de los
estudiantes.
. Autodidactismo y actualización pedagógica metodológica y especializada.
Si el estilo de dirección de la actividad cognoscitiva de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje organizado por la modalidad de taller se sigue, debe partir de considerar estas cualidades, así se garantiza que el grupo de estudiantes vea en el profesor como otro miembro del grupo, que desempeña roles diferentes, por lo que la misma esencia de la autenticidad pedagógica exige que el profesor sepa de antemano que en un taller también él aprende, incluso, pueden darse situaciones de aprendizaje diferentes a su esquema cognitivo tradicional.
La iniciación, la programación y la ejecución de la clase han de estar en correspondencias con los cambios novedoso del desarrollo técnico-táctico del deporte en cuestión. El qué hacer, cómo, y dónde para que la preparación inicial se corresponda con los cambios actuales, hay que estudiarlo, investigarlo y demostrarlo sobre bases científicas para no fracasar y esto lo puede orientar el maestro previamente para el debate.
En este trabajo se realizó la triangulación entre los métodos tradicionales y el Criterio de usuario, cuyo proceder permitió la constatación de la información obtenida para el logro de una valoración mas acabada de la propuesta. Esto permitió corroborar la congruencia de los resultados con respecto a los instrumentos aplicados, lo que permite inferir que las vías metodológicas así como sus consideraciones metodológicas pueden concebirse como una respuesta de solución al problema planteado.
El autor de estas propuestas se apoyó en la escuela socio – histórico cultural de Vigotski, bajo la concepción Materialista Dialéctica, se aplican algunos procedimientos de la metodología educativa y pensamiento pedagógico martiano desde los cuales fue posible hacer valoraciones, descripciones y explicaciones.
CONCLUSIONES
En "Nuestra América" José Martí propuso luchar por el "hombre real" latinoamericano, mediante la creación de métodos, instituciones y formas de gobierno que respondiesen a las características específicas de los pueblos de Latinoamérica, con pensamiento propio y con un altísimo valor humanista.
Como resultado del estudio de la obra martiana permitió definir con exactitud los tres principios de máxima generalidad, pero que sólo actúan en unidad indisoluble. Ellos son: primero el principio de la unidad de lo sensible y lo racional, que conduce a la formación intelectual del hombre en segundo lugar el principio del amor y la belleza, que lleva a la educación moral y estética del ser humano; y en tercer lugar el principio de la actividad, de la práctica, como formadora del hombre. Sobre la base de la adquisición de los conocimientos en forma de taller donde el alumno sea un ente activo en el proceso del aprendizaje donde diga lo que piensa, aprenda a escuchar y a criticar sobre la base del respeto. Lo que demostró el cumplimiento del objetivo trazado y por tanto la solución o transformación del problema desde la práctica educativa.
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Edusol. N 1.-p14. Guantánamo
Autor:
M.Sc. Ramón G. Quevedo Leguen
Filiación institucional: Facultad de Cultura Física (sede universitaria)
Lic: Arelis Pérez Asin
Titulo académicos: Licenciada en Educación (especialidad Informática)
Categoría docente: instructor
Filiación institucional: Sede universitaria Gtmo3 especialidad Informática
INSTITUTO SUPERIOR DE CULTURA FÍSICA
"MANUEL FAJARDO"
FACULTAD DE GUANTÁNAMO
III CONVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE. AFIDE, 2009
TEMÁTICA DEL EVENTO. FORMACIÓN DE VALORES.
Titulo académicos: Máster en Ciencias de la Educación
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