- Introducción
- La genética y la primitiva intervalación causal de la vida humana
- Sophos y Psyche
- El tecnoexistencialismo y autodevaluación intelectual
- La autodevaluación existencial
- Bibliografía
Introducción
Este estudio tiene como objetivo correlacionar dos de los conceptos filosóficos más comunes en los cuadros de la mente humana con las que operan las masas sociales a nivel universal. Aquí nos proponemos asociar las intermediaciones del intelecto humano a través de la categoría filosófica de tiempo y la devaluación y la autoanulación preprogramada del sentido y el valor de la existencia humana frente a las nuevas instrumentaciones técnicas y proyectos esquemáticos que en los últimos cincuenta años la Humanidad descubrió y ya masivamente son o pueden ser aplicados. La categoría filosófica de existencia o el sentido existencial del Hombre en general, mentalizada por las coetáneas civilizaciones, ya sufrieron profundos cambios en sus formas y esencias, en comparación con las premisas de las obras de los filósofos existencialistas publicadas en el siglo XX. Solamente las élites político financieras e intelectuales pueden en nuestros tiempos comprender y analizar las realidades en las que las masas sociales mental y efectivamente se dimensionan en su sentido vital e individual. La obra de Ortega y Gasset "La Rebelión de las masas" (1931), ya pasó en gran parte al catálogo bibliográfico del pensamiento humano ante las nuevas realidades cibernéticamente premodeladas en las que debemos desenvolvernos mental y prácticamente. Los superespecialistas que Ortega brillantemente destacó, ya no cumplen el mismo rol que a mediados y fines del siglo XX. Los actuales especialistas se borronearon en unidades de información en las páginas internéticas, en un maremagnum virtual mundial interactivamente comunicado.
Dos de los conceptos filosóficos que en este estudio recibirán tratamiento fueron ya minuciosa y extensamente analizados en la obra de M. Heidegger "El ser y el Tiempo"(1927). Para el autor "intencionalidad" es "temporalidad", pero la intencionalidad de los individuos y de los conglomerados sociales de principios del S. XXI ya pueden tener otras fuentes diferentes a las de las primeras cinco décadas del siglo pasado. Para Heidegger el Ser solamente se descubre cómo una presencia temporal inserto en el tejido temporal de su existencia y que tiene la oportunidad de influir y resolverse o ir disolviéndose en su existir. En nuestro tiempos, los esquemas y modelos informativo-comunicativos sirven de modelos arquetípicos racionales, analíticos y emocionales y fuentes de las intencionalidades de cada individuo en particular y de las masas sociales en general, interactivamente comunicadas sobre dimensiones geográficas globales. Los megavolúmenes informativo-comunicativos televisivos e internéticos, no son objetos materiales ni poseen atributos objeto-utilitarios, sino que son modelos y esquemas gnoseológicos en calidad de segmentos informativos. Las intencionalidades y los deseos de las masas receptoras de las constelaciones informativas difundidas, supera al valor real de lo que es mostrado o publicitado. El entendimiento existenciario de M. Heidegger es el análisis teórico de los significados y valores de la existencia. El "mundo" de Heidegger ahora enlos marcos de programadas formas modela lo que una entidad es lo que es,y lo que debe ser, o sea el actual mundo incluye al individuo mental y pragmáticamente cómo debe mostrarse de acuerdo a los contextos modélicos que previamente recibió de su entorno y circunstancias y de las innumerables fuentes informativo-comunicativas.
Si para Heidegger los conocimientos teóricos son simples ajustes con el mundo que rodea al Ser en lugar de ser aquellos el último fundamento,en nuestros tiempos, el mundo que circunda a cada individuo ya calibra gran parte de los constituyentes de la existencia de cada individuo socioculturalmente relacionado. Heidegger subdividió a la existencia humana en auténtica e inauténtica. En este estudio nos ocuparemos de analizar las formas de idealización de las realidades que progresivamente modelan y devalúan a la existencia humana con paracéntricas proyecciones y argumentados esquemas informativo-comunicativos en forma de prototipos de las intencionalidades de las masas sociales. Unir filosóficamente al entendimiento humano (Intelecto), con la cagoría filosófica de Tiempo y poder llegar a abordar el análisis de la devaluación de la existencia humana desde principios del Tercer Milenio no es una simple tarea. Los tres conceptos pueden ser independientes y, a su vez, pueden ser coligados mutuamente por sus innumerables correlaciones cognoscitivas de idealización de las realidades objetivas. Con ese fin, debemos previamente explicar el nivel que alcanzaron las ciencias en nuestros tiempos que explican el principio del principio de la materia, los orígenes de la vida en nuestro planeta y los argumentos logrados para explicar los límites espacio-temporales en los que nuestra Galáctica se extiende y dimensiona. La inexistencia misma de precisas repuestas científicas sobre primeras causalidades de la creación de la materia, de la vida y la explicación de los límites espacio temporales en el mundo en el que nos dimensionamos, ya son una premisa del significado y el valor del ser y el primario y final sentido existencial de la humanidad.
Los esquemas racionales lógicos y científicos, tanto teóricos como empíricos, al ser analizados y aplicados por el intelecto humano, pueden reproyectar todas las regularidades previamente descubiertas en forma de modelos matemáticos,fórmulas, esquemas, reglas regulatorias y determinismos filosóficos y lingüísticos. La mente humana ya logró descubrir y acumular una suma de conocimientos los que al ser sistematizados y aplicados utilitariamente coinciden con los modelos previos abstractos que los describen. La fórmula de la Teoría de la Gravedad de I. Newton o la fórmula de la Energía de A. Einstein, son en esencia modelos matemáticos isomórficos de existentes en la naturaleza realidades físicas en las que nos dimensionamos e intelectualmente abstraemos. La tabla de elementos químicos descubierta por Mendeleiev contabiliza clasificatoriamente y establece exactas relaciones teóricas cualitativas de todos los elementos químicos conocidos hasta el momento. Tales regularidades ya descubiertas fueron transformadas en instrumentos teóricos útiles en las actividades científicas y productivas en calidad de segmentos de la pirámide intelectual de la Humanidad. Los logros históricos teórico-científicos ya pasaron a ser recursos combinados con un sinnúmero de otros esquemas teóricos posteriormente descubiertos.
Todas las disciplinas científicas en conjunto no pueden explicar la propia génesis de la materia y el origen del origen de la naturaleza orgánica y, consecuentemente, el origen de la vida en nuestro planeta. Podemos deducir que el intelecto humano a través del Tiempo se reduce y encamina hacia una nulidad. El hombre puede descubrir, manipular y utilizar los elementos más simples y complejos que programan la vida como lo son los códigos de ADN o, a su vez medir y aplicar elementos subatómicos como lo son los ínfimos cuantos leptónicos y todas las partículas subatómicas hasta el momento descubiertas. Actualmente el intelecto humano puede llegar a descubrir la hipotética génesis primaria de la formación de la materia a partir de las subdivisiones protónicas o, en el futuro, poder llegar a demostrar empíricamente la Teoría de la Cuerdas de Calabi-Yau, la que ya matemáticamente a nivel teórico demuestra tal invisible coexistencia por la que nos dimensionamos en seis escalas espacio-temporales y las que no pueden ser captadas por nuestros sentidos. Para la mente humana la Teoría de la Relatividad de A. Einstein y la Apocalípsis bíblica no portan el mismo sentido gnoseológico,lógico y analítico. Lo que es posible ser demostrado matemática y empíricamente tiene un valor diferencial con respecto a todo lo invisible e imperceptible.
La paradoja es que tanto la Física, la Química, la Genética y el resto de las ciencias exactas no pueden ni por aproximación explicar el origen de la materia y de la vida en nuestro planeta ni el origen del origen de todo lo que nuestro intelecto alcanza a detectar, analizar y catalogar. Si centramos nuestro intelecto hacia la creación del Todo por intermedio de las escrituras religiosas, podemos concebir reductivamente una sola respuesta, la que un Dios creador del Universo y el origen del origen de todo lo que sensiblemente percibimos desde nuestra perspectiva terrenal son proyecciones en la mente del Hombre encaminadas hacia lo que hipotéticamente clasificamos como a lo infinito. Desde los tiempos de la Antigua Grecia, los filósofos materialistas idealizaron el simple concepto de la estructura atómica de la materia, la cual resultó real y hasta en nuestros tiempos coetáneos la no demostrable Teoría de las Cuerdas nos aproximan irreversiblemente hacia la Teoría evolutiva de Hopkings, la cual predice un regular y predeterminado fin de nuestro sistema solar. Hacia nuestro Sol se dirige irreversiblemente una estrella denominada "Gran anaranjada" y de la cual nos separa una distancia de un año luz o tresmil años de acuerdo a nuestra cronología temporal terrenal. El modelo evolutivo de Hopkings que prolonga mil millones de años la actividad solar, hipotéticamente puede llegar a reducirse a tres mil años por otra causalidad fatal para nuestro sistema solar.
Este estudio es escrito un año después del anunciado año apocalíptico (2012). Ocho hipótesis científicas del fin de la vida en nuestro planeta previeron una posible apocalípsis a la par de dos hipótesis no científicas, el fin de las previsiones de Nostradamus y el fin del calendario maya. Las ciencias y las predicciones apocalípticas ya se compaginaron ya en el año mil y en el año 1500 en el Continente europeo. El intelecto colectivo funciona con fases cronológicas unidas a datos míticos y pseudocientíficos. Entre el hombre de "Neanderthal" y el hombre contemporáneo de principios del S. XXI, existen abismales diferencias intelectuales, culturales, sociales, técnicas y espirituales pero no así existen diferencias filogenéticas con el Hombre contemporáneo. El volúmen cerebral de nuestro primigenios antepasados ,excluyendo a los australopitecos, tuvo un menor desarrollo de la masa neuronal, si bien, filogenéticamente los modelos de funcionamiento neuronales coincidieron con los nuestros. A principios del S.xxi, todo un grupo de tribus asiáticas,africanas y amazónicas, continúan portando los mismos parámetros topográficos cerebrales que desarrolaron las tribus prehistóricas. Tales tribus mantienen sin cambios sus capacidades de estructuraciones lingüísticas, sus hábitos y técnicas de susbsistencia y los mismos rituales mágicos.Estas cadenas de nudos sociales marginadas de los epicentros evolutivos socioculturales de las civilizaciones modernas, son el primer eslabón que nos permitirá abordar el sentido y el valor del intelecto humano en relación al Tiempo y a través del transcurso del mismo reproyectalos hacia lo que la Filosofía denominó y analizó disciplinaria y catedráticamente como la existencia humana.
Existen miles de estudios antropológicos, médicos, psiquiátricos y psicológicos de autores que en el siglo XX analizaron detalladamente la mente humana y su evolución. Por milenios el Hombre observó las agrupaciones estelares y los planetas y en el S. XX se demostró científicamente que nuestro sistema galáctico se inició de una Gran explosión. En nuestros tiempos los investigadores se encuentran a una distancia temporal de milisegundos del descubrimiento de la formación de la materia en el acelerador de partículas denominado "Máquina de Dios". La formación física de la materia puede llegar a ser descubierta, pero sin dudas, el origen del origen de los protones se ajustará a especulaciones filosóficas o la búsqueda de respuestas en los textos religiosos. Las ciencias modernas coinciden en sus confirmaciones que las antiguas civilizaciones buscaron esencias divinas por la capacidad de argumentar y explicar las intimidades y los procesos de las realidades en las que se dimensionaron empíricamente nuestros antepasados.
El intelecto humano opera con cronologías temporales de las extenciones materiales y espaciales que ya pueden ser medidas con absoluta precisión. Antes de la "Gran explosión" no existió la materia y por tanto no pudo existir la noción o categoría filosófica de Tiempo. El concepto de lo infinito es simplemente una abstracción, un simple símbolo matemático, pero en realidad no podemos catalogar a lo infinito como algo que puede ser explicado por alguna disciplina científica. Por tanto, el Hombre desconoce el principio del principio de la materia y de la vida y, a su vez, no puede con aproximación imaginar la longitud espacial y temporal de las extenciones de la materia en los espacios cósmicos y extragalácticos. Sin un principio y sin un fin de las cosas reales, el intelecto humano opera con una sola cifra, la Gran Explosión (13.800 millones de años), y el fin del espacio-tiempo cósmico se reduce a un símbolo matemático que representa a lo que suponemos como a lo infinito. El intelecto humano necesita de una pista precisa del principio del principio de las cosas en las búsquedas astronómicas y físicas. Por otro lado, a través de los textos religiosos se crean profundas brechas gnoseológicas del verdadero sentido y valor de todo lo que el intelecto percibe, analiza y calcula teórica y empíricamente y todo lo que espiritualmente se explica y fundamenta en las ciencias.Si le preguntamos sobre el principio y el fin de la materia a fisicoastrónomos, recibimos frecuentemente respuestas categóricas, y si dialogamos con monjes cristianos o musulmanes las dudas deben ser resueltas rigurosamente en común acuerdo con los textos religiosos.
Los individuos resuelven en forma de categorías filosóficas unas dudas con una semiesfera cerebral, la racional, y las preguntas sin respuestas de las religiones debe resolverlas en parte con su segunda esfera cerebral, la emocional. Lo que la razón no alcanza a discernir lógicamente, la espiritualidad (la fe), las creencias divinas pueden cerrar todos los vacíos de lo incomprensible e inexplicable para las ciencias exactas. Las respuestas de las más rigurosas ciencias y las respuestas de las religiones se igualan por sus contenidos y valor cuando se analiza el principio del principio de la creación de la materia y de la vida terrenal.Los astrónomos confirman de que no conocen más que el cinco porciento de la superficie del Universo,pero cabe preguntarnos cuál es el punto final que se presupone del noventa y cinco restante. La física cuántica, la astrofísica y la Biblia responden sobre el origen del Todo en sentido confirmativo, sin poder llegar a abordar lo que el intelecto precisa, una prueba y demostración aproximada del origen del origen de la Materia, el infinito y el origen de la naturaleza orgánica y de la vida del Hombre en nuestro planeta.
La Realidad en el Mundo en la que nos dimensionamos, se traduce en nuestro intelecto a partir de nuestra sensibilidad, además de los cuadros lógico-racionales, analíticos y emocionales, y a través del Tiempo, sin que ninguna de estas esferas establezca lazos precisos clarificatorios del lugar, el destino y del sentido existencial del Hombre en el Universo. Es por eso que este estudio se propone enlazar filosóficamente al intelecto humano, al Tiempo con la evidente progresiva invalidez existencial de la vida de cada individuo en particular y de todas las civilizaciones de principios del siglo XXI en general. Las realidades del Mundo globalizado comunicativa, cibernética e internéticamente enlazado e interconectado, someten al sentido y el valor original existencial de cada individuo con programas preestablecidos y precoordinados. Las calidades y cualidades individuales mentales y espirituales de las masas sociales deben en nuestros tiempos ajustarse a premodelos culturales, psicológicos, informativo-comunicativos, pragmáticos, hedonísticos e hiperbolizaciones erótico-sexuales. La existencia del hombre contemporáneo es forzada multilateralmente hacia formas y estilos de vida informativa y socialmente superfluas y premoldeadas. El intelecto colectivo humano, con el transcurso del tiempo se adapta a los vacíos modelos vitales y que sirven de pancartas para ocultar y sesatender los pensamientos de autoanálisis y autoconsciencia en la búsqueda del destino y el valor existencial de cada individuo en particular. .
La genética y la primitiva intervalación causal de la vida humana
La ciencia genética desarrolada en el S. XX ya nos demuestra la profunda brecha existente entre el casual sentido valor vital y existencial del Hombre y el rol del cerebro y la mente humana como necesaria continualidad del intelecto de la humanidad a través del Tiempo. La genética creó un muy amplio paréntesis sobre las incógnitas de los verdaderos orígenes de las formas de vida orgánica más primitivas en nuestro planeta. Si la Física se ocupa del estudio de la materia inorgánica, la Genética abarca las mas ínfimas intimades de la vida, el genoma humano. Todas las teorías evolutivas inicialmente descubierta por Darwin tambalean confrontadas con los nuevos descubrimientos genéticos. Para los filósofos materialistas surgió un problema sin resolución al no poder explicar ni por aproximación el origen de la vida. Sin poder conocer el origen de la vida, el coetáneo homo sapiens por simple proyección es un ínfimo fragmento perdido en nuestro planeta y en todos los límites fronterizos del Universo visualmente hasta el momento descubierto. El principio del principio de la vida en la Tierra continúa siendo un enigma idescifrable de acuerdo a los más rigurosos cálculos probabilísticos de la creación de las formas más primitiva de la materia y de las celulas orgánicas.
Desde todo punto de vista, sólo un milagro pudo llegar a combinar la formación de acido ribonucleico, o es prácticamente improbable la formación casual de una primitiva proteina de cien aminoácidos . A tal formación se le otorgó una probabilidad de una en mil billones de posibilidades. El enigma del principio del principio de la vida se ubica en las moléculas de ADN (acido desoxirribonucleico)del cual se conforman los genes, fuente de la memoria natural de cada especie. Cada gen encierra 27000 letras aproximadamente, separados en 23 cromosomas para la especie humana. De esta básica explicación descubrimos el más perfecto de todos los sistemas de acumulación de datos. El genoma contenido en forma duplicada en cada célula, contiene información, volumen del cual se apararía a 856 volúmenes de mil páginas cada uno. Un écentímetro cúbico de ADN, puede almacenar la información de un billón de discos compactos. Los biólogos confirman que las primeras células conocidas se formaron hace 55 millones de años y los primeros cromosomas descubiertos tienen una antiguedad de dos millones ochocientos mil años.
La formación de la cadena de ADN más primitiva, no puede ser calculada ni por sus probabilidades matemáticas y la explicación de los biólogos evolucionistas fundamentan tal probabilidad a la evolución natural de las especies en el transcurso de millones de años. El principio de la vida es un enigma para todas las ciencias y el Hombre con su intelecto continúa siendo a través del Tiempo una partícula perdida en su propio planeta y en todo el Universo. Si desde el punto de vista biológico desconocemos y no tenemos recursos teóricos para saber de donde provenimos, ya que desconcemos el principio del principio de nuestro género, de tal forma perdemos los puntos cardinales de nuestro destino en el Tiempo y en nuestro espacio planetario. Nuestro camino no tiene un principio cronológico, no sabemos de donde venimos y nuestra vista percata el firmamento estelar hacia lo que formalmente catalogamos como a lo infinito. Resulta de esto un largo segmento lineal sin un principio vital y sin un fin espacio-temporal. Hasta el momento, el Hombre es un pequeño eslabón perdido en el Mundo intergaláctico de Hubbe el cual ignora un inicial punto pretérito y su destino y fin vital y existencial en su propio hábitat natural.
Todo lo que el Hombre creó en el transcurso de los últimos milenios, inicialmente desde la ribera del rio Amarillo en China, cuna delas civilizaciones históricas, hasta nuestro contemporáneo mundo internético y cibernetizado,fue temporalmente intermediado por todas las culturas de las civilizaciones históricas, las cuales fueron y continúan siendo formatos evolutivos regulares lógicamente formadas y modernizadas sin un conocimiento aproximado del destino vital y existencial de la humanidad en el mundo que crearon y construyeron. La genética es un nuevo eslabón de los conocimientos científicos de la Humanidad que develó nuevos enigmas sin resolución para las ciencias exactas y aplicadas y transformó en hipotéticas especulaciones a todas las teorías evolutivas. F.Crick, uno de los biólogos que descubrió la doble hélice de las moléculas de ADN,considera que estas moléculas son demasiado complejas para poder formarse de manera casual por procesos aleatorios. El genoma humano es considerado un libro inteligente por la razón de que puede fotocopiarse y leerse a sí mismo.
En un segundo nivel de las escalas del desarrollo del Hombre, en calidad de proyección y progresión evolutiva del genoma humano resulta el desarrollo del más complejo y productivo órgano vital de nuestra especie, el cerebro humano. El principio del principio causal de las cadenas de ADN son una nulidad en sentido matemático-probabilístico, pero no así mismo el desarrollo del cerebro humano. Cada individuo porta dentro de su cráneo una ínfima microgaláctica capaz de crear e idealmente formar su propio intelecto racional, analítico y emocional. En el cerebro de cada individuo cada neurona que lo compone, interconectada recibe información simultánea del resto de los miles de millones de neuronas que conforman al cerebro. Dos neurofisiólogos de la Universidad de California por medio de marcadores fluorescentes lograron fotografiar el preciso momento en que se forma un recuerdo en el cerebro. Cuando un individuo acumula conocimientos, se modifica la distribución de las conexiones sinápticas. Los eventos que se recuerdan son infaliblemente asociados a eventos novedosos. Una de las paradojas, es que lo que clasificamos como a lo ideal o lo abstracto no existe en ninguna forma homóloga o real en las neuronas y axonas del sistema nervioso humano. Todo lo que abstraemos e idealizamos, esquematizamos o modelamos en nuestro intelecto, en el cerebro no existe como tal, o sea, como letras, símbolos, imágenes, fórmulas, esquemas, modelos o recuerdos idealizados racional, analítica y emocionalmente. La medicina puede descubrir hasta los estados emocionales por coloreos tomográficos, pero lo que realmente idealiza y abstrae en su mente cada individuo queda fuera de las funciones neurofisiológicas captadas.
Si las intimidades de la genética son para nosostros invisibles, el cerebro siendo el órgano más complejo del Hombre marca visiblemente en cada individuo su actividad individual y social. El cerebro emite estímulos de 40 Herz por segundo y tal frecuencia bioléctrica establece, mantiene y regula las funciones neurofisiológicas con tal regularidad bioeléctrica. El cerebro humano por su propia evolución filognéticamente continúa siendo una continuidad temeporal desde el cominzode su evolución hasta nuestros tiempos coeetáneaos. El cerebro humano funciona en forma homólaga a una caja negracon dos orificios, por un orificio entran todos los colores del aura de la luz y por el otro orificio salen solamente un haz de luz con los colores filtrados. El cerebro humano funciona como un filtro del conjunto de las realidades que cada individuo registra de sus circunstancias a través de sus órganos sensitivos.. El cerebro humano puede reaccionar a los cambios de las fajas horarias, a los cambios de presión atmosférica, a las ondas acústicas, a los psicofármacos. La neurofisiología cerebral se adapta a los cambios gravitacionales, térmicos, lumínicos, a las tormentas solares. Millones de años, el Tiempo cronológico permitió su adaptación y evolución. Cada nivel evolutivo del Hombre tuvo un valor cronológico particular para el cerebro humano.
El intelecto humano y el Tiempo tuvieron precisas correlaciones filogenéticas y evolutivas. Es un facto reconocido, que la lista de genes de los ratones y los seres humanos es idéntica y las diferencias entre el género humano y las ratas se localizan en el tamaño de nuestro córtex cerebral. Con la moderna tecnología de células madres, en Viena biotecnólogos ya lograron crear un microcerebro con seis capas de córtex copia de nuestro cerebro. La biotecnología celular puede sumar logros inconcebibles en el S. XX, pero los cerebros de probeta no podrán crear lo más importante, la abstracción e idealización de las realidades que el microcerebro puede en el futuro llegar a recibir por señales electromagnéticas inducidas. La diferencia entre los humanos y el resto de las especies es nuestra capacidad de idealizar, calcular,esbozar, trazar, apuntar, diseñar en nuestro cerebro en forma de esquemas de idealización de las realidades que percibimos y de poder expresa de alguna forma lo que pensamos o puntualmente lo que idealizamos. Tomemos un ejemplo paradigmático, en mi bolsillo tengo unas monedas metálicas, las mismas continúan siendo un pedazo de metal fundido y aplanado y si yo no alcanzo a idealizar los símbolos y signos fundidos en las mismas. Lo ideal no se encuentra ni en las terminales nerviosas, ni en los nervios, ni en las axonas, ni en las neuronas, lo ideal no existe en ninguna parte, lo ideal podemos solamente recrearlo cuando lo expresamos activa y realmente, hablando, escribiendo, dibujando, creando, innovando y todas las formas de expresión de lo ideal. En el alma racional de Galeno (el cerebro) nadie puede llegar a ver lo que se idealiza en forma de letras, conceptos, bloques de memoria enciclopédicos, pensamientos de cualquier nivel y orientación.
El astrofísico ruso A. Koziriev en el siglo XX dedujo de que el Tiempo posee una estructura propia y el autor demostró su hipótesis al descubrir actividad volcánica en la Luna, conociendo que en la Luna no existe oxigeno y la gravedad es mínima,comparada con la de la Tierra. La existencia de volcanes lunares Kozyriev la explicó como una forma de resonancia temporal de la Tierra hacia la Luna y no simplemente como un fenómeno gravitacional. La estructura propia del tiempo cronológico, paralela y filogenéticamente se graba en el cerebro de cada raza humana y es a su vez registrada y grabada en forma de información orgánica por los genomas de cada raza humana en particular. El filósofo Mario Bunge caracterizó como la "identidad psiconeural" a la raza humana,evolutivamente formada millones de años, a la cual podemos catalogarla como patrones psicoculturales evolutivos del cerebro humano. Decenas de hipótesis no pueden develar el principio del principio de la vida humana en nuestro planeta y el sentido y el valor de nuestro intelecto o lo que los filósofos conceptualizaron como sentido existencial del hombre. La identidad psiconeural develada por M. Bunge puede ya ser paralelamente demostrada por la transmisión bioquímica a través de la topografía genómica humana.
Si un niño queda totalmente aislado de la civilización y después de haber convivido con animales por años y es encontrado y devuelto a un medio cultural determinado, el mismo ya no puede adaptarse a nuestro hábitat y costumbres de nuestra civilización. Existen cientos de casos conocidos de niños abandonados o perdidos en las selvas, los que nunca pudieron mental y filogenéticamente readaptarse a las costumbres socializadas. La paradoja es que nuestra filogenética se adapta desde los primeros meses de vida a un hábitat familiar y cultural y tales relaciones quedan grabadas en el cerebro humano para el resto de la vida de cada individuo. Existió un caso particular en los años 60 en la Patagonia argentina,una mujer adulta indígena vivió aislada de la civilización por decenas de años en las estepas precordilleranas. Cuando se la vistió, alimentó como el resto de los individuos socializados la mujer en un breve período de tiempo murió por el propio cambio de hábitat natural. Los africanos del ex Congo belga no pueden cerrar el ojo izquierdo para apuntar con un fusil. El mismo fenómeno se observa en el Noroeste argentino, donde los naturales indígenas o mestizos no pueden cerrar el ojo izquierdo para mirar a través de un microscopio. Otro ejemplo particular,es el de una monja ortodoxa que sufre de histeria aguda, trabaja en un monasterio ruso desde los años setenta, y si bien vive en los marcos de las reglas monasteriales, los síntomas de su enfermedad con el transcurso del tiempo se agudizaron. Los lapones canadienses mudados a la civilización,tienen el más alto nivel de suicidios de su país.
El Tiempo es probable que posea una estructura propia, pero sin dudas el genoma y el cerebro humano desarrollan una particular estructura evolutiva dimensionada en el intelecto de cada individuo. Tal estructura evolutiva se desarrolla sin un principio del principio del origen de la vida en nuestro planeta y el total desconocimiento de las regularidades originales de la formación de la materia. Los especialistas en física cuática afirman que cada pensamiento en el intelecto de cada individuo se refleja en el Universo sin diferencias espacio temporales. Tal simultaneidad de las emisiones de nuestro cerebro son prácticamente imposibles de demostrar y tal enigma es indescifrable ya que hasta el momento solamente conocemos la velocidad de la luz.Este estudio no se propone analizar los enigmas de la genética, ni de la física cuántica. Este introducción nos sirve para ubicarnos en los orígenes del intelecto humano y los posicionamientos vitales de la raza humana, en función de las intervalaciones entre nuestros desconocidos orígenes y nuestro diseno filogenético.
El cerebro humano evidencia una estructura temporal filogenética. Casualmente pude observar dos esquemas filogenéticos con evidentes coincidencias en dos puntos geográficos polares. Dos razas sin conexiones científicas demostradas, los mongoles asiáticos y la raza indígena mapuche patagónica en sudamérica En Ulan Bator los mongoles consideran que la naturaleza debe ser inviolable y no plantan árboles. La religión budista enseña que la naturaleza debe permanecer como espontaneamente aparece y tal como existe debe ser inviolable. La raza mapuche en sudamérica, sin tener escritura alfabética propia lingüística, fonéticamente su idioma es parecido al idioma mongol. Los indígenas sudamericanos no plantan árboles para no violar la naturaleza y cuando retiran los frutos de un arbol denominado araucaria, previamente le piden permiso al árbol para retirarlo. Las razas mongola y los mapuches son fenotípicamente muy parecidos y entre las dos razas no existe ninguna unión directa que los asocie antropológica y culturalmente. Lo absurdo de la ciencia Génetica son las confirmaciones que la raza humana porta un gen que predispone a la religiosidad de cada individuo y otro gen que predispone al instinto incestual de algunos individuos que lo portan. Tales afirmaciones son ilógicas en el estricto sentido psicológico, gnoseológico y sociocultural. Los estudiosos del genoma ya extralimitan el concepto filosófico de lo que se considera como a lo ideal. Ya ven en el cerebro humano esquemas, dibujos, letras, textos, y indiferentemente ovillan en un mismo carretel a específicas inducciones del intelecto racional, analítico y emocional de cada individuo. Como señalamos, si un niño es perdido accidentalmente en una selva y no regresa a la sociedad por varios años, ya será imposible que pueda volver a socializarse culturalmente hacia las costumbres civilizadas. El entorno social y cultural de cada niño y adolescente es el que forma y limita sus creencias religiosas e instintos sexuales. El disparador genético sin unas particulares circunstancias socioculturales y familiares nunca funcionan. Millones de individuos después de toda una vida atea y sin causalidades místicas, por diferentes circunstancias se transforman en verdaderos creyentes de alguna religión. El sentido existencial de los individuos no puede ser marcado por los códigos genéticos. Si así fuera, ya de partida seríamos personajes con una consciencia robótica o zombis encandelados y entubados de por vida a nuestras combinaciones hereditarias. Las reacciones bioquímicas del cerebro de un individuo normal, no pueden ser igualmente identificadas con algunas patologías del sistema nervioso como lo son la esquizofrenia o la bipolaridad. Los programas socioculturales, religiosos y sexuales, fueron y continúan siendo formados y modelados en todos los niveles del intelecto, la consciencia y autoconsciencia de cada individuo en particular por su propio entorno y circunstancias familiares y sociales. Es evidente, que la posibilidad de acceder al hormiguero videoinformativo internético por primera vez en la historia de todas las civilizaciones, puede ya inducir y marcar una infinidad de anomalías derivadas del inconsciente humano hacia comportamientos sexuales edípicos de algunos individuos.El gobierno de Suiza ya en el año 2013 programaba legalizar el incesto. Será una total estupidéz y atrofia mental en el futuro indicar el gen de la fe, a candidatos de puestos laborales. Es evidente que hacia eso nos encaminamos. Las creencias religiosas por milenios fueron uno de los soportes del sentido y el valor de la existencia humana y freno y límite de los salvajes instintos grupales y sociales coexistentes por milenios. Resta que los genéticos descubran el gen de la necrofilia o del canivalismo. Entonces podré creer en los resortes de las hélices del genoma humano con relación a la existencia y la esencia del hombre.
La Física y la Genética nos permiten llegar a la conclusión de que no puede ser explicado el origen y el principio del principio de todo lo que nos circunda y no podemos deducir la génesis de la vida en nuestro planeta y por lo que resta explicarnos el verdadero sentido y valor existencial del Hombre. La materia y el Tiempo tienen relaciones estables ya descubiertas por el intelecto humano. Si nos limitáramos a todo lo que el Hombre descubrió y creó, ello no se corresponderá por completo con la certeza de la correcta formación y evolución de los auténticos y verdaderos objetivos del intelecto y los conocimientos del Hombre. Las disciplinas de las matemáticas y la Lógica pueden corresponderse con las regularidades demostrables.Las ciencias investigan y aplican las intimidades y regularidades de todo lo que nos circunda y todas las regularidades de la especie humana. El principio del principio de la Materia supuestamente originada de protones, el origen de la vida como formación del genoma humano, fuentes primarias del desarrollo cerebral e intelectual del Hombre, continúan siendo enigmas sin descubrir ni por aproximación. Las ciencias pueden marcar los fundamentos teóricos de todas las regularidades y esquemas empíricos aplicados por las masas sociales pero automáticamente se excluyen de responder sobre el verdadero y auténtico crucial sentido y valor existencial del Hombre. Todo lo que el intelecto humano analiza y opera son esquemas teóricos y empíricos diseñados por todas las generaciones pretéritas y contemporáneas y cada individuo y las masas sociales no pueden modificarlas o radicalmente renovarlas y perfeccionarlas. A principios del siglo XXI, las masas sociales informativamente interconectadas operan con pancartas, clises, imágenes y objetos premodelados. Tales objetos y relaciones visuales y utilitarias ocultan aún más las posibilidades deque las masa sociales se pregunten y cuestionen sobre los verdaderos objetivos de nuestra vida, intelecto y sentido existencial.
Sophos y Psyche
Los conocimientos y la Psicología humana tuvieron paralela y ambigüamente una segmentada cronología evolutiva entre las primeras civilizaciones en China, el Antiguo Egipto y la antigua Grecia, cuna de las civilizaciones occidentales. Queda para nosotros claro, que cuanto más amplios y profundos conocimientos los grupos sociales analizan, operan y aplican teórica y empíricamente, tanto más complejos son sus cuadros y esquemas psicológicos. Las escuelas psicológicas contemporáneas ya desde principios del S.XX son verdaderas antípodas de las primitivas conceptualizaciones psicológicas anteriores y posteriores a nustra Era cristiana en Occidente. El poeta Pallada (S. IV a. C.),ironizando sobre el ascetismo de los monjes cristianos, caracterizó al cuerpo humano como enfermedad, muerte, defecto, cárcel y tortura para el alma. El poeta a la altura de sus tiempos, no pudo tener conocimientos de que el alma de cada individuo puede resultar ser la fuente de la tortura, cárcel y la causa de enfermedades del cuerpo de cada individuo. Tertulian, (Aprox. 160-220 d. C.) confirmó que el alma de cada individuo no puede presentarse desnuda en el Cielo, ella tiene su vestimenta propia, su decoración y su exclavo, el cuerpo humano. Los cristianos desde los primeros siglos de nuestra Era vieron como la fuente de los pecados a la propia libre voluntad de cada individuo, o sea en el alma humana y no en el cuerpo.
Las oraciones de los santos cristianos curaron a miles de enfermos o varias frases de sabios tranquilizaban a enfermos psiquiátricos. Las frases de los shamanes asiáticos o africanos pueden tanto curar como matar a un individuo. El empleo de vocablos combinados pueden afectar la psicología de un individuo, método conocido y aplicado desde los tiempos prebíblicos. Los magos egipcios con conocimientos básicos de astronomía, por milenios dominaron intelectual y psicológicamente a todo un pueblo de asclavos indicando la fecha del inicio de los cultivos y siembras de las tierras en la ribera del rio Nilo . A la altura de nuestros tiempos ya fue creado un aparato que transforma a los vocablos lingüísticos en oscilaciones electromagnéticas capaces de modificar el orden de las moléculas de ADN del genoma de un individuo. Por medio de este aparato se descubrió que el empleo de ciertas palabras producen mutaciones genéticas superiores a altas dosis de irradiación. El genoma humano como programa hereditario sufre defectos después que los investigadores pronunciaran determinadas palabras o frases. Este aparato copia y produce los mismos efectos con técnicas lingüísticas conocidas hace ya miles de años.
El panorama estelar que vemos cada noche lejos de las urbes no es real por las diferencias espacio temporales en la que los fotones de las estrellas visibles, a través del objetivo de un telescopio, llegan a nuestra retina ocular. Las luces que vemos en algunos casos son emisiones fotónicas que viajaron miles de millones de años luz. Las señales luminosas que recibimos de lejanas constelaciones no son más que destellos fotónicos que viajaron hasta nuestra retina desde otras ubicaciones cósmicas y estas abismales diferencias espacio-temporales transforman a las visiones estelares en panoramas ilusorios, lo que vemos ahora es lo que transcurrió entre el tiempo de las emisiones fotónicas y las visiones que vemos ahora. A mediados del S. XX se descubrió un inexplicable método para conocer las órbitas de algunas estrellas. Resumidamente, con una simple célula fotoeléctrica que reacciona a las fuentes luminosas, un galvanómetro y una bateria eléctrica se puede llegar a conocer la posición exacta de una estrella sin diferencias espacio-temporales. Con la célula fotoeléctrica expuesta en el objetivo de un telescopio óptico, se buscó en las zonas negras alrededor de la estrella y en un cierto punto el galvanómetro reaccionó donde existe la nada; ni emisiones fotónicas ni fuerzas electromagnéticas, electroacústicas etc. En ese mismo punto se ubicaba la estrella y de tal forma se pudo dibujar su órbita. Los fotones se transladan a la velocidad de la luz, y la célula fotoeléctrica recibió una señal desconocida y inexplicable para la Física. El simple galvanómetro reaccionó en un punto donde no existía ningúna emisión lumínica y precisamente era el punto que ocupaba la estrella en ese instantáneo momento.
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