10. Sentimientos De La Nación
- Que la América es libre e independiente de España y de toda otra nación, gobierno o monarquía, y que así se sancione dando al mundo las razones.
- Que la religión católica sea la única sin tolerancia de otra.
- Que todos sus ministros se sustenten de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar mas obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
- Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el papa, los obispos y los curas, por que se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: Omnis plantatio quam non plantavit Pater meus celestis erradicabitur [Todo lo que Dios no plantó se debe arrancar de raíz]. Mateo Capítulo XV.
- Que la soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las provincias en igualdad de números.
- Que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.
- Que funcionarán quatro años los vocales, turnándose, saliendo los mas antiguos para que ocupen el lugar los nuevos electos.
- La dotacion de los vocales, será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de ocho mil pesos.
- Que los empleos sólo los Americanos los obtengan.
- Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha.
- Que los estados mudan costumbres y, por consiguiente, la patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, sustituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo Español, que tanto se ha declarado contra nuestra patria.
- Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejandro la ignorancia, la rapiña y el hurto.
- Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados, y que éstos sólo sean en cuanto al uso de su ministerio.
- Que para dictar una ley se haga junta de sabios en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.
- Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
- Que nuestros puertos se franqueen á las naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al reino por mas amigas que sean, y sólo habrá puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento.
- Que a cada uno se le guarden las propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado señalando penas á los infractores.
- Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
- Que en la misma se establezca por ley constitucional la celebración del día 12 de diciembre de todos los pueblos, dedicando a la patrona de nuestra libertad, María santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensal.
- Que las tropas extranjeras o de otro reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
- Que no hagan expediciones fuera de los límites del reino, especialmente ultramarinas; pero que no son de esta clase propagar la fe a nuestros hermanos de Tierra-dentro.
- Que se quite la ínfinidad de tributos, pechos e imposiciones que mas agobian y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos o otra carga igual, ligera que no oprima tanto, como la alcabala, el estanco, el tributo y otros; pues con esta ligera contribución y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados.
- Que igualmente se solemnice el dia 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída, recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor don Miguel Hidalgo y su compañero don Ignacio Allende.
Repuestas en 21 de noviembre de 1813. Y por tanto quedan abolidas éstas, quedando siempre sujeto al parecer de su alteza serenísima.
Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813
José María Morelos
Tomado de:Carlos Herejón, Morelos: Antología documental (Ciudad de México: Secretaría de Educación Pública, 1985), 133-13
Todas las constituciones políticas de nuestro pais
Constitución política de los estados unidos mexicanos
Constitución de 1836
Constitución de 1857
Constitución federal de 1917 Reformas de 1994 a la constitución federal de 1917
Reformas de 1995 a la constitución federal de 1917
Constituciones estatales Reformas a las constituciones estatales de 1994
Todos Los Presidentes De Nuestro Pais
México es una República representativa, democrática y federal, gobernada bajo las leyes de la Constitución promulgada en 1917.
Poder ejecutivo
El poder ejecutivo nacional está representado por un presidente, que tiene que ser mexicano de nacimiento e hijo de mexicanos; se elige de manera directa y popular para un periodo de 6 años y no puede ser reelegido. El presidente designa a los miembros de su gabinete, que tienen que ser confirmados por el Congreso.
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| NOMBRE | JEFATURA |
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| Regencia | 1821-1822 |
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| Agustín de Iturbide (Agustín I) | 1822-1823 |
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| Supremo Poder Ejecutivo1 | 1823-1824 |
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| Guadalupe Victoria | 1824-1829 |
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| Vicente Guerrero | 1829 |
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| José María de Bocanegra | 1829 |
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| Junta Provisional 2 | 1829 |
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| Anastasio Bustamante | 1830-1832 |
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| Melchor Múzquiz | 1832 |
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| Manuel Gómez Pedraza | 1832-1833 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1833-1835 |
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| Valentín Gómez Farías3 | 1833-1834 |
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| Miguel Barragán | 1835-1836 |
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| José Justo Corro | 1836-1837 |
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| Anastasio Bustamante | 1837-1839 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1839 |
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| Nicolás Bravo | 1839 |
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| Anastasio Bustamante | 1839-1841 |
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| Javier Echeverría | 1841 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1841-1842 |
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| Nicolás Bravo | 1842-1843 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1843 |
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| Valentín Canalizo | 1843-1844 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1844 |
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| José Joaquín de Herrera | 1844 |
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| Valentín Canalizo | 1844 |
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| José Joaquín de Herrera | 1844-1845 |
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| Mariano Paredes y Arrillaga | 1846 |
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| Nicolás Bravo | 1846 |
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| José Mariano Salas | 1846 |
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| Valentín Gómez Farias | 1846-1847 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1847 |
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| Pedro María de Anaya | 1847 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1847 |
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| Manuel de la Peña y Peña | 1847 |
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| Pedro María de Anaya | 1847-1848 |
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| Manuel de la Peña y Peña | 1848 |
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| José Joaquín de Herrera | 1848-1851 |
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| Mariano Arista | 1851-1853 |
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| Juan Bautista Ceballos | 1853 |
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| Manuel María Lombardini | 1853 |
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| Antonio López de Santa Anna | 1853-1855 |
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| Martín Carrera | 1855 |
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| Juan Álvarez | 1855 |
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| Ignacio Comonfort | 1855-1858 |
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| Benito Juárez4 | 1858-1867 |
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| Félix Zuloaga | 1858 |
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| Manuel Robles Pezuela | 1858-1859 |
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| Félix Zuloaga | 1859 |
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| Miguel Miramón | 1859-1860 |
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| Junta Superior de Gobierno | 1860-1864 |
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| Juan Nepomuceno Almonte | 1864 |
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| Maximiliano I | 1864-1867 |
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| Benito Juárez | 1867-1872 |
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| Sebastián Lerdo de Tejada | 1872-1876 |
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| José María Iglesias | 1876 |
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| Porfirio Díaz | 1876 |
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| Juan Méndez | 1876-1877 |
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| Porfirio Díaz | 1877-1880 |
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| Manuel González | 1880-1884 |
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| Porfirio Díaz | 1884-1911 |
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| Francisco León de la Barra | 1911 |
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| Francisco Ignacio Madero | 1911-1913 |
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| Pedro Lascuráin | 1913 |
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| Victoriano Huerta | 1913-1914 |
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| Francisco Carvajal | 1914 |
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| Venustiano Carranza5 | 1914-1920 |
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| Eulalio Gutiérrez6 | 1914-1915 |
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| Roque González Garza6 | 1915 |
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| Francisco Lagos Cházaro6 | 1915 |
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| Adolfo de la Huerta | 1920 |
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| Álvaro Obregón | 1920-1924 |
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| Plutarco Elías Calles | 1924-1928 |
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| Emilio Portes Gil | 1928-1930 |
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| Pascual Ortiz Rubio | 1930-1932 |
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| Abelardo Rodríguez | 1932-1934 |
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| Lázaro Cárdenas | 1934-1940 |
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| Manuel Ávila Camacho | 1940-1946 |
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| Miguel Alemán Valdés | 1946-1952 |
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| Adolfo Ruiz Cortines | 1952-1958 |
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| Adólfo López Mateos | 1958-1964 |
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| Gustavo Díaz Ordaz | 1964-1970 |
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| Luis Echeverría Álvarez | 1970-1976 |
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| José López Portillo | 1976-1982 |
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| Miguel de la Madrid Hurtado | 1982-1988 |
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| Carlos Salinas de Gortari | 1988-1994 |
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| Ernesto Zedillo Ponce de León | 1994-2000 |
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| Vicente Fox Quezada | 2000- |
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| 1 | Gobierno provisional integrado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete |
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| 2 | Integrada por Pedro Vélez, Luis Quintanar y Lucas Alamán |
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| 3 | Provisional, en ausencia de Santa Anna |
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| 4 | Asumió la presidencia de la República en 1848 frente a los conservadores, dirigiendo un gobierno paralelo que se mantuvo durante el imperio de Maximiliano I |
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| 5 | Presidente provisional de los constitucionalistas hasta 1917 |
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| 6 | Nombrados presidentes por la Convención de Aguascalientes |
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| 7 | Tomara posesión el 1° de Diciembre de 2000 |
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Coatzacoalcos En El Marco De La Historia Nacional
11. Prehistoria de coatzacoalcos
TODO ERA OBSCURIDAD, las tinieblas envolvían al momento, una tenue claridad, anuncio del día que nace, invade la tierra. El verde oscuro de los montes se disuelve en la claridad del amanecer. En el cielo se perfila el capricho del follaje. Ya se adivina la arboleda, sus tallos, sus hojas; todo es verde brillante. Nace un día lleno de claridad.
La sombra de grandes árboles invita a andar por lo más abrupto de la montaña.
A lo lejos veo venir hacia mí algo que aún no se define. Más cerca puedo precisar a un individuo, un hombre de blanca barba y cutis joven. Su blanca barba le da aspecto de un anciano, su cutis y su andar firme son de un joven. Cuando está próximo a mí me saluda, y con suma bondad me dice: "Soy el tiempo, ando sin parar lo mismo por esto camino que por todo el orbe, Mi fortaleza obedece a que no tengo edad. Siempre en el presente soy El Joven de ayer".
"Tomemos por este camino, dijo, y andando te explicaré lo que aquí hubo y que yo he visto". Anduvimos por un camino que nos llevó hasta la orilla de un gran río. Ascendimos por un terreno alto en el que podíamos ver una gran extensión, hasta el mar. Cuando llegamos a la alta cima, dijo, como hablando para sí mismo: "Ya estamos en tzontepetl, como llamarían a este lugar los Mexicanos". Puso su mano en mi hombro y comenzó así su relato:
"Ayer, el imponente silencio que reinó aquí, sólo era interrumpido por el monótono desfallecimiento de las olas, o al aletear de las aves disputándose los pecesillos arrojados a la playa por el mar. Este río, entonces de muy poca profundidad, se vaciaba en este mar que en aquella lejana época llegaba hasta muy cerca de donde estamos parados. En época de creciente este gran río (Coatzacoalco) que es producto de la unión de varios ríos (Jaltepec, Sarabia y otros) que recibe en su largo recorrido, al llegar aquí (cerca de donde afluye él rió Uzpanapa) se derrama sobre su margen izquierda inundando una gran extensión de tierra (hasta la laguna Tepache o Colorada) vaciándose en el mar a lo largo de la playa, juntamente con otro río que hay más al occidente (Chacalapa), dejando este terreno cubierto de pantanos. Este terreno es también, a su vez, producto del acarreo de los mismos ríos en épocas más lejanas aún. Así fueron estos lugares hace siglos. "En épocas de estío el río reducía tanto su profundidad que podía cruzarse andando, pero su ancho en algunos lugares fue mayor que en la actualidad". "En las ciénagas descritas anteriormente y que tenemos a la vista (Al sur del río Chacalapa o Calzadas) vivían animales raros y colonias de aves marinas, algunas de ellas ya extinguidas por la variación del clima o la impiedad de los hombres que habitaron esta zona". "El continuo acarreo de arcilla y detritos vegetales sobre las playas, por los ríos que actualmente llaman Coatzacoalcos y Chacalapa, y el incesante amontonamiento de arena que sobre éstos arrojaban las olas del mar, fueron formando un gran playón, que ya podía adivinarse en bajamar. Así continuaron su obra los ríos y el mar, hasta hacer visible en todo tiempo un gran islote".
Con él azolve del río (Chacalapa), antes descrito, al represar sus aguas se forman dos lagunas (El Ostión y la Barilla). Al moverse este río hacia el oriente, siguiendo la inclinación del terreno se formó otra laguna (Tepache o Colorada) que al llenar su vaso corre a lo largo de lo que fuera playa del mar, hasta unirse con el río Coatzacoalco, que al recibir este nuevo volumen de agua represa también su caudal en la barra que tiene formada, y se llenó el vaso de otra laguna (Pajaritos), haciendo su barra más ancha. El río (Coatzacoalcos) va dragando su lecho, se hace más profundo y ser angosta.
Un día, en sus costumbres migratorias, llegó hasta aquí un núcleo de gente indígena cuya piel tenia el color del cacao, y encontrando en la zona este hermoso río rico en peces, abundante caza en sus montañas y buena tierra proveedora de frutas y otros vegetales, se estableció aquí, llegando a fundar un gran poblado, precisamente al oriente de este lugar en que nos encontramos. (Próximo a Ixhuatlán o chapopotla). Pasado algún tiempo pudieron crear una magnifica comunicación por mar y tierra, con grandes ciudades, de allá por donde sale el sol. Es este poblado que antes menciono al que mas tarde, otros hombres trigueños que vinieron de occidente de la gran Ciudad Mexicana, le pusieron el nombre de Coatzacoalcos.
12. Historia antigua de coatzacoalcos
Se supone que en algún lugar de la gran extensión de terreno comprendido entre el río Coatzacoalcos e Ixhuatlán, ahora Chapopotla, y entre los ríos Teapa y San Antonio, probablemente estuvo el poblado indígena que los historiadores de la conquista dicen haber conocido, y que se llamaba Guazaqualco o Huazaqualco.
Este nombre se deriva, como todos los nombres que aplicaban los antiguos pobladores indígenas, a características del lugar o lo que en él había, tal como existencia de agua, cerros, vegetación piedras, animales, etc., y se justifica el pasaje histórico siguiente: Escribe el P. Mier, que cuando Quetzalcóatl llegó a Cholula perseguido por Huemac, aquél se dirigió a la costa, posiblemente con el fin de embarcarse, habiendo llegado precisamente a este poblado en cuyo lugar lo perdió Huemac, por lo que a este poblado se le dio tal nombre, que en opinión del Señor Lic. Robledo y del Mismo P. Mier debe ser Coatzacualco, siendo su construcción la siguiente: Coat significa Quetzalcóatl, serpiente emplumada o mellizo, los cuales nombres se aplicaban al mismo. Tzacualli, Significa lugar que oculta o encierra Quetzalcóatl.
Como se ve, era aquel el poblado que originalmente llevó el nombre del Coatzacualco, y que aproximadamente quedaba a la vera del camino que construyeron y utilizaron por mucho tiempo los gobiernos indígenas, así como también los de épocas posteriores, para comunicar entre sí el istmo de Tehuantepec, la mesa central y el territorio maya, pasando este camino por Oluta, Jaltipan, Ixhuatlan, Tabasco, Etc.
En una zona tan extensa sería difícil precisar el lugar que ocupó este poblado, pues en el transcurso de lo siglos la erosión del suelo ha cambiado totalmente la topografía del lugar, perdiéndose todo vestigio que pudiera orientar a su localización; Y la información de los historiadores es muy lacónica a este respecto.
Tampoco podría decirse que el poblado que nos cuentan que llevaba el nombre de Coatzacualco, fuera fundado por los Aztecas en su comunicación con el territorio maya, o si tendría la antigüedad del movimiento maya u olmeca, y cuál sería su nombre primitivo. El origen de aquel núcleo indígena que comenzó a acomodarse en ese lugar no nos ha dejado dato alguno de su procedencia. Podría haber sido un movimiento de o hacia la Mesa Central, y haber existido muchos siglos antes de la fecha en que los conquistadores encontraron en este lugar a los aztecas. Algunas crónicas de la época de la conquista nos hacen suponer que los habitantes de dicho poblado no eran de origen aztecas, ni que ésta haya sido su lengua original no obstante que el historiador Bernal Diaz del Castillo dice que "hablaban mexicano", pero esta lengua pudo haberse impuesto por sus dominadores. El mismo historiador dice que cuando Diego de Ordaz vino a esta zona en busca de placeres de oro, al pasar por Guazaqualco sus pobladores se quejaron a él de que los mexicanos les robaban sus siembras y sus mujeres. Mas justifica, que no eran de origen Azteca, otro pasaje del mismo historiador que dice: "que los de Guazaqualco tuvieron guerra con los de Moctezuma en un lugar llamado Cuytone Miquis (Cuilonia)".
Los pobladores de Guazacualco extendían sus actividades, principalmente caza y pesca, hasta la barra del río, al que posiblemente desde ya le llamaban igual que al poblado. Tanto de este río como del poblado mismo no tenemos idea de su nombre primitivo.
13. Conquista y dominación de coatzacoalcos
Un día, en el año de 1518, negros nubarrones hacia el oriente hacen fondo a las velas de los navíos, que a las órdenes del navegante Gonzalo de Escobar avanzan buscando en el litoral lugares poblados. Llegan hasta la barra del río Guazaqualco, y "Viendo en sus márgenes algunos nativos, les solicitan agua y víveres," anotando al mismo tiempo este lugar en su "carta de marear que vienen levantando". (1-BDC. Hist. Verd. de la Conq. NE. Cap. III). En aquella época, la isla que está sobre l amargen izquierda de la barra citada, se encontraba cubierta de gran arbolado cuya fronda azotaba persistente brisa.
Un año después, en el horizonte y por el mismo rumbo, nuevamente se destacan las velas de otros navíos. El cielo ha amanecido azul, el sol de estas latitudes brilla esplendoroso. De muy lejos empiezan a levantarse pequeñas y blancas nubes, que al acercarse se hacen grandes y negras. Las olas del mar se baten en blanca espuma y azotan con furia la arena de las playas. Lejanos truenos anuncian tempestad; tempestad en el corazón de hombres sencillos humildes, conformes con vivir pacientemente en su relativa miseria, sus pocas horas de felicidad. Los navíos son de una expedición, ahora al mando de Hernán Cortés, quien informado por Gonzalo de Escobar de la existencia de este hermoso río se acerca a su barra, más no entra en ella temeroso de que el calado no sea suficiente para sus navíos, y con el propósito de conocer en otra ocasión el gran poblado que supone existe en su proximidad y en el que debe haber mucho oro, continúa su viaje hacia la isla que más tarde habrían de bautizar con el nombre de San Juan de Ulúa.
Ya consumada la conquista del territorio mexicano y con los informes que ha proporcionada Moctezuma a cortés, de los lugares en que hay oro (principal ambición de los conquistadores), comisiona a Diego de Ordaz para explorar el río Guazaqualco y su sondear su barra. El sino favorable para la feliz realización de sus proyectos de dominio le ofreció la oportunidad, para el buen éxito de su comisión, de contar con la ayuda del cacique Tochel y otros principales que gobernaban un gran poblado llamado Guazaqualco, y que Diego de Ordaz consideró cabecera de una rica provincia. El sondeo de la barra dio, en aquella lejana época, de 3 a 4 brazas.
Se supone según BDC en su Hist. de la Conq. Cap. CLXVI, que de este poblado de Guazaqualco salieron los soldados al mando del Capitán Luis Marín, a la conquista de Chiapas.
Cortés recibe el informe de Ordaz sobre tan rica Zona, considerada como tierras de gran provenir, y con la visión que posee Cortés, comisiona el año de 1523 a Gonzalo de Sandoval para transladarse a Guatzaqualco y fundar una villa, a la que éste pone el nombre Villa del Espíritu santo, en razón de haber llegado a este lugar un día después de la pascua del Espiritu Santo.
La fundación de la Villa del Espíritu Santo en este sitio, más que por la riqueza del lugar, aunque bien merecía catalogarse útil para la agricultura y ganadería, fue por razones económicas y políticas, con rendimiento en largo tiempo.
Elegido el lugar para la fundación de la villa, comenzó a hacerse el reparto de las tierras entre los viejos soldados que lucharon al lado de cortés desde su llegada a la conquista. Entre los fundadores de la Villa había los siguientes apellidos, que aún existen en la zona y que bien podrían ser descendientes de aquellos conquistadores: Sandoval, Marín, Godoy, Medina, Marmolejo, Lugo, Montes de Oca, Salamanca, Azamar, Mancilla, Mejía, Grado, Ledesma, Bustamante, Castellar, Briones y otros.
Al fundarse la Villa del Espíritu Santo el poblado de Guazaqualco pasó a depender políticamente de ésta.
Durante los días que Cortés estuvo en Guazaqualco, pues la villa aún estaba en formación, mandó llamar a los caciques de la región (es posible que para hacerlos ratificar su obediencia a la corona de España, aunque pudiera ser para que vieran el atuendo que portaba). Entre los que llegaron a su presencia estaba la madre y el medio hermano de doña Marina (la Malinche), que para entonces ya se hacían llamar Marta y Lázaro. La anterior crónica nos hace suponer que la Villa no llegó a tener casas de ladrillo o de otro material duradero como otras muchas ciudades que aún existen en ruinas, y es por esta razón que en la zona en que se cree estuvo dicha Villa no queda nada de ella.
El año de 1672, sabiendo los piratas la existencia de la Villa del Espíritu Santo, y suponiendo en ella tanta riqueza cuando hubieron en sus despojos durante la conquista, el pirata holandés Laurent Graff, más conocido con el sobrenombre de Lorencillo, ataca la Villa, la saquea e incendia. Es de suponerse que también sufren este saqueo los habitantes de Guazaqualco, pues al desaparecer la Villa empieza a despoblarse aquél, en lo poco que de él se hubo salvado. Los supervivientes huyen, unos hacia Ixhuatlan, otros a diversos lugares de la proximidad, y otros a la barra del río Guazaqualco, que ya les era lugar conocido y con medios de vida.
Transcurre el tiempo y no se borra de la mente de los conquistadores la idea de unir los dos mares, Golfo de México y Océano Pacifico, a través del istmo de Tehuantepec, creando una comunicación con el centro del país, lográndose al fin, que el Rey Felipe II ordene el levantamiento de una carta del río Guazaqualco. (sin fijarnos en el interés particular que haya habido para lograr esta obra, debemos nuestra admiración a aquellos hombres que intentaron los primeros pasos hacia tal finalidad, que andando el tiempo habría de ser tan útil para la fundación y desarrollo de esta ciudad de Coatzacoalcos.)
El día 30 de abril del año 1814 y por decreto num. 130 el Real Gobierno de la Corona concede, por primera vez, a un súbdito español el privilegio para la construcción de un canal a través del istmo de Tehuantepec, con aprovechamiento del caudal del río Chimalapa, y cuyo costo lo pagaría el consulado de Guadalajara. Como las tentativas anteriores no se llevó a la práctica dicha obra, cuanto que en aquellos lejanos tiempos se carecía de experiencia y elementos necesarios.
Por aquella época ya se hacían proyectos tendientes a unir los dos mares citados, por canales, fijándose en tres zonas propicias; Tehuantepec, Nicaragua y Panamá, aun careciendo de los elementos de trabajo necesarios, como antes se dice.
Continua La Epoca Actual De Coatzacoalcos
Se hace general la noticia de que el gobierno ha determinado continuar la construcción del Ferrocarril de Tehuantepec hasta la terminal de Coatzacoalcos. Llegan Cuadrillas de trabajadores para tal fin, y otra mucha gente en busca de trabajo. La Barra de Coatzacoalcos, crece de manera rápida. El 14 de diciembre de 1881 dicta su decreto Núm. 118, por medio del cual eleva a Municipio la Congregación de Coatzacoalcos, perteneciente al cantón de Acayucan, dándole los linderos conocidos actualmente. Acto seguido se convoca a los Ciudadanos de Coatzacoalcos para elegir al que, como Alcalde, por primera vez en la historia del poblado, habrá de administrar los intereses municipales. En aquellos lejanos días las funciones del alcalde municipal se concretaban, principalmente, a administrar la justicia y la hacienda municipio local, y no gozaban de sueldo, y consecuentemente se elegía para este cargo a individuos que, además de reconocida honradez, iniciativa y solvencia económica, gozaran de la confianza del pueblo, de quien recibían toda la cooperación para el buen desempeño de su cargo.
No obstante aparecer el nombre de Coatzacoalcos en documentos oficiales, el lugar era más conocido por la Barra de Coatzacoalcos.
Al fin el Municipio de Coatzacoalcos logra su alcalde municipal que, como antes decimos, ha sido elegido por la soberana voluntad del pueblo, el año de 1882 toma posesión de la administración. El flamante Ayuntamiento ha sido formado por los siguientes ciudadanos; para alcalde Ambrozio Solorza, práctico del puerto que labora en la Villa desde el año 1879; síndico el ciudadano Fernando Venero, comerciante establecido, y regidor el ciudadano Eduardo Rueda, también comerciante. En el folio Núm. 1, asentamiento núm. 1 del Libro de Actas del flamante Ayuntamiento fueron copiadas las palabras del sindico Venero, quien imitando una expresión de Don Benito Juárez dijo: "Pongámonos de rodillas para dar gracias a Dios porque hemos conseguido que la congregación de Coatzacoalcos se constituyera en Municipio".
A partir del Año de 1825 hasta 1913, con pena dejo una laguna referente a quienes fueron los alcaldes municipales, pues el archivo municipal se destruyó; sólo sé que entre ellos lo fueron Manuel L. de Guevara, Francisco Orozco, Guillermo Márquez, Hernildo Pereyra.
El año de 1888 azota a la población un viento huracanado que ocasiona muchos daños desmantelando casas, que en casi su totalidad eran de madera y lámina acanalada.
Los que actualmente tenemos el gusto de vivir en la ciudad de Coatzacoalcos, disfrutando de su magnifico trazo, calles amplias, rectas y con una orientación técnicamente estudiada, debemos recordar con agradecimiento a los que la trazaron, y sus habitantes que paso a paso la han ido dotando de todo lo necesario de acuerdo con la actualidad, tienen el orgullo y satisfacción de mostrarla a los que por primera vez vienen a ella.
Con el deseo de progreso entre los moradores, formándose grupos para hacer mejoras materiales, y es así que una agrupación de damas solicita del señor Ting un solar en que proyectan hacer una escuela para niñas; lo obtienen en la segunda calle de Zaragoza, lado norte, y en él construyeron de madera y lámina, dándole el nombre de "Josefa Ortiz de Domínguez". A la vuelta de ésta, en la cuarta calle Morelos, ya está impartiendo enseñanza la escuela para varones, conocida como "Escuela Real" o "Miguel Hidalgo". Ya por esta época un grupo presbiteriano iniciaba la formación de una escuela primaria elemental.
Otro grupo, en el año de 1901 también solicita un solar para levantar un templo católico, y siendo alcalde municipal el C. Manuel L. de Guevara, recibe, por donativo que hace el señor Lic. José Domínguez, el solar esquina de la calle 5 de Mayo y Zaragoza, mismo en que actualmente se encuentra el templo "San José".
En el año de 1890 las autoridades y algunas agrupaciones, según se cuenta, hicieron gestiones ante el Gobernador del Estado para cambiar el nombre de Coatzacoalcos por Puerto México, pues el primero era muy dificil de pronunciar a los extranjeros en general.
Según noticia de fuente seria, en el año de 1889 se estableció el primer hotel de Coatzacoalcos, siendo su propietario el señor Ausencio Ney, y más tarde, en la primera calle de Corregidora otro señor Luis Basallo, que se llamó California.
Fue el comerciante Juan Cruz Carrillo quien construyo la primera casa de ladrillo aquí, la cual aún existe en la tercera calle de Hidalgo, marcada con el Núm. 317 y fue ocupada por la estación de radio XEGB.
Tan pronto como se quedó terminada la obra de comunicación ferroviaria se estableció en Coatzacoalcos una oficina de Telégrafos en la casa de madera y lámina que aun existe en la primera calle Ferrocarril (actual Rodriguez Malpica) frente a la Estación del FC. N. de Tehuantepec. También se instaló una oficina de Correos en la misma calle lado Norte, en la casa que fue de un señor Palomino, posiblemente la ocupada por el hotel Imperial.
Las damas rebuscan hasta el fondo de sus baúles sus mejores vestidos, aquellos para los días grandes. El comercio vende telas, zapatos, sombreros, etc. Cuando llega el día en que muchos mexicanos van a conocer a don Porfirio, que viene a inaugurar las obras, la población está en espera del momento.
Había en la Villa cuatro médicos: Dr. Alcalá, Dr. Montalvo y Dr. Martínez, viniendo posteriormente el Dr. Spark, quien hasta la fecha sigue ejerciendo con apostólica caridad, pues cuando el paciente carece de recursos lo atiende gratuitamente.
Entre las mayores necesidades padecidas en Coatzacoalcos, desde su fundación hasta los actuales tiempos, ha sido el agua potable, que entonces se vendía por latas, tomada de algunos nacimiento o pozos particulares, hasta el año de 1907 cesó este padecimiento, pues entre las obras del puerto se consideró la dotación de agua potable, y este año quedó terminado este servicio.
Autor:
Martinez Arce Guillermo Mejia Rodas Angel Miguel Suarez Velásquez Luis Ernesto Vidal Montores Rodolfo
Centro de estudios tecnológicos industriales y de servicios no. 79
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