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Análisis libro: La inversión extranjera directa y la crisis económica cubana


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Antecedentes Históricos
  3. Fin de la Guerra Fría
  4. Las Transformaciones en los 90. Las IED como la vía más probable para hacer frente a la crisis
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Bibliografía

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Introducción

La siguiente investigación se direcciona a analizar los factores fundamentales, que lograron el milagro de sobrevivencia de la experiencia cubana, en un medio mundial crecientemente dominado por el avance de las ideas y las prácticas neoliberales de la expansión capitalista.

Ello lleva a investigar cuál es el punto de partida, que data de principios de los años 80 cuando se disolvió la Unión Soviética (URSS), ya que Cuba se había asentado en el tratamiento ventajoso de los vínculos económicos y financieros externos principalmente con la URSS, y como la historia así lo revela quedaban eliminadas las condiciones externas en las que se había insertado la economía Cubana.

Ante tal situación, el mayor impulso estuvo dirigido a realizar una apertura económica externa que permitiera captar en el menor plazo posible, recursos financieros externos que habían sido reducidos a niveles mínimos. Como consecuencia, la apertura económica fue decisiva para reactivar la economía y enfrentar la nueva realidad mundial de globalización económica e insertarse en ella.

Todas las evidencias externas apuntaban a que Cuba, al igual que el resto de las naciones que formaban el bloque de estados socialistas, también caería bajo el peso arrollador de las fuerzas del Capitalismo. Hoy por hoy se comprueba que tales vaticinios no se cumplieron.

LA INVERSIÒN EXTRANJERA DIRECTA Y LA CRISIS ECONÒMICA CUBANA

Capítulo I.

Antecedentes Históricos

  • El punto de partida: La situación económica y social al triunfo de la Revolución.

El panorama nacional en 1959 puede definirse con los siguientes rasgos:

– Completa dependencia norteamericana, la cual controlaba la industria exportadora fundamental (1.200.000 hectáreas que incluían el 25 % de las mejores tierras agrícolas), la energía eléctrica, parte de la industria lechera, el abastecimiento de combustible y, en medida importante, el crédito bancario.

– Una estructura económica predominantemente agrícola.

-Un desempleo y un subempleo permanentes y masivos en proporción muy superior al de otros países de América latina.

– Una economía totalmente abierta, una mono exportación azucarera que alcanzaba el 80 % del total de las exportaciones, y una concentración geográfica de las exportaciones e importaciones.

Es necesario apuntar que la industria azucarera, fundamental actividad del país, se había apoyado en la expansión del mercado norteamericano desde las últimas décadas del siglo XIX en que ya ese país dominaba dicha producción. La política económica aplicada planteaba la expansión del gasto público, a partir de lo cual crecería el mercado interno y se generaría un terreno propicio para el incremento de las inversiones norteamericanas no azucareras, lo cual sería un elemento compensatorio de la crisis recurrente en el sector azucarero.

Lo que se da a partir de 1952 y hasta 1958, es por tanto, un proceso de crecimiento sin desarrollo. Toda esta panorámica es muestra evidente de las profundas deformaciones estructurales de un país mono-productor y mono-exportador en donde la burguesía nacional no estaba interesada en cambiar los grandes contrastes existentes.

  • El modelo de desarrollo a partir de 1959. Ruptura de las relaciones con

Estados Unidos, comienzo de la vinculación con la URSS.

"En los dos primeros años de la Revolución (1959 y 1960), si bien es cierto que resultó imposible elaborar una estrategia de desarrollo, fue la etapa de las medidas de corte popular, agrario, antiimperialista y una aguda lucha de clases. En esencia, la política económica aplicada, tuvo como objetivo principal garantizar la continuidad y el éxito del proceso revolucionario".

Ante los importantes cambios introducidos, donde se busca edificar una nación libre de ataduras de la dominación extranjera, surgen contradicciones con el imperialismo norteamericano y sus aliados, lo cual aceleró el proceso de diversificación de los mercados externos del país que se había emprendido como parte de una política económica independiente. De tal forma, lo más significativo es el inicio de los vínculos económicos con la URSS y otros países socialistas.

"Para Estados Unidos, el asunto cubano, pasó a ser problema de primer orden en la política exterior estadounidense y de atención sistemáticamente priorizada por la rama ejecutiva". "A partir de allí, la estrategia fue poner en marcha las tres vías por las que se trataría, en adelante, de aplastar a la Revolución: las presiones diplomáticas para el aislamiento con las naciones Latinoamericanas, las agresiones económicas y la ayuda armada a la contrarrevolución, lo cual significaba hasta la posibilidad del empleo de las fuerzas militares de la nación."

Ante los planes norteamericanos contra la economía cubana, como las incursiones aéreas durante la zafra y la petición del presidente Eisenhower de disminuir la cuota azucarera, se desarrolló otro problema para Cuba con respecto al petróleo. Tras los episodios del petróleo y de la cuota azucarera, el caso cubano quedó convertido en un problema central de la política norteamericana, hasta tal punto que fue uno de los temas principales de política exterior en la campaña electoral por la presidencia.

Como se ha podido apreciar, el acelerado avance de las transformaciones hacia el control del Estado sobre la economía y el comienzo de una importante vinculación con la URSS fue respuesta a los golpes aplicados por la política norteamericana, como necesidad de fortalecer el poder político y económico de las fuerzas populares.

Por eso, en la medida en que los pasos sucesivos del Gobierno Revolucionario tendieron a demostrar su firme voluntad de permanecer fiel a los intereses populares, de no ceder ante las presiones norteamericanas, y de no atemorizarse ante la posibilidad de anudar lazos con el campo socialista encabezado por la URSS, la política de Estados Unidos fijó como objetivo el derrocamiento de la Revolución, siendo el objetivo principal de la política norteamericana en América Latina evitar una nueva Cuba.

  • Vinculación estrecha con la URSS.

El giro cubano, de su relación con Estados Unidos hacia la URSS, en cuanto a relaciones comerciales y ayuda económica, se aceleró con dos acontecimientos: la crisis de los misiles, que produjo la interrupción de todos los vuelos norteamericanos a Cuba, y la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de expulsar a Cuba, la cual es oficialmente proclamada el 3 de febrero de 1962, manteniéndose ininterrumpidamente hasta la actualidad, iniciándose con ello su gradual aislamiento hemisférico occidental.

La estrategia de desarrollo se sustentaba en la idea de que el fuerte empujón al resto de la economía vendría dado por la inyección de recursos que recibiría la agricultura y la industria azucarera, lo cual permitiría el volumen de ingresos necesarios, vía exportaciones de azúcar, y conduciría a la expansión de otros sectores, que a la vez de servir de apoyo a ese desarrollo azucarero, ampliarían la base industrial del país. Sin embargo, en términos generales puede decirse que los objetivos económicos fundamentales de la estrategia de desarrollo entre 1965 y 1970, sólo lograron cumplirse parcialmente. Si bien la estrategia posibilitó un período de auge económico hasta 1968, a partir de esa fecha se producen desequilibrios importantes y un descenso de la eficiencia.

En estos años, se realizaron proyecciones a mediano plazo y se firmaron nuevos e importantes acuerdos económicos con la URSS y con otros países socialistas, que permitieron una base sólida para la culminación de la estrategia planteada. Dentro de esto, cabe destacar el ingreso al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) en 1972, del cual Cuba, era observador desde 1964, recibiendo categoría de miembro especial -en tanto que país en vías de desarrollo- lo cual incluía tratamiento comercial preferente por parte de los miembros más desarrollados.

El significado económico de esas relaciones puede resumirse en los siguientes aspectos:

– Mercados amplios y estables para los principales rubros de exportación cubana y para nuevas producciones.

– Volúmenes crecientes de suministros importados, con considerable estabilidad en los abastecimientos de combustibles, materias primas, maquinarias, equipos y bienes de consumo, asegurados por períodos de cinco o más años.

– Una relación de precios de intercambio superior a la del mercado mundial, en virtud de los precios acordados para las principales exportaciones cubanas. Se calcula que en la década del 80 ello significó ingresos superiores en algo más del 50% de los que se hubieran obtenido con los precios del mercado mundial.

– Financiamientos para el desarrollo y para equilibrar la balanza de pagos, otorgados en condiciones muy favorables, pagaderas a largo plazo y con bajos tipos de interés.

– Desarrollo de ramas de la economía inexistentes al triunfo de la Revolución y creación de las bases para desarrollos futuros más complejos. Esto se logró mediante el aporte de financiamiento, suministros corrientes, asistencia técnica y calificación de especialistas y técnicos cubanos.?

La economía cubana se hizo más dependiente de un producto primario de exportación, no sólo por lo que el ingreso por exportaciones de dicho producto significó en el total de los ingresos por exportaciones, sino también por la consolidación de esta rama de producción como locomotora del resto de la economía.

A comienzos de la década del ochenta las relaciones económicas soviético-cubana alcanzaron su cenit con la firma de numerosos acuerdos entre los que se destacan un plan para el desarrollo económico y científico-tecnológico de Cuba centrado en el azúcar, el níquel, los cítricos, la energía nuclear y termoeléctrica y las prospecciones geológicas. Durante toda esta etapa los precios soviéticos del azúcar fueron considerablemente más altos que los precios del mercado mundial, y lo mismo puede decirse de los precios del níquel (en 1985 los soviéticos lo pagaban a más del doble de su precio mundial).

Por otra parte, la URSS vendió petróleo crudo a Cuba a precios considerablemente menores que el precio mundial. La URSS hizo otra importante concesión: pagar a Cuba en divisas por todo el petróleo que ésta lograba ahorrar respecto al abastecimiento acordado; la URSS exportaba dicho petróleo a otros países y pasaba los beneficios a Cuba, que, a su vez los registraba como reexportaciones de petróleo. La combinación de todos estos subsidios resultó en un considerable beneficio neto para Cuba durante toda esta etapa.

El desarrollo alcanzado por la economía cubana hasta mediados de la década de los 80, con un crecimiento promedio anual en el período 1975-1985 superior al 7% estaba basado fundamentalmente en un modelo de tipo extensivo que se apoyaba en esas relaciones con los países del campo socialista y con su organismo de integración, que proporcionaba créditos, y mercado para sus productos.

A mediados de 1983, comienzan a manifestarse los primeros síntomas de crisis aunque hacia fines de 1984 quedó evidenciado claramente que había comenzado el agotamiento del modelo, lo cual estuvo determinado fundamentalmente, por la imposibilidad de mantener el crecimiento de la economía sobre una base extensiva y a la presencia de dificultades en el funcionamiento del Sistema de Dirección de la Economía.

A partir de esta fecha se introdujeron cambios en la política económica, dando inicio a la puesta en práctica de un conjunto de medidas para rectificar estas tendencias, denominado proceso de rectificación de errores y tendencias negativas y así comienza a encauzarse la estrategia del desarrollo en una dirección encaminada a apoyarse más en los recursos propios y a crear nuevas fuentes generadoras de ingresos externos, aprovechando recursos naturales y el potencial científico-técnico formado, lo cual ofrecía la posibilidad de lograr elevadas ventajas en el intercambio externo.

En esencia los cambios se dirigieron a modificar el sistema de dirección, buscando mecanismos para una gestión económica y social más eficiente.

  • Resultados Económicos de las Políticas Implementadas.

Crecimiento promedio anual del PIB: 3,1% en todo el período; 2% entre 1959 y 1970; 8% entre 1971 y 1975; 5% entre 1976 y 1980; 8,5% entre 1981 y 1985; no crecimiento entre 1986 y 1989.

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Cambio estructural al interior de la industria: disminuye el peso de la industria azucarera.

– Cambios en la relación entre PIB y sector externo.

– Se mantiene la proporción Exportaciones/PIB.

– Se incrementa la proporción Importaciones/PIB.

– Se genera un saldo negativo crónico en el balance comercial.

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  • Avances en la agricultura

– Se duplican las tierras incorporadas al cultivo: de 2 millones de hectáreas bajo cultivo en 1958 se pasa a 4,4 millones en 1989

– Mejoramiento sustancial de las condiciones de vida en el medio rural

– Humanización del trabajo en el sector agropecuario: mecanización y quimización de las labores.

– Creación de más de 40 centros de investigación.

  • Avances en la industria.

-Creación de una industria básica de fertilizantes.

-Ampliación de las industrias abastecedoras de bienes y servicios técnicos como, producción y mantenimiento de la maquinaria agrícola.

-Incremento de la capacidad de molida de la industria azucarera en 12 millones de arrobas por día.

– Fomento de la industria de derivados de la caña de azúcar.

– Creación de la base energética nacional.

– Creación de la industria de construcción de maquinaria y equipos.

– Ampliación de la capacidad de producción de acero.

Organización de la base nacional de proyectos industriales.

– Creación del complejo farmacéutico-biotecnológico.

  • Avances en la esfera social

– Esperanza de vida superior a los 70 años.

– Mortalidad infantil se ubica alrededor de 11 por cada 1000 nacidos vivos.

– Pleno empleo.

– Desarrollo de la espiritualidad: arte, ciencia, conciencia política, etc.

En síntesis, a finales de la década tiene lugar el derrumbe del bloque socialista y la consiguiente finalización de "Guerra Fría" y bipolarismo, con lo que se da inicio a una nueva etapa en la estrategia del desarrollo y en la política económica del país.

Capitulo II

Fin de la Guerra Fría

  • Derrumbe del bloque socialista.

Las relaciones con los países ex – socialistas contribuyeron al desarrollo cubano, en especial, a través de inversiones, programas y proyectos de desarrollo que requerían cuantiosos recursos, muchos de los cuales quedaron interrumpidos. El intercambio comercial con esos países se basaba en precios preferenciales dada la condición de país subdesarrollado de Cuba, y un intercambio comercial relativamente estable y mutuamente beneficioso.

La terminación de la Guerra Fría y la disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) trastocaron de golpe las circunstancias políticas externas y el patrón de desarrollo de Cuba. A diferencia de la historia de los países de Europa Oriental o de la antigua Unión Soviética, los cambios no se sustentaron en procesos internos llevados a cabo en el campo económico o político, sino que se impusieron por el impacto principal de factores exógenos.

La desaparición del modelo de relaciones con los países del CAME fue sin dudas el factor desencadenante de la posterior crisis de la economía cubana, sobre todo, por la magnitud que ello significó en cuanto a la disminución de recursos para el país. Se perdieron los fundamentales mercados de exportación y los precios que en ellos se obtenían.

En los primeros años del 90, Cuba sufrió varios shocks masivos; la economía cubana, en su conjunto, se encogió drásticamente entre el 35 y el 50%. Antes de 1991, la URSS, se llevaba el 63% del azúcar cubana, 73% de su níquel, 95% de sus cítricos y el 100% de sus exportaciones eléctricas. Como si esto fuera poco, EEUU se movió con velocidad para hacer más fuerte su embargo. En 1992, la Ley Torricelli entra en vigencia, empeorando así la situación de Cuba, al impedir a otros países comerciar con la Isla.

En síntesis, Cuba enfrentaba la peor crisis económica del siglo, asociada a factores como los que se indican a continuación:

-Deformaciones en la estructura económica e institucional que se expresan en baja eficiencia y entorpecen el desarrollo fluido de los intercambios con Occidente.

-El colapso del campo socialista europeo y la desintegración de la Unión Soviética, suprimieron abruptamente los mercados tradicionales de exportación y las fuentes de adquisición de bienes y servicios, esenciales al funcionamiento productivo.

-Desequilibrios macroeconómicos que reflejan en el interior de la economía las repercusiones de la ruptura del frente externo.

– El embargo económico de los Estados Unidos, acentuado por la expedición posterior de las leyes Torricelli y Helm-Burton.

Un aspecto importante para comprender el proceso de transformaciones que tiene lugar a partir de entonces, es que a lo largo del proceso revolucionario, se formaron valores políticos y morales en la población que les dan cohesión en torno al proyecto socialista y capacidad de resistencia organizadamente frente a las dificultades.

  • Situación interna al inicio de la crisis y las alternativas ante el cambio

Cuba, al igual que el resto de las Naciones que formaban el bloque de estados socialistas, también caería bajo el peso arrollador de las fuerzas del capitalismo.

Durante años existió una coincidencia de intereses sobre un amplio círculo de temas entre el proyecto revolucionario cubano y las naciones del bloque oriental. Pero, al propio tiempo esas relaciones, que no siempre fueron concurrentes, se hicieron más estrechas en la medida en que crecía el aislamiento, las agresiones y amenazas a la Isla, imponiéndose imperativos de subsistencia y necesidades económicas, más que razones de comunidad histórica, cultural o de cercanía geográfica; lo que determinó la adhesión formal de Cuba al sistema económico de esas naciones.

El sostenimiento, durante los últimos cuarenta años, del liderazgo y de un amplio consenso popular de una mayoría de la población en torno a una parte fundamental de los iniciadores de la guerra de liberación, es también un factor distintivo en el caso cubano, en relación con las experiencias de los anteriores países socialistas europeos.

Cuando se produjo la extinción del bloque soviético la alternativa cubana fue únicamente resistir frente a dos posibles escenario:

• Una agresión militar a gran escala por parte de los Estados Unidos contra Cuba, aprovechando la oportunidad de la desaparición de la Unión Soviética y del campo socialista europeo, lo cual hubiera resultado catastrófico.

• La destrucción interna del sistema cubano por asfixia económica, ante la paralización casi total de los suministros que recibía la Isla.

Ante estas circunstancias se imponía un rediseño de las bases de funcionamiento de la economía del país y, al propio tiempo, movilizar todas las reservas internas y externas posibles para evitar una agresión militar a la nación.

Para estos propósitos resultaban claves tres piezas estratégicas, las cuales se encontraban a su vez estrechamente interrelacionadas, y que, de tener éxito, podrían sacar al país de la muy difícil situación en que se encontraba. Estas direcciones estratégicas eran:

• Lograr detener la abrupta caída de la economía e iniciar un proceso de recuperación económica.

• Adecuar la vida económica y social cubana a las nuevas condiciones, facilitando un proceso de apertura en que no se perdiera el control político de ese proceso, sin prescindir a la vez de los objetivos básicos que habían inspirado el modelo cubano hasta ese momento.

• Movilizar la solidaridad internacional, bajo sus múltiples formas, en torno al proyecto cubano.

  • Cambios en la Política exterior cubana

Para poder superar el aislamiento político y hacer frente al colapso económico, el régimen cubano tuvo que adaptarse al nuevo orden internacional. Para ello se vio forzado, además de las reformas internas, a reorientar su política exterior, presentándose ante sus nuevos interlocutores con otra imagen.

La redefinición exterior cubana ha tenido entre sus prioridades a Canadá, La Unión

Europea, Latinoamérica y el Caribe. A lo largo de los noventa, Cuba fue tejiendo una red de apoyos en el plano bilateral y multilateral, desarrollando una amplia gama de vínculos múltiples con diversos actores.

Dos hechos de importante relevancia, le permitieron a Cuba, mejorar su imagen a nivel internacional. El primero hace referencia a la visita del Papa. El segundo está relacionado con dicha visita.

El Papa criticó los derechos humanos en Cuba, particularmente, los que tienen que ver con el disentimiento político. Sin perder de vista la falta de libertad de prensa y la ausencia de un sistema político multipartidario, el tópico central para el Vaticano, fue la falta de progreso en lo que a libertad política se refiere. En los ojos del Vaticano, como en los de EEUU y Canadá, Cuba estaba acusada de abuso político.

El Papa se hizo eco de lo que Castro había estado peleando durante años. El ataque a los embargos económicos culminó a la visita Papal.

  • Consideraciones finales sobre el Capítulo 3

El deterioro económico fue el punto neurálgico interno que hubiese podido desencadenar una crisis política ante una posible desarticulación total del sistema económico. Al propio tiempo, para comenzar un proceso de recuperación, se imponía realizar profundos cambios en el modus operandi de la economía en relación con los patrones anteriores; transformaciones éstas que podían ser calificadas genéricamente como un proceso de apertura o de reformas económicas, las cuales tenían que ser iniciadas bajo condiciones de muchas limitaciones de recursos y desequilibrios importantes que ya existían.

Es importante observar, como el gobierno cubano, a realiza un gran esfuerzo en cambiar su imagen a nivel internacional y así tener más adeptos a su postura.

Por su parte, la solidaridad externa -considerada aquí en su más amplia acepción- devenía en prerrequisito y, a su vez, en resultado acrecentado, en la medida que se demostrara la voluntad de resistencia y las posibilidades de recuperación interna del país. Se reduciría con esto la probabilidad de éxito de los serios esfuerzos que, también desde el exterior, se hacían por destruir el sistema socialista cubano.

CAPÍTULO III

Las Transformaciones en los 90. Las IED como la vía más probable para hacer frente a la crisis

  • Período Especial en Tiempos de Paz

"Entre 1990 y 1993 comienza un proceso de reformas, caracterizado como un proceso de ajuste, administración de la crisis y de apertura externa. Se adoptó un programa de emergencia nacional denominado, Período Especial en Tiempos de Paz, cuya finalidad principal fue la de tratar de administrar de forma racional la crisis, así como reducir y distribuir los costos sociales, adecuar la economía interna a las nuevas realidades y establecer las bases para un desarrollo futuro."

La estrategia planteada al inicio de la crisis fue la de preservar el proyecto socialista haciendo las adecuaciones necesarias a las nuevas condiciones externas que debían enfrentarse. Esto significaba:

• Distribuir lo más equitativamente posible el impacto de la crisis en la sociedad, de manera que el costo social fuera el menor posible.

• Crear rápidamente condiciones para la reinserción en la economía mundial.

Entre las medidas de mayor significación que se aplicaron en el contexto de este proceso de ajuste se destacaron las siguientes:

• Medidas de ajuste radical de las posibilidades de consumo de la población y del funcionamiento del aparato productivo a las disponibilidades reales de recursos.

• Priorización de los programas alimentarios, turismo y de las industrias biotecnológicas y farmacéutica.

Descentralización en la toma de decisiones del aparato importador y exportador, búsqueda de nuevos mercados y el establecimiento de formas alternativas de acuerdos, así como la potenciación de la inversión extranjera.

El Gobierno cubano entendió que, con una economía abierta y en un contexto internacional marcado por la pérdida de sus antiguos socios políticos y económicos y por el recrudecimiento del embargo, la única forma de acceder a tecnología, mercados y capitales era la de abrirse al mundo. La necesidad de salir de la penuria económica le arrastró a la diversificación de sus relaciones comerciales y a la búsqueda de inversores extranjeros.

Los problemas asociados al financiamiento externo de la economía cubana se han convertido en una tarea de primer orden ante la imposibilidad de generar los niveles de ahorro interno necesarios para el crecimiento y desarrollo.

  • Crecimiento, Financiamiento y Tecnología

Los países en desarrollo tienen generalmente recursos abundantes de talento, capacidad de producción de su propia población, recursos naturales, entre otros. La transformación de estos recursos en instrumentos efectivos de desarrollo exige en primer lugar un incremento constante de su utilidad económica potencial mediante las inversiones: inversiones en conocimientos especializados y en recursos humanos e inversiones en capacidad física de producción.

Los créditos externos o préstamos para la promoción del desarrollo deben permitir a un país que aspira a salir del subdesarrollo, movilizar recursos materiales y técnicos para impulsar una nueva producción que permita general ahorro interno, adquirir tecnologías y elevar las exportaciones necesarias para pagar ese financiamiento.

La interacción de todas estas fuentes de financiamiento ha permitido al país obtener los recursos necesarios para atenuar las dificultades y llevar a cabo las reformas, pero éstas resultan insuficientes, costosas y con escasas posibilidades de crecimiento hasta no se resuelvan algunos problemas, especialmente el tema de la deuda y su servicio.

En los 90"s comienza en Cuba un proceso de reinserción en el mercado internacional para el que la isla no contaba con ventajas aparentes después de más de 30 años de virtual ausencia del mismo, siendo un aspecto importante de esa apertura económica las Asociaciones Económicas con el Capital Extranjero (AECE).

El proceso de apertura al capital extranjero ha estado orientado a la solución de problemas puntuales del proceso de crecimiento de la economía cubana, entre ellos: la diversificación de las exportaciones en calidad y cantidad, la adquisición de materias primas, la necesidad de capitales frescos, la inserción en nuevos mercados, la adquisición de tecnologías avanzadas, y la introducción de prácticas modernas de gestión económica.

Podríamos definir tres momentos por los cuales han transitado las Asociaciones

Económicas con el Capital Extranjero (AECE):

• El primero abarcó desde el surgimiento de la primera asociación hasta septiembre de 1991.

• El segundo momento importante es a partir de junio de 1993, donde el proceso de apertura se profundiza, derivado del recrudecimiento de la crisis económica.

• El tercer momento comienza en septiembre de 1994, donde surge la nueva ola de empresas mixtas, principalmente en los servicios, la construcción de viviendas, inmobiliarias, telecomunicaciones y se permiten negocios en todas las ramas productivas del país.

  • Medidas adoptadas que acompañan y ayudan a la atracción IED

Una vez seleccionado el camino a seguir, es decir, considerar a la IED como el camino más viable para la obtención de recursos financieros y por ende la tecnología capaz de mejorar de forma competitiva el tejido industrial, evitar el colapso económico del país y las consecuencias político sociales de dicho colapso; recuperar el crecimiento económico en un nuevo contexto de relaciones internacionales; recuperar el equilibrio macroeconómico, mediante la reducción del régimen presupuestal y de la masa de dinero en circulación y mantener, en esencia, el sistema socialista de relaciones de producción, y sobre todo el actual régimen político, el gobierno cubano se vio en la obligación de adoptar una serie de medidas de urgencia que acompañaron a cumplir con el principal objetivo económico.

Es en la política económica donde ocurren los mayores cambios durante la etapa.

Cronológicamente se pudieran distinguir tres fases hasta el año 2000:

• Desde 1990 hasta aproximadamente el primer semestre de 1993: Etapa de asimilación del shock externo mediante medidas de restricción de la oferta; soportar el impacto y distribuir los costos del ajuste.

• Desde el segundo semestre de 1993 hasta 1995: Etapa de profundas transformaciones estructurales. Se adoptan numerosas medidas de política económica interna.

• Desde 1996: Etapa de consolidación, reajustes y resultados.

Transformaciones:

• Transformaciones en la política económica externa.

• Transformaciones en la política económica interna.

• Transformaciones institucionales y organizativas.

  • Condiciones que ofrece Cuba para la atracción de IED

Los principales factores que ofrece Cuba para propiciar el fomento de los contactos con el capital extranjero han sido:

• La legislación vigente.

• La infraestructura industrial.

• La posición geográfica, en una zona de potencial dinamismo económico.

• La infraestructura material y humana.

• El factor humano con una fuerza de trabajo altamente escolarizada.

• Los indicadores de salud de la población.

• Alto potencial turístico, cercano a un gran emisor de turistas como Estados Unidos.

• Ciertas dotaciones de recursos materiales naturales específicamente mineros.

Si se examina el perfil de las ventajas comparativas que ofrece Cuba al inversionista extranjero, se aprecia que los aspectos favorables más significativos son los beneficios financieros, los de carácter social y determinadas ventajas comparativas específicas.

  • Evolución e impacto de la IED en Cuba

Ciertamente la economía cubana respondió a la adopción del ajuste, el cual ha debido realizarse en condiciones externas sumamente difíciles, especialmente después de aprobadas las leyes Torricelli y Helms-Burton por parte de EE.UU. que han fortalecido el embargo estadounidense sobre Cuba.

No obstante, todo lo planteado en cuanto a la cautela de los inversionistas por Cuba, el número de asociaciones económicas con el capital extranjero (AECE) ha tenido una tendencia creciente, siendo un país que tiene impuesta una ley extranjera que trata de impedir el flujo de recursos de IED hacia ella, y que pasa por la evaluación del riesgo país.

La IED en una gran parte ha consistido en la rehabilitación de instalaciones y plantaciones existentes, que originalmente fueron creadas en su mayoría para satisfacer el mercado interno o el mercado socialista.

En cuanto a los efectos cuantitativos y cualitativos las inversiones foráneas han impactado en el quehacer de algunos sectores económicos, asociados principalmente al turismo, la minería, los combustibles, agricultura, la telefonía y, en menor proporción la industria.

La evolución cualitativa del papel de las IED en el desarrollo económico cubano se pone de manifiesto en que a partir de 1997 el gobierno cubano introduce nuevas experiencias en forma de IED y otras anunciadas a partir de 1995 cobran un mayor vigor, entre ellas:

*Las Zonas Francas

*Inmobiliarias

*Fondos de Inversión

*IED en servicios de infraestructura como electricidad, acueducto, etc.

  • Las Zonas Francas en Cuba

Las zonas económicas libres, o zonas francas surgieron y se desarrollaron para evitar las medidas proteccionistas que los estados implantaban, además de dar ciertas condiciones en un área específica, donde se toman regímenes especiales. Las Zonas Francas (ZF) han jugado un papel muy importante en los países subdesarrollados especialmente, en el caso de las economías asiáticas y latinoamericanas. Las ZF han adquirido como objetivos en el mundo crear empleos, formar personal, elevar la competitividad de la industria nacional, desarrollar las exportaciones, junto a la atracción de IED en la manufactura y la trasferencia de tecnología.

Este decreto plantea que los operadores de ZF que realicen actividades manufactureras, ensamblaje, procesamiento de productos terminados o semielaborados, no pagarán aranceles a sus importaciones: Tampoco pagarán impuestos sobre utilidades ni el impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo en los primeros doce años de operación, y bonificación del 50% durante los siguientes cinco años.

Cuba debe buscar que en un futuro las empresas productivas sean más dinámicas que las otras empresas por las ventajas que ofrece en la utilización de tecnologías modernas y en la generación de empleo, o sea es necesario buscar variantes para revertir la situación actual.

  • Inmobiliarias

Existen en Cuba 3 sociedades cubanas que asociadas a inversionistas extranjeros: Habaguanex, CIMEX y Cubalse. Este sector inmobiliario inició las primeras operaciones a través de intereses españoles y franceses. La primera entidad de bienes raíces en unión con el capital extranjero creó la inmobiliaria Aurea S.A. que vinculó al grupo español Argentaria y a la firma estatal cubana Habaguanex S.A. Esta sociedad remodeló 13,552 metros cuadrados en siete plantas del antiguo edificio de la Lonja del Comercio de La Habana y construyó áreas de aparcamiento para 150 autos, esta negociación se realizó sobre la base de 25 años de usufructo.

-Los Fondos de Inversión para Cuba

En Cuba una forma de captar fondos de inversionistas internacionales que debe promoverse es a través de los llamados Fondos de Inversión con el objetivo de revalorizar el capital invertido en inversión directa o de portafolio en negocios vinculados con el país. Los Fondos de Inversión para Cuba comenzaron a operar en 1995. Su papel es crear oportunidades de negocios en Cuba.

Estos fondos son una oportunidad más para la dinamización que necesita la economía cubana, para lograr el necesario cambio estructural. Cuba tendrá que presentar en el futuro nuevas oportunidades de inversión extranjeras relacionadas con los cambios estructurales que necesariamente se tendrán que dar, dado que la economía cubana se está moviendo hacia el área de los servicios y deberá moverse hacia el sector manufacturero, de mayor valor agregado.

Considerar desde otros ángulos las posibilidades de acceso a la inversión extranjera nos lleva a las llamadas "nuevas formas de inversión", bajo la cual se agrupa todo conjunto de posibilidades de negocios que es necesario evaluar.

* En materia de financiamiento, por la vía de los bonos, se observan tendencias regionales que pueden resultar beneficiosas para Cuba, vinculadas al predominio de emisiones de largo plazo y las efectuadas por gobiernos.

* En materia de acciones, las posibilidades se presentan con mejores opciones, incluso en el corto plazo, pese a lo poco que ha avanzado la reforma económica en términos de resultados, especialmente en el sentido financiero-bancario y a la ausencia de un mercado de valores domésticos.

Resulta no sólo posible sino también necesario promover la venta de acciones de empresas de capital mixto en los mercados de valores exteriores.

En definitiva, la inversión extranjera, como fuente de financiamiento, mucho puede aportar todavía, lo que dependerá, en buena medida, de la manera en que se le logre articular organizadamente a la estrategia de reinserción de la economía cubana.

  • Las IED en ramas seleccionadas

Las exportaciones cubanas han variado notablemente su estructura en sólo una década.

Las exportaciones de bienes eran el 90 % del total, y sólo los productos de la industria azucarera representaban el 66 %. Los productos de la minería, donde el níquel es el fundamental, eran el 8,3 % del total. Dentro del resto de bienes y servicios se debe destacar que dos productos donde Cuba presentaba ventajas comparativas claras, el tabaco y el turismo, apenas constituían el 1,5 % y el 3 % respectivamente en 1989.

A continuación se puede observar la trayectoria de estructura que han tenido los principales bienes y servicios de exportación:

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Como se puede observar, en sólo 12 años se ha pasado de exportar fundamentalmente bienes agrícolas a una economía liderada por los servicios.

Particularidades de las IED en algunas ramas cubanas

* Turismo: A partir de los 90"s introdujo nuevas modalidades operacionales por la presencia de diversas formas de asociación conjunta con el capital foráneo, que condujeron a una reestructuración de ese sector.

El dinamismo del sector turístico cubano, con crecimientos en el número de visitantes a tasas superiores al 20 % anual entre 1990-1998, en los ingresos brutos superiores al 30 % anual y en la construcción de habitaciones a un 13 % anual, hacen atractivo la llegada de

IED a esta rama.

El turismo como tal es un gran importador, de ahí que Cuba esté instrumentando la producción de algunos bienes, muchos de ellos necesariamente junto a capitales extranjeros, dicho plan deberá desarrollar aún más la infraestructura extra hotelera. Esta infraestructura debe estar dirigida a la construcción de parques temáticos, campos de golf, marinas. Es decir Cuba ya está formando parte del circuito del área caribeña, y para eso, su programa inversionista debe acelerarse aún más, donde el interés de las cadenas hoteleras internacionales se incrementa.

En resumen, el turismo es una locomotora económica en Cuba, gracias a las IED que llegaron y a las que van llegando y se destinan a las ramas faltantes y así le van dando una integridad al desarrollo turístico cubano.

* Minería: La importancia minera de Cuba se localiza en la explotación de las lateritas polimetálicas.

El país ocupa el primer lugar en el mundo en reservas de níquel, y es el 5o productor mundial. Ocupa el segundo lugar en el mundo en reservas de cobalto, produciendo el 10% del cobalto mundial. En el 2000 se logró un nivel histórico de producción de níquel con 71400 toneladas y de éstas casi el 50 % se obtuvo en la empresa mixta Moa Nickel. Convirtiéndose, así, en líder internacional en estos productos.

Partes: 1, 2
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