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Dirección y gestión en entidades científicas de la educación superior cubana

Enviado por orlando


    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    Resumen

    Se presentan los diferentes sistemas de dirección y gestión que operan en entidades científico-académicas de la educación superior cubana a partir de la planeación estratégica como necesidad para enfrentar la actual dinámica de cambio del entorno. Esta dinámica lleva a reflexionar sobre la aplicación del enfoque sistémico y la modelación cibernética para el estudio de estos sistemas complejos.

    Palabras clave: dirección, gestión, management, educación superior.

    Introducción

    "En los inicios de un nuevo milenio, en un entorno agresivo, globalizado y dinámicamente cambiante, cuando nos adentramos cada vez más profundamente en la era del conocimiento y la información, la Ciencia Cubana tiene también aportes, soluciones y experiencias que brindar para alcanzar el imprescindible desarrollo sostenible al que aspiran los pueblos del tercer mundo". (Simeón, 2000, p.6). Esto significa que la lucha por el desarrollo hay que librarla con la convicción de que cada solución está en la búsqueda propia de resultados eficaces y eficientes, así como en el desarrollo de una cultura de gestión en función de las profundas transformaciones económicas, cuyo hilo conductor es la investigación y la innovación.

    En este sentido, es innegable el desarrollo que van alcanzado las instituciones científico-académicas cubanas. El nivel que se alcanzan en los macro-indicadores establecidos por la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología así lo evidencia (RICYT, 1999). No obstante, se reconoce la necesidad de gestionar mucho mejor los recursos disponibles a fin de generalizar los resultados científico-técnicos obtenidos y convertirlos en productos y servicios que se traduzcan en un mayor bienestar socioeconómico para el país (Lage, 2000, 2002), expresión que tiene sus referencias directas en la Reforma Universitaria del 62. En este sentido, el Dr. Juan Marinello, rector de la Universidad en aquel momento, expresaba que "la Reforma Universitaria fracasaría si no se puede convertir esa Universidad estéril, reiterativa y verbalista en una Universidad en que la investigación sea parte fundamental de su trabajo" (Marinello, 1962b) con lo cual la señalaba como el elemento principal para el cambio propuesto.

    El Dr. Armando Hart Dávalos (2002), Director de la Oficina del Programa Martiano, al referirse a la Reforma afirma que se inspiraba en lo pedagógico en la vinculación del estudio con el trabajo y del conocimiento científico con la investigación, así como en la formación de los sentimientos de solidaridad con sus raíces más profundas en el sentimiento martiano. De aquí que se pueda afirmar que el modelo cubano de Universidad humanista, científica, tecnológica, altamente integrada a la sociedad y al sector productivo y profundamente comprometida con el proyecto social constituye un modelo autóctono, soportado en nuestra historia, consecuente con la tradición electiva de la ciencia universitaria y del pensamiento cubano, desarrollado sobre la base de nuestras características que facilitó la asimilación de las mejores experiencias de las universidades norteamericanas, canadienses y europeas, fundamentalmente las soviéticas y las alemanas (Marinello, 1962a; MES, 1984).

    Por otra parte, la existencia de este modelo permitió el diseño de una estrategia nacional cuya ejecución implicó la creación de nuevas instituciones académicas en diferentes provincias del país. Se creó el Instituto Politécnico José Antonio Echeverría, el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana y diferentes centros de investigación, como el Centro Nacional de Investigaciones Científicas lo cual marcó el inicio que aseguró la regeneración de una comunidad científica, técnica y académica en Cuba, indispensable para la construcción social que se acometía y aún hoy se edifica (MES, 1984). A partir de los núcleos universitarios se desarrollaron verdaderos complejos científico-docentes integrados por los centros de enseñanza, los Centros de Estudios, las Áreas y las Unidades de Investigación Desarrollo con misiones específicas pero con un mismo encargo social. Asimismo fue sustituyéndose la figura del profesor verbalista por la del profesor-investigador que enseña a sus estudiantes a investigar, innovar y crear en beneficio de la sociedad cubana y la humanidad.

    De esta manera, hacia 1985 la investigación universitaria cubana alcanza niveles de madurez y consolidación que señalan un nuevo salto cualitativo para aumentar la eficiencia y la eficacia de las investigaciones científicas en función de los objetivos de la economía nacional. Sin embargo, para que el salto fuera una realidad no era suficiente una férrea voluntad política sino que también eran necesarios el diseño y la implementación de mecanismos flexibles y adecuados de dirección y gestión de las instituciones científico-académicas. Para lograr esta transformación el Ministerio de Educación Superior (MES) elaboró un programa que preveía cambios sustanciales en los estilos y métodos de dirección (MES, 1997; Romillo y Hernández, 1998). Dicho programa estaba dirigido, entre otros propósitos, a elevar la investigación científica y la innovación tecnológica a la altura de la docencia. La meta consistía en que sin abandonar la esencial labor de formación continua de los recursos humanos de la más alta calificación para todo el país se fortaleciera la investigación y la innovación para contribuir significativamente al desarrollo económico y social de la nación a la vez que se incidía positivamente en la calidad de la docencia.

    Al analizar los factores que dan lugar a las instituciones científico-académicas de vanguardia, se ratifica la importancia del cambio y la búsqueda de nuevas formas organizativas que respondan a dicho cambio para enfrentar los retos del entorno con un enfoque estratégico, refiriéndose con este a la utilización de los análisis de las variables (internas y externas) para establecer las estrategias que guíen el comportamiento de la organización en un período de tiempo determinado (Martín, 1997; Gerard, 1998; Romillo y Hernández, 1998; Gárciga, 1999; Martín et al., 2004). A su vez dichas estrategias serán ejecutadas en correspondencia con el sistema de dirección: por objetivos, por procesos, por valores, por competencias ó integrada de proyectos. Incluso se debe tener en cuenta que en la mayoría de las organizaciones modernas se integran diferentes sistemas, técnicas y herramientas de dirección y gestión.

    En el sector de la Educación Superior Cubana, este proceso de cambio y de búsqueda de nuevas formas organizativas ha ido madurando. Se ha desarrollado un estilo de dirección que bajo un enfoque estratégico permite formular y concertar los objetivos en toda la organización, a nivel de instituciones y unidades organizativas, así como evaluar el cumplimiento anual por criterios de medidas e indicadores que permite un ordenamiento de las universidades y las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica (MES, 1998, 1999, 2000a, 2001, 2002a). Particularmente, en la investigación y la innovación se han definidos objetivos y estrategias en correspondencia con la Política y la Estrategia Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica lo cual ha permitido mediciones coherente del avance de las entidades y unidades organizativas con respecto a sí misma y con respecto a otras entidades y unidades similares (González et al., 2002).

    Vale destacar que los cambios introducidos en los métodos y estilos de dirección, así como la ejecución de estrategias adecuadas en el área de Ciencia e Innovación Tecnológica como parte de las estrategias nacionales contribuyeron a que en el período comprendido entre 1993 y 1997 se incrementará en más de un 5% el número de estudiantes vinculados a la investigación científica y en un 20% el potencial científico-técnico de la organización lo cual garantizó la ejecución de casi 500 proyectos de investigación nacionales e internacionales. Con la ejecución de estos proyectos no solamente se obtuvieron un grupo importante de equipos médicos de alta tecnología, productos biofarmacéuticos de uso humano y productos y tecnologías novedosas de uso agropecuario, sino que también fue posible la divulgación de la ciencia cubana a través de la presentación de sus resultados más relevantes en revistas y eventos de prestigio internacional (MES, 1998, 1999). No obstante, se reconoce que aún persisten deficiencias en la planificación, organización y control de los objetivos e insuficiencias en la generalización de los resultados de investigación y en la transferencia de los productos y servicios.

    Desarrollo

    "La educación a la vez que constituye un subsistema de la sociedad, es ella misma un sistema en sí, con componentes, elementos y subsistemas propios, que cada día se ven más frecuentemente y significativamente impactados por los diferentes desarrollos tecnológicos alcanzados por la sociedad y que requieren ser analizados bajo esta óptica de sistema para poder esclarecer, delimitar y conceptuar incluso el carácter, la magnitud y el papel real de los aportes que los mismos pueden y deben producir a las ciencias de la educación y al conocimiento científico en general" (CNGC, 1999). La tecnología no es una novedad del sector educacional pero sin embargo le interesa en la medida que sus productos facilitan sus funciones sustantivas, a partir de lo cual surge la necesidad de establecer diferencias entre la traslación y la asimilación de la tecnología teniendo en cuenta el contexto donde se introducen, el potencial de los recursos humanos, los procedimientos, la barreras, los factores facilitadores e impulsores del cambio (Castañeda, 2000) y las características de los sistemas de dirección y gestión que operan en la organización. Dichas reflexiones han sido consideradas en el sector de la educación superior cubana lo que ha permitido avanzar en la integración de sistemas de dirección y gestión tradicionales y modernos con un enfoque sistémico y estratégico.

    A partir de la experiencia acumulada en establecimiento de la Dirección por Objetivos se ha deducido la necesidad de desarrollar sistemas horizontales de comunicación entre los jefes y los subordinados, aumentar las mediciones y su exactitud a partir de la disponibilidad de la información, de fortalecer el control y de desarrollar mecanismos de retroalimentación donde cada actor reciba la información, en la forma y frecuencia adecuada en correspondencia con su nivel de decisión o gestión, aprovechándose las posibilidades de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para contribuir a la eliminación, modificación o reemplazo de actividades superfluas mediante el rediseño (Peiró y González, 1993; Mateos, 1999; Drummond, 2000) o la reingeniería (Hammer y Champy, 1994; Álvarez y Rodríguez, 2002; Sáez et al., 2003) de procesos que tienen lugar en la ejecución de los proyectos de formación, investigación e innovación. En este sentido, Castro Díaz-Balart (2000, p.304) expresa que la "dirección de proyectos de investigación e innovación constituye un sistema organizativo utilizado para la ejecución eficiente de tareas multidisciplinarias en un marco temporal de duración fija y con una asignación siempre limitada de recursos humanos, materiales y financieros" lo cual implica un enfoque integrador para lograr el compromiso de los actores involucrados en los procesos específicos asociados a la creación, desarrollo y transferencia de productos y servicios que atraviesan diferentes fronteras organizativas y responden a las exigencias de los sistemas de gestión que operan en la entidad.

    De aquí que los sistemas de gestión sean considerados como los sistemas verticales que actúan de manera interdependiente en la búsqueda de mayor eficiencia en la generación y utilización de recursos y capacidades tales como los sistemas de: Gestión de la Innovación Tecnológica (GIT), Gestión de los Recursos Humanos (GRH), Gestión de la Calidad (GC), Gestión Económico-Financiera (GEF) y Gestión de la Información y del Conocimiento (GIC) tal que aflore la innovación tecnológica (García Capote, 1999) vista como "el complejo proceso que lleva las ideas al mercado en forma de nuevos o mejorados productos o servicios" para la creación de capacidades determinadas fundamentalmente por el capital financiero y el potencial humano.

    Edvisson y Malone (1988) afirman que el recurso humano es el más importante para cualquier organización. Una inadecuada gestión de los mismos puede conllevar a la descapitalización de la organización ante la fuga de sus mejores talentos con la consiguiente pérdida de conocimientos. De tal manera el sistema de GRH y el de GIC comparten la responsabilidad de preparar los recursos humanos en el uso compartido del conocimiento con el propósito de su conservación y la solución de problemas. De aquí que la GIC sea considerada como un proceso dentro del aprendizaje continuo de la organización donde se integra de manera deliberada el conocimiento individual y grupal para transformarlos en conocimiento sistémico, colectivo y explícito, capaz de mejorar o sustituir la teoría en uso para adelantarse a las oportunidades y amenazas que se avizoran (Dixon, 1994). En este sentido, se asume la creación del conocimiento organizacional en forma de espiral según el modelo integrado de Nonaka y Takeuchi (1999) donde la media gerencia es el agente de creación que desempeña un papel de liderazgo, la alta gerencia de supervisión y de facilitador de los medios para que los subordinados desarrollen la creatividad. La alta gerencia y media gerencia son además los máximos responsables del diseño y establecimiento del sistema de control de gestión para encauzar esa creatividad en función de la investigación y la innovación.

    Menguzzato y Renau (1990) conciben el control de gestión como un sistema de control periódico y cuantitativo que agrupa una serie de técnicas como el control interno, los informes, el control de los costos, el análisis de razones y el control presupuestario. Para Amat (1989), Anthony (1990), Simons (1990), Freije y Rodríguez (1993) el control de gestión está orientado a implementar la estrategia, basado en la planificación y el control a corto plazo y enfocado hacia los resultados expresados en productos y servicios para que cada unidad organizativa logre sus objetivos.

    Hernández Torres (2001a, 2001c) ve al control de gestión como un sistema integrado por el conjunto de procedimientos que representa un modelo organizativo concreto para realizar la planificación y control de las actividades que se llevan a cabo en la institución, quedando configurado por el conjunto de actividades, sus interrelaciones y un sistema de información. Esta expresión está en correspondencia con las reflexiones de Simons (1990) quien lo considera como aquellos procedimientos y controles habituales, de tipo formal, basados en la información y utilizados por la dirección para mantener o modificar determinadas pautas en las actividades de la organización, distinguiendo dentro del mismo a cuatro tipos de subsistemas formales basados en la información en función de su relación con la estrategia: sistema de creencias, sistema de establecimiento de límites, sistema de control de diagnóstico y sistema de control interactivo. El sistema de creencias está dirigido a comunicar y reforzar las declaraciones sobre la misión y los objetivos de la institución, el sistema de establecimiento de límites a fijar las reglas y los límites tales como los sistemas de elaboración de presupuestos, el sistema de control de diagnóstico, como sistema de retroalimentación, a realizar el seguimiento de los resultados y corregir las desviaciones que se producen en relación con lo previsto y el sistema de control interactivo dirigido a atraer la atención y fomentar el diálogo y el aprendizaje (Goldratt, 1992; Lorino, 1993).

    De acuerdo con Hernández Torres (2001b) el éxito del sistema de control de gestión depende ampliamente del tipo de relaciones que se establecen entre los individuos y los grupos implicados en la actividad institucional. En este sentido, Meguzzato y Renau (1990, p.386) ya expresaba que "la mayoría de las instituciones se esfuerzan en resolver sucesiva y separadamente los problemas técnicos y los problemas humanos del control, privilegiando normalmente dichos aspectos técnicos cuyo carácter formal inspira más seguridad y por ello tan pocos sistemas de control de gestión son realmente satisfactorios". Por esta razón los referidos autores proponen el estudio de posibles vías de integración de los factores cualitativos y humanos en la elaboración de un sistema de gestión en base a una tipología de distintos estilos de dirección que tejen un complejo entramado de interrelaciones que conllevan a considerar la modelación como un método científico válido para caracterizar el control de gestión de productos y servicios de la actividad científica y tecnológica en entidades científico-académicas.

    En la actualidad, la modelación ha adquirido el carácter de método científico general que en esencia penetra todas las esferas de la actividad cognoscitiva y transformadora del hombre y ha sido enriquecido por el avance de las matemáticas, la cibernética y el enfoque sistémico que posibilita profundizar en el estudio de los procesos naturales y sociales (Novik et al., 1981). La cantidad de información tomada en cuenta en el modelo, depende de los fines del sujeto y del grado de complejidad del objeto original. Esta valoración permite definir no solo la causa de la aplicación de un determinado tipo de modelación para investigar los objetos de diferentes naturalezas, sino también a efectuar el pronóstico metodológico de la utilización del método de los modelos. La evaluación de la complejidad de los objetos modelados puede realizarse a través de la medición del contenido de información de los sistemas materiales de las diferentes formas del movimiento material. Pero teniendo en cuenta que si la cantidad de información en los objetos de la naturaleza inorgánica caracteriza con bastante precisión su organización, ordenamiento y complejidad, en la valoración de los objetos de la naturaleza viva es preciso tomar en cuenta tanto la cantidad de información como su valor. El aumento de la cantidad de información en los sistemas vivos está relacionado con la ley de diversidad necesaria, según la cual, el incremento de la diversidad interna de los sistemas conduce a la elevación de su estabilidad. En este sentido, es muy fructífera la utilización del método funcional de la cibernética (o de "caja negra") para la modelación de sistemas vivos y procesos sociales.

    El carácter funcional del enfoque cibernético y la utilización de las técnicas computacionales incrementó considerablemente las posibilidades de la modelación. El desarrollo de las máquinas computadoras hasta su concepción actual le proporcionó al conocimiento científico un poderoso medio para la realización de ensayos de modelos. Hoy en día, la modelación cibernética continúa perfeccionándose en el plano lógico-matemático y se extiende cada vez más a nuevos campos del conocimiento. El estudio de sistemas complejos, como las instituciones científico-académicas, se ha facilitado considerablemente con las posibilidades que ofrecen la modelación cibernética, el enfoque sistémico y el desarrollo de la teoría de los sistemas de información (Novik et al., 1981).

    En los ochenta, la teoría de los sistemas de información aún no era ampliamente considerada. Por esa época los directivos no necesitaban saber como la información se obtenía, procesaba y distribuía, sin embargo con la globalización de las economías basadas en la información y el conocimiento pocos directivos ha podido darse este lujo (Laudon y Laudon, 1996). De esta manera, el enfoque técnico de los sistemas de información dominó por varios años este campo con una gran influencia de la cibernética, el Management y la investigación de operaciones hasta el surgimiento del enfoque socio-técnico donde se integra el enfoque técnico y conductual al considerar que "la tecnología debe ser cambiada y diseñada de tal modo que se apegue a las necesidades institucionales e individuales" (Laudon y Laudon, 1996, p.24).

    En este sentido, Laudon y Laudon (1996, p.8) definen a un sistema de información como "un conjunto de componentes interrelacionados que permiten capturar, procesar, almacenar y distribuir información para apoyar la toma de decisiones y el control de una institución", además de ayudar a dichos directivos y personal a analizar problemas, visualizar cuestiones complejas y crear nuevos productos en un ambiente intensivo de información donde la cantidad de datos se incrementa de tal forma que se requiere de un soporte que integre consistentemente los elementos físicos (hardware), los lógicos (software) y los procesales. Por otra parte, si bien la relación entre sistema de información y sistema organizativo es indisociable también debe reconocerse que la misma no llega a ser completa. La tecnología existente aún no logra que toda la información necesaria pueda ser formalizada e informatizada (Lee et al., 1997; Boar, 1999; Kelly y Allison, 1999). Esta insuficiencia lógica del nivel de desarrollo conduce al estudio de las necesidades de información las cuales son relativas a hechos presentes de los que se pueda obtener información cuantitativa y/o cualitativa o a situaciones futuras con el objetivo de realizar una dirección proactiva y no deben confundirse con los deseos de información que se corresponden con los requerimientos de una persona por razones de poder, seguridad, identidad, prestigio o de aspiraciones de lograr la aprobación y adhesión de otras personas. Las necesidades de información se agrupan según las unidades organizativas de la institución y pueden ser determinadas a partir de la combinación de diferentes métodos y técnicas como las encuestas directas, entrevistas no formales, análisis de otros sistemas existentes, así como la experimentación con prototipos.

    El análisis de necesidades y fuentes de información es necesario para cualquier sistema pero resulta particularmente importante para los sistemas de información gerencial (SIG) los cuales son considerados en esta tesis como "una base de datos actualizada y un sistema de análisis y evaluación para proporcionar a los actores del proceso de investigación (investigadores y gerentes) y sus clientes, información oportuna sobre insumos, actividades y resultados de la investigación para apoyar la toma de decisiones apropiadas" (Bolívar et al., 1999, p.12).

    En el enfoque moderno, los SIG no solamente están destinados a proporcionar información, sino también capacidades de comunicaciones y análisis de datos (Watson et al., 1991) de manera que favorezca el proceso de toma de decisiones. Las redes de comunicación y los nuevos enfoques para almacenar y acceder datos han madurado para permitir de manera sencilla el uso compartido de los datos y el procesamiento rápido de los mismos pero que han potenciado la polución de datos, problema que se intenta atenuar con las técnicas de filtrado y de vistas gráficas (Davis y Olson, 1985; Corbett, 1989; McNurlin y Sprague, 1989).

    Por otra parte, los directivos exigen la incorporación y vinculación de una amplia gama de datos externos para el apoyo a la toma de decisiones lo cual agudiza la contradicción entre la necesidad de proveer la información necesaria y suficiente y la saturación de datos y formatos sobre los que están soportados los mismos. En este sentido, Laudon y Laudon (1996) consideran que un buen SIG debe permitir que los datos pueda ser tabulados y exportados hacia otras herramientas informáticas tal que se multipliquen las formas de análisis de la información para tomar decisiones acertadas y en el momento oportuno. Además de ello, Jensen y Sage (2000) consideran que la actual dinámica del entorno exige de los SIG un grado tan alto de inmediatez que obliga a que el registro de los datos primarios se sitúe muy cercano al tiempo real en que se ejecutan los procesos que tienen lugar en la organización todo lo cual enfatiza en la necesidad de conceptuar los elementos referidos y sus interrelaciones en un modelo informacional en el control de gestión de productos y servicios de la actividad científica y tecnológica para el apoyo a la toma de decisiones de los actores institucionales en sus respectivos marcos de acción dentro de los principios y leyes que rigen a cada uno de los sistemas de dirección y gestión que operan en entidades científico-académicas del sector de la educación superior cubana.

    Conclusiones

    En el sector de la educación superior cubana, particularmente en la organización MES se han logrado resultados significativos en el establecimiento e integración de sistemas de dirección y gestión tradicionales y modernos con un enfoque sistémico, estratégico y participativo que ha posibilitado que el avance en relación a la gestión de los procesos de la educación se este produciendo de forma continua y consistente.

    En esta organización se han establecido los sistemas de Dirección por Objetivos y de Dirección de Proyectos de Investigación e Innovación, los cuales ha transitado por un período de maduración y a pesar de las insuficiencias que aún presentan han permitido de conjunto dinamizar los procesos de la educación, fundamentalmente los relativos a la investigación científica.

    Además, de manera gradual pero coherente se ha ido revelado la importancia y la necesidad del estudio y perfeccionamiento de los referidos procesos y de sus actividades para la obtención, desarrollo y transferencia de los productos y servicios científico-técnicos donde el control de gestión para la toma de decisiones desempeña un papel fundamental.

    Por otra parte, el gran número de interrelaciones entre los sistemas de dirección y los sistemas de gestión que operan en la institución han evidenciado el carácter multifacético e inherente a los sistemas sociales complejos, en particular las instituciones científico-académicas. De aquí la necesidad de la combinación del método científico de investigación de la modelación cibernética y la teoría de los sistemas de información para la profundización iterativa en la esencia del objeto que se investiga a partir de su estructura interna asociada a los procesos que tienen lugar en la institución y que ha sido configurada en gran medida por el nivel de utilización de las tecnologías de la información y las comunicaciones asociadas al desarrollo de la informática y la telemática.

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    Datos del autor:

    Orlando Enrique Sánchez León

    Dpto.:Computación y Matemática Aplicada.

    Dirección de Innovación Tecnológica.

    Institución: Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria.

    Ministerio de Educación Superior, Cuba.

    Experiencia: 11 años.

    Estudios:

    El autor de este artículo es graduado de Cibernética-Matemática de la Universidad de La Habana. A partir del año1994 ha laborado como investigador en Computación en la Dirección de Innovación Tecnológica del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria. En los últimos tres años ha trabajado en el desarrollo de un modelo informacional para el control de gestión de productos y servicios de la actividad científica en entidades de la educación superior cubana. Actualmente, culmina un doctorado en el Centro de Referencia para la Educación Avanzada del Instituto Superior Politécnico "José Antonio Echeverría" en la especialidad de Tecnología en la Educación.

    Categoría: Administración y finanzas: Recursos humanos.