Estudio de los factores que determinan los peligros de inundaciones (página 2)
Enviado por Sara Bonilla
Este trabajo permitió recopilar gran cantidad de información sobre las distintas definiciones y clasificaciones que existen con respecto a los desastres, las inundaciones y los peligros la que se encontraba dispersa. Es posible conocer también la relación que existe entre los componentes del paisaje y las inundaciones y los factores que acentúan las mismas. A través de este análisis se puede determinar las zonas que se encuentran más expuestas a estos peligros y planificar de una mejor manera estas zonas, evitando el desarrollo socioeconómico en estos lugares, impidiendo así pérdidas económicas y de vidas al país.
Materiales y Métodos
Para la realización de este trabajo fue necesario realizar una extensa revisión bibliográfica acerca de las distintas definiciones que existen de desastres, peligros e inundaciones, se consultaron varios documentos para determinar los factores de peligrosidad a considerar y se realizó un análisis cartográfico de los mapas temáticos de suelo, uso del suelo, geología y vegetación en formato digital a escala 1:250 000 para determinar las áreas más expuestas a las inundaciones objeto de estudio.
Para elaborar el presente trabajo se emplearon diversos materiales, los que se procesaron de manera diferente en correspondencia con sus especificidades, entre los que se destacan:
1. Mapa temático de geología, suelo, uso del suelo y relieve a escala 1:250 000 en formato digital facilitado por la Dirección Provincial de Planificación Física de la provincia de La Habana.
2. Mapa geomorfológico de La Habana y Ciudad Habana a escala 1: 250 000 elaborado por el Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía.
3. Artículos publicados en sitios de Internet relacionados con el tema.
4. Trabajos de Cursos y Tesis de Maestrías que abordan el tema.
5. Informes elaborados por organizaciones como el PNUMA, la OMM y la OPS entre otras.
6. Informes técnicos de los diferentes organismos referentes al tema de estudio.
Capítulo 1.
"Las inundaciones como peligro natural"
La década de 1990 fue designada por la ONU como Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales. Sin embargo, fenómenos como la sequía, los incendios forestales, las inundaciones, los deslizamientos de tierra, las tormentas tropicales, los sismos y las erupciones volcánicas han alterado el equilibrio natural de los ecosistemas, cobrado un creciente número de víctimas y pérdidas económicas que comprometen la evolución de muchos países, sobre todo los más pobres.
En nuestro planeta cerca de 700 mil personas perdieron la vida en el período comprendido entre 1991 y el 2000, producto de los desastres naturales ocurridos durante estos nueve años .Dicha cifra se encuentra por debajo de la registrada en la década anterior, pero la cantidad de eventos, la intensidad, la población afectada y las pérdidas económicas rebasaron en creces los niveles observados en los años ochenta. De un promedio de 147 millones de afectados entre 1981 y 1990, aumentó a 211 millones de 1991 al 2000. (PNUMA/CEPAL, 2001)
La intensificación de los desastres naturales es notable sobre todo en aquellos relacionados con el clima, o desencadenados por fenómenos hidrometeorológicos extremos, que representan un poco más de la mitad de los mismos; estos causan más del 90% de las víctimas y cerca del 85% del total de las pérdidas económicas determinadas. Más del 90% de las personas víctimas de desastres se localizaron en países desarrollados. (PNUMA/CEPAL, op.cit.)
Por su parte en América Latina y el Caribe, donde se encuentra enclavado nuestro país, entre los años de 1970 -2001 los desastres dejaron un saldo aproximado de 246.569 de pérdidas de vidas humanas y 144.9 millones de personas afectadas con daños económicos superiores a los 69.600 millones de dólares. (PNUMA, 2003)
Se estima que en la década de los noventa fallecieron 75.289 personas por desastres relacionados con eventos naturales. En las últimas tres décadas del siglo XX las muertes ocurrieron principalmente debido a los terremotos (47.2% del total), inundaciones (18.5 %), tormentas y huracanes (14.0%), erupciones volcánicas (9.3%), epidemias (6.2 %) y los deslizamientos (4.1 %). (PNUMA, op.cit.)
Entre los eventos más devastadores de la región se encuentran: los efectos del Niño entre 1997-1998; el huracán Mitch, que afectó Centroamérica en 1998: el terremoto de Colombia y los deslizamientos producidos en el Estado de Vargas en Venezuela, en 1999 y el terremoto de El Salvador en el 2001.
Entre 1990 y el 2001 las pérdidas ascendieron a los 33.400 millones por los desastres naturales que acaecieron durante este tiempo. (Ver Anexos 1 y 2).
Los eventos geológicos han sido la causa que registra el mayor número de víctimas fatales en América Latina y el Caribe, con un estimado de 116.380 víctimas. (PNUMA, op.cit.). Por su parte los eventos hidrometeorológicos representan la segunda causa de pérdidas de vidas humanas en la región, con un 36.6% de las víctimas mortales. La tercera causa de mortalidad por desastres de origen natural son las epidemias, con un 6.2% del total de personas fallecidas en esta región. Casi un 28% de la mortalidad es ocasionada por la ocurrencia de desastres tecnológicos, como el derrame de sustancias peligrosas, colapsos de edificios e incendios. (Ver anexo 3)
Nuestro país es afectado cada año por una serie de fenómenos hidrometeorológicos, como la llegada de frentes fríos y ciclones tropicales. Estos últimos son causantes de grandes pérdidas económicas como consecuencia de los fuertes vientos y las abundantes precipitaciones que estos traen consigo. Desde finales del siglo XX y principios de XXI nuestro gobierno con una mayor preparación de la población ha logrado disminuir las pérdidas de vidas humanas causadas por estos fenómenos con respectos a otros países.
En los últimos años hemos afrontado fuertes fenómenos meteorológicos como el Michelle en el 2001 de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, el Isidore y el Lili en el 2002 ambos con categoría 2, Charley en el 2004 de categoría 3, Iván "El terrible" con categoría 5, el Dennis en el 2005 con 4 en la referida escala y el Wilma en el 2005 con categoría 3, que aunque no cruzó por encima de nuestro territorio, causó grandes inundaciones por penetraciones del mar en el litoral norte habanero.
En el año 2003, según expresa las Naciones Unidas en el informe sobre la Aplicación de la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres, ocurrieron más de 700 desastres asociados a peligros naturales, que dejaron 75 mil muertos, 250 millones de damnificados y más de 65 mil millones de dólares en pérdidas económicas. Ejemplo de ello son las 26 mil muertes ocurridas en Bam, Irán, a causa del terremoto que se produjo en diciembre del 2003. Por su parte en China 46 millones de personas han sido afectadas a causa de las inundaciones desde el comienzo del 2004. Gran cantidad de personas fueron seriamente afectadas como consecuencia de las repentinas inundaciones que ocurrieron en República Dominicana y Haití.
La pobreza, la degradación de las condiciones del medio ambiente y la falta de preparación para afrontar situaciones extremas influyen enormemente en la conversión de los peligros naturales en terribles desastres. (ONU, 2004)
Los desastres
Generalmente se denomina así a un acontecimiento o serie de sucesos de gran magnitud, que afectan gravemente las estructuras básicas y el funcionamiento normal de una sociedad, comunidad o territorio, ocasionando víctimas y daños o pérdidas de bienes materiales, infraestructura, servicios esenciales o medios de sustento a escala o dimensión más allá de la capacidad normal de las comunidades o instituciones afectadas para enfrentarlas sin ayuda.
Es una situación catastrófica en que los patrones normales de vida han sido interrumpidos y se requieren intervenciones extraordinarias de emergencia para salvar y preservar vidas humanas, sus medios de sustento, los recursos económicos y el medio ambiente (MES, 2003).
Ricardo Seco en su Tesis de Maestría titulada "El enfoque físico-geográfico para el estudio de los peligros naturales en el ejemplo de la provincia Ciudad de La Habana" (Seco, 1996) expresa algunas definiciones como la de Barret y Lamn, que considera al
desastre como un efecto dañino sobre la sociedad producto de un peligro que ha excedido un nivel crítico, por su parte en ese mismo material se encuentra la dada por Rahn, en la que se define al desastre como la realización de un peligro. (Seco, op.cit.)
En el libro de Geomorfología (Seco, 2004), plantea que un desastre natural no es más que una situación de pérdidas de vidas humanas y de daños materiales que afectan el funcionamiento parcial o total de la sociedad, como consecuencia de un peligro que ha excedido un nivel crítico.
Los desastres no son más que alteraciones intensas de las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente, causado por un suceso natural o generado por el hombre, el que puede exceder la capacidad de respuesta de la comunidad afectada. (Roque, 2006)
Los desastres son el resultado de la combinación de un evento natural y la vulnerabilidad de una población (Bedell, 1998).
Alfonso (2005) por su parte considera que desastre no es más que un evento de origen natural (terremotos, erupciones volcánicas, etc.) o de origen tecnológico (incendios, accidentes industriales etc.) o provocados por el hombre que ocurren en la mayoría de los casos de forma inesperada, provocando alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y/o el medio ambiente.࠼/font>
Se considera como desastres a un siniestro o desgracia pública que en el momento de su ocurrencia, supera la capacidad de atención social de los recursos humanos y tecnológicos disponibles por las autoridades del territorio afectado. También es considerado como un evento repentino calamitoso el cual puede producir daños significativos en los bienes materiales, así como desamparo y sufrimientos como resultados de eventos naturales y tecnológicos. (Hernández, 2003)
Es considerado también como un suceso de una magnitud que destruye las estructuras básicas y el funcionamiento normal de una sociedad (comunidad), ocasionándole pérdidas de vidas humanas, material o ambiental, que sobrepasan la capacidad de la misma para dar respuesta utilizando sus propios recursos. (Lewis y Hernández, 2006)
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 1999) los desastres no son producto del azar, sino la manifestación de un fenómeno o evento de origen natural o provocado por el hombre, que se presenta en un espacio y tiempo limitado ocasionando trastornos en los patrones normales de vida y pérdidas humanas, materiales y económicas debido a su impacto sobre poblaciones, edificaciones, recursos vitales o el ambiente.
Se asume en el presente trabajo, el concepto propuesto por United Nations Environmental Program (UNEP) que expresa: "Un desastre es un evento o una serie de eventos que interrumpen el funcionamiento normal de la sociedad o los ecosistemas, provocando daños no solo a las personas sino también al ambiente construido y el natural, en una escala que sobrepasa la capacidad de los afectados para enfrentar la situación sin apoyo externo. (UNEP, 2004).
Se ha tomado esta definición, pues las anteriores tienden a ser antropocentristas, es decir hacen referencia al hombre como elemento fundamental para que exista un desastre y no siempre es así, pues puede producirse un desastre en el que no exista pérdida de vidas humanas y económicas y sin embargo, el grado de afectación a plantas y animales del territorio sea extremo.
Clasificación de los desastres
Según la Directiva No. 1 del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de la República de Cuba (2005) los desastres, atendiendo a su origen, pueden ser:
Naturales: se encuentran los ciclones tropicales, tormentas locales severas, penetraciones del mar, sismos, intensas sequías, incendios en áreas rurales etc.
Tecnológicos: conformados por los accidentes catastróficos del transporte, accidentes con sustancias peligrosas, derrames de hidrocarburos, derrumbes de edificaciones y rupturas de obras hidráulicas.
Sanitarios: aparición de enfermedades que pueden ocasionar epidemias, plagas cuarentenarias, epizootias y epifitas.
Según recopilación del Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba, los desastres se pueden considerarse de la siguiente forma (Hernández, 2003):
Por acciones bélicas: (derrumbes, explosiones, incendios, hambruna, contaminación química, radioquímica y biológica)
Naturales: (huracanes, intensas lluvias, tsunamis, erupciones volcánicas, sequías intensas, epidemias, heladas, granizadas, deslizamientos de tierras)
Desastres tecnológicos: (escape de sustancias tóxicas, derrame de hidrocarburos, accidentes químicos, accidentes radiológicos y nucleares)
Desastres ocasionados por negligencias del hombre: (accidentes aéreos y navales, roturas de presas, explosiones, epidemias, incendios en zonas residenciales)
Si se definen atendiendo a sus causas, estos pueden ser (Roque, 2006):
Naturales
Tecnológicos
Los desastres naturales: son los producidos por las fuerzas de la naturaleza y estos pueden ser:
Generados por procesos dinámicos en el interior de la tierra como: sismos, tsunamis y erupciones volcánicas.
Generados por procesos en la superficie de la tierra como: inundaciones, sequías, heladas, tormentas, huracanes entre otros.
Generados por fenómenos meteorológicos o hidrológicos: inundaciones, sequías, tormentas, granizadas, huracanes.
De origen biológicos: plagas, epidemias.
Por su parte los desastres tecnológicos son aquellos donde la mano del hombre se encuentra implícita para que ocurra, entre este tipo se puede considerar los incendios, las explosiones, las guerras, la contaminación ambiental, el terrorismo, entre otros.
Atendiendo a la velocidad con la que se producen pueden ser de: (www.tecnociencia.es/especiales/desastres/impacto_economico.htm)
Impacto súbito o inicio inmediato, en este caso se encuentran los terremotos, los tsunamis, los tornados, los huracanes, etc.
Inicio lento o crónico, como pueden ser la sequía, la hambruna, la desertificación, deforestación, las plagas, entre otros.
Si se analizan desde el punto de vista de las pérdidas que ocasionan, pueden dividirse en: (www.tecnociencia.es/especiales/desastres/impacto_economico.htm)
Costo directo: daños a la infraestructura económica (transporte y suministro de energía y agua potable) y social (viviendas, escuelas, hospitales), así como también el daño material donde se incluye el daño al capital productivo (plantas industriales y cultivos en pie)
Costos indirectos: trastornos secundarios que afectan la oferta de los bienes y servicios por la destrucción o daños de las instalaciones e infraestructura y la pérdida de ganancias por la poca generación de ingresos.
Efectos secundarios: son las repercusiones a corto y largo plazo en toda la economía y en las condiciones socioeconómicas, como la magnitud e incidencia de la pobreza, el endeudamiento externo, las consecuencias del traslado o la reestructuración de ciertos elementos de la economía o la población activa.
Los peligros
El vocablo peligro según la Real Academia de la Lengua Española viene del latín periculum el cual significa riesgo o contingencia de que suceda algún mal, también se refiere a lugar. Paso u obstáculo en que aumenta la incidencia del daño.
La probabilidad de ocurrencia dentro de un período de tiempo específico y para un área determinada de un fenómeno de origen natural, tecnológico o provocado por el hombre con consecuencias potencialmente destructoras es considerada como peligro según Alfonso (2005).
También se pueden considerar como peligros, aquellos elementos del medio ambiente que son peligrosos al hombre y que están causados por fuerzas extrañas a él. En muchos países de Latinoamérica se utiliza el término amenaza como sinónimo de peligro, es por ello que en mucha de la bibliografía consultada se habla indistintamente de ambos términos.
Según Seco (2004), se considera como peligro o amenaza un fenómeno natural o antrópico que puede afectar la vida humana, las propiedades o las actividades de la sociedad. En su tesis de maestría "El enfoque físico-geográfico para el estudio de los peligros naturales en el ejemplo de la provincia Ciudad de la Habana" (Seco, 1996), aparece una serie de definiciones como la de Varnes quien define el peligro como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno potencialmente dañino dentro de un período específico de tiempo y dentro de un área.
Según el Centro Regional de Información sobre Desastres (CRID) el peligro no es más que la probabilidad de que algún fenómeno de origen natural o humano, se produzca en un determinado tiempo y espacio. Peligro potencial de que las vidas o bienes materiales humanos sufran un perjuicio o daño.
Por su parte este mismo centro asume como amenaza tecnológica la presencia de un factor que pone en peligro al ser humano, sus obras y medio ambiente, dada la posibilidad de que se generen accidentes tecnológicos.
Probabilidad de que se produzca en un período determinado y en una zona dada un fenómeno particularmente nocivo cuya magnitud, intensidad, frecuencia, duración y posibilidad de ocurrencia amenacen con daño al hombre, su entorno, o sus fuentes de vida. (MES, 2003)
Cuando se habla del peligro ante un desastres se hace referencia a la probabilidad de la ocurrencia de un evento extremo, de origen natural o tecnológico, particularmente nocivo, que puede producirse en un lugar y momento determinado y con una magnitud, frecuencia, intensidad y duración dada, afectando desfavorablemente la vida humana, la economía o las actividades de la sociedad al extremo de provocar un desastres.
Si se hace referencia al campo tecnológico se hace alusión a elementos con fuerzas potencialmente peligrosas que al ser desencadenadas por alguna causa específica causen una situación de desastre. (MES, 2003)
Es considerado también como la susceptibilidad que presenta un territorio ante un desastre, por tanto, este depende tanto de las características físico – geográficas como socio – económicas del mismo, y éstas a su vez del desastre que sea factible que ocurra (Sánchez y Batista, 2005).
Las definiciones de peligros dadas anteriormente tiene al hombre como el que más se perjudica ante la ocurrencia de un fenómeno natural. Sin embargo, muchas veces es el propio hombre quien influye ante una situación de peligro como lo es cuando se asienta aguas abajo de una presa, pues ese pueblo se encuentra en peligro ante una rotura del muro de contención de la presa, lo es también cuando se encuentran en zonas bajas las cuales se inundan de forma periódica.
Clasificación de los Peligros o Amenazas
Existen diferentes tipos de clasificaciones de los peligros o amenazas las cuales siguen varios criterios.
El CRID plantea que los peligros pueden ser de tres tipos según su origen:
Geológicos: (tierra), se encuentran los sismos, las erupciones volcánicas, las avalanchas, los deslizamientos.
Hidrometeorológicos: (agua), tales como las inundaciones, huracanes, lluvias intensas.
Tecnológicos: (cultura humana), ruptura de un poliducto, incendio a los desechos tóxicos de la actividad agrícola, o industrial y otras acciones del hombre que elevan la probabilidad de los desastres.
Por su parte Verstappen (en Seco, 1996) plantea que los peligros pueden ser:
? Exógenos: inundaciones, sequías, deslizamientos, avalanchas
? Endogenéticos: vulcanismos, sismos
? Antropogenéticos: colapso de estructuras, terremotos por la construcción de grandes embalses, subsidencia por extracción de petróleo.
También aparece la dada por Galli de Paratesi, quien los clasifica en: geológicos: sismos, vulcanismo, deslizamientos, tsunamis, erosión; hidrológicos: inundaciones, sequías, nevadas, avalanchas; oceanográficos: inundaciones costeras, contaminación marina, ascenso del nivel del mar; meteorológicos: precipitaciones, tormentas locales severas, ciclones tropicales, mareas de tormenta, tiempo invernal severo, congelamiento; biológicos: incendios forestales, muerte de plantas, desertificación, plaga de langostas.
Según Ayala (Seco, 1996) según su origen también se clasifica en:
Las inundaciones
El término inundación proviene del verbo inundar, proveniente del latín inundare: dicho del agua: Cubrir los terrenos y a veces las poblaciones. Este fenómeno ha provocado en el siglo XX unas 3.2 millones de pérdidas de vidas humanas lo que representa la mitad de los fallecidos por desastres naturales a nivel mundial, así como también trae consigo pérdidas millonarias en la economía de los países. www.esi.unav.es/asignaturas/ecologia/Hipertexto/08RiesgN/130Inund.htm
Según Ferro (1982) describe las inundaciones como estado en el que el cauce de la corriente se llena y pasado el nivel se desbordan las aguas, inundando así zonas que normalmente no lo están.
Se habla de inundaciones cuando existe una sumersión bajo agua de una zona terrestre que normalmente no está cubierta por la lámina de agua, debido a un cambio relativamente rápido del nivel de la masa de agua en cuestión (Ollero, 2002).
El sumergimiento temporal de terrenos normalmente secos, como consecuencia de la aportación inusual y repentina de una cantidad de agua superior a la que es capaz de drenar el cauce, es también conocido como inundaciones o flood en inglés. (www.rinamed.net/es/es_ris_inun.htm)
También se hace alusión a los fenómenos hidrometeorológicos que generan lluvias intensas que provocan inundaciones ya sea por la deficiencia del drenaje del territorio o que la magnitud del escurrimiento rebasa la capacidad de conducción de los cauces, provocando el desbordamiento.
Se puede considerar como invasiones lentas o violentas de las aguas de un río, un lago u otros, que sumergen las tierras de las orillas cubriendo de agua las zonas aledañas. Así lo expone Roque (2006).
Por su parte, para la Organización Meteorológica Mundial no es más que el desbordamiento del agua por encima de los límites normales de una corriente o de otra masa de agua por drenaje sobre zonas que no están normalmente sumergidas.
También se define como inundación a la sumersión del agua en zonas o áreas que en condiciones normales se encuentran secas, por el ascenso temporal de un río, lago o laguna. www.crid.or.cr/digitalizacion/pdf/spa/doc12847/doc12847-contenido.pdf
El CRID parte de que inundación no es más que: la ocupación por el agua de zonas o áreas que en condiciones normales se encuentran secas. Se producen debido al efecto del ascenso temporal del nivel del río, lago u otros.
En cierta medida, las inundaciones pueden ser eventos controlables por el hombre, dependiendo del uso de la tierra cercana al cauce de los ríos. www.crid.or.cr/crid/MinikitFloods/articulo_inundaciones.html
Según el sitio www.cne.go.cr/educacion/Modulo_sobre_Inundaciones.htm las inundaciones no son más que el sumergimiento del agua en zonas o áreas que en condiciones normales se encuentran secas, producto al ascenso temporal del nivel de las aguas de un río, lago u otro reservorio.
Se puede plantear también que es el efecto generado por el flujo de una corriente cuando sobrepasa las condiciones que le son normales y alcanza niveles extraordinarios que no pueden ser controlados en los vasos naturales o artificiales que la contienen, lo cual deriva ordinariamente los daños que ocasiona en zonas urbanas, tierras productivas y en general en valles y sitios bajos. (MES, 2003)
Las inundaciones no son más que cantidades variables de agua, debido a muy diversas causas, que invaden gradual o repentinamente áreas que normalmente deberían encontrarse secas (Lewis y Hernández, 2006).
Cuando se habla de inundación existen muchos criterios y definiciones acerca del tema, pero todos ellos coinciden en que es un fenómeno en el cual producto de un aumento considerable y repentino del nivel de las aguas en los ríos, lagos y otros cuerpos de agua, sumergen las tierras que habitualmente no se encuentran cubiertas por estas; por lo que la autora del trabajo adopta como definición la dada anterior mente que resume de forma general los diversos criterios existentes.
1.3.1 Clasificación de las inundaciones
Las inundaciones pueden ser clasificadas de acuerdo a diversos criterios como el impacto de las crecidas, el origen, las pérdidas que ocasionan, la frecuencia con que ocurren entre otros.
Si se analizan las inundaciones atendiendo a los lugares donde se producen pueden ser: costeras, fluviales, lacustre y pluviales, según se registren en las costas marítimas, en las zonas aledañas a las márgenes de los ríos y lagos y en terrenos de topografía llana a causa de las lluvias excesivas y a la inexistencia o defecto del sistema de drenaje respectivamente (MES, 2003).
Si se clasifican atendiendo a su origen, estas pueden ser: (www.rinamed.net/es/es_ris_inun.htm)
Por precipitaciones "in situ"
Por avenidas o desbordamiento de los ríos, lagos o marismas, provocadas o potenciadas por precipitaciones, deshielo, obstrucción de los lechos de los ríos o la acción de mareas y vientos.
Por rotura o por operación incorrecta de obras de infraestructura hidráulica.
Teniendo en cuenta el impacto de la crecida de los ríos las mismas pueden ser: (www.rinamed.net/es/es_ris_inun.htm)
Inundación ordinaria: es la que se produce cuando el caudal del río aumenta de tal forma que puede alterar el ritmo de vida cotidiano, afectar infraestructuras no permanentes situadas en el río (Ej. pasarelas) o invadir pasos para el cruce del río. Sin embargo, no produce daños materiales mayores.
Inundación extraordinaria: se produce cuando el río se desborda y aunque afecta el desarrollo de la vida ordinaria y produce algunos daños, no genera destrucción completa de infraestructuras. Estas inundaciones pueden ser locales o muy extensas.
Inundación catastrófica: aquella que produce pérdidas materiales graves, como destrucción total o parcial de puentes, molinos u otras infraestructuras, pérdidas de ganado y cosechas.
Si se tiene en cuenta la frecuencia con que ocurren las mismas estas pueden ser según el sitio http://educacionmedica.pri.sld.cu/defensa/inundaciones.htm:
Frecuentes: cuando ocurren cada 50 años
Ocasionales: cuando ocurren en un período de 50 a 100 años
Excepcionales: cuando ocurren en un período de 100 a 500 años
Si se analizan teniendo en cuenta los factores que las provocan existen dos tipos (Seco, 1996):
Factores Naturales: pueden ser por causas climatológicas (lluvias intensas, fusión de nieves), o la combinación de la anterior y otros factores (inundaciones en estuarios, costas) y otros (tsunamis producidos por sismos, desbordamiento de lagos por entrada de masa sólidas).
Factores Antrópicos: pueden ser por la falla o rompimiento de obras hidrotécnicas (diques fluviales, cortinas de presas), cambios del uso de la tierra y la extracción del minerales del subsuelo.
Otro factor que permite clasificar las inundaciones son los daños causados por estas y pueden considerarse de tres tipos: (S/A1)
Directos: ocurren daños a las propiedades y producción tales como la agricultura, la ganadería, la industria, entre otros.
Indirectos: pérdida de los servicios y productos de una región, derivada de la interrupción temporal de la producción agropecuaria de forma temporal.
Intangibles: daños a la economía que no se pueden cuantificar y no pueden ser repuestos. En este grupo se encuentran los heridos las muertes y los efectos psicológicos o emocionales de los afectados.
Si se ven desde el punto de vista de la velocidad que se demora en ocurrir las inundaciones estas pueden ser: súbitas, que suelen presentarse en zonas de piedemonte, con una corriente de agua con tanta fuerza que es capaz de arrasar
todo lo que encuentre a su paso, esta representa su principal característica. Por su parte, las que se producen de forma lenta se caracterizan por ocurrir en lugares planos, zonas costeras y partes bajas de las cuencas hidrográficas; el nivel de anegamiento en estos casos, se mantiene por un tiempo más prolongado y en un área mayor.
Capítulo 2.
"Factores de peligrosidad de las inundaciones"
Al igual que el resto de los fenómenos naturales, las inundaciones ocasionan modificaciones al paisaje natural, afectaciones en las propiedades e infraestructura económica y social, daños en las vías de comunicación, en los cultivos, pérdidas de vidas humanas e incluso afectaciones a la salud pública con el desarrollo de enfermedades y epidemias.
Los daños producidos por ellas se agudizan en los sectores más vulnerables de la sociedad (llámese así aquellas personas con pocos recursos económicos), los cuales se asientan en zonas periféricas de las grandes ciudades a donde llegan en busca de mejoras económicas y empleos. Estas zonas en muchas ocasiones se encuentran cercanas a los ríos, al pie de las laderas de las montañas haciendo que se encuentren proclives a sufrir algún peligro natural.
En los países desarrollados también existen zonas expuestas a los peligros naturales, como consecuencia del creciente aumento de la urbanización de las ciudades, que provoca la expansión hacia zonas no favorables.
Dentro de las inundaciones se pueden distinguir las inundaciones fluviales, las pluviales causadas por mal drenaje y las inundaciones costeras o por penetraciones del mar.
A continuación se analiza en qué consisten las pluviales y las producidas por penetraciones del mar, así como los factores de peligrosidad de las mismas.
2.1 Las inundaciones pluviales
Las inundaciones pluviales son aquellas que se producen como consecuencia del mal drenaje de un territorio ante lluvias extremas, como causa de la acumulación de las mismas. Su ocurrencia está determinada por factores naturales y antrópicos. Estos factores serán analizados a continuación.
2.1.1 Factores de peligrosidad de las inundaciones pluviales.
Los factores de peligrosidad son un conjunto de factores que influyen en la intensidad con que se va a manifestar un determinado peligro y los efectos que tendrán en la sociedad.
Las inundaciones pluviales son fenómenos naturales que ocurren por la combinación de factores naturales (suelo, vegetación, relieve etc.) y antrópicos (cambio del uso del suelo, urbanización etc.). A continuación se conocerán cada uno de los factores que influyen en estas inundaciones de forma general.
Factores geológicos
Dentro de los elementos de la geología a tener en cuenta para analizar la peligrosidad por inundaciones pluviales en un territorio determinado se encuentra la litología y dentro de ella específicamente el grado de permeabilidad de las rocas.
Para ello se debe analizar primeramente qué rocas constituyen la zona de estudio. Posteriormente se analizará el grado de permeabilidad de las mismas de acuerdo con la clasificación propuesta por J. L. Batista (Seco, 1996), la cual agrupa los distintos tipos de rocas según la permeabilidad en tres grupos o categorías que se manifiestan seguidamente.
Rocas permeables: arenas, guijarros de las playas, bancos de tormentas, arenas aluviales, areniscas y calcarenitas fisuradas, brechas, conglomerados, conglobrechas, olitostromas, mármoles, complejos caóticos, areniscas vulcanomícticas, concreciones calcáreas e intercalaciones flyshoides.
Rocas medianamente permeables: arenas gravas, eoleanitas, arenas abigarradas, grauvacas, tobas, tufitas, andesitas, aleurolitas, margas, argilitas, esquistos y tobas metamorfizadas, calizas, meta-areniscas, metavulcanitas, serpentinitas, piroxenitas, peridotitas y dunitas serpentinizadas, rocas ultrabásicas metamorfizadas.
Rocas impermeables: depósitos carbonatados, terrígenos y turbosos de pantanos, diques de basalto, granodiorita, dioritas, dioritas porfíricas, dioritas cuarcífero-monsonitas, plagio-granitos, granodeoritas-dioritas cuarcíferas, cuarzo-dioritas porfíricas, granitos biotito-moscovítico, complejo basalto-toleítico, limos y arcillas, gabros.
Teniendo en cuenta esta clasificación se puede saber si el territorio a estudiar desde el punto de vista geológico es propicio para que se produzcan inundaciones pluviales o no, pues donde se encuentren rocas impermeables será más lenta la infiltración y por tanto mayor contenido de agua quedará depositada sobre la superficie, no siendo así en las rocas permeables, donde las precipitaciones se infiltran más rápidamente impidiendo así la acumulación de agua en la superficie.
Factores geomorfológicos
Cuando se analiza el relieve se deben tener presente los índices geomorfológicos y dentro de este específicamente los morfométricos, entre los que se encuentra el ángulo de la pendiente.
Este índice es de gran importancia a tener en cuenta en los estudios de las inundaciones pluviales, debido a que en dependencia de la inclinación que posea la superficie terrestre, será la velocidad que tome el escurrimiento superficial
Si en el área a estudiar se encuentra una pendiente muy inclinada se obtendrá entonces que el flujo de agua correrá más rápidamente, será más difícil que parte de la lámina de agua pueda infiltrar hacia el interior y por tanto, mayor cantidad de agua llegará a la base de la pendiente pudiendo ocasionar inundaciones.
Si por el contrario, se encuentra en una superficie donde la inclinación es poca, el flujo de agua que se desplazará sobre la misma lo hará de forma más lenta, posibilitando a su vez que parte de esta pueda infiltrarse, llegando menos cantidad de agua al pie de la elevación y evitando la acumulación de las aguas en zonas bajas y poco permeables.
También se debe tener en cuenta la altura sobre el nivel del mar, pues en dependencia de la misma el territorio será más o menos susceptible ante una inundación pluvial. Un territorio bajo se encontrara más expuesto a las inundaciones no solo pluviales sino también fluviales, mientras que un territorio con una determinada altura se encuentra menos expuesto a este tipo de riesgo.
Factores meteorológicos
Entre las variables meteorológicas existentes solo se tendrá en cuenta en este epígrafe las precipitaciones, por influir de forma directa sobre las inundaciones pluviales. Mientras mayor sea la cantidad de precipitaciones que ocurran en un área, mayor será la posibilidad de que ocurra una inundación.
Al analizar las precipitaciones se debe tener en cuenta la intensidad y la duración de las mismas y también el volumen o cantidad total, pues si son escasas y caen en un período de tiempo corto, pueden no provocar inundaciones, si por el contrario son abundantes y ocurren en un período prolongado, si pueden favorecer la ocurrencia de las mismas.
Factores hidrológicos
Entre los elementos a tener en cuenta se encuentra la profundidad del nivel freático, pues en zonas donde este se encuentre cercano a la superficie, menor espesor tendrá la capa de suelo no saturada y menos cantidad de agua absorberá. Por el contrario si se está en presencia de un territorio cuyo nivel freático se encuentra bien profundo la capa de suelo no saturado será mayor, por lo que mayor cantidad de agua absorberá. Aunque aquí también juegan un papel importante el tipo de suelo y las rocas que existan en el lugar.
Factores edafológicos
Entre los factores edafológicos se encuentran las propiedades físico-mecánicas de los suelos y dentro de estas la permeabilidad, que no es más que la velocidad con que el agua se infiltra a través de los horizontes del suelo.
De acuerdo con la composición de los suelos, estos pueden absorber mayor cantidad de agua como es el caso de los suelos permeables o por el contrario absorber menor cantidad de agua como sucede con los suelos impermeables.
Si se halla en presencia de un suelo con mucho contenido de arcilla, menos cantidad de agua logra pasar a los horizontes inferiores, por tanto se infiltra menos y escurre mayor cantidad de agua; todo lo contrario sucede en un suelo que posea gran contenido de arena, el cual permite que gran parte del agua que precipita pase a los horizontes inferiores logrando el humedecimiento de estos y por tanto menor es la escorrentía superficial.
Factores biogeográficos
Si se analizan los factores biogeográficos se centrarán en la vegetación, la cual juega un papel fundamental en las inundaciones pluviales. La cobertura vegetal de un territorio protege al terreno de la erosión provocada por el escurrimiento, pues la infiltración es mayor, a su vez actúa como una barrera natural que me regula la cantidad de agua que llegará de forma efectiva al suelo, ya que parte de las precipitaciones queda en las hojas de los árboles, (este fenómeno se conoce con el nombre de intercepción) y va a depender de la densidad y naturaleza de la vegetación. También la vegetación impide que las gotas de agua caigan de manera directa sobre el suelo, lo que provoca la compactación del mismo y como consecuencia la disminución de la permeabilidad, evitando la erosión por impacto producida por las gotas de agua cuando impactan sobre el suelo.
Factores antrópicos
Entre estos factores se pueden destacar la acción de asfaltar superficies cada vez mayores, lo que impide que el agua proveniente de las precipitaciones se infiltre y como consecuencia el escurrimiento será mayor y más rápido ocasionando, lo que se le conoce como inundaciones rápidas. Se pude mencionar también la tala de los bosques y su sustitución por otros cultivos, lo que facilita la erosión y la llegada de gran cantidad de sedimentos a cauces y lagos, que intensifica la ocurrencia de las inundaciones.
Otro aspecto a tener en cuenta es el relleno de los ponores o grietas que se encuentran presentes en los terrenos cársicos y que impiden que el flujo de agua sea evacuada al interior del macizo cársico, propiciándose así que se produzcan inundaciones. Si estas formas de absorción cársicas son selladas, entonces el agua queda estancada y se produce una acumulación de agua. Otra actividad económica que influye en las inundaciones es la excesiva ganadería, pues esta provoca la compactación del suelo, lo que afecta su permeabilidad y como consecuencia disminuye la infiltración del mismo considerablemente.
Las inundaciones por penetraciones del mar
Las inundaciones por penetraciones del mar ocurren por la sobreelevación del nivel medio del mar, lo que hace que este penetre tierra adentro, afectando zonas emergidas y devastando todo lo que encuentre a su paso. Esta elevación del nivel del mar reduce la capacidad de desagüe de los ríos que se encuentran crecidos agravándose el proceso. (Ollero, 2002)
Esta situación se agrava por las deformaciones del drenaje natural, la presencia de terrenos bajos, la deforestación y la ausencia o deficiencia de los drenajes de las zonas urbanas entre otras causas.
Estas causan anualmente graves daños, como la socavación de los cimientos en los edificios costeros, el naufragio de las embarcaciones, la demolición y destrucción de instalaciones portuarias, la rotura de las obras de defensa costera, la erosión de las playas y acantilados y en muchos casos pérdidas de vidas humanas; muchas veces provocados por las fuerzas hidrostáticas y dinámicas, es decir, el impacto directo de las olas sobre estructuras fijas (OPS, 1999)
2.2.1 Factores de peligrosidad de las inundaciones por penetraciones del mar.
Estas inundaciones son causadas por fenómenos meteorológicos, por movimientos sísmicos que originan tsunamis, por mareas de tormentas, por ascenso del nivel del mar como consecuencia del cambio climático, que al conjugarse con otros factores de
peligrosidad, como los suelos, la vegetación, la geología y la morfología del litoral y factores antrópicos (dentro de los cuales se encuentra la construcción de edificaciones cercanas a la zona costera, la tala de la vegetación original de esta zona, así como la extracción de arenas con fines económicos), todo esto trae consigo la intensificación de los daños.
A continuación se diferenciarán de forma breve los factores de peligrosidad que influyen en la ocurrencia de las penetraciones del mar.
Factores geomorfológicos
Al realizar un análisis de estos factores se deben tener en cuenta la regularidad y orientación de la línea de costa, la altura de la misma y la pendiente submarina, elementos que van a influir en la magnitud de las penetraciones del mar.
Cuando la altura de la línea de costa es elevada, las penetraciones del mar son más débiles, no siendo así cuando en costas muy bajas, las que se encuentra frecuentemente expuesta a este tipo de inundaciones. También se debe tener en cuenta la profundidad de la costa, pues en aquellas zonas donde existe poca profundidad las inundaciones son más fuertes y las aguas penetran tierra adentro. Por su parte en los lugares donde las aguas son profundas las inundaciones son menores causando menos daños a los ecosistemas y la infraestructura que allí se encuentra.
Se debe tener en cuenta la pendiente de la costa, ya que si se encuentra en presencia de una costa con una pendiente suave las penetraciones del mar serán más fuertes que las que se producen en costas con una pendiente más abrupta.
Si se analiza la regularidad de la costa se puede ver que si son regulares las penetraciones del mar serán más intensas, ya que las olas llegan al mismo tiempo a la costa. Esto no ocurre así cuando se localiza en una costa irregular, donde las olas chocan primero con los salientes perdiendo así un poco de energía.
Factores hidrometeorológicos
Entre los eventos hidrometeorológicos que generan este tipo de inundaciones se encuentran los ciclones tropicales, los frentes fríos y los "sures" (vientos de región sur asociados a las bajas extratropicales).
Los ciclones tropicales provocan un aumento temporal del nivel medio del mar, como consecuencia de la disminución de la presión atmosférica en el centro de estos organismos. Junto con este fenómeno se conjugan los fuertes vientos que acompañan a estos organismos y que soplan hacia tierra, moviendo enormes masas de agua contra la línea de costa, elevándose varios metros el nivel del mar en un sector de la costa. A esta combinación de fenómenos se le conoce con el nombre de marea de tormenta. El ancho de la faja de la costa inundada puede ser mayor, aun cuando la presión desciende considerablemente y coincide con una pleamar o marea alta.
Los sures provocan penetraciones del mar, como consecuencia de los fuertes vientos que mueven grandes masas de agua, que al conjugarse con otros elementos como la marea alta pueden agravar sus efectos. Por su parte los frentes fríos ocasionan también penetraciones del mar a causa de los vientos y las lluvias asociados que en muchos casos se consideran fuertes.
El ascenso del nivel medio del mar también influye en la magnitud las penetraciones del mar, ya que aumenta la intensidad del la inundación y como consecuencia de esta serán mayores las áreas expuestas a dicho fenómeno.
Factores edafológicos
En el caso de este factor se debe tener en cuenta, al igual que para las inundaciones pluviales, las propiedades físico-mecánicas de los suelos y específicamente la permeabilidad de los mismos, que van a determinar la cantidad de agua que es capaz de retener. Esta propiedad de los suelos es de gran importancia cuando ocurre una inundación muy fuerte y que ocupa superficies extensas.
Cuando esto sucede los suelos juegan un papel importante en la duración de las inundaciones, pues si estas se producen en zonas donde los suelos que se encuentran son permeables por tener mucho contenido de arena, el tiempo de duración de dicho fenómeno será corto, pues los mismos tiene la capacidad de absorber gran cantidad de agua. Por su parte si esto sucediera en un territorio donde los suelos que se encuentran son impermeables, el agua quedará más tiempo en la superficie, como consecuencia de la poca capacidad de retención de estos.
Factores biogeográficos
De este factor se analiza solamente la vegetación, que actúa como una barrera natural ante las inundaciones por penetraciones del mar. En los lugares donde la zona litoral se encuentra cubierta de vegetación los efectos de las penetraciones son menores, pues esta recibe de forma directa los embates de las olas evitando que el agua actué directamente sobre la superficie terrestre y que cause daños al paisaje y la economía.
Si por el contrario, esta situación ocurre en un territorio donde la costa se encuentre descubierta de vegetación, la fuerza de las olas actúa directamente sobre la zona litoral, propiciando que las aguas lleguen más lejos de la costa y que se origine una erosión en este sector de la costa.
Factores antrópicos
Dentro de los factores antrópicos se puede mencionar la construcción de obras de protección de costa, que impiden el retroceso de la línea de costa. El aumento de la urbanización de estas zonas, trae consigo la construcción de edificaciones muy cercanas a la línea de costa, lo que aumenta la erosión. También se puede mencionar la tala de la vegetación original, que como se explicó antes, actúa como una barrera de protección ante la ocurrencia de un fenómeno natural.
Capítulo 3.
Los factores de peligrosidad de la provincia de la habana
La provincia de La Habana, ubicada en la parte occidental y más estrecha de la isla, junto a la capital del país, es de las provincias de menor superficie al contar solo con una extensión de tierra firme de 5686 km2, el 5 % del país, y la mayor cantidad de municipios, diecinueve.
Su población en el 2002 alcanzaba los 713 139 habitantes el 6.3% del total nacional, lo que la convierte en la tercera provincia más densamente poblada con 124,4 hab. / Km2., sólo superada por la provincia de Cuidad de la Habana y la de Santiago de Cuba. Su grado de urbanización es de 78.4%, también entre los primeros del país. (DPPF, 2003)
En la regionalización físico–geográfica del archipiélago cubano, escala 1: 3000 000 el territorio de la provincia de La Habana pertenece a la Sub-Provincia Occidental, constituida en su mayor parte por el Distrito Habana–Matanzas con dos regiones que son: Llanuras y Alturas y Llanuras Meridionales. En su extremo occidental existe una pequeña área perteneciente al distrito Pinar del Río con tres regiones denominadas: Llanura del Norte y parte de la Sub–Región Sierra del Rosario, que pertenece a la región Cordillera de Guaniguanico, donde se encuentra la mayor altura de la provincia, El Rubí, con 380 m aproximadamente. (DPPF, 2003)
3.1 Caracterización Físico-Geográfica
Geología
En la provincia de La Habana los niveles más antiguos se encuentran al norte de la provincia, mientras que los más jóvenes al sur de la misma. Además se distinguen cuatros periodos: Cretácico (Cr), Paleógeno (Pg), Neógeno (N) y Cuaternario (Q).
El Cretácico presenta dos etapas: Cretácico Superior y Cretácico Inferior. Se muestra de forma variada y sobre todo localizada en la porción septentrional del territorio, casi todas las manifestaciones son de origen tectónico y vulcanológico. Se caracteriza por
presentar capas de margas, calcarenitas muy finamente granuladas que se fracturan y meteorizan en lajas o en grandes bloques, tobas, gravas, andesitas entre otros tipos. Se localiza en la zona del anticlinal Habana – Matanzas, la loma de la Coca y al noreste de Campo Florido entre otros.
En el Paleógeno se encuentran las etapas del Oligoceno Inferior, el Eoceno Superior, Medio e Inferior. Estos territorios presentan margas, calizas, lutitas, areniscas entre otras. Se localizan al norte del Mariel, el sur de Madruga y el suroeste de La Habana.
El Neógeno presenta dos etapas: Mioceno Medio y Mioceno Inferior. Presenta rocas carbonatadas, calizas margosas, dolomitas, calizas dolomíticas y margas calcáreas entre otras. Se puede observar en la llanura sur de la Habana.
Por su parte el periodo Cuaternario está representado por dos etapas: Holoceno y Pleistoceno. Las rocas que caracterizan a este periodo son las calizas organógenas- arrecifales, arcillas, arenas arcillosas, cuarzo, arcillas arenosas abigarradas con gravillas entre otras. Las zonas que datan de esa edad se encuentran en los municipios de Artemisa, Alquízar y noroeste de la Habana etc.
En el territorio también existen una serie de fallas como la de Caimito–Bainoa, la cual debe constituir la prolongación de la Falla Pinar hacia el este y se extiende hasta la Falla Hicacos, con dirección noroeste, presenta una longitud de 2 Km. Se encuentran además la falla de San José de la Lajas con dirección noreste y la falla de Guanajay con una dirección norte – noroeste, relacionada con un fuerte agrietamiento de las rocas en esa dirección. Todo ello se debe a los complejos procesos geológicos que ocurrieron en esta zona, haciendo que sea compleja no solo la geología, sino el suelo, la morfología, etc.
Geomorfología
En el relieve habanero predominan las llanuras de distintos tipos, las cuales abarcan casi la totalidad del territorio. Dentro de ellas se destaca por su extensión e importancia agrícola la Llanura Cársica Meridional de La Habana, que se extiende de este a oeste
por toda la porción sur de la provincia. También se localiza en esta zona, a lo largo del litoral sur, la Llanura Baja y Pantanosa, más baja de la anterior y que junto a la vegetación y demás componentes naturales, integran el humedal costero de la provincia. Hacia la región centro y noroeste del territorio encontramos llanuras altas, onduladas y colinosas que se distinguen de las anteriores por su morfología, composición geológica, extensión, suelos etc.
Ocupando un espacio entre este último grupo de llanuras y las que se encuentran al sur de la provincia se localizan un grupo de alturas que representan la otra forma más característica del relieve en el territorio, las cuales son: la Mesa de Anafe, las alturas de Bejucal-Madruga, la Sierra de Jaruco y la Sierra de Camarones. Al noreste a lo largo de la línea del litoral norte se encuentran las Alturas de Habana-Matanzas y en el extremo centro-oeste de la provincia, una pequeña parte de la Sierra del Rosario. Las mayores elevaciones se localizan en esta última y en la Sierra de Camarones, con 380 m y 350 m. respectivamente.
Clima.
El clima predominante es el tropical medianamente húmedo y estacional, similar al resto del país, además aparece el tropical medianamente seco en la costa norte, debido a la poca altura de las costas, los vientos alisios pasan al interior del territorio sin descargar la humedad.
La temperatura promedio anual es de 24.6 C° y la precipitaciones media oscila entre 1400 y 1600 mm. de lluvia acumulada. Los meses más lluviosos son junio y septiembre coincidiendo con la época de verano y los más seco son diciembre y enero los cuales son partes de la etapa de invierno.
La humedad relativa media anual de la provincia es de 79%. En los meses lluviosos oscilan entre 81 y 90%, mientras que en los meses más secos oscila entre 73 y75%. La dirección predominante de los vientos es del este-noreste (ENE), lo que quiere decir
que el territorio se encuentra bajo la gran influencia de los alisios. La velocidad media de los mismos es de 10.4 Km/h. En de destacar que en los meses de verano se producen vientos del sureste (SE) y del este sureste (ESE) que son conocidos como 賵res 讼/font>
Hidrología.
El potencial hídrico de La Habana constituye uno de los recursos más notable del territorio; que junto a la productividad de los suelos y la excelente topografía ofrecen condiciones privilegiadas a escala nacional para el desarrollo agrícola. Además de proveer a la actividad agraria, casi intensiva en toda la porción sur del territorio, así como a varios polos industriales incluyendo el de la capital, el mayor del país; los acuíferos habaneros son los abastecedores de una gran concentración poblacional repartida en dos provincias (Ciudad de La Habana y La Habana) por lo que están sujetos a una intensa explotación.
La provincia cuenta con un potencial total del recurso de 2110.66 Hm3, de ellos el 98% constituye potencial disponible (2073.88 Hm3). De este último, el 71.9% (1493 Hm3) corresponden al potencial disponible subterráneo y el 28.1% restante (580,88 Hm3) al superficial; estas cifras arrojan claramente el predominio de las aguas subterráneas en relación con el volumen total del territorio.
El territorio posee obras hidrotécnicas de relevancia nacional como el Canal Trasvase Matanzas–Habana, el que tiene como objetivo principal entregar 100 millones de m3. de agua al complejo Mampostón–Pedroso–Güira procedentes de Matanzas. Otra obra de relevancia es el Dique Sur que se extiende desde Playa Majana hasta el Surgidero de Batabanó el que tiene por objetivo frenar la intrusión salina en las cuencas subterráneas del tramo Güira-Batabanó, aunque también ha influido de forma negativa en el mismo (DPPF, 2004).
Suelos.
La distribución de los suelos en la Habana, al igual que el resto del país muestra una gran variabilidad, debido a la complejidad geológica y geomorfológica que les dio origen.
Como resultado del mapa básico nacional a escala 1:25 000, realizado con la segunda clasificación de los suelos de Cuba, han sido diagnosticado en La Habana nueve agrupamientos de suelos: Ferríticos, Ferralitícos, Fersialíticos, Pardos, Húmicos carbonatados, Poco Desarrollados, Vertisuelos, Hidromórficos.
El principal tipo de suelo por su extensión pertenece al agrupamiento de los Ferralitícos, asociados a ellos se encuentran las mejores condiciones para la actividad agrícola debido a sus características.
Vegetación.
La vegetación natural de esta región era el bosque semicaducifolio, pero por el uso intensivo que ha sufrido el territorio, ya casi no existe. Solamente en la costa sur cenagosa es donde se ha conservado en parte la vegetación natural principalmente de manglares y herbazales de ciénaga.
Aparecen también algunos bosques en galería muy degradados en las orillas de los ríos y matorral xerofítico costero en la costa norte. La vegetación natural mejor conservada es el matorral xeromorfo espinoso (cuabal) que se desarrolla en las alturas de serpentinitas y los bosques secos de Jaruco y Sierra del Grillo.
En la provincia de La Habana existen un conjunto de áreas con condiciones favorables para la ocurrencia de inundaciones pluviales y penetraciones del mar. Estas zonas se encuentran donde factores como los suelos, la vegetación, la geología y la influencia de fenómenos hidrometeorológicos y otros poseen características que propician la ocurrencia de estos fenómenos.
Aspectos socioeconómicos
La población alcanza los 713 139 habitantes y esta concentrada en 530 asentamientos, 100 de los cuales son urbanos y 430 concentrados rurales. Este sistema de asentamientos se caracteriza, además de por la falta de una ciudad capital, por la existencia de solo siete ciudades mayores de los 20 000 habitantes, donde se localiza el 41.5% de la población total urbana, siendo la mayor Güines con 47 413 habitantes.
Otras ciudades importantes son Artemisa, San José de las Lajas, Santa Cruz del Norte, San Antonio de los Baños, Güira de Melena, Guanajay y Bauta. Son significativos los valores de saldo migratorio interno 5.9 y saldo migratorio total 2.3, los mayores del país.
Se destaca en la provincia las 55 nuevas comunidades, como parte del fuerte desarrollo agropecuario que se ha producido en el territorio, lo que posibilitó la introducción de técnicas agrícolas avanzadas conjuntamente con la elevación del nivel de vida de la población rural. (DPPF, 2003)
La provincia posee una economía industrial-agraria. Entre sus principales producciones se destacan la energía eléctrica, petróleo y gas natural, cemento y otros materiales de la construcción, cables telefónicos y eléctricos, pinturas, licores, textiles entre otros. Es la mayor productora de viandas y hortalizas las cuales van destinadas a la población de ambas provincias habaneras. Posee dos puertos importantes que son la bahía del Mariel y la Bahía de Cabañas.
3.2 Análisis de los factores de peligrosidad de las inundaciones pluviales
En este epígrafe se analizarán los factores de peligrosidad que influyen en las inundaciones pluviales que ocurren en la provincia de La Habana. Para ellos se tuvieron en cuenta las características físico geográficas del interior de la provincia.
Factores geológicos
Cuando se analiza la geología de la provincia de La Habana se mencionan que esta es bien compleja y presenta un gran número de formaciones conformada por distintos
tipos de rocas. Siguiendo el criterio expuesto en el capítulo 1, se pueden agrupar las formaciones que existen en la provincia en tres categorías, según la permeabilidad de las rocas presentes en las mismas.
Este análisis se basa fundamentalmente en aquellas formaciones que según sus rocas son impermeables ya que determinará la existencia de zonas proclives a la ocurrencia de inundaciones.
En el territorio según la permeabilidad de la formación las zonas expuestas a las inundaciones se encuentran cerca de la costa sur coincidiendo con los depósitos palustres y la formación Villa Roja, demás de tener poca altura y poca pendiente lo que agrava sus efectos. También existen áreas propensas en toda la parte norte de la provincia las que se encuentran asociadas a las formaciones Jaimanitas y Vedado.
Factores geomorfológicos
El aspecto que aquí se considera es la altura sobre el nivel del mar, pues es natural que un terreno bajo sea más propenso a inundarse que uno alto. Se tomó el criterio de Sánchez y Batista (2005), que consideran que los terrenos que se encuentren por debajo de los 160 m.s.n.m son propensos a inundarse producto de fuertes precipitaciones. En la siguiente tabla se puede observar la relación entre las inundaciones y la altura del terreno.
TABLA 1. Propensión a la inundación y altura sobre el nivel del mar
Altura (metros) | Característica | |
0 – 20 | Intensamente inundable | |
20 – 40 | Muy Inundable | |
40 – 80 | Inundable | |
80 – 120 | Medianamente Inundable | |
120 – 160 | Poco Inundable | |
Más de 160 | No Inundable |
Fuente: Evaluación del peligro y vulnerabilidad ante la ocurrencia de inundaciones. Cuenca del Cauto. Cuba. (Sánchez y Batista, 2005).
Por otra parte también se analizó la pendiente del terreno, pues es un índice geomorfológico determinante en la formación de los territorios propensos a inundarse. Generalmente un terreno con una pendiente alta no se inundará, mientras que un terreno con poca pendiente estará más expuesto a esta situación.
Si se analiza la altura del territorio se puede observar que existe un predominio de las llanuras y algunas alturas las que sobrepasan los 160 m.s.n.m. Es por ello que se puede afirmar que en el sur y algunos lugares del norte de la provincia se pueden encontrar zonas propensas a inundarse, ya que poseen una altura inferior a los 160 m.s.n.m, que es valor que se ha tomado por determinar si un territorio se inunda o no. Mientras que en el centro se encuentra un grupo de alturas que sobrepasan el valor tomado por lo que no se producirán inundaciones en dicho lugar.
Cuando se analiza la pendiente del territorio se puede decir que la porción sur presenta muy poca pendiente al igual que la zona que se encuentra cerca del los pueblos de Bainoa, y Catalina de Güines. Esto hace que en estas zonas se puedan acumular las precipitaciones caídas. En estas zonas de poca pendiente se encuentran pueblos de importancia como San Nicolás, Bauta, Cabañas entres otros.
En el territorio objeto de estudio se encuentran zonas que poseen mayor pendiente, los cuales se ubican principalmente en las alturas presentes. Esto posibilita que el agua que precipita en estos lugares no se estanque y escurra a zonas más bajas evitando así que exista acumulación de las aguas. En esta zonas se encuentran pueblos como Santa Cruz del Norte, Jaruco, Madruga
Factores meteorológicos
En este acápite se analiza la variable meteorológica precipitaciones. Se debe tener en cuenta que cuando estas son abundantes e intensas son mayores las probabilidades de que ocurran inundaciones pluviales y fluviales, no siendo así cuando son escasas y débiles.
Si se observa un mapa de precipitaciones, se puede observar que la isoyeta que representa los 1 500 mm/año se ubica en el centro de territorio, mientras que la de 1 100 mm/año se encuentra cercana a las costas norte y sur. Pero la del valor máximo de precipitaciones coincide con las zonas altas y de mucha pendiente, que se encuentra en el interior de la provincia lo que hace pensar que gran parte de la lluvia caída se escurre a zonas más bajas acumulándose en el lugar.
También se debe tener en cuenta que nuestra área se encuentra amenazada, al igual que el resto del país, por los ciclones tropicales los que afectan entre los meses de junio a noviembre nuestro país. Estos sistemas tropicales vienen acompañados de de fuertes e intensas lluvias, las que pueden propiciar severas inundaciones.
Factores hidrológicos
Al analizar los factores hidrológicos que influyen en las inundaciones pluviales se tendrá en cuenta la profundidad del nivel freático, pues va a determinar el espesor que tendrá la capa de suelo saturada.
En el área a estudiar se puede decir que existen zonas donde el nivel freático se encuentra profundo por lo que el espesor de suelo saturado es mayor y más difícil que se produzca una inundación pluvial, no siendo así en las zonas donde se encuentra el nivel freático muy cercano a la superficie, y provocando que las inundaciones sean más seguidas. Es el caso de la zona central de la provincia donde se encuentran las alturas el nivel freático se encuentra más profundo que en la llanura sur por lo que las inundaciones serán más frecuentes.
Factores edafológicos
La permeabilidad y la compactación de los suelos son elemento a tener en cuenta para determinar la permanencia de una lámina de agua por un periodo de tiempo determinado. En el área de estudio se encuentra una gran variedad de suelos entre los que se encuentran los aluviales, cercanos a los causes de los ríos, que junto a los vertisuelos y los hidromórficos determinan la presencia de zonas de empantanamiento debido a la permeabilidad de los mismos. Estas áreas pueden encontrarse en toda la costa norte de la provincia, disperso por el sur del territorio, cercanos a asentamientos como Madruga, San Nicolás de Bari, Mariel entre otros y son pocas usadas para la agricultura como consecuencia de su poca permeabilidad.
No es así cuando se está en presencia de suelos de buena permeabilidad, como es el caso de los pardos, ferralíticos y húmicos calcimórficos entre otros, que hacen posible que el agua se infiltre al resto de los horizontes rápidamente.
Este tipo de suelos suele encontrarse en toda la parte sur coincidiendo con la zonas más fértiles de la provincia y muy cercano a asentamientos como Artemisa, Alquízar, en Jibacoa del Norte y en Amistad con los pueblos del municipio Güines. Estos suelos son muy fértiles y es donde se desarrolla la actividad agrícola de la provincia.
Factores biogeográficos
Dentro de este factor se analiza la vegetación que juega un papel muy importante en las inundaciones. La provincia se dedica principalmente a la agricultura destinando grandes extensiones de tierra a cultivos varios, La provincia conserva parte de la vegetación original, aunque grandes extensiones de tierra han sido utilizadas en cultivos de viandas, hortalizas, caña y otros.
Los terrenos que se han destinado a la agricultura son más propensos a inundarse a causa de la compactación de los suelos, la erosión, que se produce en los terrenos carentes de vegetación o que se encuentran expuestos a una constante mecanización.
En áreas donde la vegetación es densa, se producirán menos inundaciones, ya que el suelo se encuentra protegido, es el caso de los bosques mixtos que se encuentran en Madruga, las alturas de Jaruco, Artemisa entre otros lugares.
Por su parte los suelos dedicados a los cultivos se encuentran más expuestos a las inundaciones, como consecuencia de la intensidad de la agricultura y la utilización de maquinarias, estos se erosionan y se compacta fácilmente ocasionando una disminución en la permeabilidad de los mismos, lo que provoca el estancamiento de las aguas. Estas zonas se encuentran cercanas a San Antonio de los Baños, Jaruco, Alquízar y San José de la Lajas.
Factores antrópicos
Entre los factores antrópicos, se debe tener en cuenta a la urbanización que generan los principales asentamientos de la provincia y que trae consigo que el escurrimiento sea más rápido y hacia las zonas más bajas, lo que produce un estancamiento de las aguas en algunos casos, o inundaciones fluviales en otros casos.
Otro factor a tener en cuenta es que la porción sur del la provincia es cársica, por lo que se pueden encontrar zonas donde el agua se estanque como consecuencia del relleno por el hombre de los ponores, que constituyen formas naturales de evacuación de las aguas.
Otra elemento que actúa sobre las inundaciones es la excesiva ganadería que provoca la compactación de los suelos y por ende estos se hacen más impermeables. En la provincia se encuentran extensas áreas destinadas al pastoreo, en las cuales se pueden encontrar zonas donde se acumule una lámina de agua como consecuencia de la intensidad de esta actividad económica, la cual se desarrolla en gran parte del territorio.
3.3 Análisis de los factores de peligrosidad de las penetraciones del mar
A continuación se analizarán los factores de peligrosidad para las inundaciones por penetraciones del mar en la zona litoral de la provincia de La Habana. Para este análisis se tuvo en cuenta las características de los componentes del paisaje en estas zonas.
Factores geomorfológicos
Cuando se analizan los factores geomorfológicos de las inundaciones por penetraciones del mar se debe tener en cuenta la regularidad de la costa, la pendiente submarina y la altura de la misma. Dichos elementos influyen de forma directa sobre la magnitud que estas alcanzarán.
La costa norte de la provincia de La Habana se caracteriza por presentar una costa alta, con una pendiente submarina abrupta y una línea de costa irregular. Esto elementos permiten que la zona norte sea menos afectada por las penetraciones del mar, ya que las masas de agua de mar empujadas por el viento, al llegar a la costa, pierden energía al chocar con los salientes y acantilados.
Por su parte la costa sur de la provincia, posee características muy diferentes a la norte, ya que la costa es muy baja, con una pendiente muy suave y una línea de costa muy regular. Estas características posibilitan que las masas de agua empujadas a la línea de costa por los fenómenos hidrometeorológicos, no encuentren obstáculo alguno y descargan toda su energía sobre tierra produciendo penetraciones muy fuertes.
Es por ello que se puede decir que en la costa sur se producen penetraciones del mar más continua e intensamente que en la costa norte, debido a las diferentes características geomorfológicas que ellas presentan.
Factores hidrometeorológicos
La provincia de La Habana es afectada cada año por eventos meteorológicos los que favorecen la ocurrencia de las penetraciones del mar en el territorio. Fenómenos naturales como los frentes fríos, los "sures" y los ciclones tropicales son los principales causantes de la ocurrencia de las inundaciones por penetraciones del mar.
El principal elemento que provoca la ocurrencia de los mismo es el viento, el que se encarga de mover grades masas de agua que al llegar a la costa inunda las tierras emergidas. También se debe tener en cuenta que los ciclones tropicales provocan un aumento temporal del nivel del mar lo que al conjugarse con la marea alta provoca que las penetraciones del mar sean más fuertes ya que será mayor cantidad de agua la que llegará la zona costera.
Factores edafológicos
Los suelos también juegan un papel fundamental en la ocurrencia de las inundaciones. Cuando se analizan los suelos cercanos a la costa sur de la provincia se advierte que estos son del tipo de ciénaga costera los que se caracterizan por ser impermeables. Esto hace que al producirse una penetración del mar, la lámina de agua permanezca por un período más largo de tiempo por la lenta absorción de las aguas.
Por su parte cuando se analiza la costa norte se puede notar que existe una gran variedad de suelos los cuales se caracterizan por una buena permeabilidad. Este factor junto con los mencionados anteriormente hace que la costa norte se encuentre menos propensa a las inundaciones por penetraciones del mar.
Factores biogeográficos
La vegetación juega un importante papel en la ocurrencia de las penetraciones del mar, ya que actúa como barrera natural que suaviza la entrada de las aguas a tierra firme.
En la costa norte de la provincia no existen grandes áreas cubiertas de vegetación, pero las inundaciones que ocurren son leves ya que se conjugan una serie de electos que hacen posibles que estas zona no se encuentre muy expuesta a las penetraciones del mar.
Sin embargo, en la costa sur las inundaciones son frecuentes y muy fuertes pese a que presenta extensas zonas cubiertas por vegetación. Esto se debe a que existen muchos factores que hacen posible la ocurrencia de las mismas y la vegetación solo actúa como una barrera que impide que las penetraciones sean más fuertes.
Factores antrópicos
Dentro de los factores antrópicos se puede mencionar la construcción del Dique Sur en la costa sur de la provincia, lo que trajo consigo la agudización de las penetraciones del mar ya que sirve de obstáculo ante el desplazamiento de las masas de agua marina.
También se puede mencionar el retroceso de la línea de costa provocado por la extracción no autorizada de arena y la destrucción de los mangles. Todo ello trae consigo que las penetraciones del mar sean mayores en los sectores de la costa donde el hombre ha modificado la naturaleza. Las incidencias más significativas tienen lugar en los asentamientos de Playa Caimito (desaparición de la base de campismo "La Pepilla"), Playa Mayabeque y Playa Rosario.
Como parte del estudio realizado en este trabajo se llegó a las siguientes conclusiones:
? Existen diversas definiciones respecto a los términos de inundación, desastre y peligro, los que en su totalidad tienen un enfoque antropocentrista.
? Se evidencia la relación que existe entre los componentes naturales y la ocurrencia de las inundaciones pluviales y penetraciones del mar. Ya que en las áreas más expuestas a estos fenómenos coinciden con las zonas más bajas, de suelos más impermeables, con poca pendiente entre otros factores ya analizados.
? En la provincia de La Habana existen diversas zonas que se encuentran expuestas a las inundaciones pluviales y las inundaciones por penetraciones del mar debido a las características físicas de la región estudiada.
? Los factores que más inciden en estos tipos de inundaciones son los tipos de suelos, la pendiente y altura del territorio, tipo y profundidad de la costa, así como también las modificaciones hechas por el hombre.
RECOMENDACIONES.
? Realizar un análisis más detallado sobre la ocurrencia de estos fenómenos no solo en las provincias habaneras sino también en el resto del país.
? Tener en cuenta las características físico geográficas en la planificación de los territorios, específicamente en aquellos que están expuestos periódicamente a peligros naturales.
? Facilitar los resultados obtenidos aquellas personas encargadas de la planificación de los territorios, permitiendo así a evitar la construcción y el desarrollo de actividades económicas en zonas expuestas a estos tipos de inundaciones.
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