Descargar

La psicología medica en la medicina (página 2)


Partes: 1, 2

Sin embargo, la decisión de las personas de comportarse de un modo saludable y el mantenimiento de estas conductas, está relacionada con múltiples factores donde se interrelaciona el contexto ambiental con variables personales. Uno de los marcos conceptuales más ampliamente reconocidos, ha sido la elaboración de los Modelos de Creencias de Salud, como el de Rosenstok y otros, a partir de los cuales se explica la conducta saludable como una función del vínculo entre la amenaza percibida de la enfermedad y los beneficios esperados con la conducta recomendada, las barreras percibidas y las acciones o estrategias desplegadas para activar la disposición a actuar.3 

También se ha hecho énfasis en el papel de los factores cognitivos, por ejemplo, la Teoría de la acción razonada supone que las personas hacen un uso racional de la información que poseen y que llevar a cabo un comportamiento depende de las creencias comportamentales y normativas que posee el individuo que le permiten hacer una evaluación positiva o negativa de la conveniencia de la conducta.4 La Teoría de la Acción Social subraya el papel de los guiones sociales y de los aprendidos en la familia, la relación con los amigos y otros sistemas de relaciones.5 

Se ha trabajado en la búsqueda de una integración conceptual, al considerar los modelos de aprendizaje, los factores sociales y factores cognitivos (creencias) como determinantes fundamentales del estilo de vida saludable y las claves posibles para el análisis funcional de la conducta preventiva o promotora de salud.5 Este panorama no ofrece aún respuestas acabadas pero sí el intento de búsqueda, de modelos explicativos que permitan elaborar estrategias de promoción de salud científicamente fundamentadas. 

Otra vertiente muy discutida es la que se refiere a los modelos salutogénicos, que sustentan la tendencia a la salud a partir de la elaboración de recursos personales que se convierten en inmunógenos psicológicos, que permiten desarrollar estilos de vida minimizadores del estrés y el desarrollo de competencias para enfrentarse de una manera activa y positiva a situaciones de la vida, con inclusión de la propia enfermedad. Entre estos se encuentra el Modelo de Resistencia Personal, el de Sentido de Coherencia, el Modelo del Optimismo y el novedoso Concepto de Resiliencia. 

Entre los factores psicológicos de riesgo para la aparición de enfermedades, el más estudiado por su importancia, ha sido la acción del estrés. Para acercarse a su explicación, se han elaborado varios modelos de estrés que pueden resumirse en 3 enfoques:6 El enfoque del estrés como respuesta a estímulos agresores del medio ambiente (papel de eventos vitales), la concepción del estrés como respuesta psicobiológica del organismo, que ha permitido establecer vínculos entre los acontecimientos vitales y determinadas respuestas psiconeuroendocrinas e inmunológicas y los modelos transaccionales del estrés, que conciben el estrés como un tipo particular de interacción entre el individuo y su entorno y otorgan un papel protagónico a los afrontamientos7y a las emociones, como estados psíquicos en los que se fija el estrés. El enfoque, donde se reconoce el papel de las emociones en el proceso de estrés, ha sido ampliado con investigaciones realizadas en nuestro país.6 

Los estudios del estrés como respuesta psicobiológica del organismo han permitido desarrollar una prometedora rama de la medicina integrada: la psiconeuroinmunología. Los datos empíricos han conducido a su rápido desarrollo en los países occidentales, y definen esta como el estudio de la interacción entre el sistema nervioso central como mediador de procesos tanto psicológicos como biológicos con el sistema inmunitario, responsable no sólo de la resistencia a la enfermedad, sino también de otras funciones biorreguladoras.8 

La Psiconeuroinmunología ha demostrado en el transcurso de su evolución, la posibilidad de que el sistema inmune esté mediado por factores psicológicos.9 Ofrece estudiar y explicar la creencia común de que la personalidad y las emociones ejercen alguna influencia sobre la salud, posee además el potencial para desarrollar intervenciones psicológicas que puedan mejorar la inmunidad y por consiguiente modificar la predisposición al inicio y el progreso de las enfermedades tanto infecciosas como de tipo cronicodegenerativas. 

Las investigaciones realizadas hasta la fecha permiten afirmar que variables psicológicas son capaces de influir en el sistema inmunitario fortaleciéndolo o debilitándolo y afectando a través de esta vía la salud. Existen numerosas evidencias que demuestran como las situaciones estresantes influyen en el sistema nervioso y pueden llevar a una supresión de la función inmune.10 Un ejemplo clave es el poderoso impacto de las hormonas que se liberan con el estrés. Mientras estas hormonas aumentan en todo el organismo, la función de las células inmunológicas se ve obstaculizada, así el estrés anula la resistencia inmunológica, al menos de una forma pasajera, pero si el estrés es constante e intenso esta anulación puede volverse duradera. 

No menos importante resulta el estudio del papel de la personalidad y la propensión a enfermar. Los reportes de investigaciones apuntan más hacia resultados que avalan la función de las emociones, las cogniciones o los comportamientos de manera aislada. Sin embargo, aunque no se ha investigado siempre la influencia de la personalidad como un todo, sí es importante tener en cuenta el papel de diversos factores personales que hacen pasar de la salud a la enfermedad. 

Se han estudiado variables emocionales como ansiedad, depresión, hostilidad, ira, agresividad y se evidencia que estas constituyen factores predisponentes al destres, facilitan el rol de enfermo, los cambios en el sistema inmune, estimulan conductas no saludables como tabaquismo, alcoholismo y así se convierten en causa indirecta de cáncer y otras enfermedades.6 Variables cognitivas como determinadas cogniciones disfuncionales, pensamientos automáticos, ideas irracionales desempeñan un papel importante en el inicio y mantenimiento de trastornos emocionales, que a su vez tienen la repercusión antes descrita.11 Otras cuestiones relacionadas con el comportamiento, tales como hábitos alimentarios inadecuados, cuidado e higiene dental o la preocupación por la apariencia física, tienen un sentido psicológico determinado para el individuo y se reconoce su condición de factores de riesgo para la enfermedad. 

A pesar de muchos criterios escépticos, las pruebas de la importancia clínica de las emociones han ido aumentando considerablemente. Se descubrió que las personas que experimentan ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua u hostilidad, cinismo o suspicacia incesante, tienen el doble de riesgo de contraer una enfermedad, incluidas el asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas y problemas cardíacos.10 Esta magnitud hace pensar que las emociones perturbadoras sean un factor de riesgo tan dañino como el hábito de fumar o el colesterol elevado, en otras palabras, una importante amenaza a la salud. 

La ira parece ser la emoción que más daño causa al corazón, pues cada episodio de ira le añade una tensión adicional, y aumenta el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Una vez que se desarrolla la enfermedad cardíaca, la ira es especialmente letal para aquellos que ya la padecen. Estudios de seguimiento durante varios años, realizados con personas que han sufrido un primer ataque cardíaco, demostró que los que se enfurecen fácilmente tenían 3 veces más probabilidades de morir por paro cardíaco, que los temperamentos más serenos.10 

La ansiedad es tal vez la emoción con mayor peso como prueba científica, al relacionarla con el inicio de la enfermedad y el desarrollo de la recuperación. Cuando la ansiedad ayuda a la preparación para enfrentarnos a alguna situación importante, esta es positiva; pero en la vida moderna es frecuente que la ansiedad sea desproporcionada y se relacione con niveles elevados de estrés. Pruebas evidentes del impacto sobre la salud de la ansiedad han surgido de estudios en enfermedades infecciosas, como resfríos, gripes y herpes, donde la resistencia inmunológica de la persona se debilita, permite la entrada del virus y el inicio de la enfermedad.10 

Por otra parte, se reconoce el papel que juega la depresión, sobre todo en el empeoramiento de una enfermedad, una vez que esta ha comenzado. Parece tener un riesgo especialmente grave, para los pacientes supervivientes de ataques cardíacos, complica la recuperación de intervenciones quirúrgicas y aumenta el riesgo de muerte en personas con trasplantes. 

Al igual que la depresión, se han estudiado los costos médicos de la visión mental de la vida pesimista u optimista, así en una investigación con 122 hombres que tuvieron su primer ataque cardíaco, se evaluó su grado de optimismo o pesimismo. Ocho años más tarde, de los 25 hombres más pesimistas, 21 habían muerto; de los 25 más optimistas sólo 6 fallecieron.10 En estos casos, la visión de la vida resultó ser un mejor pronosticador de la supervivencia que cualquier otro factor de riesgo. 

De estos resultados se puede inferir, los beneficios médicos de los sentimientos y las emociones positivas, las ventajas de la percepción optimista y esperanzadora de la existencia, a lo que se une el valor de las relaciones personales como fuentes para compartir los sentimientos íntimos, mantener estrechos contactos afectivos y encontrar apoyo emocional y material. Estas son aristas de la intervención psicológica en individuos supuestamente sanos, con vistas a reducir los efectos nocivos del estrés y contribuir al mantenimiento de la salud, así como a la prevención y la recuperación de las enfermedades. 

Existe un momento muy particular, cuando la enfermedad no presenta síntomas visibles y se aplican programas para detectarla. Ej. VIH, cáncer de mama o útero en estadios muy tempranos. En estos programas es importante intervenir con respecto a los costos psicológicos de la participación de la población, por el estrés que provoca la espera de los resultados y el malestar físico y emocional ante los procedimientos. También el riesgo de los falsos positivos con su secuela de miedos y ansiedades durante años y la desconfianza en los servicios de salud. En este sentido se trabaja en la labor publicitaria de los programas, al buscar vías adecuadas para promover las conductas preventivas. 

La aparición de los síntomas estimula la búsqueda de ayuda médica y se han investigado los factores que pueden desencadenarla: una crisis interpersonal que sirve para llamar la atención, los síntomas son vistos como signos previos de enfermedades graves que son amenazantes por su naturaleza (ejemplo dolor) o estos amenazan una actividad social importante. Sin embargo, el intervalo de tiempo que media entre el inicio de los síntomas y la decisión del paciente de buscar ayuda médica es variable. 

En este proceso inciden factores sociopsicológicos de diferente tipo: valores y creencias individuales y familiares, diferencias economicosociales, situación social concreta en la que aparecen los síntomas, diferencia de sexos y edades, pero muy importantes resultan los problemas psicológicos relacionados con la percepción de la enfermedad, como las atribuciones y los estigmas. 

Las atribuciones de grupos poblacionales e individuales con respecto a la salud y a formas específicas de enfermedad, constituyen las llamadas representaciones sociales de las enfermedades. Estas variables psicosociales mediatizan el proceso de búsqueda de ayuda médica. Por ejemplo, las atribuciones acerca del lugar del control (interno o externo) favorecen o no este proceso. 

En resumen, todas las enfermedades poseen un conjunto de atributos formados a partir de las interacciones sociales que contienen juicios acerca de la relevancia de los síntomas, la frecuencia de aparición, la visibilidad, el carácter amenazante, y la reversibilidad. Algunos de ellos profundamente desacreditantes, los llamados estigmas que fomentan determinadas actitudes hacia los pacientes que las padecen e imprimen particularidades a las relaciones interpersonales y roles sociales de éstos.

Como ejemplo podemos citar las infecciones de transmisión sexual, el SIDA, el cáncer, entre otras. 

El tiempo de decisión con su carácter individual y el proceso de evaluación clínica de los síntomas, determinan que la enfermedad pueda permanecer sintomática y sin un diagnóstico preciso durante un tiempo; sin embargo, el desarrollo normal de su evolución lleva al diagnóstico y el paso a otra etapa. 

En el momento del diagnóstico se presentan los problemas de su comunicación, en el marco de la relación médico-paciente. Se han investigado aspectos que se deben tener en cuenta, como las características y biografía del paciente, sus necesidades (cuánto y qué quiere saber acerca de su enfermedad), si cuenta o no con apoyo social, si prefiere estar solo o acompañado y se han formulado recomendaciones prácticas, éticas y legales que le imprimen un carácter eminentemente humano a este acto, sobre todo cuando se tiene que manejar la comunicación de un diagnóstico con pronóstico desfavorable.12 

Una vez que se diagnostica la enfermedad se produce una diferencia subjetiva entre esta y la forma que la percibe el que la padece y el significado que le confiere. El significado personal de la enfermedad influye en la respuesta emocional y las conductas de afrontamiento a ella. Así, esta puede percibirse como un fenómeno altamente estresante, como un reto, una amenaza, una pérdida, un castigo o un beneficio o alivio a responsabilidades, situaciones personales, etc. En función de esto el paciente adopta su rol de enfermo. La aceptación del hecho de estar enfermo, las consecuencias del rol y los deberes de este, son aspectos psicológicos muy importantes para la adaptación y ajuste a la enfermedad, así como para la adherencia al tratamiento. 

Ha sido interés sostenido en el área de las ciencias de la salud investigar los móviles que llevan a los pacientes a cumplimentar o no las prescripciones orientadas por los terapeutas. Existen conductas que describen problemas en la adherencia a los tratamientos: dificultades para su inicio, suspensión prematura, cumplimiento incompleto o deficiente de las indicaciones, que se expresan en errores de omisión, de dosis, de tiempo, de propósito (equivocación en el uso de uno u otro medicamento), la ausencia a consulta e interconsultas, la ausencia de modificación de hábitos y estilos de vida necesarios para el mejoramiento de la enfermedad y con una acentuada connotación se destaca la práctica de automedicación.13,14 

Las dificultades en el cumplimiento de las indicaciones médicas fueron descritas desde épocas tempranas en la historia de la medicina. Hipócrates ya alertó sobre la falta de fiabilidad de los informes de los pacientes sobre la ejecución de los regímenes terapéuticos prescritos, con el objetivo de evitar recriminaciones de los médicos.13 

En la literatura médica se emplean indistintamente 2 términos para referirse a este fenómeno: uno es cumplimiento y el otro adherencia. Se define el cumplimiento como el proceso a través del cual el paciente lleva a cabo adecuadamente las indicaciones del terapeuta. Se considera que es la medida donde la conducta de una persona, en término de toma de medicamentos, seguimiento de dietas, o de realización de cambios de estilo de vida coincide con el consejo médico o sanitario. 

El término adherencia se entiende como una implicación activa y colaboración voluntaria del paciente en un desarrollo de comportamiento aceptado de mutuo acuerdo, con el fin de producir un resultado terapéutico deseado. Este último hace énfasis en los componentes psicológicos, sobre todo volitivos del paciente, que lo inducen a estructurar una conducta de cumplimiento, por lo que es cada vez más frecuente su uso en campo de la investigación sobre el tema.13 

Se han señalado un conjunto de variables de naturaleza social, psicológica, médica y gerencial, como factores determinantes o influyentes en la conducta de cumplimiento de los regímenes terapéuticos. Se considera actualmente, que la combinación de algunos factores o la aparición relacionada de ellos constituyen variables que actúan como factores moduladores de la adherencia, las que se integran en 4 grandes grupos referidos a:13 -15

  • La naturaleza de la enfermedad.

  • Las características del régimen terapéutico.

  • Las características de la interacción del paciente con el profesional sanitario.

  • Aspectos psicosociales del paciente.

Relacionado con la naturaleza de la enfermedad se destaca el papel del tipo de enfermedad: aguda o crónica, así como la presencia de síntomas de dolor o incomodidad, en la variación de las tasas de cumplimiento. Se ha encontrado que las enfermedades agudas con síntomas de dolor o incomodidad producen mayor tasa de cumplimiento, mientras que las enfermedades crónicas y las asintomáticas presentan las menores y que la gravedad no incide en mayor o menor cumplimiento, si no que depende de la percepción de gravedad que tenga el paciente. 

En las características del régimen terapéutico es necesario distinguir, la complejidad, la duración y el tipo de tratamiento, si es curativo, preventivo o rehabilitador. La adherencia disminuye a medida que la terapia se alarga y que se producen tasas más altas en las curativas y rehabilitadoras que en las preventivas. También se destaca la eficacia del tratamiento, la que tiene una relación obvia con el cumplimiento terapéutico y funciona según el principio de extinción; la relación costo-beneficio y la presencia de efectos secundarios. Los regímenes terapéuticos que provocan efectos secundarios provocan disminución de las tasas de adherencia, pues estos pueden llegar a ser más perturbadores que los síntomas propios de la enfermedad. 

Con respecto a la interacción con el profesional sanitario se destacan variables como la satisfacción del paciente y las características de la comunicación que establece con su médico. La satisfacción del paciente consiste en un conjunto de evaluaciones de las dimensiones del cuidado del profesional sanitario y es una respuesta afectiva a esta, donde se distingue la satisfacción específica y la global, la primera determinada por la percepción de las características específicas del profesional de salud y la segunda es una apreciación más general del proceso de interacción.15 Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la comunicación que permite que el paciente pueda comprender la información que se le está dando sobre la prescripción o recomendación y constituye un primer paso para que la acepte, la recuerde y la cumpla. 

El cuarto grupo de determinantes está constituido por aspectos psicosociales del paciente. Se reconoce en primer lugar las creencias del paciente asociadas a la percepción de amenaza a la salud o consecuencias ocasionadas por una enfermedad, a la estimación del riesgo de enfermarse, por otro lado a la creencia de la persona de ser capaz de ejecutar la respuesta necesaria y por último a la creencia de que la respuesta será eficaz. 

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la motivación del paciente por la salud, las características de sus procesos cognitivos, especialmente la memoria y de las redes de apoyo social con que cuenta para incrementar la ejecución de las prescripciones. El apoyo social puede contribuir a incrementar la ejecución de las prescripciones terapéuticas, al animar al enfermo a mantener el régimen médico y ejecutar las acciones necesarias para volver a la vida normal. Este puede provenir de la familia, los amigos o grupos de autoayuda. 

La adherencia terapéutica se ha estudiado en diferentes grupos de pacientes, en tipos específicos de enfermedades y en todos se evidencia el papel del psicólogo como facilitador del desarrollo de la alianza con el médico y la búsqueda de cooperación del paciente.16,17 

Si el tratamiento es eficaz se logra la recuperación; sin embargo, muchas veces no ocurre así, la enfermedad continúa evolucionando y en dependencia de la afección en cuestión, pasa a un estado crónico. Una vertiente de trabajo muy importante ha sido la calidad de vida del enfermo crónico, si tenemos en cuenta las implicaciones biológicas, psicológicas y socioeconómicas que esta tiene. 

Como resultante de la enfermedad puede aparecer una deficiencia y posterior a esta una discapacidad. La discapacidad se puede presentar en diferentes actividades: conducta, comunicación, locomoción, cuidado personal. La rehabilitación es el componente de la prevención que se centra en la reducción o eliminación de una discapacidad. Se impone el estudio psicológico de esta esfera, especialmente la integración social, el apoyo familiar y social al discapacitado, así como la evaluación de los programas de rehabilitación en todos sus componentes. 

Cuando todos los recursos terapéuticos han sido agotados sin éxito, inevitablemente sobreviene la muerte. La muerte es un proceso que por sí mismo es estresante y tiene, igual que la vida, un condicionamiento histórico-social muy importante. En las últimas décadas ha ido surgiendo una nueva cultura que considera necesario crear un arte humano de morir, que ayude al paciente terminal a encarar la muerte de la mejor manera posible.18 

La muerte forma parte del mismo proceso de vivir, y constituye una situación límite, íntimamente relacionada con la trayectoria personal, biográfica y las actitudes que ante la vida se hayan tenido. Estas actitudes marcarán las vivencias y orientarán el comportamiento que se manifieste en la fase terminal. Sin embargo, a nadie se le enseña a morir, ni en la escuela, ni en el hogar; los padres no suelen hablar de la muerte con sus hijos, ni los maestros, pero más grave es que los médicos evitan hablar de ello con sus pacientes, de esta forma parece que nuestra cultura ignora la muerte. En ocasiones el propio moribundo inhibe y oculta sus propios sentimientos al respecto. 

Generalmente no estamos preparados, ni como profesionales, ni como personas, para afrontar la muerte; sin embargo, el médico no debe nunca desatenderse de la asistencia al enfermo terminal, así como tampoco debe hacerlo la familia. Corresponde a la Psicología de la Salud investigar y elaborar recomendaciones científicamente fundamentadas, que permitan lograr adecuadas estrategias de afrontamiento a la muerte en 3 direcciones:

– La manera como el equipo de salud afronta la muerte del paciente terminal. - Los afrontamientos de los familiares. - La manera como el paciente afronta su propia muerte.

El equipo de salud debe desarrollar actitudes caracterizadas por cierta proximidad interpersonal, pero manteniendo un respetuoso distanciamiento, debe centrarse en el enfermo y respetar la intimidad de este. Debe ayudarlo a reorientar su marco existencial y enriquecerlo dentro de lo que sea posible.18-19 

La familia debe prepararse para que no se le deje solo con su sufrimiento y su atención vaya encaminada a aumentar la calidad de vida y de la muerte del paciente. Debe mostrar apoyo constante, que no es estar al lado del enfermo, sino que este perciba el apoyo y se satisfagan sus necesidades tanto físicas como psicológicas. Debe ayudar al paciente a resolver asuntos pendientes, tanto espirituales como materiales, a encontrar sentido a lo que está ocurriendo, a buscar nuevos y esperanzadores objetivos y de este modo reconciliarse con su situación.18,19 

El paciente debe tener la posibilidad de vivir a plenitud y con la máxima lucidez, si así lo desea, la última etapa de su vida y esto lo va a lograr en buena medida en dependencia del sentido que le haya dado a ella. Se dice que el hombre muere según ha vivido. 

Se han descrito afrontamientos o estadios psicológicos por los que pasan los enfermos antes de morir (negación, aislamiento, sentimientos de ira, hostilidad, resentimiento, negociación, regateo, depresión y pena y, por último aceptación). Se debe permitir la expresión de estos sentimientos y facilitarlos, darles información siempre que la soliciten, dar apoyo afectivo, ayudar a pensar mejor sobre lo que les preocupa, mostrar paciencia y comprensión.19 

Normalidad y salud mental

En esto interviene la subjetividad, la formación intelectual, la época, la cultura, los elementos escolásticos, el contexto moral, el entorno social, ETC

Normalidad: viene de norma, y norma es la regla general sobre la manera como se debe actuar o hacer una cosa, es lo que debido al uso o frecuencia no produce extrañeza.

Un hombre normal es aquel que se encuentra adaptado a su medio. También podemos decir que es aquel capaz de convivir con sus congéneres y adaptarse a su entorno, aún a pesar de sus problemas profundos.

Salud Mental: Aptitudes del psiquismo para funcionar de modo armonioso, eficaz, agradable, ético y estético, con manejo de las diferencias para afrontar con flexibilidad situaciones difíciles. Para Sivadon y Duchene existen condiciones positivas para definir la salud mental:

  • La facultad de adaptación al ambiente y a las situaciones.

  • La capacidad de aprovechar lo agradable de la vida.

La diferencia entre normalidad y salud mental, es que la primera estiba en un conjunto de normas conductuales aceptadas socialmente y la segunda se refiere a problemas psicosociales, la normalidad se puede apreciar desde el exterior, en la manera en que el individuo se adapta al grupo, en cambio la salud mental es individual y consiste en como la persona se siente. Se puede ser normal y no tener salud mental, por ejemplo: una persona integrada a un grupo (normal), pero se encuentra en un estado depresivo.

Enfermedad: (C.Bernard) Es el resultado de los intentos del organismo, aunque insuficientes para restablecer un equilibrio mediante respuestas adaptativas a los agentes ofensores.

Stress: (Carga o fuerza externa) La magnitud de la fuerza externa y la capacidad del organismo para tolerar los cambios que se suscitan eventualmente el restablecimiento del equilibrio o bien su ruptura. 

Medicina y ciencias de la conducta

Las ciencias de la conducta son ciencias sociales, que representan un campo de interés más limitado y coherente que la totalidad de las ciencias sociales, por ello en términos restringidos nos referiremos particularmente a la antropología cultural, la sociología y la psicología y su interés para la medicina, ciertas áreas de estos campos se superponen de tal manera que las fronteras de estas disciplinas desaparecen.

Antropología Cultural: La antropología, como ciencia se encarga de estudiar y comprender al hombre en todos los fenómenos que lo afectan, la rama cultural de esta ciencia; Se encarga del estudio de las culturas humanas dispersas por el mundo, y la manera en que ellas influyen entre si al contactarse o combinarse. Esto es importante en la medicina, si se desea saber lo que cabe esperar de un individuo en la salud y en la enfermedad, para esto es necesario conocer en que cultura fue educado y no a que grupo étnico pertenece. Sin embargo, también se debe tomar en cuenta, el libre albedrío y las circunstancias que rodean al individuo, como condicionantes de su respuesta.

Sociología: Estudia la naturaleza y funciones de la sociedad y sus influencias sobre nuestra vida, la sociología plantea al médico la necesidad de considerar al paciente no solo como un organismo enfermo, si no como una personalidad y como miembro de una familia, con un sitio en la comunidad

Psicología: Estudia el comportamiento y las funciones mentales, analiza la forma en cómo es recibida la información del mundo exterior y como es esta transformada en conocimientos. El objeto de estudio de la psicología puede enfocarse en distintas perspectivas, quedan origen a disciplinas especiales, las principales son:

  • Psicología evolutiva; Estudia las manifestaciones de la conducta y el desarrollo de la personalidad a lo largo de la vida.

  • Psicología diferencial; Estudia lo que es propio de cada individuo y lo distingue de los demás.

  • Psicología patológica; Tiene por objeto de estudio de las conductas anormales, enfermedades mentales.

  • Psicología clínica; diagnostica y trata problemas emocionales y conductuales, y sus causas. En la práctica, son similares a los psiquiatras, solo que éstos pueden recetar medicamentos, los psicólogos no.

  • Psicología Escolar: Problemas pedagógicos y de consulta personal en niños y adolescentes en edad escolar, abarcando el entorno del niño (padres y maestros) centrándose en los logros escolares, la salud mental y la adaptación social.

  • Psicología Experimental: Estudia procesos psicológicos básicos, tales como la sensación, la percepción, el aprendizaje, la memoria, la emoción, ETC.

  • Psicología Fisiológica: Esta investiga las bases biológicas del comportamiento, especialmente el sistema nervioso y el sistema endocrino, las respuestas condicionadas que estimulan procesos fisiológicos.

  • Psicología Social: Estudia la manera en que impresionamos a otros y somos influenciados por ellos, de manera grupal o individual. 

Psicopatología y Psiquiatría

Psicopatología: estudia las bases de la conducta anormal, investiga las causas y procesos significativos en los trastornos mentales y sus manifestaciones, su objetivo es estudiar la evolución y transformación del psiquismo humano, sin interesarse en la terapéutica.

Psiquiatría: Estudia el origen, el diagnóstico la prevención y el tratamiento de los trastornos mentales y enfermedades de la psique.

Medicina y Psicología médica

La formación del profesional de la medicina, debe prepararlo, para relacionarse con personas normales y afrontar y comprender las infinita variedad de reacciones de los seres humanos enfermos, entre los cuales un médico se desenvolverá la mayor parte de su vida. De la actitud del médico al relacionarse con el paciente, dependerá la facilidad o dificultad para establecer un diagnóstico exacto e instaurar la terapéutica adecuada.

La psicología médica trata de la aplicación de los conocimientos y experiencias de la psicología a todos los problemas de la medicina, esta rama abarca los aspectos psicológicos de la actividad profesional del médico, la relación médico-paciente y la actitud del individuo o grupo, frente a la enfermedad y otros factores como biografía personal o familiar, expectativa de muerte, curación o cronificación, situación y conflictos vitales.

Funcionamiento orgánico y procesos mentales

edu.red

El ser humano es el más complejo de los seres vivos, esta complejidad se encarna en su organismo esencialmente en su Sistema Nervioso y se manifiesta en su comportamiento. Los fenómenos mentales se producen en el SNC, pensamos que en nuestra cabeza esta el origen de nuestros recuerdos, pensamientos e ideas; La anatomía comparada, la fisiología experimental, la clínica psiquiátrica, la anatomía patológica y la clínica neurológica confirman estas ideas.

  • Mediante la anatomía comparada se demuestra que el humano es el animal que posee el SNC más desarrollado en la escala zoológica y por lo tanto sus fenómenos mentales son más complejos.

  • La fisiología experimental demuestra la relación entre los hechos psicológicos y el SNC, por ejemplo:

La actividad intelectual se acompaña del aumento de los siguientes factores: consumo de glucosa, temperatura craneana, consumo de Oxígeno, desprendimiento de anhídrido carbónico, circulación sanguínea cerebral.

  • Los estudios anatomo-patológicos y la clínica psiquiátrica explican que la insuficiencia del desarrollo cerebral produce siempre menor evolución intelectual. Ejemplo: La menigoencefalitis en la niñez, produce retardo mental por el proceso inflamatorio que lesiona células cerebrales e impide el desarrollo intelectual normal.

  • La clínica neurológica demuestra que ante una lesión cerebral, un individuo normal presentará disfunciones psíquicas.

  • El sistema Glandular Endocrino y las enfermedades orgánicas también tiene relación con el funcionamiento del sistema nervioso (y por lo tanto del comportamiento), las enfermedades de etiología y las enfermedades orgánicas influyen en las funciones mentales, pero también las funciones mentales pueden ayudar a diagnosticar las enfermedades orgánicas

  • La secreción hormonal en proporción correcta hace funcionar adecuadamente el organismo. La híper o hipo secreción hormonal pueden alterar todo el sistema nervioso y por lo tanto provocar perturbaciones y alteraciones de la personalidad. Ejemplo: hipotiroidismo en el niño: retardo en el desarrollo de las funciones intelectuales, hipotiroidismo en el adulto: Lentitud ideo-asociativa, el hipertiroidismo puede producir angustia acentuada que puede llevar a diagnósticos errados de índole psiquiátrico.

Endocrinología sexual, suprarrenal, ETC. (Ver anexo, fig. 2.21)

Los procesos mentales son importantes para el diagnóstico de una enfermedad orgánica, por ejemplo el estado de conciencia indica la gravedad o mejoría de un determinado estado patológico, si estando lúcida una persona para al estado de coma, esto significa gravedad, si es al contrario, significa mejoría. La memoria puede ayudar a valorar la cronicidad en los alcohólicos.

 Formación reticular: Vigilia – Sueño, equilibrio.

Hipotálamo: Media entre cerebro y sistema endocrino. "Es la fuente de los sentimientos y emociones" Motivación.

Sistema límbico: Ira, Calma, Memoria.

Corteza cerebral: es el lugar donde pensamos, planeamos, hablamos, escribimos, recordamos y evaluamos.

Cerebro:

  • Lóbulo Frontal: Planea, predice, juzga, Movimientos complejos.

  • Lóbulo Temporal: Aprendizaje, memoria, audición.

  • Lóbulos Parietales: Imagen corporal, percepción espacial y táctil.

  • Lóbulo Occipital: Visión.

  • Hemisferio Izquierdo: Lingüística, numérica y pensamiento analítico.

  • Hemisferio Derecho: Habilidades espaciales complejas, percepción de patrones y aspectos de ejecución artística y musical.

Enfoque psicosomático de la medicina

La psicogénesis es un factor etiológico tan importante como las bacterias, las toxinas y los traumatismos en la aparición de las enfermedades; toda enfermedad puede ser considerada como una enfermedad psíquica.

Según Grinker, la medicina psicosomática es un enfoque que engloba la totalidad de los procesos integrados entre los sistemas somático, psíquico, social y cultural. Así sabemos entonces que Psicógeno son los acontecimientos o dificultades ambientales que desempeñan un papel importante en la génesis del trastorno.

El funcionamiento holístico del hombre produce diversos fenómenos que se sintetizan en las siguientes situaciones:

  • Procesos inicialmente orgánicos pueden repercutir en la esfera psicológica. Por ejemplo, demencias seniles y preseniles, traumatismos craneoencefálicos, enfermedades endocrinas, cáncer, etc estas y otras enfermedades pueden influir en la esfera psicológica de una forma negativa como reacción al hecho de estar en enfermo o porque la misma enfermedad somática afecta al cerebro.

  • La aparición y evolución de la enfermedad somática puede ser inducida por lo psíquico. Está demostrado que los estados depresivos y las situaciones de tensión emocional prolongada producen disminución de la resistencia a los agentes patógenos de cualquier naturaleza. La respuesta inmunológica es baja y se pueden presentar los síntomas de enfermedades somáticas correspondientes. También es universalmente conocida la influencia del factor psicológico y ambiental en la evolución de las enfermedades orgánicas, un enfermo somático en un ambiente placentero y en condiciones psicológicas positivas responderá mejor al tratamiento y evolucionará más rápido hacia su curación, hechos contrario estimularán el agravamiento y la cronificación.

  • La aparición de la alteración orgánica de origen psicológico.

El modelo biopsicosocial es un modelo participativo de salud y enfermedad que considera al individuo un ser que participa de las esferas biológicas, psicológicas y sociales.

El hombre como ser psicosocial.

Debido a que la conceptualización de salud definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), detalla: "es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no tan solo la ausencia de enfermedad o afección". El hombre debe ser considerado como un ente biopsicosocial, pero para hacer esto primero se debe definir cada uno de los términos que se encuentran en esta afirmación:

  • Ente: se refiere a lo que existe o puede existir.

  • Bio: Significa vida.

  • Psico: Significa alma, mente o actividad mental.

  • Social: Perteneciente o relativo a una compañía o sociedad, o a los socios o compañeros, aliados o confederados.

El hombre es un ente, porque existe y su componente bio se refiere a que es un organismo vivo que pertenece a la naturaleza. Su componente psico se refiere a que además de ser un organismo vivo tiene mente, lo que le permite estar consciente de su existencia.

El hombre es un ente social porque recibe influencias favorables y desfavorables como resultado de la interacción con la sociedad (constituida por semejantes a él) que lo rodea y con el medio ambiente físico, en el cual lleva a cabo su vida. Por lo tanto, se establecen interrelaciones complejas de los seres humanos con los seres humanos y con su entorno, dando como resultado que el hombre es un elemento más de la comunidad social y de un ecosistema. Que permite enmarcar a la salud como la correcta aptitud para dar respuestas armónicas que sean acordes y ajustadas a los estímulos del ambiente (físico y la comunidad) y que garanticen una vida activa, creadora y una progenie viable, lo que conlleve al hombre a manifestarse en el óptimo de su capacidad.

Entre los más antiguos escritos donde se advierte la influencia y responsabilidad del ambiente en la salud, se encuentra el tratado de Los Aires, Aguas y de los Lugares, redactado por el filósofo griego Hipócrates, quién vivió a mediados del siglo V hasta el primer tercio del siglo IV y que es reconocido como Padre de la Medicina; el cuál, hace mención de la relación permanente de la tierra, el agua y el aire con los padecimientos del hombre, y muestra una visión ecológica al citar lo siguiente:

"Quién desee investigar la medicina adecuadamente, debería proceder en primer lugar considerar las estaciones del año, y que efectos cada una de ellas produce (porque de ningún modo son iguales, sino que difieren mucho entre ellas respecto a sus cambios). Después los vientos, los cálidos y los fríos, especialmente los que son comunes a todas las áreas y después los que son peculiares a cada localidad. Debemos considerar también las calidades de las aguas, puesto que así como difieren una de las otras en gusto y peso, también difieren mucho en sus calidades. Del mismo modo, cuando uno llega a una ciudad en el extranjero, debería considerar su situación, como yace, con respecto a los vientos, y al ascenso del sol; porque su influencia no es la misma cuando yace, hacia el norte o hacia el sur, hacia el naciente o al poniente".

Por lo anterior, los pacientes no sólo deben considerarse como la enfermedad, el caso clínico, o el dato estadístico; sino como un ser, que como ser posee vida y además está consciente de ella, el cual vive en un ambiente determinado y que es un miembro de una familia y una comunidad social, de los cuales recibe influencias positivas o negativas que pueden desencadenar su enfermedad, aliviarla o empeorarla. Todo lo cual debe analizarse en forma integral y unitaria.

Cerebro y conducta humana

El Cerebro

El cerebro es un tejido, compuesto por células como cualquier otro tejido, el número de células nerviosas, o neuronas, que constituyen los 1,350 gramos del cerebro humano es del orden de 10 a la una décima potencia, que viene a ser aproximadamente el número de estrellas de nuestra galaxia: cien mil millones.

Conducta Humana

La conducta humana es una cualidad propia de los seres vivos, se trata de una operación vital gracias a la cual se desenvuelven activamente en su medio. La conducta no es una respuesta pasiva del organismo al medio, es una respuesta con un propósito vital, es una respuesta que también es propuesta.

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón de sentimientos y pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los pensamientos, sentimientos, actitudes y hábitos y la conducta de cada individuo, que persiste a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones distinguiendo a un individuo de cualquier otro haciéndolo diferente a los demás. La personalidad persiste en el comportamiento de las personas congruentes a través del tiempo, aun en distintas situaciones o momentos, otorgando algo único a cada individuo que lo caracteriza como independiente y diferente. Ambos aspectos de la personalidad, distinción y persistencia, tienen una fuerte vinculación con la construcción de la identidad, a la cual modela con características denominadas rasgos o conjuntos de rasgos que, junto con otros aspectos del comportamiento, se integran en una unidad coherente que finalmente describe a la persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través del tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa persona se comporte de modo igual en todos los casos. Es decir, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad, mostrando una tendencia de ese comportamiento a través del tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos permite reaccionar ante ese mundo de acuerdo al modo de percepción, retro-alimentando con esa conducta en nuestra propia personalidad. Cada persona al nacer ya tiene su propia personalidad con ciertas características propias, que con el paso del tiempo más el factor ambiental y las circunstancias es como se definirá esa persona. La personalidad será fundamental para el desarrollo de las demás habilidades del individuo y para la integración con grupos sociales.

La psicopatología

  • Como designación de un área de estudio: Es aquella área de la salud que describe y sistematiza los cambios en el comportamiento que no son explicados, ni por la maduración o desarrollo del individuo, ni como resultado de procesos de aprendizaje también entendidos como trastorno psicológico, enfermedades o trastornos mentales .

  • Como término descriptivo: Es aquella referencia específica a un signo o síntoma que se puede encontrar formando parte de un trastorno psicológico.

  • Como designación de un área de estudio en psicología que, en oposición al estado de salud (tal y como es definida por la Organización Mundial de la Salud: social, psicológica y biológica), se centra en estudiar los procesos que pueden inducir estados «no sanos» en el proceso mental. Así, el papel del aprendizaje, análisis de la conducta (Psicología conductista) o cualquier otro proceso cognitivo, permite explicar los estados «no sanos» de las personas, así como posibles aproximaciones de tratamiento. En este sentido, enfermedades o trastornos mentales no es estrictamente un sinónimo de psicopatología, ya que existen aproximaciones que permiten explicar la ausencia de salud. Por ejemplo, los procesos de aprendizaje relativos a la fobia son bien conocidos, encaje este cuadro clínico o no dentro de la categoría psiquiátrica de fobia.

Entrevista médica

La entrevista médica es el momento y el lugar donde el médico y el paciente se relacionan emocionalmente y esa relación se tiende a profundizar con el tiempo. Si bien el termino de entrevista no esta tan difundido como el de "consulta médica", se podría decir que es un término más apropiado porque la consulta tiene más en cuenta los deseos del paciente de recibir ayuda, en cambio en la entrevista es el médico el que debe intentar saber o deducir lo que está pasando y a través de sus conocimientos clínicos actuar técnicamente.

Algo muy importante para tener en cuenta es que una entrevista no es un simple estudio de síntomas, sino que hay que tener en cuenta muchos factores que pueden influir en la consulta entre los cuales están: el momento en el cual el paciente se enferma, la historia familiar y personal, la capacidad del paciente de reconocerse enfermo, etc.

Desde el momento en que una persona empieza a sentirse enfermo hasta que realiza la consulta pasa un tiempo variable. Así algunas personas realizan la consulta demasiado pronto y otras demasiado tarde o nunca. Además a estas situaciones se suma el hecho de que existen personas que son propensas al dolor(1). La mayoría de estas personas (pacientes) sufren repetidamente dolores, muchas veces sin ningún cambio patológico reconocible y a esto se lo clasifica como "dolor psicogeno". En estos casos los sentimientos de culpa (concientes o inconcientes) provocan dolor como una forma de castigo. Ante este tipo de pacientes el médico debe intentar deducir de donde viene el dolor y no frustrarse en el caso de que sus procedimientos y sus estudios no develen la causa del dolor.

Un momento fundamental de la entrevista es el examen físico (2), y es en este momento donde pueden hacerse presentes los sentimientos de vergüenza. "La vergüenza es un sentimiento que se expresa en forma de humillación, de estar en falta, con culpa, etc. por ideas o acciones deshonrosas, reales o fantaseadas referidas a la propia persona y que ésta teme que los otros conozcan" (textual pag. 126). Por esto ante esta situación no solo el paciente se puede sentir incomodo sino que el médico puede tener también dificultades ante la desnudez y por lo tanto tratara de evitarla hasta el extremo o de que pase lo más rápido posible.

Durante la entrevista el paciente señala sus malestares y el médico después de definir a algunos como síntomas los utiliza para posibilidades diagnosticas y a partir de ahí empieza a llevar la entrevista sutilmente hacia el lado que cree necesario y gradualmente la organiza alrededor del motivo de consulta principal.

Otro momento muy importante es el del final de la entrevista, y para que esa situación no sea brusca ni traumática es fundamental que se llegue a ella de manera natural y con la sensación de que los motivos que produjeron la consulta han sido respondidos.

Relación médica

la relación médico-paciente es aquélla que se establece entre dos seres humanos: el médico que intentará ayudar al paciente en las vicisitudes de su enfermedad y el enfermo que entrega su humanidad al médico para ser asistido.  Esta relación ha existido desde los albores de la historia y es variable de acuerdo con los cambios mismos que ha experimentado a través de los tiempos la convivencia entre los hombres, desde la mentalidad mágica dominante en las llamadas "sociedades primitivas" hasta la mentalidad técnica que prevalece en los tiempos actuales. 

El fundamento de la relación médico-paciente, al decir de Laín Éntralo, es la vinculación que inicialmente se establece entre el médico y el enfermo, por el hecho de haberse encontrado como tales, entre sí; vinculación cuya índole propia depende, ante todo, de los móviles que en el enfermo y en el médico han determinado su mutuo encuentro.  Como todo encuentro interhumano, el que reúne al médico y al enfermo se realiza y expresa de acuerdo con las modalidades cardinales de la actividad humana, una de las cuales, la cognoscitiva, en el caso de la relación médica toma forma específica como diagnóstico, es decir, como método para conocer lo que aqueja al enfermo.  No se trata meramente de una relación dual entre dos seres para obtener algo, como serían los beneficios de un negocio, sino de una relación más estrecha, interpersonal.  El enfermo y el médico se reúnen para el logro de algo que importa medularmente a la persona del paciente y que está inscrito en su propia naturaleza: la salud. 

Ética y bioética en salud

La ética médica no es sólo una parte de la bioética, sino que goza además de especial relevancia en el conjunto de la nueva disciplina. Por la riqueza de su tradición científica y humana – ausente en el resto de la bioética- posee un especial valor que no puede ser ignorado. La pretensión ilusoria de construir una "ética nueva" que habría de romper con la ética tradicional no sólo carece de fundamento sino que deja traslucir una notable ignorancia. Ciertamente la bioética – y con ella la ética médica- afronta hoy problemas nuevos, pero cuenta con los mismos medios de siempre para resolverlos: el uso juicioso de la razón y la luz de los valores y principios coherentes con la específica forma de ser del hombre. No puede ser de otra forma.

Por el contrario, sí resulta nuevo el talante dialogante, tolerante y respetuoso que preside el ejercicio bioético. Así lo exige la diversidad cultural e ideológica del mundo actual. Sin embargo, ser tolerante no significa rebajar las exigencias de la realidad, ni el reconocimiento de sus auténticas implicaciones éticas. Traduce en cambio la conciencia de que sólo una actitud de diálogo abierto y honesto, respetuoso con la legítima libertad de las conciencias, puede permitirnos avanzar juntos hacia el reconocimiento de los valores y principios auténticos.

La psicoterapia

edu.red

Psicoterapia es un proceso de aprendizaje y reaprendizaje sobre aspectos intelectuales, sexuales, físicos y emocionales. Mediante el análisis, la reflexión y los "rituales o tareas" se pretende una recuperación del significado y el goce de vivir. A través de lo cotidiano, de lo rutinario perdemos el placer de vivir, no apreciamos aquello que tenemos pues pareciera que es para siempre hay una proverbio chino que dice "nada es para siempre" ni lo bueno, ni lo malo, ya que la vida pasa, todo se acaba, todo termina.

Sin embargo, nos da miedo cambiar y nos aferramos a situaciones pasadas o a "máscaras" de nuestra personalidad que en algún momento nos funcionaron pero que ahora resultan acartonadas, todo eso produce un profundo sufrimiento.

La psicoterapia individual es una instancia de trabajo entre un sujeto y un terapeuta, centrada en el acompañamiento de un proceso personal en torno a una temática que es vivenciada  como conflictiva.

Este proceso no tiene una duración definida, para eso existen distintas modalidades: proceso Psicodiagnóstico (cinco sesiones), intervenciones en crisis (cuatro sesiones), psicoterapia breve (doce sesiones), psicoterapia sin tiempo definido. Estas  van a depender de diversos factores tales como la temática a tratar, el compromiso del paciente respecto a su propio proceso, entre otros.

Las condiciones de trabajo, independientemente  de la  modalidad del proceso, es una sesión semanal, de una hora de duración, realizadas en el mismo lugar y en lo posible a la misma hora.

La medicina complementaria

La medicina complementaria y alternativa, según la define NCCAM "es el conjunto diverso de sistemas, prácticas y productos, médicos y de atención de la salud, que no se considera actualmente parte de la medicina convencional", como la acupuntura, la quiropráctica, el masaje y la homeopatía. La gente emplea terapias de medicina complementaria y alternativa de diversas formas. Cuando se usan solas se las suele llamar "alternativas". Cuando se usan junto con la medicina convencional, se las suele llamar "complementarias".

La lista de lo que se considera medicina complementaria y alternativa cambia continuamente, ya que una vez se comprueba que una terapia determinada es eficaz e inocua, ésta debe incorporarse al tratamiento convencional de la salud, dejando de ser alternativa, al igual que cuando surgen enfoques nuevos para la atención sanitaria. Desde hace unos quince años se ha promovido la evaluación de estas modalidades de tratamiento con métodos objetivos o científicos, con un resultado extremadamente pobre, porque ninguna de ellas ha conseguido probar así su efectividad.

La medicina complementaria se utiliza conjuntamente con la medicina convencional. Un ejemplo de terapia complementaria es el uso de aromaterapia para ayudar a mitigar la falta de comodidad del paciente después de la cirugía.

Conclusión

En este trabajo que he preparado e aprendido como la medicina se relaciona con la psicología en tal forma que me atrevería a decir que un 70 por siento de la medicina es psicológica por lo tanto aprendí que un medico tiene que tener muy buenas relaciones humanas y mucha psicología para tratar al paciente de forma adecuada es decir que relacionarse con su paciente y tratar de ayudar a su paciente tanto en la enfermedad como en la psicología, te ayuda a ser mejor profesional del área de la salud también he aprendido que el buen médico debe tener ética y llevar a cabo una relación de trabajo adecuada con su paciente. Y acerca de la medicina complementaria que se utiliza para ayudar al paciente en lo mental es decir que después de un aborto en caso de que sucediera por razones no deseadas el medico tiene que tener buena psicología para poder llevar su paciente hacia una buena salud mental .este trabajo me a enseñado lo mas importante de mi carrera que es la relaciones humanas y la psicología para tratar a mi paciente ya que el paciente no es un instrumento sino un ser humano con toda la capacidad de pensar y analizar la situación en la que se encuentra

Bibliografía

  • González Menéndez R. La Psicología en el campo de la salud y la enfermedad. La Habana: Editorial Científico Técnico; 2004.

  • www.monografias.com

  • Muñoz R, Eist H. People vs. Managed Car. Washington DC: Aliance Care;2000.

 

 

Autor:

José Carlos Moreta del Rosario

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente