Dimensiones, indicadores y parámetros para caracterizar a los niños y niñas de 0 a 3 años (página 3)
Enviado por mirtha perez la o
En ocasiones, la tendencia a la hora de caracterizar es poner a los de "más edad" en la lista de los aventajados. Lógicamente, el niño y la niña que tengan más experiencia tendrán mucho más conocimientos y quizás un mejor desarrollo de habilidades, lo que no significa que otros con menos experiencia tengan menor nivel de desarrollo.
3. Carácter vivencial: Con la determinación de este principio se propone que la educadora, ejecutora, promotora y todo el personal que trabaje con los niños y niñas deberá partir siempre de las experiencias acumuladas por estos manifestadas en su nivel de desarrollo. Esto incluye las propias vivencias que tienen los infantes que le permitan resolver tareas muy sencillas en el marco de las actividades que se realicen dentro del círculo infantil o en las vías no formales. De esta forma se caracterizará al niño y a la niña al tener en cuenta lo vivido y aprendido por sí solo y con la ayuda del adulto tal como lo planteó Vigotsky (1960).
Basarse en la experiencia acumulada y lo vivido por el niño hace la caracterización más objetiva y de hecho se verá al sujeto desde una posición muy activa.
4. Carácter de la personalidad: se conoce que en este período etáreo se debe hablar de una personalidad en desarrollo, se trata entonces de realizar un estudio en el que se respete la integridad de la persona y que permita al sujeto mantener una posición activa. Aquí es necesario deslindar lo que el niño y la niña hacen por sí solos y lo que ejecutan con la ayuda del adulto, y en este último caso, qué niveles de ayuda necesitan.
Esta posición es consecuente con el criterio de que el sujeto que se caracteriza no se adapta a la propuesta metodológica, sino que esta se adapte a sus posibilidades. De ahí que, toda valoración que se haga deba tener un enfoque dinámico.
5. Carácter dinámico: el carácter dinámico se materializa cuando la caracterización se realiza de forma permanente, es decir, sirve no solo para definir cómo atender a los infantes, sino también, facilita la retroalimentación en cuanto a la efectividad de este tratamiento.
Cada constatación en el desarrollo evolutivo del sujeto debe reflejar la dinámica del desarrollo de la psiquis en general, es decir, respaldarse con un enfoque sistémico.
6. Carácter sistémico: consiste en el estudio de las particularidades psicosomáticas del sujeto en la misma unidad de tiempo. Se trata de obtener una visión integrada del desarrollo. Ninguna función debe ser estudiada aislada, sino en su justa interacción con las demás funciones y estados de la personalidad.
Se debe definir la correlación existente entre el desarrollo psíquico y el somático, y valorar lo inductor y lo ejecutor como un todo único indisoluble.
Se sobreentiende que el éxito de este enfoque yace ante todo en la posibilidad de un estudio multidisciplinario, de ahí el intento por insertar otros especialistas en esta investigación, los cuales se dedican a estudiar el desarrollo físico del niño y la niña.
Como bien se plantea se debe estudiar al sujeto con una visión integrada por lo que la autora considera tener en cuenta este enfoque.
7. Carácter holístico: Es preciso trabajar en función de todo el sistema de influencias educativas que intervienen en el dinámico proceso de formación y desarrollo de la personalidad del niño y la niña (el cual se encuentra en un incipiente estadio de desarrollo en el período que nos ocupa) y como en íntima interacción con el medio ocurrirá el mismo, pero el niño es uno solo, la personalidad es única, por lo que su funcionamiento debe ser comprendido holísticamente en correcta armonía.
La propuesta trata de integrar varios aspectos que son vitales para comprender este elemento, pero muchos pueden y deben ser recogidos del propio proceso de la experiencia de los docentes.
8. Carácter empírico: este principio está asociado al análisis sistemático de la actividad de los pequeños, en una unidad: dirección – ejecución – caracterización – evaluación, es decir, lo importante es el valor diagnóstico de la propia actividad dirigida por los niños y niñas atendidos por vía institucional y no institucional.
9. Carácter situacional: se le da la posibilidad a la persona que aplicará la propuesta de dimensiones,indicadores y parámetros de tener en cuenta el contexto específico en que se desarrollan los niños y niñas que asisten al círculo infantil y a las vías no formales. También, se deberán analizar las posibilidades reales que tienen los colectivos pedagógicos y el resto del personal.
Este aspecto tiene estrecha relación con lo planteado en el enfoque etáreo, pero si se analizan cada uno de los elementos que aquí se plantean, se podrá observar la interrelación entre estos y eso es lo que hace posible la unidad e interdependencia entre cada uno de ellos, a la vez que avala la pertinencia de los mismos.
2.2- Dimensiones, indicadores y parámetros para caracterizar el niño y la niña de edad temprana.
Primeramente se abordarán algunos elementos que se consideran importantes en este epígrafe, relacionados con los siguientes conceptos.
El concepto indicador (en latín indicio) refiere de forma general a lo que indica, dar a entender, señalar, significar, llamar la atención. En la literatura consultada, varios autores (Castro, O,1996; Addine, F, 1996; Galatti, M, 1996 y otros), en dependencia del grado de generalidad del aspecto o cualidad a evaluar utilizan los términos: variable, cualidades e indicadores, refiriéndose a variable o cualidad, cuando se trata de aspectos más generales y a indicadores para aquellos elementos determinantes o aspectos más específicos.
Según el criterio de Marisela Rodríguez y Rogelio Bermúdez (1996) los indicadores para que logren una correcta funcionalidad y se conviertan en instrumentos eficientes en el proceso de evaluación deben reunir los siguientes requisitos:
Responder a la misma naturaleza del fenómeno que se estudia.
Estar formulado de manera breve y comprensible para que resulte fácil su interpretación por los evaluadores.
Los indicadores y/o sus elementos determinantes deben permitir expresarse en función del grado de independencia mostrado en la ejecución, la rapidez, frecuencia de errores, subordinación lógica entre los elementos, etc.
Deben existir relaciones entre ellos de manera que en su conjunto permitan emitir un juicio de valor integral.
Orientarse hacia aspectos esenciales del objeto, fenómeno o proceso a evaluar.
Garantizar fiabilidad, de manera que al ser utilizados en diversas ocasiones con un mismo grupo de estudiantes o equivalentes se obtengan resultados similares.
Que permitan evaluar con suficiente precisión aquellos aspectos para los cuales fueron seleccionados, es decir que garanticen validez a la evaluación.
Poderse comparar con una unidad de medida, siempre que sea posible para establecer códigos de calificación.
En este sentido se debe entender según el criterio de Miguel Rojo que existen tres divisiones de la variable. Por lo tanto en esta tesis cuando se declara la primera división de la variable caracterización psicosomática se refiere a la dimensión que obedece a un alto nivel de generalidad, de abstracción. La segunda división corresponde a los indicadores que son áreas de la realidad del objeto (en este caso del sujeto) asociadas a la dimensión. Y la tercera división corresponde a los parámetros (niveles o valores) son las alternativas de medición, de manifestación observable del indicador.
Dimensiones:
I- DATOS GENERALES
Nombres y apellidos
Fecha de nacimiento
Edad
Sexo
Raza
Estatura al nacer
Masa corporal al nacer
Circunferencia cefálica al nacer.
Circunferencia torácica al nacer.
Año de vida en que se encuentra.
Lugar donde se atiende.
Antecedentes patológicos que tiene.
Situación familiar y económica
Preparación de los adultos con los que se relaciona.
Entorno en que se desenvuelve.
Es importante destacar que los datos que se piden en esta dimensión deberán saberse usar. Es decir, estos tienen gran utilidad en la medida que se integran y se implementan en la caracterización. En ocasiones no se le da mucha importancia a los antecedentes patológicos, así como a elementos prenatales, perinatales y posnatales, tan decisivos para todo el posterior desarrollo que alcancen el niño y la niña.
Tener en cuenta estos aspectos da la seguridad de que se le ofrezca a estos lo que cada uno necesite y al mismo tiempo sugiere la forma adecuada de tratamiento.
II – DESARROLLO FÍSICO Y ESTADO DE SALUD.
En esta dimensión se integra la correspondencia entre el desarrollo físico de los infantes y las características anatomofisiológicas particulares del período etáreo en que se encuentran, así como, el estado de salud físicomental y su cuidado e higiene personal, este último aspecto dependiente totalmente del papel que juegan los adultos.
Indicadores | Edad | Parámetros |
Desarrollo de la masa corporal y estatura. | Al nacer | Normal:7lbs-7.5 lbs 50 cm Percentil:
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Desarrollo de la circunferencia cefálica. | 0-3 meses 3-6 meses 6-9 meses 9-12 meses 1-2 años 2-3 años | Normal: 34-37 cm. 37-43 cm. 43-46 cm. 46-47 cm. 47-48.5 cm 48.5-49 cm |
Estado de salud. | 0-3 años |
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III – DESARROLLO COGNITIVO E INSTRUMENTAL.
Esta dimensión abarca el desarrollo de las percepciones como proceso cognitivo trascendental en este período etáreo, el lenguaje como cualidad psíquica, cuyo período sensitivo es la edad temprana y el desarrollo de las habilidades, estas últimas como indicadores determinantes del desarrollo psíquico en la edad temprana.
Indicador | Edad | Parámetros | |||
Particularidades de la Percepción | 0-3 meses |
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3-6 meses |
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6-9 meses |
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9-12 meses |
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1-2 años |
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2-3años |
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Particularidades del Lenguaje | 0-3 meses |
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3-6 meses |
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6-9 meses |
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9-12 meses |
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1-2 años |
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2-3 años |
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Desarrollo de las habilidades motrices. | 0-3 meses |
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3-6 meses |
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Al agarrar un objeto:
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6-9 meses |
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9-12 meses |
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Al accionar con objetos:
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1-2 años |
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2-3 años |
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IV- DESARROLLO AFECTIVOEMOCIONAL.
En esta dimensión, se integran procesos psicológicos de gran significación para el buen desarrollo ulterior de la vida psíquica de los educandos, que a criterio de diferentes psicólogos y la autora de este trabajo son más observables en este período: emociones y estados de ánimo( así como la autoconciencia, por ser una neoformación psicológica que marca el tránsito hacia un estadio superior de desarrollo.
Indicador | Edad | Parámetros | |||
Particularidades de las emociones | 0-3 meses | En el contacto con el adulto:
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3-6 meses | Ante personas extrañas:
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6-9 meses | Al gatear:
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9-12 meses | Al caminar:
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1-2 años | Al caminar:
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2-3 años | Al accionar con los objetos:
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Particularidades del desarrollo de la autoconciencia | 2-3 años |
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V- DESARROLLO DEL COMPORTAMIENTO SOCIAL
Esta dimensión abarca la formación y desarrollo de los hábitos alimentarios, higiénicos, de autoservicio y de cortesía, que se forman en la medida que los infantes asimilan experiencias relativas a las normas de conducta.
Pero es en las primeras edades donde la formación de hábitos adquiere una enorme significación, por cuanto, constituye una vía importante para la instauración de las primeras normas morales que la sociedad le plantea al niño y a la niña.
De ahí que se considere que dentro de esta dimensión se analice el desarrollo y formación de esta importante forma de ejecución de la actividad.
Aunque se han tratado de agrupar según las clasificaciones que se dan por diferentes autores y especialistas de la Educación Preescolar, estos se interrelacionan entre sí, y lo más importante es que las educadoras, el personal de salud, las promotoras y ejecutoras de las vías no formales tengan en cuenta los elementos esenciales que se dan en esta dimensión para de esta forma obtener una caracterización más completa del niño y niña.
Indicadores | Edad | Parámetros | ||
Desarrollo de los hábitos | 0-3 meses | Ante la presencia de adulto:
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3-6 meses | Ante el sonido familiar de una voz:
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6-9 meses |
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9-12 meses |
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1-2 años |
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2-3 años |
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Ante la presencia de personas desconocidas:
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2.3- Sugerencias metodológicas para la aplicación de la propuesta.
Cada una de las dimensiones, indicadores y parámetros propuestos complementan y enriquecen todo lo establecido en la enseñanza en materia de caracterización y evaluación de los niños y niñas, por lo que se sugiere:
El método de investigación por excelencia será la observación científica que implica que la misma sea planificada con anterioridad y se empleen los indicadores y parámetros propuestos para evaluar el comportamiento cualitativo de las dimensiones elaboradas.
Debe ocurrir todo este proceso en situaciones y escenarios naturales, es decir, durante y mediante el proceso pedagógico la educadora promotora o ejecutora actuará como parte del proceso y la experiencia personal de cada una se introducirá en la captación del significado de lo observado.
En la medida que este personal esté mejor preparado el grado de objetividad de lo observado será superior.
Otro de los métodos podrá ser la entrevista la misma permitirá crear una relación intensa entre el personal de las instituciones, de salud y de las vías no formales con los padres y demás personas que tengan que ver con la educación de los pequeños.
Todos estos datos que se recojan a través de la entrevista se integrarán a los obtenidos en la observación.
Se propone llevar un registro de experiencias a los padres, donde cada uno plasme los principales logros que alcancen los sujetos.
Estos datos serán de gran significación para realizar un estudio profundo de los mismos, y descubrir las potencialidades, posibilidades y dificultades que posean.
Para recoger información sobre la dimensión uno, las educadoras, personal de salud (médico de familia y enfermeras), promotoras y ejecutoras de las vías no formales deberán acudir a la historia clínica donde por lo general aparecen todos los datos que se necesitan.
Puede usarse además, el carné de salud donde aparecen los datos de las medidas antropométricas u otros documentos con los que se cuente.
Otros elementos sobre la situación económica o familiar que no aparezcan en la historia, se podrán complementar con la caracterización de los padres que se realizan en todas las instituciones y consejos populares, donde estos últimos cuentan con una caracterización bastante profunda de la comunidad a la cual pertenece o asisten los educandos.
Para evaluar la dimensión dos se tendrá en cuenta los mecanismos existentes normados por los médicos y la enfermera de las instituciones y familias, donde periódicamente se atiende al niño y a la niña, se pesa y se mide. Por lo que considero este aspecto no engendra complejidad alguna.
En lo referente a la dimensión tres como se trata de medir los principales logros del desarrollo que alcanzan los pequeños, en aspectos psicológicos que a criterio de varios autores son decisivos para la edad, y que por la importancia de los mismos penetran en las diferentes áreas de conocimiento y de desarrollo concebidas por la Educación Preescolar, se deberá tener en cuenta:
Los logros del desarrollo y los objetivos de ciclo que aparecen en el programa educativo existente para las instituciones preescolares.
Los logros del desarrollo que aparecen en los folletos del 1 al 6 del programa de orientación a la familia "Educa a tu hijo".
Los elementos que arroje la evaluación sistemática que se aplica en las instituciones preescolares.
Con respecto a la dimensión cuatro también referida a los elementos psicológicos, pero menos explícitos en los documentos antes mencionados en la dimensión tres, podrán tenerse en cuenta aquellos logros que se refieran a los estados de ánimo de los sujetos, pero aquí se deberán registrar todas las demás informaciones que ofrece la autora y que se deben integrar en la evaluación sistemática, aspecto de mayor dificultad en la actualidad.
Para realizar la caracterización al tener en cuenta las propuestas que se dan en la dimensión cinco se sugiere consultar los niveles de juegos propuestos por importantes investigadores cubanos para analizar de qué forma el sujeto se interrelaciona y acepta las relaciones con otros niños y niñas dentro de esta actividad.
Los logros del desarrollo referidos a los hábitos higiénicos, alimentarios, de autoservicio y de cortesía que aparecen en el Programa Educativo y Educa a tu hijo respectivamente.
2.4- Análisis del resultado de la aplicación del método Delphi del criterio de expertos.
Para conocer la opinión de expertos sobre las dimensiones, indicadores y parámetros propuestos se utilizó el método Delphi, que es la utilización sistemática del juicio intuitivo de un grupo de expertos para obtener un consenso de opiniones informadas.
La esencia de este método consiste en la organización de un dialogo anónimo, entre los expertos consultados individualmente, mediante cuestionarios con vistas a obtener un consenso general, o al menos, los motivos de la discrepancia.
Para determinar la pertinencia de la propuesta de dimensiones indicadores y parámetros, se determinó una bolsa de expertos conformada por 60 especialistas, en la cual se encontraban metodólogos provinciales y municipales, promotoras de las vías no formales (VNF), educadoras, especialistas del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), profesores del ISP, directoras y subdirectoras de círculos infantiles.
Finalmente se escogieron 30 expertos de acuerdo con su coeficiente de competencia:
Metodólogos Provinciales | 4 | ||||
Metodólogos Municipales | 9 | ||||
Especialistas del CDO | 4 | ||||
Directoras de Círculos Infantiles | 2 | ||||
Subdirectoras de Círculos Infantiles | 2 | ||||
Profesores del ISP | 3 | ||||
Educadoras | 2 | ||||
Promotoras | 2 | ||||
Subdirector de la Infancia | 1 | ||||
Especialistas de Educación Física | 1 |
Para el procesamiento matemático estadístico de los datos se siguieron los pasos del método Delphi, que se pueden resumir en:
1. Tabulación del total de expertos que consideró cada una de las dimensiones, indicadores y parámetros en las categorías determinadas.(c1, c2,c3, c4, c5).
2. Construcción de la tabla de frecuencias acumuladas.
3. Construcción de la tablas de frecuencia relativas.
4. Búsqueda del valor de Z, que corresponde a cada uno de los valores de las celdas de la tabla anterior, teniendo en cuenta que las frecuencia relativa acumulada es una aproximación de la probabilidad.
5. Obtención de los puntos de corte.
6. Cálculo de los valores de P (promedio de cada dimensión, indicadores y parámetros), y N (resultado de dividir la sumatoria de la suma de cada dimensión, indicadores y parámetros entre el producto del número de categorías por el número de indicadores) y N-P (es el valor promedio que le otorgan los expertos consultados a cada indicador).
Para la selección de los 30 expertos, se tuvo en cuenta el resultado del proceso de autovaloración para la determinación de su coeficiente de conocimiento (Kc) y argumentación (Ka), y posteriormente el coeficiente de competencia: K= ½ (Kc+Ka).
Al tener en cuenta los puntos de corte y los valores de N-P, se pudo conocer en qué categoría se encuentra cada dimensión, indicador y parámetro y cuáles debían ser desestimados u otra vez encuestados.
Todos estos elementos fueron obtenidos mediante el empleo del software Delfosoft y los instrumentos aplicados se refieren en los anexos # 3, 6.
Finalmente se determinó que el coeficiente de conocimientos de los expertos se comportó entre alto y medio, y al hallar la media se concluye que para la realización valorativa de la propuesta se cuenta con una media de expertos alta (0,8 = K = 10).
En el análisis de las encuestas por los expertos, se obtuvieron cambios significativos que constituyeron sugerencias para el perfeccionamiento de las dimensiones, indicadores y parámetros, así como en algunos elementos de la concepción general de la propuesta.
A continuación se exponen algunas sugerencias dadas por los expertos:
Desglosar los parámetros y establecer rangos en las edades comprendidas de 0-3 años, en armonía con la concepción etárea que sustenta esta propuesta.
Determinar elementos condicionantes que facilitarán la elaboración de los parámetros.
Concretar los parámetros de manera que permitan una medición precisa del nivel de desarrollo que alcanzan los niños y niñas.
Analizar las reiteraciones entre algunos de los parámetros.
Ordenar progresiva o regresivamente los parámetros para darle valor diagnóstico al sistema de caracterización.
Estas sugerencias tuvieron gran valor, fueron asumidas para la reelaboración de la propuesta, que a pesar de las limitantes encontradas, la misma se consideró válida para su concreción en la práctica educativa de la Educación Preescolar.
En consecuencia, se determinaron los índices de coincidencia entre los elementos que conforman la propuesta a través del empleo del software Delfosoft.
Como de punto de corte (límites) se obtienen al aplicar el método Delphi los siguientes:
0.00 | 0.88 | 5.00 | 5.00 | 10.88 |
El método Delphi de criterio de expertos reflejado en el (anexo 7) aporta como resultado final la pertinencia de los elementos que integran la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros para caracterizar a los niños y niñas de 0 a 3 años atendidos por vía institucional y no institucional, al obtenerse un índice de altamente adecuado en cada indicador.
2.5- Resultados preliminares de la aplicación de la propuesta.
Para la comprobación empírica de la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros se sometió la misma a un pre-experimento (anexo 8) el cual se organizó en cuatro etapas:
1. Selección de una muestra de educadoras, metodólogas y promotoras para comprobar el nivel de preparación académico sobre las dimensiones, indicadores y parámetros.
2. Preparación de las educadoras, metodólogas y promotoras sobre la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros.
3. Puesta en práctica de la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros para la realización de la caracterización psicosomática de los niños de 0-3 años.
4. Evaluación de la aplicación de las dimensiones, indicadores y parámetros en el proceso de caracterización.
En la primera etapa se constató que existían dificultades en cuanto a los conocimientos de este personal docente con respecto a la caracterización de los niños y niñas.
De forma general demostraron falta de preparación psicológica para poder realizar con exactitud el proceso de caracterización, así como desconocimiento de dimensiones, indicadores y parámetros.
Otros aspectos registrados en esta etapa se explican en la introducción del trabajo (ver p. 5).
En la segunda etapa se impartió un curso de postgrado sobre la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros para la realización de la caracterización psicosomática de los niño/as de 0 a 3 años.
El curso se impartió en el período de marzo a julio del 2002. Los resultados que se alcanzaron fueron de calidad pues, la mayoría de los estudiantes alcanzó un alto nivel de calificación.
Además esta preparación se realizó en las reuniones de adjuntos, visitas especializadas y EMC realizados al territorio.
La tercera etapa constó de tres pasos fundamentales:
Selección de una muestra de niños y niñas.
Aplicación de la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros en el proceso de caracterización por las educadoras.
Análisis de los resultados del proceso de caracterización.
Se seleccionó una población compuesta por 139 niño/as, de ellos 120 de las VNF y 19 del Círculo infantil Futuros Internacionalistas del municipio Holguín, pertenecientes al Consejo Popular #2 (CP-2), de ellos, se tomó como muestra a 37 niños y niñas, 19 del C.I. que representa el 51,3 % y 18 de las V.N.F. que representa el 48,6 % del total. De dicha muestra, 19 eran hembras y 18 varones.
En esta población se incluyeron todos los niños y las niñas nacidas de enero a octubre, por lo que se contó con algunos que habían cumplido los tres años de edad.
Los infantes objeto de esta investigación se desarrollaron en una comunidad urbana, la cual pertenece al CP-2 que cuenta con 30281 habitantes donde predomina la raza blanca.
Los resultados alcanzados en la aplicación de las dimensiones indicadores y parámetros por las educadoras, así como los del proceso de caracterización se obtuvieron a través de un estudio longitudinal realizado desde octubre de 1997 a marzo del 2000.
En la cuarta etapa, para evaluar la aplicación de las dimensiones, indicadores y parámetros en el proceso de caracterización, como medición final se utilizó la observación, entrevistas, encuestas, análisis del producto de la actividad del niño y la niña, revisión de los documentos y el análisis porcentual.
Los resultados que se exponen a continuación muestran la efectividad que tuvo la aplicación de las dimensiones, indicadores y parámetros en la determinación de las características psicosomáticas de los pequeños de 0 a 3 años de una muestra seleccionada.
Gracias a las sugerencias metodológicas que se ofrecen en la dimensión uno: Datos generales, todos los datos fueron recogidos y utilizados en cada una de las caracterizaciones, llegándose a un nivel de profundidad tal que permitió una caracterización integral de cada uno de los sujetos:
Entre las patologías de los infantes que con más frecuencia se encontró están, en primer lugar, el catarro común, en segundo lugar, las enfermedades diarréicas agudas y parasitismo intestinal, causadas por la ingestión de agua de pozo por falta de instalaciones de acueducto y alcantarillado.
Estos son algunos ejemplos que ilustran cómo se aplicaron determinados aspectos que contempla la propuesta que se ofrece en el presente trabajo para la dimensión uno y la efectividad en la aplicación de los mismos.
Dentro de la dimensión dos: Desarrollo físico y estado de salud se tuvo en cuenta a la hora de caracterizar las medidas antropométricas, por lo que fue necesario contemplar varios aspectos de la tabla de dispensarización para la valoración nutricional. A continuación se expondrán algunos de los principales resultados obtenidos que reafirman la validez de dichos indicadores.
Al realizar un análisis de la relación talla-peso se comprobó que 34 niños, para un 91,8%, tuvieron un peso normal al nacer( 3, que representa el (8,1%), estuvieron por debajo de este peso.
Con el estudio longitudinal, al que se le dio cumplimiento con el seguimiento del desarrollo de los niños y niñas de la muestra se constató que el aumento de peso de los pequeños transcurrió según la bibliografía consultada. Se experimentó en los primeros días del nacimiento una ligera perdida del mismo, lo que responde a la adaptación al ambiente extrauterino.
Al alcanzar los 2 años de nacido el peso de los niños osciló aproximadamente entre los 20 y las 23 libras. En el período de esta investigación 13 niños del total arribaron a los 3 años de edad, de ellos 6 pesan entre los 13 y 14 Kg, 5 tienen su peso entre 10 y 11/½ Kg y el resto de los niños alcanzan los 15 Kg.
Al comparar la última medida de la talla (obtenida a través del seguimiento) contra el último peso, arrojó como resultado que de los 37 niños tomados como muestra, 32 que representan el 86,4% son niños eutróficos, por lo que se encuentran entre los percentiles del 10 al 90( 1 niño que representa el (2,7%), se encuentra entre los percentiles del 3 al 10 por lo que se considera delgado.
El 10,8% (4 niños) se encuentran entre los percentiles del 90 al 94,por lo que se estiman sobre peso. Esto no ha traído implicación en su desarrollo psicomotor, ya que se encuentran al nivel del resto del grupo y dominan las diferentes habilidades que se trabajan en el área de Educación Física en el tercer año de vida.
La talla evolucionó según el criterio de Manuel Oliva Palomino. El 100% de los niños de la muestra experimentó durante el primer año de vida un aumento de su longitud de 23 a 24 cm.
Durante el segundo año de vida crecieron como promedio unos 11 cm, se observó que las hembras crecieron más que los varones y alcanzaron una longitud de 37 cm aproximadamente. En los niños de 3 años su talla se situó entre los 91 y 93 cm.
Otra de las dimensiones aplicadas fue la referente al Desarrollo cognitivo-instrumental, y específicamente dentro de ella, los indicadores de habilidades motrices y lenguaje, cuya efectividad se manifestó al obtener los siguientes resultados:
8 niños de la muestra, que representan el 19,7%, pararon la cabeza al mes de nacido, 23 niños (62,1%) pararon la cabeza a los 2 meses y 6 (16,2 %) lo realizaron a los dos meses y medio.
Por otra parte, 9 niños, que representan el 24,3% del total de la muestra, sostuvieron la cabeza al mes y medio de nacido. Resulta interesante señalar que se observa un elemento distintivo en cuanto a esta característica en el niño cubano y es que a partir de los 2 meses son capaces de sostener la cabeza. El 59,4% realizaron esta acción a los 2 meses y el 8,1% restante la sostuvieron a los 4 meses.
Entre el 4o y 5o mes de vida se sentaron 3 niños, el resto de los niños de la muestra se sentó entre el 6o y el 8o mes. Es preciso destacar que los niños del C/I se sientan más temprano que los niños de las Vías no Formales, aunque esta habilidad se ha visto retardada debido a que los niños y niñas en estos momentos ingresan al C/I al año de nacidos.
En cuanto al gateo 3 niños que representan el 13,5% gatearon a los 6 meses, 18 niños gatearon a los 7 meses, mientras que el resto lo hizo entre el 8o y 9o mes de vida. En este aspecto no se coincide con Manuel Oliva Palomino cuando plantea, en su libro Semiología Pediátrica que los niños cubanos realizan esta acción a los 10 meses.
Es conocido que la mayoría de los clásicos de la literatura infantil, entre ellos Venguer y Mújina, consideran a partir de las investigaciones que los niños gorjean a los 3 meses. Estos resultados arrojaron que 27 niños, que representan el 72,9%, gorjearon a los 2 meses, el 27% restante lo hizo a los 3 meses.
La habilidad de caminar le permite a los niños interactuar con el medio que lo rodea, así como una mayor independencia. En la bibliografía consultada se plantea que esta habilidad se logra entre los 12 y 14 meses. Al explorar este aspecto se constató que 20 niños, que representan el 54,0%, caminaron a los 11 meses, el 24,3% lo hicieron a los 12 meses, el 10,8% restante caminaron a los 13 meses.
En el aspecto de la comprensión verbal 19 niños (51,3%) dieron los primeros indicios de la comprensión de las palabras emitidas por el adulto a los 8 meses, en esta caso no se corresponden estos resultados con lo planteado por Venguer, el cual considera que la fase inicial para la comprensión del habla ocurre al año de vida. Esto demuestra que no siempre las características ofrecidas por el modelo teórico soviético se corresponden con la de los niños y niñas de Cuba.
Los gestos y las mímicas como forma particular del lenguaje fueron empleados por los niños de la muestra entre el 7o y el 8o mes de vida.
Este elemento les permitió dar paso a la aparición de las primeras palabras. El 100% de la muestra emitió las primeras sílabas a los 8 meses, en esto influyó de forma positiva la labor realizada por los padres de encaminada a lograr que sus hijos pronunciaran palabras cortas como mamá, papá, agua, entre otras.
Otro aspecto que determinó lo antes planteado fue la pronta localización de los objetos por parte de los niños y niñas a la orden del adulto, lo cual permitió la asociación del nombre del objeto con su representación real para luego denominarlo por su nombre a través del lenguaje activo.
Al aplicar la dimensión cuatro referente al Desarrollo Afectivoemocional se tuvo en cuenta en aquel momento, fundamentalmente el desarrollo de los estados de ánimo.
Fue aplicado un instrumento (anexo 9), en los primeros 9 meses de vida de los pequeños. El mismo arrojó que en el caso de los pequeños que asistían al círculo infantil al advertir la presencia de la educadora manifestaron una conducta normal, en algunos estuvieron presentes gestos de alegría y de simpatía.
Durante el proceso de reconocimiento de la madre, se observó que 6 niños se mantuvieron serios con expresiones en el rostro negativo. Esto corrobora la selectividad que adquiere en los primeros meses de nacido la comunicación con los adultos.
Ante la motivación y orientación de la tarea a realizar, todos los sujetos de la muestra perteneciente al círculo infantil se mantuvieron con un estado de ánimo positivo y acataron las órdenes de la educadora, las que fueron comunicadas a los pequeños con un lenguaje asequible a su edad.
Los infantes de las vías no formales se manifestaron retraídos con una motivación a intervalos y con poca disposición hacia las tareas orientadas, esto puede responder a que a diferencia de los niños y niñas que asisten al círculo infantil los de las vías solo se encuentran en grupo a la hora de recibir las frecuencias de las vías no formales; el resto del tiempo permanecen con sus familiares y uno o dos compañeritos que viven cerca de sus hogares.
En los niños y niñas que asistían al círculo infantil tomados como muestra se observó alegría y satisfacción al acercarse la educadora, al aproximarse personas extrañas su conducta fue normal e indiferente.
Las reacciones más comunes constatadas fueron de alegría ante situaciones que le producían satisfacción y ante la aprobación de la educadora que los estimulaba con frases como "lo hiciste muy bien".
En este aspecto se coincide con Venguer cuando plantea que los niños de edad temprana generalmente no concientizan los motivos de conducta, por lo que actuan sin razonar bajo la influencia de los deseos y sentimientos que surgen en determinados momentos.
La efectividad de la dimensión cinco referida al Comportamiento Social se pudo comprobar al aplicar el indicador que se ofrece y sus respectivos parámetros, los cuales permitieron obtener resultados muy valiosos, por lo que a continuación se enumeran algunos de ellos:
Los sujetos del círculo infantil y los de las vías no formales manifestaron relaciones de compañerismo con sus coetáneos, en ocasiones estos últimos se mostraron tímidos, apartados con relaciones limitadas con el resto del grupo.
El 52,2% de los niños y niñas ante sugerencias de la educadora repitieron con perseverancia las acciones en la que habían afrontado dificultad. El 35% se comportó con pena, el resto de los niños se negó a repetir las acciones.
Los pequeños de tres años que representan el 35,1% de la muestra actuaron de manera independiente, se negaron a recibir la ayuda brindada por la educadora. Este comportamiento responde a las manifestaciones de la crisis de los tres años, período en el que los pequeños quieren independizarse totalmente de la ayuda de los adultos.
Se pudo determinar que los niños y niñas objeto de esta investigación poseían como características de su esfera afectiva, la alegría y satisfacción, manifestadas cuando se le trataba con cariño. Se observó evidencias del sentimiento de orgullo ante la aprobación de la educadora y vergüenza ante la desaprobación.
El 86,4% de los educandos mantuvieron un estado de ánimo alegre y activo en el juego; 20 niños y niñas se ubicaron en el segundo nivel de juego, utilizaban los objetos de acuerdo al uso que tenían en la vida real, realizaban acciones lúdricas referidas a un mismo tema.
Los infantes de las vías no formales se mantuvieron menos activos que los pequeños del círculo infantil, probablemente, debido a que no asisten a instituciones preescolares y sus relaciones son fundamentalmente, con vecinos cercanos y familiares. Manifestaron insatisfacción ante la presencia de extraños por razones explicadas anteriormente.
Hasta aquí se han ofrecido resultados obtenidos con la utilización de las dimensiones, indicadores y parámetros dados en la presente investigación, y que han sido utilizados para demostrar la validez de los mismos.
Se asumen criterios cualitativos por ser un pre-experimento al nivel de estudio de casos. Esta valoración se realiza a partir del nivel de precisión, amplitud y exactitud del proceso de caracterización realizado por las educadoras.
CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO:
1. La determinación de las dimensiones indicadores y parámetros propuestos en este capítulo permiten caracterizar desde el punto de vista psicosomático a las niñas y los niños de edad temprana con un enfoque integral, lo que se expresa en la integración de los resultados de cada dimensión, con sus indicadores y parámetros y de estos entre sí, lo que permitió llegar a la totalidad mediante el análisis de sus partes.
2. La validez y fiabilidad de los resultados alcanzados se obtiene mediante la aplicación del criterio de expertos y un preexperimento que permitieron avalar positivamente la utilización de estas dimensiones, indicadores y parámetros en el proceso de caracterización de las niñas y niños de esta edad.
3. La determinación de dimensiones, indicadores y parámetros permitió a todo el personal docente de la Educación Preescolar realizar una caracterización con más facilidad y con un mayor nivel de concreción y objetividad, pues hasta el momento no se contaba en la provincia con un instrumento que precisara estos aspectos para los educadores.
Conclusiones
La investigación realizada permitió arribar a las conclusiones siguientes:
1. Las tendencias teóricas en la realización de la caracterización de los niños y niñas de 0 a 3 años manifiestan variedad de criterios en la determinación de dimensiones, indicadores y parámetros, así como en la concreción de los mismos para realizar el proceso de caracterización.
2. La propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros para caracterizar los niños y niñas de 0 a 3 años contiene cinco dimensiones: una primera dimensión que incluye los datos generales, una segunda dedicada al desarrollo físico y estado de salud, una tercera que incluye el desarrollo cognitivo e instrumental, una cuarta que abarca el desarrollo afectivoemocional, y una quinta que se refiere al desarrollo del comportamiento social con un enfoque integrador en el estudio de la personalidad del niño y la niña.
3. Se determinaron indicadores, entre los que se encuentran: desarrollo de la masa corporal y estatura, desarrollo de la circunferencia cefálica, estado de salud, particularidades de la percepción, particularidades del lenguaje, desarrollo de las habilidades motrices, particularidades de las emociones y particularidades del desarrollo de la autoconciencia. Además se establecieron parámetros en orden creciente y decreciente que permiten valorar de forma más precisa el estado de desarrollo en que se encuentran los niños y las niñas.
4. Para realizar el proceso de caracterización se debe tener en cuenta: usar métodos de investigación científicos; caracterizar a los niños y niñas, padres y comunidad; tener en cuenta el cumplimiento de los documentos normativos de la enseñanza; llevar un registro de experiencia a los padres y realizar estudio anamnésico de los infantes.
5. La validez y fiabilidad de la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros se comprobó mediante el criterio de expertos y un pre-experimento, los cuales arrojan resultados positivos para su aplicación en el proceso de caracterización de los niños y niñas de cero a tres años.
Recomendaciones
Los resultados obtenidos en la presente investigación fueron experimentados en el Municipio de Holguín y se recomienda:
Analizar la posible aplicación de la propuesta en diferentes centros infantiles o en las VNF del territorio en armonía con los requisitos establecidos en el informe final de la investigación.
Profundizar teóricamente en diferentes aristas del problema de la investigación con el propósito de ampliar los conocimientos referentes a las mismas y aplicarlos en la futura tesis doctoral.
Introducir los resultados en el programa de formación del profesional de la carrera de Educación Preescolar.
Continuar preparando a las estructuras de dirección del territorio para que puedan aplicar la propuesta de dimensiones, indicadores y parámetros.
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