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Te comiste mi cuy (Reciprocidad) (página 2)


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Ahora bien ¿por qué la mayoría de las Tradiciones colocan la reciprocidad en el inicio de la historia de los hombres? ¿ La conciencia de sí no emerge espontáneamente para todo ser viviente en la naturaleza cada vez que apuestas contradictorias entre ellas se neutralizan la una a la otra y liberan un instante de elección libre entre sus determinaciones respectivas ? ¡ Sin duda ! Sin embargo, el paso de una situación a su contraria – por ejemplo, de la vida a la a muerte para cualquier animal amenazado por su depredador – es generalmente un instante fugaz, y quedarse en la opción no interesa al ser vivo, que está dirigido a su finalidad biológica. Cuando esta situación contradictoria es generada por la reciprocidad, el instante de escogimiento se eterniza, escapa de la empresa de la vida, y se construye como origen de la libertad.

Aquel que actúa debe sufrir, este proverbio que ya Esquilo decía que era muy antiguo…confronta dos situaciones antagónicas (obrar y sufrir) invirtiéndolas por el principio de reciprocidad. La reciprocidad aparece así como la astucia por la cual cada uno redobla la finalidad inherente al obrar por la finalidad inherente al sufrir (3). Dos finalidades (o conciencias biológicas), ciegas cada una de la otra, se convierten, por su confrontación y relativización recíproca, en conciencias conscientes cada una de la otra, y se dan mutuamente sentido. En un equilibrio contradictorio perfecto, la reciprocidad instaura una conciencia de conciencia, libre frente a todas las determinaciones de la naturaleza biológica.

Esta conciencia de conciencia se presenta como Otro para el yo de cada uno, lo que no quiere decir reductible al yo de los demás. El Otro es una referencia que se presenta como externa a la identidad individual del uno como del otro. Esta alteridad (¡radical!) parece nacer fuera de la naturaleza. Es por ello, sin duda, que es llamada sobrenatural, o

Dios. Hay que subrayar que esta nueva conciencia de conciencia, liberada entonces de toda determinación biológica, es únicamente consciente de sí misma : es su propia revelación.Esta revelación, que hemos designado como el Otro, termino tomado del psicoanálisis, se presenta como Sujeto en cada miembro de la pareja de la relación reciproca. Este Otro-Sujeto es un nuevo nacimiento : el de la humanidad en cada uno de nosotros. De ahí la expresión común en todas las comunidades de reciprocidad : " Hemos aquí los Verdaderos Hombres ".

La reciprocidad y lo simbólico

El sentimiento de ser humano nacido en el corazón de la reciprocidad, sentimiento común a los unos y a los otros, se expresa tanto a través (y sobre) el cuerpo de unos y otros gracias a lo que Aristóteles decía ser dado al ser por además : la belleza. Se podría hablar de transfiguración. Cada uno es, en efecto, más que testigo, o el espejo del Otro, como animado por el Otro por el hecho que recibe el alma del Otro. La belleza testimonia de ello. Pero se podría también hablar de transustanciación, ya que el cuerpo es la sede de la metamorfosis del yo en , de la metamorfosis de una identidad natural en identidad espiritual.

Fortalecidos por el principio de reciprocidad, los hombres lo han aplicado a todas sus actividades (las prestaciones totales de Marcel Mauss) – alimentar, amar, procrear, morir, cuidar, producir, consumir, etc. y todas estas actividades han adquirido sentido.

Así, como las expresiones de los sentimientos que son los cantos, himnos, danzas, incisiones corporales, tatuajes, pinturas, aderezos, pueden desprenderse del cuerpo, se convierten en máscara, rostro de lo espiritual; y todo lo que se da o que se transmite por reciprocidad viene a ser un símbolo.

La conciencia humana no es solamente un producto de la metamorfosis de las energías de la naturaleza, es la metamorfosis de la eficiencia de esas energías en su propia eficiencia: es el "Debes" de los ancianos, o la obligación de reciprocidad. El mana de los polinesios, el hau de los maoris, el espíritu del don redescubierto por Mauss (4) son, pues, eficaces. El símbolo es activo, es motor, es una "energeia" con igual titulo que las "energeias" de la naturaleza, es una palabra imperativa: un mandato. El objeto simbólico está dotado de una fuerza que arrastra a los contrapartes de la reciprocidad en su movimiento.

Si la reciprocidad moviliza el don, aparece el espíritu del don que ordena la reproducción del don. Dar y Recibir se convierten en obligaciones del mismo don. Si la reciprocidad se expresa en términos de violencia, aparece el espíritu de venganza, el kakarma de los jibaros, los erinias de los griegos, que llaman y ordenan la venganza.Notamos que en la reciprocidad de dones, la inversión de un objeto simbólico es una pérdida para el donador, pero esta pérdida es simbólica de la misma función simbólica, puesto que está análoga al aniquilamiento mutuo de las fuerzas de la naturaleza necesario para la génesis del sentido (la relativización mutua de las fuerzas biológicas antagonistas, en el seno de la reciprocidad originaria). La ofrenda o el sacrificio es, de este modo, la puesta en escena del nacimiento de lo simbólico, la representación de la metamorfosis de lo natural en espiritual (como se ve por ejemplo con la consumación sobre los altares de la materia en fuego).

Si el mana se expresa en el adorno, y después en el tesoro, adorno y tesoro se recibirán como títulos de gloria. El deseo de adquirir el prestigio reconocido en los símbolos lucha ahora con el deseo de ser autor del prestigio que se produce al volver a donar (la dialectica del don) (6)

Si el símbolo es un signo que engendra más sentido desde que entra en un nuevo ciclo de reciprocidad, el don, en tanto y cuanto es un símbolo, recibirá, en cada nueva inversión, un nuevo valor (la plusvalía de celebridad) : de ahí la sobrepuja del contra-don.

Toda parada en la inversión del don es parada de la génesis, y al mismo tiempo induce al fetichismo del valor, a la apropiación del simbólico, y a la competencia por el poder de unos sobre los otros. La finalidad del don puede, por tanto, en cualquier momento ser reconvertida en su contrario: en propiedad y en poder.

Ahora bien, puesto que el sentido se acrecienta con la reciprocidad, la creación de sentido prevalece naturalmente sobre la representación, lo simbólico sobre el simbolismo, y la estructura sobre los elementos que moviliza, en las sociedades de reciprocidad al menos.

La reciprocidad y lo económico

De la reciprocidad primordial retengamos que engendra un sentimiento que se convierte en valor de referencia, y que este valor es pronto reimpulsado en una nueva estructura de reciprocidad. A estos dos niveles de reciprocidad, uno puede ser llamado real, y otro, que estructura el lenguaje, y por tanto la vida política, simbólico.

Pero ¿por qué el don? El don lleva la reciprocidad fuera de su contexto biológico, fuera del cuerpo a cuerpo de la alianza matrimonial y de la filiación: trasciende lo real porque es un símbolo. El don es primero hospitalidad, don de víveres, pero también, inmediatamente, un símbolo de la humanidad nacida de esta hospitalidad, nacida de este don de víveres, y por tanto una palabra que se sitúa a otro nivel que el de la naturaleza, suscitando la construcción de una segunda existencia, una existencia artificial, la de la sociedad. Modifica lo real: se convierte, efectivamente de nuevo en hospitalidad, protección y cuidados, pero a partir de una producción destinada a este efecto. Enseguida, dar, recibir y devolver, significan producir-para-dar, consumir-para-recibir y producir-para-volver a dar. Permite recrear la reciprocidad como fundamento económico de la sociedad: Dar-recibir-devolver incrementa el sentimiento de humanidad, ciertamente, pero construyendo la ciudad a partir de la producción económica, lo que se puede llamar una economía humana.

La ruptura del ciclo es todavía aquí la muerte de la sociedad, a menos de renunciar al don sin renunciar a la reciprocidad, y que se proceda al pillaje, al rapto, a la muerte, pero solicitando venganza para ser reconocido por los demás en tanto que enemigo, como Caín, cuyo don no fue recibido con agrado, y que será vengado siete veces.

La reciprocidad y lo político

De aquí, pues, dos formas de reciprocidad opuestas, la del don y la de la venganza. En las comunidades de América, aparecen íntimamente vinculadas como si la una debiera ser necesariamente equilibrada por la otra ; a veces juntas, la reciprocidad positiva (de los dones) animando muy a menudo las relaciones entre prójimos, y la reciprocidad negativa (de venganza) las relaciones lejanas.

Entre los jibaros, una red de relaciones mortíferas se encuentra entrelazada con una red de reciprocidad de alianza en dominó (un hombre anuda con un compañero una relación de reciprocidad positiva que induce una amistad eterna. Le da todo y recibe todo de él. Pero cada uno puede establecer una relación idéntica con otro compañero. Se crean, de este modo, redes llamadas de amistad, abiertas a los extraños pues que no están restringidas por ninguna condición previa de parentesco o de alianza matrimonial, y estas redes trazan caminos para la circulación de riquezas).

En los Andes, se observa tanto organizaciones dualistas en las cuales amistad y enemistad están íntimamente mezcladas cuanto organizaciones cuadripartitas en las que las familias se hacen frente en dos mitades para las relaciones de dones y de alianza, y en otras dos mitades para los actos de violencia o sus sustitutos simbólicos (tinku). Aquí todavía se observará curioso equilibrio entre las estructuras que movilizan la benevolencia y aquellas que movilizan la violencia.

Estas mismas comunidades de Amazonia y de los Andes incluso hacen más justicia a la reciprocidad generalizada que se puede llamar igualmente terciaria porque es suficiente con tres miembros para construirla.

Hemos dicho que la reciprocidad binaria, la más simple, la que nace del encuentro de dos hombres, engendra una conciencia de sí, libre de toda determinación biológica. De las dos existencias biológicas puestas en juego, resulta una conciencia de conciencia que aparece como un Tercio entre ellas, un Tercio invisible. El sentimiento de liberación que caracteriza tal conciencia de conciencia es también una energía : se experimenta como potencia autónoma, libre, en cada uno aunque no pueda manifestarse sin la presencia del otro. Así pues, si se instala en cada miembro de la pareja de reciprocidad como su propia libertad, no tiene menos razón de ser para cada uno de ellos en el otro. Tanto más desde el momento en el que se manifiesta como sujeto para el uno, se ve en la expresión del otro. Tiene entonces un cuerpo y un rostro, siempre el cuerpo y el rostro del otro. Por lo tanto, el sentimiento común se manifiesta de forma inmediata por lo que se llama amistad, más exactamente lo que los griegos llamaban la philia.

Nada semejante en la reciprocidad terciaria, donde la imagen del Otro-Sujeto está dividida entre él compañero de quien se padece y él compañero sobre quien se actúa. Ninguno de esos dos compañeros es, para el intermediario, a la vez aquel que actúa y que sufre, y no puede, por tanto, revelarle el sentimiento del Otro Sujeto, del Tercio, de la humanidad. El intermediario tiene la impresión de encontrarse solo para realizar lo que acabamos de llamar el Tercio (el Otro-Sujeto). El intermediario de una estructura terciaria solo puede, pues, reconocerse a sí mismo como humanidad en el eco de su propia palabra. Le parece que él es la única fuente del Otro-Sujeto. La reciprocidad terciaria engendra entonces la individuación del Otro-Sujeto en tanto que humanidad revelada a sí-misma.

No está por ello condenado a la soledad, puesto que la estructura de reciprocidad le impone implícitamente tener en cuenta la existencia de su prójimo tanto como la suya propia. Le impone postular que aquel del cual se origina su padecimiento pueda padecer, y que aquel sobre el que actúa pueda actuar, bajo pena de su propia desaparición como ser humano, bajo pena de muerte espiritual. Con más precisión, la reciprocidad terciaria segmentada designa al prójimo, siempre que éste dé o que reciba, como otro sí mismo. Y la reciprocidad terciaria centralizada designa a su vez como otro sí mismo a cualquier donador o donatario: dicta a quien se encuentra en el lugar del intermediario entre todos, el postulado de que todo hombre es otro sí mismo, pese a que este otro está ausente de su horizonte.

¿El sentimiento que resulta de ello, es el sentimiento de responsabilidad ? La responsabilidad es, en primer lugar, receptividad al mandato de una estructura invisible, mandato de ser sujeto de la palabra en representación de todos. Es, en segunda, el acto de esa palabra, el hecho de dirigirse a todos como la expresión de la humanidad (o de la divinidad). En la reciprocidad terciaria la libertad individual es la expresión no del interés propio, como en el sistema de libre cambio, sino de la responsabilidad. Con mayor precisión, la individuación del Otro-Sujeto significa que la libertad se transforma en responsabilidad. Que se construye ahora une estructura terciaria y bilateral, es decir, en la que, por ejemplo, un don es recibido por un lado y dado por el otro, pero equilibrado sistemáticamente por un don en sentido inverso, que vuelve al primer donador por el mismo intermediario, y la necesidad de tener en cuenta la existencia de uno, pero también la existencia del otro, confiere a la responsabilidad del intermediario un sentido nuevo que se expresa a su vez como un imperativo categórico : el sentimiento de justicia.Otras estructuras elementales como el reparto o la estructura de reciprocidad terciaria centralizada, más conocida bajo el nombre de redistribución o reciprocidad vertical son, a su vez, las matrices de otros valores que no comentaremos aquí.

Se adivina, sin embargo, por estos ejemplos, que cada estructura elemental de reciprocidad es matriz de un valor específico y que cualquier sociedad recurre a todas las estructuras elementales de reciprocidad posibles pero que la organización, o la relación entre estas estructuras, difiere de una de la otra, tanto más cuando algunas de estas estructuras se excluyen mutuamente, como la reciprocidad terciaria segmentada y la reciprocidad terciaria centralizada. Para conciliarlas, es preciso hacerlas cohabitar concediéndoles territorialidades que le sean propias. Las modalidades de estas cohabitaciones son diversas, y según la importancia o la prioridad que se conceda a una u otra de las estructuras elementales, los sistemas de reciprocidad conducirán a ideales o referencias éticas diferentes. Entre los jibaros, el kakarma surgido de un sistema de reciprocidad de muertes era antaño la referencia suprema, y la noción de valor, por tanto, muy diferente de aquella de los franciscanos, por ejemplo, cuyo mana era el producto de la reciprocidad de dones.

La expresión de cada uno de estos valores fundamentales, responsabilidad, justicia, amistad, libertad, confianza, etc..; conduce a nuevas estructuras de reciprocidad, nuevas en el sentido de que se sitúan a otro nivel, el del lenguaje. La reciprocidad se convierte de este modo en principio de organización de la sociedad a partir de la eficacia de la palabra.

En los Andes, el lenguaje se desenvuelve principalmente gracias a una modalidad de la función simbólica que Levi-Strauss llamó el principio de oposición: una comunidad de reciprocidad se representa a sí misma por dos términos opuestos (negro y blanco por ejemplo). Esta oposición, convencional, autoriza la reproducción de la reciprocidad (desde entonces el blanco será listado de negro, y el negro listado de blanco, lo que puede significar que de las dos mitades, hemos pasado a cuatro secciones (7). Las mitades podría, sin embargo, decidir interrumpir el proceso de reciprocidad y cada una podría enfeudar a su dimensión particular el sentimiento de humanidad al cual ha accedido, excluyendo al otro. Desde entonces, cada una tendría como fin su propio interés en desmedro del otro, y se constituiría en comunidad separada; después, propondría al otro de intercambiar lo que tuviera en exceso con lo que le faltaría para realizarse según su ideal particular.

En las sociedades amerindias, sin embargo, parece que la reciprocidad se ha impuesto siempre sobre el intercambio, hasta que el intercambio ha sido impuesto por la colonización. Hoy, la confrontación de los dos sistemas de reciprocidad y de cambio opera según diferentes modalidades que van del quiproquo histórico (8) hasta la reconquista de los valores de humanidad en el seno de los consejos, pero sin que en todas partes y siempre pueda prevalecer una conciencia clara de las opciones de unos o de otros.

La reciprocidad y lo religioso

El principio de oposición es demasiado conocido para que insistamos más sobre la importancia de su función ¿Es la única modalidad de la función simbólica que se usa en las comunidades de reciprocidad ? Las estructuras elementales de reciprocidad como el reparto o la reciprocidad terciaria centralizada sugieren una forma de expresión más adecuada que el principio de oposición para expresar los sentimientos que ellas producen.Llamamos esta segunda modalidad de la función simbólica principio de unión. Este segundo principio se superpone casi por todas partes al principio de oposición y origina la palabra de unión y la religión.

En los Andes, se señala que la palabra de unión es muy distinta de la palabra de oposición gracias al reparto de papeles según las modalidades de la filiación paralela. Tradicionalmente en las sociedades andinas, la línea masculina recibe la responsabilidad de expresar los valores sociales y políticos de la comunidad por la palabra de oposición, y la línea femenina mediante la palabra de unión. Es fácil constatar hasta que punto estas dos palabras presiden la organización de la vida social hasta en el paisaje. Hoy, en el altiplano, la granja agrícola está, a menudo, constituida por dos casas, una para los asuntos del hombre, herramientas, etc., la otra para las de la mujer, la cocina, la tejeduría, etc., pero una es cuadrada y la otra es redonda ¿ Eso quiere decir que los hombres piensan por cuadrados, o que las mujeres deberían pensar por redondeces, acordando que el cuadrado y el circulo son los símbolos de la palabra de oposición y de la palabra de unión ? ¡ No, ciertamente! Es evidente que las mujeres utilizan también la palabra de oposición y los hombres la palabra de unión. Pero eso quiere decir que cuando ellas son colocadas bajo la responsabilidad de una filiación paralela (como entre los quechuas y los aimaras) las dos modalidades de la función simbólica deben asociarse entre sí en una relación indisoluble gracias a la alianza matrimonial que se convierte en la matriz de lo que hay que denominar con la palabra aymara jaqui, para decir, según Felix Llaymé, ser humano que ha alcanzado la madurez. Se alcanza la madurez por la conjunción de las dos modalidades de la función simbólica, de la palabra de oposición y de la palabra de unión.

La palabra de unión es susceptible, a su vez, tanto de reproducir la reciprocidad como de interrumpirla. La detención de esta palabra es sinónimo de totalitarismo pues el centro impone entonces su imaginario a todos. Pero, incluso aquí, las comunidades de Amazonia y de los Andes han escogido reproducir la reciprocidad.En las comunidades Pano, en la frontera entre Perú, Bolivia y Brasil, los Huni Kuin (Nosotros los Verdaderos hombres) se definen como ocho clases organizados según la palabra de oposición pero, al mismo tiempo, como una sola unidad social y política con la palabra de unión, cuya claridad irradia alrededor de la aldea (9). Esta claridad disminuye, alejándose, y se pierde en lo desconocido en una frontera imprecisa que se llama kayabi. Si la expresión del sentimiento nacido de la comunión entre los miembros de la comunidad fuera únicamente redistribución a sus miembros, la comunidad tendría la idea de ser la única que puede reivindicar el título de humanidad. Pero los Huni Kuin reconocen que están influidos por los occidentales que, en efecto, sustituyendo la reciprocidad de dones por el intercambio o el robo, destruyen el orden comunitario a su alrededor. Los Huni Kuin ignoran lo que hay más allá de su visión del mundo, pero descubren las huellas del desconocido en los desordenes que padecen. La región periférica sometida a estas alteraciones se llama bemakia. Kayabi y bemakia no se recubren: se afrontan y se relativizan la una con la otra… En los Andes, una lógica idéntica parece actuar para desplegar la palabra religiosa en el más allá de la revelación ya adquirida. La Pacha Mama es palabra de unión, pero, en los límites de su soberanía, está influida por los espíritus invisibles, los saxra que los aymaras saben reconocer les huellas después de sus fechorías. En esta frontera se puede encontrar un extraño personaje, el ch'amacani, capaz de hacer oír la voz divina (mediando su muerte, por cierto, quizás porque en los límites de la vida, la dinámica susceptible de relativizar la vida y hacer aparecer un Tercio, un nuevo Otro-Sujeto es la muerte).Los rituales andinos o amazónicos, necesarios para guardar la inspiración de la palabra, recuerdan a las jóvenes generaciones sobre cuáles estructuras de base está fundada la sociedad, y hacia qué valores están ordenadas estas estructuras. La ofrenda (la misa) es el ritual de la reciprocidad positiva, el tinku, el combate, es el ritual de la reciprocidad negativa, el sacrificio, el ritual de la metamorfosis de la fuerzas de la naturaleza en el espíritu en el altar de la reciprocidad.

Lo "diversal " y lo universal

Estructuras elementales, formas e niveles de reciprocidad están organizados en diferentes sistemas:

políticos, puesto que las instituciones dan un espacio propio a cada una de las estructuras elementales

económicos, puesto que la producción, la circulación y la distribución de riquezas dependen de las estructuras de reciprocidad

– en fin culturales, según el predominio de tal o cual valor.

Los hombres se han apasionado en inventar toda clase de sistemas, para crear aquí primero la justicia, en otra parte, antes la amistad. Han ido hasta a buscar la reciprocidad de muerte, (entre los jibaros, por ejemplo, o entre los guaraníes, e incluso los mayas, los aztecas y los incas) para descubrir cuál sería el camino que permitiría alcanzar lo más rápido posible (pero ¿a qué precio?) lo sobrenatural !

Se diría que por emulación cada comunidad se empeña en saber cómo podría inventar la humanidad de modo diferente de la comunidad vecina ¿Cómo explicar, en efecto, una tal inflorescencia de culturas, de tradiciones, de sueños, de himnos y de religiones? La riqueza de América no es ni su oro, ni su petróleo, ni su caucho, ni su plata, ni su guano, sino la abundante variedad de sus comunidades originarias. Desde que nos encontramos en una comunidad amazónica o andina se está confrontando con modos de vida extraordinarios, como el de la maloca, la gran casa, en Amazonía, donde decenas de familias únicamente están separadas por los tabiques invisibles del respeto mutuo, donde todas las experiencias de la vida, del nacimiento, del amor y de la muerte pasan juntas ; o como el modo de vida de las aisladas familias de los jibaros donde cada uno está siempre al acecho entre la vida y la muerte !

El ser es, pues, diverso. Pero cada uno de estos sistemas es también universal, universal por la calidad de los valores creados, universal porque siempre se dirige al otro, universal porque la comprensión de su génesis permite a cada uno de participar à la creación de sus valores humanos a gusto.

EL ZORRO Y EL CUY – CUENTOS ANDINOS – DE LA SIERRA

edu.red Alguien, un desconocido hacía destrozos en una chacra, de noche. Esto sucedió hace mucho tiempo. Las plantas amanecían rotas y a medio comer. Entonces, el dueño de lachacra construyó una trampa, la puso en el lugar adecuado y esperó atento, sin cerrar losojos en ningún momento. A la media noche escuchó unos gritos; alguien había caído en la trampa. Era un cuy grande y gordo. El dueño lo amarró a una estaca y regresó a su casa.-Mañana temprano hiervan agua para pelar un cuy. Almorzaremos cuyecito – les dijo a sus tres hijas, antes de irse a acostar.

El cuy, amarrado a la estaca, forcejeaba y mordía inútilmente la soga. Y, así loencontró un zorro que pasaba por allí.

– Compadre – le dijo el zorro – ¿Qué has hecho para que te tengan así?-Ay, compadre, si supieras mi suerte -le dijo el cuy -. Yo enamoraba a la hija más gordadel dueño de esta chacra y ahora él quiere que me case con ella. Pero esa joven ya no me gusta. También quiere que aprenda a comer carne de gallina que a mí me da asco.Así le mintió el cuy. Después, haciéndose el sonso, exclamó el muy ladino:

– Creo que a ti sí te gusta la carne de gallina.

– A veces, le dijo el Zorro, también haciéndose el sonso.

-¿Por qué entonces no me desatas y te pones en mi lugar? Así te casarás con una jovengorda y comerás carne de gallina todos los días.

-Te haré ese favor, compadre – le dijo el zorro.

Al día siguiente, muy temprano, cuando el dueño de la chacra vino a llevarse al cuy,encontró al zorro.

– ¡Desgraciado! ¡Anoche eras cuy y ahora eres zorro! Igual te voy a zurrar – dijo el dueñodándole latigazos.

– ¡Sí me voy a casar con tu hija! ¡Te lo prometo! También te prometo que comeré carne de gallina todos los días- gritaba el zorro.

Al oír este atrevimiento, el dueño lo azotaba con más fuerza, hasta que en una treguade la tunda, el zorro le explicó toda la mentira del cuy. El dueño se puso a reír y después lo soltó, un tanto arrepentido de haber descargado su ira en otra persona.Desde ese día, el zorro comenzó a buscar al cuy. Quería cobrarse la revancha detodos los latigazos que recibió del chacarero. Un día se topó con él y pensó que habíallegado la hora de la venganza. El cuy, viendo que ya no podía huir se puso a empujar una enorme roca y el zorro se le acercó para cumplir su cometido; pero, el cuy reaccionó:- Compadre zorro – le dijo – a tiempo has venido. Tienes que ayudarme a sostener estaroca. La santa tierra se va a voltear y esta roca puede aplastarnos a todos.

Al comienzo el zorro dudaba, pero la cara de asustado que ponía el cuy terminó porconvencerlo. Y empezó a ayudarlo, es decir, a sostener la gigantesca roca.

Después de un rato, el cuy le dijo:

– Compadre, mientras tu empujas yo voy a buscar una piedra grande o un palo para acuñar esta roca.

Paso un día, dos días, y el cuy no volvía con la cuña. El zorro ya no podía más.

"Soltaré la roca aunque me mate", pensó. Dio un salto hacia atrás, pero la roca ni semovió.- Otra vez me ha engañado- dijo-. Pero, ésta será la última porque lo voy a matar.Día y noche le siguió el rastro hasta que lo encontró junto a un corral abandonado. Elcuy lo vio de reojo, calculó que ya no podía escapar. Entonces se puso a escarbar el suelo.- Rápido, rápido -decía como hablando para sí mismo -. Ya viene el juicio final, va a caerlluvia de fuego.

– Bueno, compadre mentiroso, hasta aquí has llegado – le dijo el zorro-. Te voy a comer. – Está bien, compadre – le dijo el cuy- pero ahora hay que hacer algo más importante.Ayúdame a hacer un hueco porque va a llover fuego.

El zorro se puso a ayudar. Cuando el hueco ya estuvo hondo, el cuy saltó dentro de él.- Échame tierra, compadre zorro – le rogaba el cuy-. Tápame por favor, no quiero que mequeme la lluvia de fuego.

El zorro, asustado, le contestó:

– Viendo bien las cosas, tú eres menos pecador que yo. A ti no te castigará demasiado lalluvia de fuego. Mejor entiérrame tú.

– Tienes razón compadre. Cambiemos, pues, de lugar – le dijo el cuy, saliendo del hueco.El cuy no solamente le echó tierra, sino también, ortigas y espinas. Y mientras lotapaba iba diciendo:

-¡Achachau, achachau, ya empezó la lluvia de fuego! Cuando terminó, se limpió las manos y se fue riendo.

Pasaron los días y dentro del hueco el zorro empezó a sentir hambre. Quiso sacar una mano y se topó con las ortigas.

– Achachau- dijo-. Deben ser las brasas de la lluvia de fuego

Guardó su mano y esperó. Días después, el hambre le hizo arriesgarse: salió entre elardor de la ortigas y los pinchos de las espinas. Vio que afuera todo seguía igual. "Ya sehabrá enfriado el fuego ", pensó. Estaba más flaco que una paja. Finalmente, se convenció de que había sido burlado, nuevamente.

Lo buscó, entonces, sin descanso, día tras día y noche tras noche. Una noche queandaba buscando comida, encontró al cuy al borde de un pozo de agua. El cuy, al verlo, se puso a lloriquear.

-¡Qué mala suerte tienes, compadre! – le dijo -. Yo estaba llevando un queso grande, perose me ha caído en este pozo. El zorro se asomó al pozo y vio en el fondo el reflejo redondo de la luna.

– Ése es el queso – le dijo el cuy.

– Tenemos que sacarlo – dijo el zorro.

– Hagamos esto, compadre: Usted entra de cabeza y yo lo sujeto de los pies.

– Y así lo hicieron por un buen rato. El cuy, sosteniéndolo, le decía:- Es usted muy pesado, compadre. Ya casi no puedo sostenerlo.

Dicho esto, lo soltó. El zorro, gritando, cayó de cabeza al fondo del pozo. Así dicenque murió.

EL CUY Y EL CHIHUACO

Cuy: Mamífero del orden de los Roedores, parecido al conejo, pero más pequeño, con orejas cortas, cola casi nula, tres dedos en las patas posteriores y cuatro en las anteriores. Se usa mucho en experimentos de medicina y bacteriología.

Chihuaco: Nombre que se le da en el Perú al ave conocida como Zorzal.

Esta era una Cuy que vivía contenta con un Chihuaco. Cada mañana ellos salían a buscar alimentos. Mientras el Chihuaco podía observar donde había las más deliciosas y jugosas plantas, la Cuy con sus filosos dientes podía desprender estas y así compartir el alimento con el Chihuaco.

(*) Cuento extraído de la obra "Relatos de la Literatura Oral y Escrita del AltiplanoPuneño, de Édwin P. Tito Quispe, Impresiones Gráficas REPSA, Puno 1997.

Cuando arreciaba la lluvia o la noche se tornaba demasiado fría, la Cuy encontraba el mejor lugar para refugiarse, ya que era una experta para ello y; para que esta guarida sea aún más acogedora, el Chihuaco traía múltiples hojas y hierbas secas para que sirvan de abrigo.

Así los días de la Cuy y el Chihuaco pasaban de una manera sosegada y alegre. Hasta que un día, cuando volaba en busca de alimento, el Chihuaco se encontró con una Paloma, y ésta le preguntó porque iba tan contento, entonces el Chihuaco le contó lo momentos alegres que vivía junto a la Cuy. La Paloma no pudo comprender como un ser alado y cuyo destino se encuentra en las nubes, puede estar contento con una roedor, que sólo tiene la cabeza en la tierra, le dijo, amigo eso no puede ser, tu relación con la Cuy es equivocada y está destinada al fracaso, podrás estar contento ahora, pero eso no es felicidad.

El Chihuaco estuvo pensando todo el día en lo que le habían dicho. Era cierto cuando él volaba por las nubes le hubiera gustado que la Cuy lo acompañara, pero eso era imposible. Pensó también que la Cuy estaría contenta si él la pudiera seguir en sus aventuras bajo tierra. Además, sus plumas incomodaban mucho a la Cuy, y a él le irritaba el sonido que ésta hacia con sus dientes. De verdad que eran diferentes.El Chihuaco le contó a la Cuy, lo que pensaba y le pidió a ella que se dejaran de ver por algún tiempo. Este tiempo se hizo tan largo que la relación terminó por romperse.Pasado el frío invierno, el Chihuaco empezó una relación amorosa con la Paloma, pero esta lo dejó de un momento a otro aduciendo que eran muy diferentes, ella era un ave elegante y un símbolo de muchas cosas importantes; mientras que el Chihuaco es un ave pequeña e insignificante.

La Cuy, en cambió, empezó una relación con el Búho, con el cual vive tan contenta como cuando vivía con el Chihuaco.

LIMPIAR CON CUY

La pitonisa Gloria Marín envolvió el paquete de ruda y salió a la calle. En ella Guillermo Flores se preparaba para vender sus casetes y miraba el reloj del mercado que daba en esos momentos las once de la mañana. "Carajo ya son las once y no he vendido nada" pensaba Guillermo mientras acomodaba los discos y casetes de la Sonora Matancera. Gloria miró a Guillermo y lo saludo con la mano. Luego se fue a la esquina donde estaba el cafetín donde su marido atendía a los primeros comensales. "Un arroz con pollo y con garbanzo" le pidió un gordo que siempre comía a esas horas el almuerzo aunque no era todavía la hora. Bienvenido Granda cantaba con su voz melodiosa y Guillermo se alegro. "¿Trajiste la ruda, negra? le preguntó el marido de Gloria a la mujer que llegaba con el atado de ruda envuelto en un periódico. "Si amorcito aquí está" le susurro Gloria y luego se puso el delantal para atender a los clientes que habían aumentado. Bienvenido Granda daba el puntillazo final del bolero inmenso y después de un lapso de tiempo Leo Marini tomó la posta.

– Negra estoy aburrido-le dijo Tomás, que así se llamaba el marido. -Lava los platos y te pasara el aburrimiento-le contesto Gloria.

Guillermo había acomodado los discos y casetes y se había sentado a leer el periódico de la mañana. Tomás lo vio sentado frente a su cafetín y se puso a lavar los trastos. El gordo estaba viendo la tele y al mismo tiempo comía con placer su arroz con pollo. Los otros tomaban refrescos y comían también sus pedidos. Estaban de buen humor quizá por la música de la sonora.

-¿Vas a leerme la suerte mujer?- le dijo el gordo a Gloria de improviso. -Claro, para eso he traído la ruda?

-¿Ruda? Yo quiero que me veas la suerte con coca-le dijo el gordo engulléndose la ultima cucharada del almuerzo.

Daniel Santos empezaba como el solo sabe hacerlo el tema "la trompeta" y su voz llegaba hasta el cafetín y los comensales tarareaban la melodía. Guillermo se había levantado y ahora conversaba con un policía que parecía ser su amigo. -Yo no se leer la coca. Mejor es con ruda gordito-le dijo riéndose la pitonisa al gordo quien se había levantado para estar cerca a Gloria.

-Mejor límpialo con cuy l gordo-terció en la conversación Tomás riéndose a carcajadas. -A ti que te limpie con cuy, ó mejor con una rata-le contestó malhumorado el gordo. Daniel Santos seguía con su ritmo. Las once y media dio el reloj del parque y Guillermo se sentó otra vez ya que el policía se había ido de su puesto de venta de discos y casetes.

Gloria se fue a la cocina del cafetín y buscó entre sus pertenencias los naipes españoles para tratar de convencer al gordo que mejor era con los naipes y no con coca y menos con cuy. No encontró los naipes porque los había dejado en la casa. Salió de la cocina con mal humor. El gordo seguía en sus trece: quería que le vea la suerte pero con coca. El marido de la pitonisa no decía esta boca es mía para nada y resolvieron el gordo y Gloria caminar hasta la casa para que le vea la suerte con coca como quería el gordo. Al pasar por el puesto de Guillermo, Celia Cruz avanzaba con un bolerote de esos que llegan hasta el corazón y lo detrozan. Guillermo vio al gordo y a Gloria que venían a trompicones y ni siquiera lo miraron.

-¡Hay que poner sabor hermanos!-les dijo al pasar, riéndose a carcajadas y sacudiendo el polvo que se había alojado en los discos y casetes.

4. CUENTOS DE EDSON BORDAES

HUAJACULLAN

Nuestra Novia.- Elección Reina Primaveral de Yanacancha.- Popularidad.- Elección de Señorita Perú.- Amores.- Viaje a la Capital.- El gran desenlace

NUESTRA NOVIA

"Ya son casi las cuatro de la tarde. Es la última volquetada que hago porque luego me iré a la oficina de tiempo para cobrar. Hoy día es la quincena. Ojala que alcance el carro del panadero Sinche y así pueda ir a comprar el regalo para el cumpleaños de mi mujer". Así decía Herrógenes, un trabajador de la planta dos donde operaba como obrero de la compañía minera Atacocha. Era una empresa muy buena, daba prestaciones muy buenas casi igual o mejor que la Cerro de Pasco Cooper Corporation.

 -¡Claro…! ¡Claro…! Y no te olvides que en la oficina de tiempo también te estará esperando tu novia para que le des algo de dinero ¿No?- Le replicaba su compañero Miguel.

-¿Mi novia? ¿Mi novia? ¡Ah, claro! ¡Mi novia! Ella nunca falla. ¿Pero te has dado cuenta que aunque andrajosa, sucia y sin zapatos la bandida tiene bonito cuerpo? Aunque dicen por ahí que la persona que toque a esa limosnera se muere.

-¿Quién dijo eso? ¡Recálcalo Miguel!

-Me acuerdo en una reunión allá en Cajamarquilla, donde vive ella, escuché hablar algo así pero no le hice caso, al menos yo no me podría acostar con La Huajaculla, si apenas te acercas huele feo ¡Imagínate acostado con ella! ¡Ni loco fuera!

-Yo tampoco, pero como todos le dicen mi novia, mi novia, por ello te recordaba y si la ves dale mis saludos ja, ja, ja…

Efectivamente, ahí estaba el personaje de todas las quincenas: andrajosa, sucia, despeinada, sin zapatos estirando la mano a propios y extraños con la finalidad de alcanzar unos centavos para subsistir…

-¡Ya, ya no llores, no llores…! pídele a Dios que me suban de salario y que me dé salud, eso es todo, no lo vayas a gastar con otro, ahí si me pongo celoso, ja, ja, ja…

 Prácticamente esa desdichada era parte de todas las quincenas y objeto de burlas de algunos trabajadores. Después de recolectar algunos soles se dirigía a los campamentos a seguir pidiendo dinero. "Ahí viene" "Ahí viene La Huajaculla, ahí, ahí"

Así lo anunciaban los niños cuando la veían pasar. Algunas señoras decían "esa se hace la loca para no trabajar", y otras decían "eso no es cierto". Ella anda así porque lleva consigo la maldición que le echaron sus enamorados, decían otros. Lo que pasa es que le hicieron brujería y no hay nadie que lo cure. En fin, hablaban y comentaban de todo pero muy pocos saben cuál fue realmente la historia de este personaje infaltable de las quincenas. Nadie sabía cómo se llamaba. Sólo se sabía que vivía en un pueblo llamado Cajamarquilla, un lugar cercano al asiento minero de Chicrín, a una hora y media de la capital del departamento de Cerro de Pasco, según cuenta el abuelo, esta jovencita ahora de unos sesenta y cinco o setenta años, fue la flor más preciada del centro oriente del Perú.

ELECCION REINA PRIMAVERAL DE YANACANCHA

-¿Cuántas candidatas tenemos señorita? La Aurora dijo que mandaría a su representante pero hasta ahora no ha llegado, con la comunicación pésima que tenemos…

Así hablaba el alcalde del Distrito de Yanacancha de Cerro de Pasco a su secretaria.

-No se preocupe señor alcalde, hasta la fecha tenemos veintiocho candidatas, la gran mayoría son Huanuqueñas, hay también Charapas (chicas de la selva) yo creo que son bastantes, si no llega la candidata de La Aurora qué le vamos a hacer; además todavía no llega el carro mixto de Sinche ya que es el que trae las correspondencias urgentes de TIcclacayan, Cajamarquilla y La Aurora, luego le informaré señor alcalde.

-¡No… no! No me preocupo, es que el alcalde es mi compadre del alma y él me prometió una buena candidata.

 

Llegó el gran día de la elección de la reina primaveral de Yanacancha. La propaganda radial se escuchaba por todas partes. Los pobladores de los diferentes caseríos, pueblos y asientos mineros se preparaban para esa fecha, según cuenta el abuelo. De los asientos mineros salían camiones llenos de gente para asistir a la fiesta. A la entrada de Cerro de Pasco se podía ver un gran cartel que decía: "HOY GRAN ELECCIÓN DE LA REINA PRIMAVERAL"," con la participación de Huánuco, Tomayquichua, Ambo, Chicrín, La Aurora y otros pueblos más, premio general, representar al departamento en el certamen de señorita Perú en la capital y ciento cincuenta soles de plata; todo esto en el gran teatro Grau de Cerro de Pasco".

 

POPULARIDAD

Esa noche fue una velada inolvidable. Estaban presentes los alcaldes de diferentes lugares participantes, ingenieros de los asientos mineros, artistas de moda, se veían lujos por todas partes… luces, se presentaron una por una las candidatas, en cada ocasión que salía la representante de La Aurora el público se agitaba tanto ya que la señorita era de un hermoso cuerpo escultural, una cabellera negra con ojos grandes y pardos y su andar de gacela inquietaba a los asistentes. Después de la deliberación de los jueces, le dieron los puntajes al maestro de ceremonia, el mismo que anunció "Voto unánime de los jueces" "La ganadora absoluta es la representante de La Aurora señorita Rosa Mandujano":

El público se levantó de pie y aplaudieron dando su aprobación. Los alcaldes comentaban: "No hay más que hacer, Rosa es la más hermosa de todas.

"¿Colega, de dónde la sacaste?", le preguntaban otros alcaldes al organizador mientras que otros exclamaban "¡Pero qué bella es…parece una gacela, mira esa cabellera, nunca he visto una mujer así!".

 Radio Corporación la emisora que más se escuchaba por todo el departamento daba a conocer en sus noticieros: "Rosa primera fue coronada anoche frente a más de ochocientas personas". Radio Pasco decía en sus comentarios: "Rosa primera arrasó con otras candidatas venidas de Huánuco y La Selva, es la primera vez que una candidata logra acaparar la atención unánime de los jueces", en las calles, los caballeros comentaban: ¿Viste anoche hermano? ¡Qué hembra es la nueva reina de la primavera, se llama Rosa! ¿La viste? ¡La vi… claro! ¡Yo gritaba desde mi asiento y, dicho sea de paso, casi no encuentro entrada! ¡Me tocó pagar un poquito más, en fin, valió la pena pagar de más aunque la charapita no se quedaba atrás! ¡No qué va, la Rosa estaba mejor que todas! ¿Viste cómo hablaba? ¡Parecía una abogada o una profesora o algo así!… ¡No te hagas ilusiones compadrito! ¡Esas pitucas (gente adinerada) ni siquiera lo miran a uno, si no miran a los alcaldes, ingenieros o a los que tienen dinero peor a nosotros! ¡Imagínate! Yosé… yo sé, pero esa muchachita es la más bonita hasta la fecha.

 Al día siguiente Rosa se despertó, miró su corona que estaba en el velador (mesa de noche)

– mmm, quien lo creyera, yo, Rosa, procedente de un pueblito, ahora soy la atención de muchas personas, todas me miran diferente, mmm, con este dinero voy a comprarme en Lima, lindos vestidos y algunas joyas, ya verán…ya verán, mmm.

-Rosita, Rosita, le llaman en la puerta- era la voz de Wachito, su asistente.

-¿Quién será? ¡Ya voy!… ya voy.

 Se puso su abrigo rojo y salió al recibidor. Ahí estaba el alcalde organizador acompañado por ingenieros de la Cerro de Pasco Cooper Corporation.

 -Mi Majestad, te presento a estos caballeros… ellos son directivos de la Cerro de Pasco Cooper Corporation, y bueno… han venido a invitarte a un almuerzo danzante allá en el club de empleados (casa de piedra).

 Así empezó Rosa: asistir a muchas reuniones protocolares del departamento de Pasco, departamento de Huánuco, llegaron a invitarle a la feria Agropecuaria del departamento de Junín en Huancayo, realizado en el campo de Yaurís. Cuando se presentó Rosa, los Huancaínos cayeron rendidos a sus pies. Luego asistió a la feria del café realizado en Chanchamayo, ahí sucedió lo mismo, todos decían: ¡Qué bella es! ¿De dónde salió esa muchachita?

 Rosa Mandujano se convirtió en la favorita para el certamen de señorita Perú.

ELECCION DE SEÑORITA PERU

 -¡Rosa…! ¡Rosa…! ¡Mira hijita… así no! ¡Así no! ¡Mírame, así se camina!- le replicaba su instructor.

-¡Ay, hija, tienes que mirarme! ¡Si yo tuviera lo que tienes dónde estaría!

Wachito era su instructor, un nombre que más bien parecía una mujer "wachito, wachito…esto es para Rosita", "no moleste mocoso, estamos practicando y esto es más importante que cualquier cosa". "Wachito, esto me mandó el gerente del banco de aquí al lado déjalo entrar", dice Rosa ¿Otra vez ese fastidioso? La vez pasada me dio estas joyas, anterior a éstas, me mandó unos vestidos, dice que los compró en la Argentina, así siempre me está regalando cosas, ¿Qué se habrá creído ese señor? ¿Cree que con regalos me va a comprar? Mira hija, le dice Wachito, los hombres son así, si te conviene recíbelo, mira que ese señor tiene dinero y estarías mejor ¿No crees así? ¡No…no Wachito, no me interesa para nada ese señor, yo soy muy bonita y joven para pensar en amarrarme así nomás, lo que me interesa es el concurso Miss Señorita Perú, chico, devuélvele su regalo a ese señor y dile que no lo necesito…

AMORES

A Rosa le llovían pretendientes: estudiantes, artistas, profesores, ingenieros, comerciantes… todos le ofrecían matrimonio, le ofrecían posiciones altas como secretaria en los bancos, en las oficinas de las compañías de las minas, pero había una persona que silenciosamente le seguía a todas partes hasta que un buen día Rosa se le acercó y le dijo: ¿Por qué me persigues tanto? Si no te apartas de mi, doy parte a la policía y te pondrán a buen recaudo, pero cuando se acercó Rosa más hacia él se quedó silenciosa, se impresionó del joven muchacho, "Rubén… me llamo Rubén"- apenas alcanzó a decir – y no me importa que me encierren o me maten si es preciso pues desde hace mucho tiempo estoy perdidamente enamorado de usted. Rosa pensó para sus adentros ¿Tendrá dinero este tipo? ¿Quién será?

– Soy un estudiante de ingeniería de la San Marcos en Lima y desde hace mucho tiempo que no encuentro calma.

-Mira…mira jovencito, yo no estoy para enamoramientos ni mucho menos compromisos ¿No te das cuenta? ¡Soy algo inalcanzable para ti! Tú… un pobre estudiante sin profesión alguna ¿Cómo crees que podrás complacer mis caprichos? ¡No… no! ¡Vete ahora mismo… no me molestes!

El estudiante se retiró cabizbajo y llorando…enamoradito, sin dinero. El banquero siguió insistiendo con sus regalos, Rosita, le decía, pídeme lo que quieras que yo te complaceré… pide lo que sea pero siquiera regálame tu amor un segundo…

 Rosa en algunas ocasiones le pedía joyas, ropas, y luego se desaparecía, y cuando estaban frente a frente con el banquero ni siquiera le dirigía la mirada, muy por el contrario, coqueteaba con otra persona y el banquero salía muy desilusionado, hasta en muchas ocasiones salió llorando por los desplantes que le hacía mientras ella se reía y se burlaba de cuantos pretendientes se le acercaban. El banquero un día, en uno de los múltiples desplantes que le hacía Rosa, muy pasado de copas dijo entre sollozos "Rosa, tú me las vas a pagar muy caro" "Haré cualquier cosa para que seas mía o de nadie…"

 El banquero tomó algunas fotografía de Rosa y algunos utensilios íntimos, mismos que se los compró a Wachito pagando una buena cantidad de dinero y luego se los llevó a un brujo muy conocido y temido por las poblaciones de la región Andina, no contento con ello, algunas prendas más los llevó a otro brujo de la selva; mas cuando regresó llorando borracho le dijo: "Rosa…Rosita tú te lo buscaste… ya te veré más tarde". Rosa lo miro indiferente y lo insultó.

 VIAJE A LA CAPITAL

 Al cabo de unos meses de preparación, llegó el día de la presentación o entrevista en la capital, Lima, para la elección de Señorita Perú. Las televisoras capitalinas hicieron la entrevista correspondiente, según cuenta el abuelo, Rosa era la favorita entre las candidatas de Cajamarca Trujillo y limeñas.

Faltando días, Rosa, cuando se encontraba en el hotel, sintió un dolor terrible en la cabeza, ya me pasará- se dijo- y a eso de la media noche se levantó sudando y a gritos, Wachito, su acompañante le dice ¿Qué te pasa Rosita? ¿Qué te pasa?

-¡No sé…! ¡Tuve un terrible sueño! un hombre grande me tomó de las manos y me amarró y me quería arrancar la lengua… yo lo vi…yo lo vi.

-No te preocupes, tómate esta pastilla…se te pasará, además es sólo un sueño y nada más, relájate- wachito se retiró.

A eso de la madrugada volvió Rosa a gritar. Corrieron los asistentes junto a Wachito. Cuando entraron al dormitorio de Rosa, vieron que ella se retorcía. Su cara desencajaba horriblemente. Sus piernas se torcían y ella gritaba "quítenme a este hombre…quítenme a este hombre"

 La calmaron, mas Rosa estaba mojada de la transpiración, los cabellos negros se encontraban completamente despeinados, se había arañado los brazos y salía ligeramente un hilo de sangre de sus labios. "llamen al doctor…llamen al doctor", gritaban. "Es sólo una pesadilla y en un mal movimiento se mordió la lengua… ya la curamos", dijo el doctor.

 Esa noche fue muy larga para todos. El presidente de la comisión para el reinado que representaba al departamento de Cerro de Pasco, Huánuco, no salía de su asombro ¿Qué es lo que pasa? Mira a Rosa, de una día para otro se pone mal, mírala, se pone mal, es como si hubiera tenido una batalla y es más, no puede hablar porque se mordió la lengua, no se qué vamos a hacer, dentro de dos días es la presentación oficial. Dios mío, no sé qué vamos a hacer.

El médico la asistió una vez más dándole sedante para dormirse. Rosa se acostó temprano esa noche, exactamente a media noche se oyeron unos ruidos, fuertes jadeos como si estuviera forcejeando, Wachito, que estaba pendiente, salió corriendo, entró al cuarto de Rosa y prendió la luz. Lo que vio Wachito era horrorizante: la preciosa cara de la otrora reina de belleza, próxima a competir por Miss Perú, se retorcía, la lengua la tenía desencajada de la boca, todas las extremidades se encontraban retorcidas, Rosa se encontraba en el piso botando abundante sangre." Rosa, Rosa…" ¿Qué tienes? ¿Dime qué tienes?

Rosa intentaba balbucir alguna palabra pero no se entendía, "señor Santillán, señor Santillán… ven pronto".

-¿Qué ocurre? ¿Otra vez sus ataques? Llamen al doctor… llamen al doctor.

Rosa se calmó aparentemente, el doctor la atendió…

-¿Qué tiene? ¿Qué tiene Rosita doctor?

-Yo no le encuentro nada, será mejor que la lleven mañana al hospital de Jesús María- dijo el doctor y se retiró.

Al cabo de dos horas de nuevo se oyeron golpes y fuertes ruidos en el cuarto de Rosita. Cuando entraron, Rosita se encontraba manando abundante sangre por la boca y cuando atinaron a levantarla Wachito se desmayó.

-¡Wachito…Wachito despierta!- le decía el presidente de la organización. Buscó la forma de levantarlo y grande fue su sorpresa: Al lado de Rosa, junto a un charco de sangre, se encontraba la lengua extraída de Rosa. El cuadro era horrible.

"¡Ay…ay! ¡Mira…es la lengua de Rosa! ¡Sí…es la lengua de Rosa!", decía el señor Santillán.

 El cuarto dormitorio olía a azufre y a sudor humano. Rosa todavía se convulsionaba. Los brazos los tenía en la espalda como amarrada, los pies hacia la espalda también como amarrados. A un lado Rosa manando sangre y al otro lado Wachito su entrenador "llama a la ambulancia…llama a la ambulancia", gritaba. Era toda una confusión en el hotel.

 

La trasladaron al hospital junto con su entrenador Wachito y todos con la interrogante: ¿Qué es lo que había ocurrido es noche? La prensa acudió al hospital. La noticia llegó a Cerro de Pasco y todo el centro oriente del Perú pero nadie daba una explicación a cerca de lo que le había sucedido a Rosa, la candidata al reinado más importante.

 Después de una investigación los médicos dieron a conocer que epilepsia era la causa. Los lugareños y algunos parientes lamentaban el suceso. Al cabo de unas semanas regresó Rosa a su lugar de origen. Cuando llegó a la capital del departamento Cerro de Pasco nadie le fue a recibir, no era como las otras ocasiones que la recibían con banda de músicos, autoridades hasta se efectuaban con arsas por las calles donde vitoreaban su nombre como un orgullo del departamento, más ahora todo era silencioso, algunas personas decían: "esa no es Rosa" ¡No, no lo es… Rosa es más bonita, se parece bastante!, decían. Rosa ya no tenía la hermosura de antes. Los labios que en una oportunidad fue de deseo de muchos hombres, ahora eran ásperos… llenos de llagas y esa mirada profunda, ahora era un mundo vacío ante Rosa se dio cuenta que nadie la determinaba para nada y se retiró a una casa sencilla con sus parientes. Pensar que en una oportunidad Rosa negó a sus parientes porque ellos eran muy humildes, de una condición económica precaria. Pensar que su madre se murió de pena cuando Rosa la negó completamente porque ella decía "Primero es mi carrera como Reina y después los parientes", es tanto que su madre quería verla en una de sus presentaciones en Huánuco y la mandó a llamar "Rosa, rosa, tu madre se encuentra en la puerta de la entrada y quiere verte" y ella le dijo: ¿Madre? Madre yo no tengo, hace mucho tiempo que murió, esa señora no la conozco, no se quien será.

 Su madre se retiró llorando muy triste y al cabo de un tiempo ella murió, Rosa ni cuenta se dio. Ahora le llegaban todos esos recuerdos y lloraba desconsoladamente, la única acompañante que le quedó fue una sobrina, que a pesar de la soberbia de Rosa, al verla como se encontraba aceptó compartir, vivir con ella. Rosa (La Huajaculla) al cabo de unos años se le acabo el dinero y tomando fuerzas decidió viajar a Huanuco, "ahí tengo buenos amigos", dijo, "y se que ellos me ayudarán", se puso algún vestido que le quedaba ya que los otros los acabó vendiéndolos por los apuros económicos en que se encontraba. Llegó a la gran ciudad de los caballeros, se acercó a unos amigos que en alguna oportunidad le ofrecieron ayuda, pero grande fue su sorpresa, nadie la reconocía, el enclaustro en que se retiró habían minado grandemente su belleza, inclusive, se le estaban cayendo los pelos de la cabeza y no podía hablar, su única acompañante era su traductora. "No sé qué vamos a hacer", le decía la sobrina de Rosa (La Huajculla) "nadie ya te reconoce, así no puedes caminar hasta no puedes mover bien las manos, vamos a Cajamarquilla, a la casa de mis abuelos, ellos dejaron una casita humilde ahí podemos vivir con lo que vendemos la casa de ambos". Al atardecer emprendieron el regreso abordando un carro mixto (mitad camión y mitad bus) Rosa y su sobrina llegaron a su destino al cabo de diez horas. Una vez instaladas en su nueva morada en el pueblo de Cajamarquilla, un pueblo muy pequeño de agricultores, pudieron sobrevivir con el dinero obtenido por la venta de su única y última casa. Frente a su nuevo domicilio vivían cuatro hermanos que tenían la fama de ser asaltantes de carros. Estos malhechores aprovechaban la poca velocidad de los camiones y se trepaban y asaltaban de esa forma, en algunas ocasiones, dos de ellos habían estados recluidos en la cárcel departamental de Huánuco.

En una de sus borracheras uno de los hermanos vio salir a Rosa viéndola de espalda y este malhechor se quedó mirándola y dijo: "mira, mira esa vecina, que bien cuerpo tiene, no la había visto antes, vamos, visitémosla", se juntaron y fueron cuando cayó la noche. Según cuenta el abuelo, estos cuatro hermanos la violaron y la ultrajaron durante muchas horas, después de haber consumado sus bajos instintos continuaron emborrachándose y a carcajadas comentaban sus fechorías pero al cabo de una semana los cuatro hermanos aparecieron tirados en la vía pública desnudos, masacrados sin lengua y cortados los miembros viriles.

 En otra ocasión la Huajaculla fue a Cerro de Pascco a realizar algunas compras, después de vender algunas verduras que cultivaban en el pequeño huerto que tenía en su modesta casa, se le hizo tarde y no encontró los acostumbrados vehículos que recorrían esa zona y optó por irse a la salida de la ciudad y ahí tomó un camión de esos que van hacia la selva. Cuando ya estaban a unas horas de viaje, el camionero y su copiloto detuvo el vehículo y asaltaron a Rosa La Huajaculla dejándola abandonada en medio de la noche. Después de caminar buen trecho en medio de la oscuridad pasó por ahí un sacerdote que se dirigía a la ciudad de Ambo, al verla semidesnuda y manando sangre se compadeció y la condujo al hospital de Chicrín, ahí ella contó que fue violada y maltratada por unos camioneros. Al tercer día se supo que cerca de Huanuco encontraron al camión estrellado contra una roca y los dos ocupantes completamente maltratados sin lengua y sin miembro viril.

EL GRAN DESENLACE

Según cuenta el abuelo, muchas personas se equivocaban con Rosa la Huajaculla ya que ella por la espalda se le veía un hermoso cuerpo y por ello la seguían. Poco a poco la Huajaculla se hizo fama. Todo hombre le tenía miedo según cuenta el abuelo la persona que se burlaba de ella o se acostaba con ella aparecía sin lengua y sin miembro viril.

Pasaron los años. Rosa cada vez más caía económicamente, la sobrina en una oportunidad enfermó y murió quedándose completamente sola hasta que optó por mendigar, como no podía hablar a duras penas balbuceaba "huajaculla, huajaculla" que en español quiere decir estoy llorando, es así que ella trataba de contarles sus penas pero como no podía hablar, lo único que decía era "huajaculla, huajaculla" y estiraba la mano. Pasaron muchos años y aquella hermosa joven que un día deslumbró con su belleza, e hizo sufrir a muchos pretendientes y que llegó a negar hasta a su propia madre, embriagada por la fama y la fortuna la idolatraron hasta el punto de que ella se creía una diosa y ahora ahí estaba Rosa, la reina de la belleza hundida en la miseria y el abandono moral y olvidada por los fans que un día la idolatraban, ahí con sus andrajos a cuestas y su mente recordando hermosos días pasados se encontraba en un torbellino oscuro de la desdicha y del dolor.

Ahora ya no era Rosa Primera "mi majestad" "diosa de ébano" entre otras formas que la llamaban hasta había perdido el nombre ahora sólo y simplemente la llamaban Huajaculla. 

Al cabo de los años con su maldición a cuestas la Huajaculla amaneció muerta en una choza muy humilde y la población hizo una colecta para enterrarla. Los que la vieron dicen al momento de ponerle la ropa nueva, la Huajaculla se veía realmente como una princesa hermosa y fresca. Otros dicen que su hermosura volvió después de muerta. Según cuenta el abuelo después de una semana de haber sido enterrada la Huajaculla desapareció de la tumba, unos dicen que se la llevó el diablo y otros dicen que se condenó y camina en las noches de luna por las inmediaciones de la carretera entre Ticlacayan y La Aurora…

ARPA WAHANA

Un hermoso accidente.- Segunda visita al lugar de Arpa Wahana.- Primer encuentro.- Tercera visita.- El plazo cumplido.- Firma del pacto.- Entrega de la segunda promesa.- Entrega de la última promesa.

UN HERMOSO ACCIDENTE

 El Tren Cerro, estaba atiborrado completamente de gente, ese domingo no cabía por ningún lado una sola persona, fuera del local los fanáticos de la música a empujones trataban de llegar a la boletería. Al cabo de unos minutos el empresario anunció: "ya no hay entradas para la función", mientras se oían protestas airadas de algunos fans.

 

El Tren Cerro era un local de espectáculo en Cerro de Pasco, donde se presentaban artistas de renombre y raras veces se llenaba como en esta oportunidad. Afuera, en los cartelones o marquesinas improvisadas decía: "por única vez la presentación de Arpa Wahana" (el que hace llorar el arpa), Mechita wanca, Zorzal Negro, entre otros, iban saliendo uno por uno todos los artistas anunciados y la gente impaciente reclamaba la presencia de Arpa Wahana hasta que llegó el turno esperado con su arpa a cuestas empezó a entonara canciones de su propia inspiración y en cada instante el público lo ovacionaba con aplausos.

"Qué bárbaro ese cholo cómo toca el arpa", decían algunos que lo veían por primera vez y otros decían: ¿Cuánto tiempo le habrá costado aprender a tocar de esa manera? ¿Dónde habrá estudiado ese cholo? Así se preguntaban muchas personas. De igual manera entre los artistas se peleaban por hacerse acompañar en sus presentaciones artísticas… 

Severo Callupe, más conocido como Arpa Wahana, era de origen humilde, campesino nacido en la Quinua muy cerca de Cerro de Pasco, un pequeño caserío de apenas ochocientos habitantes. Antes de ser un artista excéntrico y muy cotizado, fue pastor de ovejas en la hacienda de su pueblo, después se dedicó al negocio de verduras y ahí fue donde le sucedió algo maravilloso.

Arpa Wahana había aprendido a entonar la música por intermedio de su padre quien tenía un arpa descolorido y parchado por todas partes, en ocasiones especiales la sacaba para hacer bailar solamente a sus parientes, de ahí había aprendido un poco Severo Callupe Arpa Wahana. 

Como no le iba bien como pastor de ovejas en la hacienda de la Quinua viajaba constantemente a Cajarmarquilla para comprar verduras y luego las vendía en la capital del departamento de Pascco (Cerro de Pascco) pero le costaba mucho trabajo porque tenía que esperar a los carros mixtos (mitad camión y mitad bus), colectivos y en su espera se quedaba en la casa de Don Cully, un viejito de unos sesenta años quien era amigo de la familia lo cual tenía un arpa en casa, en su espera, Severo entonaba canciones que su papá le había enseñado. "…no hijo, así no" le decía Don Cully…"tienes que usar los otros dedos también y tienes que sentirlo, acariciarlo como si fuera una hembra (una novia) el arpa no se toca por tocar, sino hay que hacerla suya". "es que no sé cómo hacer eso", decía Severo… 

Después de vender todas sus mercaderías en la plaza Huamachuco Cerro de Pascco, Severo se encontró con un amigo.

-¡Severo…Severo! ¡hermano te estaba buscando ayer, fíjate que esta noche tengo un fiestecita en la casa de la Hortensia y los músicos que contraté se fueron a Huancayo y me dejaron plantado, si no le llevo orquesta o algún músico, la Hortensia me mata y tú sabes que la ando siguiendo desde la hacienda. ¿Te acuerdas cuando teníamos trece años?

-No hermano, no puedo, tengo un pedido para el comedor de los empleados para dentro de dos días y no me alcanza el tiempo y, además, casi no sé tocar el arpa si canto desentonado mucho y no tenemos el arpa y si tuviéramos quien lo va a afinar. No hermano, lo siento mucho…

-Por favor Severo, si me haces ese favor te presto mi pick up y con ello ganas tiempo, ese carro esta bien, ahora lo arregló el mecánico, anda vamos…

-¿Pero al arpa dónde lo conseguimos?

-En Paracsha (barrio en Cerro de Pasco) yo conozco un viejito que tiene arpa y lo alquilamos… practicas un poco y ya… 

-Buenas tardes Don Roque, ¿cómo esta?

-¡Qué milagro…! ¡Gusto de verte muchacho…caramba te ves bien, se ve que tienes dinerito…

-No tanto, no tanto Don Roque, lo que pasa es que desde hace cinco años estoy trabajando aquí en la mina y gracias a Dios me va bien, ah…me olvidaba, este es mi primo Severo es músico y toca muy bien el arpa y…canta también muy bonito…

Severo le pega un codazo como diciendo mentiroso.

-Cuánto gusto señor- Alcanzó a decir Severo.

-Bueno Don Roque, no le quiero quitar su precioso tiempo, mi visita es por la música, por favor señor Roque, alquílanos solamente esta noche su arpa, mi primo lo va a tocar unas cuantas horas nomás…

-Ay, muchacho, tus ojos me dicen que tal vez tienes alguna serenata o vas a conquistar alguna chica ¿No?

-Es que… es que bueno, Don Roque, para qué le voy a mentir, usted es compadre de mi papá, la verdad es que estoy enamorado de Ortensia.

-¿La Hortensia? ¡Válgame Dios! Sí, claro, es la hija del administrador de la hacienda, yo la conocí cuando apenas tenía diez años u ocho años creo, bueno qué bárbaro, cómo pasa el tiempo. Te felicito hijo, es una buena muchacha.

-Sí Don Roque, ella ahora ya tiene diecinueve años y hace tiempo la persigo y esta noche es su serenata, los músicos que contraté se fueron a Huancayo, me dejaron colgado hasta que encontré a mi primo Severo. Por favor Don Roque, usted es el único que me puede salvar…

-Ay, muchacho, muchacho, yo no alquilo ni presto a mi querida, así le llamo yo a mi arpa, pero como yo te conozco desde niño, inclusive vi a tu mamá en cinta ahora que en paz descanse… no quiero recordar eso… ¿Cómo hacer? ¿Cómo hacer? Yo fuera contigo y acompañaría a tu primo ya que él canta, pero… tú sabes con los años que tengo y las malas noches no me caen muy bien y aún peor el frío que esta haciendo ahora, eso me mata… ¿Qué hacer muchacho?

-Por favor Don Roque no sea malito

-Bueno, te presto mi arpa y esta será la primera vez que hago pero con una condición: que vaya contigo mi nieto Leocadio y que él sea el único que lo cargue todo el tiempo y que no le vayas a dar ni una sola gota de cerveza y ningún licor ¿Me escuchó? Ni una sola gota de licor. ¡Leocadio, Leocadio…ven pronto!

Leocadio era un jovencito de apenas diecisiete años que aparentaba tener más, era regordete y un poco bizco… salió corriendo.

-Ve con ellos, sólo tú vas a cargar mi instrumento y a las dos de la mañana estas aquí pobre de ti que te sienta algún olor.

-Gracias, gracias Don Roque por la ayuda, no sé cómo agradecerle, a su nieto lo traigo exactamente a las dos de la mañana, se lo prometo.

Salieron de ahí como el viento, a toda prisa y fueron a prepararse al cuarto del primo, estando ahí Severo manipuló algo práctico las ocho canciones únicas que se las había aprendido y desde lejos Leocadio un tanto callado les observaba.

-Yo no sé más que ocho canciones primo- decía Severo. –esas ocho canciones las vamos a hacer largas…bien largas así nos dure hasta la una de la mañana, ojala Dios nos ayude.

 

Llegó la hora de la serenata. Se acercaron bien a la ventana. Los tres estaban bien nerviosos, Severo le decía:

-¿Le dijiste a la familia de Hortensia que le traías serenata?

-Sí, sí, claro, no hagas ruido… despacio… despacio.

Severo hizo algún acorde un poco desentonado: "feliz se recibe el año, las aves van sollozando" "despierta y ve el horario que las doce han marcado" "despierta prenda del alma no duermas que no puedo estar más tiempo sin verte".

Así comenzó la serenata y vinieron otras canciones hasta que abrieron la puerta y los invitó a entrar a la casa, ahí se encontraban los padres de Hortensia quienes con la sonrisa en los labios los recibieron. "pasen, pasen, afuera hace mucho frío", le decía la mamá de Hortensia. Le sirvieron una buena porción de ponche luego vinieron el caldo de gallina y se armó la fiesta. Mientras tanto emocionado y un poco caliente por los caliches (aguardiente con limón, algunas hierbas hervidas) Severo, aunque desentonaba mucho más que antes, cantaba y cantaba hasta que se le acabó el repertorio. Los invitados le decían "otra canción, otra canción" pero como no sabía más repetía y volvía a repetir, cansados de escuchar lo mismo se acercó Hortensia y le dijo:

-¿Por qué no entonas otras canciones? Así como "guardiancito color ratón", "mi valle ese huaylash" es bien bonito… u otro para bailar.

Severo sólo movía la cabeza como signo de aceptación pero ya se le había acabado el repertorio y se ponía aún más nervioso y cada vez que sucedía eso se ponía tartamudo, en una de esas empezó a tartamudear en medio de la canción y todos los invitados lo miraron extrañados, inmediatamente su primo se le acercó.

-¡Severo, Severo! ¿Qué te pasa? ¡Vamos, toma fuerza, repite la primera canción! ¡Vamos, vamos!

-No primo, yo me voy… yo me voy.

-Por favor Severo, un ratito más por favor, un ratito más, tómate un caliche para el valor.

Tomó un poco más. Con el trago que se había tomado Severo volvió a repetir por quinta vez las mismas canciones un tanto desafinado.

 

-¡Primo, primo! ¿Dónde está el nieto de Don Roque? ¡No lo veo por ningún lado!

-No sé- le responde Severo- Pero mira, esa niña que hermosa es, nunca la había visto antes ¿Quién es?

-¡Ah, ella es la prima de Hortensia acaba de llegar de Huancayo, ella está aquí de vacaciones.

-¡Guauu!-se queda mirando inmóvil.

-Primo, primo, ¿Por qué no me la presentas? ¡Anda preséntamela!

-Está bien- le dice- en cuanto quede sola te la presento pero trata de impresionarla con canciones, evita desentonar un poco menos cuando cantes.

-mira primo…primooo…

-¡Qué ya te dije que te la presentaré! ¡Espera un poco!

-¡No, no…! el nieto de Don Roque esta como borracho…

-¡Oh, no…!

-y está conversando demasiado con la chica que a mí me gusta, mira, mira, hasta le esta agarrando las manos, no lo puedo creer. ¿Cómo es que las mujeres de la capital pueden fijarse en hombres flojos (ociosos) y de remate feos? Ese muchacho no tiene dónde caer muerto, si no fuera por Don Roque estaría mendigando en las calles, en cambio yo si le puedo dar un buen futuro y además no soy feo….

 Al cabo de un rato el nieto de Don Roque, Leocadio, se acercó con la muchacha donde se encontraba Severo tratando de impresionar con el instrumento.

-¡No, no hermano, así no! ¡Así no se afina ese instrumento! –Le dice- Mira preciosa, yo si soy un verdadero músico, no como "algunos" que quieren ser y nunca lo serán, te lo dije, te lo dije… y ahora yo te lo voy a demostrar. 

La muchacha un tanto sonriente le reta: "si tú demuestras lo que estás diciendo te creo y además podemos continuar hablando del tema porque a mí me gusta mucho que me canten al oído, ja, ja, ja

-Leocadio, Leocadio… ahora qué le vamos a decir a tu abuelito, mira nomás la facha que traes y encima de todo esto descaradamente enamoras a todas, ya esta bien, se terminó, vámonos ya.

En eso se le acercó Hortensia:

-¿Qué? ¿Ya se van en lo más lindo de la fiesta? ¿Tú no puedes hacerme esto, verdad?

-No, no mi amor, tú sabes que por ti soy capaz de hacer cualquier cosa, lo que pasa es que Leocadio está borracho y cómo ves recién tiene diecisiete años y…

-¿diecisiete años? ¡No puede ser! Él nos dijo a nosotras que tenía veintitrés y le creímos, además un poquito de licor no quiere decir que esté borracho, ¿Verdad gordito? ¡Ah, ella es mi prima Jazmín.

-Hola, ¿Cómo te llamas tú?

-Yo… yo Severo, Severo Callupe soy primo de Alfonso, amigo de Hortensia, mejor dicho, su…su enamorado…si, si…

-Shhhh…cállate, no vaya a escuchar mi papá porque ahí si se arma la bronca, eso es un secreto –le increpa Hortensia.

-Bueno, me das el arpa de mi abuelo o no, o tal vez tienes miedo que demuestre cómo se canta y se toca el arpa…

-Dale primo, dale, al fin y al cabo ese instrumento no es nuestro –le dice Alfonso.

-Está bien, así puedo bailar con Jazmín, si me lo permite ella.

-¡No, no! Usted no bailará con nadie ella sólo me va a escuchar a mi porque ese es el reto, ¿Verdad Jazmín?

-Déjalo –le dice Hortensia- ven, bailemos.

Partes: 1, 2, 3, 4
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