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Causas del fracaso escolar

Enviado por mocapanting


    1. Trastornos del Aprendizaje
    2. La Dislexia
    3. Clasificación de la Dislexia
    4. Prevención de la Dislexia en el nivel preescolar
    5. La Alexia
    6. La Disgrafía
    7. La Disortografía
    8. La Agrafía
    9. La Discalculia
    10. La Acalculia
    11. La Apraxia y Dispraxia
    12. Déficit de Atención e Hiperactividad
    13. Actualización
    14. Recomendaciones
    15. Conclusiones
    16. Bibliografía

    Introducción

    En los últimos años ha surgido un creciente interés y preocupación en la mayoría de los países por el fracaso escolar, un problema determinado por múltiples factores como el contexto social, la familia, el funcionamiento del sistema educativo, el trabajo de cada profesor y la disposición del propio alumno.

    El niño tendrá, muy posiblemente, una dificultad para algún tema escolar. Si en su escuela o en su casa, se dan cuenta a tiempo de que el niño tiene dificultades, podrán estudiar esas dificultades y poner en marcha las acciones necesarias para superarlas: una mayor atención sobre el niño, unas clases especiales o una adaptación de los objetivos educativos.

    Si nadie repara en las dificultades del niño, o si no se les da la necesaria importancia, el niño tendrá trastornos en sus aprendizajes, que, en el peor de los casos, se irán acumulando a cada curso que el niño haga. Muchas veces se habla de fracaso escolar acumulativo.

    Pero no es correcto hablar de niños con fracaso escolar. Lo único real es que hay niños con dificultades, las cuales pueden ser muy variadas.

    El fracaso escolar se produce cuando algo falla en algún punto del sistema educativo, y el niño con dificultades no es ayudado para superarlas. La culpa no es del niño. El niño es el eslabón más débil de la cadena. Primero porque es niño. Segundo porque ya hemos quedado en que es un niño que tiene dificultades. Tercero porque el niño no es un técnico ni en pedagogía, ni en psicología, ni es maestro, ni ninguno de los profesionales que, se supone, son quienes trabajan para enseñarle y conducir sus aprendizajes.

    El fracaso es de alguna acción educativa que no ha orientado correctamente las dificultades del niño, ni las ha tratado con el necesario acierto.

    Los docentes son la segunda pieza más débil del sistema. Están colocados en la línea de fuego y, a veces, ni se les prepara ni se les ayuda a la hora de programar los aprendizajes de sus alumnos. Es lógico que, en ocasiones, se mantengan a la defensiva cuando se sienten atacados. Nuestro respeto para aquellos profesionales sensatos y competentes que actúan de forma oportuna, y que solventan con acierto los problemas de sus alumnos.

    La solución consiste en ver qué dificultad concreta plantea un niño con trastornos de aprendizaje. Después, detectar todos los factores que intervienen en su dificultad. Y, sabiendo las implicaciones del caso, construir un programa de objetivos para ese niño, y ponerlo en práctica.

    Trastornos del Aprendizaje

    El aprendizaje es la base donde se sustenta el desarrollo de una persona, exigiendo que nuestro sistema nervioso sea modificado por los estímulos ambientales que recibe.

    La vida de un ser humano se desarrolla merced a su capacidad de incorporar actividades aprendidas, sobre una base fundamental de actividades innatas. Hay formas diferentes de aprendizaje las que se adquieren mediante la puesta en acción de distintos procesos cognitivos que tienen su base en el sistema nervioso y que utilizaran también áreas y estructuras diferentes del cerebro y cerebelo.

    Desde hace algunos años algunos especialistas han considerado, como una declaración de principios, que para entender los múltiples problemas que presenta el niño con dificultades en el aprendizaje es necesaria una comprensión total de lo que es el aprendizaje y los procesos que intervienen en él.

    El aprendizaje exige la existencia de mecanismos cerebrales que:

    • Recojan la información
    • La retengan durante periodos prolongados de tiempo
    • Tengan acceso a ella y la evoquen cuando resulte necesaria
    • La procesen de tal manera que pueda ser relacionada con informaciones anteriores, simultaneas o posteriores

    Para que ello se cumpla han de ponerse en marcha importantes funciones y cada una de ellas, a su vez, requiere la organización y secuencia de complejos procesos que van a depender de múltiples sistemas cerebrales que habrán de actuar coordinada e integralmente, bien de forma simultánea o de forma sucesiva.

    Las áreas de desarrollo cognitivo son el proceso evolutivo de transformación que permite al niño ir desarrollando habilidades y destrezas, por medio de adquisición de experiencias y aprendizajes, para su adaptación al medio implicando procesos de discriminación, atención, memoria, imitación, conceptualización y resolución de problemas.

    Comprendemos como área de desarrollo cognitivo aquella que comprende el conocimiento físico en términos del conocimiento de las propiedades físicas de los objetos y del modo del como actuar sobre ellos explorando activamente con todos los sentidos; y el conocimiento espacio-temporal definido en términos de nociones que alcanza el niño de su espacio y de su tiempo. El conocimiento social definido como la comprensión de las claves de la comunidad y la capacidad de entender y expresar sentimientos y deseos de si y de los demás.

    Podríamos decir que hablar de dificultades en el aprendizaje significa reconocer alteraciones en el proceso de asimilación y por ello en los procesos psíquicos y físicos que intervienen en él. Aunque expresado de diferentes formas, la mayor parte de los autores coinciden en colocar como componente central en el concepto de dificultad en el aprendizaje, el aspecto de la inadecuada asimilación como expresión de alguna variante de alteración de los procesos psicológicos.

    Posibles causas de las dificultades de aprendizaje

    Una de las tareas fundamentales del maestro y quizás la más importante ante la problemática: "El niño que no aprende al ritmo de los demás" es buscar el motivo por el cual esto ocurre.

    Las primeras interrogantes que puede hacerse el maestro, entre otras, son las siguientes:

    ¿He utilizado adecuados métodos de enseñanza?

    ¿Utiliza el niño adecuados métodos de estudio?

    ¿Asiste regularmente a clases?

    ¿Tendrá algún conflicto familiar que le preocupa?

    La búsqueda de respuestas a estas preguntas y a muchas otras puede ayudar a explicar los factores que afectan el proceso de aprendizaje.

    Los niños con problemas de Aprendizaje

    Los padres se preocupan mucho cuando su hijo tiene problemas de aprendizaje en la escuela, hay muchas razones para el fracaso escolar, pero entre las más comunes se encuentra específicamente la de los problemas del aprendizaje. Estos niños suelen tener un nivel normal de inteligencia, tratan arduamente de seguir las instrucciones, de concentrarse y de portarse bien en la escuela y en la casa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el/ella tiene mucha dificultad dominando las tareas de la escuela y se atrasa.

    Las dificultades para aprender interfieren con las tareas escolares. Como las mismas habilidades que se necesitan para dominar estas tareas son necesarias en otras actividades de la vida diaria, los niños y las niñas también tienen dificultades para los juegos, seguir reglas, hacer las tareas de la casa, vestirse, hacer mandados o seguir una pequeña conversación. De tal manera que si un niño tiene dificultades para aprender en la escuela, frecuentemente tendrá dificultades en otras actividades de su vida diaria.

    Es importante estar consciente de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje cuando el niño:

    • Tiene dificultad para entender y seguir instrucciones.
    • Tiene dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.
    • No domina las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
    • Tiene dificultad distinguiendo entre la derecha y la izquierda, tiene dificultad identificando las palabras o una tendencia a escribir las letras, palabras o números al revés.
    • Le falta coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar un lápiz o amarrarse el cordón del zapato.
    • Fácilmente se le extravían sus tareas, libros de la escuela y otros artículos.
    • No puede entender el concepto de tiempo, se confunde con ayer, hoy y mañana.

    Es fundamental establecer la diferencia entre un niño con Problemas de Aprendizaje específicos y un niño con un problema de aprendizaje general, como lo es el lento aprendizaje.

    Características de un niño con aprendizaje lento:

    1. Lentitud para procesar la información escolar y para seguir el ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeros,
    2. Inadecuación entre el nivel de desarrollo de sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los contenidos escolares.
    3. Baja motivación para aprender, acompañada de una baja autoestima.
    4. Inadecuación entre sus habilidades psicolingüísticas y el lenguaje utilizado por el profesor.
    5. Falta de autonomía necesaria para el establecimiento de sus propias estrategias para estudiar y memorizar.

    Las características de los niños de aprendizaje lento, en la sala de clase serian las siguientes:

    1. Dificultad para finalizar sus tareas
    2. Escasa atención
    3. Bajo nivel de perseverancia
    4. Falta de asertividad en relación con la autoridad y dificultad para hacerse escuchar.

    Los problemas de aprendizaje y su relación con el rendimiento escolar

    Indiscutiblemente cualquier problema que se presente en un niño tendrá efectos sobre su desarrollo psicológico y escolar, sobre todo cuando hablamos de aprendizaje, ya que el primero afecta directamente la relación y el proceso de enseñanza aprendizaje, así como las expectativas de rendimiento del niño que pueden tener los padres y los maestros. Partiendo de esto, es necesario considerar cuatro aspectos fundamentales que nos permitirán comprender la relación que existe entre los problemas de aprendizaje y el rendimiento escolar.

    1. El bajo rendimiento escolar y sus causas
    2. Los estilos de aprendizaje
    3. El proceso de enseñanza aprendizaje
    4. Los criterios de evaluación

    El bajo rendimiento escolar y sus causas

    Hablar de los niños y jóvenes con bajo rendimiento escolar es considerar un grupo heterogéneo en donde están involucradas unas series de variables, por eso para que podamos entender mejor la realidad que aqueja a muchos estudiantes es necesario distinguir sus distintas formas de presentación.

    La primera de ellas se relaciona con los niños y jóvenes que tienen dificultades reales de aprendizaje en cualquiera de sus manifestaciones. Este grupo de estudiantes por el hecho de tener un mal rendimiento generalmente se deprimen, tienen problemas de autoestima y su motivación para la escuela es muy pobre. Esto mismo hace que les continúe yendo mal, y de esta forma es cada vez más difícil que puedan salir del estado en que se encuentran.

    El segundo grupo incluye a los niños y jóvenes que les cuesta atender, concentrarse en clases, porque son más impulsivos e inquietos y tienen malos hábitos de estudio. Si bien algunos pueden presentar síndrome de déficit de atención, esto no ocurre necesariamente en todos los casos.

    Por ultimo un tercer grupo lo integran los niños y jóvenes deprimidos, lo cual puede deberse a diferentes causas, cuando el menor esta triste baja de inmediato su rendimiento porque la atención esta centrada en sus preocupaciones. Por lo general, esto ocurre por una reacción a ciertas circunstancias que afectan directamente al niño o joven, como un cambio de escuela, la separación de los padres, la muerte de algún familiar, el rechazo de los compañeros o cualquier otra situación en particular.

    Los estilos de aprendizaje

    Las personas tenemos un rango diverso de habilidades y capacidades, así mismo poseemos muchas formas de aprender ya que la inteligencia humana tiene muchas herramientas para procesar y acomodar la información. Los niños presentan diferentes estilos de aprendizaje y desarrollan una forma preferencial de captar y asimilar la información que facilita su aprendizaje. Es importante por lo tanto considerar la implementación de una educación basada en el descubrimiento y la estimulación de los talentos y habilidades de los educandos, es pues nuestra tarea como docentes identificar las capacidades y aptitudes excepcionales que poseen los alumnos y así utilizar una gama de estrategias educativas que permitan que todos nuestros estudiantes puedan poner en practica sus fortalezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

    El proceso de enseñanza-aprendizaje

    Ubicar el aprendizaje escolar en un contexto socioeducativo nos permitirá comprender que todo proceso escolar se expresa en un conjunto de prácticas sociales por medio de las cuales se promueve el aprendizaje y que para que los alumnos puedan asimilar los conocimientos, requiere de la preparación de un ambiente interactivo que propicie una variedad de experiencias preparadas y ejecutadas bajo un plan de acción psicopedagógico.

    En este sentido, el aprendizaje escolar se concibe como un proceso en donde interactúan con una dinámica particular los maestros, los alumnos y los contenidos del programa de estudios.

    En el proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental tener presente la participación de elementos relacionados con conocimientos, habilidades, capacidades y experiencias previas, y entre estas, aquellas que son comunes para todos los estudiantes y las que son particulares, dentro de estas ultimas encontraremos a los alumnos con problemas de aprendizaje.

    Es necesario considerar desde la función docente el sentido que los maestros y alumnos atribuyen a las actividades de aprendizaje, así como las percepciones que los alumnos reflejan frente a un conocimiento o actividad concreta. En este sentido, el acto educativo requiere de una voluntad del maestro para intervenir sobre los procesos de aprendizaje de los alumnos, esto significa que como maestros debemos tener una voluntad para enseñar y no solo un proceso en donde el alumno aprenda.

    Según expresa Cesar Coll para que se dé un acto educativo se requiere de procesos interactivos escolares que se caracterizan por tres vértices:

    • El sujeto que aprende
    • El objeto u objetos de conocimiento que constituyen los contenidos del aprendizaje; y
    • El sujeto que tiene la voluntad de enseñar: el maestro o la maestra.

    El profesor es el mediador quien con sus intervenciones específicas promueve el aprendizaje a través de la organización de actividades que le permitan a los alumnos estructurar sus conocimientos.

    Si coincidimos que la enseñanza se centra en procurar la construcción de conocimientos y el desarrollo de habilidades, valores y destrezas de los educandos, es tarea de los maestros presentar a sus alumnos objetos de aprendizaje ordenados y delimitados de tal manera que les permitan aproximarse progresivamente al conocimiento, a través de la utilización de distintos canales sensoriales, cognoscitivos y afectivos, siempre en la búsqueda de aprendizajes significativos. De esta forma la incidencia de problemas de aprendizaje puede disminuir considerablemente favoreciendo el rendimiento escolar de todos los estudiantes, incluyendo los que presentan problemas específicos de aprendizaje.

    Los criterios de evaluación

    El último aspecto que como docentes debemos considerar al momento de analizar la situación que vive el niño con problemas de aprendizaje es la forma en que el centro educativo maneja las exigencias y los criterios de evaluación. Las instituciones deben ser capaces de diferencias las habilidades en los ninos a manera de no exigirles a todos de la misma manera. La idea es potenciar lo que cada uno de los alumnos puede hacer mejor y no suponer que el grupo en su totalidad debe ser bueno para todo.

    Los problemas de Aprendizaje y su clasificación

    En ocasiones hemos escuchado algunos maestros decir que uno de sus alumnos tiene problemas de aprendizaje, sin embargo ese comentario no determina con seguridad y acertividad el tipo de problema de aprendizaje que manifiesta ese alumno, por lo que es importante dar a conocer que los problemas de aprendizaje se clasifican en:

    • Problemas Generales de aprendizaje y,
    • Problemas Específicos de aprendizaje.

    Problemas Generales de Aprendizaje

    Se manifiesta un retardo general de todo el proceso de aprendizaje, observándose lentitud, desinterés, deficiencia en la atención y concentración, afectando el rendimiento global.

    Estas características se presentan en niños con un desarrollo normal y con inmadurez en el área cognitiva o verbal, lo que provocaría una lentitud para aprender. También es posible ver estas manifestaciones en niños con retardo mental, dificultades auditivas severas y alteración en la psicomotricidad.

    Dentro de esta categoría podemos mencionar a todos los niños que por encontrarse en situación de discapacidad manifiestan dificultades para aprender y los alumnos de aprendizaje lento, quienes presentan dificultades para seguir un ritmo de aprendizaje normal, por presentar problemas a nivel de memoria, junto con una menor capacidad de atención a estímulos verbales y de expresión y dificultades para evocar y recuperar la información aprendida.

    Estos alumnos no estarían en la categoría de retardo mental, ni tampoco presentarían un Problema específico de aprendizaje, ni alteraciones en su desarrollo sensorial, ni alteraciones en su desarrollo sensorial o afectivo. Este grupo esta constituido por niños con un desarrollo mas lento y con un ritmo crónico de aprendizaje mas bajo que el resto de sus compañeros.

    Problemas Específicos de Aprendizaje

    Se manifiestan en niños con inteligencia normal o alrededor de lo normal que carecen de alteraciones sensomotoras o emocionales severas.

    No logran un rendimiento escolar normal y presentan dificultades reiteradas en ciertas áreas del aprendizaje, funcionando bien en algunas y mal en otras. Estas dificultades dependen de alteraciones en el desarrollo, la maduración psíquica y neurológica.

    La presencia de las dificultades se da en diversos niveles de aprendizaje: recepción, comprensión, retención y creatividad en relación a su edad mental y ausencia de alteraciones sensoriales graves. Aprenden en cantidad y calidad inferior a lo esperado en relación a su capacidad. Este desnivel entre el potencial y la capacidad de aprendizaje se produce por alteraciones psiconeurológicas.

    Es difícil en algunos casos señalar de manera estricta si la dificultad responde a un cuadro de problema general o específico ya que presentan características de ambas categorías. Del mismo modo hay niños que manifiestan problemas generales asociándose un trastorno específico.

    Tipos de Problemas Específicos de Aprendizaje

    Dentro de los problemas de aprendizaje específicos podemos encontrar los siguientes:

    • Dislexia
    • Alexia
    • Disgrafía
    • Agrafia
    • Disortografía
    • Discalculia
    • Acalculia
    • Apraxia
    • Dispraxia

    Dislexia

    Es un desorden específico en la recepción, en la comprensión y/o en la expresión de la comunicación escrita, que se manifiesta en dificultades reiteradas y persistentes para aprender a leer. Se evidencia en una lectura confusa y muy lenta, errores de ortografía y cambio de letras o sílabas. Se caracteriza por un rendimiento inferior al esperado para la edad mental.

    Una definición completa de este trastorno la da M. Thomson que indica que "es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional". Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están, muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica.

    Es importante aclarar que la dislexia no es el resultado de una falta de motivación, de una discapacidad sensorial, de un entorno educativo y ambiental desfavorable o de otras condiciones limitativas, pero si puede aparecer junto con ellas.

    Profundizando en la detección de los niños con problemas de dislexia, de acuerdo con los criterios de la Asociación Británica de Dislexia, los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) los niños según la edad, serian los siguientes:

    Signos de Dislexia

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    Clasificación de la Dislexia

    La dislexia se clasifica en:

    Dislexia Adquirida: Aplicada a niños que habiendo logrado un determinado nivel lecto-escritor lo pierde un poco a consecuencia de una lesión cerebral. Este tipo de dislexia puede determinarse con la presencia de signos directos o indirectos que apoyan el hecho de que la dificultad es causada en parte por daño cerebral. Los signos directos son, por ejemplo, el daño físico o lesión al cerebro, y las evidencias reveladas por una operación o cualesquiera que muestren que pudo haber lesiones cerebrales o hemorragia, como en una embolia. Los signos indirectos consisten en patrones irregulares en el electroencefalograma (EEG), reflejos anormales o dificultades en la coordinación y orientación mano-ojo, por ejemplo: Teniendo en cuenta estas características, podemos clasificar este tipo de dislexia en:

    • Dislexia acústica: Se manifiesta en la insuficiencia para la diferenciación acústica de los fonemas y en el análisis y síntesis de los mismos, ocurriendo omisiones, distorsiones, transposiciones o sustituciones. Se confunden los fonemas por su similitud articulatoria.
    • Dislexia óptica: Imprecisión de coordinación viso-espacial manifestándose en la confusión de letras con similitud gráfica.
    • Dislexia motriz: Se evidencia en dificultad para el movimiento ocular. Estrechez del campo visual que provoca retrocesos, intervalos mudos al leer, salto de renglones.

    Dislexia Congénita o Especifica del Desarrollo: La que presentan niños durante el proceso de aprendizaje, sin razones aparentes. Se clasifica en:

    • Evolutiva: Se le considera así cuando aparecen dificultades y rápidamente estos síntomas desaparecen por si solos durante el aprendizaje. Los síntomas son: inversiones en la escritura y/o en la lectura, adiciones, omisiones, escritura en espejo, vacilaciones, repeticiones.
    • Profunda: Los cambios de símbolos (letras y números), modifican la identidad visual y fonética.

    ¿Cómo identificamos a un Disléxico?

    • El dato más característico es la inversión de letras. El niño escribirá, por ejemplo: LI por IL, NI por IN. Hay cientos de inversiones posibles.
    • Inversión parecida en las sílabas de tres letras.  Es decir que escribirá: PRA por PAR, BRA por BAR.
    • Cabe también el que coloque el final de una palabra antes del comienzo.
    • El disléxico confunde ciertas letras homófonas para él en la lectura. Así, D y T, R y G suaves, B y P.
    • También recurre a reemplazar palabras. Cuando lee, su vista tropieza con una palabra complicada, comprende vagamente su significado y la sustituye por otra que, a su juicio, es de sentido análogo. Si, por ejemplo, en el texto aparece TIGRE, asociando la idea de fiera el niño emplea LEON y salva la dificultad de la pérdida o traspaso de letras (TRIGE o TIGUE).
    • La pérdida de letras en las sílabas con tres resulta frecuente: CAMPAR por COMPRAR, SABE por SABLE. Y es preciso señalar que este aparentemente sencillo defecto de lenguaje es en un 90% de 100 casos consecuencia de la dislexia.
    • Defecto aún más corriente: duda y corta las palabras por cualquier sitio, o las agrupa mal. Es fácil ver que en el dictado el niño escribió UNEN SA YO por UN ENSAYO. No advierte el sentido de la palabra o palabras, ni tampoco respeta su ortografía.
    • Comprende mal, o no comprende en absoluto lo que lee.

    Prevención de la Dislexia en el nivel preescolar

    Si bien los síntomas se manifiestan a la hora en que el niño se ve obligado a realizar, en el primer año escolar, el aprendizaje sistemático de la lecto-escritura, cada niño presenta un manojo de síntomas que le es propio y el profesional experimentado puede detectar los factores de riesgo aun antes del ingreso escolar.

    Hasta ese momento nadie detectó la dificultad que se avecinaba. De pronto el niño se olvida las letras a los pocos minutos de ser aprendidas en el aula. No quedan fijadas en la memoria visual y auditiva del alumno, por lo tanto no saben pronunciar sus sonidos o escribirlas espontáneamente al dictado. Cuando el alumno llega al término del primer año, aun persisten muchas dificultades y no logra la decodificación correcta del lenguaje, manifestando muchas veces imposibilidad parcial o total de leer Pero, ¿cómo es posible que estas dificultades no se hayan anunciado antes del primer año escolar? ¿Es que no presentan síntomas de riesgo ya en el jardín de infantes los niños que serán los futuros disléxicos?

    Muchos profesionales observan que existen niños, más de los que creemos, que se encuentran en inferioridad de condiciones para comenzar el aprendizaje sistemático de la lectura. Pero son muy pocos los que recomiendan que se le brinde al alumno una evaluación y un diagnóstico preciso de sus dificultades. Creen que el tiempo y la escuela ayudarán a que el niño madure sus funciones básicas. Pero no siempre es así. Se le debe ayudar a tiempo con un diagnóstico precoz a cargo de un especialista en dislexia. Pues el alumno no debe perder un tiempo que no recuperará jamás.

    La lectura incompleta o excesivamente lenta, monótona, con confusiones de letras y sonidos, afecta al aprendizaje actual y al próximo remoto. Es de muy mal pronóstico para el aprendizaje futuro. El alumno ya comienza a quedarse rezagado en su comprensión lectora, con huecos que serán muy difíciles de salvar. Por lo tanto es posible y aun deseable, detectar y prevenir la dislexia cuando el niño no ha comenzado aun el aprendizaje sistemático de la lectura. La prevención va mucho más allá del recortado de figuras o de la ejercitación motriz. Aun el simple reconocimiento de letras es insuficiente. Es necesario entonces, al ingreso al jardín de infantes, del mismo modo que se evalúa la agudeza visual o el umbral auditivo del niño, una evaluación profesional de los posibles síntomas de riesgo de padecer dislexia, que debería exigirse como condición necesaria para el ingreso al preescolar, pues es entonces que de existir los mencionados síntomas, estaríamos a tiempo de subsanar importantes problemas que podría padecer el niño en el futuro, no sólo en cuanto al aprendizaje de la lectura, sino a nivel emocional y social, pues las frustraciones no resueltas que acarrea un problema de aprendizaje, conlleva trastornos crónicos de personalidad.

    Alexia

    Es la perdida de la capacidad previamente adquirida de la lectura, debida a un daño cerebral, la cual puede ocurrir de las siguientes formas:

    Puede tratarse de una alexia relativa, como por ejemplo cuando el paciente experimenta dificultades para interpretar el significado completo de un texto muy elaborado (por ejemplo un texto técnico), aunque puede comprender textos más simples o instrucciones escritas.

    Alexia simbólica o lexical. Es la forma más común, originada por un trastorno en la capacidad para interpretar el carácter simbólico del material escrito.

    Alexia agnósica. La dificultad para interpretar el material escrito tiene en su base un trastorno visuoperceptivo, por lo cual esta forma de alexia, propiamente hablando, no se relaciona directamente con los trastornos del lenguaje.

    La mayor parte de las personas adultas que tienen dislexia también tienen disgrafía.

    Disgrafía

    Es una de las dificultades de aprendizaje con las que nos encontramos muy a menudo en los salones de clase. Es un trastorno específico de la escritura. El niño presenta un nivel de escritura significativamente inferior al esperado por su edad y curso escolar, y ello influye negativamente en sus aprendizajes escolares.

    Los problemas más frecuentes que se suelen observar son:

    – inversión de sílabas

    – omisión de letras

    – escribir letras en espejo

    – escritura continuada o con separaciones incorrectas

    Todo ello, le supone un sobreesfuerzo de atención y muy pocos resultados exitosos.

    La escritura comporta un proceso de codificación, y cualquier alteración que perturbe los procesos codificadores/decodificadores de lectura puede interferir en la escritura.

    Para ubicar a un alumno en esta categoría es importante comprobar la ausencia de los siguientes factores, cuya presencia nos llevaría a categorizar estas dificultades como vinculadas a otros trastornos mayores o de otra índole:

    • Ausencia de problemas sensoriales y motorices: auditivos, problemas de visión o déficit en la coordinación motora graves.
    • Ausencia de trastornos emocionales severos: desordenes intensos de personalidad, psicosis o cuadros autistas.
    • Ausencia de trastornos neurológicos
    • Una puntuación de CI verbal o manipulativo superior a 70
    • Dos años de retraso escritor si el sujeto tiene mas de ocho años.

    Criterios a considerar:

    Deterioro de la escritura a nivel formal o simbólico.

    Rendimiento en las tareas de escritura notablemente menor del nivel esperado dada la escolarización y la capacidad intelectual del niño o el rendimiento general de las demás áreas.

    La Disgrafía Motriz o Caligráfica

    La disgrafía motriz afecta la calidad de la escritura en su aspecto perceptivo motriz.

    Estos son algunos de los errores mas comunes que pueden manifestar niños que presentan una disgrafía motriz caligráfica:

    1. Escritura en espejo
    2. Trastorno de la forma de la letra
    3. Trastorno del tamaño de la letra
    4. Deficiente espaciamiento entre las letras dentro de una palabra, entre palabras y renglones.
    5. Inclinación defectuosa de las palabras y renglones.
    6. Ligamentos defectuosos de las palabras y de los renglones.
    7. Trastornos de la presión o color de la escritura, bien por exceso o por defecto.

    Los problemas mas frecuentes que se suelen observar son:

    Omisiones: Consiste en la omisión de letras, silabas o palabras. Al escribir el alumno lo hace de forma incompleta. Ejemplo: escribe vetana por ventana.

    Separaciones o Fragmentaciones: No se unen las palabras o las silabas que forman cada palabra, produciéndose una ruptura y aparecen las palabras carentes de significado. Ejemplo: ca sa en vez de casa.

    Contaminaciones: Consiste en la unión de dos palabras de un modo incorrecto. Ejemplo: Escribe lasflores en vez de las flores.

    Sustituciones: Se debe a que hay letras que al pronunciarse tienen sonidos similares, siendo confundidas. Ejemplo: Escribe elefante en lugar de elefante.

    Traslaciones: Consiste en el cambio de lugar de las letras y sílabas en el sentido derecha-izquierda; es muy frecuente también con las silabas directas e inversas. Ejemplo: Escribe sol en vez de los.

    Agregados: Consiste en añadir letras y silabas a las palabras cuando no corresponden con las mismas. Ejemplo: salire por salir.

    Inversiones: Se cambian los trazos de la parte superior por la inferior y viceversa

    El tratamiento consistiría en detectar la causa lo antes posible, y realizar una atención individualizada y específica sobre cada caso en cuestión, por parte de un especialista en Psicología infantil. Es conveniente intervenir cuanto antes para que no aumente el problema con los siguientes aprendizajes.

    La Disgrafía Fonológica

    El principal trastorno de los niños disgráficos se manifiesta a nivel del léxico. Por una parte pueden poseer un vocabulario reducido, lo que conlleva al uso de palabras esteriotipadas y poco precisas para expresarse. Se le conoce como Disgrafía Central en la que hay una alteración en el sistema de Conversión Fonema-Grafema, es decir, el sujeto sólo puede escribir aquellas palabras para las cuales tiene Representación Léxica. Dificultades para escribir las Pseudo palabras o palabras poco familiares.

    Analicemos ahora otra de las dificultades que pueden surgir como consecuencia de una dislexia, nos referimos a la disortografía.

    Disortografía

    Es la dificultad que presentan determinados alumnos al momento de reproducir correctamente las grafías que integran las palabras. Esta deficiencia va asociada a la dislexia y puede ocurrir como consecuencia de la misma.

    Es importante detectar que clase de disortografía presenta el niño, para luego articular el tratamiento adecuado:

    1. Observar si se trata de mala ortografía que afecta la articulación del lenguaje. Son niños inteligentes que cometen faltas corrientes y sintácticas, que desconocen en mayor o menor grado la estructura gramatical de la lengua.
    2. Niños que desfiguran la lengua, que parecen no haber aun automatizado la adquisición de la ortografía.
    3. Cuadro disortográfico de niños con bajo nivel intelectual, concomitante a retraso en la lecto-escritura.

    El maestro deberá detectar el origen de las dificultades a fin de orientar correctamente al niño, y a los padres, en el caso por ejemplo de hallar deficiencias visuales o auditivas que por diversos motivos no hayan sido detectadas antes del ingreso a la escuela, para realizar la consulta al especialista. A veces faltas que se arrastran durante años pueden ser corregidas a tiempo con un buen tratamiento.

    Agrafía

    Es la pérdida de la capacidad de escribir, como consecuencia de una lesión cerebral, generalmente va acompañada de la alexia.

    La desorganización de las capacidades lingüísticas propia de la afasia repercute necesariamente sobre el lenguaje escrito, en formas tan variadas como las que se producen en el lenguaje oral. Pero entre la elaboración de los elementos semánticos y la producción final del texto escrito intervienen elementos de ordenación gestual y espacial que requieren la integridad de los mecanismos superiores de la organización motora, gestual y visuoespacial. Por ello las lesiones cerebrales pueden originar dos grandes tipos de trastornos agráficos, dependiendo de si la afectación incide predominantemente sobre los mecanismos específicos del lenguaje (agrafia afásica) o sobre la instrumentación compleja de la expresión gráfica (agrafia apráxica).

    La agrafia de carácter afásico puede mostrar dos grandes subtipos relacionados con la afectación anatomofuncional predominante: agrafia de tipo anterior (frontal), con rasgos toscos en relación a la afectación motora, caligrafía grande, ortografía deficiente y producción limitada a escasas palabras o frases cortas agramáticas. Y agrafia de tipo posterior (parieto-temporal), en la cual la mecánica de la escritura es normal, pero se producen paragrafias literales y verbales, faltan nombres y se observa disintaxis.

    La agrafia de carácter apráxico constituye un trastorno del grafismo en base a alteraciones visuoespaciales, visuoconstructivas y práxicas. Aunque en su base no se halle una disrupción específicamente afásica, el trastorno del grafismo puede ser suficientemente severo como para interferir seriamente con la capacidad del paciente para expresarse por escrito.

    Otra dificultad que pueden manifestar los niños con problemas de aprendizaje es la discalculia, trastorno que analizaremos a continuación.

    Discalculia

    Existen muchas definiciones sobre esta dificultad, quizá la más práctica y adecuada sea la inhabilidad o dificultad para aprender a realizar operaciones aritméticas, a pesar de recibir toda la instrucción convencional, en contraste con una capacidad intelectual normal.

    Si no se trata tempranamente, puede arrastrar un importante retraso educativo. En los niños esta dificultad causa mucho sufrimiento, especialmente en los primeros años escolares en los que el dominio de las bases conceptuales es de gran importancia, pues el aprendizaje de la matemática es de tipo acumulativo, por ejemplo, no es posible entender la multiplicación sino se entiende la suma.

    El ambiente en clase puede resultar muy angustioso para ellos si no reciben una instrucción especial que atienda sus necesidades de ver y comprender los conceptos matemáticos, la laguna se hace cada vez mayor. Algunos pueden mostrar problemas de conducta que complican aun más sus dificultades de aprendizaje.

    Un niño con discalculia puede manifestar las siguientes características:

    • Dificultades en la organización espacial
    • Dificultad para organizar los números en columnas o para seguir la direccionalidad apropiada del procedimiento
    • Omisión o adición de un paso del procedimiento aritmético; aplicación de una regla aprendida para un procedimiento a otro diferente (como sumar cuando hay que restar)
    • Errores tales como que el resultado de una resta es mayor a los números sustraídos y no hacer la conexión de que esto no puede ser.
    • Tropiezos para recordar las tablas de multiplicar y para recordar algún paso de la división, este problema se incrementa conforme el material es mas complejo
    • Especial dificultad con los problemas razonados, particularmente los que involucran múltiples pasos como cuando hay que sumar y luego restar para encontrar la respuesta.
    • Poco dominio de conceptos como clasificación, medición y secuenciación.
    • Se les dificulta seguir procedimientos sin saber el como y por qué.

    Acalculia

    Es la perdida de las habilidades aritméticas previamente adquiridas, se presenta en tres formas:

    Acalculia afásica: Inhabilidad para la comprensión de números y signos aritméticos como lenguaje. Se asocia con Afasia que consiste en la pérdida total o parcial de la capacidad para comunicarse, perturbándose la utilización de las capacidades precisas para la producción y/o la comprensión de la palabra oral y escrita.

    Acalculia visual-espacial: Comprensión inapropiada de los números y puntos decimales, que genera errores en el cálculo.

    Anaritmética: Perdida pura del calculo, generalmente asociado con afasia y muy ocasionalmente como hallazgo aislado.

    Existen otros problemas de aprendizaje que no están íntimamente relacionados con la dislexia, pero que requieren de nuestra atención especial para evitar que se conviertan en un obstáculo en el proceso de aprendizaje de nuestros niños. A continuación analizamos algunos de ellos.

    Apraxia y Dispraxia

    Las praxias son complejos programas de movimientos intencionales, coordinados por el Sistema Nervioso Central (SNC), destinados a producir un acto específico (hablar, abotonarse, escribir, manejar un auto, etc.). La mayoría se aprenden en los primeros 6 años de vida, con posibilidad de perfeccionarse paulatinamente o darles otra utilidad en el futuro, y le permiten al individuo desenvolverse con autonomía.

    El prefijo griego "dys" indica dificultad y el prefijo "a" significa falta o ausencia de. Por eso, la DISPRAXIA se diferencia de la APRAXIA. Las dispraxias del desarrollo, o evolutivas, son debidas a fallas en la construcción interna de las secuencias de movimiento para llegar a un acto específico e intencional, y no a la pérdida de una acción previamente aprendida como sería el caso de las apraxias.

    La Apraxia es un trastorno de la eficiencia motriz, el niño no puede realizar algunos gestos o movimientos. Forma parte de un síndrome psicomotor y neurológico. Es difícil detectar en la escuela y se pone en evidencia rápidamente en las clases de educación física, en donde aparece como torpe, lento o inhábil. En estas clases será el niño incluido en un grupo de competencia o como acompañante de la destreza física o bien será el protegido, aquel al que todos perdonan y ayudan.

    La apraxia es importante en la patología del lenguaje debido a que ciertos tipos de apraxias pueden afectar directamente la programación motora de los músculos del habla.

    En la tarea escolar se observará la misma conducta motora inadecuada, será el niño que no logra organizar sus materiales, su mochila, el que no participa en actividades manuales y sobre todo el niño al que le cuesta mucho el manejo del cuaderno y la escritura.

    Dispraxia

    La dificultad para coordinar y ejecutar progresivamente movimientos simples como levantar un dedo, empuñar la mano, con miras a llegar a movimientos más complejos, contar con los dedos, arrugar un papel, provocada por alteraciones o desajustes a nivel del SNC, se denomina DISPRAXIA.

    Se refiere a la falta de organización del movimiento, el niño puede tener una inteligencia normal y no adolecer de ninguna lesión cerebral.

    Los niños dispraxicos son incapaces de ordenar un movimiento en relación con su propio cuerpo, de la misma forma que no pueden adaptar sus movimientos a un objeto exterior. Esta impotencia es debida al mal conocimiento del propio cuerpo, del espacio interior y exterior.

    A menudo se mencionan diversos tipos de dispraxias, entre otras:

    • Dispraxia en el Vestirse: Dificultad para realizar coordinadamente movimientos para vestirse (abotonarse, subir la cremallera, amarrarse los zapatos).
    • Dispraxia Digital: Dificultad para mover secuencialmente los dedos.
    • Dispraxia del Habla.

     En la escuela el campo de dificultad aparecerá en su mala ubicación y uso de su lugar de trabajo y materiales.

    Otro problema específico de aprendizaje que repercute en el fracaso escolar es el Déficit de Atención e Hiperactividad. De el hablaremos a continuación.

    Déficit de Atención e Hiperactividad

    El déficit de atención e hiperactividad, ADHD por sus siglas en ingles (Attention Deficit Hyperactivity Disorder), antes llamado hiperquinesia o disfunción cerebral mínima es uno de los trastornos mentales mas comunes entre niños. Afecta entre el 3 y el 5 por ciento de todos los niños. Los varones se ven afectados dos o tres veces más que las niñas. Como promedio, al menos un niño de cada aula necesita ayuda para este trastorno.

    Es diagnosticado en la infancia y se caracteriza por la falta de atención, impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad. Estos síntomas normalmente se producen de forma conjunta; sin embargo, uno puede ocurrir sin los otros.

    Los síntomas de hiperactividad, cuando están presentes, son casi siempre aparentes a la edad de 7 años y pueden ser aparentes en preescolares muy jóvenes. Puede que la falta de atención o el déficit de atención no sean evidentes hasta que el niño se enfrente a las expectativas de la escuela primaria.

    ¿Cuáles son los diferentes tipos de ADHD?

    Los tres tipos principales de ADHD son los siguientes:

    • ADHD tipo combinado: Este es el tipo más frecuente de ADHD, caracterizado por comportamientos impulsivos e hiperactivos, y falta de atención y distracción.
    • ADHD tipo impulsivo, hiperactivo: Éste es el tipo menos frecuente de ADHD, caracterizado por comportamientos impulsivos e hiperactivos sin falta de atención ni distracción.
    • ADHD tipo falta de atención y distracción: Este tipo de ADHD está caracterizado predominantemente por una falta de atención y distracción sin hiperactividad.

    Causas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad

    El ADHD es una de las áreas de la salud mental en adolescentes y niños que más se está investigando. Sin embargo, la causa precisa del trastorno es todavía desconocida. La evidencia disponible sugiere que el ADHD es genético. Es un trastorno biológico del cerebro. En los niños que tienen ADHD se encuentran bajos niveles de dopamina (una sustancia química del cerebro), que es un neurotransmisor (un tipo de sustancia química del cerebro). Los estudios por imagen del cerebro que utilizan escáneres PET (tomografía por emisión de positrones; una forma de creación de imágenes del cerebro que hace posible observar el cerebro humano en funcionamiento) muestran que el metabolismo cerebral en los niños que tienen ADHD es más bajo en las zonas del cerebro que controlan la atención, el juicio social y el movimiento.

    ¿A quiénes afecta el trastorno hiperactivo de déficit de atención?

    Muchos padres de niños que tienen ADHD experimentaron síntomas de ADHD cuando eran más jóvenes. El ADHD se encuentra comúnmente en hermanos y hermanas de la misma familia. La mayoría de las familias buscan ayuda cuando los síntomas de su hijo empiezan a interferir con el aprendizaje y los ajustes a las expectativas de la escuela y las actividades apropiadas para la edad del niño.

    ¿Cuáles son los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad?

    La mayoría de los síntomas de los niños que tienen ADHD también se producen a veces en los niños que no tienen este trastorno. Sin embargo, en los niños que tienen ADHD, estos síntomas ocurren de forma más frecuente e interfieren con el aprendizaje, el ajuste a la escuela y, algunas veces, con las relaciones del niño con los demás.

    A continuación se enumeran los síntomas más comunes del ADHD. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Las tres categorías de síntomas del ADHD son las siguientes:

    • Falta de atención:
      • lapso de atención corto para su edad (dificultad para mantener la atención)
      • dificultad para escuchar a los demás
      • dificultad para prestar atención a detalles
      • se distrae fácilmente
      • mala memoria
      • capacidad organizativa deficiente para su edad
      • capacidad de estudio deficiente para su edad
    • Impulsividad:
      • interrumpe a menudo a los demás
      • tiene dificultad para esperar su turno en la escuela y, o en los juegos sociales
      • tiende a responder impulsivamente en vez de esperar a que le pregunten
      • corre riesgos frecuentemente y, a menudo, sin pensar antes de actuar
    • Hiperactividad:
      • parece estar en constante movimiento; corre o trepa, a veces sin otro objetivo aparente que moverse
      • tiene dificultad para permanecer en su asiento incluso cuando así se espera
      • no se está quieto con las manos o se retuerce cuando está en su asiento; se mueve excesivamente
      • habla excesivamente
      • tiene dificultad para participar en actividades tranquilas
      • pierde u olvida las cosas repetidamente y a menudo
      • es incapaz de permanecer en su tarea; cambia de una tarea a otra sin terminar ninguna.

    Los síntomas del ADHD pueden parecerse a los de otros cuadros clínicos o problemas de conducta. Además, muchos de estos síntomas pueden presentarse en niños y adolescentes que no tienen ADHD. El elemento clave en el diagnóstico es que los síntomas deben perjudicar significativamente la capacidad de adaptación tanto en el hogar como en la escuela.

    La detección e intervención temprana puede reducir la gravedad de los síntomas, disminuir la interferencia de los síntomas del comportamiento con el rendimiento escolar, estimular el desarrollo y crecimiento normal del niño, y mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes que tienen ADHD. En la última década, los científicos han aprendido mucho acerca de la trama del trastorno y ahora pueden identificar y tratar a niños, adolescentes y adultos que lo tienen. Existen ya una variedad de medicamentos y terapias para cambiar el comportamiento y opciones educacionales para ayudar a personas con ADHD a concentrar su atención, aumentar su autoestima y funcionar en forma adecuada.

    Actualización

    Como mencionamos al inicio de este trabajo cada vez son más los casos de niños que presentan dificultades de aprendizaje que lo llevan al fracaso escolar. Como madre y maestra me preocupa la situación de muchos niños que aun con nuestros consejos a los padres no parecen dar importancia a esta triste realidad.

    El daño que se les esta haciendo a estos niños podría ser irreversible pues ahora en su etapa preescolar es cuando mayor atención debemos brindar a estos problemas que por el momento se ven pequeños e insignificantes pero que a la larga sabemos se convertirán en un fracaso escolar acumulativo.

    Recomendaciones

    Identificar los problemas que llevan al estudiante al fracaso escolar y buscar soluciones para erradicar este mal que repercute en su desarrollo personal y estudiantil.

    Para los padres:

    Aceptar el hecho de que su hijo puede tener dificultades de aprendizaje. Una vez aceptada la situación es más viable ayudar al hijo a superarlas con personal especializado.

    Acercarse más al centro de estudios y apoyar la labor de los maestros.

    Supervisar siempre los repasos diarios y las tareas.

    Tratar en la medida de lo posible estudiar con su hijo utilizando abundantes recursos visuales, tales como afiches, o dibujos elaborados por el mismo alumno.

    Colocar un escritorio frente a una pared libre de distracciones visuales.

    Para los maestros:

    Estar pendientes de la individualidad de cada alumno, y remitir cuando sea necesario, a los especialistas que puedan ayudarle en las dificultades de bajo rendimiento.

    Si el alumno es muy inquieto, y no se concentra, puede colocarlo lo más cercano a su escritorio, no sentarlo junto a otro alumno con las mismas características, sino al contrario alguien más apacible y concentrado.

    Mantenerse en contacto permanente con los padres de familia, sea citándoles al centro de estudios o enviando notas sobre el desarrollo del alumno.

    Para los alumnos:

    En el aula de clase debe estar sentado lo mas cercano al escritorio o pizarra del docente. Evitar la cercanía de puertas y ventanas.

    Lo posición física y mental que adopte durante la hora de clase, deberá ser sentado recto, sin sostenerse la barbilla o el mentón, o recostado en el pupitre.

    Escuchar con atención lo que dice el maestro, no platicar o jugar.

    Si no comprende algún tema preguntar al maestro, no debe sentir temor, las personas mas inteligentes son las que no se quedan con las dudas.

    La clave del éxito en los estudios es el repaso diario, quincenal y mensual, de esta manera va estudiando poco a poco y para el período de exámenes no tendrá mayor dificultad.

    Conclusiones

    Es de vital importancia que los padres se vuelquen en la educación de sus hijos desde pequeños, pues es la manera más eficaz de evitar futuros fracasos.

    Saber que cualquier problema que vean en el niño de salud, falta de motivación, inseguridad, miedos, debe ser tratado a tiempo, pues puede ser el primer peldaño hacia el fracaso. Es importantísima la colaboración entre todas las personas que traten al niño, educadores, padres, profesores, médicos, psicólogos, asistentes sociales, ya que la confrontación de datos de estas personas puede llevar al origen del fracaso y por tanto a un diagnóstico precoz.

    Regularmente el niño que no aprende al ritmo de la media del grupo o mantiene una conducta que molesta e interfiere la disciplina escolar, o se muestra muy inhibido se deja a su suerte. Pocas veces se les manda a participar en clases, no se atienden adecuadamente sus dificultades, no se les asignan tareas diferenciadas, ni se le da atención individual, según sus necesidades. Ante este tratamiento pedagógico estos escolares poco a poco se van incorporando al grupo de niños con dificultades en el aprendizaje, provocado y agravado por el abandono pedagógico.

    Si el abandono pedagógico por parte del maestro tiene como antecedente y como condición actual un ambiente familiar que brinda poca estimulación cognoscitiva y afectiva, que no proporciona estímulos suficientes para la formación de hábitos e intereses docentes, ni para el enriquecimiento de sus vivencias, estaremos en presencia de un caso de abandono pedagógico y sociofamiliar.

    Lo más peligroso en el intento de caracterización de los niños con dificultades en el aprendizaje es tratar de elaborar un patrón universal de sus características, sin tener en cuenta que cada niño de esta categoría constituye un caso diferente.

    Todos los que de alguna forma tienen que ver con el proceso de estimulación, corrección, rehabilitación, compensación y habilitación deben enfrentarlo con una actitud flexible dinámica y sobre todo con mucha comprensión y amor. Sea paciente y observador, ordenado y sistemático, pero también sea práctico y sobre todo tenga mucha confianza. Con su ayuda un niño puede llegar a ser más hábil, independiente, seguro y feliz.

    Estimulando el crecimiento, la creatividad, la curiosidad, la independencia y el ingenio de los hijos o alumnos, se favorece la felicidad en su infancia y vida adulta.

    Bibliografía

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    Mónica Panting

    San Pedro Sula, Honduras