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El rol del pedagogo profesional


  1. Introducción
  2. Un poco de historia
  3. Definiciones conceptuales
  4. Campo y mercado profesional
  5. Actividad profesional
  6. Praxis de la profesión
  7. Perfil del pedagogo
  8. El pedagogo en la Universidad
  9. Relación pedagogos y docentes universitarios
  10. Consulta bibliográfica e informática

Introducción

El presente estudio, titulado "El Rol del Pedagogo Profesional", es producto de la investigación realizada con el fin de satisfacer una patente necesidad de los profesionales pedagogos y de los estudiantes de la carrera de Ciencias de la Educación de conocer, definir, describir, proyectar y difundir el rol del pedagogo, licenciado en Ciencias de la Educación, en la actualidad.

El trabajo se realiza a partir del pedido que hacen los estudiantes de Pedagogía de la Universidad Gabriel René Moreno al Colegio de Pedagogos de Santa Cruz, de realizar una presentación con el fin de aclarar y definir el rol del pedagogo profesional universitario hoy día; objetivo que se cumple exitosamente mediante la realización de un panel en el que participan seis representantes del colegio de pedagogos, como panelistas y los estudiantes universitarios, docentes de la carrera de Educación y algunos invitados, como público.

El documento que se presenta contiene las conclusiones de dicho panel, ampliadas y complementadas, en un trabajo conjunto, logrado mediante consulta bibliográfica e informática para recopilar datos acerca del tema en cuestión, con el fin de analizarlos, establecer relaciones, hacer comparaciones entre las experiencias realizadas en otras latitudes, especialmente en países de Latinoamérica; para concluir finalmente en un análisis de nuestra realidad regional y nacional.

Como resultado de esta búsqueda se alcanza a aclarar la visión de la profesión del pedagogo en estos tiempos de Reforma, en los que el conocimiento es la mayor riqueza de los pueblos; se establecen el campo de acción, las competencias profesionales, los límites, las relaciones y la interacción de la pedagogía con otras ciencias.

La intención de hacer público este documento obedece al evidente desconocimiento, por parte de la sociedad, del papel del profesional pedagogo en la vida de la comunidad, y de su contribución positiva al desarrollo de las sociedades, mediante el mejoramiento de la calidad de la educación en todo ámbito, sea en centros educativos formales, o donde quiera que suceda el hecho educativo como un medio de transformar la realidad para alcanzar verdadera calidad de vida.

Al contar con un nuevo estamento de profesionales, se amplía el espectro de profesiones en nuestro país, en el que, día a día aparecen nuevas ofertas de profesionalización en las diferentes casas de estudios superiores públicas o privadas. Sin embargo las Ciencias de la Educación no han alcanzado el reconocimiento que merecen entre las llamadas hoy Ciencias de la Vida.

El Colegio de Pedagogos de Santa Cruz pretende, con este documento, llegar al profesional en educación, a las instancias de gobierno, a los profesionales de todas las áreas y a todos los involucrados en el hecho educativo, con el fin de abrir el espacio profesional y el mercado laboral al pedagogo, cuya acción es indispensable en todos los procesos de desarrollo humano.

Lic. Sonia Aguirre Pérez

Presidenta Colegio de Pedagogos Santa Cruz

Un poco de historia

Desde la antigua civilización sumeria existe constancia histórica de la valoración que tenía la escuela como un lugar del que salimos con los ojos abiertos al mundo. Siglos más tarde José Martí reconoce la esencia de la escuela como proporcionadora de protección, ambiente cálido y oportunidades de aprendizaje e iluminación intelectual.

Sabater, en su obra "El valor de educar" (Editorial Ariel, Barcelona,1997), se remonta a los griegos, en cuya historia se dieron distintos modos de paideia (ideal educativo griego). Separa Sabater la educación propiamente dicha, por un lado, y la instrucción, por otro. Hace la diferencia entre la función del pedagogo y la del maestro. El pedagogo era un fámulo (criado doméstico) que convivía con los niños, tenía la tarea de instruirles en los valores de la ciudad, formar su carácter y velar por el desarrollo de su integridad moral. El maestro, para ese entonces era un colaborador externo a la familia que se encargaba de enseñar a los niños una serie de conocimientos instrumentales, como lectura, escritura y aritmética.

El pedagogo era un educador, el maestro era un simple instructor. Los griegos distinguían la vida activa, que era la que llevaban los ciudadanos libres en la polis cuando se dedicaban a la legislación y al debate político, de la vida productiva, propia de labriegos, artesanos y otros siervos. La educación brindada por el pedagogo era imprescindible para destacar en la primera, mientras que las instrucciones del maestro se orientaban más bien a facilitar o dirigir la segunda.

De la historia del nombre y la profesión del pedagogo se sabe que páis era para los griegos el niño y paidagogós, el niñero, cuya función principal era conducir y acompañar al niño a la escuela. El pedagogo le entregaba el niño al maestro. Con el tiempo se refinaron los gustos y las demandas de los ciudadanos y en el mercado fue subiendo cada vez más la cotización de los esclavos destinados al cuidado y acompañamiento de los niños, cada vez se les encomendaban más funciones relacionadas con la educación integral, hasta convertirlos en preceptores; de esta manera, la palabra pedagogo adquirió un significado más amplio. Sin embargo no se fundió, ni se confundió nunca, su función (de educador) con la del maestro (instructor en disciplinas concretas).

Si la condición de pedagogo despertó desde entonces los celos del maestro, siendo que era sólo un esclavo, mucho mayores fueron éstos cuando el pedagogo se convirtió en el superior jerárquico del maestro.

Fue la Iglesia la que dio la oportunidad al maestro de convertirse en pedagogo, cuando entra en el sector de la enseñanza con las escuelas catedralicias, asumiendo además de la instrucción, la educación, la formación en un determinado espíritu.

En la edad moderna las órdenes religiosas dedicadas a la enseñanza retomaron la acción pedagógica con una visión más moderna y fueron imitadas por los estados ante la evidencia de los resultados de dar preferencia a la educación, a la formación, a los valores. Hoy los estados asumen la formación del niño en función de la clase de ciudadano que se considera útil para el contexto actual. Sin embargo, a veces este modelo de ciudadano responde más a las necesidades de las clases dominantes.

Definiciones conceptuales

Epistemológicamente, el derecho de la Pedagogía como ciencia autónoma cuenta con los elementos exigidos para tener, legítimamente, "categoría científica", a pesar de no poseer leyes expresables con rigor matematicista. Estos elementos son:

  • (a) La determinación de un objeto propio

  • (b) La utilización de métodos adecuados al estudio de su objeto

  • (c) Un conjunto de leyes, principios o conclusiones agrupados en un todo coherente y unitario

Es decir, una ciencia posee existencia autónoma cuando tiene un objeto propio, métodos particulares de investigación y sistematización y presenta cierta unidad y generalización en sus principios y conclusiones.

La pedagogía cumple con estos requisitos, posee un objeto particular: la educación, recibe aportes de muchas ciencias, pero investiga problemas que le son propios, tomando en cuenta aspectos de la realidad estudiados por otras ciencias, los que se constituyen en contenidos de la pedagogía.

Emplea métodos generales de investigación en muchos dominios; sin embargo, en otros ha de emplear métodos o instrumentos de investigación que le son propios, como métodos de observación, experimentación, comprensión fenomenológica, etc.

La pedagogía posee una estructuración de conclusiones y principios agrupados en un todo coherente y unitario; sin embargo, la pedagogía, al igual que el hecho educativo, tiene un carácter histórico social; ha de ayudar a resolver el problema de la formación de hombres concretos, que viven aquí y ahora. Es así que la pedagogía es una, en lo que respecta a muchas de sus fundamentaciones, conclusiones y principios generales y es, asimismo, distinta según las modalidades de cada época y de cada lugar, de acuerdo a las particularidades y contenidos esenciales de la cultura en la que ella está inmersa.

En la realidad del mundo de hoy, la educación ha ido emergiendo como consecuencia de que varias agencias sociales comenzaron a preocuparse por tener actividades educativas. Estas actividades tienen que ser planeadas y organizadas, y estas funciones de planeación y organización las desempeña el pedagogo.

El pedagogo es el profesional de la educación que conoce la pedagogía, la cual es el estudio de la educación como un todo, en su historia. Es el profesional que tiene el conocimiento para gerenciar las actividades educacionales.

Muchas personas creen que el trabajo de este profesional está restringido a instituciones de enseñanza, esto no es verdad; el pedagogo es el llamado a trabajar en cualquier agencia social, en cualquier situación de aprendizaje. Este profesional coordina los profesionales específicos de cualquier área de aprendizaje, no trabaja sólo en la escuela, sino también en hospitales, empresas, medios de comunicación y otros.

Un pedagogo es un profesional que piensa y actúa en diversos niveles y ámbitos, identificando necesidades de aprendizaje, a partir de la cuáles organiza y estudia procesos formativos y educativos en permanente reconstrucción, garantizando la continuidad de la acción educativa, tomando en cuenta las especificidades de los diferentes sujetos y contextos.

Por procesos formativos se entiende una construcción de espacios, estrategias y ritmos de conducción que propicien una atmósfera de aprendizaje a los participantes de una determinada comunidad.

Respecto a la profesionalización del pedagogo se evidencia una falta de nitidez en la definición de sus funciones en la sociedad. La administración educativa ha creado muy pocas salidas profesionales específicas para los pedagogos. Es importante, ante estas dificultades, que el pedagogo demuestre su utilidad resolviendo problemas reales, generando así la necesidad de su intervención.

En nuestro país, definir y concretar el espacio profesional que corresponde al pedagogo es uno de los objetivos más importantes para el Colegio de Pedagogos de Santa Cruz, como grupo. Esta definición y concreción profesional, es también, una aspiración personal para los pedagogos titulados, egresados y estudiantes de la carrera en diferentes universidades del sistema.

Es interesante conocer, a manera de guía, lo que en otros países se ha recorrido en este camino. Ejemplo de esto es el "Estatuto Profesional del Pedagogos" (III Congreso Estatal de Pedagogía, Valdepeñas, Ciudad Real, 1986), que nace como fruto de varios Encuentros Nacionales de Pedagogos que van abriendo nuevos caminos a la profesión.

La Licenciatura en Pedagogía tiene una ventaja competitiva que se centra en los siguientes ejes de formación: el instrumental, el pedagógico y el administrativo. En el campo de trabajo el pedagogo asume cargos ejecutivos como asesor en el ciclo orgánico del proceso empresarial, como facilitador del desarrollo humano, como diseñador de planes y programas, como promotor de procesos de enseñanza-aprendizaje en instituciones públicas.

El Licenciado en Pedagogía en la empresa contribuye a la solución de problemas que afectan tanto a la producción como al desarrollo del personal. Su preparación teórico-práctica le capacita para su participación en labores directivas, capacitación y desarrollo de personal, asesoría en diversos niveles escolares, orientación familiar, vocacional y profesional, así como a medios de comunicación.

Campo y mercado profesional

El campo y el mercado profesional abren como un abanico de posibilidades de desempeño profesional en escuela, sociedad y empresa; en donde el pedagogo puede prestar servicios profesionales.

Las estructuras sociales y económicas del país están demandando especialistas en las diferentes áreas, es así que el pedagogo tiene una amplia intervención en el campo social, para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las personas a través de este servicio profesional.

El pedagogo profesional puede incursionar profesionalmente en instituciones escolares privadas o públicas, así como en otras instituciones no educativas que cuenten con proyectos educativos, como ser educación contínua, capacitación, actualización y divulgación. Sus funciones abarcan actividades como diseño de intervenciones educativas, asesoramiento, investigación, organización y gestión, supervisión, evaluación, formación, desarrollo de recursos humanos.

El pedagogo profesional hace uso de técnicas como la psicometría, la estadística descriptiva, programas de computación, dinámicas de grupos y otras.

Su campo de actuación son todos los ámbitos educativos en todas las áreas: escuela, empresa, sociedad, no obstante, no tiene una intervención directa sobre las personas, (niños, jóvenes, adultos) sino sobre los marcos institucionales donde se dan los procesos educativos y con los profesionales responsables directos de estos procesos.

El pedagogo desarrolla su accionar en los diferentes campos laborales de la sociedad: empresa, escuela, familia, y todo ambiente en el que se trabaje con recursos humanos, donde se demande el desarrollo de diseños curriculares o programas de asesoramiento pedagógico y de desarrollo humano.

En el ambiente escolar

Organización y dirección técnica de centros.

Diseño de proyectos educativos.

Planificación curricular y escolar.

Orientación y diagnóstico escolar.

Métodos y técnicas didácticas.

Informática educativa.

Formación permanente del profesorado: diseño, desarrollo y evaluación de programas.

Política y planificación educativa.

Supervisión del sistema educativo.

Investigación educativa e innovación.

En la docencia

Actualización docente.

Diseño, implementación y evaluación de planes y programas educativos.

Diseño, implementación y evaluación de materiales y recursos didácticos.

Investigación educativa.

Administración escolar.

Docencia universitaria de materias específicas.

En el campo social

Educación especializada.

Pedagogías especiales (familiar, por edades, sexológica, de rehabilitación, de prevención…)

Asesoramiento científico y técnico de carácter pedagógico.

Educación compensatoria y de adultos.

Educación de la tercera edad.

Educación permanente.

Formación de formadores.

Gestión y supervisión de organismos de Educación Social.

Educación ambiental y del tiempo libre.

Educación sanitaria.

Pedagogía deportiva.

Pedagogía de la expresión y la creatividad.

Intervención en organismos judiciales, centros de rehabilitación y centros penitenciarios.

Trabajos en la administración y las corporaciones locales.

Asesoría pedagógica en diversas instituciones: centros religiosos, centros recreativos, cuarteles, penitenciarías, centros de rehabilitación, etc.

En la empresa

Capacitación de personal.

Orientación profesional.

Medios de comunicación social.

Prensa y edición.

Diseño de material educativo para centros y editoriales, gestión de centros de recursos.

Dinamización social, animación socio-cultural y educación social (educadores de calle…)

Investigación socioeducativa en el ámbito de la educación social.

Como agente de proyección social

Atiende a los diversos sectores de la población que requieran ayuda pedagógica, sean éstos: estudiantes, profesores, investigadores, instructores, empresarios, directivos, padres de familia, orientadores y apoyo a profesionales.

El pedagogo puede influir en la solución de problemáticas como: analfabetismo, caducidad de planes y programas de estudio; vicios y errores en la planificación y administración educativas; rezago, deserción, reprobación escolar, deficiente atención y capacitación a personal docente, instructores, coordinadores y directivos; métodos y técnicas de enseñanza aprendizaje inadecuados; planeación incorrecta en grupos interdisciplinarios de trabajo, programas deficientes de orientación escolar, vocacional, profesional, de capacitación.

La participación del pedagogo profesional puede ser de gran utilidad en la elaboración y puesta en práctica de programas de prevención y rehabilitación de alcohólicos, drogadictos, y en otras adicciones, las que con la guía profesional adecuada pueden ser detectadas y detenidas en sus inicios, entre éstas podemos

citar los problemas alimenticios tan frecuentes y callados en nuestra sociedad como la anorexia y la bulimia.

El pedagogo puede tomar parte activa en las políticas gubernamentales de evaluación de la calidad educativa, interactuando con los sistemas nacionales y regionales de evaluación de la calidad educativa, participando en las pruebas de evaluación y control de calidad, así como en la aplicación de las mismas en los diferentes distritos.

Actividad profesional

Organización, administración, dirección y supervisión pedagógica en instituciones escolares, departamentos de investigación, despachos y asesoría en dependencias públicas o privadas.

Instrumentación, análisis y evaluación de planes y programas de estudio.

Participación en grupos interdisciplinarios para el análisis, evaluación y adaptación de contenidos de los libros de texto.

Asesoría pedagógica en clínicas de educación especial, en programas de educación para la salud, recreativos, de educación artística, de uso del tiempo libre y de desarrollo de la comunidad.

Programación de actividades de orientación educativa, vocacional y profesional.

Capacitación de personal en el sector agropecuario, comercial, industrial y de servicios.

Elaboración y desarrollo de proyectos de investigación educativa.

Diseño, instrumentación y coordinación de programas de formación docente.

Elaboración y aplicación de recursos de apoyo (materiales didácticos, técnicas de enseñanza y aprendizaje) en los diferentes niveles educativos

La actividad profesional del pedagogo no se limita solo al campo de formación de recursos humanos, al contrario, se genera mayor demanda como profesional especialista en proyectos de desarrollo humano y comercial, especialmente en instituciones en las que se trabaja con productos de consumo masivo e instituciones que desarrollan proyectos sociales en el campo de la salud, de desarrollo y producción comunitaria.

Praxis de la profesión

Empresa: Director, consultor, coordinador y supervisor de la planeación.

Escuela: Director, asesor, orientador e investigador de instituciones escolares de diferentes tipos y niveles.

Familia: Orientador y consultor en educación familiar, a nivel individual, matrimonial y grupal.

Ambiente: Asesor y coordinador en los aspectos pedagógicos de instituciones de servicio a la comunidad y de medios de comunicación.

Áreas de trabajo fundamentales

Área didáctica: Manejo eficiente del proceso enseñanza aprendizaje en base de métodos, técnicas y medios que permiten una mejor planeación, realización y evaluación del proceso.

Área psicológica: Comprensión de las causas del comportamiento humano, sus necesidades, intereses y capacidades para su mejor orientación personal.

Área filosófica: Incorporar a su accionar los fundamentos necesarios para el conocimiento adecuado de la naturaleza humana, su finalidad y su trascendencia.

Área sociológica: Proporcionar conocimientos que permiten considerar al hombre en su devenir histórico, cívico y social.

Área instrumental: Utilización del conocimiento y aplicación de recursos y procedimientos para la investigación y el tratamiento de acciones educativas sobre bases científicas.

Área administrativa: Dirección de la capacitación y desarrollo de los recursos humanos de cualquier organización.

Perfil del pedagogo

Como persona

Tiene capacidad analítica, crítica y propositiva de las situaciones socio-económicas.

Se interesa por los problemas educativos en particular, y los sociales en general.

Se interesa por los problemas humanos relacionados con la educación.

Tiene capacidad de adaptación al trabajo de equipo.

Posee disposición y adaptación a nuevos entornos.

Establece buenas relaciones humanas.

Tiene capacidad crítica e innovadora.

Actúa con compromiso y respeto por la diversidad.

Siente interés por el uso de las nuevas tecnologías y su implementación pedagógica.

Es emprendedor.

Como profesional

Explica, norma, diseña, evalúa y concreta intervenciones pedagógicas en diferentes ámbitos.

Está capacitado para diseñar, evaluar, estructurar programas, estrategias y acciones que resuelvan problemas en el campo educativo.

Prevé y atiende problemas recurrentes tales como deserción, reprobación, rezago, orientación educativa, hábitos de estudio, desarrollo de actitudes y valores.

Participa en equipos multidisciplinarios, abordando la pedagogía, programas y proyectos formativos en la modalidad educativa no formal.

Promueve el uso de las tecnologías en la formación para la enseñanza en la educación no formal.

Asesora y apoya a los niveles de dirección en la toma de decisiones en el ámbito educativo.

Promueve la orientación escolar en torno a hábitos de estudio, proyecto de vida y elección de carrera.

Diseña nuevas prácticas profesionales elaborando estudios de mercados profesionales para detectar las necesidades, articulándolas a propuestas educativas.

Ejerce la docencia constituyéndola en un ámbito del quehacer laboral en los niveles medio y superior, en materias de corte social humanístico y de metodologías de la investigación.

Planea y administra instituciones educativas.

Participa en la formación de profesores.

Propone y aplica mecanismos de evaluación educativa.

Diseña, coordina, plantea y evalúa programas educativos y curriculares.

Diseña material didáctico de corte artesanal y tecnificado, acordes al proceso enseñanza-aprendizaje.

Actúa como agente de integración en instituciones educativas formales y no formales, y en la sociedad en general.

El pedagogo en la Universidad

Hacer un análisis sobre la participación del pedagogo en la universidad, en un encuentro con otras disciplinas, nos conduce a la necesidad de considerar las condiciones histórico sociales en las cuales ejercita su praxis profesional, su contextualización en la vida universitaria, tanto de una lectura de la realidad cuanto de la universidad pensada y visualizada desde una perspectiva teórica, política y ética.

Es ampliamente reconocido que las condiciones de posibilidad del desarrollo político y social de los países están cada vez más, en función de la capacidad de su sistema de educación superior, de la cual depende la formación de recursos de alto nivel acordes a las demandas competitivas y complejas de distintos sectores y ámbitos de la sociedad.

El desafío se plantea en un mundo signado por la explosión de la información y su acelerada expansión y difusión, lo que trae como consecuencia el poder del conocimiento que impregna en toda su extensión la trama política, económica y social.

A partir de estas circunstancias, se exige a los trabajadores de las universidades el desarrollo de capacidades para el procesamiento y reestructuración-recreación crítica de información que dé lugar a respuestas alternativas a problemáticas diversas, complejas y cambiantes, más que los procesos de acumulación cuantitativa y memorística.

Para contribuir a generar un salto cuantitativo en la formación de mentes lúcidas, capaces de desarrollos creativos, es necesario centrarse en los procesos constructivos de pensamiento y sus complejas operaciones.

Esto significa que los sistemas nacionales de educación superior deben volverse sistemas altamente complejos, diversificados y multifuncionales. Muchos países en América Latina afrontan el desafío de tener que producir una profunda y significativa transformación en sus universidades, a pesar del contexto de crisis económica y grandes restricciones que obligan a las universidades, al decir de José J. Brunner, a volverse más emprendedoras.

Se hace imprescindible, además de afrontar las cuestiones políticas, organizacionales y financieras, generar estrategias e instrumentos efectivos para reorientar el trabajo académico, mediante propuestas curriculares flexibilizadas, en cuanto a los moldes clásicos de las profesiones.

La profesión académica surge como una nueva profesión de cierta relevancia en el sistema universitario. La profesionalización del cuerpo docente hace evidente la diferencia entre profesores que no comparten la docencia universitaria con la actividad profesional, sino que hacen de la docencia o de la investigación en las universidades su ocupación central o única.

Esta situación "abre" un espacio para el abordaje del aporte pedagógico en la educación superior, nivel al que no se había ingresado en ese campo como parte de su problemática; este hecho no solo significa la entrada a un debate teórico, más bien implica la incorporación de pedagogos en diferentes unidades académicas, lo que produce un doble impacto, hacia el interior del propio campo y hacia otros campos disciplinares.

Las siguientes reflexiones han sido construidas con la intencionalidad de trabajar en el sentido de mejorar la calidad de los procesos de transmisión y de apropiación de conocimientos en los niveles de formación profesional, sin perder de vista la problemática social.

Relación pedagogos y docentes universitarios

Respecto a la práctica del pedagogo en la universidad, en primer lugar, se ubica su función en los procesos de transmisión-producción-difusión de conocimientos científicos y tecnológicos.

El pedagogo en su trabajo específico desarrolla tareas de orden académico en diversas prácticas y espacios de actuación, las más importantes entre éstas son: el diseño y evaluación curricular, la formación y asesoramiento de docentes en ejercicio, la evaluación de procesos de enseñanza y aprendizaje, el asesoramiento al nivel de la gestión directiva.

La práctica del pedagogo en la universidad, sostienen A. Cori y G. Edelstein, se plantea como una relación de y con el conocimiento, específicamente, en la concreción de procesos de intercambio, ligados a los procesos educativos enseñar y aprender. En dichos procesos se vinculan sujetos pertenecientes a campos disciplinarios diferentes que compiten por los lugares que ocupan en el campo del quehacer académico y la relación con un contexto social más amplio.

Los factores mencionados, quehacer académico y relación con un contexto social, determinan y marcan el sentido y alcance de la intervención del pedagogo en relación con los demás actores institucionales. Al respecto, es posible distinguir dos niveles de análisis mutuamente relacionados en esta cuestión: en primer lugar: el nivel institucional se refiere a la posición del profesional en la estructura jerárquica, en segundo lugar, el nivel relativo a la pertenencia a campos de conocimientos diferentes. Ambos niveles confluyen en la relación de conocimiento que se establece entre ellos.

Los límites en esta relación, basada en las diferentes posiciones de los profesionales, el especialista en cualquier ciencia y el pedagogo, se estructuran como deseo de mutuo reconocimiento.

La pedagogía es una ciencia unitaria y armónica de carácter complejo. Sus relaciones con otras ciencias han ido ampliando y profundizando su contenido, y en esta interacción todas se enriquecen mutuamente y se apoyan. En la práctica administrativa, académica y docente en la universidad, el aporte de la ciencia pedagógica está siendo desaprovechado, y en algunos aspectos, subvalorado. Es necesario el reconocimiento de la importancia de la intervención del pedagogo en la universidad, como elemento indispensable para relacionar el contexto social con el hecho educativo en todas sus dimensiones.

En nuestro país, el pedagogo es un profesional cuyo aporte sería de gran valor, y sin embargo, se encuentra ausente de la estructura del sistema educativo nacional, dejando un vacío que se debe llenar sin lugar a más dilaciones de tiempo.

Si bien desde los inicios del proyecto de la Reforma Educativa, está contemplada la formación universitaria de profesionales en Ciencias de la Educación como el detonante para los cambios estructurales propuestos en busca de la transformación de la calidad de vida del hombre boliviano, en su praxis se pierde la riqueza que pueden brindar estos profesionales al proceso.

Como conclusión, cabe destacar:

  • La importancia del reconocimiento del papel de Pedagogo y su diferencia con el papel del Maestro Normalista.

  • El reconocimiento del amplio espectro de acciones que puede y debe realizar un pedagogo, utilizando su competencia para mejorar la calidad de los procesos de transmisión y apropiación de conocimientos; no solo en el campo de la educación formal, sino como forjador de recursos humanos aptos para desempeñarse en diferentes ámbitos.

  • Necesidad de la orientación de un pedagogo en la primera célula social, la familia, para mejorar las relaciones interpersonales e intrapersonales, para desarrollar competencias y capacidades que promuevan una convivencia armónica.

  • Necesidad de la participación activa del pedagogo en el quehacer educativo a nivel macro, para organizar, reorganizar, y evaluar instituciones en las que el educando sea el objeto de su existencia.

  • Definir el rol que le corresponde al pedagogo en la universidad para estructurar curricularmente cada carrera.

  • Romper los estereotipos, para delimitar los campos, que por desconocimiento, o falta de interés, aún no han sido aclarados entre la pedagogía y otras profesiones.

Consulta bibliográfica e informática

Manganiello Ethel M.: Introducción a las ciencias de la educación.

Ed.Librería del Colegio. Buenos Aires, 1977

www.monografias.com

educaweb.com

la facu.com

weboei.com Revista PENSAMIENTO UNIVERSITARIO Nº 1, Nov. De 1993

COLEGIO DE PEDAGOGOS

PANELISTAS: Lic. Sonia Aguirre Pérez

Lic. Goldi Montaño Sánchez

Lic. Lourdes Ábrego Mercado

Lic. Rosario Rivero de Ruilowa

Lic. Mirna Lema de Ojopi

MODERADOR: Lic. Jesús Manuel Ordóñez Hoyos

REDACCIÓN: Lic. Sonia Aguirre Pérez

Colaboración: Lic. Goldi Montaño Sánchez

Lic. Mirna Lema de Ojopi

Corrección: Lic. María Celia Sanabria de Ibarnegaray

Santa Cruz, Mayo 2002

Agradecimientos

A la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno en la persona del Rector, Dr. Julio Salek, por el apoyo desinteresado en la publicación de este documento.

A los alumnos de la Carrera de Ciencias de la Educación, quienes fueron los impulsores de esta obra y a quienes está dirigida.

A los colegas pedagogos, por compartir sus inquietudes.

 

 

Autor:

Lic. Sonia Aguirre Pérez

Santa Cruz de la Sierra-Bolivia

2002-2003

COLEGIO DE PEDAGOGOS DE SANTA CRUZ