Muchos son los aspectos que se han trabajado sobre la participación y el desarrollo local, este trabajo más que debelar algún misterio tratará de esbozar algunas ideas relacionadas con esto. Por lo que el mismo persigue como objetivo establecer la relación que existe entre la participación y el desarrollo local.
En la investigación llegamos a diferentes conclusiones como fueron que para lograr implementar un proyecto de desarrollo los integrantes de la comunidad tienen que estar inspirados y con ganas de participar para que el trabajo se facilite. El desarrollo local es un proceso participativo, por tanto los gobiernos locales deben de estar dispuestos a emprenderlo y a diseñar estrategias en conjunto con los actores sociales.
Por lo tanto debe existir una relación causa-efecto inalterable, pero conducida conscientemente para que se aplique de una manera efectiva la concientización y participación de los pobladores en el proceso de desarrollo local.
No es fácil señalar las debilidades y contradicciones sobre algo, que de tanto repetirse ya parece natural. "La participación" y el "desarrollo local", son ideas que ya ganaron un lugar, no sólo en el discurso académico, sino de agencias internacionales, políticos, organizaciones no gubernamentales y representantes de organizaciones populares y de base.
Ver el desarrollo local desde otra perspectiva y como tránsito hacia otra práctica es una aspiración que va más allá, en esta dirección, queremos llamar la atención sobre la participación. El desarrollo local es un proceso sostenido que tiene como finalidad el progreso permanente de la comunidad y de cada individuo residente en ella, además de estar vinculado estrechamente a la participación. Se trata de un deber para todos los actores que se planteen diversas soluciones pero aparecen alternativas muy diversas en las cuales el desarrollo local y la participación de los actores son un denominador común.
Es una interpretación para el trabajo conjunto de diversas disciplinas, esto por el convencimiento de que ninguna disciplina, como las conocemos hoy, se basta para explicar fenómenos sociales. Por último, no se trata de develar ningún misterio, sino de esbozar algunas ideas, teniendo el trabajo como objetivo establecer la relación existente entre la participación y el desarrollo local.
La referencia a lo local adquiere diferentes matices y se usa indistintamente. Cuando nos referimos a lo local nos surge frecuentemente una pregunta: ¿Qué es lo local?
No se puede afirmar que la interpretación de lo local sea común a todos los que utilizan el término. Pero si hay coincidencia en la identificación de dos elementos que forman parte de esa noción: identidad local y territorio, la primera como provisión de sistema de normas y valores para la comunidad y la segunda como base del sentido de pertenencia a su lugar.
Éste es el espacio de la realidad, de las interrelaciones directas, de la cotidianeidad y la cohabitación más cercana con la diversidad, lo "local", es afirmación de la diferencia, de la especificidad, de la individualidad, de lo que define a cada grupo humano particular.
Concebimos lo local como la dimensión en la cual es posible reconocer u organizar de mejor manera las necesidades y recursos disponibles. Se considera que es allí donde es más viable concertar y resolver de manera integral y mancomunada los problemas. Aquí es donde la voluntad de cooperación de los actores que comparten intereses relacionados con el lugar que habitan y sus propias condiciones de vida se integren de manera más eficiente y efectiva, cosa que no se alcanza de igual forma en otras escalas. En especial, podemos destacar lo local como ámbito de posibilidad de la interacción cotidiana cara a cara entre distintos actores.
Pero aclarar este término, hoy día es necesario apelar a la noción de desarrollo y cuestionarse sobre los modos de desarrollo. Ya no se acepta fácilmente la idea de un camino único y progresivo en el marco de un horizonte sin límites
Por ello, a la hora de definir el desarrollo local debemos de tener en cuenta el carácter de proceso complejo a esa escala. "El desarrollo local se define como un proceso orientado, es decir, es el resultado de una acción de los actores o agentes que inciden (con sus decisiones) en el desarrollo de un territorio determinado. Estas decisiones no solamente se toman a una escala local, sino que existen decisiones que tomadas en otra escala (por ejemplo, a nivel nacional o internacional) tienen incidencia en el desarrollo de un territorio dado. La preeminencia de las decisiones de los actores locales, sobre otras decisiones que no responden a los intereses locales, es lo que define un proceso de desarrollo local"[1].
El desarrollo local, por lo tanto, a nuestro entender es el proceso que orientan los actores locales mediante acciones de transformación del territorio en una dirección deseada y es de naturaleza continua, aún cuando se trace metas parciales a modo de escalonamiento en espiral. "Cabe definir también el desarrollo local como trayectorias específicas de desarrollo que se configuran en elementos históricos, geográficos y en mentalidades, pero que no están totalmente predeterminadas sino que se transforman y evolucionan a partir de las prácticas de los propios actores, combinada con circunstancias y coyunturas que lo favorecen."[2]. Pero no se puede analizar aisladamente un proceso de esta naturaleza sin relacionarlo con la corporación global, de la cual forma parte indisoluble.
En este sentido, tampoco es posible considerar de manera indeterminada el desarrollo local. Siempre estará referido a un marco territorial, el cual "no puede reducirse a simple espacio abstracto e indiferenciado. En su lugar hay que considerarlo [al territorio] como un actor fundamental de desarrollo, integrado no sólo por el medio físico sino por los actores sociales y sus organizaciones, las instituciones locales, la cultura y el patrimonio histórico local, entre otros aspectos básicos[3]
El desarrollo local para cumplir con sus objetivos debe resolver desde el territorio algunos ejes que hacen el devenir del mismo como la potenciación de lo existente, es decir personas recursos, empresas etc., la obtención de recursos externos al territorio, y la gestión del excedente económico que se produce en el territorio.
Por lo tanto para que ocurra un auténtico proceso de desarrollo local, que utilice todas las potencialidades que brinda dicha escala, será necesaria la activa participación de todos los actores naturalmente involucrados.
El desarrollo local "…es proceso participativo para abordar y resolver diversos problemas socioeconómicos en un territorio determinado por medio de la formación de alianza entre la sociedad civil, los gobiernos locales y el sector privado que conduzcan al desarrollo sostenible, al mejoramiento de la calidad de vida de los grupos de bajos ingresos y al fortalecimiento de la democratización en toda la región[4]
"En su vinculación con las estrategias de desarrollo, la participación es considerada como un medio para lograr el reparto equitativo de los beneficios, así como el elemento indispensable para una transformación y modernización autosostenida de la sociedad [ ] la posibilidad de tomar parte del proceso de decisiones [ ]"[5]. Diferentes conceptualizaciones reconocen siempre su papel en el fomento de desarrollos endógenos.
Y en esta dirección, la participación ciudadana debe traspasar el ámbito de los fines para expresarse también a la hora de decidir y poner en práctica los mecanismos y métodos para diseñar esa participación.
Por lo que en los momentos actuales el enfoque participativo ha adquirido una vital importancia y su uso transciende los límites políticos, sociales y culturales, provocando una real eclosión fundamentalmente en los proyectos de desarrollo dentro de las ciencias sociales, naturales y técnicas. El enfoque participativo se ha convertido en una necesidad, imponiéndose cada vez a escala internacional, cuestión esta que requiere una explicación concreta y real.
La magnitud que ha adquirido el enfoque participativo en correspondencia con el Desarrollo Local responde según Marcos Marchioni a dos elementos claves".[6]
Una sociedad que se proclama como democrática no puede acometer en trabajo comunitario y enfrentar los problemas que de él se derivan sin una verdadera participación de la población.
La complejidad y el carácter contradictorio de los procesos sociales, se requiere para su enfrentamiento de una población más conciente y participativa. Exige a su vez un alto grado de responsabilidad y compromiso, que posibiliten portar iniciativas para contribuir al mejoramiento y desarrollo de la calidad de vida de la sociedad.
Estos criterios permiten visualizar con mayor claridad la esencia de la participación dentro del contexto comunitario, pues allí se requiere de los hombres, grupos y colectividades decididas a buscar soluciones a los problemas que son consustánciales de desarrollo. En la medida que se enfrentan se elaborará el nivel de vida de los comunitarios. Existen disímiles definiciones, a lo largo de todo el planeta sobre el término participación. A continuación ilustramos una muestra de ellos.
Según el diccionario enciclopedia, "participar significa tomar una parte, una cosa. Recibir una parte de algo, compartir, tener algo en común con algo u otro. Dar parte, informar y comunicar. "[1] [7]
Otros autores toman como centro la toma de decisiones, la analizan como la receptividad y capacidad de la población para reaccionar ante los programas de desarrollo y lo consideran como un proceso de intervención de las masas, en el cual se patentiza la toma de decisiones.
El siguiente concepto refiere que.
"La participación de la gente se cumple con el objetivo inmediato, iniciativa y responsabilidad personal, grupal y colectiva en actividades sociales y culturales. Como objetivo mediato promover a través de programas, dinamismo y dar vida al trabajo social. Además plantear como objetivo estratégico lograr que cada persona, cada grupo, cada colectividad, sea hacedora y conformadota de su presente y su futuro en cuanto tiene poder de decidir y posibilidades de control¨. [8]
Las autoras se acogen a este ya que la participación supone una serie de ámbitos para las actividades que le sirven de sustento, estos deben verse contenidos en lo individual, social, cultural o educativo, deben concebirse y promoverse como un aspecto en la práctica global de la gente, tal es la misión que les corresponde a los actores sociales.
Es importante a partir del mismo, tomar conciencia de que la participación no debe limitarse a minorías activas, es necesario implicar a la mayor cantidad de personas posibles, sólo así se logrará conducir y producir los cambios que necesita la comunidad. La participación no está en el punto de partida como algo que se logra con solo decirlo, es un punto de llegada, lo que presume un proceso o camino a recorrer, pero desde el primer momento avanza con formas y modalidades participativas.
La participación para las autoras es un hacer constante donde la comunidad adquiere un nivel dirigente autónomo, después de cierto tiempo de trabajo en la dinámica social y cultural, siendo necesario estar en la comunidad, trabajar en la comunidad de manera constante y ordenada, comprendiendo las necesidades que aquejan a sus habitantes y estimulándolos a participar en la solución de sus problemas y búsqueda de alternativas socioculturales que promuevan el bienestar espiritual de los comunitarios. Es además la actividad desplegada por el conjunto de actores sociales en la consecución de un proyecto de acción común con determinados objetivos y metas el cual tendrá formas y niveles diferentes de expresión.
La participación es una proyección optimista, inscripta en la reflexión sobre como construir sociedades verdaderamente demócratas, donde la justicia, la igualdad, la solidaridad y el humanismo no sean solamente metas declaradas Inalcanzables en la práctica cotidiana. La participación se convierte en el prerrequisito que posibilita un verdadero desarrollo endógeno, en tanto proceso de cambio, transformación y apropiación autónoma de la sociedad que se deriva como resultado de enfrentar y resolver sus contradicciones y conflictos a través de la intervención conciente y activa de todos sus integrantes. Es la vía para construir a partir de las bases, una sociedad integrada que dé a cada uno de sus miembros la posibilidad de decidir sobre los aspectos vitales de su vida. Constituye un método de autoaprendizaje que transcurre en el propio proceso de toma de decisiones e implica un compromiso activo por parte de quienes quieren participar.
La base orgánica para lograrla en las agrupaciones humanas que incluyen formas con diferentes niveles de instrucción, ellos suponen una necesidad y una voluntad comunes formalizadas para alcanzar un propósito, conducirse a sí mismo, y sobre todo, relacionarse con los de afuera y lograr los beneficios. Allí se despliegan de manera orgánica, tácticas y estrategias que conducen a la solución, se toman decisiones y se generan actividades. Se establecen normas y se conjugan intereses y las personas se ubican frente a frente relacionándose mutuamente.
La participación como parte sustantiva en la formulación de objetivos estratégicos de desarrollo local., implica la intervención activa de la población en el complejo proceso de construcción de su vida individual y social. Se basa en el derecho a la cultura, busca desplazar acciones que propicien a los actores sociales en la diversidad de sus diferencias, construir espacios para la toma de decisiones y les posibilita expresar al máximo la capacidad y creatividad individual y colectiva.
La participación hay que verla como uno de los objetivos principales del desarrollo local, la participación de los elementos estructurales, humanos y materiales es una necesidad de trabajo comunitario para alcanzar logros en la comunidad con el consenso y el esfuerzo protagonista de los pobladores, el desarrollo y perfeccionamiento ininterrumpido de la participación política de masas, es una regularidad objetiva. La democracia socialista por su esencia, es un sistema de activa participación política de las masas populares en todas las esferas de la vida económica, política y cultural de la sociedad.
La participación tiene que darse bajo un previo proceso, debe ser concebida, planificada, organizada, puesto todos los factores de acuerdo, dirigida y controlada, en una palabra, coordinada, solo así se obtendrán mejores resultados. Si deseamos impulsar el desarrollo local es necesario lograr la participación de los pobladores desde el inicio.
La participación se produce en dependencia de las características socio psicológicos del grupo, las cuales actúan de manera recíproca con la finalidad de estrechar su relación dialéctica para que influyan de modo positivo en el desarrollo social.
Un requisito esencial para que se produzca una efectiva participación está, precisamente, en el grado de conciencia del sujeto que le permite contribuir decisivamente en el cambio sociocultural de una comunidad.
Cuando el individuo perciba claramente que la organización es útil en la consecución de su objetivos y ven en ella la posibilidad real de satisfacer sus necesidades, entonces su motivación incrementará y con ella la participación conciente del individuo. La realidad de este estudio nos ha demostrado las amplias perspectivas presentes y futuras de la participación en el ámbito comunitario a tono con los desafíos que impone el desarrollo.
La concepción de desarrollo humano promovida por el PNUD viene a fundamentar la estrecha relación que existen, no solo entre los macro y micromodelos de desarrollo, sino también el nuevo paradigma se inserta por derecho propio en una dimensión que es necesaria estudiar.
Las consideraciones anteriores refuerzan la idea que la aproximación a la problemática del desarrollo, en términos macro lleva aparejado una reflexión profunda sobre la comunidad en sentido micro. La práctica de estos tiempos ha demostrado que tiene que existir, para el avance de los países una articulación coherente entre lo nacional y lo local.
Como se señaló en el tópico anterior el desarrollo local, visto desde estas perspectivas provoca que se replanteen las estrategias y políticas de micro desarrollo o del desarrollo comunitario. Se estaría hablando, en este caso, de un "desarrollo comunitario a escala humana".
La participación como acción resultante de un proceso de asimilación consciente de las necesidades individuales y colectivas conduce a la satisfacción de las mismas, pasando por las diferentes formas de la actividad humana en las distintas esferas de las relaciones sociales del hombre deben existir un conjunto de condiciones para que se produzca la participación, algunas de estas tienen que ver con la circunstancia social dominante, con los medios y recursos disponibles para que se desarrolle lo que se proponga. Estas condiciones para la participación son, sin embargo, internas de las propias comunidades y dependen en gran medida de su actuación y funcionamiento.
Cuando una comunidad no acepta, rechaza o sencillamente no apoya un proyecto por lo cual no participa, ese proyecto esta condenado al fracaso debido a que se limita la obtención de datos reales, de los hechos críticos, de la información histórica, es decir, el diagnóstico es débil o sencillamente no es coincidente, la apreciación que la población tiene de esa realidad, afecta pues la interpretación de la integralidad de un problema, se pierden las posibilidades del proyecto, como proceso educativo e investigativo, en el logro de objetivos de transformación de los sujetos, tanto en términos de conocimientos, de conductas y sentimientos, se limita el aprendizaje colectivo como fuente de saber teórico y por ende el conocimiento humano de todos los participantes disminuyen, y a su vez la eficiencia y eficacia.
Cuando se constituye una comunidad, sus integrantes comparten una percepción colectiva de unidad, se consideran distintos de las otras y son concientes de que colaboran en algo de interés común. Tienden a participar en interacciones frecuentes, a realizar juntos diversas actividades y recibir ciertos efectos personales en dependencia de las influencias recíprocas. La propia necesidad de interactuar es un hiperactivo para que se perfeccione continuamente.
La identidad como sentido de pertenencia, no es resultado solo de la imaginación y el deseo; ella se construye en el día a día de las acciones comunitarias. Por eso, es esencial que cada sujeto encuentre su lugar dentro del grupo, lo cual se facilita en un ambiente de apertura, de verdadera colaboración, de trabajo en equipo. Solo de este modo puede ofrecer su contribución y sentirse útil a los demás.
Es debido a lo anterior que hay que velar porque en los proyectos comunitarios, los miembros tengan una activa participación, lo que, por el contrario, a menudo no ocurre. Ello, sin embargo, no quiere decir que en ciertas actividades, por sus experiencias y conocimientos unos pueden asumir una parte más activa que otro. Pero cuando se produce la dominación de algunos y el alejamiento de otros, es seguro que algo no esta funcionando bien.
Es inaccesible que una comunidad que busca el desarrollo local de sus integrantes está controlada por una o varias personas que tracen solas el camino a seguir. De darse este comportamiento, difícilmente se logra que el resto de los miembros de la comunidad tomen parte en las decisiones y se responsabilice con las acciones que se ejecutan. La participación comunitaria y local constituye un proceso que se inicia cuando la comunidad, desde sus lugares, saberes y poderes se relacionan para construir el saber social. Una segunda fase del proceso de participación comunitaria, presupone ya la puesta en práctica de proyectos de autodesarrollo por los sujetos participantes.
Por todo esto las autoras consideran que hablar de participación desde el contexto Cubano podría conducir a la reflexión de grandes hechos movilizativos que han identificado la unidad y la acción de nuestro pueblo a lo largo de la historia revolucionaria. La participación no es nada casual, es un proceso complejo que alcanza diferentes niveles de desarrollo, no constituye un fin en si mismo y no resulta suficiente la voluntad de participar ni de promover la participación de otros, sino que se debe construir las condiciones necesarias para garantizar la plena participación en las instituciones que tiene como objetivo ampliar los intereses culturales de toda la población, aglutinar un público activo y estable y promover valores éticos, estéticos e ideo políticos a partir del arte y otras experiencias de la cultura cuyo medio fundamental es la divulgación pues es un mecanismo que utiliza la promoción cultural para estimular y motivar al hombre a que participe activamente en el proceso de cambio, los procedimientos y medios a emplear deben estar en correspondencia con las características de la comunidad. Promover la participación para el desarrollo local exige tomar como punto de partida y referente permanente las necesidades e intereses de la gente; potenciar las relaciones interpersonales, el conocimiento mutuo, la cohesión, valorar la importancia de los grupos sociales y las redes naturales; buscar sistemáticamente la satisfacción, el disfrute, utilizar el juego, el humor, la poesía, la música, en fin, la creatividad; no suplir la iniciativa de la gente; la comprensión por parte de coordinadores y promotores de que mientras menos imprescindibles sean más auténtico es el proceso participativo; identificar las contradicciones, conflictos, malestares y construir proyectos que permitan su superación; respetar los códigos, símbolos, imágenes, referencias, en fin, las marcas de identidad de los implicados en ese proceso; estimular los elementos de éxito y promover de forma sistemática la reflexión acerca del modo de vida; facilitar con enfoque crítico el acceso a la información, a las nuevas tecnologías de la comunicación
Un elemento imprescindible para la participación es la planificación, ya que en la misma se deberá contemplar la implicación oportuna de aquellos que van a hacer los beneficiarios de la acción, es más si se quiere asegurar un compromiso posterior en la participación, la planificación en la confección de los planes se hace imprescindible.
Las autoras coinciden con Espinosa cuando señala:
""La planificación nace como consecuencia de que los recursos que existen para resolver una situación problemática son escasos se hace necesario establecer estrategias y prioridades, determinar objetivo mediatos e inmediatos y formular una serie de pronósticos sobre la situación futura. Todo esto conforma un acto de planificación. " [9]
En definitiva con la planificación se pretende cambiar una realidad a partir de la aplicación de recursos idóneos mediante actividades y acciones evaluables que permitan la modificación de una situación inicial, lo cual conlleva un proceso.
Desde un punto de vista más estrictamente técnico, la planificación puede definirse como el arte de establecer procedimientos para la optimización de las relaciones entre medios y objetivos y de proporcionar normas y pautas para la toma de decisiones coherentes, compartibles e integradas que conduzcan a una acción sistemáticamente organizada y coordinadamente ejecutada.
El futuro no es algo predestinado, solo que no se puede incidir. La planificación partiendo siempre de la realidad, puede y debe determinar el futuro.
En este proceso se produce un juego de desbandas: Se trata por un lado de aprovechar las oportunidades y alternativas y por otro, de prever las dificultades y los riesgos.
Otra cuestión importante en el momento de planificar una acción sociocultural es conocer el sentido y el valor que nuestra acción tiene en el contexto social en el que se va a desarrollar.
En muchas ocasiones las causas del desanimo, de la rutina, hay que buscarla en la desubicación de cada actividad, en su desconexión con otras actividades y procesos culturales. La planificación por su parte, fomenta la participación de la comunidad en la ejecución de las distintas tareas y estas son los planteamientos y la filosofía que nosotras compartimos.
Se entiende que la participación de los beneficiarios en los proyectos de planificación no es simplemente una muestra de sentido común sino el patrón de organización social para las actividades del desarrollo local. Desde estas premisas consideramos que los procesos de planificación nos permiten desarrollar el concepto de democracia plena al favorecer la representación y organización de la comunidad, al conocer de primera mano las necesidades y problemas sociales detectados por la propia comunidad y al contar con el apoyo técnico y el respaldo institucional que facilitan el acceso a estas opiniones y la consolidación del papel y las funciones de la iniciativa social.
Pero para que exista una buena planificación y participación, es necesario que exista una buena preparación, ya que la necesidad de la preparación es una constante y no solamente un punto de partida de trabajo en equipo este requiere una preparación permanente, téngase en cuenta que la primera fuente de preparación es el trabajo mismo que se está realizando, siempre y cuando éste sea documentado, pensando y evaluando, por lo tanto el primer espacio de preparación de un equipo de trabajo es el propio equipo, lo cual no impide aprovechar otros espacios existentes y buscar de ser posibles otras vías de preparación.
Cuando hablamos de preparación en la comunidad es previsible dirigirla a los miembros de la comunidad, fundamentalmente líderes y otras personas o grupos seleccionados sobre la base de intereses y finalidades concretas que pueden integrarse mejor y mayormente en la acción comunitaria. La preparación va mas profunda, enseña a ser, ayuda a que el individuo sea más trabajador, más solidario, más maduro, responsable, en una palabra mas humano, desarrollar al máximo posible en cada persona todas las capacidades humanas que recibió en su naturaleza. Entra en el mundo de los valores, las actitudes, los hábitos, las concepciones propias sobre el mundo que lo rodea, patrones de conducta.
Según Ezequiel Ander Egg: "Las modalidades de preparación que deben adoptarse son muy conocidas: Conferencias, cursos, discusiones políticas, mesas redondas etc., y respecto a los temas a tratar de forma más o menos sistemática, pueden elegirse cualquier cuestión, siempre que sea de interés a nivel personal y que afecte a la vida de determinados grupos, sectores o personas o al conjunto de la vida social." [10]
Como bien decía Ander, las modalidades de preparación son amplísimas; desde los problemas que hacen el equilibrio psicológico, las relaciones interpersonales, pasando por la vida grupal, la acción y la vida en el barrio.
En este tipo de actividad para la preparación de los actores sociales exige programarlas con cuidado, motivar a la gente para que asista y participe, hay que hacer un trabajo personal; no bastaría la coordinación de todos los factores y que se plasme en los distintos planes de trabajo o programación de actividades; es necesario el trabajo de persuasión individual.
Todos los actores sociales no deben recibir igual preparación, hay que determinar sus necesidades de aprendizaje y saber cual y para que lo hacemos. Debemos prever en la comunidad, la preparación, dirigirla también a miembros de la comunidad fundamentalmente líderes por lo que incluimos responsables y autoridades públicas.
Las acciones de preparación inciden directamente en la mejora de la calidad de vida, en la ampliación de la capacidad personal y del grupo, es necesaria la formación de los actores sociales puesto que así concurren visiones y modos de pensar distintos, esta configuración es muy enriquecedora para el proceso de aprendizaje. Ello contribuye a la ampliación del horizonte y el develamiento y ruptura de prejuicios y formas dogmáticas de pensar y actuar.
Somos de las que creemos firmemente que con una preparación que logre potenciar al máximo la responsabilidad que le corresponde a cada persona y que compatibilice ese crecimiento individual con su compromiso en el enriquecimiento del desarrollo local, se podrán cumplir los propósitos formativos llamados a fortalecer la capacidad de transformación de la realidad que debe portar cada hombre y mujer comprometido con su tiempo.
De lo antes expuesto se puede comprobar que la participación, la planificación y la preparación están indisolublemente unidos entre si, puesto que con la implementación de una formación sistemática, dirigida a capacitar a trabajadores y trabajadoras procedentes de distintos ámbitos de la sociedad, con el fin ultimo de que se logren luego contribuir a incrementar los niveles de participación y planificación de los sujetos en los diferentes proyectos comunitarios en los que están involucrados. Por eso en el estudio de la participación y su relación con el desarrollo local es pertinente tomar como punto de partida el enfoque sistémico. Al tomar como unidad de análisis el concepto de desarrollo local, constituye en si mismo un sistema como totalidad percibida cuyos componentes o subsistemas (económico, político, tecnológico, cultural, ambiental, social) se aglomeran porque se afectan recíprocamente a lo largo del tiempo y operan con un propósito y su conjunto de elementos interrelacionados producen resultados que no pueden ser obtenidos por elementos separados. Los elementos están interrelacionados, el comportamiento de cada elemento afecta el comportamiento del todo. Para promover la participación en función del desarrollo local es necesario además, que, los profesionales y demás implicados en estos procesos, seamos capaces de velar por la coherencia entre nuestro discurso y nuestra práctica.
Eso tiene que ver también con la capacidad de aprender de lo que hacemos, de reconocer los aciertos y errores y tiene que ver fundamentalmente, con la ejemplaridad, un valor ético de primer orden.Por tanto el enfoque sistémico consiste en estudiar el objetivo de investigación como un sistema, lo que implica estudiarlo como un todo y al mismo tiempo formado por elementos que componen subsistemas y elementos dentro del sistema total. Por eso el análisis de la participación como expresión del desarrollo local es un proceso dinámico, creativo, expresión de los sentimientos y relaciones entre los hombres. Existe una interconexión, en el sentido de que establecer un sistema educativo en esta dirección va construyendo en lo perspectivo una trama que propicia desarrollo en el orden local.
En esto tiene mucho que hacer los actores locales, las familias y sobre todo desde el sistema educativo institucional. En términos de comunidad el desarrollo puede concebirse como un movimiento que tiene el fin de promover el mejoramiento de la vida de la comunidad, con su participación activa y en la medida de lo posible, que esta iniciativa provenga de la propia comunidad. Por lo que se entiende que el desarrollo local es un proceso complejo donde interviene una sociedad local pero que también se cuenta con un espacio humano de un ser con intereses y vivencias particulares en un ámbito de relación mas inmediato, con creencias y valores que van a retroalimentar lo colectivo desde sus propios aprendizajes, es una alianza entre actores con el fin de impulsar procesos de cambios para el mejoramiento de su bienestar colectivo.
En la comunidad es preciso que se articulen los diferentes actores que la integran y se encuentren dispuestos a impulsar proyectos colectivos que funcionen en beneficio del interés público y del desarrollo de la comunidad como un todo.
El desarrollo local es una alianza entra actores con el fin de impulsar procesos de cambios para el mejoramiento de su bienestar colectivo, para la investigación se necesita un comprometimiento por parte de todos los integrantes de la comunidad, pues esta es la única manera posible para lograr implementar un proyecto de desarrollo, si los habitantes no se sienten inspirados y con ganas de participar no se facilita el trabajo.
Cuando se plantea que el desarrollo local es un proceso participativo, se plantea que los gobiernos locales están dispuestos a emprenderlo y para ello deben ser capaces de diagnosticar de manera participativa las necesidades relevantes que existan en su territorio, diseñando junto a los actores sociales una planificación estratégica que contenga planes, y proponga políticas de desarrollo, identificando los recursos humanos existentes y aprovechando de manera racional el resto de los recursos, fundamentando la educación, los valores éticos y culturales autóctonos.
Por lo que se puede decir que en una comunidad, sus individuos y todos sus complejos relacionales a nivel local como unidad dialéctica que vive, renueva y se desarrolla, conducen a la orientación de la misma y sus habitantes hacia objetivos determinados de acuerdo con las mismas circunstancias que la rodean, es decir, una relación causa-efecto inalterable pero que puede ser conducida conscientemente si se aplica de una manera efectiva la concientización y participación de los pobladores en el proceso de desarrollo local.
1. Aguila Cudeiro Yudi. Cuba Socialista. "El desarrollo local". La Habana;2004.
2. Álvarez Álvarez Fidel Luís. Tesis de doctorado. La dimensión cultural del desarrollo local. Una experiencia en el oriente cubano. Bayamo 2008.
3. Ander Egg Ezequiel. Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Buenos Aires: Editorial Humanistas; 1987.
4. Colectivo de autores. El autodesarrollo comunitario. Centro de estudios comunitarios. Universidad central de Las Villas "Martha Abreu"; 2001.
5. De Dios, Ana (2001), La intervención comunitaria, con énfasis en la participación. Una propuesta metodológica. Evento Internacional Globalización y Problemas del Desarrollo, III Encuentro Internacional de Economistas, La Habana, Febrero 2001.
6. González, Ramón. La Gestión del Desarrollo Local con un enfoque integrador. Retos de la Dirección. Vol. 1 no. 1. Camagüey 2007.
7. Hernández Freeman Leopoldo. Tesis de doctorado. Concepción sociocultural de la gestión participativa de los grupos de trabajo comunitario integrado. Santiago de Cuba. 2009.
8. http://www.fts.uner.edu.ar/polit_planif/documentos/bitar_desarrollo_local
9. http://studyabroad.duke.edu/andes/courses/TEORIASDELDESARROLLO-I.pdf
10. Marchioni Marcos¨Comunicación, participación y desarrollo¨ Teoría y metodología de la intervención comunitaria. Editorial Popular CHA, Madrid España, segunda edición 2001.
11. Noguera, L. La práctica y la teoría del desarrollo comunitario. Madrid; 1996.
12. Revista OIDLES – Vol. 1, Nº 0 (junio 2007)
13. Vergara Espinosa. Programación. Manual para trabajadores sociales. Buenos Aires 1984.
Autor:
MSc. Yoennys Sánchez Martínez.
Profesora Auxiliar.
MSc. Yusmariz Fonseca Blanco.
Profesora Asistente.
[1] . ?lvarez ?lvarez Fidel Lu?s. Tesis de doctorado. La dimensi?n cultural del desarrollo local. Una experiencia en el oriente cubano. Bayamo 2008. Alburquerque Francisco. Descentralizaci?n, ajuste estructural y desarrollo local en Am?rica Latina. Consejo Superior de Investigaciones Cient?ficas, Madrid.
[2]
[3] . ?lvarez ?lvarez Fidel Lu?s. Tesis de doctorado. La dimensi?n cultural del desarrollo local. Una experiencia en el oriente cubano. Bayamo 2008. Gonz?lez Ram?n. La Gesti?n del Desarrollo Local con un enfoque integrador. Retos de la Direcci?n. Vol. 1 no. 1. Camag?ey 2007. Hern?ndez Freeman Leopoldo. Tesis de doctorado. Concepci?n sociocultural de la gesti?n participativa de los grupos de trabajo comunitario integrado. Santiago de Cuba. 2009.
[4]
[5]
[6] . Marchioni Marcos?Comunicaci?n, participaci?n y desarrollo? Teor?a y metodolog?a de la intervenci?n comunitaria. Editorial Popular CHA, Madrid Espa?a, segunda edici?n 2001.
[1]
[7] 7. Diccionario enciclopedia. 8. Ander Egg Ezequiel. Metodolog?a y pr?ctica del desarrollo de la comunidad. Editorial Humanitas. Argentina 1965.
[8]
[9] 9. Vergara Espinosa. Programaci?n. Manual para trabajadores sociales. Buenos Aires 1984.
[10] 10. Ander Egg Ezequiel. Metodolog?a y pr?ctica del desarrollo de la comunidad. Editorial Humanitas. Argentina 1965.