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Estrategias para Sembradores de Iglesias (página 2)


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Uno de los escritores más rigurosos del Nuevo Testamento, el médico Lucas a quien se atribuye la redacción del Evangelio que lleva su nombre, escribió que el "…Espíritu de Dios llenó a Jesús con su poder. Y cuando Jesús se alejó del río Jordán, el Espíritu lo guió al desierto. El diablo lo llevó a un lugar muy alto. Desde allí, en un momento, le mostró todos los países más ricos y poderosos del mundo, y le dijo:–Todos estos países me los dieron a mí, y puedo dárselos a quien yo quiera. Yo te hará dueño de todos ellos, si te arrodillas delante de mí y me adoras."(Lucas 4:1-7, Traducción en Lenguaje Actual)

El pasaje encierra varios aspectos de interés alrededor del dominio que ejerce Satanás sobre los territorios y las personas. Aprendemos, primero, que el Adversario es real, y viene a tentarnos aprovechando cualquier circunstancia en nuestra vida. El pecado es el que le otorga "derecho legal" para influenciar sobre el género humano y la tierra.

Segundo, el enemigo espiritual tiene dominio sobre las naciones. Ata a los hombres y mujeres a los deseos de la carne, lo que a su vez le confiere poder (Cf. Romanos 13:14, Gálatas 5:18; 1 Pedro 1:13-15; 2:11)

Aprendemos, en tercer lugar, que el dominio del ejército satánico es evidente en todas las naciones; cuarto, que él-nuestro Acusador-tiene poder que si bien es limitado, es poder al fin y al cabo. Él lo transfiere a quienes le sirven. Un joven pactó con él por chicas y popularidad en la universidad. Y sí, obtuvo lo que pidió. No obstante, sólo disfrutó unos cuantos meses de los privilegios porque Satanás comenzó a reclamarle la vida. Lo atormentaba día y noche con ideas suicidas. El joven universitario no soportó la enorme presión y terminó por quitarse la existencia.

Recuerde que el diablo sólo vino a "robar, matas y destruir"(Cf. Juan 10:10 a) Lo que comenzó como un juego inofensivo, terminó en tragedia. Y en esa dirección, impedir la evangelización y siembra de nuevas iglesias es una de sus prioridades hacia la que vuelca todos sus esfuerzos.

Pecado y maldición van de la mano

La crisis por la que atraviesa el género humano, en los ámbitos físico y espiritual, son consecuencia del pecado. ¿Cómo puede ser?, se preguntará usted. Es real y nos explica por qué ocurre lo que ocurre en nosotros y en derredor nuestro. Por eso le invito para que consideremos lo que dicen las Escrituras.

Cuando Dios puso a Adán y Eva en el Jardín de Edén, les advirtió: "Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, si duda morirás."(Génesis 2:15, Nueva Traducción Viviente).

Pese a la exhortación de Dios, nuestros primeros padres cedieron a la tentación de Satanás. "La mujer quedó convencida, vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse."(Génesis 3:6, 7, Nueva Traducción Viviente)

El pecado trajo maldición al género humano y también a la tierra que habitaba, como señala el relato sagrado refiriendo la sentencia de Dios: "Luego le dijo a la mujer: <<Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz…>> Y al hombre le dijo: <<Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto árbol te ordené no comieras, la tierra es maldita por culpa. Toda vida lucharás para poder vivir en ella. producirá espinas cardos, aunque comerás de sus granos. Con el sudor frente obtendrás alimento comer hasta vuelvas fuiste formado…>>"(Génesis 3:16-19, Nueva Traducción Viviente).

El pueblo de Israel, pese a ser el pueblo escogido por Dios, experimentó las maldiciones como consecuencia del pecado, tal como lo denunció el profeta: "Todo Israel desobedeció tus instrucciones, te dio la espalda y rehusó escuchar tu voz. Entonces ahora, a causa de nuestro pecado, se han se han derramado sobre nosotros las maldiciones solemnes y los juicios escritos en la ley de Moisés, siervo de Dios."(Daniel 9:11, Nueva Traducción Viviente)

¿Se ha preguntado alguna vez por qué hay una estrecha relación entre la pobreza de muchos países con las prácticas animistas y de adoración pagana entre sus habitantes? Ahora observe el panorama en naciones cuyos moradores buscan a Dios. La prosperidad material es evidente y, generalmente, progresiva, en la medida en que se produce esa inclinación de las personas a colocar al Creador en el primer lugar de su existencia.

Ahora, a este elemento sume otro más: infinidad de personas en todo el planeta, se encuentran cegados por Satanás. Él con sus artimañas impide que el Evangelio sea predicado. Domina sobre territorios, en los que ha puesto no solamente maldición sino fuertes obstáculos para que quienes residan allí, no sean salvos.

Eso explica el por qué plantar una nueva congregación puede resultar frustrante. Por muchos esfuerzos que se desarrollen, pareciera que nada ocurre.

Por mucho tiempo y en mi condición de pastor-evangelista, adelantamos jornadas de predicación en diferentes sectores. Creía en ese tiempo-admito que ingenuamente sin que me eximiera tal ingenuidad de las buenas intenciones-que bastaba con disponer de un tiempo de ayuno y oración, buen equipo de sonido, hojas sueltas anunciando previamente los eventos, una cantidad considerable de tratados, el grupo de alabanza y, quizá, los jóvenes para hacer representaciones teatrales que despertaran interés y atrajera curiosos para compartirles las Buenas Nuevas de salvación.

! Tremendo error! Poco tiempo después comprobé que no bastaba con la parte logística; era necesario movernos en el poder de Dios y, ese movernos en el poder de Dios, implicaba tomarse territorios que por años estuvieron en poder del mundo de las tinieblas.

El panorama cambió dramáticamente cuando decidimos adelantar la "toma de territorios" que íbamos a evangelizar. Es cierto, librábamos una tremenda batalla espiritual, pero los resultados eran altamente eficaces y con mayores probabilidades de tener sostenibilidad en el tiempo.

Esto lo encontré estrechamente ligado a la decisión del pueblo de Dios de renunciar a su pecado, con el que estaban maldiciendo los territorios que habitaban, lo que abría puertas al mundo de las tinieblas. Cuando era nuestro amado Señor quien gobernaba, entonces todo-absolutamente todo cambiaba. Las fortalezas de maldad eran derrotadas, ellos tomaban conciencia de la importancia y necesidad de caminar en fidelidad con el Creador, y las bendiciones comenzaban a fluir.

Recuerde que Israel vivió muchas situaciones críticas producto de su maldad, hasta el punto que la sequía agostaba sus terrenos y Dios fue claro en señalar que "Contaminaste la tierra… Por eso incluso han faltado las lluvias de primavera…" (Jeremías 3:2, 3. Nueva Traducción Viviente) También explicó el profeta que "Sembraron vientos y cosecharon torbellinos. Los tallos de granos se marchitan y no producen nada para comer…"(Oseas 8;7, 8. Nueva Traducción Viviente)

No lo olvide: Los territorios que han sido maldecidos por el pecado del hombre, abren la puerta al establecimiento de "fortalezas de maldad" Es así como hay países que se caracterizan por altos índices de violencia, consumo de drogas, prostitución, ruptura de matrimonios en cifras alarmantes, abuso a menores de edad y un sinnúmero de hechos pecaminosos que destruyen la sociedad, que no tendría espacio para describir en detalle. Tenga presente que el pecado de un territorio abre puertas al enemigo. Y, cuando se abren puertas al Adversario espiritual, se produce destrucción (Juan 10:10 a) Su propósito indeclinable es causar nuestra muerte.

Volvernos a Dios es la clave para recobrar el dominio de los territorios. La Biblia nos enseña que sólo Dios es quien rompe la maldición de la tierra, y por ende, el Evangelio podrá fluir eficazmente trayendo transformación al género humano. Él dijo: "Puede ser que yo a veces cierre los cielos para que no llueva o mande langostas para que devoren las cosechas o envíe plagas entre ustedes. Pero si mi pueblo que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré la tierra." (2 Crónicas 7:13, 14. Nueva Traducción Viviente)

Grábeselo en el corazón: El curso de su historia puede cambiar y la del territorio que habita puede cambiar. Basta con volverse a Dios.

Utilizando el poder sobrenatural

El mundo oculto es real. Lo gobiernan Satanás y sus huestes. Usted y yo como pastores, obreros, líderes y cristianos comprometidos, estamos inmersos en una batalla contra las fuerzas del bien, confrontación que se desencadena en la dimensión espiritual y que a su vez ejerce una poderosa influencia en la esfera física o natural.

Probablemente usted es consciente de esta realidad; no obstante no le encuentra relación a la confrontación con el reino de la maldad y los tropiezos a los procesos de evangelización y siembra de nuevas iglesias.

Deseo ilustrarlo de una manera sencilla: En cierta ocasión el Señor Jesús envió a setenta de sus inmediatos colaboradores a predicar las Buenas Nuevas. "Los setenta y dos discípulos que Jesús había enviado regresaron muy contentos, y le dijeron:–¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando los reprendemos en tu nombre!–. Jesús les dijo:–Yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo. Yo les he dado poder para que ni las serpientes ni los escorpiones les hagan daño, y para que derroten a Satanás, su enemigo. Sin embargo, no se alegren de que los malos espíritus los obedezcan. Alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo–."(Lucas 10:17-20, Traducción en Lenguaje Actual)

Del pasaje se desprenden elementos que le invito a considerar cuidadosamente: El primero, que aun cuando estaban predicando el evangelio, los discípulos experimentaban resistencia. Ellos no podían darse cuenta, pero sí el Señor Jesús, quien les dijo: ": –Yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo…"

Probablemente ha pasado por alto la infinidad de ocasiones en que se vio enfrentado a situaciones inexplicables. Es cierto, usted estaba predicando con denuedo, alegre, convencido de estar haciendo la obra de Dios y, era así; sin embargo, su adversario Satanás no estaba dispuesto a darse por vencido. Él no quería perder las almas que por años ha mantenido atadas al pecado y la perdición. Por esa razón, quizá produjo en usted momentos difíciles.

¿Comprende ahora la importancia de tomar territorios, pero primero en oración? Recuerde que también fue el Señor Jesús quien dijo a sus discípulos tras advertirles que Satanás se les había opuesto: "…Yo les he dado poder para que ni las serpientes ni los escorpiones les hagan daño, y para que derroten a Satanás, su enemigo."(Lucas 10:17-20, Traducción en Lenguaje Actual)

¿Por qué habría de darnos ese "poder" sino fuera para enfrentar los ataques de nuestro adversario espiritual? Piénselo por un instante: la guerra contra el mundo de la maldad también forma parte del alistamiento cuando vamos a evangelizar y sembrar nuevas iglesias.

Dando la batalla con las armas espirituales

"El que está quieto se deja quiero", me dijo un líder cristiano después de leer algunos de mis artículos: "No comprendo por qué usted se empecina en andar alborotando al demonio a toda hora. ¡Déjelo quieto!". Como él, hay muchos. Incluso pastores que no encuentran relación entre un proceso serio de evangelización y siembra de nuevas iglesias y la guerra espiritual.

No obstante, los hechos demuestran que los tropiezos para que el evangelio sea proclamado tiene buena parte de su origen en la oposición de Satanás, como advirtió el apóstol Pablo: "Si algunos no entienden nuestro evangelio, son aquellos que están perdidos, pues el dios de este mundo los ha cegado y no pueden contemplar la gloriosa luz de la buena noticia acerca de Cristo que brilla ante ellos…" (2 Corintios 4:3, 4. Nueva Biblia al Día)

Esta realidad amerita que las estrategias orientadas a proclamar las Buenas Nuevas de salvación involucren el componente de la oración para enfrentar a las fuerzas territoriales que tienen asiento en pueblos y ciudades.

Recuerde siempre que a nuestro enemigo espiritual lo enfrentamos con armas espirituales como escribió el apóstol en su carta a los creyentes de Corinto en donde la evangelización fue obstaculizada muchas veces por el accionar de las tinieblas: "Si, es cierto, vivimos en este mundo, pero nunca actuamos como el mundo para ganar nuestras batallas. Para destruir las fortalezas del mal, no empleados armas humanas, sino armas del poder de Dios. Así podemos destruir la altivez de cualquier argumento y cualquier muralla que pretenda interponerse para que el hombre conozca a Dios."(2 Corintios 10:3-5, Nueva Biblia al Día)

Es cierto que nuestro adversario tiene serias limitaciones; sin embargo, tiene poder. Recuerde; se lo otorga al género humano mediante el pecado y sabe que aún tiene la capacidad de generar problemas ejerciendo influencia sobre el mundo físico desde la dimensión espiritual, nos asecha, como advirtió el apóstol Pedro: "Tengan cuidado y estén siempre alertas, pues su enemigo el diablo, anda como león rugiente buscando a quien devorar. Resistan sus ataques manteniéndose firmes en la fe…"(1 Pedro 5:8, 9. Nueva Biblia al Día)

El enemigo espiritual no se queda quiero. Trabaja veinticuatro horas, siete días, todo el año. No podemos descuidarnos ni un solo minuto porque él querrá impedirnos la extensión del Evangelio y el establecimiento de nuevas congregaciones. Es necesario que libremos las batallas en oración, sabiendo que nos queda poco tiempo (Cf. 1 Tesalonicenses 5:17; Génesis 3:1; 1 Crónicas 21:1; Mateo 4:1-11; Lucas 11:18; Apocalipsis 12:9)

El enemigo despliega toda su artillería

Un experimentado estratega militar relataba que la forma más contundente y eficaz para destruir el ejército contrario se fundamentaba en conocerlo en detalle y atacar sus puntos neurálgicos. "Es necesario adentrarse en el territorio enemigo para asestarle duros golpes", explicó.

Como cristianos comprometidos, usted y yo estamos en la línea de batalla. Si queremos avanzar en la extensión del Reino de Dios, debemos estar preparados para dar la batalla. No olvide que Satanás tratará de impedir a toda costa que invadamos con el Evangelio transformador de Jesucristo, las áreas geográficas sobre las cuales gobierna.

Tras el incidente en el mar de Galilea, el Señor Jesús arribó a Gadara, ciudad en la que el Adversario tenía una verdadera fortaleza. Inmediatamente le salió al paso un endemoniado. "Ese hombre no vivía en una casa, sino en el cementerio, y hacía ya mucho tiempo que andaba desnudo… Cuando ese hombre vio a Jesús, lanzó un grito y cayó de rodillas ante él. Entonces Jesús ordenó a los demonios que salieran del hombre, pero ellos gritaron:–¡Jesús, Hijo del Dios Altísimo!¿Qué vas a hacer con nosotros? Te rogamos que no nos hagas sufrir!(Lucas 4:26-29, Traducción en Lenguaje Actual)

¡Satanás pone tropiezos! Olvida que Cristo lo venció en la cruz, y en medio de su tozudez, persiste desplegando ataques contra el Reino de Dios.

Cuando Jesús les ordenó que salieran del hombre, "Los demonios le rogaron a Jesús que no los mandara al abismo, donde se castiga a los demonios. Cerca de ahí, en un cerro, había muchos cerdos comiendo. Los demonios le suplicaron a Jesús que los dejara entrar en esos animales, y él les dijo permiso."(Lucas 8:31, 32, Traducción en Lenguaje Actual)

¿Cuál era el motivo de aquellos seres inicuos? Quedarse en Gadara, que consideraban territorio de su propiedad. Dominaba sobre sinnúmero de per4sdonas hasta tal punto que, una vez libertado aquel hombre y tras precipitarse los cerdos endemoniados en el mar, "…los habitantes de la región de Gerasa le rogaron a Jesús que se fuera de allí, porque tenían mucho miedo."(Lucas 4:37, Traducción en Lenguaje Actual).

Nuestro enemigo espiritual ejerce dominio sobre áreas geográficas específicas. Usted y yo, como cristianos comprometidos, estamos llamados a recobrar esos territorios. Lo hacemos extendiendo el Reino de Dios mediante la proclamación del Evangelio.

Es una arremetida que emprendemos mediante oración y la identificación de los puntos donde opera el mundo de las tinieblas. Batallamos en oración y clamor, y tenemos asegurada la victoria.

El mapeo espiritual, como se denomina a la cartografía, debemos realizarlo de una la mano de una búsqueda sincera de Dios.

Mapeo espiritual, clave para expulsar a Satanás del territorio

Desde la antigüedad encontramos pasajes Escriturales que nos corroboran el que los patriarcas conocían la realidad y consecuencias de los espíritus territoriales. Hasta tanto se eliminaran ídolos y lugares de adoración cúltica, el mundo de las tinieblas tenía "derecho legal" para operar en un país o una región determinada.

A las puertas de la tierra prometida, Dios le habló a Moisés y al pueblo de Israel: "«Habla con los israelitas y diles que, una vez que crucen el Jordán y entren en Canaán, deberán expulsar del país a todos sus habitantes y destruir a todos los ídolos e imágenes fundidas que ellos tienen. Ordénales que arrasen todos sus santuarios paganos y conquisten la tierra y la habiten, porque yo se la he dado a ellos como heredad."(Números 33:50-53. Nueva Versión Internacional)

Observe que hasta tanto erradicaran todo vínculo con los pueblos paganos, adoradores de ídolos y dioses de las tinieblas, les iba a resultar imposible tomar la tierra que Dios les daba en posesión.

Los demonios establecen potestades en áreas geográficas específicas, lo que explica que haya ciudades con mayor índice de violencia, manifestaciones de delincuencia y accidentes de tránsito, entre otros.

Igual nosotros hoy: damos la batalla previa a la posesión de un área geográfica específica para evangelizarla y sembrar allí nuevas iglesias. Es fundamental que asumamos ese papel protagónico con las armas espirituales de que disponemos: oración y ayuno como explica el autor y conferencista internacional, Frank Marzullo: "Si quiere ganar su ciudad, su iglesia, su hogar, su negocio para Jesús, hay que empezar aquí. En el Nombre de Jesús hay que atar el poder de los espíritus que Satanás ha asignado a fin de que gobiernen sobre áreas en particular."(Marzullo, Frank. "Victoria sobre los espíritus malignos". Editorial Unilit. EE.UU., 1996, pg. 12)

Además de debilitar el accionar del mundo satánico, es necesario compartir con las almas la importancia de sacar el anatema de los hogares. Que haya una renuncia voluntaria a toda atadura con el ocultismo. Es un paso fundamental para que comencemos a recuperar territorios.

Las caminatas de oración, tomando para Cristo territorios, constituyen una opción importante orientada a derribar fortalezas como negocios de prostitución, discotecas, cantinas, centros de espiritismo, moteles y otros "puntos de contacto" mediante los cuales Satanás tiene "derecho legal" a gobernar sobre un área específica.

No lo olvide: es imperativo ejercer nuestra autoridad en Jesucristo y sacarlo de nuestros territorios para lograr resultados eficaces en la proclamación de las Buenas Nuevas y la siembra de lugares donde se reúnan los creyentes.

Ejerciendo autoridad en Cristo

Con frecuencia veo cristianos desgastándose en griterías y zapateos, en su convencimiento de que así echarán fuera a Satanás y sus huestes de los territorios que pretenden recobrar. Tremendo error. Él no se va por los espectáculos con tinte religioso ni por las bullarangas. Él se va porque ejercemos nuestra autoridad en Cristo y, como militantes del ejército de Dios, mantenemos una estrecha dependencia de Él en oración.

El Señor Jesús enseñó: "Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Sólo entonces podrá robar su casa."(Marcos 3:27, Nueva Versión Internacional)

Cuando identificamos manifestaciones demoníacas en una persona o corroboramos el dominio territorial que Satanás ejerce en un objeto o área geográfica en particular, procedemos a atar las fuerzas de maldad en el nombre de Jesucristo. No es un asunto de frases repetidas y sin sentido o de "fórmulas" preconcebidas, sino-y permítame insistirle-de ejercer autoridad en Cristo y mantenernos unidos a Él.

En ese orden de ideas es fundamental que conozcamos con detenimiento el terreno sobre el que vamos a trabajar a que nos enfrentamos, tanto en el plano social, económico, cultural como religioso e, incluso, de áreas por años en manos del ocultismo. La toma de los territorios debe ir de mano de la oración (Cf. Ezequiel 4:1-3) Recuerde que donde ha primado el pecado y la idolatría, los territorios son maldecidos por causa del hombre (Cf. Éxodo 32:1-5; Ezequiel 8:5-10)

Esta no es una idea nueva ni fruto del fanatismo religioso, sino una realidad como se encuentra ampliamente documentado en libros, revistas, folletos, investigaciones y material que usted puede descargar fácilmente de la Internet.

Por siglos y en todas las culturas, fue común por la fuerza de la tradición cultural, que la fundación de pueblos y ciudades estuviera precedida de rituales en los que se consagraba los pueblos y ciudades a los dioses en los que creyera en el respectivo país, y en nuestras naciones de trasfondo católico, se entregaban esas áreas geográficas a santos o deidades.

Esta consagración territorial termina abriendo puertas al establecimiento de potestades espirituales de maldad que, en muchos casos, explican por qué muchos pueblos y ciudades enfrentan altos índices de violencia, muerte, enfermedad, ataduras a las drogas, prostitución, brujería y hechicería entre otros muchos fenómenos socio-religiosos.

Por ejemplo, la fundación de La Plata, en Argentina, estuvo antecedida por el entierro de un cofre con documentación sobre el proceso fundacional, y la posterior construcción de un monumento, en la Plaza Moreno. La ceremonia fue impulsada y presidida por Darío Rocha, un masón de alto grado, el 19 de noviembre de 1882.

La plaza principal de ese centro urbano fue trazada por un arquitecto masón, a instancias de Rocha quien trajo de Egipto momias, algunas de las cuales se encuentran en distintos lugares de la metrópoli.

Ese hecho y otros tuvieron directa incidencia en las múltiples dificultades para adelantar procesos de evangelización y siembra de iglesias.

Identificación socio-religiosa del territorio

Hay varios aspectos para tener en cuenta en el proceso de identificar si hay potestades territoriales, lo que facilita las acciones orientadas a desalojar ese gobierno del mundo de las tinieblas como paso previo a la proclamación de las Buenas Nuevas de Salvación.

El equipo de siembra de nuevas iglesias debe darse a la tarea de desarrollar constantes incursiones al sector que se va a conquistar para Cristo con el propósito de evangelizar y establecer sitios de reunión. ¿Recuerda la avanzada previa que hicieron los doce espías del pueblo de Israel al territorio que iban a tomar? Le invito para que lea el pasaje conmigo:

"Dios le dijo a Moisés: «Envía algunos hombres a Canaán para que exploren el territorio que les voy a dar. Que vaya un jefe de cada tribu». Así que Moisés envió desde el desierto de Parán a doce jefes de los israelitas, tal como Dios se lo había mandado… Luego Moisés envió a los jefes israelitas a explorar el territorio de Canaán. Les dijo:  «Vayan por el desierto hasta llegar a las montañas. Fíjense en el país y en la gente que allí vive, si es gente fuerte o débil, y si son muchos o pocos. Fíjense también cómo han construido sus ciudades, y si son fuertes o frágiles como tiendas de campaña. Vean si su territorio tiene árboles, si es bueno y da muchos frutos, o si es malo y sin frutos. No sean miedosos, y traigan de allá algo de lo que la tierra produce»."(Números 13:1-4;17-20, Traducción en Lenguaje Actual)

Cuando desarrollamos este tipo de trabajo previo, podemos establecer –o al menos tener una aproximación-a cómo piensa la gente del lugar, sus principales espacios de reunión, si hay creencias específicas que ameritan análisis.

Reviste importancia evaluar cuáles son las creencias arraigadas en los moradores del lugar, si hay imágenes o ídolos que forman parte de su tradición religiosa, el grado de aceptación que han tenido otras iglesias cristianas, las festividades tradicionales y de qué tipo.

En esta auscultación resulta valioso hablar con los pastores de la zona para que nos relaten cómo ha sido su experiencia, e incluso, saber si hubo situaciones específicas y contrarias que enfrentaron en el proceso de sembrar la comunidad de creyentes. Esa será una información valiosa para nosotros. Es más, cuando cartografiamos el área en la que trabajaremos tanto en la proclamación del Evangelio como el establecimiento de un sitio de reunión, es importante marcar dónde quedan las iglesias cristianas y templos católicos.

Resulta útil también tener demarcados lugares de cantinas, bares, casas de prostitución, moteles o residencias, centros de Nueva Era o de espiritismo, almacenes de productos esotéricos, entre otros.

¿Cuál es el propósito de este trabajo?

Quizá se preguntará cuál es el propósito de toda esta labor previa. En esencia, atar espíritus territoriales bajo el convencimiento-fundamentado en citas bíblicas como Daniel 1o:12-14–, de que hay poderes demoníacos que ejercen poderosa influencia en las naciones, en donde se libran confrontaciones permanentes entre el Reino de Dios y el mundo de las tinieblas.

Si estamos debidamente preparados, tendremos claridad o al menos un vislumbre muy aproximado de qué está ocurriendo. Y nuestro amado Padre completa esa tarea revelándonos qué puede entorpecer los procesos de evangelización y plantación de nuevas iglesias ya que "Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que nosotros podamos hacer todas las palabras de esta ley" (Deuteronomio 29:29, Versión del Rey Jaime).

 Si conocemos a nuestro adversario, podemos impedir su accionar (Cf. Santiago 4:7; 1 Tesalonicenses 2:18; Apocalipsis 20) ya que no desconocemos que anda por doquiera procurando dañar a los creyentes (Cf. 1 Pedro 5:8).

Tenga siempre presente lo que enseña nuestro amado Dios y Padre celestial: "…No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos."(Zacarías 4:6. RVR)

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Ejerciendo autoridad sobre el mundo de las tinieblas vamos a lograr el propósito que por años nos ha movido: conquistar pueblos y ciudades para el Reino de Dios y sembrar allí nuevas iglesias.

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 4

Sembrar nuevas iglesias: de las palabras a los hechos

¿Está interesado en sembrar una nueva iglesia? Entonces no se preocupe por la membresía ni convierta en su principal obsesión el crecimiento de la obra en proceso de plantación. "¿Por qué razón?", me preguntará. La respuesta es sencilla. Muchas veces estamos más preocupados por el número de personas que entran a engrosar la lista de nuevos convertidos que en procurar su crecimiento y madurez espiritual.

Con frecuencia encontramos pastores, obreros o líderes que se quejan por dos elementos: el primero, porque la concurrencia a las reuniones pareciera no crecer, y el segundo, aseguran que carecen de un equipo de trabajo.

En ese orden de ideas, el primer aspecto es que por mucho que utilicemos estrategias-aún las más probadas en otras ciudades y países–, es Dios quien tiene la última palabra. Recuerde que el rey Salomón escribió que: ""Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del SEÑOR prevalecerá."" (Proverbios 19:21, Nueva Traducción Viviente)

Por mucho que nos esforcemos, si Dios no está en el asunto, no veremos prosperidad en nuestro cometido. Sobre esa base, y como hemos insistido, es nuestro amado Señor quien debe tomar el control para que todo salga conforme a Su voluntad.

El segundo aspecto es que, alrededor del tema de quienes constituyen el grupo de nuestros colaboradores, basta que miremos a nuestro alrededor. ¿Cuántas de las personas que asisten regularmente a la iglesia todavía se encuentran desarrollando un ministerio de banca? ¿Qué específicamente a qué me refiero? A que un error que cometemos con frecuencia es escoger para posiciones de responsabilidad y relevancia a quienes muestran llamado y capacidad, pero desestimamos a infinidad de hermanos y hermanas en la fe que estarían gustosos de brindarnos colaboración, haciendo acopio de todo su esfuerzo para ayudarnos en el proceso de siembra de nuevas iglesias.

¿Sabía, por ejemplo, que según estudios serios sólo un 10% de los componentes de las iglesias está involucrado en el liderazgo?. Un 50% asegura que no está interesado en involucrarse en el trabajo, pero un 40% desearía una oportunidad. Ellos, justamente ellos que están desarrollando el ministerio de banca, son a quienes necesitamos utilizar.

¿Qué dice la Biblia? Que todos somos ministros, ¿lo recuerda? El apóstol Pedro asegura que ""Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho. "" (1 Pedro 2:9, Traducción en Lenguaje Actual)

Si el propósito eterno de Dios ha sido que todos los creyentes se involucren en el ministerio, ¿qué prerrogativa tenemos nosotros para determinar quién es apto y quién no, a menos que Dios no lo muestre específicamente? Piense por un instante en quienes están ocupando un espacio, por mucho tiempo, en el ministerio de banca.

Alrededor tiene un buen número de ministros a quienes utilizar. Es cierto, hemos reafirmado una y otra vez que deben tener un llamamiento, pero el asunto es que tal vez muchos de los que están hoy inactivos desearían hacer el trabajo, pero no se les ha dado la oportunidad.

Recuerde que "Dios ha hecho a cada uno de nosotros únicos. Él tiene un propósito al crearnos de la manera que somos: nadie más puede hacer exactamente lo que yo puedo hacer."(Julie A. Young. Revista Hechos. Volumen 30. Número 1-2006. Página 28) Y ese mismo Dios será quien utilice nuestras potencialidades para la extensión de Su Reino.

Enfóquese en desarrollar potencialidades

Como pastores, obreros y líderes tenemos la oportunidad de reconocer que todas las personas que se congregan, tienen dones, talentos y enormes potencialidades que debemos ayudarles a desarrollar. Dios los concibió como instrumentos valiosos en su Reino, valiosos y fundamentales, como las fichas de un enorme rompecabezas: ""Pero Dios puso cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla. Una sola parte del cuerpo no es todo el cuerpo. Y aunque las partes del cuerpo pueden ser muchas, el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede decirle a los pies: «No los necesito». Al contrario, las partes que nos parecen más débiles, son las que más necesitamos.""(1 Corintios 12:18-22, Traducción en Lenguaje Actual)

¿Piensa que la siembra de nuevas iglesias es un esfuerzo de largo alcance? Sin duda que sí, pero si aprovecha las capacidades que Dios concedió a sus hijos, aquellos que están allí junto a usted en la congregación, encontrará una ayuda poderosa para desarrollar el trabajo.

Tenga presente que jamás nuestro amoroso Padre celestial tuvo en mente que los redimidos por la sangre de Jesús se quedaran inactivos, por el contrario, a través del apóstol Pablo nos instruyó que: "" El cuerpo humano está compuesto de muchas partes, pero no todas ellas tienen la misma función. Algo parecido pasa con nosotros como iglesia: aunque somos muchos, todos juntos formamos el cuerpo de Cristo. Dios nos ha dado a todos diferentes capacidades, según lo que él quiso darle a cada uno. Por eso, si Dios nos autoriza para hablar en su nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de Cristo. Si nos pone a servir a otros, sirvámosles bien. Si nos da la capacidad de enseñar, dediquémonos a enseñar. Si nos pide animar a los demás, debemos animarlos. Si de compartir nuestros bienes se trata, no seamos tacaños. Si debemos dirigir a los demás, pongamos en ello todo nuestro empeño. Y si nos toca ayudar a los necesitados, hagámoslo con alegría. Traducción en lenguaje actual.""(Romanos 12:4-8, Traducción en Lenguaje Actual)

Ahora, si entendemos que lo importante es hacer la obra conscientes que Dios la prosperará, y que nos rodearán hombres y mujeres redimidos pero que quizá están sentados, sin hacer nada porque no les hemos convocado, hay un tercer elemento que cabe resaltar aquí y es el factor de la perseverancia.

En cierta ocasión me escribió un ministro desde Argentina. Junto a su esposa estaba trabajando en la siembra de una nueva iglesia en un sector céntrico de Buenos Aires. Se reunía todos los martes con profesionales y empleados de oficinas cercanas, y estaban comenzando estudios bíblicos. Él mismo pensaba que, a partir de esa célula, podrían estructurar una nueva congregación; sin embargo, tiempo después-diría que alrededor de tres meses más tarde-me escribía preso de la desesperación y el desánimo. ""Dios me dejó solo; hoy día son muy pocos los que se congregan."", decía en uno de sus mensajes.

Olvidó rápidamente el factor de la perseverancia, sobre el que escribe el apóstol Pablo: ""Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.""(Gálatas 6:9, Nueva Traducción Viviente)

Dios no espera que renunciemos fácilmente, sino que por el contrario, sigamos adelante. Él nos guiará en el crecimiento de la membresía en la nueva obra; en la conformación del equipo de trabajo y en la persistencia, asegurando que esos proyectos que contribuyen a la extensión del Reino de Dios, tengan asegurada la sostenibilidad.

Pilares del equipo de trabajo

Entre las personas de su congregación, Dios confirmará quienes serán sus inmediatos colabores. Recuerde, posiblemente muchos de quienes serán claves en el proceso, quizá están ejerciendo el ministerio de banca, desaprovechando sus donas, talentos y habilidades.

Ahora, entre las personas que constituyen el grupo seleccionado para sembrar nuevas iglesias, es esencial que articule dos pilares: el primero, el equipo de intercesión, y el segundo, el equipo de evangelización y siembra.

Tenga presente que estructurar nuevos espacios de reunión de los creyentes debe ir de la mano con los períodos de oración. Si tenemos claro que será un trabajo de orden espiritual, como lo es la extensión del Reino, el clamor al Señor es un punto clave.

Recuerde lo que escribe el rey Salomón: "Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas."(Eclesiastés 4:9, 10. Nueva Traducción Viviente)

Las oraciones que elevamos, juntos, tocan el corazón de Dios. Imagine cuánto podemos lograr si en la congregación brindamos respaldo a los sembradores de iglesias, y más, si hay un grupo específico brindando esa cobertura.

¿Por qué orar? Por todo el proceso, incluyendo tres etapas fundamentales: antes, durante y después.

La fase del antes incluye que pidamos por fortaleza y sabiduría para los obreros, que Dios los guarde de los ataques que libre en su contra el mundo de las tinieblas, que ponga al descubierto las potestades espirituales que dominan sobre la zona que evangelizaremos y, además, las estrategias a utilizar.

El segundo segmento lo constituye el durante, que comprende clamar por que las vendas espirituales caigan de los ojos de las personas a las que evangelizamos y, quienes hacia futuro, serán quienes se congreguen en la iglesia que estamos abriendo. También que, además que el Señor muestre lugar para las reuniones y que sume hombres y mujeres esforzados.

El tercer nivel de oración e intercesión a través de un grupo específico que desarrolle esa tarea, lo constituye el después. Aquí se ubica el proceso de afianzamiento de la nueva iglesia. Es un período esencial porque es cuando más ataques se recibirán del mundo de las tinieblas procurando que no se siga expandiendo el Reino de Dios.

¿Guerra Espiritual en la siembra de iglesias?

Aun cuando haya quienes desestimen la Guerra Espiritual en la siembra de nuevas iglesias, reviste importancia por la lucha que libramos contra el mundo de las tinieblas. Por ese motivo el equipo de intercesión debe asumir su papel protagónico. Hay quienes no se consideran con las condiciones para ir a compartir un tratado evangelístico, pero sí pueden hacer mucho orando. Es un ingrediente estratégico para derribar las fortalezas estratégicas de maldad.

El apóstol Pablo resaltó este aporte a la extensión del Reino de Dios cuando escribió a los creyentes de Corinto: "Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos. Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo…"(2 Corintios 10:4, 5. Nueva Traducción Viviente)

Muchas organizaciones eclesiales comprobaron en la práctica, que las actividades de evangelización regadas con oración de guerra espiritual, rinden satisfactorios resultados, lo que se ve reflejado en hombres y mujeres que abren sus corazones a Cristo cuando se les comparte la Palabra.

Respeto profundamente el escepticismo de algunos pastores, obreros y líderes respecto de la validez de acciones como caminatas de oración en territorios donde evangelizaremos y plantaremos nuevas iglesias. No obstante tiene validez el que se vaya a los barrios, distritos, pueblos y ciudades que conquistaremos para el Reino de Dios.

Aprovechar todas las oportunidades

Generalmente incursionar en un sector con el propósito de establecer un nuevo espacio para las reuniones de los creyentes, está íntimamente ligado a la presencia de alguien conocido que nos visita en la iglesia o, al menos simpatizante.

Un segundo elemento lo constituye el aprovechamiento de todas las oportunidades que tenemos a disposición. Es una pauta que aprendemos de los cristianos de la iglesia primitiva como lo relata el autor sagrado: "Saulo fue uno de los testigos y estuvo totalmente de acuerdo con el asesinato de Esteban.  Ese día comenzó una gran ola de persecución que se extendió por toda la iglesia de Jerusalén; y todos los creyentes excepto los apóstoles fueron dispersados por las regiones de Judea y Samaria. (Con profundo dolor, unos hombres consagrados enterraron a Esteban). Y Saulo iba por todas partes con la intención de acabar con la iglesia. Iba de casa en casa y sacaba a rastras tanto a hombres como a mujeres y los metía en la cárcel.  Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías."(Hechos 8:1-5, Nueva Traducción Viviente)

Esta etapa corresponde al equipo de evangelización y siembra. Por supuesto, los primeros creyentes iban en dispersión como consecuencia de los ataques que se libraban contra su integridad física y convicciones de fe, pero aún esas circunstancias adversas eran aprovechadas para sembrar la semilla.

Hay dos aspectos que le invito a considerar: el primero, es que Dios tiene formas extrañas de obrar y, muchas veces, lo inexplicable para nosotros está dentro de la lógica divina y contribuye al cumplimiento de su propósito eterno; el segundo, que si tenemos una visión muy clara de aquello que queremos alcanzar-en este caso para predicación y apertura de nuevas iglesias-no desaprovecharemos evento o espacio para hablar de Jesús y guiar a los recién convertidos.

Incursiones progresivas

El equipo de evangelización y siembra desarrolla incursiones progresivas, sistemáticas y estratégicas a los sectores donde se desarrollará el trabajo para el establecimiento de nuevas iglesias.

No es un trabajo que se desarrolle de la noche a la mañana, lo que obliga compromiso, perseverancia y sentido de pertenencia entre quienes lo integran.

Las visitas pueden realizarse en semana, principalmente en horas de la noche, o los fines de semana, sábados y domingo incluso.

¿Qué hacer en estas avanzadas? El primer paso es el reconocimiento del terreno, al que le siguen actividades de distribución de material como hojas volantes y tratados evangelísticos. Estas primeras visitas no necesariamente incluyen difusión con megáfono u otro instrumento masivo. Con ir generando lazos con la comunidad en la que trabajaremos, basta.

Esta fase reviste singular importancia porque nos acerca más a la realidad del sector que invadiremos con la Palabra de Dios al tiempo que nos ayuda a identificar dificultades, grado de receptividad de la comunidad y auscultar posibles estrategias para establecer la nueva iglesia.

En algunos casos después de realizar varias incursiones, el equipo de evangelización y siembra coincidirá en que se debe buscar otro lugar; si ese es el consenso, tras orar y buscar la confirmación del Espíritu Santo, se deberá buscar otra alternativa.

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El conocimiento de las áreas que evangelizará y de quiénes las habitan, es esencial.

Actividades llamativas

Es importante que el equipo de evangelización y siembra planifique actividades llamativas, atrayentes y con contenido, para generar puentes de contacto y diálogo permanente con las comunidades.

Las que gozan de mayor aceptación son: la presentación de películas al aire libre, obras de teatro, música en vivo y mensajes cortos, en lo posible que vuelquen la mirada de las personas hacia Cristo sin que ello implique enfatizar en condenación, infierno y pecadores que atraerán la ira de Dios porque antes que acercar, alejaremos a las personas. El amor de Dios es clave en todos estos procesos.

Estas reuniones en espacios abiertos, en lo posible, deben tener una duración máxima de dos horas. Entre más cortas, mejor.

¿Cuánto tiempo? Un horizonte de corto tiempo en las incursiones a los sectores por parte del equipo de evangelización y siembra, incluiría al menos actividades semanales durante tres meses.

Durante este tiempo se pueden tomar datos de personas interesadas para desarrollar la visitación, así como tener contactos que abran las puertas de sus casas para reuniones familiares, que es un paso inicial y ampliamente aceptado como ocurría con la iglesia primitiva (Cf. Hechos 14:21-23; 1 Corintios 16:19; Romanos 16:5; Colosenses 4:15)

Sostenibilidad en el tiempo

La siembra de nuevas iglesias tiene un componente irreemplazable: la planificación. Ninguna de las acciones que están rodeadas de improvisación llegarán a ser prósperas; lo más probable es que terminarán agigantando el trabajo, como todo lo que desencadena la improvisación.

La razón más importante es que la siembra de una nueva iglesia obliga trabajo permanente para dar solidez a cuatro pilares fundamentales:

1. Evangelismo

2. Capacitación

2.1. De los nuevos convertidos

2.2. De los futuros líderes

3. Discipulado

4. Servicio en la nueva iglesia local

Nuestra responsabilidad se extiende hasta que el espacio, actividades de reunión de creyentes y el ejercicio del liderazgo lleguen a un nivel de madurez y solidez espiritual y personal. No basta únicamente con abrir una nueva iglesia; desde la más sana apreciación, es el comienzo de un trabajo a largo plazo.

Los convertidos a Cristo que comienzan a congregarse, deben llegar al nivel en que tienen capacidad de multiplicarse. Eso, por supuesto, implica que desarrollemos en cada uno las potencialidades y talentos con que fueron concebidos, y los dones espirituales que le otorgó nuestro amoroso Padre celestial.

Ilustro este principio con un pasaje revelador que encontramos entre los cristianos del primer siglo: "Después de predicar la Buena Noticia en Derbe y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, donde fortalecieron a los creyentes. Los animaron a continuar en la fe, y les recordaron que debemos sufrir muchas privaciones para entrar en el reino de Dios. Pablo y Bernabé también nombraron ancianos en cada iglesia. Con oración y ayuno, encomendaron a los ancianos al cuidado del Señor, en quien habían puesto su confianza."(Hechos 14:21-23, Nueva Traducción Viviente)

Observe cuidadosamente que Pablo y Bernabé no se limitaron a predicar sino que hicieron el trabajo completo: el cuidado de los nuevos creyentes, apoyarlos en momentos de crisis y generar las condiciones para que alcanzaran madurez personal y espiritual.

Usted y yo cuando estamos inmersos en esta labor, debemos estar preparados para asegurar sostenibilidad en el tiempo, hasta ver los frutos representados en la extensión del Reino de Dios en nuevos sectores.

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 5

Estrategias eficaces en la siembra de nuevas iglesias

Si bien es cierto estamos compartiendo una serie de principios que han probado, en la práctica, ser eficaces y sencillos, es importante anotar que aquello útil en la siembra de una nueva iglesia en determinado sector, puede que no funcione en otra zona. Es allí donde toma fuerza el hecho de ser guiados por Dios para que nos muestre qué hacer en casa caso.

Los esquemas rígidos no funcionan, pero sí la dependencia de nuestro amoroso Padre celestial que nos revele cuál es la estrategia más apropiada en nuestro propósito de abrir nuevos espacios de reunión de los creyentes.

El primer impacto: El voz a voz

La creatividad guiada por Dios constituye una de las más valiosas herramientas que encontramos en el proceso, de evangelización, pero también de siembra de nuevas iglesias.

Un mecanismo que debemos experimentar es el de la proclamación de las Buenas Nuevas puerta a puerta, sobre la base de que no hay herramienta más eficaz referenciar el Evangelio voz-a-voz (Cf. Lucas 10:1-9).

Hay por lo menos cinco recomendaciones que compartimos con usted:

1. Ore antes de cada incursión casa-a-casa. Permita que Dios tome todo el control y Su Espíritu Santo lo guíe.

2. Si le abren la puerta, muestre amabilidad, respeto y tolerancia. Es probable que no quieran recibir el mensaje, así es que –en caso de recibir rechazo-tenga disposición de retirarse del lugar si lo considera prudente.

3. Al presentarse, con su nombre, explique el propósito de la visita

4. Si le permiten, comparta su mensaje brevemente. Es preferible concertar una nueva visita que hacerse cansón.

5. Al despedirse, pregunte si podría acompañarle a una futura reunión en un lugar centro del barrio, sector, pueblo o ciudad.

Hasta las empresas más grandes del mundo están utilizando hoy el sistema multi-nivel, que toma como base el voz-a-voz, que es un sistema fácil, confiable y efectivo para compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo y dejar sentadas las bases para establecer nuevos sitios de reunión.

Utilice palabras sencillas

Inicialmente nos referíamos al papel que juega la evangelización personal como paso previo a la conquista de un territorio para la siembra de una nueva iglesia. Ahora, lo esencial es no acudir a términos rebuscados o tornar complicado el mensaje. Por el contrario, nuestra preocupación debe ser presentarlo en la forma más sencilla posible.

Ilustro esta recomendación con el siguiente texto: "El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús."(Hechos 8.32-35).

Lo que arrojan estos versículos son dos principios prácticos. Primero: al compartir las Buenas Nuevas nos fundamentarnos en las Escrituras pero en la manera más elemental posible para que ni la Biblia ni lo que se enseña se convierta en algo traumático para la persona a quien vamos a evangelizar.

Segundo: es a partir del mensaje del evangelio que compartimos el plan de Salvación como lo señala el texto "Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.".

Tenga presente que si dependemos del Señor Jesús, el trabajo será sencillo; tendremos la victoria donde quiera que nos encontremos.

No presione ni manipule a su interlocutor

Cierto día de compras, me acerqué a un puesto de exposición de un artículo de cocina. A mi esposa Lucero y a mi nos interesó. De buena gana escuchamos las explicaciones sobre sus utilidades en casa.

Pero justamente cuando estábamos más interesados, otro vendedor se nos acercó y nos apuraba que firmáramos el compromiso de compra. ¿Qué hicimos? Alejarnos. ¿La razón? Ni a usted ni a mi nos agrada que nos presionen a tomar una decisión.

Es con prudencia que abrimos las puertas para la evangelización y la siembra de nuevas iglesias. Felipe no obligó al etíope a tomar una decisión por Jesucristo. Le presentó el mensaje. Y Dios hizo el resto. "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó."(Hechos 8.36-38).

¿Qué hacer si la persona no manifiesta deseo, en primera instancia, de aceptar a Jesucristo como único y suficiente Salvador? Viene una segunda estrategia que es sugerirlo. Explicarle la necesidad que el ser humano tiene del Señor Jesús.

¿Y si persiste en eludir su compromiso? Recuérdelo: No insista en el lugar. Dígale que las puertas para que tome esa trascendental decisión, quedan abiertas. Pero en privado, ore por esa persona, que Dios toque su vida con poder. Puedo asegurarle que pronto emprenderá el camino de la Salvación en Cristo.

Impacto mediante actividades sociales

En todos los casos, con ayuda de Dios, debemos recurrir a la creatividad. Una estrategia eficaz es el acercamiento que desarrolla el equipo de siembra de la nueva iglesia mediante actividades sociales como son jornadas de aseo o arreglo de espacios como parques o avenidas, ayudar en los orfanatos u hogares gerontológicos, actividades de asistencia a los indigentes, jornadas de alfabetización e incluso, programar encuentros deportivos.

Estos eventos de marcada inclinación social, ayudar a quitar del imaginario popular-tradicionalmente gobernador por una religión en particular-que los cristianos evangélicos no somos una suerte de fanáticos que viven en las nubes y no están ajustados a la realidad en medio de la que se desenvuelven.

Estas actividades pueden incluso, ser previas a los eventos en espacios abiertos cuya estructura describimos a continuación.

Características especiales de eventos al aire libre

La realización de eventos al aire libre reviste particular importancia en el cumplimiento de la Gran Comisión que el Señor Jesucristo depositó sobre los hombros de sus discípulos y de nosotros hoy, como su Iglesia. Insistimos: Es el paso previo a la siembra de una nueva congregación.

No olvide que es necesario ir en busca de las almas que no conocen el mensaje transformador del evangelio. ¿Dónde? En las calles. No podemos ampararnos en la comodidad de las cuatro paredes de nuestros templos.

Cabe recordar que, quienes integren el equipo de siembra, deberán observar en sus vidas las siguientes características:

1. Estudio diligente de la Palabra de Dios.

2. Intima comunión con Dios a través de la oración.

3. Buen testimonio de vida cristiana.

Programación periódica de los eventos

No olvidemos que una característica negativa para el desarrollo de una congregación lo representa la improvisación. Realizar actividades porque al pastor o líder de grupo se le "iluminó" el bombillito es contraproducente. Estas ejecutorias encierran emocionalismo y, en la mayoría de las casos, falta de planificación.

¿Qué es aconsejable? Insistimos: adelantar reuniones, bien sea de carácter semanal o quincenal, con el propósito de orar; es bueno compartir algún estudio bíblico y determinar en qué áreas de la ciudad se pueden adelantar impactos evangelísticos. Es imprescindible tener en cuenta fechas, horas y que –en lo posible-se trate de sectores concurridos.

Por ejemplo, si deciden realizar evangelismo en un parque público: Se determina la fecha y, con suficiente tiempo de antelación, se cumplen jornadas de avanzada, como hemos venido insistiendo.

Determinar tareas

Previo a la realización de los eventos en las calles, es fundamental delegar algunas tareas no solo para los integrantes del equipo de siembra sino para quienes deseen acompañar el trabajo. El propósito es que todos asuman su compromiso, se involucren y se tornen partícipes.

Se asignarán a personas encargadas de las siguientes tareas:

a. Distribución de tratados evangelísticos (folletos, plegables) a las gentes.

b. Promocionar el impacto bíblico con el megáfono, recorriendo las calles.

c. Para orar mientras se cumple el impacto evangelístico.

d. Adelantar la labor de consejería para quienes recién aceptan a Jesucristo. (Generalmente se escoge a quienes tienen experiencia en la búsqueda y aplicación de principios bíblicos).

e. Entonar coros y compartir su testimonio.

f. Predicar

Insistimos en la necesidad de planificar las actividades a desarrollar con suficiente anticipación con el propósito de no incurrir en la improvisación que resulta negativa y afecta los resultados.

Esquema de los eventos en espacios abiertos

Una vez estamos a las puertas de realizar un evento en un espacio abierto –tras ubicar con anticipación el lugar apropiado, orar con por la actividad y designar a quienes nos prestarán su colaboración distribuyendo material, en la realización del servicio religioso al aire libre, y quienes servirán como consejeros-procedemos a revisar:

1. Que el lugar donde estaremos ubicados ofrece visibilidad y, en lo posible, registra buena afluencia de público.

2. Que disponemos de un sonido adecuado. Es necesario dirigirlo a espacios abiertos y-algo que parece intrascendente pero que es fundamental-no dirigir las emisiones del altavoz en contra de la corriente del viento.

3. Que los creyentes que prestarán su colaboración estén ubicados estratégicamente.

Lo que generalmente hacemos es pedirle a algunos creyentes que estén detrás de las personas nuevas, visitantes o curiosos. ¿El propósito? Que una vez llegue el momento de hacer la oración de decisión de fe por Jesucristo, estén prestos a orientarles, suministrarles material y, en lo posible, tomar su dirección y teléfono.

Proclamación del evangelio

Es esencial tener en cuenta que un evento al aire libre no debe tomar mucho tiempo en su realización porque el grado de atención de las personas se pierde con rapidez. En lo posible, podemos distribuir el tiempo –que se aconseja oscila entre los 15 minutos– de la siguiente manera:

1. Oración y apertura del servicio religioso (3 minutos).

2. Interpretación de Coros (6 minutos –equivalente a dos o tres coros o alabanzas–).

3. Testimonio (un testimonio de 3 minutos es más que suficiente).

4. Predicación del mensaje (un mensaje de 10 minutos).

Es necesario tener en cuenta que, tras una lectura muy breve de la Palabra de Dios, viene su exposición de manera concisa. Recuerde que los oyentes no tienen a mano una Biblia y es por tanto usted quien debe guiarles.

5. Oración de decisión de fe (3 minutos).

Seguimiento a los nuevos creyentes

Aunque es contraproducente presionar a quienes toman la decisión de fe por Jesucristo en estos servicios, es aconsejable tomar la dirección de la residencia y/o el teléfono y, si demuestran interés, ofrecernos para realizar una visita.

Tenga en cuenta que es fundamental realizar un seguimiento a estas personas con el propósito de afianzarles en su determinación de caminar en los senderos del Señor Jesús.

Otra opción es solicitarles que nos permitan llamar telefónicamente. Ese contacto debe realizarse en el curso de las 72 horas siguientes.

Un elemento neutro para abrir la conversación es preguntar cómo se han sentido, cuál es su estado de ánimo y espiritual ahora que aceptaron a Jesucristo en su corazón y, si tienen alguna inquietud. Por lo regular, las tienen, y este es un elemento que nos ayuda a estrechar las relaciones con el propósito de evangelizarles.

¿Cada cuánto es aconsejable este tipo de eventos?

Se recomienda desarrollar eventos en espacios abiertos, al menos una vez por semana o quincenalmente, dependiendo del caso como paso previo a la siembra de una nueva iglesia. Ahora, hay aspectos que debemos evitar y que le recuerdo:

1. Presionar a las personas para que tomen una decisión de fe por el Señor Jesús.

2. Envolvernos en discusiones y polémicas de carácter teológico.

3. Hacer énfasis sólo en nuestra denominación, dejando de lado que antes que una congregación en particular, a quien se debe proclamar es a Jesucristo.

4. Realizar eventos en espacios abiertos que pasen de treinta minutos.

Tome en cuenta que actividades de proclamación pública del evangelio constituyen una extraordinaria oportunidad para llegar a quienes todavía no se congregan en ninguna iglesia y además, abrir el espacio para que conozcan más acerca de Jesucristo. Es el paso previo para la siembra de una nueva congregación.

Otra alternativa: proclamar las Buenas Nuevas en vehículos

En Latinoamérica es frecuente que los vehículos de transporte urbano e intermunicipal –como buses y colectivo– se constituyan en espacios para la comercialización de todo tipo de productos, desde elementos de aseo hasta libros.

Esta se ha convertido en una nueva alternativa para la generación de empleo frente a la recesión que muchos países enfrentan, y que ha traído como consecuencia un progresivo cierre de las fuentes de trabajo. Es cierto que en algunos de estos automotores no se permite vender ni anunciar nada, pero hay otros en los que no hay restricción; son esos los que debemos aprovechar.

Es una práctica generalizada que abre las puertas para la proclamación del Evangelio, con la diferencia de que usted y yo no vamos a pedir recursos sino a compartir gratuitamente una salida al laberinto que viven miles de hombres y mujeres, quienes todavía no tienen a Jesucristo en su corazón.

Para evangelizar en los vehículos de transporte urbano se aconseja integrar equipos de tres personas.

1. La primera persona se encarga de proclamar el evangelio de Jesucristo a través de un mensaje corto.

2. La segunda persona, distribuye los tratados o folletos evangelísticos entre quienes viajan en el automotor.

3. El tercer colaborador estará intercediendo mentalmente a favor de esa actividad. Se ubicará en la parte posterior del bus o colectivo, en la salida. De esta manera, si alguien va a bajarse sin escuchar la totalidad del mensaje, le pueda obsequiar un folleto para que lo lleve consigo.

¿Qué tipo de mensaje compartir?

El mensaje de evangelización que se compartirá, debe ser breve. Lo aconsejable son cinco minutos. No olvide que con facilidad perdemos la atención de los oyentes y es imprescindible aprovechar al máximo cada segundo.

Se recomienda leer un versículo bíblico (puede hacerlo directamente de la Biblia o acudiendo a la memorización del texto) y, a partir de allí, desarrollar la predicación.

En lo posible, acuda a las ilustraciones con hechos prácticos que le permitan a los oyentes asimilar todo lo relacionado con el evangelio y la forma como contribuye a nuestro crecimiento personal y espiritual.

Insistimos en un principio: que su exposición sea breve. Mire a los ojos a quienes están escuchándole. No se sienta inquieto ni se desanime o distraiga porque hayan quienes siguen dialogando sin prestar atención a sus palabras. Inconscientemente están asimilando información. Ellos también son impactados.

¿Qué hacer cuando se entrega un tratado (folleto) ?

Lo más aconsejable es que entregue cada tratado con una amplia sonrisa, un sincero "Jesucristo te ama" y la disposición de enfrentar con optimismo cualquier rechazo.

Si no le reciben el material, recíbalo de vuelta. No exprese molestia o desilusión. Usted predica a Jesucristo, no a usted mismo. Puede aprovechar el momento para invitar a reuniones en espacios abiertos o, si ya dispone de un lugar de reuniones, indicar dónde se encuentra.

Hay quienes dicen "Gracias por recibirlo" a aquellos que notan con un semblante renuente al mensaje. Generalmente esas tres palabras desarman a cualquiera, rompen el hielo y le comprometen sutilmente para que reciba el plegable.

¿Es viable realizar una oración de decisión de fe por Jesucristo?

Por supuesto que es viable llevar a quienes se encuentran en el vehículo a abrir su corazón para que reciban a Jesucristo como su único y suficiente Señor y Salvador. Lo que no es conveniente es invitar a quienes tomaron dicha decisión, a levantar la mano. Pocos lo harán, probablemente ninguno. ¿La razón? Pueden sentirse cohibidos.

¿Qué podemos y debemos hacer entonces? Formularles tres invitaciones. La primera, para que diariamente hablen con Dios mediante la oración. La segunda, que asuman el principio de leer cada día la Biblia, y la tercera, acercarse a una iglesia cristiana y, compartirle al pastor, que ya tomaron la decisión de fe.

Es probable que alguien quiera más información. No desperdicie la oportunidad. Usted puede tomar los datos de la persona y hacerle una visita.

Es importante que, desde hoy, evalúe la posibilidad de llevar a su congregación a proclamar a Jesús el Señor en los vehículos de transporte urbano en la meta de tomar territorios para sembrar nuevas iglesias.

No coseche con semillas de otro sembrado

Si algo resulta perjudicial para la extensión del Reino de Dios, es cosechar con semillas de otro sembrado. No podemos olvidar que nuestra meta es sembrar una nueva congregación, pero con personas ganadas en el terreno.

Si alguien se acerca interesado en las actividades que desarrollan, y le comparte que viene de otra iglesia, por favor verifique las razones por las que no se esta congregando o las motivaciones para buscar ahora el nuevo sitio de reunión.

Recibir ovejas de otro redil causa infinidad de heridas en pastores, obreros y líderes que ven de qué manera sus ovejas son arrastradas a otras iglesias. Usted no querría que le ocurriera lo mismo, entonces, no lo haga. Recuerde que uno de los distintivos de quienes servimos en la proclamación del Evangelio, es ser íntegros en todo. La Biblia dice: ""…temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad… ""(Josué 24:14; Cf. Salmo 119.97) Y tenga claro que quien recoge la cosecha en lugar ajeno, no será bendecido ni tampoco será instrumento de bendición para ese sector.

Como en el caso de nuestro amado Salvador Jesucristo debe primar la pasión por aquellos que aún no son salvos, no por quienes por capricho o búsqueda de lo novedoso, andan de iglesia en iglesia. El evangelista Marcos registra que: ""…salió Jesús y vió una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. ""(Marcos 6:34)

Si nos esforzamos, de la mano de Dios, obtendremos resultados: ""Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá.""(Lucas 11:9) Este hecho para enfatizar que no puede pretender que la siembra de iglesias rinda frutos de la noche a la mañana, ni que-con poco esfuerzo-pueda ver una cosecha. Dios tiene el propósito de extender Su Reino, pero usted y yo-como líderes-debemos poner de nuestra parte.

En el proceso es probable que se encuentre a la oposición y a las críticas, pero no debemos desanimarnos porque fuimos llamados a vencer a pesar de la oposición.

Recuerde entonces que el mejor método de evangelizar a las personas una por una. (Cf. Juan 4:6-30) En ese proceso debemos compartir el mensaje de salvación persona a persona; en otras palabras, la pesca eficaz es con anzuelo como quien se da a la tarea de pescar y ganar los peces uno por uno. No es algo nuevo, sino la forma usada por nuestro Señor Jesucristo cuando habló con Nicodemo (Cf. Juan 3) y también con la mujer Samaritana. (Cf. Juan 4)

Incluso los apóstoles usaron este método: Andrés con su hermano Pedro (Cf. Juan 1:40-42); Felipe con Natanael (Cf. Juan 1:43-46). Fue un ángel del Señor quien le ordenó a Felipe el evangelista, que le hablara a un funcionario de Candace, reina de los Etíopes (Cf. Hechos 8:26-39).

Hay mucho trabajo por hacer. Con creatividad, y de la mano del Señor Jesucristo, podemos avanzar significativamente en la extensión del Reino. ¡La siembra de nuevas iglesias es un imperativo, no una opción¡

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 6

El gran compromiso: Asegurar la sostenibilidad de la nueva iglesia

Sembrar una nueva iglesia es, para el cristiano comprometido, como engendrar un hijo. No lo podemos dejar a la deriva sino que nuestro propósito es ayudarlo en el proceso de crecimiento, y aun cuando se puede valer por si mismo, le acompañamos en el crecimiento hasta que se puede valer por sí mismo. Insisto, es el caso que aplica para los espacios para la reunión de creyentes que establecemos fuera de nuestro radio de acción.

Las células como estrategia de fortalecimiento

Una vez establecida la nueva iglesia, se puede acudir a la estrategia de grupos pequeños-que no son otras cosas que reuniones en los hogares-para propiciar el acercamiento de personas interesadas en experimentar transformación en su ser.

El modelo resulta eficaz, sencillo y oportuno porque permite:

1. Crear un ambiente neutral para convocar y reunir a no-creyentes

2. Ayuda a despejar inquietudes de quienes apenas llegan

3. Desarrollar un discipulado efectivo

4. Establece un puente para llevar a los nuevos creyentes a la iglesia

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Observe que, mediante grupos pequeños o células-que generalmente se reúnen en casas, resulta mucho más fácil hacer seguimiento a los nuevos creyentes. En ellos genera más confianza, porque las encuestas demuestran que muchas personas sienten un primer impacto que les intimida cuando les invitan a asistir a un templo por primera vez. En las casas la situación no es así, sino que por el contrario, se genera un ambiente de mayor confianza.

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El hecho de ser iglesias a través de iglesias pequeñas, una vez se planta una nueva congregación, nos facilita el proceso de discipular. Ahora, en el caso del discipulado, es esencial que hayan líderes en el primer nivel de establecimiento de la nueva congregación, que asuman este trabajo porque conforme pase el tiempo y se llegue a un nivel de solidez que asegure sostenibilidad en el tiempo del sitio de reunión, se deberán incorporar a la labor a los creyentes que ya fueron discipulados.

En su conjunto este abanico de compromisos demanda un liderazgo dinámico, convencido de la razón de ser del esfuerzo y la perseverancia, así como la indeclinable decisión de formar a otras personas que ayuden en la extensión del Reino de Dios.

El proceso es eso: Un proceso que demanda de nosotros perseverancia. Insisto: Seguir adelante así no veamos pronto los frutos. Dios tiene su propio tiempo para traer la cosecha (Cf. Mateo 4.26-29) Tenga presente siempre que la Obra es de Dios y usted y yo somos simplemente instrumentos en Sus manos. Colaboradores en la siembra de nuevas iglesias porque la iglesia es el granero donde guardamos la cosecha, que en los términos del Reino de Dios, son las almas salvadas por Jesús el Señor, y que le abren su corazón como su único y suficiente Salvador.

Proceso de seguimiento

El seguimiento a la nueva iglesia debe ser no solo de carácter ministerial, sino de tipo administrativo. La iglesia madre debe asegurar la sostenibilidad de la congregación naciente por un determinado tiempo, sobre la base de que crear conciencia entre los nuevos creyentes sobre la necesidad de apoyar económicamente a la denominación, algunas veces no resulta tarea fácil.

En ese orden de ideas reviste especial apoyo que haya formatos en los que se consigne semanalmente la concurrencia de personas, especificando cuántos asisten por primera vez y el número de decisiones por Jesucristo.

En caso de producirse alguna situación como estancamiento de la nueva congregación o la mengua en el equipo de líderes locales, la iglesia madre está llamada a proveer apoyo hasta que se supere la eventualidad.

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Una meta macro, esencial, es dejar capacidad instalada de liderazgo local que-en otras palabras-es formar líderes que se encarguen de afirmar la congregación.

El apóstol Pablo escribiendo a su discípulo Timoteo, le insta: "Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.""(2 Timoteo 4:2)

El texto resulta revelador en un aspecto específico: Debemos proseguir afianzando a los cristianos en la nueva iglesia, velar por ellos y, antes de abrir otro frente para la extensión del Reino de Dios, estar seguros de que podrán seguir solos en su proceso de crecimiento personal y espiritual.

Piénselo una y otra vez: Es esencial que trabajemos, y bajo ninguna circunstancia dejemos de lado, la conservación de resultados. Tenga presenta una y otra vez que un creyente nuevo es un bebé en Cristo y, como todo recién nacido, necesita la inmediata seguridad del amor de Cristo, ser nutrido por su Palabra, y establecer un vínculo afectivo con su nueva familia en Cristo (1 Pedro 2.2).

Elabore una memoria histórica del proceso desarrollado

Hay una meta ineludible y a la vez, indeclinable: Sumarnos a la extensión del Reino de Dios, contribuyendo decididamente a la materialización de esa visión que al final de los tiempos pudo apreciar el apóstol Juan en visión: ""Después de esto vi a mucha gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar! Estaban de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas."" (Apocalipsis 7.9. Traducción en Lenguaje Actual)

Ese pasaje, compuesto de un solo versículo, nos lleva a reflexionar la enorme responsabilidad que tenemos sobre nuestros hombros. Quienes nos rodean, son hombres y mujeres llamados a ser salvos por la obra de nuestro amado Salvador Jesucristo: ""Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios, a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación. Los hiciste reyes y sacerdotes para nuestro Dios; ellos gobernarán la tierra.» "" (Apocalipsis 5.9,10. Traducción en Lenguaje Actual)

Con el propósito de dejar huellas que hacia futuro puedan ser útiles para los nuevos sembradores de iglesias, resulta útil que levantemos una memoria histórica en la que dejemos registrado cada paso que damos. Resultan útiles testimonios grabados de las personas que conocieron a Cristo en la nueva iglesia y de qué manera, fueron incorporados al trabajo. También será de mucha ayuda tener registro fotográfico de las actividades.

Usted como un sembrador de iglesias, puede dejar consignadas sus apreciaciones que, en el futuro, podrán ser útiles a quienes se sumen a la tarea de extender el Reino de Dios en otros espacios donde se requiere evangelizar.

 

 

Autor:

© Fernando Alexis Jiménez

Seminario para Sembradores de Iglesias

Escuela de Liderazgo TRIUNFANDO www.triunfandostereo.org

Partes: 1, 2
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