La estimulación motivacional como eje en la enseñanza de la historia
Enviado por Yonier Bernal Velázquez
Mucho se ha hablado en estos tiempos contemporáneos de revolucionar la enseñanza de la Historia, sin embargo entendemos que la citada revolución de dicha enseñanza debe centrarse en no enseñar hechos sino ideas, estructuras de pensamiento, modos de pensar a partir de modos de actuación profesional, para con los mismos estudiar e interpretar los hechos. En la medida en que los nuevos estudios históricos se adentran en temáticas menos abordadas, pero necesarias para tener una percepción real del devenir histórico universal y nacional, la escuela se ha visto favorecida para utilizar todo el material histórico disponible en función de revolucionar la enseñanza de la Historia, en el presente artículo no pretendemos hacer un abordaje teórico de la estimulación motivacional desde lo psicológico sino analizar como se vio, trabajo y evolucionó desde las distintas corrientes historiográficas.
Palabras Claves: Didáctica, Estimulación motivacional.
SUMMARY
very much it´s have talked in this day of to revolutionize the teaching of story contemporaneity, however we understand that this given an appointment revolution teaching must focus in to teach itself doings but you dream up, you structure of thought, thinking manners starting from manners of professional performance, give birth to with the same things going into and interpreting the doings. in the measure whereon the new historic studies penetrate in less subject matters discussed, but necessary to have the historic vicissitude's real perception universal and national, my school has been seen once was favored we do not intend to make to utilize all the historic material available in terms of revolutionizing the teaching of the story, in the present article the stimulation's theoretic boarding motivational from the psychological destiny examining as he saw himself, I work and evolved from the distinct currents historiográficases.
key words: didactic, stimulation motivational.
La presencia de la Historia en el currículo escolar siempre ha generado una interesante polémica, al no tener el mismo papel pragmático que la lengua materna y las matemáticas, por eso para unos deben mantenerse en la escuela y para otros debe salir de algunos niveles educativos. (Reyes González: 2007)
Sintetizando lo anteriormente planteado por los autores, se debe decir que la Historia por su contenido deviene en una rica gama de acontecimientos, pues es y debe ser contada desde la esencia propia de los fenómenos que en ella acontecen, donde a través de la interacción con su contenido el alumno, constata, sintetiza y generaliza el mismo, esta disciplina por su características de trabajar, el origen de la humanidad en sus relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, es presta para analizar el pasado, comprender el presente y proyectar el futuro, desde la interpretación de cada sujeto, en este sentido se debe comenzar por hacer un breve análisis filosófico de cómo la interrelación entre Filosofía-Historia-didáctica de la Historia, deviene en una triada, que en su esencia muestra la relación que se establece en el proceso de construcción del conocimiento en esta dirección.
El hombre en su evolución incipiente y tras las necesidades reflejadas en su actividad social, que sobrevino como una categoría necesaria en su supervivencia durante el proceso evolutivo, así como su complejo entramado social, ha estado en el centro de las discusiones en diversas publicaciones especializadas y en eventos científicos que reúnen a estudiosos del hombre desde diferentes aristas.
El hombre con su actividad social y dentro de ella el trabajo logró transformar la naturaleza a su favor y adaptarse a los rigores de esta, en tanto lograba su actuación no de manera aislada, sino de forma colectiva, durante este proceso organizativo contraía determinadas obligaciones y derechos, donde estas marcaron para siempre el importantísimo papel que tendría la actividad social para los seres humanos, al constituir fuente indispensable para su supervivencia y reproducción de la especie.
El materialismo histórico sentenció tomando como referente el estudio del hombre en sociedad y el papel que este desempeña dentro de esta al decir que el hombre es un ser eminentemente biopsicosocial, el planteamiento de este paradigma trajo consigo un cambio que necesariamente se manifestó en los enfoques que se tenían sobre su evolución y posterior desarrollo.
Lo anteriormente referido lo podemos constatar en los clásicos del marxismo cuando se señala: "Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida (…) al producir sus medios de vida, el hombre produce su propia vida material" (C. Marx y F. Engels: 1979: 22)
En este momento podemos afirmar que la interpretación marxista de la sociedad como proceso histórico-natural, constituye el punto de partida para la explicación y comprensión materialista de la historia. Por lo que podemos inferir que la sociedad es un producto de la propia actividad humana, contrastada por las diversas esferas en que se mueven y expresan elementos de orden económico, político, social y cultural en una estrecha relación dialéctica.
La sociedad tiene una alta complejidad, que le viene del propio carácter sistémico de su contenido y sus interacciones con la actividad material de los hombres. Precisamente, la historia se adentra en la vida social de los hombres, trata de desentrañar las relaciones que establecen los hombres en el decursar histórico al reflejar cómo viven, actúan, piensan, deciden sus acciones en un espacio temporal y cómo esto influye y decide en la vida posterior de los propios hombres. (Reyes González: 2007)
En este sentido otros autores señalan "en la medida en que el pasado humano es mal conocido, mal interpretado, los hombres y los grupos humanos, tienen una visión incorrecta de su presente y de su futuro. Y, como es natural, esto tiene también un alcance práctico" (VILAR, PIERRE: 1980: 8)
Desde nuestra subjetividad podemos afirmar que la historia tiene una doble significación: donde la primera refleja, el propio decursar de la vida del hombre y la segunda, referida a la ciencia que se ocupa del estudio científico de la vida del hombre en sociedad. Atender la evolución del objeto de la historia en la relación que establece con las corrientes filosóficas e historiográficas que la sustentan es de por sí un aspecto esencial dentro de los problemas sociales actuales, pero si además se incluye la relación que ha tenido con la manera de enseñar la Historia, el cuadro se completa un poco más.
En este sentido los profesores que imparten Historia no pueden estar alejados de lo que sucede en esta ciencia puesto que por el carácter dinámico, de la ciencia en general se producen cambios, nuevos aportes, que deviene en nuevas relaciones en la construcción del conocimiento, por lo que nuestros docentes deben tener bien de frente qué problemas enfrenta la disciplina, qué temáticas se estudian. Conociendo esto la escuela está en condiciones de aprovechar todo ese caudal de información y de fuentes para la educación de los niños, los adolescentes y los jóvenes.
La disciplina Historia está comprometida con la educación histórica de los alumnos, con el desarrollo del pensamiento histórico, la formación de normas, actitudes y toma de posiciones valorativas en correspondencia con el modelo social en que viven. A partir las potencialidades que brindan la cultura y la memoria histórica de cada país entiéndase esta última como la facultad que se tiene para conservar los acontecimientos, los fenómenos, los sentimientos, los ideales, las normas, las costumbres y los valores autóctonos, genuinos que caracterizan a una nación y trasladarlos al plano de la conciencia histórica (Reyes González: 2007), con el trabajo desplegado desde estos elementos se desarrolla el pensamiento histórico de los escolares, adolescentes y jóvenes conformando la conciencia histórica.
Es importante resaltar que tras el fenómeno de la crisis de la Historia como muchos autores han señalado, como es el caso de C. Barros cuando planteó "la crisis de la historia como disciplina forma parte de una crisis general, ideológica, política, de valores, que afecta al conjunto de las ciencias humanas y sociales". (Barros, Carlos: 2000: 87)
Ante esta polémica se discute la necesidad de un nuevo paradigma historiográfico, que para el citado autor debe tener varios aspectos, por lo que tras el análisis de estos aspectos decimos dejan el camino expedito para delimitar las peculiaridades de la ciencia historia en el siglo XXI.
Tras analizar los aspectos que según Barros deben tenerse en cuenta para la selección de un nuevo paradigma historiográfico, podemos sintetizar que siendo la historia una ciencia de orden social y a su vez una disciplina escolar, sus principales problemas teóricos se reflejan en la manera de enseñar, de ahí que las corrientes historiográficas que han existido y existen influyan de manera directa en la forma de concebir el currículum de la asignatura. La historiografía tiene una relación directa con la epistemología en tanto que una corriente historiográfica se define por su teoría y por su método. En fin, afirmamos que la teoría que sustenta a una determinada escuela histórica aporta su metodología y todo redunda en el campo epistemológico, lo cual supone cambios y afectaciones en los fundamentos científicos de la historia y sus métodos, y a su vez, esa metodología de la ciencia llega de forma directa a la estructura didáctica de la asignatura, lo que tiene su explicación desde la relación ciencia – asignatura.
Durante un análisis realizado desde nuestro proyecto de investigación al criterio de autores de la talla de P. Vilar (1988), J. Aróstegui (1989), S. Gojman (1994), se ha llegado a la conclusión que en los últimos años se ha generado una verdadera discusión entorno del objeto de estudio de la historia, siempre marcado por el carácter polémico, todo generado por la procedencia de los historiadores, donde no todos pertenecen a la misma escuela historiográfica ni se adscriben a los mismos criterios filosóficos y en general ideológicos. Más que perjudicar al progreso de la ciencia creo que la ha beneficiado pues son muchos los que además de cuestionarse su esencia como ciencia, sus métodos, los fines sociales y para los docentes de esta asignatura para qué sirve la historia que enseñan a los escolares, se han visto obligados a reflexionar sobre el alcance epistemológico de la historia, su valor gnoseológico y práctico en el desarrollo social; además de revelar la contradicción siempre latente filosofía e historia.
En este sentido demostramos que la primera complejidad del término historia radica en que se utiliza con un doble sentido: historia designa la realidad histórica (tal y como aconteció) y el conocimiento que ha venido acumulando el hombre sobre esta materia (ciencia que desarrollan los historiadores) y precisamente lo importante de lo anterior es tener presente que no siempre la realidad histórica se corresponde con el conocimiento que sobre ella se tiene.
En tanto, nos es necesario en este momento referir una sistematización de definiciones que refleja el Doctor José Ignacio Reyes desde el estudio epistemológico de la ciencia como tal, en las mismas emergen una serie de elementos que en alguna medida refleja la posición del autor acerca de la ciencia historia donde han sido divulgadas desde el mismo siglo XX
En este sentido E. H. Carr (1990 : 40) señala que es "un proceso continuo de interacción entre el historiador y los hechos, un diálogo sin fin entre el presente y el pasado"; para L Febvre (1975) fundador de la Escuela de Annales la historia es "ciencia de los hombres, pero de los hombres en el tiempo" y que enriquece cuando lo explicita como "el estudio científicamente elaborado de las diversas actividades y de las diversas creaciones de los hombres de otros tiempos, captados en su fecha, en el marco de sociedades extremadamente variadas y, sin embargo comparables unas con otras…". Esto es citado por P. Pagés (1983: 25)
Para Marc Bloch (1971: 61), otro de los fundadores de la Escuela de los Annales, es "la ciencia de los hombres en el tiempo", y agrega en la página 78 que "la incomprensión del presente nace de la ignorancia del pasado"
Para A. Lombardi (1988: 23) "la historia es una disciplina dinámica con enfoques diversos y con tendencia integradora. Su objeto es el hombre – como fenómeno cultural, tomado en su totalidad y situado en tiempo y espacio – se pretende comprenderlo y explicarlo".
Para B. A. Dyakov (1974: 11) "es la ciencia que estudia desde todos los ángulos el pasado de la humanidad con el objetivo de conocer las regularidades de su desarrollo y también con el fin de aclarar como estas regularidades influyen en las relaciones sociales existentes y sobre la organización futura de la sociedad".
M. J. Sobejano (1993: 9) se refiere a que la historia "investiga los hechos de los seres humanos en el espacio y en el tiempo sobre el análisis de las relaciones de causalidad y de los valores que corresponden a cada época".
A. M. Orrade de López Picasso y J. H. Svarzman (1994: 208) se refieren a que "la historia no es ahora descripción y narración de hechos sino la comprensión e interpretación de procesos históricos estructurados en haces de relaciones mutuamente vinculados. Se trata entonces de explicar hechos organizados e interrelacionados que den cuenta de los cambios y las transformaciones, pero también de las permanencias, las resistencias a esos cambios, las regularidades y los conflictos".
M. Barg (1990: 24-25) señala que "la ciencia histórica estudia las regularidades del despliegue espacial-temporal del proceso histórico universal, o lo que es lo mismo, las del desarrollo histórico universal de la humanidad como resultantes de las interacciones intraformacionales e interformacionales de las entidades etnopolíticas, que son portadoras de la idiosincrasia de este desarrollo".
Desde su posición experimentada Reyes González, considerado uno de los más entendidos en este ámbito hace una valoración crítica de las definiciones anteriormente mostradas y sugiere una serie de rasgos que identifican la ciencia Historia (véase Reyes González: 2007: 11), A partir de precisar estos rasgos anteriores ofrece la siguiente definición de historia: es la ciencia que estudia todas las aristas de la actividad social, reconoce como sujetos de la historia a protagonistas colectivos e individuales, en la dialéctica pasado – presente – futuro, lo que posibilita comprender los hechos y fenómenos históricos y revelar las tendencias del desarrollo social, en cada país, región y el mundo, propiciando la educación multilateral de los ciudadanos.
Por lo que el autor de este trabajo es partidario de lo planteado por Reyes González, por la marcada existencia de elementos que son determinantes en esta ciencia, además la definición ofrece una forma más acabada de lo que en esencia recoge el objeto de estudio de la ciencia Historia.
Es importante referir aunque sea someramente como se refleja el estudio historiográfico en la didáctica de la historia, tomando como referente la concepción positivista y su influencia en la forma de construcción del conocimiento histórico, y la repercusión de la Escuela de los Annales.
Debemos decir que la educación bajo la concepción positivista pone de manifiesto una importante característica, esta subordinaba las decisiones que el profesor debe adoptar en el proceso de enseñar a sus alumnos en un contexto social específico, en este sentido el proceso de enseñanza de la historia para ese momento debía ajustarse a decepcionar los conocimientos provenientes de la investigación, por lo tanto la metodología debía producir resultados que fueran predecibles en la enseñanza. La historia que los alumnos han de aprender se concibe en última instancia como un saber acabado donde el papel del profesor se convierte en la de un intermediario y el alumno en un receptor reproductor de conocimientos y por tanto el aprendizaje se garantiza si hay una buena emisión de conocimientos por parte del profesor, en este sentido la enseñanza de la historia bajo esta concepción positivista se centra en el hecho histórico aislado, fundamentalmente político y protagonizado por grandes personalidades. Conciben la historia que los alumnos han de aprender como un saber acabado donde el profesor se convierte en el intermediario y el alumno un receptor reproductivo, totalmente pasivo, de conocimientos y por tanto el aprendizaje se garantiza si hay una buena emisión de conocimientos por parte del profesor.
Por su parte la Escuela de los Annales se convirtió en una alternativa a las concepciones metodológicas positivistas de hechos aislados eminentemente políticos y probados sólo en documentos históricos. La escuela puso más énfasis en los diferentes tiempos históricos conectados entre sí, y con apoyatura en acontecimientos, lo que cobró fuerza en la misma época que la corriente historiográfica marxista, era poco a poco asumida por historiadores y docentes e indudablemente que dio un significativo aporte en la conformación de un pensamiento histórico más flexible, analítico, abierto a todas las esferas de la vida social, tendiente a la búsqueda de las generalizaciones, aunque se perdiera la perspectiva de la verdadera relación entre lo singular (hecho histórico) y lo general (las coyunturas y las estructuras). La historia era ya para ser interpretada, comprendida y eso tenía necesariamente que pasar por el pensamiento analítico – reflexivo y no receptivo – memorístico.
Los Annales introdujeron paulatinamente una historia problema, que al ser introducida en el proceso de enseñanza – aprendizaje, relacionaba con el presente al alumno y con fuentes más variadas para aprender.
En tanto, podemos decir que desde una perspectiva psicológica, ya esta escuela haciendo emerger algunas teorías para trabajar la inteligencia, por tanto podríamos hablar de un estructuralismo, o de una generación transformacional, o quizás trabajar el proceso de aprendizaje de la ciencia a través de lo sistémico funcional, viendo de esta manera, la evolución progresiva que tuvo la Escuela de los Annales, podemos decir que manifestó una aproximación a la esencia del materialismo dialéctico, por el contexto en que se desarrolla y promulga sus ideas, se ve obligada por las características del contexto a limitarse, quedando y aportando solo elementos neutrales, donde a pesar de estas limitaciones, hizo grandes aportes en el plano de la didáctica, haciendo aflorar en alguna medida de la dialéctica con su unidad y lucha de contrario, puesto que manifestó en algún momento la diferencia y la identidad, la primera por las distintas posiciones, en que se centraba y se conducía el aprendizaje, en tanto la segunda haya su expresión en la relación que se daba en el fenómeno educativo de las distintas épocas, que a pesar de no tener los mismo centro de atención durante el proceso de enseñanza aprendizaje si tenía un mismo fin, el de contribuir a la transmisión de conocimientos. Estos elementos para la conducción y construcción del conocimiento en alguna medida llegaron a su punto de contradicción y como expresión máxima su punto de conflicto manifestado, por la inconsistencia teórica a la hora de dirigir el proceso, estableciendo como resolución, que emergiera un nuevo método para la enseñanza de la historia como ciencia de forma general y como asignatura como elemento particularizado.
En este sentido, el análisis realizado hasta el momento nos permite operar en el criterio que la interrelación Filosofía- Historia-Didáctica de la Historia, deviene en un proceso de estimulación del individuo que se enriquece en la medida que este descubre las relaciones que se establecen entre los distintos elementos que le serán claves para entender su propia existencia humana, en su devenir por el tiempo en un determinado espacio, para dar cumplimiento a la esencia de la ley del materialismo histórico, de que el ser social determine la conciencia social.
Es por ello que el sujeto educable debe sentir, en todo momento la necesidad de aprender, puesto que el objetivo a largo plazo de nuestra investigación es preparar al hombre para la vida, en este sentido vemos desde una perspectiva psicológica, en tanto estudiamos paralelamente la estimulación por el conocimiento, la importancia de la dualidad dentro de la didáctica de la Historia, de la asimilación de conocimientos y el desarrollo de la personalidad, aunque sabemos que este último se forma en el marco de las relaciones que el hombre establece con los demás, queremos hacer entender que la historia por su contenido puede producir mecanismos estandarizados que le puedan ofrecer el sujeto en alguna medida el desarrollo de capacidades para enfrentar las distintas situaciones vivenciales en el marco de sus relaciones sociales.
En la conjugación de la tríada en análisis dejamos reflejado que la filosofía como ciencia madre propicia el conocimiento de la esencia de los fenómenos que acontecen, estos en la medida que se comprenden producen un impulso para su interpretación, cuando este impulso se convierte en impulso activo pasa a convertirse en un acto volitivo en su esfera psicológica, el cual conlleva al planteamiento de aspiraciones, donde al ser aprovechadas desde la clase como forma principal de organización del proceso de enseñanza, atravesada transversalmente por los motivos e intereses de la sociedad para la que se educa, y además sustentada en la concepción científica del mundo, se convierte en una convicción.
La relación Historia – Didáctica de la Historia deviene desde nuestra posición en metodología de análisis, en método de estudio del curriculum oficial, el curriculum que se enseña y el curriculum que se aprende relacionado con la Historia, lo que se erige en un elemento básico para conducir el proceso de enseñanza – aprendizaje de esta asignatura desde una perspectiva reflexiva, significativa y desarrolladora.
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Autor:
Lic. Yonier Bernal Velázquez[1]
Dr. C. José Sánchez Suárez
Dr. C. Maritza Salazar Salazar
[1] Profesor de Historia de la Universidad de Ciencias Pedag?gicas de Las Tunas, Cuba, Asp. Dr. C, graduado en 2007, destacada labor cient?fica en lo relacionado con el tema de la motivaci?n en la ense?anza de la Historia, con publicaciones nacionales e internacionales relacionada con el tema.