La Revelación de Dios acerca de la Iglesia de Cristo en el Libro de Efesios (página 2)
Enviado por Guido Russ
Pablo sigue desarrollando su pensamiento sobre Cristo, en su ciclo de "madurez", y al hacerlo inevitablemente llegaremos al pasaje en donde encontramos un himno contenido en la carta a los Filipenses (2.6-11). Es obvio que lo planteado en este pasaje es tan extraordinario que está en contraste con las pretensiones de Adán de hacerse Dios, y contrasta también con los constructores de la torre de Babel que querían construir un puente con sus fuerzas, hasta el cielo y hacerse ellos mismos divinidad. Por esto la soberbia acabó con la autodestrucción: así no se llega al cielo, a la verdadera felicidad, a Dios. En el pasaje de Filipenses, nos encontramos la actitud del Hijo de Dios, completamente lo contrario: no la soberbia, sino la humildad, que es la realización del amor, y el amor es divino. Como resultante de esta humillación, es la exaltación al cielo de Jesús y a todos lo que en él han creído.
Esta es la forma en que debemos recibir a Cristo, es lo que proclama Pablo, estar dispuestos a la humillación y reconocer la dependencia de la gracia, que Dios nos ha dado. Este es el resultado de la misión de Cristo: conferir al hombre, como un don gratuito, lo que es indispensable para su felicidad, pero que no le es posible alcanzar con sus propios medios o posibilidades. Esto nos lleva a la humillación, por la gracia vertida en el corazón de cada uno de aquellos que han creído. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios". Esta justificación es para todos los hombres. No solamente para los judíos, es lo que proclama Pablo. La obra de Cristo no fue para los hijos de Abraham, sino para los hijos de Adán. Como en Adán todos murieron, así todos en Cristo vivirán.
13 Gal.2.20
14 1Cor.1. 24-30
15 1Cor. 2.6-9
De su propia experiencia, el apóstol, nos advierte que la ley no es parte de la salvación, su cumplimiento es sólo para demostrar el fracaso del hombre por ganar la salvación. Lo único que realmente nos acerca a Dios es la fe en su Hijo Jesucristo, y esta condición es tan accesible al gentil como al judío. De hecho, lo que nos transmite Pablo es que él en su propia experiencia de conversión es tratado como hombre y no como judío. Pablo nos transmite que en el momento en que se encontró con Cristo, vino sobre él una nueva posición de paz y favor con Dios, que por tanto tiempo no había podido lograr. Esto es lo que desea transmitir a través de sus escritos, el por qué Jesús es el centro de su predicación, en él está todo lo necesario para que el hombre halle gracia ante Dios Padre. Cristo restaura el espíritu del hombre, a través de su propio Espíritu, lo vivifica y lo sustenta siendo la fuerza que lo sustenta. Ahora si nos advierte también que el vivir en la carne no ayuda a esta nueva vida que Cristo nos da, ya que no se sujeta fácilmente al cambio de autoridad, del hombre a la de Cristo, y lucha para volver a tomar posesión del trono. Lo importante es que el resultado de esta lucha es claro. El pecado no volverá a tener dominio sobre aquellos en quienes el Espíritu de Cristo mora, ni le
alejará de su posición en el favor de Dios.
No cabe ninguna duda de la devoción personal que Pablo tenía a Cristo. Esta es definitivamente su característica suprema de este hombre. Esto ocurrió desde el momento de su encuentro con el Jesús Resucitado, no tuvo más que una pasión: su amor al Salvador, algo que fue en aumento hasta el fin. Es lo que desea traspasar a través de sus escritos a quienes están dispuestos a ser ganados por el amor de quién lo ha conquistado a él. Afirma que el corazón de Cristo latía en su pecho, que la mente de Cristo pensaba en su cerebro. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí16(V.R.V).
Pablo se encuentra así mismo en una categoría de humildad, a la cual nos quiere llevar, en donde podamos reconocer, ya que él sabía que Cristo lo había hecho todo por él; que había entrado en él, arrojado al antiguo Pablo y eliminando la antigua vida, y había engendrado un nuevo hombre, con nuevas tareas, sentimientos y actividades. Su propósito era que esto se lograra en su totalidad, y que Cristo predominara de tal manera que, cuando los pensamientos de su mente fueran los de Cristo, sus palabras las de Cristo, sus hechos los de Cristo, y su carácter el de Cristo, pudiera decir: "no vivo yo, mas vive Cristo en mí"
16 Gálatas 2.20
Introducción
La Palabra "iglesia" presenta un uso extendido en el ámbito de la religión y asimismo admite varios usos. Por un lado, con el término podemos designar a la construcción que se encuentra destinada y dedicada a ofrecer y albergar acontecimientos y prácticas religiosas, especialmente a aquellas asociadas a la religión cristiana. Cabe destacar que entre los sinónimos más usados se destaca el de "templo". Por otra parte, la palabra iglesia designa el conjunto de creyentes fieles.
Hay que destacar que, en la tradición no cristiana y en los textos hechos antes de la propagación del cristianismo, la palabra griega que se derivó la palabra iglesia (?????s?a = Ekklesia), significaba asamblea, por lo que la palabra también puede definir simplemente una reunión de personas en torno a un tema en común, no necesariamente religioso, pueden ser académicos, políticos, etc.
Debiera ser conocido el hecho de que los LXX emplea la palabra "ekklesia" para traducir el término hebreo cajál", con que se designaba a la asamblea de los israelitas, especialmente durante su peregrinaje por el desierto. De ellos se dice que son la "ekklesia del Señor" (Dt.23.2), o la "ekklesia del pueblo de Dios" (Jue. 20.2; cf. Hch.7.38). También es una designación que se hace a los israelitas congregados para reuniones litúrgicas (1Re. 8.55; 1Cr.29.10). Esta expresión entonces fue usada en la designación de las primitivas iglesias locales de Judea, que fueron los primeros núcleos que se formaron en la historia del cristianismo y estaba vinculada de modo especial, por sus raíces judías, con la antigua "asamblea" israelita.
a. La doctrina de la iglesia en la historia
En el período patrístico, por lo general la iglesia era representada por los padres apostólicos y por los apologistas como la "communio sanctorum"17.
El surgimiento de diferentes herejías hizo imperativo nombrar algunas características por medio de las cuales la verdadera iglesia pudiera ser conocida. Esto estaba más enfocado hacia lo externo de la iglesia. Por lo tanto, se dio a conocer como una institución externa, gobernada por un obispo como directo sucesor de los apóstoles y en posesión de la verdadera tradición. Esto son los comienzos de lo que conocemos como la iglesia católica. Esto ocurre en los principios de la última parte del Siglo II.
El desarrollo de esta institución en el tiempo, traerá la mundanalidad y corrupción de ella y esto como consecuencia trae el surgimiento de sectas, por ejemplo: el montanismo18, el novacianismo19 y el donatismo20. Los Padres de la iglesia primitiva, al combatir estas sectas, lo que lograban era acentuar cada vez más el carácter episcopal de la iglesia.
17 La expresión "comunión de los santos" (communio sanctorum/koinónia tón hagión) aparece por primera vez en el siglo IV. Pero la
realidad subyacente es más antigua. En el mismo Nuevo Testamento a los miembros de la Iglesia se les llama "> santos" y la noción de comunión está bien desarrollada. Ambas ideas se encuentran en los Padres prenicenos.
18 Movimiento cristiano de la antigüedad. Seguidores de Montano, líder cristiano del siglo II en la región de Frigia en el Asia Menor, quien proclamó el inminente advenimiento de la Nueva Jerusalén. Montano se opuso a cierto relajamiento de las estrictas normas que caracterizaron al cristianismo original. Montano y dos mujeres de su iglesia afirmaban tener el don de profecía. La mayor dificultad para otros cristianos fue que algunos de sus seguidores le consideraban el «Consolador» que Jesús prometió. Entre sus partidarios estuvo el famoso teólogo Tertuliano, quien se unió a los montanistas durante los últimos años de su vida. El rigorismo ético de los montanistas provocó reacciones negativas entre otros grupos. (Nuevo Diccionario de Religiones, Denominaciones y Sectas. Ramos M.A.)
19 Movimiento religioso de la antigüedad. Seguidores de Novaciano, presbítero de la Iglesia de Roma en el siglo III, quien declaró ilegítima la elección de Cornelio como obispo de Roma y se hizo consagrar por tres obispos. Rechazaba el poder de la iglesia para perdonar la apostasía de los llamados «lapsi». Los novacianos se llamaron a sí mismos cátaros o puros. Su rigorismo doctrinal fue condenado por un concilio en Roma (251). Los novacianos eran trinitarios y sería difícil condenarlos como herejes en el sentido tradicional dado a esa palabra entre cristianos tradicionales. Los católicos les consideran más bien como cismáticos y a su líder como
«antipapa». El Concilio de Nicea (325) los invitó a regresar a la iglesia bajo ciertas condiciones, pero ninguna de tipo doctrinal. Esta iglesia se mantuvo activa en varias regiones, particularmente en el Asia Menor, Grecia y Egipto hasta el siglo VII.
20 Antigua iglesia en el Norte de África. A partir del siglo IV, los opositores al reingreso en las filas del clero cristiano de los que habían cedido durante las persecuciones se fueron separando de los católicos. La consagración de Ceciliano como obispo, con la participación de Félix de Aptunga, precipitó los acontecimientos. Félix era acusado de haber cometido traición por haber entregado las Escrituras a sus perseguidores. El principal líder del movimiento fue Donato, elegido como obispo en 313 d.C. De ahí el nombre de sus seguidores, quienes constituyeron la mayoría de los cristianos hasta la época de Agustín de Hipona. Los donatistas sufrieron molestias por parte de las autoridades imperiales y hubo casos de persecución. Los donatistas practicaban el rebautismo de los bautizados por sacerdotes considerados indignos y glorificaban el martirio. Los sectores más extremistas rechazaban la autoridad del Estado y se inclinaron a la defensa de los intereses del África romana contra la sede imperial. El donatismo mantuvo cierta influencia en la región durante algunos siglos. Su ala extrema se le conoce como ? CIRCUMCELLIONES.
Cipriano fue uno de los gestores en desarrollar la doctrina de carácter episcopal de la iglesia. Consideró que los obispos eran los verdaderos sucesores de los apóstoles, y les atribuyó un carácter sacerdotal en virtud de su dedicación a los sacrificios (incruentos). De esto, se forma un colegio, llamado el episcopado, el cual como tal constituía la unidad de la iglesia. Obviamente como resultado, todos aquellos que no se sujetaban al obispo perdían la comunión con la iglesia, y por ende la salvación, puesto que ellos afirman que fuera de la iglesia no hay salvación.
Agustín no fue tan absoluto en su concepto de la iglesia. Su lucha contra los donatistas lo llevó a reflexionar, de una manera más profunda, sobre la naturaleza de la iglesia. Por una parte, se reveló como predestinacionista, que concebía a la iglesia como la compañía de los elegidos, la "communio sanctorum" que tiene el Espíritu de Dios y que se caracteriza por un amor verdadero. Por otra parte, se une a la idea de Cipriano, por lo menos en cuanto se refiere a los aspectos generales de la iglesia. La iglesia verdadera es la iglesia católica, en la cual la autoridad apostólica continúa mediante la sucesión episcopal. Ella es la depositaria de la gracia divina, la cual la distribuye por medio de los sacramentos. Agustín es el que preparó el camino para la identificación de la iglesia católicorromana como el reino de Dios.
Si avanzamos en el tiempo encontraremos que, en la Edad Media, la escolástica no tuvo mucho que decir acerca de la iglesia. Esto se debía a que se consideraba que lo que Cipriano y Agustín habían desarrollado, estaba completo, y no necesitaba más que algunos toques finales para que llegara a su desarrollo pleno. Lo que si debemos añadir es que en esta época se descuidó el concepto de la "comunión de los santos" quedando en algún lugar dormida. No significa de ninguna manera que la escolástica negara lo espiritual, sino que sencillamente no le da la importancia que merece. Lo que, si enfatiza, es que la iglesia era una organización o institución externa. Hugo de San Víctor habla de la Iglesia y el Estado como de dos poderes instituidos por Dios para el gobierno del pueblo. Ambas son instituciones monárquicas, pero la iglesia es la potencia superior porque ministra la salvación de los hombres, en tanto que el estado sólo provee para su bienestar temporal. El Rey o emperador es la cabeza del Estado, pero el papa es la cabeza de la Iglesia.21
En esta época poco a poco, la doctrina del papado se desarrolló hasta el punto en que el papa se convirtió prácticamente en un monarca absoluto. Esto ocurrió, por el desarrollo de la idea de que la iglesia católicorromana era el reino de Dios sobre la tierra y que, por tanto, el obispado romano era un reino terrenal. Produjo y tuvo consecuencias de largo alcance como: (1) Exigía que todas las cosas se trajeran al control de la iglesia: el hogar y la escuela, la ciencia y el arte, el comercio y la industria, etc. (2) La bendición de la salvación viene al hombre mediante las ordenanzas de la iglesia, particularmente, por medio de los sacramentos. (3) Condujo a la secularización gradual de la iglesia, puesto que ésta comenzó a dar más atención a la política que a la salvación de los pecadores, y los papas, por último, pretendieron el dominio sobre todos los gobernantes de la tierra.22
La Iglesia en el tiempo de la reforma y después
Los reformadores vinieron a romper con el concepto ideológico católicorromana de la iglesia, pero también entre ellos hubo diferencias en algunos aspectos particulares, nombraremos algunos para mayor entendimiento:
La idea de una iglesia infalible (el papa), jerarquizada y un sacerdocio especial, que dispensa la salvación a través de los sacramentos, no tuvo apoyo ni el favor de Lutero. Consideraba que la iglesia es la comunión espiritual de aquellos que creen en Jesucristo, y restauró la idea bíblica del sacerdocio universal, es decir de todos los creyentes. Mantuvo la idea de la unidad de la iglesia, pero distinguió dos aspectos de ella, uno visible y otro invisible. Se ocupó particularmente en esto para que no hubiera error en el desarrollo de esta idea, en el sentido que no existen dos iglesias, sino que es una y sólo dos aspectos de una misma. Añade que la iglesia invisible se hace visible, no mediante el gobierno de obispos, y cardenales, ni menos por la jefatura del papa, sino por la pura administración de la Palabra y de los Sacramentos. Mantiene la idea que la iglesia visible tiene una mezcla de miembros, santos y otros malvados. En cuanto al gobierno temporal se fue al otro extremo, hizo de la iglesia vasalla del estado en todo, excepto en la predicación de la Palabra.
21 Berkhof L. Teología Sistemática p.668
22 Ídem. P-668
Los anabaptistas23 no quedaron satisfechos con esto de la posición de la iglesia, nada más aceptaron a una iglesia de creyentes. No aceptaron, y hasta se burlaron del concepto de la iglesia visible y de los medios de gracia. Además, demandaron la separación completa de la iglesia del Estado.
Calvino y los llamados teólogos reformados estuvieron con Lutero en su declaración de una comunión de santos. Sin embargo, no buscaron la unidad y la santidad de la iglesia, como los luteranos, en cuanto a la Palabra y los Sacramentos, sino más que cualquier cosa en la comunión espiritual de los creyentes. También distinguieron los dos aspectos de la iglesia: visible e invisible, aunque de un modo diferente, y a la proclamación verdadera de la Palabra y de los sacramentos, añade la administración correcta de la disciplina de la iglesia. En alguna medida fomentaron la idea de la sujeción de la iglesia al estado. No obstante, establecieron un gobierno en la iglesia que contribuyó a una interdependencia y poder eclesiástico que no se implementaron en la iglesia luterana.
23 Del griego ana, de nuevo, y baptizo, bautizar; rebautizados. Un grupo violento extremadamente radical de reformistas eclesiástico-civiles que apareció por primera vez en 1521 en Zwickau, en el actual reino de Sajonia. El nombre anabaptista, aplicable etimológicamente y, algunas veces, aplicado a denominaciones cristianas que practican el re-bautizo está, en el uso histórico general, restringido a aquellos que, negando la validez del bautizo infantil, adquirieron prominencia durante el gran movimiento reformista del siglo dieciséis. La discusión no se centraba alrededor de la pregunta de si el bautizo podía repetirse, sino sobre la validez del primer bautizo.
Posterior a la reforma encontramos el racionalismo24 que hizo sentir su influencia sobre la doctrina de la iglesia. Fue indiferente a los asuntos de la fe, y puso a la iglesia a la altura de las organizaciones humanas. Llegó al extremo de negar que Cristo hubiera intentado fundar una iglesia en el sentido aceptado de la palabra. En el metodismo, hubo una reacción espiritual profunda contra el racionalismo, pero no ayudó de ninguna manera al desarrollo de la doctrina de la iglesia. En algunos casos se dedicó a criticar a las existentes, y en otros se adaptó a la vida de ellas.
Schleiermacher25 define la iglesia como la comunidad cristiana, el cuerpo de creyentes que están animados por el mismo espíritu. Mientras más penetre el Espíritu de Dios en la masa de creyentes, menos divisiones habrá.
Ritschl26 sustituyó la idea de la iglesia visible e invisible, por la que existe entre el reino y la iglesia. Consideró al reino como la comunidad del pueblo de Dios que actúa por motivos de amor y a la iglesia como a la misma comunidad que se reúne para adoración. El nombre "iglesia" está restringido, por lo mismo, a una organización externa con la única función de adoración; y esta función nada más capacita a los creyentes para ser reconocidos entre sí. Rápidamente debemos decir que esto está completamente alejado de la enseñanza del Nuevo Testamento, ya que pone a la iglesia en una idea moderna de sólo un mero centro social, una institución humana más bien que una fundada por Dios.
24 El término se utiliza: (1) en un sentido exacto, para designar un momento específico en el desarrollo del pensamiento protestante en Alemania; (2) en un sentido más amplio y corriente, para abarcar el concepto (en relación con el cual muchas escuelas pueden clasificase como racionalistas) de que la razón o el entendimiento humano, son la única fuente y la prueba final de toda verdad.
Además: (3) se ha aplicado ocasionalmente al método de tratar teológicamente la razón revelada, vertiéndola en una forma razonada y utilizando categorías filosóficas en su elaboración.
25 Filósofo y teólogo alemán, nacido en Breslau. Realizó sus estudios en la universidad de Halle. Ejerció como pastor protestante en diversas ciudades de Prusia y después en Berlín, donde entró en contacto con los románticos de "Athenaeum", especialmente con F. von Schlegel. Con éste concibió el proyecto de traducir toda la obra de Platón, proyecto que finalmente realizaría él solo. Las ideas expuestas en Discursos sobre la religión indujeron a la jerarquía protestante a alejarlo de Berlín. Tras un período como predicador en la corte en Stolpe (Pomerania), comenzó su carrera académica en Halle, que continuó luego en Berlín, donde sería decano de la facultad de Teología hasta su muerte.
26 Berlín, 1822-Gotinga, 1889) Teólogo protestante alemán. Profesor en Bonn (1846) y en Gotinga. Rechazó la dogmática como lo muerto en la creencia religiosa y otorgó a la fe justificante una dimensión social. Influyó en el protestantismo liberal y en el modernismo. Fue autor, entre otras obras, de La doctrina cristiana de la justificación y expiación (1870-1874) y Teología y metafísica (1881).
La Naturaleza de la Iglesia
Nuestra definición: La Iglesia es la comunidad de todos los verdaderos creyentes de todos los tiempos.
Esta definición se extiende a la iglesia constituida por todos los que son verdaderamente salvados. En otras palabras, se aplica a todos aquellos por quienes Cristo murió para redimirlos, todos los que son salvos por la muerte de Cristo.
Jesucristo mismo edifica la iglesia llamando a las personas a sí mismo. No podemos olvidar o dejar de lado las palabras de Jesús: "edificaré mi iglesia"27. Y a esto se añade lo que Lucas nos dice respecto a que la iglesia definitivamente no es por esfuerzo humanos sino de Dios: "El Señor añadía a la iglesia, a los que iban a ser salvos"28
Debemos también agregar la definición que establece los católicorromanos en la actualidad: "La congregación de todos los fieles, que, habiendo sido bautizados, profesan la misma fe, participan de los mismos sacramentos, y son gobernados por sus legítimos pastores, bajo una cabeza visible en toda la tierra"29. Hace una diferencia entre la iglesia que gobierna, enseña y edifica, y la iglesia que recibe la enseñanza, el gobierno y los sacramentos. Bajo esta mirada la iglesia la constituye los que gobiernan, enseñan y edifican. Esta es la que participa directamente de los gloriosos atributos de la iglesia. Los católicos si bien admiten que la iglesia tiene un lado invisible, prefieren reservar el nombre de "iglesia" a la comunión visible de los creyentes.
La naturaleza de la iglesia viene de la santificación que Cristo realiza y que nos une con Él como su Jefe y Cabeza. No es una organización externa, como ha sido planteado, sino una comunidad de santos, de verdaderos creyentes, que todos esperan su salvación a través de Jesucristo, lavados por su sangre, santificados y sellados por el Espíritu Santo.
27 Mt. 16.18
28 Hch.2.47
29 Berkhof L. Teología Sistemática p.671
La confesión de Westminster define a la iglesia desde el punto de vista de la elección, y dice que: "La iglesia católica o universal, que es invisible, se compone del número de los elegidos que han sido, son o serán reunidos en uno, bajo Cristo la cabeza de ella; y es la esposa, el cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todo en todo"30. La iglesia universal, tal como existe en el plan de Dios, fue concebida para ser formada por el conjunto de todos los elegidos que en el transcurso del tiempo serán llamados a la vida eterna.
Volviendo a la característica de la iglesia visible, e invisible, no es que haya dos iglesias, insistimos en esto, las dos son una y tiene la misma esencia. La una tanto como la otra son esencialmente la comunidad de los santos, pero la iglesia invisible es aquella que Dios ve; una iglesia, están nada más los creyentes. En tanto que la iglesia visible es la iglesia que el hombre ve, y que consiste de aquellos que juntamente como familia profesan la fe en Jesucristo, y por tanto se adjudican el título de comunidad de los santos. Comprendamos también que, dentro de ésta se encuentran los que no han sido regenerados por completo todavía – el trigo y la cizaña – ya lo dijo el Señor: pero no permite a aquellos que de continuo están pensando en hacer el mal.
La iglesia forma una unidad espiritual de la cual Cristo es cabeza divina. En su carácter de cuerpo de Cristo está destinada a reflejar la gloria de Dios tal como se manifiesta en la obra de redención.
Entonces diremos que la naturaleza de la Iglesia, definitivamente es divina y sobrenatural, que está formada y unida por un acto de gracia y de amor de Dios, a través de Jesucristo en su sacrificio redentor. Si bien está conformada por personas que han creído en Jesús, su unión y su funcionamiento es espiritual.
30 Cap. 25 – I (http://www.iglesiareformada.com/Confesion_Westminster.html#anchor_39)
Los Atributos de la Iglesia
Los atributos de la iglesia, según nuestra visión "protestante", se atribuye principalmente a su carácter de organismo invisible, y en forma secundaria en su carácter de una institución externa.
1. La Unidad de la Iglesia: La unidad no tiene que ver con lo externo, sino con un carácter interno y espiritual. Es la unidad con el cuerpo místico de Jesucristo, del cual todos los creyentes son miembros. Controlado por una Cabeza, Jesucristo, quien también es el Rey, la cual está animada por un Espíritu. Esta unidad implica que todos aquellos que pertenecen a la iglesia participan de la misma fe, el mismo amor, del mismo Espíritu, del mismo Bautismo31, y tiene una misma visión gloriosa del futuro. Esto es lo que trasciende hacia la iglesia visible, en su conducta cristiana, en la adoración en público, al mismo Dios en Cristo, y su participación en los mismos sacramentos. La búsqueda de la unidad de la iglesia debe ser idéntica a la búsqueda de Jesucristo como Cabeza y Señor de ella. Las bendiciones de la unidad no pueden separarse de Aquel que la bendice. En la iglesia tiene su fuente y realidad; por medio de Su Palabra y Su Espíritu se nos revela y sólo en la fe puede convertirse en realidad entre nosotros.
2. La Universalidad de la Iglesia. A pesar de que la iglesia católicorromano, se apropia de este concepto (Católico), y que se considera a sí misma como la única organización verdaderamente universal – porque está esparcida por toda la tierra, y que ha perdurado en el tiempo, mientras que otras vienen y van, y además porque sobrepasa en número a todas las demás -, viene de la iglesia invisible que es ante todo, la verdadera iglesia católica, porque incluye a todos los creyentes sobre la tierra, en cualquier tiempo particular, sin excepción; porque, en consecuencia también ella tiene sus miembros entre todas las naciones de la tierra que han sido evangelizadas. Y en segundo lugar le atribuyen la universalidad a la iglesia visible.
El Poder de la Iglesia
Cuando meditamos respecto al poder de la iglesia, debemos inevitablemente volver nuestro rostro a Jesucristo. Él no sólo fundo la iglesia, sino que también la dotó con el poder y la autoridad necesarios. Como ya lo hemos compartido, Cristo no sólo es la Cabeza de la iglesia, no solo en un sentido orgánico sino también en el sentido administrativo, en otras palabras, no solo es la Cabeza del cuerpo, sino que también es el Rey de la comunidad espiritual. Él como Rey despliega toda su capacidad como tal, y al hacerlo cubre a la Iglesia de su poder y autoridad. Jesús mismo nos dice que la funda tan firmemente como lo es sobre una roca, y que las puertas del infierno (hades), no prevalecerán (Mt.16.18).
Jesús también la capacitó con poder, como cuando le dice a Pedro: " todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo" (Mt. 16.19). Antes de mencionar esto, Jesús habla de las llaves del reino, y las llaves son un emblema del poder. (cf. Is.22.15-22). Es importante aclarar que el juicio que se realiza al atar o desatar, se relaciona a las acciones de las personas, y no a ellas. Ellas serán sancionadas en el cielo, en el día del juicio. Es importante enfatizar que Jesús está hablando con Pedro, pero en él está representados todos los discípulos, y estos son el núcleo y fundación de la iglesia, en su carácter de maestros de la iglesia. Toda la iglesia, de todas las épocas está enlazada por medio de la palabra de ellos32.
Cristo ha dado poder a la iglesia, considerada como un todo, esto queda en evidencia en varios pasajes del Nuevo Testamento, Hch. 15.23-29; 16.4; 1Cor.5.7, 13; 6. 2-4; 12.28; Ef.4.11-16.
Cuando hablamos del poder de la iglesia lo llamamos espiritual, no quiere decir con ello que todo es interno e invisible, sino que Cristo gobierna tanto en el cuerpo como el alma, su Palabra y sacramentos se dirigen a todo hombre. Es un poder espiritual porque se da por medio del Espíritu de Dios33, puede ejercitarse solo en el nombre de Jesucristo y por el poder del Espíritu Santo34, y pertenece exclusivamente a los creyentes verdaderos35.
El estado representa el gobierno de Dios sobre la situación externa y temporal del hombre, en tanto que la iglesia representa el gobierno de Dios en la condición interna y espiritual del hombre. El primero tiene que ver con asegurar a sus sujetos la posesión y el goce de sus derechos externos y civiles. El otro se encuentra en oposición a los espíritus malos y tiene el propósito de liberar a los hombres de la esclavitud espiritual. Puesto que el poder de la iglesia, es, en forma exclusiva espiritual, no necesita de la fuerza.
El poder de la iglesia no es un poder independiente y soberano, sino un poder ministerial,36 derivado de Cristo y subordinado a su autoridad soberana sobre la iglesia. Este poder debe ejercerse en armonía con la Palabra de Dios y bajo la dirección del Espíritu Santo, mediante los cuales Cristo gobierna su iglesia. No obstante, es un poder verdadero y comprensivo, que consiste en la administración de la Palabra y de los sacramentos.
El Espíritu Santo
Una adecuada comprensión de la iglesia, sólo es posible desde la Trinidad. La iglesia es comunión con las tres personas divinas hecha posible por el Espíritu Santo, que inserta vitalmente a Jesús. La iglesia es comunión íntima con el Padre, digamos verticalmente y en la comunión horizontal, digamos con los hermanos, a través de Jesús y con el poder y actuación del Espíritu Santo.
33 Hch. 20.28
34 Jn.20.22,23; 1Cor 5.4;
35 1Cor.5.12
La iglesia surge del mandato de Jesús; surge de él y del Espíritu Santo, que fue enviado para actuar y ayudar al cumplimiento de la misión dada por Jesús. Es presencia activa del Salvador a través de la actividad de su Espíritu Santo.
La iglesia manifiesta y hace visible la comunión, no es sólo exterior como la de un cuerpo social, con sus estructuras de organización, sino como ya lo hemos expresado es un lazo espiritual y se logra a través de la intervención activa del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo creó la iglesia, tal como lo expresa Pablo en 1Cor 12.13 " por un solo Espíritu todos fuimos bautizados en un cuerpo". Es él, el que produce el milagro de crear este cuerpo el día de Pentecostés. Y en la actualidad, cuando alguien acepta a Cristo como Salvador, de inmediato lo introduce (lo bautiza, lo sumerge) en ese mismo cuerpo que es la iglesia.
La iglesia como entidad viva, está constituida por todos aquellos que son creyentes en Jesucristo, aquellos que han sido regenerados, acto que es realizado por Dios, mediante el cual nos da una vida nueva, espiritual, perfecta, y eterna, mediante el nuevo nacimiento. Regenerarse no es corregirse, como se usa corrientemente, sino tener la vida de Dios en uno. Es comenzar a vivir bajo un principio diferente al de la vida física o meramente humana. Es nacer de una raíz espiritual, para no morir jamás, y para vivir en plenitud. Este acto tan importante para el creyente perteneciente a la iglesia, lo realiza el Espíritu Santo, por medio de la Palabra de Dios37, y por medio de la obra de Cristo en la cruz aplicada en nuestras vidas38.
La obra del Espíritu Santo es tan importante que debemos entenderla que es el "poder" para servir. Es lo que nos capacita para realizar el propósito que Dios ha dado al creyente, en el cuerpo y en beneficio del cuerpo que es la iglesia. Es el que obra al interior de la iglesia para mantener el vínculo de la paz entre creyentes y de esta manera realizar la tarea que ha sido dada por Dios a través del Espíritu.
37 1P.1.23
38 Jn.16.8-11; Hch.2.38-41; 1Cor.12.3
El Espíritu Santo es el cumplimiento de la promesa dada por Jesús a sus discípulos para llevar adelante su tarea ministerial de servicio39.
Si bien Jesús es el que da comienzo a su iglesia, es enviado el Espíritu Santo para que ayude a la formación de esa iglesia, y la unidad de todos y cada uno de sus componentes. Esto es los dones que son necesario para la iglesia, para el servicio, dados por el Espíritu Santo.
Realmente debemos comprender la importancia de la función operativa que tiene el Espíritu Santo para la realización de la obra de la iglesia. Es él el que trae convicción de pecado, justicia y juicio40. Es él el que conduce a la verdad41. Es él el que nos hace clamar "Abba" Padre42, Él nos impulsa a glorificar a Jesús.
Pablo y su concepto de Iglesia
El término "ekklesia" aparece con abundancia en las cartas de Pablo, frente al poco uso de este término en los evangelios (Mt. 16.18; 18.17). No es una expresión que use Lucas en los primeros capítulos del libro de los Hechos, al menos en el concepto de lo que nosotros entendemos como "iglesia". Al parecer transcurrió un tiempo antes que la iglesia primitiva y sus creyentes tomara conciencia de su unión en Cristo en términos de "ekklesia". Recordemos que cuando Pablo se dirige a Damasco, y sale a su encuentro el Cristo Resucitado y le dice: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?… Yo soy Jesús, a quien tú persigues43, se menciona explícitamente la Iglesia. Lucas alude a que Pablo se dedicaba a perseguir a los "discípulos del Señor" (9.1), al "camino" (9.2; 22.4), al "nombre de Jesús de Nazaret" (26.9,10) o "a muchos de los fieles" (26.10). En conclusión, podemos decir que no hay una percepción o conciencia clara de iglesia como cuerpo de Cristo, y menos inferir que fue revelada en el camino a Damasco.
Cuando Pablo comienza a usar este término de ekklesia, al inicio de su ministerio, no nos revela que él tenga un entendimiento claro de su significado. Su concepción comienza a trascender esas barreras locales para ir en pos de la universalidad de lo que es la iglesia. Es en 1Corintios en donde comenzamos a visualizar la semilla de la universalidad de la Iglesia. En esta carta Pablo comienza a prevenir a los creyentes a someter asuntos corrientes al juicio del hombre, por ejemplo, y que "no son nada en la iglesia" (1Cor.6.4)
39 Jn. 16.7-11
40 Jn. 16.8
41 Jn.16.13
42 Gal.4.6
43 Hch.9.4-5; 22.7-8; 26.14-15
En 1Cor.14. 5,12 nos habla de "hacer algo de provecho para la iglesia". Estos textos podrían referirse a la comunidad local, pero debemos reconocer que el uso del término se nos presenta con una significación mucho más amplia (cf. 1Cor.12.28)
Pablo usa indistintamente el término "ekklesia", sea para referirse a una "iglesia universal" o también para hablar de una "congregación local" o a "la reunión religiosa".
También debemos mencionar que la iglesia local, la congregación que se reúne en las casas, en los hogares y la reunión religiosa, pueden ser designadas de la misma manera, como "ekklesia", porque la iglesia universal se revela y representa en ella. Uno de los temas que aborda Pablo y que se ocupa una y otra vez en todo el contexto de sus cartas, es el significado de la iglesia como continuación de Israel, como los elegidos, los llamados, como el pueblo santo de Dios. Por un lado, y en un sentido positivo, presupone que la iglesia nace de Israel; y por otro, que la iglesia toma el lugar de Israel en cuanto a pueblo histórico de Dios. Esto nos lleva a una nueva definición del pueblo de Dios, y de modo semejante, un nuevo concepto de Israel. Bajo este desarrollo Pablo ve tres diferentes puntos de vista, que podríamos distinguir con facilidad44:
44 Ridderbos H. El pensamiento del apóstol Pablo p.438
(a) Se destaca lo total y plenamente nuevo. En el sentido de aquello que es dado con la revelación que vino en Cristo. Se trata de la nueva definición de la esencia del pueblo de Dios, lo cual puede asimismo expresarse en términos del Nuevo Pacto.
(b) Al mismo tiempo, esta nueva definición representa la verdadera naturaleza de la elección de Israel y el contenido del propósito de Dios respecto a su pueblo.
(c) Esta nueva definición no excluye el interés continuo por el Israel histórico; permaneciendo este último – a pesar de su incredulidad – todavía involucrado en el cumplimiento de las promesas de Dios, por cuanto fue escogido una vez como su pueblo.
Para Pablo las promesas del Nuevo Pacto es uno de los grandes sustentadores de su concepto de Iglesia Universal y Espiritual de la Iglesia, en cuanto a pueblo de Dios y como nuevo Israel. Es verdad que habla explícitamente en pocos lugares del Nuevo Pacto. Solo lo menciona en 1Cor. 11.25 y en 2Cor.3.6ss. Pero podemos coincidir en que la idea del Nuevo Pacto en la concepción paulina de la iglesia neotestamentaria y de la salvación que fue dada, juega un papel preponderante.
Este Nuevo Pacto es la administración del Espíritu y de la justicia otorgada por Dios en Cristo, y es privilegio de la iglesia neotestamentaria en oposición a la administración de muerte y condenación bajo el cual vive el Israel aún no convertido a Dios45
El Nuevo Pacto se ha cumplido en la congregación cristiana, y es en virtud de ese cumplimiento que todos los privilegios del pueblo de Dios del Antiguo Testamento ahora pasan a la Iglesia en sentido espiritual. Por ser ella la Iglesia de Cristo se le aplica por excelencia la palabra del pacto divino: "Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas" (2Co.6.16ss.)
La descripción de Iglesia como de "Cuerpo de Cristo", es una calificación típicamente paulina. En general en este contexto ofrece una explicación más amplia del significado de la iglesia en cuanto a pueblo de Dios. Describe el modo de existencia de la iglesia como pueblo de Dios; habla del vínculo especial que ella tiene con Cristo en su condición de pueblo de Dios y como nuevo Israel.
Los dos grandes conceptos que Pablo expone para hablar de la Iglesia son: el de Pueblo de Dios y el de Cuerpo de Cristo. Así se deben distinguir los siguientes puntos:
(1) La idea esencial de la calificación de la iglesia como cuerpo de Cristo es que el pueblo de Dios tiene su unidad y su existencia común en Cristo Jesús.
(2) La existencia común de los creyentes en Cristo como su cuerpo adjudica a la iglesia, una imagen más aguda y rica de la que pudiera delinearse, basándose en su significado como el pueblo escatológico de Dios.
(3) Uno en Cristo. Aquí tiene que ver con la unidad de la iglesia con Cristo mismo. Esta unidad no es sólo de carácter espiritual, va mucho más allá. La iglesia es el cuerpo de Cristo no sólo porque él habita espiritualmente en ella, sino porque Cristo es el salvador del cuerpo que compró la iglesia para sí y porque ella ha estado siempre incorporada en él46.
La iglesia revelada en la carta a los efesios
Introducción
Una de las características de las cartas de la cautividad, de Pablo, en especial la carta a los Efesios, es que la noción de iglesia desempeña un papel muy importante. Ella constituye una parte fundamental del "misterio de Cristo", que denomina Pablo, con lo cual desaparece la barrera existente entre judíos y griegos; todos los hombres encuentran la reconciliación con Dios en el único cuerpo, que es la iglesia. En una visión universal de Cristo, éste es la cabeza de la iglesia, en donde la iglesia es el cuerpo, y Cristo la cabeza de toda la creación.
Para nosotros la palabra "misterio" significa un enigma, algo escondido, algo que no podemos saber o conocer, insondable, incomprensible, un misterio.
47. En el griego y en su cultura se refería a las religiones secretas48. Nadie conocía esos misterios, excepto aquellos que fueron iniciados en la religión. Pablo toma esta palabra mustérion y la utilizó para describir un secreto guardado en el corazón de Dios hasta, que Él eligió revelarlo a sus apóstoles. Esos planes secretos y propósitos que Dios guardaba en su corazón hasta el día que Él los reveló, fueron llamados musteria, misterio, un mustérion.
En Efesios 3.3-5 Pablo nos está hablando del mustérion, de algo que le ha sido revelado, por la gracia de Dios, y que no ha sido revelado en ningún otro tiempo. No es algo que al buscarlo se le encontrara, de hecho, ninguno de los profetas lo vio, ningún hombre lo descubrió, ni siquiera fue vislumbrado en el Antiguo Testamento.
47 Efesios 5.32
48 Mediante la idea de silencio impuesto por iniciación en ritos religiosos
¿Cuál es el mustérion que Pablo está hablando aquí? El mustérion de una nueva creación: La iglesia, en la cual los gentiles son coherederos, partícipes de la misma promesa49 . Dios eligió, a la nación judía como su pueblo. En este mustérion que Dios guardaba en su corazón es revelado en Cristo Jesús, en el cual hay un nuevo cuerpo, una nueva elección, y eso nuevo, ese misterio revelado es: la Iglesia, que es el "Cuerpo de Cristo".
En esta nueva elección, nueva creación: la iglesia, se encuentran los judíos, los gentiles, hombres y mujeres, esclavos o libres, ricos y pobres, jóvenes y viejos, educados e ignorantes, todos juntos forman una congregación gloriosa en el Señor, llamado "el Cuerpo de Cristo", la iglesia de Jesús.
Una buena analogía para entender este misterio, tomaremos el texto de Efesios 5.30-32. Pablo describe el mustérion tomando como base Génesis 2.21- 24: "Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas50" Y en el texto de Efesios nos dice: "Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia". Se nos está transmitiendo la siguiente idea: como Eva fue sacada del costado, del lado de Adán, la iglesia fue sacada del costado de nuestro Señor. Nacemos de sus lágrimas, sus llagas, sus agonías, su sangre, su sufrimiento y su cruz; y del costado de nuestro Señor, de donde sale y brota su vida. ¿Quién podría decir que, de esa brutal condena y ejecución de un hombre, realizada por los romanos, nacería la iglesia de Jesucristo? Es un mustérion. Es un secreto guardado en el corazón de Dios hasta el día que lo reveló a sus apóstoles, al mundo y a nosotros51
"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; pero yo me refiero a Cristo y a su iglesia" (Ef.5.31-32). Nos unimos a Cristo en un solo cuerpo con él. Estamos juntos con Él indisolublemente, para siempre, eternamente, somos uno con el Señor. Como Él es, somos; como somos, Él es. No estamos separados. Estamos crucificados con Él. Porque somos sepultados juntamente con Él. Nos levantamos con Él. Somos resucitados con Él. Estamos en el cielo con Él. Él es nuestra cabeza y estamos unidos en su cuerpo. Él está con nosotros, aquí en la tierra. Nosotros somos su cuerpo.
49 Efesios 3.6
50 ??? ?
tselá ) – la palabra ordinaria hebrea para "lado", como la ladera de una montaña, el lado
del arca, el lado del tabernáculo, el lado del altar de oro de incienso, se utiliza en toda la Biblia, tselá – debemos decir que sólo en este versículo se traduce por "costilla", y no sabemos por qué. 51 Efesios 3.3-6
"Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra" (Ef.5.25-26) Solo se utiliza ???t??? (loutrón = lavamiento) en otro lugar en el Nuevo Testamento, en Tito 3.5: " nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento (loutrón) de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo" Los sacerdotes debían lavarse antes de entrar en la casa del Señor (Ef.5.26). Esto es maravilloso, para nosotros debemos: "con el loutrón de la Palabra", lavarnos, purificarnos. La Palabra de Dios, cuando es predicada una iglesia santa y limpia brotará. La predicación de la Palabra la limpia y la mantiene correcta y pura a Su vista. Cuando esto está ocurriendo, el Espíritu de Dios limpia la iglesia de todo error y desviación doctrinal. Entonces la iglesia debe mantenerse limpia y pura por el lavamiento de la Palabra.
De esta manera Pablo va adentrándose en el "misterio" de lo que es la iglesia, no sólo para él, sino para todos los creyentes a los cuales también se nos está revelando este misterio, como ya ha sido planteado. Para los iniciados, para los creyentes verdaderos, esta revelación debiera ya ponernos en alerta para comprender hacia donde nos dirige Pablo en su carta a los Efesios.
Desarrollo de la Carta a los Efesios
i. Presentación. Como es de costumbre Pablo inicia su carta con un saludo y la termina con una bendición.
Pablo abre su corazón en esta carta, y prorrumpe en alabanza y acciones de gracias, y es inevitable sumarse a lo que él está haciendo. Lo que vemos es producto de su propia meditación y reflexión, tanto su mente como su corazón se hallan unidos y controlados por el Espíritu que sus ideas y las palabras que le dan forma, vienen a ser también las ideas y las palabras del Espíritu Santo. De ahí que podamos concluir que las palabras de Pablo son las Palabras de Dios. Debemos entonces decir que la carta está dirigida de principio a fin para aquellos que han creído y su vida es Cristo Jesús.
El distintivo de Pablo de llamar no solo creyentes a quienes leen sus cartas, sino los declara "santos" – esto es porque los considera unidos a Cristo Jesús -, es porque en ellos se desprenderán todas las bendiciones espirituales que hay. Por el contrario, si no están conectados y unidos a Cristo, esas personas no serán ni santas ni creyentes. La bendición de Dios por medio de Jesucristo es para los santos.
La gracia es la fuente. La paz pertenece al manantial inagotable de bendiciones espirituales que de esta fuente emanan. Es la gran bendición que Cristo otorga a la iglesia mediante su sacrificio expiatorio y que sobrepasa todo entendimiento.
Cuando el apóstol usa la expresión: "Padre de nuestro Señor Jesucristo", hace referencia al Hijo, no en relación a su nacimiento, sino en su conexión con la Trinidad, en la cual Jesús, que aparece bajo diferentes nombres, es puesto al mismo nivel y se le menciona siempre en conjunto con el Padre y el Espíritu52. Cristo es el Hijo de Dios por generación eterna.
El "nuestro" de Pablo, hace que Cristo sea cercano al corazón del creyente, y no sólo a Él, sino también al Padre. ¡Indudablemente Cristo y el Padre son UNO!
Todas las bendiciones a las cuales Pablo se está refiriendo: "extensos beneficios divinos que poseemos en Cristo", tienen que ver – resumiendo estos beneficios – con elección (y su acompañamiento, predestinación a la adopción), redención (implicando el perdón y la gracia sobreabundante en forma de toda sabiduría y discernimiento), y la certificación ("sellados") como hijos y herederos53.
"En Cristo". Pablo considera al Señor como el fundamento mismo de la iglesia, esto es, de todos sus beneficios, o su total salvación. Es en conexión con Cristo que los creyentes de Éfeso (y en cualquier otro lugar) han sido bendecidos con toda bendición espiritual, a saber: la elección, la redención, y la certificación como hijos y herederos y todos los beneficios que tenemos bajo estos. Por el contrario, aquellos que no se encuentran "en Cristo" nada alcanzarán y nada serán.
52 Efesios 2.18; 3.14-17; 4.4-6; 5. 18-20
53 Hendriksen W. "Efesios" p.78
La elección es la raíz de todas las bendiciones. Hemos sido escogidos, pero no todos, no olvidemos que Pablo se está dirigiendo a "santos y creyentes". No podemos pensar que todos los hombres, han sido escogidos, no es así, sólo son aquellos que en un momento de la historia serán creyentes y santos, vale decir, a todos aquellos que han sido separados por el Señor para que le glorifiquen54.
ii. El mensaje de la carta. El gran mensaje de esta carta que escribe Pablo, es la "Reconciliación". Dirige nuestra mirada hacia un problema que aun en el tiempo no ha cambiado y menos eliminado, y ese es la división, la falta de unidad y de armonía.
Pablo entonces comienza a desarrollar el tema, primero dirigiendo nuestra mirada hacia Dios, y lo distante que estamos si no vivimos unidos a Él. Lo obvio es que nuestra primera separación o división es hacia Dios (2.1ss.). Y esto no se queda allí porque también hay división entre los hombres (2.11ss). En este análisis que Pablo nos conduce, también nos muestra que entre cristianos existe la división (4.1ss.), esto hace que frente a Dios nos veamos con falta de armonía (5.1ss.). La familia también se ve involucrada en lo que la división entre sus miembros. Cada miembro de la familia se encuentra separados, cada uno en su propia necesidad, se encuentran divididos (5.22ss.). Que decir entre esclavos y amos, o empleados y empleadores, no hay puntos de armonía o de unidad (6.5ss.).
Frente a esta realidad, que no solo se da en el tiempo en que Pablo escribe esta carta, sino que tenemos que reconocer que es algo tan vigente hoy como fue para él en su tiempo. Pablo nos trae frente a este escenario tan malogrado por el hombre, la única respuesta válida y aceptable frente a la división, a la falta de armonía, a la falta de esfuerzo por lograr la unidad, esta es la voluntad de Dios revelada, según su beneplácito de: "reunir todas las cosas en Cristo", así las que están en los cielos y en la tierra55.
54 "¿Cómo se ha de entender el que los santos y creyentes han sido elegidos en Cristo?" La respuesta que se da a menudo es la siguiente: fue determinado en el consejo de Dios que en algún punto del tiempo estas personas llegarían a creer en Cristo. Aunque, indudablemente, esto se halla también implicado, sin embargo, no es respuesta suficiente y no
hace justicia a todo lo que Pablo y otros escritores inspirados enseñaron con respecto a este importante punto. La respuesta básica debe ser que desde antes de la fundación del mundo Cristo fue el representante y el fiador de todos los que en algún punto del tiempo serían recogidos en el redil. (Hendriksen W. "Efesios" pag.81)
Cristo es la respuesta a esa división, a la falta de unidad y de armonía. Él es el que rompe todas las barreras. Definitivamente es el que reconcilia todas las cosas.
Reconcilia al hombre con Dios por la sangre derramada en la cruz.
Reconcilia al hombre con el hombre, reuniéndolos en un solo cuerpo, su iglesia.
Reconcilia a los cristianos por el poder del Espíritu Santo, dándole dones y funciones individuales, pero unidos en Su cuerpo.
Reconcilia a los integrantes de la familia con su ejemplo de amor, manifestado en el amor que Él tiene por la iglesia.
Reconcilia al esclavo con el amo, al empleado con el empleador, colocándolos en igualdad de posiciones ante Él.
Esto es necesario, la reconciliación, porque todo se encuentra afectado por causa del pecado, todo está fuera de orden. Cristo es el centro y la cuerda que une todas las cosas. Es el gran Reconciliador, a quien todas las cosas pueden buscar para la salvación y la paz, eternamente.
Dios tiene un cuerpo, que es el cuerpo de Cristo, su iglesia56. Un cuerpo de personas que experimenten la gran verdad de la reconciliación y la paz, para llevar el mensaje a todos los hombres. Esta es la imagen: Cristo es el instrumento de reconciliación de Dios, y la iglesia es el instrumento de reconciliación de Cristo. Los seguidores de Cristo deben andar dignos de una vida gloriosa siendo reconciliados como uno. Deben vivir juntos en unidad y armonía y deben llevar el mensaje de reconciliación a un mundo sumergido en la división, que no podrá salir de ella, sin la ayuda e intervención de Cristo. Esto se logrará a través de la vida de estas personas, que integran el cuerpo de Cristo.
55 Ef. 1.9-10
56 Ef. 2.9-3.13; cp. 1.22-23
iii. La doxología final. Pablo no deja de reconocer a través de su escrito, que requiere de oración.
Aquellos que se consideren mejores y más distinguidos necesitan de la oración del creyente. Se debe orar especialmente por ellos porque están expuestos a grandes dificultades y peligros en la obra.
c.- La Elección y Adopción
En su carta, Pablo, nos habla de la generosidad de la elección de Dios. Dios nos escogió para bendecirnos con las bendiciones que no se pueden encontrar nada más que en los lugares celestiales.
Al desarrollar el tema de la elección, Pablo tiene en mente el propósito de esa elección de Dios. Entonces nos dice, que Dios nos escogió para que fuéramos santos e irreprensibles. Tenemos dos grandes palabras. Santo57 es en griego "jágios", que siempre conlleva la idea de diferencia y de separación. Un sacerdote es santo porque es diferente de las demás personas; una víctima (animal) es santa porque es diferente de los otros animales; Dios es "santísimo" porque es tremendamente diferente de todas las criaturas. Así que Dios escogió a los creyentes para que fueran diferentes de las demás personas.
En la Iglesia primitiva, los cristianos asumían que tenían que ser diferentes de la gente, del mundo. De hecho, sabían que tenían que ser tan diferentes que lo más probable sería que el mundo los odiara, y hasta quisiera acabar con ellos. Al respecto tendríamos que decir que en la actualidad la iglesia (su gente), hacen esfuerzos por pasar desapercibidos, para no ser diferentes y ser rechazados por el mundo. De hecho, muchas veces llegamos a convencernos, sea que nos digan directamente o en la enseñanza que, basta con vivir vidas decentes, respetables porque de esta manera eres un buen cristiano, y no tienes por qué ser "tan diferente" de las demás personas. De la misma forma que en la iglesia primitiva era reconocido un cristiano, hoy un cristiano debe ser reconocido en todo lugar.
57 ????? jágios; de ???? jágos (cosa terrible) [comp. G53, H2 q282]; sagrado (fis. puro, mor. sin culpa o religioso, ceremonia consagrado) santísimo, santo, santa.
Pablo nos está transmitiendo la idea de ser irreprensibles, sin mancha. La palabra griega "ámomos"58, se usa en el ámbito de los sacrificios. Bajo la ley judía, antes de ofrecer un animal en sacrificio había que inspeccionarlo; y, si se le encontraba algún defecto, se rechazaba como inadecuado para ofrecerlo a Dios. Sólo lo mejor era apropiado para Dios. Esta palabra: ámomos, indica que la persona total debe ser una ofrenda a Dios. Considera todos los aspectos de nuestra vida – trabajo, placer, deporte, vida familiar, relaciones personales -, todo debe ser de tal manera que se lo podamos ofrecer a Dios. Esta palabra, no sólo nos quiere transmitir la idea que los cristianos deben ser respetables, decentes; quiere decir mucho más que eso: que deben ser perfectos. Decir que un cristiano tiene que ser ámomos es rechazar y descartar el conformarse con algo menos que lo mejor; quiere decir que la escala o nivel del cristiano no es nada menos que la perfección.
Pablo nos desafía a no tener un individualismo religioso y una doctrina débil en la iglesia. "¡No mires a la iglesia!", ¡No mires a la persona! decimos; "¡mira a Cristo!". Pablo espera que, si alguien nos ve que venga de afuera, pueda ver el propósito unificador de Cristo y Dios para el mundo, en el mejor lugar; la iglesia.
Esta carta nos llama a la reconciliación, no sólo con Dios a través de Cristo, sino también con los hermanos, que de la misma manera que somos llamados nosotros a la santidad, ellos también son llamados a ser: santos e irreprensibles. Nos llama a ayudarnos a construir y no ser campos minados. Nuestra experiencia de adoración será transformada en la unidad como iglesia.
Dios eligió un pueblo, en Cristo Jesús, que estaría delante de él, santo y sin mancha, en amor. Debemos darnos cuenta que la idea que se nos está transmitiendo no está dirigida a una elección individual para conformar la iglesia – aunque eso puede estar implícito59. El concepto principal es, que Dios nos elige como pueblo en Cristo, es decir, la iglesia para cumplir el propósito de esa elección y poder estar delante de él en el juicio final, por tanto, entrar en la plenitud de las bendiciones dadas por Dios.
58 ?µ?µ?? ámomos; de G1 (como partícula neg.) y G3470; sin defecto (lit. o fig.):-sin mancha, sin arruga.
59 Cp. Fil.2.15
Dentro de su plan divino, no sólo está la elección que hace Dios, para ser santos e irreprensibles, sino que va más allá y esto está referido a la "adopción"60. Dios nos ha adoptado en Su familia como hijos.
En el mundo antiguo, la ley romana determinaba al interior de la familia lo que se denominaba la "patria potestas" (lat.), "patria potestad", tiene que ver con la autoridad del padre. Un padre tenía poder absoluto sobre sus hijos durante toda su vida. Podía vender a un hijo suyo corno esclavo, y hasta matarle. Dión Casio61 nos dice que < >. Se daba el caso de que un padre condenara a su hijo a muerte. Salustio62 dice que Aulo Fulvio se unió al rebelde Catilina. Fue apresado durante un viaje, y devuelto a su lugar de origen. Y su padre dio orden de que se le matara. El padre lo hizo aplicando su autoridad privada, dando como razón que < él le había engendrado, no para Catilina contra su país, sino para su país contra Catilina.>
Según esta ley romana, un hijo no podía poseer nada; y cualquier herencia que se le legara o cualquier regalo que se le hiciera eran propiedad de su padre. No importaba la edad del hijo, ni los honores y responsabilidades que hubiera alcanzado; estaba siempre totalmente bajo el poder de su padre. En tales circunstancias, es obvio que la adopción era una decisión muy seria. Era, sin embargo, bastante frecuente, porque se adoptaban hijos muchas veces para asegurarse de que no se extinguiera la familia.
60 Cp. Romanos 8:23; Gálatas 4:5
61 Dion Casio Coceyano (155 – después de 235), de nombre completo Lucius Claudius Cassius Dio Cocceianus, también conocido como Dio Cassius o Cassius Dio, fue un historiador y senador romano.
62 Cayo Salustio La conspiración de Catilina, 39
El ritual de la adopción se llevaba a cabo mediante una venta simbólica, en la que se usaban monedas y balanzas. El padre legítimo vendía a su hijo dos veces, y dos veces le recuperaba simbólicamente; finalmente le vendía por tercera vez, y esta era en serio. Después, el padre adoptivo tenía que ir al "praetor" (lat.) "pretor", uno de los magistrados romanos principales, y solicitar la legalización de la adopción. Solamente después de completar todo esto se consideraba definitiva la adopción. Cuando la adopción se había realizado, era totalmente vinculante. La persona que había sido adoptada tenía todos los derechos de un hijo legítimo en la nueva familia, y perdía todos los derechos que le correspondieran por su familia anterior. A los ojos de la ley era una nueva persona; hasta tal punto que hasta todas las deudas y obligaciones que le pudieran corresponder por su familia anterior quedaban abolidas como si no hubieran existido nunca.
Esto es lo que Pablo no está diciendo que Dios ha hecho por nosotros. Estábamos totalmente en poder del pecado y del mundo. Él por medio de Jesús, nos ha liberado de ese poder, y Su adopción borra el pasado y nos hace nuevas criaturas.
La adopción como hijos es el resultado de la gracia y la voluntad de Dios, puestas en acción por medio de Jesucristo. Si el creyente está unido a Cristo por medio del Espíritu, puede decirse que esa gracia, incluyendo la adopción, responde a la entrega total a Cristo63.
En nuestra unión con Cristo ya participamos de todos los beneficios de la redención. El beneficio particular que Pablo destaca es la gracia del perdón que va acompañada de la gracia de sabiduría y entendimiento espirituales, que constituyen el centro de nuestro andar con Dios como Padre64.
De esta revelación que Pablo nos hace del plan divino para los hombres podemos deprender de él algunas bendiciones, de las cuales ya hemos mencionado algunas:
63 Mar. 1:11; 9:7; Col. 1:13
64 Por lo cual ora en 1:15–23; 3:14–19
La primera bendición: Dios nos ha elegido para que seamos santos y sin mancha. Imagínese esto, antes que Dios haya creado el mundo, él decidió tener un pueblo en Cristo Jesús.
La segunda bendición: Dios nos ha adoptado como hijos. El hecho de que Dios quiera y encuentre beneplácito en adoptarnos, siendo pecadores, malvados, depravados, y lo considere algo bueno, es algo demasiado grande para creer. Sin embargo, es exactamente lo que Dios hace. Esto es logrado a través de Cristo
La tercera bendición: Dios nos ha redimido y perdonado nuestros pecados. Esta es una de las grades palabras de la Biblia. Nos transmite la idea de libertad, liberación a un hombre por medio del pago de un rescate. Esto no por sí mismo, no puede, sino por la obra redentora de Cristo.
La cuarta bendición: Dios nos ha dado sabiduría y entendimiento. Esto es dado a todos aquellos para los que lo honran a Él y a su Hijo. Es necesaria para el cumplimiento del plan de Dios para su pueblo.
La quinta bendición: Dios nos ha revelado el misterio de su voluntad (será desarrollado en el punto siguiente)
La sexta bendición: Dios nos ha dado una herencia, es decir, nos ha convertido en el legado de Dios mismo. El motivo por el cual Dios nos convierte en su herencia es para que existamos con el fin de alabar su gloria.
La séptima bendición: Dios nos ha sellado con el Espíritu Santo. La palabra "arras"65 (arrabón), expresa la idea de garantía. El Espíritu Santo es entregado al creyente para que le dé una garantía perfecta de su salvación. Sabemos que somos redimidos – que somos la posesión amada de Dios – por medio del Espíritu Santo que vive dentro de nosotros.
d.- El Misterio revelado de Su voluntad.
Este es el foco central del tema, tratado en esta carta. Dios nos ha dado a conocer Su voluntad, nos ha revelado el misterio (mustérion), de su voluntad.
Como ya hemos explicado no es un misterio difícil de entender o que se encuentre tan escondido que no podamos hallar. Es un misterio en el sentido de que se ha mantenido por mucho tiempo en secreto y que ahora es revelado, aunque es incomprensible para todos aquellos que no han sido "iniciados" en su significado. Un buen ejemplo es: Invitar a una persona que no sabe absolutamente nada del cristianismo a una reunión en dónde se celebre la comunión (la Cena del Señor). Para esa persona sería un completo misterio; no entendería nada de lo que está ocurriendo en el lugar. Pero para el que conoce la historia y el significado de la última Cena, toda la celebración tiene un significado que está totalmente claro. Entonces, en el Nuevo Testamento un misterio es algo que está oculto para los no creyentes, pero muy claro para los que lo son.
Los creyentes se encuentran convencidos que en este mundo se está desarrollando el propósito de Dios; y Pablo estaba convencido de que ese propósito, un día todas las cosas y todas las personas formarán una familia en Cristo Jesús. Según él, ese misterio no se visualizó hasta que vino Jesús, y ahora la gran tarea de la iglesia consiste, en desarrollar el propósito de unidad que Dios nos ha revelado en Jesucristo.
Pablo va desarrollando la idea de esta revelación, mencionando que los primeros son los judíos, los escogidos, de los cuales sería enviado el Mesías, pero también desarrolla la idea del evangelio a los gentiles, y que en Cristo serían uno. Este es el centro de su mensaje, y a esto el comienza a denominarlo el "nosotros", como la familia de Dios en Cristo Jesús.
Ahora bien, vemos que Dios estuvo preparando todo en otras naciones, para que, llegado el momento de la predicación del Evangelio, estuvieran listas para recibirlo. Y en esto Pablo se vuelve a los gentiles y ve en ellos dos etapas de su desarrollo:
Recibieron la Palabra; Esa Palabra eran dos cosas. Primero era la Palabra de verdad. Segundo era una Buena Noticia; era el mensaje de amor y de la Gracia de Dios.
Fueron sellados con el Espíritu Santo. Es el sello que muestra que una persona le pertenece a Dios. El Espíritu Santo, al mismo tiempo nos muestra la voluntad de Dios y capacita para cumplirla.
Todo está preparado para conformar una sola familia, constituida como el "cuerpo de Cristo", que es la iglesia, en donde Cristo es la cabeza.
El Evangelio es también para los gentiles. Dios ha revelado en Jesús, que Su amor y cuidado, Su gracia y misericordia, no son solamente para los judíos, sino para todo el mundo.
Los hombres han estado viviendo en un mundo dividido. Había división entre la naturaleza animal y la naturaleza humana; entre judíos y gentiles, entre griegos y bárbaros. Por todo el mundo hay tensión y lucha. Jesús vino al mundo para borrar las divisiones. Ese era para Pablo el secreto de Dios. Era el propósito de Dios que todo aquello que se encuentra en guerra en este mundo fueran unidos en Jesucristo.
Este es el misterio revelado, que todos sean uno, en Cristo.
e.- Dos cosas que deben caracterizar a la iglesia.
Si hay algo que debe caracterizar a la iglesia, que podemos considerar verdadera, y a sus miembros, es lo que llamaríamos: la lealtad a Cristo o fidelidad al Señor y el amor a todos los hombres.
Esta lealtad o fidelidad a Cristo es la que nos impulsa hacia el amor a nuestros semejantes. La fidelidad a Cristo se puede desviar, por diferentes razones o circunstancias, que ala afectan directamente, y creer que estamos unidos a Cristo, por esto es tan importante que podamos comprender el propósito de Dios en todo esto. Es bueno para entender un poco mejor a lo que nos referimos, daremos algunos ejemplos: Los monjes y aquellos que se apartaban del mundo, tenían una cierta lealtad a Cristo que les impulsaba a abandonar sus actividades normales de la vida haciéndoles vivir en lugares apartados de la gente. Los inquisidores que perseguían a los "herejes", de todos los lugares y tiempos, tenían una cierta lealtad a Cristo que les hacía perseguir a todos los que no pensaban como ellos. Antes de la llegada de Jesús, los fariseos daban muestra de una cierta lealtad a Dios que les hacía despreciar a todos aquellos que consideraban menos leales a Dios que ellos.
El verdadero creyente ama a Dios y ama a sus semejantes. Es más, va más allá, entiende que puede mostrar el amor a Cristo de ninguna otra manera que no sea manifestándoselo a sus semejantes. Es por eso que aun cuando se tenga una doctrina apegada a la Palabra, por muy pura que sea su teología y por muy ordenada que sea la liturgia, no será una iglesia, bajo el concepto de lo que Dios desea, a menos que se caracterice por el amor a sus semejantes. Tendremos una iglesia verdadera, bajo las condiciones que Dios establece. La iglesia será identificada conforme al propósito de Dios, por su doble amor: amor a Cristo, y amor a sus semejantes.
Para ser entonces una "iglesia verdadera", para ser reconocidos como el "cuerpo de Cristo", debemos entender que el mundo tal cual es, está desunido totalmente, y que es Jesús con su muerte, que nos une en uno; en Él. Cristo une todos los elementos discordantes de este mundo y del universo. Esto es lo que Dios en su plan ha establecido. Jesucristo es el instrumento de Dios para lograr esta unión y la reconciliación. Ahora bien, esta reconciliación está disponible para todos, pero debe ser enseñada, mostrada, predicada, y esto se logra en la unidad, en la lealtad hacia Cristo y hacia los semejantes; por eso es la "iglesia", por eso es el "cuerpo de Cristo". Es en Jesucristo en quien todos los seres humanos y todas las naciones pueden llegar a ser una sola cosa; pero para lograrlo tienen que conocer a Jesucristo y esta es la tarea de la iglesia, darlo a conocer con el ejemplo, con la predicación, etc.
Pablo nos está diciendo a través de un pensamiento alucinante que nada menos que el plan de Dios de un mundo unido depende de la iglesia.
f.- El pecado algo importante a considerar.
El pecado mata, y Pablo nos habla de esas personas que están muertas en pecado.
Sin Cristo las personas que viven en un estado permanente de pecado, se encuentran muertas. Esto por cierto tiene que ver con su alma inmortal. En palabras simples, su alma está muerta, no en el futuro, sino en el presente. Debemos recordar que hay tres direcciones en las que el efecto del pecado es mortal.
pecado.
1.- El pecado mata la inocencia. Nadie es igual luego de cometer un
2.- El pecado mata los ideales. Al principio, una persona considera
una mala acción con horror; la segunda etapa llega cuando tiene la tentación de hacerlo, pero, aun cuando lo está haciendo, se siente todavía desgraciado e inquieto y muy consciente de que está mal; la tercera etapa llega cuando ya ha hecho aquello tantas veces, que ya se hace sin remordimientos. Cada pecado hace más fácil el siguiente. El pecado es una especie de suicidio, porque mata los ideales que hacen que valga la pena vivir la vida.
3.- El pecado mata la voluntad. Una vez que algo se convierte en un hábito, no está lejos de convertirse en una necesidad. La voluntad pasa a depender de la necesidad, y llega a ser su esclavo. Un dicho antiguo dice:
«Siembra un hecho, y cosecharás un hábito; siembra un hábito, y cosecharás un carácter; siembra un carácter, y cosecharás un destino.»
El pecado tiene un cierto poder asesino. Mata la inocencia; el pecado se puede perdonar, pero sus efectos permanecen.
Pablo nos entrega una lista de características de la vida sin Cristo:
a) Es una vida que se vive de acuerdo con la corriente de este mundo.
b) Una vida que se vive bajo el dictado del príncipe del aire66.
66 "Cualquier tinte figurativo que la palabra "aire" pueda tener—debido al hecho de que el aire es la región de la niebla, nubes, y obscuridad—el significado literal en este caso es básico. Este pasaje, en conjunción con otros (3:10, 15; 6:12), enseña claramente que Dios ha permitido habitar en las regiones supramundanas a huestes sinnúmero, y que en los dominios más bajos los servidores de Satanás se hallan empeñados en sus destructivas misiones. Grosheide está en lo
cierto cuando en sus comentarios acerca de este pasaje declara que de acuerdo al Nuevo Testamento "la atmósfera está habitada por espíritus, incluyendo espíritus malignos, que ejercen malévola influencia sobre la humanidad" (Hendrksen
W. "Efesios" p.124)
El mundo antiguo creía a pies juntillas en los demonios. Creía que el aire estaba tan abarrotado de estos demonios que no había espacio ni para introducir la punta de un alfiler entre ellos. Pitágoras decía: «Todo el aire está lleno de espíritus.» Filón decía: < Hay espíritus volando por todas partes en el aire.» < El aire es la morada de los espíritus desencarnados.» Esos espíritus no eran todos malos, pero muchos sí, y se proponían propagar el mal
c) Una vida que se caracteriza por la desobediencia. Vive la vida como quiere, sin Cristo, aun cuando conoce el camino a Dios.
d) Es una vida que está a merced del deseo.
e) Una vida que sigue los deseos de la carne. Es mucho más que los pecados sexuales. En Gálatas 5:19-21, Pablo hace una lista de «las obras de la carne.» Es verdad que empieza por el adulterio y la fornicación, pero seguidamente incluye la idolatría, el odio, la ira, la rivalidad, las envidias, las sediciones, las divisiones heréticas. La carne es la parte de nuestra naturaleza que le ofrece una entrada al pecado.
f) Es una vida que lo único que merece es la ira de Dios.
El hombre en esta condición, señala Pablo, no puede ser dejado en ese estado. Debe ser rescatado. Entonces expresa de lo más profundo de su ser: "aun cuando muertos a causa de delitos", Dios nos vivificó. Pablo no se excluye de esto al decir "nos", está consiente, de su propio estado no era básicamente mejor que el de los gentiles, o de los judíos que confiaban en su propia justicia para salvación. Su propio cambio y el cambio de los demás, ha tenido lugar gracias a la misericordia, amor, y gracia de Dios.
Jesús es el que libra del sentimiento de culpabilidad que lleva la pérdida de la inocencia. Es Él el que despierta el ideal en el corazón humano. Jesús es el único que puede avivar y restaurar la voluntad perdida.
No podemos dejar de lado lo que subyace en el corazón del Evangelio, por un lado, "por gracia somos salvos", y por otro está, "no es por obras", porque por ellas no habrá ni se consigue la salvación, ni menos la libertad de la condenación del pecado.
Toda esta condenación que existe sobre el hombre sin Cristo, nos deja afuera de toda posibilidad de ganar el amor de Dios, la única manera de lograrlo es por medio Su Hijo. Unirse a quién todo lo ha logrado con su sacrificio redentor.
frustrando los propósitos de Dios, y arruinar a las almas humanas. Los que estaban bajo su influencia se encontraban en oposición a Dios.
La única manera de que la gente, las personas sin Cristo, conozcan de esto, es por medio de la Iglesia.
g.- La reconciliación de judíos y gentiles.
Pablo conoce lo difícil que es la relación entre judíos y gentiles, es de su propia experiencia que plantea este tema. No olvida el lugar exclusivo de los judíos en el designio y la revelación de Dios, y realiza un contraste entre la vida de los gentiles y la de los judíos
A los gentiles se los llamaban "la incircuncisión". Quiénes lo hacían, los que sustentaban su derecho en esa circuncisión física hecha por el hombre; los judíos.
Los gentiles no esperaban ningún Mesías. Para ellos la historia no los conducía a ninguna parte; más para los judíos los conducía a Dios. Para los gentiles, la vida no valía la pena; para los judíos era el camino a una vida mejor. Con la venida de Cristo, los gentiles entraron en esa nueva percepción de la historia, según la cual la persona está siempre de camino a Dios.
Los gentiles eran forasteros, extraños a la sociedad de Israel. ¿Qué significa esto? El nombre que se le daba a este pueblo era el de "pueblo santo", que lo hacía completamente distinto a los demás pueblos, ya que su único Rey era Dios. Ser israelita era ser miembro de la sociedad de Dios; era tener una ciudadanía que era divina.
Los gentiles eran ajenos a los pactos en los que se basaban las promesas. Por encima de todo Israel era el pueblo del pacto. Dios les había escogido y les había hecho el mejor de los ofrecimientos: "Os tomaré como mi pueblo y seré vuestro Dios" (Éxodo 6.7). Pablo no lo podía olvidar, y menos dejar fuera de su pensamiento, porque era un hecho histórico que los judíos, eran por encima de todo, el instrumento en las manos de Dios.
Algo que no es menos importante y es que los gentiles estaban sin esperanza y sin Dios. Israel siempre había tenido la esperanza en Dios, que estuvo con ellos hasta en los momentos más terribles; pero los gentiles solo conocían la desesperación en sus corazones antes que llegara Cristo a darles esperanza.
Al emerger de toda esta oscuridad y desesperación que produce una vida sin Cristo para los gentiles, una vida de paganismo, tiene ahora en Cristo la entrada directamente a la luz del cristianismo, que es la propia experiencia del apóstol.
Los gentiles tienen la oportunidad, luego de escuchar el mensaje del Evangelio, y por la fe en Cristo, la oportunidad de "acercarse". Esto es: antes separados de Cristo; ahora "en Cristo Jesús" salvados por gracia mediante la fe; antes siendo extraños a la ciudadanía de Israel, ahora "conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios"; antes extranjeros a los pactos de la promesa, ahora miembros del pacto; antes sin Dios, ahora en paz con Él, y en posesión del privilegio del acceso a Su presencia.
Pablo teniendo en mente esta figura tomada del templo67, dice que se ha suprimido la barrera intermedia de separación.
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