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La Revelación de Dios acerca de la Iglesia de Cristo en el Libro de Efesios

Enviado por Guido Russ


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. La ciudad de Éfeso y su condición religiosa
  3. Destino y propósito de la carta
  4. Pablo y el mensaje de Cristo
  5. La Iglesia
  6. La iglesia revelada en la carta a los efesios
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Introducción

La Iglesia se ha visto afectada a finales del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI, producto de diferentes ideas, o teologías que la han desviado en su dirección original dada por el Señor, a través de las Escrituras, particularmente en el Libro de Efesios.

Una de las cosas más fuertes que han afectado a la iglesia y su objetivo primordial, es esta idea de "salir" de su silencio e involucrarse en el accionar social, tomando protagonismo para defensa de los más desvalidos, viéndose fuertemente afectada por la teología de la liberación. Aun a pesar de esto se le sigue criticando, su nula participación en los movimientos sociales, en las cuales "debiera" involucrarse.

Se habla de "renovación" o "actualización" de la iglesia, en sus respuestas a las problemáticas actuales. Y es aquí que debemos tomar una postura clara, en cuanto a que es la iglesia y cuál es su tarea u objetivo planteado por el Señor Jesús. Es fácil decir, que tenemos una iglesia que no es actual para problemas actuales. Esto no es lo correcto y es una interpretación simple y antojadiza de la Escritura, con el sólo fin de justificar que la iglesia se involucre en la problemática social actual, enfatizando lo social por sobre lo espiritual, dejando de lado o desechando en algunos casos, la tarea primordial de la iglesia, que trataremos en este trabajo de explicar y exponer.

La Primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y la fundación del CELAM en Río de Janeiro, el Concilio Vaticano II, Medellín, Puebla, Santo Domingo, han dado la apertura a un tipo de iglesia que funciona hacia una "evangelización popular", que ha producido una inculturización del Evangelio dando origen al nacimiento de iglesias con "rostro propio". Aun cuando la iglesia cristiana evangélica no se involucra en las decisiones de la iglesia católica, mayoritaria en nuestro país, ha sido influenciada por su doctrina de ayuda social, que diremos de inmediato que no es mala en sí, pero que desvía de la atención de la cual la iglesia, en su conjunto debe abordar. Tarea por lo demás descrita y revelada por Dios a través de Su Palabra.

No tenemos como iglesia evangélica, o protestante, en nuestro país, una concepción de iglesia y sus tareas como concepto común, con una visión bíblica, en general debemos reconocer que es más como una visión corporativa. Esto, es tal vez difícil de aceptar, pero debemos enfrentar esta situación y tratar de resolverlo de la mejor manera, buscando la dirección de Dios a través de la Escritura y la guía del Espíritu Santo.

Debemos reconocer que tanto los concilios y conferencias, que ha desarrollado la iglesia católica, ha marcado profundamente en estos tiempos, el significado de lo que es la iglesia. No podemos estar ajenos a esto ya que es lo que marca nuestra sociedad y nuestra cultura chilena. Es mi intención que, a través de las Escrituras, desarrollar la visión de la iglesia, y tenerlo como fundamento y base de su formación, independiente de su forma y concepción corporativa.

Para tener una mejor perspectiva de la carta a los Efesios, fue necesario desarrollar el tema, teniendo claro lo que es como ciudad y su condición religiosa, ya que es a ellos a quienes Pablo les escribe.

Fue importante también abordar el tema de la autoría de la carta, ya que esto ha presentado algunas controversias, y es necesario dejar en claro quién es finalmente el que aceptamos como autor de la carta a los Efesios.

Para la concepción de la iglesia fue necesario adentrarnos en el pensamiento paulino en cuanto al mensaje de Cristo, ya que debemos entenderlo para ir esclareciendo y desarrollando una línea de pensamiento que nos conduzca naturalmente al tema principal y esto la Iglesia.

Qué es la iglesia, es nuestra pregunta, que deseamos descubrir en el progreso de nuestro trabajo, siempre teniendo como fundamento lo que la Palabra nos habla y nos enseña. Obviamente vemos en este tema el pensamiento paulino, en términos generales que nos ayudarán a entender para luego introducirnos en su pensamiento particular en esta carta a los Efesios.

Finalmente expondremos lo que la carta a los Efesios nos señala, respecto al tema principal que es la Iglesia. Tarea que nos llevará la comprensión de lo que Dios desea y planteado en su plan divino, revelado a Pablo.

Creemos que al plantear el tema de lo que debe ser la iglesia y verla descrita a través de los capítulo y versículos de esta carta, es una propuesta divina. Reconocemos que esto fortalecerá a las actuales congregaciones y les proveerá la materia prima para los fundamentos necesario para un crecimiento orgánico, sano y bien concertado. Veremos la estructura de la iglesia, y no solo eso, sino además la tarea, responsabilidad y todo lo que involucra a quienes lideran la obra y también a sus miembros. Definiremos el concepto que Pablo tiene de iglesia como "cuerpo de Cristo" y dónde Cristo es su cabeza. La iglesia sus miembros deben tener un comportamiento que indique su elección por el Señor, y su tarea de buscar protección a través de lo que Dios provee para lograrlo, y al mismo tiempo su responsabilidad como cuerpo de cuidarse unos a otros.

Es claro que, al desarrollar el tema de la Iglesia, tendremos una mejor visión para que funcione de mejor manera, según los parámetros bíblicos. Tener la oportunidad de tomar este escrito y poder evaluar el trabajo, la eficacia, el comportamiento de sus miembros, de los líderes, ministerios y llegar a la conclusión si se está actuando conforme a lo que Dios nos ha dado, o si lo estamos haciendo conforme a nuestra idea.

En fin, la idea principal es que, luego de leer el presente trabajo, podamos tener las cosas más claras y poder enfrentar con conocimiento bíblico de cómo debe ser la iglesia y cómo debe comportarse, y a quién le debe fidelidad.

Creo que es un trabajo necesario para el buen funcionamiento de nuestras iglesias.

La Iglesia debe estar dirigida, gobernada, protegida, santificada, purificada por quien tiene todo el poder, a quién toda autoridad se le ha dado, y ese es Jesucristo nuestro Señor y suficiente Salvador.

La ciudad de Éfeso y su condición religiosa

La ciudad de Éfeso fue fundada por los griegos jónicos en el siglo XI a. C. En el siglo VI a. C. el rey Creso de Lidia la conquistó. Después de su caída ante Ciro, se integró al Imperio Persa. Dos siglos más tarde cayeron ante Alejandro Magno, y luego cambió de conquistador varias veces durante los primeros años de sus sucesores. Después estuvo en manos seleúcidas de quienes los romanos la tomaron luego de derrotar a Antíoco el Grande, en Magnesia. La ciudad entonces pasó al reino de Pérgamo. Cuando Atalo III de ese reino la legó a Roma (133 a.C.), Éfeso se convirtió en el centro más importante de la provincia romana de Asia.

Como en la mayoría de las grandes ciudades del Imperio Romano, en Éfeso existía una comunidad judía con su respectiva sinagoga (Hch. 18.19; 19.8, 17).

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Durante el siglo III d.C. sufrió la invasión de los godos, quienes destruyeron el famoso templo de Artemisa, sin embargo, se recuperó, y en el año 431 d.C. fue el centro del tercer Concilio general de la Iglesia. En este concilio se hicieron declaraciones importantes con respecto a la naturaleza de Cristo, y María fue oficialmente declarada madre de Dios.

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La ciudad de Éfeso se encontraba cerca de la desembocadura del río Cayster, como a unos 5Km, costa arriba. La isla de Samos está al lado opuesto. Era fácilmente accesible tanto por tierra como por mar, tanto por los buenos caminos con que contaba y por el buen puerto que tenía. Su ubicación era propicia para su desarrollo religioso, político y comercial, y por cierto que era una gran oportunidad misionera, que Pablo no desaprovechó

Gradualmente con los años comenzó a perder importancia como ciudad puerto, dado la contaminación que producía el limo del rio Cayster. Una de las ruinas más impresionantes es el gran teatro construido en la falda occidental del monte Pión. Su auditorio semicircular tiene un diámetro de unos 150 mts. y el foso de la orquesta unos 33 mts. el escenario tenía un ancho de casi 7 mts. y gradas con 66 hileras de asientos con una capacidad para 24.500 personas. Este fue el escenario del tumulto contra Pablo y sus enseñanzas registradas en Hch. 19.23-41.

Éfeso como la ciudad más importante a lo largo de Asia Menor1, tenía un comercio cada vez más exitoso, que se vio afectado, como dijimos producto del limo en el rio. Todo este éxito comercial que lo hacía redituable, era a partir de su culto religioso.

El gran templo de Diana o Artemisa estaba emplazado en este lugar. Diana era la que tenía una cabeza grotesca y muchos pechos y que se concentraba en el placer sensual de la carne. Los peregrinos que la adoraban encontraban su satisfacción en la prostitución con un gran grupo de sacerdotisas que promovían el culto a la diosa. De esto también se desprende el comercio de la platería, y el turismo que funcionaba todo el año.

Con el correr del tiempo y el inconveniente del rio, el comercio de esta ciudad se centró en lo que era la religión y la superstición.

Esta ciudad sufría de una enfermedad, y esta era la falta de probidad sensual, y por cierto esto trajo consecuencias. Esta enfermedad resultó ser mortal, todo comenzó a decaer, el "faro" de Éfeso se derrumbó y la luz de Éfeso se apagó.

Cuando Pablo llega a esta ciudad, en su segundo viaje misionero, sólo encontró a doce creyentes en la ciudad. Estos creyentes habían sido ganadas para el Señor, por un predicador impactante pero inmaduro de nombre Apolos. Contaban con información errónea respecto al Espíritu Santo, como era el hecho de que no sabían o no tenían conciencia del Espíritu en la vida del creyente, y de que él ya había sido enviado. (Hch.19.1-7).

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1 Había 230 ciudades en la línea costera. Muchas tenían puertos ideales, pero Éfeso era la reina entre estas comunidades costeras

A Pablo le resultó difícil la predicación del evangelio, luego de tres meses, los judíos seguían con un corazón endurecido. Sale entonces de la sinagoga y cambia el lugar de reunión a la casa de un filósofo, llamado Tirano. Allí predicó a Cristo por dos años completos2. Este episodio fue fundamental para la iglesia, tal como lo relata Hch.19.10.

Dios respaldo la labor de Pablo y la iglesia que estaba siendo fundada en esta ciudad. Dios manifestó su amor hacia la gente como lo podemos leer en el libro de Hechos, no olvidemos y tengamos presente los antecedentes de esta ciudad, era un caldo de cultivo para la magia y la superstición oriental.

La iglesia creció poderosamente, los creyentes dieron grandes demostraciones de vidas cambiadas, viviendo por Cristo justo en medio de una sociedad inmoral y pagana. No olvidemos lo relatado en Hechos 19.19, en que fueron quemados los libros de magia que usaban, los recién convertidos.

A esta ciudad en donde residían los creyentes a los cuales esta carta ha sido enviada, con un claro mensaje de unidad en Cristo, el que entregó su vida por ellos y resucito para Gloria de Dios Padre.

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2 Esto ocurre en su tercer viaje misionero

Destino y propósito de la carta

Al comenzar esta parte del trabajo, no podemos dejar de mencionar que nos encontramos con una dificultad, al descubrir que esta carta a los efesios, no aparece en los textos más antiguos. Normalmente en el inicio de cada epístola de Pablo, menciona a quién dirige la misiva, pero al estudiar con detenimiento el pasaje inicial de la carta en Ef. 1.1 en donde dice: "Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, a los santos, a los que están"3, no constituyen problema textual

serio. El problema se presenta con la frase adicional "en Éfeso" (?? ?f?s?).

Esta frase no se halla en los manuscritos de mayor antigüedad existentes4 .

Lo que es importante resaltar es que, frente a esta dificultad real, en cuanto a quien está dirigida la carta, se han planteado algunas soluciones, que son las siguientes5:

  • a. No se intentó destinar la epístola a ninguna localidad específica fuese ésta grande o pequeña, sino más bien a los creyentes de todo lugar y en todos los tiempos.

  • b. La epístola, aunque enviada a creyentes que vivían en una región definida, no tenía en modo alguno el propósito de ser para Éfeso.

  • c. La epístola fue dirigida a los creyentes que residían en la provincia de la cual Éfeso era la principal ciudad. Era una carta circular designada no sólo a la iglesia local sino también a las congregaciones de Asia proconsular.

  • d. La epístola fue enviada a una iglesia local definida, a saber, la de Éfeso, tal como Filipenses fue enviada a la iglesia de Filipos, y 1 y 2 Corintios a la iglesia de Corinto.

El tema del destinatario, si bien es una dificultad real, y las soluciones que hemos planteados, al menos algunas, nos inclinamos más al decir que Pablo si bien aun cuando escribiera a una determinada iglesia, en el fondo vemos que les estaba escribiendo a todas. Si lo consideramos desde esta perspectiva, nos daremos cuenta que el tema tratado en esta carta en particular, es de mucha importancia para los creyentes de esa época, como lo es para el presente y los creyentes del hoy, y esto es lo extraordinario.

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3 Sagrada Biblia – Versión de la LXX al español por Guillermo Jünemman

4 Hendriksen W. Comentario del Libro de Efesios, p.59

5 Id. P.60-61

Podríamos enfatizar el tema de a quién va dirigida la carta, pero creemos que en este caso es realmente más importante lo planteado por el apóstol, que debiera pasar a segundo plano a quién va dirigida.

Ahora bien, lo que, si debemos ocupar nuestra atención y concentrarnos, es en el propósito por el cual esta carta fue escrita.

Pablo está satisfecho por la fe que han demostrado en Cristo, y se los manifiesta abiertamente y también su gratitud por su amor para con todos los santos. No podemos descuidar el hecho de que el apóstol también desea enfatizar en la gracia redentora de Dios hacia la iglesia.

Lo que Pablo está planteando y desea transmitir con claridad es que "Cristo mismo es el fundamento de la iglesia", y de Cristo es el poder y el control, que es universal, y va en beneficio de ella.

Plantea como tema fundamental, "La unidad de todos los creyentes en Cristo". Al estudiar a los exégetas, la gran mayoría han concluido que el concepto de iglesia planteado en esta carta, recibe tal énfasis que todo su contenido debiera agruparse en torno de ella.

Paternidad Literaria

De las cartas escritas por Pablo, esta es una que no se cuestionaba su autoría, pero de un tiempo a esta parte varios estudiosos modernos, llegaron a la conclusión de que la epístola no era paulina, o cuando mucho lo era parcialmente. Sugieren que es una explicación o comentario de la Carta a los Colosenses, y que ciertas expresiones Indicaban que el autor nunca había estado en Éfeso (Efe. 3: 2-3; 4: 21). Ponen de manifiesto en su crítica, y la enfatizan en el hecho de la ausencia de saludos personales para los miembros de la iglesia de Éfeso, donde Pablo había trabajado durante unos tres años (Hch. 20:31). Afirman su argumento en que el estilo, no era el de Pablo, y hasta se han arriesgado a sugerir que ningún hombre encarcelado podría haber escrito una carta tan animadora.

En el comentario de William Barclay al libro de efesios, respecto a la autoría de Pablo que está puesta en duda, dice:

"es cierto que hay unas 70 palabras en Efesios que no se encuentran en ninguna otra de sus cartas. Eso no tiene por qué sorprendernos, porque es un hecho que en Efesios Pablo está hablando de cosas que no había tratado nunca antes. Estaba recorriendo un camino de pensamiento por el que no había viajado antes; y, por supuesto que necesitaba palabras nuevas para expresar nuevos pensamientos. Sería ridículo exigirle a un autor con la mente de Pablo que no usara nunca términos nuevos y se expresara siempre con las mismas palabras".6

Las cartas que conocemos de Pablo fueron escritas en medio de todo su ajetreo misionero. Escritas en un ambiente sobrecargado de trabajo y tratando de ser rápido en sus respuestas, tarea que realizaba en medio de lo que significaba el traslado de un lugar a otro. Estas cartas, aunque podamos tener esta percepción de rapidez, no significa que no se tomara el tiempo para meditar y encontrar la respuesta adecuada. En general tocaban temas urgentes, planteados por comunidades en formación, que él había plantado. No olvidemos que estamos en

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6 Barclay, William Comentario al Nuevo Testamento, Tomo 10, Gálatas y Efesios

la etapa incipiente de una iglesia que necesita ser guiada constantemente, y Pablo toma esto muy en serio. No elude la responsabilidad de abordar temas importantes, ya fueran doctrinales, como del diario vivir dentro de la comunidad, los trataba con la misma diligencia y profundidad que ambos requerían.

No deseamos descuidar el hecho de aquellos que tienen opiniones divergentes, en cuanto a este tema, y mencionamos algunos:

  • e. Efesios se parece mucho a Colosenses. Quienes opinan de esta manera, exponen que si Pablo escribió Colosenses es imposible entonces que haya escrito Efesios.

  • f. Efesios se parece demasiado a las otras epístolas de Pablo. Afirman que las palabras y frases de las otras epístolas – se excluye Colosenses y las pastorales – se repiten con mucha más frecuencia en Efesios que en cualquiera de las otras cartas que estamos convencidos que las ha escrito Pablo.

  • g. Efesios se asemeja a 1 Pedro. No podemos pasar por alto de que el material utilizado en esta carta es similar al que se halla en la literatura no paulina del Nuevo Testamento.

  • h. Efesios se asemeja a Lucas y Hechos. De la misma manera existen similitudes con los escritos de Lucas. En cada uno de estos textos inspirados, los tres hablan del amor y la gracia, la misericordia y el perdón divinos, hay que resaltar, que se exponen de manera maravillosa.

  • i. Efesios se asemeja a los escritos juaninos. El contraste que es mencionado – luz contra tinieblas – se halla no sólo en Efesios y Lucas sino también en otros escritos inspirados e importantes como son los escritos de Juan.

  • j. Efesios se asemeja a Hebreos. Ambas cartas enseñan sobre la redención por medio de la sangre.

  • k. Efesios se asemeja a la carta de Santiago. Se usa la misma figura para describir a la persona inestable, fluctuante. Esta es llevada o arrastrada por el viento de otras doctrinas, con facilidad.

La respuesta que podemos dar respecto a estos críticos, es la siguiente:

  • 1. Si hablamos de la semejanza entre Colosenses y Efesios, debiéramos decir que tanto una como la otra fueron escritas por el mismo escritor, en el mismo tiempo y en el mismo lugar, y que la semejanza de las dificultades a quienes eran dirigidas estas cartas las hizo similares.

  • 2. Si hablamos de las coincidencias con la literatura no paulina, diremos que un factor a considerar es el surgimiento en la iglesia cristiana primitiva formas comunes de expresión, las que comienzan a mostrarse cuando los hombres se han unido por lazos de profunda convicción, las que se van uniendo cada vez más firme, por medio de testimonios unánimes en un medio hostil. Esto explicaría los paralelos existentes entre Efesios y los otros escritos no paulinos

  • 3. La necesidad por las situaciones que se están viviendo, de transmitir o impartir instrucciones de carácter catequístico uniforme, esto pudo haber promovido la unanimidad en las expresiones del pensamiento.

  • 4. Debemos tener en cuenta cuando hayamos semejanza entre los escritos del Nuevo Testamento, sean estos de forma o de contenido, debemos ir en nuestra búsqueda y análisis más atrás, a saber, en CRISTO, es decir en la reflexión que nos dirige el Espíritu Santo sobre la persona, obra y enseñanza de Cristo.

  • 5. No podemos tampoco dejar de lado que los apóstoles y los demás escritores bíblicos eran versados en el trasfondo del Antiguo Testamento No podemos hacer creer que tanto los apóstoles y los demás eran personas no instruidas en la Palabra, y que entonces no la conocían, esto es del todo incorrecto, y para esto debemos conocer la cultura del pueblo, al cual pertenecían estos escritores. Excluir esto, y hacer pensar que eran personas sin capacidad de conocimiento o sencillamente no lo tenían, esto es manipular la verdad en favor de los propósitos de demostrar aquello que les interesa.

En este momento es bueno que mencionemos los argumentos a favor de la paternidad literaria de Pablo.

  • 1. El escritor de esta carta a los Efesios, se llama a sí mismo "Pablo, apóstol de Jesucristo" (1.1) y "Yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús" (3.1). Cuando llegamos a la parte final de esta carta, y antes del saludo final, dice: Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones. (RVR. 6.21-22) ¿pudo haber alguien que tan desvergonzadamente se haya atrevido a identificarse con el apóstol?

  • 2. Definitivamente Efesios posee todas las características de las cartas paulinas reconocidas casi universalmente como lo son Roanos 1y2 Corintios, Gálatas, Filipenses.

  • 3. Se hace difícil pensar que, en la época de la iglesia primitiva cristiana, existiera un falsificador que se diera el trabajo de refundir los escritos de Pablo, en una obra con un estilo que consideramos excelente. Su hubiese sido de esta manera, debiéramos considerar a este falsificador el haber estado a la par con el apóstol, en cuanto a su habilidad intelectual y discernimiento espiritual y capaz además de proveer a la iglesia con pensamientos que consideramos paulinos, para luego no dejar ninguna huella de su autoría.

  • 4. El testimonio de la iglesia primitiva nos da también las bases para confirmar lo que ya hemos expresado. Es así como Eusebio, habiendo realizado un exhaustivo estudio de las fuentes a su alcance, declara: "Pero son claramente evidentes y escuetas las catorce (epístolas) de Pablo; aunque no es justo pasar por alto el hecho de que algunos disputan la (epístola) a los hebreos" (Historia eclesiástica III. iii 4, 5).

Es claro que la epístola se reconocía como carta auténtica de Pablo. De Eusebio retrocedamos hasta Orígenes (210-250) quien en su obra Acerca de principios cita varios pasajes de Efesios, asignándolos "al apóstol" o a "Pablo mismo" (II. iii. 5; II. xi. 5; III. v. 4). En su principal apología Contra Celso dice, "El apóstol Pablo declara", y luego cita Efesios 2:3.

Sigamos más atrás hasta quien fue el maestro de Orígenes, a Clemente de Alejandría (190–200). En su obra El instructor (I.5) cita Ef. 4.13-15, atribuyéndola "al apóstol" (de acuerdo al contexto precedente). Más o menos por el mismo tiempo Tertuliano (193-216) en su obra

Contra Marción V. 17 declara:

"Lo tenemos en la verdadera tradición de la iglesia que esta epístola fue enviada a los efesios, no a los laodicenses. Marción, sin embargo, tenía grandes deseos de darle el nuevo título, como si fuese extremadamente preciso en la investigación de tal punto. Pero qué importan los títulos, cuando al escribir a cierta iglesia el apóstol en realidad escribía a todas". Luego (V.11), "Aquí paso por alto la discusión concerniente a otra epístola, que sostenemos haber sido escrita a los efesios, pero los herejes dicen a los laodicenses".

Ireneo, que fue por largo tiempo contemporáneo de Clemente de Alejandría y de Tertuliano, afirma en su obra Contra las herejías I. viii. 5 diciendo así, "Esto declara Pablo también con estas palabras", y luego cita Ef. 5:13. Igualmente (V. ii. 3), "…según el bendito Pablo declara en su epístola a los efesios, "Somos miembros de su cuerpo y de su carne y de sus huesos"". Cf. Ef. 5:30. Este testimonio de Ireneo, en el cual claramente menciona a Pablo como escritor de Efesios, es de gran significado puesto que Ireneo viajó extensamente teniendo un pleno conocimiento de toda la iglesia de su día y época, un período de la antigua historia durante el cual las tradiciones de los apóstoles aún se mantenían vivas.

El Fragmento Muratorio (alrededor de 180–200), un estudio de los libros del Nuevo Testamento, menciona a Pablo como el escritor de Efesios en forma definida.

La iglesia comenzó en el principio de su funcionamiento como tal, el asignar a los escritos del Nuevo Testamento autores definidos, "bajo un acuerdo" designó a Pablo como el escritor de Efesios. No existía duda o discusión entre ellos al respecto. El canon definitivo comenzó más o menos al final del segundo siglo.

Al realizar una investigación, un poco más profunda, nos daremos cuenta que antes del tiempo del ordenamiento y designación de autores a los diferentes escritos del Nuevo Testamento, ya en todo lugar se aceptaba y reconocía la existencia de la carta y su alto valor que tenía como escrito inspirado. No hay razón alguna para apartarse de estas convicciones tradicionales.

Pablo y el mensaje de Cristo

Debemos consentir que la teología o los escritos y las exhortaciones de Pablo, no son una mera repetición de lo que era la predicación respecto a Jesús, acerca de la llegada del reinado de Dios.

El contenido de la predicación paulina es Jesucristo mismo de esto no hay dudas, de la salvación lograda y posibilitada ahora por su muerte en la cruz, su resurrección y su exaltación como Señor.

Convengamos que, si hablamos de una manera simplificada y esquemática, los evangelios nos informan sobre la predicación y las obras de Jesús, dentro del marco de su historia terrena, hasta su muerte y resurrección. Esto viene siendo el fundamento y comienzo del que parten todos los testigos de la resurrección. En el caso de Pablo, Jesús se ha convertido en el objeto mismo de la predicación. Los límites que tenía en su existencia terrena se han roto. La palabra de Jesús ha sido sustituida por la palabra sobre Cristo, sobre su muerte y resurrección y su vuelta al final de los tiempos.

Pablo nos comparte a través de sus cartas, no una repetición de las enseñanzas o predicaciones de Jesús de Nazaret. Nunca habla del Rabbí de Nazaret, del profeta, del visionario, del que come a la mesa de los publicanos y pecadores, o tal vez mencionar el sermón del monte, de la manera que lo hacen los evangelios, o seguir en la línea de hablar de las parábolas que mencionan el Reino de Dios o en lo natural hablar de las luchas de Jesús con los escribas y fariseos. Si nos fijamos un poco más detenidamente, tampoco nos habla de la forma en que Jesús nos enseña la forma de elevar una oración, como es el ejemplo del padrenuestro.

Hay que reconocer que Pablo tiene un limitado conocimiento de la tradición sobre Jesús, debido a sus encuentros con los cristianos antes o después de su conversión.

Pareciera que Pablo abandonara al Jesús histórico, de hecho, él no lo ha conocido. Pero debemos decir en su favor que, aunque lo hubiera conocido de una manera humana y terrena, él mismo se asegura de aclararlo con sus adversarios, que no le conoce como ellos, tal como nos lo dice en 2Cor5.16: "De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así". (V.R.V. 1960)

Al realizar nuestro análisis del pensamiento cristológico de Pablo, debemos mencionar a la comunidad primitiva cristiana que tiene una visión de Jesús fundamentada principalmente en la resurrección de Jesús. Para ellos el significado que tiene es simple y sencillamente la irrupción de Dios llevada a cabo con su poder soberano en lo humanos y mundano de nuestra historia terrena, significa la manifestación de Dios y, con ello, la inauguración de la auténtica historia de Cristo como acontecimiento de salvación. Por eso la figura de Jesús, para esta comunidad no es ya sólo una figura perteneciente al final de la historia pasada, por el contrario, su persona, su obra y su significación para el presente y para el futuro son elevados al horizonte de la historia de Dios con el mundo y con los hombres, historia decisiva para el tiempo y la eternidad7.

Ahora cómo vemos que la obra salvadora de Jesús se ve manifestada en esta comunidad de fe, está expresada en los numerosos títulos que le conceden los diferentes testimonios y los que confiesan a Cristo resucitado, esto ya sea a través de escritos, o por la tradición, y lo encontramos en un lenguaje judío veterotestamentario o bien en griego helenístico: Mesías, Cristo, Kyros, Hijo del Hombre, Hijo de Dios. Es obvio ante nuestros ojos que estos títulos no quieren reemplazar al de Jesús de Nazaret, por el contrario, lo que desea la comunidad primitiva es más bien que Él y ningún otro es el contenido y el portador de la salvación que Dios ha dado al mundo.

El pensamiento helenístico en la comunidad cristiana primitiva, está en torno a ella y ha sido la influencia más fuerte en su historia, y lo ha hecho de muy diversas maneras estas sean literarias canónicas, o extra-canónicas. En este ámbito del pensamiento la conversión de Pablo y su vocación, supone una fuerte influencia helenística, en el ámbito gentil griego.

Pablo si bien no repite lo que los evangelios relatan, pero debemos reconocer que a través de sus cartas son prueba evidente de que no ha desechado o echado por la borda, las tradiciones. Por el contrario el apóstol se sirve de las tradiciones de la predicación de las buenas nuevas, del anuncio, heredadas de comunidades anteriores a él o de otras que están en torno a él.

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7 Bornkamm Günther "Pablo de Tarso" Ed. Sígueme (p. 162-163)

Él mismo lo dice al recordarle a los corintios lo que ha recibido y transmitido, que se ha convertido en fundamento de su fe.8 Toma de estas tradiciones para hablarnos respecto a Cristo, por ejemplo, respecto de su muerte y su resurrección, en el contexto de cimentar la doctrina sobre el bautismo y la cena del Señor; exhortaciones o preceptos para la vida cristiana y para el culto; interpretaciones del antiguo testamento o incluso modismos de las oraciones o de las bendiciones. En todo esto Pablo se comporta como uno de tantos, aunque tenemos que reconocer que movido por su particular comprensión de las cosas. Por eso no podemos hablar y pretender en una originalidad especialmente respecto a la cristología, que también tiene su aspecto muy propio. Frente a esto no podemos decir que Pablo está, por encima de los demás como un "genio religioso", sin dejar de lado su particular comprensión de lo divino, él es deudor de la tradición – judía – en la cual ha crecido, o la tradición de la comunidad cristiana anterior a él – o de sus discípulos y colaboradores o incluso añadimos aquí a sus adversarios.

Si seguimos en esta línea de pensamiento Pablo y su predicación, su pensamiento teológico, son una interpretación y el desarrollo del mensaje de las buenas nuevas de la comunidad cristiana.

Reconocemos que Pablo se sabe elegido, llamado y enviado a la predicación9. Para él, el contar la historia de Jesús, no tiene una especial significación, como el compartir sobre Dios, las cosas divinas o comunicar verdades y experiencias religiosas. Su ministerio, desde su propia perspectiva, tiene un significado mucho mayor. Significa anunciar y hacer presente lo que Dios ha llevado a cabo en Cristo para la salvación del mundo. Hacer presente lo que la fe está llamada a abrazar.

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8 1Cor.15. 3 ss.

9 Rom. 1.1; Gál.1.15

La predicación del apóstol tiene un significado especial, aun cuando con el tiempo la expresión "predicar" ha ido perdiendo valor por su contenido vacío, perdemos de vista que su origen tiene que ver con el que, hay un emisario, un enviado, aún más un heraldo a compartir un mensaje de importancia "vital". Es esto lo que debe venir a nuestra mente cuando hablamos de la predicación de Pablo. Dios mismo habla y obra a través de la boca de su mensajero10. Por eso Pablo en su servicio al Señor está consciente que su predicación trae consecuencias a los que le escuchan, tal como nos lo hace saber en 2Cor. 2.16 "a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida". (V.R.V. 1960)

De igual manera, cuando Pablo utiliza un tono apocalíptico, está hablando de la manifestación del evangelio, de las Buenas Nuevas en las personas (Rom.1.17). No caigamos en el juego de pensar que Pablo anuncie acontecimientos futuros, ni tampoco que describa fantásticamente – como en los apocalipsis judíos – la caída del mundo. Él está hablando de un suceso presente, de algo que ha sucedido ya en el evangelio mismo. No sólo nos informa de las posibilidades de la futura salvación o perdición; en él se realiza ya, la llegada salvadora de Dios. No olvidemos que el evangelio es "fuerza de Dios para salvar a todos los que creen"11. No encontraremos ningún concepto apocalíptico que concuerde con esto. Lo que nos está diciendo es que el apocalipsis judío, la apocalíptica de la comunidad primitiva cristiana esperan para un más o menos lejano futuro. Pablo está diciendo: "¡en el evangelio es presente, es ahora!"

Si tomamos las frases del comienzo de la carta a los romanos, nos muestran de una manera clara y de un desarrollo "programático", planificado de lo que podríamos considerar típicamente propio y distintivo de la comprensión de Pablo del mensaje de la comunidad cristiana primitiva. Está, totalmente fuera de duda el que Pablo interpreta y desarrolla el mensaje de Cristo como mensaje de la justificación sólo por la fe. Esta doctrina, es el gran aporte que el apóstol, realiza a los creyentes. En ningún otro sitio ha sido desarrollada, reflexionada, elaborada y expresada la fe en Cristo, de la manera que Pablo realiza en esta carta. No podemos dejar de mencionar que esta doctrina pone a Pablo dentro de la nómina de los enemigos mortales del judaísmo, sino que incluso le lleva al descrédito de la cristiandad de su tiempo, y le hace raro y extraño en sus pensamientos. Sin embargo, por medio o gracias a esta doctrina, él se convierte en el apóstol de los pueblos, y no sólo ha sido el ejecutor de sacar al cristianismo del judaísmo, sino que fundamenta con rigor teológico la unidad de judíos y gentiles en la iglesia.

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10 2Cor. 5.20

11 Rom. 1.16

Pablo, como judío celoso de la ley, se ha encontrado cara a cara con el mensaje del Cristo Resucitado, y la ley – como espacio de pensamiento y de experiencia – ha sido un factor determinante para su comprensión de la salvación, en cuanto cristiano y en cuanto apóstol. Su pensamiento en categorías de ley, justicia, justificación, etc., nos hace reconocerle, al que en otro tiempo fue judío, y desde el punto de vista judío, nos encontramos con un apostata. Ahora en cuanto a la teología se puede, considerar que; en esto, encontramos los límites y particularidades más propias del apóstol, aunque debemos decir que influenciadas por su situación y por su época.

Regresando al camino a Damasco Pablo, como ya lo sabemos, tuvo un encuentro con el Señor, acontecimiento que no sólo cambió su vida sino hizo de él un nuevo hombre "en Cristo". A partir de ese momento empezó una vida con una visión completamente distinta, a considerar "perdida" y "basura" todo aquello que antes constituía para sí mismo lo máximo alcanzable, casi la razón de su existencia12. Definitivamente, ahora es la persona de Cristo, su máximo ideal.

Jesús se le presenta como una luz espléndida a "Saulo", y ese esplendor del resucitado lo deja ciego: se manifiesta externamente lo que encontramos en el interior, su ceguera respecto a la verdad, a la luz, que es Cristo. Y después su rotundo "si" a Cristo reabre de nuevo sus ojos, le hace ver realmente. Podemos añadir aquí que Pablo no fue transformado por un pensamiento sino por un acontecimiento. Podemos hablar que es la conversión que todos debiéramos anhelar, a la cual Lucas le da la importancia y la trascendencia que merece, posiblemente lograda, por los relatos de la comunidad de Damasco que lo acogió. La experiencia de encontrarse con Jesús resucitado, le da un giro a su vida,

no fue sencillamente una conversión, una maduración de su fe, sino que fue su muerte y resurrección para sí mismo; murió a una existencia que no tenía valor ante Dios, naciendo a una vida con Cristo Resucitado. Sólo somos cristianos si nos encontramos con Cristo, pareciera decirnos Pablo en su predicación sin palabras, que nos da a través de sus cartas.

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12 Filp.3.7-8

Como ya lo hemos dicho, el conocer a Cristo "según la carne", no es lo apropiado, ya que esto indica que sólo lo estamos conociendo a través de lo externo. Podemos haber visto a una persona muchas veces, conocer sus facciones, sus detalles del comportamiento, como habla, como se mueve, etc., sin embargo, no llegar a conocerle íntimamente. Pablo nos transmite que sólo con el corazón se puede conocer a alguien.

Pablo no piensa en Jesús como algo histórico, como una persona del pasado. Por cierto, tenemos que aceptar que conoce de la vida, las palabras, la muerte y la resurrección de Jesús, la gran particularidad del apóstol es que trata este tema como realidad del Jesús vivo. Para Pablo Jesús vive ahora, habla ahora con nosotros, y vive para nosotros.

Al adentrarnos en la cristología paulina, nos encontraremos que la Resurrección de Jesús, es el tema más importante para él. Nos hace ver que no sólo con la cruz se puede explicar la fe cristiana, el misterio se revela en que fue crucificado; pero resucitó al tercer día según las Escrituras. Este es el punto clave para Pablo, todo gira en torno a este centro de gravedad. Podríamos elaborar el siguiente pensamiento, en torno a esto: "Aquél que fue crucificado y que manifestó así el intenso amor de Dios por el ser humano, ha resucitado y vive en medio nuestro".

Nunca se contradice Pablo en cuanto a su cristología y la tradición, aun a riego de su originalidad para plantear el tema. Todos o la gran mayoría de sus argumentos parten de la tradición, y como ya lo hemos expresado, los desarrolla con una profundidad propia de quien ha conocido íntimamente al que salió a su encuentro. Pablo no se envuelve en exposiciones doctrinales, se concentra en lo esencial: hemos sido justificados, es decir convertidos en justos por Cristo, muerto y resucitado por nosotros.

Pablo nos señala que el verdadero creyente se salva profesando con la boca que Jesús es el Señor y creyendo en el corazón que Dios le resucitó de entro los muertos. Esta es la forma de insertarnos en el proceso en que el primer Adán sujeto a corrupción, se transforma en el segundo Adán celestial e incorruptible. Este es el proceso que vemos en la resurrección de Cristo, en lo que funda toda nuestra esperanza de entrar también nosotros con Cristo en los cielos.

Todo el esfuerzo que aplica, está fundado en un Cristo vivo, concreto, el Cristo, dice Pablo, "que me amó y se entregó a sí mismo por mí"13. Pablo predica la persona de Cristo, alguien que le ama, con la cual puede hablar, que escucha y responde, este es el principio para entender y encontrar nuestro camino.

Al desarrollar su cristología el apóstol, se refiere a una perspectiva sapiencial: reconocer a Jesús, la sabiduría eterna existente desde siempre, la sabiduría que desciende de lo alto y se crea un lugar entre nosotros, y así puede describir a Cristo como "fuerza y sabiduría de Dios", dice entonces que Cristo se ha convertido para nosotros en "sabiduría de origen divino, justicia y santificación y redención"14. De igual manera Pablo nos advierte que la sabiduría se puede rechazar, especialmente por los dominadores de este mundo15.

Partes: 1, 2, 3
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