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Nuevas perspectivas de la politica pública a partir del proceso de transformación y cambio

Enviado por rodolfo sifontes


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La planificación como instrumento de influencia en el desarrollo de las políticas públicas y su vinculación con los modelos de relación entre las instituciones del estado y la organización popular
  3. La comuna como espacio vital para la estructuración del nuevo modelo de gestión de política pública
  4. El acompañamiento social-político como método de reforzamiento en la construcción de nuevas conductas en los movimientos sociales como soporte y defensa de las políticas públicas
  5. Gestión municipal
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

"El concepto de gobierno de los movimientos sociales es una contradicción en sí misma, sí.

¿Y qué?

Hay que vivir la contradicción.

La salida es vivir esa contradicción.

Álvaro García Linera, La construcción del Estado

Introducción

Ante la crisis global que vive la sociedad capitalista y en consecuencia su modelo de desarrollo, los pueblos y los gobiernos de Latinoamérica han logrado levantar las banderas de un nuevo orden social y político, caracterizado o signado por las ideas ancestrales e históricas de igualdad, solidaridad, participación, igual distribución en la riqueza, disminución de la pobreza, solidaridad. Esta situación indudablemente que ha planteado una confrontación y un conjunto de reflexiones en torno a lo pertinente y adecuado de estos modelos de desarrollo sustentados en el desarrollo endógeno como alternativo de desarrollo humano. Al mismo tiempo que ha provocado una nueva manera de re-pensamiento de Latinoamérica, de la gestión gubernamental, de la participación de activa y militante de los pueblos y los movimientos sociales, pero fundamentalmente se ha generado todo un debate en torno a nuevas concepciones del estado y la construcción de las políticas públicas en función de sus nuevas realidades y escenarios.

Como quiera que sea toda esta dinámica es un proceso permanente de dinámicas transformacionales en todos los ámbitos del quehacer de los pueblos y los gobiernos latinoamericanos. Y es que esta nueva realidad de América Latina, ha alcanzado éxitos importantes en todos los ámbitos, pero fundamentalmente en lo político organizacional. Ese definitivamente es su fuerte. De allí los importantes logros y avances de los pueblos en su proceso de construcción de los nuevos estados partiendo en primer término del confeccionamiento de nuevas constituciones que permiten a estos hombres y mujeres que dirigen los destinos de los gobiernos en función de la gente y los pueblos latinoamericanos ajustar dichos modelos a las nuevas circunstancias históricas por la cual caminan.

Estas realidades sociales y políticas han logrado permear también el quehacer de las políticas públicas, logrando nuevos procesos de pensamiento y actuación, nuevos enfoques donde el centro de atención es la gente como sujetos, como ciudadanos, con inmensas capacidades de reflexión y en consecuencia de producción. Aquí juega papel importante la participación, la organización de los pueblos, de sus movimientos sociales como elementos impulsores y transformadores de las políticas públicas. Y es que ciertamente a diferencia de los viejos paradigmas, de los modelos políticos instaurados en la llamada IV República como expresión de un modelo de pensamiento que se configuró en tiempo y espacio teniendo como centro de preocupación y acción el mercado y su principal consumidor al hombre.

En el marco de este contexto es que se plantea el desarrollo de la presente monografía denominada como: "Nuevas perspectivas de la política pública a partir del proceso de transformación y cambio planteado por la revolución bolivariana y en la dinámica de transición al socialismo como plataforma socio-política".

A los efectos de alcanzar y desarrollar algunos planteamientos que fundamenten la idea fuerza-título se considera los siguientes subtítulos:

I.- La planificación como instrumento de influencia en el desarrollo de las políticas públicas y su vinculación con los modelos de relación entre las instituciones del estado y la organización popular.

II.- La comuna como espacio vital para la estructuración del nuevo modelo de gestión de política pública.

III. El acompañamiento social-político como método de reforzamiento en la construcción de nuevas conductas en los movimientos sociales como soporte y defensa de las políticas públicas.

IV.- Una gestión municipal enmarcada dentro de los esquemas de transformación y cambio social y la construcción del hombre nuevo como elemento clave en el impulso de las políticas públicas de cara a la gente.

La planificación como instrumento de influencia en el desarrollo de las políticas públicas y su vinculación con los modelos de relación entre las instituciones del estado y la organización popular

"El concepto de gobierno de los movimientos sociales es una contradicción en sí misma, sí.

¿Y qué?

Hay que vivir la contradicción.

La salida es vivir esa contradicción.

Álvaro García Linera, La Construcción del Estado

La revisión histórica de los procesos de los pueblos y sus gobiernos respectivos, ha venido dando cuenta como en sus diferentes momentos históricos ha evidenciado la implementación de las llamadas políticas públicas como responsabilidad de los dirigentes que están al frente de las instituciones del estado. América Latina como ya es sabido desde principios del siglo XX y en su proceso de modernización de sus Estados y la estructuración y adecuación de sus instituciones, han estado bajo la hegemonía de los esquemas de pensamiento y las influencias de la cultura de occidente y, fundamentalmente de los Estados Unidos de Norteamérica, como principal centro de poder e influencia en la región.

Afirma Estévez, (2006) que:

Desde esta perspectiva se puede afirmar que toda la estructura de las políticas y la gestión pública implementada por los gobiernos latinoamericanos y fundamentalmente los venezolanos, y más precisamente a partir de la instauración de la democracia representativa en 1959 fue diseñada unas por expertos de famosas trasnacionales que operaban en nuestro territorio y que eran recomendadas por y desde la casa blancas, otras fueron copiadas de modelos extranjeros que al ser aplicadas por supuesto no podían alcanzar nunca importantes saldos a favor de la gente, por cuanto las políticas públicas diseñadas y copiadas, eran y fueron diseñadas bajo la concepción del capitalismo y del principal centro de poder, el cual asume la política pública no para beneficiar de la gente, sino como una prestación de servicios, de los cuales hay que extraer la mayor cantidad de beneficios económicos posibles.(p. 11)

Esas políticas públicas en un momento determinado de nuestra historia política solía denominarse como las políticas de desarrollo, que en una etapa crucial de la etapa de diseño del proceso de planificación de un gobierno, permitían orientar su gestión, al mismo tiempo que alcanzar sus objetivos. También se asume como parte de la compleja relación que se establece entre la esfera de la política – en cuanto actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos – y la acción pública.

En la actualidad a las políticas de desarrollo se las denomina políticas públicas no estando suficientemente claras las diferencias entre ellas. Una posible explicación de esta falta de claridad es que la planificación en general y las políticas de desarrollo en particular, se enmarcan en procesos recientes y eclécticos de revalorización después de un largo período en que se planteaba que la planificación era un ejercicio estéril que sólo distraía recursos escasos y que la mejor política era aquella que no existía.

La revalorización de la planificación alcanza a todas las instituciones: gobiernos, empresas privadas, fuerzas armadas, universidades, organizaciones no gubernamentales y otras. Cada institución (pública, privada o no gubernamental) utiliza la planificación de acuerdo a sus fines, enfatizando algunas concepciones teóricas y metodológicas y utilizando algunos instrumentos y descartando otros, lo que se traduce en aplicaciones muy diversas. Revalorización de la planificación del desarrollo

No obstante ello, sea cual sea el usuario institucional, la revalorización de la planificación y de las políticas, enfatizan la concepción estratégica tanto del diseño como de la ejecución, el obligado carácter participativo de ambos subprocesos y la necesidad de asegurar la anticipación del futuro, la coordinación de las acciones y la evaluación de resultados. Debe decirse entonces que las políticas públicas han estado diseñadas bajo esquemas y modelos que no han generado acciones humanas, de transformación de la gente y su práctica, y ello tiene que ver grandemente con los modelos de planificación que se han utilizado a través del tiempo y que aun se siguen utilizando.

Considera Alcala, (2007) que:

Frente a esta realidad se hace necesaria la implementación de nuevas e innovadoras concepciones de planificación que se inserten en el corazón de las comunidades y que logre incorporar las expectativas de la gente y de sus comunidades, y ello no es posible desarrollarlo con cualquier modelo de planeo. Allí entonces es donde insurge la llamada Planificación Estratégica que permita la modernización de la gestión pública, alejada de los esquemas neoliberales y que de alguna permita entre otras cosas asumir al estado como:

– Un Estado vigilante por delegación de los ciudadanos en democracia.

– Que asuma la ideología y el proyecto que la democracia le asigna en un período determinado.

-Que se someta a probar la eficacia de sus resultados y a la representatividad de sus decisiones.

-Que tenga la capacidad de perfeccionamiento que la democracia le permite.

-Que no tenga posiciones rígidas y su preocupación constante es el equilibrio social por abolición de los extremos.

-Que sea una combinación de brújula y regulador homeostático.

– Que conduzca el cambio social hacia el norte que el colectivo social le impone.

-Que impida las tensiones y los conflictos que superen el límite de la convivencia social.

– Que oriente y evite los excesos y no produce excesos. (p. 23)

A partir de 1999 con la llegada del Presidente Hugo Chávez a la Presidencia de la República, se comienza a crear unas condiciones e el país para el cambio general. En primer término la derogación de la Constitución de la república de 1961, desarrollada de espalda a la gente y estructurada por la clase política y económica dominante para ese momento por la de 1999 resultado auténtico y genuino de la consulta al pueblo en todos sus ámbitos y clases sociales. Ese va a ser el primer síntoma de los cambios que se avizoraban en el futuro, y con ello las implicaciones que esta a la larga representarían para los movimientos sociales, que cobrarían mucha fuerza después del golpe de estado del 2002 fecha a partir de la cual comienzan a legislarse leyes que le posibilitan al movimiento popular organizarse mejor y a través del Estado empoderarse de poderes y en consecuencia de prácticas que de alguna manera comienzan a influir seriamente en la construcción de políticas públicas humanistas, solidarias y profundamente al servicio de las clases sociales más necesitadas.

De alguna manera hay que decir que las políticas públicas desarrolladas por el ejecutivo nacional y muchos de los entes gubernamentales como gobernaciones y alcaldías presentan mucho de la influencia de los viejos paradigmas, y es que hay que destacar que este proceso de transformación es lento, pero que ha ido avanzando a pesar de las contradicciones propias de un proceso tan dinámico y dialéctico como éste que lidera el Comandante Hugo Chávez y que busca encuentra la direccionalidad adecuada en el Plan nacional Simón Bolívar y de manera concreta en los dos primeros ejes: la Nueva Ética Socialista y la Suprema Felicidad Social.

En ese contexto se enmarca entonces la dinámica transformacional que por una parte le está imprimiendo las políticas desarrolladas por el Ejecutivo nacional, las Gobernaciones y Alcaldías y también empujadas por los niveles y esfuerzos de las organizaciones sociales, la cuales hay que decirlo han logrado y porque no provocado que muchos gobernantes tengan que adecuar su gestión a la dinámica de las comunidades organizadas y ello se debe principalmente a los niveles de claridad y organización de las comunidades quienes han aprendido a desarrollar proyectos puntuales que al ser presentados ante los entes del gobierno nacional regional y local logran redefinir la concepción clásica de la política pública tradicional y clásica que aun se resiste a abandonar los espacios de los entes gubernamentales.

La comuna como espacio vital para la estructuración del nuevo modelo de gestión de política pública

Una nueva geometría territorial, donde se establecerá un nuevo modelo de auto gobierno, donde predomine este nuevo sistema de comunas que tendrían como fin ir cubriendo el territorio venezolano en su totalidad convirtiendo, al viejo estado de la cuarta republica, en un nuevo estado comunal socialista.

Amadeo Rivero

La dinámica que le ha impuesto la Revolución Bolivariana al proceso de transformación y cambio, direccionado hacia la construcción de la democracia revolucionaria y hacia un estado socialista, de alguna manera se ha caracterizado en primer término por la teorización del modelo de socialismo adecuado para Venezuela.

En ello, los teóricos que trabajan al respecto tanto nacionales como amigos internacionales que respaldan el proceso político venezolano, se han paseado por la revisión de los procesos políticos que de alguna manera han estado relacionado con las ideas transformacionales del socialismo. Incluyendo a su mentor principal, el presidente Hugo Chávez, quien le ha dedicado horas de estudio, conversiones, conversatorios, entrevistas, trabajos de asesoría y consulta para ir de alguna manera estructurando las ideas y concretando las mismas, en relación a como ordenar el país, el modelo a seguir y fundamentalmente la construcciòn y desarrollo de las llamadas políticas públicos que deben levar adelante el gobierno nacional regional y local.

Plantea Brito, (2005) que:

Entre las ideas y modelos de organización social y política logra aparecer el de los Consejos Comunales y fundamentalmente la comuna. De los Consejos Comunales se asume que es una idea parecida a la de los soviets que impulso Vladimir Ilich Lenin en los inicios de la revolución socialista rusa de 1917. Dichos soviets no era otra cosa que la organización social política más pequeña del entramado socio-organizacional que buscaba entre las ideas principales otorgar el poder directo a las comunidades primarias. Que fuera ese sector de la comunidad quien lograra organizar, ordenar, desarrollar políticas puntuales para atender los problemas de dicha comunidad y apoyados profundamente por el estado y sus instituciones. (p. 45)

De dicho modelo se han hecho consideraciones importantes y logrado ensamblar la misma a la realidad cultural, política, idiosincrática del pueblo venezolano. Además de ello se ha legislado sobre ello. Todo ello ha ocurrido en una circunstancia que el gobierno presionado con las continuas políticas y agobio a la revolución Bolivariana por parte de su principal enemigo y detractor como lo es los Estados Unidos de Norteamérica y la clase política, económica, industrial-comercial trasnacional y nacional, que se han empeñado en dar al traste con este proceso transformacional que vive el país, pero que ha encontrado una fuerte resistencia por la gama de intereses foráneos de la principal potencia del mundo.

Un detalle importante de destacar es que aun en Venezuela la idea de los Consejos Comunales no ha calado del todo en el seno del movimiento popular. En la práctica de muchos de ellos, se evidencia el hecho que aun no han comprendido la magnitud y la carga ideo-política que representa El Consejo Comunal, para la consolidación de la revolución bolivariana y la consolidación del movimiento popular a partir del empoderamiento que lo posibilita el conjunto de leyes que el ejecutivo nacional ha ido construyendo en conjunto con el movimiento popular organizado, en la idea clara y precisa de que el pueblo organizado logre su consolidación y poner en práctica lo que plantea la Constitución de la república Bolivariana de Venezuela en su preámbulo que sostiene que "…el poder reside en el pueblo quien lo ejerce".

Sobre ese particular de los Consejos Comunales y las contradicciones que en su práctica ponen en evidencia el hecho que aun no están lo suficientemente organizada la gente para atenderlo, es una situación que debe ser atendida prontamente por los entes gubernamentales que exigen y requieren que estas instancias organizacionales estén debidamente conformadas en relación al deber ser de los mismos, como palanca de apoyo de las gestiones públicas desarrollada por los gobernantes. Es una tarea que ciertamente debe reconocerse que no se ha emprendido con fuerza, a pesar de las exigencias y denuncias que ha elevado el presidente Hugo Chávez en más de una de sus alocuciones en cuanto a la necesidad de la formación política ideológica de la gente, de la base como garantía única y válida para garantizar de esta propuesta de modelo social y política que se ha levantado desde 1999, pero que se ha profundizado después de la intentona de golpe de estado en 1992.

La otra idea fuerza que centra la atención de la gestión del gobierno del presidente Hugo Chávez, que se acompaña con mucha fuerza por parte de los gobiernos regionales y municipales es la relacionada con las comunas. Esta inspirada un poco en la Gran Comuna de París, como hecho social y político que logro ser liderada por bastos sectores populares y con los trabajadores al frente, que buscaban desarrollar importantes y significativos niveles de organización, como modelo político diferente a derrocado por las fuerzas populares.

La Comuna considerada en la Ley de Comunas en su artículo 5 se define en los siguientes términos:

Es un espacio socialista que, como entidad local, es definida por la integración de comunidades vecinas con una memoria histórica compartida, rasgos culturales, usos y costumbres, que se reconocen en el territorio que ocupan y en las actividades productivas que le sirven de sustento, y sobre el cual ejercen los principios de soberanía y participación protagónica como expresión del Poder Popular, en concordancia con un régimen de producción social y el modelo de desarrollo endógeno y sustentable, contemplado en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación. (p. 3)

Desde la perspectiva de la ley, La Comuna tiene como propósito fundamental la edificación del estado comunal, mediante la promoción, impulso y desarrollo de la participación protagónica y co-responsable de los ciudadanos y ciudadanas en la gestión de las políticas públicas, en la conformación y ejercicio del autogobierno por parte de las comunidades organizadas, a través de la planificación del desarrollo social y económico, la formulación de proyectos, la elaboración y ejecución presupuestaria, la administración y gestión de las competencias y servicios que conforme al proceso de descentralización, le sean transferidos, así como la construcción de un sistema de producción, distribución, intercambio y consumo de propiedad social, y la disposición de medios alternativos de justicia para la convivencia y la paz comunal, como tránsito hacia la sociedad socialista, democrática, de equidad y justicia social.

Un elemento importante de destacar en el sentido de la construcción de las comunas es que el proceso revolucionario, exige cambios, que generen un avance equitativo hacia la construcción de una nueva sociedad. El salto hacia la conformación de las Comunas, no se debe hacer, como se hizo con la conformación de los Consejos Comunales, donde una gran cantidad de estas estructuras sociales, fue promovida su conformación intereses de grupos políticos que solo lo hicieron en aras de fortalecer su cuota de poder, en este sentido la ley de los Consejos Comunales juega un papel muy importante, ya que estos que son el embrión, que pasaran a dejar de serlo, para trasformarse en una nueva estructura de Autogobierno Comunitario del Poder Popular Socialista,

Este salto hacia la construcción de las Comunas, debe conllevar obligatoriamente a darle un vuelco a la ley ante mencionada, e ir adaptándola al ritmo de la revolución bolivariana., Lo que vendría a ser la creación de una ley, que engrane a los Consejos Comunales, Comunas, Federaciones de Comunas y Confederaciones de Comunas, como una medida transitoria hacia el modelo socialista.

Desde la perspectiva de este trabajo monográfico, Las Comunas hay que asumirlas como una transición hacia el sistema socialista, por los momentos deben estar enmarcadas en los siguientes objetivos fundamentales, según el Plan Simon Bolívar que son los siguientes. Primero hay que, Planificar para darle la mayor suma de felicidad al pueblo, en el área de Educación, Salud, Seguridad Ciudadana y Economía Social para generar fuentes de trabajo.

Una planificación muy distinta a la que actualmente ejecuta un Consejo Comunal, que planifica la construcción de una cancha deportiva, la construcción de aceras, cambios de techos, la construcción de casas comunales, dotación de instrumentos musicales, estas seguirán siendo la planificación del Consejo Comunal, pero para su interno, No crean que porque se unen y forman una comuna van a tener recursos. La Comuna es otra cosa, es la planificación para construir empresas de propiedad social, que generen fuentes de trabajo, es ir planificando hasta lograr trasformar este Estado de consumista a un Estado de producción socialista, donde se logre alcanzar la Soberanía Alimentaria.

Si como miembros de los Consejos Comunales no se está estamos claro, que este objetivo es uno de los principales, entonce carecemos de una ideología socialista y no conocemos la ideología Capitalista, la cual utiliza estrategias como de producir menos alimentos, para que en el mercado se produzca una escasee y así los dueños de las empresas puedan aumentar los productos, valiéndose de la necesidad del pueblo, que debe comprarlo ha juro porque necesita comer, lo que conlleva a los altos indesees de inflación, que dan como resultado final que el poder adquisitivo de las personas caiga en un nivel tan bajo, lo cual genera la quiebra de las Empresas, que producen artículos, que son de primera necesidad, pero como son alimentos de la canasta diaria, el pueblo no los puede adquirir en el nivel de generar la estabilidad de estas empresas. Como la de los calzados (zapaterías) Fábricas de Ropas, Muebles y otros, Empresarios que se llevan los dólares, para otros países para motar empresas y seguir desangrando al pueblo. Y para finalizar le recuerdo Camaradas: para que un pueblo sea feliz, debe tener salud, seguridad ciudadana, educación, vivienda, agua potable, luz, Comida, fuente de trabajo y un Gobierno Socialista (honrado) Este es el objetivo de las Comunas, planifiquen para lograr este objetivo.

Los Consejos Comunales, como embrión de este proceso revolucionario, deben estar claros al conformar las Comunas, que una de las metas como nueva estructura socialista aparte de promover una nueva cultura de vida, donde la ética socialista debe ser la base primordial de esta nueva modalidad de convivencia ciudadana, es el salto hacia el empoderamiento del poder local y este no se logra si no estamos claros ideológicamente, con el contenido del Plan Simon Bolívar. Igualmente como se debe conocer a fondo el mencionado plan. Se debe incrementar la participación democrática, pero con sentido revolucionario, donde los encuentros de Consejos Comunales, se conviertan en el pan de cada día, encuentros para revolucionar ideas y propuestas, que conduzcan a la creación de proyectos productivos, sociales y políticos.

El acompañamiento social-político como método de reforzamiento en la construcción de nuevas conductas en los movimientos sociales como soporte y defensa de las políticas públicas

"El poder reside en el pueblo quien lo ejerce"

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1999)

La primera tarea del recién elegido Presidente Chávez pasaba por crear un nuevo contrato social que recogiera y permitiera la participación popular en la superación de los cuellos de botella del modelo neoliberal. No es extraño, pues, que el principal concepto que se repite en el texto constitucional sea el de participación, que, por vez primera, cobraba inusitada presencia en el ámbito de las fuerzas productivas, corresponsabilizando a la ciudadanía de la reinvención de un modelo económico basado en la economía social.

Juan Carlos Monedero

Prof. Universidad Filosofía y Economía Política

Universidad Complutense de Madrid y Coordinador del centro Internacional Miranda de Venezuela.

Una de las principales preocupaciones de muchos teóricos y analistas, gobernantes relacionados con el proceso revolucionario venezolano es el poco acompañamiento que tiene las organizaciones sociales, comunitarias, profesionales para la consolidación de la democracia socialista. Ciertamente la calle esta llena de gente que levanta las banderas del cambio, de la revolución, del socialismo, pero aun se encuentran muchas situaciones de falta de acompañamiento, de falta de respuestas de muchas instancias del gobierno, nacional, regional y local para con los esfuerzos que hace la gente en sus pretensiones de impulsar la dinámica de transformación y cambio que le imprime el Presidente Hugo Chávez

Acuñar esta afirmación podría parecer una contradicción, pero es que el mismo Presidente Chávez lo afirma y lo denuncia, exige a cada instante más acompañamiento a la gente, ayuda para elevar los niveles de organización, colaboración máxima para que estos eleven sus niveles de conciencia, apoyo para el proceso exigido de la formación de los cuadros políticos, que al parecer se le tiene miedo, porque se sabe que cuando al pueblo se les nutre en conciencia, los círculos de poder levantados alrededor de los centros de poder, ven sus fortalezas menguadas, debilitadas porque precisamente el pueblo, las organizaciones populares podrían entonces abrir sus propios caminos, caminar con sus propios pies sin que nadie les venga a servir de brújula. Porque estarían éstos de ayudar ostensiblemente a los gobernantes a desarrollar políticas públicas encaminadas por los senderas del socialismo, de la humanidad y fortalecidas, ancladas en la fortaleza que da el saberse formado en lo ideo-político.

En este sentido se trata de desarrollar políticas de acompañamiento a la gente, de ayudarlos a crecer en todos sus espacios, pero fundamentalmente en el terreno de las ideas, de la conciencia, porque es esta la que le da fuerza a los procesos políticos. La historia ha demostrado que muchos procesos que han propugnado transformación y cambio a partir de las ideas revolucionarias han sucumbido fácilmente precisamente porque el pueblo no estaba consciente de la significación e importancia y de los alcances de dicho modelo tanto para ellos como pueblo como para la humanidad.

Estévez, (2006) plantea:

Nicaragua de la década de los años 70, la nicaragua liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional frente a la dictadura de los Somoza es el mejor ejemplo de la caída de una propuesta de liberación, que el pueblo la acompañó pero que antes las condiciones planteadas por la contrarrevolución y por la debilidad de la mayoría del pueblo pobre en el terreno de lo ideo política resultó derrotada en comicios donde gana la derecha apoyada por Ronald Reagan y Como presidente saldría electa Violeta Chamorro peón del imperio. Igual situación se puede evidenciar en las propuestas revolucionarias desarrolladas también en América central en la década de los 70 en los movimientos militares y sociales de El salvador, Guatemala y Honduras resultaron derrotadas por las debilidades ideo políticas del pueblo. (p. 25).

En Venezuela llama la atención como algunas zonas se han perdido no por la calidad de la derecha y de sus dirigentes, sino por las debilidades de los sectores revolucionarios, quienes llenos de contradicciones y debilidades en lo teórico conceptual después de haber ejercido el gobierno como en el caso de Nueva Esparta; Carabobo, Táchira, Miranda se ha perdido toda posibilidad de recuperarlo para conducir gobiernos revolucionarios altamente cualificados y de una profunda sensibilidad por el pueblo. Allí se coloca en evidencia por ejemplo las debilidades en lo formativo, en la siembra de la conciencia, en las gestiones llenas y marcadas de errores y de abandono significativo por el desarrollo de políticas a favor del pueblo.

Sostiene Córcega, (2006) que:

En este sentido es importante desarrollar los llamados acompañamientos, al pueblo venezolano a pesar de que ha avanzado un largo trecho, un largo camino, aun le falta. Y el camino se hace altamente escabroso, a sabiendas que el enemigo, que el imperialismo, que las trasnacionales, que las fuerzas contrarrevolucionarias desarrollan sus políticas en contra y cuentan aun con mucha fuerza y poder económico, al mismo tiempo que ayuda a ello las debilidades de nuestras políticas eradas y equivocadas muchas de ellas en la gestión pública, pero también en una de alto tenor como lo es el acompañamiento en los ámbitos sociales y en lo formativo, en político ideológico. (p. 32)

Ejemplo de lo que se debe hacer es la revolución cubana, que sin recursos económicos fundamentales, cercada, bloqueada, desconectada y desarticulada del resto del continente ha logrado mantenerse por más de 50 años y ello se debe a los altos niveles de conciencia del pueblo, que a pesar de esas circunstancias y del bombardeo mediático constante ha logrado sobreponerse y vencer todos los esfuerzos llevados adelante por el imperialismo norteamericano por derrotar el sueño de marti, Bolívar y Fidel.

Finalmente en vejezuela se debe y tiene que hacer, se está obligado por la historia y la gente de profundizar la gestión pública revolucionaria, pero para ello acompañare el pueblo en la solución de sus necesidad y dotarlos de herramientas fundamentales que le permitan profundizar sus niveles de conciencia.

Gestión municipal

Una gestión municipal enmarcada dentro de los esquemas de transformación y cambio social y la construcción del hombre nuevo como elemento clave en el impulso de las políticas públicas de cara a la gente.

"Decir la verdad, simplemente decirla, es un primer buen paso importante para la gestión de los gobiernos revolucionarios"

Fidel Castro Ruz, 1962

"El hombre nuevo está más allá del hombre normal. El hombre nuevo está más allá del cansancio de las piernas… El hombre nuevo está más allá del cansancio de los pulmones, más allá del hambre, más allá de la lluvia, más allá de los zancudos, más allá de la soledad. El hombre nuevo; el hombre que da más a los hombres que lo que el hombre normal puede dar a los hombres."

La montaña es algo más que una inmensa estepa verde.

Omar Cabezas

Pensar en una gestión pública que esté signada por su direccionalidad para la gente, necesariamente requiere y exige de la participación de la misma en su construcción. Mal podría decirse que una gestión pública sea popular, si en su proceso, en su dinámica, en su articulación el pueblo no se encuentra por ninguna parte. Ni siquiera cuando se asume que las políticas van dirigidas a ella.

Una mirada a nuestro pasado político inmediato, permite precisar eso que se ha denunciado la existencia de los autollamados, gobiernos del pueblo y para el pueblo pero sin pueblo alguno que los respalde. Un ejemplo de ello fue la Constitución de 1961 en Venezuela, pensada para direccionar al país, para ser aplicada al pueblo, pero sin que nunca se consultada a la gente. Eso es una seria contradicción. Y es que estamos en el mar de las contradicciones. La dinámica actual que caracteriza a los pueblos y fundamentalmente a los latinoamericanos es que la participación activa de la gente es fundamental, a la hora de la instauración de los nuevos gobiernos, la construcción de las políticas públicas y su pertinente desarrollo. En este sentido se hace necesario la existencia y presencia de los movimientos sociales es inevitable.

Al respecto de las gestiones municipales Cabrales, (2006) hace la siguiente consideración:

Una gestión municipal que apunte a desarrollar mediante la descentralización, una creciente participación de la ciudadanía tiene planteado un gran desafío. Deberá responder a algunos aspectos básicos implícitos en la cultura ciudadana, a la vez que desde ella impulsar y desarrollar una nueva cultura de la participación. (p. 32).

Con relación a lo planteado en la anterior cita, se puede decir que desde esa construcción de una nueva cultura de la participación, es que se debe concebir un proceso siga trascendiendo y profundizando formas que las normas constitucionales habilitan mediante la conformación de nuevos espacios para la participación como los consejos comunales y las comunas. La gestión municipal en este sentido que se plantee llevar adelante deberá en este sentido tener en cuenta a la participación como un componente fundamental de un proceso de transformación a partir del cual se deberán instrumentar formas de acción política orientadas por un lado a atender los problemas de la comunidades, y por otro a capacitar y entregar poder a la población. Es desde esos dos mecanismos adecuadamente articulados que se logrará un verdadero fortalecimiento y desarrollo de formas de organización de la sociedad civil.

Una gestión municipal que tenga la capacidad de potenciar y de crear mecanismos en el que el ciudadano participe tanto en el proceso de toma de decisiones, en la implementación y aplicación de las políticas que lo afecten, deberá ser el norte a seguir por la gestión municipal. No se trata simplemente de cumplir con el mandato constitucional, sino de cumplirle a la gente, de creer en la gente, de incluirlos de manera activa en dicho proceso de consolidación de un gran movimiento social formado sólidamente en la idea de la participación como mecanismo fuerza que permita respaldar la gestión de cualquiera gestión municipal que identificadas con la gente lleve adelante políticas públicas centradas en el bienestar del hombre en colectivo.

Beltrán, (2006) plantea que:

También es importante también considerar la instrumentación de otras formas complementarias de participación ciudadana más efectiva y real a partir de los cuales el gobierno municipal se vincule directamente con la sociedad, a las comunidades, a los consejos comunales, a las comunales, a los colectivos sociales organizados, ganando en credibilidad, en una mayor satisfacción de los reclamos de la población y sobre todo en una ubicación distinta del conflicto instalado entre el  ciudadano-contribuyente y la administración del gobierno municipal. . (p. 21).

A propósito de la participación de la gente, de las comunidades, de los colectivos sociales organizados es altamente importante considerar la formación del hombre nuevo, planteada por Marx, Ernesto Guevara y ahora con mucha insistencia el presidente Hugo Chávez. Y es que en esta concepción del hombre que se plantea en el proceso revolucionario venezolano se asume desde la siguiente perspectiva.

Martinet, (2006) considera que:

El hombre del devenir histórico deberá asumirse como un individuo distinto, con una visión de justicia y hermandad, dispuesto incluso, a asumir el liderazgo de países pobres, para liberarlos del sometimiento eterno que ejercían los poderosos. Al hombre nuevo, los grupos que dominan, junto a las potencias que controlaban el mundo de injusticia, les llamarían locos e irrespetuosos de las leyes impuestas, oponiéndose a su liderazgo y a los cambios que se darían debido al despertar de la conciencia. (p. 34).

En función del hombre nuevo y del planteamiento desarrollado en la cita de André Martinet, es importante destacar que ciertamente el proceso revolucionario venezolano se debate en el mar de contradicciones, toda vez que los planteamientos de transformación y cambio en las estructuras del estado quizás se estén logrando, pero en el hombre marcha muy lento, muy despacio, y ello repercute y atenta con el mismo proceso. Y ello tiene que ver con la posibilidad de que el hombre nuevo se convierte en puntal, fuerza y palanca de la dinámica de las gestiones municipales. En este sentido los gobiernos tienen que contar con la fuerza del pueblo. Y ella no solo se logra por el desarrollo de obras. Se logra fundamental con la siembra de conciencia y la creación del hombre nuevo.

Al respecto de este hombre el comandante Guevara, (1969) lo define en los siguientes términos: "La Revolución no es únicamente una transformación de las estructuras sociales, de las instituciones del régimen; es además una profunda y radical transformación de los hombres, de su conciencia, costumbres, valores y hábitos, de sus relaciones sociales" (p. 32).

Una Revolución sólo es auténtica cuando es capaz de crear un "Hombre Nuevo" y este, para Guevara vendrá a ser el hombre en el siglo XXI, un completo revolucionario que debe trabajar todas las horas de su vida; debe sentir la revolución por la cual esas horas de trabajo no serán ningún sacrificio, ya que está implementando todo su tiempo en una lucha por el bienestar social; si esta actividad es lo que verdaderamente complace al individuo, entonces, inmediatamente deja de tener el calificativo de "sacrificio". Esto debe ser una cualidad fundamental en el Revolucionario, sentir la misma -revolución- como tal, para trabajar con esmero.

Pero no todo es tan simple, como en todo existe también su lado oscuro, la parte más dura de ser un revolucionario es que se deben definir de manera precisa los sentimientos, ya que todo revolucionario debe estar impulsado por grandes cantidades de amor aunado a un gran espíritu apasionado; para así realizar un caudal de acciones y hechos concretos orientados hacia un solo objetivo, lograr mejoras en el ambiente social. Estas dos condiciones o cualidades para ser revolucionario deben estar respaldadas por un factor fundamental que tiene que estar presente en la actitud de dicho individuo, y viene siendo la vigencia de una mente fría y calculadora que ayudará, sin duda alguna, a tomar decisiones dolorosas que no permitan ni siquiera la contracción de un músculo.

Conclusiones

A propósito del desarrollo del presente trabajo monográfico denominado: "Nuevas perspectivas de la política pública a partir del proceso de transformación y cambio planteado por la revolución bolivariana y en la dinámica de transición al socialismo como plataforma socio-política" se desarrollaron cuatro planteamientos a manera de títulos que desarrollados arrojaron de manera articulada un entramado de consideraciones de las cuales se extraen las siguientes conclusiones.

1.- Ciertamente en el marco del proceso de transformación y cambio que vive el país la planificación juega un papel importante en la dinámica transformacional que lleva adelante el gobierno del Presidente Hugo Chávez, al mismo tiempo que direcciona la construcción de las políticas públicas. Y es que a partir de la planificación, en su proceso de vinculación con la realidad, logra diagnosticarla y pensar al mismo tiempo el ensamblaje de políticas públicas direccionadas a alcanzar las mejoras sociales que las comunidades y la gente requieren.

2.- No es posible pensar en una política pública al margen de la planificación y mucho menos desvinculada de los procesos de relacionamiento entre las instituciones gubernamentales y la organización popular.

3.- El proceso político, dinámico. Dialéctico que caracteriza a Venezuela en los actuales momentos no permite la improvisación y los errores. En función de ello es que se ha sostenido este proceso en el desarrollo de un modelo de planificación que recrea los aspectos trascendentes de la Planificación Estratégica desarrollada adelante por el chileno Carlos Mattus.

4.- En la dinámica de consolidación del proceso revolucionario y el impulso de las políticas luce por demás de importante los procesos de relaciones que se plantean entre el estado y las organizaciones populares, donde la intervención de la gente es fundamental para que la política pública sea pensada y desarrollada bajos los principios de humanidad.

Partes: 1, 2
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