- Contraportada
- Resumen
- Introducción
- Nociones de farmacología homeopática
- Conservación de los medicamentos homeopáticos
- Nosodes
- Mastitis
- Bibliografía
Contraportada
La homeopatía sistema médico, creado por Hahnemann, se basa en la Ley de la Semejanza, la cual plantea que para curar un individuo enfermo se debe utilizar una sustancia que en un individuo sano haya sido capaz de producir un cuadro sintomático similar al que se desea tratar no es una medicina alternativa, ni complementaria, ya que siendo un sistema médico estudiado, investigado y aplicado por más de 200 años, goza de una doctrina propia y probada ampliamente.
En la actualidad diferentes especialistas han corroborado que la homeopatía veterinaria se preocupa del control de enfermedades y el desarrollo de anabólicos o promotores del crecimiento en la ganadería comercial de aves y cerdos-.Se plantea que en diferentes especies animales el tratamiento homeopático es capaz de curar sin dejar secuelas, también de hacer profilaxis, de incrementar la resistencia orgánica y de modificar el terreno proclive a diferentes enfermedades, además de favorecer la productividad.ErnestRucker, discípulo de Hahnemann, es el que inicia formalmente el empleo de la homeopatía en la medicina veterinaria. Desde entonces múltiples veterinarios homeopáticos aportan sus conocimientos en aras del desarrollo de esta ciencia en Europa y América.
Palabras claves: homeopatía en animales. Tratamientos homeopáticos.
La homeopatía no es una medicina alternativa, ni complementaria, ya que siendo un sistema médico estudiado, investigado y aplicado por más de 200 años, goza de una doctrina propia y probada ampliamente. Es considerada medicina oficializada en Inglaterra, Francia, España, Cuba y muchos países de todo el mundo, que inclusive cuentan con hospitales exclusivamente homeopáticos (Cass y Chein, 1999).
Este sistema médico, creado por Hahnemann, se basa en la Ley de la Semejanza, la cual plantea que para curar un individuo enfermo se debe utilizar una sustancia que en un individuo sano haya sido capaz de producir un cuadro sintomático similar al que se desea tratar (Brand, 1994; Guajardo, 1994 y Ancarola, 1996).
Es una disciplina médica la cual tiene su énfasis primario en la terapia, siendo un sistema de bajo costo que emplea exclusivamente drogas no tóxicas. Esta puede ser usada tanto para tratar casos agudos como crónicos, pero su magnífica contribución recae en su exitoso tratamiento para enfermedades crónicas, las cuales se han tornado difíciles de manejar por los métodos ortodoxos (Hunter, 1996 y Robinson, 1996 ). Existe un importante fundamento que diferencia la homeopatía del resto de las terapéuticas, y es que ella trata enfermos y no enfermedades, de ahí la decisiva importancia de la individualización (Muratas, 1990 y Edwards, 1995).
La homeopatía es una forma de curar, ya que no es el medicamento homeopático el que cura sino que quien se cura es el enfermo, bajo el estímulo del remedio, el cual pone en marcha los propios mecanismos de curación del individuo, condicionado solo por la vitalidad del enfermo, es decir, el medicamento homeopático funciona como estimulador orgánico, que no actúa en órganos aislados, ni tiene igual manifestación o respuesta en todos los individuos (Silva, 1994). Toma al individuo enfermo y trata sus disturbios en los planos físico, emocional y mental al mismo tiempo. Esta logra devolver el equilibrio perdido del individuo enfermo en los tres niveles, a través del estímulo y refuerzo de su mecanismo de defensa (sistema autoinmune, sistema reticuloendotelial, sistema hormonal, sistema simpático-parasimpático y el mecanismo psicológico que responde al stress) (Vithoukas, 1989).
En 1798, Hahnemann plantea: "Si la Ley de Medicina se reconoce y proclama como real, verdadera y natural, ella deberá encontrar su aplicación de la homeopatía en los animales", al aplicar esta terapéutica a su propio caballo (Sánchez, 1994).
Esta medicina comenzó por practicarse en seres humanos y luego se introdujo en la medicina veterinaria lográndose resultados alentadores en todas las especies animales que han sido objeto de investigación (Landeros, 1996 y Lenderman, 1996).
Silva (1994), plantea que en diferentes especies animales el tratamiento homeopático es capaz de curar sin dejar secuelas, también de hacer profilaxis, de incrementar la resistencia orgánica y de modificar el terreno proclive a diferentes enfermedades, además de favorecer la productividad.
ErnestRucker, discípulo de Hahnemann, es el que inicia formalmente el empleo de la homeopatía en la medicina veterinaria. Desde entonces múltiples veterinarios homeopáticos aportan sus conocimientos en aras del desarrollo de esta ciencia en Europa y América (Silva, 1994).
En la actualidad Pecker (1990) y Torrijos (1993), corroboran que la homeopatía veterinaria se preocupa del control de enfermedades y el desarrollo de anabólicos o promotores del crecimiento en la ganadería comercial de aves y cerdos, lo cual se reporta en la experiencia de Briones (1987) y Morfin y Camacho (1990).
Nociones de farmacología homeopática
Este es el punto más controvertido para su entendimiento, y además, para su aceptación por los médicos de otras especialidades, pues el medicamento que parte de fuentes naturales (vegetales, animales o minerales), o de productos patológicos (pus, flujos, bacterias, cálculos, etc.), debe cumplir 2 requisitos importantes, que son: las diluciones repetidas a que es sometido llegando a concentraciones inferiores a 10, que supera el número de Avogadro y, por lo tanto, no hay molécula cuantificable, y la dimanización, que son agitaciones violentas que se le imprimen al medicamento. Los avances de la física, la matemática, la bio-cibernética, la bioquímica y otras ciencias, no llegan aún a cubrir todas la dudas que hay sobre este tema, pero la realidad es una: los medicamentos curan, alivian o modifican la enfermedad (Riverón, 1997).
A pesar de que en 1839 se conocía la utilización de la medicina homeopática en Cuba, y que alcanzó un excelente desarrollo, su uso fue casi abandonado en la segunda mitad del siglo XIX por diversas causas; no obstante, ha tomado auge en los últimos años en el campo de la medicina humana y de la veterinaria. Como una contribución al desarrollo de esta disciplina en Cuba se ofrece un inventario de especies vegetales empleadas en la preparación de medicamentos homeopáticos, nativas o exóticas que son cultivables en la isla. Este presenta 96 especies, agrupadas en 91 géneros de 47 familias. Todas las especies incluidas poseen referencias de usos medicinales en la medicina alopática y 20 de ellas poseen alguna referencia de toxicidad (Fuentes, 1996).
Las cepas de origen vegetal proceden de plantas enteras, hojas, ramas, corteza, raíces, frutas, recogidas en su hábitat natural. El empleo de plantas secas o cultivadas es excepcional, solo cuando las plantas silvestres que se requieren corren peligro de extinción. Las cepas de origen animal proceden de animal entero, partes, órganos o secreciones de estos. En las cepas de origen mineral la materia prima coincide con el producto base, aunque también pueden ser productos o mezclas obtenidas de la sustancia base (Fernández, 1998).
Este autor plantea que la preparación de los medicamentos involucra el conocimiento de: :
1. Drogas, origen, recolección, composición.
2. Manual operativo de las preparaciones oficiales, tinturas madres, soluciones.
Origen de los medicamentos.
Reino vegetal:
Productos derivados de plantas: Plantas enteras o partes de ellas, frescas o secas.
Fisiológicos (sarcodes), líquidos o sólidos.
Alcaloides.
Glucosa.
Resinas.
Gomo-resinas.
Mucílagos. Patológicos (nosodes)
A partir de ellas se obtiene la TINTURA MADRE (TM). La T.M. tiene fecha de caducidad de 5 años.
TINTURA MADRE (1/10):
1.- Recolección
2.- Selección
3.- Determinación de la humedad
4.- Maceración alcohólica (se emplea alcohol de 70º) 5.- Decantación
6.- Expresión
7.- Mezcla
8.- Reposo
9.- Filtración
10.- Conservación Reino animal:
Productos derivados de animales: Animales enteros, vivos, muertos, o parte de ellos frescos o secos.
Fisiológicos (sarcodes): Secreciones de animales sanos. Ejemplo: calcárea, buffo, sepia, etc.
Patológicos (nosodes): Bacterias o sus toxinas, órganos enfermos o sus secreciones. Ejemplo: tuberculina, sifilina, etc.
Organoterápicos (hormonas): Organo fresco o seco o sus secreciones. Ejemplo: tiroides, tiroxina, ovario, etc.
Autoisoterápicos (autovacuna): Producto fisiológico o patológico de un enfermo, para curar su misma enfermedad.
Reino mineral:
Productos naturales o de la industria Químico-Farmacéutica.
Origen natural (purificados o no). Ejemplo: metales y metaloides.
Origen industrial (naturales o sintéticos). Ejemplo: sales inorgánicas, orgánicas, vitaminas, hormonas.
Preparaciones exclusivamente homeopáticas. Ejemplo: Heparsulfur, Causticum, Mercuriussolubilis.
Diluciones y dinamizaciones
Como se ha dicho, uno de los principios de la Homeopatía es la ley de la dosis mínima o infinitesimal. Hahnemman, que también era químico, determinó con precisión las operaciones a efectuar, poniendo en evidencia un elemento fundamental: la dinamización. Consiste en aplicar tras cada dilución un número preciso de agitaciones o sucuciones. Si la sustancia está diluida en excipientes sólidos, esta dinamización se realiza mediante la trituración en un mortero.
Partiendo de la tintura madre, que se obtiene por maceración de la sustancia en alcohol, se van realizando las distintas diluciones mediante operaciones sucesivas en la proporción centesimal o decimal. Normalmente se usan las diluciones 5, 7, 9, 15 y 30, tanto decimal, como centecimal, si bien en casos concretos y por prescripción veterinaria estas pueden variar hasta la 200 o, incluso, 1 000 (Fernández, 1998).
El principio de la dosis mínima, es el que ha provocado tantas críticas a la medicina homeopática, ya que para algunas personas es difícil entender cómo una cantidad tan pequeña de medicina puede tener efecto alguno en el organismo. A este respecto podemos decir lo siguiente: no todas las medicinas son prescritas en dosis infinitesimales, y las que así se prescriben, es por su eficacia que tanto clínica, como experimentalmente ha sido comprobada a lo largo de los años (Flores y Flores, 1999).
Para restablecer el equilibrio perdido del organismo hay 2 soluciones:
1. Se emplean fuerzas susceptibles de combatir al invasor indeseable y los síntomas molestos que provoca (este es uno de los principios de la alopatía: Antibióticos, Antidepresivos, Antiespasmódicos, etc.)
2. Se estimulan las defensas naturales para hacerlas más eficaces. Este es el mecanismo de la Homeopatía (Anónimo,2000).
Las dinamodiluciones altas son las que usamos para pacientes con una totalidad sintomática en la que predominan los síntomas mentales. Las bajas se usan en casos agudos, para tratar síntomas locales o físicos, ejemplo: fiebre. A medida que se diluye más el remedio es de acción más potente. Y sabemos que más allá de la dinamodilución 12, se supera el número de Avogadro por lo cual no habría más sustancia original pasando a ser el preparado 100% energía. Preparar un medicamento exige una serie de cuidados y pasos artesanales y solo las farmacias especializadas en la técnica homeopática podrán garantizar un medicamento 100% efectivo. Este es un detalle que conviene tener en cuenta, a tal punto que es uno de los primeros puntos que consideramos en aquellos casos en que el paciente vuelve a la consulta con poco y nada del resultado esperado (Pereira, 2000).
Guillén (1994), afirma que las formas farmacéuticas utilizadas en Homeopatía no difieren sustancialmente de las ya conocidas en la medicina alopática. Existen dos formas cuyo uso puede considerarse específico del remedio homeopático: el tubo de gránulos y el de glóbulos. Su vía de administración es la sublingual.
Formas farmacéuticas
1. Tubo de gránulos: son pequeñas esferas constituidas por lactosa y sacarosa en proporción 15 % y 85 % con una masa de 50 mg. El tubo contiene 80 gránulos con un peso total de 4 g.
2. Tubo de glóbulos o tubo dosis: son también esferas constituidas por lactosa y sacarosa y su masa es de 5 mg (10 veces menor que el gránulo), contiene unos 200 glóbulos y pesa 1 g. Se llama también tubo dosis porque toma el contenido una sola vez, dejándolo absorber debajo de la lengua.
3. Comprimidos: son de lactosa y sacarosa con una masa de 100 mg.
4. Gotas: se utiliza alcohol de 30 a 60 grados. Además mezcla de glicerina, alcohol y agua.
5. Ampollas bebibles: son ampollas de 1 ó 2 mL con alcohol del 15 %.
6. Polvos: se utiliza para sustancias insolubles en diluciones hasta la 3 C. El excipiente es lactosa.
7. Supositorios: la dilución homeopática preparada en alcohol 30 v/v se añade al excipiente en razón de 0,25 g para un supositorio de 2 g. El excipiente suele ser glicérido semi-sintético con manteca de cacao.
8. Pomadas: las diluciones son incorporadas en el excipiente (vaselina o vasolanolina) en proporción del 4 %.
Vehículos
El vehículo es muy importante porque llega a formar parte integral de los medicamentos. No puede usarse cualquier vehículo, ya que la experimentación homeopática ha sido practicada con alcohol o trituraciones con azúcar de leche (Suárez, 1989).
Según Hahnemman en algunos casos la potencia curativa está en estado latente, es preciso despertarla; esa activación o desarrollo por una casi destrucción de la materia primitiva se practica con ayuda del vehículo lactosa en trituración y alcohol en dinamización que reciben la virtud medicinal de las sustancias exaltadas en su desarrollo y la transmiten al organismo (Martínez, 1990).
Los vehículos más usados en Homeopatía son: Agua destilada.
Alcohol en diferentes grados. Glicerina.
Azúcar de leche. Glóbulos sacarínicos. Tabletas de lactosa.
Farmacopea
Las farmacopeas son formularios oficiales conteniendo las preparaciones que puede expender el farmacéutico. El medicamento homeopático debe ser preparado siempre idénticamente al que se usó para la experiencia patogénica, vale decir, que solo puede haber una fórmula de preparación a pesar de lo cual no todas las farmacopeas establecen reglas exactamente iguales para las preparaciones (Barros, 1992).
En la Homeopatía lo más importante es poner en contacto al paciente con el remedio. En teoría bastaría solo un gránulo o glóbulo para conseguirlo. Sin embargo, siempre se prescribe un número mayor para asegurarnos que es eficaz, pero no debemos olvidar que el medicamento homeopático actúa a un nivel exclusivamente cualitativo y por tanto la cantidad de dosis no tiene importancia (Schwabe, 1995).
La posología vendrá con el nivel tóxico de la enfermedad, es decir, de su carácter agudo o crónico (Almunia et al., 1998).
Diluciones más utilizadas.
Centecimal( C ) 1/100.
Decimal ( X, D ) 1/10.
Dosis bajas- TM hasta la 6 CH.
Actúan sobre los órganos y su acción es corta.
Dosis medianas- 6 CH hasta la 30 CH.
Actúan sobre regiones anatómicas o sistemas con efecto medio.
Dosis altas- 200 CH – 1000 CH y mayores.
Actúan sobre la esfera mental, el sistema nervioso y el total de la economía con efectos prolongados (una dosis cada 15 días o más).
La dilución efectuada según el método Hahnemanniano se realiza mediante operaciones sucesivas de repartición de la fuente en un vehículo bien al 1/100 (centecimal) o bien al 1/10 (decimales).
El número de manipulaciones establece el nivel de dilución. La dilución conduce a la obtención de preparaciones líquidas llamadas "diluciones" o de preparaciones sólidas llamadas "trituraciones" (Abecassis et al., 1984). Para denominar estas preparaciones, utilizamos las siguientes abreviaturas:
Diluciones o trituraciones decimal: D o X. Diluciones o trituraciones centecimal: C.
En cualquiera de los casos según sea el método farmacéutico empleado aparecerá después de la letra D, X o C, las letras H, F o K, que significan:
H- por el método Hahnemanniano (manual). F- fluxión continua (mecánico).
K- por el método de Korsakov (mecánico).
Conservación de los medicamentos homeopáticos
Según Martínez (1990), los medicamentos homeopáticos necesitan un mínimo cuidado para su manejo, márgenes de temperatura normales, protección de la luz solar, apartados de sustancias que desprendan olores fuertes, perfumes, alcanfor; mantener bien cerrado el frasco, no manosear la medicina y no devolver al frasco los medicamentos no usados.
Los medicamentos homeopáticos, como regla general, al igual que los ortodoxos, solo deberán tomarse cuando son necesarios y dejarse cuando dejan de serlos.
Se deben administrar luego de transcurrir 30 minutos de la alimentación o 20 minutos antes de la misma.
Deben ser guardados en un sitio fresco y oscuro, lejos de los alimentos y otros productos de olor fuerte, asegurarse de que la tapa no esté deteriorada (Lockie y Geldir, 1995).
La conservación del efecto terapéutico es en general indefinido, sobre requiere una serie de precauciones indispensables de preparación, un adecuado almacenamiento, cuidadosa manipulación y evitar contaminaciones. En el manual de Normas Técnicas de Farmacia Homeopática (1997), se refieren a las causas que atribuyen o impiden la conservación:
Fermentación (le sucede a aquellas con grado alcohólico inferior a 60 grados).
Evaporación (se hace acuoso el preparado, no pierde su acción, pero no puede usarse para embeber glóbulos, tabletas y papelillos) Sería más crítico en diluciones muy bajas
Humedad (entre tapa y boca del frasco, puede propiciar desarrollo de hongos).
Tapa de corcho (con el uso continuo en un mismo frasco, puede alterar la dilución).
Calor (método más seguro para destruir una dinamización, 40 grados y más).
Campos magnéticos (evitar la aproximación a bocinas de radio y tv, u otros medios que transmitan esta energía).
Aromas (tanto agradables [perfumes u otros], como desagradables) .
Luz (evitar la luz del sol, directa o indirecta y todo tipo de luz por exposiciones prolongadas).
No cambiar medicamento del frasco original.
No tocar tabletas con las manos, ni la boca del frasco.
El advenimiento de la teoría de Hahnemann del miasma causó gran interés en las enfermedades crónicas y sus remedios anti-miasmáticos. Uno de las consecuencias directas de la publicación de Las Enfermedades Crónicas era el desarrollo del uso de organismos miasmaticos como remedios homeopáticos. Los experimentos más tempranos con nosodes fueron llevados a cabo por ConstantineHering. Después de que Hahnemann publicó su teoría de la enfermedad crónica, Hering originó el método de usar a un agente del miasma como una base para un remedio y fue él quién acuñó el término "nosodes" (Little, 1999).
La palabra griega Nosos es un prefijo que se agrega para dar la idea de una enfermedad que indica su raíz mórbida. Este término también se conecta con la palabra latina "noxa", la raíz del término nocivo o dañado. Esto implica el uso de materiales nocivos potencialmente peligrosos como una base para un remedio homeopático (Little, 1999 y Callejo, 2000).
Los nosodes son medicamentos homeopáticos que se preparan a partir de productos de origen microbiano, no definidos químicamente, de secreciones o excreciones patológicas, de tejidos animales y vegetales, y de alergenos (Briones, 1996). Los nosodes por lo tanto son fármacos preparados de acuerdo a la metodología homeopática; es decir, de una secreción patológica diluida y dinamizada en forma progresiva. Los componentes de los nosodes pueden ser componentes corporales, productos metabólicos de personas o de animales vivos o componentes de micro-organismos que ya no son infecciosos, puesto que éstos micro-organismos deben haber sido esterilizados, donde contendrá la información de la proteína del micro-organismo mas no su patogenicidad. Si son componentes microbianos, los nosodes deben ser preparados a partir de cultivos bacteriológicos puros; se debe tener en cuenta y preparar en el laboratorio la cepa para garantizar que es una determinada bacteria y no existe contaminación con otras bacterias (O ´Byrne, 2003).
Para Briones (1996), los nosodes, según su origen, se dividen en:
a) Nosodes complejos: son aquellos que se preparan a partir de secreciones o excreciones patológicas, generalmente de enfermedades infecciosas. Es el caso de Hidrophobinun, que se obtiene de la saliva de un perro rabioso, el Bacillinum, el Psorinum, el Syphylinum y el Medorrhinum, por mencionar los más conocidos.
b) Nosodes simples: se originan en cultivos microbianos o virales puros, obtenidos en laboratorios. Pertenecen a este grupo el Staphylococcinum, el Influenzinum, el Distemperinum, y la mayoría de los nosodes que se comenzaron a utilizar en el presente siglo.
c) Nosodesorganoterápicos: se preparan de tejidos animales, en la mayoría de los casos patológicos, siendo los más conocidos los nosodes del cáncer y el Pyrogenium, preparado de músculo de bovino putrefacto.
Hering, es responsable de agregar siete (7) nuevas categorías de remedios a la materia médica homeopática. Al mismo tiempo, él era uno de los verdaderos defensores de las cuatro reglas cardinales de homeopatía, lo similar cura lo similar, el remedio único, la dosis mínima y el remedio dinamizado (Dudgeon y Jain, 1997).
1. El uso de venenos tomado de los insectos, serpientes, y otra criatura venenosa (venenos animales).
2. El uso de remedios hecho de los miasmas (Nosodes).
3. La introducción del miasma y las secreciones mórbidas dinamizadas, tomada directamente del cuerpo del paciente (Automóvil-nosodes).
4. El uso de órganos homólogos, tejido y secreciones (Sarcodes).
5. El uso de nosodes para la prevención de enfermedades infecciosas (NosodeHomeoprofilaxis)
6. El uso de químico y los elementos nutritivos innato al organismo humano (Químico y las relaciones elementales)
7. El uso de género epidémico de los remedios como curativo y preventivo para los individuos, grupos, y poblaciones.
Hering continuó experimentando con nosodes de miasmas agudo y crónico. Él recomendó el uso de dinamizaciones de los excrementos acuosos de cólera, el vómito negro de fiebre amarilla, el uso del material de la leucorrea, etc. (Dudgeon y Jain, 1997).
En diciembre de 1831, Lux sugiere para el tratamiento de la peste bovina y el antrax, preparar una dinamización 30 CH con una gota de sangre de un antrax del animal enfermo y una gota del moco nasal de una vaca con peste; durante la epidemia en 1832 muchos veterinarios confiaron en el uso complementario de los nosodes para tratar los animales bajo su cuidado (Little, 1999).
En realidad tanto nosodes como sarcodes constituyen grupos de remedios con patogenesia propia y, por tanto, su uso clínico puede seguir las normas de la prescripción homeopática mientras que los bioterápicos y los organoterápicos, al carecer de ella, sólo poseen una aproximación terapéutica homeopática en su utilización diluida y dinamizada, en cuanto a estímulo, regulación o frenado de funciones o estados (Luis, 2003).
La diferencia entre la isopatia y la homeopatía es que un remedio homeopático es probado y tiene una aplicación mucho más ancha porque su cuadro sintomático es mucho más extendido. La isopatia simple sólo puede usarse en la condición que causa. Si la sustancia del miasma no es dinamizada o transmutó de alguna manera, es un método sumamente peligroso. Las vacunas modernas tienen más en común con isopatia que la homeopatía porque ellos no son dinamizados. Esto limita su uso al tratamiento y prevención de una sola condición de la enfermedad. Al contrario, un nosode homeopático ha sido probado que puede usarse como parte de la materia médica mayor. Esto le permite ser prescrito con más precisión así como para ser aplicado en muchas situaciones diferentes (Little, 1999 y O´Byrne, 2003).
Los remedios isopáticos pueden constituir interesantes medicamentos homeopáticos; es así como la saliva de un perro rabioso puede curar la hidrofobia en humanos y otros animales, y a la vez permitir tratar síntomas obtenidos por estudios patogenésicos con dicha sustancia en seres humanos sanos. Hering constató además el efecto profiláctico de los nosodes (Briones, 1996).
La primera generación de homeópatas que introduce el uso del nosodes fueron Hahnemann, Hering, Lux, Acumulan, y Stapf. Hering recogió una tremenda cantidad de experiencia de primera mano demostrando nosodes y aplicando los mismos remedios a las enfermedades agudas y crónicas en el campo. Todos éstos no pueden considerarse como preparaciones absolutas específicas, sólo como remedios del intercurrent crónico que sirven para avivar las enfermedades (Briones, 1996).
Le siguieron 7 años de ensayos clínicos rigurosos. Él dio un ejemplo del uso apropiado del propio remedio en un caso de sífilis suprimida que no respondía al Mercurio como remedio antisifilítico, así él usó Syphiline (su syphilinium) como un intercurrent. Esto sacó la erupción cutánea y el chancro que fueron curados entonces perfectamente por Mercurio seguidos por Lachesis. Él tenía muchos casos similares. Sin el tratamiento constitucional es imposible de realizar la cura perfecta (Little, 1999).
Los nosodes son sólo curativos cuando ellos son administrados por la totalidad de los síntomas. Entonces ellos son los simillimum constitucionales. Sus acciones terapéuticas deben ser complementadas por remedios constitucionales si una cura completa va a tener lugar. Cuando un nosode es administrado por la totalidad de los síntomas es un simillimum constitucional (Callejo, 2000).
Hering notó que ciertos síntomas característicos son asociados con las indicaciones de intercurrents del miasma. Así como el homeópata que trabaja con familias de remedios reconoce la naturaleza de un grupo de la planta, grupo mineral y grupo animal, Hering también reconoció la característica del cuadro de grupo de nosodes. Estas características incluyen indicaciones del miasma concomitante, falta de reacción vital a los remedios bien escogidos, cambio constante de síntomas (Little, 1999).
Los síntomas del grupo de nosodes son indicaciones para estudiar el caso del punto de vista del miasma. De un estudio de la totalidad de los síntomas disponibles uno puede destacar qué miasma es activo o qué nosodes, destacando que la fuerza vital está llamando la atención del primero. En semejante momento un intercurrent puede ser útil quitando obstrucciones a la cura o sacando un cuadro más claro. Todos los intercurrents del miasma deben ser complementados por remedios constitucionales en el momento apropiado para completar la cura (Little, 1999).
El uso de nosodes en los cuadros agudos está indicado por la etiología del caso en tratamiento; esto constituye una terapia por el idéntico. Es así como el Staphylococcinum deberá usarse en los casos de impétigo; el Collibacilinum en la disentería u otro tipo de infección por Escherichiacoli, etc. En un cuadro agudo tendremos dos estados de terapia: uno estático, la isoterapia, que dependerá solamente de la etiología y otro dinámico, la homeopatía, que cambia según la evolución del cuadro. En los cuadros crónicos, el uso de nosodes se hará según las necesidades del paciente en su totalidad. Es así como un paciente de Sulfur necesitará Psorinum; un fosfórico Tuberculinum y un fluóricoLuesinum (Briones, 1996).
Little (1999), en su artículo refiere las siguientes indicaciones de los Nosodes:
1. Cuando los síntomas mentales, generales físicos, y particulares muestran características del remedio. Esto hace al nosodes un REMEDIO CONSTITUCIONAL. Un ejemplo de esto sería el uso de Syphilinum en una persona que teme a la noche debido al sufrimiento que le trae, miedos demente, desesperación de recuperación, se sienten engañados, sucios, lavan sus manos compulsivamente, etc. Los síntomas confirman el diagnóstico del miasma y el simillimum. En tales casos el miasma en cuestión ha puesto a la enfermedad en la fuerza vital, de semejante manera que toma los síntomas del nosodes. Algunos individuos nacen con esta tendencia debido a la herencia.
2. Cuando BIEN ESCOGIDO los REMEDIOS no ACTUAN, SOLO CAMBIAN LOS SINTOMAS. Esto normalmente es causado por el miasma crónico, psora, sycosis, pseudo-psora, y sífilis. Éste es uno de las razones que es importante saber qué miasma está en el fondo de un síndrome constitucional. Por otra parte, el médico puede pensar que está escogiendo los remedios malos y más allá confunden la situación escogiendo más nuevo. Un ejemplo de este uso de un nosodes es la nota predominante de Psorinum. Falta de reacción, cuando los remedios bien-escogidos no actúan, sobre todo en aquellos que son sumamente sensible al frío, olor sudoroso, cochino profuso, sucio pareciendo superficial, quién tiende a ser muy pesimista sobre su recuperación, etc. Otro ejemplo de esta rubrica es la nota predominante de Tuberculinum, cuando los síntomas constantemente están cambiando y bien seleccionados los remedios no mejoran, sobre todo en aquellos que tienen cutis ligero, pecho estrecho, fibra floja, los poderes recuperativos bajos y constantemente coge frío. Puede haber también en general el miedo de gatos, perros, y animales, un deseo de viajar, y un estado descontento profundo con una tendencia a maldecir, y un deseo de romper cosas, etc.
3. Cuando hay una FALTA DE SINTOMAS. Hay tiempos cuando hay muy pocos síntomas para prescribir. Éstos son casos donde a menudo se ha heredado un miasma fuerte que ha reprimido la habilidad constitucional de mostrar síntomas. Las señales relacionan a la patología de uno o otro del miasma, los síntomas en estos casos no son muy característicos de cualquiera de los remedios constitucionales. Este estado puede llamarse una discrasia de constitución por un miasma crónico.
4. Cuando una persona nunca se ha recuperado de una infección miasmática. Esto es el "NUNCA BIEN DESDE el SINDROME" (NWSS). Un ejemplo de esta condición es el uso de Medorrhinum en una persona que tiene una historia de psicosis del que ellos nunca han recuperado. Es como si una nueva capa de enfermedad se ha agregado a su constitución por la gonorrea que cambió su salud física y su personalidad. Ellos ya no manifiestan los síntomas de su remedio constitucional innato porque el miasma adquirido se ha vuelto la capa activa y ha suprimido su temperamento natural. Una vez ellos pueden haber sido de intelecto afilado, memoria clara, y de una naturaleza tranquila. Ahora ellos se han vuelto muy dados prisa como si el tiempo pasa demasiado despacio, ellos no pueden seguir el hilo de una conversación porque ellos están perdiendo su memoria, y ellos se han puesto temerosos de la oscuridad, supersticioso, y han padecido engaños, alguien o algo siempre está detrás de ellos. Este último síntoma es muy indicativo del estado sospechoso paranoico de psicosis cuando representa un subconsciente teme que algo esté siguiendo "detrás de su parte de atrás" y es sobre a "los consigue."
5. CUANDO los CUADROS PARCIALES DE LOS REMEDIOS CONSTITUCIONALES MANIFIESTAN que TODAVIA NINGUNO REMEDIA EL CASO COMPLETAMENTE. En tales casos parecen ser fragmentados y desorganizados, pero en realidad, este modelo es característico del miasma y grupo del nosodes. Una investigación del miasma detrás del cuadro fragmentado revela los síntomas del grupo del nosodes. El análisis del diferencial mostrará rápidamente qué nosodes y miasma está envuelto. Semejante intercurrent mejora a menudo el estado de salud y regulariza el modelo de los síntomas naturales. Después de que el nosodes ha hecho todo lo que puede, los síntomas apuntarán más claramente hacia un remedio constitucional. De esta manera un nosodes puede sacar orden del caos y claridad de confusión
6. CUANDO UNA CAPA de MIASMA OBSTRUYE EL PROGRESO DE UN REMEDIO CONSTITUCIONAL que estaba mejorando al paciente. Cuando un nosodes se usa así se llama EL MIASMA INTERCURRENT. Suponga ha tomado a un paciente a cuyos síntomas apuntan que heredó el miasma pseudo-psora y el caso funciona con Pulsatilla. Después de varios meses de mejora sólida el paciente empieza a recaer con los mismos síntomas, y Pulsatilla no trabaja ya. Aunque no hay ningún cambio de síntomas que requieran un nuevo remedio, el remedio viejo se ha puesto completamente ineficaz. Si la sintomatología muestra un miasma tuberculoso fuerte en el fondo, los homeópatas pueden intentar abrir el caso con un nosodes tuberculoso, como Tuberculinum.
7. Cuando el remedio se RELACIONA A LA ENFERMEDAD del GÉNERO. Un ejemplo de este método es el uso de Clark de Pertussin (Coqueluchin) contra la tos del whooping. Clark escribió una vez, "yo he encontrado en este nosodes un específico para una proporción grande de casos de esta enfermedad. Debe darse cada cuatro horas para empezar, y si no corta el caso por unos días, materialmente modifica su severidad, otro remedio puede escogerse de los que siguen".
8. Como PROFILACTICO de HOMEOPATIA de prevenir enfermedades infecciosas agudas y crónicas específicas. Un ejemplo temprano de esto era el uso exitoso de Boenninghausen de Variolinum para prevenir varicela pequeña. El nosodes también puede ser utilizado como un método a proteger a los niños del miasma que ellos han heredado a través de sus padres. James Kent ha citado en sus Conferencias en Materia Medica Homeopática "Si Tuberculinumbovinum es dado en dinamizaciones 10 m, 50 m, Cm., dos dosis de cada potencia a los intervalos largos, todos los niños y personas jóvenes que han heredado tuberculosis pueden ser inmunizados de su herencia y sus resistencia se restaurarán". Esto, por supuesto, relaciona a niños que muestran síntomas del miasma de tuberculosis (TB) como nerviosismo, rabietas de temple, emaciación, anemia, las glándulas hinchadas, fríos frecuentes, el etc.
9. Como un remedio homeopático hecho de las propias substancias de la enfermedad del paciente. Esto es un AUTO-NOSODE. Esto a veces ha ayudado a los pacientes cuando nada más parece trabajar. Hahnemann tenía un paciente que no estaba respondiendo a sus remedios bien escogidos una vez. Esto lo llevó a preparar un auto-nosodes tuberculoso de la saliva del paciente que estaba padeciendo de tuberculosis. Los auto-nosodes se han hecho del esputo, sangre, la orina, pus, leucorrea, exudados de las erupciones superficiales, y microbios de las culturas del paciente, etc.
Sin embargo, la más importante aplicación de los nosodes en las enfermedades crónicas, es en aquellos casos en que a través de la anamnesis se determina una importante causa etiológica remota. En estos casos, el nosodes liberaría las toxinas almacenadas en los tejidos corporales durante el curso de la enfermedad anterior, las cuales no fueron eliminadas en aquella ocasión ya sea por tratamiento inadecuado, tal vez represivo, o por incapacidad de los mecanismos de defensa corporales. El nosodes, en estos casos, producirá una reagudización de la enfermedad antigua, favoreciendo a su vez la eliminación de dichas toxinas por las vías renales. El uso de un Nosodes adecuado en la fase aguda de una enfermedad infecciosa, permitiría la rápida eliminación del agente infeccioso y de sus toxinas, en el momento en que recién comienza la producción de anticuerpos y disminuyendo así el tiempo de la enfermedad. En el caso de que el Nosodes sea administrado cuando la enfermedad ya ha alcanzado su desarrollo pleno, esta terapia junto a medicamentos homeopáticos puede acortar e incluso eliminar la convalecencia (Briones, 1996).
Las dinamodiluciones a utilizar en la prescripción de nosodes, por lo general, son seleccionadas siguiendo las mismas reglas que rigen para todos los remedios homeopáticos.
Las dinamodiluciones bajas, muy pocas veces menores a la D12 se utilizan en los nosodes en cuadros agudos, no siendo recomendable el uso de estas diluciones en el método isopático por una posible interferencia con los mecanismos inmunitarios.
Las dinamodiluciones medias se han utilizado con éxito en tratamientos profilácticos, como es el caso del Influenzinum contra la gripe.
Las altas dinamodiluciones, de la 200 CH hacia arriba se prescriben generalmente, en aquellos casos que poseen antecedentes de una importante causa etiológica remota de tipo infeccioso; por ejemplo estafilococosis suprimidas en enfermedades cardiacas (O´Byrne, 2003).
Para Briones (1996), existen tres indicaciones o usos fundamentales de los nosodes:
Nosodes de indicaciones miasmáticas.
a) Carcinocinum: corresponde a un macerado de cáncer de origen humano. Está especialmente indicado cuando hay antecedentes hereditarios y familiares de cáncer o tuberculosis. También si hay antecedentes de enfermedades infecciosas graves muy precozmente, en la lactancia o en los primeros meses de vida. Se le utiliza como remedio constitucional en la primera edad.
b) Psorinum: se prepara a partir del líquido sero-purulento extraído de una vesícula de sarna. Está indicado en individuos hipersensibles al frío, sucios y ofensivos a la vista y al olfato. Total falta de reacción a toda terapéutica; es el Sulfur de las enfermedades crónicas, cuando el remedio está indicado pero no actúa.
c) Tuberculinum: se obtiene de cultivos de Mycobacterium tuberculosis; tanto de origen humano como bovino o de aves. Está indicado en individuos con antecedentes familiares de tuberculosis o en casos en que el remedio bien elegido falla en aliviar o curar permanentemente. Los casos de sensibilidad al frío como causante de trastornos y cuando los síntomas están siempre cambiando. Es importante tenerlo en cuenta en casos de adelgazamiento progresivo, rápido y acentuado; en muchos casos a pesar de comer bien y en adenopatías de localización bien precisas: amígdalas y ganglios del cuello.
Nosodes de uso homeopático.
a) Anthracinum: se prepara a partir de higado de conejo, al cual se le ha inoculado previamente cultivos de Bacilusanthracis y se ha sacrificado en estado de agonía. La infección carbuncosa se comprueba por frotis sanguíneo. Este medicamento está indicado en lesiones, principalmente úlceras o abscesos, que presentan cinco importantes características: gran dolor, color negro o azulado, presenta formación de escaras, con pus muy fétido y con tendencia a la induración. La segunda gran indicación son las septicemias originadas por heridas o picaduras de insectos, que cursan con linfangitis, se diseminan rápidamente y provocan una postración rápida. En particular es un gran medicamento para los panadizos graves y extensos que cumplen con las características del medicamento; también para las gangrenas húmedas y en las úlceras.
b) Hydrophobinum: obtenido de la saliva de un perro rabioso. En la actualidad se le utiliza en todos los trastornos desencadenados o agravados por ver u oír el sonido del agua al fluir o correr; en las convulsiones provocadas por destellos de luz, ya sea directa o refleja y en los trastornos espasmódicos periódicos del esófago, que dificultan la deglución.
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