Propuesta de formación pedagógica didáctica para los profesores del ITSAO
Enviado por Lic. Ma. Isabel Ruiz Osorio
- Diagnóstico del problema
- Antecedentes
- La Dimensión Académica
- La Formación Profesional
- La Concepción del Aprendizaje
- La Práctica Educativa
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción.
En el curso del proceso histórico de México, la Educación Superior ha dejado de ser privilegio de unos pocos para extenderse a grupos de población cada vez más amplios. Con la expansión del conocimiento y las mayores complejidades que ahora confrontan sus destinos, la educación superior se ha transformado y multiplicando sus caminos.
La consecuente diversificación de la enseñanza superior en nuestro país, se refleja en la variedad de Instituciones, disciplinas y especialidades.
En este contexto de nuevas y crecientes responsabilidades para la educación superior, el Estado apoya el ejercicio constante de las libertades de cátedra e investigación, propiciando la atmósfera que hace posible el cambio social.
Como se menciona, las reformas educativas implementadas en educación se caracterizan por su homogeneidad nacional. Las cinco reformas educativas que se implementaron hasta 1921 presentan las primeras constantes que podríamos rescatar: se conserva la ideología del grupo dominante en el campo de la educación; se minimizan las modalidades de enseñanza de la reforma anterior; se implementan modelos educativos provenientes de otros países y se conserva la línea de formación pedagógica y la práctica profesional.
Además podemos decir que las constantes anteriores generaron crisis y desafíos en los docentes como consecuencia de los cambios implementados en las reformas. Queda claro también que la formación de docentes estaba orientada a abordar el cómo de la ciencia con un idealismo que ha caracterizado en muchas ocasiones al pensamiento educativo.
Durante el periodo entre 1921 y 1977 se identifican estas cinco reformas que fueron desarrolladas cada vez con mayor frecuencia y en marcos de las estructuras existentes. Las constantes que más se identificaron son: las luchas del sindicato y la sep por profesionalizar a la docencia; la presencia de modelos pedagógicos de Latinoamérica; un reposo intelectual seguramente dado por la presencia e inserción de comunidades universitarias en los años setenta que dominaban en ese tiempo a la educación; la ausencia del manejo de la polémica sobre pedagogía o las ciencias de la educación en el marco amplio de las ciencias sociales o humanas, esto lo podemos ver en los curricula de esta época.
En esta época la orientación pedagógica tuvo menos posibilidades de incidir; en cambio las técnicas de enseñanza y las didácticas fueron predominantes en la educación normal.
Con el cambio de nivel educativo de la educación que por decreto se dio, también cambió el sentido de la profesionalización como proceso socializador, así adquiere el docente las características y capacidades específicas propias de la profesión docente, que se forman en democracia creando de alguna manera tipos de pensamientos que con su contradicción a la luz de los individuos van con rumbos al progreso.
El impacto de estos procesos se presenta ya en nuestro entorno, caracterizado por una constante innovación tecnológica y de comunicaciones, un vertiginoso proceso de globalización económica y un sorprendente dinamismo del conocimiento y acceso a la información. La presencia de estos cambios nos lleva a cuestionar el papel del sistema educativo y la práctica docente en la formación de alumnos.
El nuevo desafío de la educación superior es: incorporar en la formación de sus egresados las nuevas tecnologías para hacerlos competitivos en el nuevo entorno, es decir, mejorar la calidad del perfil de sus egresados.
Los principios educativos que rigen la labor del profesor son bastante inflexibles, y la mayoría de las veces se tiene que cumplir con una gran cantidad de contenidos lo cual hace que el profesor sea expositivo, impositivo y coercitivo por lo que el estudiante tiene que recurrir a la memorización y hacer el aprendizaje reproductivo.
La mayoría de las veces los profesores no tienen la formación científica y psicopedagógica de la materia que imparten, por lo que no cumplen con la función de ser orientadores y facilitadores del proceso de aprendizaje, ya que los contenidos de enseñanza que transmiten al estudiante están disociados de la experiencia del mismo y de la realidad social y en muchas ocasiones no existe la adecuada interacción entre los temas, lo cual no favorece la motivación del estudiante.
El estudiante no esta consciente de que él es el máximo responsable de su proceso de aprendizaje, de que él es quien construye el conocimiento y que nadie puede sustituirlo en esta tarea, que el proceso enseñanza- aprendizaje esta centrado en su participación activa, que debe tener buena disposición para el trabajo en equipo y el aprendizaje continuo, como elementos fundamentales de su éxito profesional.
Considerando estos aspectos nos enfocamos a conocer en detalle la formación con que cuentan los profesores del Instituto Tecnólogico Superior de Acatlán de Osorio, ya que ellos mismos consideran la posibilidad de recibir capacitación para poder mejorar la calidad de la enseñanza que imparten. Tomando en cuenta lo anterior y en base al cuestionario aplicado para el Profesor de la Educación Superior Teconóliga, aplicado por el Consejo del Sisitema Naciona de Educación Tecnológica, para conocer la preparación con que cuentan los profesores de nuestro Instituto y determinar en base a lo que indiquen los resultados; la necesidad de establecer un programa de perfeccionamiento de formación de los mismos para mejorar su desempeño profesional.
Diagnóstico del problema.
Según los resultados la evaluación de los Profesores de la Educación superior Tecnológica, conducida por el Consejo del sisitema Nacional de Educación Tecnológica, en el cuestionario aplicado a los docentes, respecto de su desarrollo profesional y su formación docente, el 85% de los profesores no cuenta con una formación docente sistemática, teniendo solo su formación universitaria; el otro 15% tiene una formación docente, en estudios de postgrado, con una formación en Educación Superior.
Por otra parte tomando referencia de la comunidad estudiantil a trávez de cuestionario para alumnos, conducido por el Consejo supra citado, , se obtuvo que en el aspecto a calificar en la planeación del curso, en lo que se abarca los objetivos, plan de trabajo y explicación de criterios, los alumnos constestaron que este aspecto se cubre del 60% al 79 % ; en el aspecto a calificar relativo motivación y relación profesor alumno, de las respuesta de opción múltiple "siempre, algunas veces, nunca" la que tuvo predominio fue " algunas veces" en un 50%, "nunca" en un 35% y "siempre" en un 15 %
Según los resultados obtenidos se puede concluir que efectivamente hay una limitación en la formación docente de los profesores en el Instituto y por ende, la dificultad de estos para llevar a cabo de manera eficaz el proceso enseñanza-aprendizaje.
Del estudio se desprenden también la siguientes conclusiones:
una preparación insuficiente en las teorías psicopedagógicas y en la didáctica de las ciencias.
Un desconocimiento de la cultura de calidad y de la aplicación de sus principios a la dirección del proceso docente educativo.
Una preparación insuficiente en la metodología de la investigación y el uso de tecnologías computacionales como recursos de aprendizaje.
Un desconocimiento de la teoría de la dirección y el liderazgo y su aplicación para la dirección del proceso docente educativo.
Una preparación insuficiente para estructurar los contenidos de la asignatura y su relación con la disciplina.
Determinando que el problema de investigación consiste en : insuficiencia en el desempeño docente del profesor del I.T.S.A.O y que éste limita el desarrollo pleno del proceso enseñanza-aprendizaje, repercutiendo así en la formación del futuro profesional .
Así pues por ser el factor que más influye en el problema, se considera al proceso de formación docente el objeto de investigación.
Y determinando en el desempeño docente de los profesores como parte medular del proceso enseñanza aprendizaje considera como campo de acción: el proceso de la formación pedagógica didáctica . Por lo anterior se establece el objetivo de: elaborar una propuesta de formación pedagógica didáctica para los profesores del ITSAO que les permita ser un cofacilitador en el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje, capaz de generar una mayor rendimiento en el profesor, que se vera reflejado en el alumno, con el cual coadyuva en su formación profesional.
Por su parte la idea a defender se formula de la siguiente manera: El diseño de un modelo de perfeccionamiento formativo posgraduado, con centro en las dimensiones que influyen en desempeño profesional de los profesores universitarios, produce un programa formativo con potencialidad para mejorar su desempeño profesional. Con la finalidad de alcanzar el logro de los objetivos particulares de la investigación se establecieron las siguientes tareas a realizar:
Caracterización del desempeño profesional, el nivel de desarrollo de los profesores universitarios para dirigir el proceso docente educativo y la evolución de modelos y tendencias de la formación de los mismos, en instituciones extranjeras y mexicanas.
Valoración por la vía empírica de los principales resultados obtenidos en la investigación, utilizando para esto, entrevistas, seminarios de profundidad y encuestas.
Con la finalidad de desarrollar el sistema de tareas propuesto se utilizaron los siguientes métodos y técnicas:
Métodos teóricos:
Método histórico-lógico para la caracterización y la evolución del desempeño docente de los profesores para determinar las factores que la han influido.
El método sistémico-estructural nos permitió la determinación de los componentes del desempeño docente de los profesores y sus relaciones para la organización del sistema, lo que conforma el modelo.
Método de modelación nos permite la creación de abstracciones para la estructuración del modelo.
Análisis y síntesis es un método empleado durante toda la investigación, en especial en función de la fundamentación teórica y la elaboración de las conclusiones del trabajo.
Métodos empíricos:
La observación participativa en la práctica docente, donde el investigador fue un elemento activo.
La encuesta a través del cuestionario fueron técnicas utilizadas para determinar la esencia y actualidad del problema,.
Métodos estadísticos:
Para la validación del programa.
DESARROLLO
Con el nacimiento, en 1948, de los dos primeros institutos tecnológicos, el de Durango y el de Chihuahua, se gesta el primer modelo educativo del SNIT, el que ha venido evolucionando durante más de medio siglo, en la búsqueda de su constante perfeccionamiento.
En su primera época, la población estudiantil del SNTI estaba constituida en su mayor parte por estudiantes de los niveles medio básico, medio superior y las modalidades de capacitación y técnico. El plantel de Chihuahua ofrecía ya una carrera de nivel superior. Esta primera carrera de ingeniería consistía en doce diferentes cursos por año, con materias como ingeniería civil, química y cultura general, y naturales como geología y biología. También en Chihuahua, en 1952, se abrió la segunda carrera en administración de negocios; nacen así las dos grandes ramas de la enseñanza del SNIT, necesarias ambas para el desarrollo de la industria: las ingenierías y la administración.
En ese entonces operaba el modelo anual, el cual se conformaba por planes de estudio organizados por asignaturas, las que se dividían en temas que variaban en su extensión en función de su naturaleza.
El modelo, como todos los de la época, estaba estrictamente centrado en la enseñanza. El profesor no sólo era la fuente fundamental del conocimiento, sino también el promotor de una disciplina cuyo fiel cumplimiento por parte de los estudiantes influía de manera significativa en la aprobación o reprobación. Se calificaba en escala de 0 a 10 y el mínimo aprobatorio era 6.
En este primer modelo, las cargas académicas eran iguales para todos los estudiantes, puesto que se trataba de paquetes de materias para cursarse en un año. El docente definía, de acuerdo a su criterio y experiencia, el sistema de evaluación del aprendizaje y, frecuentemente, los contenidos del curso. Hacia el final de la década de los sesenta se adoptó el modelo semestral, el que conservó las características, estrategias didácticas y la metodología de evaluación del modelo anual, con el mismo enfoque educativo.
A mediados de la década de los sesenta y principio de los setenta alcanzó a nuestro país la influencia del conductismo el que se enfocaba, sobre todo, en la conducta observable y todo aquello que permitía controlarla, condicionarla y predecirla. En la educación, los principios conductistas se concretaron en lo que se conoce como tecnología educativa, con sus efectos en el diseño curricular, lo que trajo como consecuencia el surgimiento del tercer paradigma educacional del SNIT, el modelo por objetivos.
Éste se caracterizó por un plan de estudios semestral en el que los contenidos se atendían a través de objetivos operacionales que tenían como finalidad lograr en el estudiante una conducta observable. El modelo se estructuró en series de 60 a 100 objetivos operacionales por asignatura. Los estudiantes debían aprobar, por lo menos, el 80 por ciento de los objetivos —cada uno de ellos con el 70 por ciento de eficiencia— para aprobar la asignatura. Se evaluaba objetivo por objetivo y debía acreditarse cada uno de ellos. En este modelo se usó, por primera vez, la escala del 0 al 100 para la evaluación.
En el marco de esta transformación académica se ubica la apertura de los primeros cuatro Centros Regionales de Estudios de Graduados e Investigación Tecnológica (CREGITs), en los institutos tecnológicos de Oaxaca, Durango, Mérida y Ciudad Madero.
Desde luego que los primeros programas de posgrado consistieron en programas destinados al otorgamiento del grado de maestría. Cabe mencionar que el primer programa de doctorado se estableció en el Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, en el año de 1987, en el área de petroquímica.
Los CREGITs fueron establecidos con las funciones básicas de formar profesionales de posgrado especializados en las áreas de cada tecnológico, realizar investigación tecnológica y emprender trabajos de extensión en áreas prioritariaspara el desarrollo tecnológico y educativode la región.
Otro problema de este modelo fue la excesiva atomización del conocimiento, lo que traía como consecuencia una dificultad extrema para integrarlo aprendido en un todo profesionalmente útil, reflexivo y creativo.
Por otra parte, los estudiantes aprendieron a discriminar los objetivos fáciles de los difíciles, de modo que buscaban aprobar el 80 por ciento de los más sencillos y desechaban los de mayor complejidad; este fenómeno constituía una desventaja estructural del modelo.
A finales de los setentas surgió el modelo por unidades de aprendizaje, en planes de estudio semestrales, lo que coincidió con los primeros acercamientos a nuestro país de las teorías constructivista y cognoscitivista y la propuesta del aprendizaje significativo.
Los programas de asignatura, organizados en unidades de aprendizaje, daban coherencia a la información teórica y práctica, y permitían alcanzar mejores niveles de integración del conocimiento. Además, los contenidos podían estructurarse de manera lógica, crítica y pedagógica, y la evaluación del avance académico resultaba más justa y razonable.
El nuevo modelo reorganizó el sistema de créditos y tuvo una metodología propia de evaluación del avance académico que ordenó, aún más, los procedimientos de acreditación de asignaturas.
A finales de los ochentas y principios de los noventas se implementó el Programa de Modernización de la Educación Superior, en el marco del cual se revisó la pertinencia de los planes y programas de estudio que ofrecía el SNIT y que llevó a la compactación de carreras, de 43 a 24. Las nuevas carreras fueron diseñadas con una metodología que tomó como referencia criterios nacionales e internacionales del diseño curricular y dio como resultado una estructuración macro de contenidos que se integraron en cinco grandes rubros: ciencias básicas, ciencias de la ingeniería, diseño en ingeniería, ciencias económico administrativas y ciencias sociales y humanidades. Por otra parte, se flexibilizó la estructuración de los planes y programas de estudio de acuerdo a las condiciones propias del entorno de cada instituto, a través del diseño de módulos optativos, integrados por grupo de cinco a ocho materias.
En este mismo contexto se llevó a cabo la departamentalización académica, esquema en el cual las diferentes áreas del conocimiento, en todos sus niveles, recibieron la atención directa de una unidad orgánica especializada. Al mismo tiempo, el modelo registró un giro conceptual educativo de vital importancia, puesto que se superó el concepto de tecnología educativa y se sentaron las bases para el continuo desarrollo académico, con el soporte de un departamento dedicado a esta labor.
Como complemento y continuación de la modernización de la educación superior surge, en 1993, la Reforma de la Educación Superior Tecnológica, que compactó de 24 a 17 carreras la oferta educativa del SNIT, esta reforma instituyó la residencia profesional como elemento de correlación entre la teoría y la práctica, con el propósito de permitir al estudiante de semestres avanzados realizar una estadía en una empresa o centro de investigación, de seis meses de duración, en la que se enfrenta a problemas reales de su campo profesional.
Por otra parte, los módulos optativos derivaron en la conformación de especialidades que incluían, ahora, de ocho a catorce materias. La compleja trama conformada por el vertiginoso proceso de generación, difusión, administración y aplicación de los nuevos conocimientos científicos y tecnológicos, la definitiva influencia del conocimiento en el crecimiento económico de las sociedades y el exigente horizonte que impone la globalización en toda su dimensión, plantea a las instituciones educativas el reto ineludible de reconsiderar los fundamentos mismos de los modelos educativos que soportan sus actividades cotidianas.
En este sentido, el SNIT, por su indisoluble relación con la actualidad del conocimiento y sus aplicaciones, y por su compromiso explícito con el desarrollo sustentable del país, se da a la tarea de actualizar su Modelo Educativo para continuar ofreciendo a la sociedad profesionistas altamente calificados y capaces de adaptarse —y de ser posible anticiparse— de manera ágil, oportuna y pertinente a la rápida evolución del estado del arte del conocimiento, de la tecnología y de las nuevas tendencias del desarrollo sustentable, y de cuerdo con las modernas teorías de la construcción el conocimiento y la pedagogía para, en ese sentido, privilegiar el aprendizaje sobre la enseñanza.
La dimensión académica constituye una de las coordenadas fundamentales del Modelo Educativo para el Tercer Milenio, ella aporta los parámetros de referencia para la formación profesional —no sólo del estudiante y de los propios integrantes del Sistema, sino de todo ser humano que entra en las dimensiones del Modelo—, la concepción del aprendizaje y sus condiciones, así como los estándares de la práctica educativa del Sistema. La formación profesional que cultiva el Modelo busca garantizar su integración pertinente y exitosa al mundo del conocimiento con un sentido humanista; la perspectiva del aprendizaje se funda en el estado del arte del entendimiento del desarrollo de la inteligencia y de la construcción del conocimiento; y la práctica educativa del Sistema busca alcanzar y superar continuamente los más altos indicadores para hacer realidad los propósitos educativos que el Modelo se ha impuesto.
La formación profesional de que es objeto el ser humano que participa en el Proceso Educativo del ITSAO busca desarrollarlo como un actor ético, asertivo y exitoso en su campo de acción, con una clara identidad organizacional, nacional y compromiso social, así como en una persona íntegra en constante búsqueda de su autorrealización.
En consecuencia, una de las finalidades fundamentales del Proceso Educativo es la formación integral, de modo que la educación en el ITSAO se concibe como un proceso continuo de desarrollo de todas las potencialidades del ser humano, que lo orienta hacia la búsqueda de su plenitud en el aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender, aprender a emprender y aprender a convivir, lo cual lo convierte en un ciudadano y un profesionista consciente, responsable y solidario.
Por ello, la formación profesional que impulsa y fomenta el Modelo propicia:
1. El humanismo, entendido como el estudio y práctica respetuosos, reflexivos y críticos de todas las manifestaciones de la cultura universal, sin menoscabos ni exclusivismos, con el propósito de ampliar los horizontes de la educación integral del ser humano.
2. El desarrollo de un conocimiento amplio y objetivo de la problemática contemporánea del ámbito profesional, desde las perspectivas regional, nacional y mundial.
3. El desarrollo de las diferentes formas de inteligencia, así como de competencias que permitan la certificación y el reconocimiento de clase mundial.
4. La investigación como una forma de generar conocimientos que por su pertinencia y actualidad enriquezcan el acervo humano mundial, así como una estrategia de fortalecimiento de la vinculación del SNIT con su entorno regional, nacional y mundial, y que tiene como propósito último mejorar las condiciones de vida del ser humano.
5. Un sentido de identidad profesional y pertenencia institucional.
6. El desarrollo de las capacidades y habilidades para obtener, analizar, interpretar y aplicar información, generar conocimientos, así como para identificar, plantear, resolver problemas y tomar decisiones.
7. El cultivo de habilidades y la capacidad de liderazgo para gestionar, emprender, negociar y dirigir.
8. El crecimiento cualitativo de las capacidades y habilidades para el trabajo colegiado, en equipo, en situaciones cambiantes y en ambientes multiculturales.
9. La formación de un profesionista que se actualiza permanentemente y es competente en la comunicación oral y escrita, por lo menos en dos idiomas.
10. El autoaprendizaje en la búsqueda permanente del conocimiento y la corresponsabilidad en el proceso de formación, como características inherentes al modo de vida del ser humano.
El Proceso Educativo se fundamenta y actualiza en función del estado del arte de las teorías de la construcción del conocimiento, de la evolución y desarrollo de las formas de inteligencia y del aprendizaje significativo.
Desde esta perspectiva, el Modelo privilegia las experiencias de aprendizaje sobre las formas de enseñanza tradicional. Es decir, las experiencias que nacen de la propia necesidad de conocimiento que, a su vez, es generada por los conocimientos previos, lo que asegura la participación interesada y activa del que aprende y, al mismo tiempo, define el papel del facilitador, y genera la construcción de conocimientos significativos para ambos.
El Modelo reconoce y promueve la colaboración y la comunicación entre los pares como estrategias que coadyuvan a la construcción del aprendizaje significativo, por ello, fomenta el trabajo colaborativo y el desarrollo de las competencias comunicativas.
De manera que las situaciones generadoras del aprendizaje son el eje articulador del Proceso Educativo, por lo que se fortalecen los factores involucrados, fomentando su dinamismo, innovación y flexibilidad.
El Modelo busca, entonces, la construcción de ambientes de aprendizaje, dentro y fuera de las instituciones, en torno de los cuales se disponen los recursos del Sistema y de su entorno, desde la infraestructura física hasta las nuevas tecnologías de la información, y es soportado por una administración flexible, eficiente e integrada en sus objetivos y metas al logro del proyecto educativo del ITSAO.
A través de su práctica educativa, el ITSAO busca asegurar la formación integral del ser humano. Por ello, considera que, en todo proceso de aprendizaje, son esenciales las acciones del facilitador y de la persona que construye su conocimiento, desde la perspectiva que el proceso es un escenario de aprendizajes significativos para ambos.
Del mismo modo, la práctica educativa en el SNIT se inspira en la revolución mental de su gente hacia la concepción de este nuevo paradigma, en el sentido que exige actitudes nuevas y propicias para la construcción del conocimiento, su facilitación, el trabajo colaborativo y la comunicación asertiva. La práctica educativa está orientada por la convicción de que el trabajo educativo en el SNIT y por consiguiente el ITSAO contribuye de manera destacada a la conformación de una plataforma nacional científica y tecnológica, cuya finalidad es establecer las bases del desarrollo del país para asegurar su soberanía y la preservación de la unidad e identidad nacionales.
Por lo anterior que la práctica educativa del ITSAO es intencional y se debe caracterizar de esta manera:
1. Impulsa la formación integral del ser humano.
2. Busca el aprendizaje significativo de los actores involucrados en el Proceso Educativo.
3. Se funda en el interés intelectual de los actores del Proceso Educativo.
4. Fomenta el trabajo colaborativo y colegiado, y el desarrollo de la comunicación asertiva.
5. Se alimenta de conocimientos actuales, vigentes y pertinentes para el desarrollo sustentable.
6. Se orienta hacia el desarrollo de habilidades para el planteamiento y la solución de problemas, y reconoce el gusto lúdico y la actitud crítica como indispensables para la investigación y el descubrimiento.
7. Concibe a la evaluación como una estrategia para asegurar e impulsar la construcción del conocimiento
8. Estimula la continua actualización profesional.
9. Se nutre con la filosofía humanista del SNIT y cultiva el espíritu de colaboración y compromiso social.
10. Crea ambientes propicios para el aprendizaje y la generación de conocimientos a los que se dedican los recursos necesarios para asegurar las condiciones que permitan el éxito del Proceso Educativo en el ITSAO.
Como lo expone el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, el perfil demográfico nacional se reconfigurará en las próximas décadas en función de la reducción de los niveles de nacimientos, el aumento de la esperanza de vida y la apertura de una ventana demográfica de oportunidad transitoria, por el crecimiento del grupo de población entre los 15 y los 64 años de edad, lo que aumentará el potencial productivo del país, pero traerá consigo un aumento en la demanda de servicios para este sector de la población, la educación entre ellos.
En la cuestión económica, el país transita en la vía del cambio de un modelo de protección gubernamental y de sustitución de importaciones, hacia la apertura internacional del mercado y el fomento a las exportaciones en un marco de limitación de la intervención del Estado en la economía. Esta transición, afectada por el actual panorama de la economía mundial, exige ahora el fortalecimiento de las redes económicas internas del país para disminuir los efectos de la dependencia internacional, y prepararlo para una interdependencia más justa y equitativa entre las naciones.
En este sentido, el papel de la educación superior y, en especial la tecnológica, es de importancia estratégica en el fortalecimiento de una identidad científica y tecnológica nacional, que asegure la soberanía y la digna participación de México en el panorama científico mundial.
México experimenta también una histórica transición política, caracterizada por una decidida búsqueda de la democracia y su pleno ejercicio, la pluralidad y la transparencia. De ahí que el Modelo está comprometido con la construcción de una sociedad democrática, justa, equitativa, respetuosa de la legalidad y del ejercicio real de los derechos humanos, así como con la formación de ciudadanos conscientes, responsables y solidarios.
Asimismo, el país vive una profunda transición social caracterizada por el cuestionamiento de sus tradicionales modos de vida, y por el surgimiento de nuevas formas de entendimiento social. Se transforman los valores y se reestructuran las formas de organización social, a este respecto, el Modelo busca fortalecer la identidad nacional para la supervivencia de las particularidades que hacen distinta a la nación mexicana y le permiten su interacción con los países del orbe sin perder su unidad.
El resultado es un modelo, en el que se integran y plasman las más altas aspiraciones del Sistema del ITSAO para mejorar de manera radical su práctica, pertinencia y vigencia educativas.
Al mismo tiempo, el Modelo constituye la respuesta del SNIT a las grandes expectativas que el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 tiene en materia de educación superior tecnológica y que se recogen en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 y en el Programa de Desarrollo de la Educación Tecnológica 2001-2006.
El proceso de implementación del Modelo tiene como propósito la renovación de la práctica educativa en el ISTAO, fundada en la identificación plena de todas las personas que integran el Sistema con las grandes aspiraciones del Modelo. Por ello, la implementación del nuevo paradigma constituye uno de los mayores retos históricos para el ITSAO por la magnitud de las tareas que implica y por la revolución mental que presupone.
De manera simultánea a la concepción y construcción del Modelo, el ITSAO ha estado trabajando para su implementación. En este sentido, ha sido desarrollada una metodología para el diseño y la evaluación curricular, así como un programa de autodiagnóstico académico que será aplicado. Se trabaja, también, en la capacitación para lograr la acreditación de las carreras y de los programas de posgrado, en un programa estratégico para el desarrollo académico, en la creación del Comité Consultivo de Investigación y Posgrado, en el desarrollo de una metodología para implantar eventos académicos, en la revisión del programa de estímulos al desempeño del personal docente y de investigación, así como en la revisión y actualización de los procesos estratégicos, clave y específicos del ITSAO.
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